Bahía de los Naufragios
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Bahía de los Naufragios
02/08/11, 06:21 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Esta playa no es de arena, sino que está hecha de diminutos trozos de concha y cristal pulido que brillan cuando les da la luz, algo que no pasa muy a menudo, pues la playa está a la sombra de los acantilados, y solo se puede llegar a ella a través de un estrecho pasaje entre la roca. Una ingente cantidad de barcos naufragados y maderos descansan allí.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Bahía de los Naufragios
19/09/14, 02:31 am
La explicación de Shizel les dejó claro que no iba a ser sencillo, pero el draco tampoco esperaba que lo fuera. Lo único que se podía decir que sabía con certeza acerca del mentalismo era que no se trataba de una disciplina que uno pudiese dominar en una tarde. A él mismo le había costado aprender el hechizo de borrado de memoria superficial que se había hecho necesario cuando lo nombraron cosechador.
Durante largo rato el sueco tan solo fruncía el ceño intentando concentrarse en las indicaciones que les había dado el idrino, con nulo éxito ya que no dejaba de oír la voz del skrýmir una y otra vez. Se afanó en construir muros imaginarios, que deshacía visualizando como se derrumbaban sobre la presencia en su cabeza cuando, al cabo de unos instantes, no conseguía nada. Entonces lo reconstruía tratando de imaginarse, de alguna forma, muros sucesivamente más robustos que los anteriores. Tal vez fuese un matiz añadido inútil, pero le ayudaba a concentrarse mejor en lo que se suponía que tenía que hacer, sin resultarle tan monótono.
Noel no estaba nada seguro de cuándo se suponía que debía avisar, porque que necesitaba más práctica era evidente, pero tampoco esperaba que fuese a salirle perfecto en el transcurso de aquella clase. No obstante, Gael parecía haberlo dominado y dejó de preguntárselo. El sueco notó un leve pinchazo en la sien en el momento que pararon y no se atrevía a preguntar si era normal, ya que era probable que fuese todavía una secuela del coma. Mientras esperaba la siguiente indicación del idrino se rascó el ojo bajo el parche, que siempre le picaba cuando lo llevaba puesto durante bastante rato, y se lo recolocó mientras esperaba las siguientes indicaciones.
Durante largo rato el sueco tan solo fruncía el ceño intentando concentrarse en las indicaciones que les había dado el idrino, con nulo éxito ya que no dejaba de oír la voz del skrýmir una y otra vez. Se afanó en construir muros imaginarios, que deshacía visualizando como se derrumbaban sobre la presencia en su cabeza cuando, al cabo de unos instantes, no conseguía nada. Entonces lo reconstruía tratando de imaginarse, de alguna forma, muros sucesivamente más robustos que los anteriores. Tal vez fuese un matiz añadido inútil, pero le ayudaba a concentrarse mejor en lo que se suponía que tenía que hacer, sin resultarle tan monótono.
Noel no estaba nada seguro de cuándo se suponía que debía avisar, porque que necesitaba más práctica era evidente, pero tampoco esperaba que fuese a salirle perfecto en el transcurso de aquella clase. No obstante, Gael parecía haberlo dominado y dejó de preguntárselo. El sueco notó un leve pinchazo en la sien en el momento que pararon y no se atrevía a preguntar si era normal, ya que era probable que fuese todavía una secuela del coma. Mientras esperaba la siguiente indicación del idrino se rascó el ojo bajo el parche, que siempre le picaba cuando lo llevaba puesto durante bastante rato, y se lo recolocó mientras esperaba las siguientes indicaciones.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Bahía de los Naufragios
21/09/14, 01:43 pm
Mientras terminaban Shizel había estado grabando en un papel un circuito cuyas bases ya había preparado previamente en su estudio. Las dos primeras personas que tocasen una runa sensor establecerían entre sí un vínculo mental. Había también una runa interruptor para cuando quisiesen romperlo.
-Ahora toca un ejercicio para que podáis avanzar por vuestra cuenta y fortalecer lo que vayamos aprendiendo entre clase y clase- respondió a Koval-. Decís que solo queréis aprender a defenderos, así que el enlace mental os lo va a establecer este circuito- les explicó cómo utilizarlo, y que podrían usarlo indefinidamente siempre que lo mantuviesen recargado-. Así podréis "intruir" en la mente del otro simplemente hablando o pensando lo suficientemente fuerte en una imagen, sin necesidad de que aprendáis la parte ofensiva del mentalismo. Eso os va a permitir practicar entre vosotros.
>>Uno puede contactar y defenderse de cualquiera en su campo de visión, y si se ha establecido previamente un enlace mental, a más distancia. Pero no necesitáis aprender eso, así que si os sentáis el uno frente al otro os será más fácil concentraros- les indicó para facilitarles el primer intercambio. Defenderse sin tener al agresor justo delante lo trabajarían en otra clase-. Koval, ya que has sido el primero en cogerle el tranquillo te tocará hacer primero de defensor. Noel hará de atacante- anunció-. Lo ideal es que vayáis invirtiendo las posiciones cada poco tiempo para que los dos tengáis ocasión de practicar barreras. De momento estáis aprendiendo a repeler todo lo que os echen encima: en otras clases ya refinaremos cómo permitir el paso a unas personas y no a otras, o a unos contenidos y no a otros. En las barreras mágicas se puede programar si tienes tiempo, pero si tienes que erigirlas en plena escaramuza, o tienes que recurrir a una puramente mental, no sueles tener ese lujo.
Se asomaría con delicadeza al vínculo mental en cuanto el ejercicio empezase, con cuidado para que su intrusión no los desconcentrase, con el objetivo de darles indicaciones si en algún momento se quedaban atascados. No obstante ambos parecían conocerse bastante bien, de modo que dudaba que hubiese problemas. Había practicado aquel tipo de cosas con Tap, y había sido agotador a la vez que estimulante.
-Ahora toca un ejercicio para que podáis avanzar por vuestra cuenta y fortalecer lo que vayamos aprendiendo entre clase y clase- respondió a Koval-. Decís que solo queréis aprender a defenderos, así que el enlace mental os lo va a establecer este circuito- les explicó cómo utilizarlo, y que podrían usarlo indefinidamente siempre que lo mantuviesen recargado-. Así podréis "intruir" en la mente del otro simplemente hablando o pensando lo suficientemente fuerte en una imagen, sin necesidad de que aprendáis la parte ofensiva del mentalismo. Eso os va a permitir practicar entre vosotros.
>>Uno puede contactar y defenderse de cualquiera en su campo de visión, y si se ha establecido previamente un enlace mental, a más distancia. Pero no necesitáis aprender eso, así que si os sentáis el uno frente al otro os será más fácil concentraros- les indicó para facilitarles el primer intercambio. Defenderse sin tener al agresor justo delante lo trabajarían en otra clase-. Koval, ya que has sido el primero en cogerle el tranquillo te tocará hacer primero de defensor. Noel hará de atacante- anunció-. Lo ideal es que vayáis invirtiendo las posiciones cada poco tiempo para que los dos tengáis ocasión de practicar barreras. De momento estáis aprendiendo a repeler todo lo que os echen encima: en otras clases ya refinaremos cómo permitir el paso a unas personas y no a otras, o a unos contenidos y no a otros. En las barreras mágicas se puede programar si tienes tiempo, pero si tienes que erigirlas en plena escaramuza, o tienes que recurrir a una puramente mental, no sueles tener ese lujo.
Se asomaría con delicadeza al vínculo mental en cuanto el ejercicio empezase, con cuidado para que su intrusión no los desconcentrase, con el objetivo de darles indicaciones si en algún momento se quedaban atascados. No obstante ambos parecían conocerse bastante bien, de modo que dudaba que hubiese problemas. Había practicado aquel tipo de cosas con Tap, y había sido agotador a la vez que estimulante.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Bahía de los Naufragios
29/09/14, 08:21 pm
El siguiente ejercicio parecía aún más práctico, directo a lo que necesitaban, aunque no fuesen verdaderos ataques lo que tenían que repeler. Comenzó un poco nervioso, preocupado por si se le escapaba algún aspecto de la explicación de Shizel relevante durante el ejercicio. Con las mentes enlazadas, aunque fuese débilmente, se sentía un poco descentrado, hasta que se acostumbró a la presencia de Noel. El ejercicio empezó con más seriedad de la que terminó, ya que entre tiras y aflojas, el fuego fatuo buscaba picar al draco con imágenes mentales y palabras pensadas con la suficiente fuerza. De algún modo se acabó convirtiendo en un entrenamiento divertido, y los piques y bromas no restaron nada al aprendizaje. Según avanzaba el tiempo se hacía evidente que aquella clase de ataques suaves eran sencillos de bloquear. El verdadero reto vendría al recibir verdaderos ataques, y al contrarrestarlos sin dejar de tener la mente en otras tareas. Gael se iba haciendo a la idea de que los próximos entrenamientos no serían tan divertidos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Bahía de los Naufragios
29/09/14, 11:21 pm
Mientras Shizel les explicaba lo que harían a continuación, el draco volvió a recolocarse el parche para aprovechar y frotarse la sien disimuladamente mientras tanto. Lo que decía el idrino tenía sentido, pero el sueco dedujo que llegar a ser capaz de alcanzar el objetivo final que había mencionado iba a costarle más de un dolor de cabeza. Aunque esperaba que en prácticas sucesivas este tan solo fuese figurado.
Noel comenzó siendo el atacante, por lo que se asomó con cuidado a la mente de Gael y comenzó a intentar enviarle información mentalmente. Al principio tan solo eran palabras e imágenes relacionadas con la práctica que llevaban a cabo y el entorno que les rodeaba, pero poco a poco comenzó a echarle más imaginación. A la mente del fuego fatuo se asomó un ejército de ratones con armadura y lanzas entre sus patas que intentaban conquistar su cerebro, decenas de tanques bípedos que disparaban misiles, los gritos que arrastraba el Barrio Quemado tal y cómo los recordaba el propio draco y muchas otras ocurrencias que ganaban fuerza a medida que practicaban.
Tampoco se libró de un trato similar por parte de Gael y aquella parte se le hizo más amena que la primera a pesar de que al principio la incomodidad de que pudiese asomarse de aquella manera probablemente se había transmitido en algún momento. Desde que Wen había accedido a su cabeza aquella clase de intrusiones le hacían sentirse vulnerable por lo que había llegado a constituir para él la citada ocasión. Sabía que ninguno iba a poder acceder a aquella parte de su consciencia solo con lo que estaban haciendo, pero hasta que no se acostumbró se sentía indefenso, con una sensación similar a encontrarse de pronto desnudo ante miradas indeseadas. Por suerte, con el paso de los minutos fue perdiendo aquella especie de recelo irracional, en buena medida gracias al intercambio de ataques cada vez más imaginativos, el cual se tomó como una suerte de competición.
No obstante, al cabo de un tiempo el dolor de cabeza había aumentado y no se veía capacitado para seguir el ritmo a partir de aquella realización.
—No deberíamos continuar más por hoy—dijo en un determinado momento mirando primero significativamente a Gael y después hacia Shizel—. Aunque antes de que nos vayamos me gustaría preguntarte un par de cosas. ¿Aceptarías un encargo de un amuleto con un hechizo mentalista anclado?
Noel procedió a describirle al skrýmir lo que necesitaba: un hechizo que difuminase los recuerdos recientes de aquel con el que se utilizaba y que este tan solo pudiese recordar unos ojos grises y el color negro como únicas imágenes que hubiese visto desde el momento especificado.
—Desde que soy cosechador he aprendido como borrar la memoria reciente por si lo necesito, pero creo que esto es demasiado específico y por eso prefiero pedírselo a alguien especializado —le explicó a continuación—. Y otra cosa más. Imagino que aún no sabrás cómo se hace ya que no creo que nadie te lo haya pedido hasta este momento, pero… ¿Crees que antes de que llegue la noche de Samhein sabrías como eliminar el hechizo que impide que se formen nuevos recuerdos sobre nosotros en la Tierra que nos implantan a los humanos cuando nos cosechan? Algunos estamos interesados en quitarlo. Te pagaremos por ambas cosas, desde luego.
Noel comenzó siendo el atacante, por lo que se asomó con cuidado a la mente de Gael y comenzó a intentar enviarle información mentalmente. Al principio tan solo eran palabras e imágenes relacionadas con la práctica que llevaban a cabo y el entorno que les rodeaba, pero poco a poco comenzó a echarle más imaginación. A la mente del fuego fatuo se asomó un ejército de ratones con armadura y lanzas entre sus patas que intentaban conquistar su cerebro, decenas de tanques bípedos que disparaban misiles, los gritos que arrastraba el Barrio Quemado tal y cómo los recordaba el propio draco y muchas otras ocurrencias que ganaban fuerza a medida que practicaban.
Tampoco se libró de un trato similar por parte de Gael y aquella parte se le hizo más amena que la primera a pesar de que al principio la incomodidad de que pudiese asomarse de aquella manera probablemente se había transmitido en algún momento. Desde que Wen había accedido a su cabeza aquella clase de intrusiones le hacían sentirse vulnerable por lo que había llegado a constituir para él la citada ocasión. Sabía que ninguno iba a poder acceder a aquella parte de su consciencia solo con lo que estaban haciendo, pero hasta que no se acostumbró se sentía indefenso, con una sensación similar a encontrarse de pronto desnudo ante miradas indeseadas. Por suerte, con el paso de los minutos fue perdiendo aquella especie de recelo irracional, en buena medida gracias al intercambio de ataques cada vez más imaginativos, el cual se tomó como una suerte de competición.
No obstante, al cabo de un tiempo el dolor de cabeza había aumentado y no se veía capacitado para seguir el ritmo a partir de aquella realización.
—No deberíamos continuar más por hoy—dijo en un determinado momento mirando primero significativamente a Gael y después hacia Shizel—. Aunque antes de que nos vayamos me gustaría preguntarte un par de cosas. ¿Aceptarías un encargo de un amuleto con un hechizo mentalista anclado?
Noel procedió a describirle al skrýmir lo que necesitaba: un hechizo que difuminase los recuerdos recientes de aquel con el que se utilizaba y que este tan solo pudiese recordar unos ojos grises y el color negro como únicas imágenes que hubiese visto desde el momento especificado.
—Desde que soy cosechador he aprendido como borrar la memoria reciente por si lo necesito, pero creo que esto es demasiado específico y por eso prefiero pedírselo a alguien especializado —le explicó a continuación—. Y otra cosa más. Imagino que aún no sabrás cómo se hace ya que no creo que nadie te lo haya pedido hasta este momento, pero… ¿Crees que antes de que llegue la noche de Samhein sabrías como eliminar el hechizo que impide que se formen nuevos recuerdos sobre nosotros en la Tierra que nos implantan a los humanos cuando nos cosechan? Algunos estamos interesados en quitarlo. Te pagaremos por ambas cosas, desde luego.
- Naeryan
Ficha de cosechado
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Habilidades:
Re: Bahía de los Naufragios
13/10/14, 12:07 am
La compenetración entre ambos mercenarios ayudó mucho a que la práctica saliese bien. Mientras no se lo tomasen como un juego en el campo de batalla, a Shizel no le importó que se tomasen aquel ejercicio por la vía del humor según se fueron soltando en él. Lo haría más ameno.
-Desde luego- la siguiente pregunta de Noel antes de irse captó su interés-. En cuanto me proporcionarais el objeto en que deseáis grabarlo me pondría a trabajar. No tardaríais demasiado en tenerlo disponible- en previsión de encargos semejantes ya había diseñado un circuito básico de ese tipo al que solo tendría que hacer modificaciones en función de cualquier encargo extra. Lo que habían pedido no era algo muy difícil: es más, era muy vago.
Se mesó la barbilla algo pensativo ante la siguiente petición.
-Mentiría si os dijera que lo tengo dominado- dado que la incursión a la Tierra a la que Enredo le había invitado no incluía borrar ninguna clase de recuerdo, dado que Enredo no tenía intención de deshacer el hechizo que obraba sobre él, no se había molestado en investigarlo-. Pero los hechizos que usan los cosechadores no me son para nada ajenos. Sería cuestión de ponerme al día con esa variante. Os lo haré saber cuando así sea.
Las clases, junto a los demás encargos, se convirtieron en un regular aumento de sus ganancias, y cuando por fin finalizaron Shizel consideró que aquel trato con los mercenarios de la Brecha había sido considerablemente productivo.
-Desde luego- la siguiente pregunta de Noel antes de irse captó su interés-. En cuanto me proporcionarais el objeto en que deseáis grabarlo me pondría a trabajar. No tardaríais demasiado en tenerlo disponible- en previsión de encargos semejantes ya había diseñado un circuito básico de ese tipo al que solo tendría que hacer modificaciones en función de cualquier encargo extra. Lo que habían pedido no era algo muy difícil: es más, era muy vago.
Se mesó la barbilla algo pensativo ante la siguiente petición.
-Mentiría si os dijera que lo tengo dominado- dado que la incursión a la Tierra a la que Enredo le había invitado no incluía borrar ninguna clase de recuerdo, dado que Enredo no tenía intención de deshacer el hechizo que obraba sobre él, no se había molestado en investigarlo-. Pero los hechizos que usan los cosechadores no me son para nada ajenos. Sería cuestión de ponerme al día con esa variante. Os lo haré saber cuando así sea.
Las clases, junto a los demás encargos, se convirtieron en un regular aumento de sus ganancias, y cuando por fin finalizaron Shizel consideró que aquel trato con los mercenarios de la Brecha había sido considerablemente productivo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Bahía de los Naufragios
26/01/15, 08:25 pm
Garras, alas enormes, ojos saltones... La imagen difusa que nos envió dio aún más misterio al asunto. ¿Qué podría ser? Conociendo las formas existentes o no de mis onyces, podía ser cualquier cosa. Llegué a pensar que la montura podría estar ahora oculta por ahí, observándonos, riendo para sus adentros al ver nuestras caras. ¿Dónde habría estado la montura hasta ahora, hasta la Luna? ¿Dentro de Marsi, en algún recóndito oscuro de su ser al igual que su transformación? Mis onyces sabía que venían de otro plano... ¿Quizá la montura también? Y hablando de onyces... Tendrían que llevarse bien sí o sí. Por suerte ahora sería más fácil que hace unos meses, cuando seguían berreando que matásemos a las estirges por ser peligrosas e inútiles. Una montura gigantesca, con alas y garras... ¿Qué habrían dicho entonces? Previsible. <<Todas mis amistades tienen algún bicho acompañante... Yo mis bichos, Marsi su montura, Dhelian sus estirges... Y... ¿las máscaras de Oz cuentan? Vale, soy una exagerada, solo dos. El resto son transformaciones sin nadie más, tonta>>
Asentí cuando decidió ir a la playa y se fueron a cambiar, así que les esperé abajo con mi bolsa de comida y ropa de repuesto, y salimos cuando todos estuvieron listos.
Las onyces se habían acostumbrado a estas salidas, por las buenas y por las malas. Se limitaban a seguirnos por el aire, por el suelo, alrededor del grupo pero con cuidado de no molestar a los demás, y solo una o dos físicamente conmigo, mientras los dos golems cerraban la marcha, atentos a cualquier indicio de amenaza. Entre tanto nosotros íbamos charlando sobre nuestros progresos, bromeando, hablando de lo que fuera.
Las primeras ocasiones, al volver a casa, había pensado en cuando iba de acampada en la Tierra con mis amigos y lo había echado un poco de menos... durante el tiempo en que tardé en escuchar de nuevo las voces de mis nuevas amistades y las onyces. También estuve pensando que no sería justo para ellos haberles olvidado tan rápidamente... pero estaba aquí ahora y no pensaba volver, como mucho de visita turística con mis amigos de aquí. Las onyces decían que no sabrían apreciar qué y quién era ahora... y seguramente fuera cierto, así que no merecía la pena darle muchas vueltas.
El rugir de las olas, tan familiar ya, nos avisaba de que por fin llegábamos a la gruta y de ahí a la bahía. Siempre me preguntaba de dónde salía el cristal que, junto a las conchas, formaba el suelo... Así como qué criaturas podrían morar más allá de la orilla en las profundidades. Si pasaba como con lo poco que sabía o creía saber sobre los dinosaurios, las bestias más peligrosas estarían allí. Algunas onyces me tentaban a que fuera por mí misma a descubrirlo, harta de hechizos para sobrevivir allá abajo, mientras otras aconsejaban en contra. No sería la primera vez que soñara con hacerme con uno de los barcos naufragados, repararlo y lanzarme a la mar como el capitán Cook. Pero según mis sombras, habría criaturas capaces de devorar todo el navío, así que la fantasía se quedaba en sueño de momento.
—Llegué, vi y vencí —declaré cuando escogí mi sitio con la toalla cerca de Marsi y moldeé una sombrilla hecha con onyces sobre nosotros.
Como en ocasiones anteriores, excepto en las primeras, obedecerían a los gustos de los demás y les cubrirían más o menos del sol... siempre que yo anduviera cerca, cosa que, sabiendo lo peligroso del mar, sería una constante. Se turnaban, eso sí, pues igual que era nuestro rato de ocio, también intentaba que lo fuera para ellas. Así que las que no estaban acatando esta u otras órdenes estaban por ahí haciendo lo que quisieran dentro de unos límites bastante firmes.
Otra de las órdenes era otra puramente estética. Antes de la primera ocasión en que vinimos me hice un traje de natación, que eso sí que lo echaba de menos, con onyces y probé su eficacia en la ducha... No pararon el agua y en su lugar las empujó e incluso arrastró a algunas. Les ordené que aguantaran, pero eso derivó en que se aferraban a mí con fuerza y no era ni cómodo ni seguro, porque casi nos vimos todas en el suelo. Así que tuve que buscarme un bañador, un trikini negro por cierto, y emplear a las onyces como añadido de color y sombras puramente estético cuando quisiera.
Otra orden sí que era práctica, aunque también estética: silla de playa. O, mejor dicho, trono de playa. Esa en concreto la había estado pensando días antes de hoy, así que pensé en ponerla en práctica sentada en la toalla con las piernas cruzadas.
—Voy a probar algo... Y si adivináis lo que es o queréis una, os la hago —les comenté con una sonrisa y tono misterioso.
Eso sí, mientras orquestaba a las onyces, señalando dónde debían ponerse y qué forma coger, seguí hablando con ellos.
—¿Qué os contáis? ¿Os imagináis que apareciera la montura ahora? —bromeé, medio en serio medio en broma, mirando a Marsi.
Mientras tanto, las onyces solo habían hecho una “pata” de esmerados detalles vegetales, que más que una pata parecía una rama retorcida y ya vieja, con hojas y ramitas salpicadas allá donde yo decidía.
Asentí cuando decidió ir a la playa y se fueron a cambiar, así que les esperé abajo con mi bolsa de comida y ropa de repuesto, y salimos cuando todos estuvieron listos.
~~~~ Parte de la Bahía ~~~~
Las onyces se habían acostumbrado a estas salidas, por las buenas y por las malas. Se limitaban a seguirnos por el aire, por el suelo, alrededor del grupo pero con cuidado de no molestar a los demás, y solo una o dos físicamente conmigo, mientras los dos golems cerraban la marcha, atentos a cualquier indicio de amenaza. Entre tanto nosotros íbamos charlando sobre nuestros progresos, bromeando, hablando de lo que fuera.
Las primeras ocasiones, al volver a casa, había pensado en cuando iba de acampada en la Tierra con mis amigos y lo había echado un poco de menos... durante el tiempo en que tardé en escuchar de nuevo las voces de mis nuevas amistades y las onyces. También estuve pensando que no sería justo para ellos haberles olvidado tan rápidamente... pero estaba aquí ahora y no pensaba volver, como mucho de visita turística con mis amigos de aquí. Las onyces decían que no sabrían apreciar qué y quién era ahora... y seguramente fuera cierto, así que no merecía la pena darle muchas vueltas.
El rugir de las olas, tan familiar ya, nos avisaba de que por fin llegábamos a la gruta y de ahí a la bahía. Siempre me preguntaba de dónde salía el cristal que, junto a las conchas, formaba el suelo... Así como qué criaturas podrían morar más allá de la orilla en las profundidades. Si pasaba como con lo poco que sabía o creía saber sobre los dinosaurios, las bestias más peligrosas estarían allí. Algunas onyces me tentaban a que fuera por mí misma a descubrirlo, harta de hechizos para sobrevivir allá abajo, mientras otras aconsejaban en contra. No sería la primera vez que soñara con hacerme con uno de los barcos naufragados, repararlo y lanzarme a la mar como el capitán Cook. Pero según mis sombras, habría criaturas capaces de devorar todo el navío, así que la fantasía se quedaba en sueño de momento.
—Llegué, vi y vencí —declaré cuando escogí mi sitio con la toalla cerca de Marsi y moldeé una sombrilla hecha con onyces sobre nosotros.
Como en ocasiones anteriores, excepto en las primeras, obedecerían a los gustos de los demás y les cubrirían más o menos del sol... siempre que yo anduviera cerca, cosa que, sabiendo lo peligroso del mar, sería una constante. Se turnaban, eso sí, pues igual que era nuestro rato de ocio, también intentaba que lo fuera para ellas. Así que las que no estaban acatando esta u otras órdenes estaban por ahí haciendo lo que quisieran dentro de unos límites bastante firmes.
Otra de las órdenes era otra puramente estética. Antes de la primera ocasión en que vinimos me hice un traje de natación, que eso sí que lo echaba de menos, con onyces y probé su eficacia en la ducha... No pararon el agua y en su lugar las empujó e incluso arrastró a algunas. Les ordené que aguantaran, pero eso derivó en que se aferraban a mí con fuerza y no era ni cómodo ni seguro, porque casi nos vimos todas en el suelo. Así que tuve que buscarme un bañador, un trikini negro por cierto, y emplear a las onyces como añadido de color y sombras puramente estético cuando quisiera.
Otra orden sí que era práctica, aunque también estética: silla de playa. O, mejor dicho, trono de playa. Esa en concreto la había estado pensando días antes de hoy, así que pensé en ponerla en práctica sentada en la toalla con las piernas cruzadas.
—Voy a probar algo... Y si adivináis lo que es o queréis una, os la hago —les comenté con una sonrisa y tono misterioso.
Eso sí, mientras orquestaba a las onyces, señalando dónde debían ponerse y qué forma coger, seguí hablando con ellos.
—¿Qué os contáis? ¿Os imagináis que apareciera la montura ahora? —bromeé, medio en serio medio en broma, mirando a Marsi.
Mientras tanto, las onyces solo habían hecho una “pata” de esmerados detalles vegetales, que más que una pata parecía una rama retorcida y ya vieja, con hojas y ramitas salpicadas allá donde yo decidía.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Bahía de los Naufragios
29/01/15, 01:24 am
El trayecto fue bastante tranquilo acompañados de los golem de onyce de Alice por tierra y de las estirges por el aire, formaba a lo tonto como un pequeña comitiva. Dhelian tuvo que pedir a estirges esperarles en la playa cuando pasaron por el pasaje habitual para llegar e incluso Hugin protesto al respecto graznando flojito en su capucha. "Si tantas ganas tienes de estar siempre entrando en sitios estrechos, entierrate de una vez" entendió Dhelian de lo suaves graznidos del ave que como buen pájaro no tenia devoción por ese tipo de lugares donde no pudiera estirar sus alas.
Con todo llegaron a la bahía si contra tiempos y Hugin alzo el vuelo cambiando con Munin para poder estirar las alas, mientras Dhelian tranquilamente se acomodaba como podía en la rocosa superficie de la playa, tan carente de arena. Tomando toalla que había traído las estirges juntos con su bañador la coloco junto a Alice, escuchando las palabras de esta
-Aun me fascina a veces lo versátiles que son- comento viendo como Alice daba especificaciones alas onyces que estaban formando algo, que su visión parecía simplemente un tronco maltrecho saliendo de entre las piedrecitas del suelo- Bueno, si sale significa que también quiere divertirse como el resto- rió viendo como las estirges pululaban por toda la bahía con su andar curioso, teniendo tiempo libre dado por Dhelian pero con la clara especifican de no alejase demasiado y mantenerse atentas. Y eso hacían distrayéndose aparentemente con lo que fuera, ya fuese persiguiendo onyces entre saltitos o amontonando piedrecitas en busca de a saber que; otras directamente volaban cerca del acantilado curioseando los huecos de este. "Esto es aburrido, quiero jugar" grazno Munin como queja desde el suelo andando entre las peidrecitas y escarbando con las garras.
-Las otras veces dudamos mas, ¿esta vez nos intentaremos bañar?- pregunto Dhelian curioso señalando o el agua con un gesto pues esta no invitaba especialmente a sumergirse mucho en ella pero que aprecia ser un lugar que fascinaba a su dominio, que curioseaba entre los trozos de barcos hundidos de alrededor. "Ir a las cosas flotantes, hay cosas brillantes dentro" soltó Munin con un graznido agudo estirando las alas con emoción. Eran pájaros endiabladamente curiosos y muy inquietos.
-Y el dice que quiere ir a los barcos, que hay cosas brillantes ahí-añadió traduciendo los graznidos de la estirge a sus compañeros antes de observarla de nuevo a atentamente-¿Es peligroso?- pregunto a la estirge curioso y esta movió la cabeza como si no entendiera "Todo es peligroso para polluelos como tu. Hay cosas que atacan y cosas brillantes" graznó con algo parecido a la burla.
-Vale, lo es, como todo aquí-murmuro suspirando, mirando a sus compañeros para ver que dirían, pues habían ido ahí realmente sin planes reales.
Con todo llegaron a la bahía si contra tiempos y Hugin alzo el vuelo cambiando con Munin para poder estirar las alas, mientras Dhelian tranquilamente se acomodaba como podía en la rocosa superficie de la playa, tan carente de arena. Tomando toalla que había traído las estirges juntos con su bañador la coloco junto a Alice, escuchando las palabras de esta
-Aun me fascina a veces lo versátiles que son- comento viendo como Alice daba especificaciones alas onyces que estaban formando algo, que su visión parecía simplemente un tronco maltrecho saliendo de entre las piedrecitas del suelo- Bueno, si sale significa que también quiere divertirse como el resto- rió viendo como las estirges pululaban por toda la bahía con su andar curioso, teniendo tiempo libre dado por Dhelian pero con la clara especifican de no alejase demasiado y mantenerse atentas. Y eso hacían distrayéndose aparentemente con lo que fuera, ya fuese persiguiendo onyces entre saltitos o amontonando piedrecitas en busca de a saber que; otras directamente volaban cerca del acantilado curioseando los huecos de este. "Esto es aburrido, quiero jugar" grazno Munin como queja desde el suelo andando entre las peidrecitas y escarbando con las garras.
-Las otras veces dudamos mas, ¿esta vez nos intentaremos bañar?- pregunto Dhelian curioso señalando o el agua con un gesto pues esta no invitaba especialmente a sumergirse mucho en ella pero que aprecia ser un lugar que fascinaba a su dominio, que curioseaba entre los trozos de barcos hundidos de alrededor. "Ir a las cosas flotantes, hay cosas brillantes dentro" soltó Munin con un graznido agudo estirando las alas con emoción. Eran pájaros endiabladamente curiosos y muy inquietos.
-Y el dice que quiere ir a los barcos, que hay cosas brillantes ahí-añadió traduciendo los graznidos de la estirge a sus compañeros antes de observarla de nuevo a atentamente-¿Es peligroso?- pregunto a la estirge curioso y esta movió la cabeza como si no entendiera "Todo es peligroso para polluelos como tu. Hay cosas que atacan y cosas brillantes" graznó con algo parecido a la burla.
-Vale, lo es, como todo aquí-murmuro suspirando, mirando a sus compañeros para ver que dirían, pues habían ido ahí realmente sin planes reales.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Bahía de los Naufragios
29/01/15, 09:24 pm
Me encojo de hombros mientras salgo de la sede.
-Si ya ha aparecido una vez volverá a hacerlo. Es cuestión de tiempo - me ajusto bien la correa de las espadas mientras sonrío a mi amiga.
No digo mucho más hasta que llegamos a la playa.
-Alguien debería hacer algo con todo este estropicio - comento negando con la cabeza.- Gracias por la sombrilla Alice pero... - me quito la camiseta y me tumbo.- Prefiero disfrutar del sol - completo mientras busco una posición cómoda para la cola que termina balanceándose suavemente de izquierda a derecha creando un surco.- Pues que aparezca, cuantos más mejor. Aunque pensándolo bien terminaré por sentirme sola, tú y tus sombras - señalo a Alice.- Tú y tus pájaros - miro a Dhelian.- Y tú y tu... montura. Menos mal que tengo a mi querida cola - termino. Con los meses he llegado a apreciar mi relativamente nueva extremidad y ya casi no echo de menos las piernas.
-Por mi no hay problema, lo único que aún no he probado a nadar pero con magia solucionado - digo.
-Si ya ha aparecido una vez volverá a hacerlo. Es cuestión de tiempo - me ajusto bien la correa de las espadas mientras sonrío a mi amiga.
No digo mucho más hasta que llegamos a la playa.
-Alguien debería hacer algo con todo este estropicio - comento negando con la cabeza.- Gracias por la sombrilla Alice pero... - me quito la camiseta y me tumbo.- Prefiero disfrutar del sol - completo mientras busco una posición cómoda para la cola que termina balanceándose suavemente de izquierda a derecha creando un surco.- Pues que aparezca, cuantos más mejor. Aunque pensándolo bien terminaré por sentirme sola, tú y tus sombras - señalo a Alice.- Tú y tus pájaros - miro a Dhelian.- Y tú y tu... montura. Menos mal que tengo a mi querida cola - termino. Con los meses he llegado a apreciar mi relativamente nueva extremidad y ya casi no echo de menos las piernas.
-Por mi no hay problema, lo único que aún no he probado a nadar pero con magia solucionado - digo.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
30/01/15, 03:43 am
En realidad, Marsi no tenía ganas de que apareciese su montura, al menos en lo que durase el picnic. Se sintió un poco mal, por Cárabo, por hacerle esperar después de haber estado deseando desde hace tanto que apareciera. << Bueno, pero él me ha hecho esperar a mí...>> pensó para mitigar su culpabilidad. << Él...>> Sabía su nombre, sabía que era macho, y solo le faltaba saber su aspecto.
El camino les era familiar y no tardaron en llegar a la playa. Era además un rincón que acostumbraban a coger, y al que ya le habían tomado cariño. Extendió su toalla e inmediatamente tuvo la de Alice al lado. Agradeció no tener cara, pues cuando su amiga se desvistió y se quedó con el trikini negro estaba sonrojada hasta las orejas. Humeó un poco más de la cuenta durante unos segundos hasta que se percató y controló su respiración.
Se acomodó en la toalla, bajo la sombrilla de onyces, intercambiando hostilidad y malas miradas con ellas. Informó al resto de que no tenía muchas ganas de bañarse, pues entre el entrenamiento y el susto casi le apetecía más echarse un rato y disfrutar del calor del sol. Se acomodó tumbada boca abajo, con los brazos cruzados debajo del pecho para poder mirar el mar y no perder de vista a sus compañeros.
El camino les era familiar y no tardaron en llegar a la playa. Era además un rincón que acostumbraban a coger, y al que ya le habían tomado cariño. Extendió su toalla e inmediatamente tuvo la de Alice al lado. Agradeció no tener cara, pues cuando su amiga se desvistió y se quedó con el trikini negro estaba sonrojada hasta las orejas. Humeó un poco más de la cuenta durante unos segundos hasta que se percató y controló su respiración.
Se acomodó en la toalla, bajo la sombrilla de onyces, intercambiando hostilidad y malas miradas con ellas. Informó al resto de que no tenía muchas ganas de bañarse, pues entre el entrenamiento y el susto casi le apetecía más echarse un rato y disfrutar del calor del sol. Se acomodó tumbada boca abajo, con los brazos cruzados debajo del pecho para poder mirar el mar y no perder de vista a sus compañeros.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Bahía de los Naufragios
30/01/15, 06:46 pm
Kin había estado estudiando esa mañana, como prácticamente todas. Pero esa rutina cansaba y ese día no estaba siendo ni entretenido ni productivo. Se adelantó a sus compañeros en volver a la sede pero su propósito era en realidad el de dar un paseo. Con las manos en los bolsillos recorrió algunas calles conocidas, inconscientemente tirando hacia uno de sus lugares favoritos. La brisa marina lo atrajo hasta que decidió que el paseo debía ser por la playa. No faltaba demasiado para el mediodía y por eso mismo tampoco habría podido ir mucho más lejos.
Tomó la ruta más divertida para bajar hasta la playa, es decir, levitando desde los acantilados. No era de los que desperdiciaba magia para cualquier cosa cotidiana, pero no podía negarse al pequeño placer de un vuelo de vez en cuando. Inspiró profundamente el aire de salitre y algas y descendió sin perder de vista el horizonte, hasta que entraron varias figuras en su campo de visión. No era raro ver gente a lo largo y ancho de la bahía, pero era tan grande que no solía cruzarse con nadie. De hecho prefería evitarlo. Ese día, sin embargo, estaban tan cerca que las pudo identificar perfectamente. «Vaya, mira a quienes tenemos por aquí».
Aquel pequeño grupo de antiguos letarguinos parecía muy unido siempre, y ahora, por fin, Kin los conocía un poco mejor, aunque solo estaba acostumbrado a estar con ellos en mitad de prácticas, ya fuesen mágicas o físicas.
—Buenas tardes. —Sonreía mientras tomaba tierra a escasos metros del grupo, con las manos en los bolsillos y su habitual postura relajada. —No esperaba encontrarme a nadie por aquí a estas horas. Qué, ¿pasando un buen rato para variar?
Solo había dado un par de pasos cortos hacia los demás. Resultaban un grupo pintoresco, con tanta oscuridad en aquel lugar soleado. Sombras, pájaros negros, humo y cabezas ausentes. El ajuar improvisado a base de ónyces le hizo ahogar una risotada. La mayoría de aquellos seres le caían más bien mal, para ser precisos.
Tomó la ruta más divertida para bajar hasta la playa, es decir, levitando desde los acantilados. No era de los que desperdiciaba magia para cualquier cosa cotidiana, pero no podía negarse al pequeño placer de un vuelo de vez en cuando. Inspiró profundamente el aire de salitre y algas y descendió sin perder de vista el horizonte, hasta que entraron varias figuras en su campo de visión. No era raro ver gente a lo largo y ancho de la bahía, pero era tan grande que no solía cruzarse con nadie. De hecho prefería evitarlo. Ese día, sin embargo, estaban tan cerca que las pudo identificar perfectamente. «Vaya, mira a quienes tenemos por aquí».
Aquel pequeño grupo de antiguos letarguinos parecía muy unido siempre, y ahora, por fin, Kin los conocía un poco mejor, aunque solo estaba acostumbrado a estar con ellos en mitad de prácticas, ya fuesen mágicas o físicas.
—Buenas tardes. —Sonreía mientras tomaba tierra a escasos metros del grupo, con las manos en los bolsillos y su habitual postura relajada. —No esperaba encontrarme a nadie por aquí a estas horas. Qué, ¿pasando un buen rato para variar?
Solo había dado un par de pasos cortos hacia los demás. Resultaban un grupo pintoresco, con tanta oscuridad en aquel lugar soleado. Sombras, pájaros negros, humo y cabezas ausentes. El ajuar improvisado a base de ónyces le hizo ahogar una risotada. La mayoría de aquellos seres le caían más bien mal, para ser precisos.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Bahía de los Naufragios
31/01/15, 05:51 pm
Me apetecía bastante bañarme y nadar durante un buen rato pero eso de tener que hacerlo con cuidado y protecciones como que quitaba todo el disfrute al asunto. No apetecía nada pero nada, nada meterme ahí con todo lo que me habían contado las onyces así que no lo haría. Prefería nadar con cocodrilos a tener que meterme ahí, pues por lo menos sabía de qué eran capaces y cómo eran. Me contentaría con unos minutos en la misma orilla, como siempre. Por otro lado, al comentario de Sura solo pude responder con un bufido. Al principio quizá le habría dicho “te las cambio cuando quieras”, pero ahora por nada del mundo cambiaría mis sombras por su cola. Una onyce se encargó de responderle en mi lugar.
Nunca se sentirá sola, no lo llegará a pensar siquiera porque es nuestra, allá donde vaya estaremos nosotras.
—Ejem. Vosotras sois mías. Y si quiero que me dejéis sola un rato, tendréis que obedecer sin dudar —le respondí en tono serio, a lo cual me aguantó la mirada unos segundos y luego se alejó. Acto seguido miré a mis amigos uno por uno—. Y aquí nadie se sentirá sola o solo, que somos amigos, por favor. Y a lo de bañarnos... Yo solo un chapuzón pero nada de nadar. Si vais, tened cuidado y si necesitáis hechizos decidlo.
Allá vosotros si os metéis en esas aguas infestadas de pesadillas. No podremos protegerte, además—dijo una onyce para que todos la entendiéramos.
Aunque la advertencia la dirigió a todos, el detalle de proteger a alguien era solo para mí. Lo cierto era que ni a mí ni a nadie a no ser que hubiera muchísimas onyces para poder ser efectivas en el agua. Y Sura que seguía sin saber nadar... Pero si querían probar, yo no iba a impedírselo.
Sí que podía hacer una cosa al respecto... Traer agua del mar y llenar algún agujero para refrescarnos sin necesidad de movernos. <<Menuda vaga, señorita>> O incluso traerla con magia aunque eso no podría hacerlo hoy por no tener ni el conocimiento ni la práctica suficientes. Cuando escuché a Dhelian decir lo de ver los barcos hice una mueca y negué con la cabeza.
—Yoooo no tengo muchas ganas de explorar ahora y mis onyces no se manejan nada bien con agua cerca. Id si queréis y yo me quedo con Marsi —dije, exagerando el “yo” inicial. Luego estiré los brazos y me tumbé de forma que pudiera ver a mis amigos y a las onyces que seguían con la silla-trono.
Para entonces ya había cuatro patas y empezaba a asomar el respaldo, del que salían lo que parecían hojas de espada de sombras. Cuando hablé, dos se desprendieron del conjunto y una que parecía un alien de las películas homónimas habló la primera, haciéndose entender por todos.
¡Cobarde! Puede haber tesoros en esos barcos encallados. ¿Vas a dejar que te los roben? —¿Acaso pretendía tentarles y que fueran a explorar?
Mejor quédate aquí y que ellos te traigan lo que encuentren como si fueran esclavos... Así van cogiendo costumbre —dijo la otra, que parecía un centauro con demasiadas patas, y por suerte esto y lo siguiente lo dijo solo para que yo lo entendiera —¡Hablando de esclavos, el de los cuernos!
Señalaba hacia atrás y arriba, en diagonal, y justo cuando apoyé un codo para girarme, oí el saludo de Kin.
—¡Hombre, hola! ¿Cómo tú por aquí? —le saludé, sonriendo. Y entonces se me ocurrió una cosa— ¿Has probado alguna vez a elec... Creo que es electrocutar. ¿Electrocutar el agua?
¿No os han dicho antes que no molestéis el agua, niños descerebrados? —dijo otra onyce haciéndose entender por todos antes de ocupar su sitio en el asiento de la silla. Y sí que lo había dicho en alguna ocasión anterior, sí. <<Me ha robado una referencia la muy... Qué guay>>
*Nfdr: si os fijáis, hay frases subrayadas y frases que no. Por favor, están para algo, hacedles caso que ya me cuesta que quede claro lo que dicen las onyces en secreto y lo que dicen a viva voz para que se malinterprete.
Nunca se sentirá sola, no lo llegará a pensar siquiera porque es nuestra, allá donde vaya estaremos nosotras.
—Ejem. Vosotras sois mías. Y si quiero que me dejéis sola un rato, tendréis que obedecer sin dudar —le respondí en tono serio, a lo cual me aguantó la mirada unos segundos y luego se alejó. Acto seguido miré a mis amigos uno por uno—. Y aquí nadie se sentirá sola o solo, que somos amigos, por favor. Y a lo de bañarnos... Yo solo un chapuzón pero nada de nadar. Si vais, tened cuidado y si necesitáis hechizos decidlo.
Allá vosotros si os metéis en esas aguas infestadas de pesadillas. No podremos protegerte, además—dijo una onyce para que todos la entendiéramos.
Aunque la advertencia la dirigió a todos, el detalle de proteger a alguien era solo para mí. Lo cierto era que ni a mí ni a nadie a no ser que hubiera muchísimas onyces para poder ser efectivas en el agua. Y Sura que seguía sin saber nadar... Pero si querían probar, yo no iba a impedírselo.
Sí que podía hacer una cosa al respecto... Traer agua del mar y llenar algún agujero para refrescarnos sin necesidad de movernos. <<Menuda vaga, señorita>> O incluso traerla con magia aunque eso no podría hacerlo hoy por no tener ni el conocimiento ni la práctica suficientes. Cuando escuché a Dhelian decir lo de ver los barcos hice una mueca y negué con la cabeza.
—Yoooo no tengo muchas ganas de explorar ahora y mis onyces no se manejan nada bien con agua cerca. Id si queréis y yo me quedo con Marsi —dije, exagerando el “yo” inicial. Luego estiré los brazos y me tumbé de forma que pudiera ver a mis amigos y a las onyces que seguían con la silla-trono.
Para entonces ya había cuatro patas y empezaba a asomar el respaldo, del que salían lo que parecían hojas de espada de sombras. Cuando hablé, dos se desprendieron del conjunto y una que parecía un alien de las películas homónimas habló la primera, haciéndose entender por todos.
¡Cobarde! Puede haber tesoros en esos barcos encallados. ¿Vas a dejar que te los roben? —¿Acaso pretendía tentarles y que fueran a explorar?
Mejor quédate aquí y que ellos te traigan lo que encuentren como si fueran esclavos... Así van cogiendo costumbre —dijo la otra, que parecía un centauro con demasiadas patas, y por suerte esto y lo siguiente lo dijo solo para que yo lo entendiera —¡Hablando de esclavos, el de los cuernos!
Señalaba hacia atrás y arriba, en diagonal, y justo cuando apoyé un codo para girarme, oí el saludo de Kin.
—¡Hombre, hola! ¿Cómo tú por aquí? —le saludé, sonriendo. Y entonces se me ocurrió una cosa— ¿Has probado alguna vez a elec... Creo que es electrocutar. ¿Electrocutar el agua?
¿No os han dicho antes que no molestéis el agua, niños descerebrados? —dijo otra onyce haciéndose entender por todos antes de ocupar su sitio en el asiento de la silla. Y sí que lo había dicho en alguna ocasión anterior, sí. <<Me ha robado una referencia la muy... Qué guay>>
*Nfdr: si os fijáis, hay frases subrayadas y frases que no. Por favor, están para algo, hacedles caso que ya me cuesta que quede claro lo que dicen las onyces en secreto y lo que dicen a viva voz para que se malinterprete.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Bahía de los Naufragios
31/01/15, 07:44 pm
La visión de Alice en trikini y la de Surasara únicamente en sujetador le hizo sonrojarse hasta las orejas por un segundos.
-Tal vez no deberías intentarlo, las estirges me dijeron que hay cosas en el agua y teniendo en cuenta el estado de los barcos no deben ser cosas de escaso tamaño. En tu caso no seria fácil salir. Tal vez si que es mejor solo meterse un poco, no nadar, solo un baño...- dijo Dhelian tras pensarlo bien, observando la cola pensativo pues realmente no tenia muy claro como podría nadar con ella sin hundirse. Lo que le daba también a el mismo una pegunta. ¿Se quedaría flotando como pez muerto si se metía? No se había bañado antes en un sitio a cierta profundidad, no estaba seguro de ese detalle. "El tener un cuerpo muerto te hace plantearte preguntas muy tontas del día a día" Las onyces de Alice entraron en la conversación tras las palabras de Surasara sobre sentirse sola y la respuesta de su amiga, le hizo reír.
-Ya tenemos tarea para la próxima vez, encontrar hechizos que sirvan bajo el agua o que no sean verbales -añadió con humor ante la mención de aquella onyce sobre que no podrían protegerles. La idea de explorar un poco no fue bien acogida, ¿a que habían ido a la playa exactamente? Ni siquiera iban a tomar el sol, a excepción de Surasara, cuando tenían la sombrilla de onyces encima. Marsi también estaba escogiendo aquello tumbarse y disfrutar de relajarse un poco cuando una de las onyce de Alice volvió a dejarse entender. "Se ve que comparten el mismo espíritu aventurero de las estirges, parece ser en lo único que se ponen de acuerdo sin tener que obligarlas" Estaba pensando en si hacer caso de sus estirges y curiosear un poco por la playa, no quería acercarse mucho a los precarios barcos, cuando una persona mas llego hasta ellos coronado con sus bien visibles cuernos que lo identificaban.
-Buenas tardes, Kin...¿viste el mensaje en la sede, por un casual? Si no es así, es mucha suerte que hayas llegado justo cuando habíamos invitado a todos a venir -añadió Dhelian con una sonrisa, parpadeando cuando Alice menciono repentinamente lo de electrocutar el agua y una onyce salto a al conversación para poner su guinda- Tu electricidad es aquí como un arma de destrucción masiva. Aunque posiblemente también mosquearía mucho a todo lo que viva ahí dentro, si lo intentaras -añadió levantándose del suelo para sacarse finalmente la camiseta mientras Munin le observaba desde abajo graznando interrogativa "¿Vamos a explorar por fin? ¿Las cosas flotantes?"
-No, vamos a dar un paseo por la playa ¿Sabes que hacen las otras? -pregunto mirando a Munin que se alzo del suelo para subirse sobre su cabeza mirando hacia el cielo donde algunas estirges volaba n poca a altura de aquí alla, graznando entre ellas. Inaudible para Dhelian, pero no para Munin que grazno con una nota legre y casi musical la respuesta "Están curioseando la orilla buscando cosas brillantes, mojándose las plumas en un hueco en la arena y pescando...o intentando~" Dhelian alzo una ceja. De verdad que veces le fascinaba que pudiera hacer cosas tan humanas, o mas concretamente que fuesen capaces de usar la lógica tan claramente para saber como usar un cebo para atrapar peces, que no era la primera vez que lo hacían.
-Están pescando, voy a ver si están teniendo suerte y de paso voy a curiosear un poco por la playa ¿alguien se viene? -añadió sonriendo dejando la pregunta en el aire por si alguien quería acompañarle, alejándose después hacia el lugar que sus estirges frecuentaba cuando quería mojarse las plumas o pescar. Era una zona donde se había formado como un pequeña laguna natural, de un par de metros, a causa de los barcos medios hundidos de alrededor que siempre se llenaba con la marea alta y no era especialmente profundo; apenas a el le llegaban un poco por debajo de las rodillas en la parte mas profunda. Y allí estaba, algunas refrescándose apenas en el agua de la orilla y otras intentaban pescar con palitos sacado de las maderas de los barcos, intentando ensartar a los pecesillos que se acercaban para comer lo trocitos de algo que habían echado como cebo.
-Tal vez no deberías intentarlo, las estirges me dijeron que hay cosas en el agua y teniendo en cuenta el estado de los barcos no deben ser cosas de escaso tamaño. En tu caso no seria fácil salir. Tal vez si que es mejor solo meterse un poco, no nadar, solo un baño...- dijo Dhelian tras pensarlo bien, observando la cola pensativo pues realmente no tenia muy claro como podría nadar con ella sin hundirse. Lo que le daba también a el mismo una pegunta. ¿Se quedaría flotando como pez muerto si se metía? No se había bañado antes en un sitio a cierta profundidad, no estaba seguro de ese detalle. "El tener un cuerpo muerto te hace plantearte preguntas muy tontas del día a día" Las onyces de Alice entraron en la conversación tras las palabras de Surasara sobre sentirse sola y la respuesta de su amiga, le hizo reír.
-Ya tenemos tarea para la próxima vez, encontrar hechizos que sirvan bajo el agua o que no sean verbales -añadió con humor ante la mención de aquella onyce sobre que no podrían protegerles. La idea de explorar un poco no fue bien acogida, ¿a que habían ido a la playa exactamente? Ni siquiera iban a tomar el sol, a excepción de Surasara, cuando tenían la sombrilla de onyces encima. Marsi también estaba escogiendo aquello tumbarse y disfrutar de relajarse un poco cuando una de las onyce de Alice volvió a dejarse entender. "Se ve que comparten el mismo espíritu aventurero de las estirges, parece ser en lo único que se ponen de acuerdo sin tener que obligarlas" Estaba pensando en si hacer caso de sus estirges y curiosear un poco por la playa, no quería acercarse mucho a los precarios barcos, cuando una persona mas llego hasta ellos coronado con sus bien visibles cuernos que lo identificaban.
-Buenas tardes, Kin...¿viste el mensaje en la sede, por un casual? Si no es así, es mucha suerte que hayas llegado justo cuando habíamos invitado a todos a venir -añadió Dhelian con una sonrisa, parpadeando cuando Alice menciono repentinamente lo de electrocutar el agua y una onyce salto a al conversación para poner su guinda- Tu electricidad es aquí como un arma de destrucción masiva. Aunque posiblemente también mosquearía mucho a todo lo que viva ahí dentro, si lo intentaras -añadió levantándose del suelo para sacarse finalmente la camiseta mientras Munin le observaba desde abajo graznando interrogativa "¿Vamos a explorar por fin? ¿Las cosas flotantes?"
-No, vamos a dar un paseo por la playa ¿Sabes que hacen las otras? -pregunto mirando a Munin que se alzo del suelo para subirse sobre su cabeza mirando hacia el cielo donde algunas estirges volaba n poca a altura de aquí alla, graznando entre ellas. Inaudible para Dhelian, pero no para Munin que grazno con una nota legre y casi musical la respuesta "Están curioseando la orilla buscando cosas brillantes, mojándose las plumas en un hueco en la arena y pescando...o intentando~" Dhelian alzo una ceja. De verdad que veces le fascinaba que pudiera hacer cosas tan humanas, o mas concretamente que fuesen capaces de usar la lógica tan claramente para saber como usar un cebo para atrapar peces, que no era la primera vez que lo hacían.
-Están pescando, voy a ver si están teniendo suerte y de paso voy a curiosear un poco por la playa ¿alguien se viene? -añadió sonriendo dejando la pregunta en el aire por si alguien quería acompañarle, alejándose después hacia el lugar que sus estirges frecuentaba cuando quería mojarse las plumas o pescar. Era una zona donde se había formado como un pequeña laguna natural, de un par de metros, a causa de los barcos medios hundidos de alrededor que siempre se llenaba con la marea alta y no era especialmente profundo; apenas a el le llegaban un poco por debajo de las rodillas en la parte mas profunda. Y allí estaba, algunas refrescándose apenas en el agua de la orilla y otras intentaban pescar con palitos sacado de las maderas de los barcos, intentando ensartar a los pecesillos que se acercaban para comer lo trocitos de algo que habían echado como cebo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Bahía de los Naufragios
05/02/15, 04:36 pm
-Tesoros ¿eh? Puede que algún día podamos ir a ver si encontramos algo interesante - los ojos me brillan al pensar en un desafío.- Pero primero habrá que entrenarse más, cuanto mejores seamos menos peligros - aunque a mi el peligro me da igual, lo digo más por ellas.
El viento me trae un olor que conozco bien. No puedo evitar sonreír al paladear el sabor a electricidad y a metal, parece que mi irrense preferido anda cerca. Y no me equivoco cuando oigo su voz, lo que hace que mi sonrisa se ensanche.
-Hola Cío, ¿cómo te va todo? - pregunto levantado la cola y moviéndola de un lado a otro en forma de saludo.- Pues nada, aquí de picnic, ¿te quedas a comer? - ofrezco, dudo que al resto les importe cuando tenemos comida más que de sobra.- Por cierto, ¿nunca te han dicho que hueles bien? - le pregunto con una sonrisa pícara.
El viento me trae un olor que conozco bien. No puedo evitar sonreír al paladear el sabor a electricidad y a metal, parece que mi irrense preferido anda cerca. Y no me equivoco cuando oigo su voz, lo que hace que mi sonrisa se ensanche.
-Hola Cío, ¿cómo te va todo? - pregunto levantado la cola y moviéndola de un lado a otro en forma de saludo.- Pues nada, aquí de picnic, ¿te quedas a comer? - ofrezco, dudo que al resto les importe cuando tenemos comida más que de sobra.- Por cierto, ¿nunca te han dicho que hueles bien? - le pregunto con una sonrisa pícara.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Bahía de los Naufragios
06/02/15, 10:50 am
Había algo infantiloide en los comentarios y el comportamiento general de las onyces, o eso le pareció a Marsi. Eran como crios caprichosos y tocanarices, evidentemente al nivel de Rocavarancolia. La dulahan tamborileó sobre la arena hasta que terminaron de hablar, sin hacer ningún comentario al respecto. Ninguno de sus compañeros iba a picar en una provocación tan burda.
Recibió a Alice a su lado cruzando los brazos delante del pecho para alzarse un poco y flexionando las rodillas, levantando los pies, moviendolos adelante y atrás un par de veces. Era un movimiento juguetón, algo infantil, y Marsi se avergonzó de ello y volvió a bajar los pies, quedando completamente estirada boca abajo sobre la toalla.
Kin apareció. No parecía saber de sus planes, posiblemente se los hubiera encontrado. Giró quedando sobre su espalda y se incorporó un poco para saludar con un gesto de la mano. El no tener cabeza le permitía verle sin necesitar levantarse mucho.
-<<Sí, quédate a comer>>- insistió, y a continuación añadió- <<Ignora a Sura y sus intentos fallidos de acoso, nosotras la controlamos>>
Recibió a Alice a su lado cruzando los brazos delante del pecho para alzarse un poco y flexionando las rodillas, levantando los pies, moviendolos adelante y atrás un par de veces. Era un movimiento juguetón, algo infantil, y Marsi se avergonzó de ello y volvió a bajar los pies, quedando completamente estirada boca abajo sobre la toalla.
Kin apareció. No parecía saber de sus planes, posiblemente se los hubiera encontrado. Giró quedando sobre su espalda y se incorporó un poco para saludar con un gesto de la mano. El no tener cabeza le permitía verle sin necesitar levantarse mucho.
-<<Sí, quédate a comer>>- insistió, y a continuación añadió- <<Ignora a Sura y sus intentos fallidos de acoso, nosotras la controlamos>>
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Bahía de los Naufragios
06/02/15, 05:56 pm
El saludo despreocupado de Alice le hizo soltar una carcajada.
—Sé de primera mano la clase de mierdas que viven en este mar y no pienso molestarlas. Tampoco creo que un chispazo les preocupe demasiado. —Eso tal vez podía cambiar si almacenaba carga durante el tiempo suficiente, pero prefería no tener que hacerlo. «Como sea. No quiero reencontrarme con viejos conocidos».
La bruja lo había confundido dando a entender lo contrario, pero al parecer estaba invitado cualquiera que quisiera ir.
—No, no vi nada. Vengo de Serpentaria, por cierto. Pero parece que no se ha fijado mucha gente en el mensaje —le respondió a Dhelian. Entre tanto Sura lo invitaba a quedarse, pero había usado su viejo nombre y el irrense ya no sabía cómo metérselo en la cabeza. Por si eso fuera poco con lo que lidiar para responder, añadió un comentario sobre su olor que le hacía dudar de si estaba burlándose de él. Suerte que la intervención de Marsi, cuya intrusión aún tendía a cogerlo desprevenido, le hizo reírse a la vez que tomaba asiento con las piernas cruzadas en la arena.
—¿A cables y electrónica chamuscada? No es mi ideal de olor agradable. Por cierto, Sura, te voy a conseguir suplementos para la memoria. Que ya van meses.
Mientras decía eso buscaba con la mirada en qué consistía el menú del picnic. No había traído nada, pero gracias a que la comida corría a cargo de la ciudad solo había que preocuparse de la cantidad.
—Espero que no haga falta que retire lo de antes, pero si falta comida siempre puedo freír unos pescados —bromeó.
Rechazó la invitación del daeliciano y se acomodó allí donde se había dejado caer. Habían escogido un día muy agradable para estar en la bahía. Kin se preguntó si acabaría llegando alguna persona más. Casi había olvidado lo que era divertirse en multitud. «En compañía o a secas. No hay mucho espacio a la diversión últimamente».
—Sé de primera mano la clase de mierdas que viven en este mar y no pienso molestarlas. Tampoco creo que un chispazo les preocupe demasiado. —Eso tal vez podía cambiar si almacenaba carga durante el tiempo suficiente, pero prefería no tener que hacerlo. «Como sea. No quiero reencontrarme con viejos conocidos».
La bruja lo había confundido dando a entender lo contrario, pero al parecer estaba invitado cualquiera que quisiera ir.
—No, no vi nada. Vengo de Serpentaria, por cierto. Pero parece que no se ha fijado mucha gente en el mensaje —le respondió a Dhelian. Entre tanto Sura lo invitaba a quedarse, pero había usado su viejo nombre y el irrense ya no sabía cómo metérselo en la cabeza. Por si eso fuera poco con lo que lidiar para responder, añadió un comentario sobre su olor que le hacía dudar de si estaba burlándose de él. Suerte que la intervención de Marsi, cuya intrusión aún tendía a cogerlo desprevenido, le hizo reírse a la vez que tomaba asiento con las piernas cruzadas en la arena.
—¿A cables y electrónica chamuscada? No es mi ideal de olor agradable. Por cierto, Sura, te voy a conseguir suplementos para la memoria. Que ya van meses.
Mientras decía eso buscaba con la mirada en qué consistía el menú del picnic. No había traído nada, pero gracias a que la comida corría a cargo de la ciudad solo había que preocuparse de la cantidad.
—Espero que no haga falta que retire lo de antes, pero si falta comida siempre puedo freír unos pescados —bromeó.
Rechazó la invitación del daeliciano y se acomodó allí donde se había dejado caer. Habían escogido un día muy agradable para estar en la bahía. Kin se preguntó si acabaría llegando alguna persona más. Casi había olvidado lo que era divertirse en multitud. «En compañía o a secas. No hay mucho espacio a la diversión últimamente».
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Bahía de los Naufragios
07/02/15, 08:33 pm
Al ver a Marsi mover los pies, hice lo mismo después de que lo hiciera ella y luego le di unos toques en los suyos con los míos. Por suerte no era playa de arena así que los pies estaban limpios y no era un roce incómodo. Mientras, atendí a los saludos y... Tontatontatonta. ¡Había olvidado lo del mensaje en Serpentaria completamente! Aunque no me extrañaba, conociéndome, pero tenía que poner más atención. Y Kin... ¿Había tenido algún encontronazo con algún bicho marino? Tenía que preguntarle... Di la vuelta completa y, bocabajo, me apoyé para decirle algo. Pero nuestra amiga hizo algo imposible de ignorar y, en cuanto respondió Marsi, tomé el turno de palabra.
—¡Pero Sura! —exageré un poco— ¿Vamos a tener que atarte a un m... —y ahí me dio la risa tonta—. Per... —más risas—... dón... —aún más risas—. ¿Vamos a tener que atarte a una roca?
Y todo por una tontería. Iba a decir de atarla a un mástil cual Ulises cuando las sirenas, pero con la tontería de que Sura era una naga y que Kin haría el papel de "héroe" solo que todo totalmente invertido: sirena atada y héroe en el agua (o en la playa). Una enorme tontería, pero me hacía mucha gracia la imagen. La pega fue recapacitar sobre lo dicho, recordar otras tonterías y habladurías de mis amistades terrícolas y ligarlas a lo que había dicho de atar. Con suerte no tendrían ni idea —como yo— de qué era lo que estaba pensando. <<¿Oye y por qué no? Por poder... Ha cosas en las que nos parecemos mucho... Diantre, di algo por si acaso, rápidorápido>>
—Que conste que era una referencia a un libro donde un héroe se ata a sí mismo a un mástil para no rendirse ante las sirenas que intentan seducirle para comérselo —dije para aclarar lo anterior. Y en efecto, lo dije más rápido de lo habitual. Luego miré a Kin como si nada de lo anterior hubiera pasado y le dije—. Eh, por la comida no te preocupes. Y oye, ¿cómo es que... Bueno, si no te importa: ¿te las has visto con algún bicho marino? Yo aún recuerdo el condenado caballo de arena que nos atacó en Gamides. Si lo viera ahora lo... —empecé con un tono nada agradable ni usual. Uno que a las onyces les gustaba, pero sacudí la cabeza y volví a lo normal— Gamides. A donde por cierto podríamos volver; es diver. Podríamos organizar excursiones para explorar todos juntos, oye —sugerí mirando a mis amigas, y luego me detuve en el irrense— ¿Te apuntarías a explorar la ciudad, Kin?
Pues nosotras queremos saber si ha matado a algún monstruo marino. Que le has dejado con la palabra en la boca. ¡Cuéntanoslo! —me interrumpió una onyce.
Y tu silla ya está terminada. ¿Te vas a sentar o qué? —gruñó otra.
Al oírlo, volví a girarme y quedé boca arriba, donde me senté para ver el resultado final. Molaba. Pero no pegaba para nada con el paisaje.
—No era para sentarme —respondí sin más. Luego miré a mis amigos— ¿Alguien la quiere probar? Si no... Quitadla. Ya me sentaré cuando conquistemos la ciudad.
¿Tú y quién más? ¿Estos? —inquirió despectivamente.
—Pues sí. Yo seré reina y quizá necesite otra reina guerrera a mi lado con la que perder la cabeza. Y los demás pues que se repartan el Consejo.
Bah.
Y dicho eso volví a tumbarme bocabajo, ignorando a las onyces que destruían la silla al separarse en desbandada. Las onyces a veces cansaban. No, mejor dicho, cansaban cuando estaba con mis amigos, y más sabiendo que no les caían bien. Se toleraban mutuamente por mí, prácticamente... Pero bueno. A ver qué decía Kin y los demás.
NfdR: en este post, todo lo que dicen las onyces lo entienden todos.
—¡Pero Sura! —exageré un poco— ¿Vamos a tener que atarte a un m... —y ahí me dio la risa tonta—. Per... —más risas—... dón... —aún más risas—. ¿Vamos a tener que atarte a una roca?
Y todo por una tontería. Iba a decir de atarla a un mástil cual Ulises cuando las sirenas, pero con la tontería de que Sura era una naga y que Kin haría el papel de "héroe" solo que todo totalmente invertido: sirena atada y héroe en el agua (o en la playa). Una enorme tontería, pero me hacía mucha gracia la imagen. La pega fue recapacitar sobre lo dicho, recordar otras tonterías y habladurías de mis amistades terrícolas y ligarlas a lo que había dicho de atar. Con suerte no tendrían ni idea —como yo— de qué era lo que estaba pensando. <<¿Oye y por qué no? Por poder... Ha cosas en las que nos parecemos mucho... Diantre, di algo por si acaso, rápidorápido>>
—Que conste que era una referencia a un libro donde un héroe se ata a sí mismo a un mástil para no rendirse ante las sirenas que intentan seducirle para comérselo —dije para aclarar lo anterior. Y en efecto, lo dije más rápido de lo habitual. Luego miré a Kin como si nada de lo anterior hubiera pasado y le dije—. Eh, por la comida no te preocupes. Y oye, ¿cómo es que... Bueno, si no te importa: ¿te las has visto con algún bicho marino? Yo aún recuerdo el condenado caballo de arena que nos atacó en Gamides. Si lo viera ahora lo... —empecé con un tono nada agradable ni usual. Uno que a las onyces les gustaba, pero sacudí la cabeza y volví a lo normal— Gamides. A donde por cierto podríamos volver; es diver. Podríamos organizar excursiones para explorar todos juntos, oye —sugerí mirando a mis amigas, y luego me detuve en el irrense— ¿Te apuntarías a explorar la ciudad, Kin?
Pues nosotras queremos saber si ha matado a algún monstruo marino. Que le has dejado con la palabra en la boca. ¡Cuéntanoslo! —me interrumpió una onyce.
Y tu silla ya está terminada. ¿Te vas a sentar o qué? —gruñó otra.
Al oírlo, volví a girarme y quedé boca arriba, donde me senté para ver el resultado final. Molaba. Pero no pegaba para nada con el paisaje.
—No era para sentarme —respondí sin más. Luego miré a mis amigos— ¿Alguien la quiere probar? Si no... Quitadla. Ya me sentaré cuando conquistemos la ciudad.
¿Tú y quién más? ¿Estos? —inquirió despectivamente.
—Pues sí. Yo seré reina y quizá necesite otra reina guerrera a mi lado con la que perder la cabeza. Y los demás pues que se repartan el Consejo.
Bah.
Y dicho eso volví a tumbarme bocabajo, ignorando a las onyces que destruían la silla al separarse en desbandada. Las onyces a veces cansaban. No, mejor dicho, cansaban cuando estaba con mis amigos, y más sabiendo que no les caían bien. Se toleraban mutuamente por mí, prácticamente... Pero bueno. A ver qué decía Kin y los demás.
NfdR: en este post, todo lo que dicen las onyces lo entienden todos.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Bahía de los Naufragios
10/02/15, 06:47 pm
Podia ver a la distancia a sus amigas junto a Kin charlando de algo que no podía escuchar pero que una de su estirges ya estaban curioseando desde cerca mientras el se sentaba en la orilla metiendo apenas los pies en el agua. "¿Cómo que no estas esos amigos tuyos?" grazno uno de las estirges que se encontraba entretenida amontonado peidrecitas brillantes
-Vine a ver que hacíais -respondió recostándose su mejilla sobre una de sus rodillas observandolo dibujando círculos en el agua "¿Por que? Podemos valernos sola si tener una cría de humano cerca" grazno una segunda estirge un poco mas grande que la anterior tras tragar un trozo de pescado que con tanto esfuerzo había conseguido pescar.
-Porque quiero, simplemente me siento cómodo alrededor de ustedes- añadió acariciando el lomo de la estirge mas cercana que le dirigió un mirada que bien podría significar que apartaba la mano o picotazo que se llevaba y que le hizo reír por lo bajo. Aunque ya había conseguido que le obedecieran y estas hacían cosas por el sin tener que ordenarselas expresamente seguían muy reacias a que las tocara mucho, pues no eran mascotas como le repetían a menudo. "Déjalo, los humanos no lo están echando en falta de todos modos." grazno en un sonido similar a una risa la primera estirge provocando un coro de graznidos que mas aprecian carcajadas. Dhelian las miro mal pero no se molesto en discutirles, que hubiese conseguido controlarlas no implicaba que se llevaran totalmente bien aun y dudaba que eso fuese a pasar algún día.
Perezosamente se levanto llamando con un suave silbido a la estirge junto a sus amigos que se le acerco volando, diciéndole de lo que habían estado hablando antes de irse para seguir con sus jugueteos en los barcos. Mientras volvía con sus amigos, Hugin volvió de jugar y al verlo solo se subió sobre su hombro. Ya las estirges se turnaban en acompañarle siempre incluso sin que se les dijeses nada.
-Una estirge me acaba de chivatear que hay planes de intentar controlar el consejo-dijo en cuanto llego junto a sus amigos con una leve risa- Seria prudente no contar planes malignos si hay alguna de estas cerca -añadió con humor, señalando con un gesto de cabeza a Hugin que grazno en clara muestra de estar de acuerdo- Por cierto Alice, que morro autoproclamandote reina-añadió con fingida molestia mientras se sentaba junto al resto Hugin bajaba al suelo para juguetear con las peidrecitas, lanzandole miradas a las onyces cercanas.
-Vine a ver que hacíais -respondió recostándose su mejilla sobre una de sus rodillas observandolo dibujando círculos en el agua "¿Por que? Podemos valernos sola si tener una cría de humano cerca" grazno una segunda estirge un poco mas grande que la anterior tras tragar un trozo de pescado que con tanto esfuerzo había conseguido pescar.
-Porque quiero, simplemente me siento cómodo alrededor de ustedes- añadió acariciando el lomo de la estirge mas cercana que le dirigió un mirada que bien podría significar que apartaba la mano o picotazo que se llevaba y que le hizo reír por lo bajo. Aunque ya había conseguido que le obedecieran y estas hacían cosas por el sin tener que ordenarselas expresamente seguían muy reacias a que las tocara mucho, pues no eran mascotas como le repetían a menudo. "Déjalo, los humanos no lo están echando en falta de todos modos." grazno en un sonido similar a una risa la primera estirge provocando un coro de graznidos que mas aprecian carcajadas. Dhelian las miro mal pero no se molesto en discutirles, que hubiese conseguido controlarlas no implicaba que se llevaran totalmente bien aun y dudaba que eso fuese a pasar algún día.
Perezosamente se levanto llamando con un suave silbido a la estirge junto a sus amigos que se le acerco volando, diciéndole de lo que habían estado hablando antes de irse para seguir con sus jugueteos en los barcos. Mientras volvía con sus amigos, Hugin volvió de jugar y al verlo solo se subió sobre su hombro. Ya las estirges se turnaban en acompañarle siempre incluso sin que se les dijeses nada.
-Una estirge me acaba de chivatear que hay planes de intentar controlar el consejo-dijo en cuanto llego junto a sus amigos con una leve risa- Seria prudente no contar planes malignos si hay alguna de estas cerca -añadió con humor, señalando con un gesto de cabeza a Hugin que grazno en clara muestra de estar de acuerdo- Por cierto Alice, que morro autoproclamandote reina-añadió con fingida molestia mientras se sentaba junto al resto Hugin bajaba al suelo para juguetear con las peidrecitas, lanzandole miradas a las onyces cercanas.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
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- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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