Bahía de los Naufragios

Noel asistió a las distintas reacciones de sus amigos con una casi omnipresente expresión de jocosidad. Al draco no solía importarle llamar la atención, pero no precisamente de aquella manera. Se cruzó de brazos, todavía sonriendo sarcásticamente cuando habló Adara fingiéndose ofendida.
-Poesía mi culo -le espetó sin más a la ángel negro en respuesta a su comentario.

La reacción de Nia no fue precisamente inesperada viniendo de ella, pero no pudo evitar sentir cierta incomodidad con la situación. Sin embargo, se limitó a reírse y a agradecer a una mareada Tania sus palabras.

El comentario de Matt, acompañado de su risa, le hizo desviar su atención del resto momentáneamente. Por un instante pensó en responderle que no eran idiotas, pero lo cierto era que ni siquiera había hablado de aquel tema todavía con Wen y prefirió ahorrarse la incomodidad. Incomodidad que se estaba acrecentando con el paso de los segundos y por ello casi agradeció que Nia interrumpiese sus pensamientos acosando a la vouivre a preguntas indiscretas ya que pudo notar la mirada de desesperación que le dirigió Wen. Por ello no se hizo esperar y se acercó a las dos chicas.

-Nia, me has decepcionado -irrumpió sin previo aviso haciendo caso omiso de las preguntas de la náyade-. Yo había apostado que tú serías la primera en enterarte, he perdido. Bueno, si todo sale bien, o mal según se mire, será la segunda apuesta que pierda este año -añadió sonriendo y encogiéndose de hombros-. Y ahora me vais a disculpar pero me gustaría hablar con ella un momento -finalizó mirando a Wen.

Acto seguido y sin previo aviso levantó a la chica por los aires y la cargó sobre un hombro mientras sonreía jocosamente.
-Pues nada, hasta más ver -se despidió de todos mientras comenzaba a echar a andar para salir de la bahía.
Se alejó a paso medio apresurado mientras Wen le daba puñetazos y lo amenazaba con aplastarlo, entre otras cosas, por lo que acababa de hacer. Noel tan sólo se partía de risa hasta que terminó cediendo y la dejó en el suelo al poco rato.
-Para eso tendrás que atraparme primero -dijo en tono divertido antes de salir corriendo en dirección al barrio donde vivían, siendo perseguido por una vouivre que no cesaba de amenazarlo y todavía riéndose sin parar.

Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.

Espabiló para grabar los detalles del trabajo en vez de fantasear con los preparativos y la recompensa. Prometía interesante aunque complicado. Antes de marcharse, la nublina los apuntó casi amenazadoramente con el bastón. Aunque seria, a Gael le pareció cómico en su fuero interno y tuvo que reprimir una risilla tonta. «Bueno, como digo siempre, si al final nos paga acepto hasta sus motes alegremente» pensó después de que Wen explicara por qué llamaba así a la gente, «aunque no estaría mal que intentara aprenderse algún que otro nombre».

El entrenamiento se reanudó por poco tiempo. Por el rabillo del ojo vio como Noel se acercaba a donde estaban Wen y Adara, pero no les prestó atención hasta que el draco llamó la atención de todos. Ahí empezó a hacer suposiciones de lo que este iba a contar, y se acercó con una media sonrisa, echando a su amigo una mirada de ánimo cuando empezó a hablar. Sí que no puso evitar una pequeña risilla cuando ya todos habían oído la noticia. Nia parecía histérica, Tania, nerviosa, felicitaciones por parte de todos; en un instante se había despertado un pequeño bullicio.
–¡Vivan los novios! –dijo no muy alto, escudándose en el ruido general, y soltó un silbido. Después se acercó tímidamente, pues con Wen nunca había llegado a hablar del tema–. ¡Enhorabuena! –Le dijo con una enorme sonrisa.

El que sí se había pasado había sido Matt. Hizo que Gael se imaginase a sus amigos con un buen grupo de retoños correteando por el cuchitril y tuvo que borrar esa imagen mental, además eran demasiado jóvenes, «y a saber si las transformaciones son un impedimento y… Matt, ¿para qué dices esas cosas?». Por otro lado Nia había empezado con sus preguntas, Gael suspiró casi riendo, seguía siendo una romántica sin remedio. Sin embargo se la quitaron de encima de la forma que menos se esperaba. Wen y Noel se alejaron peleando de una manera que, en realidad, más que una pelea solo demostraba cuánto pegaban el uno con el otro. «Qué suerte tienen» pensó contento por ellos.
–Nia, sé más discreta con las preguntas, ¿no? –le dijo al pasar de lado con guasa–. Bueno, ya es casi mediodía, podríamos ir volviendo y hacer la comida, no merece la pena reanudar los entrenamientos.

Gael bostezó y se estiró. Estaba cansado y no tenía ganas de seguir esforzándose. Por suerte nadie se opuso, recogieron los bártulos y se marcharon de la bahía, charlando animadamente.

Sigue en el Cuchitril.

La vouivre agradeció el apoyo de sus amigos con el problema de la daeliciana, aunque en ningún momento esperó otra respuesta por su parte.

- Tranquilo, Giz, cuando la vea te lo haré saber. A todos, si es necesario. - contestó al goliat.- Pero, como bien has dicho, solo podría decirte cómo la recuerdo y no cómo es ahora.

La británica no hizo ningún comentario sobre la cuestión de la mascota ya que, en cierta manera, era verdad que quería que fuera una sorpresa. Ante el comentario de Noel sobre su “criba movidita” a vouivre no pudo más que reír.

- ¿Movidita? Apostaría lo que quieras a que vuestra criba fue más rara dentro de la definición rocavarancolesa que la mía. - comentó.- Yo también tuve que matar a un compañero, pero no fue para que dejara de sufrir, fue porque le dio por pintar las paredes de mi habitación de rojo sangre, literalmente, y decorarla con vísceras nublinas. Ahora que lo pienso, parece que mi cosecha estuvo llena de psicópatas asesinos. - reflexionó durante unos segundos para añadir bromeando.- Creo que me alejaré de Matt durante un tiempo.

Ante la pregunta de la nublina, Wen volvió a leer la invitación buscando alguna alusión a los no-transformados, pero no encontró ninguna.

- Aquí no especifica nada, Tania, pero supongo que si vas como invitada de… yo qué sé, de Toima, no tendrán ningún inconveniente. Aunque estoy segurísima que algunos aquí te cambiaríamos el puesto con gusto. - contestó la británica a su pregunta.

El grupo, una vez recuperado de la sorpresa de la fiesta, se puso en marcha a la bahía donde, como cada mañana, tendrían su entrenamiento. Por el camino, la vouivre volvió a pensar en la fiesta y recordó lo reticente que se había mostrado en todo momento Noel, por lo que pensó que le vendría bien que le echara una mano.

- ¡Ey, Noel! - le llamó acercándose a él.- ¿En serio tienes miedo a una camisa? - bromeó para fastidiarle.- Vas a tener que ir de todas maneras, así que deberías empezar a concienciarte. Puedes pedirle a Jack que te elija el traje, estoy segura de que estará encantado. No, mejor no, todos sabemos que la luna se equivocó con la transformación de ese rubio y que en el fondo es un troll, mejor pídeselo a tu hermano. Yo le ayudaré.

Durante el camino hacia la bahía Noel trató de apartar de su mente por el momento el asunto de la fiesta y hablar de otras cosas con el resto. Justo antes de despedirse de Giz cuando sus caminos se separaron, el goliat había mencionado que necesitaba hacer una visita a los subterráneos para recoger algunas muestras. El interés del draco aumentó cuando dijo que necesitaba que cazasen un dragón blanco como el que les había atacado en su primera misión y el sueco no se lo pensó dos veces en ofrecerse a acompañarlo. Gael también se apuntó, y decidieron ir esa misma tarde ya que no tenían nada que hacer.
-La otra vez no pude mostrar todo el agradecimiento que habría querido por aquella bonita brecha que me abrió en la cabeza nuestro amigo Malaliento -comentó en algún punto de la conversación en tono sarcástico.

Una vez el goliat continuó en dirección al castillo, el resto siguió su camino de todas las mañanas. Al poco, Wen se acercó para hablar con él. Enarcó una ceja cuando la vouivre le preguntó si le tenía miedo a una camisa. Resopló.
-Concienciarse es una palabra muy poco atractiva. Demasiado larga y con muchos fonemas repetidos -comenzó a decir con fastidio pero no sin cierto humor-. Y no, no le tengo miedo a las camisas; pero ellas a mí sí, huyen en cuanto me ven y por eso no me pongo ninguna -bromeó con una sonrisa sarcástica-. Pero en el fondo lo hacen por mi bien, para que no haga el ridículo. Porque así es como voy a estar: ridículo. Ese tipo de ropa no es para mí, y tampoco me hace ninguna gracia que no me dejen vestirme como me da la gana -bufó con cierto desaire antes de seguir hablando-. Pero por favor, si se tiene que encargar alguien de disfrazarme mejor que seais Vac y tú, que estoy de acuerdo acerca de la transformación oculta de Jack. Y si hay que molestar a alguien mejor que sea a mi hermano y así todo queda en familia -finalizó nuevamente sonriendo de forma sarcástica y suspirando con el matiz de quien sabe que no le queda más remedio que ceder ante una situación que se le antoja desagradable.

Wen rió con los comentarios de Noel. Parecía que el draco creía realmente que las camisas huían de él y la imagen mental le procuró una nueva risotada.

- No entiendo que especie de asco le tienes a los trajes, pero yo creo que estarías guapísimo con camisa y corbata. - dijo intentando esconder una risa, era verdad que pensaba que estaría radiante, pero el hecho de que fastidiara al draco hacía que no pudiera ver la situación de otra manera que no fuera graciosa. Ante el suspiro del sueco, la británica no pudo hacer otra cosa más que bufar y poner los ojos en blanco.- ¡Vaya con el victimista! Solo tienes que asistir a una pequeña fiesta, ¿eh? Que la que tiene que ir de compras por ahí voy a ser yo y no estoy dando saltos de alegría precisamente. Además, eres muy grande para ir por ahí refunfuñando como un niño. - le dijo con una sonrisa en la boca, picándole.- Por cierto, si vais a los subterráneos yo me uno. No pienso dejarte solo, que la ultima vez te tuve que salvar la vida. - finalizó con suficiencia mientras se miraba las uñas fingiendo aires de superioridad.

El draco volvió a fruncir el ceño ante las palabras de Wen, cuando le dijo que le quedaría bien el traje. No es que creyera que se estuviera metiendo con él, pero simplemente no podía estar de acuerdo con lo que decía.

-A los bichos raros no nos sientan bien los trajes -dijo en respuesta con una sonrisa burlona- ¡Y no soy victimista! -se quejó-. Es sólo que... me parece tan absurdo que nos obliguen a asistir a algo así. ¿Qué nos importa a nosotros que venga la reina de Libo? Montando algo así casi parece que Rocavarancolia les deba algo -volvió a bufar-. Pero en fin, dejaré ya de quejarme acerca de tener que ir, total no es que vaya a cambiar nada y lo que tenía que decir ya lo he dicho.

>>Y yo no he dicho en ningún momento que tuvieras que ir sola. La idea no me gusta nada y yo sólo si que no pensaba mover un dedo, es cierto, pero te acompañaré -afirmó rascándose la cabeza y luego adpotó una expresión de fastidio cuando la vouivre comentó acerca de los subterráneos-. Esta vez te aseguro que no me pasará lo mismo, ese apestoso dragón me las pagará aunque sea a través de uno de sus congéneres -aseguró con vehemencia.

>>¿De verdad tengo que ponerme un traje? -preguntó con una mueca al cabo de unos largos segundos de silencio-. ¿Es necesario en serio? -volvió a inquirir, como si no fuese capaz todavía de digerir la información-. Pero eso sí, si yo tengo que ponerme eso exijo que los demás tambien -comentó sonriendo con burla una vez más-. Eh, espera, si vamos todos de traje... pareceremos una maldita mafia -se echó a reír ante la imagen mental-. Ya que parece que me vais a obligar, me lo voy a tomar como si me estuviera disfrazando de mafioso -se encogió de hombros y luego sonrió maliciosamente.

Sigue en los Subterráneos.

Shizel sintió una irracional sensación de triunfo cuando levitó por encima de los riscos para llegar a la playa. Ya no tendría que obligarse a pasar por aquel horrible túnel nunca más.

La cabeza le zumbaba. Un tercer torreón hostil, RR estaba vivo y pretendía apuntarlos a todos a una guerra suicida, Timmy había incendiado Maciel y estaba a la caza de más objetivos, la Luna Roja estaba cerca...
Necesitaba un rato a solas para procesar todo aquello. En Idris cuando se sentía así solía buscarse un lugar tranquilo para pensar, generalmente al borde del lago de su ciudad, pero aquello era Rocavarancolia y aquel sucedáneo ruidoso tendría que servir. Se detuvo en un pequeño acantilado a pocos metros de altura sobre el mar, aún sin deshacer el hechizo de levitación, y dejó allí su saco y la ropa más superflua. El sonido del mar, lejos de desconcentrar, acababa siendo hasta consolador al cabo de un rato.

Había tenido tiempo de ir a la Biblioteca tiempo atrás, y consultar allí cuánto les quedaba antes de la salida de aquel astro al que todo el mundo hacía tan crípticas referencias. Lo que había encontrado había resultado al mismo tiempo indescifrable y esclarecedor: algo cambiaría en ellos al llegar la Luna. Y los perturbadores cuentos de Branniel y Wintel estaban cada vez más cerca de no parecer un completo disparate, porque algunos de los "cambios" no le habían sonado a Shizel inofensivos en absoluto. No era que se hubiese olvidado del asunto aquellos días; simplemente hasta el momento no había querido pensar mucho en ello.

Para él era así; si lo ignoraba y se escabullía el tiempo suficiente, el problema acababa por dejar de molestarle, como si dejara de existir.
Sin embargo, no había manera de huir o desentenderse de algo así. La Luna llegaría, y el cambio con ella. No era algo que pudiera descartar con una risa fácil y un chiste.
"Yo no vine aquí a cambiar", pensó. La rabia que le provocó el pensamiento le hizo despegar del acantilado y descender casi en picado en dirección al mar, como para darle esquinazo a mente.
La marea estaba alta, por lo que no había rastro de las sirenas sobre las que Alder les había advertido. Aun de saber lo que era una sirena y haberlas visto, probablemente al idrino le habría dado igual.
Shizel aumentó la velocidad, y pronto se encontró levitando en horizontal a ras de agua. Cuando consideró que estaba lo bastante alejado de la costa deshizo el hechizo y se zambulló limpiamente.

Se dio cuenta de que había necesitado aquello con la misma intensidad con la que necesitaba respirar. Desplazarse por el agua con la misma facilidad de movimientos con la que caminaba, sentir el tiempo parcialmente detenido mientras se abría camino a base de movimientos lentos pero seguros.
Bajo el agua desplegó su segundo juego de párpados para ver qué había bajo la superficie, y una vez se cansó de mirar y volvió a la superficie dejó que las olas tiraran de él hacia donde quisieran, nadando en su contra sólo para sentir cómo sus músculos alejaban a base de esfuerzo los pensamientos de su mente. Al principio hizo amago de vigilar en torno a sí por si llegaba alguna amenaza, pero pronto su mente dejó la farsa y con el tiempo él también lo hizo.
Se olvidó de amenazas, de secuestros, de runas, de defensas por instalar y de responsabilidad sobre sus hombros.
Estaba en casa.

Regresó a la orilla agotado pero con una sonrisa cansada en los labios. Ascendió a paso cansino hacia el promontorio donde había dejado sus cosas, y comprobó que nadie había activado el circuito de alarma antes de marcharse. Tenía la ropa empapada y le picaba todo el cuerpo a causa de la sal, pero se sentía mejor de lo que se había sentido en semanas.

La tensión que había tenido a flor de piel desde el mismo día del incendio no se había evaporado, y sabía que no lo haría hasta que estuviera seguro de que todo volvía a la normalidad, o al menos hasta saber que todo el mundo estaba relativamente a salvo. Pero ahora se había reducido a una vibración interna de inquietud, y Shizel se sentía capaz de mantener bajo control sus emociones una vez más.

Sigue en el Torreón Maciel.

El idrino recordaba la última vez que había ido allí, confuso y cabreado, poco antes de la Luna. Se había lanzado prácticamente de cabeza al agua, con el objetivo de ordenar sus pensamientos.
Shizel notaba la diferencia con respecto a entonces. Se sentía distanciado de todo aquello que podía perturbarlo, y la serenidad de mar adentro era un reflejo de su propia calma interior. Sentía que las razones por las que se había sentido tan perdido meses atrás eran cosa pequeña, fácilmente dividibles en pequeñas parcelas de información que podía analizar sistemáticamente.

Shizel no sabía si ahora era capaz de desmenuzar aquellos fragmentos con mayor facilidad, o si en cambio lo que había cambiado era simplemente su capacidad de dejarse afectar por el conjunto. En cualquier caso le agradaba el cambio: se parecía a lo que, según le habían educado siempre, debería ser.


El viento soplaba con fuerza pero Shizel no sentía frío cuando salió del agua, y a raíz de lo que había leído en la biblioteca sabía que no volvería a sentirlo jamás. Sabedor de que no podía coger un resfriado se elevó en el aire y salió disparado en dirección a un punto aleatorio de la ciudad, disfrutando de la sensación del aire huracanado en sus oídos.

Sigue en cualquier parte de Rocavarancolia.

[Off-rol: me voy durante una semana. No sé si conseguiré sisar internet, y aunque lo haga es aún más dudoso que pueda postear. Shiz buscará por diversas partes de la ciudad hasta que se le haga tarde y vuelva a Serpentaria cuando probablemente todos estén durmiendo. Si pasáis de día, seguirá buscando por la mañana y por la tarde volverá a la bahía un ratito y luego se quedará en Serpentaria leyendo.]

Antes de salir del torreón avisé a Yttria para irnos, recogí mi chaqueta en la que había semillas, hice levitar las cestas y nos fuimos de allí. El camino hasta el sitio no nos llevo mucho tiempo y después pasamos una especie de gruta hasta llegar a la arena. Shiz ya nos esperaba allí pues se había adelantado levitando.

Me descalcé al llegar a la arena, pero aquella era un poco incomoda de pisar. Me agache y recogí un poco de arena para darme cuenta de que realmente no era arena, no sabia exactamente lo que era, pero andar sobre aquello podía llegar a dejar unas buenas raspaduras en los pies, así que decidí tomarme con calma aquello de andar. Me acerque a Shiz que parecía estar esperándonos y señale al agua:

-Bonitas olas, perfectas para hacer surf,- dije con expresión divertida en los ojos, deje las cestas con la comida sobre la arena,- Buen lugar para montar el campamento, que, ¿os hace un chapuzón?,- me fui quitando la ropa y la dejé en un montoncito, luego miré a los que estábamos allí, como rogando un baño antes de que llegase el resto.

Finalmente estaban allí, solo el sonido del mar le puso los pelos de punta a DL sin siquiera haber visto aun la playa.  Cuando al fin salieron del túnel y vio la playa, busco con la mirada  los de Serpentaria, esperando que hubiesen llegado ya, y así era y no habían perdido el tiempo de zambullirse en el agua. Se estremeció involuntariamente solo imaginarse meterse allí dentro como si nada, sin saber que había en sus profundidades y a la lejanía. Prefirió no pensar en ello y poner mejor atención a sus compañeros y observando la playa con atención, la ultima vez que estuvo allí tuvo una persecución de cangrejos, así que ahora observaba las piedrecitas del suelo con algo de desconfianza. Ahorrando problemas y pinchazos, endureció la plantas de los pies tras descalzarse para andar sin problemas entre las piedras y finos cristales manteniendo a cerca de dos metros de la orilla, donde estaba Shizel apunto de tirarse de cabeza al agua, había llegado sin saludar ni abrir la boca y prácticamente sin hacer ruido así que cuando estuvo cerca de Shizel estaba  mas o menos seguro que este ni cuenta se había dado de la llegada de todos ellos.

Últimamente solo tenia dolores de cabeza a causa de Shizel y ese día pensaba averiguar el por que de aquello sino iba  a ser incapaz de poder dormir por fin tranquilo "Cerebro, realmente te odio" pensó antes de llamar la atención de Shizel colocándose a su lado

-Ya estamos aquí y ustedes ya estáis en el agua o en proceso de meteros, que poco aguantáis- dijo viendo a Ytria y como el propio Shizel parecía tener intenciones de meterse, ya que estaba allí solo con un pantalón blanco, al que en otra circunstancia probablemente DL no le habría dado mucha mas importancia a aquello, pero era la primera vez que veía al idrino así, que no era muy de mostrarse en su estancia en Maciel "Te volviste estúpido en estos días" se dijo en pensamiento y en voz alta también sin darse ni cuenta. Su cerebro funcionaba aun lo suficientemente bien como para percatarse en el interés físico que tenia por Shizel, osea eso no le era muy bueno, había que estar un poco ciego en no sentirse atraído físicamente por el idrino. Ahora ¿seria eso su extraña actitud en esos días?

-Mierda, quedaste en no pensar mas en el tema- se regaño masajeandose las sienes ya se contradecía solo sin darse ni cuenta. No pudo seguir dándose golpes mentales porque vio algo acercándose peligrosamente e invadiendo su espacio personal, de casi dos metros, observando el agua con desconfianza. La ultima vez que se metió en un sitio que no era una bañera o la ducha, casi se ahoga, todo a causa de Ramas, así que ahora no podía Evitar mirarla como si el agua fuese a tragárselo o simplemente era que no sabia nadar y temor a ahogarse. No se veía muy capaz el poder meterse por su propia cuenta sin ser convencido o algo, realmente no lo veía posible y lo peor es que le apetecía bañarse realmente. "Estúpido miedo sin fundamento, no tengo ya bastante líos en mi cabeza como para meterle esto...uf" pensó frustrado y sintiéndose realmente estúpido por ese temor tan tonto, mas viendo como alguno de sus compañeros se bañaban sin problema, comenzando a juguetear con las piedras a su alrededor haciendo montañitas con ellas, apoyando su mejilla en sus rodillas intentando unir coraje para meterse al agua. "Vamos DL no es tan complicado, solo no debes meterte donde no llegues" se repitió, no podía ser que fuer a una playa  divertirse y sin embargo se estuviese estresando solo por todo. Empezó a darse suaves cabezazos con su rodilla dividido entre sus ganas de divertirse y relajarse con sus compañeros, descubriendo con calma y sin estrés sus paranoias de esos días y el terror que le daba el agua de la playa. "Empiezo a creer que fui parido"

Shizel se había adelantado levitando para evitar pasar por la claustrofóbica covacha de entrada sin despertar sospechas, y al contrario que sus compañeros el idrino no se había metido inmediatamente en el agua. Con tranquilidad se había desvestido hasta quedarse solo con los pantalones a media pierna que usaba para nadar, y estaba estirando los músculos en la orilla. Parecía que los demás no sabían o no les importaba que entrando sin más podía darles un calambre.
De todas formas ninguno parecía ir en dirección a la zona honda, por lo que Shizel no se alarmó demasiado. Trazó sus protecciones acostumbradas en torno al perímetro donde pretendía nadar para evitarse disgustos, exclusivamente para sí ya que la mitad de los presentes no eran compañeros de torreón y no tenía por qué protegerlos. Aspiró con serenidad el aire salino al que había acabado cogiendo el gusto.

-Hey- saludó con una sonrisa a DL cuando se acercó. Aquellos días que había faltado a los entrenamientos había visto menos al foner. Se percató de que el otro le repasaba de arriba abajo con la mirada y se disponía a contestar con un comentario burlón cuando DL empezó a mostrar signos de un comportamiento preocupante.
"¿Está hablando solo?", pensó estupefacto. Y aquellos golpecitos en la cabeza que se estaba dando tampoco eran un signo muy fiable de estabilidad mental.
Recordó entonces el abierto miedo que habían demostrado los foner el día que habían explorado uno de los barcos naufragados. Aunque DL lo había llevado mejor que RR, aquello no tenía que estar siéndole fácil.
Suspiró contrariado. Se moría por entrar en el agua, pero el mar no se iba a ir a ninguna parte si él se quedaba atrás un rato.
-Prueba a caminar por la orilla, mojándote los pies- le sugirió, aún con la mosca detrás de la oreja. No le cabía en la cabeza cómo a alguien podría disgustarle aquella maravillosa extensión de agua, aunque estuviese sucia-. Y a meterte poco a poco, con los ojos cerrados si lo ves más fácil. Si quieres, claro- se cruzó de brazos sin tenerlas todas consigo. Si DL había venido hasta la bahía era porque quería nadar... ¿no?

Empezaba a dolerle la cabeza, en instantes así deseaba poder sacarse el cerebro y darle un buen lavado para si evitar seguir pensado por al menos una hora. Claro que si hacia algo así moriría, era la pega. Las palabras de Shiz, que aun seguía ahí a su lado lograron espabilarlo un poco. Mirándolo por unos segundos, antes de volver su vista al agua inseguro aun "Venga DL, solo es mojarte los pies, ni que te fuese a absorber" pensó intentando darse un poco de ánimos, incluso Shizel estaba ahí intentando que entrase y eso viniéndote del idrino, que seguramente tendría ganas locas de meterse ya al agua, significaba bastante. Aun con ciertas dudas se levanto, acercándose al agua sin llegar aun a que este le tocara, pero mucho mas cerca de lo que había estado nunca.

-No creo que sea capaz de meterme sin mas...el otro día Ramas me tiro al rió y lo pase bastante mal, casi me ahogo -añadió girándose a ver al idrino sobresaltándose un poco cuando el agua rozo sus pies, pero respirando profundamente para no moverse "Es solo agua, maldita sea, aquí es completamente imposible ahogarte así que calma" pensó dejando que el agua cubriera completamente sus pies y eso viniendo de él, era un logro, pero no era suficiente. Quería ser poder capaz de bañarse sin que le diera un ataque de pánico- ¿Es posible que parte de mi miedo al agua sea porque no se nadar y me hundo fácilmente?- pregunto tras alguno segundos de duda, un tanto incomodo, resultaba un poco estúpido a decir verdad ninguno parecía tener problemas en ese respecto, pero que podía hacerle. No había nada similar donde el había vivido, sin contar que en verdad su miedo le había impedido siquiera intentarlo, pero no quería seguir así,  era una persona nueva y como cambiante algún día le gustaría poder transformarse en cualquier criatura posible y a eso se le incluía criaturas de agua. Y para lograr eso debía comenzar por dejarle de tener temor- Es un fastidio sentir miedo por algo así... sino lo temiese de esta forma tan absurda seria incluso divertido el poder bañarse, realmente me gustaría poder hacerlo- murmuro observando el agua acuclillándose un poco para mojarse las manos,mojándose mas de la cuenta a causa de las olas que llegaban a la orilla, con un suspiro y con el vello de punta aun medio desconfiado se saco la camiseta para dejarla a un lado prefiriendo que no se mojara aun mas, quedándose solo en unos pantalones oscuros.

-Shiz...¿me enseñarías a nadar? Como idrino debes ser realmente bueno por naturaleza- pregunto girándose a ver al idrino tras una cierta duda, porque eso implicaría tener que meterse mas profundo, pero empezaba a odiar seriamente sentir aquel temor y quería solucionarlo, como fuese.

De haber tenido lugar el encuentro en el interior de una cueva cerrada Shizel no lo estaría llevando con tanta calma: de hecho, no habría venido en absoluto. Suponer que el temor de DL se debía a la fobia que tenía a los espacios abiertos sería admitir que el foner tenía mayor autocontrol que él, por lo que la explicación que proporcionó el propio DL le resultó muy conveniente.
-Es posible- dijo. El hecho de que el cambiante sólo mirase al agua a sus pies y apenas se hubiese fijado aún en el horizonte respaldaba esa teoría-. Debería ser ilegal no enseñar a la gente a nadar- bufó. Como idrino, aquello le parecía de juzgado de guardia.

El skrýmir empezó a entrar en el agua hasta que ésta le llegó a la altura de las rodillas, con la intención de que DL también tuviese que aventurarse hacia adentro para hablar con normalidad.
-Adulador- se burló inicialmente ante la petición del foner, para luego volver a hablar en serio-. Vale, pero sin prisa. Primero hablemos de meterte y luego ya veremos si a lo largo del día de hoy podrías empezar a aprender a nadar en condiciones- se giró para seguir adentrándose en el mar, a un ritmo lo bastante relajado para que DL pudiese seguirle sin problemas-. Sigue avanzando. Piensa que estás entrando en una bañera grande.
"Y salada. Y sucia."
-Si crees que es más fácil, mírame todo el rato y no te fijes en lo de alrededor. Como si estuviéramos hablando en mitad de la calle de camino a... no sé, el anfiteatro- añadió, manteniendo siempre un ojo puesto en DL para comprobar que no estaba teniendo problemas. No le cabía en la cabeza que alguien pudiese tenerle miedo al agua, y le daba lástima pensar en lo que el foner se estaba perdiendo.

Estaba costándole un poco, pero había decidido que ese día si o si se metería en el agua, aunque fuese por pura cabezonería. Por eso empezó a adentrarse lentamente sintiendo  el agua fría en su piel e intentando relajarse  y que no le dieran pensamientos ratos. Las palabras de Shizel resultaron un poco tranquilizadoras.

-Bañera gigante, sin bordes ni lugar donde agarrarse –rió de forma algo irónica y nerviosa, sintiendo como sus pies se hundía ligeramente en fondo. Poco a poco iba tomando terreno, el agua estaba bastante fría y eso le hizo pensar en si Shizel sentiría ese frió, como una forma de distraerse decidió preguntárselo- Shiz, ¿sientes el agua fría? Digo, por tu transformación-pregunto intentando así relajarse sin mucho éxito, pues sintió algo rozando su pierna cerca de la pantorrilla, probablemente un pez. Respiro hondo aguantándose las ganas de salir, agradeció las siguientes palabras de Shizel, aunque lo que dijo hizo que dejara de mirar el agua para observarlo a él. “¿Mirarte todo el tiempo ¿En serio? Creo que eso mas relajarme me desconcentraría aun mas, dado como tengo la cabeza últimamente…pero si…venga DL piensa que vamos hacia el anfiteatro” se repitió intentando que esa escena calara hondo en su mente mientras lo miraba. Era complicado concentrarse en pensar que iban hacia el anfiteatro con Shizel medio desnudo frente a sus narices, dudaba seriamente que este fuese así por la ciudad, cosa que en cierta forma agradecida…dudaba el poder concentrarse en los entrenamientos si lo estuviera con ese cada dos por tres.

“Ya no tengo claro si agradecer verlo así o quejarme porque no me ayuda a pensar en otra cosa. Cerebro mío no me estas siendo de ayuda, así que te pido que vuelvas a la normalidad pronto” pensó refunfuñando un poco, sin despegar sus ojos de Shizel, tan concentrado en este y en sus pensamientos sobre el, que ni cuenta se dio del momento en el que acabo a su lado, con el agua ya por la cintura. “Que extraño, es como si fuese atraído y convencido por el cuerpo de Shiz para entrar” pensó un poco sorprendido al ver lo mucho que se había adentrado sin darse ni cuenta. La reacción no tardo en aparecer, se inquieto un poco al verse más profundo de lo que había esperado, pero por suerte la presencia del idrino a escaso medio metro y de la tierra bajo sus pies ayudaron un poco a calmar la ansiedad.

-Vale...creo que ya, ¿ahora que?- dijo un poco tenso pero un poco mas tranquilo mientras sintiera el suelo bajo sus pies, observando atentamente al idrino sin despegar sus ojos de este, realmente sentía que como dejara de observarlo empezaría a darle esos temores tan molestos de nuevo y era algo que prefería evitar. Aunque el mirarlo no es que ayudase mucho tampoco.

-¿Fría?- repitió Shizel sin comprender. Luego esbozó una sonrisa débil, algo pensativo-. Sí, supongo que lo está...
Ahora el frío era él, y el mar el que perdía calidez a su contacto. El skrýmir se había acostumbrado a los quedos crujidos que producía la escarcha de su piel al romperse al contacto con el agua, y el que le señalasen activamente detalles así de su transformación se le antojaba ya extraño.
Aprobó el intento de DL de mantener la mente ocupada y él mismo rellenó el trayecto con charla banal para distraerlo, una práctica que tenía tan interiorizada que le resultaba tan fácil como respirar. Tampoco había que ser un idrino especialmente perceptivo para notar que DL lo miraba con más intensidad de lo habitual, y como siempre desde que había empezado a notar los cambios de la luna Shizel sacó a la luz una baraja de probabilidades y empezó a descartarlas una por una por puro ejercicio mental.

Él mismo le había aconsejado hacer eso para evitar mirar el horizonte, y era la opción estadísticamente más probable. El sol estaba bajo a causa de que aún era de mañana, así que otra opción era que tuviese que fijar más la vista para ver por dónde iba sin deslumbrarse. También podía deberse a una coincidencia, algo improbable pero aun así posible, o a que DL dirimía mentalmente algo relacionado con él o las palabras que había dicho recientemente. O podía ser, sin más, porque le gustase mirarlo con menos ropa de lo normal. Cualquiera de esas cosas era posible.

Apartó sus ociosas reflexiones con un encogimiento de hombros mental cuando DL llegó a su altura y le proporcionó otro tema con el que entretener la cabeza. No se había esperado que avanzase tanto mar adentro la primera vez, tenía que reconocerle el mérito al foner.
-La siguiente parte puede resultarte un poco más complicada- se rascó la coronilla sin saber muy bien por dónde enfocar algo que para él era tan básico-. ¿Sabes flotar?
La respuesta del foner fue negativa. "Era de esperar." Shizel contuvo el impulso de suspirar profundamente.
-Por sí sola y si está en calma el agua te mantiene a flote, no te hunde- le explicó-. Te hundes tú solo si te mantienes rígido y no haces más que patalear a lo loco. Para avanzar con eficiencia por el agua sí hace falta técnica, pero antes vas a tener que superar ese recelo que tienes- decir "miedo" directamente sonaba demasiado a "fobia", y por tanto a tema tabú, por lo que los idrinos eran ricos en eufemismos en ese sentido-. Si aprendes a hacer el muerto hoy, ya es un avance grande- le ilustró al foner en qué consistía dicha técnica, para luego aprovechar para sumergirse y ya incorporarse empapado. Llevaba un rato deseándolo-. Como ves requiere mucha confianza por tu parte, porque estás tumbado de espaldas sin moverte. Te recomendaría empezar por familiarizarte con el mar hundiéndote parcialmente, pasar a sentarte a medias en el fondo y de ahí ir retirando apoyos con el suelo. Estás a poca profundidad y saber que es un sitio seguro debería ayudarte.
La disertación le salió con facilidad una vez hubo ordenado los datos previos en su mente. Aún así enseñar a nadar a alguien de su edad... tener que explicar algo así verbalmente era muy extraño.

Por fin llegamos a la Bahía, aunque tuvimos que bajar por el pasaje excavado en el acantilado, para temor de mis uñas. Pero llegué entero abajo... Y más problemas: no recordaba que el suelo no era de arena sino de cristalitos. Y aunque no me molestasen en las plantas de los pies, las uñas peligraban. Así pues, me paré en seco y me puse a levitar (era eso o proteger cada maldita uña con un hechizo). Luego seguí a las chicas y me quedé cerca, pero no tardé en necesitar actividad y me dirigí al agua. Allí al menos podría dejar de levitar. O incluso podría adentrarme en la maraña de barcos naufragados y explorar... <<O. C. I. O. ¡Ocio! A ver si te entra en la cabeza. Relajación, joder. Quédate con las chicas tumbado al sol o haz algo que te distraiga, pero deja de darle vueltas al trabajo!>> Además, quién sabe lo que habrá en el agua. Tanto naufragio y ni un cuerpo flotante ni en la orilla. Y fijo que... <<¡Gah! Nadaré un rato para dejar de pensar>> A las malas, si el rato nadando no me despejaba, me quedaría cerca de K y pensaría en otras cosas. <<No pienses en la lista ni en compartir sitio con... ¡Que no pienses, joder, disfruta de un día tranquilo!>>

Pero primero me fui a nadar, sin alejarme de la orilla y con las uñas ofensivas listas por si acaso. Mientras, Shiz enseñaba a DL a flotar. <<¿Cómo se le ocurre venir a aprender a nadar aquí, habiendo un río sin tanto oleaje?>> Al escuchar lo último y ver a este intentando flotar, me acerqué buceando al foner y le tiré ligeramente de los pies. Al soltarle salía a la superficie con una carcajada, pasando por alto la reacción de Shiz.

-Eso siempre y cuando alguien no te tire por los pies. Es broma. Ánimo con las clases.-y tras eso volví a alejarme.

Al cabo de un rato me quedé tumbado en la orilla, con los brazos en cruz y mirando al sol, buscando relajarme...