Torreón Letargo (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llegamos a las afueras del torreón, que esta completamente cubierto de enredadera, a primera vista no se ve la puerta, así que me pongo a buscarla ...
-Ayudarme por favor - les pido a Elliot y a Gael - ...
Comienzo a golpear con la punta del bate suavemente sobre las enredaderas, esperando oír algo que no sea la madera golpeando contra la piedra bajo de las enredaderas ...

Entreno varias horas seguidas, y no me fatigo en los brazos. Al parecer, a parte de ganar musculación, he ganado un poco de resistencia.
Descanso un poco. Voy a por barreños de agua y me doy un baño rápido y me pongo el pantalón viejo y ancho.
Después decido hacer algo, puesto que no hay ningún movimiento en el torreón, y busco algo que me valga de ropa, puesto que todo me está estrecho... Encuentro una sudadera sin mangas, también un poco vieja, pero lo suficiente ancha para estar cómodo y no pasar calor.
Al final opto por ir al Burdel, donde creo que encontraré a mis compañeros.
Saldo del torreón, y con espada en mano, me dirijo hacia allí...

[Sigue en el Burdel]

Por fin veo la forma del torreón recortada contra las últimas luces. No se ve nada ya, pero la silueta es inconfundible, hasta me parece ver las enredaderas. Parece que al final la energía de los amuletos será suficiente, pero no va a sobrar mucha precisamente. Lo que me noto, más que agotado por la magia, es mareado. Siento que me tiemblan las piernas, voy agarrotado. Es el primer viaje largo que hago. Abrazo con más fuerza la cesta por miedo a dejarla caer.
Cuanto menos falta más nervioso me pongo, hasta que por fin consigo tomar tierra al lado del pozo. Caigo de rodillas al poner los pies en el suelo y la cesta vuelca. Se desperdigan varias frutas y ruedan un poco por el suelo, cae el pan y también rueda un queso. La carne por suerte se queda en el fondo de la cesta. Cuando me recupero de la impresión al tomar tierra pienso en lo peligroso que podría haber sido este viaje, pero ya no importa, ¿ha salido bien, no?
Recojo la comida abrillantando la fruta con la camiseta y soplo sobre el pan y sobre el queso, no creo que se note mucho, aquí no ha pasado nada. Me sacudo el polvo de las rodillas y con la vara en la mano busco la entrada entre las hiedras. Llamo a la puerta y me abren.
-¡Traigo una cesta! -anuncio con voz todavía temblorosa. Seguro que la gente tiene mucha hambre. La dejo sobre la mesa y bajo a la armería a dejar mis cosas. Pero al hacerlo noté de nuevo esa opresión de la que casi me había olvidado. Apenas puedo respirar. Lanzo la vara y la daga al suelo y subo rápidamente otra vez. En vez de quedarme en la planta baja, subo hasta la azotea a tomar el aire. Eso está mucho mejor, repirar tranquilamente, mirar las estrellas... Los primeros murciélagos flamígeros empiezan a iluminar con ese ténue resplandor. Es un espectáculo precioso. Mientras la observo me dedico a cargar amuletos, cortándome para los cristales y manteniendo en el cuello o las muñecas los demás.
Al cabo de un rato supongo que ya es hora de tomar algo para cenar y bajo de nuevo, mucho más tranquilo. Los espacios abiertos, volar, sentir la brisa en la cara eran algo que me gustaba cada vez más. Bueno ¿a quién no le gustaría volar? Como mucho a alguien con vértigo. Pobres. Pensando en tonterías llego a la cocina y veo que cada uno se está sirviendo lo que puede. Se nota que no está Vac, aunque no hay ánimos para ponerse a cocinar ahora, todos están hambrientos. Yo me dedico a roer queso y frutas, a los que les retiro la parte exterior con un cuchillo, y evito el pan. Veo a los demás comer de las otras cosas sin reparos, y no sé si debería decirles algo... Tarde, mejor que coman tranquilos.
Después de cenar el ambiente está mucho más tranquilo. Por mi parte creo que ya es hora de ir a dormir. Usar la magia sigue agotando, aunque sea menos. Mañana será otro día.
Subo arriba, a mi cama. Aparto las sábanas y las mantas, todavía revueltas y me meto dentro, sólo quitándome la chaqueta y los zapatos. Me tapo con una única manta hasta el pecho y consigo dormirme tranquilamente. Qué gusto dormir en mi propia cama.

Me despierto con la luz de la mañana entrando a raudales por la ventana. Me revuelvo en la cama y acabo por tirar la manta al suelo. Me encojo sobre las sábanas al notar el frío y cuando encuentro ánimos para levantarme lo hago. El torreón está bastante silencioso, se nota que faltan Vacuum, Elliot, Jau, Yip... Pero da hasta la impresión de que aún está más vacío que eso, no veo a Nikolas y no sé...
No le doy más vueltas y me levanto enseguida, tengo ya hambre y había sobrado algo de comida de la cesta. Además quería darme un baño con agua caliente. La cocina está vacía, se me hace raro verla tan en silencio y me apena. La atravieso y salgo hasta el pozo para ir subiendo agua hasta la bañera. Después de hacer varios viajes utilizo la energía almacenada en los amuletos que llevo encima y caliento el agua murmurando un hechizo. Dejo los amuletos fuera y me baño con calma. Hoy no hay prisa ni nadie haciendo cola para utilizar la bañera. Así es mucho más relajante, estoy de nuevo hasta que se me arrugan las yemas de los dedos. Entonces salgo y me visto volviéndome a colocar los amuletos.
Bajo a la cocina y cojo un poco de lo que queda, fruta principalmente. Queda carne pero ahora mismo no me baja y... no sé cocinarla. Tal vez va siendo hora de ir aprendiendo, pero ahora mismo... Da igual, me arreglo con la fruta. Subo a la azotea a comerla, para estar un poco al aire libre, sentado en el suelo y sintiendo el calorcito del sol. Después bajo a tirar los restos de la fruta y lavarme las manos con el agua del pozo.
Me quedo mirando para las enredaderas como atontado, parece que aquí se dan muy bien, y hay agua suficiente en el pozo para regar plantas. Meto la mano todavía húmeda en el bolsillo del pantalón y saco las tres semillas que había quitado a la manzana dorada. Ya estaba tardando en plantarlas... Aunque tardarían años y años en crecer, pero tal vez algún día podría comer cuantas quisiera. Pero al menos alguien las disfrutaría, supose. O tal vez la magia pueda ayudarme a mejorar el crecimiento de las plantas.
Busco tres sitios adecuados lo suficientemente alejados unos de otros, y en ellos hago un pequeño agujero con las manos donde deposito la semilla, deseándole suerte. Después busqué ramitas secas de la enredadera lo suficientemente vistosas como para señalizar esos lugares y por último añadí algua del pozo encima con cuidado. Debería acordarme de regarlas si quería que alguna de esas semillas lograra convertirse en un árbol. Las posibilidades eran pocas, supuse, pero por intentarlo que no quede.

De vuelta dentro pienso en qué puedo hacer, y decido estudiar el libro de magia. En vista de que la magia cada vez me sale más fluida me pongo a estudiar los hechizos de más nivel. Los había para hechizos localizadores, para abrir portales de comunicación... ¡Un momento! ¿Portales de comunicación? Eso podría ser muy útil para comunicarse con el burdel, y así... bueno, seguro que así Elliot y Vacuum estarían más contentos en el torreón, sí. Me pongo a leer de que trata... parece demasiado complicado, tendría que consultarlo con los demás. Requiere muchos cristales, hay que renovarlo con sangre... pero se pueden pasar papeles, pergaminos o algo así con mensajes. Seguro que pueden ayudarme con esto, pero tenemos que intentarlo.
Estoy tentado de hacer una prueba de un sitio a otro del torreón, pero no estoy seguro de si me reñirán por ello gastando cristales cagados de esa manera. De todas formas, creo que no hay nada con qué escribir. ¿Habrá carbón por algún lado? Bajo al sótano y busco en la armería y en las mazmorras, pero no encuentro nada. Me encuentro tan agobiado allí abajo que apenas puedo respirar, así que cojo más cristales y salgo de allí enseguida. En la cocina, nada, en la segunda planta... en el baño nada, ¿y el estudio? No había libros, pero nadie ha vuelto a entrar por allí en mucho tiempo, tal vez haya tizas, algo con que escribir, aunque no hubiese papel, que era lo que buscábamos al principio. Abro la puerta y entro. El ambiente es tan cargado allí que inmediatamente siento ese agobio que me oprime cuando bajo al sótano. Corro hacia la ventana para abrirla sin fijarme en nada más que ella, mi salvación. ¿Cuánto hace que no entra nadie aquí? Este sitio es un asco, necesita mucha ventilación. Me quedo en la ventana hasta que me parece que no huele tanto a mohoso lugar cerrado y me vuelvo, ahora ya es más tolerable.
Y allí está. De un primer vistazo no lo vi, apoyado en la mesa, al lado de la ventana. Descansaba al sol, como si hubiese estado ahí desde siempre. Pero había una mancha mohosa a su alrededor, humedad reciente y pútrida. Suelto un grito de horror mientras retrocedo sin mirar donde piso.
-¿¡Q... Qué e... qué...? -empiezo a decir sin lograr terminar la frase. Aquello no estaba allí la primera vez que vinieron. Aquello no pudo entrar, la ventana estaba cerrada-. ¿Qu... Qui... ¡Quién!?
Trastabillo intentando huir hacia la puerta. La atravieso y doy un enorme portazo cuando me encuentro al otro lado. Me tiemblan las piernas como dos flanes... Tengo que avisar a alguien, tengo que ir a vuscar a Vac y Elliot, ellos sabrán qué hacer, sí... ellos sabrán...
Bajo las escaleras intentando no rodar por ellas, hecho un manojo de nervios. Abajo me pongo la chaqueta y sin coger armas de ningún tipo, solo con el libro en la mano todavía, echo mano de mis amuletos y salgo al exterior del torreón. Hago el hechizo que me permite flotar en el aire, pero me sale mal la primera vez porque no logro vocalizar de tanto que tartamudeo. Me calmo durante unos instantes y después lo realizo con éxito. Atravieso los cielos a bastante altitud y me dirijo con rapidez al burdel.

(Sigue en el Burdel de dama Espasmo).

Llegamos al torreón un rato después, busco la puerta bajo las enredaderas y la abro con cuidado, dejo las espada y el escudo junto a la puerta y tras preguntarle a Gael subo al segundo piso, entro en el estudio con cuidado ... todo esta muy sucio, la verdad es que no se ha entrado aquí en mucho tiempo, miro con atención en la penumbra de la habitación, sentado a la mesa esta el esqueleto del que ha hablado el chico, pero estoy seguro que no estaba cuando llegamos, esta recostado sobre la mesa, como si se hubiera dormido y ademas esta cubierto de polvo y telarañas ... suspiro con pesar, es uno de nuestros compañeros seguro, ¿como hemos podido no darnos cuenta?, subo a la tercera `planta y observo a mis compañeros dormidos, buscando, tratando de averiguar quien es, castigándome mentalmente por no haberme percatado antes. Me lleva un rato, pero descubro quien es, es uno de los dos chicos que no habían bebido de la fuente, el chico que iba con Helli, Tesla creo recordar, y ahora que lo pienso hace mucho que no lo veo ... bajo a la primera planta e informo a los demás de quien es, salgo al patio y me dirijo al cobertizo, donde agarro un saco y un cubo, que lleno de agua en el pozo. Vuelvo a entrar y agarrando unos trapos me dispongo a hacer lo que no quiero que hagan los demás, subo al estudio y sin pensarlo, pero con respeto, meto el esqueleto del chico en el saco, pero al levantarlo se me desarma, con un escalofrío recojo los huesos uno a uno, que están mezclados con jirones de ropa, y los meto en el saco, cuando acabo cierro el saco y limpio la mesa y la silla con el agua, el trapo y el jabón que voy a buscar al baño, hasta que tras frotar un buen rato quieto la mancha de la mesa y de la silla. Cuando termino agarro el cubo y el saco y bajo al patio, saco una pala del cobertizo y cavo una tumba mas o manos decente junto al huerto y deposito los hueso del chico en ella, lo tapo con la tierra y pongo una piedra grande de lápida, ya grabare algo e la piedra, cunado tenga tiempo y luz ... me quedo unos minutos frente a la tumba en silencio, en verdad es algo triste y resulta dura, a pesar de no haberlo conocido mucho vivirlo de cerca es difícil, aunque ya este acostumbrado por lo de mi madre, pensar en ello hace que unas lágrimas mojen mi cara, no quiero que pase pero su recuerdo me afecta, sacudo la cabeza enfadado conmigo mismo y dejo la pala en el cobertizo, recojo unas flores del jardín y las dejo sobre la tumba, luego me lavo la cara en el pozo,
-Ya esta - digo al entrar, aun tengo tierra bajo las uñas, así que empiezo a frotar inconscientemente, tratando de quitármela, de eliminarla de mis manos, de borrar el recuerdo de la muerte de mi cabeza - ...

Cain llegó al torreón y no se movió del salón. Vio a Vacuum y Elliot subir, luego el griego bajó con un saco, seguramente llevaría el cadaver del chico... Pasó junto a Gael y le puso la mano en el hombro, presionando ligeramente, para darle ánimos. Cuando Elliot se fue a la habitación Cain interceptó a Vacuum y le abrazó con fuerza. No sabía exactamente lo que sentía en ese momento. No conocía al chico, no sabía quién ni como era, no sabía cómo había muerto, ni cuánto llevaba así. En realidad no le afectaba la muerte del chico, en absoluto, le afectaba cómo estaban lso demás ahora, como estaban Vacuum y Elliot, como estaba Gael. El chico ya estaba muerto, nada podían hacer por él pero...
-Vamos a dormir... vale?- le susurró a Vacuum al oído. Aunuqe ni siquiera estaba seguro de que fuesen a poder dormir. Llamó a Gael y subieron los tres detrás de la pelirroja, que ya se había acostado.

Elliot me estrecha la mano en el patio y me limpia las lágrimas con un beso, se lo agradezco y entro tras ella, cuando sube a dormir Cain interrumpe el frote de mis manos con un abrazo que me rodea con fuerza, le devuelvo el abrazo, que me reconforta y me hace olvidar el pasado, devolviendome al presente, su aliento en el oído me hace cosquillas, asiento ante su propuesta y subo agarrado a él tras Elliot, Gael también sube, una vez arriba veo que Elliot se ha metido en su cama, niego divertido y me acerco hasta ella, me inclino, ya esta dormida, la cojo en brazos, al despertarla patalea enfadada, pero la silencio con un beso en la boca lo que la hace dejar de moverse, parece feliz somnolienta, la dejo sobre mi cama y mientras Cain se va desvistiendo ...
-¿Hoy te toca a ti en medio no? - digo riendo en voz baja para no molestar a los demás - ...
Agarro la cama de Elliot con ambas manos por los costados y la levanto por encima del suelo, moviendola hasta que queda junto a la mía, las junto empujando y me estiro, doblandome hacia tras de forma algo exagerada, la espalda me cruje con fuerza, me desvisto y me meto en la nueva cama doble, abrazo a Cain con fuerza, paso por encima de el para darle un beso de buenas noches a la pelirroja y le dejo otro en el los labios al italiano, descanso la cabeza en la almohada y con una mano sobre la cintura de Elliot y los brazos rodeando a Cain me quedo pensativo un rato, pero al final me voy quedando dormido, no quiero pensar en cosas tristes y el sueño, junto con Elliot y Cain es la mejor opción ...

Llegamos al torreón a toda prisa y cuando suben arriba a ver la escena no los acompaño. Me quedo todo el tiempo en la cocina, intentando no pensar en ello, no mirar cuando Vac baja con los restos... El compañero ya ha sido identificado, y no hago más que pensar en él. En los primeros días, cuando le conocí. Su presencia era muy silenciosa, normal que casi le hubiera olvidado. La primera vez que lo vi estábamos en la plaza de la fuente, acorradalos por la bicha. Él y Helli se quedaban atrás sin saber a dónde ir y los invité a seguirnos con la mirada... Quién me iba a decir que ahora él...
No sé cómo pudimos no darnos cuenta. Y lo que es más inquietante, ¿por qué murió? Es inquietante pensar que de alguna manera se puede morir en lo que parece un hogar seguro. Ya no volveré a verlo del mismo modo. Un escalofrío me recorre la columna.
Deciden que es hora de irse a dormir, y no puedo estar más de acuerdo. A pesar del miedo que tengo, creo que podré soportarlo estando en la habitación. Hay gente, al menos, no es estar solo. Y por otro lado, decido que nunca más volveré a entrar en el estudio. Al pasar a su lado subiendo las escaleras evito mirar la puerta, intento ignorar que está ahí. Siento como si lo que mató a Tesla, fuese lo que fuese, siguiera allí. Lo mejor será pensar que en algún momento algo lo envenenó... fuera, o algo. No hay monstruos... ni maldiciones aquí dentro.
Me voy directo a la cama al llegar arriba, murmurando un poco vocalizado "buenas noches". Me meto en mi cama como suelo hacer y me quedo despierto, pensando en lo que ha pasado hoy. Por otra parte, al menos me alegro de tenerlos a todos aquí de vuelta. Cain, Vacuum y Elliot murmuran, creo. No le presto atención hasta que escucho un beso. Me quedo con los ojos abiertos en la semioscuridad, pero no están en mi campo de visión. ¿Están moviendo una cama? La escucho posarse en el suelo de nuevo, y luego chirriar cuando se van a dormir. ¿Y eso? ¿Para quienes? Ahora ya tengo otro motivo más para barruntar toda la noche. No pienso levantar la cabeza y ponerme a cotillear como una señora mayor. Es... es su vida, la de quienes sea. Ya si eso... me enteraré mañana, o lo que sea.
Tardo un rato muy largo en quedarme dormido, ha sido un día muy movido, pero precisamente mi cabeza no para de darle vueltas a todo lo que ha pasado.

Cain intenta no reír cuando Vacuum une las camas, esperaba no escurrirse por el hueco... SE acuesta tras desvestirse y le da un beso a Elliot. SE acurruca a su lado y al poco se une Vacuum que les da las buenas noches a los dos. Cain se undió más en las mantas, era agradable estar así, entre ambos. Cerró los ojos, y durante un momento creyó tener de nuevo siete años, y dormir entre mamá y papá en su habitación, protegido. La imagen de su madre a punto de apagarle el cigarrillo en la piel y la de su padre ahorcado le hicieron eliminar ese pensamiento. No había papá y mamá, nunca los había habido y nunca los habría. Solo Vacuum y Elliot, solo ellos, y no necesitaba a nadie más. Se repitió esto varias veces hasta que se quedó tranquilo y se durmió.

Nia hizo crujir su cuello sin querer, lo que la hizo adoptar una expresion de sorpresa y medio de dolor y de placer. Salta de la cama. Comprueba las camas.
<<Ohh si...¡Al fin han vuelto!>>piensa de alegria. Al instante la sonrisa se le borra de la cara.
<<Van a pagar por abandonarme...Les voy a gastar una broma que se acordarán de mi...>>sale riendo por lo bajo. Ya no quedaba nada de comida. Si bien Nia se habia dado cuenta de ello, no daba señas. Iba a la cocina a por otra cosa. El ollín de la caldera.
<<¡Perfecto!>>
Pensó cuando vio que habia suficiente como para untarse dedos indices y pulgar ademas de los tentaculos. Y entonces subio, despacio sin hacer ruido y se dirigio a la cama de Gael, al cual le puso unas cejas enfadadas y algo de ollin bajo los parpados que le deban un aspecto tetrico. La "artista" se quedó meditando su obra y le añadio dos espirales en los pomulos. Satisfecha, pasó al siguiente: Vacuum.
Estos tres últimos eran bastante más dificiles que Gael, que, sabedores de su venganza, se habian arremolinado juntos en pos de protegerse. Nia no pudo evitar pensar en ese momento:
<<¡Ja! ¡Pateticos humanos!>>
Gracias a sus dos tentaculos conseguia llegar más lejos que con los brazos y más sigilosamente tambien. Sombra de ojos alargada hasta la sien, y unos bigotes daban a ver al griego como un animal parecido al tejón. Siguio con Cain al cual se centró sobre todo en ponerle la nariz negra, añadio tambien unos bigotes, más finos que los de Vacuum, y lo remató haciendole las cejas más gruesas y del color del ollín y ya solo quedaba la última de sus victimas: Elliot.
Harm interrumpio a Nia quien hacia esfuerzos por no reir mientras "decoraba" la cara de la chica.
<<Elliot te va a matar cuando lo descubra. Y yo no te voy a proteger>>
La pintura ya estaba hecha, en los parpados tenia dibujados unos ojos que según Nia, eran pura maldad. De las comisuras de sus labios salian multiples y amenazadores colmillos y tenia algunas venas marcadas en la sien.
<<No, si no descubren que he sido yo...>>contestó finalmente Nia, mientras bajó a toda prisa y se lavó por completo con agua y jabon hasta que el ollín de los tentaculos y los dedos desaparecio. Salio al salón y volvio con su lectura.
<<¿Y donde has visto esto que se llaman, "bromas"?>>
Nia levantó el libro y se lo mostró a Harm sin parar de leer. Sus tripas hicieron presencia. Sus planes malvados le habian dado hambre, razonó.

Me despierto contento, pero al recordar el día de ayer todo se me viene encima, borrando mi felicidad de un plumazo, me quedo varios minutos mirando al techo, ajeno a lo que hay a mi alrededor, ensimismado en mis pensamientos. Me restriego los ojos con los dedos, y al mirarme las yemas las veo negras, me incorporo extrañado y miro a Cain y a Elliot, tienen la cara pintarrajeada, una sonrisa divertida me asoma a la cara, miro a mi alrededor y también me percato de que Gael esta pintado, y de que Nia no esta en su cama ... mmm, ¿estaría enfadada por nuestra ausencia?, lo mas seguro, con cuidado de no despertarlos me pongo en pie, bajo a la segunda planta y me doy un baño, limpiándome a fondo, quitándome el hollín de la cara. Después me seco y subo a la tercera planta con una toalla la cintura, me pongo unos pantalones cortos negros, por debajo de las rodillas, una camiseta roja de manga corta y la sudadera negra, me calzo las Converse y bajo a la primera planta, revuelvo el pelo a Nia, que esta enfrascada en su libro, masticando un poco de menta, con un trapo húmedo en una mano, y con dos manzanas en la otra regreso al tercer piso, Cain parece tener un sueño mas profundo de lo habitual, y cuando le limpio la cara no se despierta, le dejo un beso en los labios y me rodeo la cama para sentarme al lado de Elliot, le limpio la cara con suavidad, pero cuando acabo parpadea saliendo del sueño ...
-Buenos días pelirroja - digo inclinándome sobre ella y juntando mis labios con los suyos, le doy un beso largo, recorriendo su boca con la lengua, feliz de tenerla conmigo, como de tener a Cain - ... no te enfades - digo perfilado su cara con mis dedos, mis ojos brillan esmeraldas - , por favor ...
Aun así no quiero quedarme a verlo, así que me pongo en pie y con un último roce me subo a la azotea, cogiendo previamente la guitarra, arriba me siento en las almenas y hago levitar las mazanas distraído, haciendo que giren entorno a mi cabeza, dejo la guitarra apoyada a mi lado y subo las rodillas para rodearlas con los brazos, la espalda cruje sonoramente, pero lo ignoro, dejo mi mirada vagar por los tejados de la ciudad ...

Nia se sorprende de que Vacuum no le haya mencionado nada. Tan solo se limito a revolverle el pelo y ella le contesta con un puchero puesto que era una venganza y se la habia tomado demasiado bien. Siguio con su lectura. Un estruendo comenza a desdender escaleras abajo.
-¿Oyes eso?-le dice a Harm
<<Siento eso...>>le contesta.
-¿Que será ese ruido?-
<<Apuesto a que es pura ira en camino....>>dice imaginandose lo que ocurre a continuacion. Un ser pelirrojo, se abalanza sobre ella y sin que le de tiempo a reaccionar, descarga su mano sobre la mejilla. El libro se cae al suelo, perdiendose la página, y sorprendida y sin saber que hacer, mira a los ojos de su atacante. Pura ira destilada manaba del iris de Elliot que rompe al instante la conexión y se aleja, no habiendo saciado su ira. Nia no sabe que hacer. Era la primera vez que alguien la habia pegado. Tenia miedo. El labio le comienza a temblar y llora desconsoladamente, casi al instante, y en contra de su voluntad unas arcadas la sobrevienen y en un acto que recuerda a toser escube una nube de tinta seca, que si bien deberia ser tan espesa como para no dejar ver atraves de ella, recordaba más al polvo. Nia echó a correr y se escondio en la armeria, llorando, abrazada a sus piernas, dejando el salón sumido en esa cortina de tinta inutil.
-¿que hecho mal?-dice entre sollozos
<<No digo que haya estado bien lo que has hecho. Siempre es mejor hablarlo. Claro que tambien son terricolas y aun no entiendo su filosofía. Quizas deberias tener más cuidado con Elliot.>>
-Yo solo...Estaba tan sola y ellos...ellos me dejaron aqui...y yo...-no dice más y sigue llorando, con la cabeza entre los brazos. Harm le acaricia la cabeza, intentando aliviarla.

La brisa me revuelve el pelo mientras me imagino las escena que debe de estas aconteciendo abajo, suspiro con la barbilla sobre las rodillas. ¿Por qué se tienen que llevar tan mal?, ademas solo era hollín, ni que fuera ácido sulfúrico, es una niña de 10 años, no la puedes tomar tan enserio con respecto a ese tipo de bromas. Los minutos pasan y noto la presencia de Elliot tras de mi, se sienta mi lado y me acaricia la cara con las manos, junta sus labios con los míos y yo cierro los ojos, para disfrutar mas de su contacto, saboreando su boca ... parpadeo cunado me dice que me quiere, aunque quiere decir otra cosa, pierdo la mirada en sus ojos verdes ...
-Yo también te quiero - digo con tono algo triste, limpiándole una mota de hollín de la comisura del ojo, no estoy enfadado con ella, ¿como iba a estarlo?, solo quiero que se lleven mejor ni se lo tome tan a pecho - ...
Hago descender las manzanas y le paso una a Elliot, tienen un color azul apetitoso, así que mastico, intentando dejar de pensar, disfrutando del momento, sin pensar en el futuro, olvidando el pasado, y obviando el futuro, aunque este llegara y no podre hacer nada, me asusta un poco no saber en que me voy a convertir, en si mis compañeros me darán de lado, como en el sueño ... sueño que cuento a Elliot, a la que aun no se lo había contado, aun hoy el sueño me hace temblar ...

Me despierto con un poco de sobresalto. Oigo voces gritando en el torreón, pero no sé de quién son ni a santo de qué vienen. Me levanto inquieto, pero solo escucho unos pasos subiendo hasta la azotea. Al levantarme veo las dos camas pegadas, donde solo queda Cain durmiendo. Las camas movidas son las de Elliot y Vacuum ¿será que no había camas libres para Cain? Sí, sí las hay. Entonces... no entiendo nada.
Continuo mi camino hacia las escaleras despacio, dándole vueltas a la cabeza. Cuando llego a la cocina veo un polvillo negro cubriendo algunas zonas ¿qué habrá pasado aquí? Entonces escucho unos sollozos apagados que vienen del sótano. ¿Y eso? Arrimo la oreja a la puerta e identifico la voz de Nia, ¿qué habrá pasado aquí?
Hago de tripas corazón y bajo al sótano, sintiéndome aprisionado. Veo a Nia en la armería, abarazada a sus piernas y llorando. Me acerco a ella, entre asustando y apenado. No sé qué debo decir. Me acuchillo ante ella.
-Nia... ¿qué te pasa? -Mientras espero su respuesta pasan unos instantes, aunque sé que está fuera de lugar, no puedo evitar añadir-: ¿Subimos arriba? Y... y me lo cuentas.

Nia se sobresalta y la cara se le vuelve completamente roja, dejando el carrillo rojizo entre tanto color vivo. A su alrededor hay restos de la tinta inutil que trata de esconder debajo de la falda, por verguenza.
-No me pasa nada...-dice tapandose los ojos y desviando la mirada. Aunque estaba alegre de que Gael no la odiase. Por otra parte, no se habia dado cuenta de la broma aun. No sabia que sentir. Era todo tan confuso, pensaba que era muy parecida a los humanos. Pero los humanos eran muy diferentes entre ellos. Entonces Gael propone subir a lo cual Nia niega rápidamente con la cabeza y manos.
-No...no quiero...He hecho algo mal...He sido mala...-
Harm estudiaba el resto del torreon. El cambio de mascara de Elliot le sorprendio y aun más cuando Vacuum no dijo nada. Pero esto quizas lo estaba llevando a analizar demasiado profundo. El caracter, la personalidad...eran cosas nuevas para él. Si bien conocia de su existencia, aun no lo habia meditado afondo.