Taberna del Mago Tuerto

Sandy llega con las jarras de cerveza. Al llegar a mi la agarro por la cintura y nos alejamos en dirección al escenario donde el dulahan se encontraba tocando una melodia bastante movida para el ambiente del lugar.

Bebo y bailo con Sandy hasta acabar las jarras de cerveza. Nos despedimos con una reverencia sincronizada mi muñeca y yo del músico que nos devuelve la reverencia mientras sigue tocando. Llegamos al grupo en el que se encuentra Wend cuando al ponerme detrás de ella la agarro de la cintura y le hablo al oído mientras miro al draco de reojo.

-Wen. Tenemos que pasarnos a mirar eso que tu y yo sabemos de las apuestas que me imagino que ya habrán traído cosas las dos hermanas.- Tras decirle esto suelto una pequeña risa malvada para los dos que rematamos de manera cómplice mientras mi mirada se cruza con la de Noel.

Me desprendo de la cintura de Wen al ver en la barra a Nasher por lo que me dirijo a él dando pequeños saltos mientras canto su nombre acompañado de mi muñeca.  -Naaaasheeer ¡No te había visto capullo!¿Llevas mucho tiempo aquí? ¿Quieres una cerveza? ¿O nos la tomamos a medias?- Al ver que el chico esta acompañado del niño rata los señalo -¿No molesto verdad?- En ese instante veo una de sus ratas correteando por debajo de la barra y como se introduce en su ropa por lo que le sonrío. -Oye chico. Voy a necesitar que me dejes cinco minutos a alguno de tus cosas.-

El trasgo pasa por delante nuestra cargando botellas por lo que le grito un poco. -¡Camarero pon dos cervezas por aquí anda!- Le digo señalando la barra. -Bueno Nasher, cuéntame. ¿Que tal la excursión? ¿Sabes que fui de compañero de cosechador con Gael a Asrena?- Mientras nos traen las cervezas mi amigo y yo nos ponemos un poco al día de nuestras vidas y, tras servirnos brindamos y damos un gran trago a las cervezas.

-Nuevo,¿Tu quieres algo?Mira que pagan ellos a los pobres mantenidos como nosotros- A decir verdad había hablado muy poco con ese chico, nos encontramos de vez en cuando deambulando por la torre pero, nunca había encontrado nada por lo que interesarme por el nuevo y, el, estaba demasiado ocupado en lo que fuese que hace en su habitación.

Karime

Karime rió pícaramente ante la reacción del fuego fatuo. En un primer momento, el chico le había parecido, gracias a la canción cantada, de un humor de su gusto y el hecho de que se intimidara ante ella lo hacía más divertido.

- Tranquilo, bolita de fuego, solo quiero hablar. - le susurró con voz seductora.- Koval decías que te llamabas, ¿verdad? Mi nombre es Karime y me encanta que los chicos sean fogosos en… ciertos sitios. ¿Eres fogoso, chico candente? - le preguntó mirándole fijamente a los ojos.- Más allá de lo evidente, claro. - terminó riendo.

En seguida, la libense se vio interrumpida por un humano con la misma transformación que Pablo. La licántropa se cruzó de brazos y comenzó a dar vueltas en círculo alrededor del vampiro, escudriñándolo y mesándose, de vez en cuando, una barba inexistente.

- Entiendo,… - murmuró.- Eres el puto de Rocavarancolia, ¿verdad? - le soltó sin tapujos.


Wednesday

Cuando Noel nombró al fuego fatuo, la vouivre comenzó a buscarlo con la mirada, pero se vio interrumpida por unas manos en su cintura. Normalmente, ese contacto resultaría molesto e incluso desagradable para ella, pero viniendo de quien lo hacía la británica ya se encontraba más que acostumbrada al mismo.

- Espero que hayan cumplido como me prometiste. Sin esas cosas no tiene la misma gracia. - le respondió al brujo con una sonrisa de confidencia mientras también miraba a Noel.

El draco parecía disgustado y la vouivre sonrió divertida.

- No pongas esa cara. Tú fuiste el que quisiste perder, debes atenerte a las consecuencias.


P.D.: sorry for minipost.

—Yo no... o sea, no que no, que…—balbuceaba tratando de salir del paso— ¿por qué, en serio? ¿Tanto os divierte hacer chistes a mi cuenta? —añadió con una fingida frustración que trataba de mostrar que también se reía de sí mismo.
De no ser por la aparición de Jack, a lo mejor hubiera acabado huyendo como un ratón, dejando atrás una simple montaña de ropa. O eso diría él, pero realmente no habría llegado a tal extremo. «Toda para ti, Jack, que vosotros os entendéis». No se alejó demasiado, tan solo unos pasos, para no dar la impresión de estar saliendo por patas. Lo único de lo que quería huir era de lo estúpidamente poco hábil que era saliendo limpiamente de situaciones inesperadas como aquella.

No quería dar la impresión de perdido que daba antes de encontrarse con Karime, y al ver a Kaethe también un poco abandonada por haberse dispersado el grupo se acercó a ella. Tenía una bebida empezada en la mano y le hizo una señal para preguntarle si quería más.
—Te invito a otra copa —luego se acercó para hablarle sin que nadie más oyese— la libense tuerta creo que ha bebido demasiado, si es que no es así de serie.
Esperaba que nadie llegase a enterarse de su patético intento de conversación, pero por el momento prefería seguir disfrutando de la fiesta en vez de lamentar cada réplica que se le ocurría cuando ya se habían terminado las oportunidades de decirla.

Noel siguió haciendo comentarios jocosos a costa de la historia de Vivia hasta que la llegada de Matt y sus acciones interrumpieron su risa. El draco frunció el ceño y clavó una mirada penetrante en el brujo cuando este lo miró de reojo, que se prolongó aun mientras el espectro se alejaba sin más. No era la primera vez que el brujo hacía algo así en su presencia y en otras ocasiones había optado por mirar para otro lado y hacer como que lo ignoraba, cosa de la que en esta ocasión no fue capaz. Tal vez fuese el alcohol o simplemente cada vez le hacía menos gracia.

Se giró hacia Wen cuando le reprendió y esbozó una sonrisa sarcástica al comprobar que había malinterpretado su reacción. Poco le habían importado al sueco el contenido de las palabras, destinadas a producirle alguna clase de preocupación por su destino como perdedor. La cola del draco se desplazaba de un lado a otro inconscientemente mientras hablaba.
—Si pudiera retroceder en el tiempo no cambiaría el hecho de haber jugado para perder. Así que tal vez no sea yo el que debería pensar en las consecuencias de lo que hace —comentó sin dar más detalles con evidente sarcasmo en su tono de voz para después vaciar de un trago todo lo que quedaba del contenido de su jarra—. La próxima vez le va a invitar a un trago su puta madre —añadió entre dientes mientras se dirigía a pedir algo más fuerte que una cerveza.

Saren:
El norteño ladeó la cabeza confuso antela frase del músico al no saber a que se refería, pero cuando el local en pleno empezó a reírse comprendió como le habían interpretado. Apenas si oyó la respuesta de la idrina antes de que ésta se alejara, dejándolo clavado en el sitio sin saber que decir.
-Yo no... no quería... -farfullo, poniéndose rojo como un tomate-, no es eso...
Pero desistió al ver que nadie le prestaba atención y se dejó caer en una silla libre, escondiendo la nariz en su copa y quedándose a solas con su bochorno.

No había podido disculparse ante la idrina, y eso era lo que mas le fastidiaba, pero no sabía como volver a hablar con ella sin que le malinterpretaran de nuevo. Se resignó a parecer un idiota y se quedó en el sitio, observando a su alrededor sin ver realmente, los ojos levemente enturbiados por la bebida. La música era lo único que oía, las conversaciones a su alrededor solo eran ruido de fondo, y apenas le llegaban como un murmullo a pesar de que la taberna estaba bastante concurrida.

Vac:
Cain le hizo cosquillas cuando le dijo al oído lo que pensaba de sus empleados, pero Vac se limitó a sonreír y a encogerse de hombros mientras escuchaba la respuesta de Toima.. El ulterano era tan trasparente como de costumbre, y sus palabras hicieron reír al hado, pero lo veía todo demasiado negro. El propio invocador habló primero, comentándole que posiblemente había sido la cosecha mas dura de los últimos años, y añadiendo que lo que tenía era envidia, lo que hizo gracia al griego.
-Tener una mandíbula dura no es hacer trampas, a diferencia de ti yo solo tengo un juego de dientes, no puedo permitirme el lujo de perderlos -rió con ganas-. En cualquier caso, Cain tiene razón: han tenido una dura cosecha, que se relajen por un día no tiene nada de malo. Además, yo creo que alguno de estos novatos tiene potencial, seguro que te sorprenden compañero.

Justo en ese momento el foner cambiante interrumpió la conversación, y cuando empezó a hablar el hado estuvo a punto de escupir el trago que acababa de dar al sobrevenirle un ataque de risa por las palabras del novato. Lo disimuló a tiempo y redujo su expresión a una sonrisa irónica que le dedicó al chico mientras lo observaba detenidamente, evaluando si lo que decía iba enserio. Al parecer así era, y Cain entabló conversación con él, momento que Vac aprovechó para acercarse a la barra a pedir mas bebida. Su sonrisa irónica se ensanchó a una mas burlona mientras caminaba por el local, una sonrisa que reflejaba su diversión ante la inconsciencia de aquel muchacho. Prestó atención a la escena entre el invocador y el cambiante, decidido a no perderse ningún detalle, pero también presto atención a donde estaban sus amigos, justo a tiempo para ver como Matt se agarraba a la cintura de Wen y le susurraba al oído frente a Noel. El griego se imaginaba que tenía algo que ver con las apuestas de la cosecha, pero aun así era una escena muy bizarra, y no le sorprendió la mirada que le dirigió el draco al brujo mientras se alejaba. El californiano hacía gala de la excentricidad propia de los de su clase, pero era cierto que a veces se pasaba con el sobeteo hacia su compañera de criba, o esa era la impresión que daba.

El trasgo le sirvió tres jarras de hidromiel y cogiéndolas con ambas manos, puso rumbo hacia la mesa en la que Cain ya estaba despidiendo al novato. De camino pasó cerca del brujo de arena, y sus últimas palabras le llegaron con claridad.
-Me da a mi que como sigas en ese plan no solo te va a cortar el grifo, también te va a cortar las manos, compañero -comentó con una sonrisa irónica, mirando primero al californiano y luego al sueco, que se había acercado a la barra con gesto hosco.
No añadió nada mas y se reunió con el rubio y con el albino, tendiéndoles una jarra a cada uno.
-No se que pensar después de esto -dijo en referencia a la escena del foner-, tal vez tenga que darle la razón a Toima después de todo, presenciar una cosa así me hace perder la esperanza en los novatos. Si todos son igual que esté van a durar muy poco cuando empiecen a tratar con monstruos menos amables que nosotros -añadió, reflejando el sarcasmo en su sonrisa y dando un trago a su jarra.

Divertido, cerré los ojos mientras la chica realizaba su análisis, "observándola" a través del sonido de sus pasos, la vibración del suelo y, por supuesto, su olor. Sangre, alcohol y lujuria. Nada bueno tras mi encuentro con DL, ya que la sangre libense era de mis favoritas. Y ahora con la alianza el abastecimiento era peliagudo... <<Cuidadito, guerrera>>

Gael acabó separándose discretamente, <<Objetivo conseguido>> Pero no iba a despedirme y a dejarla con la palabra en la boca... ¿Entonces ahora? A disfrutar del momento y que venga lo que venga, como decían en Alemania*. Lo divertido radicaba en que estaba evaluándome, aparentemente, ¡a mí! Como si yo fuera la presa y ella la loba cazadora, mientras que la fragancia de su sangre la etiquetaba directamente como presa. Aunque intentar reducir a presa a una libense... Más diversión a la situación. Y como no podía ser menos, sus palabras fueron inesperadas, y divertidas. Mucho. ¡A mí, que siempre tengo a Mephis por encima (en cantidad de clientela, entendámonos)! Pero... tenía parte de razón: era el y Mephis era la. Y también, ¡a mí! me había dejado momentáneamente sin palabras. Le salí al paso, sincero, mientras trazaba el plan.

-¿Satisfecha con lo que ves? Pues sí, en efecto. Hay una que es la, pero sí. Aunque no es algo a lo que juegue por dinero...-dicho eso, cerré los ojos y aspiré sin poder controlarme, momentáneamente, para luego relamerme.-Libense, licántropa, seductora, deliciosa a los sentidos, y me atrevería a decir que incluso más ardiente que nuestro amigo Koval.-me había ido acercando a cada pausa, hasta acabar la última oración en un susurro al oído, casi rozando la oreja. Volví a separarme un poco y añadí.-Me falla el nombre, sin embargo, señorita.

Mentía, obviamente, pues sabía por Skarog algunos detalles, nombre y lista entre ellos. Una lista de gente a la que llevarse a la cama... ¡Alucina con los novatos! Lo que no sabía es si admitía a más gente en esa lista... Aunque, siendo sinceros, hoy tenía otros planes de unos hermosos ojos azules. Pero por un poco de picardía no pasaba nada. <<Otra cosa es que pierdas las orejas a tirones luego>>


*Komme was komme, literalmente, "que venga lo que venga".

Toima

El ulterano bufó con las palabras del invocador. Estaba claro que no habia vivido su propia cosecha. ¿Cuantos de los presentes habian sido disparados en la cara con una ballesta? ¿Cuantos de los presentes habian tenido el lujo de tener que dormir con un cuchillo bajo la almohada por las noches para protegerse de dementes sueltos por el torreon? Y aunque lo fuera, ¿qué más les iba a dar? Rocavarancolia no era el patio del recreo y él nunca tuvo un respiro. Deberian madurar bastante como para poder dignarse a sobrevivir sin convertirse en el siguiente aperitivo de alguna monstruosidad perdida. El ulterano se revolvió el pelo y dejó de pensar. Simplemente, bebio. Bebio hasta contentar su alma. Apenas se despidió del hado con un ligero movimiento de cabeza y una sonrisa beoda cuando este se levantó y fue a algun sito.

Nia

Escuchando el resto de preocupaciones del libense, la ulterana le atendió completamente hasta que enunció la última de sus preocupaciones, dudas y preguntas. Respiró hondamente y procedió a satisfacer las respuestas necesarias para el libense.
-Como dije, el que perdieseis la inmunidad al dolor es imposible, pues lo único que voy a hacer es hipersensibilizar tu cuerpo, no reordenar tu sistema nervioso.-comentó con una risa jovial y en tono de broma, pero habia algo en su tono de voz que indicaba que aquello era uno de sus mayores deseos.- En cuanto el efecto de los fármacos se vayan, la hipersensabilización desaparecerá con ellos.-se aclaró la voz y continuó hablando.-Me temo que el caso es al revés, Helión Atol. Son los de vuestra especie los que manifiestan esta característica tan única, pues el dolor es un mecanismo útil como necesario para los seres vivos para un largo número de cosas, como la autoconservación y la preservación de la especie.-

A continuación el libense tomó la ofensiva. No tenia que preguntar más, tan solo tenian que acordar un precio. La ulterana bien sabia que reparar sus uñas iba a ser poco pago para tan proyecto de larga duración (y sacrificio). Con una sonrisa más viva y, alzando una ceja, le corrigió antes de que siguiera.
-No sera exactamente una inmunidad a una enfermedad, sino más bien un método para otorgarle a tu cuerpo los medios necesarios para defenderse correctamente si llegaras a caer enfermo a esas enfermedades, aunque algunas tienen fecha de caducción y deberian renovarse cada ciertos años.-
Le cedió de nuevo la palabra y vio de nuevo su interés. La niña suspiró internamente, pues normalmente los tratos que no involucraban dinero y que requerian de sus servicios, involucraban la producción y distrubución de venenos, cosa que no agradaba para nada a la ulterana. Pero el libense habia optado por otra cosa.
-Interesante.-dijo al fin, cruzándose de brazos mientras levitaba apaciblemente.-No tanto como inmunidad, porque eso viene en el código genetico, puedo proporcionarte antídotos, curas y antivenenos de diferentes potencias, pero muy generales. Si necesitases uno en concreto, tendria que elaborarse. Sin embargo, si lo que buscas es un suministro de por vida de esos materiales, me temo que quien esta exagerando el pago aqui eres tú.-dijo con una sonrisa un tanto pícara.-En ese caso, podria, como mucho, enseñarte la parte de la alquimia que se encarga de elaborar esos productos.-

<< Creo que existia una frase hecha de los humanos que servia para esta ocasión... Bueno da igual. Quedaria muy raro si la citase ante no-humanos.>>

Mientras Nia se habia sumido en sus pensamientos, el libense se habia dirigido al vampiro humano y, aunque la niña no habia prestado atención a su intercambio de palabras, pudo deducir que no habian sido precisamente amigables y que tenian que ver con el foner que hacia un tiempo se habia pasado por la botica, al borde de la muerte y con suficiente veneno de trasgo en su sistema circulatorio como para matarle. Aun recordaba lo que tuvo que limpiar al dia siguiente. Fue entonces, de nuevo entre sus pensamientos, el humano partió de mala gana de aquella conversación y salió del local. Los roces eran inevitables. Ignorando lo que habia pasado entonces, sabiendo que seria mejor no preguntar, prefirió ambientar la conversación a un tema más relajado.

-Si no es mucha molestia preguntar, ¿qué tipo de venenos buscas enfrentarte que no te pueda valer el antídoto que tu mismo podrias comprar o conseguir?-

Atol
Tras aclararlo todo, me crucé de brazos y solté un gruñido.

-¿Conseguir? ¿Cómo? Sin dinero ni conocimientos en el tema, como que difícilmente podría comprar o conseguir algo. ¿Tipo de venenos? Insisto en mi conocimiento nulo. Pero se me ocurre otra cosa. ¿Fabricas antídotos? ¿Te buscas tú misma los materiales o tienes a alguien que lo haga? O...

Pero mientras hablaba, iba pensando en la enorme cantidad de tiempo que pasaría trabajando con y para la náyade... Y que esto chocaba con mi deseo de solicitar entrada en el ejército. No podía entrenar a destajo mientras trabajaba casi a tiempo completo con Dama Urticaria... Antes de hablar, solté una maldición en voz baja.

-Acabo de darme cuenta de un problema: quiero entrar al ejército, y para ello hay unas pruebas previas. ¿Alguna idea para compaginar ambas cosas? Necesito mi inmunidad para luchar, no puedo volver a acostumbrarme al dolor.-insistí con vehemencia. Luego volví a bajar el tono, conciliador, aunque no iba a trabajar gratis.-Si lo de los venenos me roba demasiado tiempo, siempre puedo tener un sueldo, aunque sea mínimo. Peor es nada.

Al instante de ofrecer una copa gratis al nuevo, escucho la voz de Vac que me hace girarme hacia el hado para ver como pasa su mirada de mi hasta un punto en la barra yéndose después tranquilamente. Miro hacia donde señalaban sus ojos para encontrarme con un Noel pidiendo con cara de pocos amigos.

-Ahora vengo un segundito.- Les comento a los chicos en voz baja mientras hago que Sandy se acerque al draco por su izquierda colocandose silenciosamente toqueteando con los dedos la madera de la barra mientras yo lo cerco por el flanco derecho. -¿Noel? ¿Que te aflige tío? ¿Estas preocupado por nuestras oscuras maquinaciones?- Le digo mientras poso la mano sobre su hombro y alzo mi jarra para brindar con la copa del chico.

-¡Alegra esa cara hombre que ya nos torturarás a lo bestia cuando acabe todo!¿Quieres un chupito? Venga que nos vamos a tomar un buen lingotazo a nuestra salud.- Sin darle tiempo a responderme llamo al camarero con la mano que se encuentra limpiando una jarra de cristal con un paño ennegrecido. -¿Me pones por aquí dos chupitos que sean así como que fuertes pero que estén buenos por favor?- Chasqueo los dedos y hago que Sandy meta la mano en su pecho de donde saca tres monedas de oro dejándolas en la superficie de la barra. -Lo mejor que se pueda comprar con eso hazme el favor.-

Gael dejó escapar una carcajada ante el comentario de Kaethe, la ghoul había conseguido con aquello que recuperase el buen humor de antes.
—Pero a diferencia de los bichos, no se chamuscan al acercarse —contestó con una risilla. Después tiró del brazo de la chica para acercarse a la barra y pedir un par de vasos de “licor de vida”, como llamaban al whisky en Nubla—. ¿No dicen en tu mundo que esto revive a los muertos? Pues seguro que se pueden hacer montones de chistes sobre nosotros con esto en la mano.
Chocó levemente su vaso con el de Kaethe y le dio un buen trago. Era una bebida fuerte, pero después de todas las que ya llevaba encima aquella noche, no prestó mucha atención al sabor. Solo soltó una pequeña carcajada cuando la bebida sobrante prendió en el vaso.
—¿’Ande andará Vac? Prometió que iba a tocar —se preguntó empezando a estirar el cuello sobre la multitud, buscando a la torre que era el hado.

Noel pidió al trasgo que le sirviese el tipo de vodka más fuerte que tuviera cuando escuchó el comentario de Vac dirigido al californiano, que se encontraba hablando con Nasher unos taburetes más allá. Aunque no dijo nada, le devolvió a su hermano la mirada sin cambiar la hosca expresión que ya llevaba pintada en la cara y resopló. Lo último de lo que tenía ganas era de hablar con Matt de aquello, ya que no había tenido intención en ningún momento de provocar una conversación con la que probablemente tan solo conseguiría dar la imagen de típico "novio celoso", sobre todo porque no pensaba dar explicaciones más allá de lo evidente. Pero las palabras del hado evidenciaban demasiado el motivo de su gesto malhumorado, o eso pensaba el sueco mientras se pasaba una garra por la barba rápidamente y observaba por el rabillo del ojo como se acercaba el espectro de arena.

Se sorprendió cuando comprobó que Matt no había relacionado el comentario de Vac y tan solo hizo la misma suposición que Wen respecto a su reacción, y por eso miró extrañado al brujo mientras hablaba. Se sintió tentado a apartarle el brazo que le había puesto en el hombro pero se contuvo mientras volvía a girar el rostro y le daba un trago a su copa recién servida. Antes de que pudiera negarse, el brujo ya estaba pidiendo más bebida para ambos. Se bebió el chupito de un trago y se apartó ligeramente del sitio, obligando a que el brujo dejase de apoyarse sobre su hombro y terminó soltando una risa ahogada en un suspiro mientras cerraba y abría los ojos.

¿Qué podía hacer a parte de reírse de la situación? Matt no se enteraba de nada y él no tenía ganas de hablar de ello.
—Estoy impaciente por saber qué conspiráis contra mí —terminó diciendo aprovechándose de la incomprensión de la situación por parte del brujo mientras le daba vueltas entre sus manos al vaso de chupito vacío—. Pero no te preocupes por mí —<<preocúpate por ti, mejor>>, pensó con cierta diversión recordando el comentario de Vac—. Mucho os habréis tenido que pasar para sorprenderme de verdad, ya lo veremos. Gracias por el trago, pero si me disculpas... Wen se ha quedado sola y debería volver con ella —finalizó con una sonrisa sarcástica mientras ya se daba la vuelta y se ponía en marcha.
<<O lo oculta muy bien o de verdad eso de atar cabos no es lo suyo>>, pensó con cierto sarcasmo mientras daba un sorbo a la bebida.

En el camino de vuelta para reunirse de nuevo con Wen, vio por fin a Gael después de haberlo perdido de vista desde hacía un rato. Ya no sentía muchas ganas de seguir riéndose a costa de DL, aunque estaba seguro de que lo comentaría con el fuego fatuo más tarde o más temprano, y de todos modos consideró que su amigo ya se encontraba lo suficientemente bien acompañado.
—Yo creo que esos dos tienen futuro —le dijo a la vouivre señalando con la mirada en dirección a Gael y Kaethe mientras esbozaba una sonrisa divertida.
Suponía que la británica le preguntaría al respecto de su anterior comentario, no habiéndole dado margen cuando lo formuló, pero desde luego no pensaba ser él quien sacase el tema.

Acabamos de bailar y le agradezco el baile. Me acerqué a la zona en la que estaba el trasgo.

-Venga ya, ¿te ha hecho sujetarla? Me va a oír.- le dije a Brann mientras le cogía la copa.- Gracias por sujetarla.

Vi de lejos a DL hablando con un chico rubio, atando cabos deduje que se trataba del dueño del burdel, y lo cierto es que el foner me había comentado ya en varias ocasiones que quería aprender de una cambiante que trabajaba allí. Al poco el foner volvió y lo cierto es que cuando llega a mi altura no puedo evitar reírme.

-Vaya DL, ¿Te has metido en una lavadora?- le rodeé el cuello con el brazo y le revolví el pelo.- No sólo yo le veo pequeñito ¿no? -le pregunté al trasgo.- Que, ¿como ha ido?- el foner me informa a grandes rasgos.- Vamos, que le vas a pagar a una puta para que te enseñe y no precisamente de sexo.- no podía evitar reírme.- Pero bueno, toma bebe,- le ofrecí la jarra para que tomase un trago.- Tío, que desaborío estás, tenía que tar aquí Shiz pa subirte el ánimo, u otra cosa,- y estallé en risas.

—Que te importa especialmente el físico ya lo sabía —murmuré medio en broma al escuchar la respuesta de Karime. No estaba seguro de si me había escuchado y, a decir verdad, tampoco estaba seguro de si quería que lo hubiese hecho.

Por suerte DL prefirió dejar de insistir, quizás gracias en parte a la pulla de Saren. Pronto me vi repentinamente abandonado, así que me recosté contra la pared mientras observaba disimuladamente al resto de transformados. No podía escuchar nada, aunque levanté una ceja cuando vi que DL era llevado ante el rubio que había llegado tarde, ante el que el foner evidenciaba una incomodidad que me hacía gracia. «Eso por haber abandonado a tus amigos» pensé con cierta malicia. No pude evitar soltar una risita al ver que se encogía (literalmente) ante las palabras del transformado, si bien lamentaba no escucharlas.

—Quería hablar con el vampiro y el tipo rubio, y supongo que prefería que creyesen que estaba sobrio —comenté a Enredo—. Y sí, yo también lo veo más reducido.

Durante los minutos siguientes el foner nos estuvo contando lo que había hablado con el hombre rubio un poco por encima. Lo que dijo me hizo alzar una ceja, sabiendo mejor que DL cómo se la gastaban los rocavarancoleses. Esperaban que no todos fuesen como los de la secta (aunque fuese por mi propia salud mental), pero mi vida dentro de ella me había provocado cierta prudencia al hablar con cualquier desconocido, especialmente si llevaba cierto tiempo en la ciudad. «Aunque tiene valor, claro que sí».

—Creo que había otro cambiante por ahí. ¿No es mejor que conozcas a los dos antes de prometerle la Luna y todo lo que quiera a uno de ellos? —era cierto que mi experiencia en la ciudad había sido muy limitada a un sector concreto, pero prefería no imaginar el trato de ciertos miembros si les prometía, básicamente, hacer lo que ellos quisiesen a cambio de que fuesen me enseñasen a manejarme con la transformación. Las palabras del hombre que pasó unos momentos después al lado nuestro confirmaron mis pensamientos.

—¿Tu talla reducida no será porque el hombre con el que has hablado ha usado palabras parecidas, no? —interrogué a DL, con más curiosidad que otra cosa—. Deberías replantearte lo de visitar al otro cambiante, a ver si es menos exigente.

Wednesday

La frase de Noel la dejó un tanto confundida. Ella había interpretado su expresión como molestia por la apuesta, pero por lo visto no había sido esa la razón. Mientras Matt volvía a acercarse a Noel, esta vez dispuesto a invitarle a un chupito, Wen se quedó analizando lo ocurrido para intentar dar con lo que había molestado al draco. Le costó algo de tiempo, ya que, a su parecer, el comportamiento del brujo siempre había sido el mismo y nunca había detectado en el draco una reacción así. Cuando el sueco volvió a su lado, la vouivre se colgó de su brazo.

- Noel, no te pongas así. - le susurró cariñosamente, haciendo notar el alcohol que ya le subía.- En el fondo es inofensivo.

Luego de eso, se soltó y le dio otro trago a su bebida mientras observaba a Gael y a Kaethe.

- Siempre lo he dicho. Tendremos que preparar una salida en parejas. - afirmó seriamente, como si estuvieran tratando de un tema de gran importancia.


Karime

A la libense no le importó que el fuego fatuo huyera, pues había encontrado lo que nunca creyó que hallaría: su versión masculina. La sonrisa de la loba se ensanchaba a medida que el vampiro hablaba.

- ¿La? No comprendo como una mujer puede necesitar venderse. - comentó de pasada. En el último año había conocido tantas culturas distintas que había ya poco que la pudiera impresionar.- Karime, vampiro Jack, el nombre que te falla es Karime. Y no te falta razón, soy fogosa. Muy fogosa. - contestó con un gesto sugerente.- Sin embargo, tengo entendido que los vampiros sois más bien… fríos. - siguió diciendo con voz melosa.- Necesitáis sangre para calentaros. - terminó susurrando en su oído, como había hecho el vampiro antes. Luego, se separó de él de un salto y le sonrió divertida.- Te propongo un trato: tú me das los nombres de tus amigos y yo no te quito clientes.

Nia

La náyade se apresuró a explicarle lo que significaban sus palabras.
-Como estas comprobando, en esta ciudad no todas las transacciones son monetarias.-le respondió con una sonrisa.-Al igual que estas trabajando conmigo por la ciencia, puede haber otros interesados en la ciudad que busquen... otros servicios que pueda aportar un novato, que para vuestra desgracia, no son numerosos. Y si, fabrico yo misma mis ponzoñas y los remedios contra ellas.-aclaró.

En mitad de su cavilación, el libense se calló. Parecia haberse dado cuenta de algo y ese algo suponia malas noticias. Sin duda lo fueron. Sus sueños para unirse al ejercito eran sin duda un estorbo para los planes de la náyade, pero aquello no significaba que no tuviese arreglo.
-Entiendo...-se cruzó de brazos y se puso a pensar.-Parte de las pruebas se pueden hacer previamente y durante las pruebas fisicas que tengas que realizar, los sintomas que manifiestan no son más que erupciones, alergias y algún que otro picor molesto. Por desgracia, el grueso de la investigación conlleva sudores, dolores de cabeza, fiebre, alucinaciones, tos, mucosidad... una larga lista de sintomas que podrian alterar tu rendimiento en dichas pruebas.-le comunicó y, a continuación, le dio su solución.-Sin embargo, llevo esperando ya bastante tiempo a que una oportunidad como esta se presentara y puedo esperar un poco más. Haremos las pruebas más simples primero y, hasta que no te ganes tu sitio en el ejercito no pasaremos a mayores. ¿Qué te parece?-

Entonces, la ulterana rodó sus ojos, describiendo la totalidad de su local. Podia ver a diferentes monstruos repartidos por este, entre los cuales estaban sus amigos. En ese instante, algo cambio en ella. Se la notó mucho mas nerviosa y sus palabras eran apresuradas a la vez que concisas, como si hablar supusiera un esfuerzo.
-Bueno helión Atol, yo he de irme ya... En cuanto te encuentres lo suficientemente preparado, podremos dar comienzo a las pruebas más simples, tan solo pasate por la botica alguna mañana. Eso es todo. Hasta la proxima.-

Como un relampago vestido de azul, la ulterana se coló levitando rápidamente entre la marabunta de personas que se agolpaban contra el escenario. Podia ver a Vac con su guitarra subir a este. Iba a tocar. No iba a quedarse a verlo, aunque le doliera. Tenia que salir de ahí.

<<Hay demasiada gente. Demasiada gente. Demasiada.>>

Con el resquebrajido de la puerta, la náyade abandonó aquel local, para  no volver a ser vista en toda la noche.