Taberna del Mago Tuerto

Le costó mantener la risa mientras cantaba al ver la reacción de Matt, y aunque sobrevivió a las miradas clavadas en ambos, se avergonzaba casi más de lo que se divertía. Durante los aplausos se elevó para hacer una reverencia y regresó a la muchedumbre en la que mezclarse para dejar de llamar la atención. Necesitaba sentirse oculto, parapetado entre la gente, ya su brillo le hacía demasiado cantoso en todo momento. Entonces Noel se alejó con Wen y lo dejó un poco desubicado entre varios transformados recientes y veteranos.
—¡Qué amable! Gracias por nada —respondió a Alder riendo, aunque haciéndole una señal al trasgo para pedir una nueva bebida—. ¿Tú quieres algo más? —preguntó a la sinhadre.

En ese momento vio a Nasher hablando con un tipo andrajoso al que no conocía y entregándole un paquete. «¿Quién?» pensó, solo para quitarle importancia y olvidarlo a los pocos segundos. Siguió mirando a su alrededor, buscando un grupo al que unirse, pero sus conocidos estaban bastante desperdigados. Alcanzó a oír que DL todavía insistía en preguntar sobre los otros cambiantes, ahora a Jack «debería hacer ejercicios de memoria, este chico no retiene información». No encontraba a Noel por ningún sitio, y con la vuelta de Nasher suponía que Giz estaría ocupado, pero en medio de su escrutinio de la sala sintió a alguien acercársele casi sigilosamente, o al menos él no se enteró hasta escuchar su voz. Al girarse se topó de frente con la licántropa libense, que alzaba las cejas haciéndole una pregunta que asimiló con lentitud. A modo de respuesta emitió una serie de balbuceos que podían ser diferentes réplicas mezcladas con una penosa vocalización*. Probablemente en ese momento su sonrojo era tal que las llamas que lo cubrían se incrementaron notablemente. «Voy a quedar en ridículo, voy a parecer estúpido... No, ya lo parezco».
—¿P-perdón? —dijo finalmente con incredulidad y una risa nerviosa, que pretendía ser natural. Después de haber hecho el ridículo de esa manera solo podía mirar alrededor buscando algo o a alguien que le permitiese huir de la situación, aunque eso ayudase a hacer más penosa su falta de réplica.

Spoiler:

Atendí a sus palabras, rebañando la copa con los dedos mientras tanto, divertido por la conversación. <<¿Le preocupa que Cain esté de mal humor y, sin embargo, estarías dispuesto a servir a Mephis a cambio de entrenamiento? Qué tío>> Me encogí de hombros y hablé cuando me tocó:

-¿He dicho eso? Quizá. Pero es un buen momento dado que Mephis no está cerca, ¿no crees? Imagina que tienes que vender un producto, el cual consiste en "clases de Mephis", y a cambio ofreces algo. Si te lo curras... quizá consigas lo que quieras.-me detuve al verle cambiar el aspecto de sus manos, nervioso. Rodé los ojos y seguí.-Eso depende de cómo te presentes y vendas tu ofrecimiento. Míralo como un negocio. Vamos.

Acto seguido, le acompañé hacia donde estaba Cain, al que saludé con una sonrisa mientras daba una palmadita en el hombro de DL
-Hey, hay un novato que quiere hablar contigo sobre algo importante. Os dejo solos.-y luego inicié la retirada.

Mis pensamientos siguientes fueron: o bien hablar con Erika de esto, quien venía directa hacia mí sorteando mesas y gente, o bien ir a contarles la escenita a los cuchitrileros, que ya presenciaron en su momento la visita de Mephis al cambiante. Pero algo me llamó la atención como si fuera un cuerpo abierto en canal y yo un vampiro... ¡Eh, pero si lo soy! El caso: una pareja de lo más encendida. Esquivé a Erika, señalando a mi objetivo, y me dejó estar. Si alguien hubiera leído sus labios, habría visto su échale una mano, anda. <<No sé yo si mi intervención servirá para eso... Ya veremos>> Así pensando, me deslicé, copa en mano, hasta quedar al lado de ambos, como quien pasa por ahí de casualidad.

-Hace calor aquí, ¿eh?-y dirigiéndome luego a la libense, en pos de desviar su atención del fuego fatuo.-Oh, vaya, creo que no nos han presentado. Vampiro Jack, cosechador de Sinhdro, encantado. ¿Disfrutando de la velada?

Ese quizás no le gusto ni un pelo, por desgracia tenia razón en lo que decía, por ello no se opuso al momento en el que lo llevo con Cain. Pero ya en el momento de la verdad y viendo frente al rubio, el loco de pelo blanco y Vacuum, cualquier tipo de calma que hubiese podido obtener en aquellos escasos minutos, se esfumo. "A ver, tranquilo, es como dice Jack, es un negocio, si sale bien perfecto, sino...pues a buscar otras opciones" pensó en una forma de relajarse antes de mirar directamente a Cain. No era muy bueno tratando con personas superiores, era algo que tenia demasiado arraigado por la división de castas en FONERA. Hizo un breve saludo a los acompañantes de Cain y a este mismo antes de decidirse a hablar.

-Buenas noches a todos y perdón por la interrupción, me llamo DL y me gustaría tratar un tema importante con usted, por favor. El tema es sobre Mephis una de sus empleadas. Prometo no quitarle mucho tiempo- dijo intentando usar las palabras mas respetuosas posibles. En su mundo no había formas de respeto para nombrar a la gente, mas que por los colores de las casta y eso en Rocavrancolia no servia, de ahí que sonase tan incomodo. Suspiro internamente, definitivamente era malo en esas cosas- Supongo ya habrá oído del anterior encuentro que tuve con Mephis y por consiguiente sabrá de mi transformación, y sino es ese el caso, bueno...tengo la misma transformación que su empleada. He estado pensadolo mucho a partir de ese día y me gustaría, aunque suene un poco absurdo y suicida, el conseguir que Mephis me entrene. Por eso vengo a hablar con usted, Cain. Me gustaría pedir su ayuda para poder convencerla ya que en el anterior encuentro cometí algunos errores en el uso de mis palabras y no obtuvo muy buena imagen mía- añadió DL un poco incomodo pues aquella vez tal vez su modo de hablarle unido a la desconfianza de la cambiante había terminado en una situación tan humillante. Estaba completamente tenso, en fonera también le ocurría cuando debía tratar con castas superiores a la suya y no tenia confianza, aun así se notaba que estaba hablando bastante en serio de aquel asunto- Por supuesto no quiero que sea algo gratuito ni nada así, estoy dispuesto a servirla, a hacer trabajos para ella, encargo o pedidos, o para usted en caso de que sea necesario.- añadió intentando ser lo mas claro y directo posible, realmente no deseaba molestarlo o enredarse demasiado. por ello espero a que el el otro meditara sus  apalabras y le diera una respuesta, o le hiciera alguna pregunta, fuese la que fuese.

Nia

La náyade se limitó a sonreir mientras el libense saludaba a su compañero y entonces siguieron hablando sobre el trato. Parecia estar todo asentado y en su sitio, pues a ambos parecia interesarle lo suficiente como para ser transparentes y hablar las cosas, sin dejar ningun asunto en vilo.

Nia asintió y procedió a explicarle, por encima, en que constarian los experimentos.
-Teniendo en cuenta que el objetivo principal es explorar las capacidades sensoriales de vuestra fisionomia, diria que el procedimiento adecuado seria en unos pasos escalonados, modulando la agresividad del experimento si no se obtiene resultado alguno, claro está...-dijo, cruzandose de brazos y frunciendo el ceño, pensativa hasta finalmente aclararse en como explicarselo de una manera más clara.-¡Ah! ¡Ya se! Será facil: Primero seria empezar por un tratamiento con ciertos farmacos que facilitan la hypersensibilidad sensorial de ciertas areas de tu cuerpo para luego bombardearla orquestradamente con diferentes patógenos comunes y no tan comunes de los cuales ya tengo cura y tratamiento, pero que necesito saber  la manifestación de sus sintomas y, sobretodo, sus dolencias, en los de tu especie.-terminó su explicación con una sonrisa. Al poco, chasqueó los dedos, animada y añadio.-¡Piensalo así! Para cuando terminemos con el tratamiento, contará como si estuvieses vacunado para una larga temporada. ¿No es genial el sistema inmunológico?-dijo, con una sonrisa más viva.

Sin embargo, habia una segunda parte de sus intereses que necesitaba ser solucionada antes de pactar nada. Y era que, como era obvio, Nia no disponia de ningun aval para por si algo salia mal en mitad del proceso y quedaba severamente marcado. La niña se hundió de hombros y sacudió las manos para restarle importancia.
-¡Tranquilo! Tan solo son unos cuantos agentes patológicos debilitados de nada. Será un visto y no visto entre tratamiento y tratamiento. Y mientras dure, te garantizo que dispongo de los tratamientos en mi mismo establecimiento y que te trataré con los mismos productos que vendo. Las enfermedades las conozco y las trato casi a diario, son bastante comunes la mayoria y no producen ningun efecto secundario duradero, como dije antes. Si cometiese la tremenda hipocresia de vender productos defectuosos o inservibles, no habria llegado a donde estoy ¿verdad?-la ulterana se permitió reir suavemente entonces.

Para reasegurar lo que habia dicho, añadió un último comentario a lo que ya habia dicho.
-Pero si aun así llegara a pasar algo inesperado, que lo dudo mucho porque no es la primera vez que hago esto, pero si llegara a pasar, siempre tendrás el aval de mi palabra y mi voto para enmendar cualquier mal que te haya causado... además de una compensación, claro.-dijo, pero su tono cambió, de vuelta a uno más alegre.-Esto lo digo porque estoy segura de que no va a fallar, pero tampoco soy quien para lanzar promesas vacuas sin ton ni son.-se llevó la mano al pecho, de una manera gentil, pero que denotaba fuerza.-Eso es todo lo que puedo prometerte desde la sinceridad, ahora bien, está en tu disposición el aceptar este trato beneficioso para los dos o no.-

La náyade respondió y por fin escuché lo que quería, lo que me afectaba directamente. Aunque al principio no entendí muy bien a qué se refería, luego lo simplificó y quedó más claro. Pero aún tras explicarlo todo y darme su palabra, algo quedaba cojo.

- Sólo un detalle... Esta inmunidad nuestra al dolor... ¿Podría perderla después de los experimentos? ¿Podría perjudicarme de alguna manera? Y ya que estamos... ¿Por qué diablos vosotros no tenéis esta inmunidad? Aunque eh, no es del todo inmunidad; nosotros vamos perdiendo el reflejo del dolor según crecemos... Pero lo importante es esto: por mucho experimento y tratamiento, no pienso perder la inmunidad al dolor. En el momento en que vea o veas que eso sucede, se rompe el trato.-y aquí sonreí, ya que quedaba implícito que aceptaba.

Había otro punto que necesitaba aclaración: beneficios equilibrados. Lo de las uñas... Por favor, ¿uñas rotas que se curan con el tiempo a cambio de infectarme con la Luna sabe qué patógenos? De ningún modo. Y no estaba pensando en dinero, sino en algo que también era muy común en la ciudad y de lo que sólo tenía conocimiento de oídas: veneno, herramienta eficaz y... desagradable. Sabía que Jack y más gente usaban algunos y... No veía el punto de embadurnar armas en esto. No lo veía porque yo podía sufrirlos, lo cual era injusto, y no tenía idea alguna de solucionarlo, excepto recurrir a algún hechizo desconocido. <<Pero imagina que el cuerpo se defienda contra los venenos... No todos, por supuesto, pero sí contra algunos>> No estaba seguro, sin embargo, de que tal cosa pudiera suceder. Por eso seguí hablando tras pensar en esto:

- Sin embargo, veo muy poco beneficio en comparación con lo tuyo. Lo de las uñas fue una broma, vale que puedas arreglarlas, pero no está muy igualada la cosa, ¿no? Lo que has dicho de ser inmune a enfermedades, sin embargo, es un buen incentivo. ¿Pero qué me dices de cierta inmunidad o resistencia a ciertos venenos?-aventuré.

Y después, mirando a Pablo... Solté un gruñido.
-Han pasado meses desde que, en teoría, os tiró la bomba. Si fue él, que no lo sé, ni me afectó ni me afecta. ¿Cuánto hace ya de eso? Bah. Si quieres que le suceda algo malo, sucédele tú, cobarde.-luego miré a Nia.- ¿Por dónde íbamos?

La conversación siguió su curso, conmigo fuera por supuesto. Jack estaba de negocios, Atol con el trato que estaba discutiendo, y el resto... bueno, no es que me llevara mucho con casi nadie. En cualquier caso parecía que, fuera a donde fuera, siempre sobraba.
Mientras seguían a lo suyo me acabé la sangre que quedaba de mi copa, algo que me devolvió las ganas de dejar vacíos y secos a los presentes, pero era preferible contener un ataque temporal como el que era ese a seguir oliendo constantemente la sangre que tenía delante.

No había soltado el comentario de antes con la intención de que pasara algo, pero pasó, y aunque tampoco es que fuera algo grave, mi estado de humor fue determinante a la hora de que mi precario autocontrol se desmoronara definitivamente.
Apreté la copa con la suficiente fuerza como para que reventara en pedazos, destrozándome la mano con los cristales rotos en el proceso. Luego respondí.

-A diferencia de ti, yo no soy tan idiota como para lanzarme ciegamente aquí, joderle la fiesta a los demás y de paso acabar muerto. Solo era un comentario, nada más, pero si todo va a ser así yo paso de quedarme. No estoy dispuesto a aguantar a la vez la presencia del foner y que me insulten-

No había nada más que decir. Sin pararme a mirar a nada ni a nadie salí por la puerta mientras me iba arrancando los cristales rotos que tenía clavados en la mano. 
“Ha sido un error venir y pensar que podría pasármelo bien. Nunca aprendo. La criba tendría que haberme enseñado ya que convivir es imposible"

Me hice polvo y comencé a alejarme. Pasaría por la sede a recoger mis armas. Que no quisiera hacer ninguna locura dentro de la taberna no significaba que no la fuera a hacerlas fuera de ella, y esta noche los hombres bestia iban a recibir una visita sorpresa, de las desagradables.


Sigue en los Subterráneos.

No tenia muy claro si había sacado algo bueno de aquello, bueno algo si, al parecer sus palabras había mejorado un poco el humor de Cain. Debió de ser bastante curioso que un novato se te acercase y se te sirviera en bandeja "La idiotez que posees a veces es inquietante" pensó para el mismo. Ahora estaba en un pequeño problema, ya había supuesto que el jefe de Mephis contaría con personal, pero que le preguntara, al igual que Jack lo hizo antes, tan directamente que ofrecía empezaba a ponerlo bastante nervioso. Pero ya había llegado hasta allí, dar un paso atrás seria realmente cobarde de su parte. ¿Que tenia que pudieran interesarle? No podía saberlo, no conocía a Cain mas que algunas palabras de Jack, que lo había dejado frente a su jefe sin apenas información y de Mephis, aunque no la conocía mucho, suponía que tenía todo lo que quisiera.

-Posiblemente así sea, pero el encuentro con Mephis me impresiono aunque acabase tan mal para mi- añado admitiendo que realmente busca entrenamiento en un burdel resultaba un poco extraño. ¿Pero que podía hacer el si era el oficio de la cambiante? Cada cual hacia lo que quería-Llevo meses pensando en esto, si es un error, bueno, culpa mía entonces- murmuro encogiéndose un poco de hombros, ¿que era peligroso? evidentemente lo era. Pero quien no arriesga no gana. Aunque realmente no sabia a ciencia cierta cuanto era el riesgo- ¿Que ofrezco? Mis servicios, ya sea sirviendo, haciendo pedidos o recados o incluso en la limpieza del lugar. Realmente por hacer podría hacer cualquier cosa si con ello consigo que Mephis sea mi entrenadora, no me importa si me mancho las manos por ello mientras no implique acabar muerto en algún rincón- añadió un poco nervioso aunque hablando bastante en serio, observandolo y haciendo funcionar su cerebro a toda velocidad. Se le ocurrió algo, que tal vez podría funcionar a su favor, nunca se sabia y podría ser una posibilidad

-Dijo que tenia esclavos ¿no? No se que es eso realmente, pero supongo que serán unos tipos de sirviente, así que se encargaran de varios asuntos y Mephis debe necesitar bastante cuidados y atenciones que supongo que sera dada por esos esclavos. Yo podría hacer ese trabajo, ser algo así como el sirviente personal de ella, encargarme de sus necesidades y le permitiría a esos esclavos que usted tiene encargarse de sus otras labores con mas eficacia y sin dejar desatendido nada- añadió pasándose una mano por la nuca y mirando al chico rubio meditando sus palabras. Estaba costandole lo indecible, mas por cuestiones de no saber como decir lo que quería que por otra cosa, pero al menos había intentado darse a entender lo mejor posible, aun sino lo conseguía al menos se quedaría tranquilo de que que al menos si que lo había intentado. Dado su pasado no era alguien que aceptase ordenes ni que le impusieran algo, y estaba dejando todo eso de lado con bastante esfuerzo por el bien de sus intereses.

La vouivre asintió a las palabras de Noel, sin dejar de mirar seria a la soñadora. No confiaba en ella y, mucho menos, en que no le diría nada a su “otra mitad”, pero esperaba que el miedo de la chica a un ataque por su parte protegiera su secreto.

- Bien. Espero que haya quedado claro. Mientras te mantengas al margen todo irá bien. - dijo finalmente antes de dirigirse a la puerta de la taberna para volver a entrar.

Noel la siguió de cerca y, en cuanto la alcanzó, Wen ya tenía en su mano un par de cervezas para ambos. La británica decidió despejarse la mente conversando con sus amigos, pero aun no se había acercado cuando Vivia se plantó frente a ella y a Noel. La sonrisa que le dedicó la idrina predecía una situación interesante y no le defraudó.

- ¿Con Mephis? ¿Nuestra Mephis? ¿E insiste? - le preguntó para asegurarse.- ¿Por qué? - terminó preguntando con el ceño fruncido. Para ella, como para cualquiera que hubiera tenido un mínimo de trato con la diva fuera del ámbito laboral, Mephis no era una persona fácil y lo que pedía y a lo que se ofrecía el cambiante le parecía una locura.

—Si dices la verdad no tenemos ni tienes nada de que preocuparte. Así que por mi parte, te lo agradezco —añadió tras Wen para dar por finalizada la conversación con la soñadora—. Si Alder te pregunta al respecto de esta conversación puedes inventarte cualquier cosa. No creo que te falte creatividad precisamente —le dijo sonriendo divertido justo antes de deshacer el hechizo insonorizador y dirigirse por fin de vuelta al interior de la taberna.

Una vez dentro, agradeció a la vouivre la nueva bebida que ya le tendía y le dio un trago mientras divisaba a la idrina acercarse. No le extrañó porque pensaba que quería hablar con Wen, pero en cuanto Vivia comenzó a hablar no pudo sino prestar toda su atención a lo que estaba contando.

Noel, que ya comenzaba a estar un tanto achispado por el alcohol, casi se atraganta con su cerveza del ataque de risa que le dio al escuchar el resumen de la conversación que el cambiante había tenido con Jack y lo que le había ido a pedir a Cain a continuación.
—¿En serio? —alcanzó a decir entre toses y carcajadas—. ¿La Luna se llevó su dignidad junto con su cuerpo original? A Mephis aquel día solo le faltó fregar el suelo de la taberna con sus hilos. De hecho, seguramente lo habría hecho si no hubiésemos llegado a intervenir —hizo una pausa para esbozar una sonrisa maliciosa—. En parte me arrepiento de no haberme limitado a ser un mero espectador.

Instintivamente miró hacia la mesa donde estaban sentados Vac, Toima y Cain, pudiendo comprobar como este último estaba conversando con el mencionado foner y volviendo a darle la risa al captar su oído algún retazo de la conversación si prestaba atención.
—¿Dónde está Gael? No puede quedarse sin la parte de la diversión que le toca —comentó esbozando una amplia sonrisa jocosa mientras seguía vaciando su bebida.

No le costo mucho comprobar que la elección de sus palabras no fue para nada las correctas, sonrojándose por la incomodidad mientras escuchaba las palabras de Cain. "Eres gilipollas realmente" pensó no pudiendo evitar admitir las ultimas palabras del otro.

-Viéndolo desde su punto de vista, yo no lo haría- admitió tras algunos segundos de silencio, bastante incomodo allí parado como estaba frente a la mesa de Cain. Tal era su estado de nerviosismo que parecía una versión peculiar de Nasher, cambiando el tono de piel por puro nerviosismo- ¿Que? No, no pretendía decir eso de sus empleados, me refería mas al hecho de que tuviesen mas tiempo para realizar sus labores, nada mas- dijo rápidamente intentando dándose a entender, aunque no estuviera teniendo mucho éxito. Si fuese alguien mas se sentiría extraño por notar como conforme la conversación se alargaba iba minando tanto su confianza como su cuerpo, pues no solo había cambiado de color de piel a un tono cada vez mas oscuro, sino que estaba encogiendo tanto el como su ropa. Una forma muy literal de hacerse mas pequeñito ante la presión. Ya estaba dando por perdida la situación cuando vio un poco de luz con las ultimas palabras de Cain. Tenia tres días, una oportunidad de tres días que era mas de lo que hubiera podido esperar con lo mal que había iniciado la conversación. Su animo aumento de inmediato, igual que si le hubiesen dado un chute de algún tipo de droga, lo que provoco que espontáneamente cambiara su piel de nuevo a un tono mas claro, sonriendo enormemente.

-¡Gracias!, realmente le agradezco la oportunidad, intentare demostrar mi utilidad y la confianza de Mephis en estos tres días y sino lo consigo, le prometo que yo mismo me saldré y no molestare mas con el tema-aseguro decidido con ello, tenia la oportunidad sino lo cumplía, bueno simplemente tendría que buscar la oportunidad en otro lado. Pero mientras tuviese una posibilidad por pequeña que fuera no cejaría en su empeño-Solo dígame cuando tengo permiso para ir, para no molestar su trabajo, y allí estaré - pidió un poco emocionado y decidido, tal vez no funcionase ni aun así, pero bueno siempre había que ver todas las posibilidades. Habiendo obtenido mas de lo que hubiese esperado al comenzar aquella conversación, decidido que lo mejor no era jugársela mas por el momento no fuese a ser que cambiase de idea.

-Entonces los dejo para que puedan seguir con sus asuntos -añadió con un una inclinación de cabeza antes de despedirse de Cain y del resto de miembros de la mesa para salir luego disparado en dirección a sus compañeros. Teniendo en su punto de mira, igual que si tuviese un foco sobre su cabeza, al vampiro rubio que se encontraba junto a Karime y Koval en una situación peculiar seguramente todo a causa de Karime. A mitad de camino, su atención se centro mas en la libense que siendo como ella era seguramente había soltado algún comentario con doble sentido o picante- No  se de que habláis, pero lo supongo. ¿Pensando añadirlos a tu lista, Karime? Buena idea- añadió mirando a la libense con una sonrisa juguetona mientras pasaba de largo para dejar a la libense con los otros dos, volviendo a reunirse de nuevo con Branniel.

Sandy llega con las jarras de cerveza. Al llegar a mi la agarro por la cintura y nos alejamos en dirección al escenario donde el dulahan se encontraba tocando una melodia bastante movida para el ambiente del lugar.

Bebo y bailo con Sandy hasta acabar las jarras de cerveza. Nos despedimos con una reverencia sincronizada mi muñeca y yo del músico que nos devuelve la reverencia mientras sigue tocando. Llegamos al grupo en el que se encuentra Wend cuando al ponerme detrás de ella la agarro de la cintura y le hablo al oído mientras miro al draco de reojo.

-Wen. Tenemos que pasarnos a mirar eso que tu y yo sabemos de las apuestas que me imagino que ya habrán traído cosas las dos hermanas.- Tras decirle esto suelto una pequeña risa malvada para los dos que rematamos de manera cómplice mientras mi mirada se cruza con la de Noel.

Me desprendo de la cintura de Wen al ver en la barra a Nasher por lo que me dirijo a él dando pequeños saltos mientras canto su nombre acompañado de mi muñeca.  -Naaaasheeer ¡No te había visto capullo!¿Llevas mucho tiempo aquí? ¿Quieres una cerveza? ¿O nos la tomamos a medias?- Al ver que el chico esta acompañado del niño rata los señalo -¿No molesto verdad?- En ese instante veo una de sus ratas correteando por debajo de la barra y como se introduce en su ropa por lo que le sonrío. -Oye chico. Voy a necesitar que me dejes cinco minutos a alguno de tus cosas.-

El trasgo pasa por delante nuestra cargando botellas por lo que le grito un poco. -¡Camarero pon dos cervezas por aquí anda!- Le digo señalando la barra. -Bueno Nasher, cuéntame. ¿Que tal la excursión? ¿Sabes que fui de compañero de cosechador con Gael a Asrena?- Mientras nos traen las cervezas mi amigo y yo nos ponemos un poco al día de nuestras vidas y, tras servirnos brindamos y damos un gran trago a las cervezas.

-Nuevo,¿Tu quieres algo?Mira que pagan ellos a los pobres mantenidos como nosotros- A decir verdad había hablado muy poco con ese chico, nos encontramos de vez en cuando deambulando por la torre pero, nunca había encontrado nada por lo que interesarme por el nuevo y, el, estaba demasiado ocupado en lo que fuese que hace en su habitación.

Karime

Karime rió pícaramente ante la reacción del fuego fatuo. En un primer momento, el chico le había parecido, gracias a la canción cantada, de un humor de su gusto y el hecho de que se intimidara ante ella lo hacía más divertido.

- Tranquilo, bolita de fuego, solo quiero hablar. - le susurró con voz seductora.- Koval decías que te llamabas, ¿verdad? Mi nombre es Karime y me encanta que los chicos sean fogosos en… ciertos sitios. ¿Eres fogoso, chico candente? - le preguntó mirándole fijamente a los ojos.- Más allá de lo evidente, claro. - terminó riendo.

En seguida, la libense se vio interrumpida por un humano con la misma transformación que Pablo. La licántropa se cruzó de brazos y comenzó a dar vueltas en círculo alrededor del vampiro, escudriñándolo y mesándose, de vez en cuando, una barba inexistente.

- Entiendo,… - murmuró.- Eres el puto de Rocavarancolia, ¿verdad? - le soltó sin tapujos.


Wednesday

Cuando Noel nombró al fuego fatuo, la vouivre comenzó a buscarlo con la mirada, pero se vio interrumpida por unas manos en su cintura. Normalmente, ese contacto resultaría molesto e incluso desagradable para ella, pero viniendo de quien lo hacía la británica ya se encontraba más que acostumbrada al mismo.

- Espero que hayan cumplido como me prometiste. Sin esas cosas no tiene la misma gracia. - le respondió al brujo con una sonrisa de confidencia mientras también miraba a Noel.

El draco parecía disgustado y la vouivre sonrió divertida.

- No pongas esa cara. Tú fuiste el que quisiste perder, debes atenerte a las consecuencias.


P.D.: sorry for minipost.

—Yo no... o sea, no que no, que…—balbuceaba tratando de salir del paso— ¿por qué, en serio? ¿Tanto os divierte hacer chistes a mi cuenta? —añadió con una fingida frustración que trataba de mostrar que también se reía de sí mismo.
De no ser por la aparición de Jack, a lo mejor hubiera acabado huyendo como un ratón, dejando atrás una simple montaña de ropa. O eso diría él, pero realmente no habría llegado a tal extremo. «Toda para ti, Jack, que vosotros os entendéis». No se alejó demasiado, tan solo unos pasos, para no dar la impresión de estar saliendo por patas. Lo único de lo que quería huir era de lo estúpidamente poco hábil que era saliendo limpiamente de situaciones inesperadas como aquella.

No quería dar la impresión de perdido que daba antes de encontrarse con Karime, y al ver a Kaethe también un poco abandonada por haberse dispersado el grupo se acercó a ella. Tenía una bebida empezada en la mano y le hizo una señal para preguntarle si quería más.
—Te invito a otra copa —luego se acercó para hablarle sin que nadie más oyese— la libense tuerta creo que ha bebido demasiado, si es que no es así de serie.
Esperaba que nadie llegase a enterarse de su patético intento de conversación, pero por el momento prefería seguir disfrutando de la fiesta en vez de lamentar cada réplica que se le ocurría cuando ya se habían terminado las oportunidades de decirla.

Noel siguió haciendo comentarios jocosos a costa de la historia de Vivia hasta que la llegada de Matt y sus acciones interrumpieron su risa. El draco frunció el ceño y clavó una mirada penetrante en el brujo cuando este lo miró de reojo, que se prolongó aun mientras el espectro se alejaba sin más. No era la primera vez que el brujo hacía algo así en su presencia y en otras ocasiones había optado por mirar para otro lado y hacer como que lo ignoraba, cosa de la que en esta ocasión no fue capaz. Tal vez fuese el alcohol o simplemente cada vez le hacía menos gracia.

Se giró hacia Wen cuando le reprendió y esbozó una sonrisa sarcástica al comprobar que había malinterpretado su reacción. Poco le habían importado al sueco el contenido de las palabras, destinadas a producirle alguna clase de preocupación por su destino como perdedor. La cola del draco se desplazaba de un lado a otro inconscientemente mientras hablaba.
—Si pudiera retroceder en el tiempo no cambiaría el hecho de haber jugado para perder. Así que tal vez no sea yo el que debería pensar en las consecuencias de lo que hace —comentó sin dar más detalles con evidente sarcasmo en su tono de voz para después vaciar de un trago todo lo que quedaba del contenido de su jarra—. La próxima vez le va a invitar a un trago su puta madre —añadió entre dientes mientras se dirigía a pedir algo más fuerte que una cerveza.

Saren:
El norteño ladeó la cabeza confuso antela frase del músico al no saber a que se refería, pero cuando el local en pleno empezó a reírse comprendió como le habían interpretado. Apenas si oyó la respuesta de la idrina antes de que ésta se alejara, dejándolo clavado en el sitio sin saber que decir.
-Yo no... no quería... -farfullo, poniéndose rojo como un tomate-, no es eso...
Pero desistió al ver que nadie le prestaba atención y se dejó caer en una silla libre, escondiendo la nariz en su copa y quedándose a solas con su bochorno.

No había podido disculparse ante la idrina, y eso era lo que mas le fastidiaba, pero no sabía como volver a hablar con ella sin que le malinterpretaran de nuevo. Se resignó a parecer un idiota y se quedó en el sitio, observando a su alrededor sin ver realmente, los ojos levemente enturbiados por la bebida. La música era lo único que oía, las conversaciones a su alrededor solo eran ruido de fondo, y apenas le llegaban como un murmullo a pesar de que la taberna estaba bastante concurrida.

Vac:
Cain le hizo cosquillas cuando le dijo al oído lo que pensaba de sus empleados, pero Vac se limitó a sonreír y a encogerse de hombros mientras escuchaba la respuesta de Toima.. El ulterano era tan trasparente como de costumbre, y sus palabras hicieron reír al hado, pero lo veía todo demasiado negro. El propio invocador habló primero, comentándole que posiblemente había sido la cosecha mas dura de los últimos años, y añadiendo que lo que tenía era envidia, lo que hizo gracia al griego.
-Tener una mandíbula dura no es hacer trampas, a diferencia de ti yo solo tengo un juego de dientes, no puedo permitirme el lujo de perderlos -rió con ganas-. En cualquier caso, Cain tiene razón: han tenido una dura cosecha, que se relajen por un día no tiene nada de malo. Además, yo creo que alguno de estos novatos tiene potencial, seguro que te sorprenden compañero.

Justo en ese momento el foner cambiante interrumpió la conversación, y cuando empezó a hablar el hado estuvo a punto de escupir el trago que acababa de dar al sobrevenirle un ataque de risa por las palabras del novato. Lo disimuló a tiempo y redujo su expresión a una sonrisa irónica que le dedicó al chico mientras lo observaba detenidamente, evaluando si lo que decía iba enserio. Al parecer así era, y Cain entabló conversación con él, momento que Vac aprovechó para acercarse a la barra a pedir mas bebida. Su sonrisa irónica se ensanchó a una mas burlona mientras caminaba por el local, una sonrisa que reflejaba su diversión ante la inconsciencia de aquel muchacho. Prestó atención a la escena entre el invocador y el cambiante, decidido a no perderse ningún detalle, pero también presto atención a donde estaban sus amigos, justo a tiempo para ver como Matt se agarraba a la cintura de Wen y le susurraba al oído frente a Noel. El griego se imaginaba que tenía algo que ver con las apuestas de la cosecha, pero aun así era una escena muy bizarra, y no le sorprendió la mirada que le dirigió el draco al brujo mientras se alejaba. El californiano hacía gala de la excentricidad propia de los de su clase, pero era cierto que a veces se pasaba con el sobeteo hacia su compañera de criba, o esa era la impresión que daba.

El trasgo le sirvió tres jarras de hidromiel y cogiéndolas con ambas manos, puso rumbo hacia la mesa en la que Cain ya estaba despidiendo al novato. De camino pasó cerca del brujo de arena, y sus últimas palabras le llegaron con claridad.
-Me da a mi que como sigas en ese plan no solo te va a cortar el grifo, también te va a cortar las manos, compañero -comentó con una sonrisa irónica, mirando primero al californiano y luego al sueco, que se había acercado a la barra con gesto hosco.
No añadió nada mas y se reunió con el rubio y con el albino, tendiéndoles una jarra a cada uno.
-No se que pensar después de esto -dijo en referencia a la escena del foner-, tal vez tenga que darle la razón a Toima después de todo, presenciar una cosa así me hace perder la esperanza en los novatos. Si todos son igual que esté van a durar muy poco cuando empiecen a tratar con monstruos menos amables que nosotros -añadió, reflejando el sarcasmo en su sonrisa y dando un trago a su jarra.