Taberna del Mago Tuerto

Acabamos de bailar y le agradezco el baile. Me acerqué a la zona en la que estaba el trasgo.

-Venga ya, ¿te ha hecho sujetarla? Me va a oír.- le dije a Brann mientras le cogía la copa.- Gracias por sujetarla.

Vi de lejos a DL hablando con un chico rubio, atando cabos deduje que se trataba del dueño del burdel, y lo cierto es que el foner me había comentado ya en varias ocasiones que quería aprender de una cambiante que trabajaba allí. Al poco el foner volvió y lo cierto es que cuando llega a mi altura no puedo evitar reírme.

-Vaya DL, ¿Te has metido en una lavadora?- le rodeé el cuello con el brazo y le revolví el pelo.- No sólo yo le veo pequeñito ¿no? -le pregunté al trasgo.- Que, ¿como ha ido?- el foner me informa a grandes rasgos.- Vamos, que le vas a pagar a una puta para que te enseñe y no precisamente de sexo.- no podía evitar reírme.- Pero bueno, toma bebe,- le ofrecí la jarra para que tomase un trago.- Tío, que desaborío estás, tenía que tar aquí Shiz pa subirte el ánimo, u otra cosa,- y estallé en risas.

—Que te importa especialmente el físico ya lo sabía —murmuré medio en broma al escuchar la respuesta de Karime. No estaba seguro de si me había escuchado y, a decir verdad, tampoco estaba seguro de si quería que lo hubiese hecho.

Por suerte DL prefirió dejar de insistir, quizás gracias en parte a la pulla de Saren. Pronto me vi repentinamente abandonado, así que me recosté contra la pared mientras observaba disimuladamente al resto de transformados. No podía escuchar nada, aunque levanté una ceja cuando vi que DL era llevado ante el rubio que había llegado tarde, ante el que el foner evidenciaba una incomodidad que me hacía gracia. «Eso por haber abandonado a tus amigos» pensé con cierta malicia. No pude evitar soltar una risita al ver que se encogía (literalmente) ante las palabras del transformado, si bien lamentaba no escucharlas.

—Quería hablar con el vampiro y el tipo rubio, y supongo que prefería que creyesen que estaba sobrio —comenté a Enredo—. Y sí, yo también lo veo más reducido.

Durante los minutos siguientes el foner nos estuvo contando lo que había hablado con el hombre rubio un poco por encima. Lo que dijo me hizo alzar una ceja, sabiendo mejor que DL cómo se la gastaban los rocavarancoleses. Esperaban que no todos fuesen como los de la secta (aunque fuese por mi propia salud mental), pero mi vida dentro de ella me había provocado cierta prudencia al hablar con cualquier desconocido, especialmente si llevaba cierto tiempo en la ciudad. «Aunque tiene valor, claro que sí».

—Creo que había otro cambiante por ahí. ¿No es mejor que conozcas a los dos antes de prometerle la Luna y todo lo que quiera a uno de ellos? —era cierto que mi experiencia en la ciudad había sido muy limitada a un sector concreto, pero prefería no imaginar el trato de ciertos miembros si les prometía, básicamente, hacer lo que ellos quisiesen a cambio de que fuesen me enseñasen a manejarme con la transformación. Las palabras del hombre que pasó unos momentos después al lado nuestro confirmaron mis pensamientos.

—¿Tu talla reducida no será porque el hombre con el que has hablado ha usado palabras parecidas, no? —interrogué a DL, con más curiosidad que otra cosa—. Deberías replantearte lo de visitar al otro cambiante, a ver si es menos exigente.

Wednesday

La frase de Noel la dejó un tanto confundida. Ella había interpretado su expresión como molestia por la apuesta, pero por lo visto no había sido esa la razón. Mientras Matt volvía a acercarse a Noel, esta vez dispuesto a invitarle a un chupito, Wen se quedó analizando lo ocurrido para intentar dar con lo que había molestado al draco. Le costó algo de tiempo, ya que, a su parecer, el comportamiento del brujo siempre había sido el mismo y nunca había detectado en el draco una reacción así. Cuando el sueco volvió a su lado, la vouivre se colgó de su brazo.

- Noel, no te pongas así. - le susurró cariñosamente, haciendo notar el alcohol que ya le subía.- En el fondo es inofensivo.

Luego de eso, se soltó y le dio otro trago a su bebida mientras observaba a Gael y a Kaethe.

- Siempre lo he dicho. Tendremos que preparar una salida en parejas. - afirmó seriamente, como si estuvieran tratando de un tema de gran importancia.


Karime

A la libense no le importó que el fuego fatuo huyera, pues había encontrado lo que nunca creyó que hallaría: su versión masculina. La sonrisa de la loba se ensanchaba a medida que el vampiro hablaba.

- ¿La? No comprendo como una mujer puede necesitar venderse. - comentó de pasada. En el último año había conocido tantas culturas distintas que había ya poco que la pudiera impresionar.- Karime, vampiro Jack, el nombre que te falla es Karime. Y no te falta razón, soy fogosa. Muy fogosa. - contestó con un gesto sugerente.- Sin embargo, tengo entendido que los vampiros sois más bien… fríos. - siguió diciendo con voz melosa.- Necesitáis sangre para calentaros. - terminó susurrando en su oído, como había hecho el vampiro antes. Luego, se separó de él de un salto y le sonrió divertida.- Te propongo un trato: tú me das los nombres de tus amigos y yo no te quito clientes.

Nia

La náyade se apresuró a explicarle lo que significaban sus palabras.
-Como estas comprobando, en esta ciudad no todas las transacciones son monetarias.-le respondió con una sonrisa.-Al igual que estas trabajando conmigo por la ciencia, puede haber otros interesados en la ciudad que busquen... otros servicios que pueda aportar un novato, que para vuestra desgracia, no son numerosos. Y si, fabrico yo misma mis ponzoñas y los remedios contra ellas.-aclaró.

En mitad de su cavilación, el libense se calló. Parecia haberse dado cuenta de algo y ese algo suponia malas noticias. Sin duda lo fueron. Sus sueños para unirse al ejercito eran sin duda un estorbo para los planes de la náyade, pero aquello no significaba que no tuviese arreglo.
-Entiendo...-se cruzó de brazos y se puso a pensar.-Parte de las pruebas se pueden hacer previamente y durante las pruebas fisicas que tengas que realizar, los sintomas que manifiestan no son más que erupciones, alergias y algún que otro picor molesto. Por desgracia, el grueso de la investigación conlleva sudores, dolores de cabeza, fiebre, alucinaciones, tos, mucosidad... una larga lista de sintomas que podrian alterar tu rendimiento en dichas pruebas.-le comunicó y, a continuación, le dio su solución.-Sin embargo, llevo esperando ya bastante tiempo a que una oportunidad como esta se presentara y puedo esperar un poco más. Haremos las pruebas más simples primero y, hasta que no te ganes tu sitio en el ejercito no pasaremos a mayores. ¿Qué te parece?-

Entonces, la ulterana rodó sus ojos, describiendo la totalidad de su local. Podia ver a diferentes monstruos repartidos por este, entre los cuales estaban sus amigos. En ese instante, algo cambio en ella. Se la notó mucho mas nerviosa y sus palabras eran apresuradas a la vez que concisas, como si hablar supusiera un esfuerzo.
-Bueno helión Atol, yo he de irme ya... En cuanto te encuentres lo suficientemente preparado, podremos dar comienzo a las pruebas más simples, tan solo pasate por la botica alguna mañana. Eso es todo. Hasta la proxima.-

Como un relampago vestido de azul, la ulterana se coló levitando rápidamente entre la marabunta de personas que se agolpaban contra el escenario. Podia ver a Vac con su guitarra subir a este. Iba a tocar. No iba a quedarse a verlo, aunque le doliera. Tenia que salir de ahí.

<<Hay demasiada gente. Demasiada gente. Demasiada.>>

Con el resquebrajido de la puerta, la náyade abandonó aquel local, para  no volver a ser vista en toda la noche.

Realmente había estado tan tenso en esa conversación con Cain que no se percato de la disminución de su tamaño hasta que no estuvo junto a Enredo. por lo general este solo le superaba por un par de centímetros y ahora le sacaba casi media cabeza de estatura.

-Ser un cambiante es un coñazo. Cambio de aspecto sin darme cuenta cuando estoy tenso- dijo mirándose a si mismo y a su pequeña estatura, resultaba raro el tener que levantar la vista para poder mirar cara a cara a Branniel y Enredo. Aun así eso no elimino su buen humor y se puso a contar el motivo por el que se había alejado de sus amigos, aunque la forma que tuvo Enredo de resumirlo le resulto un poco mal- No es así realmente, solo haré una prueba y no seria pagar, seria mas bien servir y solo si resulto útil en esos tres días -dijo sacudiendo la cabeza ante las palabras del brujo. En esos momentos llego otro transformado, desconocido para DL que  le miro con curiosidad y extrañeza sintiendo cierta inquietud por sus palabras. Todo el mundo le decía lo mismo y aquello tanto se lo estaban repitiendo que empezaba a meterle miedo en el cuerpo. "Que tranquilizador que es este chico, oye" pensó un poco sarcástico, pues aunque lo había dicho con todo el buen humor del mundo no quitaba que fuese inquietante."Lo peor es que tiene toda la razón, la gente por lo general huye de la muerte DL, tu te sirves en bandeja de plata..." pensó rascándose la nuca viendo al chico aquel subirse al escenario y llamando a Vacuum. Aun así nada era seguro, tenia tres días de prueba, podía pasar cualquier cosa en ese tiempo y el en principio, pretendía conservar su vida a pesar de que no lo pareciera. No tenia intenciones de ofender a Mephis ni a nadie en particular, no era su estilo. El primer encuentro con la cambiante fue mal, muy mal, pero quería solucionarlo. Eran solo tres cambiantes en la ciudad, no era plan de  tener un cruz puesta por uno de ellos. No pudo pensar mas en ello pues Enredo obtuvo su atención de nuevo con sus comentarios.

Era evidente que el brujo estaba medio borracho ya. El que mencionara a Shiz no le gusto del todo pues le hacia pensar en su relación con este y eso solo provocaba dolores de cabeza, a pesar de que la cosa iba bien y natural no quería ponerse a pensar en eso que sentía por este y que tan paranoico lo había tenido un mes atrás, por ello prefirió cambiar de tema. Por salud mental- No he bebido antes, no quiero acabar haciendo un espectáculo. Ciertamente si estuviera por aquí me animaría, pero dado que no es el caso, ¿te ofreces a animarme tu?- pregunto sonriendole pícaro y burlándose un poco. Resultaba curioso ver a Enredo todo mareado y hablando incoherencias, realmente divertido. Branniel atrajo su atención de nuevo a sus pensamientos anteriores y le miro con atención pensativo mientras movía su dedo por el filo del vaso, distraidamente.

- Si, lo hay, se llama Yip y vive en el faro. Al parecer esta un poco loco pero por lo que me han dicho parece buena persona. Tengo pensado visitarlo mañana  a ser posible. Si es que consigo levantarme claro- dijo mirando el contenido de su bebida, pues aunque tardíamente estaba quemandole todo por dentro, era dulce y bastante fuerte a pesar de que hiciera efecto lento. Miro de nueva cuenta a Branniel soltando una pregunta que lo hizo ruborizarse, realmente había sido algo así, había quedado como autentico inútil desesperado y bocon, para que mentir- Mas o menos, para todos los transformados que llevan aquí tiempo, nosotros somos los novatos. Un nivel pisable prácticamente, soy consciente de eso y me lo han demostrado también, físicamente hablando me refiero. Pero tan solo pretendo conocer mas mi tranformacion y a ser posible establecer lazos con la gente de esta ciudad, al fin y al cabo todos aquí han pasado por lo mismo que nosotros, con obvias diferencias entre una cosecha a otra.- añadió encogiéndose de hombros, evidentemente no se ponía al nivel de un transformado que llevase años siéndolo y realmente nunca lo estaría. Era consciente que daba igual cuantos años pasaran, los transformados de mas edad siempre serian mas poderosos, tendrían mas vivencias, contactos, relaciones que el o los de su cosecha. Igual que los que vinieran después que el les ocurrirá lo mismo. En cierta forma la ciudad tenia una jerarquía por antigüedad mas que por transformaciones, al menos a nivel social. "DL, no pienses mas en eso, estas aquí para divertirte" pensó sacudiendo la cabeza y concentrado su atención en sus amigos, cuando desvariaba  era difícil que saliera de ahí.

-Tengo la impresión de que algunos van a salir siendo arrastrados antes de que finalice la noche- comento entretenido al ver a varios de sus amigos con algunas copas de mas, Enredo el primero.

El trasgo no tarda en servirnos los dos chupitos. Sandy extiende la mano con las monedas y el camarero las coge desconfiado mirando a la cara de la figura. Las manos toscas del trasgo al pasar por las palmas de Sandy se acaba llevando una fina capa de arena con las monedas. El trasgo se mira las manos extrañados y nos mira a los tres. El camarero bufa y niega con la cabeza tras dejar caer los granos de arena.

Mientras que hago que Sandy cierre los puños y los ponga a su esplada, yo agarro el vaso y me lo bebo de un trago soltando un profundo soplido al pasar el liquido por mi garganta grumosa. Noel se levanta de manera seca haciendo que la mano que tengo apoyada en el hombro del draco resbale y, por tanto, le mire extrañado por su extraño comportamiento.

Las palabras del chico no hacen mas que incrementar mis ganas de saber que mosca le ha pegado a mi, ahora seco, amigo. Noel me da un poco largas y se aleja para estar con Wen. Mientras el chico se aleja hago que Sandy se acerque a mi y agarrandome a su brazo pregunto al aire. -¿Pero que le aflige a este hombre? ¿Tendré yo la culpa?- Pregunto mirando a la muñeca. Hago que Sandy se encoja de hombros y continuo hablando solo. -¡Nah! Tienes razón. Ya me enteraré.- Le digo a mi muda muñeca.

Suelto a la muñeca para deslizarme de nuevo por la barra hasta llegar a Nasher para retomar el tema de conversación que tenia con uno de mis lagartos favoritos. -Bueno Nahser. ¿Por donde íbamos?- Le digo cogiendo mi jarra de cerveza mientras suelto un pequeño eructo irrefrenable que medio tapo con la boca. -Ups. Perdón.- Digo riendo.

Cuando Nasher me esta terminando de resumir su viaje escucho unas notas provenientes de lo alto del escenario. Me giro para ver que son los chicos los que están arriba y, tras cerciorarme de que Nasher ha terminado, apuro mi cerveza y salgo con mi muñeca para intentar bailar a mi manera los acordes de los chicos.

Me acerco a los chicos agarrando a la muñeca por la cintura haciendo nuestra famosa conga de dos y al llegar a su altura la suelto y comienzo a palmear mientras hago que la muñeca baile sola tocándose el pelo haciendo pequeños círculos mientras gira sola graciosamente.

A Noel le cogió un tanto desprevenido el gesto de Wen, sobre todo porque no estaba muy seguro de como se lo iba a tomar la vouivre y principalmente se esperaba algún comentario sarcástico o incluso que le echase en cara su comportamiento, ya que el draco estaba bastante seguro de que era fácil malinterpretarlo. La miró unos instantes con el rostro serio antes de esbozar una sonrisa sarcástica una vez ella ya se había apartado.
—Desde luego. Yo también soy inofensivo —replicó en respuesta a su comentario mientras acercaba una silla de la mesa más próxima y se sentaba, dándole un trago a su vodka y apoyándolo sobre la mesa después. A continuación sujetó a Wen por un brazo y tiró ligeramente de ella para sentarla sobre sus rodillas—. ¿Verdad? —añadió sonriendo ampliamente con su habitual deje sarcástico.

El alcohol también empezaba a hacer notar sus efectos en el sueco, pero ebrio o no, probablemente habría respondido de la misma forma. Suspiró mentalmente mientras atraía a Wen hacia sí, pensando en lo mucho que le había costado ser capaz de llegar hasta a aquel punto. La noche, aunque le había brindado también una buena dosis de diversión, se empeñaba en recordarle su inutilidad con demasiada insistencia para su gusto.

Por ello decidió centrarse tan solo en lo que de verdad importaba en aquel momento y decidió responder con algo de retraso al comentario de la vouivre sobre sus amigos.
—Yo ahora mismo la salida que prepararía sería la de la taberna con dirección a tu cuarto, ¿tú no? Soy inofensivo, ya sabes —le comentó con tono despreocupado a Wen pero esbozando una sonrisa pícara.
En ese momento fue cuando escuchó a Mikk llamar a Vac para que tocasen y rodó los ojos con resignación.
—A buenas horas sube este a tocar, espero que el don de la oportunidad no sea hereditario —comentó con, sin embargo, evidente diversión y echándose a reír.

Jack
-Pues encantado, Karime.-respondí con una ligera inclinación de cabeza.

Luego seguí escuchando... Y que me parta un rayo si la noche no podía empeorar. Ese "sin embargo" me puso en alerta... Y no sin razón. La conversación estaba tomando otro cariz... que no me hacía mucha gracia. <<¿Y mi sangre libense? Maldita>> No iba a insistir en ser pícaro, si no funcionaba a la primera, no más. <<Pero la sangre es la sangre... Y es una novata... Ráptala cualquier otro día, llena varias botellas y luego le borras la memoria reciente y a otra cosa... Con DL quizá Mephis se lo cargue, así te ahorras secuestrarlo>> pensaba, divertido. Muy desesperado en temas de sangre tendría que estar para llegar a ese... ¿Extremo? <<¿Es para tanto eso en Rocavarancolia?>>

Pero no sólo eso, sino que... ¿Qué demonios me estaba diciendo? ¿Frío? <<¿Un trato? ¿Conmigo, que podría desintegrarte aquí y ahora, novata? ¿Cómo se atreve a compararse conmigo? ¡Están locos estos novatos! Tú sigue tentándome...>> Chasqueé la lengua antes de responder. <<Vamos a jugar a tu juego>>

-¿Nunca te has quemado con algo frío? Todo el mundo va por ahí sabiendo cómo somos... Excepto los que prueban y nunca se cansan.-luego imité su gesto de mesarse una barba inexistente.-El problema de tu trato es que yo no gano nada... Pero... la cosa es que tienes algo que yo quiero, necesito y para conseguirlo no hay nada mejor que lo que a ambos nos gusta. Piénsalo.-tras eso dejé de sonreír, empecé a girar para irme, pero recordé otro gran detalle y me giré de nuevo <<Idiota>>.-Soy idiota, olvidé el motivo por el que realmente me quedé-mentira.-¿Entiendes de vinos? ¿Libenses, en concreto? Tengo una bodega y no me vendrían mal catadores. No quisiera dar con la receta de algunos de vuestros vinos, sería estúpido si llevo a cabo lo de comerciar con tu mundo.-rematé, riendo.

<<¿Te meterás en la boca del lobo, caperucita?>>
-Oh, parece que Mikk y Vacuum van a tocar algo. Te recomiendo que les escuches, son de lo mejor que hay en la ciudad. Ah, mira, ya tienes dos nombres más.-añadí con una risita. Entonces vi a alguien que se acercaba y me olvidé de todo.-Piénsalo, anda. Nos vemos.
-Te lo robo un rato, Karime; ya hablaréis de vinos otro día.

En efecto, Erika apareció a mi espalda, poniendo fin a las correrías de la noche. <<Mejor para todos>>. Acabamos en una silla, como antes.
-¿Has visto a Gael con Kaethe?-inquirió en un murmullo, señalándolos con discreción.
-¿Quiénes son esos? Ah, ¿la pareja más mona del local? Imposible no verlos.
-¿Y la caza?
-Satisfactoria. La presa ha ido siguiendo las pistas hasta secuestrar al cazador, desde las tierras cambiantes, a través de la tierra del fuego, hasta llegar a...-me quedé sin ideas, ya estaba harto de hablar esta noche.
-¿La silla secuestradora y pervertida?-terminó la frase, riendo.
-No me responsabilizo de mis actos en las horas siguientes.
-No te temo, vampirito. Harías bien en hacerlo tú.-siguió bromeando, "amenazándome" con la imagen de unas burbujas flotando alrededor.-¿Hablando de vinos? Ya veremos.


Atol
Sus respuestas me convencieron, al menos más que los anteriores intercambios, por lo que asentí con fuerza. Quieras que no, entrenar y luchar estando convaleciente sería como un entrenamiento aún más duro.
-De acuerdo, acepto. En cuanto organice algunas cosas, me acerco a tu botica. Hasta más ver.-me despedí.

En cuanto se alejó, me quedé de pie, mirando y buscando alguien a quien acercarme. Al final me decanté por la barra, por una cerveza bien fría y una silla frente a los dos que iban a tocar. <<A ver si merecen la pena. Al menos no parecen lo suficientemente borrachos como para pensar que tocan bien>> pensé, riendo.

-Si me dejaras haría mucho más que animarte,- respondí a su pregunta.

Un tío se me cuelga y hace unos comentarios que sonarían amenazantes si hubiese estado sobrio y él no se hubiese reído después, pero aun así me lo habría tomado un poco a broma y lo habría dejado correr.

-Mira, hasta ese tío te advierte, no quiero decir nada pero.....- comente riéndome, después oí su comentario y no pude por mas que reírme mientras terminaba lo que me quedaba de bebida y dejaba la jarra en una mesa cercana.- ¿Y serás tú quien me saque a rastras peque? Pero oye, no opondría resistencia, sobre todo si me arrastras a la cama,- dije en tono provocativo.- Yo empiezo a sentir un poco de sueño, ¿tú no?.- acto seguido me incliné y mordí suavemente su oreja. En ese momento solo hacía falta un cartel tamaño señal batman en neones que pusiera "INSINUACIÓN" para los que no se diesen cuenta, aunque dudo que fuese necesario.

Las palabras de Cain solo confirmaban sus propios pensamientos, si aquellos novatos no espabilaban iban a pasarlo muy mal en aquella ciudad, la criba les parecería un juego de niños en comparación si se relacionaban con la gente equivocada. El hado suspiró mientras apuraba su copa y se despidió del invocador cuando este declaró su intención de marcharse. Vivia no lo acompañó, y al chico no le pasaron desapercibidas las miradas que le echó Mikk a la idrina, por lo que se imaginó que iba a pasar después. Sonrió para si y se levantó, dejando a Toima en su cielo ebrio particular mientras él se paseaba entre la clientela y conversaba con sus conocidos. Hacia tiempo que no se pasaba por la taberna, y lo echaba de menos. Muchos de los habituales lo abordaron para saber que era de su vida y que había andado haciendo. No dio demasiados detalles y fue bastante evasivo en sus respuestas, pero agradeció el interés y tuvo que prometer varias veces que tocaría algo aquella noche.

Pasó un tiempo en la barra y observó a los novatos, tratando de evaluarlos, pero la mayoría de ellos estaban borrachos o muy cerca de estarlo, así que no le ofrecían mucha información. Acabó siendo arrastrado a una mesa por una pareja de brujas achispadas y estuvo conversando con ellas un rato, haciéndolas reír e invitándolas a un par de copas. Sin embargo no le duro demasiado el entretenimiento, pues haciendo gala de un don de la oportunidad increíble, Mikk le increpó para que subiera a tocar al escenario.
-El deber me llama -dijo, poniéndose en pie con un suspiro-, pero la primera va por vosotras -añadió con una sonrisa, y siguió al hipnotizador mientras bromeaba con él.

Una vez en la tarima, el chico sacó su guitarra de la funda y observó al público mientras afinaba las cuerdas. No tardó en ponerse de acuerdo con los otros dos músicos y empezó a puntera unos acordes al azar, comprobando que las cuerdas estuvieran en su sitio y que el sonido fuera fluido. Atisbó la rubia cabellera de Nia saliendo por la puerta y se preguntó a donde iría, pero también vio a algunos novatos mirando en dirección al grupo, intrigados. Sonrió y empezó a tocar. Sus dedos se deslizaban por el mástil de su guitarra con facilidad, con familiaridad, y la sonrisa del hado se ensanchó mientras inundaban el local de música. Su voz se adaptó rápidamente a los guturales y la canción hizo vibrar la atmósfera. Los tres músicos se compenetraban bien, no era la primera vez que tocaban juntos ni sería la última.
-¿Creéis que quieren mas? -les preguntó a sus compañeros en cuanto el último acorde se extinguió en el aire-, ¿podrán mantener el equilibrio si seguimos haciendo temblar el suelo? -añadió riendo en referencia a lo que había dicho Mikk antes.
Los presentes parecían complacidos, así que la música continuó.

Karime

Karime no pudo hacer otra cosa más que quedar anonadada ante la reacción del vampiro. La loba no entendía cómo podían haber pasado de la picardía a la seriedad tan rápidamente y, cuando llegó la bruja de las burbujas y se lo llevó, la licántropa no puso ningún impedimento. Todavía desconcertada, visualizó a Saren sin compañía.

- ¡Ey, Burbujita! Hazte con unas cervezas y vente que esta gente no nos valora.- le dijo al idrino.

Luego de dejar al selkie cogiendo el alcohol, se acercó a la mesa en la que se encontraban las sinhadres, que era su destino original, y se dejó caer en la silla más próxima a Alder.

- Te juro que yo no sé qué le pasa a esta gente, pero creo que todos tienen en sentido del sarcasmo atrofiado.- le expuso confundida.- ¿Notaste algo en Pablo? Porque a lo mejor es algo de raza y creo que la mayoría son humanos.- comenzó a reflexionar.- Bueno, si algo bueno he sacado del señor Primero-te-provoco-divertido-luego-me-cabreo-seriamente es que la linda mariposa se llama Mikk… o Vacuum… ¿Ves? Ni siquiera me sirve para eso.- terminó diciendo exasperada para luego sacar su cuadernito y apuntar los nuevos nombres que había recolectado.


Wednesday

- Si, por supuesto.- contestó la vouivre soltando una risa tonta mientras caía en las piernas de Noel.- Eres completamente inofensivo.- afirmó, para luego esconder la cabeza en el cuello del draco y besar ahí por donde se marcaba la vena, para luego susurrar desde esa posición.- ¿Y para qué quiero yo un draco de estínfalo inofensivo en mi habitación si puedo tener a uno juguetón, eh?

El alcohol estaba haciendo olvidar a la británica dónde se encontraban y lo rodeados que estaban, pero no lo suficiente como para que llegara a comportarse abiertamente y en voz alta. Wen rodeó el cuello del sueco con sus brazos y rió por el comentario del oportunismo de su hermano, posiblemente haciéndole cosquillas donde antes había besado.

- Tranquilo, nos queda toda la noche por delante.- siguió susurrando en su oído.- Y la siguiente, y la siguiente, y la siguiente,…

Noel dejó escapar una risa malamente contenida ante los comentarios de Wen y agachó ligeramente la cabeza para permitir que le besase el cuello más fácilmente mientras él le acariciaba el pelo. El sueco sonreía, ya sin rastro alguno del deje malhumorado que había empañado su expresión los últimos minutos.
—Oh, bueno, entonces no es necesario que mienta —le respondió a la vouivre, divertido.
Al igual que ella, el draco había dejado de prestar atención a su alrededor. Se rió y se estremeció levemente cuando notó las cosquillas en su sensibilizado cuello, para a continuación aferrarse al cuerpo de la chica con un gesto más anhelante cuando volvió a susurrarle al oído.
—Me gusta como suena eso —le respondió empleando un tono de voz bajo.
Se obligó a recordar que todavía seguían en la taberna al darse cuenta de que no era buena idea permitir que sus manos continuasen deslizándose bajo la ropa de Wen.
>>Pero ya habíamos quedado en que no soy inofensivo —dijo tras resoplar ligeramente al notar el calor que empezaba a extendérsele por todo el cuerpo, mientras la abrazaba para besarla—. Por lo que será mejor centrarse en alguna otra cosa menos… tentadora—añadió esbozando su habitual sonrisa sarcástica una vez se interrumpió el beso, mientras levantaba a la vouivre de su regazo y él, a su vez, se levantaba de la silla.
>>Por ejemplo, podemos escuchar al feo de mi hermano, que a pesar de todo hay que reconocer que toca bien, el cabrón —bromeó riéndose con jocosidad—, y no es plan de irse a mitad de la actuación.
Además, se dijo, aquellas ocasiones en las que Vac tocaba eran prácticamente las únicas en las que podía escuchar la música que tanto echaba de menos. Noel, animado en general tanto por la situación como el alcohol, se atrevió incluso a intentar cantar aquellas canciones que el hado había escogido cuyas letras se encontraban en su idioma natal, ya que había recuperado cierto conocimiento de él.

Desde luego el alcohol causaba estragos en la gente, solo había que ver a Enredo soltando comentarios insinuadores. La gracia seria al día siguiente, seria gracioso que realmente se acordara de cada una de sus palabras y acciones.

-Eres bien grande como para andar por tu cuenta sin que tenga que arrastrarte- añadió viéndolo divertido terminándose su  jarra, definitivamente no pensaba beber mas porque ya estaba perdiendo el control, como bien indicaba sus manos que estaba convirtiéndose en una mezcla de manos de hilos y escamas. En su vida había bebido, resultaba irónico que resistiera mejor las drogas que el alcohol. Al menos el se encontraba en mejor estado que Enredo desde luego, no había comparación-Deberías dejar de beber o arrasas tu solo con el alcohol de la taberna así que si, iras a la cama. Pero no como pretendes- respondió entretenido, viéndole curioso cuando se le acerco y le mordió la oreja. Estaba todo juguetón esa noche, desde luego el alcohol cambiaba a la gente-No provoques al peque que puede crearse garras, tú, manipulador de enredaderas- respondió riéndose por las acciones del otro, notaba claramente la insinuación, pero también sabia que al día siguiente cuando Enredo estuviese sobrio se daría de chocazos con la pared si es que recordaba- Que imagen le estas dando a Branniel, que indecente eres - bromeo al otro mirando alrededor buscando  a sus compañeros de torreón que se encontraba en su mayoría disfrutando de la música. Dudaba que la fiesta fuese a durar mucho mas, porque a ese paso iban a dejar en la bancarrota a los del Cuchitril- Dentro de poco probablemente vuelva ya a la Sede, antes de que pierda el control total del cuerpo  dijo sacudiendo una de sus manos que estaba medios tranformar intentando recuperar el control de este.

Seon volvió al interior y mintió sin ningun reparo a Alder acerca de los motivos de la pareja para querer hablar a solas. La chica no tenía ningun motivo para recelar, y pronto su atención  se vio ocupada por Karime y Saren.

- Eso es porque tienes que dejar de juntarte con tanto viejo verde.- dijo la edeel con una sonrisa socarrona, refiriéndose a su cosechador.

Precisamente se encontró al hado levantándose de una de las mesas y dirigirse a donde estaban los demás músicos. Sonrió y emitió un silbido fuerte cuando Vac puso los pies en el escenario.
—Tengo el don de la oportunidad —le respondió a la ghoul con una amplia sonrisa.
Cuando la primera canción empezó le sonó hasta nostálgica, por todas las noches que llevaban sin aparecer por la taberna u organizar una fiesta como aquella donde relajarse y escuchar música alegre. Cuando llegó a la segunda pieza se encontraba flotando más arriba de lo que llegaba la gran mayoría, pero todavía seguía cerca de la barra. Inconscientemente se había ido alejando un poco, pero se dio cuenta de que estaba dejando de nuevo a Kaethe apartada. No quería volver a verla así, a fin de cuentas estaban en una fiesta. Se acabó el vaso y lo dejó sobre la barra, para después agarrar a la chica del brazo y tirar de ella hacia el pequeño escenario.
—¡Vamos! Ven a primera fila, es como mejor se disfruta. ¡Hoy toca desconectar de todo! —Gael seguía riendo, espoleado por el alcohol y el ambiente festivo. Aquella canción le daba ganas de bailar saltando en círculos, y fue justo así como arrastró a Kaethe hasta donde estaban los músicos. Frente al escenario dio un último giro y la soltó, sintiéndose un poco mareado pero eufórico a pesar de ello—. Creo… creo que he bebido un poco demasiado —remató con una risotada atenuada por la música.