Taberna del Mago Tuerto

Wen repartió todos los vodkas con una alegría poco común en ella y que, si ya extrañaba a sus compañeros de entonces, dejaría anonadados a sus conocidos de la tierra. Cuando terminó, se sentó de nuevo al lado de Gael, Noel y Matt, riendo ante el comentario del primero.

- No es para tanto, creo que eres capaz de controlar un pequeño incendio. - bromeó mientras se bebía su chupito. “Casi me había olvidado de su sabor.” Pensó.

Wen siguió cantando las partes que se sabía de la canción y moviendo la cabeza al ritmo de la misma. Noel le agradeció el vodka y Wen se dispuso a explicarle que no era a ella a quien había que agradecerle, sino a Vac por pagar, cuando su maestro le pasó un brazo por los hombros. Wen abrió los ojos sorprendida. No esperaba ese movimiento del draco, pero no pudo evitar reir cuando vió como se sonrojaba.

- ¡Tranquilo! Tengo la teoría de que nunca fui una buena alumna por falta de confianza con mis profesores. Orgullosa me siento de ser tu alumna preferida.

Volvió a reir sin poder evitarlo de nuevo, pero Noel estaba despistado y avergonzado y no la escuchó, lo que sí que vió, como Wen, fue el fuego saliendo del vaso de Gael.

- ¡Ey! Que seas capaz de controlar un incendio no quiere decir que lo tengas que hacer.

La canción no tardó en terminar y Vac se acercó al grupo de nuevo, brindando con todos. El concierto de Vac siguió y ahí fue cuando Wen se dio cuenta de la falta de dos personas del grupo: Nasher y Giz; y que otras dos parecían bastante interesadas en seguir sus pasos. “Este Jack… tiene su particular forma de ser.” Rió para sí, sin dejar de prestar atención al concierto que, aunque había variado a canciones que no reconocía, seguía motivándola.

Wen estaba dando un trago a su cerveza, la cual acababa de adquirir, cuando comenzó a sonar la última canción. Fue inevitable que escupiera el pequeño trago que había dado de la sorpresa.

- ¿¡Cazafantasmas!? - preguntó riendo.- Me esperaba cualquier cosa, ¿pero los cazafantasmas? - preguntó riendo, para después cantar y moverse con todas sus ganas, levantado la jarra hacia el escenario.

Mientras miraba mi bebida encendida confuso, escucho la voz de Wen riéndose por eso mismo. Noel, que estaba también cerca de ella, viene hasta donde estoy y suelta un chiste con el que se acaba partiendo. Se me contagia un poco su risa y tengo que contenerme, especialmente cuando vuelve a reírse tras decirme que lo mate.
–Exagerado… –digo empezando a agitar el vodka como si fuese un mechero en un concierto–. ¿Espectáculo yo?

La siguiente que se acerca, sin darme tiempo a apagarlo para dejar de llamar la atención, es Adara. Pero esta en vez de reírse parece dispuesta a probar el vodka flambeado. Su forma de ofrecerme el vaso hace que me tenga que contener de nuevo la risa floja, escondiéndome contra el cuello de mi camiseta. Alzo un dedo y lo meto rápidamente dentro del vaso hasta que prende. Ni siquiera pensé en lo antihigiénico que era eso, pero como mucho podría quedarle dentro un poquito de hollín. Propongo un brindis con ambas bebidas encendidas y al apagarlo nos lo bebemos de golpe –aunque en mi caso apenas quedaba–. Ahora sabe diferente, pero me resulta más o menos igual de abrasador en la lengua. Al menos esta vez no toso y cuando me quiero dar cuenta estoy hablando sin pensar.
–Este estaba rebajado… ¡quiero otro!

No me hizo falta esperar mucho porque cuando propusieron un brindis enseguida tuve otro en la mano. No sé ya ni a cuenta de quién. Sea quien sea, algún día los invitaré a todos a varias rondas… espero. Al acabar de beber parpadeo unas cuantas veces. ¿Será que se me está subiendo esto ya? Como quiera que sea, la pequeña desorientación se me pasa y cuando miro alrededor noto que Jack ya no está entre nosotros, y Giz y Nasher tampoco están bailando por la taberna. Vac y los otros ya están de nuevo en el escenario, listos para empezar a tocar, y yo vuelvo a mi puesto un poco por encima de las demás cabezas para no perder detalle. Durante las siguientes dos canciones boté en el aire como un bonito, dando palmas y silbando al acabar cada tema. No conocí ninguno de los dos, pero me encantaron, y supe que días después todavía tendría algunos pedazos resonándome en la cabeza. La tercera en cambio sí que me suena. Tardo en caer porque solo conocí aquella película a través de mi hermano y hace milenios que no la veo, pero me hace muchísima gracia escucharla y sigo dando palmas como un monito, con la cabeza dándome vueltas de tanto saltar, hasta que la música deja de sonar.

Después de que brindemos Vac vuelve a tocar. Para mi sorpresa las dos siguientes canciones que toca también las conozco así que intento cantarlas igual de emocionado que antes. Hago una pausa para hacerme con otra bebida al ver que Gael ya tiene un nuevo vodka en las manos.
-¡Camarero, póngame un... una... Ginebra! -dijgo el primer nombre de bebida alcohólica que se me viene a la cabeza y que aún no había probado.
Mientras empiezo a beberla caigo en la cuenta de que quizás nos estemos aprovechando demasiado de Vac. << Bueno, cuando pueda ganar dinero lo invitaré >>, pienso con despreocupación mientras doy un largo trago a la bebida.

Los siguientes minutos los paso cantando y "bailando" con la música, hasta que me termino la ginebra y me acerco a la barra para dejar el vaso. Un dolor en mis oídos me indica que hay alguien cerca riéndose, así que, con el ceño fruncido, localizo al dueño de la risa y me acerco a él.
-Eh, amigo, como no dejes de reírte conocerás a mi hacha en "profundidad". A través de tu estómago -digo primero con seriedad para luego echarme a reír descontroladamente.
De pronto una nueva canción comienza a sonar y paro de reír en seco al reconocer la melodía. Al principio me cuesta procesar qué es lo que estoy escuchando, pero pronto caigo en la cuenta.
-¡Jodeeeer, este Vac me va a matar! -digo entre carcajadas mientras vuelvo a acercarme al escenario.
Me quedo por ahí cerca haciendo el idiota junto a Gael y Wen que también estaba por allí hasta que se termina la canción. Cuando finaliza no paro de aplaudir mientras me sigo riendo.
-¡Sublime, Vac, sublime! Es el mejor concierto desde que estoy en Rocavarancolia.
Tras seguir felicitando a Vac un poco más, de pronto me doy cuenta de que no se ve a Giz por ninguna parte.
-¿Dónde se ha metido el capitán lagartijo? -digo mirando a mi alrededor-. Espero que no lo hayan echado de la taberna por bailar excesivamente mal -vuelvo a reírme-. Pero en serio, ¿dónde está? Ni siquiera veo a Nasher, y eso que el chico es como un cartel luminoso.
La risa floja me sobreviene una vez más y tengo que hacer un gran esfuerzo por dejar de reír para escuchar la respuesta. << Estoy borracho >>, la obviedad se forma en mi pensamiento pero tan sólo me encojo mentalmente de hombros y me sigo riendo.

Toima

El ojo de Toima se cerró por reflejo, varias veces, que no por coordinacion ojo-mente, estaba demasiado beodo para ello. Bebio una última vez, hincho el pecho y elevó su sonora y estridente voz, más alto de lo que habia hablado el señor de los asesinos.
-¡Por mi como si erej el jeñor de las flores y la manteca! ¡Mi prefecto juerpo jolo puede jer tocado por una coja! ¡Ej metálica, afilada y puntiajuda!-sacó su cuchillo torpemente, cortandose la base del pulgar en el proceso.-¡Mij cuchillojs jon un ejtesion de mij manojs y...-a continuación se fijó en la fuente de sangre que manaba de su palma, tiñiendo su ojo y cuchillo respectivamente. El ulterano se quedó en shock unos instantes contemplando el cuchillo en su palma.
-¡Iradia! ¡Estaj jangrando!-dijo callendo de rodillas al suelo, sujetando el cuchillo como si fuera el cadaver de un amigo, mientras se cortaba las llemas de los dedos, acariciando el filo.-¡No paraj de jangrar! ¡Je aljien jiame a un medijo!-dijo sollozando.
Al no hacerle nadie caso y saltar de pronto al escenario Vacuum, diciendo que iba a cantar guardó el cuchillo y se chupó las heridas, saboreando el sabor a hierro grasiento de su sangre. Se abrio paso entre la multitud, seguido por una Tania con la frente arrugada en preocupacion por el ulterano que insistia en curarle las heridas. El ulterano, aún a pesar de su tamaño y su estado de embriagadez, dio esquinazo a la nublina enseguida quien no pudo evitar suspirar e ir al lado del mayor grupo de gente, al lado del escenario, reuniendose con los que conocia.

Tania

-¿Dónde se habrá metido?-comentó suspirando. Se giró al escenario y contempló con asombro como el griego subia al escenario y anunciaba que iba a tocar. Todos parecian bastante exicitados y expetantes. La anterior canción no le habia atraido mucho, cierto que encontró las líricas entretenidas, pero como no lo asocio a su infancia, ya que no tuvo los "digimons" como decian, no le atrajo mucho. Aquella nueva cancion, estaba cargada de energia, entusiasmo y vida. Contempló parpadeando rápidamente lo energicos que se veian todos, saltando y bailando, tanto que no pudo evitar unirse, gritando "vodka" como los demás, esta cancion si le estaba gustando. A lo lejos pudo distinguir una melena plateada saltando al aire mientras ecos de una voz beoda le llegaban de fondo.

Toima

-Vodka! Nadfasdfe
Vodka! Urasabarebe
Vodka! Erakason
Vodka! Norabadan

Vodka! Nieraramien
Vodka! Oparepen
Vodka! Yuieretie
Vodka LLE Vodka!

Dromada mu
Sup no mi de die
Dromada mu
Hori no niser
Dromada mu
Nomarai na nu
Dromada mu
Yu bir noson
Yu bir noson
[Bis]

El ulterano se puso a bailotear, dando palmas y mareandose en general. Cuando se pudo dar con si mismo, la cancion ya habia acabado y todos estaban vitoreando. No pudo evitar reprimir gritar un "¡Gracias!"hacia todos los presentes, pensando que iban por él. Se acercó a la barra a refrescarse la garganta antes de volver para la tercera canción.

Bor esunor iter vet nur
Dom vet arte trod
Goripa hors poe en mulking janpare
Mult fur naga cristina but

TROLLHAMMAREN!
TROLLHAMMAREN!

Trollhammaren neger ven
Jabba ved Neger ven
Hour nieste verde ben
Trollhammaren nuil ham

TROLLHAMMAREN!

[bis]

Ya para cuando el publico estaba caldeado Toima hizo una torpe reverencia con la que se dio con el pico de una mesa en la cabeza. Frotandose la frente, se fijó como se disponian a tocar una cuarta canción, canción que todos los terricolas reconocieron, pero, a este paso, a Toima ya le daba igual, dejando caer la jarra al suelo que explotó en pequeños cristales, echó a correr al escenario, tan centrado en unirse directamente a Vacuum con la canción, que no se fijó en el escalón del escenario, cosa que le hizo tropezar y darse de morros contra el suelo, partiendose algunos dientes, pues se habia protegido torpemente. Se levantó como si no hubiera pasado nada y bailó torpemente, o mejor dicho, meneó el cuerpo de un lado para otro como una alga suspendida en el mar, mecida por las olas, mientras se atragantaba con su propia sangre, pues no le dolian ni una sola de las heridas que se habia hecho. Se encontraba genial, y no dudaba en transmitirselo a los demás.

Nia

La ulterana escuchó las canciones que vinieron a continuación. Le gustaron mucho y el jolgorio que se montó con el publico tan solo hizo que su estado de animo no cayera. Noel volvio más tarde, cubierto de sangre. Fue Gael quien le ayudó a curarse. Nia comprendio lo que habia pasado y se sintio algo mal porque antes se habia estado riendo como la que más, pero parecia no guardarle rencor por ello y se autoanotó mentalmente el controlar su risa denlante de Noel. Pronto bebieron tambien los chicos, no sin antes un pequeño incidente con un zombie de Siloco que hizo que las alarmas de Nia saltaran por los aires, pero tan pronto vino, tan pronto se fue. Todos se estaban divirtiendo y Nia no pudo evitar sonreir ampliamente, como si no hubiera otra cosa en el mundo de la que preocuparse que el grupo de amigos divirtiendose ahí mismo. Se acordó de una cosa, una cosa vieja que habia guardado en su mente, demasiado ocupada en sus estudios que se le habia olvidado mencionar hace más de un año, cosa que le habia emocionado de sobremanera entonces, pero no habia tenido el coraje de llevarla acabo. Se acercó a un Gael sobrecogido por la bebida y música y, cogiendole de la esquina de la camiseta, tiró de él hasta apartarle un poco del gentio, para tener un poquito de privacidad para decirle algo. Entonces le soltó de la camiseta, sabiendo que el chico odiaba que ella se quemara para tocarle.
-Gael...-comenzó frunciendo los labios un poco. Aunó fuerzas para continuar hablando.-Quiero enseñarte algo... Mañana. O... Cuando puedas. Es algo que me hubiera gustado enseñarte hace tiempo, pero... estaba ocupada... asi que... Tú me dirás cuando ¿vale?-dijo con otra sonrisa antes de volver con los demás, no queriendo entretenerle más pues el chico estaba pasandoselo en grande, como ella y seguro que ninguno de ellos queria perderse la diversión.

Toima

El ulterano cogio al fuego fatuo por detrás, sujetandole del hombro y llevandole de vuelta con el grupo, pues queria hablar con todos. Tras un rato sujetandole el hombro al chico, se dio cuenta de que se estaba quemando y apartó la mano rápidamente, soplandola como un niño pequeño diciendo "¡Quema! ¡Quema!" Tras calmarse, hizo señas para todos para que se acercaran a la mesa en la que estaba Toima apoyado.
-Jeñorej, je que ejta felada ejta de futa madre, pero tenjo aljo importante de que hablaroj, aljo de lo que el concejo...-dijo apuntando a siloco por encima del hombro sin poder mantener fijo el dedo.-...me ha mandado. Involucra jerra, zaqueoj y muchaj oportunidadej de hacer aljo jrande.-tragó saliva mientras manoteaba por otra jarra de cerveza en la barra.- Aji que, jiero informar que ji a aljien le intereja, que venja... mañana no, que ejtaré de rejaca... pajao, si... Pajao mañana, que venga a los entrenamientoj, en la playa. Ale, ya lo he dicho...-

Antes de bajar del escenario con Mikk y el violinista, Vac vio a Nasher en la puerta, tratando de llamar su atención. El hado leyó el mensaje en la piel del asreniano y asintió en su dirección, para reunirse después con el resto del grupo. El chico acepto los cumplidos y las felicitaciones con una sonrisa y numerosos apretones de mano, contestando a la pregunta de Noel sobre el paradero de Giz, contándoles el mensaje que le había dado Nasher. Después se tomó tranquilamente una copa mientras escuchaba el discurso algo entrecortado del ulterano. Cuando Toima terminó de hablar Vac alzó su vaso y lo apuro.

Vac observó los diferentes estados de embriagadez de los presentes y decidió que lo mejor era ir saliendo del local, a que les diera un poco el aire a todos. El chico se acercó a la barra y saldo deudas con el tabernero, que sin duda acababa de hacer una buena caja a su costa. Vac recogió una calabaza de hidromiel y bebió de un trago el chupito de Filtro de Muertos en Vida que había pedido en último lugar, acercándose a los demas de nuevo.

-¿Qué os parece ir a dar una vuelta por la ciudad? -les pregunto sonriente, poniéndose la chaqueta y colgándose la guitarra a la espalda-, sera divertido -afirmó, atándose la calabaza al cinturón.

Vac enfiló la puerta tras despedirse de Mikk y del violinista, apartando con cuidado a unos cuantos clientes mareados. Al salir a la calle el hado se alejó un poco de la puerta, respirando aire fresco, y cuando todos estuvieron reunidos echaron a andar sin un rumbo muy claro. Vac iba despejado, y se mantenía atento a cualquier improvisto que pudiera surgir, riendo de vez en cuando antes las hazañas de borrachera de sus compañeros.

Continúa en la Casa Gamides.

La última canción fue el gran final. La sorpresa fue tal que a Cain se le olvidó incluso cotillear lo que Jack y Norou estaban haciendo. Se alegraba que Jack se lo hubiese llevado, a veces Norou se tomaba su trabajo demasiado en serio, tenía que aprender a relajarse de vez en cuando. Elliot se acercó a los demás y Cain la siguió también, para felicitar a los artistas. Parecía que tenían la intención de seguir con la fiesta en otra parte, sin embargo el invocador había sobrepasado su contador de contacto social, y tanto jaleo empezaba a ponerle un poco nervioso. No había recibido ningún aviso del burdel, pero estaría más tranquilo si volvía cuanto antes.

-Gente, lo he pasado muy bien, pero yo creo que mejor me voy recogiendo. Nos vemos otro día- dijo, despidiéndose de todo el mundo y marchándose

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Siloco por su parte estaba pletórico. No conocía ninguna de esas canciones, y si las conocía era gracias a su aprendiz, pues salieron bastante después de su época. Aun así estaba disfrutando como un enano con zapatos nuevos, saltando y siguiendo la música como podía. Panchito tiraba desesperado de la correa tratando de escabullirse de la multitud, y seguramente fue por eso que Siloco accedió a salir de la taberna. Además todos los chicos se iban ya.

-Jo, yo quería más canciones- se lamentó.

Igualmente se coló en el grupo sin saber siquiera adonde iba, tan solo se alegraba de tener compañía, pues no mucha gente estaba dispuesta a irse de fiesta con él... Y en realidad el nigromante no entendía por qué.


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Norou actuó con rapidez y, pese a todo, me pareció suave, por así decirlo. Vale que me interceptara y aplastase contra la pared, en unos segundos, pero ni me di cuenta y no perdí la sonrisa mientras me hablaba, riendo entre dientes. Al final me soltó y me arreglé la ropa como si estuviese llena de polvo, riendo.

-Primero veamos a ver qué van a hacer los demás, quizá salgan a dar una vuelta. O incluso pueden sugerir de espiar a los cosechados desde la invisibilidad, lo cual molaría...

Pero como siguen cantando y bailando, optamos por salir a tomar un poco el aire y sin alejarnos mucho del local, atentos a si salían. En parte en broma y en parte en serio, le estuve comentando lo de la seguridad de Cain, que se lo tomaba quizá demasiado en serio. Y de cómo le iba, de cómo nos iba, de la noche y la fiesta, teorizar sobre alguna incursión en algún mundo que aun no conociese... Cualquier tema de conversación valía. También le enseñé la petaca , riendo mientras le explicaba por qué no me lo había bebido todo: haría las veces de un pequeño tesoro o amuleto. Y quizá se oliese que no era esa toda la verdad... Pero bueno.

Al rato, poco después de ver cómo se marchaba Nasher cargando con Giz, volvimos a entrar, yo por mi parte tenía cierta sed. La fiesta ya estaba acabando y cuando me armé de nuevas provisiones, Vac sugirió ir a dar una vuelta.
-Yo voy. Y Norou se viene, que hay zonas que aún no conoce.-les dije a los demás, cogiendo al susodicho del hombro por si le diera por escabullirse con Cain, para después despedirme del rubiales con un "¡buena noche!"

Y luego, a seguir con la juerga, pero más nos valdría cuidarnos de los cosechados, que aquí cada cual va contento a su manera. << ¡Pero si hasta se viene Siloco! Jojo, veremos cómo acaba esto >>
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Cuando acabamos de aplaudir y celebrar el concierto de la taberna, escucho a Noel preguntando por Giz y Nasher. También miro alrededor, me alzo incluso hasta el techo de la taberna, pero Noel tiene razón, son demasiado cantosos para no haberlos visto ya antes. Entonces me empiezo a reír de lo que acabo de recordar y empiezo a girar en círculos.
-Si los lagartos no están yo haré de bola de discoteca.

Entonces allá abajo veo a Toima, todavía de pie ante el escenario y cubierto de sangre por varios sitios. «¿Será posible que pueda venir aquí algún día sin perder los piños?». Bajé de nuevo al suelo, recordando que medio había sido consciente de la voz del ulterano canturreando y de un batacazo algunas personas más allá mientras yo daba tumbos sin ton ni son. Al quedar junto al grupo de nuevo, antes de poder acercarme a Toima, alguien me intercepta agarrándome de la camiseta. Me giro a ver quién es y al ver a Nia apartándome me dejo llevar preguntándome qué querrá.
-¿Eh? –le digo después de que se explique. No se me ocurre qué querrá enseñarme-. Pues… no sé, no sé… mañana te lo digo, ¿vale? Eh… -Iba a seguir hablándole para sonsacarle algo más y explicarle que iríamos al desierto con Matt en breve y necesitaba saber cuánto tiempo necesitaríamos para ver eso, pero ella empezó a irse ya entre la multitud-. ¡Espera!

En ese momento alguien me vuelve a agarrar por los hombros y me arrastra. Me dejo llevar con cara de póquer, sintiéndome un fardo hoy, hasta donde estaban todavía los demás. Al soltarme quien me llevaba, Toima, lo veo apurado soplándose las manos y me da la risa tonta, que acabo ahogando contra mi camiseta. Cuando consigo que se me pase él está apoyado en una mesa soltando un discurso en lo que se podía llamar “idioma ebrio”. Reprimo de nuevo una risilla por culpa del estúpido chiste malo y sigo tratando de atender a lo que dice. Al terminar, aplaudo no sé bien ni por qué. Igual por el esfuerzo que ha hecho por vocalizar borracho y sin dientes, pero no estoy ni pensando en lo que realmente ha dicho. Ni siquiera en si lo dice realmente en serio. Porque Vac no tarda en sugerir que salgamos a la ciudad y me parece una idea genial. El ambiente en la taberna es sofocante, o igual es culpa mía por haber empezado a beber tan de golpe. El grupo que sale de la taberna es bastante grande, incluso Elliot se apunta al parecer. Me sorprende que fuéramos tantos, y eso que algunos ya se habían vuelto a sus casas.

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Me parto de risa cuando Gael comienza a "sustituír a Nasher" como bola de discoteca. El ataque es tal que acabo sentado en el suelo sujetándome el estómago y casi sin respiración. Cuando baja al suelo y la risa me permite hablar me dirijo a todos los presentes.
-Gael ya está borracho el muy irresponsable -digo con tono de falsa reprobación y forzando mi tono de voz para hacer notar que soy consciente de que yo también lo estoy.

Vac resuelve mi duda acerca del paradero de Giz y por algún motivo no puedo evitar reírme imaginándome el aspecto de Nasher escibiendo el mensaje sobre su propia piel.
-Dormido... -chasqueo la lengua y niego con la cabeza-. Al menos cuando robaba sillas tenía más gracia, está perdiendo facultades.
Todavía riendo a carcajadas observo como Toima, quien ya esta completamente borracho coge a Gael quemándose en el proceso.
-A Toima también le gusta jugar con fuego, pero él sí se quema -comento con diversión.
Para mi sorpresa comienza a soltar un "discurso" el cual cuesta entender.
-Os dije que sus dientes peligraban... - digo con cara de jocosidad cuando al argos se le nota la dificultad para pronunciar.
Lo que puedo entender del mensaje, el cual escucho a medias debido a la risa floja que me da constantemente, es que tiene que decir algo de parte del Consejo. << ¿Será cierto o estará tan borracho que inventa cosas? >>, pienso riendo mentalmente.

Vac sugiere que salgamos fuera y todos parecen de acuerdo.
-Sí, va a ser mejor que salgamos o estos borrachos -señalo a la mayoría- acabarán haciendo alguna tontería -sonrío estúpidamente.
Caín se despide, sin embargo, y después de que se vaya nos disponemos a abandonar el local. Cuando ya estoy cerca de la puerta me paro en seco un instante porque algo me inquieta.
-Noto como si me faltase algo... -digo pensativo-. ¡Mierda, casi me dejo la gabardina atrás! -digo de pronto cayendo en la cuenta.
Me acerco rápidamente a recogerla, tropezándome con una silla en el proceso, y de paso también las gafas de sol, las cuales me engancho de la camiseta. Con la gabardina al hombro sigo al grupo fuera de la taberna.

Sigue en la Casa Gamides.

Llegaron enseguida a la taberna, pues no se encontraba muy lejos del cuchitril. No habían hablado mucho durante el camino y Noel todavía conservaba la expresión malhumorada en la cara. Una vez allí, Noel pidió una cerveza y en cuanto ambos tuvieron sus bebidas se sentaron en una mesa. El draco se dejó caer en la silla pesadamente y, tras suspirar, le dio un trago al botellín antes de encararse a su hermano, quien le había vuelto a preguntar qué le sucedía.

-No lo sé ni yo, Vac -empezó a decir en tono hastiado-. Esta mañana cuando me desperté Wen estaba durmiendo conmigo, en mi cama. Al principio no me acordaba de nada, luego recordé que me llevó a dormir y tal, como ya habréis visto todos -hizo una pausa para dar otro trago a su bebida-. Bien, creo que no tengo que explicarte cuál fue una de las primeras cosas que pensé al respecto -prosiguió desviando un poco la mirada-. El caso, cuando ella se despertó, preguntó al respecto... de una manera que a mí me descolocó bastante porque bueno... me esperaba cualquier cosa menos que dijera eso.
Normalmente le habría resultado difícil repetir las palabras de la vouivre, pero lo hizo sin pensarlo demasiado, para a continuación explicarle al hado que mientras ella dormía, él había logrado recordar que se quedó dormido nada más meterse en cama y que no sabía como podría haber acabado Wen ahí con él.
-Y eso es lo que le dije, le dije que recordaba haberme quedado dormido al instante y sugerí que tal vez se había quedado dormida en la cama de puro cansancio, o algo así, no estaba en un momento muy lúcido como te imaginarás, tanto por la resaca como por la situación -hizo una pausa antes de continuar para seguir bebiendo y llevarse una garra a un lateral de la cabeza-. Y después de eso ella se cabreó. Parece que interpretó que me repugnaba la idea de que podríamos habernos acostado. No veas como se puso. Me quedé a cuadros, por supuesto, y para cuando quise decirle algo ya se había ido -dijo sonriendo con afectación levemente-. Y yo sólo sé que no sé que cojones he hecho para que me pasen cosas tan surrealistas. Tiene gracia que ella pensase que yo sentiría repugnancia por eso, cuando desde mi punto de vista debería ser más bien al revés. Y lo más gracioso de todo, Vac, es que me gusta ella. Sólo se lo había contado a Gael hasta ahora y no tenía mucha intención de contárselo a nadie más, pero ya que más dará.
Finalizó su explicación vaciando por completo el botellín de cerveza y colocó un brazo sobre la mesa mientras seguía con la otra garra sobre la cabeza, en una actitud que denotaba que estaba harto de todo.

Una vez llegaron a la taberna, y tras pedir en la barra, se sentaron en una de las mesas vacías. Vac dejo su abrigo colgado del respaldo de su silla y se acomodó en su asiento, dando un sorbo a su jarra de cerveza negra. No tardo en repetirle la pregunta al draco, y cuando el sueco empezó a contarle la historia, el hado se acodó en la mesa y apoyó el mentón en una de su manos, escuchando todo en silencio. Mientras hablaba, el draco fue bebiéndose toda su cerveza a grandes tragos, como si necesitara refrescar la garganta cada poco tiempo para ser capaz de contarlo todo. Así que su hermano se había metido en un buen follón con Wen, que para colmo resultaba que le gustaba. Esto último al griego no le extrañaba, Wen era muy guapa y simpática, era divertido conversar con ella y te lo pasabas genial en su compañía, en resumen, una muchacha estupenda; pero los malentendidos en asuntos de enamoramientos eran muy comunes, el lo sabia por experiencia.

-Hermanito -empezó en tono solemne-, estas es un buen lío -afirmó con una sonrisa cansada-, las británicas son muy temperamentales -dijo mas para si que para Noel-. Te digo por experiencia que las relaciones sentimentales son duras, y tal vez yo no sea el mas indicado para dar consejos, he metido muchas veces la pata en estos temas, pero es lo que hay -aclaró-. Según lo que me cuentas, y si conozco a Wen lo suficiente, seguro que te a malinterpretado de alguna forma, y posiblemente tenga que ver con algo de su pasado. No es que sepa mucho del pasado de Wen, y de todos modos no te contaría nada si así fuera, es algo que debe hacer ella, pero te puedo asegurar que tendría su razones para cabrearse, razones equivocadas tal vez, pero razones al fin y al cabo.

Dio un trago a la jarra y observó a los poco parroquianos que había en el local distraidamente, sin verlos realmente, pensando en como continuar.

-Si de verdad te gusta, si de verdad te importa lo que piense de ti y si de verdad quieres arreglar este asunto -enumeró muy serio-, has de ser sincero con ella y contigo mismo, hermanito -no había rastro de diversión en su voz, estaba siendo directo y quería que Noel lo entendiera-. Se que la verdad es dura, que cuesta expresarla y que a veces puede resultar dolorosa -le dijo en un tono mas apagado, medio ensimismado en sus propios fantasmas-, pero mentirse a uno mismo y a los demás, es aun peor. Se sincero con ella, Noel -repitió-, dile lo que sientes y aclara este malentendido, aunque te resulte vergonzoso y quieras que te trague la tierra, no importa... el no ya lo tienes, ¿no es verdad? -preguntó con una leve sonrisa-, ¿quién sabe lo que puede pasar? -dijo, dejando en el aire la cuestión, había infinitas posibilidades-. Ademas, te digo por experiencia una cosa... si no le importaras nada, no se habría enfadado tanto -concluyó guiñándole un ojo y revolviendole el pelo-. Animate y lanzate de una vez, no pierdas el tiempo en dudar, solo conseguirás amargarte; y por lo que mas quieras, sonríe, la sonrisa es muy importante, y con esa cara tan larga vas a acabar barriendo el suelo con la barba -añadió con una mueca burlona, tratando de animarle un poco.

Noel escuchó las primeras palabras de Vac sonriendo levemente aunque con bastante desgana ante el comentario. Lo que dijo acerca del pasado de Wen le hizo recordar aquella noche en Serpentaria donde precisamente la vouivre le contó a él acerca de eso. Aquella vez se había atrevido a abrazarla a pesar de todo. <<Creo que voy de mal en peor>>, pensó sarcásticamente antes de volver a centrarse en la conversación con el hado.
-No sé, a lo mejor tienes razón. A mí si me contó cosas de su pasado una vez... -dijo con aire ausente mirando a su alrededor pero sin ver nada en concreto-. Realmente a mí lo que me ha cabreado es la situación en sí, porque no la entiendo... Y bueno, en realidad también estoy enfadado conmigo mismo por no saber cómo actuar -apoyó una mano en la barbilla y ladeó la cabeza, suspirando-. Soy un pobre imbécil sin remedio -dijo riéndose ligeramente de forma irónica.

Esperó jugueteando con la botella de cerveza vacía a que Vac continuara y volvió a mirar a su hermano cuando reanudó la conversación. Torció el gesto cuando le dijo que fuera sincero con ella, pero no lo interrumpió.
-Yo... sé que no puedo dejar las cosas así -comenzó a hablar finalmente después de unos segundos de silencio-. Sé que tengo que hablar con ella y aclarar las cosas, por mucho que me vaya a costar. Pero no sé, Vac, no sé si seré capaz de... de sincerarme tanto. Al fin y al cabo parece que cada vez que abro la boca la cago -dijo a modo de repetición de algo similar que había pensado hacía no mucho en su habitación-. Pero... pensaré en ello. Iré a hablar con ella cuando termine su turno, que por cierto me tienes que decir cuál es, y ya veré que hago
La sola idea de decirle a Wen lo que sentía lo ponía muy nervioso y algo en su cabeza exclamaba "¡ni se te ocurra, inútil!", pero no podía negar que el hado no había dicho ninguna tontería.

A pesar de todo y como siempre que hablaba con alguien cercano, se había animado un poco y le dedicó una sonrisa medio burlona a Vac cuando le revolvió el pelo e hizo un comentario jocoso. Tenía gracia que alguien le tuviera que decir que sonriera precisamente a él, que tenía prácticamente siempre una sonrisa para cada situación, fuera cual esta fuera.
-Oye, una cosa... No me apetece volver al cuchitril hoy, entre unas cosas y otras. ¿Puedo abusar de tu amabilidad un poco más?
Estaba demasiado hecho un lío como para volver y enfrentarse a las preguntas que sin duda le harían, al menos Gael. Menos después de haber hablado ya con su hermano del tema. Y luego estaba el asunto de los esclavos, con el cual tampoco le apetecía comerse el tarro aquel día. Por ello le pidió a Vac que pasase el día con él en algún sitio hasta que llegase la hora de ir a hablar con Wen.

Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.

El paseo no había empezado con buen pie para el repoblador. En algún momento de su andadura, Tap se coló de lleno en un criadero de ratas con pinchos en la cola. Pinchos afilados que no tardaron en volar hacia él. Empezó corriendo, hasta que su mente no fue capaz de coordinar las extremidades del peluche, que empezó a agitar brazos, piernas y orejas en el aire; y decidió que tampoco iba lo suficientemente rápido si caía cada paso y medio. Tuvo que esforzarse como había aprendido la noche anterior para que el mullido y falso animal que habitaba se pusiera a levitar.

De esa manera consiguió evitar a los animales y acabó llegando hasta un edificio que parecía estar bastante concurrido, incluso para la cantidad de alimañas muertas que había por la calle. Guardó su peluche en unas ruinas y corrió hasta la puerta, sin frenarse conforme se acercaba. Ser intangible era maravillosamente útil. <<Algún día visitaré el panal Sendar y haré esto mismo con la puerta que me impidió pasar en su momento>>. Pensó con un gesto divertido mientras echaba un vistazo rápido al lugar en el que había ido a colarse.

Estaba lleno de gente bebiendo, gigantes y muy gigantes en general. Pero lo interesante era que estaba todavía más lleno de objetos que podrían serle útiles o que eran totalmente inútiles, pero que a Tap le hacía ilusión poseer durante unos instantes. Empezó saltando de taburete en taburete, meneando única y exclusivamente aquellos que tenían posados encima culos de gigante. Había pasado demasiado tiempo mosqueado por los gigantes de su torreón, ahora le tocaba a los gigantes mosquearse por su culpa.

Cuando se aburrió del esfuerzo que suponía hacer temblar las sillas ocupadas, por lo obviamente pesados que eran los gigantes hasta cuando no lo sabían, atravesó la barra y se coló en el primer vaso de cristal de toda una hilera de vasos. Obviamente el cristal no podía gesticular la sonrisa que Tap debía calzar en esos momentos, pero disfrutó como nadie cuando empujó los vasos contiguos y los hizo caer al suelo.

Un hombre peludo se giró tras la barra para observar lo suficientemente tarde el accidente que Tap había desatado.  Sin embargo, el repoblador ya no estaba ahí. Había seguido moviéndose y ahora había acabado en una botella de cristal sobre una mesa, entre torso y torso de gigantes. Estaban sentados, charlando de lo que había pasado la noche de la luna. Uno de los comensales, de pelo moreno, hizo un comentario hiriente sobre los cosechados recién transformados y Tap no quiso perder la oportunidad. Estaba dentro de una botella que contenía un líquido verde, semitransparente en la cantidad suficiente como para dejarle una buena mancha.

Alzó la botella en el aire, ante la mirada atónita de los dos gigantes, que enseguida miraron alrededor en busca de culpables (con muy mal tino); midió la distancia suficiente para poder arremeter contra el moreno y verterle todo en la cabeza y, cómo no, calculó mal. La botella que simplemente debía derramarse, en su lugar chocó contra la frente de este y se hizo añicos.

Los segundos siguientes fueron confusos para Tap. La botella se había roto y él había salido despedido de ella de alguna manera, sufriendo cierto mareo más por el caos del momento que por ningún tipo de contusión. Por si fuera poco, sus acciones habían causado que los gigantes de la mesa afectada se pusieran a gritar en busca del ejecutor del botellazo y se asustó. Se asustó soberanamente y, apenas se sintió bien de nuevo, huyó como mejor sabía hacer.

Sigue en el Antiguo Mercado.

Al entrar y ver a tanto transformado allí, con pintas algunos bastante preocupantes, reconociendo entre ellos a un trasgo al que miro por unos segundos, no había tenido buenas experiencias con estos. Pero cuando noto que no pasaba nada solo se encamino a la mesa, tomando la pinta que le entre el chico a rayas a falta de otro nombre. Nada mas sentarse y tras beber un poco, fue que Mephis comenzó a hablarle dejándolo un poco confundido en un comienzo, meditando la respuesta, sin abrir la boca hasta que la cambiante termino de hablar, dejándolo eso si un poco sorprendido con lo ultimo que dijo "¿Prostituta? Espera...¿los tres lo son?" se pregunto viéndolos con sorpresa, no es que le importase mucho el hecho solo era bastante sorpresivo, entendiendo ahora un poco mejor el porque habían ido a buscarlo, aunque no sabiendo como se habían enterado.

No se cuanto ganas, aunque si eres cambiante y puedes transformarse en lo que quieras, puedes satisfacer cualquier deseo o gusto del cliente...así que supongo que mucho- dijo tras pensarlo un poco, no era tan estúpido como para no imaginárselo. La miro detenidamente antes de decidirse a responder, no quería enemistarse con ella, menos si pretendía obtener algo.  Que lo conociera como una "furcia" no implicaba que lo fuera, al menos no del todo- Siendo objetivo, no te llego ni a la zuela del zapato, al menos por ahora. Da igual cuanto pueda mejorar, estarás siempre por delante mía -respondió encogiéndose de hombros y riéndose al pensar que Mephis hubiese podido pensar que el podría ser una especie de rival, mas siendo lo inútil que era ahora- No quiero quitarte tu trabajo y aunque lo intentara, si eres tan cara sera por algo ¿no? Soy un novato, hay mucha diferencia -añadió como si fuese evidente, aun si pretendiese volverse prostituto, la experiencia era la experiencia- En realidad...solo me gustaría que me entrenases, por eso pretendía buscarte en un futuro -respondió observándola con detenimiento sin dejar de sonreír entretenido, bastante de buen humor a decir verdad. El no era un peligro para ella que llevaría años transformada.