Taberna del Mago Tuerto

Noel escuchó las primeras palabras de Vac sonriendo levemente aunque con bastante desgana ante el comentario. Lo que dijo acerca del pasado de Wen le hizo recordar aquella noche en Serpentaria donde precisamente la vouivre le contó a él acerca de eso. Aquella vez se había atrevido a abrazarla a pesar de todo. <<Creo que voy de mal en peor>>, pensó sarcásticamente antes de volver a centrarse en la conversación con el hado.
-No sé, a lo mejor tienes razón. A mí si me contó cosas de su pasado una vez... -dijo con aire ausente mirando a su alrededor pero sin ver nada en concreto-. Realmente a mí lo que me ha cabreado es la situación en sí, porque no la entiendo... Y bueno, en realidad también estoy enfadado conmigo mismo por no saber cómo actuar -apoyó una mano en la barbilla y ladeó la cabeza, suspirando-. Soy un pobre imbécil sin remedio -dijo riéndose ligeramente de forma irónica.

Esperó jugueteando con la botella de cerveza vacía a que Vac continuara y volvió a mirar a su hermano cuando reanudó la conversación. Torció el gesto cuando le dijo que fuera sincero con ella, pero no lo interrumpió.
-Yo... sé que no puedo dejar las cosas así -comenzó a hablar finalmente después de unos segundos de silencio-. Sé que tengo que hablar con ella y aclarar las cosas, por mucho que me vaya a costar. Pero no sé, Vac, no sé si seré capaz de... de sincerarme tanto. Al fin y al cabo parece que cada vez que abro la boca la cago -dijo a modo de repetición de algo similar que había pensado hacía no mucho en su habitación-. Pero... pensaré en ello. Iré a hablar con ella cuando termine su turno, que por cierto me tienes que decir cuál es, y ya veré que hago
La sola idea de decirle a Wen lo que sentía lo ponía muy nervioso y algo en su cabeza exclamaba "¡ni se te ocurra, inútil!", pero no podía negar que el hado no había dicho ninguna tontería.

A pesar de todo y como siempre que hablaba con alguien cercano, se había animado un poco y le dedicó una sonrisa medio burlona a Vac cuando le revolvió el pelo e hizo un comentario jocoso. Tenía gracia que alguien le tuviera que decir que sonriera precisamente a él, que tenía prácticamente siempre una sonrisa para cada situación, fuera cual esta fuera.
-Oye, una cosa... No me apetece volver al cuchitril hoy, entre unas cosas y otras. ¿Puedo abusar de tu amabilidad un poco más?
Estaba demasiado hecho un lío como para volver y enfrentarse a las preguntas que sin duda le harían, al menos Gael. Menos después de haber hablado ya con su hermano del tema. Y luego estaba el asunto de los esclavos, con el cual tampoco le apetecía comerse el tarro aquel día. Por ello le pidió a Vac que pasase el día con él en algún sitio hasta que llegase la hora de ir a hablar con Wen.

Sigue en el Burdel de Dama Espasmo.

El paseo no había empezado con buen pie para el repoblador. En algún momento de su andadura, Tap se coló de lleno en un criadero de ratas con pinchos en la cola. Pinchos afilados que no tardaron en volar hacia él. Empezó corriendo, hasta que su mente no fue capaz de coordinar las extremidades del peluche, que empezó a agitar brazos, piernas y orejas en el aire; y decidió que tampoco iba lo suficientemente rápido si caía cada paso y medio. Tuvo que esforzarse como había aprendido la noche anterior para que el mullido y falso animal que habitaba se pusiera a levitar.

De esa manera consiguió evitar a los animales y acabó llegando hasta un edificio que parecía estar bastante concurrido, incluso para la cantidad de alimañas muertas que había por la calle. Guardó su peluche en unas ruinas y corrió hasta la puerta, sin frenarse conforme se acercaba. Ser intangible era maravillosamente útil. <<Algún día visitaré el panal Sendar y haré esto mismo con la puerta que me impidió pasar en su momento>>. Pensó con un gesto divertido mientras echaba un vistazo rápido al lugar en el que había ido a colarse.

Estaba lleno de gente bebiendo, gigantes y muy gigantes en general. Pero lo interesante era que estaba todavía más lleno de objetos que podrían serle útiles o que eran totalmente inútiles, pero que a Tap le hacía ilusión poseer durante unos instantes. Empezó saltando de taburete en taburete, meneando única y exclusivamente aquellos que tenían posados encima culos de gigante. Había pasado demasiado tiempo mosqueado por los gigantes de su torreón, ahora le tocaba a los gigantes mosquearse por su culpa.

Cuando se aburrió del esfuerzo que suponía hacer temblar las sillas ocupadas, por lo obviamente pesados que eran los gigantes hasta cuando no lo sabían, atravesó la barra y se coló en el primer vaso de cristal de toda una hilera de vasos. Obviamente el cristal no podía gesticular la sonrisa que Tap debía calzar en esos momentos, pero disfrutó como nadie cuando empujó los vasos contiguos y los hizo caer al suelo.

Un hombre peludo se giró tras la barra para observar lo suficientemente tarde el accidente que Tap había desatado.  Sin embargo, el repoblador ya no estaba ahí. Había seguido moviéndose y ahora había acabado en una botella de cristal sobre una mesa, entre torso y torso de gigantes. Estaban sentados, charlando de lo que había pasado la noche de la luna. Uno de los comensales, de pelo moreno, hizo un comentario hiriente sobre los cosechados recién transformados y Tap no quiso perder la oportunidad. Estaba dentro de una botella que contenía un líquido verde, semitransparente en la cantidad suficiente como para dejarle una buena mancha.

Alzó la botella en el aire, ante la mirada atónita de los dos gigantes, que enseguida miraron alrededor en busca de culpables (con muy mal tino); midió la distancia suficiente para poder arremeter contra el moreno y verterle todo en la cabeza y, cómo no, calculó mal. La botella que simplemente debía derramarse, en su lugar chocó contra la frente de este y se hizo añicos.

Los segundos siguientes fueron confusos para Tap. La botella se había roto y él había salido despedido de ella de alguna manera, sufriendo cierto mareo más por el caos del momento que por ningún tipo de contusión. Por si fuera poco, sus acciones habían causado que los gigantes de la mesa afectada se pusieran a gritar en busca del ejecutor del botellazo y se asustó. Se asustó soberanamente y, apenas se sintió bien de nuevo, huyó como mejor sabía hacer.

Sigue en el Antiguo Mercado.

Al entrar y ver a tanto transformado allí, con pintas algunos bastante preocupantes, reconociendo entre ellos a un trasgo al que miro por unos segundos, no había tenido buenas experiencias con estos. Pero cuando noto que no pasaba nada solo se encamino a la mesa, tomando la pinta que le entre el chico a rayas a falta de otro nombre. Nada mas sentarse y tras beber un poco, fue que Mephis comenzó a hablarle dejándolo un poco confundido en un comienzo, meditando la respuesta, sin abrir la boca hasta que la cambiante termino de hablar, dejándolo eso si un poco sorprendido con lo ultimo que dijo "¿Prostituta? Espera...¿los tres lo son?" se pregunto viéndolos con sorpresa, no es que le importase mucho el hecho solo era bastante sorpresivo, entendiendo ahora un poco mejor el porque habían ido a buscarlo, aunque no sabiendo como se habían enterado.

No se cuanto ganas, aunque si eres cambiante y puedes transformarse en lo que quieras, puedes satisfacer cualquier deseo o gusto del cliente...así que supongo que mucho- dijo tras pensarlo un poco, no era tan estúpido como para no imaginárselo. La miro detenidamente antes de decidirse a responder, no quería enemistarse con ella, menos si pretendía obtener algo.  Que lo conociera como una "furcia" no implicaba que lo fuera, al menos no del todo- Siendo objetivo, no te llego ni a la zuela del zapato, al menos por ahora. Da igual cuanto pueda mejorar, estarás siempre por delante mía -respondió encogiéndose de hombros y riéndose al pensar que Mephis hubiese podido pensar que el podría ser una especie de rival, mas siendo lo inútil que era ahora- No quiero quitarte tu trabajo y aunque lo intentara, si eres tan cara sera por algo ¿no? Soy un novato, hay mucha diferencia -añadió como si fuese evidente, aun si pretendiese volverse prostituto, la experiencia era la experiencia- En realidad...solo me gustaría que me entrenases, por eso pretendía buscarte en un futuro -respondió observándola con detenimiento sin dejar de sonreír entretenido, bastante de buen humor a decir verdad. El no era un peligro para ella que llevaría años transformada.

El draco y el fuego fatuo se dirigieron hacia la taberna después de escuchar las despreocupadas palabras de Vivia que contrastaban bastante con la actitud de Zedrig y que les hizo tomar la decisión de dejarse caer por el local por si acaso. El sueco fue durante parte del camino silbando a ratos una melodía acorde con la conversación que habían mantenido justo antes cuando la idrina les mostró las fotografías.
-La filantropía acabará arruinándonos -le dijo a Gael mientras abría la puerta de la taberna.

No tardaron en localizar al grupo, sentados a una mesa con ambos cambiantes enfrentados. Intercambiando una mirada con el nigromante, se acercaron a la barra para pedir algo de beber. El draco pidió una cerveza diferente a la que solían comprar para tener en el cuchitril y, saludando a Jau y dama Circe con la mano como si no quisieran interrumpir la conversación, se sentó en una mesa no demasiado cercana que les permitiría observar lo que sucedía ya que de todos modos gracias a su oído iba a poder enterarse de lo que decían.

La miro entre curioso y entretenido por su reacción, pensándolo un poco, porque bueno, prefería no morir cuando apenas llevaba unos días transformado. Pensó un poco antes de responder, se humedeció los labios antes de volver a hablar, pues a pesar de no aparentarlo estaba algo nervioso.

-Creo, que mas bien eres quien no esta de acuerdo. Cuando llegue a tu nivel, tu ya estarás en un nivel mas alto, es así de simple-añadió mirándole y tomando un poco de su pinta pensando bien sus palabras, por seguridad- Tu trabajo es interesante, para que negarlo, pero no tengo intención de morir joven solo por desear el puesto de alguien conocido. Quiero que me entrenes para sacar máximo partido a mi tranformacion, así podre conseguir desenvolverme por mi cuenta y buscare algún objetivo propio -respondió sonriente y de buen humor a pesar de toda la situación- Nunca superare a los transformados que lleváis años siéndolo, es cuestión de experiencia- añadió mirándola, prefería no enojarla o que creyera que podría ser una piedra en el camino, como ella misma dijo. Seguramente jugaría en el sentido sexual con su tranformacion, pero ya.

Debería quedarse calladito mas a menudo. Era lo primero que se le paso por la cabeza cuando comenzó a notar algo subiendo por sus piernas, agarrándolo y como todo el mundo empezaba a alejarse, aquello no pintaba nada bien para el.."Mierda, ¿por que no me quede callado?" se maldijo en su mente, ahora si nervioso, muy nervioso, esa chica era tan cambiante como su transformación. Para rematar la otra chica estaba agravando la situación con sus comentarios, situación ya de por si precaria. Lo que ya lo inquieto mas de lo que ya lo estaba, fueron las palabras del chico, confirmandole que estaba metido en un buen problema. Intento apartarse de la mesa, pero era imposible su cuerpo estaba siendo sujetando por Mephis, por pura reacción instintiva miro alrededor buscando una forma de escape y justo vio acercándose a Noel y otro chico que no conocía, no muy seguro de si para ayudar o para ser espectadores del espectáculo.

No pudo pensar mucho en ello, porque frente a sus ojos abierto como platos, se encontraba Mephis sacando a una velocidad pasmosa garras, alas y apéndices varios que empezaron a ponerle el vello de punta, tanto de la sorpresa, como de la admiración ante la visión, si era masoquista, solo a el se le podía ocurrir admirar a la persona que estaba a un tris de convertirlo en estofado de foner. Su cuerpo estaba sin reacción, quieto y temblando, trago saliva con fuerza, no pensaba atacarla, eso empeoraría aun mas al situación aunque tampoco tenia intenciones de dejarse espachurrar por la que hasta hace un momento era una chica menuda y ahora era una criatura que estaba de muy mala leche. Y a eso se le apuntaba la otra convirtiéndose en lobo "No hables, no hables, no hables" se repetía su cerebro una y otra vez.

-¡Lo siento!...no pretendía ofenderte o sonar superior, estoy acostumbrado aun a la forma de hablar de mi mundo, allí no hay palabras para indicar respeto -dijo rápidamente pateándose luego mentalmente "Mierda, hablaste, ahí te quedas solo" su cerebro definitivamente y su boca en esos momento no parecía estar de acuerdo, era algo que le pasaba cuando estaba demasiado nervioso, como en esos momentos. Cagado de miedo era decir poco, solo el era capaz de meterse en esos líos y lo peor es que estaba parcialmente paralizado, tanto por el agarre como por sus propios nervios.

Se pidió una cerveza y cuando la tuvo desperdició un primer sorbo llevándosela inconscientemente a los labios, distraído como estaba mirando de reojo al grupo de cuatro. Tomaron asiento no muy lejos y no les quitaron ojo de encima. «Quién me iba a decir que salíamos a por material y acabábamos tomando algo en la taberna a estas horas».
La conversación parecía que tenía un sentido muy diferente para las dos partes. Mientras el recién transformado trataba de hacer buenas migas con Mephis recurriendo incluso a alabarla, esta parecía más amenazadora a cada momento que pasaba. La situación le hizo palmearse la cara y negar con la cabeza. «A menuda le vas a pedir ayuda» pensó con lástima tras casi beber accidentalmente un nuevo trago.

La actitud de Jau y de Circe eran muy distintas. Jau seguiría siendo siempre un buenazo, pero la otra se ganaba su fama de tener malas pulgas.
-Esta no cambia, ¿no? -le preguntó a Noel en confidencia. Sabía de sobra cuentos de la chica durante su cosecha-. Está hecha una matona, parece que tiene más ganas de gresca ella que Mephis.

El comentario lo tuvo que retirar mentalmente cuando esta comenzó a crear unos tentáculos que sujetaron a DL. Circe se emocionó y, por último, la mirada de Jau dejó claro que necesitaba ayuda para parar aquello, lo que les hizo levantarse de la mesa prácticamente a la vez. El chico se disculpaba mientras los cuchitrileros se acercaron con cautela. «Vaya excusa» pensó al oírlo, «dudo que eso le sirva». Por algún motivo todo aquello le estaba divirtiendo en cierto modo, pero ahora que las chicas se habían puesto agresivas la cosa había dejado de tener gracia. Llegaron al lado del grupo y Gael desvió la mirada del cambiante boca abajo hacia Jau, que sujetaba a la licántropa, interrogándolo con la mirada, ya que la conversación la habían cogido a medias.

Noel permaneció atento a la conversación del peculiar grupo mientras bebía su cerveza a grandes tragos de forma casi despreocupada. Su boca se curvó en una sonrisa sarcástica cuando Gael comentó acerca del comportamiento de Circe.
-Siempre tuvo tendencia a meter el dedo en la llaga, especialmente cuando no viene al caso -le respondió al fuego fatuo en tono de mofa.
La situación le estaba divirtiendo enormemente, pero la suerte de DL acabó preocupándole de verdad cuando Mephis comenzó a convertirse en un ser que poco tenía que ver con su forma habitual. La cambiante era muy temperamental y, si bien no creía que fuese a matarlo, el novato acabaría recibiendo una paliza injustificada a este paso.

Captaron la mirada que pedía ayuda del licántropo y se acercaron al lugar del altercado. Jau ya tenía sujeta a Circe así que la ignoró y centró su atención e ambos cambiantes, tanto en la prostituta como en el desdichado al que en esos momentos sujetaba cabeza abajo.
-Saludos de nuevo, DL. Creo que deberías tratar de darle la vuelta a la situación -habló sin rastro de diversión o sarcasmo en la voz como si fuese un simple comentario acerca del tiempo que hacía-. O tal vez Mephis se dé cuenta de que no eres más que un pobre diablo recién transformado sin pretensiones -continuó, esbozando esta vez una sonrisa contenida-. Creo que ya le has dejado claro quién manda -se dirigió ahora a la cambiante-. Y al trasgo no creo que le hagan mucha gracia este tipo de espectáculos en su local, no cuando producen pérdidas -apuntó señalando hacia la barra con un leve movimiento de cabeza-. Estoy seguro de que DL con los pies en el suelo podrá aclarar mejor sus ideas.

Empezaba a caerle mal la chica loba, definitivamente calladita estaba mas guapa. Mephis estaba del peor humor, y eso se lo confirmo al momento que se vio siendo jalado fuera de la mesa y levantado del suelo boca abajo, en un posición por demás incomoda y donde difícil podría defenderse. "Piensa, piensa en como librarte" era un poco difícil pensar cuando estas bocabajo, siendo amenazado y vapuleado cual trapo. Por suerte milagrosa para el, Noel y Gael se acercaron y las palabras del draco parecieron hacer efecto al fin en Mephis que decidió soltarlo...aunque para desgracia de DL no fue soltarlo de forma suave, de un momento a otro se vio lanzado por los aires y por pura reacción instintiva lanzo un hechizo de levitación consigo mismo, lo suficiente para no acabar con el cráneo roto contra la pared pero igualmente llevandose un buen golpe que rompió el hechizo.

-Uff...mi cabeza...-se quejo adolorido la cabeza le daba vueltas y en esos momentos le dolía todo, por suerte solo tenia un buen golpe en la cabeza y en la espalda, ahorrándose algún hueso roto por muy poco, aun así sus piernas no querían sostenerle en esos momentos. Delante de el apareció un chico, al que no logro identificar tendiéndole una mano para ayudarlo a levantarse, aceptándola, en esos momentos estaba un tanto mareado tras haber estado un tiempo bocabajo en el aire.

-Gracias, por la ayuda, joder...que difícil es tratar con ella- dijo pasándose la mano por la cabeza aun adolorida por el golpe mientras se incorporaba ayudado por el otro chico que le recordaba a alguien por ese tenue brillo azulado que poseía, pero que tal y como tenia la cabeza en esos momentos no lograba identificar. Pero tras intentar situarse de dio cuenta de quien era, recordando que ya había visto a alguien así antes y mas acompañando a Noel- ¿Koval? ¿Pero cuantos cadáveres tienes tu?- pregunto sorprendido ya que ese era nuevo, girándose a mirar hacia donde estaba Mephis con su aspecto normal y ropa de encaje- Mierda, nada salio bien...no me tiene mucho aprecio que se diga-murmuro con ironía, se paso las manos por el pelo frustrado, Mephis era la única que podía ayudarle, el llevarse mal con ella o tener mala impresión no le convenía. El golpe era lo de menos, ya tenia asumido que siendo su transformación la que era, se llevaría muchas hostias.

Tras la intervención de Noel, Mephis parecía aún más molesta, pero se limitó a mirarlos mal y soltar pullas que no dejaban de ser un poco ciertas. Pero, desde su punto de vista, no era para tanto echarle una mano a un novato que estaba siendo amenazado sin motivos razonables. Sin más la cambiante lanzó al foner contra una pared, causando cierto revuelo en el local, y después recuperó su forma habitual. Apenas alcanzó a ver el golpe, pero resonó lo suficiente para que se pusiese en marcha hacia DL sin mediar palabra con los demás. Los prostitutos parecían haberse relajado, así que Gael pensó que el chico se podía considerar a salvo por el momento. Viendo al foner aturdido por el golpe le tendió una mano para ayudarlo a levantarse.
-Soy yo, Koval -le dijo con una sonrisa que pretendía ser tranquilizadora-. Tengo un cuerpo para cada día del año -respondió bromeando cuando el chico se hubo incorporado. Estaba completamente frustrado-. La diva del burdel tiene muy malas pulgas, ya lo has visto. Creo que te conviene más tenerla lejos que recibir su ayuda. De hecho, no tiene pinta de ir a cambiar de opinión -le dijo sin alzar la voz para curarse en salud-. Creo que tratar con el loco de Yip es más sencillo -añadió evitando parecer divertido. Al haber quedado todo en un susto, de pronto volvía a parecerle gracioso lo sucedido, pero no quería ofender al cambiante.

Finalmente Mephis les hizo caso, aunque a regañadientes y no sin dedicarles un malhumorado comentario. Aunque la peor parte sin duda se la llevó DL, a quien dejó que fuese ayudado por Gael que ya se dirigía hacia la pared donde la cambiante lo había estampado.
-Creo que no somos los únicos que no actuamos tal y cómo se espera de la etiqueta que se les pone -respondió divertido con una sonrisa sarcástica mientras observaba a su amigo ayudando a levantarse al novato-. Ya nos explicaréis en otro momento a qué se debía exactamente esta encerrona para intimidar al chaval, porque no me ha quedado muy claro. Los que íbamos de mafiosos éramos nosotros -dijo con una breve carcajada entes de encaminarse hacia la mesa donde se habían sentado momentos antes para recuperar su cerveza.

Cuando volvió, dándole un trago a la botella por el camino, Gael y DL se habían acercado, por lo que se paró cerca de estos y dejó su bebida sobre la mesa.
-No te acostumbres, normalmente nos pagan por hacer cosas de este palo, pero era esto o ejercer de carpinteros -le dijo al cambiante con diversión.

Poco a poco recuperaba la cabeza, que con el golpe había ido a paseo, observando a Noel y a Koval, en ese cuerpo nuevo. Definitivamente no iba a rendirse, ta vez era un loco suicida y dado que todos los cambiantes aprecian tener un tornillo suelto, al menos el decidiría su forma de locura.

- Puede que sea así, pero no voy a rendirme- dijo mirando a Koval, si algo era, era tozudo para todo. Si veía una posibilidad por pequeña que fuera lo intentaría, dirigiéndose a la mesa donde antes había estado sentados los dos dirigiéndose a Noel tras escuchar sus palabras- Gracias por la ayuda, creo que habría acabado siendo estofado sino llegáis a ayudarme- admitió sabiendo que tal como estaba la situación atacar a Mephis solo habría empeorado la cosa- Pagaros no puedo, aun no tengo trabajo ya sabéis...pero si necesitáis alguna vez ayuda para algo que pueda hacer, pedídmelo, esta os la debo - dijo sonriendo un poco incomodo pasándose la mano por el cuello adolorido aun por el golpe anterior, iba a levantarse bonito al día siguiente- Sobre Mephis, parecéis conocerla mejor que yo...¿hay alguna forma de poder convencerla sin acabar molido a golpes?- pregunto mirando a ambos esperando que si hubiese una forma.