Biblioteca Mágica
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Rocavarancolia Rol
49 participantes
- Rocavarancolia Rol
Biblioteca Mágica
02/08/11, 04:22 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Edificio de mármol gris de tamaño medio visto desde el exterior, pero que en realidad cuenta con una gran cantidad de espacio en el interior debido a un hechizo. Dos grandes portones de madera permiten el acceso al interior.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
El suelo es de madera, y lo único que se ve nada más entrar son hileras e hileras de estanterías con algunas mesas y sillas repartidas por los pasillos. La cantidad de estanterías es incomensurable y todavía más los libros y manuscritos de todo tipo que contienen. Se puede acceder a un segundo piso desde escaleras a ambos lados repartidas en varios puntos de la gigantesca sala principal, donde se repite el mismo entramado de estanterías y mesas.
Entre los estantes de apariencia normal y corriente destacan algunos ejemplares peculiares como libros voladores o libros enjaulados que parecen tener vida propia que se encuentran repartidos de forma aleatoria por el edificio.
La Biblioteca cuenta con una gran cantidad de hechizos anclados sobre ella que la hacen un lugar bien protegido, tanto de ataques desde el exterior como desde el interior. Aunque no solo cuenta con hechizos de seguridad. Uno de los artificios mágicos más destacables son los hechizos ilusorios y barreras que impiden el paso a los cosechados más allá de los primeros pasillos. Los cosechados tienen la sensación de que avanzar por toda la biblioteca, pero en realidad solo pueden moverse por una sección muy limitada de esta. Casi todos los grimorios sobre hechizos y runas, así como ejemplares sobre alquimia y bestiarios de transformaciones han sido movidos a la nueva biblioteca especializada: la Torre Doce. Quedan algunos grimorios básicos a los que tienen acceso los cosechados y la mayoría se encuentran en idiomas incomprensibles, aunque algunos cuentan con notas de traducción y hay algunos diccionarios.
El bibliotecario es Biblios, un espíritu ligado al edificio que conoce bien todas las secciones de la biblioteca y buena parte de los contenidos de los libros de las mismas. Suele aparecer para ayudar a los cosechados brevemente, y a los transformados si le llaman... Aunque no siempre.
- Cómo se creó la Biblioteca Mágica:
- El proyecto inicial de construcción de la Biblioteca Mágica fue llevado a cabo por el Consejo tras la finalización del conflicto del regreso de Hárex y Hurza. Se recopilaron una enorme cantidad de libros y manuscritos a lo largo de los años con la colaboración de una buena parte de los ciudadanos y decenas de magos ayudaron en la elaboración del entramado de hechizos anclados que contiene el edificio. Uno de estos magos, Littero Ara, que se involucró tanto en el proceso como para perder la vida tras invocar a Bilbios y anclarlo a la biblioteca, culminó el proyecto con lo que es hoy en día. El catálogo de la Biblioteca siguió y sigue aumentando año tras año.
NOTA: A disposición de los transformados hay amuletos logománticos variados que se pueden tomar prestados para leer dentro de la biblioteca. Nunca se pueden sacar de esta, pero se pueden traer materiales del exterior para leer aquí usándolos.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Biblioteca Mágica
01/07/13, 01:44 pm
—¿Te parece muy bien que coma personas como tú, que tienen su vida, ríen, lloran, y hacen todo lo demás que hacen las personas, saren? —solté casi sin pensar. En ese momento no podía despreciarme más a mí mismo, y el recordatorio de los sucesos de hace dos meses que era Brina no mejoraba mucho esto—. Creo que no lo entiendes. Ya he comido unos seres suficientemente parecidos a las personas como para alimentarme como no lo hicieron las alimañas. Y aun así estoy deseando saltar sobre vosotros, cortar vuestra carne y devoraros, sentir vuestro sabor y... —sin poder seguir hablando, di unos pasos para atrás, intentando calmarme. Cuanto más pensaba en lo que deseaba hacer, más deseaba hacerlo—. Soy un peligro incluso mayor que las alimañas de fuera, porque ambos deseamos devoraros, pero yo además tengo inteligencia. Y no es solo por el peligro —le miré con urgencia, deseando que se quitase de enmedio—. Ya he dicho que mis instintos no son diferentes del de esas alimañas. Soy un monstruo, un auténtico monstruo, como los que atacan la ciudad. No me merezco estar junto a vosotros.
Pablo me lanzó entonces una alimaña muerta. Al notar que estaba seca y verlo comenzar a beber la sangre de la otra me di cuenta que nuestras transformaciones eran parecidas. Si yo me alimentaba de la carne, su alimento era la sangre. «Pero al menos tú podrías parar de beber antes de matarlos. Tus víctimas pueden sobrevivir». entonces fue cuando DL comenzó a hablar. «Malditos suicidas, no lo entendéis. Soy una puta amenaza tan grande como esas alimañas de ahí fuera y seguís confundiéndome con un nublino que ya no existe. O que nunca existió, si Lah Donna tiene razón».
—DL, estoy recién transformado. Seguro que con el tiempo podría controlarme, pero ahora mismo no estoy tan seguro. E incluso así, seguís sin entender mi naturaleza. Soy un puto monstruo. Soy un puto monstruo tan repugnante como las alimañas que están golpeando la puerta. ¿Cómo podéis no verlo? ¿Cómo podéis no ver que soy tan repugnante como el ser que se comió a Marina, o las alimañas que la devoraron —dije, señalando a Brina— a ella y a Thras?
Al ver que, a pesar de mis palabras, Saren no se apartaba de la puerta, agarré las alimañas, más malhumorado a cada momento.
—Sois unos suicidas manteniendo a un peligro como yo dentro de este edificio. Pero bueno, suerte que este edificio es grande, si no me dejáis salir al menos podré alejarme algo —agarré las alimañas y me fui al azar por uno de los pasillos cercanos. No tenía muy en cuenta el rumbo que tomaba mientras vomía, tan solo buscaba la forma más eficaz de alejarme de mis amigos antes de que les hiciera daño. Ver allí a Brina me había recordado todo lo que había vivido y sentido dos meses antes. Lo había conseguido enterrar gracias a la batalla y a la preocupación por mis amigos, pero ahora que ya no había peligro, verla había sido como una erupción de lo que llevaba ignorando durante horas. Era un ser repugnante hasta más allá de lo que se podía notar, un monstruo que no merecía ni siquiera el nombre de alimaña. El desprecio por lo que era, por lo que había sido siempre, había alcanzado un nuevo nivel. Pero lo peor era que, a pesar de todo ello, una parte de mí seguía deseando salir de caza, y no fijaba como objetivo a las alimañas, precisamente.
Intentando librarme de cualquier pensamiento, decidí intentar aprender a manejar la cola cuando terminé de comer. Las alimañas no me habían alimentado casi nada, probablemente debido a que ya había comido tres presas que sí me alimentaban, aunque decidí no pensar en ello.
Mover la cola era bastante más difícil de lo que imaginaba. No parecía obedecer ninguna de las órdenes que intentaba mandarle, y en más de una ocasión acabó golpeando insistentemente los libros. «¿Pero cómo se mueve esto?». Era un miembro entero que nunca había tenido, con músculos nuevos, y no tenía ni idea de qué hacer con ella. A pesar de eso, con el paso de tiempo, conseguí controlarla un poco. Bastante poco, seguía sin ser capaz de dirigir del todo sus mivimientos, pero al menos ya no me hacía tropezar al meterse entre las piernas. «Todo un logro», bufé.
Pablo me lanzó entonces una alimaña muerta. Al notar que estaba seca y verlo comenzar a beber la sangre de la otra me di cuenta que nuestras transformaciones eran parecidas. Si yo me alimentaba de la carne, su alimento era la sangre. «Pero al menos tú podrías parar de beber antes de matarlos. Tus víctimas pueden sobrevivir». entonces fue cuando DL comenzó a hablar. «Malditos suicidas, no lo entendéis. Soy una puta amenaza tan grande como esas alimañas de ahí fuera y seguís confundiéndome con un nublino que ya no existe. O que nunca existió, si Lah Donna tiene razón».
—DL, estoy recién transformado. Seguro que con el tiempo podría controlarme, pero ahora mismo no estoy tan seguro. E incluso así, seguís sin entender mi naturaleza. Soy un puto monstruo. Soy un puto monstruo tan repugnante como las alimañas que están golpeando la puerta. ¿Cómo podéis no verlo? ¿Cómo podéis no ver que soy tan repugnante como el ser que se comió a Marina, o las alimañas que la devoraron —dije, señalando a Brina— a ella y a Thras?
Al ver que, a pesar de mis palabras, Saren no se apartaba de la puerta, agarré las alimañas, más malhumorado a cada momento.
—Sois unos suicidas manteniendo a un peligro como yo dentro de este edificio. Pero bueno, suerte que este edificio es grande, si no me dejáis salir al menos podré alejarme algo —agarré las alimañas y me fui al azar por uno de los pasillos cercanos. No tenía muy en cuenta el rumbo que tomaba mientras vomía, tan solo buscaba la forma más eficaz de alejarme de mis amigos antes de que les hiciera daño. Ver allí a Brina me había recordado todo lo que había vivido y sentido dos meses antes. Lo había conseguido enterrar gracias a la batalla y a la preocupación por mis amigos, pero ahora que ya no había peligro, verla había sido como una erupción de lo que llevaba ignorando durante horas. Era un ser repugnante hasta más allá de lo que se podía notar, un monstruo que no merecía ni siquiera el nombre de alimaña. El desprecio por lo que era, por lo que había sido siempre, había alcanzado un nuevo nivel. Pero lo peor era que, a pesar de todo ello, una parte de mí seguía deseando salir de caza, y no fijaba como objetivo a las alimañas, precisamente.
Intentando librarme de cualquier pensamiento, decidí intentar aprender a manejar la cola cuando terminé de comer. Las alimañas no me habían alimentado casi nada, probablemente debido a que ya había comido tres presas que sí me alimentaban, aunque decidí no pensar en ello.
Mover la cola era bastante más difícil de lo que imaginaba. No parecía obedecer ninguna de las órdenes que intentaba mandarle, y en más de una ocasión acabó golpeando insistentemente los libros. «¿Pero cómo se mueve esto?». Era un miembro entero que nunca había tenido, con músculos nuevos, y no tenía ni idea de qué hacer con ella. A pesar de eso, con el paso de tiempo, conseguí controlarla un poco. Bastante poco, seguía sin ser capaz de dirigir del todo sus mivimientos, pero al menos ya no me hacía tropezar al meterse entre las piernas. «Todo un logro», bufé.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Biblioteca Mágica
01/07/13, 02:24 pm
Me paseé por la biblioteca con el repoblador al hombro, estaba buscando algún libro sobre brujos para encontrar algo de ayuda a Vava, al final di con la sección de brujos, había varios libros, y ademas estaban separados por dominios, lo que hacia mas fácil localizarlos.
En una sección encontré un libro en el que ponía algo sobre brujos de plantas, lo hice levitar y seguir buscando, al final un par de estanterías mas allá di con uno cuyo titulo rezaba brujos animales, nos fuimos a una mesa libre y le di el libro de animales mientras yo buscaba en el de plantas.
Encontré la parte que correspondía a enredaderas y leí con sumo interés, pero cuando leí una de las frases casi salto por la excitación: "A veces si el brujo es fuerte, con su voluntad puede dominar también plantas de la familia de su dominio". <<Tengo que probar a ver, si funciona mis posibilidades se amplían mucho, aunque ahora obviamente no es el mejor momento>>.
-Vava, ¿como lo llevas por ahí?,- el repoblador había encontrado que efectivamente podía ser un brujo de ese tipo de animales y le anime a probar suerte.
Volvimos con el resto y me encontré para mi sorpresa a Jack, Pablo y DL ademas de la gente que ya estaba, en cuanto vi a Pablo se encendieron todas mis alarmas, la ultima vez que lo había visto había tratado de matarme desangrándome. Pero cuando lo pensé mejor me di cuenta de que esto era nuevo para el, no debía ser fácil resistirse a la tentación, por eso decidí ir a hablar con el.
-Oye Pablo, quiero que sepas que no te guardo rencor alguno por lo de antes, así que por favor si lo has pensado en algún momento no te culpes, no es culpa tuya, es lógico que no puedas controlar esa parte aun. Pero de todas formas creo que a parte de eso estas haciendo un gran trabajo, y seguro que Jack aquí presente podrá ayudarte mas adelante.- le dije con una actitud abierta para que no me viera como una amenaza y confiase en mis palabras.
Cuando acabé mi conversación con él me moví por la biblioteca buscando un libro de magia avanzada para mirar hechizos, y quizás me apuntase un par de ellos por ahí para aprender cuanto antes, cuando localicé uno que tenia buena pinta me senté en una de las mesas de la entrada a leer.
En una sección encontré un libro en el que ponía algo sobre brujos de plantas, lo hice levitar y seguir buscando, al final un par de estanterías mas allá di con uno cuyo titulo rezaba brujos animales, nos fuimos a una mesa libre y le di el libro de animales mientras yo buscaba en el de plantas.
Encontré la parte que correspondía a enredaderas y leí con sumo interés, pero cuando leí una de las frases casi salto por la excitación: "A veces si el brujo es fuerte, con su voluntad puede dominar también plantas de la familia de su dominio". <<Tengo que probar a ver, si funciona mis posibilidades se amplían mucho, aunque ahora obviamente no es el mejor momento>>.
-Vava, ¿como lo llevas por ahí?,- el repoblador había encontrado que efectivamente podía ser un brujo de ese tipo de animales y le anime a probar suerte.
Volvimos con el resto y me encontré para mi sorpresa a Jack, Pablo y DL ademas de la gente que ya estaba, en cuanto vi a Pablo se encendieron todas mis alarmas, la ultima vez que lo había visto había tratado de matarme desangrándome. Pero cuando lo pensé mejor me di cuenta de que esto era nuevo para el, no debía ser fácil resistirse a la tentación, por eso decidí ir a hablar con el.
-Oye Pablo, quiero que sepas que no te guardo rencor alguno por lo de antes, así que por favor si lo has pensado en algún momento no te culpes, no es culpa tuya, es lógico que no puedas controlar esa parte aun. Pero de todas formas creo que a parte de eso estas haciendo un gran trabajo, y seguro que Jack aquí presente podrá ayudarte mas adelante.- le dije con una actitud abierta para que no me viera como una amenaza y confiase en mis palabras.
Cuando acabé mi conversación con él me moví por la biblioteca buscando un libro de magia avanzada para mirar hechizos, y quizás me apuntase un par de ellos por ahí para aprender cuanto antes, cuando localicé uno que tenia buena pinta me senté en una de las mesas de la entrada a leer.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Biblioteca Mágica
01/07/13, 02:32 pm
Tras un breve y agitado viaje, RR llegó a cruzar las puertas de la Biblioteca. Se hallaba suspendido en el aire, con la pierna ensangrentada, cubierta del fluido carmesí que manaba cada vez menos por la herida de la cadera. El foner, que había detenido la hemorragia con un hechizo de presión, observó la escena que tomaba lugar en la antesala de aquella polvorienta y enorme cripta de la palabra escrita: Un elenco de caras conocidas y desconocidas perpetrando banalidades varias alrededor del enorme cadáver de un lagarto de desmesuradas proporciones. Entre los representantes, el foner reconoció a algunos poco amigables. De hecho, había incluso sendarios, a los que sólo había contemplado a través de la mira de su rifle. Por supuesto, los letarguinos no podían tenerle mucha menos tirria tras el incidente del secuestro de Yrio y el ataque con explosivos incendiarios a sus compañeros. Sí, definitivamente, era mejor que aligerara su paso y que redujera sus interacciones con aquellos individuos.
-Con permiso, señores. –comentó el pelirrojo mientras cruzaba la sala a toda velocidad a la vez que creaba un escudo mágico en aras a evitar cualquier tentativa poco sutil de prolongar la conversación.
Tubo buen cuidado de penetrar en el laberinto de estanterías lo más lejos posible del resto de visitantes, esperando ralentizar cualquier intento de buscarle para ajustar cuentas. Se dejó caer en una silla dispuesta cerca de una de las dispares mesas situadas en los pequeños claros de aquella madeja de estantes, polvo y telarañas, dejando así de gastar tontamente energías en mantenerse en el aire. Seguidamente, dispuso todo su armamento sobre la mesa, recargándolo y poniéndolo a punto para cualquier ataque. Entre tanto, esperó a que llegaran los refuerzos.
Para cuando hubo recargado sus armas, una cantidad considerable de roedores ya había acudido a él a través de sus pequeños pasadizos y escondrijos, distribuidos por toda la Biblioteca. No era ni mucho menos un alubión, pero no era un número desdeñable. Permitió que se acercaran a él, y notó como sus fuerzas mágicas iban en aumento.
-Vosotras cuatro.- dijo el foner con tono entrecortado para llamar a varios especimenes que en ese momento le rondaban el pecho.
Seguidamente, RR les dio las indicaciones pertinentes para que fueran en pos del libro que necesitaba. Tras una larga diatriba a cerca de cales eran las características del objeto en cuestión, las despachó para que se perdieran a toda velocidad por los viejos pasillos creados por los muebles abarrotados de sabiduría y polvo.
Tuvo que esperar poco para ver a sus menudos exploradores regresar con el no tan pequeño libro a cuestas. Esperó pacientemente a que le treparan por la pierna sana con el artefacto, sorprendido de lo servil de los pequeños roedores. Pero su expresión de leve satisfacción se tornó en una máscara de dolor que vomitaba improperios airados cuando los amigables ratones le dejaron caer el compendio sobre la herida de la cadera.
Tomó el grimorio y, insultando brevemente a las bestezuelas, que mostraban a su manera una expresión de cruel satisfacción, comenzó a buscar a toda velocidad la información que necesitaba no hizo falta hacer un análisis muy detallado para descubrir que aquel libro no era el que les había pedido. Habían traído el más gordo que habían encontrado y se lo habían lanzado a la herida abierta. Volvió la mirada hacia aquellos pequeños seres, que lo observaban con aire burlón.
-Y lo encontraréis gracioso, ¿verdad, malditos bastardos?-les reprochó con tono agriado y visiblemente disgustado.- De donde yo vengo los bichos como vosotros saben leer, ¿sabéis? Vuestra ignorancia es preocupante…
Pero realmente no era su analfabetismo lo que más molestaba al foner. Comenzó a mesarse el mentón con aires pensativos y severos. Podrían haber dado a entender su incapacidad para obedecer. Podrían habérselo indicado. Pero aquella trastada era un síntoma de algo más pérfido. Habían aprovechado el lapso en la orden para jugarle una broma vulgar. Su mirada volvió a las ratas, que jugueteaban distraídas sobre la mesa. No habían mostrado demasiado entusiasmo a sus imperativas apelaciones, pero no contaba con la posibilidad de que pudieran llegar a aprovechar rendijas en su lenguaje para desobedecerle de manera velada.
-¿Sabéis? Bien pensado, sois unos bichos jodidamente listos…
La atención del foner volvió de golpe a la cadera, cuando una nueva punzada de dolor lo despertó de sus meditaciones a cerca de su nuevo poder. Una de las ratas se había posado sobre la laceración de la cadera.
-¡No toquéis la herida, maldita sea…!- perjuró RR, en un arranque de ira. Pero, tras unos segundos, cuando las nieblas del dolor se disiparon, decidió hacer una postilla.-... Hasta que yo os diga lo contrario.
Refunfuñando, fue disponiendo de nuevo cada arma en su sitio, de nuevo cargadas, en su lugar dentro del equipamiento del foner, a excepción del rifle de mayores dimensiones, que usó como bastón y punto de apoyo para levantarse. El viajecito le había costado cierta energía, y no podía ir gastándola así como así. Se había sentido borracho de poder, eufórico y omnipotente, pero tras el absurdo y desmesurado derroche del combate contra Aleksei y las bestias de la falla había vuelto a la realidad. Poco a poco fue notando el desgaste físico que conllevaba haber utilizado más de diez veces la energía que en otro tiempo podía utilizar. Las ratas le ayudaban a paliar esa sensación y a llenar lentamente el vacío, pero no era suficiente. Habría de aprender a utilizar correctamente su poder para no derrocharlo de forma tan dadivosa de ahora en adelante.
Fue arrastrándose por los pasillos de la biblioteca, cojeando y utilizando su amenazador bastón improvisado para escrutar el interior de la biblioteca con su pequeño séquito de roedores recorriéndole la chaqueta, trepándole la cabeza o jugueteando en sus bolsillos. Esperaba que tardaran en encontrarlo, pues estaba reservando sus fuerzas místicas para un hechizo que posiblemente fuera bastante costoso y complejo.
Aún recapacitaba sobre como había sido capaz de efectuar con éxito el hechizo de intangibilidad. Cierto era que le había desvelado la posibilidad de que lo utilizaran en su contra y que lo había copiado en el cuaderno para poder neutralizarlo con runas, pero si en aquel momento decisivo y límite había sido capaz de ejecutarlo con éxito había sido por pura suerte…
Aquella noche estaba siendo, cuanto menos, extraña.
-Con permiso, señores. –comentó el pelirrojo mientras cruzaba la sala a toda velocidad a la vez que creaba un escudo mágico en aras a evitar cualquier tentativa poco sutil de prolongar la conversación.
Tubo buen cuidado de penetrar en el laberinto de estanterías lo más lejos posible del resto de visitantes, esperando ralentizar cualquier intento de buscarle para ajustar cuentas. Se dejó caer en una silla dispuesta cerca de una de las dispares mesas situadas en los pequeños claros de aquella madeja de estantes, polvo y telarañas, dejando así de gastar tontamente energías en mantenerse en el aire. Seguidamente, dispuso todo su armamento sobre la mesa, recargándolo y poniéndolo a punto para cualquier ataque. Entre tanto, esperó a que llegaran los refuerzos.
Para cuando hubo recargado sus armas, una cantidad considerable de roedores ya había acudido a él a través de sus pequeños pasadizos y escondrijos, distribuidos por toda la Biblioteca. No era ni mucho menos un alubión, pero no era un número desdeñable. Permitió que se acercaran a él, y notó como sus fuerzas mágicas iban en aumento.
-Vosotras cuatro.- dijo el foner con tono entrecortado para llamar a varios especimenes que en ese momento le rondaban el pecho.
Seguidamente, RR les dio las indicaciones pertinentes para que fueran en pos del libro que necesitaba. Tras una larga diatriba a cerca de cales eran las características del objeto en cuestión, las despachó para que se perdieran a toda velocidad por los viejos pasillos creados por los muebles abarrotados de sabiduría y polvo.
Tuvo que esperar poco para ver a sus menudos exploradores regresar con el no tan pequeño libro a cuestas. Esperó pacientemente a que le treparan por la pierna sana con el artefacto, sorprendido de lo servil de los pequeños roedores. Pero su expresión de leve satisfacción se tornó en una máscara de dolor que vomitaba improperios airados cuando los amigables ratones le dejaron caer el compendio sobre la herida de la cadera.
Tomó el grimorio y, insultando brevemente a las bestezuelas, que mostraban a su manera una expresión de cruel satisfacción, comenzó a buscar a toda velocidad la información que necesitaba no hizo falta hacer un análisis muy detallado para descubrir que aquel libro no era el que les había pedido. Habían traído el más gordo que habían encontrado y se lo habían lanzado a la herida abierta. Volvió la mirada hacia aquellos pequeños seres, que lo observaban con aire burlón.
-Y lo encontraréis gracioso, ¿verdad, malditos bastardos?-les reprochó con tono agriado y visiblemente disgustado.- De donde yo vengo los bichos como vosotros saben leer, ¿sabéis? Vuestra ignorancia es preocupante…
Pero realmente no era su analfabetismo lo que más molestaba al foner. Comenzó a mesarse el mentón con aires pensativos y severos. Podrían haber dado a entender su incapacidad para obedecer. Podrían habérselo indicado. Pero aquella trastada era un síntoma de algo más pérfido. Habían aprovechado el lapso en la orden para jugarle una broma vulgar. Su mirada volvió a las ratas, que jugueteaban distraídas sobre la mesa. No habían mostrado demasiado entusiasmo a sus imperativas apelaciones, pero no contaba con la posibilidad de que pudieran llegar a aprovechar rendijas en su lenguaje para desobedecerle de manera velada.
-¿Sabéis? Bien pensado, sois unos bichos jodidamente listos…
La atención del foner volvió de golpe a la cadera, cuando una nueva punzada de dolor lo despertó de sus meditaciones a cerca de su nuevo poder. Una de las ratas se había posado sobre la laceración de la cadera.
-¡No toquéis la herida, maldita sea…!- perjuró RR, en un arranque de ira. Pero, tras unos segundos, cuando las nieblas del dolor se disiparon, decidió hacer una postilla.-... Hasta que yo os diga lo contrario.
Refunfuñando, fue disponiendo de nuevo cada arma en su sitio, de nuevo cargadas, en su lugar dentro del equipamiento del foner, a excepción del rifle de mayores dimensiones, que usó como bastón y punto de apoyo para levantarse. El viajecito le había costado cierta energía, y no podía ir gastándola así como así. Se había sentido borracho de poder, eufórico y omnipotente, pero tras el absurdo y desmesurado derroche del combate contra Aleksei y las bestias de la falla había vuelto a la realidad. Poco a poco fue notando el desgaste físico que conllevaba haber utilizado más de diez veces la energía que en otro tiempo podía utilizar. Las ratas le ayudaban a paliar esa sensación y a llenar lentamente el vacío, pero no era suficiente. Habría de aprender a utilizar correctamente su poder para no derrocharlo de forma tan dadivosa de ahora en adelante.
Fue arrastrándose por los pasillos de la biblioteca, cojeando y utilizando su amenazador bastón improvisado para escrutar el interior de la biblioteca con su pequeño séquito de roedores recorriéndole la chaqueta, trepándole la cabeza o jugueteando en sus bolsillos. Esperaba que tardaran en encontrarlo, pues estaba reservando sus fuerzas místicas para un hechizo que posiblemente fuera bastante costoso y complejo.
Aún recapacitaba sobre como había sido capaz de efectuar con éxito el hechizo de intangibilidad. Cierto era que le había desvelado la posibilidad de que lo utilizaran en su contra y que lo había copiado en el cuaderno para poder neutralizarlo con runas, pero si en aquel momento decisivo y límite había sido capaz de ejecutarlo con éxito había sido por pura suerte…
Aquella noche estaba siendo, cuanto menos, extraña.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Biblioteca Mágica
01/07/13, 06:38 pm
Acababa de recibir la respuesta de Pablo a su pregunta sobre que criatura era, cosa que lo dejo un poco como antes. Por suerte el ahora vampiro le explico mas o menos en que se basaba su tranformacion o lo que sabia de ella. La conversación se paro justo antes de que Pablo pudiera preguntar sobre el, ya que la puerta de la Biblioteca fue abierta y entro RR con una fea herida en la cintura que podía verse parcialmente entre la ropa rota. "Esta hecho una autentica mierda" pensó DL que en un principio iba a ir hacia este para ayudarlo a curarse a pesar de sus muy no amplios conocimientos en magia curativa, si había podido curar a medias a un trasgo inmune parcialmente a la magia, podía con un foner testarudo.
-Un foner rojo cubierto en sangre, ¿que sera lo siguiente? -murmuro DL cansado, ya levantándose de donde estaba en pos de ayudar a este en lo que pudiera, pero tuvo que cambiar su plan inicial al ver la expresión de Pablo al ver entrar a RR, no entendía del todo que pasaba pero ya sabia la facilidad con la que RR se hacia enemigos, lo agarro rápidamente antes de este se alejara, interponiéndose en el camino, ya había visto que este parecía tener como alimento preferido la sangre y RR ahora mismo lo que mas tenia encima era sangre.
-Espera, no se que pasa con ustedes dos, pero este no es momento ni el lugar para discusiones o enfrentamientos-advirtió DL mirándolo con calma aunque sin moverse del lugar, no habían ido allí a refugiarse para que ellos mismos destruyeran el refugio desde dentro y ya sabia que tanto uno como otro tenia posición de objetos explosivos y no se fiaba de que no ocurrieran "accidentes"-Aunque si igual quieres ir a por RR para discutir o lo que sea, os vais afuera -añadió señalando la entrada de la Biblioteca antes de quitarse de delante de Pablo para dejarle ya hacer lo que quisiera. Tras decir eso, se metió entre las estanterías buscando en principio algo sobre su tranformacion sin mucho éxito hasta que pregunto al Bibliotecario que aprecia un poco hasta las narices de tenerlos allí. Tras recibir la información se interno en la biblioteca buscando la estantería que le interesaba donde se encontraban las transformaciones físicas. DL dirigió una mirada al estantería desde la primera ala ultima rascándose la nuca.
-Esperemos que este en zona accesible -murmuro mientras empezaba a rebuscar entre los libros a su alcance, encontrándose de todo, literalmente, incluso algunos libros que ni entendió en que dichoso idioma estaban o que ni siquiera podían abrirse o le faltaban hijas, todo mientras iba subiendo estantería por estantería- Solo por joder va a estar en una zona donde no alcance-se dijo fastidiado y en efecto el libro no estaba al alcance. DL rendido de busca por la parte baja miro hacia arriba entrecerrando los ojos intentando ver la diminutas letras de los títulos de los libros mas altos pudiendo verlas solo a medias. "No veo lo que pone y no veo ninguna escalerilla a mano...tal vez podría probar a levitar" pensó DL intentando hacer el hechizo sobre el sin éxito, era la primera vez que lo hacia ya que como cosechado nunca pudo, volvió a intentarlo un par de veces concentrándose en intentar hacer levitar su cuerpo como si fuese un objeto mas. Tras un par de intentos mas logro alzarse del suelo, perdiendo un poco el equilibrio al no tener solidez bajo sus pies y aferrándose a la estantería con fuerza para no dar una voltereta en el aire y comerse el suelo "Venga calma, tu controlas la levitación no caerás sino cortas el hechizo" intento mentalizarse mientras con mucho cuidado iba subiendo flotando para ir mirando las estanterías mas altas buscando el libro que necesitaba.
Estuvo un rato bastante largo allí arriba hasta que finalmente encontró un titulo con contenido que le interesaba sobre su tranformacion, baja al suelo deshaciendo el hechizo y sentándose allí mismo apoyado en la estantería para comenzar a leer.
-Un foner rojo cubierto en sangre, ¿que sera lo siguiente? -murmuro DL cansado, ya levantándose de donde estaba en pos de ayudar a este en lo que pudiera, pero tuvo que cambiar su plan inicial al ver la expresión de Pablo al ver entrar a RR, no entendía del todo que pasaba pero ya sabia la facilidad con la que RR se hacia enemigos, lo agarro rápidamente antes de este se alejara, interponiéndose en el camino, ya había visto que este parecía tener como alimento preferido la sangre y RR ahora mismo lo que mas tenia encima era sangre.
-Espera, no se que pasa con ustedes dos, pero este no es momento ni el lugar para discusiones o enfrentamientos-advirtió DL mirándolo con calma aunque sin moverse del lugar, no habían ido allí a refugiarse para que ellos mismos destruyeran el refugio desde dentro y ya sabia que tanto uno como otro tenia posición de objetos explosivos y no se fiaba de que no ocurrieran "accidentes"-Aunque si igual quieres ir a por RR para discutir o lo que sea, os vais afuera -añadió señalando la entrada de la Biblioteca antes de quitarse de delante de Pablo para dejarle ya hacer lo que quisiera. Tras decir eso, se metió entre las estanterías buscando en principio algo sobre su tranformacion sin mucho éxito hasta que pregunto al Bibliotecario que aprecia un poco hasta las narices de tenerlos allí. Tras recibir la información se interno en la biblioteca buscando la estantería que le interesaba donde se encontraban las transformaciones físicas. DL dirigió una mirada al estantería desde la primera ala ultima rascándose la nuca.
-Esperemos que este en zona accesible -murmuro mientras empezaba a rebuscar entre los libros a su alcance, encontrándose de todo, literalmente, incluso algunos libros que ni entendió en que dichoso idioma estaban o que ni siquiera podían abrirse o le faltaban hijas, todo mientras iba subiendo estantería por estantería- Solo por joder va a estar en una zona donde no alcance-se dijo fastidiado y en efecto el libro no estaba al alcance. DL rendido de busca por la parte baja miro hacia arriba entrecerrando los ojos intentando ver la diminutas letras de los títulos de los libros mas altos pudiendo verlas solo a medias. "No veo lo que pone y no veo ninguna escalerilla a mano...tal vez podría probar a levitar" pensó DL intentando hacer el hechizo sobre el sin éxito, era la primera vez que lo hacia ya que como cosechado nunca pudo, volvió a intentarlo un par de veces concentrándose en intentar hacer levitar su cuerpo como si fuese un objeto mas. Tras un par de intentos mas logro alzarse del suelo, perdiendo un poco el equilibrio al no tener solidez bajo sus pies y aferrándose a la estantería con fuerza para no dar una voltereta en el aire y comerse el suelo "Venga calma, tu controlas la levitación no caerás sino cortas el hechizo" intento mentalizarse mientras con mucho cuidado iba subiendo flotando para ir mirando las estanterías mas altas buscando el libro que necesitaba.
Estuvo un rato bastante largo allí arriba hasta que finalmente encontró un titulo con contenido que le interesaba sobre su tranformacion, baja al suelo deshaciendo el hechizo y sentándose allí mismo apoyado en la estantería para comenzar a leer.
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Biblioteca Mágica
01/07/13, 09:12 pm
Antes de que Saren pudiera responder, Erin llegó a la biblioteca. Tras saludarlos, se internó en el edificio. Ariv la miró y se preguntó cómo estarían los demás habitantes de Letargo. En ese momento, escuchó lo que el idrino le decía respecto a su transformación. La niña se quedó pensativa unos instantes para memorizarlo todo, pero no tendría problema. No eran muchos datos y siempre había tenido buena memoria. Aquello, junto a lo que Noel había insinuado respecto a la posibilidad del regreso a su forma original, le serviría de mucho.
—¡Está bien! —le dijo a Saren—. Ahora mismo voy a…
Pero no pudo terminar la frase. La interrumpió un temblor de tierra. Se abrieron grietas en el suelo, y de ellas comenzaron a salir alimañas. Ariv retrocedió un paso. Sí, se había transformado y, por tanto, era más fuerte que antes pero, a pesar de todo, había una parte de ella que aún se sentía un poco vulnerable. En ese momento, el fantasma de una chica se le acercó para decirle que tenían que marcharse de allí antes que fuera tarde. Después, todo sucedió muy rápido. Llegaron también a la biblioteca Stefan, DL, alguien que le recordó un poco a Tap, aunque a este no lo conocía, Pablo y Branniel, que pareció reconocer al fantasma. Cuando susurró su nombre, Ariv se acordó de que aquella chica había pertenecido al otro torreón, ese que les había causado tantos problemas. Nunca la había visto, pero recordaba haber escuchado su nombre en boca de sus compañeros. Se alegraba de que todos estuvieran bien y, a pesar del peligro que los rodeaba, no pudo evitar esbozar una sonrisa de alivio.
También apareció, ante su sorpresa, su cosechador. Ariv se quedó mirándolo fijamente, sin hacer apenas caso al fantasma y a sus compañeros. Noel le había dicho que iría a verla, pero ahora que lo tenía delante no sabía exactamente qué hacer. Reaccionó primero cuando les dijo que lo cubrieran, y luego cuando les ordenó que se metieran dentro de la biblioteca. En cuanto todos se pusieron a salvo, los demás procedieron a animar a Brann, que parecía muy triste. La niña agachó la mirada. Debía de ser muy duro estar en su situación.
—Brann… —No sabía muy bien qué decir—. Yo… Estoy segura de que no nos harás daño.
Ariv quería creerlo.
Poco después, Jack entró en la biblioteca y se unió a ellos. Ella se quedó mirándolo otra vez. De pronto, sin previo aviso, el vampiro se materializó a su lado y la abrazó. Ariv se sorprendió mucho. No esperaba aquello. No obstante, sonrió. A pesar de todo, se alegraba de verlo. Seguramente, no todos los cosechados lo hicieran al encontrarse con aquellos que los habían llevado a esa ciudad de pesadilla, pero ella tenía sus motivos. Jack era el que le había dado una segunda oportunidad. Su sonrisa se ensanchó cuando escuchó que el vampiro siempre había estado seguro de que sobreviviría. Se sentía orgullosa por haberlo hecho.
—Pues… No… —tuvo que reconocer—. Aún no sé muy bien lo que soy. Iba a ponerme a buscar cuando aparecieron esas cosas. —Señaló la puerta de la biblioteca.
Poco después, llegó RR. Algunos de sus compañeros se pusieron a buscar entre las estanterías.
—¡Está bien! —le dijo a Saren—. Ahora mismo voy a…
Pero no pudo terminar la frase. La interrumpió un temblor de tierra. Se abrieron grietas en el suelo, y de ellas comenzaron a salir alimañas. Ariv retrocedió un paso. Sí, se había transformado y, por tanto, era más fuerte que antes pero, a pesar de todo, había una parte de ella que aún se sentía un poco vulnerable. En ese momento, el fantasma de una chica se le acercó para decirle que tenían que marcharse de allí antes que fuera tarde. Después, todo sucedió muy rápido. Llegaron también a la biblioteca Stefan, DL, alguien que le recordó un poco a Tap, aunque a este no lo conocía, Pablo y Branniel, que pareció reconocer al fantasma. Cuando susurró su nombre, Ariv se acordó de que aquella chica había pertenecido al otro torreón, ese que les había causado tantos problemas. Nunca la había visto, pero recordaba haber escuchado su nombre en boca de sus compañeros. Se alegraba de que todos estuvieran bien y, a pesar del peligro que los rodeaba, no pudo evitar esbozar una sonrisa de alivio.
También apareció, ante su sorpresa, su cosechador. Ariv se quedó mirándolo fijamente, sin hacer apenas caso al fantasma y a sus compañeros. Noel le había dicho que iría a verla, pero ahora que lo tenía delante no sabía exactamente qué hacer. Reaccionó primero cuando les dijo que lo cubrieran, y luego cuando les ordenó que se metieran dentro de la biblioteca. En cuanto todos se pusieron a salvo, los demás procedieron a animar a Brann, que parecía muy triste. La niña agachó la mirada. Debía de ser muy duro estar en su situación.
—Brann… —No sabía muy bien qué decir—. Yo… Estoy segura de que no nos harás daño.
Ariv quería creerlo.
Poco después, Jack entró en la biblioteca y se unió a ellos. Ella se quedó mirándolo otra vez. De pronto, sin previo aviso, el vampiro se materializó a su lado y la abrazó. Ariv se sorprendió mucho. No esperaba aquello. No obstante, sonrió. A pesar de todo, se alegraba de verlo. Seguramente, no todos los cosechados lo hicieran al encontrarse con aquellos que los habían llevado a esa ciudad de pesadilla, pero ella tenía sus motivos. Jack era el que le había dado una segunda oportunidad. Su sonrisa se ensanchó cuando escuchó que el vampiro siempre había estado seguro de que sobreviviría. Se sentía orgullosa por haberlo hecho.
—Pues… No… —tuvo que reconocer—. Aún no sé muy bien lo que soy. Iba a ponerme a buscar cuando aparecieron esas cosas. —Señaló la puerta de la biblioteca.
Poco después, llegó RR. Algunos de sus compañeros se pusieron a buscar entre las estanterías.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Biblioteca Mágica
01/07/13, 09:37 pm
Tras la negativa de la chica la dejé que siguiera investigando por su cuenta ya que eso era parte de lo emocionante de transformarse. Luego durante unos minutos me permití cerrar los ojos para pensar en qué hacer, si o bien ir a Letargo solo o que se viniera alguno... Pero casi que era preferible dejar a este grupo aquí, ya que eran bastante numerosos y el lugar estaba medianamente a salvo...
Así que decidido eso, me incorporo con algo de prisa y, antes de cargarme al lagarto, el pelirrojo de Maciel entra en el edificio, herido y agitado. <<Mira qué tenemos aquí>>
-¿Has montado una guardería, Biblios?-le digo riendo.-Buenas...
Pero no acabo ya que el ambiente de pronto se tensa entre el vampiro y el pelirrojo... Pero... Si tienen problemas deberían solucionarlos solos, sin mi intervención. Y si Pablo no es capaz de solucionar esto, la ciudad tiene mayores problemas ahí fuera. Así que retomo el peso del lagarto sobre mis hombros y miro a los demás
-Vecinitos, yo me voy a Letargo, os rogaría que os quedaseis aquí hasta que pase el peligro pero... Algunos quizá queráis mediros con lo que hay fuera así que sois libres. Nos veremos, pronto espero, porque a saber cómo están en Letargo...-remato, pesimista en cuanto a su situación.
Luego salgo y me dirijo levitando hacia el torreón, pero al ver lo que sucede desde las alturas, echo a correr aún más, maldiciendo a la criatura gigantesca que se abraza al torreón.
Sigue en el Torreón Letargo.
Así que decidido eso, me incorporo con algo de prisa y, antes de cargarme al lagarto, el pelirrojo de Maciel entra en el edificio, herido y agitado. <<Mira qué tenemos aquí>>
-¿Has montado una guardería, Biblios?-le digo riendo.-Buenas...
Pero no acabo ya que el ambiente de pronto se tensa entre el vampiro y el pelirrojo... Pero... Si tienen problemas deberían solucionarlos solos, sin mi intervención. Y si Pablo no es capaz de solucionar esto, la ciudad tiene mayores problemas ahí fuera. Así que retomo el peso del lagarto sobre mis hombros y miro a los demás
-Vecinitos, yo me voy a Letargo, os rogaría que os quedaseis aquí hasta que pase el peligro pero... Algunos quizá queráis mediros con lo que hay fuera así que sois libres. Nos veremos, pronto espero, porque a saber cómo están en Letargo...-remato, pesimista en cuanto a su situación.
Luego salgo y me dirijo levitando hacia el torreón, pero al ver lo que sucede desde las alturas, echo a correr aún más, maldiciendo a la criatura gigantesca que se abraza al torreón.
Sigue en el Torreón Letargo.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
Re: Biblioteca Mágica
01/07/13, 10:46 pm
Me fijé enseguida que con DL no era tan fácil hacer las runas, principalmente porque ya me había acostumbrado a trabajar con alguien con experiencia en el tema, y el foner no la tenía. Aun así, con su ayuda logré tener otras dos flechas explosivas. Las paralizantes no logramos hacer ninguna.
Hablando de foners El último que quería volver a ver aparece. ¿Mi primer impulso? Tirarle una flecha bomba y así devolverle el favor, pero hacer algo así aquí dentro no es una buena idea, así que acabo decidiéndome por una paralizante.
En el tiempo que pienso esto, ya se ha ido casi. Me levanté y saqué el arco, pero al final DL se pone en medio. -Esto no te incumbe. Apártate-
Pero no se aparta, y al final desisto, más porque acabo dándome cuenta de que una pelea aquí podía herir a alguien más, que por cualquier otra razón que me dieran.
“Espero que esa herida le duela, y que tarde mucho en sanar”
Luego cada uno se va por su lado, él buscando por las estanterías algo de su transformación y yo al principio pienso lo mismo, pero luego recuerdo que tengo una fuente de información mucho más rápida, y que ahora está abrazando a Ariv. También reaparece Erin, lo justo para decir que ahora se llama Dama Ytria y volver a irse a leer algo. “¿Ya tiene nombre? Que rapidez”
Me acerco a hablar con Jack, pero este nos dice que se va a Letargo y acto seguido se marcha.
-Eh espera. Antes...- Tarde, ya no está. -Me cago en el. Ya van tres veces que me deja con la palabra en la boca-
Pero lo que dice de letargo me hace acordarme de los demás “¿Estarán bien? Si les atacan de la misma forma que a nosotros... Calma. Es un torreón, esa torre debería de poder resistir asedios”
Pero por muchas vueltas que le doy no logro tranquilizarme, así que al final me acabo decidiendo.
-Me voy a Letargo también. Solo quiero comprobar que todo esté en orden- Recogí las nuevas flechas y lo guardé todo en su sitio. Luego abrí la puerta.
-Volveré enseguida. Total, visto que el vampiro veterano siempre se va cada vez que quiero preguntarle algo de mi transformación tendré que averiguar las cosas yo. Hasta ahora-
Una vez fuera emprendo la marcha. Aun no veo ninguna alimaña por la calle, pero seguramente no tardaría en encontrarme con ellas. Mejor estar preparado.
Sigue en el Torreón Letargo.
Hablando de foners El último que quería volver a ver aparece. ¿Mi primer impulso? Tirarle una flecha bomba y así devolverle el favor, pero hacer algo así aquí dentro no es una buena idea, así que acabo decidiéndome por una paralizante.
En el tiempo que pienso esto, ya se ha ido casi. Me levanté y saqué el arco, pero al final DL se pone en medio. -Esto no te incumbe. Apártate-
Pero no se aparta, y al final desisto, más porque acabo dándome cuenta de que una pelea aquí podía herir a alguien más, que por cualquier otra razón que me dieran.
“Espero que esa herida le duela, y que tarde mucho en sanar”
Luego cada uno se va por su lado, él buscando por las estanterías algo de su transformación y yo al principio pienso lo mismo, pero luego recuerdo que tengo una fuente de información mucho más rápida, y que ahora está abrazando a Ariv. También reaparece Erin, lo justo para decir que ahora se llama Dama Ytria y volver a irse a leer algo. “¿Ya tiene nombre? Que rapidez”
Me acerco a hablar con Jack, pero este nos dice que se va a Letargo y acto seguido se marcha.
-Eh espera. Antes...- Tarde, ya no está. -Me cago en el. Ya van tres veces que me deja con la palabra en la boca-
Pero lo que dice de letargo me hace acordarme de los demás “¿Estarán bien? Si les atacan de la misma forma que a nosotros... Calma. Es un torreón, esa torre debería de poder resistir asedios”
Pero por muchas vueltas que le doy no logro tranquilizarme, así que al final me acabo decidiendo.
-Me voy a Letargo también. Solo quiero comprobar que todo esté en orden- Recogí las nuevas flechas y lo guardé todo en su sitio. Luego abrí la puerta.
-Volveré enseguida. Total, visto que el vampiro veterano siempre se va cada vez que quiero preguntarle algo de mi transformación tendré que averiguar las cosas yo. Hasta ahora-
Una vez fuera emprendo la marcha. Aun no veo ninguna alimaña por la calle, pero seguramente no tardaría en encontrarme con ellas. Mejor estar preparado.
Sigue en el Torreón Letargo.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
02/07/13, 12:38 am
Al tiempo que leía toda la información del libro iba intentando hacer lo que se suponía su tranformacion era capaz, como que al parecer podía cambiar no solo el aspecto físico sino también la voz si formaba un aparato fonador con el sonido que necesitaba.
-Mmm, aunque esto es difícil, tengo que saber como el interior de lo que quiero cambiar para hacerlo correctamente -se dijo al ver una imagen de un cambiante al parecer convirtiéndose en una criatura similar a Wintel paso a paso, como mero ejemplo y con letras totalmente incomprensibles. "Necesito libros de anatomía, pero puedo morirme intentando saber la anatomía de cada bicho viviente en este u otros mundos. Así que mejor, clasifiquemos..." pensó mientras sacaba papel de la bolsita que siempre llevaba, empezando anotar por mero recordatorio en un principio las criaturas que había visto hasta ahora. Todos los cosechados, incluso los pequeños repobladores, deberían tener los órganos colocados en el mismo lugar que el, así que con ellos en la parte interna con suerte cuando lo intentara podría recrearla. El problema estaba en el resto de órganos en otro tipo de criaturas y sus miembros extras.
"Alas y colas, bueno la parte exterior vale, es cosa de coger practica, pero la parte interna...da igual como se vean sino es funcional, no sirve" rascándose la mejilla empezó a buscar libros en al estantería, apuntando y haciendo dibujos en los papeles sobre como serian por dentro unas alas, cola y demás partes de criaturas que pudiera encontrarse y que el mismo no poseyera. Fue apuntando todo lo que le sirviera y en ocasiones intentando algunas de las cosas que veía, como formarse escamas en una mano sin éxito, salvo que esta quedara deforme y como si estuviera cubierta por una película viscosa. Por la parte externa era cosa de practica y sabe de que estaba hecha la piel que lo fuese a recubrir pero la parte interna era otro cantar, tanto por la parte de los huesos, como por cartílagos, músculos u órganos funcionales. Busco información, detalles, dibujos e hizo apuntes que llegados a un punto comenzaron a desquiciarlo. "Demasiada información" se dijo masajeando las sienes cuando ya llevaba varias hojas llena de dibujos, garabatos y apuntes aclaratorios, en un tiempo que realmente no había llegado a contar, pero que a esas alturas le parecieron horas.
-¿¡Porque cojones tienen un interior tan complicado!?- exclamo un tanto desesperado ya al ver que lo que le esperaba si quería en un futuro cambiar a algo que no fuese humanoide, iba acostarle lagrimas de sangre o como mínimo que el cerebro se le escurriera por las orejas. Intento respirar profundamente cogiendo los libros que había estado usando para volver a donde estaban todos sentándose en una mes ay comenzaba buscar y busca, sentía que comos e quedase mas tiempo solo entre los libros iba a volverse loco."Venga calma, no tiene porque ser todo de golpe ya las prisas, cuando esta noche loca acabe podrás tomarte con calma el aprender sobre tu tranformacion" se intento mentalizar para no desesperarse. Siempre había sido alguien estudioso y curioso por naturaleza, no iba a rendirse por algo como el tener que aprender desde cero lo poco que sabia de genética, biología y anatomía. Con un suspiro cansado echo un vistazo alrededor, tanto letra dibujo y apuntes estaban ya dándole dolor de cabeza, notando que Pablo no estaba.
-¿Adonde fue Pablo? - pregunto confundido a los compañeros que seguían presentes. "Este tío es tonto, con la que hay liada afuera" pensó cuando le respondieron, la marcha de Pablo le recordó algo que con todo eso de haber estado sumergido en aprender de su transformación había olvidado "¡Cierto" Shizel, Karime y Wintel siguen allí fuera, tengo que asegurarme que estén bien...espero que estén con Shizel" deseo mientras buscaba entre sus bolsillos el aparatito que meses atrás les creo Shizel y que siempre llevaba encima, recordando el modo de uso lo estrelló contra el suelo, esperando que el aviso llegara al idrino y este pudiera localizarlos desde donde estuviera.
-Mmm, aunque esto es difícil, tengo que saber como el interior de lo que quiero cambiar para hacerlo correctamente -se dijo al ver una imagen de un cambiante al parecer convirtiéndose en una criatura similar a Wintel paso a paso, como mero ejemplo y con letras totalmente incomprensibles. "Necesito libros de anatomía, pero puedo morirme intentando saber la anatomía de cada bicho viviente en este u otros mundos. Así que mejor, clasifiquemos..." pensó mientras sacaba papel de la bolsita que siempre llevaba, empezando anotar por mero recordatorio en un principio las criaturas que había visto hasta ahora. Todos los cosechados, incluso los pequeños repobladores, deberían tener los órganos colocados en el mismo lugar que el, así que con ellos en la parte interna con suerte cuando lo intentara podría recrearla. El problema estaba en el resto de órganos en otro tipo de criaturas y sus miembros extras.
"Alas y colas, bueno la parte exterior vale, es cosa de coger practica, pero la parte interna...da igual como se vean sino es funcional, no sirve" rascándose la mejilla empezó a buscar libros en al estantería, apuntando y haciendo dibujos en los papeles sobre como serian por dentro unas alas, cola y demás partes de criaturas que pudiera encontrarse y que el mismo no poseyera. Fue apuntando todo lo que le sirviera y en ocasiones intentando algunas de las cosas que veía, como formarse escamas en una mano sin éxito, salvo que esta quedara deforme y como si estuviera cubierta por una película viscosa. Por la parte externa era cosa de practica y sabe de que estaba hecha la piel que lo fuese a recubrir pero la parte interna era otro cantar, tanto por la parte de los huesos, como por cartílagos, músculos u órganos funcionales. Busco información, detalles, dibujos e hizo apuntes que llegados a un punto comenzaron a desquiciarlo. "Demasiada información" se dijo masajeando las sienes cuando ya llevaba varias hojas llena de dibujos, garabatos y apuntes aclaratorios, en un tiempo que realmente no había llegado a contar, pero que a esas alturas le parecieron horas.
-¿¡Porque cojones tienen un interior tan complicado!?- exclamo un tanto desesperado ya al ver que lo que le esperaba si quería en un futuro cambiar a algo que no fuese humanoide, iba acostarle lagrimas de sangre o como mínimo que el cerebro se le escurriera por las orejas. Intento respirar profundamente cogiendo los libros que había estado usando para volver a donde estaban todos sentándose en una mes ay comenzaba buscar y busca, sentía que comos e quedase mas tiempo solo entre los libros iba a volverse loco."Venga calma, no tiene porque ser todo de golpe ya las prisas, cuando esta noche loca acabe podrás tomarte con calma el aprender sobre tu tranformacion" se intento mentalizar para no desesperarse. Siempre había sido alguien estudioso y curioso por naturaleza, no iba a rendirse por algo como el tener que aprender desde cero lo poco que sabia de genética, biología y anatomía. Con un suspiro cansado echo un vistazo alrededor, tanto letra dibujo y apuntes estaban ya dándole dolor de cabeza, notando que Pablo no estaba.
-¿Adonde fue Pablo? - pregunto confundido a los compañeros que seguían presentes. "Este tío es tonto, con la que hay liada afuera" pensó cuando le respondieron, la marcha de Pablo le recordó algo que con todo eso de haber estado sumergido en aprender de su transformación había olvidado "¡Cierto" Shizel, Karime y Wintel siguen allí fuera, tengo que asegurarme que estén bien...espero que estén con Shizel" deseo mientras buscaba entre sus bolsillos el aparatito que meses atrás les creo Shizel y que siempre llevaba encima, recordando el modo de uso lo estrelló contra el suelo, esperando que el aviso llegara al idrino y este pudiera localizarlos desde donde estuviera.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Biblioteca Mágica
02/07/13, 01:31 pm
Tras una larga y penosa búsqueda, RR encontró el libro de magia curativa que necesitaba. Se lo llevó a la mesa más próxima y comenzó los preparativos para efectuar el hechizo que le curaría la herida de la cadera.
Permitiendo que todas las ratas le treparan por el completo de su anatomía, el foner comenzó a guardar fuerzas mágicas, hasta que finalmente tuvo fuerzas para ejecutar el sortilegio. Siguiendo el procedimiento de forma lenta y cuidadosa para evitar toda sombra de error, fue soldando los huesos y, haciendo luego uso de otro embrujo, cerrando la herida lacerante de su carne.
Cuando el desagradable proceso llegó a su fin, RR se tomó unos minutos para descansar y pensar en el mejor curso de acción. Desde luego, salir fuera de la biblioteca parecía ser a todas luces una idea rematadamente mala, teniendo en cuenta la cantidad de enemigos que lo esperaban fuera de aquellos muros, ya fueran sendarios, letarguinos resentidos o bestias autóctonas y alteradas. Aunque también cabía la posibilidad de que le dieran caza dentro del edificio, pero la idea podía ser rebatida con facilidad: Había hallado varios elementos hostiles a las puertas del recinto y ninguno había ido en su busca… por ahora.
Desde luego, lo mejor que podía hacer el foner era mantenerse informado y esperar a que las cosas se calmaran, por mucho que le molestara.
-Tú, tú y tú-llamó RR a tres pequeños roedores, señalándolos ostensiblemente con el dedo.- Id a la ciudad e informaros de qué está sucediendo en la ciudad. Quiero saber dónde hay monstruos y dónde se encuentran los hijos de la Luna Roja. Cuando lo descubráis, venid a verme para contármelo con detalle y sin omitir información. Vamos.
Mientras sus mensajeros desaparecían en el polvoriento laberinto trazado por sus garras y dientes por entre los estantes y paredes, el foner se adentró aun más en el antiguo recinto en busca de nueva información. Buscó un poco de todo: Libros de hechizos, información sobre la Luna y las transformaciones y sobre la propia ciudad. Era posible que tuviera que estar en la biblioteca durante un tiempo considerable, y más valía que lo aprovechara…
RR llevaba maldiciendo de formas imaginativas un buen rato. Claramente cabreado, iba distribuyendo el producto de su esfínter de forma dadivosa entre la ciudad, la luna, los cosechados y las madres de cada cual, a las que aprovechaba para atribuirles una dudosa reputación.
Había tomado apuntes de nuevos hechizos y había encontrado información interesante sobre su transformación, y aquello, lejos de enfadarle, le había entusiasmado. El disgusto llegó cuando se le ocurrió ojear información sobre Rocavarancolia; información sobre su sistema de gobierno, para ser exactos.
No es necesario entrar en demasiados detalles para explicar cuan contrariado se hallaba el foner ante el hecho de que hubiera estado pasando penurias en un mundo prehistórico y sin techo rodeado de zumbados y alienígenas que no habían visto nada que conllevara un sistema eléctrico en la totalidad de sus miserables vidas, estando a punto de ahogarse y de ser devorado infinidad de veces, luchando en soledad contra opresores sin decencia ni moral que intentaban privarles de una comida que merecían tanto o más que ellos, para luego asistir a aquella feria caótica en la que el suelo se rajaba y vomitaba seres absurdos y desagradables mientras que un barrendero de tamaño singularmente desmesurado lo perseguía con ánimo de abrirlo en canal y comerse su corazón, sólo para ganarse el mérito de vivir en una sociedad decadente de pobres y mendigos gobernada por un consejo de oligarcas despóticos encabezados por un monarca con poder absoluto.
RR se frotó la cara con la mano y suspiró teatralmente. Estaba claro que, fuera en Rocavarancolia o en F.O.N.E.R.A, estaba condenado a tener que vérselas con tiranos e hijos de puta.
Permitiendo que todas las ratas le treparan por el completo de su anatomía, el foner comenzó a guardar fuerzas mágicas, hasta que finalmente tuvo fuerzas para ejecutar el sortilegio. Siguiendo el procedimiento de forma lenta y cuidadosa para evitar toda sombra de error, fue soldando los huesos y, haciendo luego uso de otro embrujo, cerrando la herida lacerante de su carne.
Cuando el desagradable proceso llegó a su fin, RR se tomó unos minutos para descansar y pensar en el mejor curso de acción. Desde luego, salir fuera de la biblioteca parecía ser a todas luces una idea rematadamente mala, teniendo en cuenta la cantidad de enemigos que lo esperaban fuera de aquellos muros, ya fueran sendarios, letarguinos resentidos o bestias autóctonas y alteradas. Aunque también cabía la posibilidad de que le dieran caza dentro del edificio, pero la idea podía ser rebatida con facilidad: Había hallado varios elementos hostiles a las puertas del recinto y ninguno había ido en su busca… por ahora.
Desde luego, lo mejor que podía hacer el foner era mantenerse informado y esperar a que las cosas se calmaran, por mucho que le molestara.
-Tú, tú y tú-llamó RR a tres pequeños roedores, señalándolos ostensiblemente con el dedo.- Id a la ciudad e informaros de qué está sucediendo en la ciudad. Quiero saber dónde hay monstruos y dónde se encuentran los hijos de la Luna Roja. Cuando lo descubráis, venid a verme para contármelo con detalle y sin omitir información. Vamos.
Mientras sus mensajeros desaparecían en el polvoriento laberinto trazado por sus garras y dientes por entre los estantes y paredes, el foner se adentró aun más en el antiguo recinto en busca de nueva información. Buscó un poco de todo: Libros de hechizos, información sobre la Luna y las transformaciones y sobre la propia ciudad. Era posible que tuviera que estar en la biblioteca durante un tiempo considerable, y más valía que lo aprovechara…
RR llevaba maldiciendo de formas imaginativas un buen rato. Claramente cabreado, iba distribuyendo el producto de su esfínter de forma dadivosa entre la ciudad, la luna, los cosechados y las madres de cada cual, a las que aprovechaba para atribuirles una dudosa reputación.
Había tomado apuntes de nuevos hechizos y había encontrado información interesante sobre su transformación, y aquello, lejos de enfadarle, le había entusiasmado. El disgusto llegó cuando se le ocurrió ojear información sobre Rocavarancolia; información sobre su sistema de gobierno, para ser exactos.
No es necesario entrar en demasiados detalles para explicar cuan contrariado se hallaba el foner ante el hecho de que hubiera estado pasando penurias en un mundo prehistórico y sin techo rodeado de zumbados y alienígenas que no habían visto nada que conllevara un sistema eléctrico en la totalidad de sus miserables vidas, estando a punto de ahogarse y de ser devorado infinidad de veces, luchando en soledad contra opresores sin decencia ni moral que intentaban privarles de una comida que merecían tanto o más que ellos, para luego asistir a aquella feria caótica en la que el suelo se rajaba y vomitaba seres absurdos y desagradables mientras que un barrendero de tamaño singularmente desmesurado lo perseguía con ánimo de abrirlo en canal y comerse su corazón, sólo para ganarse el mérito de vivir en una sociedad decadente de pobres y mendigos gobernada por un consejo de oligarcas despóticos encabezados por un monarca con poder absoluto.
RR se frotó la cara con la mano y suspiró teatralmente. Estaba claro que, fuera en Rocavarancolia o en F.O.N.E.R.A, estaba condenado a tener que vérselas con tiranos e hijos de puta.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Biblioteca Mágica
04/07/13, 01:05 am
Su primera impresión era que se habían equivocado de lugar. Todo estaba cubierto de cadáveres de alimañas amontonados, algunos de los cuales estaban seccionados de maneras extrañas a lo largo de una línea continua en el suelo. Shizel descendió del lomo de Karime, escuchando el repiqueteo del hechizo de localización con el corazón en un puño. Hasta ver aquel espectáculo no se le había ocurrido pensar que para activar el talismán bastaba con que alguien o algo lo rompiese, independientemente de la suerte de su propietario.
"Por favor, que el tañido no salga de entre los montones de cadáveres."
Advirtió que la carnicería parecía haber respetado un estrecho margen en torno a la puerta de la Biblioteca, y eso sólo podía significar una cosa: con toda probabilidad los que estuviesen allí dentro estaban vivos. Una escucha más atenta, además del rastro que la propia Karime estaba olfateando, le permitió confirmar que el retumbar guía efectivamente provenía de dentro; y casi pudo oír el peso que se le cayó de encima. Hizo un gesto de asentimiento a la libense y pasaron al interior.
La primera impresión que tuvo fue que éste estaba saturado. Se preguntó distraídamente qué estaría pensando el bibliotecario de todo aquel follón.
-Es Karime, no ataquéis- fue lo primero que advirtió tajantemente al grupo de la entrada, por si a los que no habían estado presentes en Maciel se les ocurría pensar que la loba era una amenaza que había logrado colarse tras él. Fue localizando a los de su grupo entre el nutrido grupo de refugiados, y su mirada pasó de unos a otros, contándolos y llevando la cuenta de los daños-. ¿Estáis todos bien? ¿Falta alguien? ¿Y alguien sabe qué diablos pasa fuera?
Parpadeó varias veces, notando cómo se desvanecía poco a poco la bruma negra que hasta el momento había invadido sus ojos. Seguía en tensión por el recorrido que acababan de atravesar por la ciudad, y le costaba hacerse a la idea de que todos pareciesen estar tranquilos, aun sabiendo que estaban a resguardo de protecciones, sabiendo lo que estaba teniendo lugar fuera.
"Por favor, que el tañido no salga de entre los montones de cadáveres."
Advirtió que la carnicería parecía haber respetado un estrecho margen en torno a la puerta de la Biblioteca, y eso sólo podía significar una cosa: con toda probabilidad los que estuviesen allí dentro estaban vivos. Una escucha más atenta, además del rastro que la propia Karime estaba olfateando, le permitió confirmar que el retumbar guía efectivamente provenía de dentro; y casi pudo oír el peso que se le cayó de encima. Hizo un gesto de asentimiento a la libense y pasaron al interior.
La primera impresión que tuvo fue que éste estaba saturado. Se preguntó distraídamente qué estaría pensando el bibliotecario de todo aquel follón.
-Es Karime, no ataquéis- fue lo primero que advirtió tajantemente al grupo de la entrada, por si a los que no habían estado presentes en Maciel se les ocurría pensar que la loba era una amenaza que había logrado colarse tras él. Fue localizando a los de su grupo entre el nutrido grupo de refugiados, y su mirada pasó de unos a otros, contándolos y llevando la cuenta de los daños-. ¿Estáis todos bien? ¿Falta alguien? ¿Y alguien sabe qué diablos pasa fuera?
Parpadeó varias veces, notando cómo se desvanecía poco a poco la bruma negra que hasta el momento había invadido sus ojos. Seguía en tensión por el recorrido que acababan de atravesar por la ciudad, y le costaba hacerse a la idea de que todos pareciesen estar tranquilos, aun sabiendo que estaban a resguardo de protecciones, sabiendo lo que estaba teniendo lugar fuera.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Biblioteca Mágica
04/07/13, 02:15 am
Por incontable vez en lo que llevaban de noche la puerta de la Biblioteca volvió a abrirse, por un segundo DL se temió que alguna criatura hubiera sobrevivido ala masacre de la entrad ay hubiera podido entrar, peor al ver cierta cabeza blanca entrando por la puerta se relajo visiblemente. Mucho mas aun al notar que este veía seguida de la irreconocible Karime. Con cansancio escucho las palabras del idrino que aprecia entre preocupado, ansioso y calmado de verlos vivos.
-Calma Shiz, de una en una -dijo DL ante el aluvión de preguntas, la cabeza empezaba dolerle pues esa noche estaba siendo eterna, demasiada tensión, sin descanso, comida o siquiera agua, con un gran desgaste mágico y físico en algunos. Estaba agotado- Estamos todos bien, hechos mierda y agotados. El único que esta peor es RR, tiene un herida bastante fea en la cintura y esta por ahí intentando tratarse -dijo mirando al idrino antes de proseguir medio sentado recostado en el asiento- Los únicos que faltan de Maciel son Aleksei y Wintel, no tenemos idea de donde están y en cuanto a lo de afuera...ni puta idea, todo parece ser efecto de la luna. Espero que todo esto termine cuando amanezca, sino estamos jodidos- respondió DL cansado observándolos y con calor, estar metidos en ese lugar tanta gente y rodeado de libros y estanterías era un tanto asfixiante. No tenia ni energías para seguir alarmarse por la precaria situación de allí afuera, el chute de magia y fuerzas que habían sentido comenzaba desaparecer en el por puro agotamiento. El foner se quedo mirando atentamente al idrino, frío y emitiendo aquel humillo. Un idea bastante estúpida surgió en su mente, pero dada la locura total de esa noche una cosa loca mas no seria tan rara y dada la situación, y que sentía la garganta como si un sierra hubiera decidido pasar por allí, le daba un poco igual- Shiz ahora mismo eres lo mas cercano al agua aquí presente- bromeo el cambiante antes de acercarse a este, hacerse un rápido hechizo térmico sobre la lengua y lamer los trozos de escarchar que tenia el otro en la mejilla y cerca de la mandíbula. Se llevo unos buenos trozos de escarcha de ambas zonas, que no tardaron en empezar a derretirse en su boca tras darle un par de mordiscos, sirviendole como un refrigerio ligero.
-Sabe a mezcla de agua y de Shizel, tienes un sabor particular- bromeo DL mientras se acomodaba en su asiento y echaba una aburrida mirada a su alrededor mientras jugueteaba en su boca con los trozos de escarcha que aun se mantenían sin derretirse- Deberíamos descansar, todos estamos hechos un asco, ya mañana podemos ver lo que hacemos- murmuro este observando a sus compañeros mientras echaba una ojeada a sus libros de los que tarde o temprano debería empezar a estudiar en serio, pero que por ahora dejaría de lado pues no podía ni con su alma. A duras penas el foner, perdió su forma, volviendo a la que fue cuando se transformo, aquel monigote de hilos con apenas tres huecos para los ojos y la boca- Si me necesitáis....tirar del hilo, si nos atacan llamar con tiempo, que tengo que volver a obtener forma- murmuro dejandse caer sobre la mesa, relajándose hasta quedar como una especie de muñeco de hilos flácido, descansando así al 100%. Los ojos de aquella cosa que antes fue un foner no tardaron en cerrarse, adivirtiendose así que DL se había quedado dormido en tiempo récord debido al cansancio.
-Calma Shiz, de una en una -dijo DL ante el aluvión de preguntas, la cabeza empezaba dolerle pues esa noche estaba siendo eterna, demasiada tensión, sin descanso, comida o siquiera agua, con un gran desgaste mágico y físico en algunos. Estaba agotado- Estamos todos bien, hechos mierda y agotados. El único que esta peor es RR, tiene un herida bastante fea en la cintura y esta por ahí intentando tratarse -dijo mirando al idrino antes de proseguir medio sentado recostado en el asiento- Los únicos que faltan de Maciel son Aleksei y Wintel, no tenemos idea de donde están y en cuanto a lo de afuera...ni puta idea, todo parece ser efecto de la luna. Espero que todo esto termine cuando amanezca, sino estamos jodidos- respondió DL cansado observándolos y con calor, estar metidos en ese lugar tanta gente y rodeado de libros y estanterías era un tanto asfixiante. No tenia ni energías para seguir alarmarse por la precaria situación de allí afuera, el chute de magia y fuerzas que habían sentido comenzaba desaparecer en el por puro agotamiento. El foner se quedo mirando atentamente al idrino, frío y emitiendo aquel humillo. Un idea bastante estúpida surgió en su mente, pero dada la locura total de esa noche una cosa loca mas no seria tan rara y dada la situación, y que sentía la garganta como si un sierra hubiera decidido pasar por allí, le daba un poco igual- Shiz ahora mismo eres lo mas cercano al agua aquí presente- bromeo el cambiante antes de acercarse a este, hacerse un rápido hechizo térmico sobre la lengua y lamer los trozos de escarchar que tenia el otro en la mejilla y cerca de la mandíbula. Se llevo unos buenos trozos de escarcha de ambas zonas, que no tardaron en empezar a derretirse en su boca tras darle un par de mordiscos, sirviendole como un refrigerio ligero.
-Sabe a mezcla de agua y de Shizel, tienes un sabor particular- bromeo DL mientras se acomodaba en su asiento y echaba una aburrida mirada a su alrededor mientras jugueteaba en su boca con los trozos de escarcha que aun se mantenían sin derretirse- Deberíamos descansar, todos estamos hechos un asco, ya mañana podemos ver lo que hacemos- murmuro este observando a sus compañeros mientras echaba una ojeada a sus libros de los que tarde o temprano debería empezar a estudiar en serio, pero que por ahora dejaría de lado pues no podía ni con su alma. A duras penas el foner, perdió su forma, volviendo a la que fue cuando se transformo, aquel monigote de hilos con apenas tres huecos para los ojos y la boca- Si me necesitáis....tirar del hilo, si nos atacan llamar con tiempo, que tengo que volver a obtener forma- murmuro dejandse caer sobre la mesa, relajándose hasta quedar como una especie de muñeco de hilos flácido, descansando así al 100%. Los ojos de aquella cosa que antes fue un foner no tardaron en cerrarse, adivirtiendose así que DL se había quedado dormido en tiempo récord debido al cansancio.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Biblioteca Mágica
04/07/13, 12:50 pm
Con el paso del tiempo aprendí a controlar un poco la cola, aunque apenas lo suficiente como para poder andar más o menos bien. Estaba muy cansado de todo lo que había sucedido desde la transformación, tanto a nivel físico como emocional, y no estaba seguro de cuanto tiempo más podría luchar contra el sueño. Aleksei, RR, Wintel, Shizel y Karime todavía estaban en paredero desconocido, y la lucha entre Aleksei y RR me preocupaba especialmente. Probablemente por el temor a que me descontrolase igual que Aleksei, aunque incluso eso estaba mitigado. Mi cansancio iba más allá de todo lo que había tenido que luchar por la noche. También estaba exhausto de la lucha interna que me provocaba la transformación y que Brina había despertado después de haber conseguido acallarla durante la lucha. Además, escuchar continuamente la risa de Ewa tampoco mejoraba mi humor. «Maldita sea, a ver si te callas de una vez», gruñí mentalmente, sin esperar que me hiciera caso.
Casi sin darme cuenta, mis pasos me fueron acercando al punto de partida, donde había dos nuevas figuras. «Shiz, Karime, menos mal... Un momento, DL está ¿lamiéndolo?». Riéndome por lo bajo por la escena, me fui acercando, bastante indeciso. Para cuando llegué al grupo, DL ya se había dormido. Manteniéndome algo apartado todavía, miré a Shiz con algo parecido a una sonrisa.
—Parece que DL cree que la Luna Roja te ha transformado en postre —le dije soltando una risita—. Me alegro que estéis bien los dos —no me había dado cuenta de cómo me había aliviado el solo hecho de verlos a salvo. Sentí cómo el cansancio me invadía y, más relajado por ver allí al idrino y a la libense, me senté contra una columna, todavía lo suficiente alejado del resto—. Ahora que habéis llegado la mayoría creo que voy a seguir el ejemplo de DL. No debería dormir mucho, pero ni siquiera ha amanecido... —dije antes de caer dormido—.
Casi sin darme cuenta, mis pasos me fueron acercando al punto de partida, donde había dos nuevas figuras. «Shiz, Karime, menos mal... Un momento, DL está ¿lamiéndolo?». Riéndome por lo bajo por la escena, me fui acercando, bastante indeciso. Para cuando llegué al grupo, DL ya se había dormido. Manteniéndome algo apartado todavía, miré a Shiz con algo parecido a una sonrisa.
—Parece que DL cree que la Luna Roja te ha transformado en postre —le dije soltando una risita—. Me alegro que estéis bien los dos —no me había dado cuenta de cómo me había aliviado el solo hecho de verlos a salvo. Sentí cómo el cansancio me invadía y, más relajado por ver allí al idrino y a la libense, me senté contra una columna, todavía lo suficiente alejado del resto—. Ahora que habéis llegado la mayoría creo que voy a seguir el ejemplo de DL. No debería dormir mucho, pero ni siquiera ha amanecido... —dije antes de caer dormido—.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Biblioteca Mágica
04/07/13, 07:56 pm
El tiempo fue pasando y la gente iba y venia pero yo seguía concentrado en el libro. No fue hasta que vi por el rabillo del ojo como DL estrellaba algo contra el suelo que no levante cabeza. Me pregunte que hora seria, y parpadee con la vista cansada, los acontecimientos de las ultimas horas me habían agotado, tanto física como mentalmente.
Vi como entraban Shizel y un lobo al que identifico como Karime, había visto muchos cambios a lo largo de la luna, pero aquel se llevaba la palma ciertamente. DL se acerco a Shizel y le lamió la cara, me puse un poco rojo y desvié la mirada un tanto. En ese momento llego una criatura que ciertamente me sonaba de algo, aunque no sabría decir de que. Comento que si Shizel era ahora un postre y consiguió sacarme una sonrisa. <<Seguro que algún tipo de polo>>, aunque no me atreví a expresarlo en voz alta por miedo a represalias.
Me levante, me temblaban las piernas por el cansancio, aun asi me mantuve firme y me encamine hacia alguna esquina de la entrada para recostarme en la pared, cuando volví a mirar hacia la mesa en que estaba sentado vi una marioneta donde antes estaba DL. <<¿Que demonios?, ¿Acaso sera una especie de cambiaformas?, bueno que mas da, no es q....>> y antes de completar la frase mental me quede dormido, empuñando en cada mano una de mis dagas.
Vi como entraban Shizel y un lobo al que identifico como Karime, había visto muchos cambios a lo largo de la luna, pero aquel se llevaba la palma ciertamente. DL se acerco a Shizel y le lamió la cara, me puse un poco rojo y desvié la mirada un tanto. En ese momento llego una criatura que ciertamente me sonaba de algo, aunque no sabría decir de que. Comento que si Shizel era ahora un postre y consiguió sacarme una sonrisa. <<Seguro que algún tipo de polo>>, aunque no me atreví a expresarlo en voz alta por miedo a represalias.
Me levante, me temblaban las piernas por el cansancio, aun asi me mantuve firme y me encamine hacia alguna esquina de la entrada para recostarme en la pared, cuando volví a mirar hacia la mesa en que estaba sentado vi una marioneta donde antes estaba DL. <<¿Que demonios?, ¿Acaso sera una especie de cambiaformas?, bueno que mas da, no es q....>> y antes de completar la frase mental me quede dormido, empuñando en cada mano una de mis dagas.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
Re: Biblioteca Mágica
04/07/13, 11:54 pm
Cuando avisté por fin la biblioteca, ya comenzaba a dolerme el brazo. Había estado arrastrando al hombre bestia todo el camino, y eso cansaba.
No tardé en entrar, y me encontré con que habían llegado otros dos en mi ausencia. A shizel lo reconocí fácilmente, y no pude evitar alzar una ceja. Su transformación me llamaba mucho la atención. “¿Hielo? Que curioso”
La libense me costó un poco más. Parecía una mezcla entre mujer y loba. “¿Licantropa? Bah lo que sea. Ya lo pensaré mas cuando no esté cansado”
-Ya he vuelto. AL final tardé más de lo que esperaba pero bueno. Letargo ha pasado un mal trago pero no hay bajas. Aunque el ciempies gigante me hizo dudar que todos salieran ilesos. Ah y hola a los que no estaban antes-
Me di cuenta de que era poco probable que la gente viera con buenos ojos que trajera un cadáver a rastras, así que mejor aclararlo cuanto antes. -Sobre esto... es mi desayuno para mañana-
“No se yo si no habré empeorado las cosas al decir eso... Bah da igual acabamos de sobrevivir a un ataque se toda clase de bichos. Pueden vivir con esto”
Me fijé en que varios se habían dormido ya. También sería buena idea que yo hiciera lo mismo, estaba cansado.
Dejé el cadáver en un rincón apartado del resto y me acomodé como pude. Esperaría un rato por si alguien me quería decir algo, luego me dormiría.
No tardé en entrar, y me encontré con que habían llegado otros dos en mi ausencia. A shizel lo reconocí fácilmente, y no pude evitar alzar una ceja. Su transformación me llamaba mucho la atención. “¿Hielo? Que curioso”
La libense me costó un poco más. Parecía una mezcla entre mujer y loba. “¿Licantropa? Bah lo que sea. Ya lo pensaré mas cuando no esté cansado”
-Ya he vuelto. AL final tardé más de lo que esperaba pero bueno. Letargo ha pasado un mal trago pero no hay bajas. Aunque el ciempies gigante me hizo dudar que todos salieran ilesos. Ah y hola a los que no estaban antes-
Me di cuenta de que era poco probable que la gente viera con buenos ojos que trajera un cadáver a rastras, así que mejor aclararlo cuanto antes. -Sobre esto... es mi desayuno para mañana-
“No se yo si no habré empeorado las cosas al decir eso... Bah da igual acabamos de sobrevivir a un ataque se toda clase de bichos. Pueden vivir con esto”
Me fijé en que varios se habían dormido ya. También sería buena idea que yo hiciera lo mismo, estaba cansado.
Dejé el cadáver en un rincón apartado del resto y me acomodé como pude. Esperaría un rato por si alguien me quería decir algo, luego me dormiría.
- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Biblioteca Mágica
05/07/13, 12:29 am
RR había recaudado bastante información de entre los libros cuando las ratas volvieron de su periplo a través de la ciudad, posándose encima de los papeles y observándole con aire nervioso típico de su raza. Cuando el foner les interrogó a cerca de sus descubrimientos, comenzaron a narrarle con minuciosidad la situación de todos los transformados de la ciudad, no sólo de esta, sino de todas de entre las que quedaba algún superviviente. Además, se tomaron la molestia de seguir un minucioso orden de importancia que conllevaba en ir enumerando a todos aquellos transformados que nada importaban al brujo, dejando para el final a aquellos cuya localización podía resultarle relevante. Cuando acabaron el irritante discurso, RR se dispuso a recoger los bártulos y buscar un rincón seguro dónde pasar la noche, cerrando los libros y recogiendo las armas.
Pero en el momento en el que fue a levantarse del asiento, notó una rigidez atípica apoderándose de sus músculos. En un principio pensó que era la herida, pero se percató de que no limitaba su campo de influencia a la zona dañada. Con inquietud creciente, comenzó a recapacitar sobre las posibles razones de aquella perturbadora afección. De entre los profundos abismos desordenados de su memoria, descubrió un recuerdo que se le clavó como una daga de ácido en el cerebro. Aquel encuentro con un enorme lagarto, hacía ya un tiempo. Aquella sensación había sido muy similar a…
-Oh, mierda.- juró el foner con tono fatalista mientras se levantaba y se levantaba a toda prisa, volviendo a utilizar su rifle como bastón para compensar malamente su precario equilibrio y menguante coordinación.
Sabía que sus compañeros estaban a la entrada. También lo estaba Pablo, cierto, pero esperaba poder razonar con él. O al menos poder amenazarlo. La Luna no lo había vuelto tan loco como para que estuviera a su nivel de enajenación, y posiblemente pudiera controlarse. A las malas, aún los efectos del veneno, si es que eso era lo que le sucedía, eran poco notables en las manos y podía apretar tranquilamente el gatillo.
Cuando, tras un aparatoso periplo dando tumbos entre los estantes, alcanzó el recibidor dónde se hallaban todos los asistentes, se permitió el lujo de recobrar el equilibrio, la compostura y parte de la dignidad deteniéndose en la puerta que daba a la sala, apoyado en su arma, con los pantalones destrozados y cubiertos de sangre a raíz de la mordedura de Aleksei, aunque con la herida cerrada, mientras las ratas recorrían felizmente su anatomía. Aprovechó a su vez para preparar un hechizo de escudo y escrutar a los presentes con la mirada.
-Saludos, camaradas.-comentó con voz un tanto débil, quizá no tanto por el veneno, cuyo efecto era aún escaso, como por el cansancio de una noche cuanto menos agitada.- Os veo a todos muy saludables. Me gustaría decir lo mismo de mí.
Tras decir esto, se dejó caer en una esquina, apoyando su espalda contra ella, para luego dejar el rifle a su lado y la escopeta en su mano, aún rumiando el hechizo de defensa con la mirada clavada en el vampiro a través del rabillo del ojo, esperando a ver su reacción.
-Me han tocado. Vaya que si me han tocado… y además, creo que me han jodido de forma semejante a aquel día en los callejones, cuando íbamos a por las cestas…Ha sido ese jodido payaso de Aleksei, se ha convertido en… en…
RR se tomó unos segundos para titubear mientras recapacitaba en qué símil era el más propicio para aquella aberración musculada que había salido a darle caza aquella noche, hasta que finalmente se percató de la presencia de Branniel en la sala, que se hallaba dormitando tranquilamente sobre el suelo luciendo su nueva e inquietante anatomía.
-En algo como eso.-comentó, señalando con el pulgar al trasgo, con evidente tono de desgana y cansancio.
Vale, necesitaba ayuda. Eso estaba claro. Ahora, tocaba analizar cómo se desenvolvían los presentes y como se desarrollaban los acontecimientos.
Pero en el momento en el que fue a levantarse del asiento, notó una rigidez atípica apoderándose de sus músculos. En un principio pensó que era la herida, pero se percató de que no limitaba su campo de influencia a la zona dañada. Con inquietud creciente, comenzó a recapacitar sobre las posibles razones de aquella perturbadora afección. De entre los profundos abismos desordenados de su memoria, descubrió un recuerdo que se le clavó como una daga de ácido en el cerebro. Aquel encuentro con un enorme lagarto, hacía ya un tiempo. Aquella sensación había sido muy similar a…
-Oh, mierda.- juró el foner con tono fatalista mientras se levantaba y se levantaba a toda prisa, volviendo a utilizar su rifle como bastón para compensar malamente su precario equilibrio y menguante coordinación.
Sabía que sus compañeros estaban a la entrada. También lo estaba Pablo, cierto, pero esperaba poder razonar con él. O al menos poder amenazarlo. La Luna no lo había vuelto tan loco como para que estuviera a su nivel de enajenación, y posiblemente pudiera controlarse. A las malas, aún los efectos del veneno, si es que eso era lo que le sucedía, eran poco notables en las manos y podía apretar tranquilamente el gatillo.
Cuando, tras un aparatoso periplo dando tumbos entre los estantes, alcanzó el recibidor dónde se hallaban todos los asistentes, se permitió el lujo de recobrar el equilibrio, la compostura y parte de la dignidad deteniéndose en la puerta que daba a la sala, apoyado en su arma, con los pantalones destrozados y cubiertos de sangre a raíz de la mordedura de Aleksei, aunque con la herida cerrada, mientras las ratas recorrían felizmente su anatomía. Aprovechó a su vez para preparar un hechizo de escudo y escrutar a los presentes con la mirada.
-Saludos, camaradas.-comentó con voz un tanto débil, quizá no tanto por el veneno, cuyo efecto era aún escaso, como por el cansancio de una noche cuanto menos agitada.- Os veo a todos muy saludables. Me gustaría decir lo mismo de mí.
Tras decir esto, se dejó caer en una esquina, apoyando su espalda contra ella, para luego dejar el rifle a su lado y la escopeta en su mano, aún rumiando el hechizo de defensa con la mirada clavada en el vampiro a través del rabillo del ojo, esperando a ver su reacción.
-Me han tocado. Vaya que si me han tocado… y además, creo que me han jodido de forma semejante a aquel día en los callejones, cuando íbamos a por las cestas…Ha sido ese jodido payaso de Aleksei, se ha convertido en… en…
RR se tomó unos segundos para titubear mientras recapacitaba en qué símil era el más propicio para aquella aberración musculada que había salido a darle caza aquella noche, hasta que finalmente se percató de la presencia de Branniel en la sala, que se hallaba dormitando tranquilamente sobre el suelo luciendo su nueva e inquietante anatomía.
-En algo como eso.-comentó, señalando con el pulgar al trasgo, con evidente tono de desgana y cansancio.
Vale, necesitaba ayuda. Eso estaba claro. Ahora, tocaba analizar cómo se desenvolvían los presentes y como se desarrollaban los acontecimientos.
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Biblioteca Mágica
05/07/13, 04:52 am
Llevar a Shizel a lomos era como llevar un bloque de hielo que no podía fundirse gracias a su calor corporal. El idrino parecía estar en la misma situación que ella y la loba agradeció cada uno de los hechizos térmicos que este le lanzó para recuperar la sensibilidad de su lomo helado. “Está bien saber que Shizel no quiere helado de loba.” Pensó mientras avanzaba a la velocidad que le permitía el peso del idrino y sus indicaciones. La loba prefería guiarse por el olfato, como había hecho con el mismo Shizel, pero sabedora de que todavía quedaba tramo antes de dar con un atisbo del olor de DL se tuvo que resignar a seguir indicaciones.
En seguida se dio cuenta de que la agresividad no solo reinaba esa noche en la manada. La ciudad entera estaba cubierta de monstruos y alimañas que ambos macieleros tenían que derrotar si querían abrirse paso hasta su destino. Karime, dejándose dominar por su parte más salvaje, poniendo precaución en hacerlo contra Shizel, se abría camino a zarpazo y mordisco y recibiendo a su vez heridas dolorosas, aunque no demasiado graves. Situación con la que todavía no estaba familiarizada y que la confundía. “Tengo que aprender a sentir dolor.”
Para su suerte, Shizel la socorría con hechizos de cura y escudos, lo que la ayudaba a desenvolverse con mayor facilidad en combate, ya que no tenía que preocuparse tanto de las heridas, como era habitual en ella. Se encontraba luchando con un grupo de seres que eran una especie de zorro con plumas de dos cabezas cuando se percató de que había perdido a Shizel. Hasta el momento no se había dado cuenta, ya que en todo el viaje había notado como, de vez en cuando, el idrino levitaba de su lomo para facilitarle el trabajo o atacar él; pero, en ese momento, no veía a Shizel por ningún lado, ni calle arriba ni abajo. La loba arremetió contra los dos últimos del grupo, derribándolos, pero no matándolos, y se dispuso a buscar a su compañero cuando lo vio correr hacia ella. Tranquilizada ya, la loba terminó finalmente con los dos seres que quedaban del grupo y esperó a que el idrino se hubiera montado sobre ella de nuevo para echar a correr.
Shizel pudo notar cómo, en un momento dado, la líbense comenzaba a ignorar sus indicaciones y a ir más deprisa. Clara señal de que había encontrado su rastro. Al llegar al lugar del que provenía el rastro, Karime no pudo sino impresionarse por la cantidad de cadáveres que allí había y todos de seres que parecían sacados de historias de miedo. La libense comenzó a olfatear el ambiente. Le resultó un poco difícil aislar el olor de DL entre tanto aroma a sangre y muerte, pero enseguida dirigió sus pasos a la biblioteca, a cuyo interior accedió gracias a que el idrino tuvo la delicadeza de abrirle la puerta. En el interior había más gente de la que se esperaba, pero la presencia de sus amigos sanos y salvos la reconfortó.
La loba aulló levemente como afirmación a la advertencia de Shizel de que era ella y rió cuando DL lamió la cara del idrino, mientras ella iba a darle un mordisquito en la cara, similar al que le había dado al foner horas atrás, a Ariv. Al oir la voz de Branniel, la libense lo miró seriamente. Era verdad que se había transformado en el mismo ser que le había hecho perder su ojo y que se había comido a Marina, pero seguía siendo Branniel, lo que hizo que se obligara a sí misma, en contra de lo que su parte lobuna dictaba, a acercarse al trasgo y arañarle levemente la pierna con la zarpa, en un claro perdón por haberle intentado atacar previamente.
Agotada, se volvió a dirigir hacia Ariv con intención de hacerle de almohada para dormir, pero entonces vio a DL cambiar y quedarse frito sobre la mesa. Lo que antes era DL en ese momento se presentaba como una mole de hilos anudados sin patrón aparente que, de alguna manera, parecían tomar forma humana. La loba, viendo lo incomodo de su postura, se acercó al foner, aprisionó entre sus fauces lo que debía ser su brazo y tiró de él hasta tener al foner recostado en su lomo, para luego acomodar su nueva forma lobuna en el suelo. “Yo seré su almohada y él mi manta.” Pensó antes de hacerle una señal a Ariv con la cabeza para que imitara a DL y la usara ella también de manta. Luego bostezó abriendo su nueva y enorme mandíbula y se tiró a los brazos de Morfeo.
Re: Biblioteca Mágica
05/07/13, 03:04 pm
Ya había cerrado los ojos y estaba a punto de dormirme, pero escuché que alguien se acercaba y a regañadientes volví a abrirlos. El Foner pelirrojo había decidido volver, y por lo tanto ponerme de mala leche. “¿No tiene nada mejor que hacer?”
Pues no. De hecho parecía haber venido para quedarse. -Ah. Tu...- Le solté cuando saludó. -Aleksei ¿Eh? No le conozco apenas pero solo por eso creo que ya goza de mi simpatía- A medida que la cosa avanzaba había dividido mi mente en dos partes, una se dedicaba a insultar internamente al foner, mientras que la otra tomaba nota de lo que podían hacer los trasgos, tomando las heridas del pelirrojo como referencia.
“Callejones... ¿Qué habrá pasado aquel día? Oh espera. ¿No fue entonces cuando vinieron a nuestro torreón buscando cosas para curar un veneno? Ya veo...”
-Veneno? Que mala suerte, o buena según se mire. En cualquier caso me temo que en eso no puedo ayudarte. Y aunque pudiera, dudo mucho que lo hiciera-
Me iba cabreando más y más a medida que se prolongaba el asunto, y de no estar saciado, seguramente ya habría atacado. Decidí que mejor buscarse otro sitio para dormir, donde no tuviera a RR a la vista.
-Tengo sueño, así que me marcho a otra parte. Lejos de su linea de tiro-
No fue muy difícil encontrar un lugar apartado, que fuera cómodo ya era otra historia, pero con el cansancio que llevaba encima no me importó mucho. El sueño me llegó de forma rápida.
Un dolor intenso, que venía de mi brazo y que enseguida identifiqué como el de una quemadura me despertó inmediatamente, mientras pegaba un grito. Lo primero que pensé fue que el Foner se las había ingeniado para tirarme otra bomba, pero no tardé en darme cuanta de que la ausencia de fuego hacía imposible la teoría. “¿Que coño ha pasado?”
Eché un vistazo a mi brazo. Estaba quemado, no era una quemadura terrible, pero dolía. Un vistazo a lo que me rodeaba me hizo darme cuenta de la causa.
Luz. Mi brazo estaba en un lugar en el que ahora daba la luz. “¿La luz me quema? No me jodas. Vale que soy un vampiro, pero esto...”
Por suerte, la rápida regeneración que ya había visto en otras heridas que me había hecho el día anterior también funcionaba con las quemaduras, y parecía que ya empezaba a sanar.
Una vez me hube recuperado del susto noté enseguida que tenía sed. “Bueno, para esto me traje el cadáver” Apenas habían pasado unas horas desde que lo encontré, así que la sangre seguía en buen estado. Cuando hube terminado decidí volver a la entrada con el cadáver. Muchos se habían despertado ya, seguramente por mis gritos.
-Buenos días para vosotros. No tan buenos para mi me temo. Acabo de descubrir que a la luz no le gusto- Mientras hablaba le pasé el cadáver del hombre bestia a Branniel. -Te traigo el desayuno. Que aproveche-
Viendo que no iba a poder salir de la biblioteca hasta que fuera de noche de nuevo decidí ir a buscar información sobre vampiros. “Mejor informarme ahora, no sea que haya algún otro “detallito” que pueda matarme aparte de la luz”
Pues no. De hecho parecía haber venido para quedarse. -Ah. Tu...- Le solté cuando saludó. -Aleksei ¿Eh? No le conozco apenas pero solo por eso creo que ya goza de mi simpatía- A medida que la cosa avanzaba había dividido mi mente en dos partes, una se dedicaba a insultar internamente al foner, mientras que la otra tomaba nota de lo que podían hacer los trasgos, tomando las heridas del pelirrojo como referencia.
“Callejones... ¿Qué habrá pasado aquel día? Oh espera. ¿No fue entonces cuando vinieron a nuestro torreón buscando cosas para curar un veneno? Ya veo...”
-Veneno? Que mala suerte, o buena según se mire. En cualquier caso me temo que en eso no puedo ayudarte. Y aunque pudiera, dudo mucho que lo hiciera-
Me iba cabreando más y más a medida que se prolongaba el asunto, y de no estar saciado, seguramente ya habría atacado. Decidí que mejor buscarse otro sitio para dormir, donde no tuviera a RR a la vista.
-Tengo sueño, así que me marcho a otra parte. Lejos de su linea de tiro-
No fue muy difícil encontrar un lugar apartado, que fuera cómodo ya era otra historia, pero con el cansancio que llevaba encima no me importó mucho. El sueño me llegó de forma rápida.
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Un dolor intenso, que venía de mi brazo y que enseguida identifiqué como el de una quemadura me despertó inmediatamente, mientras pegaba un grito. Lo primero que pensé fue que el Foner se las había ingeniado para tirarme otra bomba, pero no tardé en darme cuanta de que la ausencia de fuego hacía imposible la teoría. “¿Que coño ha pasado?”
Eché un vistazo a mi brazo. Estaba quemado, no era una quemadura terrible, pero dolía. Un vistazo a lo que me rodeaba me hizo darme cuenta de la causa.
Luz. Mi brazo estaba en un lugar en el que ahora daba la luz. “¿La luz me quema? No me jodas. Vale que soy un vampiro, pero esto...”
Por suerte, la rápida regeneración que ya había visto en otras heridas que me había hecho el día anterior también funcionaba con las quemaduras, y parecía que ya empezaba a sanar.
Una vez me hube recuperado del susto noté enseguida que tenía sed. “Bueno, para esto me traje el cadáver” Apenas habían pasado unas horas desde que lo encontré, así que la sangre seguía en buen estado. Cuando hube terminado decidí volver a la entrada con el cadáver. Muchos se habían despertado ya, seguramente por mis gritos.
-Buenos días para vosotros. No tan buenos para mi me temo. Acabo de descubrir que a la luz no le gusto- Mientras hablaba le pasé el cadáver del hombre bestia a Branniel. -Te traigo el desayuno. Que aproveche-
Viendo que no iba a poder salir de la biblioteca hasta que fuera de noche de nuevo decidí ir a buscar información sobre vampiros. “Mejor informarme ahora, no sea que haya algún otro “detallito” que pueda matarme aparte de la luz”
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