Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

termino de entrenar como siempre no se por que pero últimamente ya no siento la necesidad de llevar la caja a todos lados conmigo, pero hoy es diferente << ¿por que será? >> abro la puerta y cruzo el pasillo del primer piso bajo las escaleras con la caja al hombro y con mas grietas que nunca. Salto las ultimas cinco escaleras, entonces me doy cuenta de la chica << no me acuerdo de su nombre pero me suena >>
- hola - la saludo mientras entro a la cocina, como siempre subo el cubo de agua fría le echo un largo trago y me lavo la cara, << tengo ganas de desayunar pero no se el que puedo >>
salgo al salón y la veo limpiar, espero un rato antes de que me picara la curiosidad
<< ¿por que estas limpiando? >> me pregunto divertido

Parpadeo algo desconcertado, ... ¿donde estoy?, mi mente aun esta algo nublada por el sueño, noto algo entre mis brazos y veo a Cain dormido, lo recuerdo todo y una sonrisa me cruza el rostro, le doy un beso en el pelo y me incorporo en la cama bostezando en silencio, me estiro y me pongo en pie, me pongo los pantalones y me dirijo a la ventana, que abro ... la fresca brisa matutina acaricia mi rostro, y me recorre un escalofrío al no llevar camiseta, me la pongo y me calzo las Converse ... me pongo la sudadera desabrochada y me siento en el alfeizar, mirando al cielo ... mis ojos se aclaran relajado como estoy y adquieren una tonalidad pálida, un verde muy claro ...
-Buenos días - susurro al viento mientras me peino con la mano - ...
Tarareo suavemente, esperando a que el peluche despierte ...

Cain se queja y murmura algo sin sentido. Aun a medio despertar, busca su ropa a tientas y se viste bajo las sábanas, le daba una pereza increíble levantarse... se estaba tan bien en la cama... Pero Vacuum se había levantado ya y se había quedado sin nada que abrazar, así que reune fuerzas y se levanta, estirándose. Curiosamente no se encontraba cansado, se encontraba bien, animado.
-Buenos días- le dice a Vacuum mirándose en un espejo. Vale, estaba hecho un asco... -Creo que bajaré a darme un baño...- Fue al ponerse el kimono cuando se dio cuenta de lo pringoso que estaba, ademas de todo el tiempo que había pasado sin moverse de la cama... Bajo a las termas con cierto nerviosismo recordando el ataque de los murciélagos... Se frotó a conciencia todo el cuerpo y el pelo enjuagándose con un cubo, y luego se metió en la poza, pero no se quedó demasiado tiempo... Tan solo unos minutos en el agua recordando los sucesos de anoche con una sonrisa oculta bajo el agua.

Cuando despierto, me doy cuenta de que todavía tengo la cara húmeda. "Mierda", pienso. Los pensamientos que anoche me asaltaron se repiten constantemente. Entonces, me doy cuenta dle hambre que tengo.
Voy a la cocina, aunque prefiero esperar a que alguien despierte, así que camino hacia el salón, en la que me encuentro a la chica que la tarde anterior dormía limpiando, y a otro chico mirándola con curiosidad.
- Buenos días- les digo.

Aaaggh... tengo ampollas en las manos y en los pies, y me duele todo... Tengo que hacer los entrenamientos mas suaves, aprendo rápido y tal, pero pasa factura.

Bajo lentamente a comer, hoy me apetece mas un chacho de carne que una fruta, así que me lo frío sin mucho cuidado y me siento por el salón para comer.

Hoy no creo que pueda entrenar con la lanza... igual puedo curarme las ampollas con un hechizo de cura... luego probaré.

Entorno los ojos lentamente y me descubro abrazado a algo. ¿Algo o alguien? Estoy tumbado en una cama con diferentes sábanas que las mías y rodeando con los brazos una... ¡¿una pierna?! No sé como he llegado a esa posición, pero me aparto con cuidado y entonces veo a Erika, todavía dormida, la pierna es suya. Comienzo a recordar lo que pasó ayer y cómo me tuve que venir a su habitación por... que raro... no recuerdo por qué exactamente. Ayer fue un día extraño, pero hoy la cosa va a cambiar. Estoy seguro. Me bajo de la cama sin hacer mucho ruido y arropo a Erika, esperando que no se haya dado cuenta de cómo he dormido y no haberla molestado; me visto y me dirijo a la armería.

Una vez allí, veo unas flechas y un arco bastante grande. Parece difícil de manejar, al menos para mí, pero si quiero ser de utilidad, tengo que hacer de lo difícil algo sencillo. Lo cojo y me lo cuelgo a la espalda, al igual que unos cuchillos y una de las espadas que trajeron del torreón. Los bajo hasta la habitación del tercer piso, que no suele estar muy concurrida, y luego voy a por el bestiario y el libro de remedios, para traducir con el diccionario mientras busco algo de interés en ellos.

saludo a la chica que llega y me siento en un puff a esperar que lleguen las bañeras dejo la caja en el suelo a mi lado y miro por la ventana de vez en cuando la tripa suelta algún gruñido de hambre

- ¿Cómo te llamas?- le pregunto al chico que acaba de sentarse en el puff, sintiendo una fuerte sensación de deja vù. Eso de tener que ir preguntando tantos nombres comienza a hacerse algo habitual.

- Sí, muchas gracias- le contesto a la chica que acaba de hablarme, sonriendo. Ocultando todos mis pensamientos de anoche. Al fin y al cabo, si lo conseguí en la Tierra, aquí tampoco debe ser muy difícil.- Me llamo Martalar.

- me llamo leon - digo sonando amable
- yyy bueno no me acuerdo de como te llamas pero... paso de aprender a limpiar sobre todo si eres tu la que enseña - digo algo serio y sin muchas ganas, luego bostezo y espero a que alguien baje para salir a buscar cestas

Estiro los brazos en la cama. Esperaba haberle dado un manotazo a Dirke, pero no, no había nada. Me giro y ve que no hay nadie, se habrá despertado ya. Había tenido la amabilidad de arroparme con las sábanas, sonrio.
Me levanto a duras penas y hago la cama. Cuando termino coloco bien las almohadas y me dirijo al baúl. Ayer por la tarde, lo había ordenado dejando los vestidos que más me gustaban al principio y en el fondo, estaba casi toda la ropa interior.
Cojo el primer vestido que hay, en este caso es un kimono en tonos azules, sin mangas y abierto a ambos lados de las piernas. Me peino con ayuda de los dedos e intento dejar todo colocado.
Bajo al salón, donde están Elliot, Martalar y Leon, están animados, sobre todo Elliot que ayer parecía mas triste. Me siento en un puf:
-¿Por qué estas limpiando?, eres una invitada, los invitados no limpian.

En ese momento, entra otra chica, y la saludo. Sí, la conozco de ayer. Erika se llamaba.
- ¿Estás esperando algo?- le pregunto a Leon, volviéndome nuevamente hacia él, puesto que parece impaciente por algunos pequeños y casi imperceptibles gestos que le delatan.

Cain sale de la poza y se viste. Sube con sus cosas de vuelta a la habitación, puede que no estuviera tan recuperado como pensaba... Al pasar por el salón saluda al grupo con un gesto, parece que Elliot ha estado limpiando... <<Que gente de fuera se ponga a limpiar y a cocinar y que los que viven aquí no lo hagan... >> Coge cualquier cosa para comer y vuelve a su habitación, donde Vacuum se había puesto a tocar la guitarra. SE echa en la cama, como un poco y se duerme casi sin darse cuenta.

- no tengo ganas de comer carne de rata, que para algo están las cestas -_-
digo moviéndome en el puff, saludo a Erika lo mas alegre que puedo ser << vamos bañeritas apareced >> pienso impaciente

- Cestas...- murmuro para mí misma. Sí, es cierto que Erika me comentó algo sobre cestas.- Si vais a buscarlas, yo me apunto. Llevo demasiado sin salir de aquí- contesto.
La imagen de la serpiente persiguiéndonos la última vez que estuve en el exterior acude a mi cabeza y me hace estremecerme, aunque intento ignorarla.

Perezosamente abro los ojos. <<¡No veo nada!>> En un rápido movimiento me quito la manta con las manos y suspiro aliviado <<Menos mal...ciego aquí duraría poco...>> Me pongo de costado en la cama y mientras lo hago me percato de un zumbido en mi cabeza, pero no le doy importancia. Miro al balcón y por las sombras deduzco que el sol estará alto <<Y no falta mucho para las bañeras, quizá estén en la plaza ya... Plan del día: colocar las cabezas, ir a las bañeras, limpiar el cuarto prohibido y darme un baño por si se me pega el olor>> pero cuando termino de enumerar, el zumbido aumenta y se convierte en un dolor agudo <<¿De qué será?>> El aguijoneo crece a cada pensamiento y me intento levantar para pensar con claridad, pero no sé cómo acabo boca abajo en el colchón. <<Vale, ya sé qué me pasa...Estoy agotado emocionalmente, por eso me duele la cabeza...auch...y más me va a doler si sigo pensa...auch...>>
-Así que me va a tocar pensar en voz alta...
Vuelvo a intentar salir de la cama y acabo hecho un amasijo de mantas y kimono en el suelo, me incorporo, salgo del laberinto y me aliso la prenda como puedo. Luego me calzo las deportivas y hago la cama, abro la puerta y voy al baño
-Necesito un poco de agua fría, eso me vendrá bien.
Meto la cabeza en un cubo con agua un rato y la saco cuando empiezo a tener frío, me seco solo un poco y con el pelo húmedo bajo al salón.
-Buenos días, o buenas tardes. Aviso, no estoy loco.-les digo alegre a los que están allí, luego voy a la cocina y sigo pensando en voz alta.-Hay que intentar abrir esos huevos que cogimos el otro día...Lo dejaré para la comida luego, sí, buena idea.
Como un poco de carne fría que quedó de anoche y salgo al salón de nuevo, me asomo a la mirilla de la puerta y veo la manada de los colaespinas en la plaza.
-Lo que daría por tener una ballesta...Malditas ratas.