Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Por pura cabezonería Caín logra girar la cabeza para mirar a Dirke con ojos entrecerrados. Amaga una sonrisa y le roza la mano con los dedos antes de quedarse dormido definitivamente. Algo sorprendente, pues sus auriculares, que estaban junto a la cabecera, no habían dejado de sonar en ningún momento y estaban a un volumen bastante alto. Ni el propio Cain comprendía como era capaz de dormir con esa música puesta todas las noches.

Observo como Elliot me cura, y cuando finaliza veo como cae sin fuerzas ... sin heridas ya, aunque con el brazo resentido aun me pongo en pie tambaleante, me quedan suficientes fuerzas para llegar al cuarto, antes me lavo la cara en la fuente, y me cuelgo la guitarra al hombro ... agarro mi camiseta y mi sudadera y cojo a Elliot en brazos ... miro las escaleras inseguro ...
-Gracias Erika, por ayudarme - le digo con una sonrisa - ... ¿ahora me podrías proporcionar apoyo hasta el cuarto? - le pido con una risa suave - ...
Me ayuda, proporcionándome apoyo hasta la habitación, Nia y Helli nos siguen, y se meten en sus camas ... están agotadas ... dejo a Elliot en su cama, y me dispongo a desvestirla para meterla entre las sabanas, pero lo pienso mejor ...
-Mejor me haces tu el favor - le digo a Erika sonriendo - ...
Me dirijo hasta mi cama, me desvisto, quedándome en calzoncillos sin percatarme de que Erika aun esta en el cuarto, apoyando la guitarra en la pared y me meto en la cama, tapándome con las sabanas ...
-Buenas noches - digo, tras lo cual el sueño me vence - ...

Hago de apoyo para Vacuum al trasladar a Elliot a la cama, había hecho un gran esfuerzo y había caído rendida, <<Mañana estara mejor>> Pienso.
Vacuum la deja tendida en la cama mientras se prepara para dormir, antes de acostarse me pregunta si puedo desvestirla:
-Claro, no te preocupes vete a dormir, yo me encargo.- A mi tampoco me hacia mucha gracia ir quitando ropa a gente que apenas conozco pero bueno, Elliot es como una más del burdel y tenemos lo mismo no hay de que asustarse.
Solo llevaba una camisa larga lo que hacia mas fácil el trabajo;se la quito delicadamente y la dejo en ropa interior. La meto en la cama y la arropo con las sabanas.
Finalmente salgo de la habitación encontrándome con el largo pasillo que conduce a las habitaciones, me voy a la mia y me tumbo en la cama intentado conciliar el sueño.

baje al salón sudando, desde que conseguí volver a moverme con libertad sin la maldita parálisis, no había parado, me sentía débil y quería fortalecerme << necesitare fuerza para manejar un arma >> era mi escusa para seguir haciendo ejercicio y desarrollar musculatura, los resultado apenas eran visibles dado que no llevaba mas que dos o tres días.En el solon habia dos bichos muertos que apestaban << a si que era eso lo que hacia tanto ruido ayer, entre a la cocina y como siempre subí un cubo de agua para refrescarme << queda poca comida... o por lo menos a mi me lo parece >>

(después de prepararme algo de comer)

subi a mi habitacion a seguir haciendo ejercicio, pero con lo diferencia de que la puerta estaba abierta para que corriera un poco el aire

Nia se despierta algo confusa. Recordaba que Vacuum se encontraba mal, pero habia estado tan cansada que se habia quedado dormida en seguida. Se levanta abrazada a un cojin de terciopelo y mientras se frotaba los ojos, recuerdos del anterior. Entonces nota un cosquilleo en su mano. El cojin tenia una especie de pelos cortos que hacian el tacto muy suave. Mira a su alrededor y ve como todos siguen dormidos. Acaricia el cojin con su carillo para disfrutar de la sensación. Sin separarse de él, decide salir de la habitación y comienza a curiosear la casa, en busca de la cocina, por comida.
Aquel lugar era diferente al torreon letargo. Un conjunto de colores impactaba sobre el iris celeste de Nia mientras sus ojos y tacto disfrutaban de la sensación, tambien lo hacia su nariz que no solia usar, olores que nunca habia olido.
<<¿Pasa algo, Nia?>>
-Es...divertido estar aqui...-
<<Me alegro que te diviertas.>>comenta, sabedor del uso original del lugar.

Tras lo de congelar a los murciélagos, volví a mi cuarto y me tiré en la cama para tranquilizarme, quedándome dormido poco a poco. . .

Ahora, me despierto sudando, con una mueca de horror en el rostro, mordiendo la almohada y con las mantas de forma que parece que llevo una camisa de fuerza. Respirando agitadamente, suelto la almohada y me tumbo boca arriba, luchando contra la ropa de cama. El sueño...o pesadilla...ha sido bestial, de locos, paranoico y bestial...Me paso las manos por la cara y miro mi habitación, se me empapan los ojos por primera vez en este sitio y me los restriego con las manos, para que no se escapen las lágrimas <<Las piedras no...no lloran>> me digo mentalmente con otra voz, pero esa voz ya no está, así que embargado aún por la pesadilla, sueño o tortura, lo que fuera, vuelvo a enterrar la cara en la almohada, que pronto se empapa, mientras intento convencerme de que ha sido solo una maldita pesadilla <<Cuando dejes de temer a las pesadillas, ellas te temerán a ti>> o algo así dijo Norou una vez...

Con la cabeza a punto de estallarme por un dolor repentino, causado por mi infinita repetición de que solo ha sido una pesadilla, muerdo la almohada y salgo bruscamente de la cama, rodando, pegándomela contra el suelo. Suelto la presa y me pongo un kimono rojo con una especie de lunares multicolores, me remango las mangas y me ato el látigo a la cintura. Después salgo de mi dormitorio y voy al que uso para desollar, dejo allí el látigo y recojo la espada, para después bajar a la cocina. Saludo a las dos chicas con un seco "hola" y cojo algo de carne del frigorífico improvisado, para luego ponerlo al fuego con el aceite de ayer y sentarme a desayunar con un vaso de agua. <<Tengo que distraerme, eso es lo mejor para apartar las pesadillas. A ver qué puedo hacer con los murciélagos>> pienso, mientras acaricio la empuñadura de la espada, en el suelo a mi izquierda. Terminado el desayuno, recojo, friego y voy al salón con la espada en ristre, directo a los murciélagos, congelados. <<Quizá podría hacer algo con esas alas. Aunque ya sé que la máquina de Da Vinci no funcionó>> pienso riéndome mientras me acerco a uno, levanto la espada y trazo un arco hacia abajo, cortándole el par de alas de la espalda, sin que muchas esquirlas de hielo salgan disparadas. <<Bien. Probemos con estas dos, a ver qué se puede hacer>> y con otro mandoble las separo, pues estaban unidas entre sí por varios centímetros de hielo. Como pesan, debido al hielo, voy a las termas a por toallas, pensativo. . .

Nia siguio andando por el piso. Encontró unas escaleras, subian y bajaban. Abrazada fuertemente al cojin habló en voz alta.
-¿HOLA? ¿HAY ALGUIEN?-
<<Cuidado, puede que despieres a alguien...>>
-Pero es que me siento sola y me aburro...-

Al volver de las termas con varias toallas, escucho una voz y me acerco a la escalera
-Hola pequeña. Estoy yo aquí y Elliot en el salón. Y...Necesito sitio en la escalera, así que baja o sube.-le digo intentando sonreir como ayer, pero no me sale.
Vuelvo a los murciélagos y envuelvo una de las alas en las toallas, para poder cogerla y subirla mejor por la escalera <<Como se me resbale, se destroza...>> y con el envoltorio de toallas, vuelvo a donde la chica de los tentáculos
-Voy a subir, ten cuidado, que esto es muy frágil si se me cae.-e inicio la subida.

Nia le deja pasar sin decir una palabra. Le habia visto alguna vez, pero no sabia su nombre. Cuando cruza al proximo rellano le asalta con su pregunta existencial.
-¿Donde está la cocina?-

Llego a la segunda planta, pero antes le digo
-Baja esos escalones y a la izquierda.
Luego llevo el ala al cuarto de desuello, la paso con cuidado por la puerta y la apoyo en la pared tras quitarle las toallas, que saco al balcón para que se sequen. <<¿Se derretirá el hielo mágico? No he pensado en eso...seré tonto...>> me paso una mano por la cara por este detalle pasado por alto y vuelvo a cubrir el ala con toallas, lo saco al balcón y se las vuelvo a quitar <<Si se derrite, mejor que no inunde el cuarto...>> pero una duda me asalta de pronto y salgo al pasillo, cerrando la puerta tras de mí <<¿Cómo estará Caín?>> Llego hasta su cuarto y llamo con un golpecito suave, luego me asomo y veo a Dirke y al otro durmiendo, plácidamente al parecer, el pequeño sobre el mayor. Sonrío y cierro la puerta <<Que duerma, que descanse>> y mientras se derrite lo otro, voy al cuarto de entrenamiento a practicar con la espada.

Nia da las gracias y se dirige a la cocina trotando, baja por las escaleras y mirando a todas partes, entra en la cocina, aun abrazada a su cojin. Ahi ve a Elliot.
-¡Buenos dias Elli!-dice con una sonrisa.-¿Como te encuentras?-
Mientras habla se prepara un bocadillo con pan y carne seca.

Parpadeo y me incorporo en la cama, me restriego los ojos y me pongo de pie, me pongo los pantalones y la camiseta negra de tirantes, y me calzo las Converse, me pongo la sudadera sin abrocharla y agarro la guitarra, tengo el brazo izquierdo agarrotado, cojo una toalla que encuentro por ahí y bajo abajo en silencio ... Nia y Elliot están en el salón, las saludo y bajo a las termas, me desvisto y me lavo y enjabono fuera de la poza, me aclaro con un caldero de agua y me meto en el agua caliente ... estoy un rato metido en el agua, disfrutando del baño, hasta que decido salir, me seco con una toalla, frotando bien la cabeza y me pongo los vaqueros, la camiseta de tirantes y la sudadera, me calzo otra vez las Converse y subo con los cordones desabrochados y la guitarra a la espalda ... vuelvo a subir por la escalera y me pierdo entre las habitaciones, llamo antes de entrar, pero nunca hay nadie, hay habitaciones muy bellas, con objetos curiosos y mucha ropa, pero no toco nada, solo observo ... al llegar a la tercera planta veo que es toda ella una dependencia privada, lo miro todo, sin tocar nada ... supongo que son las dependencias de la Madam ... me arrodillo a lado de la cama y sin darme cuenta apoyo la cabeza en el el colchón y la suavidad de las sabanas me adormece ...

Al rato vuelvo en mi, no se cuanto llevo aquí, si mucho o poco tiempo ... con un suspiro me pongo en pie y bajo a la segunda planta, sigo mirando en las habitaciones, llamando, y al no obtener respuesta entrando ... al rato llego a otra habitación, como las demás, llamo y al no obtener respuesta entro, pero no esta vacía ... Cain y Dirke están durmiendo, voy a volverme a salir, pero veo algo que me llama la atención, Cain y Dirke están abrazados, el primero de espaldas a mi, tiene la camiseta levemente levantada, y se entreve el principio de un tatuaje, curioso, y sin pensar me arrodillo alado de la cama, apoyo la cabeza en mi mano izquierda y le subo la camiseta con cuidado, dejando la espalda a la vista, el tatuaje es impresionante, y sin darme cuenta lo rozo suavemente con los dedos, apenas un suspiro imperceptible, notando debajo las cicatrices ... no como las mías, pero quizá peores, ya que son quemaduras y golpes ... me doy cuenta de lo que estoy haciendo y me pongo en pie en silencio, para no despertarlos, me giro y me encamino hacia la puerta ...

Cain suelta un quejido, entre rugido y ronroneo. No se puede decir que haya dormido bien, era como si hubiese pasado la noche en estado de semi inconsciencia, asaltado por una pesadilla tras otra. Açun conservaba la inquietud del día anterior, pero le cansancio no le permitía levantarse y le dolía horrores la cabeza. Alguien le había tocado la espalda... raro, pues Dirke estaba delante de él, abrazado a él...
-Quien...?- susurra

Ya tengo la mano en el picaporte cuando oigo susurrar a Cain ... con un suspiro me giro y apoyo la espalda en la puerta, al final le he despertado, vaya ... soy un patoso ...
-Soy Vacuum - digo en voz baja, para no despertar a Dirke - ... siento haberte despertado, solo miraba el tatuaje ... ¿aunque me parece que he sido un poco invasivo? - pregunto con una sonrisa - ... te veo mal, ¿quieres que te traiga algo? - continuo aun en voz baja - ...
Tiene mala cara, a mi aun me duele el brazo,pero lo de el debe ser agotamiento mental, se sobre esfuerza demasiado ... no debería castigarse así ...