Burdel de Dama Espasmo (Archivo II)

Recuerdo del primer mensaje :

Gritos, una manzana, una persona moribunda... Las ideas y los sucesos se me agolpan en la cabeza, que me empieza a doler de la tensión del momento. Caín dice algo y me parece entender la palabra tablas. ¿Las necesitarán para curarlo? Y sin decir ni mu, corro hasta la habitación y traigo varias tablillas para que cojan la que más les cuadre. Las suelto en el suelo y retrocedo aterrado por la imagen. Siento un ligero picor en los ojos pero contengo las ganas de echarme a llorar como un idiota.

Cain se tumba frente a mí y me mira con ojos curiosos. Por alguna razón, no soy capaz de manternerle la mirada, así que enseguida miro para abajo a la vez que me aferro instintivamente a la almohada. Parece estar esperando a algo, pero no sabría decir el qué. <<¿Vería ayer el libro que estuve hojeando?>> Se me suben los colores pero luego descarto la idea. <<No creo... >>. A lo mejor necesita algo... Recuerdo que en los primeros días hubo uno en concreto que lo pasé bastante mal al no poder comunicarme y, sin saber por qué, Cain me abrazó. Justo como necesitaba. << A lo mejor ahora es él quien necesita un abrazo>> me digo a mi mismo.

Me incorporo, sentándome en la cama y me acerco un poco a él para abrazarlo, pero a medio camino, la vergüenza y las dudas me pueden. <¿Y si no es eso?>>.

Cain adivina el intento de Dirke y estira los brazos para rodearle y atraele hacia él. Era increiblemente suave, y olía tan bien... demasiado bien... No comprendía como podía atraerle tanto ese olor y es que no sabía que Dirke se había impregnado accidentalmente de los perfumes que había en la habitación del tercer piso. Su respiración se volvió lenta, como si el mismo aire pesase. Su boca se acercó al cuello del chico, rozando la piel con los labios; un toque suave, contenido.

Terminados los guantes, les corto los dedos y aparto las tiras de piel sobrante. Me los pruebo y sonrío, pues son cómodos. <<Pero poco útiles...>> pienso buscando una forma de darles utilidad, hasta que veo mis cuchillos de hueso y sonrío <<Puedo ponerle unas garras a cada guante con esos huesos>> Me quito los mitones de nuevo y busco huesos pequeños y curvos de los colaespinas <<Las costillas sirven, mucho mejor ahora que están partidas y no tengo que partirlas yo>> y comienzo a trajinar con la piel y los huesos, afilándolos entre sí y cosiéndolos a los guantes con ayuda de huesecillos pequeños como agujas, aunque un poco chapucero.

-Achoo!

Oh, vaya, he dormido con la ventana abierta toda la noche. Menos mal que tengo buenas mantas... espero no haberme resfriado.

Por si acaso me abrigo un poco mas de lo que suelo habitualmente y bajo al salón a comer algo.

Subo al dojo,me pongo mi música y descargo mi ira contra una diana. La apaleo a la maxima velocidad posible y despues cojo un cuchillo y la apuñalo en el centro. Me sorprende la velocidad a la que saco los cuchillos. En medio del combo puedo sacar un cuchillo mientras con la otra golpeo con gran velocidad;claro que mi técnica es nula. Estoy pensando en inventar mi propio estilo de combate,con cuchillos,estaría bien. Practico dando unas patadas,revivo viejas enseñanzas de karate,pero sigo estando muy verde,bueno,tengo todo el dia por delante.

Cain completa lo que yo he dejado a medias y me abraza, acercándome a él. Lo rodeo con los brazos y apoyo mi barbilla sobre su hombro. Parece que sí necesitaba el abrazo, ya que me da la sensación de que se encuentra más tranquilo, más calmado... Al contrario que yo, al entrar en contacto con él mi corazón acelera las pulsaciones, como un reloj roto girando a toda prisa. Siento el roce de sus labios en el cuello y me recorre el cuerpo un ligero escalofrío. No necesito verme para saber que tengo la cara roja como un tomate, ya que me noto ardiendo, como si tuviera fiebre, y estoy sudando como un pollo. Movido por un acto reflejo, aprieto más los brazos con más fuerza alrededor de caín. <<No, si al final el que necesita el abrazo seré yo...>> pienso algo confuso. No sé muy bien qué me pasa.

Levanto la cabeza de la piedra, me había quedado dormida. La pequeña siesta venía acompañada de nuevos dolores de tripa. Salgo del agua y me seco con una toalla. Mientras que con una mano me seco el cuerpo con la otra cojo la ropa. Al terminar, me empiezo a vestir, cuando termino subo al salón para ir a mi habitación.

Cain se incorpora, apoyando un brazo a cada lado de Dirke, sin seoararse de él en ningún momento. Su respiración se aceleraba, a la vez que estallaba Eat you Alive en sus oídos. Rozó la mano del chico, jugueteando con sus dedos a la vez que empezaba a besarle el cuello, besos que pronto se convirtieron en suaves mordiscos al sentir que no eran suficientes. El olor era delicioso, por lo tanto su piel también tenía que serlo, tenía que serlo. Cain sentía que iba a volverse loco en cualquier momento...

Me quedo un poco bloqueado, no sé como reaccionar ante esto. Por un lado siento miedo de cómo podría desencadenarse la situación, pero por el otro, empiezo a sentirme extrañamente bien, quizá demasiado. Cierro los ojos y me dejo llevar por la canción que suena a través de los auriculares de Cain y el cosquilleo que me producen sus labios paseando por mi cuello. Mi mente se queda totalmente en blanco. O casi... porque en el fondo hay una vocecilla, quizá la de mi inconsciencia, que me pide algo. Creo que me pide que siga dejándome llevar...

Cuando subo a la planta de las habitaciones el dolor de tripa es insoportable. Me llevo una mano al estomago, mientras que la otra toca la pared. Llego a mi habitación y veo la jarra ya vacia de la infusion que Cain me preparo esta mañana, le tendré que preguntar si puede hacerme otra jarra.
Salgo de mi habitación, la primera opción es que este en su cuarto ya que he cruzado el salón y no estaba. Me quedo enfrente de su puerta y doy unos toques con la mano, acto seguido, abro la puerta.
En la cama, estaban Cain y Dirke es una situación algo comprometida:
-¡Lo siento!- Me doy media vuelta cerrando la puerta tras de mi completamente roja de vergüenza.

Cain ve a Erika abrir la puerta por el rabillo del ojo y eso lo saca de su trance. Se gira hacia la puerta con brusquedad, parece que se ha ido. Mierda. <<Pero qué coño estoy haciendo??>> Piensa asustado. Se separa de Dirke rápidamente, alejándose lo más que puede de él. Siente el corazón en la garganta, no entiende por qué ha empezado a comportarse así, lo que estaba a punto de hacer <<Esto no es normal...>> Salió de la habitación, al pasar junto a Erika gruñe un ''Ni una palabra...'' y baja a la cocina. Se quita los auriculares dejándolos a un lado y saca un cubo de agua fría del pozo para echárselo por la cabeza. Mejor, mucho mejor

Sigo a Cain escaleras abajo, hacia la cocina, sin abrir la boca ni mencionar nada de lo que ha ocurrido tal y como me ha pedido.
Me quedo en el marco de la puerta, sin llegar a entrar. Intento pensar en otras cosas pero cuando me viene a la cabeza la imagen de ellos dos me sonrojo de nuevo, que vergüenza, les había molestado.

Llevo un buen rato mirando el techo, la gente se a movido, algunos se han ido y Norou se ha puesto a entrenar ... yo sigo en mi mundo, pensando en cosas irreales, sueños sin sentido que se me olvidaran en cuanto alguien se dirija a mi, adoro estos momentos, aunque luego me frustre el no acordarme de mis pensamientos, una suave brisa proveniente de a saber donde me da en la cara ... mi postura se relaja y me voy hundiendo en el puff, me aferro a la guitarra y mis parpados aletean ... mi expresión se suaviza ...
El ambiente de este lugar siempre me deja atontado, me siento feliz en mi aturdimiento, y el flequillo me tapa la cara ...

Elijo una pieza de fruta que ya he comido otros días, me recuerda a las halayas que crecían en un árbol cerca de mi casa, solo que son mas grandes y mas dulces, por lo que mejor que mejor.

Cain entra, seguido de una chica que no conozco y se queda en la puerta.

Cain tiene una expresión extraña en la cara, normalmente solo está triste, pero parece que hoy ha pasado algo raro.
La chica está roja como un tomate, intuyo que no es su color normal, pero como no conozco demasiado sobre los humanos, no estoy seguro del todo.

-Buenos días Cain, ¿Estás bien?

Le doy un mordisco a la fruta mientras espero que responda.

Con una carcajada siniestra bajo al vestíbulo corriendo. Llevo mis mitones de piel y pelo con tres garras de hueso en cada, una capa improvisada con una de las pieles de colaespina y el cráneo de uno sobre mi cabeza, atado a modo de casco con unas tiras de piel, así como dos colas atadas a la cintura por detrás. Todo esto es provisional, una broma, excepto los guantes-garra. Veo las espadas de anoche, las señalo con mis garras y suelto una risa de loco. Luego me tiro al suelo a cuatro patas, simulando un colaespina gigante.
-¡Salgamos del burdel! ¿No íbamos a ir a vuestra torre? ¿Puedo ir?
(tengo que hacer cosas, merendar, ducharme...uf, manejadmelo un poco en letargo y luego sigo yo. hasta luego^^)[eso sí, quitadle el atuendo de loco antes de ir a Letargo xDD]

Elliot me saca de mi estado somnoliento, y me incorporo atento ... la escucho atento ...
-Oh si, claro - digo pasándome el dorso de la mano por los ojos - ... vamonos ...
Me pongo de pie y me abrocho la sudadera, me pongo la cazadora oscura por encima y me dirijo hacia Gael y la chica pelirroja que lo acompaña ...
-Despierta Gael - le digo - ... es hora de volver - la pelirroja parece ser que también se viene - ...
Jack aparece en las escaleras, con un atuendo de colaespina, me rió divertido al verle, y asiento cuando oigo su pregunta ...
-Si, vamonos - le digo - ... pero quítate eso o llamaras la atención de los colaespina ...
Me cuelgo la espada a la espalda, cruzada entre la guitarra y mi cazadora y me aseguro el escudo al brazo izquierdo ...
Veo a Cain y a Erika en la cocina, y a un chico que no conozco ...
-Ya nos vamos - comienzo con una sonrisa, pero me callo al ver la expresión de Cain y mi sonrisa se borra - ... ya si eso ... bueno, da igual - digo incomodo con un gesto de la mano - ...
Salgo a la calle, Norou, Jack, Gael y la chica que va con él también salen ...

Continua en el Torreón Letargo.