La habitación de los abrazos

Recuerdo del primer mensaje :

Un minarete de madera rojiza resaltada por el brillo de la omnipresente Luna, en bastante mejor estado que casi todos los edificios que habían visto hasta ahora como cosechados, se abrió a sus pies según descendían. Se posaron en la terraza de esta y en un gesto de la maga la puerta se abrió para ellos.

La guerrera saltó de la levitación a dejar que la gravedad hiciera lo suyo y tras aterrizar de manera sonora con ambos pies pego un par de saltitos rápidos casi haciéndose un borrón por la velocidad y colocada frente a dicha puerta exclamó:

—¡Bienvenidos a la Sede de los taumaturgos! Mi hogar durante los últimos cuatro años~ Pasad pasad. —Y la frivy en su excitación por el momento desapareció por la puerta.

Raelene los guiaría por los pasillos de cálidos colores y montones de puertas que eran las habitaciones, algunas de las cuales con el pomo rojo y un cartel con nombre. Les explico que esas últimas estaban cogidas por alguien pero que podían buscar ropa adecuada por el resto y escoger una para quedarse.

Tras andar un poco, una puerta abierta con un cartel decorado en el que los nombres Dama Abrazos y Raelene resaltaban.

La habitación estaba inundada de tonos pastel y era mucho más grande dado que ambas habían pagado por un hechizo de bolsa sin fondo. Estaba distribuido como uno frivy, con la cocina comedor fusionada al salón  que a su vez servía de dormitorio. Todo en una sala grande.
Lo que más llamaba la atención seguramente estaba en la esquina diestra alejada de la puerta pues había algo parecido a una piscina jacuzzi redonda donde cualquiera podía retozar a gusto, aunque ahora estaba vacía.
En el mismo lado pero pegada a la pared de la puerta había una gran cama que parecía lujosa y muy mullida con una almohada grande y varios cojines y peluches de todo tipo de criaturas posada en ella donde incluso con la nueva envergadura del ángel seguramente cogieran los cuatro.
Separando estos dos había una especie de pequeña pasarela elevada que daba a unas cortinas como si fuera una mini pasarela de moda y tras una cortina de un color burdeos claro un vestidor de amplios espejos.
A la izquierda y desde la pared de la puerta una concina modular con varios muebles y bien equipada era coronada por una islilla y unos taburetes.
Y las únicas salas separadas también a la izquierda pero en la esquina restante eran una despensa con varias cosas del hogar, y el baño de verdad con un par de váteres para hacer las necesidades y una bañera-ducha para un limpieza más privada.
En el centro de todo un gran círculo de suelo se hundía con dos escalerillas paralelas para encajar dos grandes sofás semicirculares de un marrón claro y una mesa circular de madera oscura que hacía contraste con la claridad general de la sala, haciendo las veces de mesa de comedor principal, escritorio y lugar de relax en general. El centro neurálgico de aquella vivienda.
Había bastantes jarrones y macetas con flores y plantas decorativas, aparte de cuadros con paisajes y estatuillas.

La guerrera había sacado un par de refrescos que abiertos podrían ver como burbujeaban.

—¿Que os parece? —preguntaron ambas casi al unísono.

—Ohhh vamos, no te vamos a dejar meterte en PIJAMA al agua —se quejó la maga, aunque notara que no le había respondido de ninguna manera a la mirada que le echó. —Te pones una camisa negra y las pezoneras debajo y así no se te ve nada ni transparenta. —Raelene se acercó a ella y le hizo un "boop" en la nariz y empezó a andar hacia el jacuzzi. —No estamos en una peli americana, aunque créeme —se giró para mirarla con una sonrisa burlona. —Podría serlo.

Tanto a la guerrera como Nery´s que estaban conteniendo la risa ante las negativas exageradas de la finlandesa se les escaparon unas pocas con la respuesta de Raelene. Cuando ella sacó la lengua  él simplemente fue y besó su nuca.

—Venga, solo te quieren ver cómoda por aquí, el pijama no te dejará disfrutar de las burbujas... —se abrazó a ella posando ambas manos en sus caderas y dándole más besos en la cabeza.

Cuando llegaron allí camisetas de colores habían levitado hacia el borde de este aún sin llenar, más grandes y más pequeñas, y varios pares de  pezoneras de varias formas y colores.

—No te preocupes por nada~ Rii se encarga de todo. —Le aseguró la guerrera dándole un abrazo reconfortante estando como estaba.

—Si, si yaaa lo sé. Deja que la maga solucione tus problemas. —Bromeó esta antes de conjurar algo sobre la Jack frost. Cuando acabó notó como el calor que desprendían Abrazos y Nery´s desaparecía para ella.

El agua empezó a verterse sobre el jacuzzi, trayendo un vaho similar al de la finlandesa  que se acumulaba dentro en remolinos.

Nery´s miró a aquella escena aún algo revuelto pero dispuesto a simplemente seguir pasándolo bien y no arruinarle la noche a nadie ya con su cuarta poca acabada. Aún casi no notaba el alcohol aunque por fin podía sentirlo invadiéndole. Y entonces recordó como habían acabado allí.

—Oh mierda, tenemos que avisar a los demás de que estamos bien...

—¿Quieres volver? —le preguntó Abri sin pelos en la lengua.

Nery´s miró a Kiki... al lugar... quería poder relajarse aquel día.
—Algo si... pero no. —se apretó contra Kiki. —Solo avisarles para que no se preocupen y salgan o algo así. —Tenía ganas de compartir la fiesta con todo el grupo, pero aún más de dedicarle la noche a sus viejas amigas y a Kiki.

La maga suspiró.
—Escribidles una carta, yo la llevo. No tardaré nada.

—Así de paso les dejamos algo de fiesta, que es mucho para nosotros~ —completó Abri.

Raelene miró a la cnatidad exagerada de cosas que había en la mesa. Ella tenía razón.

—Bueno —la ropa que llevaba cuando se la encontraron por primera vez comenzo a flotar a ella. —Vosotros diréis.

Nery´s miró a los ojos a Kiki.

Kiki parpadeó varias veces ante la pregunta. Curiosamente entre todo lo de aquella noche, eso era lo único que le había helado el ánimo, y como era obvio, no sabía ni pensaba disimularlo. La sonrisa se le fue del rostro, pensando si es que los monstruos maduraban, o si es que el rencor era bueno o malo en una ciudad como aquella. No los odiaba, de hecho, la última conversación con Sarah había sido un poco liberadora, pero tampoco los quería allí ahora mismo.  


—Si quieres, escríbeles algo…solo no me menciones ni les digas nada de mi parte… —le dijo al ángel con la voz bastante apagada y neutra. SI miraba a alguien de sus compañeros no lo ignoraría, pero eso ya seria después. Aquella noche no tenia ganas para socializar con nadie mas que con las tres personas que estaban en ese lugar. Tomó un par de polos grandes, los más grandes y oscuros que había disponible y corrió de nuevo al baño para cambiarse sin esperar respuesta de Nery’s.

Aquellas prendas no eran del todo “grandes” para ella, pero al menos esperaba que no tuvieran ningún tipo de magia desvanecedora en ellos. Se puso trabajosamente uno sobre otro y suspiró mientras alisaba los pliegues y trataba de encajar bien. Era muy obvio que se le marcaba lo suficiente la figura como para tratar de disimularlo. Abrió un poco el agua y trato de mojarse la cara esforzándose por dos cosas. No desfigurarse con sus propias garras y no malograr lo que habían hecho los frivys en su cabello. Se miró al espejo un segundo, no del todo ebria, pero tampoco como la Kiki normal. Su reflejo la sorprendió con unos polos ajustados, ropa interior y nada mas sobre aquel cuerpo que parecía de chica muerta. Miro sus ojos reflejados, clavados en ella misma preguntándose hasta qué punto la había cambiado la preciosa Luna que estaba afuera. ¿Debía aceptar todo esto así como acepto al inicio estar en otro mundo? ¿De verdad era tan importante no dejarse llevar ni aceptar las pezoneras o el alcohol? ¿Acaso su moralidad humana debía desecharse asi por asi?


—Nota mental para mi misma…ha tenido que que salir un astro rojo en otro planeta y volverme…esto… — susurro poniéndose las manos en la cintura y modelando torpemente frente al espejo.— para que yo tenga que decirme a mi misma “deja de pensar”, al menos solo por hoy… —  Se mojo un poco los labios azulados y se sonrió a si misma, esta ves mas acorde a su estado alcohólico y salió del baño buscando a Dama Abrazos para lanzarse a sus brazos.

La comisura de los labios del ángel se torció en una mueca de ligero disgusto sumada a una mirada preocupada y ambas dueñas del lugar miraron confusos a ambos llenando con preguntas silenciosas el ambiente.

Antes de que pudiera responder ella echó a correr al baño y ambas se le quedaron mirando, Abrazos algo preocupada y Raelene con una ceja alzada.

—Nery´s... —la maga suspiró. —Mira, se que las cribas son complicadas y solo es la primera noche y demás pero... ¿debería preocuparme? No parece... agh. Como decirlo. No parece que te siente muy bien algunas cosas que dice y... no parece que a ella le importe o que sea consciente... Además ¿pasó algo con vuestros compañeros de torreón?

La cara del ángel se ensombreció por momentos con las palabras, perdiendo su luz en el proceso mientras las digería y les daba vueltas. La guerrera se acercó y le puso una mano en el costado.

—Super solo queremos verte bien después de tanto, porfis esto no es un ataque... —susurró para el frivy a sabiendas de cómo eran las cosas con el primer amor.

Nery´s las miró a ambas desde aquella nueva altura, lleno de dudas, miedos e incluso resentimientos por el pasado. Pero incluso con todo un sentimiento se sobreponía sobre todo aquello.

—Está bien, en serio —trato de calmarlas. —Han sido unos meses difíciles, para ella incluso peores. Aún me estoy acostumbrando quieras que no a la ciudad y... me cuesta —confesó. —Pero ella me ha ayudado muchísimo a salir adelante y aunque sea una cabezota muchas veces... es lo mejor que me ha pasado desde que llegué aquí —sonrió con sinceridad mientras sus mejillas se ennegrecían por la vergüenza de decir algo así a sus dos amigas. —Hablaré estas cosas con ella —declaró finalmente con resolución y la luz volviendo a sus cuernos y ojos con esta.

—Y no os preocupes por nuestros compañeros, tampoco es que seamos el grupo de personas más unidas allá pero no estamos mal tampoco. Incluso... bueno. Ya os contaré.

Ambas se miraron de nuevo evaluando cuan convencida estaba la otra con todo aquello.

—¿La amas? —le espetó la maga.

—Por supuesto. ¿Acaso no es ob-? —vio la mirada cada vez más burlesca pero cariñosa de ambas.
—Sí —finalizó ruborizado.

Ellas se rieron y le asaltaron para revolverle el pelo y abrazarle a lo que él las abrazó de vuelta y rio cálidamente mientras su luz iba ganando fuerzas.

—Está bien —suspiro Rae.

—Confiaremos en ti~ —dijo cantarina Abri.

—Pues a ver, —papel y una pluma elegante se posaron en las manos de la maga— ¿que pongo?



Para cuando Kiki salió la maga ya no estaba allí y la música había cambiado a un lofi de fondo más tranquilo. Abrazos y Nery´s se hallaban juntos al borde del jacuzzi en lo que la primera le enseñaba que botones pulsar al segundo. Más de cerca y sobre la plataforma aquella bañera de lujo era más grande de lo que parecía, tenía más decoración de la que parecía vista de cerca y podía albergar fácilmente a 7 o 8 personas con varios espacios para tumbarse. Las luces interiores ya se difuminaban en el agua mientras que este subía poco a poco en aquel mini mar burbujeante.

En cuanto Abrazos vio como se le abalanzaba hizo lo que dictaba su nombre y le beso una mejilla mientras la estrujaba contra ella misma entre risitas.
—¡Pero si mega te has puesto dos! ¡¿Por qué?! —rio sin dejar de mimarla hurgando con una de sus manos entre ambos polos mientras la sostenía con la otra.

—¡Ey! ¡Yo también quiero mimos! —se quejó con una sonrisa. —¿Qué te parece? Se lo regalé yo~ —presumió un poco. En ese momento se apartó un poco de ellas y se quitó las zapatillas y los pantalones. Ya le habían dado un calzoncillo azul oscuro ancho y largo con antelación a sabiendas de su anatomía pero el crecimiento que le había otorgaba la Luna había frustrado toda intención de suavizar aquello si es que acaso vez hubo alguna.

+18?:

Era una sensación extraña para él pues estar así delante de ella le daba casi pudor. ¿Cómo podía ser después de todo lo que había hecho? No lo entendía ni quería hacerlo, menos ese día.

La guerrera miró primero a como los polos se cernían sobre la delantera de Kiki y luego a como le sucedía lo mismo a Nery´s por debajo de la cintura y se carcajeó un poco de nuevo.
—Sois tal para cual~ —bromeó.

Y ahí estaba Kiki, con dos frivys de cuerpos perfectamente esculpidos a los que les podía contar los abdominales con los ojos cerrados pasándoles la mano y distinguir cada músculo de la misma manera. Ambos con casi toda la piel morena expuesta mirando hacia ella y a punto de meterse en un jacuzzi. A la espera de que una tercera morena se les uniera en su bikini blanco y rodeados de alcohol.


Ida de Raelene al Torreón Sendar.

Ambos frivys escucharon a la humana, y ambos cada vez tenían una sonrisa más ancha. La guerrera más por lo bajo, tan solo cubriendo su boca con las manos y dejando que lo que para ella era una enamorada pusiese todas las excusas que quisiera.

El ángel por su parte se iba ruborizando cada vez más a la vez que su sonrisa se ensanchaba sin control y su luz crecía y crecía. Su interior se revolvía entre cosquilleos y vergüenza al escuchar a la Jack Frost y la mención de su hermana le hizo torcer la mirada a sus alas, las cuales acarició con cierta ternura mientras estas parecían envolverle. Siempre le habían encantado los manierismos y las excentricidades de la finlandesa y aquella forma tan extraña y codificada que estaba teniendo de decir que le cuidaba solo hacía que el frivy se muriese de ternura.

—¿Entonces me cuidarás toda la noche? —Le preguntó con ternura a la humana sin que sonara pervertido. —A mí me gusta cómo se ven tus brazos y piernas... —sentenció el ángel mientras se la comía con la mirada de arriba a abajo con ese rubor negro sin desaparecer de sus mejillas pero con una sonrisilla estúpida acompañándole. —Es como si llevaras medias y guantes, sexy... en la más terrorífica de sus acepciones. Eres preciosa.

—¡Super estáis preciosisisisisisimos los dos! —saltó la frivy conteniendo la risa un poco por toda la ñoñez de ellos dos. —Casi me dais envidia, ¡me encantan vuestros cuernos! Quiero unos así —acarició con suavidad los de Kiki. —Pero bueno esto ya tiene bastante agua aunque aún le falta algo. —Y sin más palabra se metió en el jacuzzi con una exclamación placentera por el agua caliente, quedándose en el centro más profundo para que la cubriera hasta el cuello.

El ángel tomó el ritmo de la música de fondo, mucho más calmado, y empezó a tararear algo según se apróximaba a la finlandesa. Aunque esta huyó de él y se metió en el agua, en cualquiera de los asientos normales el agua solo la cubriría hasta algo más del ombligo aún, y en los dos huecos para echarse apenas se mojaría. Podía quedarse en uno de ellos a estirar las piernas si quería.

Nery´s simplemente suspiró y se metió poco a poco en el agua, era una sensación extraña volver a tener agua caliente burbujeante, de estar metiéndose en un producto moderno de lujo con su amiga y su... Kiki. Apenas le cubría los abdominales aunque ya ocultaba lo otro gracias al burbujeo. El enorme cuerpo del frivy no parecía del todo adecuado para aquello aunque podían encajar, lo malo, sus alas ocupaba casi dos asientos más. Tomo y casi se acabó otra copa.

—¿Sabéis? Nunca pensé que este día llegaría... que podríamos relajarnos así de nuevo... Osea, lo sabía, pero creo que no lo asimilaba.

La guerrera se giró e el huequito del centro a mirarle. —¿Y estás feliz de que pasase?

El frivy caviló por un momento y miró fijamente a la finlandesa. —Muy feliz. —respondió sonriendo.

Kiki negó con la cabeza sorprendida. La normalidad de todo aquello le encantaba y sorprendía en partes iguales. Escapó ligeramente del ángel antes de suspirar. Quizá estaba un poquito más mareada de lo que querría, pero aun así espero un momento antes de trepar y entrar tímidamente al agua. Se sentía aun mas raro de lo que pensaba. Podía sentir el fluido sobre su piel, pero era solo el peso, la masa del agua fluyendo sobre su cuerpo apoyándose en su piel sin transmitirle o quitarle calor. La magia era demasiado mundana a veces y otras era maravillosamente nerd.


—Yo esperaba lo peor, así cuando pasaba algo bueno era una doble sorpresa—dijo en una demostración maravillosa de su torpeza social y su abrumante sinceridad— ….perdón, no me hagan mucho caso ahora mismo…pero tengo que aprovechar el impulso alcohólico para decir que  que jamás podre expresarles mi agradecimiento por todo esto. — Movió sus garras en el agua salpicándolos a ambos antes de tratar de acomodarse el cabello en medio de los cuernos. — Y sobre todo al pervertido ese que me salvó el primer día…PPEEEERRRO ni se te ocurra preguntarle ahora mismo — le dijo girándose directamente a Abrazos.— no soportaría que se ponga a contar cosas cursis, nonononono ni hablar….t-te lo prohíbo…por favor!!!


Lo ultimo lo dijo para Nery’s antes de llevarse las manos a la cabeza y cerrando los ojos un poco. La siguiente pregunta hubiera tenido una respuesta firme en la Tierra: NO. Pero aquí, convertida, a salvo, y entre amigos, prefirió confiar en ellos.

—Si sigo bebiendo así voy a ponerme muy mal, pero ustedes son los del mundo pervertido así que confiare en su pervertido juicio. ¿Debo beber más? y no quiero abusar de la magia de Raelene…—dijo señalando vagamente hacia donde estaba Dama Abrazos—  y tampoco creo que sea bueno que todos tengan cuernos porque es incomodo para dormir, y tampoco voy a dormir contigo hoy , y no, hoy no puedo cuidarte — Movió su garra señalando al otro lado, donde Nery’s posiblemente estaba riendo— porque no puedo cuidarme ni a mi misma….y ahora mismo, aun así, puedo saber que me están mirando con una sonrisa en sus caras así que dejen de hacer eso y  sigan conversando porque si no voy a tenerqueirmeaunrinconhastaquemecalmeunpoco— dijo cubriéndose la cara con las manos mientras reía nerviosamente.

Se sentía muy tonta y alegre a la vez cuando escuchó la puerta y unos ruidos sobre la música. Movió la cabeza y notó que la maga había regresado así que estiro sus brazos para llamarla dramáticamente mientras mantenía los ojos cerrados concentrándose poco a poco en los impulsos que sus oídos le mandaban para mantener el mareo aparte.

—Ayudameeeee Raelene, me dejaste con unos pervertidos que, aunque no han hecho nada, se que se están riendo porque estoy ebriaaaaaaa….¡Hic! — dio un saltito en el agua antes de volver a taparse la cara de vergüenza pero riéndose de ella misma.

Sus ojos solo eran para ella, según esta iba respondiendo el ángel simplemente se la comía con la mirada con una sonrisa tierna y bobalicona cincelada en el rostro.

Nery´s se iba acomodando poco a poco, moviendo las alas como podía y llevando agua con la mano hacia su torso para calentar el cuerpo aunque no conseguía sentirse del todo satisfecho. Quizás si iba donde estaba Abrazos...

—Eyyyyy, ¡pero yo quiero escuchar esoooo! —le salpicó de vuelta con agua como parte de la protesta una pequeña ráfaga que solo daría de cuello para abajo mojando el par de camisetas.

—No lo se~, igual me apetece contarlo~ —obviamente burlón el ángel se levantó mostrándose de nuevo sin agua para cubrirle y andó hasta el centro junto a Abri, donde se sentó para ser cubierto de agua hasta casi los pectorales. La guerrera aprovechó y se metió en una de sus alas para usarla de respaldo sentándose en una de las piernas del ángel.

Alguno de los dos iba a contestar pero las palabras de Kiki aunque con sentido fueron un jarro de agua fría para Nery´s. Su luz se apagó y miró hacia el pozo de agua delante suya.
—Pensé que hoy dormiríamos juntos —murmuró, aunque su voz llegó sin problemas a la finlandesa.
Tenía tantas ganas de volver a pasar una noche con ella que ni siquiera le respondió a lo del alcohol, y hablando de este se vació otro vaso como si fuera un chupito. Estaba empezando a pillarle tirria a tener un cuerpo tan grande por varios factores.

Mientras la guerrera entrecerró los ojos. Ella solo quería que todo fuese bien, pasar una buena noche con su amigo. Y se estaba empezando a cansar de verle deprimiéndose cada poco por algo que dijera la Jack Frost. Había demasiadas cosas que no sabía de entre ellos dos como para ponerse a juzgar pero aquello no le gustaba. Apretó la mano del ángel debajo del agua y le miró fijamente a los ojos transmitiéndole firmeza y fuerzas.

La maga entro por la puerta en ese momento. Más que cansada aburrida por el paseo y dispuesta a zambullirse en el agua en cuanto se quitara el abrigo. Estuvo a punto de responderle a la humana alegremente cuando contempló la escena. La luz, o la falta de esta en este caso, le estaba viniendo de maravilla para tantear como andaba el ángel aquella noche.

—Si tienes la ropa encima aún, entonces no necesitas mi ayuda —le contestó sin mirarla mientras se dirigía hacia los frivys ya en solo aquel bikini blanco.

El frivy miri a la maga intentando disimular para todos pero su nuevo cuerpo le traicionaba. Parte de él quería imponerse y pedirle que durmieran juntos si o si en aquel día, pero estaba cansado. Especialmente por la manera en la que parecía no importarle aquello a Kiki. Y su cabeza dio vueltas sobre ello. Si a ella no le importaba igual era tan solo una tontería quererlo, igual solo eran cosas suyas... ¿verdad?

—Pues, ¿qué harás luego entonces? ¿te llevamos a tu torreón? —le preguntó la frivy para que hablara y para poner al día a Raelene de manera indirecta y natural.

La maga alzó una ceja ligeramente sin que le viera Nery´s, tan solo para Abri. «Espera, ¿no van a coger una habitación para ambos?»

—Hmmmm, no. Para ser sincero refiero despejar de unos cuantos de allí. Supongo que escogeré una habitación de por aq- —La maga lo cortó ya habiendo confirmado su teoría, poniendo ambas manos en su cabeza.

—De eso nada. Hoy te quedas aquí antes que quedarte solo por ahí. —Declaró firmemente revolviéndole el pelo. —Ya te buscaremos habitación mañana. ¿Y tú? —se giró a Kiki. —¿Qué vas a hacer? De todas formas tengo que proteger la cama donde te quedes y... mejor que proteja los muebles alrededor también.

Él ángel se encontraba sin habla viéndola levantarse y excusarse. De nuevo parte de él quería enfrentarla, erguirse en respuesta y discutirle tonta que estaba siendo con aquella actitud, atraerla hacia sí y que bebieran todos juntos sin más dramas. El miedo sin embargo le paralizaba, atando todos aquellos sentimientos y nerviosismo en simplemente observarla ir con una mirada dolorida sin luz en aquellos ojos celestes que ahora delataban claramente sus sentimientos. Tantas discusiones. El miedo de perderla esta vez para siempre si la enfrentaba encogía su corazón completamente, le hacía recordar a Iemai tirada en la fría piedra y como nunca volvió a guardar la noche con ella o a saludarla por la mañana, a su hermana yéndose con la marea y volver a aquella habitación en la que jamás podría volver a dormir a su lado.



La maga no podía creer lo que veía. Aquella tipa le había dado algunas malas vibraciones pero aquello era el colmo. Rechazar su hospitalidad era una cosa, pero dejar a su amigo tirado como un perro herido tuviese la culpa quien la tuviese sí que no lo iba a tolerar. Se separó del ángel.

—¿A dónde te crees que vas? —se mordió la lengua para no meter palabras fuertes y dejar que su rabia escalase demasiado. La opción de dejarla ir era cuanto menos tentadora pero veía que tan solo iba a dejar a Nery´s por los suelos. A un par de gestos de su mano la finlandesa notaría como sus pies se despegaban del suelo y quedaba suspendida en el aire.

—Raelene. —le llamó la atención Nery´s alarmado y claramente asustado queriendo parar aquello.

Por un momento la maga dudó al verle así, y sentir el aura de su amigo intimidándola incluso en aquella postura amedrentada y abatida. Pero la falta de luz de Nery´s hizo que redoblara su convicción y su mala hostia.

Fulminó al ángel con la mirada para que se mantuviera al margen y se dio la vuelta hacia Kiki. Como si subiera escalones en el aire la maga levitaba dando pasos hacia la Jack Frost la cual giraría en el aire para ponerse cara a cara mirándoles quisiera o no.
—¿Cual es tu puto problema? Ya has dicho cosas que claramente le hacían daño antes, y ahora que, ¿vas a dejarle tirado aquí tras volver a hacerlo sin más? Se de sobra lo quejica que puede ser y lo difícil que puede ser tratarle pero, ¿no se supone que estas con él y te tendrías que preocupar o algo?

—Ra- —No. —Se giró a Nery´s cortando tajantemente su segundo intento de calmar las cosas. —Me dijiste que hablarías con ella y que todo estaba bien y cuando vuelvo de entregar las cosas me encuentro de nuevo un panorama de mierda. —Atrajo a Kiki hacia el jacuzzi con la levitación y les fulminó con la mirada a ambos. —Y ni intentéis venderme que no es para tanto que es tan solo un día más porque es vuestro primer jodido día de Luna. El único primer día de vuestra vida como transformados. Además —clavó su mirada en Kiki según se cruzaba de brazos y se plantaba delante de ella cara a cara casi tocándola. —¿que se supone que harás sin mi "hospitalidad"? ¿En serio vas a entrar a una habitación cualquiera jodiendo la cama y mantas y posiblemente muebles solo por cabezota? ¡Y coño si quieres estar con él —señaló abruptamente al ángel —pues pídelo y lucha por ello un poco aunque tengas que devolver favores luego! Y tú también. —Levitó hasta donde Nery´s. —Si quieres estar con ella recomponte y habla las cosas cojones. Buf... —soltó un bramido de pura frustración y mala leche cruzándose de brazos.

La guerrera llevaba un rato tan solo observando la situación y estando de apoyo físico para el frivy el cual estaba claramente nerviosísimo y emitía luz leve pero inestable, como si recorriera a trompicones sus cuernos parecido a lo que pasa en un tubo fluorescente. En ese momento antes de que la maga siguiese riñendoles a ambos se escabulló de su amigo y tiró de esta hacia el jacuzzi, provocando que Raelene emitiera un gritillo seco antes de quedar atrapada en el abrazo de Abri. Entonces miró a Kiki y comenzó a hablar.

—Em... mira. No me gusta verlo triste. No me gusta que lo pongas triste. Y... ¿merece la pena no hablarlo? Quiero decir, umm... Si tu huyes —miró a Kiki —y tú te quedas ahí sin decir nada —miró a Nery´s —pues como qué vais a estar los dos tristes y la verdad yo solo quería que lo pasaseis bien aquí y estoy algo nerviosa y triste porque todo está saliendo mal pero el caso es que... N-no vais a tener otro día como este... novaahaberningundiacomoningunotroenrealidadpero... luego te arrepientes de no haber hecho una cosa, bueno creo que todos aquí y la mayoría que hemos venido a Roca sabemos lo pesado que es eso. Ya os vi juntitos y... me gusta un montón veros felices y veros enamorados y creo que podríais... hablarlo. Sin más. Y podemos pasar una una noche tranquila abrazaditos y luego lo que sea... pero si que como mi mielecilla dice tenéis que querer y poner de vuestra parte los dos. —Abri estaba claramente entristecida por todo aquello. Más que enfadarse por ver a Nery´s triste toda la situación la deprimía. Solo quería verles felices. De momento no le parecía algo tan grave que no pudieran solucionar hablando.

La maga se quedó pensativa, algo más calmada tras el discurso de su novia y Kiki descendió hasta el suelo justo al borde del jacuzzi, quitándose la levitación.

Dama Abrazos alzó ambas manos. Una para Nery´s y otra para Kiki, con la intención de atraerlos a todos si aceptaban.

Él ángel estaba extrañamente tan avergonzado y abatido como decidido por las palabras y la posibilidad de que todo esté bien. Tomó la mano de su amiga y sus ojos se centraron en los de Kiki, algo temerosos pero suplicantes de que se acercara.

Al final, era decisión de la finlandesa tomar la mano o no.

La mente de Kiki estaba cansada. Normalmente la mente de la humana era mucho mas fuerte que su cuerpo, lo que ya era mucho decir al menos antes de la Luna, pero luego de tantos altibajos aquella noche, luego de tantas emociones, tantos neurotransmisores, hormonas, reguladores magia y cosas en su sistema (y no hay que olvidar posibles nuevas sustancias secretadas por la transformación que deben de estar acoplándose a los mecanismos y ritmos biológicos estresando asi los tejidos y la funcionabilidad) , y el alcohol que teóricamente no la ayudaba mucho para aliviar eso, sentía la mente pesada, cansada y solo quería dormir y ya luego asimilar las consecuencias de todos sus errores. Estaba tan agotada que cuando sus pies dejaron el suelo, ni siquiera se sorprendió, solo una parte de ella se dijo a si misma: “mi misma, aquí vamos” .

Para bien o para mal, la finlandesa había sufrido el suficiente bulling, acoso y terapias como para saber a dónde se dirigía todo eso. Y no la molestaba, aunque algo dentro de ella se estaba revolviendo. Sentía mas que nada un cansancio o decepción que al parecer era de si misma. Y de nuevo para bien o para mal, no estaba lo suficientemente ebria como para no acordarse de cada frase que Raelene le dijo. Cuando ella la movió como quiso y se puso frente a frente con la Jack Frost, solo levanto la cara con una cara muy muy cansada y aburrida. Sabía que no podía hacer nada contra la magia y la experiencia, pero sobre todo no tenia ánimos ni siquiera para darles el gusto de discutir.

Abrazos curiosamente fue mucho mas suave que la maga, y aunque trató de ser mil veces mas conciliadora, la cara de Kiki se mantenía entre aburrimiento y hastío. Pero dentro de ella sabia que era porque obviamente tenían razón en muchas cosas, aunque no en todas. Lo siguiente fue una mezcla de las muchas partes de la finlandesa que estaban gritando dentro de su cabeza. O tal vez, fue solo la respuesta mas sincera de su vida, pero adornada con muchas cosas. Miró los ojos de Nery’s sintiendo como quería empezar a llorar. Rechazo la mano de Dama Abrazos y se giró para nuevamente apoyarse en el jacuzzi dándoles la espalda y respirar profundamente y que su voz no se escuchara entrecortada.

—Ok, a ver…primero…—se apresuro a secarse las escasas lagrimas que se acumularon en sus ojos antes de empezar con todo.— Mi puto problema, o al menos uno de los muchos putos problemas que tengo, es que soy demasiado pragmática, consciente y poco hipócrita para mantener una sonrisa falsa o una mentira con las personas que aprecio, y si, lo sé, eso es mi culpa, y antes de que digan algo más, si, es probable, posible y altamente seguro de que todo sea mi culpa, por ser como soy, o lo que sea, el motivo os lo dejo elegir a vosotras. Segundo, no, no estoy con él como dicen…básicamente porque soy un desastre y eso el lo sabe, sabe que jamás quise formalizar nada porque aunque estoy enamorada de el, tenia miedo…tercero, creo que era lo de hablar, si si, no, no pienso hablar de eso hoy, no ahora, no así, no aquí…y entiendo perfectamente si mañana ya es demasiado tarde y Nery’s no quiere volver a hablarme, o ustedes prefieren ignorarme de aquí en adelante, es comprensible y lo acepto, después de todo seguirá siendo un primer día de transformados bastante memorable…que más, que más….—levanto sus manos para frotar sus ojos evitando más lágrimas y dándole espacio para recordar.— siguiente, ¿qué hare sin tu hospitalidad? No lo sé ¿vivir quizás? Como cualquier otro cosechado que acaba de transformarse… o también morir, tanto da, en esta ciudad parece no ser tan importante, además yo….no no, ¿saben qué? Eso no viene al caso y es cosa mía. Y si…SI, JODER, CLARO QUE LO QUIERO —dijo levantando un poco la voz, no por ellas, no por furia, sino porque mientras hablaba está convenciéndose a si misma de muchas cosas. Pero lo siguiente no tenía que ver ni con Raelene ni con ella— Claro que quiero estar con el pero ya ves que aun asi pasan estas cosas—le dijo calmándose para responderle a Abrazos.— pero no tienen que preocuparse, de nuevo, se que es mi culpa y la acepto, ya aceptare después las consecuencias de todo, pero no tengo ganas de estar sonriendo, ni abrazadita, ni hablar, ni de explicarles más hoy, me da igual el día que sea…pero si pido perdón por arruinarles todo. Sobre todo, a ti……—dijo refiriéndose a Nery’s aunque sin voltear— en serio lamento todo. Ahora si me lo permiten — dijo con voz cansada y a punto de llorar.

Kiki comenzó a avanzar a la salida por segunda vez. Su cabeza le palpitaba demasiado. ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿De verdad quería eso? ¿Estaba siendo muy dramática? ¿De verdad no era mejor solo rendirse y quedarse ahí llorando en los brazos del ángel? ¿Acaso hacia eso por dignidad? ¿Orgullo? ¿Capricho? ¿Depresión? ¿Por qué nunca había llorado antes en la tierra cuando terminaba sus terapias? ¿De verdad le importaba tanto Nery’s? ¿Estaba mal acaso ser como el estereotipo de novela juvenil y luchar por eso que sentía justo ahí y en ese momento?

En realidad, estaba demasiado agotada como para pensar tan profundamente ni para ser muy elocuente aun en su propia mente. “Mi misma, estas consciente que estas siendo totalmente caprichosa y hasta uno de esos clichés que detestas ¿verdad? Que REALMENTE esto se podría solucionar hablando ¿Te das cuenta de la clase de estupidez que estás haciendo? ¿eres totalmente consciente de que estas cagando tu vida de manera monumental? ¿VERDAD?  Si, lo se, pero estoy cansada, agotada, exhausta, han pasado demasiadas cosas esta noche como para que incluso yo misma me este presionando ahora. Si mañana soy un paria con la gente del torreón…del que abandone y ahora de este, pues me ocupare de eso mañana. Sabes que no tienes nada ¿no? Y que probablemente en cinco minutos tampoco tengas a nadie ¿lo sabes? Si…pero ya sabes, siempre he sido así, he aprendido a golpes la lección de que en mis fracasos solo mando yo. ¿Entonces te vas a salir de aquí a dormir en el piso? No, al menos hoy no, cuando malogre todo en el otro cuarto si…Suerte. ¿Tú también me dejas? Por hoy si, no sirve de nada discutir conmigo ¿No? “

Aquella cara que puso empeoró la situación, muchísimo. Raelene que se había quedado al margen mientras Dama Abrazos intentaba desescalar la situación se estaba hartando sobre manera de lo que le parecía una tipeja a la que no le importaba nada de aquello.

Para Dama Abrazos aquel rechazo no solo era hacia la hospitalidad o hacia su propio esfuerzo, era directamente a su amigo. Retiró la mano con expresión dolida y enfadada, acercándose al ángel tanto para apoyo como para ser una especie de barrera y protección entre ambos.

Nery´s empezó a caerse a pedazos. Despues de haber saboreado la esperanza aquel día de volver a estar con ella, de que quizás algo pasaría, de que las cosas cambiasen... todo seguía igual. Ni siquiera la entendía. Aquel lo quiero sonaba precioso. ¿Era magnífico no? Las palabras con las que había soñado durante todos aquellos meses y sin embargo... caían en la nada, rotas estropeadas. Le quería pero le abandonaba. Una y otra vez en cuanto ella se hartaba siempre le dejaba tirado, ya fuera magia o que simplemente no quería. Siempre había una excusa para no ir más allá, siempre encerrada en sí misma sin tener en cuenta lo que le rodeaba. ¿De qué siquiera tenía miedo? No la entendía. Y ahí, con la ilusión y la esperanza rotas, confuso. Un ángel comenzó a llorar.

Raelene fue a decirle algo. Que era una hipócrita incongruente que ni siquiera tenía sentido para consigo misma. Pero en cuanto notó el primer sollozo se giró de inmediato a atender a Nery´s, acercándose ambas dueñas de la habitación a estar con él, a no dejarle solo.

La puerta se abriría sola para ella, con unos pantalones azotados a la entrada para que no fuera por ahí en bragas. Y sola se cerraría.

Lo último que escucharía la Jack Frost de esa habitación sería el llanto roto del ángel y disculpas que no sabría a quien irían dirigidas.





Frio. Después de todo aquel tiempo aclimatándose y acostumbrándose el frivy sintió como el calor abandonaba su cuerpo, abrazándose y encogiéndose sobre si mismo se internó en las aguas buscando cubrirse de calor. Ellas estaban ahí por supuesto. No se separaron de su lado. Pidió una botella y se la dieron.

La noche empezo a difuminarse. "No merece la pena." "Ella se lo pierde."  "Quien no querría..."

"Ya encontraras a otro."

Beber hasta hartarse. Cantar alguna canción a pleno pulmón con ellas, Raelene trajo sus anillos y brazalete del torreón (aunque nunca revelaría que también los apuntes de Kiki).

Le hicieron regalos, pendientes algún collar y aquel reloj precioso. Volvió a llorar pero esta vez no fue tan amargo, esta vez también por ellas, por tenerlas.

Bailaron, rieron, nunca recordaría quien dio el primer beso, pero si fue él quien adelantó el paso para todo lo demás. Ya no le importaba nada. En cierto sentido, era libre al fin.

Lo último que recordaba era las caricias de la maga durmiéndole con magia mientras la guerrera se acomodaba en sus alas y su brazo. Unas últimas lagrimas recorrieron sus mejillas antes de que aquella última fuente de luz en la habitación, sus cuernos, se apagara por completo.

Se despertó sobresaltado. Otra pesadilla aquella noche, aunque estaba acostumbrado... Que sensación tan horrible. Su cabeza palpitaba de dolor y a poco que se moviera todo daba vueltas, sus ojos irónicamente ardieron al abrirse e impactarles luz externa, su estomago estaba revuelto haciendo que cualquier pensamiento o visión de comida le repugnara y podía sentir el ácido quemándole por dentro. Y eso no era lo peor. Recordaba lo de anoche... el desastre. Sentía como si un ruido blanco se retorciese por su pecho hasta crear un remolino punzante donde su corazón. Como si algo quisiera retorcerle por dentro hasta romperle pero haciendo solo un poco de fuerza al tiempo. Disfrutando de la tortura segundo a segundo.

Quería vomitar. Quería llorar. Quería... que se acabase todo ya...

En cuanto se movió para sentarse al borde de la cama la cosa empeoró y emitió un quejido durante el movimiento. Era como si su cabeza tuviera un retardo, como si la información que captaba con los ojos tardara medio segundo en procesarse del todo. El ruido blanco retumbaba en su interior y se extendía a su cabeza.

—Buenos días grandullón. —la voz entusiasta de Dama Abrazos se mezclaba con los sonidos de la cocina. Estaba haciendo algo... El ángel no podía ver muy bien el que.

—No te levantes anda, deberías descansar algo más. —Escuchó a Raelene caminar hacia él.

Al levantar la cabeza y abrir los ojos como pudo comprobó que ambas estaban casi sin ropa. Abri con un delantal, Rae con la parte inferior y él... Se miró, estaba completamente desnudo. Los recuerdos le vinieron en aquel caos que tenía por cabeza mientras intentaba orientarse.

—Toma. Te quitará la resaca al menos. —La maga le tendió un termo azulado.

Nery´s fue a negarse pero no tenía ni fuerzas para ello y simplemente tomó el termo.

—¿Cómo es que estáis bien? —preguntó el frivy desconcertado.

—Magia. —declaró sin más Rae.

—Bah, no bebimos tanto. —se rio a lo lejos Abri.

—Hmmm. —medio se quejó él. Acercó el termo abierto a su cara para olerlo. Era un aroma ligeramente dulce, ligeramente ácido muy peculiar. Juraría haber comido una fruta así de las cestas. En cuanto el líquido del primer sorbo pasó por su garganta fue aliviando el ardor, aquel pequeño trago pareció aposentar su estomago algo en segundos. El sabor era agradable y de nuevo ligero, abriéndole poco a poco el estomago. Según fue tomando más notó como su cabeza se estabilizaba, como recuperaba fuerzas.

—¿Zumo mágico? —preguntó.

—Sip —contesto Rae. —Lo vende un pequeño alquimista del mercado a distintos sabores y propiedades. A mí me es que me gusta ese de manzana ¿y a ti?

—Me ha gustado, sí. —recordaba aquella fruta, a una de sus compañeras enseñándole a pelarlas y como cortarla o hacer algún plato con ellas. Esperaba que estuvieran todos bien. Sobre todo que Ulmara y Qwara hubieran vuelto a salvo.

Dio un gran trago a lo que le quedaba y ya encontrandose mejor se puso de pie para estirarse ruidosamente. Proceso en el cual sus cuernos estallaron en luz debido a ese momento de satisfacción.

Al ver esto Raelene se giró e hizo como si se pusiera unas gafas de sol para Abrazos, a lo que esta le siguió la broma cubriendose con los brazos como si una luz ultracegadora la cubriese. Amabas rieron entre sí para la confusión del ángel cuando volvió a abrir los ojos.

—Habeis recogido todo... Podría haber ayudado...

—¡Necesitabas descansar! Necesitas descansar —apuntó la guerrera.

—No me siento paras seguir en cama, quiero moverme... dejadme ayudar o algo. —las dolencias de la fiesta se habían ido pero el ruido blanco persistía. Necesitaba distraerse, moverse y tener algo que hacer. Como siempre había hecho.

—Bueno... gastamos toda la mermelada ayer. ¿Porque no bajas y traes la de frambuesa?

—¿La fruta esa con bolitas?

—Si. Además así exploras un poco esto, que viviras aquí una temporada.

—Hecho.

La maga y la guerrera se lanzaron miradas, le observaron. Aún estaban preocupadas por él pero no querían volver a sacar más él tema tan pronto. Ya habían hablado largo y tendido en la noche.

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Su luz seguía parpadeando de manera débil, poco a poco debilitándose como un murmullo bajo el agua. Ya no sentía aquello retorciéndole pues como si hubiera estallado por fin, ahora en más soledad las lágrimas caían y caían. Tan solo ahogándose en aquello sin poder pensar con claridad.

Cuando le abrieron la puerta ni siquiera preguntaron, su cara lo decía todo. Tan solo lo tomaron y le dejaron desahogarse, consolándole con más contacto que palabras dejándole saber que ahí estaban.

Tras un rato les contó lo que pasó y entre abrazos le dijeron que estaban orgullosas, que era la decisión correcta pero... ¿Porque no lo sentía así?

No le quedaban fuerzas ni ganas de que le vieran en aquel estado lamentable o tener que enfrentarse a contarles lo que había pasado así que al final siguió los consejos de Rena y de sus amigas y se volvió a tumbar en la cama. Se encogió sobre sí mismo, doblando las rodillas y dejando que sus alas lo cubrieran en un manto suave cálido y acogedor.

Ellos estaban bien después de todo, reunidos y a salvo tan solo unos pisos abajo... salvo... No lo quiso pensar más. Poco a poco el puro cansancio venció a la preocupación por ella y al influjo de la Luna. Y él ángel durmió acunado por sus propias alas.

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