La habitación de los abrazos

Recuerdo del primer mensaje :

Un minarete de madera rojiza resaltada por el brillo de la omnipresente Luna, en bastante mejor estado que casi todos los edificios que habían visto hasta ahora como cosechados, se abrió a sus pies según descendían. Se posaron en la terraza de esta y en un gesto de la maga la puerta se abrió para ellos.

La guerrera saltó de la levitación a dejar que la gravedad hiciera lo suyo y tras aterrizar de manera sonora con ambos pies pego un par de saltitos rápidos casi haciéndose un borrón por la velocidad y colocada frente a dicha puerta exclamó:

—¡Bienvenidos a la Sede de los taumaturgos! Mi hogar durante los últimos cuatro años~ Pasad pasad. —Y la frivy en su excitación por el momento desapareció por la puerta.

Raelene los guiaría por los pasillos de cálidos colores y montones de puertas que eran las habitaciones, algunas de las cuales con el pomo rojo y un cartel con nombre. Les explico que esas últimas estaban cogidas por alguien pero que podían buscar ropa adecuada por el resto y escoger una para quedarse.

Tras andar un poco, una puerta abierta con un cartel decorado en el que los nombres Dama Abrazos y Raelene resaltaban.

La habitación estaba inundada de tonos pastel y era mucho más grande dado que ambas habían pagado por un hechizo de bolsa sin fondo. Estaba distribuido como uno frivy, con la cocina comedor fusionada al salón  que a su vez servía de dormitorio. Todo en una sala grande.
Lo que más llamaba la atención seguramente estaba en la esquina diestra alejada de la puerta pues había algo parecido a una piscina jacuzzi redonda donde cualquiera podía retozar a gusto, aunque ahora estaba vacía.
En el mismo lado pero pegada a la pared de la puerta había una gran cama que parecía lujosa y muy mullida con una almohada grande y varios cojines y peluches de todo tipo de criaturas posada en ella donde incluso con la nueva envergadura del ángel seguramente cogieran los cuatro.
Separando estos dos había una especie de pequeña pasarela elevada que daba a unas cortinas como si fuera una mini pasarela de moda y tras una cortina de un color burdeos claro un vestidor de amplios espejos.
A la izquierda y desde la pared de la puerta una concina modular con varios muebles y bien equipada era coronada por una islilla y unos taburetes.
Y las únicas salas separadas también a la izquierda pero en la esquina restante eran una despensa con varias cosas del hogar, y el baño de verdad con un par de váteres para hacer las necesidades y una bañera-ducha para un limpieza más privada.
En el centro de todo un gran círculo de suelo se hundía con dos escalerillas paralelas para encajar dos grandes sofás semicirculares de un marrón claro y una mesa circular de madera oscura que hacía contraste con la claridad general de la sala, haciendo las veces de mesa de comedor principal, escritorio y lugar de relax en general. El centro neurálgico de aquella vivienda.
Había bastantes jarrones y macetas con flores y plantas decorativas, aparte de cuadros con paisajes y estatuillas.

La guerrera había sacado un par de refrescos que abiertos podrían ver como burbujeaban.

—¿Que os parece? —preguntaron ambas casi al unísono.

—Aham, aham —se burló la maga un poco ante la negativa de Kiki Mientras se levantaba para ayudar a nery´s levitando un par de toallas. Podría haber usado un hechizo pero quería intentar verle como una bola de plumón como en dibujos animados.

La guerrera se puso a hacer el cóctel tranquilamente mientras riñó a la Jack Frost. —Ah no. Llevais en ese torreón mugrientis del asco una eternidad. Es hora de aplicar una buena mascarilla y algo de acondicionador. Como poco. A ambos. Hum. —Declaró firmemente al tiempo que cortaba algún tipo de fruta para el vaso y trituraba hielos en un bolsa con tan solo apretar la mano. Parecía ir bastante en serio con aquello de los cuidados.

El ángel se dejó hacer por la maga y para desilusión de esta las alas sí que habían ganado algo de volumen pero ni por asomo era tan cómico como ella esperaba. Chasqueó la lengua decepcionada y le gesticuló que ya podía irse. Él dejó los botes de mascarilla y acondicionador sobre la mesa y acudió a la llamada de Kiki, curioso de que quería y tratando de mantener la calma todo lo que podía cerca suya, aunque los titubeos de su brillo delataban el nerviosismo y la emoción.

Se sentó junto a ella queriendo tomarla de la mano pero fue detenido por aquella sorpresa. Sus palabras le chocaban, recordándole en aquel instante todo lo que había pasado antes de aquel día. Era algo que por unos instantes quiso amargarle la felicidad que sentía, pero las palabras de Kiki hacían que se fuera. Que poco a poco pudiera quizás conciliarse con aquello más y más. Después de todo, si ella estaba haciendo el esfuerzo, ¿qué excusa tenía el para no intentarlo al menos?

—Gracias... Y lo siento yo también. —La envolvió de nuevo acariciando su brazo y su espalda y esquivó los cuernos para besarla en la parte de atrás de la cabeza. Su luz se volvió tenue y constante. —Me comporté como un idiota de cabeza caliente y no supe manejar lo que sentía... tenías razón. Tengo que aprender a ser más independiente. A dejar las cosas ir y... —Miró hacia Raelene y Abrazos. Ambas la segunda estaba abrazada a la primera demandando mimos al ver la escena y las dos miraban con curiosidad y algo de cautela como se desarrollaban las cosas. — ...relajarme. —Abri sonrió y Raelene le asintió complacida. Era consciente de que era la segunda vez que ellos dos se metían en su burbuja pero a vista de que sus amigas solo parecían curiosas y... francamente disfrutando del drama decidió seguir, ignorándolas un poco. —Si no hubieras estado ahí las noches para calmarme... Si no me hubieras dado ánimos y ganas y razones para seguir adelante, no sé qué sería de mí. —Subió una de sus manos y tomó su barbilla para que le mirara a la cara. Y sin decir ninguna otra palabra más volvió a ir a besarla buscando con su otra mano una de las suyas para agarrarla.

El frio recorrió sus labios al toparse los de ella extendiéndose por su lengua y boca como si estuviera saboreando menta. Una sensación extraña que se le iba haciendo más adictiva a cada beso, a cada segundo que probaba sus labios. Dejarla ir era como siempre la parte más difícil. ¿Quien le hubiera dicho hacía un año que estaría tan deseoso de algo tan mundano en su mundo?

Se separó con aquella sonrisa estúpida y calmada que siempre ponía a su lado, y esa mirada en la que solo la veía a ella y nada más, ahora acompañada del fulgor naciente en sus pupilas. Por si el tamaño, los cuernos o las alas no dejaban claro que se había transformado eso era como el último detalle que lo cerraba, ojos mágicos que veían pese a generar su propia luz.

Los tres atendieron a más intentos de negar lo que acababa de pasar por su parte.

—Que mona eeees~ —canturreó la guerrera a su novia como si estuviera viendo un cachorrito de algo mientras la Raelene la acariciaba y mimaba en aquel abrazo entre ellas.

—Lo es. —Seguía alerta aún, en aquel modo de proteger a tu amiguo ante la nueva pareja a la que no conoces de nada. Sin embargo verla disculparse así, verlos a los dos llegar a acuerdos y tan solo ponerse amorosos hacía que bajase la guardia. Hablar las cosas y admitir cada uno lo suyo era una buena señal después de todo.

La guerrera miró a la maga ante la pregunta final pero esta le negó con la cabeza y comenzó a hablar.

—La verdad... no estoy segura. Algún tipo de demonio helado supongo o quizás mujer de las nieves. Un Yeti no pareces desde luego, —rio —y un skrymir no genera esa niebla a su alrededor ni tiene esos cuernos preciosos y garras.

—Peeero —Abrazos saltó a toda velocidad siendo prácticamente un borrón y volvió a la mesa con la caja grande que flotaba junto a ellas anteriormente. —¡Para eso esta esto! —Abrió la caja y revolvió dentro de ella produciendo sonidos cristalinos que indicaban la existencia de botellas ahí dentro.

Un pequeño estallido rebotó por encima de la música. El descorche de una botella de champan que la maga estaba ya vertiendo en cuatro pequeñas pero elegantes copas.

Abri sacó unos libros que parecían impecables, casi recién encuadernados. Todos ellos con la Luna roja como símbolo central pero con varias figuras monstruosas o etéreamente bellas en las portadas.

—Estoy segura de haber visto algo como tú por los compendios —retomó Raelene la palabra.
—Aunque no recuerde exactamente lo que eras se que está ahí.

Abrazos posó uno de los libros en frente de Kiki acercándose mucho a ella observando con detenimiento sus garras y cuernos.

—Es inmoral fijo —declaró dando un toquecito al libro que acababa de posar como reafirmándose y con una sonrisa orgullosa como si hubiera resuelto un caso.

El ángel alzó una ceja ante la palabra pero Raelene le hizo un gesto para que no se preocupara.

Las copas cargadas de champan volaron y la maga junto a ellas, flotando hasta posarse al lado de Nery´s. Abrazos se puso hombro con hombro con Kiki entusiasmada por la lectura.

—No te preocupes, seas lo que seas eres preciosa~ —le animó la guerrera.

Y envueltos  todos por las alas del ángel gigante las páginas se abrieron.

"Compendio de dones de índole inmoral, por Dama Al-nipal. "

En él había varias categorías.
"Acechadores, aquellos que persiguen a sus víctimas por otro motivo que su vida como precio. Requiriendo algo de ellas."
"Devoradores, aquellos que como precio deben consumir algo de sus víctimas, bien sea su cuerpo u otras partes intrínsecas a la persona como el alma."
"Ejecutores, aquellos cuyo precios constituye en sí en la muerte, sea de la manera que sea, de su víctima."
"Infectadores, aquellos que deben esparcir sustancias nocivas de toda índole. " "Infundidores, aquellos que deben generar sensaciones, ya sean físicas o mentales, en sus víctimas."
"Casos especiales, aquellos con requerimientos tan únicos o enrevesados que ni siquiera caen en una de las anteriores categorías. "

—Podría ser~ —comento la guerrera entre risillas a la teoría loca de los microorganismos.

—La tierra tiene una larga historia de encontronazos con rocavarancoleses —explicó la maga tomando su copa y ofreciéndosela al claramente en conflicto interno ángel que permaneció callado durante todo el proceso.

Ambas se miraban un tanto preocupadas por ello entendiendo lo que le pasaba aunque no lo compartieran. Milagros y monstruos, tenías que aceptar ambos para poder vivir en paz en aquella excusa de civilización. Raelene siempre sostenía que la luna tenía sentido del humor en como daba sus transformaciones y que el grandullón fuera una criatura de las más sagradas de su mundo era a la vez acertado e irónico.

Con un gesto suave le paso otro libro ya abierto por la página con su transformación. Demasiado fácil de atisbar por todos los rasgos y su aura.

Por un momento Nery´s se la quedó mirando confundido y algo sin ganas por todo el asunto de las inmorales, pero al ver la sonrisa comprensiva de la maga aceptó ponerse a leer mientras que las demás hacían comentarios de las otras.

Cuando finalmente la miraron y efectivamente era una de esas el brillo del ángel había desaparecido. Revelando el mineral algo translúcido y blanquecino de sus cuernos, similar al cuarzo. Su expresión era claramente preocupada e incómoda. Después de todo las palabras de la finlandesa aún resonaban en su cabeza, mataría por magia y ahora... literalmente tenía que hacerlo, iba a hacerlo. No había ninguna duda de ello por como sonaban sus palabras. Era el peor escenario posible. Se acababa de disculpar de aquello pero el miedo a perderla de nuevo así le empezaba a comer por dentro. Además se sentía culpable de quizás estar arruinando el ambiente. ¿No se suponía que tenía que alegrarse por ella? No quería perderla...

—S-supongo que eso te hace una ejecutora —sonrió falsamente poniendo algo de humor en su voz sin sentirlo.

Arbi y Raelene se miraron de nuevo, tanto sorprendidas por la facilidad con la que la humana estaba aceptando todo aquello como para ver qué hacer con Nery´s.

—Tienes poderes de hielo que molan, guay! Y regeneración que siempre viene bien. —Animó un poco el ambiente Abri.

—Asegúrate de leer bien las cosas que dice el libro, no quieres acabar mal de manera estúpida por no saber tus límites. Créeme ay un montooon de historias del palo. —le aconsejó la maga. —¿Te has mirado lo tuyo grandullón?

—Ah. Si. Al parecer ser un ángel incluye crecer, ser fuerte, volar rápido, tengo una especie de aura intimidante, ¿puedo interpretar bien profecías? No tengo magia por desgracia... —Cogió la copa que había estado flotando en frente suya y fue a darle un trago cuando la maga lo paró.

—Espera. Vamos a brindar. —Miró a las otras dos para que la siguieran.

—¿Eh? — Kiki conocía muy bien esa sensación. Las miradas extrañas y las dudas de no saber si debían decirle algo o no. De hecho, eso era poco en comparación a la tierra, y cuando le decían abiertamente que era rara y tenía problemas. Su cerebro repaso de inmediato las ultimas palabras que dijo y no había nada malo ¿verdad? Las tortugas comen medusas, las mariquitas son unos monstruos sanguinarios con los pulgones, los delfines matan a los suyos por diversión…bueno eso no, pero había muchos ejemplos donde la naturaleza demostraba que matar por sobrevivir estaba bien. ¿No era malo matar por magia o si? ¿ o acaso ella ya pensaba de esa forma desde antes? — ohh si siiii ¡¡y ya no tengo frio!! Pero n-ni pienses que me empezare a vestir raro… además, no no, no es que siquiera sepa que mas hacer a partir de ahora excepto beber esta noche… — les contesto a las chicas con un toque de despiste en su voz.


Tomo la copa aun medio atontada mientras miraba curiosa a Nery’s.  Era pésimo ocultando lo que sentía y los brillitos de su transformación lo hacía aún peor ¿De verdad le afectaba tanto? Como niña humana a la que le hacían bullying en la Tierra, con mucha música a su disposición y refugiada en su cuarto, hace ya muchos años había sacado cuentas de lo que seria ser un vampiro o licántropo en la Tierra. Si, incluso para ella sonaba infantil, pero aun asi lo había calculado: cantidad de personas que necesitaría matar por mes, densidades poblacionales de ciudades en el mundo, tasa de crecimiento de países y zonas rurales o urbanas. Días de viaje, tipos de vampiros, dificultades, posibilidad de competencia. Casi todo. La tierra era un platillo demasiado grande y una mente inteligente podría comerlo eternamente, tenía muchas personas que nadie extrañaría y que estarían mejor muertas, y no en plan super heroína oscura de la noche. Así que no se le hacia extraño pensar que era un precio normal para aquella ciudad que tenia dragones en sus calles.

— C-Claro — dijo levantando su copa aun inquieta pro haber destrozado el ambiente. Se junto a Nery’s de nuevo, sin mirarlo, pero sin querer alejarse. No estaba triste ni nada, solo era una situación rara, y definitivamente no era el momento para hablar de eso. Así que se quedo callada esperando que alguien mas brindara por algo, por lo que sea para cambiar ese ambiente.

«Ah... mierda.»

Nery´s comprobaba en Kiki como había roto el ambiente, como trataba también de que pasara la cosa de largo. En ese momento el sentimiento de no querer perderla superó todo lo demás.

La rodeó aún más con el brazo y atrayéndola para sí con fuerza pero de manera suave besó de nuevo su cabeza, tenerla lejo era lo último que quería.
—Vístete como quieras, a mí lo que me gusta eres tú. —Había un pequeño deje triste y preocupado, pero por encima de este aquella voz grave estaba colmada de cariño acompañado por el resurgir del brillo en sus cuernos y ojos. Entonces levantó la copa.

—Yo quiero brindar por que podamos estar aquí. A través de las estrellas cometiendo un hito imposible en tan solo poder tomar esta copa juntos. —Había sacado su lado más de anfitrión de banquete y se pudo escuchar una mini risa de Abrazos aunque Raelene parecía complacida.

—Por los milagros y monstruos que somos, y el progreso que podemos realizar gracias a ello. —La maga alzó su copa habiendo incluido la palabra progreso mientras miraba al frivy, a sabiendas de que sería algo que le alentaría y le haría pensar en el futuro. Esperaba que se adaptase cuanto antes a todo aquello para poder avanzar.

—¡Oh oh! Por miles de días más de risas y abrazos~ —rió alzando su copa y dándole un beso en la mejilla a cada uno de los tres, escurriéndose por Kiki para llegar a Raelene de manera hábil sin perturbarles los brazos. La situación podría ser rara pero no iba a permitir muchos desánimos, el tema de la muerte no le podría dar más igual y solo quería que estuvieran felices.

Entonces todos miraron a la Jack frost, esperando a ver que decía ella.

Tanto Raelene como Abri suspiraron interiormente al ver como el ambiente se relajaba, aunque la primera ya tenía la mosca en la oreja y la segunda estaba algo preocupada por el ángel. A Raelene no le importaba lo más mínimo que Kiki fuera inmoral ya antes de ser transformada, ni ella misma ni su novia tenían el más mínimo reparo en esas cosas pues por algo estaban en el ejercito. Pero le preocupaba que no tuviese cuidado con el ángel y lo dañara por ello en esos temas... Tendría los ojos bien echados en ella. Quizás alguna charla...

Las copas chocaron entre sí  y se vaciaron más rápido de lo que habían sido llenadas, sustituidas al poco por otros vasos con distintos brebajes. Con una mirada entre ellas y a la caja decidieron posponer un poco los regalos a que se animara más la cosa y se dispersaran las malas vibras.

En aquel abrazo una de las manos de Nery´s acariciaba la piel de las piernas de Kiki con cierta timidez, a un ritmo calmado y constante y nunca yendo demasiado arriba.

—Por los portales —anunció la guerrera.  —Cuantas más transformados más conexión con el alma del mundo y más portales se abren, o algo así. ¡Y claro que hay taberna! Aunque aún hay poquita cosa el mercado siempre está vivo y por fin tenemos un restaurante e incluso Isis abrió una tienda de ropa y cositas. —Dijo mirando para Nery´s.

—Así que ha abierto una tienda... —sonrió ante aquello. Que la gente de su mundo se hubiera hecho un hueco aquí y viviera feliz como Abrazos aliviaba parcialmente toda aquella presión y culpa, aunque nunca llegara a levantarla.
—Definitivamente necesito ropa nueva —comentó mirándose a sí mismo. Esas alas iban a dar problemas de etiqueta.

—No te preocupes por eso —declaró la maga con un gesto de la mano.

—Tenemos que iiiir los cuatrooo. Es preciosis, ya veréis —comentó entusiasmada Abri.

Cuando la finlandesa se recostó el frivy se acomodó con ella para seguir abrazados, su mano paso a meterse en aquel pijama y acariciar su tripita.

—También hay un par de clínicas de salud, talleres para los brazos mecánicos... —apunto Raelene. —Pues antes había alguien que se dedicaba a transmitir cosas de los torreones, pero ese murió así que es mas tema de ir a echar un vistazo y hacer apuestas de quien se va a transformar en que. Nosotras mismas os echamos el ojo cuando podíamos desde la distancia para ver cómo iba el grandullón.

—Yo bebo más~ —se jactó con orgullo Abri. —¡Y hay música! Pero más las de los planetas que propia de aquí... Aún somos poquitos. Tenemos un montón de vinilos por si quieres mirar. A Rii le encanta la música.

Nery´s se encontraba aún algo espeso por lo de antes aunque lo disimulaba bien. Estar apegado a ella ayudaba y amaba el contacto con su piel, poder darle caricias como antes de que todo se fuese a la mierda. Prefería no pensar en todo lo demás, incluso si no podía apartárselo de su mente por completo.

El vaso que sostenía, pequeño entre aquellas manos, parecía bajar de contenido a un ritmo quizás demasiado rápido.

—Ajaaaaaaa lo sabia lo sabia lo sabía…nos necesitaban par algo mágico siiiiiii — Uso su mano libre para darse golpecitos victoriosos en la pierna celebrando alguna de sus teorías viejas. Aprovecho el momento para darle un golpecito a Nery’s y que sacara la mano de su pijama. No la molestaba para nada pero estaba demasiado acostumbrada a ponerle límites. — ahhhhhh aunque de todas maneras eso también hace que sea muy improductiva toda esta mecánica de soltar a la gente a morir…pero bueno…

Siguió tomando mas y mas consciente de que estaba embriagándose poco a poco. Y se notaba porque se recostaba en el ángel y tenia que estar continuamente recordándose sobre los cuernos para no golpearlo. Las demás respuestas le decían mucho más de la ciudad y no pudo evitar darle un par de codazos al ángel cuando escucho que lo vigilaban.

—aaawwwnnn pobrecillo, ¡¡veees estaban mirando como hacías de héroe!! Un toooonto héroe— Le dijo con una voz muy melosa, suave y arrastrada que no supo ni siquiera de que parte de su interior salió. Sonrió un poquito antes de dejar ganarse por el ambiente, girarse y trepar un poco para darle un beso en los labios que se prolongo por un par de segundos mas de los que tenia pensados.  Tomó aire de nuevo separándose de él y volvió a sentarse antes de dar un gran trago, aunque ya no tan ruborizada como antes.— Jamás…jamás…nunca me he ido por ahí poniendo ropa a la moda….así que va a ser su culpa si quedo desastrosa, pero las acompañaré….porque me tienen que enseñar más de la ciudad, donde estudiar, donde hay laboratorios de desarrollo mágico y de cómo hacer más cosas con esos cristales, y como conseguir magia y si puedo hacer algo con esto…

Levanto su mano estirando las uñas como muchísimas veces había visto hacer a sus amigas y mas recientemente a Rua. Por su mente pasaban ideas de cómo hacer cosas para música, para imágenes, una ciudad llena de cristales enormes, torres blancas y perladas y hasta de como poder controlar su escarcha y crear circuitos. Pero todas aprecian ligeramente más complicadas con unas zarpas asi de curvas y mortales. No tenía idea si algo de eso era viable y quizás muy probablemente, al día siguiente se le hubiera olvidado todo con la resaca, pero en ese momento estaba feliz.

Estiro de nuevo su vaso rellenado de bebida y brindo con ellas antes de entrecerrar los ojos exageradamente y señalarlas a ambas una por una. —Espera espera espera espera espera….recién caigo en cuenta…Tu mencionaste ser Dama Abrazos y ella—dijo señalándolas inquisitivamente— solo dijo llamarse Raelene….¿porque ella no tiene el “dama”? ¿ustedes se los pusieron? Por favoooorr tienen que decirnos esas cosas ¿es algún ritual secreto? ¿o te nombran así cuando sacas tu carnet de ciudadano? Díganme que no hay papeleo por favooooooor

Se notaba que estaba con varias copas encima, pero aun totalmente lucida. Quizás en la tierra hubiera pensado ya en irse a casa, pero por la emoción, o por la Luna que seguía viajando por el cielo afuera, o porque ahora era una asesina de hielo monstruosa, estaba aun bastante mejor de lo que hubiera pensado. Aun así, ella misma ya se había dicho que aquella noche no pensaba poner limites a la fiesta. Al final solo se recostó y se puso es vaso frente a la boca, dando sorbitos pequeños y mirándolas a ellas y luego al jacuzzi, y luego a ellas a ver si respondían, y luego al jacuzzi que se le antojaba un montón.

Nery´s retiró su mano ante el golpe. Estaba tan... confuso. Lo errática que era siempre le había enamorado con tantos giros inesperados y sorpresas y peculiaridades. De nuevo un beso. Lo disfrutó como nada, hacía que todo se fuera y que poco importase lo demás. Allí estaba ella sin ropa en sus piernas tras todo lo que le había negado, a ratos le daba besos que parecían llevarlos directos a que se desnudasen y a ratos se apartaba de él y le negaba que fuera a pasar nada tan solo para recostarse contra él con mimos momentos después. Como si nunca fuera a llegar. Era tan frustrante.

El segundo vaso se acabó aún más rápido que el primero.

Posando su copa y aprovechando que ella estaba recostada contra él agarró el peine y los acondicionadores y comenzó a tratar aquella melena ahora blanca, sus dedos extendiendo la primera mascarilla haciendo un masaje con sus yemas.

—Este héroe y sus amigas te van a renovar bien el vestuario —declaró.

Raelene y Abri seguían pendientes de todas aquellas reacciones e interacciones. La primera tanteando las aguas. La segunda lista para animar la cosa. Sin embargo el ángel actuaba calmado y cómodo sin exteriorizar el resto y mientras mantuviera el mismo estado de ánimo su luz no se chivaría de nada.

—Te va a encantar~ Hay ropas de todos los mundos y estilos y jerseys mulliditos y camisas elegantes o braletts —Abrazos claramente entusiasmada gesticulaba a cada palabra. —¡Las demás cosillas poquito a poquito! ¿No querrás entrar a un laboratorio en pijama?

La mención de conseguir magia de nuevo tan banal dió un picotazo en el pecho de Nery´s haciendo que su luz parpadease por un momento. Y Raelene esta vez alzó una ceja con una mirada algo reprochante en dirección a la otra humana.

El tiempo pasaba desapercibido entre el alcohol la comida y el ambiente con música de fondo, los muebles alumbrados por las lámparas de interior y por los retazos de la Luna que marcaban reflejos rojos en algunas partes.

La maga se había acomodado con las piernas encima de Nery´s y picando con sus pies a la finlandesa sin dejar de mirarla más fijamente ahora. La guerrea se unió al ángel y entre ambos  estaban acicalando el pelo de Kiki.

—Es como una tradición cambiarte el nombre, ya sabes, renacer con la Luna y todo eso. Nuevo tu nueva vida. —La maga tenía un botellín de cerveza en la mano que iba apurando, recostada contra un lateral del sofá.
—El Dama es como histórico para las mujeres, pero nada de esto es obligatorio. —Tentempiés y copas flotaban de aquí a allá gracias a ella.

—A mi es que me gustó mucho la idea así que me lo cambie por algo que adoraba~ —por mucho que se quejara la Jack Frost, los cuidados continuaron y en ese punto le hicieron un moño con palillos para que quedase todo recogido.
—No necesitas ni usar el Dama, te puedes poner otro nombre sin más.

Ninguno de los tres parecía muy afectado aún por el alcohol. La enorme corpulencia de Nery´s y la costumbre de las otras dos hacía que fuera un proceso lento para todos ellos.

Internamente Nery´s estaba hecho un poco un lío, y según el alcohol hacía su presencia poco a poco sus pensamientos se diluían junto a una luz que empezaba a fluctuar de intensidad lentamente. Fue a darle un beso a la finlandesa. Quería sus labios. La quería entera... Aunque en el proceso se fijó en a donde apuntaba su mirada.

La maga no había dicho nada por lo anterior, aún dandole vueltas y observando al enamoradizo ángel actuar con ella como si no pasase nada. Aquello iba a ser difícil... Esperaba que todo se solucionase con tranquilidad tan solo con hablar un poco más adelante. Aunque aquel día no le parecía el momento. Demasiadas emociones.

Abrazos por su parte estaba algo preocupada por todo. Podía notar de sobra que algo pasaba con Nery´s por culpa de Kiki. Ella y el ángel simpre se habían llevado bien, siempre habían comprendido sin saberlo la carga que suponía un pasado traumante como frivys para el otro.

Quería que todo saliese perfecto aquel día, pero por encima de ello quería que Nery´s se los pasase bien. Así que al ver lo del Jacuzzi tomó la oportunidad a su manera.

Dama Abrazos salto del sofá y se quitó aquel top que llevaba revelando que debajo solo traía unas pezoneras con un patrón en estrella. —¡Hora del jacuzzi! —Y tras quitarse los pantalones cortos mostrando una parte de abajo de bikini que poco tapaba del su trasero se abalanzó sobre el ángel y la Jack frost para levantarles y llevarlos.

La maga por su parte con una pequeña sonrisa al ver a su novia en acción atravesó el pijama haciéndolo intangible dejando al descubierto un bikini blanco elegante.
—Que te doy preciosa, —refiriendose a Kiki— ¿una camisa, unas pezoneras...?

El ángel se quedó en el sitio sonriendo, esperando a que la Jack frost se levantara para no arrastrarla con su ala. Su luz comenzó a brillar algo más en aquel patrón fluctuante causado por el alcohol y por un momento se empezó a imaginar a Kiki en bikini mientras la miraba. Sus mejillas se enrojecieron de nuevo.

—¿Vamos? —le pregunto casi con timidez, aunque con ganas y esperanza en la voz.

—Ohhh vamos, no te vamos a dejar meterte en PIJAMA al agua —se quejó la maga, aunque notara que no le había respondido de ninguna manera a la mirada que le echó. —Te pones una camisa negra y las pezoneras debajo y así no se te ve nada ni transparenta. —Raelene se acercó a ella y le hizo un "boop" en la nariz y empezó a andar hacia el jacuzzi. —No estamos en una peli americana, aunque créeme —se giró para mirarla con una sonrisa burlona. —Podría serlo.

Tanto a la guerrera como Nery´s que estaban conteniendo la risa ante las negativas exageradas de la finlandesa se les escaparon unas pocas con la respuesta de Raelene. Cuando ella sacó la lengua  él simplemente fue y besó su nuca.

—Venga, solo te quieren ver cómoda por aquí, el pijama no te dejará disfrutar de las burbujas... —se abrazó a ella posando ambas manos en sus caderas y dándole más besos en la cabeza.

Cuando llegaron allí camisetas de colores habían levitado hacia el borde de este aún sin llenar, más grandes y más pequeñas, y varios pares de  pezoneras de varias formas y colores.

—No te preocupes por nada~ Rii se encarga de todo. —Le aseguró la guerrera dándole un abrazo reconfortante estando como estaba.

—Si, si yaaa lo sé. Deja que la maga solucione tus problemas. —Bromeó esta antes de conjurar algo sobre la Jack frost. Cuando acabó notó como el calor que desprendían Abrazos y Nery´s desaparecía para ella.

El agua empezó a verterse sobre el jacuzzi, trayendo un vaho similar al de la finlandesa  que se acumulaba dentro en remolinos.

Nery´s miró a aquella escena aún algo revuelto pero dispuesto a simplemente seguir pasándolo bien y no arruinarle la noche a nadie ya con su cuarta poca acabada. Aún casi no notaba el alcohol aunque por fin podía sentirlo invadiéndole. Y entonces recordó como habían acabado allí.

—Oh mierda, tenemos que avisar a los demás de que estamos bien...

—¿Quieres volver? —le preguntó Abri sin pelos en la lengua.

Nery´s miró a Kiki... al lugar... quería poder relajarse aquel día.
—Algo si... pero no. —se apretó contra Kiki. —Solo avisarles para que no se preocupen y salgan o algo así. —Tenía ganas de compartir la fiesta con todo el grupo, pero aún más de dedicarle la noche a sus viejas amigas y a Kiki.

La maga suspiró.
—Escribidles una carta, yo la llevo. No tardaré nada.

—Así de paso les dejamos algo de fiesta, que es mucho para nosotros~ —completó Abri.

Raelene miró a la cnatidad exagerada de cosas que había en la mesa. Ella tenía razón.

—Bueno —la ropa que llevaba cuando se la encontraron por primera vez comenzo a flotar a ella. —Vosotros diréis.

Nery´s miró a los ojos a Kiki.

Kiki parpadeó varias veces ante la pregunta. Curiosamente entre todo lo de aquella noche, eso era lo único que le había helado el ánimo, y como era obvio, no sabía ni pensaba disimularlo. La sonrisa se le fue del rostro, pensando si es que los monstruos maduraban, o si es que el rencor era bueno o malo en una ciudad como aquella. No los odiaba, de hecho, la última conversación con Sarah había sido un poco liberadora, pero tampoco los quería allí ahora mismo.  


—Si quieres, escríbeles algo…solo no me menciones ni les digas nada de mi parte… —le dijo al ángel con la voz bastante apagada y neutra. SI miraba a alguien de sus compañeros no lo ignoraría, pero eso ya seria después. Aquella noche no tenia ganas para socializar con nadie mas que con las tres personas que estaban en ese lugar. Tomó un par de polos grandes, los más grandes y oscuros que había disponible y corrió de nuevo al baño para cambiarse sin esperar respuesta de Nery’s.

Aquellas prendas no eran del todo “grandes” para ella, pero al menos esperaba que no tuvieran ningún tipo de magia desvanecedora en ellos. Se puso trabajosamente uno sobre otro y suspiró mientras alisaba los pliegues y trataba de encajar bien. Era muy obvio que se le marcaba lo suficiente la figura como para tratar de disimularlo. Abrió un poco el agua y trato de mojarse la cara esforzándose por dos cosas. No desfigurarse con sus propias garras y no malograr lo que habían hecho los frivys en su cabello. Se miró al espejo un segundo, no del todo ebria, pero tampoco como la Kiki normal. Su reflejo la sorprendió con unos polos ajustados, ropa interior y nada mas sobre aquel cuerpo que parecía de chica muerta. Miro sus ojos reflejados, clavados en ella misma preguntándose hasta qué punto la había cambiado la preciosa Luna que estaba afuera. ¿Debía aceptar todo esto así como acepto al inicio estar en otro mundo? ¿De verdad era tan importante no dejarse llevar ni aceptar las pezoneras o el alcohol? ¿Acaso su moralidad humana debía desecharse asi por asi?


—Nota mental para mi misma…ha tenido que que salir un astro rojo en otro planeta y volverme…esto… — susurro poniéndose las manos en la cintura y modelando torpemente frente al espejo.— para que yo tenga que decirme a mi misma “deja de pensar”, al menos solo por hoy… —  Se mojo un poco los labios azulados y se sonrió a si misma, esta ves mas acorde a su estado alcohólico y salió del baño buscando a Dama Abrazos para lanzarse a sus brazos.

La comisura de los labios del ángel se torció en una mueca de ligero disgusto sumada a una mirada preocupada y ambas dueñas del lugar miraron confusos a ambos llenando con preguntas silenciosas el ambiente.

Antes de que pudiera responder ella echó a correr al baño y ambas se le quedaron mirando, Abrazos algo preocupada y Raelene con una ceja alzada.

—Nery´s... —la maga suspiró. —Mira, se que las cribas son complicadas y solo es la primera noche y demás pero... ¿debería preocuparme? No parece... agh. Como decirlo. No parece que te siente muy bien algunas cosas que dice y... no parece que a ella le importe o que sea consciente... Además ¿pasó algo con vuestros compañeros de torreón?

La cara del ángel se ensombreció por momentos con las palabras, perdiendo su luz en el proceso mientras las digería y les daba vueltas. La guerrera se acercó y le puso una mano en el costado.

—Super solo queremos verte bien después de tanto, porfis esto no es un ataque... —susurró para el frivy a sabiendas de cómo eran las cosas con el primer amor.

Nery´s las miró a ambas desde aquella nueva altura, lleno de dudas, miedos e incluso resentimientos por el pasado. Pero incluso con todo un sentimiento se sobreponía sobre todo aquello.

—Está bien, en serio —trato de calmarlas. —Han sido unos meses difíciles, para ella incluso peores. Aún me estoy acostumbrando quieras que no a la ciudad y... me cuesta —confesó. —Pero ella me ha ayudado muchísimo a salir adelante y aunque sea una cabezota muchas veces... es lo mejor que me ha pasado desde que llegué aquí —sonrió con sinceridad mientras sus mejillas se ennegrecían por la vergüenza de decir algo así a sus dos amigas. —Hablaré estas cosas con ella —declaró finalmente con resolución y la luz volviendo a sus cuernos y ojos con esta.

—Y no os preocupes por nuestros compañeros, tampoco es que seamos el grupo de personas más unidas allá pero no estamos mal tampoco. Incluso... bueno. Ya os contaré.

Ambas se miraron de nuevo evaluando cuan convencida estaba la otra con todo aquello.

—¿La amas? —le espetó la maga.

—Por supuesto. ¿Acaso no es ob-? —vio la mirada cada vez más burlesca pero cariñosa de ambas.
—Sí —finalizó ruborizado.

Ellas se rieron y le asaltaron para revolverle el pelo y abrazarle a lo que él las abrazó de vuelta y rio cálidamente mientras su luz iba ganando fuerzas.

—Está bien —suspiro Rae.

—Confiaremos en ti~ —dijo cantarina Abri.

—Pues a ver, —papel y una pluma elegante se posaron en las manos de la maga— ¿que pongo?



Para cuando Kiki salió la maga ya no estaba allí y la música había cambiado a un lofi de fondo más tranquilo. Abrazos y Nery´s se hallaban juntos al borde del jacuzzi en lo que la primera le enseñaba que botones pulsar al segundo. Más de cerca y sobre la plataforma aquella bañera de lujo era más grande de lo que parecía, tenía más decoración de la que parecía vista de cerca y podía albergar fácilmente a 7 o 8 personas con varios espacios para tumbarse. Las luces interiores ya se difuminaban en el agua mientras que este subía poco a poco en aquel mini mar burbujeante.

En cuanto Abrazos vio como se le abalanzaba hizo lo que dictaba su nombre y le beso una mejilla mientras la estrujaba contra ella misma entre risitas.
—¡Pero si mega te has puesto dos! ¡¿Por qué?! —rio sin dejar de mimarla hurgando con una de sus manos entre ambos polos mientras la sostenía con la otra.

—¡Ey! ¡Yo también quiero mimos! —se quejó con una sonrisa. —¿Qué te parece? Se lo regalé yo~ —presumió un poco. En ese momento se apartó un poco de ellas y se quitó las zapatillas y los pantalones. Ya le habían dado un calzoncillo azul oscuro ancho y largo con antelación a sabiendas de su anatomía pero el crecimiento que le había otorgaba la Luna había frustrado toda intención de suavizar aquello si es que acaso vez hubo alguna.

+18?:

Era una sensación extraña para él pues estar así delante de ella le daba casi pudor. ¿Cómo podía ser después de todo lo que había hecho? No lo entendía ni quería hacerlo, menos ese día.

La guerrera miró primero a como los polos se cernían sobre la delantera de Kiki y luego a como le sucedía lo mismo a Nery´s por debajo de la cintura y se carcajeó un poco de nuevo.
—Sois tal para cual~ —bromeó.

Y ahí estaba Kiki, con dos frivys de cuerpos perfectamente esculpidos a los que les podía contar los abdominales con los ojos cerrados pasándoles la mano y distinguir cada músculo de la misma manera. Ambos con casi toda la piel morena expuesta mirando hacia ella y a punto de meterse en un jacuzzi. A la espera de que una tercera morena se les uniera en su bikini blanco y rodeados de alcohol.


Ida de Raelene al Torreón Sendar.