Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
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Naeryan
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Red
24 participantes
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/12/13, 04:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
03/03/19, 05:03 pm
A la noche
¿Qué si los había visto? Ahora que lo mencionaba Tay no podía dejar de mirarle el brazo y se vio tentado de perder contra Eriel solo por tocarle un poquito el bíceps. El belga también puso los ojos en blanco, pero con expresión divertida.
-!Hostia! Ya verás, te van a salir pretendientes por todos lados- le lanzó con sorna, pero no descartaba que fuera cierto- solo te falta ser menos fanático y los tienes en el bote- bromeó con sonrisa tonta.
A le mención de los carabeses el humano solo supo encogerse de hombros, era consciente de que tendría que lidiar con ello pero ni siquiera sabía si le daría uso a su nuevo don o... se limitaría a practicar para no hacerle daño a Dafne. Él tampoco se contentaba con la idea, no quería que nadie se hiciera una idea equivocada respecto a él. Estudiaría, aprendería y por último tomaría alguna decisión.
-Me da la sensación que sus ataques van a ser el menor de mis problemas, me preocupa más como puede tomárselo Dafne- no quería que la noruega se sintiera mal, ya tenían suficiente.
Tay soltó una carcajada visiblemente satisfecho y dejó que su cola se enroscara en torno al brazo con lentitud. Hacer eso le ayudaba a mantener un pelín mas el equilibrio que si la dejaba alzarse con relativa gracia.
-Quién sabe...- aventuró soñador- a lo mejor no hace falta y hay hechizos de vuelo. Que tú y Sox hayáis ganado alas no significa que vaya a quedarme atrás, no no- tenía que poder volar, debía existir algo así para terminar de hacer el tonto- no descansaré hasta ganarte en una carrera.
¿Qué si los había visto? Ahora que lo mencionaba Tay no podía dejar de mirarle el brazo y se vio tentado de perder contra Eriel solo por tocarle un poquito el bíceps. El belga también puso los ojos en blanco, pero con expresión divertida.
-!Hostia! Ya verás, te van a salir pretendientes por todos lados- le lanzó con sorna, pero no descartaba que fuera cierto- solo te falta ser menos fanático y los tienes en el bote- bromeó con sonrisa tonta.
A le mención de los carabeses el humano solo supo encogerse de hombros, era consciente de que tendría que lidiar con ello pero ni siquiera sabía si le daría uso a su nuevo don o... se limitaría a practicar para no hacerle daño a Dafne. Él tampoco se contentaba con la idea, no quería que nadie se hiciera una idea equivocada respecto a él. Estudiaría, aprendería y por último tomaría alguna decisión.
-Me da la sensación que sus ataques van a ser el menor de mis problemas, me preocupa más como puede tomárselo Dafne- no quería que la noruega se sintiera mal, ya tenían suficiente.
Tay soltó una carcajada visiblemente satisfecho y dejó que su cola se enroscara en torno al brazo con lentitud. Hacer eso le ayudaba a mantener un pelín mas el equilibrio que si la dejaba alzarse con relativa gracia.
-Quién sabe...- aventuró soñador- a lo mejor no hace falta y hay hechizos de vuelo. Que tú y Sox hayáis ganado alas no significa que vaya a quedarme atrás, no no- tenía que poder volar, debía existir algo así para terminar de hacer el tonto- no descansaré hasta ganarte en una carrera.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
03/03/19, 05:22 pm
Eriel soltó una carcajada divertido por la salida del belga.
-Como, ¿tú no te vas a poner a la cola de mis pretendientes? - preguntó esgrimiendo una sonrisa y lanzando una mirada significativa al nuevo apéndice del lémur.
Dirigió una larga mirada a su amigo mientras cavilaba una respuesta adecuada.
-Dudo que ella se moleste por tan poca cosa después de todo lo que hemos pasado. Pero de todas formas si necesitas hablar en algún momento mi puerta siempre está abierta - le dijo dirigiendo la vista hacia el horizonte.
-Por supuesto - respondió con burla.- Quizá algún día entonces, si me encuentro de buen humor, te dejaré ganarme en una carrera.
-Como, ¿tú no te vas a poner a la cola de mis pretendientes? - preguntó esgrimiendo una sonrisa y lanzando una mirada significativa al nuevo apéndice del lémur.
Dirigió una larga mirada a su amigo mientras cavilaba una respuesta adecuada.
-Dudo que ella se moleste por tan poca cosa después de todo lo que hemos pasado. Pero de todas formas si necesitas hablar en algún momento mi puerta siempre está abierta - le dijo dirigiendo la vista hacia el horizonte.
-Por supuesto - respondió con burla.- Quizá algún día entonces, si me encuentro de buen humor, te dejaré ganarme en una carrera.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
04/03/19, 03:05 pm
A la noche
-¿Dónde hay que apuntarse?- fingió buscar con la mirada entre risas- tus pretendientes no tendrían nada que hacer. Además, pensaba que tu corazón de piedra ya estaba pillado.
Tayron siguió la mirada del nublino hacia el horizonte y se quedó pensativo, como si aquellos edificios recortados con la luz roja de la Luna pudieran brindarle una respuesta clara, lo que quería decir, o lo que debía decir.
-Eriel- murmuró- gracias. Coño, para qué negarlo, voy a tener que hablar de esto con alguien, no tenemos por qué enfrentarnos a la mierda solos únicamente porque ahora vivamos con más gente- Se dejó apoyar en un codo y le dio la espalda a la Luna, el fulgor rojo proyectado sobre su cogote le daría un brillo extraño al cabello y la cola de lémur ahora extendida tomaría un tinte rojizo- el grupo sigue existiendo. Así que si tú necesitas hablar de alguna movida tuya o de tu hermano también estoy aquí ¿vale?- suspiró con pesadez- nos merecemos un poco de estabilidad ¿no crees?- dijo sin dejar de pensar cuál sería el siguiente problema que surgiría entre él y Dafne.
-¿Dónde hay que apuntarse?- fingió buscar con la mirada entre risas- tus pretendientes no tendrían nada que hacer. Además, pensaba que tu corazón de piedra ya estaba pillado.
Tayron siguió la mirada del nublino hacia el horizonte y se quedó pensativo, como si aquellos edificios recortados con la luz roja de la Luna pudieran brindarle una respuesta clara, lo que quería decir, o lo que debía decir.
-Eriel- murmuró- gracias. Coño, para qué negarlo, voy a tener que hablar de esto con alguien, no tenemos por qué enfrentarnos a la mierda solos únicamente porque ahora vivamos con más gente- Se dejó apoyar en un codo y le dio la espalda a la Luna, el fulgor rojo proyectado sobre su cogote le daría un brillo extraño al cabello y la cola de lémur ahora extendida tomaría un tinte rojizo- el grupo sigue existiendo. Así que si tú necesitas hablar de alguna movida tuya o de tu hermano también estoy aquí ¿vale?- suspiró con pesadez- nos merecemos un poco de estabilidad ¿no crees?- dijo sin dejar de pensar cuál sería el siguiente problema que surgiría entre él y Dafne.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
11/03/19, 10:28 pm
Las palabras de su amigo le infundieron ánimos inesperados; fortalecían la posibilidad de que sólo tuviera que buscar mejor. Por supuesto: a juzgar por la cantidad de personas con las que Sox se había cruzado en la sede de camino a las cocinas debía haber cientos de variantes de transformaciones. Necesitaría investigarlo más a fondo y aceptó la oferta del nublino de consultarlo al día siguiente.
—Mi cambio aún no ha terminado a fin de cuentas —señaló, más tranquilo, y aceptó de vuelta el libro. El cambio de Eriel tampoco estaba completo del todo, pero la imagen que le enseñó era inconfundible.
—Gárgola —murmuró para sí. Su mente todavía inmersa en su propio problema, sus ojos fueron directamente al apartado de "precio de la magia". Alzó las cejas—. ¿El fanatismo ajeno? ¿No hay ni un solo precio normal o qué? —sacudió la cabeza mientras lo leía con más detenimiento. "Y la locura que lo acompaña"... Había también registros de otras criaturas como él, cada cuál más perturbadora en los cultos que habían creado o fomentado. Sox decidió preguntar sin tapujos—. ¿Qué piensas?
Para él la respuesta era rápida, aunque no fácil. Se habría resignado a pasar sin magia.
Siguió leyendo las descripciones por encima. Le habría gustado detenerse más en ello, pero no era cuestión de aburrir a su amigo. Tomó nota mental de preguntarle al gárgola si se lo prestaba esa noche. La pulsión de la Luna hacía que le costara dormirse.
—Parece mentira que puedas volar con alas de piedra —comentó meditabundo. El libro lo confirmaba. Volvió a alargar la mano, con el permiso de su amigo, para probar su consistencia. Seguía siendo fría y lisa como la de una columna. A plena luz del día Eriel parecía una estatua viviente: colosal, pesada. Que pudiera elevarse parecía un imposible—. ¿Lo has intentado ya?
—Mi cambio aún no ha terminado a fin de cuentas —señaló, más tranquilo, y aceptó de vuelta el libro. El cambio de Eriel tampoco estaba completo del todo, pero la imagen que le enseñó era inconfundible.
—Gárgola —murmuró para sí. Su mente todavía inmersa en su propio problema, sus ojos fueron directamente al apartado de "precio de la magia". Alzó las cejas—. ¿El fanatismo ajeno? ¿No hay ni un solo precio normal o qué? —sacudió la cabeza mientras lo leía con más detenimiento. "Y la locura que lo acompaña"... Había también registros de otras criaturas como él, cada cuál más perturbadora en los cultos que habían creado o fomentado. Sox decidió preguntar sin tapujos—. ¿Qué piensas?
Para él la respuesta era rápida, aunque no fácil. Se habría resignado a pasar sin magia.
Siguió leyendo las descripciones por encima. Le habría gustado detenerse más en ello, pero no era cuestión de aburrir a su amigo. Tomó nota mental de preguntarle al gárgola si se lo prestaba esa noche. La pulsión de la Luna hacía que le costara dormirse.
—Parece mentira que puedas volar con alas de piedra —comentó meditabundo. El libro lo confirmaba. Volvió a alargar la mano, con el permiso de su amigo, para probar su consistencia. Seguía siendo fría y lisa como la de una columna. A plena luz del día Eriel parecía una estatua viviente: colosal, pesada. Que pudiera elevarse parecía un imposible—. ¿Lo has intentado ya?
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/03/19, 06:58 pm
Eitne se fue a dormir tarde y contento. Tarde porque quería pasar todo el tiempo posible en forma de bestia (sin que esto afectara a su magia) y contento porque empezaba a ver la luz al final del túnel que era Rocavarancolia. Habían tardado meses, pero las recompensas por fin llegaban. La noticia que le había dado Rena era especialmente importante. Había aprendido a apañarse sin pierna, con y sin muletas, pero recuperar el pie le permitía pensar en el futuro no solo de noche, si no también de día. ¡Y con las manos libres! De repente su voz, los cascabeles y su luz tenue también eran importantes.
Los primeros días se le fueron aprendiendo magia para solventar su cojera, que ahora era temporal. Levitación, protecciones, hechizos menores y cosas básicas… Estaba descubriendo todo lo que no pudo aprender durante la cosecha por no haber visitado la biblioteca. Era algo gracioso y triste a la vez que no se hubieran acercado cuando vivieron tan cerca . A veces se preguntaba a cuántos habrían salvado con tantas herramientas, pero al final del día la positividad de la bestia del crepúsculo erradicaba cualquier pensamiento así.
Eitne aprovechaba cualquier motivo para hablar con sus amigos o con los nuevos, el niño parecía eléctrico, insaciable en cuanto a conversaciones triviales. Todo le interesaba: mundos de procedencia, problemas de las cosechas, colores preferidos, edades, juguetes de la infancia… Recibía con atención y agradecimiento cualquier detalle por estúpido que fuera, pues quería conocer a las personas con las que conviviría en una nueva etapa de su vida. No podían ser extraños entre sí.
De noche, salir era obligatorio. Eitne intentaba una y otra vez hacer uso de sus habilidades de “afinidación” para hacerse amigo de cualquier animal que se cruzara con él. Por suerte, no había recibido ningún ataque furtivo, pero sentía que estaba haciendo algo mal. No había conseguido establecer lazos con ninguno. No había progresos.
A lo largo del día, Eitne había hablado con Neil, que todavía se arrepentía de no haberse llevado las abejas del cementerio. La propuesta que le hizo fue un caramelo: la primera travesura que realizarían desde que la luna los había completado. Pasaría las horas de luz estudiando, utilizando su aura hipnótica y su voz dulce para recalcar de vez en cuando que no estaba haciendo nada importante, que no hacía falta que le prestaran mucha atención. Funcionaba regular y el niño no sabía hasta qué punto sus propias palabras no lo hicieron sonar sospechoso, pero él sentía que estaba pasando desapercibido.
Se hizo la noche y Eitne se activó, como siempre, con sus patas extra. Hasta la hora de salir, se encerró en las salas de entrenamiento para practicar la solidificación de su cuerpo semi-gaseoso. Todavía le costaba, pero las últimas noches había conseguido marcar los muñecos de entrenamiento con sus garras (¡y masticar y tragar sin que la comida se le cayera atravesando su boca!).
—Todo listo. No hay monstruos en la costa —susurró al grupo cuando se encontró con ellos en la puerta.
Una sonrisa nerviosa surcó su boca y dejó ver sus dientes de oscuridad líquida. La bestia del crepúsculo cambiaba el peso de sus cuartos izquierdos a sus cuartos derechos en un bailecillo inquieto, expectante por salir. Cuando se escabulleron, Eitne rezaba en silencio a su nuevo ser, rogándole que funcionara. Sobre todo a su afinidación.
Sigue en el Cementerio.
Los primeros días se le fueron aprendiendo magia para solventar su cojera, que ahora era temporal. Levitación, protecciones, hechizos menores y cosas básicas… Estaba descubriendo todo lo que no pudo aprender durante la cosecha por no haber visitado la biblioteca. Era algo gracioso y triste a la vez que no se hubieran acercado cuando vivieron tan cerca . A veces se preguntaba a cuántos habrían salvado con tantas herramientas, pero al final del día la positividad de la bestia del crepúsculo erradicaba cualquier pensamiento así.
Eitne aprovechaba cualquier motivo para hablar con sus amigos o con los nuevos, el niño parecía eléctrico, insaciable en cuanto a conversaciones triviales. Todo le interesaba: mundos de procedencia, problemas de las cosechas, colores preferidos, edades, juguetes de la infancia… Recibía con atención y agradecimiento cualquier detalle por estúpido que fuera, pues quería conocer a las personas con las que conviviría en una nueva etapa de su vida. No podían ser extraños entre sí.
De noche, salir era obligatorio. Eitne intentaba una y otra vez hacer uso de sus habilidades de “afinidación” para hacerse amigo de cualquier animal que se cruzara con él. Por suerte, no había recibido ningún ataque furtivo, pero sentía que estaba haciendo algo mal. No había conseguido establecer lazos con ninguno. No había progresos.
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A lo largo del día, Eitne había hablado con Neil, que todavía se arrepentía de no haberse llevado las abejas del cementerio. La propuesta que le hizo fue un caramelo: la primera travesura que realizarían desde que la luna los había completado. Pasaría las horas de luz estudiando, utilizando su aura hipnótica y su voz dulce para recalcar de vez en cuando que no estaba haciendo nada importante, que no hacía falta que le prestaran mucha atención. Funcionaba regular y el niño no sabía hasta qué punto sus propias palabras no lo hicieron sonar sospechoso, pero él sentía que estaba pasando desapercibido.
Se hizo la noche y Eitne se activó, como siempre, con sus patas extra. Hasta la hora de salir, se encerró en las salas de entrenamiento para practicar la solidificación de su cuerpo semi-gaseoso. Todavía le costaba, pero las últimas noches había conseguido marcar los muñecos de entrenamiento con sus garras (¡y masticar y tragar sin que la comida se le cayera atravesando su boca!).
—Todo listo. No hay monstruos en la costa —susurró al grupo cuando se encontró con ellos en la puerta.
Una sonrisa nerviosa surcó su boca y dejó ver sus dientes de oscuridad líquida. La bestia del crepúsculo cambiaba el peso de sus cuartos izquierdos a sus cuartos derechos en un bailecillo inquieto, expectante por salir. Cuando se escabulleron, Eitne rezaba en silencio a su nuevo ser, rogándole que funcionara. Sobre todo a su afinidación.
Sigue en el Cementerio.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/03/19, 05:57 pm
Eriel con Tay.
-Como, yo creía que ya estábas apuntado y eras el primero de la lista - le respondió de buen humor.- Que decepción me acabo de llevar - continuó fingiendo pesar.
-No corazón de piedra... - si bien era cierto que había vuelto a ver a Mónica Eriel ya no estaba seguro de nada.- No sé, Tay, no tengo oportunidad con ella. Prefiero que mi corazón de piedra no se rompa por un amor imposible. Prefiero fingir que nunca me gustó, quizá algún día me convenza de ello - dijo en voz baja más para sí mismo que para nadie más.
- No tienes nada que agradecerme - le respondió.- Para eso son los amigos ¿no? - comentó dirigiéndole una sonrisa.
Eriel con Sox.
Eriel se encogió de hombros en respuesta a la pregunta de si amigo, no sabía si había precios normales, aún no se había leído todo el libro pero sentía curiosidad por el resto de transformaciones.
-Pienso que no termino de entenderlo del todo - respondió.- Quiero decir, ¿no es un poco subjetivo? ¿En qué medida se basa? No es algo como matar, ahí esta claro lo que hay que hacer ¿pero yo? - volvió a encogerse de hombros.- Supongo que lo averiguare con el tiempo - dijo finalmente.
- Lo he intentado, sí - dijo sombrío.- Con nefastas consecuencias he de decir. Y por lo que pude averiguar no todo mi cuerpo es de piedra, podríamos decir que es sólo la capa más exterior. Pero cuando la capa se rompe sangro como el resto.
-Como, yo creía que ya estábas apuntado y eras el primero de la lista - le respondió de buen humor.- Que decepción me acabo de llevar - continuó fingiendo pesar.
-No corazón de piedra... - si bien era cierto que había vuelto a ver a Mónica Eriel ya no estaba seguro de nada.- No sé, Tay, no tengo oportunidad con ella. Prefiero que mi corazón de piedra no se rompa por un amor imposible. Prefiero fingir que nunca me gustó, quizá algún día me convenza de ello - dijo en voz baja más para sí mismo que para nadie más.
- No tienes nada que agradecerme - le respondió.- Para eso son los amigos ¿no? - comentó dirigiéndole una sonrisa.
Eriel con Sox.
Eriel se encogió de hombros en respuesta a la pregunta de si amigo, no sabía si había precios normales, aún no se había leído todo el libro pero sentía curiosidad por el resto de transformaciones.
-Pienso que no termino de entenderlo del todo - respondió.- Quiero decir, ¿no es un poco subjetivo? ¿En qué medida se basa? No es algo como matar, ahí esta claro lo que hay que hacer ¿pero yo? - volvió a encogerse de hombros.- Supongo que lo averiguare con el tiempo - dijo finalmente.
- Lo he intentado, sí - dijo sombrío.- Con nefastas consecuencias he de decir. Y por lo que pude averiguar no todo mi cuerpo es de piedra, podríamos decir que es sólo la capa más exterior. Pero cuando la capa se rompe sangro como el resto.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
19/03/19, 01:25 pm
Karime había pasado unos años tranquilos y a la vez caóticos. La licántropa estaba muy centrada en subir escalones en el ejército y era muy disciplinada con su entrenamiento, tanto durante su jornada laboral, como durante su tiempo libre. De hecho, uno de sus pasatiempos favoritos era entrenar con Saren, ya fuera dentro de la sede o en algún otro lugar al aire libre. Dichos entrenamientos resultaron ser muy beneficiosos para ambos y les permitieron pasar mucho tiempo de calidad juntos. Durante aquellos años Karime pasó la mayoría de su tiempo libre en compañía del idrino e incluso se lo había llevado de viaje varias veces a Libo a conocer a Ilol, aunque desde que la embajadora de Libo había hecho amistad con su hermano y había convencido a la Reina Madre de traerlo a Rocavarancolia de vez en cuando habían tenido muchas oportunidades de verse en la propia ciudad y de poder enseñarle a Ilol todas las maravillas que podía ofrecer Rocavarancolia.
Además, desde que había descubierto que Saren dibujaba le había estado persiguiendo y molestando sobre ello, incitándole incluso para que le diseñara un tatuaje, que el mismo idrino le hizo en el muslo una vez se decidió por una composición geométrica de un lobo aullando al símbolo de la Luna Roja. Lo cierto era que había tardado en decidirse por el diseño del tatuaje, pero había conseguido tenerlo a tiempo para que coincidiera con el siguiente Samhein, al que también dio bienvenida con su nuevo corte de pelo producto de un recogido mal hecho a la hora de entrenar, una espada realmente afilada y un pequeño descuido. Tras el pequeño accidente con su pelo había decidido que ya que aquello había producido un más que notable desnivel en su melena ya iba tocando un corte y dado que ella nunca hacía nada a medias, decidió cortarse toda la melena, de manera que pasaría un tiempo hasta que pudiera volver a hacerse una coleta por muy pequeña que esta fuera. Saren le había halagado por su nuevo corte de pelo, pero también le había dado a entender que él lo prefería un poquito más largo. La licántropa empezó a molestarle con ello con insinuaciones sobre otros lugares donde poder agarrarse y que no pasaría mucho tiempo hasta que volviera a deleitarle con su melena.
Pero como aquello era Rocavarancolia, la vida no solía ser tan relajada. A principios del último año la loba había comenzado a dormir mal, empeorando a medida que el año avanzaba y haciéndose realmente insoportable tras la muerte de Ariv. La muerte de la sinhadre había afectado profundamente a la licántropa y se había empecinado en encontrar a su asesino. Dado lo mal que dormía y su obsesión de venganza se encontraba muy irritable y su salud había comenzado a deteriorarse. Probablemente si no hubiera sido por Saren su estado habría empeorado considerablemente, pero el idrino había estado ahí para preocuparse por ella y por su salud y para ayudarle en la búsqueda del asesino de Ariv, aunque no habían conseguido ningún avance.
Cuando la resolución del asesinato llegó fue un espanto más que un alivio. Había sido un sueño, una simple pesadilla era lo que había arrebatado a Ariv de sus brazos. Un día, dama Espíritu se había echado a dormir y ya nunca más se había despertado. Aunque si la pesadilla en la que murió fue la mitad de espantosa que la suya, Karime esperaba que la muerte hubiera sido rápida. Ella había despertado en el salón del trono con algunas heridas y rasguños, pero con más dolor psicológico que físico. Se habían salvado de milagro y la torre de los Soñadores había sido destruida o al menos eso dijeron. Estaban salvados, habían tenido suerte. Pero Ariv no iba a volver. La victoria era amarga y la venganza se sentía frustrada. A pesar de eso, Karime asistió a los funerales tanto en calidad de soldado del ejército como por demostrar su propio agradecimiento a los héroes que habían dado su vida para salvar la ciudad. Sí, había perdido a Ariv, pero pudo perderlos a todos.
Y precisamente por eso fue que había decidido retomar relaciones con sus amigos y compañeros de cosecha. En los últimos años, por unas cosas o por otras, se habían distanciado un poco y Karime quería volver a estar cerca de ellos, de los pocos que ya le quedaban, tal y como había sido antes. Amaba su tiempo con Saren, su hermano, su trabajo y sus noches de parranda, pero echaba de menos al resto de su manada bípeda. Casi parecía una broma que en los últimos años hubiera pasado más tiempo con el total de su manada cuadrúpeda que con más de dos personas de su manada bípeda.
Sigue en Bahía de los Naufragios.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
20/03/19, 05:16 pm
No recordaba quién había dado la voz de alarma, pero en poco tiempo todos los antiguos miembros de Letargo estaban en pie y en estado de pánico porque los críos habían desparecido. Rena no estaba durmiendo especialmente bien así que no era raro que se levantase varias veces a lo largo de la noche en busca de entretenimiento, descargar energías a ver si se cansaba o alguna infusión que le ayudase a conciliar el sueño.
Se habían reunido en la cocina después de registrar por tercera vez al menos la Sede y ya estaban prganizándose para salir a buscarlos cuando la nariz osuna de Rena captó varios olores conocidos, a los que acompañaron los sonidos de un grupo de personas intentando sin mucho éxito ser sigilosos. La ursántropa necesitó de todo su autocontrol para no transformarse y cargar contra los enanos pero se aferró a que no quería asustarlos (no todavía) y que había gente durmiendo a la que no le convenía despertar. Aun así su hocico quedó de forma intermitente, al igual que sus garras, haciendo de ella una especie de engendro pulsante.
-Dónde.cojones.estábais -dijo con una voz que era más bien un gruñido.
Escaneó con rapidez a todos los enanos en busca de heridas, pasando de largo el panal y las flores y al ver que estaban todos perfectamente la invadió un enorme alvivio. Luego se enfadó otra vez.
-¿Es que sois tontos o no os enteráis de dónde estamos? ¿Cómo se os ocurre salir sin avisar? ¡Casi nos da un jodido infarto! ¡Pensab -En ese momento su espalda se ensanchó lo bastante para rasgar la camiseta del pijama -¡Ah, maravilloso, otro pijama a la mierda! ¿¿EN QUÉ COJONES ESTÁBAIS PENSANDO??
Se habían reunido en la cocina después de registrar por tercera vez al menos la Sede y ya estaban prganizándose para salir a buscarlos cuando la nariz osuna de Rena captó varios olores conocidos, a los que acompañaron los sonidos de un grupo de personas intentando sin mucho éxito ser sigilosos. La ursántropa necesitó de todo su autocontrol para no transformarse y cargar contra los enanos pero se aferró a que no quería asustarlos (no todavía) y que había gente durmiendo a la que no le convenía despertar. Aun así su hocico quedó de forma intermitente, al igual que sus garras, haciendo de ella una especie de engendro pulsante.
-Dónde.cojones.estábais -dijo con una voz que era más bien un gruñido.
Escaneó con rapidez a todos los enanos en busca de heridas, pasando de largo el panal y las flores y al ver que estaban todos perfectamente la invadió un enorme alvivio. Luego se enfadó otra vez.
-¿Es que sois tontos o no os enteráis de dónde estamos? ¿Cómo se os ocurre salir sin avisar? ¡Casi nos da un jodido infarto! ¡Pensab -En ese momento su espalda se ensanchó lo bastante para rasgar la camiseta del pijama -¡Ah, maravilloso, otro pijama a la mierda! ¿¿EN QUÉ COJONES ESTÁBAIS PENSANDO??
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
20/03/19, 05:54 pm
Pelusa sentía que entraría en combustión espontanea en cualquier momento cuando vio a los niños llegar intentando pasar desapercibido tras haberles dado el susto de sus vidas. Nervios que se habían ido incrementando cuando no encontraron rastro de estos en toda la sed pese a buscar por cada maldito rincón, casi casi molestando a otros habitantes.
La mona del queso no cabía en si de asombro en lo descuidados que podían ser, no le cabía en la cabeza que salieran a escondidas DE NOCHE para mas detalle, SIN AVISAR para irse a vete tu a saber donde como si estuviera en su parque de recreo. La explosión de Rena fue mas que convincente y el regaño mas que merecido. <<¿¡PERO DE DONDE VIENE TANTA CONFIANZA PARA HACER ESTA SALVAJADA DE SALIR DE NOCHE SIN AVISAR Y SIN MEDIR LOS RIEGOS!? QUE SOIS PUTOS CRÍOS RECIÉN TRANSFORMADOS, COÑO YA>> Pelusa se contenía a duras penas de gritar en voz alta, pues Rena estaba haciendo un estupendo trabajo en eso, pero eso no la libraban de sus gritos interiores llenos de frustración y enojo. Es que no se lo podía ni creer todo aquello, no le entraba en la cabeza por mas que lo intentaba.
-¿No podíais esperar a que fuese de día? - el tono de Pelusa sonó mas tranquilo que el de Rena pero helado como un tempano y afilado como una cuchilla, su enfado quemaba de lo frío que era, muy contrario a la furia de sus pensamientos tras tanta preocupación sufrida. Sus ojos lavandas surcados del negro de su esclerotida recorrieron cada centímetros de los niños aliviándose solo un poco al verlos sano, porque si Adru y Neil era niños para ella ahora también. Pero aquel alivio no duró demasiado pues sus ojos se clavaron en el panal que llevaban con ellos como si tal cosa, un panal que mas que probable estaba lleno de abejas. Habían traído un puñetero panal de abejas. El asombro y mosqueo de la spriggan no se podía ni medir para ese momento.
Veloz como el rayo su mirada se clavo en dos niños en especial, primero en Eitne y luego en Neil. Abejas. Cera de abejas. No necesitaba saber mas que eso para saber que demonios había pasado ahí y el motivo de semejante estupidez. Un tic apareció en su ceja izquierda.
-Todo esto....por un panal...-Pelusa se pellizcó el puente de la nariz ligeramente, implorando paciencia de cualquier rincón de su cuerpo donde aun se almacenase.
La mona del queso no cabía en si de asombro en lo descuidados que podían ser, no le cabía en la cabeza que salieran a escondidas DE NOCHE para mas detalle, SIN AVISAR para irse a vete tu a saber donde como si estuviera en su parque de recreo. La explosión de Rena fue mas que convincente y el regaño mas que merecido. <<¿¡PERO DE DONDE VIENE TANTA CONFIANZA PARA HACER ESTA SALVAJADA DE SALIR DE NOCHE SIN AVISAR Y SIN MEDIR LOS RIEGOS!? QUE SOIS PUTOS CRÍOS RECIÉN TRANSFORMADOS, COÑO YA>> Pelusa se contenía a duras penas de gritar en voz alta, pues Rena estaba haciendo un estupendo trabajo en eso, pero eso no la libraban de sus gritos interiores llenos de frustración y enojo. Es que no se lo podía ni creer todo aquello, no le entraba en la cabeza por mas que lo intentaba.
-¿No podíais esperar a que fuese de día? - el tono de Pelusa sonó mas tranquilo que el de Rena pero helado como un tempano y afilado como una cuchilla, su enfado quemaba de lo frío que era, muy contrario a la furia de sus pensamientos tras tanta preocupación sufrida. Sus ojos lavandas surcados del negro de su esclerotida recorrieron cada centímetros de los niños aliviándose solo un poco al verlos sano, porque si Adru y Neil era niños para ella ahora también. Pero aquel alivio no duró demasiado pues sus ojos se clavaron en el panal que llevaban con ellos como si tal cosa, un panal que mas que probable estaba lleno de abejas. Habían traído un puñetero panal de abejas. El asombro y mosqueo de la spriggan no se podía ni medir para ese momento.
Veloz como el rayo su mirada se clavo en dos niños en especial, primero en Eitne y luego en Neil. Abejas. Cera de abejas. No necesitaba saber mas que eso para saber que demonios había pasado ahí y el motivo de semejante estupidez. Un tic apareció en su ceja izquierda.
-Todo esto....por un panal...-Pelusa se pellizcó el puente de la nariz ligeramente, implorando paciencia de cualquier rincón de su cuerpo donde aun se almacenase.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
20/03/19, 07:41 pm
Ya habían dejado atrás las noches donde se despertaban asustados. Al menos eso aprecia, hasta que estaba de nuevo allí con los ojos hinchados como patatas por despertar de golpe y moviéndose silente de un lado a otro. Subía y bajaba las escaleras con cuidado de no hacer ruido y se preguntaba si debería calmar a Rena. No, no, eso no estaba en su poder. Sin embargo estaba igual de de preocupado por todos, aun cuando hubiera salido la capitana con ellos. Y aunque también sabía que él no tenía mucha autoridad como para reprenderlos igual estaba allí listo como para saltar a correr por ellos apenas alguien más lo dijera.
Cuando volvieron, Zob abrió la boca listo para decirles por sus nombres en "voz seria", pero Rena lo hacía ya y mucho mejor que varios de los adultos que el conocía en Nubla. Cerróla boca para no parecer sorprendido por eso y se puso detrás de todos ellos sintiendo ya antes que los demás un zumbido raro. Prefirió no preguntar. Pero si le dio un pequeño golpecito a una de las pendicularias de Guille que estaba tratando de animar al pequeño brujo mientras lo regañaban mas y mas
-Sabesss que fue peligrossso... - le susurro a la mano sin siquiera saber si lo podía oír bien. Sin embargo cuando descubrió lo del panal se su sentido común exploto dentro de él y estaba tentado a dejarlos a merced de Pam y Rena. Pero no era tan simple. - Ssaben que no pueden tener essso aquí, Esss mass no quiero preguntar como hicieron para traerlo sin que lesss piquen, pero por lo menos deben dejarlo afuera ahora.... - les dijo esta vez en voz alta y mirando a su capitana. - En la mañana veremos qué hacer, pero ahora dejenlo en un sitio seguro
"Y luego regresen para que Rena y Pam terminen de explotar con ustedes" quiso añadir, pero mejor se callo y abrió la puerta nuevamente antes de ir a sentarse a las escaleras. Aun tenia sueño pero esta era una de esas cosas donde a pesar de que aprecia haber acabado bien tenía toda la pinta que seguiría un buen rato mas
Cuando volvieron, Zob abrió la boca listo para decirles por sus nombres en "voz seria", pero Rena lo hacía ya y mucho mejor que varios de los adultos que el conocía en Nubla. Cerróla boca para no parecer sorprendido por eso y se puso detrás de todos ellos sintiendo ya antes que los demás un zumbido raro. Prefirió no preguntar. Pero si le dio un pequeño golpecito a una de las pendicularias de Guille que estaba tratando de animar al pequeño brujo mientras lo regañaban mas y mas
-Sabesss que fue peligrossso... - le susurro a la mano sin siquiera saber si lo podía oír bien. Sin embargo cuando descubrió lo del panal se su sentido común exploto dentro de él y estaba tentado a dejarlos a merced de Pam y Rena. Pero no era tan simple. - Ssaben que no pueden tener essso aquí, Esss mass no quiero preguntar como hicieron para traerlo sin que lesss piquen, pero por lo menos deben dejarlo afuera ahora.... - les dijo esta vez en voz alta y mirando a su capitana. - En la mañana veremos qué hacer, pero ahora dejenlo en un sitio seguro
"Y luego regresen para que Rena y Pam terminen de explotar con ustedes" quiso añadir, pero mejor se callo y abrió la puerta nuevamente antes de ir a sentarse a las escaleras. Aun tenia sueño pero esta era una de esas cosas donde a pesar de que aprecia haber acabado bien tenía toda la pinta que seguiría un buen rato mas
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
21/03/19, 01:50 am
Rox no dejaba de apretarse el puente de la nariz, dando vueltas en la cocina por la preocupación. Le habían despertado de una pesadilla que apenas lograba recordar, así que en parte lo agradecía, pero el malestar de su cuerpo no había mejorado con la noticia de que los críos habían desaparecido. Su pelo era un caos, salpicado en hilos blancos que entre su cabello rubio le hacía parecer tener canas, y en varias partes de su piel y rostro era visible que seguía a medio transformar. En su mente vagaba la idea de dónde podrían haber ido, incluso que alguien se los hubiera llevado por a saber qué motivo. En una desesperada iba a proponer partir a por ellos con la ayuda de algún veterano al que estuvieran dispuestos a despertar, pero entonces llegaron.
Rox estaba demasiado aliviado por verles como para molestarse de forma automática, tal como sí había hecho Rena. Un suspiro de alivio le llenó el pecho, que pronto dio paso al cabreo de toda la preocupación arrastrada. Aún cansado, el cambiante se quedó con cada detalle de los niños con un par de vistazos. El panal, las abejas, las flores, que no tenían rasguño alguno. Sintió la sangre hervir, sin flaquear por lo imponente que ya resultaba Rena a medio transformar.
—Habéis ido al puñetero cementerio... y mira que os lo dije. Os lo advertí una vez y no habéis hecho ni puto caso —su vista pasaba de Neil a Adru. No podía enfadarse tanto con los más pequeños porque sabía que ellos harían casi cualquier cosa que les dijera un mayor, y dudaba que fueran demasiado conscientes del peligro de la situación. De los sinhadre esperaba algo distinto—. Os lo dije muy clarito, pensé que teníais más de un dedo de frente como para entenderlo, ¡pero claro! No doy tanto miedo como Rena, ¿¡no!? ¿¡Hace falta que os entre en la mollera con intimidación o qué!? ¡Y encima-...! —señaló a los pequeños con una mano totalmente echa de hilos, exasperado—. ¡en plena noche! ¡Que seguimos en Rocavarancolia, coño!
Miró al techo antes de tomar otra bocanada de aire, dejando caer los brazos pesadamente con los ojos en blanco. Luego se llevó las dos manos a la cara, dando media vuelta para quedarse a medio camino entre ellos y Zobriel.
—Ya que no vais hacerme caso a mi hacedle caso a Zob. Dejad eso fuera. Ya.
Rox estaba demasiado aliviado por verles como para molestarse de forma automática, tal como sí había hecho Rena. Un suspiro de alivio le llenó el pecho, que pronto dio paso al cabreo de toda la preocupación arrastrada. Aún cansado, el cambiante se quedó con cada detalle de los niños con un par de vistazos. El panal, las abejas, las flores, que no tenían rasguño alguno. Sintió la sangre hervir, sin flaquear por lo imponente que ya resultaba Rena a medio transformar.
—Habéis ido al puñetero cementerio... y mira que os lo dije. Os lo advertí una vez y no habéis hecho ni puto caso —su vista pasaba de Neil a Adru. No podía enfadarse tanto con los más pequeños porque sabía que ellos harían casi cualquier cosa que les dijera un mayor, y dudaba que fueran demasiado conscientes del peligro de la situación. De los sinhadre esperaba algo distinto—. Os lo dije muy clarito, pensé que teníais más de un dedo de frente como para entenderlo, ¡pero claro! No doy tanto miedo como Rena, ¿¡no!? ¿¡Hace falta que os entre en la mollera con intimidación o qué!? ¡Y encima-...! —señaló a los pequeños con una mano totalmente echa de hilos, exasperado—. ¡en plena noche! ¡Que seguimos en Rocavarancolia, coño!
Miró al techo antes de tomar otra bocanada de aire, dejando caer los brazos pesadamente con los ojos en blanco. Luego se llevó las dos manos a la cara, dando media vuelta para quedarse a medio camino entre ellos y Zobriel.
—Ya que no vais hacerme caso a mi hacedle caso a Zob. Dejad eso fuera. Ya.
- ♪♫♬:
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
22/03/19, 01:20 am
Cuando Nime dijo que las abejas podrían enfadarse si se despertaban en un lugar desconocido, Neil jadeó consternado ante la posibilidad de que las abejas pudieran enfadarse con él. El brujo estuvo de acuerdo con la idea de llevar el panal con su dominio de la cera mientras Eitne les hablaba esperando que la mayoría de las abejas les siguieran. Neil movía el panal esforzándose por no molestar a las abejas mientras los demás buscaban flores para llevárselas y así acomodara las abejas, pero todavía no dominaba del todo bien la cera, por lo que no pudo evitar que el panal tuviera una sacudida. Al brujo le entristeció que algunas abejas se fueran, pero animó a Eitne a seguir hablando alabando a su vez lo bien que lo hacía al ver que tener las abejas tan cerca le tenían algo asustado, riendo cuando dijo que estaba "contervioso" afirmando que él estaba igual.
El aurva estaba muy concentrado en el panal porque no quería que volviera a sacudirse, por lo que no se percató del sonido que Eitne había escuchado, pero se sorprendió gratamente cuando el daeliciano volvió de entre los arbustos con un animalito mitad ratón mitad pajarito entre sus manos.
- ¡Si, claro!- exclamó contento cuando Eitne preguntó si se lo podía quedar-. Yo puedo curarlo, creo. Me se algunos hechizos curativos que le pueden ayudar.
Una vez hubieron cogido todas las flores que querían, emprendieron la vuelta a la sede manteniendo el panal controlado por los poderes de Neil y con Eitne sin dejar de hablar con las abejas.
Neil comenzó a asustarse cuando vio a todos los mayores reunidos en la sala de la sede. El aurva sabía que habían hecho mal al escaparse pero había pensando que tendrían tiempo antes de que se enteraran para demostrar que podían cuidar de las abejas y que no había peligro.
Neil comenzó a sentirse muy mal entre los gritos y la culpa, ya que de no ser por él y su capricho con la cera no se habrían escapado. El brujo comenzó a sollozar silenciosamente mientras el panal bajaba lentamente al suelo. Una vez la colmena estuvo en tierra firme, Neil rompió a llorar desconsoladamente. Ya de por sí el aurva era un niño de llanto fácil, pero los gritos siempre habían sido como un detonador para él, sobre todo si eran gritos de enfado.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
23/03/19, 02:54 am
Milo se había dejado caer sobre una de las sillas de la cocina tras registrar la Sede con los demás sin lograr dar con los niños, visiblemente de los nervios aunque no se tuviera en pie. Nadie dormía demasiado bien desde hacía días y por eso no habían tardado mucho en darse cuenta de que los enanos no estaban en sus habitaciones, pero ya era tarde cuando quisieron salir en su busca. Sin decirle nada a nadie se habían fugado en medio de la noche para ir sabía la Luna donde, y ahora no sabían muy bien que hacer aparte de morirse de ansiedad.
Se estaban planteando organizar una expedición de rescate cuando oyeron como se abría la puerta de entrada. Rena fue la primera en dirigirse hacia el salón, seguida de cerca por el resto, y cuando el irrense se asomó a la estancia se topó con una escena poco agradable de ver. Confirmar que no les había ocurrido nada malo era una suerte, pero las voces de la ursántropa eran un eco de lo mal que les había sentado a los adultos aquella travesura y quitaban las ganas de añadir nada al rapapolvo. Pam, Zob y Rox aún encontraron más cosas que decir, sin embargo, pero el brujo fue incapaz de abrir la boca y guardó un silencio incómodo. Su enfado se había convertido en decepción tras el alivio inicial, y la mirada con la que repasaba a los niños dejaba claro lo defraudado que se sentía.
¿Y todo por una panal de abejas que podían haber recogido en cualquier momento del día y acompañados de los adultos? El norteño se había enterado por Rox de la aventura del primer día en el cementerio y estaba al corriente de la primera negativa del cambiante al respecto de llevarse las abejas, pero estaba seguro de que una conversación amigable habría sido una alternativa mejor al lío que habían montado, y que se hubieran puesto en peligro por algo así le dejaba frío.
Las lágrimas de Neil, sin embargo, le ablandaron un poco, y ver al aurva en aquel estado le provocó un nudo en el estómago. ¿Acaso los padres se sentían así al regañar a sus hijos? Milo no habría sabido responder a aquella pregunta, pero se le escapó un suspiro de resignación y habló por fin.
—No se vosotros, pero yo tengo un poco de hambre. ¿Seguimos esta conversación en la cocina con una taza de algo caliente? —preguntó, a sabiendas de que tal vez su actitud conciliadora no sentara bien a sus compañeros—. Voy preparando algo entonces. —añadió antes de recibir respuesta, echando otro vistazo a los niños antes de volver por donde había venido.
Sin pensárselo demasiado el irrense puso un cazo al fuego y empezó a calentar chocolate, reuniendo también ingredientes para hacer unas tortitas. Una cena tardía no era quizás lo mejor después de semejante trastada, pero todos necesitaban calmar los ánimos, y su madre siempre decía que un castigo dulce era mejor que uno amargo. No pasó demasiado tiempo antes de que un olor delicioso empezara a deslizarse desde los fogones, inundando la cocina antes de escaparse por la puerta.
Se estaban planteando organizar una expedición de rescate cuando oyeron como se abría la puerta de entrada. Rena fue la primera en dirigirse hacia el salón, seguida de cerca por el resto, y cuando el irrense se asomó a la estancia se topó con una escena poco agradable de ver. Confirmar que no les había ocurrido nada malo era una suerte, pero las voces de la ursántropa eran un eco de lo mal que les había sentado a los adultos aquella travesura y quitaban las ganas de añadir nada al rapapolvo. Pam, Zob y Rox aún encontraron más cosas que decir, sin embargo, pero el brujo fue incapaz de abrir la boca y guardó un silencio incómodo. Su enfado se había convertido en decepción tras el alivio inicial, y la mirada con la que repasaba a los niños dejaba claro lo defraudado que se sentía.
¿Y todo por una panal de abejas que podían haber recogido en cualquier momento del día y acompañados de los adultos? El norteño se había enterado por Rox de la aventura del primer día en el cementerio y estaba al corriente de la primera negativa del cambiante al respecto de llevarse las abejas, pero estaba seguro de que una conversación amigable habría sido una alternativa mejor al lío que habían montado, y que se hubieran puesto en peligro por algo así le dejaba frío.
Las lágrimas de Neil, sin embargo, le ablandaron un poco, y ver al aurva en aquel estado le provocó un nudo en el estómago. ¿Acaso los padres se sentían así al regañar a sus hijos? Milo no habría sabido responder a aquella pregunta, pero se le escapó un suspiro de resignación y habló por fin.
—No se vosotros, pero yo tengo un poco de hambre. ¿Seguimos esta conversación en la cocina con una taza de algo caliente? —preguntó, a sabiendas de que tal vez su actitud conciliadora no sentara bien a sus compañeros—. Voy preparando algo entonces. —añadió antes de recibir respuesta, echando otro vistazo a los niños antes de volver por donde había venido.
Sin pensárselo demasiado el irrense puso un cazo al fuego y empezó a calentar chocolate, reuniendo también ingredientes para hacer unas tortitas. Una cena tardía no era quizás lo mejor después de semejante trastada, pero todos necesitaban calmar los ánimos, y su madre siempre decía que un castigo dulce era mejor que uno amargo. No pasó demasiado tiempo antes de que un olor delicioso empezara a deslizarse desde los fogones, inundando la cocina antes de escaparse por la puerta.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
23/03/19, 11:41 pm
Aunque sabía que iban a tener que enfrentarse a los demás tarde o temprano, no esperaba que fuese tan temprano. La sinhadre creía que podrían mantener las abejas en secreto unos días y luego explicar cómo no pasaba nada porque Neil lo tenía todo bajo control. Era consciente de que lo más probable fuese que se engañaba a sí misma como solía hacer cuando llegó a la ciudad, pero encontrarse de frente con los gritos de Rena, Rox y las posteriores regañinas de todos los demás le hizo recibir el puñetazo de realidad en toda la cara. Agachó la cabeza avergonzado ante las palabras de cada uno de ellos, especialmente las de Rox. Le habían desobedecido directamente y no había ninguna excusa ante eso. La decepción en el rostro de Milo, que no había dicho nada, fue suficiente para sentirse regañada también por él y no fue capaz de responder directamente a su pregunta.
Reaccionó cuando Neil comenzó a llorar, alzando la mirada hacia su aurva primero y dirigiéndose a los mayores después.
—Es… ¡Es culpa mía! —Gesticuló apresuradamente mientras cubría al brujo de la cera con su cuerpo—. Yo no… Yo no hice caso y no impedí que nos fuéramos. Se supone que debo protegerlos a todos y ser una buena Capitana… Es mi culpa. Neil solo quería la cera igual que Milo tiene el cobre… Es… Es… Dejaremos el panal fuera, se han escapado varias abejas por el camino de todos modos, ¿verdad? Pero… uhm… Eitne tiene un animal herido. ¡Tenemos que curarlo! No es peligroso, de verdad. Enséñaselo, Eitne.
La edeel había comenzado a hablar de forma atropellada hilando una cosa con otra casi sin pausa, tratando de distraer la atención sobre su aurva. Cuando no supo cómo seguir simplemente se quedó delante de Neil y volvió a agachar la cabeza, sujetando un brazo con el otro en pose rígida.
Reaccionó cuando Neil comenzó a llorar, alzando la mirada hacia su aurva primero y dirigiéndose a los mayores después.
—Es… ¡Es culpa mía! —Gesticuló apresuradamente mientras cubría al brujo de la cera con su cuerpo—. Yo no… Yo no hice caso y no impedí que nos fuéramos. Se supone que debo protegerlos a todos y ser una buena Capitana… Es mi culpa. Neil solo quería la cera igual que Milo tiene el cobre… Es… Es… Dejaremos el panal fuera, se han escapado varias abejas por el camino de todos modos, ¿verdad? Pero… uhm… Eitne tiene un animal herido. ¡Tenemos que curarlo! No es peligroso, de verdad. Enséñaselo, Eitne.
La edeel había comenzado a hablar de forma atropellada hilando una cosa con otra casi sin pausa, tratando de distraer la atención sobre su aurva. Cuando no supo cómo seguir simplemente se quedó delante de Neil y volvió a agachar la cabeza, sujetando un brazo con el otro en pose rígida.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
24/03/19, 01:19 am
El plan terminó de decidirse tras un pequeño debate, y Nime ayudó a recoger flores al no poder hacer ninguna otra cosa por ayudar. Trató de ignorar a los muertos –solo sabían criticar–, pero su compañía solo hacía aquello todavía más extraño. Tenía un ramo un tanto pobre cuando decidieron irse, pero tampoco se podía conseguir mucho más en el cementerio.
El descubrimiento que hizo Eitne poco después la dejó encandilada. Nunca había visto una criatura como aquella, y además daba mucha pena. Aunque no fue necesario insistir para que Eitne pudiese llevársela en aquel momento, a Nime le preocupaba que a los mayores no les hiciese gracia. Luego recordó que menos gracia les iban a hacer las abejas y, aunque la preocupación la sobrevino de repente, era algo de lo que no tendría que preocuparse hasta el día siguiente. O eso creía.
Cuando llegaron los más mayores los estaban esperando despiertos, preocupados, y cabreados. Era exactamente con lo que ya contaban, solo que los habían descubierto en plena faena. Toda la determinación que tenía se desplomó de repente. Lo peor casi era la decepción que les habían causado. Pero Nime era terca y, ante todo, aquellos eran sus amigos, no sus padres.
—Bueno, pero no ha pasado nada. No somos tan tontos —protestó, aunque con la mirada clavada en el suelo. Las verdaderas dudas no la asaltaron hasta que vio a Neil llorar y a Adru echarse la culpa—. No... Pero… —balbuceó, no encontrando palabras para justificarse.
Por suerte lo que hizo Milo le ayudó a darse cuenta de que la situación podía arreglarse. Cuando los mayores dejaron de estar tan alterados se dio cuenta de que la preocupación era lo que los había puesto así, y lamentablemente no era injustificada. Pero lo hecho, hecho estaba, y Nime estaba dispuesta a defender a las abejas y al animalito de Eitne hasta el final.
El descubrimiento que hizo Eitne poco después la dejó encandilada. Nunca había visto una criatura como aquella, y además daba mucha pena. Aunque no fue necesario insistir para que Eitne pudiese llevársela en aquel momento, a Nime le preocupaba que a los mayores no les hiciese gracia. Luego recordó que menos gracia les iban a hacer las abejas y, aunque la preocupación la sobrevino de repente, era algo de lo que no tendría que preocuparse hasta el día siguiente. O eso creía.
Cuando llegaron los más mayores los estaban esperando despiertos, preocupados, y cabreados. Era exactamente con lo que ya contaban, solo que los habían descubierto en plena faena. Toda la determinación que tenía se desplomó de repente. Lo peor casi era la decepción que les habían causado. Pero Nime era terca y, ante todo, aquellos eran sus amigos, no sus padres.
—Bueno, pero no ha pasado nada. No somos tan tontos —protestó, aunque con la mirada clavada en el suelo. Las verdaderas dudas no la asaltaron hasta que vio a Neil llorar y a Adru echarse la culpa—. No... Pero… —balbuceó, no encontrando palabras para justificarse.
Por suerte lo que hizo Milo le ayudó a darse cuenta de que la situación podía arreglarse. Cuando los mayores dejaron de estar tan alterados se dio cuenta de que la preocupación era lo que los había puesto así, y lamentablemente no era injustificada. Pero lo hecho, hecho estaba, y Nime estaba dispuesta a defender a las abejas y al animalito de Eitne hasta el final.
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mentalPersonajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
24/03/19, 06:04 pm
La misión había sido un éxito, Guille vino pegando saltitos de la emoción, y no solo venían con las abejas, sino también con otra mascota que había rescatado Eitne. Pero cuando fueron entrando se dieron cuenta que les habían pillado, existía esa posibilidad, pero Guille esperaba que no se dieran cuenta, pero ahí estaban con las luces encendidas y esperándolos.
Guille intento soportar la regañina lo mejor que pudo sabia por experiencia que estas cosas eran mejor dejarlas ir, los adultos se tranquilizaban regañando, Ketchup le consolaba. Pero no pudo aguantar ver las lágrimas de Neil.
-Oyeeeeeee, que todo a salido bien, no iremos más, pero no hace falta gritar…. y salimos juntos no iba a pasar nada, sabíamos muy bien el camino y teníamos los poderes y a las manos- no se esperaba que Rox se pusiera del Rena y Pam, se suponía que era guay…
Gracias a Milo, Guille también se detuvo, la discusión no iba a ningún lado. Y se dirigieron a la cocina donde tomar algo caliente y concentrarse a curar a su nuevo amigo.
Guille intento soportar la regañina lo mejor que pudo sabia por experiencia que estas cosas eran mejor dejarlas ir, los adultos se tranquilizaban regañando, Ketchup le consolaba. Pero no pudo aguantar ver las lágrimas de Neil.
-Oyeeeeeee, que todo a salido bien, no iremos más, pero no hace falta gritar…. y salimos juntos no iba a pasar nada, sabíamos muy bien el camino y teníamos los poderes y a las manos- no se esperaba que Rox se pusiera del Rena y Pam, se suponía que era guay…
Gracias a Milo, Guille también se detuvo, la discusión no iba a ningún lado. Y se dirigieron a la cocina donde tomar algo caliente y concentrarse a curar a su nuevo amigo.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
24/03/19, 07:05 pm
La noche había ido bien, tanto que el palo al llegar dolió el doble. Eitne había esperado que pudieran irse a dormir sin que nadie se preocupara, al día siguiente habrían contado con su aura para aliviar el golpe y los adultos habrían visto que eran capaces de más cosas ahora.
La bestia del crepúsculo se sentó sobre sus cuartos traseros y agachó su cabeza melenuda. Todavía había un par de avispas revoloteandole, pero ya no sentía miedo por ellas. Especialmente porque le daba más pavor ver la decepción en los rostros de sus amigos, algo que dolía mucho más que un picotazo. Resultaba irónico ver a una criatura tan enorme tan sobrepasada por la situación.
—Lo siento, ha sido sin querer... —no sabía qué decir después de todo—. Bueno, sí queríamos. No sabíamos que era tan importante avisar... No parecía muy difícil.
En su forma nocturna, las lágrimas eran humo también. Poco después de escapar de sus ojos se deshacían en el aire y le nublaban la vista, literalmente. La intervención de Adru le sirvió para cambiar el tema, con suerte, a uno mejor. El ratón-jilguero flotó desde detrás de él y pasó al frente. El león se enjugó las lágrimas de inmediato.
—Lo que dice Adru es verdad... Mirad. Estaba llorando en unos matorrales.
Hizo levitar al pequeño grifo lo más cerca posible de los adultos con la esperanza de que su visión les diera algo de pena, como a él; aunque después de la intervención de Milo, el ambiente ya se había relajado un poco.
—¿Me podéis ayudar a curarlo? No quiero ponerlo peor...
El niño conocía magia curativa, pero solo la había usado con rasguños. No sabía curar un ala rota.
El aroma que provenía de la cocina hizo que su hocico se ensanchara. Olía tan bien que por un segundo se olvidó de lo mal que estaba saliendo todo.
La bestia del crepúsculo se sentó sobre sus cuartos traseros y agachó su cabeza melenuda. Todavía había un par de avispas revoloteandole, pero ya no sentía miedo por ellas. Especialmente porque le daba más pavor ver la decepción en los rostros de sus amigos, algo que dolía mucho más que un picotazo. Resultaba irónico ver a una criatura tan enorme tan sobrepasada por la situación.
—Lo siento, ha sido sin querer... —no sabía qué decir después de todo—. Bueno, sí queríamos. No sabíamos que era tan importante avisar... No parecía muy difícil.
En su forma nocturna, las lágrimas eran humo también. Poco después de escapar de sus ojos se deshacían en el aire y le nublaban la vista, literalmente. La intervención de Adru le sirvió para cambiar el tema, con suerte, a uno mejor. El ratón-jilguero flotó desde detrás de él y pasó al frente. El león se enjugó las lágrimas de inmediato.
—Lo que dice Adru es verdad... Mirad. Estaba llorando en unos matorrales.
Hizo levitar al pequeño grifo lo más cerca posible de los adultos con la esperanza de que su visión les diera algo de pena, como a él; aunque después de la intervención de Milo, el ambiente ya se había relajado un poco.
—¿Me podéis ayudar a curarlo? No quiero ponerlo peor...
El niño conocía magia curativa, pero solo la había usado con rasguños. No sabía curar un ala rota.
El aroma que provenía de la cocina hizo que su hocico se ensanchara. Olía tan bien que por un segundo se olvidó de lo mal que estaba saliendo todo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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