Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
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24 participantes
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/12/13, 04:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
06/02/16, 05:49 pm
El holandés escuchó con mirada perdida lo que le decía su amiga, lo cierto era que Ruth había salido mal parada, y estaba claro que ella lo sabía y afirmaba. ¿Tenía algo de bueno la transformación de la israelita?
-Aprenderás a controlarlo, cuestión de tiempo seguro. Tienes razón, no debemos quedarnos en Letargo. No es que tenga buenos recuerdos de ese lugar, precisamente.- Dijo mientras recordaba las múltiples escenitas de Roaxen.- Quizá deberíamos ir a la biblioteca más tarde, puede que encontremos algo que nos aclare las ideas, o podríamos preguntarle a los que viven aquí.-
Nuevamente se sentía inútil, en la cosecha no tuvo magia, salió herido contra las hienas... Y cuando obtuvo poder, no supo manejarlo volviéndose un peligro para sus amigos. ¿Era conveniente que se volviera a transformar en tigre? <<Puede que pase lo mismo...>> A lo mejor ese era su “contra”, a lo mejor no debía intentarlo nunca más. Pero Devoss no era de los que se rendían, el brujo de las enredaderas le había dicho que podían ayudarle. Lo que significaba que no sería siempre una fiera enrabietada.
<<Al menos tengo algo a lo que aferrarme>> .
-Aprenderás a controlarlo, cuestión de tiempo seguro. Tienes razón, no debemos quedarnos en Letargo. No es que tenga buenos recuerdos de ese lugar, precisamente.- Dijo mientras recordaba las múltiples escenitas de Roaxen.- Quizá deberíamos ir a la biblioteca más tarde, puede que encontremos algo que nos aclare las ideas, o podríamos preguntarle a los que viven aquí.-
Nuevamente se sentía inútil, en la cosecha no tuvo magia, salió herido contra las hienas... Y cuando obtuvo poder, no supo manejarlo volviéndose un peligro para sus amigos. ¿Era conveniente que se volviera a transformar en tigre? <<Puede que pase lo mismo...>> A lo mejor ese era su “contra”, a lo mejor no debía intentarlo nunca más. Pero Devoss no era de los que se rendían, el brujo de las enredaderas le había dicho que podían ayudarle. Lo que significaba que no sería siempre una fiera enrabietada.
<<Al menos tengo algo a lo que aferrarme>> .
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/02/16, 10:04 am
Ladeó la cabeza con la respuesta que Devoss le dio, no podía rebatir nada de lo que había dicho. Manejar sus habilidades era cuestión de tiempo y aceptarse su verdadera forma también, pero sin darse cuenta el holandés le recordó que esa era su mayor preocupación. ¿Cuánto tendría que esperar para sentirse segura con su cuerpo?, por su mente cruzaban varias ideas que le demostraban que era una niña pequeña impaciente, debía ser madura y comportarse como la superviviente que era. La Luna no le había arrebatado el pesimismo que la envolvía pero la había convertido en una persona más directa todavía, debía usar esa determinación.
-Entonces no nos quedemos parados, desde que la Sede de los Taumaturgos se han convertido en nuestra residencia no hemos hecho nada. Se me ocurre ir a la biblioteca también, o...-se le ocurrió una idea mejor- no descarto ir allí para encontrar más magia, pero, ¿No tenías que encontrar a alguien?, me contaste que Enredo te lo mostró en tu cabeza.
-Entonces no nos quedemos parados, desde que la Sede de los Taumaturgos se han convertido en nuestra residencia no hemos hecho nada. Se me ocurre ir a la biblioteca también, o...-se le ocurrió una idea mejor- no descarto ir allí para encontrar más magia, pero, ¿No tenías que encontrar a alguien?, me contaste que Enredo te lo mostró en tu cabeza.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/02/16, 10:38 am
El comentario de su amiga no era nuevo para él. Ya se había planteado buscar a la chica de la imagen, y daba por sentado que sería una licántropa leopardo de las nieves igual que Varsai, pero con mucha más experiencia en la transformación. Lo cierto era que Devoss deseaba encontrarla, pensaba que tenía que esconder muchos secretos interesantes sobre la licantropía.
-Exactamente, tengo que encontrarla. Creo que aprenderé más rápido con su ayuda, supongo que sin ella también conseguiré transformarme... pero como bien sabes, no soy muy paciente que digamos. ¿Crees que habrá alguien como tú en Rocavarancolia? Podría ayudarte con lo de la temperatura.- Opinó el licántropo tigre.- Cuanto antes conozcamos a la gente de la ciudad, mejor.
<<El hecho de que con solo tocar a alguien queme debe ser un fastidio, si otro demonio de fuego vive por aquí seguro que la consuela un poco>>. Pensó el holandés, cualquier cosa que pudiera tranquilizarle a el chico y Ruth era bienvenida.
-Exactamente, tengo que encontrarla. Creo que aprenderé más rápido con su ayuda, supongo que sin ella también conseguiré transformarme... pero como bien sabes, no soy muy paciente que digamos. ¿Crees que habrá alguien como tú en Rocavarancolia? Podría ayudarte con lo de la temperatura.- Opinó el licántropo tigre.- Cuanto antes conozcamos a la gente de la ciudad, mejor.
<<El hecho de que con solo tocar a alguien queme debe ser un fastidio, si otro demonio de fuego vive por aquí seguro que la consuela un poco>>. Pensó el holandés, cualquier cosa que pudiera tranquilizarle a el chico y Ruth era bienvenida.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
21/03/16, 12:22 am
Varsai estaba comiendo algo de un cuenco. Se encontraba en forma animal siguiendo el consejo de K de familiarizarse con éste. Tenía un par de prendas de ropa bastante ligeras tiradas en el suelo.
Desde la Luna habían pasado unos meses y la niña había aprendido a cambiar de forma cada vez mejor, aprendizaje que se aceleró en cuanto conoció a libense y ésta le enseñó, aunque a la niña aún se le resistía la transformación parcial. Al principio la niña se sentía avergonzada cerca de Ka pero se le pasó en cuanto empezó a aceptar que la ropa ligera y la desnudez iban a ser parte de ella hasta que consiguiese ropa con runas para vestir. A ella no le gustaba estar desnuda en presencia de otra gente pero a veces no le quedaba otro remedio.
A parte de eso Varsai había empezado a desarrollar su físico gracias a Surásara. La niña se sentía muy agradecida de los entrenamientos que hacía con la naga ya que ésta le enseñaba artes marciales, formas de combate que le permitían usar su agilidad y flexibilidad natural. El punto fuerte de la varmana no era la fuerza, aunque se le había desarrollado, por eso la ulterana le había enseñado a usar movimientos donde no hacía falta la fuerza bruta, también a usar los codos y las rodillas para propinar buenos golpes de ser necesario.
El deporte diario había definido la figura de la chica y mejorado su resistencia. Varsai ya tenía ganas de salir a explorar otros mundos y probar todo lo que sabía y había conseguido. Aún no se había decidido por un nombre rocavarancolés pero estaba barajando varios. También quería hacerse con un amuleto de telepatía y no tener que destransformarse para hablar con alguien, por desgracia eran caros y ella no tenía ningún tipo de trabajo para permitirse uno.
La leopardo se encontraba dando buena cuenta de lo que habia en el interior del bol cuando oyó pasos. Su orejas se movieron de forma inconsciente para captar mejor el sonido y pronto olfateó el aire para ver de quién se trataba, olió tierra mojada y un aroma floral. El animal sonrió mostrando los colmillos y su cola se movió de forma acompasada. Sabía de quién se trataba ya que se había encargado de memorizar todos los olores de la sede para poder reconocerlos rápidamente.
En cuanto el hombre árbol entró en la cocina la leopardo se sentó en la silla, clavó en él sus ojos morados y lo saludó con una pata.
Desde la Luna habían pasado unos meses y la niña había aprendido a cambiar de forma cada vez mejor, aprendizaje que se aceleró en cuanto conoció a libense y ésta le enseñó, aunque a la niña aún se le resistía la transformación parcial. Al principio la niña se sentía avergonzada cerca de Ka pero se le pasó en cuanto empezó a aceptar que la ropa ligera y la desnudez iban a ser parte de ella hasta que consiguiese ropa con runas para vestir. A ella no le gustaba estar desnuda en presencia de otra gente pero a veces no le quedaba otro remedio.
A parte de eso Varsai había empezado a desarrollar su físico gracias a Surásara. La niña se sentía muy agradecida de los entrenamientos que hacía con la naga ya que ésta le enseñaba artes marciales, formas de combate que le permitían usar su agilidad y flexibilidad natural. El punto fuerte de la varmana no era la fuerza, aunque se le había desarrollado, por eso la ulterana le había enseñado a usar movimientos donde no hacía falta la fuerza bruta, también a usar los codos y las rodillas para propinar buenos golpes de ser necesario.
El deporte diario había definido la figura de la chica y mejorado su resistencia. Varsai ya tenía ganas de salir a explorar otros mundos y probar todo lo que sabía y había conseguido. Aún no se había decidido por un nombre rocavarancolés pero estaba barajando varios. También quería hacerse con un amuleto de telepatía y no tener que destransformarse para hablar con alguien, por desgracia eran caros y ella no tenía ningún tipo de trabajo para permitirse uno.
La leopardo se encontraba dando buena cuenta de lo que habia en el interior del bol cuando oyó pasos. Su orejas se movieron de forma inconsciente para captar mejor el sonido y pronto olfateó el aire para ver de quién se trataba, olió tierra mojada y un aroma floral. El animal sonrió mostrando los colmillos y su cola se movió de forma acompasada. Sabía de quién se trataba ya que se había encargado de memorizar todos los olores de la sede para poder reconocerlos rápidamente.
En cuanto el hombre árbol entró en la cocina la leopardo se sentó en la silla, clavó en él sus ojos morados y lo saludó con una pata.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
21/03/16, 12:34 am
Dirke sonrió al entrar en la cocina y encontrarse a la leoparda desayunando. Las mañanas eran su parte preferida del día y, como solía ser normal en el alemán, había despertado de buen humor.
—Gatito —exclamó a modo de saludo, recordando una de sus peliculas favoritas de la infancia. Probablemente nadie en Rocavarancolia supiera mucho de Pixar, pero Dirke nunca hacía las referencias nadie más que para sí mismo—. ¿Qué tal va ese entrenamiento?
El trabajo impedía al hombre árbol socializar demasiado con sus compañeros de vivienda y aprovechaba cualquier ocasión que se le presentara para tratar de relacionarse de forma proactiva. Cultivar plantas estaba bien, pero lo que era conversación no daban mucha. Y con la próxima apertura del granero, la cantidad de charlas de Dirke con nadie fuera de aquel edificio se habían reducido demasiado drásticamente.
—Gatito —exclamó a modo de saludo, recordando una de sus peliculas favoritas de la infancia. Probablemente nadie en Rocavarancolia supiera mucho de Pixar, pero Dirke nunca hacía las referencias nadie más que para sí mismo—. ¿Qué tal va ese entrenamiento?
El trabajo impedía al hombre árbol socializar demasiado con sus compañeros de vivienda y aprovechaba cualquier ocasión que se le presentara para tratar de relacionarse de forma proactiva. Cultivar plantas estaba bien, pero lo que era conversación no daban mucha. Y con la próxima apertura del granero, la cantidad de charlas de Dirke con nadie fuera de aquel edificio se habían reducido demasiado drásticamente.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
21/03/16, 12:58 am
Al oír la pregunta del hombre árbol la varmana volvió a levantar la pata, esta vez para indicarle que esperase. Se bajó de la silla y se estiró de la manera usual de los felinos mientras iniciaba el proceso de cambio, unos cuantos segundos después ya no había un leopardo si no una chica varmana desnuda. Chica que recogió rápidamente la ropa del suelo poniéndose primero la camiseta. Se irguió y dejó que la mesa tapase la parte de abajo mientras se ponía los pantalones.
Una vez lista se dio la vuelta y sonrió al chico, buscó para escribir y compuso rápidamente una respuesta.
"Bien, lo cierto es que no podría pedir mejores maestros. Cada vez me cuesta menos transformarme aunque se me resiste parte, y con Sura voy mejorando. El otro día conseguí darle un zarpazo aunque yo creo que se dejó dar a propósito."
Varsai frunció levemente el ceño por ello pero pronto volvió a sonreír. Observó el aspecto del chico y se ruborizó suavemente. Reprendiéndose levemente hizo nota mental de no bajar la mirada más allá del pecho del chico.
"¿No te incomoda ir siempre desnudo? Tienes que pasar frío alguna vez ¿no?"
Una vez lista se dio la vuelta y sonrió al chico, buscó para escribir y compuso rápidamente una respuesta.
"Bien, lo cierto es que no podría pedir mejores maestros. Cada vez me cuesta menos transformarme aunque se me resiste parte, y con Sura voy mejorando. El otro día conseguí darle un zarpazo aunque yo creo que se dejó dar a propósito."
Varsai frunció levemente el ceño por ello pero pronto volvió a sonreír. Observó el aspecto del chico y se ruborizó suavemente. Reprendiéndose levemente hizo nota mental de no bajar la mirada más allá del pecho del chico.
"¿No te incomoda ir siempre desnudo? Tienes que pasar frío alguna vez ¿no?"
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
22/03/16, 03:18 am
Mientras la varmana se destransformaba, Dirke se dio la vuelta y se llenó una jarra de agua de dos litros para ir desayunándosela vaso a vaso. El sonido de Varsai escribiendo fue señal de que podía voltearse de nuevo y así lo hizo. El muchacho contempló la rapidez con la que escribía y, durante un segundo, una mueca triste se apoderó de su rostro y le borró la sonrisa. Ser impermeable a la magia rara vez era algo malo, pero en aquel momento se había dado cuenta de que ni la telepatía podría permitirle hablar con ella sin un lapiz y un papel de por medio.
La pena duró poco y, tras un sorbo de agua, volvió a su expresión habitual. Entornó los ojos para leer (el rocavarancolés escrito era lo que más le costaba) y varios segundos más tarde creyó haberlo entendido todo por fin.
—No creas —comenzó mintiendo piadosamente—. Sura no es de las quienes se dejan pegar —una carcajada puso el punto y final a esa frase tan mal traducida y dio paso a la siguiente, que tampoco estaba mucho mejor—. Aquí en la ciudad no hace frío, pero cuando salgo de mundos vinculados que sí, simplemente me arrugo —para que su explicación no fuera demasiado inentendible, el alemán alzó un brazo y lo recubrió de corteza brevemente—. Así.
>>¿Tú has pensado ya qué harás con todo esto? —el hombre árbol describió un arco sobre su cabeza, intentando hacerse comprender—. Ser ciudadano, la nueva situación, todo eso, ya sabes.
La pena duró poco y, tras un sorbo de agua, volvió a su expresión habitual. Entornó los ojos para leer (el rocavarancolés escrito era lo que más le costaba) y varios segundos más tarde creyó haberlo entendido todo por fin.
—No creas —comenzó mintiendo piadosamente—. Sura no es de las quienes se dejan pegar —una carcajada puso el punto y final a esa frase tan mal traducida y dio paso a la siguiente, que tampoco estaba mucho mejor—. Aquí en la ciudad no hace frío, pero cuando salgo de mundos vinculados que sí, simplemente me arrugo —para que su explicación no fuera demasiado inentendible, el alemán alzó un brazo y lo recubrió de corteza brevemente—. Así.
>>¿Tú has pensado ya qué harás con todo esto? —el hombre árbol describió un arco sobre su cabeza, intentando hacerse comprender—. Ser ciudadano, la nueva situación, todo eso, ya sabes.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
23/03/16, 12:40 am
Varsai se rió cuando el chico le mostró cómo se protegía del frío.
"Yo tengo suerte, mi transformación es resistente al frío y más cuando estoy en forma animal. Es lo que tiene que mi otra mitad sea un animal que vive en el Himalaya, esté donde esté ese sitio. Así que no creo que vuelva a tener frío nunca más." le escribió en respuesta con una sonrisa en los labios mientras escribía.
Con la pregunta del hombre árbol estuvo rato cavilando con un mechón de pelo metido en la boca, era una costumbre que había adquirido en la cosecha y aún no había conseguido quitársela.
"Lo estoy intentando. Si te soy sincera no sé muy bien qué hacer ahora, salvo por los entrenamientos para aprender a defenderme no tengo nada en mente. Me gustaría salir a visitar otros mundos pero aún no puedo. Me vendría bien un amuleto de comunicación telepática para no depender de la libreta y poder hablar con más libertad, pero no tengo ni dinero ni trabajo. Mis únicas habilidades son dibujar y tocar música y ahora mismo no me sirven de mucho para ganar algo de dinero." se quedó pensativa un momento y volvió a escribir.
"Me gustaría volver a mi mundo para visitar a mi familia aunque no me recuerden. Otro mundo al que quiero ir es a Libo pero en ambos sin un amuleto de comunicación estoy en las mismas que antes." se encogió de hombros.
"¿Tú has estado en muchos mundos? ¿Echas de menos algo del tuyo?"
"Yo tengo suerte, mi transformación es resistente al frío y más cuando estoy en forma animal. Es lo que tiene que mi otra mitad sea un animal que vive en el Himalaya, esté donde esté ese sitio. Así que no creo que vuelva a tener frío nunca más." le escribió en respuesta con una sonrisa en los labios mientras escribía.
Con la pregunta del hombre árbol estuvo rato cavilando con un mechón de pelo metido en la boca, era una costumbre que había adquirido en la cosecha y aún no había conseguido quitársela.
"Lo estoy intentando. Si te soy sincera no sé muy bien qué hacer ahora, salvo por los entrenamientos para aprender a defenderme no tengo nada en mente. Me gustaría salir a visitar otros mundos pero aún no puedo. Me vendría bien un amuleto de comunicación telepática para no depender de la libreta y poder hablar con más libertad, pero no tengo ni dinero ni trabajo. Mis únicas habilidades son dibujar y tocar música y ahora mismo no me sirven de mucho para ganar algo de dinero." se quedó pensativa un momento y volvió a escribir.
"Me gustaría volver a mi mundo para visitar a mi familia aunque no me recuerden. Otro mundo al que quiero ir es a Libo pero en ambos sin un amuleto de comunicación estoy en las mismas que antes." se encogió de hombros.
"¿Tú has estado en muchos mundos? ¿Echas de menos algo del tuyo?"
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
24/03/16, 02:12 pm
—Es lo mejor que puedes hacer para empezar —reconoció Dirke.
Saber defenderse era importante en Rocavarancolia. De momento no estaba pasando nada bélico, pero si algo tenía Rocavarancolia era mala fama y un historial de relaciones abusivas entre mundos.Y aun así, Dirke era plenamente consciente de que la defensa personal era necesaria incluso a nivel interno. Cualquier baldosa que pisaran en la ciudad podría contener a un monstruo a diferentes alturas en la escala del terror.
—Ten cuidado —le advirtió en esta ocasión. El alemán había torcido el gesto al hablar de la familia, probablemente uno de los temas con los cuales aún tenía una espina clavada—. Encontrarte con ellos puede ser doloroso.
Dirke había tomado en su momento la decisión de cortar los lazos con su familia. El hombre árbol no estaba preparado, ni lo estaría nunca, para volver a verlos. Había dejado de ser hijo de sus padres en el momento que salió la Luna. Los años en Colonia eran un borrón difuso, mientras que los meses que había pasado perdido en bosques de otros mundos habían marcado su existencia. Había crecido siendo un medio ent, mientras que sus padres eran solo humanos, y Dirke sentía la humanidad muy lejos de sí mismo. Una parte de él temía acercarse de nuevo a ella.
Por suerte, Varsai le evitó pensar demasiado en el tema.
—He viajado mucho —presumió como un niño pequeño—. Pero no suelo entrar a las ciudades, ahí no suelen tener el tipo de cosas que busco—bromeó—. Tu mundo es uno de mis preferidos por su vegetación. De hecho, hasta hace nada era yo su cosechador y creo que podría prestarte los amuletos necesarios para tu visita. Incluso guiarte si quieres.
Por qué no, unas vacaciones no venían mal nunca.
Saber defenderse era importante en Rocavarancolia. De momento no estaba pasando nada bélico, pero si algo tenía Rocavarancolia era mala fama y un historial de relaciones abusivas entre mundos.Y aun así, Dirke era plenamente consciente de que la defensa personal era necesaria incluso a nivel interno. Cualquier baldosa que pisaran en la ciudad podría contener a un monstruo a diferentes alturas en la escala del terror.
—Ten cuidado —le advirtió en esta ocasión. El alemán había torcido el gesto al hablar de la familia, probablemente uno de los temas con los cuales aún tenía una espina clavada—. Encontrarte con ellos puede ser doloroso.
Dirke había tomado en su momento la decisión de cortar los lazos con su familia. El hombre árbol no estaba preparado, ni lo estaría nunca, para volver a verlos. Había dejado de ser hijo de sus padres en el momento que salió la Luna. Los años en Colonia eran un borrón difuso, mientras que los meses que había pasado perdido en bosques de otros mundos habían marcado su existencia. Había crecido siendo un medio ent, mientras que sus padres eran solo humanos, y Dirke sentía la humanidad muy lejos de sí mismo. Una parte de él temía acercarse de nuevo a ella.
Por suerte, Varsai le evitó pensar demasiado en el tema.
—He viajado mucho —presumió como un niño pequeño—. Pero no suelo entrar a las ciudades, ahí no suelen tener el tipo de cosas que busco—bromeó—. Tu mundo es uno de mis preferidos por su vegetación. De hecho, hasta hace nada era yo su cosechador y creo que podría prestarte los amuletos necesarios para tu visita. Incluso guiarte si quieres.
Por qué no, unas vacaciones no venían mal nunca.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
27/03/16, 07:48 pm
Varsai sonrió agradecida al hombre árbol por su advertencia.
"Ya sé que va a doler, pero necesito despedirme para poder pasar página. Por todo lo que he pasado en la ciudad sé que no voy a volver a ser la misma persona que vino, también sé que no voy a volver a casa. Por eso necesito quitarme esa espina, por mucho que duela."
No es que la niña que era hubiese desaparecido, pero la ciudad la había cambiado. Ya no era tan soñadora como antes, no sonreía como antes. Las muertes acontecidas durante la cosecha se habían encargado de que así fuera.
Sacó su mente de aquel tema cuando el chico le habló. La niña se sorprendió cuando le dijo que había sido el cosechador de Varmania.
"Te estaría muy agradecida si lo hicieses. Si quieres cuando tengas unos días libres. Puedo enseñarte mi ciudad, es bonita en esta época del año. También podemos pasar por el bosque cercano donde me cosecharon. Estoy segura de que puedo cargar contigo parte del camino en mi otra forma, así avanzaríamos más rápido."
Sonrió pensando en su ciudad y en los lugares a los que solía ir antes de la ciudad.
"Ya sé que va a doler, pero necesito despedirme para poder pasar página. Por todo lo que he pasado en la ciudad sé que no voy a volver a ser la misma persona que vino, también sé que no voy a volver a casa. Por eso necesito quitarme esa espina, por mucho que duela."
No es que la niña que era hubiese desaparecido, pero la ciudad la había cambiado. Ya no era tan soñadora como antes, no sonreía como antes. Las muertes acontecidas durante la cosecha se habían encargado de que así fuera.
Sacó su mente de aquel tema cuando el chico le habló. La niña se sorprendió cuando le dijo que había sido el cosechador de Varmania.
"Te estaría muy agradecida si lo hicieses. Si quieres cuando tengas unos días libres. Puedo enseñarte mi ciudad, es bonita en esta época del año. También podemos pasar por el bosque cercano donde me cosecharon. Estoy segura de que puedo cargar contigo parte del camino en mi otra forma, así avanzaríamos más rápido."
Sonrió pensando en su ciudad y en los lugares a los que solía ir antes de la ciudad.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
30/03/16, 06:17 pm
—Oh... Eso lo entiendo —el hombre árbol se encogió de hombros antes de beberse de un trago un vaso colmado de agua. Dirke era más de dejar que el cactus se marchitara, en lugar de enfrentarse a las espinas, pero comprendía a las personas que no se podían permitir ese lujo—. No he cabalgado nunca sobre bestias, espero que el paseo no se converta en una comedia — Dirke soltó una carcajada antes de preguntar, ya más seriamente— ¿De dónde eras?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
11/05/16, 12:59 am
Varsai le sonrió al hombre árbol y volvió a escribir en su libreta para contestar.
"No te preocupes, sólo tienes que agarrarte bien para no caer y si se convierte en una comedia nos reiremos y tendremos algo que contar a nuestra vuelta."
Se imaginó al chico cayendo de su lomo durante la carrera y su sonrisa se acentuó, no porque quisiese que se hiciera daño, sino por lo cómico de la caída. Luego pensó que quizá se hiciese daño y esa sonrisa se vio muy atenuada.
"Soy de una ciudad del sur, bastante al sur. Casi siempre hay nieve salvo en verano y hay cascadas preciosas con el deshielo. Pero una imagen vale mucho más que mis palabras, debes verlo por ti mismo."
Volvió a sonreírle y siguió con su comida escribiendo cuando el chico hacía alguna pregunta. Quedaron en hacer planes y un mes más tarde Varsai salió rumbo a los portales al lado de Ramas.
Durante ese mes Varsai buscó un trabajo en el mercado y encontró uno que básicamente consistía en cargar cosas de un lado para otro. Aprovechó el trabajo para familiarizarse con los cambios a medias, usaba toda la fuerza como animal que podía, una fuerza que ayudaba a que las cargas resultasen más ligeras.
Con su paga Varsai compró una mochila grande, tela para un vestido y un vestido de aspecto varmano que evidentemente no era nuevo. Con aquello la niña estaba más que satisfecha, la tela se la entregó a Twix pidiéndole que le hiciera un vestido pero asegunrándole que no había prisa.
Al salir de la sede estaba nerviosa, nervios que le duraron hasta casi llegar a los portales. Por fin iba a volver a ver su mundo y a sus hermanos, aunque a ellos fuera por última vez. Dentro de la mochilla llevaba el vestido bien doblado, mudas de ropa y comida que si racionaba duraría unos días. Si la comida escaseaba siempre podía salir a cazar algo.
Sigue en Varmania.
"No te preocupes, sólo tienes que agarrarte bien para no caer y si se convierte en una comedia nos reiremos y tendremos algo que contar a nuestra vuelta."
Se imaginó al chico cayendo de su lomo durante la carrera y su sonrisa se acentuó, no porque quisiese que se hiciera daño, sino por lo cómico de la caída. Luego pensó que quizá se hiciese daño y esa sonrisa se vio muy atenuada.
"Soy de una ciudad del sur, bastante al sur. Casi siempre hay nieve salvo en verano y hay cascadas preciosas con el deshielo. Pero una imagen vale mucho más que mis palabras, debes verlo por ti mismo."
Volvió a sonreírle y siguió con su comida escribiendo cuando el chico hacía alguna pregunta. Quedaron en hacer planes y un mes más tarde Varsai salió rumbo a los portales al lado de Ramas.
Durante ese mes Varsai buscó un trabajo en el mercado y encontró uno que básicamente consistía en cargar cosas de un lado para otro. Aprovechó el trabajo para familiarizarse con los cambios a medias, usaba toda la fuerza como animal que podía, una fuerza que ayudaba a que las cargas resultasen más ligeras.
Con su paga Varsai compró una mochila grande, tela para un vestido y un vestido de aspecto varmano que evidentemente no era nuevo. Con aquello la niña estaba más que satisfecha, la tela se la entregó a Twix pidiéndole que le hiciera un vestido pero asegunrándole que no había prisa.
Al salir de la sede estaba nerviosa, nervios que le duraron hasta casi llegar a los portales. Por fin iba a volver a ver su mundo y a sus hermanos, aunque a ellos fuera por última vez. Dentro de la mochilla llevaba el vestido bien doblado, mudas de ropa y comida que si racionaba duraría unos días. Si la comida escaseaba siempre podía salir a cazar algo.
Sigue en Varmania.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
19/05/16, 03:39 am
Salto de Kin:
La experiencia que tuvo Kin en Dryfus logró que cambiase de parecer de forma mucho más efectiva que cualquier libro o cualquier consejo. Pero que estuviese convencido de cambiar el uso que daba a su transformación no quería decir que fuese sencillo hacerlo. Sabía que su electricidad podía salvarle el trasero en ocasiones en que la magia no sería suficiente, pero al principio sus intentos de dominarlo fueron esencialmente frustrantes. No podía dejar de darle vueltas a las posibilidades para anestesiar el dolor, pero entre todo lo que se le ocurría no había ninguna solución que estuviese en su mano. En cambio, tuvo que tomárselo con calma, aumentando sus reservas poco a poco, rindiéndose por el camino y volviendo a empezar.
Con el paso del tiempo, y dejando de lado incidentes como una ocasión en que, por ir poco cargado, reanimó a una bestia en vez de dejarla fuera de combate, fue logrando combinar de forma efectiva sus descargas con la fuerza en combate. Para ello decidió probar más armas, decantándose finalmente por un viejo guan dao de la sede, cuyo mango de madera envolvió en un alambre para que transmitiese la electricidad hasta la punta. Como se parecía al arma de Keiria fue con ella con quien más entrenó su uso, aunque no la única. Todos los consejos que pudiese recibir, viniesen de personas o libros, eran bienvenidos.
También, dado que sus implantes no estaban adaptados para su transformación, hizo unas protecciones que los recubriesen cuando había riesgo de que le pudiese caer un rayo encima –cosa que no iba a ser muy infrecuente, a juzgar por las nubes que se creaban sobre la sede de los taumaturgos de vez en cuando– utilizando una funda térmica. Tan solo necesitaba recortar los brazos, ya que en Rocavarancolia era imposible llevar una puesta, pero al menos creía que podía cumplir la función de desviar la electricidad hacia su piel.
Por lo demás, su rutina no cambió demasiado. A sus estudios y prácticas habituales añadió el interés en lo más básico de las runas, que estudió junto a Archi en Serpentaria. No necesitaba aprender nada fuera de lo básico porque, de todos modos, tampoco podría utilizarlo por sí mismo. Solo quería comprender el funcionamiento, pero para Kin no resultaba sencillo profundizar en lenguajes lógicos para programar aquellas runas porque eran algo en lo que nunca antes había mostrado interés.
Para cuando salió la Luna parecía una persona un poco diferente. En lo que a él respectaba, ahora al menos sí podía hacerse llamar un demonio raigaurum. Y La Luna le sentó bien. No era consciente de hasta qué punto la había añorado en el cielo hasta que estuvo de nuevo allí. Pero lo mejor que vino con la Luna fue sin duda el regreso de Lara, o mejor dicho, Saria, nombre que al principio le costaba pronunciar a la primera. Para Kin era un alivio tenerla de vuelta en Serpentaria, y era un alivio que pareciese que el tiempo le había permitido dejar de pensar en su pérdida de forma continua. A veces no sabía de qué podía hablar con ella, pero intentaba hacerlo siempre que podía, al visitar la torre.
Su día a día era bastante monótono, y en ese sentido lo animó que Archi se pusiese en marcha para empezar a buscar dónde asentarse. En el fondo le daba envidia que tuviese un proyecto entre manos, algo que hacer, pero mientras le echase una mano al menos podría sentirse útil. Y aunque no supiese qué hacer con su vida, el raigaurum tenía la sensación de que, como mínimo, había algo que tenía que hacer antes de nada. Tenía que ver con Irraria y con las explicaciones que debía. No se había podido quitar de la cabeza los mensajes que había leído en su ordenador el día que había acompañado a Archi a aquella clínica. Sabía que no por posponer el hablar con su la gente de su pasado iba a desaparecer el hecho de que necesitaba hacerlo para tener la conciencia en paz. También porque los echaba de menos. No creía que pudiese ni debiese olvidarles sin más, pero su vieja y su nueva vida eran como el agua y el aceite.
Así fue como llegó a la conclusión de que debía visitarlos al menos una vez. Lo que no le apetecía era vérselas con su padre, pero tenía que ignorar aquella parte si no quería echarse atrás. La planificación de la incursión lo llevó a necesitar consejo de Keiria, cuya especialidad era indispensable para mostrarse como él mismo, sin rasgos de raigaurum, ante su familia y amigos. Cuando le preguntó a la kitsune qué podía hacer, fue ella misma se ofreció a acompañarlo. Kin no quería involucrarla ni arrastrarla a un viaje largo y pesado, pero por otra parte debió admitir que la compañía podía hacer el viaje muchísimo más ameno.
Finalmente acordaron que visitarían Irraria juntos. El irrense le prometió a Keiria que le enseñaría todas las cosas buenas que pudiese de su mundo natal y, aunque solo le dijo que la compensaría por su ayuda, tenía en mente hacerle un regalo a mayores.
La fecha se fijó para el día en que la nueva cosecha despertaría en las mazmorras. Saldrían por la mañana de Rocavarancolia, llevando los dos amuletos de idioma que les había facilitado Skarog hacía tiempo, además del que camuflaría el aspecto de Kin cuando no estuviese entre gente de confianza. Mientras caminaban hacia la explanada de los portales el raigaurum era muy consciente de lo realmente nervioso que estaba.
Sigue en Irraria.
- Spoiler:
- Temporalmente abarca desde la incursión a Dryfus (bastante antes de la Luna) hasta la cosecha. Los últimos roleos iban todos dentro de este rango de tiempo.
La experiencia que tuvo Kin en Dryfus logró que cambiase de parecer de forma mucho más efectiva que cualquier libro o cualquier consejo. Pero que estuviese convencido de cambiar el uso que daba a su transformación no quería decir que fuese sencillo hacerlo. Sabía que su electricidad podía salvarle el trasero en ocasiones en que la magia no sería suficiente, pero al principio sus intentos de dominarlo fueron esencialmente frustrantes. No podía dejar de darle vueltas a las posibilidades para anestesiar el dolor, pero entre todo lo que se le ocurría no había ninguna solución que estuviese en su mano. En cambio, tuvo que tomárselo con calma, aumentando sus reservas poco a poco, rindiéndose por el camino y volviendo a empezar.
Con el paso del tiempo, y dejando de lado incidentes como una ocasión en que, por ir poco cargado, reanimó a una bestia en vez de dejarla fuera de combate, fue logrando combinar de forma efectiva sus descargas con la fuerza en combate. Para ello decidió probar más armas, decantándose finalmente por un viejo guan dao de la sede, cuyo mango de madera envolvió en un alambre para que transmitiese la electricidad hasta la punta. Como se parecía al arma de Keiria fue con ella con quien más entrenó su uso, aunque no la única. Todos los consejos que pudiese recibir, viniesen de personas o libros, eran bienvenidos.
También, dado que sus implantes no estaban adaptados para su transformación, hizo unas protecciones que los recubriesen cuando había riesgo de que le pudiese caer un rayo encima –cosa que no iba a ser muy infrecuente, a juzgar por las nubes que se creaban sobre la sede de los taumaturgos de vez en cuando– utilizando una funda térmica. Tan solo necesitaba recortar los brazos, ya que en Rocavarancolia era imposible llevar una puesta, pero al menos creía que podía cumplir la función de desviar la electricidad hacia su piel.
Por lo demás, su rutina no cambió demasiado. A sus estudios y prácticas habituales añadió el interés en lo más básico de las runas, que estudió junto a Archi en Serpentaria. No necesitaba aprender nada fuera de lo básico porque, de todos modos, tampoco podría utilizarlo por sí mismo. Solo quería comprender el funcionamiento, pero para Kin no resultaba sencillo profundizar en lenguajes lógicos para programar aquellas runas porque eran algo en lo que nunca antes había mostrado interés.
Para cuando salió la Luna parecía una persona un poco diferente. En lo que a él respectaba, ahora al menos sí podía hacerse llamar un demonio raigaurum. Y La Luna le sentó bien. No era consciente de hasta qué punto la había añorado en el cielo hasta que estuvo de nuevo allí. Pero lo mejor que vino con la Luna fue sin duda el regreso de Lara, o mejor dicho, Saria, nombre que al principio le costaba pronunciar a la primera. Para Kin era un alivio tenerla de vuelta en Serpentaria, y era un alivio que pareciese que el tiempo le había permitido dejar de pensar en su pérdida de forma continua. A veces no sabía de qué podía hablar con ella, pero intentaba hacerlo siempre que podía, al visitar la torre.
Su día a día era bastante monótono, y en ese sentido lo animó que Archi se pusiese en marcha para empezar a buscar dónde asentarse. En el fondo le daba envidia que tuviese un proyecto entre manos, algo que hacer, pero mientras le echase una mano al menos podría sentirse útil. Y aunque no supiese qué hacer con su vida, el raigaurum tenía la sensación de que, como mínimo, había algo que tenía que hacer antes de nada. Tenía que ver con Irraria y con las explicaciones que debía. No se había podido quitar de la cabeza los mensajes que había leído en su ordenador el día que había acompañado a Archi a aquella clínica. Sabía que no por posponer el hablar con su la gente de su pasado iba a desaparecer el hecho de que necesitaba hacerlo para tener la conciencia en paz. También porque los echaba de menos. No creía que pudiese ni debiese olvidarles sin más, pero su vieja y su nueva vida eran como el agua y el aceite.
Así fue como llegó a la conclusión de que debía visitarlos al menos una vez. Lo que no le apetecía era vérselas con su padre, pero tenía que ignorar aquella parte si no quería echarse atrás. La planificación de la incursión lo llevó a necesitar consejo de Keiria, cuya especialidad era indispensable para mostrarse como él mismo, sin rasgos de raigaurum, ante su familia y amigos. Cuando le preguntó a la kitsune qué podía hacer, fue ella misma se ofreció a acompañarlo. Kin no quería involucrarla ni arrastrarla a un viaje largo y pesado, pero por otra parte debió admitir que la compañía podía hacer el viaje muchísimo más ameno.
Finalmente acordaron que visitarían Irraria juntos. El irrense le prometió a Keiria que le enseñaría todas las cosas buenas que pudiese de su mundo natal y, aunque solo le dijo que la compensaría por su ayuda, tenía en mente hacerle un regalo a mayores.
La fecha se fijó para el día en que la nueva cosecha despertaría en las mazmorras. Saldrían por la mañana de Rocavarancolia, llevando los dos amuletos de idioma que les había facilitado Skarog hacía tiempo, además del que camuflaría el aspecto de Kin cuando no estuviese entre gente de confianza. Mientras caminaban hacia la explanada de los portales el raigaurum era muy consciente de lo realmente nervioso que estaba.
Sigue en Irraria.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
22/05/16, 06:53 pm
- Salto de Dhelian:
- Transcurre desde la Luna Roja hasta Sanheim de la séptima cosecha.
Durante ese tiempo antes de la luna roja su trabajo con las estirges fue mejorando mejorado, así como aumento el número de estas de forma considerable, motivo por el adaptó un pequeño edificio cercano al torreón para usarlo de pajarera que empezaría a proteger en cuanto pudiera. También lidio con el asunto de sus entrenamientos para controlar su fuerza física, siguiendo sus entrenamientos con Sobras, sin abandonar ni la practicas con magia, ni el estudio de runas cada vez que tenía algo de tiempo.
Para cuando llegó la Luna Roja y la bienvenida a la nueva cosecha, la esa base de su transformación estaba siendo trabajada y Dhelian se sentía tranquilo y por fin preparado para lo que su grupo llevaban planeando desde que aun eran meros cosechados: visitar uno de sus mundos.
El primer mundo escogido, pues pensaban visitar todos si podían, fue Varmania. El brugho acepto con la ilusión de la aventura cuando sus compañeras propusieron por fin el primer viaje y con ello se inicio todas las preparaciones que debían realizar, que no eran pocas. Había requisito que cumplir para poder viajar, entre ellos el aspecto físico, y ninguno de ellos cumplía las características mínima, no ahora que la única real varmana del grupo portaba su cabeza en una bolsa. No quedaba de otra que ponerse manos a la obra.
Dividiéndose el trabajo pensaban agilizar la cosa, y Dhelian se sumo con Alice a la parte mas complicada a sus ojos, hacerse con los amuletos del idioma. Con Sura y Ozz encargados de las ilusiones para lidiar con sus peculiares aspectos, ellos solo debían concentrarse en el idioma y gracias a Skarog tuvieron una importante guiá para comenzar.
Costó convencer a Dama Puente de tomarlos como "aprendices" , pero lo lograron tras mucho insistir. Aun así aprender a hacer un un amuleto con el idioma resulto ser mucho mas complicado de lo imaginado, sabia que no iba a ser fácil desde luego, pero ver como cada día usaba prácticamente la mitad de este en aquello sin aparente éxito, dejaba mas que claro porque era tan condenadamente caro aprender un idioma.
Cuando por fin todo el trabajo dio ciertos frutos casi no se lo creyó. Consiguieron hacer sus propios amuletos y ahora tenían una importante base con la que comenzar en el caso de que en el futuro quisiera realizar alguno mas con otro idioma diferente, simplemente para uso personal.
Teniendo la parte de los amuletos cumplida pudo relajarse un poco, a la espera de ver el resultado del trabajo de Sura y Ozz. Intento trabajar un poco con las runas, siguiendo la pauta que había iniciado poco después de su transformación con el fin de poner ciertas protecciones en la pajarera. Las estirges podrían proteger sola su nido si alguien se le ocurría la genial idea de invadirlo, pero tener un pequeño extra que consiguiera ahuyentar a los interesados nunca estaba de mas. Aunque fuera un mero susto bastaría en inicio, hasta que consiguiera perfeccionar aquel arte.
Y cuando no estaba ultimando detalles del amuleto, pues eran varios los que debían hacer entre Alice y el, ni liado con la pajarera o la búsqueda de comida, iba al burdel con Sobras. Durante aquel tiempo intento no faltar a los entrenamientos y a veces simplemente iba a visitarla si otro interés mas que el hablar un poco con ella. Se sentía cercano, tal vez porque aunque fuera a medias, compartía una misma transformación con problemas similares.
En una de sus tantas idas y cuando ya parecían tener casi todo listo para el viaje, se lo comento a Sobras mientras la ayudaba un poco en la cocina mientras desayunaban. A esas alturas ya había conocido, sino a todos, a la mayoría de los que vivían en el burdel, por lo que tenia cierta confianza al hablar y mencionar su viaje a Varmanía.
La mención de Varmania pareció despertar cierto interés en Wheem. Las recomendaciones de lugares donde ir a pasar el rato y bailar, atrajo cierto interés en el brugho, cuya ultima fiesta a la que había asistido se lo había pasado realmente genial, a pesar del incidente de la estirge. Pensó en decirle que podría ir con ellos, ya que aprecia conocer bastante bien Varmania y entre el y Marsi tendrían perfectos guías, pero no llegó a decirlo. Aquella era una salida del grupo de amigos y tenían pensado estar varios allá, cosa que dudaba fuera a hacerle gracia a Cain o al propio Wheem. Eso sin contar que no tenia claro como se tomaría eso sus propios amigos.
A pesar de sus intenciones se callo, tendría que comentarlo primero a los demás para saber que dirían y así poder decirle al varmano, ya fuese que decidiera aceptar o no. Sus compañeros no pudieron muchas pegas así que en cuanto pudo y sabiendo ya cuando pensaban ir a la excursión, fue a invitar a Wheem esperando que aceptara y no fuera a tener problemas con Cain.
Con todo eso listo ya solo quedaba hacerle llegar sus respectivos talismanes a cada uno, así que mientras Alice se disponía a dárselo a Ozz, Dhelian fue hasta la Sede para entregársela a sus compañeras.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/07/16, 11:54 pm
Devoss confirmó sus sospechas, y se alegró por él. Tras la salida de la Luna todos estaban en una situación diferente a la conocida hasta ahora, tener un lugar por el que comenzar, o mejor dicho, alguien a quien encontrar, era sencillamente fantástico.
-Quizás- contestó breve, el holandés había expresado en voz alta sus propias dudas y las hacía tomar forma como su peor pesadilla, a veces Ruth se preguntaba si no le leía la mente- ojalá- volvió a decir- aunque no sé si quiero conocer a más gente de la ciudad, ya sabes, por cómo nos ha ido hasta ahora- la israelita clavó la mirada en los ojos oscuros del licántropo- tampoco es que tengamos otra opción de todas formas, me retiro a mi cuarto, estoy allí para lo que sea.- y despidiéndose con un gesto de la mano la chica regresó a su habitación
Al día siguiente ambos partieron de la Sede en busca de lo que tanto habían pospuesto, a Ruth le sorprendió las sensaciones que le Biblioteca le transmitió, aunque ella no se considerara así era una ciudadana de pura cepa, lo quisiera o no miraba a la ciudad con otros ojos, y volver a un lugar visitado en sus tiempos de cosechada se le antojaba extraño. De todas formas no se demoraron demasiado y en poco tiempo la muchacha encontró un libro de magia adecuado para ella, en este caso tomó uno pesado de hojas amarillentas y una cubierta dura y aterciopelada, la tapa era de un tono grisáceo oscuro, casi aburrido. No buscó nada referente a ella misma, nada de su transformación pues tenía claro que iba a ir a lo fácil, a lo que ya conocía, mientras estuviera en la Sede no le haría demasiada falta controlar su temperatura así que se conformaba con ampliar su listado de hechizos, si acaso poner más empeños en los ignifugos. Además, nunca se lo confesaría a nadie, pero tenía demasiado miedo de lo que pudiese encontrar, hacerle frente a eso ahora que tenía miles de excusas para encauzarse en otras cosas era innecesario. Se haría fuerte, y luego... “ya veremos”.
Un par de días pasaron y Ruth a penas los notó pues con rara frecuencia salía de su habitación, se limitaba a hacer excursiones furtivas de su cuarto a la cocina casi sin cruzarse a nadie si podía y luego volvía para seguir practicando. Lo primero que notó cuando formulaba hechizos es que no se le resistían a penas, al menos los que tenían el mismo nivel que los usados cuando la Luna áun no brillaba en el cielo. Ahora los llevaba con mayor naturalidad, no tenía que forzarlos tantos, era capaz de levantar un baúl en el aire y moverlo grácilmente, y su herida en la cabeza había desaparecido totalmente con un hechizo curativo. Sentía el flujo del astro rojo correr por sus venas, le hacía sentir más poderosa y más segura, así que no se sorprendió cuando más hechizos menores fueron pasando en poco tiempo a sus filas. Por supuesto que se cansaba, se agotaba de la misma forma, con esas naúseas tan desagradables que le removían el estómago, pero tardaba mucho más en hacerlo. Más incluso que Irianna o Sigrún cuando vivían en Letargo.
Esa mañana se descubrió realizando un hechizo de levitación sobre sí misma, se elevó un palmo del suelo casi de inmediato pero una vez en el aire le costó mantener el equilibrio. Danzaba hacia los lados de manera involuntaria, rozando la pared levemente con los dedos, se elevó solo un poco más hasta alcanzar un metro de diferencia con el suelo, segundos más tardes cayó pesadamente sobre su cama, algo exhausta. Para reponer fuerzas se encaminó a desayunar cuando al abrir la puerta se topó de nuevo con el holandés.
-Ey- le dijo apoyada en la puerta- buenos días.
-Quizás- contestó breve, el holandés había expresado en voz alta sus propias dudas y las hacía tomar forma como su peor pesadilla, a veces Ruth se preguntaba si no le leía la mente- ojalá- volvió a decir- aunque no sé si quiero conocer a más gente de la ciudad, ya sabes, por cómo nos ha ido hasta ahora- la israelita clavó la mirada en los ojos oscuros del licántropo- tampoco es que tengamos otra opción de todas formas, me retiro a mi cuarto, estoy allí para lo que sea.- y despidiéndose con un gesto de la mano la chica regresó a su habitación
Al día siguiente ambos partieron de la Sede en busca de lo que tanto habían pospuesto, a Ruth le sorprendió las sensaciones que le Biblioteca le transmitió, aunque ella no se considerara así era una ciudadana de pura cepa, lo quisiera o no miraba a la ciudad con otros ojos, y volver a un lugar visitado en sus tiempos de cosechada se le antojaba extraño. De todas formas no se demoraron demasiado y en poco tiempo la muchacha encontró un libro de magia adecuado para ella, en este caso tomó uno pesado de hojas amarillentas y una cubierta dura y aterciopelada, la tapa era de un tono grisáceo oscuro, casi aburrido. No buscó nada referente a ella misma, nada de su transformación pues tenía claro que iba a ir a lo fácil, a lo que ya conocía, mientras estuviera en la Sede no le haría demasiada falta controlar su temperatura así que se conformaba con ampliar su listado de hechizos, si acaso poner más empeños en los ignifugos. Además, nunca se lo confesaría a nadie, pero tenía demasiado miedo de lo que pudiese encontrar, hacerle frente a eso ahora que tenía miles de excusas para encauzarse en otras cosas era innecesario. Se haría fuerte, y luego... “ya veremos”.
Un par de días pasaron y Ruth a penas los notó pues con rara frecuencia salía de su habitación, se limitaba a hacer excursiones furtivas de su cuarto a la cocina casi sin cruzarse a nadie si podía y luego volvía para seguir practicando. Lo primero que notó cuando formulaba hechizos es que no se le resistían a penas, al menos los que tenían el mismo nivel que los usados cuando la Luna áun no brillaba en el cielo. Ahora los llevaba con mayor naturalidad, no tenía que forzarlos tantos, era capaz de levantar un baúl en el aire y moverlo grácilmente, y su herida en la cabeza había desaparecido totalmente con un hechizo curativo. Sentía el flujo del astro rojo correr por sus venas, le hacía sentir más poderosa y más segura, así que no se sorprendió cuando más hechizos menores fueron pasando en poco tiempo a sus filas. Por supuesto que se cansaba, se agotaba de la misma forma, con esas naúseas tan desagradables que le removían el estómago, pero tardaba mucho más en hacerlo. Más incluso que Irianna o Sigrún cuando vivían en Letargo.
Esa mañana se descubrió realizando un hechizo de levitación sobre sí misma, se elevó un palmo del suelo casi de inmediato pero una vez en el aire le costó mantener el equilibrio. Danzaba hacia los lados de manera involuntaria, rozando la pared levemente con los dedos, se elevó solo un poco más hasta alcanzar un metro de diferencia con el suelo, segundos más tardes cayó pesadamente sobre su cama, algo exhausta. Para reponer fuerzas se encaminó a desayunar cuando al abrir la puerta se topó de nuevo con el holandés.
-Ey- le dijo apoyada en la puerta- buenos días.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
08/07/16, 01:29 am
El holandés asintió mientras escuchaba a su amiga, daba gusto hablar con alguien y no sentirse solo en aquella ciudad. Devoss no pudo evitar sentir una pizca de remordimiento por no haber entablado más amistad con sus compañeros. <<Bueno, no es que se hayan muerto>>. Pensó el humano. -Bueno, eso es cierto, aunque la mayoría de los problemas lo han ocasionado compañeros de torreón. Seguro que la mayoría son como nosotros, nos hicieron una fiesta sorpresa y todo.- Le recordó a la demonio. -Okey, ya nos veremos.- Le dijo como respuesta a la chica.
De camino a su cuarto no pudo evitar pensar qué estarían haciendo sus compañeros en ese momento.<<Quizá no sea mala idea una quedada para ponernos al día>>. Cuando amaneció decidieron ir a la biblioteca en busca de información, toda ayuda era bienvenida y especialmente con sus problemas de transformación. Aún no entendía el motivo de su dificultad ante la facilidad de Varsai. A lo mejor se debía por la altura o la edad, o simplemente era más habilidosa que él.
Para cuando llegaron allí Devoss se alegró de notar el olor a viejo, polvo y libro. Era una sensación bienvenida y aunque el licántropo no era muy fan de la lectura le recordaba a tiempos mejores donde aún no había muerto nadie. Buscó lo que fuera que le aportara una ayuda a su problema, sin embargo no encontró nada por muchas vueltas que dio.<<Maldita sea...¿Nadie ha escrito sobre mí?>>
Se limitó a explorar mientras Ruth buscaba libros de hechizos, debía aprovechar y echar un vistazo general ya que la última vez no había tenido la oportunidad. Su curiosos ojos se posaron en textos que hablaban desde nigromancia hasta la misma historia de Rocavarancolia cuando al final su amiga encontró lo que quería y acordaron marcharse.
Pasó un par de dias, mientras que Devoss intentaba sin descanso transformarse otra vez en tigre. Se había prometido salir del cuarto solo para comer, y ni aún así frecuentaba mucho la cocina. El chico estaba empeñado en conseguirlo y sentir útil su transformación. No fue hasta el segundo día cuando percibió un cambio, leve y apenas detectable. Había estado pensando en lo que había sentido el día de la Luna, como la parte animal había nacido en alguna parte de su mente para tomar el control, recordó su felicidad cuando corría por las calles a cuatro patas y solo entonces notó el cambio. Su oído se había adaptado para escuchar mejor y percibió como alguien recitaba unas palabras, adivinado que era la israelita entrenado en su cuarto a varios metros de distancia. Sonrió al ver por fin algunos progresos y aunque tenía miedo por si volvía a sentir dolor quiso continuar.
Los cambios que vinieron no fueron físicos, sus sentidos empezaron a cambiar muy lentamente, terminando primero el oido y empezando por el resto. Podía ver con más precisión, los detalles de los muebles, los pliegues de las sábanas... Su olfato no tardó en desarrollarse, consiguiendo captar los diferentes aromas, hedores y perfumes de los cuartos de alrededor. Fue entonces cuando sintió como su brazo se empezaba a tensar destrozando la manga derecha de su camiseta, de sus dedos empezaron a salir unas largas uñas y su mano se ensanchó poco a poco.
Su frente estaba cubierta de infinitas perlas de sudor que resbalaban y se deslizaban por su cuello. Y aunque el chico estaba cansado se alegraba de no sentir dolor y así observar el proceso. El vello de su brazo empezó a desaparecer siendo sustituido por otro al princio más claro y fino, pero que luego se tornó de un color anaranjado, blanco y más denso. Las primeras rayas negras estaban surgiendo cuando renació una emoción que solo había vivido aquella noche en las calles de la ciudad. Era más débil ya que la transformación no estaba completada, pero era la misma. La sensación de que era invencible y de que podía hacer cualquier cosa.
El pelaje anaranjado solo cubrió su cuerpo desde la mano derecha hasta el cuello de ese lateral. <<Bueno, es un principio>> Sus instintos animales estaban a flor de piel, y aunque no tenía ganas de matar a nadie no se engañaba. <<Probablemente se debe a que no soy un tigre entero>>. El problema vino cuando no supo como revertirlo, por lo que optó por la estrategia más sencilla a la vez que se dejaba caer rendido en la cama. Decidió dormirse y esperar a que por la mañana hubiera cambiado el aspecto como la última vez. No se equivocó, y cuando miró su extremidad la descubrió totalmente normal, con su corriente tonalidad blanca.
<<Creo que es hora de contárselo a Ruth>> Se dijo mientras salía al pasillo con la misma ropa. La encontró saliendo de su cuarto y casi no la dejó terminar su frase, interrumpiéndola hablándole rápido.-Buenos dias a ti también, tengo que contarte algunas cosas.¿Podemos entrar?-.
De camino a su cuarto no pudo evitar pensar qué estarían haciendo sus compañeros en ese momento.<<Quizá no sea mala idea una quedada para ponernos al día>>. Cuando amaneció decidieron ir a la biblioteca en busca de información, toda ayuda era bienvenida y especialmente con sus problemas de transformación. Aún no entendía el motivo de su dificultad ante la facilidad de Varsai. A lo mejor se debía por la altura o la edad, o simplemente era más habilidosa que él.
Para cuando llegaron allí Devoss se alegró de notar el olor a viejo, polvo y libro. Era una sensación bienvenida y aunque el licántropo no era muy fan de la lectura le recordaba a tiempos mejores donde aún no había muerto nadie. Buscó lo que fuera que le aportara una ayuda a su problema, sin embargo no encontró nada por muchas vueltas que dio.<<Maldita sea...¿Nadie ha escrito sobre mí?>>
Se limitó a explorar mientras Ruth buscaba libros de hechizos, debía aprovechar y echar un vistazo general ya que la última vez no había tenido la oportunidad. Su curiosos ojos se posaron en textos que hablaban desde nigromancia hasta la misma historia de Rocavarancolia cuando al final su amiga encontró lo que quería y acordaron marcharse.
Pasó un par de dias, mientras que Devoss intentaba sin descanso transformarse otra vez en tigre. Se había prometido salir del cuarto solo para comer, y ni aún así frecuentaba mucho la cocina. El chico estaba empeñado en conseguirlo y sentir útil su transformación. No fue hasta el segundo día cuando percibió un cambio, leve y apenas detectable. Había estado pensando en lo que había sentido el día de la Luna, como la parte animal había nacido en alguna parte de su mente para tomar el control, recordó su felicidad cuando corría por las calles a cuatro patas y solo entonces notó el cambio. Su oído se había adaptado para escuchar mejor y percibió como alguien recitaba unas palabras, adivinado que era la israelita entrenado en su cuarto a varios metros de distancia. Sonrió al ver por fin algunos progresos y aunque tenía miedo por si volvía a sentir dolor quiso continuar.
Los cambios que vinieron no fueron físicos, sus sentidos empezaron a cambiar muy lentamente, terminando primero el oido y empezando por el resto. Podía ver con más precisión, los detalles de los muebles, los pliegues de las sábanas... Su olfato no tardó en desarrollarse, consiguiendo captar los diferentes aromas, hedores y perfumes de los cuartos de alrededor. Fue entonces cuando sintió como su brazo se empezaba a tensar destrozando la manga derecha de su camiseta, de sus dedos empezaron a salir unas largas uñas y su mano se ensanchó poco a poco.
Su frente estaba cubierta de infinitas perlas de sudor que resbalaban y se deslizaban por su cuello. Y aunque el chico estaba cansado se alegraba de no sentir dolor y así observar el proceso. El vello de su brazo empezó a desaparecer siendo sustituido por otro al princio más claro y fino, pero que luego se tornó de un color anaranjado, blanco y más denso. Las primeras rayas negras estaban surgiendo cuando renació una emoción que solo había vivido aquella noche en las calles de la ciudad. Era más débil ya que la transformación no estaba completada, pero era la misma. La sensación de que era invencible y de que podía hacer cualquier cosa.
El pelaje anaranjado solo cubrió su cuerpo desde la mano derecha hasta el cuello de ese lateral. <<Bueno, es un principio>> Sus instintos animales estaban a flor de piel, y aunque no tenía ganas de matar a nadie no se engañaba. <<Probablemente se debe a que no soy un tigre entero>>. El problema vino cuando no supo como revertirlo, por lo que optó por la estrategia más sencilla a la vez que se dejaba caer rendido en la cama. Decidió dormirse y esperar a que por la mañana hubiera cambiado el aspecto como la última vez. No se equivocó, y cuando miró su extremidad la descubrió totalmente normal, con su corriente tonalidad blanca.
<<Creo que es hora de contárselo a Ruth>> Se dijo mientras salía al pasillo con la misma ropa. La encontró saliendo de su cuarto y casi no la dejó terminar su frase, interrumpiéndola hablándole rápido.-Buenos dias a ti también, tengo que contarte algunas cosas.¿Podemos entrar?-.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
08/07/16, 02:38 pm
El licántropo la detuvo casi pisándole las palabras y Ruth ladeó la cabeza confusa para un instante más tarde asentir como respuesta afirmativa.
-Claro- le indicó abriendo la puerta y señalando al interior- puedes pasar siempre, pero llama- le recordó, que tocasen a la puerta era algo que mantendría aunque permaneciese en Rocavarancolia, odiaba que Imre se paseara por su habitación sin permiso, y que su madre le riñese por tenerlo todo desordenado. Agradeció en silencio que no había permanecido lo suficiente en la Sede como para tener un caos por dormitorio, así no le daría malas impresiones a nadie, especialmente al holandés, que sería el primero en pasar.
Extrañada cerró la puerta tras Devoss y se sentó en su cama, plegando las rodillas contra su barbilla.
-¿Pasa algo malo?- aunque la pregunta era estúpida, no hacía falta ser muy listo para adivinar que el chico estaba más que contento, Ruth esbozó media sonrisa por ello- lo siento... es la costumbre, adelante, dispara, ah... - dijo haciéndose distraída una trenza con manos hábiles- se me olvidaba, puedes sentarte si quieres.
-Claro- le indicó abriendo la puerta y señalando al interior- puedes pasar siempre, pero llama- le recordó, que tocasen a la puerta era algo que mantendría aunque permaneciese en Rocavarancolia, odiaba que Imre se paseara por su habitación sin permiso, y que su madre le riñese por tenerlo todo desordenado. Agradeció en silencio que no había permanecido lo suficiente en la Sede como para tener un caos por dormitorio, así no le daría malas impresiones a nadie, especialmente al holandés, que sería el primero en pasar.
Extrañada cerró la puerta tras Devoss y se sentó en su cama, plegando las rodillas contra su barbilla.
-¿Pasa algo malo?- aunque la pregunta era estúpida, no hacía falta ser muy listo para adivinar que el chico estaba más que contento, Ruth esbozó media sonrisa por ello- lo siento... es la costumbre, adelante, dispara, ah... - dijo haciéndose distraída una trenza con manos hábiles- se me olvidaba, puedes sentarte si quieres.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
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