Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
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Lathspell
Bellota
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Giniroryu
Yber
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Jack
Dal
Alicia
Rocavarancolia Rol
Naeryan
Evanna
Leonart
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Muffie
Red
24 participantes
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/12/13, 04:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
04/12/18, 09:30 pm
La reacción de Pelusa hizo que a Rena se le encogiese el corazón. Sabían de su pasado y de su situación pero la mona nunca había sido lo que se dice abierta sobre sus sentimientos y ellos tampoco habían preguntado demasiado. En ningún momento se le había pasado por la cabeza que Pelusa no los considerase sus amigos, mucho menos que nunca los hubiese tenido.
Se unió al abrazo grupal poniendo toda su fuerza en su único brazo. No era tan efectivo como sus abrazos habituales pero debía valer, y a ella sí que le importaba tres pepinos lo del espacio personal, al menos por esa vez, Posiblemente necesitase de ese abrazo más que la propia Pelusa.
Los chavales del otro grupo los miraban, algunos con cara de incomodidad. ¿Qué pasaba que ellos no se daban abrazos de grupo ni se decían cosas bonitas? Por lo que a Rena respecta, siete meses compartiendo penurias unen a cualquiera. Sin embargo no tuvo tiempo de hacer ningún comentario, una persona nueva llamó a Tayron. Su aspecto era… tirando a ridículo. Rena se preguntó si se ocultaba así por algún tipo de cambio de su transformación que no quería mostrar. Además su olor le era extrañamente familiar.
Fue responder Tayron y dispararse todas las alarmas. La voz tintineante de Eitne no hizo si no sobresaltarla más. No podía ser, había deseado muchas veces, desde que encontraron a los sinhadres, que hubiese pasado algo parecido con Hyun, pero era demasiada suerte.
-¡Hyun!
No pudo parar a tiempo el hostión que se dió Adru aunque sí para agarrarla de la ropa y ponerla en pie. Lo que sea que tenía a su alrededor actuaba de barrera contra sus muestras espontáneas de alegría, pero qué más daba, Rena estaba contenta.
-Tío, pensábamos que estabas muerto. Joder, joder, de verdad te creíamos muerto, pero aquí estás -Ya estaba blandita de la escena anterior con Pelusa. Respiró hondo, no iba a ponerse a llorar delante del otro grupo como una cría -¡Me alegro un huevo! Jodeeeeer, es que no me lo creo.
Mientras hablaba se había atrevido a palpar la masa oscura que rodeaba al chico. Era sólida pero no del todo, y no muy agradable al tacto. Dejó de hacerlo para agarrar a Rox del brazo y ponerlo delante del otro coreano.
-¡Mira, Rox está bien tambien! ¡Encontramos la cura!
Se unió al abrazo grupal poniendo toda su fuerza en su único brazo. No era tan efectivo como sus abrazos habituales pero debía valer, y a ella sí que le importaba tres pepinos lo del espacio personal, al menos por esa vez, Posiblemente necesitase de ese abrazo más que la propia Pelusa.
Los chavales del otro grupo los miraban, algunos con cara de incomodidad. ¿Qué pasaba que ellos no se daban abrazos de grupo ni se decían cosas bonitas? Por lo que a Rena respecta, siete meses compartiendo penurias unen a cualquiera. Sin embargo no tuvo tiempo de hacer ningún comentario, una persona nueva llamó a Tayron. Su aspecto era… tirando a ridículo. Rena se preguntó si se ocultaba así por algún tipo de cambio de su transformación que no quería mostrar. Además su olor le era extrañamente familiar.
Fue responder Tayron y dispararse todas las alarmas. La voz tintineante de Eitne no hizo si no sobresaltarla más. No podía ser, había deseado muchas veces, desde que encontraron a los sinhadres, que hubiese pasado algo parecido con Hyun, pero era demasiada suerte.
-¡Hyun!
No pudo parar a tiempo el hostión que se dió Adru aunque sí para agarrarla de la ropa y ponerla en pie. Lo que sea que tenía a su alrededor actuaba de barrera contra sus muestras espontáneas de alegría, pero qué más daba, Rena estaba contenta.
-Tío, pensábamos que estabas muerto. Joder, joder, de verdad te creíamos muerto, pero aquí estás -Ya estaba blandita de la escena anterior con Pelusa. Respiró hondo, no iba a ponerse a llorar delante del otro grupo como una cría -¡Me alegro un huevo! Jodeeeeer, es que no me lo creo.
Mientras hablaba se había atrevido a palpar la masa oscura que rodeaba al chico. Era sólida pero no del todo, y no muy agradable al tacto. Dejó de hacerlo para agarrar a Rox del brazo y ponerlo delante del otro coreano.
-¡Mira, Rox está bien tambien! ¡Encontramos la cura!
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
04/12/18, 09:51 pm
Eriel escuchó la respuesta a su pregunta de labios del humano del otro grupo, pero sus palabras no me aclararon mucho. La respuesta de Rad se sumó y el gárgola miró confundido a su compañero.
- No he entendido una mierda. ¿No tienes una respuesta que no parezca saca un libro? - interrogó a su amigo con desenfado. Se le ocurrió otra persona que quizá lo supiese así que se acercó un poco a la nublina que había ayudado al resto.- Perdona, ¿tú sabrías explicarme como funciona mi precio?
Antes de recibir una respuesta sin embargo el resto del grupo estalló en actividad. Al parecer conocían a Hyun, pero éste parecía incómodo.
-Eh, eh, eh - soltó acercándose a sus compañeros de criba y a los que intentaban llegar al coreano.- ¿De qué conocéis a Hyun?
- No he entendido una mierda. ¿No tienes una respuesta que no parezca saca un libro? - interrogó a su amigo con desenfado. Se le ocurrió otra persona que quizá lo supiese así que se acercó un poco a la nublina que había ayudado al resto.- Perdona, ¿tú sabrías explicarme como funciona mi precio?
Antes de recibir una respuesta sin embargo el resto del grupo estalló en actividad. Al parecer conocían a Hyun, pero éste parecía incómodo.
-Eh, eh, eh - soltó acercándose a sus compañeros de criba y a los que intentaban llegar al coreano.- ¿De qué conocéis a Hyun?
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
05/12/18, 04:20 pm
Rox desconectó de la conversación sobre el fanatismo, metiéndose de lleno en las páginas que hablaban sobre cambiante. Esperaba no tener que encontrarse con ningún precio de magia, o al menos uno que no involucrase la locura o el sufrimiento de otro.
Lo que le dio tiempo a leer, eso sí, le gustó bastante. Ya había comprobado en carne propia como funcionaban sus hilos, pero tener confirmación de que los límites no acababan en cambiarse el pelo y alguna que otra facción, hizo que se le dilataran las pupilas como a un gato atento.
Tomaba aquella información con una de cal y otra de arena. Era inevitable sentirse extasiado: poco a poco iba asimilando que podía transformarse en muchas, muchas cosas. Más de las que en ese momento podía imaginar. Sin embargo, una pizca de miedo a lo desconocido se agitaba en su interior: dejar de ser él, el choque de identidades, las dudas. ¿Como le sentaría verse en el espejo y ser alguien totalmente distinto? ¿A qué se refería con "mutar su cerebro"? ¿Si su memoria había mejorado, porque había olvidado otras cosas?
Sin darse cuenta, el cambiante había estado mordiéndose el labio inferior mientras leía. Estaba tan enfrascado releyéndolo todo dos veces antes de cambiar de párrafo, que ni siquiera el nombre de Hyun en boca del chico con cola le hizo levantar cabeza.
Fue la voz de Eitne la que le sacó de sí. Se giró robóticamente hacia el nuevo, aquel al que se dirigían ahora. Hyun. Decían que era Hyun.
Rox se quedó petrificado, incapaz de tragárselo de golpe. El chaval iba como los idols de música cuando se ven en público, ridículamente tapados, lo cual les hace cantar incluso más. Para más inri, la mole oscura que tenía detrás le hacía más llamativo aún. El australiano, con la boca medio abierta, se acercó despacio a él, ladeando la cabeza para comprobar su rostro y si lo que decían era cierto. Cuando Rena tiró de él para acercarle del todo, sintió que le fallaban los pulmones y se quedaba sin saliva. La culpabilidad le pesaba, otra vez. Rox llevaba mucho sintiendo que se había curado a costa de la desaparición -y casi muerte- del otro, pero ahora...
—Hyun. Hyun. —repitió, no por llamar su atención, sino para que le fuera más fácil asumir su presencia. Un escalofrío le recorrió el cuerpo, levantando literalmente algunos hilos de su cuello y nuca, que rápidamente buscaron volver a su lugar y color—. Estás...
Le picaban los ojos y sentía que todos los músculos le tiraban. Se pinzó el puente de la nariz con los dedos y tomó aire, al mismo borde de las lágrimas que Rena, puede que más.
—Te estuvimos buscando. Yo... por dios. —se pasó la mano por la cara, llevándose deprisa la primera lágrima antes de que le mojara la mejilla, tapándose la boca después—. Estás vivo.
Quería abrazarle o al menos tocarle para comprobar que estaba ahí, mas el corte, la tensión que se le había acumulado y su propia confusión le mantenían a rajatabla. De por sí, bien sabía que el coreano no era de demasiado trato físico, pero esta vez había algo más. El ambiente en torno a el chico era... incómodo.
No respondería a Eriel, vagamente le saldrían las palabras, igual que a duras penas se había quedado con su pregunta. Se había cerrado una burbuja en torno a Hyun, con otras miles de preguntas cocinándole el cerebro.
Lo que le dio tiempo a leer, eso sí, le gustó bastante. Ya había comprobado en carne propia como funcionaban sus hilos, pero tener confirmación de que los límites no acababan en cambiarse el pelo y alguna que otra facción, hizo que se le dilataran las pupilas como a un gato atento.
Tomaba aquella información con una de cal y otra de arena. Era inevitable sentirse extasiado: poco a poco iba asimilando que podía transformarse en muchas, muchas cosas. Más de las que en ese momento podía imaginar. Sin embargo, una pizca de miedo a lo desconocido se agitaba en su interior: dejar de ser él, el choque de identidades, las dudas. ¿Como le sentaría verse en el espejo y ser alguien totalmente distinto? ¿A qué se refería con "mutar su cerebro"? ¿Si su memoria había mejorado, porque había olvidado otras cosas?
Sin darse cuenta, el cambiante había estado mordiéndose el labio inferior mientras leía. Estaba tan enfrascado releyéndolo todo dos veces antes de cambiar de párrafo, que ni siquiera el nombre de Hyun en boca del chico con cola le hizo levantar cabeza.
Fue la voz de Eitne la que le sacó de sí. Se giró robóticamente hacia el nuevo, aquel al que se dirigían ahora. Hyun. Decían que era Hyun.
Rox se quedó petrificado, incapaz de tragárselo de golpe. El chaval iba como los idols de música cuando se ven en público, ridículamente tapados, lo cual les hace cantar incluso más. Para más inri, la mole oscura que tenía detrás le hacía más llamativo aún. El australiano, con la boca medio abierta, se acercó despacio a él, ladeando la cabeza para comprobar su rostro y si lo que decían era cierto. Cuando Rena tiró de él para acercarle del todo, sintió que le fallaban los pulmones y se quedaba sin saliva. La culpabilidad le pesaba, otra vez. Rox llevaba mucho sintiendo que se había curado a costa de la desaparición -y casi muerte- del otro, pero ahora...
—Hyun. Hyun. —repitió, no por llamar su atención, sino para que le fuera más fácil asumir su presencia. Un escalofrío le recorrió el cuerpo, levantando literalmente algunos hilos de su cuello y nuca, que rápidamente buscaron volver a su lugar y color—. Estás...
Le picaban los ojos y sentía que todos los músculos le tiraban. Se pinzó el puente de la nariz con los dedos y tomó aire, al mismo borde de las lágrimas que Rena, puede que más.
—Te estuvimos buscando. Yo... por dios. —se pasó la mano por la cara, llevándose deprisa la primera lágrima antes de que le mojara la mejilla, tapándose la boca después—. Estás vivo.
Quería abrazarle o al menos tocarle para comprobar que estaba ahí, mas el corte, la tensión que se le había acumulado y su propia confusión le mantenían a rajatabla. De por sí, bien sabía que el coreano no era de demasiado trato físico, pero esta vez había algo más. El ambiente en torno a el chico era... incómodo.
No respondería a Eriel, vagamente le saldrían las palabras, igual que a duras penas se había quedado con su pregunta. Se había cerrado una burbuja en torno a Hyun, con otras miles de preguntas cocinándole el cerebro.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
09/12/18, 12:24 am
Rena se giró con brusquedad hacia la gárgola y frunció el ceño.
-¿Cómo que de qué lo concemos? Era nuestro compañero, lo perdimos en una salida hace meses, ¡pensábamos que había muerto! -Volvió a mirar a Hyun -Y resulta que pasó lo mismo que con Eorlir e Inna, ¿verdad? ¿Has estado con ellos todo este tiempo? Joder, menos mal...
Pero la reacción del humano no fue la que esperaba; empezó a retroceder, alejándose de ellos, y el aura a su alrededor se hizo más sólida. Le gritó a Tayron algo de que eran los de su antiguo torreón, de los que le había hablado. No tenía ningún sentido, Hyun los reconocía pero no se alegraba de verlos. Y no solo eso, parecía que los... ¿repudiaba? ¿Que les tenía miedo?
-¿Hyun, qué cojones pasa? Somos nosotros.
El desconcierto era claro en el rostro de Rena. Tenía la mano alzada como cuando palpaba el aura, aunque no estaba para nada a una distancia suficiente para hacerlo. Miró a Rox, luego a Adru y al resto de sus compañeros para comprobar sus expresiones.
-¿No te acuerdas? Rox estaba muy mal, fuimos a buscar una cura. Milo y tú os metisteis en un bosque y allí desapareciste.
-¿Cómo que de qué lo concemos? Era nuestro compañero, lo perdimos en una salida hace meses, ¡pensábamos que había muerto! -Volvió a mirar a Hyun -Y resulta que pasó lo mismo que con Eorlir e Inna, ¿verdad? ¿Has estado con ellos todo este tiempo? Joder, menos mal...
Pero la reacción del humano no fue la que esperaba; empezó a retroceder, alejándose de ellos, y el aura a su alrededor se hizo más sólida. Le gritó a Tayron algo de que eran los de su antiguo torreón, de los que le había hablado. No tenía ningún sentido, Hyun los reconocía pero no se alegraba de verlos. Y no solo eso, parecía que los... ¿repudiaba? ¿Que les tenía miedo?
-¿Hyun, qué cojones pasa? Somos nosotros.
El desconcierto era claro en el rostro de Rena. Tenía la mano alzada como cuando palpaba el aura, aunque no estaba para nada a una distancia suficiente para hacerlo. Miró a Rox, luego a Adru y al resto de sus compañeros para comprobar sus expresiones.
-¿No te acuerdas? Rox estaba muy mal, fuimos a buscar una cura. Milo y tú os metisteis en un bosque y allí desapareciste.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
09/12/18, 12:53 am
La llegada de que el personaje cubierto llamo la atención a Pam de su pensamientos y charla sobre como lidiaría ahora con la peculiaridad de como obtenía magia. Y no era para menos. La mona del queso le miro, extrañada inicialmente al verlo cubriéndose la cara de esa forma, lo que de inicio le hizo pensar que su transformación era horrible.
No iba a prestarle mas atención, pese a que esa espesa niebla negra llamaba su atención, sino hubiese sido por las palabras de Tayron. La mona del queso volteo tan rápido a mirarlo que se mareo, gruñendo por lo bajo mientras su compañeros reaccionaba incrédulos e igual de veloces de ella ante aquel nombre. Hyun...era el ¿en serio? había sobrevivido? La incredulidad era patente en Pelusa, que aunque nunca había tenido una buena relación con el humano, solo ve las lagrimas, el alivio y la emoción de sus compañeros, sintió un cierta punzada en el pecho...
Nunca se había llevado bien...pero tampoco le había deseado la muerte...no mucho y no muy en serio al menos, así que verlo inesperadamente ahí entre ellos, cuando lo daban por muerto era una autentico milagro. No solo el otro grupo había recuperados que pensaba habían muerto, ellos también lo hicieron.
Pero no falto demasiado para notar que la alegría que embargaba a Rena,a Rox, a Adru...a todos los demás y que ella no podía expresar de igual manera aunque sintiera alivio, no era bien recibida por el humano. La mona del queso noto como aquella especie de bruma pegajosa que apenas segundos antes Rena toqueteaba, se solidificaba aun mas, confundiendola. La niña no pudo evitar acercarse un poco cuando los primeros gritos alarmados de Hyun llenaron el lugar, con una suerte de confusión que Rena no dudó en transmitir. ¿Que estaba pasando ahí? Siempre lo había considerado un poco raro...pero ahora sus actos no tenían ningún sentido.<<Nos recuerda, es evidente ¿pero porque parece tan alterado?>> se pregunto frunciendo el ceño confundida.
-¿Te has dado un golpe u algo cuando te perdiste, o que leches? -pregunto Pelusa cruzándose de brazos y viéndole extrañada por como actuaba todo incomodo y asustado, no acercándose demasiado, pues para empezar ella era la única que en inicio según tenia entendido había tenido un fuerte encontronazo con el alguna vez, y esa cosa negra que le rodeaba y que parecía cubrirle cual protección extra no le gustaba demasiado. Si parecía servir para eso, a saber si servia para atacar también o algo así, prefería no comprobarlo en carne propia, menos cuando sabia de primera mano, o martillo mas bien, como actuaba el humano cuando estaba asustado-¿Os contó algo de que paso cuando se perdió? Es que en serio no tiene ningún sentido que actué de esta forma como si fuésemos a hacerle algo o estuviera asustado de nosotros...¿a que viene tanto miedo al vernos? -pregunto ahora Pelusa directa y sin rodeos, confundida, a Tayron al ver que Hyun le había llamado de primeras a el y era a quien le pidió ayuda de algún modo. No veía sentido preguntarle a Hyun siendo que parecía estar sufriendo un ataque de pánico, o al menos eso pensaba Pelusa.
No iba a prestarle mas atención, pese a que esa espesa niebla negra llamaba su atención, sino hubiese sido por las palabras de Tayron. La mona del queso volteo tan rápido a mirarlo que se mareo, gruñendo por lo bajo mientras su compañeros reaccionaba incrédulos e igual de veloces de ella ante aquel nombre. Hyun...era el ¿en serio? había sobrevivido? La incredulidad era patente en Pelusa, que aunque nunca había tenido una buena relación con el humano, solo ve las lagrimas, el alivio y la emoción de sus compañeros, sintió un cierta punzada en el pecho...
Nunca se había llevado bien...pero tampoco le había deseado la muerte...no mucho y no muy en serio al menos, así que verlo inesperadamente ahí entre ellos, cuando lo daban por muerto era una autentico milagro. No solo el otro grupo había recuperados que pensaba habían muerto, ellos también lo hicieron.
Pero no falto demasiado para notar que la alegría que embargaba a Rena,a Rox, a Adru...a todos los demás y que ella no podía expresar de igual manera aunque sintiera alivio, no era bien recibida por el humano. La mona del queso noto como aquella especie de bruma pegajosa que apenas segundos antes Rena toqueteaba, se solidificaba aun mas, confundiendola. La niña no pudo evitar acercarse un poco cuando los primeros gritos alarmados de Hyun llenaron el lugar, con una suerte de confusión que Rena no dudó en transmitir. ¿Que estaba pasando ahí? Siempre lo había considerado un poco raro...pero ahora sus actos no tenían ningún sentido.<<Nos recuerda, es evidente ¿pero porque parece tan alterado?>> se pregunto frunciendo el ceño confundida.
-¿Te has dado un golpe u algo cuando te perdiste, o que leches? -pregunto Pelusa cruzándose de brazos y viéndole extrañada por como actuaba todo incomodo y asustado, no acercándose demasiado, pues para empezar ella era la única que en inicio según tenia entendido había tenido un fuerte encontronazo con el alguna vez, y esa cosa negra que le rodeaba y que parecía cubrirle cual protección extra no le gustaba demasiado. Si parecía servir para eso, a saber si servia para atacar también o algo así, prefería no comprobarlo en carne propia, menos cuando sabia de primera mano, o martillo mas bien, como actuaba el humano cuando estaba asustado-¿Os contó algo de que paso cuando se perdió? Es que en serio no tiene ningún sentido que actué de esta forma como si fuésemos a hacerle algo o estuviera asustado de nosotros...¿a que viene tanto miedo al vernos? -pregunto ahora Pelusa directa y sin rodeos, confundida, a Tayron al ver que Hyun le había llamado de primeras a el y era a quien le pidió ayuda de algún modo. No veía sentido preguntarle a Hyun siendo que parecía estar sufriendo un ataque de pánico, o al menos eso pensaba Pelusa.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
09/12/18, 12:19 pm
Adrune
La edeel buscó con expresión de desconcierto las miradas de sus compañeros, tratando de averiguar si todos estaban igual de confusos que ella ante la actitud de Hyun. No obstante, el coreano volvió a atraer toda la atención cuando empezó a decir cosas sin ningún sentido para el gamusino. Rena y Pelusa hablaron, aparentemente igual de confusas que ella misma. Si la irrense y la mona del queso no entendían nada, entonces era seguro que no se trataba de que a la propia Adrune se le estuviese escapando algo.
—Hyun… Te… Te estuvimos buscando todo este tiempo. ¿Por qué…?
Según recordaba las ocasiones en las que se habían puesto en peligro para tratar de buscar a su compañero desaparecido más injusta le parecía aquella situación incomprensible. No sabía qué hacer. Sentía ganas de gritarle, pero ni siquiera sabía muy bien qué, y al mismo tiempo se sentía triste.
Naeleth
Naeleth tenía la intención de responderle a Eriel, pero la llegada de un nuevo neófito impidió por completo que pudiera siquiera comenzar a pensar en cuál sería la mejor forma de explicar un concepto que a ella misma le resultaba un tanto difícil de definir.
Notó desde el principio la actitud del recién llegado, aunque achacándola a su transformación en primera instancia. Se vio una vez más en medio de un reencuentro, viendo como el grupo con el que se había encontrado inicialmente se alegraba de ver a su compañero perdido. Pero algo iba mal. El aura oscura comenzó a recular más y más, mostrando una actitud que, si bien tal vez no desentonaba con los aspectos de su transformación, no terminaba de encajar en un contexto como aquel.
Fue cuando comenzó a exclamar, alterado e incluso un tanto hostil, que su instinto profesional le hizo actuar. Allí estaba ocurriendo algo definitivamente raro. Un breve escaneo a las mentes de algunos de los del grupo de Letargo le confirmó que no fingían sus emociones: desconcierto, tristeza y un pequeño sentimiento de rabia ante la incomprensión. Lo hizo por estar segura, ya que veía improbable que tantas personas pudiesen fingir de forma tan genuina. Se apresuró entonces a escanear, de una forma más exhaustiva, la mente de Hyun. No tardó mucho en dejar escapar una pequeña exclamación que probablemente pasase inadvertida entre el jaleo generalizado. La nublina en ese momento decidió actuar con rapidez, porque estaba convencida de que el aura oscura trataría de huir. Introdujo sus manos a través del aura y conjuró un hechizo de parálisis sobre el chico.
—Discúlpame, Hyun, sé que no es agrable verse paralizado, pero seré breve: no me he podido presentar aún, pero soy Naeleth, bruja del hielo y mentalista. Perdona que haya escaneado tu mente sin tu permiso, pero creo que en este caso era necesario. Tienes un hechizo mentalista anclado en tu mente. Uno que implanta recuerdos falsos, para ser precisos. No me ha dado tiempo a examinarlo a fondo, pero incluso podría tratarse de una variante que progresivamente iría sustituyendo tus recuerdos por otros. Está compuesto específicamente para desesperar a la víctima, provocarle un gran malestar y... —Hizo una pausa, al darse cuenta de que estaba explicando demasiado y que el aura oscura lo estaría pasando mal con la parálisis—. Voy a eliminarlo ya, después os puedo explicar más cosas al respecto si queréis.
La nublina entonces volvió a sumergirse en la mente de Hyun y comenzó a conjurar mentalmente el hechizo para disipar aquel parásito en forma de conjuro mentalista anclado que emponzoñaba la psique del humano. <<Lo que le faltaba a un aura oscura...>> pensó con ironía mientras trabajaba. El proceso duró unos instantes, por suerte no era una triquiñuela especialmente difícil de desmontar si se conocían los contrahechizos adecuados.
>>Ya está —anunció primero para Hyun y después girándose hacia el resto mientras deshacía la parálisis de forma progresiva. No quería que el aura oscura se marease por el repentino cambio en su cerebro—. ¿Habías dicho que desapareció? Es posible que haya pisado alguna clase de trampa que contenía un conjuro mentalista y decidió huir. En su mente vosotros le habías hecho daño e incluso creía que lo queríais matar, al fin y al cabo. He oído que hay más de un cizaña en la ciudad ahora mismo... Tal vez haya sido obra de alguno de ellos... —Comenzó a teorizar, pero se detuvo: los recién llegados no iban a saber de qué hablaba. Finalmente se giró hacia Hyun una vez más, que ya debería haber recuperado casi por completo la movilidad y la capacidad de hablar—. Te aconsejo descansar ahora y reencontrate con tus recuerdos sustituidos antes de enfrentarte a la auténtica realidad: seguro que te sientes confuso y agotado ahora mismo.
La edeel buscó con expresión de desconcierto las miradas de sus compañeros, tratando de averiguar si todos estaban igual de confusos que ella ante la actitud de Hyun. No obstante, el coreano volvió a atraer toda la atención cuando empezó a decir cosas sin ningún sentido para el gamusino. Rena y Pelusa hablaron, aparentemente igual de confusas que ella misma. Si la irrense y la mona del queso no entendían nada, entonces era seguro que no se trataba de que a la propia Adrune se le estuviese escapando algo.
—Hyun… Te… Te estuvimos buscando todo este tiempo. ¿Por qué…?
Según recordaba las ocasiones en las que se habían puesto en peligro para tratar de buscar a su compañero desaparecido más injusta le parecía aquella situación incomprensible. No sabía qué hacer. Sentía ganas de gritarle, pero ni siquiera sabía muy bien qué, y al mismo tiempo se sentía triste.
Naeleth
Naeleth tenía la intención de responderle a Eriel, pero la llegada de un nuevo neófito impidió por completo que pudiera siquiera comenzar a pensar en cuál sería la mejor forma de explicar un concepto que a ella misma le resultaba un tanto difícil de definir.
Notó desde el principio la actitud del recién llegado, aunque achacándola a su transformación en primera instancia. Se vio una vez más en medio de un reencuentro, viendo como el grupo con el que se había encontrado inicialmente se alegraba de ver a su compañero perdido. Pero algo iba mal. El aura oscura comenzó a recular más y más, mostrando una actitud que, si bien tal vez no desentonaba con los aspectos de su transformación, no terminaba de encajar en un contexto como aquel.
Fue cuando comenzó a exclamar, alterado e incluso un tanto hostil, que su instinto profesional le hizo actuar. Allí estaba ocurriendo algo definitivamente raro. Un breve escaneo a las mentes de algunos de los del grupo de Letargo le confirmó que no fingían sus emociones: desconcierto, tristeza y un pequeño sentimiento de rabia ante la incomprensión. Lo hizo por estar segura, ya que veía improbable que tantas personas pudiesen fingir de forma tan genuina. Se apresuró entonces a escanear, de una forma más exhaustiva, la mente de Hyun. No tardó mucho en dejar escapar una pequeña exclamación que probablemente pasase inadvertida entre el jaleo generalizado. La nublina en ese momento decidió actuar con rapidez, porque estaba convencida de que el aura oscura trataría de huir. Introdujo sus manos a través del aura y conjuró un hechizo de parálisis sobre el chico.
—Discúlpame, Hyun, sé que no es agrable verse paralizado, pero seré breve: no me he podido presentar aún, pero soy Naeleth, bruja del hielo y mentalista. Perdona que haya escaneado tu mente sin tu permiso, pero creo que en este caso era necesario. Tienes un hechizo mentalista anclado en tu mente. Uno que implanta recuerdos falsos, para ser precisos. No me ha dado tiempo a examinarlo a fondo, pero incluso podría tratarse de una variante que progresivamente iría sustituyendo tus recuerdos por otros. Está compuesto específicamente para desesperar a la víctima, provocarle un gran malestar y... —Hizo una pausa, al darse cuenta de que estaba explicando demasiado y que el aura oscura lo estaría pasando mal con la parálisis—. Voy a eliminarlo ya, después os puedo explicar más cosas al respecto si queréis.
La nublina entonces volvió a sumergirse en la mente de Hyun y comenzó a conjurar mentalmente el hechizo para disipar aquel parásito en forma de conjuro mentalista anclado que emponzoñaba la psique del humano. <<Lo que le faltaba a un aura oscura...>> pensó con ironía mientras trabajaba. El proceso duró unos instantes, por suerte no era una triquiñuela especialmente difícil de desmontar si se conocían los contrahechizos adecuados.
>>Ya está —anunció primero para Hyun y después girándose hacia el resto mientras deshacía la parálisis de forma progresiva. No quería que el aura oscura se marease por el repentino cambio en su cerebro—. ¿Habías dicho que desapareció? Es posible que haya pisado alguna clase de trampa que contenía un conjuro mentalista y decidió huir. En su mente vosotros le habías hecho daño e incluso creía que lo queríais matar, al fin y al cabo. He oído que hay más de un cizaña en la ciudad ahora mismo... Tal vez haya sido obra de alguno de ellos... —Comenzó a teorizar, pero se detuvo: los recién llegados no iban a saber de qué hablaba. Finalmente se giró hacia Hyun una vez más, que ya debería haber recuperado casi por completo la movilidad y la capacidad de hablar—. Te aconsejo descansar ahora y reencontrate con tus recuerdos sustituidos antes de enfrentarte a la auténtica realidad: seguro que te sientes confuso y agotado ahora mismo.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
10/12/18, 07:21 pm
Eriel parpadeó perplejo ante las respuestas dadas por el resto. Nunca se había planteado que su menos positivo compañero de criba hubiese tenido otro grupo antes.
-No, nunca nos dijo nada de esto - aseguró el nublino al otro grupo. Fue entonces cuando Hyun gritó algo a Tay de que ya le había hablado de ello, el ceño de Eriel se hizo más prominente.- Al menos a mí no me dijo nada - dijo como excusándose.
El gárgola se sentía ligeramente traicionado por Tay. Una cosa era guardarle el secreto a una persona, pero ¿ocultar al resto que existía otro grupo más grande que el suyo por la ciudad?
El nublino negó con la cabeza y se apartó para dejar espacio a Naeleth. No entendió casi nada de su explicación pero por supuesto la bruja era veterana, debía saber lo que se hacía.
-Yo pisé una baldosa de esas - corroboró a las palabras de la otra nublina.- Me quedé sordo durante un tiempo pero luego se me pasó - explicó con tranquilidad. Luego miró a Hyun y volvió a mirar a la bruja.- ¿Entonces ya está? ¿Se pondrá bien?
Por poco en gracia que le cayese el coreano no dejaba de ser un compañero. Eriel ya había visto morir a demasiados compañeros para no agradecer la ayuda desinteresada.
-No, nunca nos dijo nada de esto - aseguró el nublino al otro grupo. Fue entonces cuando Hyun gritó algo a Tay de que ya le había hablado de ello, el ceño de Eriel se hizo más prominente.- Al menos a mí no me dijo nada - dijo como excusándose.
El gárgola se sentía ligeramente traicionado por Tay. Una cosa era guardarle el secreto a una persona, pero ¿ocultar al resto que existía otro grupo más grande que el suyo por la ciudad?
El nublino negó con la cabeza y se apartó para dejar espacio a Naeleth. No entendió casi nada de su explicación pero por supuesto la bruja era veterana, debía saber lo que se hacía.
-Yo pisé una baldosa de esas - corroboró a las palabras de la otra nublina.- Me quedé sordo durante un tiempo pero luego se me pasó - explicó con tranquilidad. Luego miró a Hyun y volvió a mirar a la bruja.- ¿Entonces ya está? ¿Se pondrá bien?
Por poco en gracia que le cayese el coreano no dejaba de ser un compañero. Eriel ya había visto morir a demasiados compañeros para no agradecer la ayuda desinteresada.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
10/12/18, 09:01 pm
Tayron pensó que la sensación de alarma tardaría en regresar al menos un tiempo, pero fue suficiente que el resto del grupo reconociera a su amigo para empezar a atar cabos. En una ocasión Hyun le contó su pasado en la ciudad, un por qué. El sudor acudió a sus manos.
-Hyun, escúchame- intentó calmarle inicialmente al ver como aquella aura ganaba solidez. Sin embargo, ¿cómo sabía que no había motivos para estar asustado?. Inconscientemente se descubrió casi al lado del coreano, puede que tomando en serio sus palabras pero sin querer creerlas- ¿estás seguro de que son ellos?.
La confusión se arremolinó a su alrededor y el belga se sentía atrapado entre realidades distintas que se solapaban. Un grupo aparentemente inofensivo incluso con niños a cargo, y su amigo claramente temeroso por el encuentro. Tay solo le recordó al borde de la cicatriz y se le puso la piel de gallina.
-Él... a ver- balbuceó cuando Hyun ya lo había dejado en evidencia y estaba claro que sabía de qué iba la cosa. O eso creía. Evitó a toda costa intercambiar miradas con cualquiera de su grupo, ya habría tiempo para explicaciones- dijo que seguro lo preferíais muerto- le dijo a Pelusa, con toda la suavidad de la que era capaz. Porque no entendía nada- le encontramos empapado en sangre- aclaró.
Con la inesperada reacción de Naeleth se vio abrumado, e incluso empezó a conspirar si de verdad eran el grupo que el aura oscura decía. Si Naeleth estaba compinchada o era de su grupo. Si todo seguía siendo una tortuoso camino de mierda.
-¡¿Qué cojones haces?!- alzó la voz, sin querer que tocaran a uno de sus amigos bajo ningún concepto. Pero por suerte la chica se dedicó a explicar de forma sencilla lo que ocurría y el susto duró poco. Tay creyó entender lo suficiente como para quedarse a la espera.
-¿Estás bien?- le dijo bajando la voz cuando recuperó la movilidad- ¿Todo más en claro? Podemos pirarnos de esta movida en cualquier momento- la verdad es que el día estaba siendo lo suficientemente intenso como para querer desaparecer, aunque intentara hacerle creer al chico que lo hacía por su comodidad.
-Hyun, escúchame- intentó calmarle inicialmente al ver como aquella aura ganaba solidez. Sin embargo, ¿cómo sabía que no había motivos para estar asustado?. Inconscientemente se descubrió casi al lado del coreano, puede que tomando en serio sus palabras pero sin querer creerlas- ¿estás seguro de que son ellos?.
La confusión se arremolinó a su alrededor y el belga se sentía atrapado entre realidades distintas que se solapaban. Un grupo aparentemente inofensivo incluso con niños a cargo, y su amigo claramente temeroso por el encuentro. Tay solo le recordó al borde de la cicatriz y se le puso la piel de gallina.
-Él... a ver- balbuceó cuando Hyun ya lo había dejado en evidencia y estaba claro que sabía de qué iba la cosa. O eso creía. Evitó a toda costa intercambiar miradas con cualquiera de su grupo, ya habría tiempo para explicaciones- dijo que seguro lo preferíais muerto- le dijo a Pelusa, con toda la suavidad de la que era capaz. Porque no entendía nada- le encontramos empapado en sangre- aclaró.
Con la inesperada reacción de Naeleth se vio abrumado, e incluso empezó a conspirar si de verdad eran el grupo que el aura oscura decía. Si Naeleth estaba compinchada o era de su grupo. Si todo seguía siendo una tortuoso camino de mierda.
-¡¿Qué cojones haces?!- alzó la voz, sin querer que tocaran a uno de sus amigos bajo ningún concepto. Pero por suerte la chica se dedicó a explicar de forma sencilla lo que ocurría y el susto duró poco. Tay creyó entender lo suficiente como para quedarse a la espera.
-¿Estás bien?- le dijo bajando la voz cuando recuperó la movilidad- ¿Todo más en claro? Podemos pirarnos de esta movida en cualquier momento- la verdad es que el día estaba siendo lo suficientemente intenso como para querer desaparecer, aunque intentara hacerle creer al chico que lo hacía por su comodidad.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
10/12/18, 11:56 pm
Rena sintió el comentario de Tayron como una puñalada. Nada de lo que estaba pasando tenía ningún maldito sentido.
-¿Intentar matarlo? ¿Cómo cojones íbamos a intentar matarlo? ¡Era nuestro compañero, maldita sea! ¡Nos volvimos locos buscándole, nos moríamos de preocupación! ¡EITNE PERDIÓ LA PIERNA POR SALIR A BUSCARTE MALDITA SEA, ¿CÓMO IBAMOS A QUERER MATARTE? ¿ES QUE ERES GILIPOLLAS? ¿CUAL ES TU PUTO PROBLEMA?
El poco autocontrol que tenía Rena de forma natural se rompió. Había aguantado cambios, datos y revelaciones durante todo el día y ya no podía más. Ya ni siquiera saber que debía aguantar el tipo por ser una de las mayores servía de excusa en su cabeza, estaba dolida, se sentía traicionada; todos habían pasado por penurias y se habían roto los cuernos para cuidarse unos a otros ¿y le salía con esas? Su frustración llegó a una fase primaria y se manifestó físicamente: su hocico se alargó y su cuerpo empezó a crecer. Casi fue a apartar a Tayron de un golpe y a abrirse paso a zarpazos por la niebla negra para agarrar a Hyun por la camiseta y zarandearlo cuando Naeleth intervino.
La bruja actuó con rapidez y la explicación que dio tenía perfecto sentido en el cerebro irrense de Rena, pero su cerebro animal era el que estaba tomando el control, y estaba furioso.
-No, no puede irse sin más después de montar este pollo, tiene que reconocernos -dijo con voz ronca -Ya está curado, ¿no? Era todo una trampa mierda. No puedes llevártelo, así no -Pasó sus ojos negros de Naeleth a Tayron. Se negaba a dejar que Hyun se fuera así como así, sin una explicación más completa, sin cercionarse de que todo iba a volver a ser normal y a tener sentido.
-¿Intentar matarlo? ¿Cómo cojones íbamos a intentar matarlo? ¡Era nuestro compañero, maldita sea! ¡Nos volvimos locos buscándole, nos moríamos de preocupación! ¡EITNE PERDIÓ LA PIERNA POR SALIR A BUSCARTE MALDITA SEA, ¿CÓMO IBAMOS A QUERER MATARTE? ¿ES QUE ERES GILIPOLLAS? ¿CUAL ES TU PUTO PROBLEMA?
El poco autocontrol que tenía Rena de forma natural se rompió. Había aguantado cambios, datos y revelaciones durante todo el día y ya no podía más. Ya ni siquiera saber que debía aguantar el tipo por ser una de las mayores servía de excusa en su cabeza, estaba dolida, se sentía traicionada; todos habían pasado por penurias y se habían roto los cuernos para cuidarse unos a otros ¿y le salía con esas? Su frustración llegó a una fase primaria y se manifestó físicamente: su hocico se alargó y su cuerpo empezó a crecer. Casi fue a apartar a Tayron de un golpe y a abrirse paso a zarpazos por la niebla negra para agarrar a Hyun por la camiseta y zarandearlo cuando Naeleth intervino.
La bruja actuó con rapidez y la explicación que dio tenía perfecto sentido en el cerebro irrense de Rena, pero su cerebro animal era el que estaba tomando el control, y estaba furioso.
-No, no puede irse sin más después de montar este pollo, tiene que reconocernos -dijo con voz ronca -Ya está curado, ¿no? Era todo una trampa mierda. No puedes llevártelo, así no -Pasó sus ojos negros de Naeleth a Tayron. Se negaba a dejar que Hyun se fuera así como así, sin una explicación más completa, sin cercionarse de que todo iba a volver a ser normal y a tener sentido.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
11/12/18, 12:30 am
La mona del queso que estaba cerca de Tayron una vez come zonzo a hablar en respuesta alas palabras de Hyun no pudo mas que mirarle con el ceño, claramente fruncido ante la cantidad de tonterías que estaba escuchando en cuestión de segundos.<<Que dijo...¿que? ¿Que lo preferiríamos muerto? Sera puto mentiroso....si lo hubiéramos preferido muerto ya lo estaría, al menos por mi parte >> pensó Pelusa bastante molesta tras escuchar esas palabras de Tayron mas no diciendo nada en voz alta sino frunciendo el ceño en dirección a Hyun con evidente rabia contenida por lo mentirosos que podía llegar a hacer.
¿Se le olvido mencionar como dejo salir a niños por las cestas y el nunca lo hizo? <<Claro que si...hacerse la victima siempre es lo mas eficiente...en serio no te soporto >> pensó Pelusa con el ceño fruncido y cruzándose de brazos. Había medido olvidado porque no lo soportaba cuando vivían juntos y Tayron acababa de recordárselo...
Quiso desinteresarse de el desde ese momento, pero no pudo obviar la explicación de Naeleth, que en si no cambiaba demasiado la perspectiva que la mona tenía del humano. Hechizo o no, su personalidad siempre había sido de esas con las que la mona del queso no tenía ninguna química.
Si por ella fuera, se alegraría porque estaba vivo porque sus compañeros se alegraban de que lo estaba, pero en lo que a ella concernía en cuanto a su relación con Hyun, nada había cambiado, con o sin hechizo que inundara su cerebro de ideas falsas, no se llevaban bien antes del hechizo, no lo haría mágicamente ahora tampoco. Por lo que su respuesta a todo esto paso de rabia a fastidio y ahí a simple y llano desinterés. No se sentía cercana a Hyun como si lo hacia con el resto de Letargo, por lo que egoísta o no, para ella valía mas como se estuvieran sintiendo ellos, que Hyun.
Por eso la reacción de Rena enojada al escuchar a Tayron, no le sorprendió del todo. Rena era visceral no se callaba sus emociones y las mostraba claramente con sus puños, o con sus garras y colmillos ahora, pero la niña quería acabar ya con esa situación de una vez. Y ante todo, quería dejar de ver la frustración y sufrimiento en la cara de sus amigos. Por eso habló por fin adelantándose un poco hasta Rena que no quería dejar a Hyun así como así, no por el bien del humano que honestamente a ella le daba igual, sino por el de Rena y el resto que bastante habían sufrido ya al creerlo muerto como para tener que lidiar con mas dolor ahora.
-Rena...no va a servir de nada hablarle ahora, su cabeza debe estar en este momento sufriendo una crisis si le han metido ahí ideas falsas con ese hechizo- dijo Pelusa alcanzando con su mano una de las manos de la irrense tocándola un poco para llamar su atención, aunque sabía estaba molesta y frustrada y con razón, implemento todo el tono suave que pudo- Entiendo tu enfado, yo también estoy molesta por esta situación...no me gustan que hablen de mi de esa forma falsa aunque sea por un hechizo, pero....no ganamos nada con esto ahora- añadió la niña volviendo sus ojos lavanda a Hyun por un momento y luego ala irrense y al resto tras ella- Esta siendo un día de mierda con tanta cosas nuevas...dejemoslos descansar, nosotros también necesitamos un descanso para nuestras mentes, ahora mismo...solo hablara la rabia y el dolor, y puede volvegse aun mas caótico...y no es lo que necesitamos. Ya fueron mucho sobresaltos emocionales por hoy, creo yo...- dijo la mona del queso con un tono calmado pero serio, esperando transmitir cierta calma y seguridad a Rena lo suficiente para que tal vez se plantease dejarlo ir o que alguien mas actuara.
No le gustaba verla molesta y herida y ante todo prefería que Hyun se perdiera de vista no fuese a decir algo en medio de su confusión que dañara a sus amigos de alguna forma, porque entonces a la que habría que ponerle freno para no darle un puñetazo, con todo y su pequeño tamaño, por mucha barrera de niebla que hubiera, sería a ella. No iba a dejar que sus compañeros siguiera sufriendo de algún modo por su causa.
¿Se le olvido mencionar como dejo salir a niños por las cestas y el nunca lo hizo? <<Claro que si...hacerse la victima siempre es lo mas eficiente...en serio no te soporto >> pensó Pelusa con el ceño fruncido y cruzándose de brazos. Había medido olvidado porque no lo soportaba cuando vivían juntos y Tayron acababa de recordárselo...
Quiso desinteresarse de el desde ese momento, pero no pudo obviar la explicación de Naeleth, que en si no cambiaba demasiado la perspectiva que la mona tenía del humano. Hechizo o no, su personalidad siempre había sido de esas con las que la mona del queso no tenía ninguna química.
Si por ella fuera, se alegraría porque estaba vivo porque sus compañeros se alegraban de que lo estaba, pero en lo que a ella concernía en cuanto a su relación con Hyun, nada había cambiado, con o sin hechizo que inundara su cerebro de ideas falsas, no se llevaban bien antes del hechizo, no lo haría mágicamente ahora tampoco. Por lo que su respuesta a todo esto paso de rabia a fastidio y ahí a simple y llano desinterés. No se sentía cercana a Hyun como si lo hacia con el resto de Letargo, por lo que egoísta o no, para ella valía mas como se estuvieran sintiendo ellos, que Hyun.
Por eso la reacción de Rena enojada al escuchar a Tayron, no le sorprendió del todo. Rena era visceral no se callaba sus emociones y las mostraba claramente con sus puños, o con sus garras y colmillos ahora, pero la niña quería acabar ya con esa situación de una vez. Y ante todo, quería dejar de ver la frustración y sufrimiento en la cara de sus amigos. Por eso habló por fin adelantándose un poco hasta Rena que no quería dejar a Hyun así como así, no por el bien del humano que honestamente a ella le daba igual, sino por el de Rena y el resto que bastante habían sufrido ya al creerlo muerto como para tener que lidiar con mas dolor ahora.
-Rena...no va a servir de nada hablarle ahora, su cabeza debe estar en este momento sufriendo una crisis si le han metido ahí ideas falsas con ese hechizo- dijo Pelusa alcanzando con su mano una de las manos de la irrense tocándola un poco para llamar su atención, aunque sabía estaba molesta y frustrada y con razón, implemento todo el tono suave que pudo- Entiendo tu enfado, yo también estoy molesta por esta situación...no me gustan que hablen de mi de esa forma falsa aunque sea por un hechizo, pero....no ganamos nada con esto ahora- añadió la niña volviendo sus ojos lavanda a Hyun por un momento y luego ala irrense y al resto tras ella- Esta siendo un día de mierda con tanta cosas nuevas...dejemoslos descansar, nosotros también necesitamos un descanso para nuestras mentes, ahora mismo...solo hablara la rabia y el dolor, y puede volvegse aun mas caótico...y no es lo que necesitamos. Ya fueron mucho sobresaltos emocionales por hoy, creo yo...- dijo la mona del queso con un tono calmado pero serio, esperando transmitir cierta calma y seguridad a Rena lo suficiente para que tal vez se plantease dejarlo ir o que alguien mas actuara.
No le gustaba verla molesta y herida y ante todo prefería que Hyun se perdiera de vista no fuese a decir algo en medio de su confusión que dañara a sus amigos de alguna forma, porque entonces a la que habría que ponerle freno para no darle un puñetazo, con todo y su pequeño tamaño, por mucha barrera de niebla que hubiera, sería a ella. No iba a dejar que sus compañeros siguiera sufriendo de algún modo por su causa.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
11/12/18, 08:30 pm
Neil no pudo evitar sonreír cuando Adru le recalcó con efusividad que él era un brujo, contagiado por la alegría de su edeel. Esperaba poder descubrir pronto qué significaba ser un brujo antes de decidir si estaba satisfecho con su transformación, pero la perspectiva parecía positiva. Él no había sufrido ningún cambio traumático, aunque se sentía egoísta al pensar eso cuando algunos de sus compañeros sí lo habían sufrido, y aquello sonaba a que iba a tener bastante magia, lo que sin duda le alegraba.
Sin perder mucho tiempo Neil se preparó para ir a la biblioteca con el resto, pensando que si bien no tenía ningún arma, quizás podría hacer algo con toda la cera que llevaba encima si les surgía algún problema, aunque no lo creía teniendo en cuenta que Naeleth iba con ellos. El aurva confiaba bastante en que los protegería llegado el caso.
El sinhadre quedó bastante impresionado con lo que parecía haber sido obra de Nime y esperó ansioso a saber qué transformación tenía, pero la verdad era que tanto el viaje como las conversaciones estaban siendo bastante opacados en su mente ante la cantidad de preguntas que se hacía sobre su transformación. Probablemente en cuanto hubiera leído todo lo que cayera en sus manos sobre lo que era, se fijaría con mucho interés en lo que eran sus demás compañeros, pero por el momento deseaba tanto saber.
Y precisamente fue esa la razón por la que mientras estuvo en la biblioteca ignoró inconscientemente todo lo que ocurría, concentrado en leer aquellos libros que el bibliotecario les había proveído sobre brujos. Su aparente transformación se veía compleja y curiosa a la vez que sencilla. Él tenía magia, mucha magia, y podría hacer cualquier cosa que se propusiera con la cera. Solo para demostrarse así mismo que así era, Neil derritió todas las velas que llevaba en los bolsillos y creó una gran esfera de cera para luego dividirla en cientos de bolitas pequeñas irregulares de distintos tamaños que volvieron a sus bolsillos. El aurva no pudo dejar de ilusionarse pensando en la cantidad de cosas maravillosas que podría hacer una vez tuviera práctica.
Para el nuevo brujo fue una suerte que Naeleth se ofreciera a llevar todos los libros en su bolsa sin fondo, ya que Neil tenía pensado llevarse unos cuantos y eran bastante pesados. Eufórico ante el nuevo conocimiento y la perspectiva de ir descubriendo sus poderes, el aurva incluso permitió que Adru llevara las tazas cuando esta los ofreció a ambos para preparar Driv para todos, aunque inconscientemente su cera creo un charco a los pies de su edeel que la siguió en todo momento con la intención de amortiguar cualquier caída. Probablemente fue por esta misma euforia por lo que no se sintió tan intimidado por toda la gente nueva que estaba conociendo, aunque si dejó que Adru fuera quien le presentara.
Neil no dudó en unirse al abrazo grupal a Pelusa, un poco confundido por la voz dudosa de la mona del queso, ya que nunca hubiera pensado que esta no supiera que todos eran amigos. Además, ella era importante para el grupo. Al menos Neil siempre la había considerado su maestra en la magia, a pesar de que fuera él quien pudiera hacerla y no ella.
Una vez el abrazo se terminó, el aurva se quedó sentado bebiendo su driv y observando y escuchando la sucesión de conversaciones, vibrando de emoción por todo, pero no queriendo parecer descortés al ponerse a leer en ese momento ignorando a todos. La cera a sus pies se elevaba en gotas rítmicamente para luego volver a caer, como si fuera ella la que estuviera vibrando.
No fue hasta que sus compañeros exclamaron el nombre de Hyun que él lo reconoció. El jadeó sorprendido incapaz de hacer otra cosa más que mantenerse ahí asombrado con los ojos como platos. Tampoco pudo evitar que algunas lágrimas se le escaparan cuando se enteró que durante todo este tiempo él había creído que ellos querían matarle.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/12/18, 12:26 am
La bruja del hielo había ignorado a propósito el jaleo a su alrededor para poder centrarse en hacer su trabajo, pero temblaba ligeramente cuando terminó. No porque tuviera miedo, si no por la presión de la situación. Alguno le había gritado directamente a ella incluso, y no podía evitar sentirse un poco incomprendida ya que solo trataba de ayudar. Pero suspiró y se limitó a volver tranquilamente a su sitio, sabedora de lo que suponía ser un recién transformado.
Se preocupó cuando la ursántropa trató de impedir que el aura oscura se fuera y se acercó rápidamente con la intención de hacerle entrar en razón.
—No, eso no es...
Por suerte la mona del queso intervino para calmar a su compañera, con buen resultado y la bruja asintió. La gárgola le había hecho una pregunta, por lo que primero se dirigió a su compatriota.
>>Hay muchas trampas así por toda la ciudad —asintió—. Algunas llevan puestas desde hace mucho mucho tiempo, esperando a que alguien caiga en ellas por pura casualidad. Me alegro de que te topases con una relativamente inofensivas: hay de todo un poco... Pero no te preocupes, vuestro amigo se pondrá bien. Por suerte no era un hechizo difícil de deshacer ni tampoco creo que le queden secuelas... Pero ahora necesita descansar: no vais a poder aclarar nada con él en este estado, ahora mismo se sentirá muy confundido y la presión puede provocarle una crisis nerviosa debido a posibles pensamientos negativos de culpabilidad, duda y así... —se dirigió a Rena específicamente, tratando de transmtirle confianza con la mirada—. Cuando se recupere del shock inicial decidle que si nota algo raro puede encontrarme en la torre Serpentaria, pero por ahora lo mejor sería dejarlo solo.
Se preocupó cuando la ursántropa trató de impedir que el aura oscura se fuera y se acercó rápidamente con la intención de hacerle entrar en razón.
—No, eso no es...
Por suerte la mona del queso intervino para calmar a su compañera, con buen resultado y la bruja asintió. La gárgola le había hecho una pregunta, por lo que primero se dirigió a su compatriota.
>>Hay muchas trampas así por toda la ciudad —asintió—. Algunas llevan puestas desde hace mucho mucho tiempo, esperando a que alguien caiga en ellas por pura casualidad. Me alegro de que te topases con una relativamente inofensivas: hay de todo un poco... Pero no te preocupes, vuestro amigo se pondrá bien. Por suerte no era un hechizo difícil de deshacer ni tampoco creo que le queden secuelas... Pero ahora necesita descansar: no vais a poder aclarar nada con él en este estado, ahora mismo se sentirá muy confundido y la presión puede provocarle una crisis nerviosa debido a posibles pensamientos negativos de culpabilidad, duda y así... —se dirigió a Rena específicamente, tratando de transmtirle confianza con la mirada—. Cuando se recupere del shock inicial decidle que si nota algo raro puede encontrarme en la torre Serpentaria, pero por ahora lo mejor sería dejarlo solo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/12/18, 02:50 pm
Eitne trató de acercarse, pero una oscuridad más sólida que la suya propia la noche anterior se lo impidió. El niño, que había vivido en sus carnes lo difícil que era controlar algo así, no pensó que el coreano los rechazara. Al menos, no hasta que oyó lo que todos y descartó los problemas de monstruos principiantes. Se quedó patidifuso, con las palabras atropellándose entre sí en su cabeza. Quería saber por qué los temía, por qué los rechazaba, si los culpaba porque creía que le habían abandonado… Pero no tuvo tiempo de preguntar nada.
Las palabras de Rena lo helaron y bajó la mirada brevemente al vacío que se iniciaba en su rodilla.
—¡Oye! —saltó enseguida. Su exclamación fue oída por todos, pero sus siguientes palabras surgieron inusualmente tímidas y quedaron solo para sí mismo. El resto solo vería a Eitne mover la boca—: ¡No puedes decirle eso!
Eitne se apoyó en la mesa y dio un par de pasos hacia atrás. No le había gustado nada que usara su accidente como un arma arrojadiza. Era algo que solo le pertenecía a él y la bestia del crepúsculo jamás haría uso de ello. Quería dejar de verse y sentirse víctima, dejar de sentir que habían mutilado su estética y lo habían convertido en algo peor de lo que era, e iba por muy buen camino, pero resultaba dificil si el resto no hacía el mismo esfuerzo que él. El único culpable era un lagarto que probablemente murió ese mismo día.
Por suerte, mientras él se mordía las uñas y trataba de poner el foco en lo bueno de que Hyun siguiera vivo, Naeleth se encargó de arreglar lo que fuera que ocurriera en la mente del coreano. Pam ayudó a que Rena se calmara y a Eitne se le pasó el enfado en un santiamén, al fin y al cabo seguía bullendo de curiosidad por su nueva esencia y esa chispa de alegría electrica que traía la Luna Roja.
El daeliciano tenía una conversación pendiente con Hyun (una de muchas, esperaba), pero entendió que era mejor que descansara, igual que él mismo necesitó su espacio tras su accidente.
En su lugar se dirigió a la nublina:
—Muchas gracias por curarlo, Naeleth —su voz sonaría alta y clara para todos, un tañido inocente colmado de amabilidad y agradecimiento.
De haber estado en casa, la yaya le habría sacado pasteles y todos se habrían sentado a la mesa a comer, pero Rocavarancolia no tenía nada que ver y Eitne aún no sabía hacer pasteles tan bonitos como los de su abuela. También estaba el detalle de que se moría de impaciencia por buscar en los libros para ver qué podían hacer él y todos sus amigos. Ahora que sabía que Hyun estaba vivo y sano, solo existían motivos para estar contento.
Eitne se sentó en el sofá, esperando el momento en el que retomar la lectura no fuera incómodo.
Las palabras de Rena lo helaron y bajó la mirada brevemente al vacío que se iniciaba en su rodilla.
—¡Oye! —saltó enseguida. Su exclamación fue oída por todos, pero sus siguientes palabras surgieron inusualmente tímidas y quedaron solo para sí mismo. El resto solo vería a Eitne mover la boca—: ¡No puedes decirle eso!
Eitne se apoyó en la mesa y dio un par de pasos hacia atrás. No le había gustado nada que usara su accidente como un arma arrojadiza. Era algo que solo le pertenecía a él y la bestia del crepúsculo jamás haría uso de ello. Quería dejar de verse y sentirse víctima, dejar de sentir que habían mutilado su estética y lo habían convertido en algo peor de lo que era, e iba por muy buen camino, pero resultaba dificil si el resto no hacía el mismo esfuerzo que él. El único culpable era un lagarto que probablemente murió ese mismo día.
Por suerte, mientras él se mordía las uñas y trataba de poner el foco en lo bueno de que Hyun siguiera vivo, Naeleth se encargó de arreglar lo que fuera que ocurriera en la mente del coreano. Pam ayudó a que Rena se calmara y a Eitne se le pasó el enfado en un santiamén, al fin y al cabo seguía bullendo de curiosidad por su nueva esencia y esa chispa de alegría electrica que traía la Luna Roja.
El daeliciano tenía una conversación pendiente con Hyun (una de muchas, esperaba), pero entendió que era mejor que descansara, igual que él mismo necesitó su espacio tras su accidente.
En su lugar se dirigió a la nublina:
—Muchas gracias por curarlo, Naeleth —su voz sonaría alta y clara para todos, un tañido inocente colmado de amabilidad y agradecimiento.
De haber estado en casa, la yaya le habría sacado pasteles y todos se habrían sentado a la mesa a comer, pero Rocavarancolia no tenía nada que ver y Eitne aún no sabía hacer pasteles tan bonitos como los de su abuela. También estaba el detalle de que se moría de impaciencia por buscar en los libros para ver qué podían hacer él y todos sus amigos. Ahora que sabía que Hyun estaba vivo y sano, solo existían motivos para estar contento.
Eitne se sentó en el sofá, esperando el momento en el que retomar la lectura no fuera incómodo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/12/18, 11:44 pm
Milo se había dejado caer en un sillón vacío nada mas regresar de la biblioteca, exhausto tras la caminata, y había seguido manteniendo el mismo perfil bajo que gastaba desde que se habían encontrado con los fareros de camino a la Sede de los Taumaturgos. La bola de cobre que le seguía desde que la Luna había abierto los cielos de Rocavarancolia descansaba entre sus rodillas, brillante tras el paseo bajo el chaparrón, y aunque su superficie ondulaba de vez en cuando siguiendo patrones del todo aleatorios no dejaba de parecer un capricho demasiado pesado para cualquiera que no conociera el dominio del brujo recién transformado. Ni siquiera él, que había escuchado con atención todas las palabras de la bruja nublina, entendía el alcance del cambio que había experimentado, pero cedió su turno para consultar los libros al resto de sus compañero y se limitó a observar a los ocupantes del salón en silencio.
Sus pocas ganas de destacar frente a tantos desconocidos respondían en principio a un acto reflejo que arrastraba desde que en Irraria se había salido del sistema, pero a medida que se comentaban las capacidades mágicas de sus compañeros y todos teorizaban sobre las cosas de las que serían capaces el norteño se atrincheró aún mas tras su mutismo. No quería llamar la atención sobre el hecho de que era incapaz de ejecutar ningún hechizo a pesar de que en teoría su transformación se lo permitía, pues hacerlo plantearía preguntas que no quería ni debía responder por el bien de sus amigos. Había intentado lanzar alguno cuando nadie miraba, rogando estar equivocado, pero no había tenido éxito. Notaba como su reserva mágica crecía ante la proximidad de su dominio, aunque desconociera los entresijos del proceso, pero al mismo tiempo sentía como todo aquel caudal de poder se le escurría entre los dedos a una velocidad pareja. Rutilante lo había engañado vilmente aprovechándose de su desesperación, pero en el fondo el hacker sabía que habría actuado de igual manera aún sabiendo que había gato encerrado tras aquel trato. Había obtenido una cura para Rox, a fin de cuentas, y sentirse vacío y exhausto la mayor parte del tiempo era un precio más que aceptable a cambio de la vida de uno de sus compañeros.
A pesar de su situación no estaba demasiado preocupado por el futuro inmediato, pues sus compañeros parecían felices, y eso en cierto modo le restaba importancia a sus propios problemas. El entusiasmo en la hipnótica voz de Eitne, el rostro satisfecho y visiblemente masculino de Rox, la hiperactividad de Adru, el nerviosismo de Zob o el comportamiento inusual de la cera que ahora rodeaba a Neil hacían amena aquella extraña situación e incluso llegó a sentirse cómodo con tantos extraños presentes. No todo era risa y satisfacción, sin embargo, pues Nime se sentía decepcionada por haber perdido sus capacidades mágicas y Pelusa tuvo un rebote al leer acerca de su transformación. Fueron Rena y Naeleth las que se encargaron de tranquilizar un poco a la libense con sus comentarios, devolviéndole en parte la ilusión, y cuando Guille se acercó a la mona del queso se desató una escena entre enternecedora y desconcertante que tuvo que descolocar mucho los macieleros.
—Yo diría que más que amigos somos familia. —comentó en voz baja con una sonrisa torcida, solo para sus compañeros, uniéndose al abrazo grupal de rigor y riendo cuando la spriggan se revolvió agobiada.
Volvió a dejarse caer sobre el sillón, relajado, pero su tranquilidad no duró demasiado. La aparición de un nuevo individuo rodeado por una especie de sombra viscosa atrajo la atención del irrense por lo peculiar de lo que suponía era su transformación, y la escena que se desató a continuación le perturbó sobremanera. Reconocer al coreano perdido en aquella figura embozada fue como si le dieran una patada en el estómago, pues a pesar de que se alegraba muchísimo de verlo no podía evitar sentirse culpable por haberse rendido y haber dejado de buscarle. El irrense se levantó tan rápido que le sobrevino un mareo repentino y se quedó por detrás de sus compañeros, apoyado contra una mesita, pero su confusión se vio ahogada por la rabia tras las palabras del aura oscura. En el fondo era una vía de escape, una forma fácil de ignorar que era responsabilidad suya por haberlo perdido de vista en aquel bosque fantasmal, pero el estallido de la ursántropa se hizo eco en el brujo del cobre y su brazo mecánico empezó a chispear debido a su repentino cambio de humor mientras su bola de cobre burbujeaba a sus pies violentamente.
—Mierda. —maldijo para si, sujetándose el implante repentinamente inutilizado con la mano derecha sin dejar de fulminar a Hyun con la mirada. No era necesario añadir nada más, pues su compatriota había expresado contundentemente casi todo lo que él pensaba al respecto, pero la intervención de la bruja de la congelación del agua dio un giro de 180º a toda aquella situación.
«¿Que un conjuro ha envenenado su mente?» pensó, pálido ante la posibilidad de que llevara tanto tiempo hechizado. La explicación de Naeleth había extinguido su rabia por completo, pero aún quedaban rescoldos de decepción, y cuando todo acabó no pudo evitar mirar al coreano con ojos entristecidos. Estaba claro que aquel no era un buen momento para hablar de todo aquello, pero Rena se resistía a dejarlo estar y el chico empezó a temer un enfrentamiento. Por suerte Pelusa intervino, tranquilizándola, y con los cascabeles de su voz Eitne extendió su agradecimiento por la habitación como una suerte de bálsamo reparador.
—Gracias, si... —murmuró, dirigiéndose a la nublina con una sonrisa cansada.
Su “mascota” metálica había recuperado su aspecto habitual y reposaba a su lado en calma, completamente inmóvil, pero empezó a rodar tras él cuando se encaminó hacia la cocina con un gesto de disculpa dirigido a quien le estuviera prestando atención. Habían sido muchas cosas y necesitaba comer algo, así que decidió que era un buen momento para explorar la despensa y tal vez ignorar un rato aquel doloroso episodio de su corta vida como transformado.
Sus pocas ganas de destacar frente a tantos desconocidos respondían en principio a un acto reflejo que arrastraba desde que en Irraria se había salido del sistema, pero a medida que se comentaban las capacidades mágicas de sus compañeros y todos teorizaban sobre las cosas de las que serían capaces el norteño se atrincheró aún mas tras su mutismo. No quería llamar la atención sobre el hecho de que era incapaz de ejecutar ningún hechizo a pesar de que en teoría su transformación se lo permitía, pues hacerlo plantearía preguntas que no quería ni debía responder por el bien de sus amigos. Había intentado lanzar alguno cuando nadie miraba, rogando estar equivocado, pero no había tenido éxito. Notaba como su reserva mágica crecía ante la proximidad de su dominio, aunque desconociera los entresijos del proceso, pero al mismo tiempo sentía como todo aquel caudal de poder se le escurría entre los dedos a una velocidad pareja. Rutilante lo había engañado vilmente aprovechándose de su desesperación, pero en el fondo el hacker sabía que habría actuado de igual manera aún sabiendo que había gato encerrado tras aquel trato. Había obtenido una cura para Rox, a fin de cuentas, y sentirse vacío y exhausto la mayor parte del tiempo era un precio más que aceptable a cambio de la vida de uno de sus compañeros.
A pesar de su situación no estaba demasiado preocupado por el futuro inmediato, pues sus compañeros parecían felices, y eso en cierto modo le restaba importancia a sus propios problemas. El entusiasmo en la hipnótica voz de Eitne, el rostro satisfecho y visiblemente masculino de Rox, la hiperactividad de Adru, el nerviosismo de Zob o el comportamiento inusual de la cera que ahora rodeaba a Neil hacían amena aquella extraña situación e incluso llegó a sentirse cómodo con tantos extraños presentes. No todo era risa y satisfacción, sin embargo, pues Nime se sentía decepcionada por haber perdido sus capacidades mágicas y Pelusa tuvo un rebote al leer acerca de su transformación. Fueron Rena y Naeleth las que se encargaron de tranquilizar un poco a la libense con sus comentarios, devolviéndole en parte la ilusión, y cuando Guille se acercó a la mona del queso se desató una escena entre enternecedora y desconcertante que tuvo que descolocar mucho los macieleros.
—Yo diría que más que amigos somos familia. —comentó en voz baja con una sonrisa torcida, solo para sus compañeros, uniéndose al abrazo grupal de rigor y riendo cuando la spriggan se revolvió agobiada.
Volvió a dejarse caer sobre el sillón, relajado, pero su tranquilidad no duró demasiado. La aparición de un nuevo individuo rodeado por una especie de sombra viscosa atrajo la atención del irrense por lo peculiar de lo que suponía era su transformación, y la escena que se desató a continuación le perturbó sobremanera. Reconocer al coreano perdido en aquella figura embozada fue como si le dieran una patada en el estómago, pues a pesar de que se alegraba muchísimo de verlo no podía evitar sentirse culpable por haberse rendido y haber dejado de buscarle. El irrense se levantó tan rápido que le sobrevino un mareo repentino y se quedó por detrás de sus compañeros, apoyado contra una mesita, pero su confusión se vio ahogada por la rabia tras las palabras del aura oscura. En el fondo era una vía de escape, una forma fácil de ignorar que era responsabilidad suya por haberlo perdido de vista en aquel bosque fantasmal, pero el estallido de la ursántropa se hizo eco en el brujo del cobre y su brazo mecánico empezó a chispear debido a su repentino cambio de humor mientras su bola de cobre burbujeaba a sus pies violentamente.
—Mierda. —maldijo para si, sujetándose el implante repentinamente inutilizado con la mano derecha sin dejar de fulminar a Hyun con la mirada. No era necesario añadir nada más, pues su compatriota había expresado contundentemente casi todo lo que él pensaba al respecto, pero la intervención de la bruja de la congelación del agua dio un giro de 180º a toda aquella situación.
«¿Que un conjuro ha envenenado su mente?» pensó, pálido ante la posibilidad de que llevara tanto tiempo hechizado. La explicación de Naeleth había extinguido su rabia por completo, pero aún quedaban rescoldos de decepción, y cuando todo acabó no pudo evitar mirar al coreano con ojos entristecidos. Estaba claro que aquel no era un buen momento para hablar de todo aquello, pero Rena se resistía a dejarlo estar y el chico empezó a temer un enfrentamiento. Por suerte Pelusa intervino, tranquilizándola, y con los cascabeles de su voz Eitne extendió su agradecimiento por la habitación como una suerte de bálsamo reparador.
—Gracias, si... —murmuró, dirigiéndose a la nublina con una sonrisa cansada.
Su “mascota” metálica había recuperado su aspecto habitual y reposaba a su lado en calma, completamente inmóvil, pero empezó a rodar tras él cuando se encaminó hacia la cocina con un gesto de disculpa dirigido a quien le estuviera prestando atención. Habían sido muchas cosas y necesitaba comer algo, así que decidió que era un buen momento para explorar la despensa y tal vez ignorar un rato aquel doloroso episodio de su corta vida como transformado.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
13/12/18, 05:16 pm
Eriel asintió a las palabras de la bruja, agradecido por la ayuda prestada a Hyun. Respiró tranquilo cuando lo vio irse escaleras arriba con Tay.
Durante unos instantes, durante el estallido de Rena, el propio gárgola tuvo deseos de gritarle a su compañero de criba. La ira le infectó de una forma tan rápida y tan brutal que el nublino tubo que apoyarse en un mueble. No lo hizo adrede pero cuando pasó sus garras se habían quedado marcadas en la madera.
<<Tengo que aprender a controlar esto. O me va a dificultar la vida>> pensó tranquilizándose. Tendría que buscar en la biblioteca algún libro más especializado acerca de su transformación.
Por el momento quiso terminar de leer, así que recogió el libro y pasó las páginas en busca de las suyas. Algo sin embargo le llamó la atención. Un ser de piel negra y alas rojas. Se parecía increíblemente a Sox, y ciertamente había partes de la piel de su amigo que se habían vuelto negras.
Pidió permiso para llevarse el libro un rato prometiendo devolverlo a no mucho tardar. Subió las escaleras y picó en la puerta de su amigo.
-Sox, abre. Tengo algo que enseñarte - el nublino estaba contento por haber podido ayudar a alguien del grupo. No había leído nada del mortífero precio que conllevaba el cambio del carabés.
Durante unos instantes, durante el estallido de Rena, el propio gárgola tuvo deseos de gritarle a su compañero de criba. La ira le infectó de una forma tan rápida y tan brutal que el nublino tubo que apoyarse en un mueble. No lo hizo adrede pero cuando pasó sus garras se habían quedado marcadas en la madera.
<<Tengo que aprender a controlar esto. O me va a dificultar la vida>> pensó tranquilizándose. Tendría que buscar en la biblioteca algún libro más especializado acerca de su transformación.
Por el momento quiso terminar de leer, así que recogió el libro y pasó las páginas en busca de las suyas. Algo sin embargo le llamó la atención. Un ser de piel negra y alas rojas. Se parecía increíblemente a Sox, y ciertamente había partes de la piel de su amigo que se habían vuelto negras.
Pidió permiso para llevarse el libro un rato prometiendo devolverlo a no mucho tardar. Subió las escaleras y picó en la puerta de su amigo.
-Sox, abre. Tengo algo que enseñarte - el nublino estaba contento por haber podido ayudar a alguien del grupo. No había leído nada del mortífero precio que conllevaba el cambio del carabés.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
13/12/18, 06:03 pm
Cuando Naeleth se fue los ánimos ya se habían apaciguado un poco, aunque Adrune seguía inquieta. No solo por Hyun y la situación, si no también debido a que estaba ansiosa por retomar lo que estaban haciendo antes del reencuentro con el coreano. Quería saber cosas de su transformación, pero su libro lo tenía que compartir con algunos más de sus compañeros y en realidad también quería saber qué podía hacer Neil, que en aquel momento se encontraba leyendo sobre sí mismo.
—¿Qué dice, qué dice? ¿Ya has averiguado lo que puedes hacer? —Revoloteó alrededor de su aurva intentando mirar por encima de su hombro—. ¡Pasadme el libro donde salen los gamusinos cuando acabéis, porfa!
—¿Qué dice, qué dice? ¿Ya has averiguado lo que puedes hacer? —Revoloteó alrededor de su aurva intentando mirar por encima de su hombro—. ¡Pasadme el libro donde salen los gamusinos cuando acabéis, porfa!
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
14/12/18, 01:16 am
Rena aceptó a regañadientes que Hyun se fuera con el cola anillada. Tanto lo que decía Naeleth como Pelusa tenía sentido, no iba a servir de nada agobiar al coreano si tenía la cabeza hecha un lío por culpa de ese hechizo, sin embargo seguía enfadada, y ya no tenía muy claro por qué.
Naeleth se marchó y los grupos se dedicaron a los libros. Rena leyó por enésima vez la misma línea que había leído en sus consultas anteriores sobre su carencia de magia. Estaba muy harta, no podía concentrarse y no tenía ganas de saber sobre su transformación, a pesar de que era evidente que le hacía falta. Esta vez sí que se había dado cuenta de su cambio físico motivado por el cabreo y no había logrado cambiar a su forma original así que iba con hocico y garra de oso (lo que ademas le dificultaba pasar las páginas). Apartó el libro a un lado con un resoplido y se levantó de la silla.
-Me voy a pegarle a algo. Adru, ¿de dónde sacaste las armas antes?
Una vez tuvo su respuesta desapareció escaleras arriba.
La sala de entrenamiento estaba encima de sus dormitorios. Era una estancia enorme y bien iluminada, con suelos que alternaban madera y tatami y muñecos de entrenamientos decentes, nada que ver con los peleles cutres que usaban en el torreón para practicar. Eligió uno que ya estaba colocado al fondo de la sala y que parecía ser de los que menos posibilidades tenían de romperse y le dió un puñetazo. Dar puñetazos con las garras era muy complicado, se clavó las uñas en la mano y se hizo daño en los nudillos por haber dado mal el golpe. Rena gritó frustrada y soltó un zarpazo que partió al poner muñeco por la mitad.
-¡JODER! ¡MALDITO MUÑECO BLANDENGUE! ¡MIERDA DE TRASTO INUTIL!
Empezó a darle patadas al trozo de muñeco que se había caído al suelo. No siquiera era consciente de lo mucho que había aumentado su fuerza física, ella solo quería romper cosas y eso hacía. Cuando el muñeco quedó hecho astillas la tomó con otro que tenía cerca.
Naeleth se marchó y los grupos se dedicaron a los libros. Rena leyó por enésima vez la misma línea que había leído en sus consultas anteriores sobre su carencia de magia. Estaba muy harta, no podía concentrarse y no tenía ganas de saber sobre su transformación, a pesar de que era evidente que le hacía falta. Esta vez sí que se había dado cuenta de su cambio físico motivado por el cabreo y no había logrado cambiar a su forma original así que iba con hocico y garra de oso (lo que ademas le dificultaba pasar las páginas). Apartó el libro a un lado con un resoplido y se levantó de la silla.
-Me voy a pegarle a algo. Adru, ¿de dónde sacaste las armas antes?
Una vez tuvo su respuesta desapareció escaleras arriba.
La sala de entrenamiento estaba encima de sus dormitorios. Era una estancia enorme y bien iluminada, con suelos que alternaban madera y tatami y muñecos de entrenamientos decentes, nada que ver con los peleles cutres que usaban en el torreón para practicar. Eligió uno que ya estaba colocado al fondo de la sala y que parecía ser de los que menos posibilidades tenían de romperse y le dió un puñetazo. Dar puñetazos con las garras era muy complicado, se clavó las uñas en la mano y se hizo daño en los nudillos por haber dado mal el golpe. Rena gritó frustrada y soltó un zarpazo que partió al poner muñeco por la mitad.
-¡JODER! ¡MALDITO MUÑECO BLANDENGUE! ¡MIERDA DE TRASTO INUTIL!
Empezó a darle patadas al trozo de muñeco que se había caído al suelo. No siquiera era consciente de lo mucho que había aumentado su fuerza física, ella solo quería romper cosas y eso hacía. Cuando el muñeco quedó hecho astillas la tomó con otro que tenía cerca.
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