Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
+20
Lathspell
Bellota
Lops
Tak
Giniroryu
Yber
Merodeador
Seth
Aes
Zarket
Jack
Dal
Alicia
Rocavarancolia Rol
Naeryan
Evanna
Leonart
Poblo
Muffie
Red
24 participantes
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/12/13, 04:28 am
Recuerdo del primer mensaje :
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
El ataque de risa de Tap fue tal que su cuerpo se sacudió en el aire como si sufriera espasmos. El aparato fonador emitió ruidos incomprensibles que no eran más que el poltergeist intentando hacer ver al idrino lo gracioso que había sido verle la cara en plena descarga eléctrica. Cuando por fin se calmó, Saren le preguntó sobre su cuerpo y Tap comenzó a hablar tan rápido que las palabras se trababan y no salían. Tuvo que coger aire antes de intentarlo de nuevo, esta vez más despacio que la anterior.
—Es de metal irrense y plástico—explicó—. Fabricado por dama Hálito, demi… demiur… demiurga—se le atascaba la palabra. La mención a la violeta le hizo sentir algo de pena. Perder a los pocos gigantes que merecían la pena nunca era divertido. Continuó su charla moviendo cada una de las secciones en las que se dividía y haciendo una mención obvia al aparato que le permitía hablar—. Además lo estoy armando. Como lo de la electric… electricicicicidad—de nuevo se le atascaron las palabras y Tap sacudió la cabeza de manera inútil—. Electricidad. Todavía me que-queda hasta que… aprenda del todo. Pero bueno.
Tap estaba tan eufórico por su nuevo cuerpo que le daba igual las trabas que su ponía. Valoraba la mejora y lo veía todo un pelín más positivo. Un pelín suficiente como para que no quisiera matar al gigante que tenía enfrente en ningún momento. Era probable que el hecho de que fuera Saren y no otro, como Pablo, por ejemplo, también tuviera que ver. Pero lo importante era que, en aquellos momentos, el poltergeist se encontraba a gusto.
—Y tú, ¿Q-qué eres? ¿Y qué haces? Sales muy a menudo de la Sede—Tap estaba realizando esas mismas preguntas a todos los gigantes que decidía que eran dignos de relacionarse. Sobre todo porque según las respuestas, así sabría si lo seguían siendo, si era mejor alejarse de ellos o, simplemente, sabía si podía alegrarse porque la Luna Roja les castigaba con algún aspecto injusto de sus transformaciones. Sabía lo felices que fueron muchos gigantes cuando descubrieron que como poltergeist no podría hablar, así que no pensaba esconder la diversión que le producía saber que ahora a algunos les mataba el sol o que estaban catatónicos durante todo el día en la cama.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
07/11/15, 10:35 pm
Le dedicó una mirada hastiada a Sura a sus espaldas cuando lo presentó a los novatos sin su consentimiento, pero no quiso delatarse abriendo la bocaza. No era su intención parecer un cardo ante los nuevos, así que añadió, un poco en contra de su voluntad:
—Encantado.
Les prestó la atención justa para analizar qué tal serían como compañeros. Le parecieron un tanto cortados, salvo el parqio, ¿pero cómo iban a no estarlo? Él lo había estado, aunque cuando había llegado a la sede no se encontraba en la mejor de las condiciones.
Al irse los novatos, a buscar habitación o lo que fuese, Kin quiso poder respirar aliviado, pero realmente no eran ellos quienes lo tenían agobiado. Cuando Sura le preguntó que pasaba soltó una carcajada agria.
—¿Apagado? Ojalá. Y ojalá se pasase solo por hablar. Estoy hasta las trancas de carga, pensaba que se notaba. —Una chispa saltó desde la base de uno de sus cuernos hasta la punta—. Abriría la boca para que veas lo poco apagado que estoy, pero la tengo llena de comida —ironizó, con una sonrisa a través de la que se veía cierto brillo.
—Encantado.
Les prestó la atención justa para analizar qué tal serían como compañeros. Le parecieron un tanto cortados, salvo el parqio, ¿pero cómo iban a no estarlo? Él lo había estado, aunque cuando había llegado a la sede no se encontraba en la mejor de las condiciones.
Al irse los novatos, a buscar habitación o lo que fuese, Kin quiso poder respirar aliviado, pero realmente no eran ellos quienes lo tenían agobiado. Cuando Sura le preguntó que pasaba soltó una carcajada agria.
—¿Apagado? Ojalá. Y ojalá se pasase solo por hablar. Estoy hasta las trancas de carga, pensaba que se notaba. —Una chispa saltó desde la base de uno de sus cuernos hasta la punta—. Abriría la boca para que veas lo poco apagado que estoy, pero la tengo llena de comida —ironizó, con una sonrisa a través de la que se veía cierto brillo.
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
10/11/15, 08:20 pm
Nasher continuó con la visita, a pesar de que quedaban... dos personas. Les enseñó las salas de entrenamiento y la sala común más grande, la que tenía la chimenea central, pues sabía que a Rasqa le gustaría.
-Toda la Sede es ignífuga y desde el paso de ciertas personas por aquí también a prueba de explosiones. Los muebles son bastante resistentes así que no os preocupeis si teneis pequeños accidentes. Podeis decorar las habitaciones como querais, pero si quereis muebles nuevos los tendreis que buscar vosotros.
Pasaron por las salas de entrenamiento, donde la quimera les explicó donde estaban las armerías, las normas de utilización del material y cómo funcionaban los maniquís. También qué salas se usaban más y cuales menos, por si querían entrenar solos o con más gente.
-Algunos veteranos nos juntamos a bailar de vez en cuando, y si necesitais alguien con quien practicar no os corteis en pedirlo. En general la gente aquí es maja.- por supuesto, eran majos según el criterio de Nasher que se llevaba bien con prácticamente todo el mundo.- Ah, la última parada.
Los baños de la Sede eran de azulejos de colores, y solo con abrir la puerta el vapor te daba en la cara. Había duchas comunales, bañeras y una sauna que no estaba ahí al principio pero que se habían construido entre Nasher y otros cuantos.
-Bueno, la visita se acabó, ahora si quereis elegir cuarto, yo creo que acompañaré a Kin y me haré algo de comer.
-Toda la Sede es ignífuga y desde el paso de ciertas personas por aquí también a prueba de explosiones. Los muebles son bastante resistentes así que no os preocupeis si teneis pequeños accidentes. Podeis decorar las habitaciones como querais, pero si quereis muebles nuevos los tendreis que buscar vosotros.
Pasaron por las salas de entrenamiento, donde la quimera les explicó donde estaban las armerías, las normas de utilización del material y cómo funcionaban los maniquís. También qué salas se usaban más y cuales menos, por si querían entrenar solos o con más gente.
-Algunos veteranos nos juntamos a bailar de vez en cuando, y si necesitais alguien con quien practicar no os corteis en pedirlo. En general la gente aquí es maja.- por supuesto, eran majos según el criterio de Nasher que se llevaba bien con prácticamente todo el mundo.- Ah, la última parada.
Los baños de la Sede eran de azulejos de colores, y solo con abrir la puerta el vapor te daba en la cara. Había duchas comunales, bañeras y una sauna que no estaba ahí al principio pero que se habían construido entre Nasher y otros cuantos.
-Bueno, la visita se acabó, ahora si quereis elegir cuarto, yo creo que acompañaré a Kin y me haré algo de comer.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
10/11/15, 10:02 pm
La varmana se sorprendía más y más con cada cosa que le enseñaba la quimera sensorial. El súmmun llegó con las duchas, los ojos le brillaban de emoción sólo por el hecho de poder usar agua caliente sin necesidad de magia. Ver todo aquel lujo tras su estancia de siete meses en un torreón le encantaba, a diferencia de muchos de sus compañeros ella se sentía agradecida de que les dieran aquellas cosas de forma gratuita y de que sus nuevos compañeros pareciesen tan amigables.
"Perdona Nasher, dices que os reunís para bailar, ¿de forma literal o dices para entrenar?" fuese lo que fuese a la niña le interesaba, bailar para poder conocer más gente y estrechar lazos, la opción de entrenamiento podía venirle también muy bien para aprender a manejar su transformación adecuadamente más rápido.
"Y otra cosa, ¿te suena esta chica?" le enseñó un boceto de Karime que había dibujado a partir de la imagen mental que le había mandado el brujo el día anterior.
Surásara:
La naga hizo una mueca de desagrado cuando Kin le dijo que estaba muy cargado. En su vida había recibido alguna que otra descarga eléctrica y sabía lo que dolían, pero supuso que lo del chico sería como sentir ese dolor de forma contínua.
-No, con eso no puedo ayudarte - suspiró.- ¿Hace cuánto que no descargas? - le preguntó intentando hacerse una idea.
"Perdona Nasher, dices que os reunís para bailar, ¿de forma literal o dices para entrenar?" fuese lo que fuese a la niña le interesaba, bailar para poder conocer más gente y estrechar lazos, la opción de entrenamiento podía venirle también muy bien para aprender a manejar su transformación adecuadamente más rápido.
"Y otra cosa, ¿te suena esta chica?" le enseñó un boceto de Karime que había dibujado a partir de la imagen mental que le había mandado el brujo el día anterior.
Surásara:
La naga hizo una mueca de desagrado cuando Kin le dijo que estaba muy cargado. En su vida había recibido alguna que otra descarga eléctrica y sabía lo que dolían, pero supuso que lo del chico sería como sentir ese dolor de forma contínua.
-No, con eso no puedo ayudarte - suspiró.- ¿Hace cuánto que no descargas? - le preguntó intentando hacerse una idea.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
10/11/15, 10:34 pm
—Hmm… No recuerdo —respondió el raigaurum, pensativo—. Pequeñas descargas, sí, pero no sé cuántos días hace que no me quedo a cero. Lo peor fue ayer, me cargué en exceso y si lo dejo ir ahora… —Torció el morro antes de continuar—. Bah. No debería sobreesforzarme tampoco. Que esté ahí la Luna parecía que ayudaba, pero tampoco es la panacea.
Se levantó de la mesa y llevó el cuenco vacío hasta el fregadero. Mientras lo limpiaba pensó en qué podía hacer por los novatos, como habían hecho por él en su primer día en el refugio. «Supongo que les podría interesar entrenar con nosotros».
Se levantó de la mesa y llevó el cuenco vacío hasta el fregadero. Mientras lo limpiaba pensó en qué podía hacer por los novatos, como habían hecho por él en su primer día en el refugio. «Supongo que les podría interesar entrenar con nosotros».
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
10/11/15, 11:57 pm
Sura:
-¿Quizá podrías ir soltando poco a poco hasta quedarte sin carga? En vez de hacerlo de golpe digo - le propuso al irrense con una pequeña sonrisa trantando de darle ánimos.- No, la Luna no es una panacea, sea lo que sea eso. Pero aún así... ayer tuve un enfrentamiento con una manada de cosas, no veas que subidón - le comentó con una sonrisa más ancha.
-Por cierto, voy a ser un poco cotilla, ¿qué opinas de los nuevos? ¿Qué crees que pueden ser? - le preguntó cavilando sobre los nuevos.- Lo cierto es que la chica de fuego me recuerda mucho a Ariven ¿no crees? - había cambiado de tema para intentar hacerle más fácil a su amigo el dolor, esperaba que se olvidara un poco de ello.
-¿Quizá podrías ir soltando poco a poco hasta quedarte sin carga? En vez de hacerlo de golpe digo - le propuso al irrense con una pequeña sonrisa trantando de darle ánimos.- No, la Luna no es una panacea, sea lo que sea eso. Pero aún así... ayer tuve un enfrentamiento con una manada de cosas, no veas que subidón - le comentó con una sonrisa más ancha.
-Por cierto, voy a ser un poco cotilla, ¿qué opinas de los nuevos? ¿Qué crees que pueden ser? - le preguntó cavilando sobre los nuevos.- Lo cierto es que la chica de fuego me recuerda mucho a Ariven ¿no crees? - había cambiado de tema para intentar hacerle más fácil a su amigo el dolor, esperaba que se olvidara un poco de ello.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
11/11/15, 12:48 am
Rasqa se dejó guiar disfrutando de lo que veía. Aquel edificio por dentro no se parecía en nada que hubiera visto nunca el parqio, ni en su isla de dragoncillos ignorantes ni en su estancia en Rocavarancolia como cosechado. Aquel lugar parecía un lugar interesante en el que vivir, les traían el alimento y les concedían los bienes básicos necesarios para vivir. Le chimenea le gustó al mismo nivel que le disgustó la ducha. Pero el parqio podía adivinar que ninguno de los que vivían allí le permitirían disfrutar de los niveles de humo que quería en aquella estancia.
—¡Hey, Nasher! —llamó al que fue su cosechador, una vez acabó el tour por aquel lugar—. Gracias por traerme aquí.
Rasqa fue claro. Aquella sensación de bocio continuo que había arrastrado desde pequeño había desaparecido con la ciudad. Se sentía a gusto con su nuevo cuerpo, ardía lleno de vida y de entusiasmo. Rasqa tenía claro que haberse quedado en las islas habría sido un error, tenía la certeza de que habría llevado una vida vacía, triste y descorazonadora. Le debía mucho a Nasher y a la ciudad. Le debía mucho a la Luna Roja.
El parqio tenía mucho que hacer por delante y, una vez se dispersaran los tres que habían acabado el tour, empezaría por buscarse una habitación en la planta más alta de la sede.
—¡Hey, Nasher! —llamó al que fue su cosechador, una vez acabó el tour por aquel lugar—. Gracias por traerme aquí.
Rasqa fue claro. Aquella sensación de bocio continuo que había arrastrado desde pequeño había desaparecido con la ciudad. Se sentía a gusto con su nuevo cuerpo, ardía lleno de vida y de entusiasmo. Rasqa tenía claro que haberse quedado en las islas habría sido un error, tenía la certeza de que habría llevado una vida vacía, triste y descorazonadora. Le debía mucho a Nasher y a la ciudad. Le debía mucho a la Luna Roja.
El parqio tenía mucho que hacer por delante y, una vez se dispersaran los tres que habían acabado el tour, empezaría por buscarse una habitación en la planta más alta de la sede.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
11/11/15, 12:54 am
Kin se encogió de hombros.
—Eso haré, supongo. Quitarme un poco de encima. —Dejó el bol en el escurridor. Luego miró extrañado a la naga—. Y panacea es un remedio genérico o universal… Tampoco tiene mucho que ver con manadas, aunque si te hace feliz supongo que cuenta —añadió con una media sonrisa—. Yo lo que encontré fueron nubes de tormenta. Y poco más.
Cuando le habló de los nuevos necesitó pensar para encontrar a Ariven en algún rincón de su cerebro. El nombre no le sonaba, aquel aspecto, sí. Tenía que haberla visto durante la fiesta, eso seguro, pero había asistido tanta gente que el raigaurum no había retenido muchas caras nuevas.
—Supongo que sí. Y el humano y la varmana magos o brujos no van a ser, así que quedan las opciones típicas. El otro ni idea. Solo sé que tiene pinchos extra. De lo demás, no voy a opinar hasta conocerlos un poco mejor. ¿Qué tal si les ofrecemos subir a la sala de entrenamiento más tarde?
—Eso haré, supongo. Quitarme un poco de encima. —Dejó el bol en el escurridor. Luego miró extrañado a la naga—. Y panacea es un remedio genérico o universal… Tampoco tiene mucho que ver con manadas, aunque si te hace feliz supongo que cuenta —añadió con una media sonrisa—. Yo lo que encontré fueron nubes de tormenta. Y poco más.
Cuando le habló de los nuevos necesitó pensar para encontrar a Ariven en algún rincón de su cerebro. El nombre no le sonaba, aquel aspecto, sí. Tenía que haberla visto durante la fiesta, eso seguro, pero había asistido tanta gente que el raigaurum no había retenido muchas caras nuevas.
—Supongo que sí. Y el humano y la varmana magos o brujos no van a ser, así que quedan las opciones típicas. El otro ni idea. Solo sé que tiene pinchos extra. De lo demás, no voy a opinar hasta conocerlos un poco mejor. ¿Qué tal si les ofrecemos subir a la sala de entrenamiento más tarde?
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
11/11/15, 07:39 pm
Nasher sonrió a Rasqa. No lo dijo en voz alta pero le hacía verdadera ilusión que el moloch se sintiese a gusto en la ciudad, y que su trabajo no hubiese acabado con un ser pinchudo y cabreado odiandole para el resto de su vida como había visto con otros cosechadores.
Atendió a las dudas de Varsai mientras iba de camino a la cocina, pidiendo a la chica que lo acompañara con un gesto.
-Bailar literalmente- dijo entre risas- Es algo que siempre me ha gustado hacer y por suerte he encontrado gente que comparte conmigo esa afición.
Cuando le enseñó el retrato lo cogió para mirarlo detenidamente, entrecerrando los ojos.
-¿Tenía unas tetas enormes e iba medio desnuda? Porque si es así imagino que será Karime. Es parte del ejército, pero vive aquí, así que seguro que te la encontrarás tarde o temprano.- le devolvió el cuaderno.- ¿Por qué lo preguntas?
Atendió a las dudas de Varsai mientras iba de camino a la cocina, pidiendo a la chica que lo acompañara con un gesto.
-Bailar literalmente- dijo entre risas- Es algo que siempre me ha gustado hacer y por suerte he encontrado gente que comparte conmigo esa afición.
Cuando le enseñó el retrato lo cogió para mirarlo detenidamente, entrecerrando los ojos.
-¿Tenía unas tetas enormes e iba medio desnuda? Porque si es así imagino que será Karime. Es parte del ejército, pero vive aquí, así que seguro que te la encontrarás tarde o temprano.- le devolvió el cuaderno.- ¿Por qué lo preguntas?
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/11/15, 12:03 am
Varsai:
La niña se sonrojó levemente por lo directo que era la quimera sensorial.
"No sé nada de sus pechos ni de su desnudez, sólo me mostraron su cara." le explicó al chico. Pensó en apuntarse a eso de bailar, pero decidió decirlo más adelante cuando cogiese más confianza con la gente de la sede.
"Lo pregunto por que me han dicho que soy algo llamado licántropo, me dieron referencias de ella y quería pedirle algún consejo. ¿Puedes decirme algo de ella? Es por saber con qué clase de persona voy a tratar." Esperaba que el chico le dijese que era buena persona y le quitase de encima un peso, aunque lo cierto era que la gente que ya había conocido le resultaba muy simpática. Vio que se dirigían a la cocina y la niña pensó si podría comer algo, que volvía a tener muchísima hambre.
Surásara:
-Bueno, aquí ya ha habido casos de brujos por lo que me han contado - le contestó al demonio.- Así que tampoco deberíamos descartarlo, pero sí, lo más obvio es que sean guerreros de algún tipo.
-Oh, pues sí que podemos invitarlos a entrenar, aunque mejor que primero aprendan a usar sus nuevas habilidades o no serán rivales muy dignos - le comentó con una sonrisa.- Aún recuerdo nuestros primeros entrenamientos cuando me electrificabas de vez en cuando - se rió abiertamente del hecho, aunque en su momento obviamente no le había hecho gracia precisamente.
La niña se sonrojó levemente por lo directo que era la quimera sensorial.
"No sé nada de sus pechos ni de su desnudez, sólo me mostraron su cara." le explicó al chico. Pensó en apuntarse a eso de bailar, pero decidió decirlo más adelante cuando cogiese más confianza con la gente de la sede.
"Lo pregunto por que me han dicho que soy algo llamado licántropo, me dieron referencias de ella y quería pedirle algún consejo. ¿Puedes decirme algo de ella? Es por saber con qué clase de persona voy a tratar." Esperaba que el chico le dijese que era buena persona y le quitase de encima un peso, aunque lo cierto era que la gente que ya había conocido le resultaba muy simpática. Vio que se dirigían a la cocina y la niña pensó si podría comer algo, que volvía a tener muchísima hambre.
Surásara:
-Bueno, aquí ya ha habido casos de brujos por lo que me han contado - le contestó al demonio.- Así que tampoco deberíamos descartarlo, pero sí, lo más obvio es que sean guerreros de algún tipo.
-Oh, pues sí que podemos invitarlos a entrenar, aunque mejor que primero aprendan a usar sus nuevas habilidades o no serán rivales muy dignos - le comentó con una sonrisa.- Aún recuerdo nuestros primeros entrenamientos cuando me electrificabas de vez en cuando - se rió abiertamente del hecho, aunque en su momento obviamente no le había hecho gracia precisamente.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/11/15, 01:38 am
-Karime es... eh...- Nasher evaluó a la varmana, tratando de descifrar si sería aún demasiado joven para la loba o si no sería de su gusto. No lo tenía muy claro.- Directa. Grita mucho, hace muchos gestos y de entrada puede intimidar un poco, pero no es mala persona. No creo que tenga ningún problema en ayudarte. Pero si lo tiene, yo tengo un amigo que también es licántropo, claro que no vive aquí.
Saludó a Sura y a Kin con la mano al entrar en la cocina y rebuscó en las alacenas. Volvió a sacar los grillos y los echó en un bol como si fueran cereales, luego se puso a pelar fruta.
-Ey, vosotros, yo no pillo mucho a Karime, ¿si la veis podeis decirle que esta chica la busca?- les dijo a los dos veteranos.
Saludó a Sura y a Kin con la mano al entrar en la cocina y rebuscó en las alacenas. Volvió a sacar los grillos y los echó en un bol como si fueran cereales, luego se puso a pelar fruta.
-Ey, vosotros, yo no pillo mucho a Karime, ¿si la veis podeis decirle que esta chica la busca?- les dijo a los dos veteranos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
12/11/15, 10:45 pm
Kin sonrió al recordar lo satisfactorio que era soltar algún calambrazo disfrazado de no intencionado cuando se picaba entrenando, pero le replicó a la naga al respecto del nivel de los novatos.
—Pensaba más en enseñarles las armas de las que disponemos, alguna demostración… Algo para que supieran con quiénes les conviene practicar, y si se animan ver de paso qué tal preparados vienen.
En su criba habían tenido suerte de contar con alguna gente que les podía enseñar a defenderse y atacar, pero no creía que todos los torreones fuesen a tener siempre esa suerte. Podían tanto llegar cosechados con técnicas refinadas como burdas a más no poder.
Nasher y la varmana terminaron por regresar a la cocina una vez terminado el tour por la sede. Le devolvió el saludo al asreniano con la cabeza, y luego se extrañó por la petición que hizo.
—Tampoco la veo a menudo, pero lo recordaré. ¿La conoces? —La última pregunta iba dirigida a la varmana. Le había sorprendido que una recién llegada, que ni siquiera era de Libo, la estuviese buscando. El por qué quería reunirse con ella era otra duda que le parecía ya demasiado directa para plantear de entrada a una desconocida.
—Pensaba más en enseñarles las armas de las que disponemos, alguna demostración… Algo para que supieran con quiénes les conviene practicar, y si se animan ver de paso qué tal preparados vienen.
En su criba habían tenido suerte de contar con alguna gente que les podía enseñar a defenderse y atacar, pero no creía que todos los torreones fuesen a tener siempre esa suerte. Podían tanto llegar cosechados con técnicas refinadas como burdas a más no poder.
Nasher y la varmana terminaron por regresar a la cocina una vez terminado el tour por la sede. Le devolvió el saludo al asreniano con la cabeza, y luego se extrañó por la petición que hizo.
—Tampoco la veo a menudo, pero lo recordaré. ¿La conoces? —La última pregunta iba dirigida a la varmana. Le había sorprendido que una recién llegada, que ni siquiera era de Libo, la estuviese buscando. El por qué quería reunirse con ella era otra duda que le parecía ya demasiado directa para plantear de entrada a una desconocida.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
13/11/15, 12:28 am
-Creo que esta vez alguno vendrá bien entrenado. Había un compatriota mío como cosechado y no parecía poco ducho en armas precisamente - explicó al irrense para luego agregar con una sonrisa.- Ni de lejos tan bueno como yo claro, pero algo es algo - se rió abiertamente antes de ver aparecer a Nasher y la varmana nueva por la puerta de la cocina.
Sura frunció ligeramente el ceño cuando Nasher dijo que la varmana estaba buscando a Karime, ¿de qué diablos conocía aquella chica a la libense?. Por toda respuesta a Kin Varsai les enseñó el dibujo que había hecho de la licántropa y la libreta con la respuesta anterior a Nasher.
-Anda, una licántropa - Sura no parecía muy sorprendida.- ¿De qué tipo? - preguntó sin sospechar que la chica quizás ni lo supiera.- Yo igual me la encuentro en los entrenamientos del ejército, con un poco de suerte igual no hace falta tampoco, pero la buscaré a ver - añadió.
Varsai escribió en su libreta y luego se la mostró a los presentes.
"No lo sé. Sólo sé que era blanco, peludo, mullido y con pintas negras. Ah, y tenía una cola muy larga." Se encogió de hombros, el resto ponía. "¿Puedo comer algo? Tengo hambre." Sura no respondió por que andaba pensando en qué diablos podía ser la chica.
Varsai tenía hambre a pesar de haber comido en Letargo antes de salir y no sabía si era cosa de su transformación, de la Luna o que simplemente estaba dando el estirón.
Sura frunció ligeramente el ceño cuando Nasher dijo que la varmana estaba buscando a Karime, ¿de qué diablos conocía aquella chica a la libense?. Por toda respuesta a Kin Varsai les enseñó el dibujo que había hecho de la licántropa y la libreta con la respuesta anterior a Nasher.
-Anda, una licántropa - Sura no parecía muy sorprendida.- ¿De qué tipo? - preguntó sin sospechar que la chica quizás ni lo supiera.- Yo igual me la encuentro en los entrenamientos del ejército, con un poco de suerte igual no hace falta tampoco, pero la buscaré a ver - añadió.
Varsai escribió en su libreta y luego se la mostró a los presentes.
"No lo sé. Sólo sé que era blanco, peludo, mullido y con pintas negras. Ah, y tenía una cola muy larga." Se encogió de hombros, el resto ponía. "¿Puedo comer algo? Tengo hambre." Sura no respondió por que andaba pensando en qué diablos podía ser la chica.
Varsai tenía hambre a pesar de haber comido en Letargo antes de salir y no sabía si era cosa de su transformación, de la Luna o que simplemente estaba dando el estirón.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
13/11/15, 01:04 am
Lo primero que le vino a la cabeza a Nasher cuando Varsai describió su otra forma fue un armiño, pero no tenía claro si sería algo así.
-¿No puedes transformarte y enseñarnoslo?- aventuró. No todos los licántropos podían cambiar a placer desde el primer día, y había algunos a los que no les agradaba mucho su forma animal.- Solo si quieres, ¿eh? Y claro que puedes coger algo de comer, esta es tu casa, pilla lo que te apetezca.
Él había terminado de pelar y cortar fruta y la había mezclado en una especie de macedonia junto con los grillos cubiertos de chocolate. Empezó a comer a cucharadas, sentado en una encimera.
-¿No puedes transformarte y enseñarnoslo?- aventuró. No todos los licántropos podían cambiar a placer desde el primer día, y había algunos a los que no les agradaba mucho su forma animal.- Solo si quieres, ¿eh? Y claro que puedes coger algo de comer, esta es tu casa, pilla lo que te apetezca.
Él había terminado de pelar y cortar fruta y la había mezclado en una especie de macedonia junto con los grillos cubiertos de chocolate. Empezó a comer a cucharadas, sentado en una encimera.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
13/11/15, 09:30 pm
La varmana les enseñó una libreta donde se leía por qué buscaba a Karime. «¿Es que no habla?». Leyéndola, averiguó que tenían el mismo tipo de transformación, y aunque sí era un motivo de peso para buscarla, se preguntó quién se lo habría dicho. Al detallar el aspecto que adquiría al cambiar, Kin se encogió ligeramente de hombros. En su mundo no había apenas fauna, y la de otros se le antojaba demasiado extensa para estudiarla a propósito. Aquella descripción no le decía mucho.
—Si lo intentas ten en cuenta que necesitas encargar a alguien que te ancle la ropa a una runa primero, ¿sabes? —añadió a lo dicho por Nasher, divertido. Cuando se fijó en lo que preparaba el asreniano para comer trató de no mirar demasiado, igual que cada vez alguien daba buena cuenta de aquellos pobres animales.
—Si lo intentas ten en cuenta que necesitas encargar a alguien que te ancle la ropa a una runa primero, ¿sabes? —añadió a lo dicho por Nasher, divertido. Cuando se fijó en lo que preparaba el asreniano para comer trató de no mirar demasiado, igual que cada vez alguien daba buena cuenta de aquellos pobres animales.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/11/15, 12:08 am
Una vez acabó la guía, Rasqa dejó a Varsai consultando dudas y entró en autonomía. Quería investigar por sí mismo el edificio, la parte que le quedaba por ver, claro. Y eso hizo. Por desgracia, todo lo que encontró fueron habitaciones (muy bien cerradas, lo comprobó de primera mano y de segunda y tercera embestidas en algunos casos), o bien ocupadas, o bien vacías y aburridas. Se aseguró de cruzar todas las plantas y supo que no había mucho más allá de lo que Nasher les había enseñado. Bufó en cuanto descubrió que no quedaba ningún secreto por descubrir y acabó decidiendo que su habitación se encontraría en la planta más alta, la tercera. Cualquiera que cruzara por el pasillo, se encontraría al parqio tallando su nombre en la puerta con sus garras.
Una vez que acabó, bajó a la planta baja. Explicaría a todos los que se cruzase en su camino que ya había escogido su habitación y daría señas innecesarias para confirmarles cual. Acto seguido iría volando a la biblioteca para hacer lo que absolutamente todos estaban haciendo. Investigar. Con el nombre de su transformación dado, Rasqa lo tuvo muy fácil. Y daba gracias, pues con lo mal que leía, de otra manera habría tardado décadas en encontrar nada. La información que descubrió distó de sorprenderle. Algo en su fuero interno ya le había avisado, si es que se podía decir, de cuál era la finalidad de aquel cambio en su cuerpo. ¿Por qué iba a darle la Luna Roja fuego si no quisiera que quemara nada? Era una obviedad aplastante. Por suerte para el parqio, para el moloch, había llegado a la ciudad con muy pocos escrúpulos. Y los pocos que trajo disminuyeron aún más conforme crecía y Rasqa descubría su cuerpo. Tal vez enfrentarse a Rocavarancolia había sido determinante para este desarrollo o tal vez Rasqa habría cargado el fuego dentro durante toda su vida, lunas o no.
El parqio no tuvo que asimilar nada, quemar gente le sonaba divertido, algo que habría querido practicar, aunque no hubiera leído nada en un libro. Lo que tuvo que pensar, aquello a lo que necesitó darle varias vueltas, era cómo se lo tomarían sus amigos. Les tenía demasiado cariño como para que no le importara lo que pensaran de él y Rasqa quería asegurarles que no era peligroso para ellos. En absoluto. El moloch estaba dispuesto a extinguir su fuego por cada uno de ellos, pero no quería vivir mintiendo u ocultando algo que parecía tan natural en él. Ya había sentido el instinto de las llamas la noche de la luna y Rasqa estaba seguro de que más adelante, volvería a tirar de él. Y quería darle rienda suelta.
Tuvo los dos días siguientes para pensarlo. El consejo se había empeñado en que debía reponer los desperfectos causados y bla bla bla. Rasqa variaba entre la rabia y el humor ácido cada vez que pensaba en aquello. <<”OS HEMOS ABANDONADO Y CASI LA PALMAIS, LOS QUE NO HABEIS MUERTO DEL TODO, PERO POBRES COLCHONES BRRRRRRRR”>> les imitó mentalmente mientras volaba la primera mañana hacia Letargo. Rasqa iba muy envalentonado, dispuesto a soltarle cuatro cosas a quienquiera que le fuera a esperar allí.
Sin embargo, antes de aterrizar vio quien era y se le fue toda la voluntad. Frente a Letargo, le esperaba de nuevo la bípeda dragona del día anterior. Rasqa suspiró levemente, ¿cómo le iba a decir nada a la única criatura que podría considerar una figura de autoridad? ¿Y si era medio dragona de verdad y se metía con todos los de su estirpe al quejársele a ella? Tenía que tener cuidado y tenía que demostrar que era un digno merecedor de los poderes que había recibido anoche.
Empezó bien, los Ancianos bien sabían que el parqio puso lo mejor de sí en dar una buena impresión, pero se aburrió enseguida. Lo que le pedían era mucho más laborioso de lo que al moloch le apetecía hacer y su instinto demasiado sincero como para que Rasqa continuara con aquella fachada de “SOY UN DRAGÓN HURRRR”. La mujer no hablaba y él tampoco hizo el esfuerzo de sacar conversación. Seguía pensando que el sistema de esta gente perdía agua por cincuenta agujeros diferentes y le ponía de mal humor tener que malgastar dos días trabajando. Solo quería irse. Fruto de su desgana, el resultado final de su condena de servicios comunitarios fue bastante deficiente: los colchones no estaban bien llenos o bien cosidos; algunos eran demasiado blandos y otros demasiado duros. Los esqueletos de las camas tampoco corrieron mejor suerte. Algunos hacían ruidos feos y otros simplemente amenazarían con caerse en cuanto los cosechados los movieran, ya que el parqio había hecho todo lo posible por disimular su mal trabajo.
La noche del segundo día, la mujer dragona seguía igual de muda, pero para Rasqa había pasado de ser un ídolo a un ser mundano. Al moloch le habían bastado dos días con ella para saber que no era más que otra ciudadana, como él. Con más experiencia, claro, y de mejor ver que la mayoría de los que se había cruzado en siete meses, pero solo eso. El parqio alzó el vuelo sin despedirse y se alejó con la esperanza de que no lo volvieran a llamar nunca para una mierda similar. Tenía un cuerpo nuevo, tenía fuego, y no quería perder el tiempo en reconstruir cosas que ya estaban bien tras quemarlas.
Antes de volver a la sede, el parqio descubrió que la noche no le daba miedo. La luna seguía en lo alto, cubriéndolo todo con su fulgor rojo, y las llamas de Rasqa iluminaban los recovecos escondidos del gran astro. Los habitantes más madrugadores de la sede se encontrarían los cadáveres de cuatro colaespinas hechos pedazos sobre la mesa de la cocina. La noche ya no le daba miedo, pero Rasqa seguía sin entender los cacharruzos que los bípedos usaban para cocinar.
El parqio aún tardaría en despertar.
Una vez que acabó, bajó a la planta baja. Explicaría a todos los que se cruzase en su camino que ya había escogido su habitación y daría señas innecesarias para confirmarles cual. Acto seguido iría volando a la biblioteca para hacer lo que absolutamente todos estaban haciendo. Investigar. Con el nombre de su transformación dado, Rasqa lo tuvo muy fácil. Y daba gracias, pues con lo mal que leía, de otra manera habría tardado décadas en encontrar nada. La información que descubrió distó de sorprenderle. Algo en su fuero interno ya le había avisado, si es que se podía decir, de cuál era la finalidad de aquel cambio en su cuerpo. ¿Por qué iba a darle la Luna Roja fuego si no quisiera que quemara nada? Era una obviedad aplastante. Por suerte para el parqio, para el moloch, había llegado a la ciudad con muy pocos escrúpulos. Y los pocos que trajo disminuyeron aún más conforme crecía y Rasqa descubría su cuerpo. Tal vez enfrentarse a Rocavarancolia había sido determinante para este desarrollo o tal vez Rasqa habría cargado el fuego dentro durante toda su vida, lunas o no.
El parqio no tuvo que asimilar nada, quemar gente le sonaba divertido, algo que habría querido practicar, aunque no hubiera leído nada en un libro. Lo que tuvo que pensar, aquello a lo que necesitó darle varias vueltas, era cómo se lo tomarían sus amigos. Les tenía demasiado cariño como para que no le importara lo que pensaran de él y Rasqa quería asegurarles que no era peligroso para ellos. En absoluto. El moloch estaba dispuesto a extinguir su fuego por cada uno de ellos, pero no quería vivir mintiendo u ocultando algo que parecía tan natural en él. Ya había sentido el instinto de las llamas la noche de la luna y Rasqa estaba seguro de que más adelante, volvería a tirar de él. Y quería darle rienda suelta.
Tuvo los dos días siguientes para pensarlo. El consejo se había empeñado en que debía reponer los desperfectos causados y bla bla bla. Rasqa variaba entre la rabia y el humor ácido cada vez que pensaba en aquello. <<”OS HEMOS ABANDONADO Y CASI LA PALMAIS, LOS QUE NO HABEIS MUERTO DEL TODO, PERO POBRES COLCHONES BRRRRRRRR”>> les imitó mentalmente mientras volaba la primera mañana hacia Letargo. Rasqa iba muy envalentonado, dispuesto a soltarle cuatro cosas a quienquiera que le fuera a esperar allí.
Sin embargo, antes de aterrizar vio quien era y se le fue toda la voluntad. Frente a Letargo, le esperaba de nuevo la bípeda dragona del día anterior. Rasqa suspiró levemente, ¿cómo le iba a decir nada a la única criatura que podría considerar una figura de autoridad? ¿Y si era medio dragona de verdad y se metía con todos los de su estirpe al quejársele a ella? Tenía que tener cuidado y tenía que demostrar que era un digno merecedor de los poderes que había recibido anoche.
Empezó bien, los Ancianos bien sabían que el parqio puso lo mejor de sí en dar una buena impresión, pero se aburrió enseguida. Lo que le pedían era mucho más laborioso de lo que al moloch le apetecía hacer y su instinto demasiado sincero como para que Rasqa continuara con aquella fachada de “SOY UN DRAGÓN HURRRR”. La mujer no hablaba y él tampoco hizo el esfuerzo de sacar conversación. Seguía pensando que el sistema de esta gente perdía agua por cincuenta agujeros diferentes y le ponía de mal humor tener que malgastar dos días trabajando. Solo quería irse. Fruto de su desgana, el resultado final de su condena de servicios comunitarios fue bastante deficiente: los colchones no estaban bien llenos o bien cosidos; algunos eran demasiado blandos y otros demasiado duros. Los esqueletos de las camas tampoco corrieron mejor suerte. Algunos hacían ruidos feos y otros simplemente amenazarían con caerse en cuanto los cosechados los movieran, ya que el parqio había hecho todo lo posible por disimular su mal trabajo.
La noche del segundo día, la mujer dragona seguía igual de muda, pero para Rasqa había pasado de ser un ídolo a un ser mundano. Al moloch le habían bastado dos días con ella para saber que no era más que otra ciudadana, como él. Con más experiencia, claro, y de mejor ver que la mayoría de los que se había cruzado en siete meses, pero solo eso. El parqio alzó el vuelo sin despedirse y se alejó con la esperanza de que no lo volvieran a llamar nunca para una mierda similar. Tenía un cuerpo nuevo, tenía fuego, y no quería perder el tiempo en reconstruir cosas que ya estaban bien tras quemarlas.
Antes de volver a la sede, el parqio descubrió que la noche no le daba miedo. La luna seguía en lo alto, cubriéndolo todo con su fulgor rojo, y las llamas de Rasqa iluminaban los recovecos escondidos del gran astro. Los habitantes más madrugadores de la sede se encontrarían los cadáveres de cuatro colaespinas hechos pedazos sobre la mesa de la cocina. La noche ya no le daba miedo, pero Rasqa seguía sin entender los cacharruzos que los bípedos usaban para cocinar.
El parqio aún tardaría en despertar.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
15/11/15, 04:59 pm
La niña miró a Nasher cuando éste le preguntó si no podía transformarse y enseñarlo.
"No es que no quiera, es que no sé cómo hacerlo. Ayer me transformé y mientras dormía volví a esta forma." explicó encogiéndose de hombros. Miró en la despensa y sacó algo de carne seca y pan.
-Bueno, no te preocupes - le dijo la naga mientras se terminaba su café.- Todos hemos pasado por algo parecido, quizá no igual, pero muy similar. A mí por ejemplo, me llevó días aprender a moverme correctamente, y es que una cola en vez de piernas es algo complicado - le sonrió a la varmana y luego añadió.- Pero para eso estamos nosotros aquí, puedes preguntar lo que necesites y te intentaremos resolver las dudas. Respecto a Karime... va y viene, pero tarde o temprano te la acabarás encontrando, la ciudad no es tan grande y hasta donde yo sé sigue viviendo aquí.
Varsai asintió a las palabras de la naga y luego escribió en su libreta "¿Hay alguna otra ley o norma o tradición que deba conocer? Lo digo por la de no poder interferir con los que lleguen nuevos a la ciudad."
Sura no contestó, se quedó pensando en si había alguna cosa.
"No es que no quiera, es que no sé cómo hacerlo. Ayer me transformé y mientras dormía volví a esta forma." explicó encogiéndose de hombros. Miró en la despensa y sacó algo de carne seca y pan.
-Bueno, no te preocupes - le dijo la naga mientras se terminaba su café.- Todos hemos pasado por algo parecido, quizá no igual, pero muy similar. A mí por ejemplo, me llevó días aprender a moverme correctamente, y es que una cola en vez de piernas es algo complicado - le sonrió a la varmana y luego añadió.- Pero para eso estamos nosotros aquí, puedes preguntar lo que necesites y te intentaremos resolver las dudas. Respecto a Karime... va y viene, pero tarde o temprano te la acabarás encontrando, la ciudad no es tan grande y hasta donde yo sé sigue viviendo aquí.
Varsai asintió a las palabras de la naga y luego escribió en su libreta "¿Hay alguna otra ley o norma o tradición que deba conocer? Lo digo por la de no poder interferir con los que lleguen nuevos a la ciudad."
Sura no contestó, se quedó pensando en si había alguna cosa.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Sede de los Taumaturgos (Archivo III)
17/11/15, 07:15 pm
Nasher se sintió un poco decepcionado por no poder ver al armiño en acción, pero no lo mostró en su expresión. Se encogió de hombros y siguió comiendo, ya no quedaba mucho más que decir.
Casi estuvo a punto de decirle a la varmana que no sabía nada, pues Rocavarancolia lo que se dicen leyes no tenía muchas, y tradiciones tenía demasiadas y cada cual las seguía un poco como les parecía. Al final cayó, pensando en sus amigos más que en sí mismo.
-Ah, los nombres. Hay gente que se cambia el nombre a uno que pegue más con sus cambios o con la ciudad. Yo no lo hice porque me gusta el mío y buscar otro me daba bastante pereza, pero tengo amigos que lo han hecho.- << Y por razones de peso...>> añadió mentalmente.
Casi estuvo a punto de decirle a la varmana que no sabía nada, pues Rocavarancolia lo que se dicen leyes no tenía muchas, y tradiciones tenía demasiadas y cada cual las seguía un poco como les parecía. Al final cayó, pensando en sus amigos más que en sí mismo.
-Ah, los nombres. Hay gente que se cambia el nombre a uno que pegue más con sus cambios o con la ciudad. Yo no lo hice porque me gusta el mío y buscar otro me daba bastante pereza, pero tengo amigos que lo han hecho.- << Y por razones de peso...>> añadió mentalmente.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.