Kankri
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Kanyum
Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Kankri
05/04/20, 05:50 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Kankri
El portal se encuentra dentro de una cueva a pie de playa, en una pequeña isla del hemisferio norte que está habitada principalmente por cangrejos de caparazón rojo. La isla forma parte de un archipiélago con otras once islas.
El portal se encuentra dentro de una cueva a pie de playa, en una pequeña isla del hemisferio norte que está habitada principalmente por cangrejos de caparazón rojo. La isla forma parte de un archipiélago con otras once islas.
- InvitadoInvitado
Re: Kankri
26/07/20, 01:42 am
Rena al final se decidió por no ir a por un flotador, no porque le hubiera molestado el comentario de Nime si no porque al ver a Kin recordó que había que inflarlos y le daba mucha pereza. Además, si se transformaba en oso podía hacerles un boquete y no era plan de echarlos a perder. No debía ser tan difícil, si la libense podía flotar con esos pedruscos incrustados en el cuerpo ella debería poder. La observó alejarse, prestando atención a sus movimientos. Parecía estar en su salsa. Sin embargo, el comentario de Kin y la reacción de Rox a este le hicieron entrar brevemente en pánico.
-¿Tibuqué? ¿Qué es eso? -preguntó, dispuesta a lanzarse mar adentro a por Nime aunque esta se manejase mucho mejor que ella en el agua -¡Nime ten cuidado! -le gritó.
Rena no se sentía tan confiada con sus habilidades como Obel. Aunque fueran un grupo de monstruos con poderes mágicos (y de hech la propia Nime podía defenderse perfectamente con su rayo de la muerte) seguían estando en un mundo alienígena del que aún no sabían mucho. Se consoló pensando que a unas malas cualquiera con magia podía flotar y sacarla del agua sin exponerse a lo que sea que pudiera haber. O podía ir Adru.
En la vida se le había ocurrido que el gamusino pudiese correr sobre el agua, y verlo en directo le quitó de un plumazo todas las preocupaciones.
-¡ADRU CÓMO MOLA! -vitoreó. Casi quería pedirle que lo volviera a hacer. Pero tenían trabajo por delante. -Yo me apunto a lo de no morir en el agua, en cuanto cambie la música a algo que no me de sueño.
Rena buscó entre sus propios archivos algo más apropiado según su criterio. Ya pondrían la música de Milo para dormir la siesta después de comer.
-¿Tibuqué? ¿Qué es eso? -preguntó, dispuesta a lanzarse mar adentro a por Nime aunque esta se manejase mucho mejor que ella en el agua -¡Nime ten cuidado! -le gritó.
Rena no se sentía tan confiada con sus habilidades como Obel. Aunque fueran un grupo de monstruos con poderes mágicos (y de hech la propia Nime podía defenderse perfectamente con su rayo de la muerte) seguían estando en un mundo alienígena del que aún no sabían mucho. Se consoló pensando que a unas malas cualquiera con magia podía flotar y sacarla del agua sin exponerse a lo que sea que pudiera haber. O podía ir Adru.
En la vida se le había ocurrido que el gamusino pudiese correr sobre el agua, y verlo en directo le quitó de un plumazo todas las preocupaciones.
-¡ADRU CÓMO MOLA! -vitoreó. Casi quería pedirle que lo volviera a hacer. Pero tenían trabajo por delante. -Yo me apunto a lo de no morir en el agua, en cuanto cambie la música a algo que no me de sueño.
Rena buscó entre sus propios archivos algo más apropiado según su criterio. Ya pondrían la música de Milo para dormir la siesta después de comer.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Kankri
26/07/20, 01:57 pm
Mientras Nime se alejaba, Kin había levantado bastante interés con su mención a los tiburones.
—Le pregunté a toda la gente que conozco si habían oído cosas de este mundo, por si era peligroso y tal. Por lo que sé es lo peor que te puedes encontrar por aquí —explicó—, pero dudo que tengamos que preocuparnos, hay alimañas mucho peores en la ciudad.
El raigaurum continuó inflando su flotador mientras escuchaba la música que había puesto Milo, que no era su predilecta pero tampoco le desagradaba, y por poco se le escapó buena parte del aire al quedarse mirando asombrado la maniobra del gamusino sobre el agua.
Entre tanto Nime recibía las advertencias de sus compañeros sin darles mayor importancia. Lo que más le había molestado era la victoria de Adru sobre su demostración, que se había quedado en nada en comparación. Cuando el gamusino hubo regresado a la arena Nime dejó de nadar y miró hacia la orilla para sacarle la lengua, y solo las palabras de Rox la convencieron para regresar. El suave oleaje la ayudó a volver más rápido de lo que se había alejado.
—Que conste que no me dan miedo los peces —les aseguró—, pero quiero ayudar también con las clases de nadar.
Kin se acercó al grupo con el flotador ya listo y metió los pies en el agua. No estaba fría, pero era refrescante, algo que era de agradecer para un irrense en un clima tan cálido como el de Kankri. Había dejado la camisa y el pantalón en la arena, pero además del bañador que había conseguido llevaba aún la camiseta. No se acababa de sentir cómodo bañándose como lo hacían los chicos de otros mundos.
El comentario de Rena cuando cambió la música hizo reír al raigaurum, porque no le faltaba razón, pero la verdad es que con los chapoteos apenas se escuchaba el hilo musical desde el agua. La mayoría de esos chapoteos provenían de Nime, que daba vueltas nadando alrededor de los que se adentraban en el mar.
—No le tengáis miedo, ¿vale? Ni siquiera hay olas grandes ahora. ¿Sabéis cómo aprendí yo a nadar? Mi madre me dejaba sola por el agua desde muy pequeña, dice que es la mejor manera de empezar. No sé si funcionará con vosotros porque sois más mayores pero, bueno, podéis intentarlo con vuestros flotacosas. Es súper fácil —charloteaba sin parar.
Kin no acababa de discernir si la niña tenía razón o estaba hablando desde el privilegio de saber nadar. Por el momento se había metido hasta el pecho y no acababa de ver claro cómo levantar los pies del suelo. Sus brazos no se sentían más ligeros dentro del mar, como sí el resto del cuerpo, pero no quería dar la impresión de que se aferraba al flotador como si le fuese la vida en ello. Tampoco quería meterse dentro del rosco como los niños del dibujo del envase porque tenía la impresión de que el nivel de patetismo de la escena desplomaría considerablemente su imagen. Aunque en aquel momento tampoco estaba dando una mucho mejor.
—¿Hay algún truco o nos lanzamos a intentar no ahogarnos? —preguntó a los que sabían nadar y eran mayores, mirando de reojo a Nime, que ahora flotaba panza arriba entre ellos con una sonrisa de oreja a oreja.
—Le pregunté a toda la gente que conozco si habían oído cosas de este mundo, por si era peligroso y tal. Por lo que sé es lo peor que te puedes encontrar por aquí —explicó—, pero dudo que tengamos que preocuparnos, hay alimañas mucho peores en la ciudad.
El raigaurum continuó inflando su flotador mientras escuchaba la música que había puesto Milo, que no era su predilecta pero tampoco le desagradaba, y por poco se le escapó buena parte del aire al quedarse mirando asombrado la maniobra del gamusino sobre el agua.
Entre tanto Nime recibía las advertencias de sus compañeros sin darles mayor importancia. Lo que más le había molestado era la victoria de Adru sobre su demostración, que se había quedado en nada en comparación. Cuando el gamusino hubo regresado a la arena Nime dejó de nadar y miró hacia la orilla para sacarle la lengua, y solo las palabras de Rox la convencieron para regresar. El suave oleaje la ayudó a volver más rápido de lo que se había alejado.
—Que conste que no me dan miedo los peces —les aseguró—, pero quiero ayudar también con las clases de nadar.
Kin se acercó al grupo con el flotador ya listo y metió los pies en el agua. No estaba fría, pero era refrescante, algo que era de agradecer para un irrense en un clima tan cálido como el de Kankri. Había dejado la camisa y el pantalón en la arena, pero además del bañador que había conseguido llevaba aún la camiseta. No se acababa de sentir cómodo bañándose como lo hacían los chicos de otros mundos.
El comentario de Rena cuando cambió la música hizo reír al raigaurum, porque no le faltaba razón, pero la verdad es que con los chapoteos apenas se escuchaba el hilo musical desde el agua. La mayoría de esos chapoteos provenían de Nime, que daba vueltas nadando alrededor de los que se adentraban en el mar.
—No le tengáis miedo, ¿vale? Ni siquiera hay olas grandes ahora. ¿Sabéis cómo aprendí yo a nadar? Mi madre me dejaba sola por el agua desde muy pequeña, dice que es la mejor manera de empezar. No sé si funcionará con vosotros porque sois más mayores pero, bueno, podéis intentarlo con vuestros flotacosas. Es súper fácil —charloteaba sin parar.
Kin no acababa de discernir si la niña tenía razón o estaba hablando desde el privilegio de saber nadar. Por el momento se había metido hasta el pecho y no acababa de ver claro cómo levantar los pies del suelo. Sus brazos no se sentían más ligeros dentro del mar, como sí el resto del cuerpo, pero no quería dar la impresión de que se aferraba al flotador como si le fuese la vida en ello. Tampoco quería meterse dentro del rosco como los niños del dibujo del envase porque tenía la impresión de que el nivel de patetismo de la escena desplomaría considerablemente su imagen. Aunque en aquel momento tampoco estaba dando una mucho mejor.
—¿Hay algún truco o nos lanzamos a intentar no ahogarnos? —preguntó a los que sabían nadar y eran mayores, mirando de reojo a Nime, que ahora flotaba panza arriba entre ellos con una sonrisa de oreja a oreja.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Kankri
28/07/20, 07:02 pm
Al final, Neil no fue el único en ponerse a colocar todo aquello que habían traído y su trabajo terminó limitándose a supervisar las neveras, su colocación y su estado, para que no perdieran frío y nada en su interior se estropeara. Antes de salir de la sede había colocado unas etiquetas en cada una de las neveras indicando qué había en ellas, así si a alguien le apetecía una bebida o comer algo antes de que el grupo al completo decidiera comer, no tendrían que ir preguntando ni rebuscando en ellas. También le preguntó a Kin si le parecía bien unir la nevera que el había traído a las suyas para que así toda la comida y bebida estuviera junta.
En cuanto estuvo satisfecho con todo lo colocado, Neil decidió que era el momento de hinchar los manguitos que había traído para tenerlos preparados, aunque no estaba seguro de si entrar ya directamente al agua. Al terminar de hinchar el primero, pensó que debería probárselos antes de nada, así que se quitó la camisa de palmeras y con un poco de esfuerzo por lo mucho que lo había hinchado consiguió ponerse el manguito derecho. En ese momento, Adru le cogió del brazo izquierdo y tiró de él y de Eitne hacia el agua estremeciéndose con el primer contacto porque, aunque no estaba fría, tampoco estaba caliente.
-¡Adru! ¡Tengo que hinchar los manguitos antes! ¡Y no he podido quitarme las gafas y el sombrero! ¡Se mojarán!
Aunque sus exclamaciones habían salido con tono de queja, no pudo evitar reir por las tonterías de su edeel cogiendo a hombros a Eitne y corriendo por el agua. En realidad, no tenía por qué preocuparse de nada. Ni Adru ni Eitne ni ninguno de sus amigos en el agua dejaría que se ahogara por todavía no llevar uno de los manguitos y si sus gafas y sombrero se mojaban solo necesitaba un hechizo rápido para secarlos al momento.
-¡Oh! -exclamó ante la pregunta de Eitne, no habiéndosela esperado. Con la mirada pensativa, Neil cogió una de las estrellas de mar de cera que adornaba su sobrero y la lanzó al agua, esperando hasta el momento en el que esta emergió de nuevo del agua y quedó ahí flotando-. Sí -le contestó a Eitne, como si él no hubiera podido ver su demostración empírica.
En realidad, el brujo ya sabía de antemano que la cera flotaba en agua porque uno de los métodos de extracción de la cera de abeja del que se había estado documentando consistía en separar la cera del deshecho hirviendo agua sobre la que flota la cera. Pero el método hablaba de agua dulce y Neil no había estado seguro de si esta flotación se aplicaba también al agua salada. Aunque si lo pensaba un poco, tenía sentido que el agua salada al ser más densa permitiera flotar la cera mejor.
Por suerte para él, no escuchó sobre la amenaza de los tiburones, distraído con la alegría de Adru, o probablemente habría salido corriendo del agua y se habría negado a volver.
Neil, decidiendo que sería absurdo volver a la orilla a dejar sus cosas para luego volver a entrar, se plantó donde estaba con los pies sumergidos y terminó de hinchar y colocarse el manguito izquierdo mientras la estrella de mar de cera que había lanzado al agua se disolvía en cuatro pececillos enanos que nadaron hacia sus pies y que al tocar su pierna se convirtieron en pequeños cangrejos que treparon por su cuerpo hasta su sombrero donde de nuevo adoptaron la forma de la estrella de mar colocándose en su lugar original. Una vez los manguitos estuvieron puestos, el aurva pensó que ya no iba a necesitar las gafas de sol ya que, si iba a estar mucho tiempo en el agua, debería ir acostumbrándose a la luz sin ellas, así que las lanzó hacia su bolsa con un hechizo, pero decidió dejarse el sombrero por el momento, no planeando meter la cabeza aun y contento con que siguiera protegiendo su cabeza del sol.
Neil, amante de la música como era, apreció mucho todas las canciones que pusieron, contento por poder añadirlo a la experiencia y algo envidioso por no tener la posibilidad, como los irrenses, de tener música al momento en cualquier momento. El aurva siempre había trabajado mejor cuando Nora tocaba su instrumento para él, pero en Rocavarancolia, durante la criba, había tenido que limitarse a tararear canciones o reproducirlas en su mente mientras cocinaba o tallaba porque no se atrevía a pedirles a Milo, Rena o Rox algo de su música y una vez se hubo transformado, había tanto que estudiar y aprender que, aunque había anhelado que alguien tocara para él o que le prestaran alguno de esos reproductores que sus amigos tenían, no creía tener el tiempo en pedirlo o encontrar una manera de escuchar música. Quizás, cuando salieran a tumbarse en las toallas y a comer, tendría la oportunidad de preguntarles a sus amigos si sabían de una manera de que él pudiera tener también un reproductor de música.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Kankri
28/07/20, 10:04 pm
Adru hizo una reverencia a cada una de las personas que habían reaccionado a su carrera sobre el agua, sintiéndose especialmente orgullosa del comentario de Rena y permitiéndose devolver el gesto a Nime, aunque sonriéndole inmediatamente después.
—¿Qué es un tiburón? —Le preguntó a Eitne volviendo junto a él y Neil—. No creo que aquí haya nada más peligroso que en Rocavarancolia… Pero no os alejéis mucho —añadió enseguida, recordando que posiblemente no era buena idea dar a entender a los más pequeños que podían despreocuparse por completo.
Asistió entonces con fascinación al pequeño espectáculo de figuritas de su aurva, felicitándole efusivamente cuando la estrella de mar regresó a su sombrero. Poco después de ver pasar a Tayron en dirección al agua y estando tentando de seguirle, Rox anunció que ya iban a comenzar las clases de aprender a nadar. El gamusino se fue en busca de su flotador en casi literalmente un abrir y cerrar de ojos y comenzó a inflarlo con cierta torpeza mientras se acercaba al cambiante y al resto de los aprendices. No sabía si seguir el consejo de Nime o no, así que decidió esperar a recibir alguna indicación de parte del profesor mayor. Mientras tanto, al contrario que Kin, ella no tendría ningún reparo en deslizarse dentro de su flotador y comenzaría a darle algunas vueltas a su alrededor mientras esperaba.
—¿Qué es un tiburón? —Le preguntó a Eitne volviendo junto a él y Neil—. No creo que aquí haya nada más peligroso que en Rocavarancolia… Pero no os alejéis mucho —añadió enseguida, recordando que posiblemente no era buena idea dar a entender a los más pequeños que podían despreocuparse por completo.
Asistió entonces con fascinación al pequeño espectáculo de figuritas de su aurva, felicitándole efusivamente cuando la estrella de mar regresó a su sombrero. Poco después de ver pasar a Tayron en dirección al agua y estando tentando de seguirle, Rox anunció que ya iban a comenzar las clases de aprender a nadar. El gamusino se fue en busca de su flotador en casi literalmente un abrir y cerrar de ojos y comenzó a inflarlo con cierta torpeza mientras se acercaba al cambiante y al resto de los aprendices. No sabía si seguir el consejo de Nime o no, así que decidió esperar a recibir alguna indicación de parte del profesor mayor. Mientras tanto, al contrario que Kin, ella no tendría ningún reparo en deslizarse dentro de su flotador y comenzaría a darle algunas vueltas a su alrededor mientras esperaba.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Kankri
29/07/20, 03:01 pm
Pelusa miró hacia el portal con ligera desconfianza, sintiéndose pequeña e incómoda al hacerlo, mirando de reojo al guardián que lo custodiaba, con duda. Había esperado llegar junto a los demás, pero le había sido imposible, había tenido que ir a ver a Vacuum aquella mañana para avisarle que no asistiría al entrenamiento de esa tarde para volar y cuando le dijo a donde iría, este le ayudo a embadurnarse las alas con el spray para proteger el polvo de sus alas del agua. Que ella dudaba de meterse en el agua y por eso no se lo había puesto en primer lugar, pero era preferible prevenir.
Al volver a la Sede todos se había ido, así que Pam fue a recoger su bolsa de tela del cuarto y que llevaba colgada de su hombro, donde lleva el spray protector por si las moscas, la crema sola, un cuaderno donde ella hacia aputnes y dibujos un poco chorras de lo que le resultaba curioso y unas gafas de sol que había conseguido gracias a Dama Isis. Y una pamela, una insultante pamela con un lazo blanco a la que mriaba con aprehension desde que se hizo con ella, que ocultaba todo su rastro y hacia juego con su vestido blanco hasta las rodillas, sus chancas blancas con flores de un rosa palo y el traje de baño que no se veía bajo la tela y que había sido regalo de Rox. No había tenido tiempo de ponerse la crema solar, lo haría en Kankri y dando que su cabeza era como un espejo que atraía el calor y sus antenas eran malditamente sensibles, había preferido cuidarse ambas. <<Me siento estúpida>> pensó la niña atravesando finalmente el portal sin ningún reclamo y sintiendo de primeras el aroma a cueva a mar...hacía calor, un calor húmedo nuevo para ella.
El bajo de su vestido se meció cuando salió de la cueva, encontrando el bulto de colores formados por sus compañeros que ya había hecho una zona de descanso bastante amplia, colorida y bien colocada para todos. Los ojos de Pelusa se entrecerraron fascinando por el mar tan amplio que casi aprecia imposible y como algunode sus amigos se mecían en el agua sin problema, aparentemente reunidos ya para iniciar con las clases de anda que ya habían dicho que harían, siendo que había un buen grupo de gente que no sabía, incluyéndose ella. Entre sus grupos, también se encontraba algunos de los chicos del otro torreón con los cuales la mayoría Pelusa no había hablado demasiado, mas allá de los saludos esenciales de verse contantemente por los pasillos.
La arena se metió entre sus dedos por sobre las chanclas, Pelusa se sintió incluso más pequeña ante la visión frente a ella, agarrando el asa de su bolso con fuerza se acercó a donde sus amigos habían formado aquel camping.
-Ya estoy aquí, me entretuve ¡que poco os habéis tardado en meteros al agua! Sois unos impacientes - dijo con un tono de voz algo más alto para hacerse oír cuándo se acercó al lugar finalmente- Voy a ponerme la crema solar por que no quiero convertirme en un cangrejo y que Eitne se confunda...¿alguien me ayudaria a a ponermela en la espalda o lo que se vea de ella? No llego - dijo Pam que movió sus alas abanicándose un poco con ellas y haciendo énfasis de paso, metiéndose bajo la sombra de una de las sombrillas para sacarse la pamela, dejar el bolso en un lado junto al resto de cosas que había traído los demás y quitarse el vestido con algo de dificultad cuidando de no dañarse las alas. Finalmente se quedó en un bañador rosado clarito, con pequelas florecillas blancas y con una faldita corta que se iba degradando de rosa pálido a blanco y que parecia mas de decoracion que para cubrir.
Ya lista y satisfecha, saco de su bolso un bote de crema con el que pensaba embadurnarse entera empezando por su perfecta calva, sus antenas con mucho cuidado y su rostro, para ir luego al resto del cuerpo. Su piel era muy blanca y ya había sufrido alguna que otra vez en el pasado el efecto que provocaba el sol en ella y por lo que sabía en kankri era peor, así que no quería averiguarlo. << Con lo sensible que son ademas la antenas, como para que se quemen, que dolor>> penso mientrasse aseguraba de cubrirse bien con la crema.
Al volver a la Sede todos se había ido, así que Pam fue a recoger su bolsa de tela del cuarto y que llevaba colgada de su hombro, donde lleva el spray protector por si las moscas, la crema sola, un cuaderno donde ella hacia aputnes y dibujos un poco chorras de lo que le resultaba curioso y unas gafas de sol que había conseguido gracias a Dama Isis. Y una pamela, una insultante pamela con un lazo blanco a la que mriaba con aprehension desde que se hizo con ella, que ocultaba todo su rastro y hacia juego con su vestido blanco hasta las rodillas, sus chancas blancas con flores de un rosa palo y el traje de baño que no se veía bajo la tela y que había sido regalo de Rox. No había tenido tiempo de ponerse la crema solar, lo haría en Kankri y dando que su cabeza era como un espejo que atraía el calor y sus antenas eran malditamente sensibles, había preferido cuidarse ambas. <<Me siento estúpida>> pensó la niña atravesando finalmente el portal sin ningún reclamo y sintiendo de primeras el aroma a cueva a mar...hacía calor, un calor húmedo nuevo para ella.
El bajo de su vestido se meció cuando salió de la cueva, encontrando el bulto de colores formados por sus compañeros que ya había hecho una zona de descanso bastante amplia, colorida y bien colocada para todos. Los ojos de Pelusa se entrecerraron fascinando por el mar tan amplio que casi aprecia imposible y como algunode sus amigos se mecían en el agua sin problema, aparentemente reunidos ya para iniciar con las clases de anda que ya habían dicho que harían, siendo que había un buen grupo de gente que no sabía, incluyéndose ella. Entre sus grupos, también se encontraba algunos de los chicos del otro torreón con los cuales la mayoría Pelusa no había hablado demasiado, mas allá de los saludos esenciales de verse contantemente por los pasillos.
La arena se metió entre sus dedos por sobre las chanclas, Pelusa se sintió incluso más pequeña ante la visión frente a ella, agarrando el asa de su bolso con fuerza se acercó a donde sus amigos habían formado aquel camping.
-Ya estoy aquí, me entretuve ¡que poco os habéis tardado en meteros al agua! Sois unos impacientes - dijo con un tono de voz algo más alto para hacerse oír cuándo se acercó al lugar finalmente- Voy a ponerme la crema solar por que no quiero convertirme en un cangrejo y que Eitne se confunda...¿alguien me ayudaria a a ponermela en la espalda o lo que se vea de ella? No llego - dijo Pam que movió sus alas abanicándose un poco con ellas y haciendo énfasis de paso, metiéndose bajo la sombra de una de las sombrillas para sacarse la pamela, dejar el bolso en un lado junto al resto de cosas que había traído los demás y quitarse el vestido con algo de dificultad cuidando de no dañarse las alas. Finalmente se quedó en un bañador rosado clarito, con pequelas florecillas blancas y con una faldita corta que se iba degradando de rosa pálido a blanco y que parecia mas de decoracion que para cubrir.
Ya lista y satisfecha, saco de su bolso un bote de crema con el que pensaba embadurnarse entera empezando por su perfecta calva, sus antenas con mucho cuidado y su rostro, para ir luego al resto del cuerpo. Su piel era muy blanca y ya había sufrido alguna que otra vez en el pasado el efecto que provocaba el sol en ella y por lo que sabía en kankri era peor, así que no quería averiguarlo. << Con lo sensible que son ademas la antenas, como para que se quemen, que dolor>> penso mientrasse aseguraba de cubrirse bien con la crema.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Kankri
31/07/20, 09:40 pm
Aunque la demostración de Adru se había llevado casi toda la atención del grupo a Milo no se le había pasado por alto las brazadas de Nime en el agua, lo que demostraba que era una gran nadadora, y cuando la niña le sacó la lengua al gamusino por acaparar todas las miradas al brujo se le escapó una risita. Le hacía gracia que la libense quisiera presumir de sus talentos acuáticos y que hablara de nadar como si fuera la cosa más fácil del mundo , así que decidió pegarse a ella en cuanto empezaran las clases.
—¡Buenos días, Pelusa! —saludó a la mona del queso cuando esta hizo su aparición en la playa instantes después, ofreciéndose sin dudarlo cuando solicitó ayuda para echarse crema por la espalda por ser de los pocos que aún seguían en tierra.
La spriggan era blanca como la leche, así que lo de la protección solar era muy importante en su caso, y aunque al hacker el tacto de aquella sustancia pegajosa no le gustaba especialmente se aseguró de que la piel de su amiga quedara bien cubierta allí donde ella no podía alcanzar.
—¿Crees que te cojera algo el sol? —le preguntó con una sonrisa en cuanto hubo acabado, quitándose las gafas de sol con cuidado para dejarlas sobre la toalla—. Seguro que te sienta bien el moreno. —comentó guiñandole un ojo, estirándose en el sitio para calentar antes de ir a meterse en el agua.
Los demás ya estaban prácticamente nadando y si no se daban prisa iban a empezar sin ellos, por lo que Milo se quitó la camisa con menos pudor que su compatriota rubio y salió disparado hacia el mar sin pensárselo demasiado. No llevaba flotador o manguitos, pues confiaba en aprender rápido a nadar, pero aquella falsa bravuconería se la debía principalmente a las pulseras de cobre que adornaban sus muñecas: en el peor de los casos podía autoarrastrarse fuera del agua si lo veía muy negro.
—¡No tienes ni idea! —exclamó cuando la ursántropa criticó su elección musical, dejándose caer de rodillas junto a ella con los brazos bien abiertos para salpicarla con fuerza—. Para que no te duermas. —le aclaró con una sonrisa torcida mientras huía a gatas de posibles represalias.
Si Milo hubiera estado de pie el agua apenas le habría llegado a la cintura, pero se mantenía semisumergido y solo su cabeza asomaba entre el suave oleaje. Estaba listo para empezar con las clases, pero la proximidad de Rox le ponía ligeramente nervioso y su primer impulso fue acercarse a la demonio mineral cuando el cambiante anunció que ella también sería profesora.
—¿Estás segura de que es super fácil para todo el mundo? —le preguntó—. Viéndote desde luego que lo parece, pero si tú aprendiste sola a lo mejor es que eres medio pez y nunca te lo han dicho, Nime. —argumentó con una amplia sonrisa mientras la seguía por el agua arrastrando las rodillas.
—¡Buenos días, Pelusa! —saludó a la mona del queso cuando esta hizo su aparición en la playa instantes después, ofreciéndose sin dudarlo cuando solicitó ayuda para echarse crema por la espalda por ser de los pocos que aún seguían en tierra.
La spriggan era blanca como la leche, así que lo de la protección solar era muy importante en su caso, y aunque al hacker el tacto de aquella sustancia pegajosa no le gustaba especialmente se aseguró de que la piel de su amiga quedara bien cubierta allí donde ella no podía alcanzar.
—¿Crees que te cojera algo el sol? —le preguntó con una sonrisa en cuanto hubo acabado, quitándose las gafas de sol con cuidado para dejarlas sobre la toalla—. Seguro que te sienta bien el moreno. —comentó guiñandole un ojo, estirándose en el sitio para calentar antes de ir a meterse en el agua.
Los demás ya estaban prácticamente nadando y si no se daban prisa iban a empezar sin ellos, por lo que Milo se quitó la camisa con menos pudor que su compatriota rubio y salió disparado hacia el mar sin pensárselo demasiado. No llevaba flotador o manguitos, pues confiaba en aprender rápido a nadar, pero aquella falsa bravuconería se la debía principalmente a las pulseras de cobre que adornaban sus muñecas: en el peor de los casos podía autoarrastrarse fuera del agua si lo veía muy negro.
—¡No tienes ni idea! —exclamó cuando la ursántropa criticó su elección musical, dejándose caer de rodillas junto a ella con los brazos bien abiertos para salpicarla con fuerza—. Para que no te duermas. —le aclaró con una sonrisa torcida mientras huía a gatas de posibles represalias.
Si Milo hubiera estado de pie el agua apenas le habría llegado a la cintura, pero se mantenía semisumergido y solo su cabeza asomaba entre el suave oleaje. Estaba listo para empezar con las clases, pero la proximidad de Rox le ponía ligeramente nervioso y su primer impulso fue acercarse a la demonio mineral cuando el cambiante anunció que ella también sería profesora.
—¿Estás segura de que es super fácil para todo el mundo? —le preguntó—. Viéndote desde luego que lo parece, pero si tú aprendiste sola a lo mejor es que eres medio pez y nunca te lo han dicho, Nime. —argumentó con una amplia sonrisa mientras la seguía por el agua arrastrando las rodillas.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Kankri
01/08/20, 07:38 pm
Sox dudaba de la lógica de Obel, pero a juzgar por cómo cubría el agua a los que ya se habían metido había varios metros de margen antes de no hacer pie. Si el gárgola resultaba hundirse como un pedazo de plomo tendría tiempo de sobra para darse cuenta.
—Es justo—admitió ante el comentario sobre los tiburones, aún incapaz de sacudirse las reservas de encima. Asintió meditabundo a la explicación que dio Kin.
—Mientras tuvieran razón y sea lo peor…
Más de uno lo dijo y era cierto: allí se reunía la mayor colección de personas capaces de defenderse en la que Sox había estado presente desde que llegó, muchas más que durante la criba. Con todo aún se sentía desprotegido sin un arma en la mano. Las alas aún le parecían una extensión abstracta de esa palabra, a pesar de haber leído que podían cortar carne y hueso con facilidad. Aquella sensación mortecina chocaba de forma extraña con el paisaje y el ambiente risueño, espolvoreado por el campanilleo de las carcajadas de Eitne.
La luz del sol, aunque le seguía resultando molesta de tan refulgente, calentaba su piel descubierta de un modo muy agradable y arrancaba destellos a la constelación de diamantes que la salpicaba. Sentaba bien no tener que preocuparse de la camiseta. Sox había tenido que hacer rudimentarios arreglos de costura a las espaldas de algunas prendas para poder ponérselas.
No pudo evitar mirar en torno al lémur cuando vio aparecer a Tay. Sin embargo la presencia lúgubre de Dafne no se hallaba entre ellos.
Se había hecho gradualmente más esquiva la posibilidad de ver a Tay a la luz del día, y el efecto vigorizante de su presencia le había quedado algo olvidado al no compartir con él el mismo espacio y tiempo que antes. Esbozó una sonrisa de labios apretados al apreciar el entusiasmo palpable del lemur. Se quedó mirando sus colgantes de hueso y para cuando dejó de estar distraído no se había retirado a tiempo del área de salpicadura del lémur. Hizo una mueca y se despejó las gotitas de la cara.
Entró con cautela en el agua, siseando al sentirla helada contra la piel calentada por el sol, y se unió con discreción al grupo de los que aguardaban a que empezaran las lecciones. La resaca de la corriente se enlazaba en torno a sus piernas, haciendo cualquier avance más lento y frustrante.
—Si todos hemos pasado la Luna, no morir debería ser asequible—dijo de forma cáustica. Hubo un momento de situar el rostro de quien se ofrecía como instructor y entonces cayó en que era quien había cedido los bañadores. Agradeció el ofrecimiento con retraso. Sox le había pedido a uno de sus compañeros que lo recogiera por él el día que el cambiante repartió las prendas.
La sensación de estar parado mientras las olas le golpeaban era desconcertante. Sox desplegó un poco más las alas para mantener mejor el equilibrio y miró a su alrededor. La niña de las aristas de cristal seguía dando vueltas en torno a ellos con insultante facilidad, pero al menos él no parecía ser el único fuera de su elemento.
—Es justo—admitió ante el comentario sobre los tiburones, aún incapaz de sacudirse las reservas de encima. Asintió meditabundo a la explicación que dio Kin.
—Mientras tuvieran razón y sea lo peor…
Más de uno lo dijo y era cierto: allí se reunía la mayor colección de personas capaces de defenderse en la que Sox había estado presente desde que llegó, muchas más que durante la criba. Con todo aún se sentía desprotegido sin un arma en la mano. Las alas aún le parecían una extensión abstracta de esa palabra, a pesar de haber leído que podían cortar carne y hueso con facilidad. Aquella sensación mortecina chocaba de forma extraña con el paisaje y el ambiente risueño, espolvoreado por el campanilleo de las carcajadas de Eitne.
La luz del sol, aunque le seguía resultando molesta de tan refulgente, calentaba su piel descubierta de un modo muy agradable y arrancaba destellos a la constelación de diamantes que la salpicaba. Sentaba bien no tener que preocuparse de la camiseta. Sox había tenido que hacer rudimentarios arreglos de costura a las espaldas de algunas prendas para poder ponérselas.
No pudo evitar mirar en torno al lémur cuando vio aparecer a Tay. Sin embargo la presencia lúgubre de Dafne no se hallaba entre ellos.
Se había hecho gradualmente más esquiva la posibilidad de ver a Tay a la luz del día, y el efecto vigorizante de su presencia le había quedado algo olvidado al no compartir con él el mismo espacio y tiempo que antes. Esbozó una sonrisa de labios apretados al apreciar el entusiasmo palpable del lemur. Se quedó mirando sus colgantes de hueso y para cuando dejó de estar distraído no se había retirado a tiempo del área de salpicadura del lémur. Hizo una mueca y se despejó las gotitas de la cara.
Entró con cautela en el agua, siseando al sentirla helada contra la piel calentada por el sol, y se unió con discreción al grupo de los que aguardaban a que empezaran las lecciones. La resaca de la corriente se enlazaba en torno a sus piernas, haciendo cualquier avance más lento y frustrante.
—Si todos hemos pasado la Luna, no morir debería ser asequible—dijo de forma cáustica. Hubo un momento de situar el rostro de quien se ofrecía como instructor y entonces cayó en que era quien había cedido los bañadores. Agradeció el ofrecimiento con retraso. Sox le había pedido a uno de sus compañeros que lo recogiera por él el día que el cambiante repartió las prendas.
La sensación de estar parado mientras las olas le golpeaban era desconcertante. Sox desplegó un poco más las alas para mantener mejor el equilibrio y miró a su alrededor. La niña de las aristas de cristal seguía dando vueltas en torno a ellos con insultante facilidad, pero al menos él no parecía ser el único fuera de su elemento.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Kankri
04/08/20, 10:28 pm
Obel había sacado de la nevera de las bebidas una botella con agua fría y le había dado un trago cuando vio llegar a Tay recién salido del agua. Se atragantó y por poco escupió el agua. No es que no hubiera visto al lémur sin camiseta, de hecho ya se habían bañado en ropa interior en el palacete. Nada de aquello le era nuevo, sólo su cola esponjosa ahora mojada y con un flotador puesto alrededor. Aquello había sido el detonante de su intento de suicidio por atragantamiento.
-Te ganaría con los ojos cerrados y atado de piernas - respondió a Tay antes de lanzarse en su persecución, pasarle en carrera y tirarse al agua. Sintió el agua más caliente que los ríos de Nubla abrazar su piel y tirar de él hacia abajo queriendo hundirlo. Se posicionó sin embargo y se puso de pie en el agua.- ¿Ves? - le dijo a su amigo cuando salió del agua. Le tiró agua con sus nuevas fuerzas, levantando más de la que había levantado nunca.
-Eh, ¿os imagináis a Rad aquí? Si tu piel ya mola un huevo imagina la suya - les dijo a sus amigos señalando la de Sox.- ¿Alguno sabe si sigue teniendo un palo metido por el agujero donde no alcanza la luz del sol?
-Te ganaría con los ojos cerrados y atado de piernas - respondió a Tay antes de lanzarse en su persecución, pasarle en carrera y tirarse al agua. Sintió el agua más caliente que los ríos de Nubla abrazar su piel y tirar de él hacia abajo queriendo hundirlo. Se posicionó sin embargo y se puso de pie en el agua.- ¿Ves? - le dijo a su amigo cuando salió del agua. Le tiró agua con sus nuevas fuerzas, levantando más de la que había levantado nunca.
-Eh, ¿os imagináis a Rad aquí? Si tu piel ya mola un huevo imagina la suya - les dijo a sus amigos señalando la de Sox.- ¿Alguno sabe si sigue teniendo un palo metido por el agujero donde no alcanza la luz del sol?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Personajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Kankri
05/08/20, 02:12 am
Que Rena preguntase que era un tiburón a esas alturas de su amistad casi le ofende. Alzó el brazo donde tenía el dibujo del mismo como respuesta. El tatuaje cobró vida como si estuviera animado, nadando sin moverse del sitio, abriendo y cerrando la boca para enseñar mejor los dientes.
—Uno de estos. En Australia había muchos... se ponen enormes —apenas había alzado la voz, como si hablar de ellos pudiera invocarlos—. Pues deberían —respondió a Nime, con una sonrisa apurada. Subestimar lo que habita el océano podía costar caro dependiendo donde.
La gente empezó a arremolinarse a su alrededor, reemplazando el nervio previo de tantas emociones por el gusanillo deseoso a empezar ya. Cuanto antes supieran nadar antes podían hacer el canelo. Pensándolo bien, hasta enseñando podían hacer el canelo. Con suerte los tiburones querrían guardar distancia de tanto bicho raro junto (todo sin contar el jaleo que el gárgola estaba montando a escasos metros), porque menudo grupito eran. No tenía confianza suficiente con Kin como para bromear con él, tan imponente con sus cuernos, sus brazos y su flotador de rosquilla, aunque ganas no le faltaban.
—En realidad el consejo de Nime es bastante bueno —comentó con una risa corta. No es que fuera a aplicarlo entonces, seguro que la madre de la libense no contaba con gente de brazos y piernas robóticas de dudosa flotabilidad—. Es fácil, cuanto menos os ralléis mejor.
«Aunque en mi mundo muere mogollón de gente ahogada cada año, así que más os vale hacer caso». Si decía eso en voz alta lo mismo acojonaba a los más impresionables.
Apoyó las rodillas sobre la arena, esquivando con sutileza posar la vista en Milo directamente. No quería que Rena se burlase más de él por quedarse boqueando cual pez, pero el moreno ya se había quitado del todo la camisa y los ojos se le desviaban solos. Tragó saliva.
—¡A ver, grumetes! —dijo alto y claro, buscando más bien espabilarse a sí mismo—. Los que tenéis flotador, os lo apoyáis en el pecho o en la tripa y os tumbáis en el agua con él. Os tenéis que acostumbrar a flotar, eso lo primero. Luego moved las piernas para impulsaros y con el cuerpo y los brazos os ayudais para cambiar de dirección —iba haciendo pequeños gestos según se explicaba—. Con los manguitos es más fácil aún. Y los que no tenéis nada intentad moveros sin tocar el suelo, ya veréis que no cuesta... o bueno, no cuesta cuando no eres robocop —con sonrisa ladina nadó hasta interceptar a Nime en su trayecto—. ¡Seguidnos un poco más al fondo, venga! ¡Primera prueba! —luego susurró para la pequeña—. Si alguno hace magia o usa superpoderes tienes derecho a meterle una colleja.
—Uno de estos. En Australia había muchos... se ponen enormes —apenas había alzado la voz, como si hablar de ellos pudiera invocarlos—. Pues deberían —respondió a Nime, con una sonrisa apurada. Subestimar lo que habita el océano podía costar caro dependiendo donde.
La gente empezó a arremolinarse a su alrededor, reemplazando el nervio previo de tantas emociones por el gusanillo deseoso a empezar ya. Cuanto antes supieran nadar antes podían hacer el canelo. Pensándolo bien, hasta enseñando podían hacer el canelo. Con suerte los tiburones querrían guardar distancia de tanto bicho raro junto (todo sin contar el jaleo que el gárgola estaba montando a escasos metros), porque menudo grupito eran. No tenía confianza suficiente con Kin como para bromear con él, tan imponente con sus cuernos, sus brazos y su flotador de rosquilla, aunque ganas no le faltaban.
—En realidad el consejo de Nime es bastante bueno —comentó con una risa corta. No es que fuera a aplicarlo entonces, seguro que la madre de la libense no contaba con gente de brazos y piernas robóticas de dudosa flotabilidad—. Es fácil, cuanto menos os ralléis mejor.
«Aunque en mi mundo muere mogollón de gente ahogada cada año, así que más os vale hacer caso». Si decía eso en voz alta lo mismo acojonaba a los más impresionables.
Apoyó las rodillas sobre la arena, esquivando con sutileza posar la vista en Milo directamente. No quería que Rena se burlase más de él por quedarse boqueando cual pez, pero el moreno ya se había quitado del todo la camisa y los ojos se le desviaban solos. Tragó saliva.
—¡A ver, grumetes! —dijo alto y claro, buscando más bien espabilarse a sí mismo—. Los que tenéis flotador, os lo apoyáis en el pecho o en la tripa y os tumbáis en el agua con él. Os tenéis que acostumbrar a flotar, eso lo primero. Luego moved las piernas para impulsaros y con el cuerpo y los brazos os ayudais para cambiar de dirección —iba haciendo pequeños gestos según se explicaba—. Con los manguitos es más fácil aún. Y los que no tenéis nada intentad moveros sin tocar el suelo, ya veréis que no cuesta... o bueno, no cuesta cuando no eres robocop —con sonrisa ladina nadó hasta interceptar a Nime en su trayecto—. ¡Seguidnos un poco más al fondo, venga! ¡Primera prueba! —luego susurró para la pequeña—. Si alguno hace magia o usa superpoderes tienes derecho a meterle una colleja.
- ♪♫♬:
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Kankri
05/08/20, 12:43 pm
Evidentemente Obel le ganó la carrera, Tayron sacó la cabeza del agua lentamente con una expresión fingida de confusión y enfado. Luego aguantó de un tirón las grandes salpicaduras por parte de la gárgola, aunque quisiera no podía igualarle ni en velocidad ni en fuerza así que su única respuesta fue escupir un chorrito de agua de la boca al tiempo que se reía.
—Ya lo veo ya, pensaba que te hundirías —admitió, moviendo piernas y brazos para mantenerse a flote y creando pequeñas ondas a su paso, el peso de la cola mojada tiraba atrás más de lo que pensaba así que tuvo que aumentar un poco sus esfuerzos. Contempló sus dedos negros bajo la superficie cristalina y caliente antes de proseguir y ver a Pelusa en la distancia— la verdad es que no lo sé, yo le preguntaría al otro que tiene un palo metido en el culo —se mofó para que le escuchara Sox, aunque luego advirtió que el carabés tenía la atención focalizada en las pequeñas clases que iban a iniciarse a su alrededor. ¿Así que don perfecto no sabía nadar? En cualquier otra circunstancia lo habría aprovechado pero lo cierto era que Tayron no las tenía todas consigo en cuanto a sus amigos de Maciel, había una pequeña línea nueva entre ellos que en cambio, no existía con el nublino. Y la verdad, es que la nueva presencia de Sox era temible e intimidamente e incluso con un bañador puesto— uy... parece concentrado —fue lo último que añadió, sin saber si lo estaba escuchando si quiera.
El lémur se fijó entonces en los letarguinos allí reunidos, tan variopintos. Tenían algo especial que le hacía sentir cómodo a un nivel distinto. Quizás el no haber pasado por las mismas cosas ni la convivencia previa, el no conocer a Dafne cuando era de carne y hueso o la ausencia de silencios incómodos.
Deseaba integrarse, y estuvo a nada de mostrarles lo que pasaría si no prestaban atención a lo que decía Rox, la idea era aparecer por el fondo donde no se hacía pie completamente boca abajo como un cadáver inerte y únicamente la cola con el manguito asomando por la superficie. Pero terminó por desechar la idea, igual a los niños no les hacía gracia y la presencia del veterano le incomodaba (además de por lo bueno que creía que estaba, incluyendo en su opinión también al otro irrense).
—Oye —se le ocurrió de pronto, lejos de fantasmas sus habilidades eran inútiles en Kankri a excepción de la magia y que sentía una presencia muy leve y ajena en la distancia, probablemente el portal por el que habían llegado. Pero la gárgola tenía un par de alas guapas— ¿por qué no me das una vuelta? —Tayron nadó hasta ponerse cerca suya y bajó la voz— mientras aprenden va a ser aburrido, ya sabes que esta gente intercala entre modo guardería y tíos molones.
—Ya lo veo ya, pensaba que te hundirías —admitió, moviendo piernas y brazos para mantenerse a flote y creando pequeñas ondas a su paso, el peso de la cola mojada tiraba atrás más de lo que pensaba así que tuvo que aumentar un poco sus esfuerzos. Contempló sus dedos negros bajo la superficie cristalina y caliente antes de proseguir y ver a Pelusa en la distancia— la verdad es que no lo sé, yo le preguntaría al otro que tiene un palo metido en el culo —se mofó para que le escuchara Sox, aunque luego advirtió que el carabés tenía la atención focalizada en las pequeñas clases que iban a iniciarse a su alrededor. ¿Así que don perfecto no sabía nadar? En cualquier otra circunstancia lo habría aprovechado pero lo cierto era que Tayron no las tenía todas consigo en cuanto a sus amigos de Maciel, había una pequeña línea nueva entre ellos que en cambio, no existía con el nublino. Y la verdad, es que la nueva presencia de Sox era temible e intimidamente e incluso con un bañador puesto— uy... parece concentrado —fue lo último que añadió, sin saber si lo estaba escuchando si quiera.
El lémur se fijó entonces en los letarguinos allí reunidos, tan variopintos. Tenían algo especial que le hacía sentir cómodo a un nivel distinto. Quizás el no haber pasado por las mismas cosas ni la convivencia previa, el no conocer a Dafne cuando era de carne y hueso o la ausencia de silencios incómodos.
Deseaba integrarse, y estuvo a nada de mostrarles lo que pasaría si no prestaban atención a lo que decía Rox, la idea era aparecer por el fondo donde no se hacía pie completamente boca abajo como un cadáver inerte y únicamente la cola con el manguito asomando por la superficie. Pero terminó por desechar la idea, igual a los niños no les hacía gracia y la presencia del veterano le incomodaba (además de por lo bueno que creía que estaba, incluyendo en su opinión también al otro irrense).
—Oye —se le ocurrió de pronto, lejos de fantasmas sus habilidades eran inútiles en Kankri a excepción de la magia y que sentía una presencia muy leve y ajena en la distancia, probablemente el portal por el que habían llegado. Pero la gárgola tenía un par de alas guapas— ¿por qué no me das una vuelta? —Tayron nadó hasta ponerse cerca suya y bajó la voz— mientras aprenden va a ser aburrido, ya sabes que esta gente intercala entre modo guardería y tíos molones.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Kankri
06/08/20, 12:48 am
Eitne se rió a carcajadas con el breve intercambio entre Tayron y Rox y se encogió de hombros. Pensó en un instante que Panda Gris sí que molaba y que a lo mejor no pasaba nada por parecerse a él, o a Rox, pero se distrajo enseguida al descubrir a Adru andando por el agua. Aquello, en cierta forma, era no hacer caso al Panda Gris y, por lo tanto, obedecer al profesor. Más o menos. La demostración de Neil con la cera le hizo sonreír y asintió con la cabeza tras él.
—¿Puedes hacer un barco? —se le ocurrió entonces, sin pararse a pensar siquiera si el brujo había traído cera suficiente para un ejercicio tan complicado. En ese instante volvía Adru, haciendo reverencias. Eitne le dedicó un aplauso para añadir un poco de teatro y luego respondió a su pregunta—. Es… como un pez un poco monstruo que se come a terres… ¡Mira! —señaló el tatuaje de Rox—. ¡Eso! Son muy chulos…
<<¿Podríamos montar en uno como en una vhadkha adulta?>> se preguntó. Una parte de él tenía todavía ilusión y esperanza de ver uno de cerca, había algo emocionante en estar tan cerca de algo peligroso y a la vez sentirte superior a él. Por eso no fue extraño que comenzara a seguir las indicaciones buscando cualquier señal de algo que se moviera bajo el agua. Con ayuda de los manguitos no le costó mucho subir las piernas y hacerlas flotar. Y lo primero que notó es que, sumergido, el brillo leve de su cuerpo diurno se notaba más que fuera, al sol. Lo segundo que notó es que era divertidísimo. Como usar el hechizo de levitación sin gastar magia, pero también con más limitaciones.
La bestia del crepúsculo sonreía ampliamente y le enseñaba los dientes a Kankri, Kankri a cambio le hizo tragar agua de una ola. La boca se le llenó de agua salada, le dio una arcada que pudo contener y, tras escupirlo todo, tosió varias veces.
—Qué asco… —dijo para todos y para nadie en concreto—. No sé cómo pueden vivir los tiburones todo el rato aquí metidos, está malísima.
Buscó de reojo al grupo de Tayron. Con algunos tenía más confianza que con otros y era un poco raro, pero le gustaba que estuviesen compartiendo aquel día todos, aunque le daban un poco de envidia (como Nime) por saber nadar ya y poder pasar directamente a lo divertido. <<Que feo eso…>> pensó cuando escuchó algo de palos y culos que prefería no repensar. Tenían una forma muy extraña de hablar entre ellos.
Mientras tanto, como sentía que iba muy bien con los ejercicios para nadar, decidió buscar con la mirada a Nime y gastarle una pequeña broma. Total, Rox había prohibido los dones y la magia para nadar, no para ser un poco traviesos.
—¡Nime, cuidado! ¡Un tiburón detrás de ti! —solo ella podría oírlo.
—¿Puedes hacer un barco? —se le ocurrió entonces, sin pararse a pensar siquiera si el brujo había traído cera suficiente para un ejercicio tan complicado. En ese instante volvía Adru, haciendo reverencias. Eitne le dedicó un aplauso para añadir un poco de teatro y luego respondió a su pregunta—. Es… como un pez un poco monstruo que se come a terres… ¡Mira! —señaló el tatuaje de Rox—. ¡Eso! Son muy chulos…
<<¿Podríamos montar en uno como en una vhadkha adulta?>> se preguntó. Una parte de él tenía todavía ilusión y esperanza de ver uno de cerca, había algo emocionante en estar tan cerca de algo peligroso y a la vez sentirte superior a él. Por eso no fue extraño que comenzara a seguir las indicaciones buscando cualquier señal de algo que se moviera bajo el agua. Con ayuda de los manguitos no le costó mucho subir las piernas y hacerlas flotar. Y lo primero que notó es que, sumergido, el brillo leve de su cuerpo diurno se notaba más que fuera, al sol. Lo segundo que notó es que era divertidísimo. Como usar el hechizo de levitación sin gastar magia, pero también con más limitaciones.
La bestia del crepúsculo sonreía ampliamente y le enseñaba los dientes a Kankri, Kankri a cambio le hizo tragar agua de una ola. La boca se le llenó de agua salada, le dio una arcada que pudo contener y, tras escupirlo todo, tosió varias veces.
—Qué asco… —dijo para todos y para nadie en concreto—. No sé cómo pueden vivir los tiburones todo el rato aquí metidos, está malísima.
Buscó de reojo al grupo de Tayron. Con algunos tenía más confianza que con otros y era un poco raro, pero le gustaba que estuviesen compartiendo aquel día todos, aunque le daban un poco de envidia (como Nime) por saber nadar ya y poder pasar directamente a lo divertido. <<Que feo eso…>> pensó cuando escuchó algo de palos y culos que prefería no repensar. Tenían una forma muy extraña de hablar entre ellos.
Mientras tanto, como sentía que iba muy bien con los ejercicios para nadar, decidió buscar con la mirada a Nime y gastarle una pequeña broma. Total, Rox había prohibido los dones y la magia para nadar, no para ser un poco traviesos.
—¡Nime, cuidado! ¡Un tiburón detrás de ti! —solo ella podría oírlo.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- InvitadoInvitado
Re: Kankri
06/08/20, 03:02 am
-¡Ah, coño, eso! -exclamó cuando Rox le enseñó el tatuaje. Resultaba que sí sabía lo que era un tiburón, pero no se había acordado del maldito nombre. -Por lo menos con la cresta esa lo veremos venir.
Nime seguía empeñada en que no había de qué preocuparse, pero sus explicaciones sobre cómo aprendió ella a nadar no convencieron del todo a Rena. Desde luego no era el método que habría usado su propia madre, e imaginárselo le provocó cierta risa.
Kin se unió a ellos en el agua con su flotador. Rena se descubrió lamentando que no se quitase la camiseta como haría Milo más adelante, ya que a diferencia de sus amigos no era un puñetero tirillas. << Al menos he podido verle los gemelos...>>
Por suerte Pelusa llegó a tiempo para distraerla y que nadie se diese cuenta hacia dónde había estado mirando.
-¡Ey, Pelusilla! -saludó desde el agua, moviendo los brazos. La pequeña refulgía bajo el sol de lo blanca que era. Claro que no tanto como el chico de Maciel que tenía más piedras en el cuerpo que Nime << Joder nos va a dejar ciegos a todos>> Se había acercado a su grupo, a diferencia de Obel y Tay que iban a su bola. ¿Sería que tampoco sabía nadar?
Milo se metió por fin al agua, salpicándo y criticando su gusto musical. Rena contraatacó salpicando con la garra.
-¡Tú si que no tienes ni idea!
Porque Rox les puso el primer ejercicio, si no habría ido a por el brujo para hacerle una ahogadilla.
Rena intentó ponerse como sus compañeros, pero sin flotador al que agarrarse, y la cosa no salió muy bien. El peso de su brazo no la hundía, estaba claro, pero sí la desestabilizaba y acababa rodando hacia un lado. Además no terminaba de relajarse lo bastante para flotar del todo, y del susto que se pegó Eitne acabó tragando agua ella también.
-¡Argh! ¡Es verdad, está asquerosa!
Le estaba tentando ir a por su colchoneta, o pedirle a Neil que le hiciera unos manguitos con cera. << ¡No, Rena, dijiste que ibas a pelo y vas a ir a pelo!>> se dijo. Metió la cabeza en el agua para remojarse el pelo y lo intentó una vez más.
Nime seguía empeñada en que no había de qué preocuparse, pero sus explicaciones sobre cómo aprendió ella a nadar no convencieron del todo a Rena. Desde luego no era el método que habría usado su propia madre, e imaginárselo le provocó cierta risa.
Kin se unió a ellos en el agua con su flotador. Rena se descubrió lamentando que no se quitase la camiseta como haría Milo más adelante, ya que a diferencia de sus amigos no era un puñetero tirillas. << Al menos he podido verle los gemelos...>>
Por suerte Pelusa llegó a tiempo para distraerla y que nadie se diese cuenta hacia dónde había estado mirando.
-¡Ey, Pelusilla! -saludó desde el agua, moviendo los brazos. La pequeña refulgía bajo el sol de lo blanca que era. Claro que no tanto como el chico de Maciel que tenía más piedras en el cuerpo que Nime << Joder nos va a dejar ciegos a todos>> Se había acercado a su grupo, a diferencia de Obel y Tay que iban a su bola. ¿Sería que tampoco sabía nadar?
Milo se metió por fin al agua, salpicándo y criticando su gusto musical. Rena contraatacó salpicando con la garra.
-¡Tú si que no tienes ni idea!
Porque Rox les puso el primer ejercicio, si no habría ido a por el brujo para hacerle una ahogadilla.
Rena intentó ponerse como sus compañeros, pero sin flotador al que agarrarse, y la cosa no salió muy bien. El peso de su brazo no la hundía, estaba claro, pero sí la desestabilizaba y acababa rodando hacia un lado. Además no terminaba de relajarse lo bastante para flotar del todo, y del susto que se pegó Eitne acabó tragando agua ella también.
-¡Argh! ¡Es verdad, está asquerosa!
Le estaba tentando ir a por su colchoneta, o pedirle a Neil que le hiciera unos manguitos con cera. << ¡No, Rena, dijiste que ibas a pelo y vas a ir a pelo!>> se dijo. Metió la cabeza en el agua para remojarse el pelo y lo intentó una vez más.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Kankri
08/08/20, 09:53 pm
Nime no era ni consciente de la llegada de Pelusa ni de muchas otras cosas, mientras flotaba con las orejas sumergidas. Esperaba que, de alguna manera, los que no sabían nadar sacasen algo en claro de verla flotar por ahí y mover los brazos. En el fondo, lo único que quería era llamar la atención. La demonio mineral solo dejó de flotar boca arriba cuando Milo la vaciló.
—Es muy fácil —le respondió, enfatizando el “muy” e ignorando la parte en que la llamaba medio pez—. Lo entenderéis cuando lo probéis… ¡pues igual que aprendisteis a moveros con el hechizo de levitar!
De hecho, Rox había validado el consejo de Nime, algo que había inflado su ego un poquito más. Precisamente por eso, Kin se encontraba dando pequeños saltitos de prueba sobre el fondo marino, comprobando que el flotador era un punto de agarre más firme de lo que había pensado en un primer momento.
Rox se dispuso enseguida a dar su primera lección, que Nime ignoró mientras saludaba a Pelusa desde el agua al haberla visto por fin en la arena. El raigaurum, en cambio, siguió sus indicaciones como pudo, sintiéndose un poco como si hubiese vuelto a tener diez años y estuviese en una excursión del colegio. El flotador era demasiado grande para ponerse encima, así que finalmente tuvo que meterse dentro para poder flotar cómodamente sobre su propia tripa. El hinchable al menos hacía su trabajo obligando a sus brazos a flotar. Tras haber dominado el hechizo de levitación conseguir levantar los pies de la arena no parecía un gran logro, pero el irrense estaba contento de poder tachar algo de la larga lista de cosas que siempre había querido probar.
Durante las pruebas de los demás Nime siguió dando brazadas para que la gente la pudiese imitar, y como estaba atenta a lo que hacían los aprendices, ver a Eitne tragando agua, seguido de Rena, y escuchar sus quejas la hizo reír con malicia. No sabía que no reiría la última después de la broma que le gastó el propio daeliciano.
A pesar de haber asegurado categóricamente que no tenía miedo de aquellas bestias acuáticas de las que hablaban todos, la advertencia de Eitne la hizo incorporarse de sopetón y dar manotazos hasta girar sobre sí misma. Y Nime se golpeó con algo al hacer aquel movimiento brusco, pero no era un tiburón, sino Kin, que pasaba en ese momento por detrás de ella pataleando sobre su flotador. El golpe le hizo retroceder y su flotador se resbaló hasta abandonarlo, dando un pequeño salto al liberarse de su peso. El raigaurum se hundió como si estuviese hecho de plomo, y su cabeza tardó algunos segundos antes de volver a asomar, el tiempo que tardó en ubicarse y encontrar el suelo para volver a salir a la superficie. Aun con el pelo empapado tapándole los ojos, Nime pudo sentir su mirada clavándosele como un cuchillo.
—¡Fue culpa de Eitne! —exclamó, señalando a su amigo.
—Seguro —ironizó el irrense. Se había llenado el hocico de agua y, tal como habían dicho Rena y el otro enano, sabía a rayos.
—Es muy fácil —le respondió, enfatizando el “muy” e ignorando la parte en que la llamaba medio pez—. Lo entenderéis cuando lo probéis… ¡pues igual que aprendisteis a moveros con el hechizo de levitar!
De hecho, Rox había validado el consejo de Nime, algo que había inflado su ego un poquito más. Precisamente por eso, Kin se encontraba dando pequeños saltitos de prueba sobre el fondo marino, comprobando que el flotador era un punto de agarre más firme de lo que había pensado en un primer momento.
Rox se dispuso enseguida a dar su primera lección, que Nime ignoró mientras saludaba a Pelusa desde el agua al haberla visto por fin en la arena. El raigaurum, en cambio, siguió sus indicaciones como pudo, sintiéndose un poco como si hubiese vuelto a tener diez años y estuviese en una excursión del colegio. El flotador era demasiado grande para ponerse encima, así que finalmente tuvo que meterse dentro para poder flotar cómodamente sobre su propia tripa. El hinchable al menos hacía su trabajo obligando a sus brazos a flotar. Tras haber dominado el hechizo de levitación conseguir levantar los pies de la arena no parecía un gran logro, pero el irrense estaba contento de poder tachar algo de la larga lista de cosas que siempre había querido probar.
Durante las pruebas de los demás Nime siguió dando brazadas para que la gente la pudiese imitar, y como estaba atenta a lo que hacían los aprendices, ver a Eitne tragando agua, seguido de Rena, y escuchar sus quejas la hizo reír con malicia. No sabía que no reiría la última después de la broma que le gastó el propio daeliciano.
A pesar de haber asegurado categóricamente que no tenía miedo de aquellas bestias acuáticas de las que hablaban todos, la advertencia de Eitne la hizo incorporarse de sopetón y dar manotazos hasta girar sobre sí misma. Y Nime se golpeó con algo al hacer aquel movimiento brusco, pero no era un tiburón, sino Kin, que pasaba en ese momento por detrás de ella pataleando sobre su flotador. El golpe le hizo retroceder y su flotador se resbaló hasta abandonarlo, dando un pequeño salto al liberarse de su peso. El raigaurum se hundió como si estuviese hecho de plomo, y su cabeza tardó algunos segundos antes de volver a asomar, el tiempo que tardó en ubicarse y encontrar el suelo para volver a salir a la superficie. Aun con el pelo empapado tapándole los ojos, Nime pudo sentir su mirada clavándosele como un cuchillo.
—¡Fue culpa de Eitne! —exclamó, señalando a su amigo.
—Seguro —ironizó el irrense. Se había llenado el hocico de agua y, tal como habían dicho Rena y el otro enano, sabía a rayos.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Kankri
09/08/20, 06:48 pm
-Bueno, no he traído suficiente cera para hacer un barco grande, pero una barquita de uno o dos si que podría hacer. ¿O estabas hablando de barcos chiquititos? -contestó Neil a la pregunta de Eitne justo cuando su edeel se acercó preguntando sobre qué era un tiburón.
El miedo le subió al aurva por la espalda en el momento en el que el daeliciano comenzó a describirlo y luego señaló el tatuaje de Rox, pero consiguió tranquilizarse lo suficiente cuando el gamusino aseguró que no creía que fuera algo más peligroso de Rocavarancolia. Aunque todavía había muchas cosas que le asustaban y le aterrorizaban de la ciudad, con el tiempo y la experiencia había aprendido que aunque no podía evitar el miedo que le provocaban, sus amigos y él podrían enfrentar el problema como en otras ocasiones. Además, ahora tenían más amigos que llevaban mucho tiempo en la ciudad y que podían ayudarlos. Al fin y al cabo, al viaje también había venido un veterano y posiblemente entre su experiencia y el trabajo conjunto de los demás, no tendría que preocuparse por posibles tiburones.
Aún así, Neil decidió atraer sus cubos y esferas de cera que había guardado en su bolsa, tanto para que su proximidad le diera más seguridad como por el orgullo que había sentido cuando Adru había halagado su estrella de mar cambiante. Las esferas y cubos se convirtieron rápidamente en barquitos de distintos diseños y colores que primero navegaron por la arena y luego por el agua jugando entre los bañistas, agrupándose en formación, navegando en fila o simplemente dejándose balancear por el oleaje.
Una vez su cera estuvo cerca, el brujo resopló con alivio e incluso se permitió saludar efusivamente a Pelusa cuando esta apareció en la arena. Aunque no pudo distraerse mucho con esto ya que tenía el suficiente miedo a ahogarse como para querer estar totalmente concentrado en Rox y Nime y sus clases de natación, comenzando a probar tentativamente las primeras indicaciones, sorprendiéndose por lo mucho que le gustó flotar simplemente en el agua ayudado de los manguitos. Por suerte, el agua era lo suficientemente clara como para poder ver el fondo y sus propios pies distorsionados, ya que de no ser así no podría disfrutar del todo al tener el constante miedo de que algo pudiera tocarle bajo el agua.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Kankri
09/08/20, 08:36 pm
—¿Rad? Deberías preguntarle a la cara con esas mismas palabras— dijo con sorna—. Dijo que sabía nadar, así que a la próxima no tiene excusa.
Con todo, no culpaba al astrario por no acudir. A él mismo le había costado tomar la decisión, aunque fuese por inercia. Cada uno estaba lidiando con lo suyo, probablemente incluso los que ahora chapoteaban despreocupados en el agua.
La mención a su ya no tan nueva piel le hizo sonreír. El cambio visual, aunque abrupto al principio, era uno de los aspectos de su transformación que le parecía indudablemente positivo, sin medias tintas. Rocavarancolia tenía un sol tan desvaído que ahora los diamantes destacaban de verdad.
Desvió con retraso la atención de la explicación lo justo para fulminar a Tay con la mirada, dicho lo cual volvió a atender de forma diligente. Frunció el ceño levemente porque “no te lo pienses demasiado” siempre había sido prefacio a algo que luego le había resultado excepcionalmente difícil de aprender, pero no sería él quien se rindiera antes de empezar. Tenía sus dudas pero siguió al grupo al interior del océano.
Tras apenas un minuto en el agua, Sox había aceptado la arena como un hecho inescapable de la vida. Las olas la mantenían siempre en movimiento y era imposible sumergirse, caminar o simplemente estarse quieto sin que terminara por todas partes.
Intentó rememorar lo que le habían enseñado para no tener que partir de cero, pero lo que le habían hecho aprender en Carabás había sido cuando tenía cuatro extremidades y no seis. Chapoteó de forma no intencionada varias veces con las alas, salpicando mucho más de lo que habría deseado, antes de rendirse y mantenerlas desplegadas hacia arriba, lo más lejos posible de la superficie del agua, para intentar dar brazadas normales. Era cierto que el agua tendía a mantenerle a flote, pero cuanta más fuerza y tensión ofrecía Sox menos parecía colaborar con él, y el chapoteo del mar era impredecible. No se ahogaba, pero tampoco tardó demasiado en tragar sal él también.
Aprovechando que se había parado de todos modos, por la sorpresa de ver pasar uno de los barcos de cera prácticamente frente a sus narices, posó los pies en el fondo marino para darse un descanso y miró con empatía a la irrense que también se estaba esforzando no muy lejos de él.
Con todo, no culpaba al astrario por no acudir. A él mismo le había costado tomar la decisión, aunque fuese por inercia. Cada uno estaba lidiando con lo suyo, probablemente incluso los que ahora chapoteaban despreocupados en el agua.
La mención a su ya no tan nueva piel le hizo sonreír. El cambio visual, aunque abrupto al principio, era uno de los aspectos de su transformación que le parecía indudablemente positivo, sin medias tintas. Rocavarancolia tenía un sol tan desvaído que ahora los diamantes destacaban de verdad.
Desvió con retraso la atención de la explicación lo justo para fulminar a Tay con la mirada, dicho lo cual volvió a atender de forma diligente. Frunció el ceño levemente porque “no te lo pienses demasiado” siempre había sido prefacio a algo que luego le había resultado excepcionalmente difícil de aprender, pero no sería él quien se rindiera antes de empezar. Tenía sus dudas pero siguió al grupo al interior del océano.
Tras apenas un minuto en el agua, Sox había aceptado la arena como un hecho inescapable de la vida. Las olas la mantenían siempre en movimiento y era imposible sumergirse, caminar o simplemente estarse quieto sin que terminara por todas partes.
Intentó rememorar lo que le habían enseñado para no tener que partir de cero, pero lo que le habían hecho aprender en Carabás había sido cuando tenía cuatro extremidades y no seis. Chapoteó de forma no intencionada varias veces con las alas, salpicando mucho más de lo que habría deseado, antes de rendirse y mantenerlas desplegadas hacia arriba, lo más lejos posible de la superficie del agua, para intentar dar brazadas normales. Era cierto que el agua tendía a mantenerle a flote, pero cuanta más fuerza y tensión ofrecía Sox menos parecía colaborar con él, y el chapoteo del mar era impredecible. No se ahogaba, pero tampoco tardó demasiado en tragar sal él también.
Aprovechando que se había parado de todos modos, por la sorpresa de ver pasar uno de los barcos de cera prácticamente frente a sus narices, posó los pies en el fondo marino para darse un descanso y miró con empatía a la irrense que también se estaba esforzando no muy lejos de él.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Kankri
09/08/20, 08:45 pm
-No le tengo miedo a Rad - contestó muy seguro de sí mismo y con una sonrisa.- Pero es una pena que no haya venido, le habría venido bien desconectar un rato.
Miró a Tay con una sonrisa cuando le pidió que le diera una vuelta. Sobretodo porque luego podría tirarlo desde el aire al agua.
-Claro, deja que te levite. Pesas mucho para poder cargarte - le dijo haciendo un hechizo de levitación para que fuese más liviano. Luego se colocó tras él, le pasó los brazos por debajo de las axilas y aleteó con fuerza para salir del agua.- ¡Chicos, nos vamos a dar un paseo por el cielo, en un rato volvemos. Esforzaos mucho!
Al principio únicamente ascendió por el cielo sin dirigirse a ningún sitio, para que el lémur pudiera ver las vistas.
-Esto no se ve todos los días ¿eh? - le preguntó con voz calmada y risueña mientras seguía ascendiendo.
Miró a Tay con una sonrisa cuando le pidió que le diera una vuelta. Sobretodo porque luego podría tirarlo desde el aire al agua.
-Claro, deja que te levite. Pesas mucho para poder cargarte - le dijo haciendo un hechizo de levitación para que fuese más liviano. Luego se colocó tras él, le pasó los brazos por debajo de las axilas y aleteó con fuerza para salir del agua.- ¡Chicos, nos vamos a dar un paseo por el cielo, en un rato volvemos. Esforzaos mucho!
Al principio únicamente ascendió por el cielo sin dirigirse a ningún sitio, para que el lémur pudiera ver las vistas.
-Esto no se ve todos los días ¿eh? - le preguntó con voz calmada y risueña mientras seguía ascendiendo.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Kankri
10/08/20, 12:06 am
Oyó decir a alguno de sus compañeros que Pelusa había llegado así que la buscó haciendo visera con la mano hasta dar con su pequeña figura y sus alas de mariposa, momento en el que la saludó con la mano y gritando “¡Hoooola, Pelusa!"
Se rio mucho con todas las bromas que le dedicaron a Nime, y una parte de él quiso que se encontraran con un tiburón cuando supo que era, porque parecía un pez realmente molón, pero su parte que había adquirido sentido común sabía que no era lo ideal.
Vio con curiosidad como el chico vistoso con alas de murciélago se acercó a ellos y pasó cerca de él para saludarle.
—¡Hola! ¿Eres amigo de Obel y Tayron, y de Arcan? ¿También quieres aprender a nadar? Yo soy Adru, el gamusino.
Le había visto alguna vez por la Sede, pero nunca habían hablado.
Siguió las instrucciones de Rox y salió del flotador para colocarse torpemente sobre él una vez en el agua, manteniéndose cerca de Neil en todo momento ya que probablemente el brujo tendría algo de miedo. Ella se encontraba bastante cómoda con su flotador, pero tampoco creía del todo a la demonio mineral que se empeñaba en decir que todo era muy fácil. Algo la asustó entonces y la sinhadre se acercó con preocupación por si de verdad había algo allí, pero al parecer había sido una falsa alarma. No pudo evitar volver a reír tanto por la reacción de Nime como por lo que le ocurrió a Kin. Por lo que dijo la libense, Eitne debía de haberle dicho algo que solo ella pudo escuchar.
Con tanta gente tragando agua y afirmando lo mala que estaba no pudo contener su curiosidad y se metió un poco en la boca. Por suerte, estando sobre aviso, no llegó a tragar y la escupió al notar el fuerte sabor a salitre, tosiendo en el proceso.
—Joé, sí que es verdad que sabe horrorosa. Y parece tan limpia y bonita…
Decidió concentrarse un poco más en mover los brazos y las piernas como les indicaba Rox, fijándose después en Neil que sin duda se habría quedado mejor con todas las instrucciones.
Se rio mucho con todas las bromas que le dedicaron a Nime, y una parte de él quiso que se encontraran con un tiburón cuando supo que era, porque parecía un pez realmente molón, pero su parte que había adquirido sentido común sabía que no era lo ideal.
Vio con curiosidad como el chico vistoso con alas de murciélago se acercó a ellos y pasó cerca de él para saludarle.
—¡Hola! ¿Eres amigo de Obel y Tayron, y de Arcan? ¿También quieres aprender a nadar? Yo soy Adru, el gamusino.
Le había visto alguna vez por la Sede, pero nunca habían hablado.
Siguió las instrucciones de Rox y salió del flotador para colocarse torpemente sobre él una vez en el agua, manteniéndose cerca de Neil en todo momento ya que probablemente el brujo tendría algo de miedo. Ella se encontraba bastante cómoda con su flotador, pero tampoco creía del todo a la demonio mineral que se empeñaba en decir que todo era muy fácil. Algo la asustó entonces y la sinhadre se acercó con preocupación por si de verdad había algo allí, pero al parecer había sido una falsa alarma. No pudo evitar volver a reír tanto por la reacción de Nime como por lo que le ocurrió a Kin. Por lo que dijo la libense, Eitne debía de haberle dicho algo que solo ella pudo escuchar.
Con tanta gente tragando agua y afirmando lo mala que estaba no pudo contener su curiosidad y se metió un poco en la boca. Por suerte, estando sobre aviso, no llegó a tragar y la escupió al notar el fuerte sabor a salitre, tosiendo en el proceso.
—Joé, sí que es verdad que sabe horrorosa. Y parece tan limpia y bonita…
Decidió concentrarse un poco más en mover los brazos y las piernas como les indicaba Rox, fijándose después en Neil que sin duda se habría quedado mejor con todas las instrucciones.
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