Kankri
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Kankri
05/04/20, 05:50 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Kankri
El portal se encuentra dentro de una cueva a pie de playa, en una pequeña isla del hemisferio norte que está habitada principalmente por cangrejos de caparazón rojo. La isla forma parte de un archipiélago con otras once islas.
El portal se encuentra dentro de una cueva a pie de playa, en una pequeña isla del hemisferio norte que está habitada principalmente por cangrejos de caparazón rojo. La isla forma parte de un archipiélago con otras once islas.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Kankri
11/04/21, 07:16 pm
Por el silencio que recibió como respuesta, Eitne intuyó que no le iban a dejar probar las explosiones. Su forma se desdibujó en consecuencia, Bocata perdió la sujeción y se deslizó por su cara hasta la arena. El niño se tumbó a su lado y se limitó a comer y esperar, dejando que la decepción se pasase de forma natural con ayuda de los gestos estúpidos que surgían en el cangrejo y que él interpretaba de forma cómica. Kankri no necesitaba ayuda para ser un lugar bonito, pero sin duda, los juegos de luces y llamas habían convertido aquella playa en una caricia visual. La vuelta de Rox y Tayron le sacó una sonrisa y, para cuando Neil les ofreció helado, al niño ya se le había olvidado que debía sentirse decepcionado.
Levantó una de las patas, manchada de arena.
—¡Yo, yo! —pidió.
Mientras los encargados de los fuegos artificiales ensayaban, el dio buena cuenta de su helado, que desapareció de unos pocos lengüetazos. Al final se le hizo tan poquito que decidió repetir justo a tiempo para observar el espectáculo con el morro manchado. El león abrió los ojos completamente hipnotizado por las explosiones coloridas y manipuló con sus zarpas al cangrejo para orientarlo hacia el cielo.
—¡Mira, Bocata! —le dijo mientras el cangrejo intentaba zafarse desesperadamente del agarre, agitando patas y pinzas.
Levantó una de las patas, manchada de arena.
—¡Yo, yo! —pidió.
Mientras los encargados de los fuegos artificiales ensayaban, el dio buena cuenta de su helado, que desapareció de unos pocos lengüetazos. Al final se le hizo tan poquito que decidió repetir justo a tiempo para observar el espectáculo con el morro manchado. El león abrió los ojos completamente hipnotizado por las explosiones coloridas y manipuló con sus zarpas al cangrejo para orientarlo hacia el cielo.
—¡Mira, Bocata! —le dijo mientras el cangrejo intentaba zafarse desesperadamente del agarre, agitando patas y pinzas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Kankri
11/04/21, 10:16 pm
—¡Oohh, es verdad! —exclamó cuando Rena les recordó que ya habían visto fuegos artificiales antes.
Era por esa clase de cosas por las que en ocasiones sí que desearía poder hacer magia, ya que para pelear prefería usar sus puños o sus armas, y no tenía la concentración necesaria para curar heridas feas. Pero como su aurva sí podía, lo cierto era que el pensamiento solía ser muy fugaz.
Casi se ahoga de risa por quincuagésima vez en el día al ver como la ursántropa cargaba con Tayron. Probablemente si Rox no estuviese todavía intangible, él mismo se habría ofrecido a cargarlo. Le causaba gracia como podía levantar a algunos de los más mayores debido a las diferencias físicas entre sus transformaciones.
Al final se reunieron todos de nuevo sin más percances y los que tenían más conocimientos de hechizos habían estado practicando la forma de crear los fuegos artificiales mientras. Pronto las explosiones de colores acompañaron al ya hermoso cielo nocturno del planeta, que se había cubierto cada vez más de estrellas sin que se hubiese dado ni cuenta. En cuanto acabasen de comerse las últimas cosas que tenían tocaría recoger e irse y solo entonces el gamusino notaría el peso del cansancio tras un día en el que literalmente no había parado quieta en ningún momento. Dormiría como un lirón esa noche y con una gran sonrisa.
Era por esa clase de cosas por las que en ocasiones sí que desearía poder hacer magia, ya que para pelear prefería usar sus puños o sus armas, y no tenía la concentración necesaria para curar heridas feas. Pero como su aurva sí podía, lo cierto era que el pensamiento solía ser muy fugaz.
Casi se ahoga de risa por quincuagésima vez en el día al ver como la ursántropa cargaba con Tayron. Probablemente si Rox no estuviese todavía intangible, él mismo se habría ofrecido a cargarlo. Le causaba gracia como podía levantar a algunos de los más mayores debido a las diferencias físicas entre sus transformaciones.
Al final se reunieron todos de nuevo sin más percances y los que tenían más conocimientos de hechizos habían estado practicando la forma de crear los fuegos artificiales mientras. Pronto las explosiones de colores acompañaron al ya hermoso cielo nocturno del planeta, que se había cubierto cada vez más de estrellas sin que se hubiese dado ni cuenta. En cuanto acabasen de comerse las últimas cosas que tenían tocaría recoger e irse y solo entonces el gamusino notaría el peso del cansancio tras un día en el que literalmente no había parado quieta en ningún momento. Dormiría como un lirón esa noche y con una gran sonrisa.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Kankri
12/04/21, 11:09 am
Por un momento Tayron se sintió triunfador para sus adentros cuando vio como generaba dudas y preocupaba un poco al australiano. Pero la reacción de los demás sumado a la evidencia de un pique continuo y que nunca había ganado un óscar al mejor actor revelación del año... no consiguió su objetivo del todo.
Era consciente de que habían ignorado deliberadamente la llamada a comer, pero tampoco él había obtenido una respuesta a sus gritos de auxilio. Lo que no se esperó fue el curso de acción que tomó Rena, sabía que era un poco mamá osa (literalmente) pero gritó sorprendido cuando lo cargó como un saco de patatas.
—¡Oye! ¡Os preocupa más que me coma mi bollo que ser mordido por un tiburón! ¿De verdad? —diría desde la altura que le ofrecía la ursántropa, luego fue zarandeado y el lémur no tuvo más remedio que obedecer y deshacer el hechizo de intangibilidad con cara de estar arreglando una travesura. Lo cual era cierto.
El resto de la noche fue fantástico, Neil había preparado fuegos artificiales y Tayron los disfrutó como un niño pequeño aplaudiendo efusivamente y con la boca muy abierta. El contraste con la oscuridad que ahora poseía la playa era precioso. Se marcharon cuando acabaron de comer. Recordaría aquel día siempre entre risas, no solo por lo bien que se lo había pasado si no por ser el primer mundo alienígena que había visitado tras sobrevivir a la ciudad. Aquella playa paradisiaca y la compañía que había tenido sería difícil de mejorar.
Era consciente de que habían ignorado deliberadamente la llamada a comer, pero tampoco él había obtenido una respuesta a sus gritos de auxilio. Lo que no se esperó fue el curso de acción que tomó Rena, sabía que era un poco mamá osa (literalmente) pero gritó sorprendido cuando lo cargó como un saco de patatas.
—¡Oye! ¡Os preocupa más que me coma mi bollo que ser mordido por un tiburón! ¿De verdad? —diría desde la altura que le ofrecía la ursántropa, luego fue zarandeado y el lémur no tuvo más remedio que obedecer y deshacer el hechizo de intangibilidad con cara de estar arreglando una travesura. Lo cual era cierto.
El resto de la noche fue fantástico, Neil había preparado fuegos artificiales y Tayron los disfrutó como un niño pequeño aplaudiendo efusivamente y con la boca muy abierta. El contraste con la oscuridad que ahora poseía la playa era precioso. Se marcharon cuando acabaron de comer. Recordaría aquel día siempre entre risas, no solo por lo bien que se lo había pasado si no por ser el primer mundo alienígena que había visitado tras sobrevivir a la ciudad. Aquella playa paradisiaca y la compañía que había tenido sería difícil de mejorar.
- InvitadoInvitado
Re: Kankri
16/04/21, 02:21 am
-¡Sí! Del tiburón te puedes defender que eres un chico grande, pero si te quedas sin cena te vas a quejar y tendremos que aguantarte -respondió Rena.
Dejó que Rox andara solo pero no soltó a Tayron hasta llegar a la carpa, donde lo soltó sobre una toalla como un saco de patatas.
-¡Ea! Entrega hecha -dijo triunfante. -¿Al final en qué quedan los fuegos?
Se había decidido que harían pruebas después de cenar. Rena ya estaba bastante llena pero tenía hueco para postre, y se le había antojado un sandwich de helado. Cuando los preparativos estuvieron listos se congregaron todos fuera de las carpas. Rena se sentó directamente en la arena, con las piernas estiradas. Con lo que había visto hasta el momento de Kankri, no podía imaginar que aquel mundo pudiese ser más bonito, pero ahí estaban: explosiones de color que se desparramaban en el cielo para confundirse con las estrellas. No pudo evitar que se le escapase algún grito de emoción, algún taco, y luego las correspondientes felicitaciones a los magos por el espectáculo.
A su pesar, llegó la hora de irse. No le apetecía volver al laberinto de piedra gris que era Rocavarancolia pero lo cierto es que tenía ganas de quitarse la sal del cuerpo y meterse en la cama. Había sido un día intenso, y maravilloso. La idea de mudarse allí seguía siendo tentadora.
-Tenemos que volver, ha estado del carajo -comentó, cargada de bolsas y trastos, justo antes de cruzar el portal.
Dejó que Rox andara solo pero no soltó a Tayron hasta llegar a la carpa, donde lo soltó sobre una toalla como un saco de patatas.
-¡Ea! Entrega hecha -dijo triunfante. -¿Al final en qué quedan los fuegos?
Se había decidido que harían pruebas después de cenar. Rena ya estaba bastante llena pero tenía hueco para postre, y se le había antojado un sandwich de helado. Cuando los preparativos estuvieron listos se congregaron todos fuera de las carpas. Rena se sentó directamente en la arena, con las piernas estiradas. Con lo que había visto hasta el momento de Kankri, no podía imaginar que aquel mundo pudiese ser más bonito, pero ahí estaban: explosiones de color que se desparramaban en el cielo para confundirse con las estrellas. No pudo evitar que se le escapase algún grito de emoción, algún taco, y luego las correspondientes felicitaciones a los magos por el espectáculo.
A su pesar, llegó la hora de irse. No le apetecía volver al laberinto de piedra gris que era Rocavarancolia pero lo cierto es que tenía ganas de quitarse la sal del cuerpo y meterse en la cama. Había sido un día intenso, y maravilloso. La idea de mudarse allí seguía siendo tentadora.
-Tenemos que volver, ha estado del carajo -comentó, cargada de bolsas y trastos, justo antes de cruzar el portal.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Kankri
19/04/21, 11:57 pm
Milo sonrió con socarronería cuando Nime le sacó la lengua, satisfecho por haberla picado, y escuchó a Kin y a Neil cuando el aurva se les acercó para concretar cómo proceder con el tema de los fuegos artificiales. El brujo se limitó a asentir mientras se terminaba el bocadillo, de acuerdo con lo que estaban sugiriendo, y cuando Rox y Tayron por fin se unieron les sonrió a modo de saludo. El cambiante aún seguía intangible y atravesó la cabeza del demonio mineral con la mano para resaltarlo, pero el lémur no tardó en deshacer el conjuro.
—¡Yo también quiero uno! —exclamó tras Eitne cuando el brujo de cera preguntó si a alguien le apetecía helado, sacudiéndose las migas de la camisa para al menos aparentar que era un adulto responsable.
No tardaron mucho en terminar de cenar y en cuanto acabaron el irrense se reunió con su compatriota y con el sinhadre para ultimar los detalles del espectáculo. Decidieron de que hechizos se encargaría cada uno para no pisarse, pero además también hablaron sobre qué patrones seguir y cómo coordinarlo todo para que no fueran una serie de estallidos sin ton ni son.
—Yo estoy preparado. —afirmó cuando el peliazul les miró para asegurarse de que estaban listos, levantando ambos pulgares para indicarle que podía dar la señal cuando quisiera.
Y entonces empezó. El trío no tenía tan buena vista de los fogonazos como el resto de sus compañeros y además debía de concentrarse para poder coordinarse bien, pero a pesar de todo fue algo memorable. Las luces destacaban contra el cielo oscuro, entremezclándose con las estrellas mientras formaban patrones de colores, y los breves estallidos (mucho menos molestos que los de los fuegos reales) hacían saltar el corazón. Fue, en resumen, un buen trabajo, algo que pudieron confirmar al regresar a la zona de toldos y ver el entusiasmo en los ojos de sus amigos.
Después de aquello ya no quedaba mucho más que hacer en Kankri a parte de recogerlo todo bien antes de regresar a Rocavarancolia, lo cual era un poco triste. Al igual que sus amigos Milo se lo había pasado genial en aquel mundo tropical y ya tenía ganas de volver, pero desde el punto de vista del chico lo mejor de aquella excursión se volvía con él a la ciudad gris.
—Yo me apunto. —le respondió a la ursántropa con un sonrisa, intercambiando una mirada cómplice con Rox antes de cruzar el portal.
—¡Yo también quiero uno! —exclamó tras Eitne cuando el brujo de cera preguntó si a alguien le apetecía helado, sacudiéndose las migas de la camisa para al menos aparentar que era un adulto responsable.
No tardaron mucho en terminar de cenar y en cuanto acabaron el irrense se reunió con su compatriota y con el sinhadre para ultimar los detalles del espectáculo. Decidieron de que hechizos se encargaría cada uno para no pisarse, pero además también hablaron sobre qué patrones seguir y cómo coordinarlo todo para que no fueran una serie de estallidos sin ton ni son.
—Yo estoy preparado. —afirmó cuando el peliazul les miró para asegurarse de que estaban listos, levantando ambos pulgares para indicarle que podía dar la señal cuando quisiera.
Y entonces empezó. El trío no tenía tan buena vista de los fogonazos como el resto de sus compañeros y además debía de concentrarse para poder coordinarse bien, pero a pesar de todo fue algo memorable. Las luces destacaban contra el cielo oscuro, entremezclándose con las estrellas mientras formaban patrones de colores, y los breves estallidos (mucho menos molestos que los de los fuegos reales) hacían saltar el corazón. Fue, en resumen, un buen trabajo, algo que pudieron confirmar al regresar a la zona de toldos y ver el entusiasmo en los ojos de sus amigos.
Después de aquello ya no quedaba mucho más que hacer en Kankri a parte de recogerlo todo bien antes de regresar a Rocavarancolia, lo cual era un poco triste. Al igual que sus amigos Milo se lo había pasado genial en aquel mundo tropical y ya tenía ganas de volver, pero desde el punto de vista del chico lo mejor de aquella excursión se volvía con él a la ciudad gris.
—Yo me apunto. —le respondió a la ursántropa con un sonrisa, intercambiando una mirada cómplice con Rox antes de cruzar el portal.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Kankri
20/04/21, 02:26 pm
Nime se enfurruñó ante la sonrisa de Milo, pero el gesto intangible de Rox le hizo olvidar el pequeño pique enseguida. Se llevó la mano a la cabeza más sorprendida de lo que quería admitir estar, y se rio por lo extraña que resultaba la sensación. Tras eso se terminaría el bocadillo repartiendo su atención entre los que hablaban de hacer luces en el cielo y la nueva mascota de Eitne.
Tras decidir cómo harían los fuegos artificiales improvisados, Kin aceptó el ofrecimiento de helado de Neil y luego lo acompañó junto a Milo al punto donde lanzarían la artillería. No se quiso quedar sin colaborar, pero los resultados que prometían más no estaban a su alcance, así que se ofreció a añadir los chispazos que harían de interludio entre las explosiones más grandes creadas por los otros dos.
Al final, el espectáculo no estuvo nada mal. Dejaba que desear respecto a fuegos artificiales pensados para crear explosiones bonitas, pero se expandían en el cielo como chispas de color que luego se desplomaban a medida que se extinguían. Desde donde los lanzaban lo tenían las mejores vistas, pero desde el lugar donde habían acampado, Nime observaba las luces con la boca abierta y una sonrisa que no era consciente de tener dibujada en la cara.
—¿Podemos hacer esto más veces? ¿En la ciudad? —preguntó a nadie en particular, por no apartar la vista del cielo.
Cuando explotó el último hechizo, la playa pareció más oscura durante un momento. La noche ya había caído por completo y, ahora, eran las estrellas lo único que quedaba en el cielo. Con la vista fija sobre sus cabezas, Nime y Kin se dieron cuenta de hasta qué punto brillaban en Kankri las estrellas. Ahora que era noche cerrada, se podían ver miles y miles, y por eso les costó apartar la mirada incluso cuando se acabó el espectáculo.
Cuando tocó recoger, a Nime se le agrió un poco el carácter, pero la propuesta de volver le dio esperanzas. Se lo había pasado muy bien, probablemente era el mejor día que recordaba desde que la habían obligado a abandonar a su familia, y no quería que se acabase, incluso muriéndose de sueño como estaba.
—Gracias por haberme invitado —dijo el raigaurum entonces. Se lo decía a todos, pero pensaba en las dudas que había mostrado cuando Rena y Adru le habían invitado en el granero. Al final, no se arrepentía de haber ido, pero había sido su gran temor desde el principio—. Hacía un huevo de tiempo que no tenía un día como este —añadió, con una sonrisa satisfecha.
Tras decidir cómo harían los fuegos artificiales improvisados, Kin aceptó el ofrecimiento de helado de Neil y luego lo acompañó junto a Milo al punto donde lanzarían la artillería. No se quiso quedar sin colaborar, pero los resultados que prometían más no estaban a su alcance, así que se ofreció a añadir los chispazos que harían de interludio entre las explosiones más grandes creadas por los otros dos.
Al final, el espectáculo no estuvo nada mal. Dejaba que desear respecto a fuegos artificiales pensados para crear explosiones bonitas, pero se expandían en el cielo como chispas de color que luego se desplomaban a medida que se extinguían. Desde donde los lanzaban lo tenían las mejores vistas, pero desde el lugar donde habían acampado, Nime observaba las luces con la boca abierta y una sonrisa que no era consciente de tener dibujada en la cara.
—¿Podemos hacer esto más veces? ¿En la ciudad? —preguntó a nadie en particular, por no apartar la vista del cielo.
Cuando explotó el último hechizo, la playa pareció más oscura durante un momento. La noche ya había caído por completo y, ahora, eran las estrellas lo único que quedaba en el cielo. Con la vista fija sobre sus cabezas, Nime y Kin se dieron cuenta de hasta qué punto brillaban en Kankri las estrellas. Ahora que era noche cerrada, se podían ver miles y miles, y por eso les costó apartar la mirada incluso cuando se acabó el espectáculo.
Cuando tocó recoger, a Nime se le agrió un poco el carácter, pero la propuesta de volver le dio esperanzas. Se lo había pasado muy bien, probablemente era el mejor día que recordaba desde que la habían obligado a abandonar a su familia, y no quería que se acabase, incluso muriéndose de sueño como estaba.
—Gracias por haberme invitado —dijo el raigaurum entonces. Se lo decía a todos, pero pensaba en las dudas que había mostrado cuando Rena y Adru le habían invitado en el granero. Al final, no se arrepentía de haber ido, pero había sido su gran temor desde el principio—. Hacía un huevo de tiempo que no tenía un día como este —añadió, con una sonrisa satisfecha.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Kankri
20/04/21, 11:01 pm
Rox recuperó la tangibilidad (por suerte no dentro de la cabeza de nadie) y se sentó con el propósito de estarse tranquilito de una vez... si por tranquilito se entendía tirarle migas de patata frita a Tayron. Cuando Neil le ofreció un helado se estuvo quieto, como un niño como un chupete, pero puede que solo porque con eso era más difícil chinchar al lémur.
Con los fuegos artificiales se quedó embobado y boquiabiertos. Allí, en esa suerte de playa privada, en un planeta donde los únicos seres inteligentes eran ellos, la pirotecnia mágica nada tenía que envidiarle a la terrestre. Era solo para ellos. No podía decir que todo el sufrimiento por el que habían pasado estuviese siendo compensado ahora, pero sí que no se arrepentía. El australiano agradecía estar ahí. Enterró las manos en la arena para que todo a su alrededor se sintiera aún más real. No respondió a la libense, pero Nime bien podía asumir que por su parte tenía un sí absoluto. No le cabía la felicidad en la cara.
Cuando el espectáculo acabó uno aún más espectacular tomó el relevo. Tal como había imaginado las estrellas en Kankri brillaban con una fuerza sobrecogedora, tanto que sus ojos apenas tuvieron que adaptarse al cambio de luz. Pensar que estaban bajo estrellas nuevas, a millones de años luz de nada conocido le hizo sentir pequeño, pero sobre todo jodidamente afortunado.
Recogió de muy buen humor. No le daba pena irse porque sabía que podían (¡debían!) volver cuando quisieran, y ese día ya no podía quedarse más redondo. Kankri había dejado huella en él.
—¡No las des tío! —le sonrió a Kin. Estuvo a punto de bromear con que eran ellos los afortunados porque tenerle presente (el raigaurum estaba de buen ver, las cosas claras) pero prefirió dejar si eso las bocanadas a Tayron—. La próxima también te vienes.
Encontró la mirada de Milo por casualidad y se sintió como si tuviera sus propios fuegos artificiales en miniatura en el pecho. Antes de que sus mejillas se tiñeran de rojo le dedicó una sonrisa significativa. Definitivamente, ese día no podía haber ido mejor.
Con los fuegos artificiales se quedó embobado y boquiabiertos. Allí, en esa suerte de playa privada, en un planeta donde los únicos seres inteligentes eran ellos, la pirotecnia mágica nada tenía que envidiarle a la terrestre. Era solo para ellos. No podía decir que todo el sufrimiento por el que habían pasado estuviese siendo compensado ahora, pero sí que no se arrepentía. El australiano agradecía estar ahí. Enterró las manos en la arena para que todo a su alrededor se sintiera aún más real. No respondió a la libense, pero Nime bien podía asumir que por su parte tenía un sí absoluto. No le cabía la felicidad en la cara.
Cuando el espectáculo acabó uno aún más espectacular tomó el relevo. Tal como había imaginado las estrellas en Kankri brillaban con una fuerza sobrecogedora, tanto que sus ojos apenas tuvieron que adaptarse al cambio de luz. Pensar que estaban bajo estrellas nuevas, a millones de años luz de nada conocido le hizo sentir pequeño, pero sobre todo jodidamente afortunado.
Recogió de muy buen humor. No le daba pena irse porque sabía que podían (¡debían!) volver cuando quisieran, y ese día ya no podía quedarse más redondo. Kankri había dejado huella en él.
—¡No las des tío! —le sonrió a Kin. Estuvo a punto de bromear con que eran ellos los afortunados porque tenerle presente (el raigaurum estaba de buen ver, las cosas claras) pero prefirió dejar si eso las bocanadas a Tayron—. La próxima también te vienes.
Encontró la mirada de Milo por casualidad y se sintió como si tuviera sus propios fuegos artificiales en miniatura en el pecho. Antes de que sus mejillas se tiñeran de rojo le dedicó una sonrisa significativa. Definitivamente, ese día no podía haber ido mejor.
- ♪♫♬:
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Kankri
22/04/21, 06:14 pm
En cuanto tanto Kin como Milo estuvieron preparados, los tres comenzaron a lanzar todos los hechizos que habían preparado para poder dar un gran espectáculo de luces. Si bien ellos no podían ver tan bien como sus amigos los fuegos artificiales, a Neil solo le hacía falta ver las caras de todos para regocijarse en su felicidad y divertirse. El aurva se sintió muy orgulloso del trabajo que había conseguido con los otros dos irrenses y lo bonito que había quedado todo.
Cuando el espectáculo terminó, ya entrada la noche, el grupo decidió volver a la ciudad y no perdieron el tiempo en recoger todo el despliegue que habían hecho rápidamente. El brujo todavía estaba eufórico por lo bien que se lo había pasado aquel día por lo que no podía parar de sonreir, aunque el cansancio era algo que le había caído con fuerza en cuanto se dio cuenta de lo tarde que era. Había sido un día tan alegre y divertido que el sinhadre sabía que no lo olvidaría con facilidad. Con toda la cerca recogida en su bolsa y en los adornos de su sombrero, se despidió de la maravillosa playa con una amplia sonrisa esperando poder volver a repetir la excursión pronto.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Kankri
24/04/21, 02:58 am
Al principio sentía que la comida le ayudaba a reponer fuerzas después de todo el ir y venir y nadar y correr, pero el niño se dio cuenta de que no: estaba muerto de cansancio. Sin ganas de mantener sólido su cuerpo, se limitó a repetir helado a lametones, tumbado en el suelo como una alfombra de gas o un león desfallecido. O las dos cosas. De vez en cuando hacía algún comentario estúpido a sus amigos o a Bocata, pero en general se limitó a descansar, feliz de encontrarse en esa playa desierta, llena de gente que le hacía feliz y luces de colores.
Era difícil para él pensar en Rocavarancolia como una nación oscura, manchada de sangre desde sus cimientos, por momentos como este. Lleno de helado y de felicidad, sabía que se acordaría de Kankri durante mucho tiempo y su recuerdo solo se difuminaría con nuevos momentos compartidos. Se tumbó bocarriba, con Bocata a un lado, soltando espuma por la boca, y se acomodó en la arena para ver los fuegos artificiales que Kin, Milo y Neil hicieron para ellos.
—¡Sí, por favor! —gritó con entusiasmo tras Nime. Sabía que si tenían espectáculos así cada noche les acabaría aburriendo a todos, pero no le importaba que los repitieran una vez al mes o dos.
Luego vino un bostezo, y otro, y otro... Bajo el cielo estrellado de Kankri, Eitne se quedó dormido. Fue una suerte que Bocata siguiera junto al león cuando se despertó de nuevo y también una señal de que debía entrar a Rocavarancolia con ellos. La bestia del crepúsculo ayudó a recoger las últimas cosas que quedaban y luego caminó de vuelta al portal con el cangrejo flotando a su lado y gritos de "¡Vuela, Bocata, vuela!". Aquello solo podía acabar bien.
Era difícil para él pensar en Rocavarancolia como una nación oscura, manchada de sangre desde sus cimientos, por momentos como este. Lleno de helado y de felicidad, sabía que se acordaría de Kankri durante mucho tiempo y su recuerdo solo se difuminaría con nuevos momentos compartidos. Se tumbó bocarriba, con Bocata a un lado, soltando espuma por la boca, y se acomodó en la arena para ver los fuegos artificiales que Kin, Milo y Neil hicieron para ellos.
—¡Sí, por favor! —gritó con entusiasmo tras Nime. Sabía que si tenían espectáculos así cada noche les acabaría aburriendo a todos, pero no le importaba que los repitieran una vez al mes o dos.
Luego vino un bostezo, y otro, y otro... Bajo el cielo estrellado de Kankri, Eitne se quedó dormido. Fue una suerte que Bocata siguiera junto al león cuando se despertó de nuevo y también una señal de que debía entrar a Rocavarancolia con ellos. La bestia del crepúsculo ayudó a recoger las últimas cosas que quedaban y luego caminó de vuelta al portal con el cangrejo flotando a su lado y gritos de "¡Vuela, Bocata, vuela!". Aquello solo podía acabar bien.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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