Kankri
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Kankri
05/04/20, 05:50 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Kankri
El portal se encuentra dentro de una cueva a pie de playa, en una pequeña isla del hemisferio norte que está habitada principalmente por cangrejos de caparazón rojo. La isla forma parte de un archipiélago con otras once islas.
El portal se encuentra dentro de una cueva a pie de playa, en una pequeña isla del hemisferio norte que está habitada principalmente por cangrejos de caparazón rojo. La isla forma parte de un archipiélago con otras once islas.
- InvitadoInvitado
Re: Kankri
02/01/21, 09:55 pm
-¡Maldita sea!
Rena movía su improvisado escudo tratando de proteger todos los flancos, pero estaban en clara inferioridad, tanta que la jugarreta de Eitne no le pareció ni mal. ¿Qué otra cosa les quedaba que jugar sucio?
Ya estaba dispuesta a lanzarse para rescatar a Eitne de las garras cosquilleras de Milo cuando vio a Kin volar y caer al agua. Miró a Nime, la responsable, con los ojos como platos, y luego a Kin. << Ya está >> pensó << Nos hemos cargao al veterano. Estamos jodidísimos>> Por suerte salió del agua más o menos sano y salvo, igual que Rox, que había caído sobre blando y no había pillado ningún pedrusco de por medio. Cuando vio con alivio que ambos estaban bien le dio un collejón a Nime.
-¡Había que darles con los globos, cacho burra! ¡No liarnos a hostias de verdad!
Se acercó al otro equipo para pedir perdón y comprobar los desperfectos. Y como si no hubiese suficientes razones para acabar la batalla, la isla le dio una más.
-¡¿Pero qué cojones son esas cosas?!
Distraídos como estaban no se habían dado cuenta de las por lo menos dos docenas de cangrejos que se habían apoderado de su campamento en busca de comida. Eran naranjas, con pinzas enormes y debían pesar como mínimo cuatro kilos cada uno. Estaban por todas partes: encaramados a las mesas, metidos en las neveras en las mochilas, no habían dejado ni un rincón sin explorar, aunque la mayoría se concentraba en donde había comida. Se estaban poniendo las botas.
Rena no se lo pensó dos veces y buscó un palo con el que espantarlos. Una cosa era ser prudente con la fauna alienígena y otra permitir que tocasen su comida.
-¡FUS! ¡FUS!
Rena movía su improvisado escudo tratando de proteger todos los flancos, pero estaban en clara inferioridad, tanta que la jugarreta de Eitne no le pareció ni mal. ¿Qué otra cosa les quedaba que jugar sucio?
Ya estaba dispuesta a lanzarse para rescatar a Eitne de las garras cosquilleras de Milo cuando vio a Kin volar y caer al agua. Miró a Nime, la responsable, con los ojos como platos, y luego a Kin. << Ya está >> pensó << Nos hemos cargao al veterano. Estamos jodidísimos>> Por suerte salió del agua más o menos sano y salvo, igual que Rox, que había caído sobre blando y no había pillado ningún pedrusco de por medio. Cuando vio con alivio que ambos estaban bien le dio un collejón a Nime.
-¡Había que darles con los globos, cacho burra! ¡No liarnos a hostias de verdad!
Se acercó al otro equipo para pedir perdón y comprobar los desperfectos. Y como si no hubiese suficientes razones para acabar la batalla, la isla le dio una más.
-¡¿Pero qué cojones son esas cosas?!
Distraídos como estaban no se habían dado cuenta de las por lo menos dos docenas de cangrejos que se habían apoderado de su campamento en busca de comida. Eran naranjas, con pinzas enormes y debían pesar como mínimo cuatro kilos cada uno. Estaban por todas partes: encaramados a las mesas, metidos en las neveras en las mochilas, no habían dejado ni un rincón sin explorar, aunque la mayoría se concentraba en donde había comida. Se estaban poniendo las botas.
Rena no se lo pensó dos veces y buscó un palo con el que espantarlos. Una cosa era ser prudente con la fauna alienígena y otra permitir que tocasen su comida.
-¡FUS! ¡FUS!
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Kankri
03/01/21, 11:55 am
La batalla estaba siendo encarnizada. Su bando tenía numerosas ventajas que en ocasiones parecían superar a las del otro, pero unas pendicularias salvajes, aun siendo un arma de doble filo, podían darle la vuelta al asunto en cuestión de un segundo. Fuese como fuese, el gamusino se lo estaba pasando de miedo. Hasta que tuvieron algo de miedo real por si habían hecho daño a Eitne. El edeel se había acercado corriendo cuando se dio cuenta, aunque Milo ya lo estaba atendiendo, justo a tiempo para descubrir que no era más que una treta.
—¡Eres un pillo, Eitne! —dijo entre risas mientras volví a la faena.
No obstante, la batalla puso fin cuando Rena dio un alto el fuego definitivamente ante la maniobra de Nime, que resultó en un Kin muy mojado y un Rox con algo de mejor suerte, pero siendo un daño colateral aun así.
No le dio tiempo a asimilar del todo ese suceso cuando ya estaba en marcha el siguiente: la licántropo les advirtió de que mientras ellos se divertían lejos de sus cosas, una serie de cangrejos enormes estaban asaltando el fuerte.
—¡Eh, eh, ladrones! —adelantó a la irrense con su velocidad y comenzó a perseguir a aquellos pequeños gamberros—. ¡Grumetes, debemos expulsar a los intrusos de cubierta!
—¡Eres un pillo, Eitne! —dijo entre risas mientras volví a la faena.
No obstante, la batalla puso fin cuando Rena dio un alto el fuego definitivamente ante la maniobra de Nime, que resultó en un Kin muy mojado y un Rox con algo de mejor suerte, pero siendo un daño colateral aun así.
No le dio tiempo a asimilar del todo ese suceso cuando ya estaba en marcha el siguiente: la licántropo les advirtió de que mientras ellos se divertían lejos de sus cosas, una serie de cangrejos enormes estaban asaltando el fuerte.
—¡Eh, eh, ladrones! —adelantó a la irrense con su velocidad y comenzó a perseguir a aquellos pequeños gamberros—. ¡Grumetes, debemos expulsar a los intrusos de cubierta!
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Kankri
05/01/21, 12:36 am
Al niño le sorprendió que su treta saliese tan bien, hasta el punto en el que, cuando se acercó Milo, ya le costaba mantener el engaño. Le preguntó si estaba bien, pero no tuvo ni tiempo de responderle. Antes de que Milo acabase de hablar, recibió el globazo en la cara y escupió el agua de tal manera que a Eitne se le escapó una risa delatora.
—¡Perdón, perdón, perdón! —le dijo solo a él, con más diversión que arrepentimiento, agitándose como un loco para defenderse sin éxito de las cosquillas.
Debido a eso mismo y a varios globazos dirigidos hacia ellos, el niño no fue consciente de lo mucho que se había ido de madre aquella batalla. Se perdió los aciertos críticos de la demonio mineral, pero escuchó las reacciones y se pudo hacer más o menos una idea de que alguien (no sabía si en singular o plural) se había llevado un buen golpe. No fue hasta que escuchó el nuevo jaleo que se incorporó en la arena y… ¡Cangrejos! Le volvió a dar la risa al verlos pillando cositas con sus pinzas de forma tan mona para luego huir de forma lateral.
El niño corrió hacia ellos mientras les regañaba usando un canal privado que nadie salvo los cangrejos oirían.
—¡Robar está mal, chicos! ¡La próxima vez preguntad primero! —les decía, aunque sabía que no le entendían del todo—. ¡Vamos, fuera! ¡Fueraaaa!
Mientras ayudaba a espantarlos, vio a un rezagado que se iba sin nada y al final fue el propio Eitne el que le acercó los restos de un bocata abandonado.
—Ten, anda, pero no le digas a nadie que te lo he dado yo —le pidió, aunque no se había escondido de ninguna manera.
El animal titubeó, como si algo no tuviera sentido en todo lo que estaba ocurriendo, pero al final enganchó como pudo el pan y el embutido entre sus pinzas. En lugar de huir con el resto de cangrejos, ese se quedó a comer a los pies de Eitne.
—¡Perdón, perdón, perdón! —le dijo solo a él, con más diversión que arrepentimiento, agitándose como un loco para defenderse sin éxito de las cosquillas.
Debido a eso mismo y a varios globazos dirigidos hacia ellos, el niño no fue consciente de lo mucho que se había ido de madre aquella batalla. Se perdió los aciertos críticos de la demonio mineral, pero escuchó las reacciones y se pudo hacer más o menos una idea de que alguien (no sabía si en singular o plural) se había llevado un buen golpe. No fue hasta que escuchó el nuevo jaleo que se incorporó en la arena y… ¡Cangrejos! Le volvió a dar la risa al verlos pillando cositas con sus pinzas de forma tan mona para luego huir de forma lateral.
El niño corrió hacia ellos mientras les regañaba usando un canal privado que nadie salvo los cangrejos oirían.
—¡Robar está mal, chicos! ¡La próxima vez preguntad primero! —les decía, aunque sabía que no le entendían del todo—. ¡Vamos, fuera! ¡Fueraaaa!
Mientras ayudaba a espantarlos, vio a un rezagado que se iba sin nada y al final fue el propio Eitne el que le acercó los restos de un bocata abandonado.
—Ten, anda, pero no le digas a nadie que te lo he dado yo —le pidió, aunque no se había escondido de ninguna manera.
El animal titubeó, como si algo no tuviera sentido en todo lo que estaba ocurriendo, pero al final enganchó como pudo el pan y el embutido entre sus pinzas. En lugar de huir con el resto de cangrejos, ese se quedó a comer a los pies de Eitne.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Kankri
07/01/21, 09:56 pm
A pesar de las disculpas de Eitne el brujo no cejó en su empeño de hacerle “sufrir”, buscando concienzudamente los puntos precisos en los que las carcajadas del pequeño eran más altas mientras él mismo se reía como un villano de manual.
—No hay perdón para los molones —replicó con una sonrisa de muchos dientes mientras el daeliciano se retorcía como una comadreja—. ¡Ahora eres nuestro rehén! —exclamó en cuanto Rox gritó en su dirección, sujetándolo bien para que no se le escapara.
Como los dos estaban tirados en la arena y no paraban de caerles globos encima no tardaron en parecerse a un par de croquetas bien grandes, pero la batalla que mantenían era tan entretenida que no parecía importarles. El jaleo era tan grande, de hecho, que ni siquiera se percataron de cómo el enfrentamiento se les iba de las manos cuando Nime decidió usar sus habilidades. Al final fueron las voces de Rena lo que les hizo darse cuenta de que algo estaba pasando y les obligó a incorporarse.
—¿Estáis todos bien? —preguntó el irrense en cuanto se puso en pie, mirando con preocupación a Kin y a Rox al percatarse de que el primero no paraba de toser.
El problema más acuciante estaba en la zona de las toallas, sin embargo, pues una horda de cangrejos había invadido el campamento y estaban saqueando la comida.
—¡Nooo! —exclamó el brujo, echando a correr tras Rena y Adru con cara de susto—. ¡Esa es nuestra merienda! —gritó con voz dolida, haciendo aspavientos con ambos brazos para alejar a los crustáceos de vuelta al mar.
No tardaron mucho en espantarlos entre todos, pero el daño ya estaba hecho, y temiendo acercarse a mirar en las neveras el moreno se dejó caer sobre la arena con cara de circunstancias. A escasos metros de su posición la bestia del crepúsculo estaba haciendo un nuevo amigo.
—Aunque él no diga nada tú ya te has delatado solo, Eitne... —comentó con una media sonrisa, pasándose la mano por la cara para quitarse el exceso de arena de las cejas—. ¿Cómo vas a llamar a este? —preguntó al final, echando un vistazo a la criatura con más atención ahora que estaba en inferioridad numérica. Estaba bastante seguro de que el daeliciano iba a querer adoptarlo.
—No hay perdón para los molones —replicó con una sonrisa de muchos dientes mientras el daeliciano se retorcía como una comadreja—. ¡Ahora eres nuestro rehén! —exclamó en cuanto Rox gritó en su dirección, sujetándolo bien para que no se le escapara.
Como los dos estaban tirados en la arena y no paraban de caerles globos encima no tardaron en parecerse a un par de croquetas bien grandes, pero la batalla que mantenían era tan entretenida que no parecía importarles. El jaleo era tan grande, de hecho, que ni siquiera se percataron de cómo el enfrentamiento se les iba de las manos cuando Nime decidió usar sus habilidades. Al final fueron las voces de Rena lo que les hizo darse cuenta de que algo estaba pasando y les obligó a incorporarse.
—¿Estáis todos bien? —preguntó el irrense en cuanto se puso en pie, mirando con preocupación a Kin y a Rox al percatarse de que el primero no paraba de toser.
El problema más acuciante estaba en la zona de las toallas, sin embargo, pues una horda de cangrejos había invadido el campamento y estaban saqueando la comida.
—¡Nooo! —exclamó el brujo, echando a correr tras Rena y Adru con cara de susto—. ¡Esa es nuestra merienda! —gritó con voz dolida, haciendo aspavientos con ambos brazos para alejar a los crustáceos de vuelta al mar.
No tardaron mucho en espantarlos entre todos, pero el daño ya estaba hecho, y temiendo acercarse a mirar en las neveras el moreno se dejó caer sobre la arena con cara de circunstancias. A escasos metros de su posición la bestia del crepúsculo estaba haciendo un nuevo amigo.
—Aunque él no diga nada tú ya te has delatado solo, Eitne... —comentó con una media sonrisa, pasándose la mano por la cara para quitarse el exceso de arena de las cejas—. ¿Cómo vas a llamar a este? —preguntó al final, echando un vistazo a la criatura con más atención ahora que estaba en inferioridad numérica. Estaba bastante seguro de que el daeliciano iba a querer adoptarlo.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Kankri
08/01/21, 03:57 pm
Neil se lo estaba pasando genial. Entre el calorcito, el agua y las risas estaba resultando un momento muy agradable y divertido. Además, al brujo le resultaba muy bonito ver como todos estaban poniendo a prueba su imaginación para conseguir ventaja. Aunque aquello no le hizo tanta gracia cuando Eitne le dio un gran susto fingiendo que se había hecho daño. Al principio, Neil había tirado al suelo los globos de agua con los que estaba recargando a Rox, asustado por haberle hecho daño al daeliciano y se apresuró a acercarse aunque Milo ya estaba ahí con él, pero en cuanto se percató de la treta, el ceño del aurva se frunció y se cruzó de brazos.
-¡Eitne! ¡Nos habías preocupado! -exclamó, aunque sin verdadero calor en su voz al oir sus risas por las cosquillas de Milo.
El sinhadre se apresuró a volver a su puesto para seguir recargando a Rox cuando se percató de que él ya no estaba donde lo había dejado y vio como junto a Kin habían sido lanzados por los aires. Se llevó las manos a la boca preocupado por sus compañeros de equipo, pero Rox parecía estar bien y ya se había acercado a Kin para comprobar su estado.
Por un momento, Neil se quedó sin saber qué hacer a continuación, ya que se había pedido un alto al fuego y él se encontraba todavía a mitad de camino entre su grupo y Rox y Kin, pero la alarma en la voz de Rena tomó la decisión por él. Parecía que mientras ellos se divertían y jugaban, un grupo de cangrejos había aprovechado y se había metido entre sus toallas y mochilas aparentemente para buscar comida.
El brujo se apresuró hacia las neveras donde se guardaba toda la comida y levitó a un cangrejo que estaba dentro de una para apartarlo, no sin antes ponerlo frente a él para fruncirle el ceño trasmitiéndole todo su enfado por los pequeños ladrones de comida.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Kankri
10/01/21, 12:38 am
Kin se había recuperado de la sorpresa, pero la molesta agua salada se le había colado por el hocico y le impidió responder a Rox al momento. Consiguió reírse entre toses ante su propuesta respecto a la demonio mineral.
—A lo mejor ni ahogándola podemos pararla —le contestó al cambiante. Kin no se sentía particularmente ofendido, no viendo la mirada arrepentida que les estaba dedicando la niña desde la distancia, aunque Rox no pudiese verla en ese momento. Nime todavía sujetaba dos globos, pero sus brazos se habían caído hasta quedar colgando.
La niña acababa de recibir la colleja de Rena y estaba recapacitando realmente acerca de lo que había hecho. Si se paraba a pensarlo, era cierto que los demás habían usado sus habilidades para incorporarlas a la pelea de bolas, y lo que ella había hecho no tenía nada que ver. Solo había querido demostrar que también podía hacer algo útil por su equipo, y no le había salido muy bien.
—¡Estamos bien! —le contestaba Kin a Milo en ese momento, mientras se ponía en pie y se escurría la camiseta retorciéndola. Cuando miró a Nime, esperando alguna reacción, probablemente una disculpa, estalló una contienda repentina contra los cangrejos, y Nime perdió su oportunidad de pedirle perdón a Rox y al raigaurum. Aprovechó el barullo para salir corriendo y ayudar con los pequeños crustáceos que se estaban haciendo con las reservas mientras ellos se habían distraído.
—Tremendos monstruos rocavarancoleses estamos hechos. Primero nos gana una niña y luego nos roban la merienda hasta los bichos de la playa —bromeó Kin dirigiéndose a Rox, divertido por la estampa que estaba teniendo lugar un poco más allá, en la arena. Aunque se diesen prisa yendo hacia allí, el grupo al completo ya se estaba haciendo cargo de expulsarlos de la zona de las neveras y probablemente solo podrían mirar más de cerca cómo algunos cangrejos se marchaban triunfales con pedazos de comida entre las pinzas.
—A lo mejor ni ahogándola podemos pararla —le contestó al cambiante. Kin no se sentía particularmente ofendido, no viendo la mirada arrepentida que les estaba dedicando la niña desde la distancia, aunque Rox no pudiese verla en ese momento. Nime todavía sujetaba dos globos, pero sus brazos se habían caído hasta quedar colgando.
La niña acababa de recibir la colleja de Rena y estaba recapacitando realmente acerca de lo que había hecho. Si se paraba a pensarlo, era cierto que los demás habían usado sus habilidades para incorporarlas a la pelea de bolas, y lo que ella había hecho no tenía nada que ver. Solo había querido demostrar que también podía hacer algo útil por su equipo, y no le había salido muy bien.
—¡Estamos bien! —le contestaba Kin a Milo en ese momento, mientras se ponía en pie y se escurría la camiseta retorciéndola. Cuando miró a Nime, esperando alguna reacción, probablemente una disculpa, estalló una contienda repentina contra los cangrejos, y Nime perdió su oportunidad de pedirle perdón a Rox y al raigaurum. Aprovechó el barullo para salir corriendo y ayudar con los pequeños crustáceos que se estaban haciendo con las reservas mientras ellos se habían distraído.
—Tremendos monstruos rocavarancoleses estamos hechos. Primero nos gana una niña y luego nos roban la merienda hasta los bichos de la playa —bromeó Kin dirigiéndose a Rox, divertido por la estampa que estaba teniendo lugar un poco más allá, en la arena. Aunque se diesen prisa yendo hacia allí, el grupo al completo ya se estaba haciendo cargo de expulsarlos de la zona de las neveras y probablemente solo podrían mirar más de cerca cómo algunos cangrejos se marchaban triunfales con pedazos de comida entre las pinzas.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Kankri
11/01/21, 12:25 am
Que Kin tuviera las fuerzas de responderle a pesar de seguir tosiendo le alivió. Tenía motivos para estar molesto pero no parecía haberle sentado mal, y Rox rió entredientes con su respuesta.
—Lo mismo revienta el mar —le dirigió una mirada a Nime justo a tiempo de ver como Rena le metía el collejón. No pudo evitar hacer una mueca—. Y creo que con la osa tiene bastante.
El cambiante ayudó al raigaurum a levantarse antes de quitarse la arena que se le había pegado en la caída.
—¡Solo nos han herido el orgullo! —respondió tras Kin, desquitando cualquier atisbo de preocupación que hubieran generado con un gesto—. ¡Y conste que íbamos ganando!
Igualmente el panorama no estaba como para ponerse a reclamar victorias, ya que un buen puñado de cangrejos había aprovechado la coyuntura para hacer de las suyas y coronarse como los verdaderos ganadores. A Rox la imagen de sus amigos corriendo tras los pequeños ladrones rojos le sacó un bufido y varias risas, e igual que el irrense se mantuvo como espectador desde la distancia. Su apreciación le provocó otra carcajada.
—¡Eh, son terroríficos, ¿vale?! El día que uno te pique el meñique vas a ver que son oponentes dignos —bromeó de vuelta. Uno de los crustáceos huía a toda prisa en su dirección cargando una patata frita, y el australiano aprovechó para cogerlo con sumo cuidado de la misma (a la cual el animalito se aferró) y luego del centro de su cuerpo, donde sus dedos estaban a salvo de sus pinzas—. ¡Mira que ojitos sedientos de sangre y ensaladilla rusa!
El cangrejo pareció olvidarse pronto de que estaba siendo sujetado por un extraño, porque procedió a pellizcar la patata con sus pinzas para comérsela en pequeños trozos. Cuando se acercaron los dos rubios (y el preso) la mayoría de ladronzuelos estaban ya lejos.
—Qué, ¿han dejado algo?
—Lo mismo revienta el mar —le dirigió una mirada a Nime justo a tiempo de ver como Rena le metía el collejón. No pudo evitar hacer una mueca—. Y creo que con la osa tiene bastante.
El cambiante ayudó al raigaurum a levantarse antes de quitarse la arena que se le había pegado en la caída.
—¡Solo nos han herido el orgullo! —respondió tras Kin, desquitando cualquier atisbo de preocupación que hubieran generado con un gesto—. ¡Y conste que íbamos ganando!
Igualmente el panorama no estaba como para ponerse a reclamar victorias, ya que un buen puñado de cangrejos había aprovechado la coyuntura para hacer de las suyas y coronarse como los verdaderos ganadores. A Rox la imagen de sus amigos corriendo tras los pequeños ladrones rojos le sacó un bufido y varias risas, e igual que el irrense se mantuvo como espectador desde la distancia. Su apreciación le provocó otra carcajada.
—¡Eh, son terroríficos, ¿vale?! El día que uno te pique el meñique vas a ver que son oponentes dignos —bromeó de vuelta. Uno de los crustáceos huía a toda prisa en su dirección cargando una patata frita, y el australiano aprovechó para cogerlo con sumo cuidado de la misma (a la cual el animalito se aferró) y luego del centro de su cuerpo, donde sus dedos estaban a salvo de sus pinzas—. ¡Mira que ojitos sedientos de sangre y ensaladilla rusa!
El cangrejo pareció olvidarse pronto de que estaba siendo sujetado por un extraño, porque procedió a pellizcar la patata con sus pinzas para comérsela en pequeños trozos. Cuando se acercaron los dos rubios (y el preso) la mayoría de ladronzuelos estaban ya lejos.
—Qué, ¿han dejado algo?
- ♪♫♬:
- InvitadoInvitado
Re: Kankri
12/01/21, 12:55 am
Los cangrejos habían hecho un buen estropicio pero no se habían llevado demasiada comida. Algunos habían echado a correr nada más se acercó Rena dando voces y otros se habían quedado en el sitio con todo el descaro, picoteando su botín con sus pinzas. La osa tuvo que hacer acopio de toda su seriedad de tía dura para no soltar un gritito. Eran muy monos, le iba a costar decirle que no a Eitne si decía de llevarse uno.
Tras recomponer el campamento y asegurar la comida pudieron darse otro baño para quitarse toda la arena de haber estado rebozándose durante la guerra de globos. Rena seguía sin saber nadar propiamente dicho pero por lo menos podía flotar y moverse con la suficiente seguridad como para disfrutar del baño. Pudo merendar helado tirada en una colchoneta, echarse una siesta al solecito, con el sonido del mar y las risas de sus compañeros de fondo. Pudo hacer castillos de arena y buscar conchas. Maldita sea, no podía recordar la ultima vez que había sentido tanta paz. Si no tuvieran una pierna y un brazo que pagar les diría a sus amigos de no volver.
En algún momento Rox le aviso de que iba a dar el gran paso con Milo. Le dio ánimos, de forma discreta para que nadie sospechara. Estaban todos bastante dispersos de todas formas, dudaba que nadie fuese a darse cuenta. Cuando los vio volver el sol estaba a punto de ponerse. Rena estaba seca y se había vuelto a poner la sudadera. Les lanzó una mirada inquisitiva, pero ya sólo de verlos juntos pudo deducir que había ido bien.
Tras recomponer el campamento y asegurar la comida pudieron darse otro baño para quitarse toda la arena de haber estado rebozándose durante la guerra de globos. Rena seguía sin saber nadar propiamente dicho pero por lo menos podía flotar y moverse con la suficiente seguridad como para disfrutar del baño. Pudo merendar helado tirada en una colchoneta, echarse una siesta al solecito, con el sonido del mar y las risas de sus compañeros de fondo. Pudo hacer castillos de arena y buscar conchas. Maldita sea, no podía recordar la ultima vez que había sentido tanta paz. Si no tuvieran una pierna y un brazo que pagar les diría a sus amigos de no volver.
En algún momento Rox le aviso de que iba a dar el gran paso con Milo. Le dio ánimos, de forma discreta para que nadie sospechara. Estaban todos bastante dispersos de todas formas, dudaba que nadie fuese a darse cuenta. Cuando los vio volver el sol estaba a punto de ponerse. Rena estaba seca y se había vuelto a poner la sudadera. Les lanzó una mirada inquisitiva, pero ya sólo de verlos juntos pudo deducir que había ido bien.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Kankri
15/01/21, 09:29 pm
La situación se pudo solventar enseguida, aunque lo que habían perdido ya era bastante. A Adru los cangrejos también le parecían adorables, pero el hecho de que fuesen ladrones de comida invalidaba su condición de bichos monos y le hacía estar más enfadado con ellos de lo que era capaz de detenerse a admirarlos.
—¡Pues mucho no! —respondió a Rox con cierta indignación.
Para su desgracia el grupo decidió tomárselo con más calma después de los incidentes: algunos se fueron a dar un paseo tranquilo y otros se quedaron “tomando el sol” que era una cosa que ni siquiera sabía que se podía hacer. El gamusino se estiró en su toalla y miró hacia el cielo sin saber qué hacer. Cambió tropecientas veces de postura y pateaba la arena con sus piernas en tics nerviosos incontrolables debido al aburrimiento. Acabó levantándose de un salto y se dedicó a correr cerca de la orilla o a jugar con los más pequeños.
El atardecer les sorprendió de pronto: se lo estaban pasando tan bien que no parecía que llevasen allí tantas horas. Cuando Adru se dio cuenta de lo anaranjado que estaba el cielo regresó junto al grupo, tras una de sus numerosas carreras que dejaban remanencias en distintas poses graciosas a lo largo de la costa, y se acercó a Neil señalándole el fenómeno con entusiasmo.
—¡Pues mucho no! —respondió a Rox con cierta indignación.
Para su desgracia el grupo decidió tomárselo con más calma después de los incidentes: algunos se fueron a dar un paseo tranquilo y otros se quedaron “tomando el sol” que era una cosa que ni siquiera sabía que se podía hacer. El gamusino se estiró en su toalla y miró hacia el cielo sin saber qué hacer. Cambió tropecientas veces de postura y pateaba la arena con sus piernas en tics nerviosos incontrolables debido al aburrimiento. Acabó levantándose de un salto y se dedicó a correr cerca de la orilla o a jugar con los más pequeños.
El atardecer les sorprendió de pronto: se lo estaban pasando tan bien que no parecía que llevasen allí tantas horas. Cuando Adru se dio cuenta de lo anaranjado que estaba el cielo regresó junto al grupo, tras una de sus numerosas carreras que dejaban remanencias en distintas poses graciosas a lo largo de la costa, y se acercó a Neil señalándole el fenómeno con entusiasmo.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Kankri
16/01/21, 11:29 pm
Eitne volvió a disculparse varias veces más por haberles asustado, pues no comprendió lo grave que había sido hasta bastante más tarde (y aun así, no lo acabó de entender en su totalidad). Cuando Milo le pilló dándole bocadillo al cangrejo, el niño solo pudo sonreír con furor y mover los labios en un "LO SIENTO" silencioso y algo culpable. Por suerte, el brujo del cobre le dio unas palabras clave que sirvieron para oficializar la entrada del cangrejo en la familia. Si le preguntaba por el nombre, ya había dado por hecho que el cangrejo era uno más. ¡Y sin tener que pedirle permiso primero! Al niño se le llenaron los ojos de ilusión y le dijo, en un susurro que no tenía mucho sentido con su voz diurna:
--Creo que le voy a llamar Bocata, porque le gusta mucho, mira.
Eitne procedió a partir un poco de pan con mortadela y lo puso en la palma de la mano, forzando al cangrejo a acercarse para comer. Por suerte, el animal no entendía a la bestia del crepúsculo como una amenaza y dio buena cuenta de aquel manjar de andar por casa.
Tras el robo, el daeliciano quiso pasar más tiempo con el cangrejo, se lo puso al hombro y recibió los primeros picotazos con las pinzas en las orejas. Lejos de hacerle daño, le hacía mucha gracia que fuera tan arisco y tan inofensivo al mismo tiempo. Lo paseó por la playa, cogido con las manos y tal vez mareándolo un poco, y lo presentó formalmente a todos sus amigos. En parte, lo hizo para que todos supieran su nombre, pero en el fondo también para que se acostumbraran de sobra a su presencia.
Después, se dedicó en cuerpo y alma a construir castillos de arena junto a Nime, Guille, Neil, Adru y cualquiera que quisiera participar, y pidió la ayuda del brujo para poner parches de cera en los sitios que le salían peor. Al final le puso más dedicación al foso del castillo que nacía de un río excavado a mano con puentes de colores y metió a Bocata dentro del agua para que disfrutara de aquella creación.
Así hasta que el sol comenzó a esconderse y sintió en su cuerpo como la gravedad aflojaba el agarre. Síntoma de que se avecinaba el cambio. El niño se tumbó en la playa, se quedó en calzoncillos, guardó su pierna mecánica y esperó a que las sombras engulleran su cuerpo mientras el sol llenaba el cielo de colores. Ahora que tenía práctica, se las apañaba para no romper la ropa y acabar la transformación con sus calzoncillos colgando de la cola leonina. Un talento inútil.
--Creo que le voy a llamar Bocata, porque le gusta mucho, mira.
Eitne procedió a partir un poco de pan con mortadela y lo puso en la palma de la mano, forzando al cangrejo a acercarse para comer. Por suerte, el animal no entendía a la bestia del crepúsculo como una amenaza y dio buena cuenta de aquel manjar de andar por casa.
Tras el robo, el daeliciano quiso pasar más tiempo con el cangrejo, se lo puso al hombro y recibió los primeros picotazos con las pinzas en las orejas. Lejos de hacerle daño, le hacía mucha gracia que fuera tan arisco y tan inofensivo al mismo tiempo. Lo paseó por la playa, cogido con las manos y tal vez mareándolo un poco, y lo presentó formalmente a todos sus amigos. En parte, lo hizo para que todos supieran su nombre, pero en el fondo también para que se acostumbraran de sobra a su presencia.
Después, se dedicó en cuerpo y alma a construir castillos de arena junto a Nime, Guille, Neil, Adru y cualquiera que quisiera participar, y pidió la ayuda del brujo para poner parches de cera en los sitios que le salían peor. Al final le puso más dedicación al foso del castillo que nacía de un río excavado a mano con puentes de colores y metió a Bocata dentro del agua para que disfrutara de aquella creación.
Así hasta que el sol comenzó a esconderse y sintió en su cuerpo como la gravedad aflojaba el agarre. Síntoma de que se avecinaba el cambio. El niño se tumbó en la playa, se quedó en calzoncillos, guardó su pierna mecánica y esperó a que las sombras engulleran su cuerpo mientras el sol llenaba el cielo de colores. Ahora que tenía práctica, se las apañaba para no romper la ropa y acabar la transformación con sus calzoncillos colgando de la cola leonina. Un talento inútil.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Kankri
22/01/21, 12:21 am
Milo sonrió cuando Eitne le miró ilusionado, derritiéndose un poco por dentro sin que tuviera nada que ver con el sol que brillaba en lo alto, pero cuando el daeliciano le “susurro” el nombre que había escogido para el crustáceo el brujo no pudo evitar que se le escapara una pequeña carcajada.
—¿Seguro que le quieres poner ese nombre? Como alguien se confunda una tarde cualquiera capaz se lo merienda con pinzas y todo. —bromeó, asomándose por encima de su hombro para observar como el cangrejo daba buena cuenta de la mortadela.
El irrense siguió al niño para reunirse con los demás junto a las neveras y asistió en silencio a la presentación del nuevo miembro de la manada de la bestia del crepúsculo, encogiéndose de hombros cuando intercambió miradas con sus compañeros más mayores. Después de recoger un poco y dejarlo todo adecentado decidieron darse un baño para quitarse la arena de la batalla de globos de encima, aprovechando el rato para afianzar un poco más las lecciones de natación.
—Esto es vida… —susurró el moreno para si en algún momento, tumbándose a la sombra de un cocotero para dormitar un poco.
A pesar de todo la siesta no duró mucho, pues Rox le llamó poco después para ir a dar un paseo por la playa, y si alguien le hubiera advertido en aquel momento de lo que iba a ocurrir durante el mismo el irrense hubiera pensado que seguía soñando.
«¿Quién dice que no lo estoy haciendo?» pensó para sí a la vuelta, echando ya de menos el tacto del australiano cuando solo hacía unos segundos que se habían soltado las manos.
Regresaron cuando el atardecer ya estaba a punto de terminar y se reunieron con los demás en la zona de las toallas. Eitne retozaba en la arena, casi completamente cubierto por las sombras de su forma nocturna, y en el cielo se entremezclaban los últimos tonos naranjas y rosados del sol. Milo se sentía pletórico, más feliz de lo que había estado en mucho tiempo, pero poca de esa felicidad tenía que ver con la belleza de la escena. Era el secreto que compartía con el cambiante el que ocupaba todos sus pensamientos en aquellos instantes y lo mantenía de los nervios, provocando que cada dos por tres se revolviera inquieto junto al chico.
Por suerte para ambos nadie parecía prestarles demasiada atención y solo el rubio sería consciente de su estado.
—¿Seguro que le quieres poner ese nombre? Como alguien se confunda una tarde cualquiera capaz se lo merienda con pinzas y todo. —bromeó, asomándose por encima de su hombro para observar como el cangrejo daba buena cuenta de la mortadela.
El irrense siguió al niño para reunirse con los demás junto a las neveras y asistió en silencio a la presentación del nuevo miembro de la manada de la bestia del crepúsculo, encogiéndose de hombros cuando intercambió miradas con sus compañeros más mayores. Después de recoger un poco y dejarlo todo adecentado decidieron darse un baño para quitarse la arena de la batalla de globos de encima, aprovechando el rato para afianzar un poco más las lecciones de natación.
—Esto es vida… —susurró el moreno para si en algún momento, tumbándose a la sombra de un cocotero para dormitar un poco.
A pesar de todo la siesta no duró mucho, pues Rox le llamó poco después para ir a dar un paseo por la playa, y si alguien le hubiera advertido en aquel momento de lo que iba a ocurrir durante el mismo el irrense hubiera pensado que seguía soñando.
«¿Quién dice que no lo estoy haciendo?» pensó para sí a la vuelta, echando ya de menos el tacto del australiano cuando solo hacía unos segundos que se habían soltado las manos.
Regresaron cuando el atardecer ya estaba a punto de terminar y se reunieron con los demás en la zona de las toallas. Eitne retozaba en la arena, casi completamente cubierto por las sombras de su forma nocturna, y en el cielo se entremezclaban los últimos tonos naranjas y rosados del sol. Milo se sentía pletórico, más feliz de lo que había estado en mucho tiempo, pero poca de esa felicidad tenía que ver con la belleza de la escena. Era el secreto que compartía con el cambiante el que ocupaba todos sus pensamientos en aquellos instantes y lo mantenía de los nervios, provocando que cada dos por tres se revolviera inquieto junto al chico.
Por suerte para ambos nadie parecía prestarles demasiada atención y solo el rubio sería consciente de su estado.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Kankri
26/01/21, 07:38 pm
Aunque los cangrejos se habían llevado bastante comida, todavía quedaba suficiente y Neil se contentó con guardar de nuevo todo lo que quedaba y ponerlo a buen recaudo bajo hechizos y protecciones. Una vez todo su pequeño campamento fue reconstruido, pudieron seguir disfrutando de la playa con más baños y fotografías.
A Neil ya ni siquiera le sorprendió que Eitne hubiera decidido adoptar a uno de los cangrejos y le hizo carantoñas a la vez que se reía por le nombre elegido.
-Espero que se lleve bien con Limón. Sería una pena que no se gustaran -comentó preocupado de que no pudieran quererse y que eso fuera una problema para el daeliciano.
El grupo no tardó mucho en dispersarse cada uno a lo suyo, ya fuera paseando, tomando el sol o construyendo castillos de arena como hacía el brujo con Nime, Eitne, Guille y Adru, usando la cera como refuerzo o estructura, y creando altas torres, muros sólidos y amplios fosos. Incluso Bocata y el pulpo de cera de su sombrero se habían unido a la construcción, uno haciendo su papel como bestia del foso y el otro en lo alto de una torre moviendo una pequeña espadita de cera.
De hecho, el aurva se lo estaba pasando tan bien que ni siquiera se percató de que comenzaba a atardecer y posiblemente le habría pasado completamente por alto si no fuera por Adru tirando de su camiseta para señalarle el fenómeno con entusiasmo.
-¡Por el Alma! ¡Es precioso! -exclamó el sinhadre maravillado por los colores y su reflejo en el mar.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Kankri
27/01/21, 02:12 pm
Kin se rió con el humor del cambiante, que también se había tomado el vuelo lo suficientemente bien como para bromear. A fin de cuentas si la niña hubiese querido hacerles daño, se habrían hecho daño de verdad. Ya hablarían con ella cuando hubiese terminado el ataque de los temibles cangrejos. Aunque al irrense no le parecían tan temibles, porque según la teoría de Rox tenía al menos dos meñiques menos que eran susceptibles de ser pinzados.
—Tendré que asegurarme de que no se me acerquen a los pies —se burló. Rox había atrapado a un cangrejo que llevaba una patata frita justo en ese momento, y se acercó a observar sus ojillos. De cerca se dio cuenta de que eran menos parecidos a insectos de lo que había pensado en un primer momento, y verlo comer con las pinzas, incluso en esa situación, le arrancó una risotada—. Vistos de cerca no parecen muy dignos.
Cuando se acercaron al grupo la situación ya estaba controlada. Nime perseguía a los cangrejos rezagados tirándoles arena con los pies, mientras otros revisaban lo que se había salvado.
—Menos mal que había comida para un ejército —comentó el raigaurum al ver que lo que se había salvado seguía siendo más que suficiente.
Cuando Nime regresó junto al grupo se acercó a Eitne al ver que había domado a uno de los animales. Los amigos nuevos de Eitne siempre eran bienvenidos, y a la niña no le disgustaban los cangrejos, lo que no quería era que les saqueasen las neveras mientras no miraban.
La demonio mineral no se daba exactamente cuenta, pero se centró en orbitar en torno a Eitne, Guille, Adru y Neil porque pensaba que Rox y Kin, que estaban más con el resto de mayores, estarían bastante enfadados. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo se dio cuenta de que realmente debería disculparse, pero como era tozuda por naturaleza le costó bastante encontrar el momento idóneo.
Se entretuvo nadando y construyendo estructuras en la arena. Además de castillos con fosos, también se empeñó en construir una pequeña piscina en la orilla que llenó de conchas y algas para decorarla. En su búsqueda de adornos naturales encontró muchas cosas curiosas por el arenal o dentro del agua. Aquel mundo, a fin de cuentas, estaba lleno de vida que ella nunca había visto antes.
Cuando empezó a caer la noche Kin había salido del agua tras su último baño. Empezaba a cogerle el truco a nadar, aunque sin el flotador le costase demasiado estabilizarse en el agua. Las temperaturas no habían bajado demasiado a pesar del atardecer, pero tampoco le apetecía bañarse en aguas oscuras cuando se fuese la luz natural.
Se sentó en una toalla a ver los colores del cielo. Ni en Rocavarancolia ni, por supuesto, en Irraria había tenido la oportunidad de ver un espectáculo como aquel. Tal vez había presenciado aquellas mismas tonalidades en el cielo al visitar otros mundos, pero nunca de ese modo, ni reflejándose el sol sobre la superficie marina.
En ese momento alguien le tapó las vistas. Se trataba de Nime, que había arrastrado a Rox allí de la mano sin demasiadas explicaciones, solo un «¿puedes venir conmigo un momento?». Le resultaba más fácil acercarse a Rox primero, y también le resultaba más fácil decir lo que tenía que decir a los dos a la vez.
—Um… —empezó, soltando la mano de Rox y retrocediendo un par de pasos—. Yo solo quería decir que… que siento mucho lo de antes, ¿vale? Me pasé un poco.
Con eso tenía que ser suficiente, pensaba la niña. Además, estaba siendo sincera.
—La verdad es que sí —le respondió el raigaurum, pero no estaba enfadado, ni siquiera esperaba la disculpa a esas alturas—. Pero a mí me basta con que te hayas dado cuenta —añadió mirando también a Rox. Luego se levantó de la toalla y le tendió la mano a la niña—. Venga, vamos a firmar las paces de una vez. ¿Las has firmado ya con Milo?
Nime vaciló un instante antes de darle la mano.
—¡Claro! ¡Más o menos! Con él no me pasé, ¿vale? Lo de cuando nadábamos es distinto.
Luego miró a Rox esperando su respuesta.
—Tendré que asegurarme de que no se me acerquen a los pies —se burló. Rox había atrapado a un cangrejo que llevaba una patata frita justo en ese momento, y se acercó a observar sus ojillos. De cerca se dio cuenta de que eran menos parecidos a insectos de lo que había pensado en un primer momento, y verlo comer con las pinzas, incluso en esa situación, le arrancó una risotada—. Vistos de cerca no parecen muy dignos.
Cuando se acercaron al grupo la situación ya estaba controlada. Nime perseguía a los cangrejos rezagados tirándoles arena con los pies, mientras otros revisaban lo que se había salvado.
—Menos mal que había comida para un ejército —comentó el raigaurum al ver que lo que se había salvado seguía siendo más que suficiente.
Cuando Nime regresó junto al grupo se acercó a Eitne al ver que había domado a uno de los animales. Los amigos nuevos de Eitne siempre eran bienvenidos, y a la niña no le disgustaban los cangrejos, lo que no quería era que les saqueasen las neveras mientras no miraban.
La demonio mineral no se daba exactamente cuenta, pero se centró en orbitar en torno a Eitne, Guille, Adru y Neil porque pensaba que Rox y Kin, que estaban más con el resto de mayores, estarían bastante enfadados. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo se dio cuenta de que realmente debería disculparse, pero como era tozuda por naturaleza le costó bastante encontrar el momento idóneo.
Se entretuvo nadando y construyendo estructuras en la arena. Además de castillos con fosos, también se empeñó en construir una pequeña piscina en la orilla que llenó de conchas y algas para decorarla. En su búsqueda de adornos naturales encontró muchas cosas curiosas por el arenal o dentro del agua. Aquel mundo, a fin de cuentas, estaba lleno de vida que ella nunca había visto antes.
Cuando empezó a caer la noche Kin había salido del agua tras su último baño. Empezaba a cogerle el truco a nadar, aunque sin el flotador le costase demasiado estabilizarse en el agua. Las temperaturas no habían bajado demasiado a pesar del atardecer, pero tampoco le apetecía bañarse en aguas oscuras cuando se fuese la luz natural.
Se sentó en una toalla a ver los colores del cielo. Ni en Rocavarancolia ni, por supuesto, en Irraria había tenido la oportunidad de ver un espectáculo como aquel. Tal vez había presenciado aquellas mismas tonalidades en el cielo al visitar otros mundos, pero nunca de ese modo, ni reflejándose el sol sobre la superficie marina.
En ese momento alguien le tapó las vistas. Se trataba de Nime, que había arrastrado a Rox allí de la mano sin demasiadas explicaciones, solo un «¿puedes venir conmigo un momento?». Le resultaba más fácil acercarse a Rox primero, y también le resultaba más fácil decir lo que tenía que decir a los dos a la vez.
—Um… —empezó, soltando la mano de Rox y retrocediendo un par de pasos—. Yo solo quería decir que… que siento mucho lo de antes, ¿vale? Me pasé un poco.
Con eso tenía que ser suficiente, pensaba la niña. Además, estaba siendo sincera.
—La verdad es que sí —le respondió el raigaurum, pero no estaba enfadado, ni siquiera esperaba la disculpa a esas alturas—. Pero a mí me basta con que te hayas dado cuenta —añadió mirando también a Rox. Luego se levantó de la toalla y le tendió la mano a la niña—. Venga, vamos a firmar las paces de una vez. ¿Las has firmado ya con Milo?
Nime vaciló un instante antes de darle la mano.
—¡Claro! ¡Más o menos! Con él no me pasé, ¿vale? Lo de cuando nadábamos es distinto.
Luego miró a Rox esperando su respuesta.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Kankri
31/01/21, 09:46 pm
Rox soltó a su rehén una vez hubo acabado su patata para que se reuniera con los suyos, y sobre todo para no tener que decirle a Eitne que no se lo llevase a casa junto con Bocata. No iban a poder comerse todo lo que habían traido así que el ataque no había sido tan terrible, pero igual se aseguraron de que lo tuviera más difícil en un segundo asalto.
A medida que avanzaba el tiempo el cambiante estaba más y más disperso por lo que se había prometido hacer después. Para despejarse pasó la tarde practicando con su cola de tiburón bajo el agua mientras investigaba la fauna marina a solas, pero tuvo un encuentro (lejano) con uno de verdad con el que le faltaron músculos para volver a la orilla. Después de eso optó por tirarse como un pescado seco al sol junto a Rena hasta sacar el valor de confesarse a Milo. Cosa que, gracias a todos los dioses -incluso aquellos a los que no había rezado nunca-, terminó yendo de película. Al igual que el irrense el australiano se sentía capaz de pegar saltos de alegría tan altos como los de Adru, y aunque todos sus amigos estaban ensimismados con los colores del cielo agradeció un extra de calma cuando Nime le pidió que le acompañase. Separarse un poco de su más que reciente novio le iba a venir bien, aunque fuese el cuerpo y no el corazón el que se lo pidiese. Le dedicó una fugaz mirada de cachorrito abandonado al chico antes de seguir a Nime.
—Si es por lo de antes... —empezó, entrañado por el gesto de la niña según se dejaba llevar de la mano. Sin embargo pronto comprendió que quería pedirle perdón a Kin también y, conociéndola, le daría corte enfrentarse a él sola, así que guardó silencio. No podía estar molesto con absolutamente nada ahora mismo así que la sonrisita que traía de antes solo creció con sus disculpas—. A mi también me basta —le puso una mano en la cabeza para revolverle el pelo—. Y mientras no te acostumbres a mandarnos a volar yo me quedo tranquilo.
Tuvo que hacer memoria para entender a qué se referían después, pensando que fuera lo que fuese habría pasado mientras él huía de una osa. Se encogió de hombros cuando la demonio le miró; si había alguien que se pasaba chinchando al brujo eran Rena y él, no era nadie para hablar.
—A ese lo que sea fijo se le ha olvidado ya, pero si te quedas más tranquila... ¡Caragato! —gesticuló para que se acercase. Mientras buscó a Rena con la mirada, dando unos pasos en su dirección—. ¡En cuanto terminéis decidle que se venga, por fa!
Con una carrerilla Rox se lanzaría a darle un abrazo casi placaje a su amiga.
A medida que avanzaba el tiempo el cambiante estaba más y más disperso por lo que se había prometido hacer después. Para despejarse pasó la tarde practicando con su cola de tiburón bajo el agua mientras investigaba la fauna marina a solas, pero tuvo un encuentro (lejano) con uno de verdad con el que le faltaron músculos para volver a la orilla. Después de eso optó por tirarse como un pescado seco al sol junto a Rena hasta sacar el valor de confesarse a Milo. Cosa que, gracias a todos los dioses -incluso aquellos a los que no había rezado nunca-, terminó yendo de película. Al igual que el irrense el australiano se sentía capaz de pegar saltos de alegría tan altos como los de Adru, y aunque todos sus amigos estaban ensimismados con los colores del cielo agradeció un extra de calma cuando Nime le pidió que le acompañase. Separarse un poco de su más que reciente novio le iba a venir bien, aunque fuese el cuerpo y no el corazón el que se lo pidiese. Le dedicó una fugaz mirada de cachorrito abandonado al chico antes de seguir a Nime.
—Si es por lo de antes... —empezó, entrañado por el gesto de la niña según se dejaba llevar de la mano. Sin embargo pronto comprendió que quería pedirle perdón a Kin también y, conociéndola, le daría corte enfrentarse a él sola, así que guardó silencio. No podía estar molesto con absolutamente nada ahora mismo así que la sonrisita que traía de antes solo creció con sus disculpas—. A mi también me basta —le puso una mano en la cabeza para revolverle el pelo—. Y mientras no te acostumbres a mandarnos a volar yo me quedo tranquilo.
Tuvo que hacer memoria para entender a qué se referían después, pensando que fuera lo que fuese habría pasado mientras él huía de una osa. Se encogió de hombros cuando la demonio le miró; si había alguien que se pasaba chinchando al brujo eran Rena y él, no era nadie para hablar.
—A ese lo que sea fijo se le ha olvidado ya, pero si te quedas más tranquila... ¡Caragato! —gesticuló para que se acercase. Mientras buscó a Rena con la mirada, dando unos pasos en su dirección—. ¡En cuanto terminéis decidle que se venga, por fa!
Con una carrerilla Rox se lanzaría a darle un abrazo casi placaje a su amiga.
- ♪♫♬:
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Kankri
05/02/21, 03:15 pm
La pelea de globos de agua pronto derivó en una guerra de artimañas y trampas mágicas en la que Tay tomó parte imitando al resto. Recibió por todos lados y de amigos que se suponía que estaban en su bando, incluso se atrevería a decir que fue impactado muchas más veces de las que él acertó. Al final todo acabó sin ningún claro ganador (con lo cual el lémur pediría repetir aquella batalla en otro momento o día) y tuvieron que espantar a unos cangrejos que amenazaban con robarles la comida.
Tayron pasó el resto del tiempo entre tomando el sol para coger un poco de color y dándose pequeños baños esporádicos y refrescantes. En ese momento guardó la crema solar pues ya no lo necesitaría, el sol se estaba ocultando y en su lugar quedaba un atardecer muy bonito. Enterró los pies en la arena disfrutando de la sensación y respirando con tranquilidad. Lo necesitaba, necesitaba tanto ese relax y bienestar que no quería que el día terminara.
—Ey, Eitne —dijo desde su toalla, ladeó la cabeza un poco intrigado con el ceño fruncido y una risita confusa al ver que el daeliciano se deshacía de toda ropa hasta quedarse en calzoncillos— ¿Qué estás haciendo? —pareciera que estaba esperando a que algo ocurriera.
Tayron pasó el resto del tiempo entre tomando el sol para coger un poco de color y dándose pequeños baños esporádicos y refrescantes. En ese momento guardó la crema solar pues ya no lo necesitaría, el sol se estaba ocultando y en su lugar quedaba un atardecer muy bonito. Enterró los pies en la arena disfrutando de la sensación y respirando con tranquilidad. Lo necesitaba, necesitaba tanto ese relax y bienestar que no quería que el día terminara.
—Ey, Eitne —dijo desde su toalla, ladeó la cabeza un poco intrigado con el ceño fruncido y una risita confusa al ver que el daeliciano se deshacía de toda ropa hasta quedarse en calzoncillos— ¿Qué estás haciendo? —pareciera que estaba esperando a que algo ocurriera.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Kankri
06/02/21, 04:28 pm
Cuando Nime se llevó de la mano al cambiante Milo intercambió con él una mirada fugaz, pero se quedó en su sitio con una expresión parecida a la de Rox. Una parte de él extrañaba la proximidad del chico, aquella que estaba más condicionada por todos aquellos sentimientos nuevos que estaba experimentado, pero otra, muy pequeña en comparación, agradecía aquel breve distanciamiento que le permitiría tranquilizar su agitado corazón.
El brujo volvió su atención hacia los colores del cielo, cada vez más apagados, y se centró en ellos mientras normalizaba su respiración. Era complicado, pues sus pensamientos se desviaban de vez en cuando hacia el humano y echaban por tierra su “meditación”, pero al final consiguió aplacar su nerviosismo y se dejó caer sobre una toalla para disfrutar de la brisa marina. Un rápido vistazo a las neveras que había a su lado aprovechando que estaba solo le confirmó que aún quedaba algo de comida, así que se hizo con un bollo y un zumo para matar el gusanillo antes de la cena.
Estaba en medio del tentempié cuando la voz del australiano le llamó desde la distancia, haciéndole gestos para que se acercara a donde estaba charlando con Nime y Kin. Milo no sabía qué ocurría, pues mientras caminaba hacia el grupo Rox se alejó del mismo con una carrerilla, y su expresión en cuanto se reunió con los otros dos era de ligera confusión.
—¿Qué es lo que pasa? —preguntó con una media sonrisa, dándole un sonoro sorbo a la pajita de su tetrabrik mientras observaba a los dos demonios con expresión expectante.
Le habría ofrecido algo de comer, pero de su bollo ya solo quedaban migas que no tardó en sacudirse con los dedos de su mano libre y el zumo, bastante escaso en su opinión, bajaba alarmantemente rápido.
El brujo volvió su atención hacia los colores del cielo, cada vez más apagados, y se centró en ellos mientras normalizaba su respiración. Era complicado, pues sus pensamientos se desviaban de vez en cuando hacia el humano y echaban por tierra su “meditación”, pero al final consiguió aplacar su nerviosismo y se dejó caer sobre una toalla para disfrutar de la brisa marina. Un rápido vistazo a las neveras que había a su lado aprovechando que estaba solo le confirmó que aún quedaba algo de comida, así que se hizo con un bollo y un zumo para matar el gusanillo antes de la cena.
Estaba en medio del tentempié cuando la voz del australiano le llamó desde la distancia, haciéndole gestos para que se acercara a donde estaba charlando con Nime y Kin. Milo no sabía qué ocurría, pues mientras caminaba hacia el grupo Rox se alejó del mismo con una carrerilla, y su expresión en cuanto se reunió con los otros dos era de ligera confusión.
—¿Qué es lo que pasa? —preguntó con una media sonrisa, dándole un sonoro sorbo a la pajita de su tetrabrik mientras observaba a los dos demonios con expresión expectante.
Le habría ofrecido algo de comer, pero de su bollo ya solo quedaban migas que no tardó en sacudirse con los dedos de su mano libre y el zumo, bastante escaso en su opinión, bajaba alarmantemente rápido.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Kankri
07/02/21, 05:39 pm
El comentario de Milo asustó brevemente al niño, pero luego se autoconvenció de que nadie se comería a Bocata, porque nadie había usado a Limón para aliñar calamares. ¡Estaba a salvo! También sintió dudas por lo que le dijo Neil sobre la convivencia entre el cangréjo y el híbrido de pájaro y roedor. Confiaba en que su afinidación fuera suficiente, pero la realidad era que ni siquiera sabía hasta qué punto funcionaba. El niño había estado muy ocupado esos meses saludando a animalillos y se había olvidado de ponerse a prueba. ¿A lo mejor era lo que tocaba ahora?
A Eitne no le hacía mucha ilusión. Poner a prueba sus poderes sonaban parecido a trabajar y le parecía aburrido, pero por suerte, ahora lo que tenía enfrente era un anochecer magistral que le colmaba de magia hasta rebosar.
—¡Estoy preparándome para transformarme en un gigante gaseoooosooo! —le respondió a Panda Gris con una sonrisa enorme. Y, como si lo hubiese cronometrado, las volutas de negrura comenzaron a envolver su cuerpo. Lo siguiente que dijo, lo hizo ya sin cascabeles, ni aquel aura que ayudaba a que la gente se ensimismase con él—. ¡Mira, mira!
El daeliciano desapareció bajo la neblina oscura, que creció en cuestión de segundos, alcanzando algo menos que la altura de Rena como osa completa, y se contorsionó de forma casi cómica para deshacerse de los calzoncillos del niño. Cuando el león cayó a cuatro patas sobre la arena, la prenda colgaba de su cola como la bandera de un reino gobernado por niños de cuatro años, pero a él le divertía.
—¡Tachán! —dijo, ahora con su voz grave y un aire presumido, muy fuera de lugar con el nuevo aspecto—. ¿Qué te parece? ¿A que es un buen truco?
A Eitne no le hacía mucha ilusión. Poner a prueba sus poderes sonaban parecido a trabajar y le parecía aburrido, pero por suerte, ahora lo que tenía enfrente era un anochecer magistral que le colmaba de magia hasta rebosar.
—¡Estoy preparándome para transformarme en un gigante gaseoooosooo! —le respondió a Panda Gris con una sonrisa enorme. Y, como si lo hubiese cronometrado, las volutas de negrura comenzaron a envolver su cuerpo. Lo siguiente que dijo, lo hizo ya sin cascabeles, ni aquel aura que ayudaba a que la gente se ensimismase con él—. ¡Mira, mira!
El daeliciano desapareció bajo la neblina oscura, que creció en cuestión de segundos, alcanzando algo menos que la altura de Rena como osa completa, y se contorsionó de forma casi cómica para deshacerse de los calzoncillos del niño. Cuando el león cayó a cuatro patas sobre la arena, la prenda colgaba de su cola como la bandera de un reino gobernado por niños de cuatro años, pero a él le divertía.
—¡Tachán! —dijo, ahora con su voz grave y un aire presumido, muy fuera de lugar con el nuevo aspecto—. ¿Qué te parece? ¿A que es un buen truco?
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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