Torre Doce
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torre Doce
10/03/19, 06:50 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Biblioteca erigida en memoria del demiurgo Doce Punto, antiguo Custodio de Altabajatorre. Cuenta con cinco plantas que culminan en una cúpula y es más estrecho que los refugios. El último piso es casi el doble de alto que el resto y también tiene un sótano. Está construída con granito gris y los marcos de las puertas y ventanas, así como los alfeizares se encuentran adormados con motivos sencillos. Dos columnas jónicas franquean cada lado del portón principal, hecho de madera de roble y decorado con tallas de estrellas y la Luna Roja. Un hechizo impide la entrada a los cosechados, que no podrían atravesar la puerta aunque esta estuviese abierta.
El interior cuenta con el suelo de granito negro pulido y una escalera de caracol de madera en el centro para acceder al resto de plantas. Las columnas del interior también son de orden jónico. Las tres primeras plantas están repletas de estanterías correderas.
En el sótano, al que se accede también por la escalera principal se encuentra un laboratorio alquímico dividido en dos salas. Una de ellas cuenta con material para realizar experimentos y algunos ingredientes básicos, y la otra contiene estanterías llenas de libros especializados en alquimia y lo reacionado con ella.
La primera planta contiene la sección de bestiarios de transformaciones y grimorios de hechizos básicos. Un pergamino cerca de la puerta, sobre un mostrador, explica el contenido de cada planta del edificio.
La segunda planta alberga una gran cantidad de grimorios más avanzados y especializados, entre los que también se encuentran estudios más en profundidad sobre diversos dominios.
La tercera planta contiene la sección dedicada a las runas. Además de los libros hay un apartado con ejemplos de circuitos usuales.
En la cuarta planta se pueden encontrar toda clase de cargadores y amuletos mágicos, entre los que destacan los logománticos que permitirían leer libros en distintos idiomas. También hay una larga hilera de espejos delante de los que se pueden practicar la gestualización de los hechizos y el reflejo devuelve inmediatamente después una reproducción de cuál es la gestualización exacta para poder corregir errores más fácilmente. Frente a cada espejo también hay un dispositivo rúnico que, si se activa, graba el hechizo oral que se quiera practicar y lo reproduce con la pronunciación exacta. Están programados para reconocer una buena cantidad de hechizos comunes. Además, esta planta cuenta con portales de comunicación con la Torre Serpentaria y la Sede de los Taumaturgos.
La última planta es una sala de estudio con numerosas mesas redondas y sillas con mullidos cojines de diferentes tamaños y formas. También se puede encontrar en ella material de escritura y candiles por si se requiere más luz para leer.
La cúpula sobre la sala de estudio muestra una reproducción del cielo nocturno de la ciudad durante la salida de la Luna Roja, con el astro rojo presidiéndola y el resto salpicada de estrellas. La luz rojiza y blanca que proyecta la cúpula no interfiere con la luz natural o la de las lámparas de las paredes al encontrarse a mayor altura.
Los libros se pueden pedir prestados y sacar del edificio, pero el resto del material no. Para sacar un libro hay que colocarlo sobre un circuito rúnico que se encuentra sobre el mostrador de la primera planta, junto a la puerta y el plazo para devolverlos es de dos semanas. Cualquier libro que no se coloque sobre el circuito rúnico volverá solo a las estanterías cuando se intente abandonar la torre y una vez pasado el plazo el volumen se transportará solo de vuelta al edificio si aún no ha sido devuelto.
El interior cuenta con el suelo de granito negro pulido y una escalera de caracol de madera en el centro para acceder al resto de plantas. Las columnas del interior también son de orden jónico. Las tres primeras plantas están repletas de estanterías correderas.
En el sótano, al que se accede también por la escalera principal se encuentra un laboratorio alquímico dividido en dos salas. Una de ellas cuenta con material para realizar experimentos y algunos ingredientes básicos, y la otra contiene estanterías llenas de libros especializados en alquimia y lo reacionado con ella.
La primera planta contiene la sección de bestiarios de transformaciones y grimorios de hechizos básicos. Un pergamino cerca de la puerta, sobre un mostrador, explica el contenido de cada planta del edificio.
La segunda planta alberga una gran cantidad de grimorios más avanzados y especializados, entre los que también se encuentran estudios más en profundidad sobre diversos dominios.
La tercera planta contiene la sección dedicada a las runas. Además de los libros hay un apartado con ejemplos de circuitos usuales.
En la cuarta planta se pueden encontrar toda clase de cargadores y amuletos mágicos, entre los que destacan los logománticos que permitirían leer libros en distintos idiomas. También hay una larga hilera de espejos delante de los que se pueden practicar la gestualización de los hechizos y el reflejo devuelve inmediatamente después una reproducción de cuál es la gestualización exacta para poder corregir errores más fácilmente. Frente a cada espejo también hay un dispositivo rúnico que, si se activa, graba el hechizo oral que se quiera practicar y lo reproduce con la pronunciación exacta. Están programados para reconocer una buena cantidad de hechizos comunes. Además, esta planta cuenta con portales de comunicación con la Torre Serpentaria y la Sede de los Taumaturgos.
La última planta es una sala de estudio con numerosas mesas redondas y sillas con mullidos cojines de diferentes tamaños y formas. También se puede encontrar en ella material de escritura y candiles por si se requiere más luz para leer.
La cúpula sobre la sala de estudio muestra una reproducción del cielo nocturno de la ciudad durante la salida de la Luna Roja, con el astro rojo presidiéndola y el resto salpicada de estrellas. La luz rojiza y blanca que proyecta la cúpula no interfiere con la luz natural o la de las lámparas de las paredes al encontrarse a mayor altura.
Los libros se pueden pedir prestados y sacar del edificio, pero el resto del material no. Para sacar un libro hay que colocarlo sobre un circuito rúnico que se encuentra sobre el mostrador de la primera planta, junto a la puerta y el plazo para devolverlos es de dos semanas. Cualquier libro que no se coloque sobre el circuito rúnico volverá solo a las estanterías cuando se intente abandonar la torre y una vez pasado el plazo el volumen se transportará solo de vuelta al edificio si aún no ha sido devuelto.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torre Doce
17/05/23, 10:18 am
A decir verdad Fleur estaba bastante intimidada. No sólo por la estructura descomunal que resultaba ser la Torre Doce si no por el motivo del encuentro. Gracias a Dama Enigma se habían citado con un grupo de veteranos que se ofrecían a enseñar una rama en específico de las artes mágicas. Aquello le venía estupendo por sus motivaciones personales pero le seguía pareciendo extraño tener tanto contacto con ciudadanos de la ciudad cuando nadie corrió en su auxilio en la criba. Aún así la bruja parecía de fiar y la francesa depositó sus confianzas en sus contactos. Éstos eran una especie de reptil pequeño, un chico rodeado de llamas azules que parecía simpático, y un tipo descomunal con un par de alas grandes. Con Noel se guardó sus reservas dado que Lethe parecía tener algún tipo de disputa que no terminó de entender.
—Yo soy Fleur, encantada—se presentó, esbozando una sonrisa tímida y ahora algo más divertida al ver de pronto que Ulmara vestía con unos pantalones de un equipo de baloncesto de la Tierra.
La siwani seguiría a sus amigos y los profesores hasta un aula llena de espejos que la impresionó mucho.
—Vaya... —comentó tras Pefka con la boca muy abierta. Sus ojos parpadeaban observándolo todo al detalle, desde el suelo de granito negro al estilo jónico. A quien no se atrevía mucho a mirar era al draco de estínfalo, su presencia la asustaba un poco ya que le sacaba varias cabezas.
—Yo soy Fleur, encantada—se presentó, esbozando una sonrisa tímida y ahora algo más divertida al ver de pronto que Ulmara vestía con unos pantalones de un equipo de baloncesto de la Tierra.
La siwani seguiría a sus amigos y los profesores hasta un aula llena de espejos que la impresionó mucho.
—Vaya... —comentó tras Pefka con la boca muy abierta. Sus ojos parpadeaban observándolo todo al detalle, desde el suelo de granito negro al estilo jónico. A quien no se atrevía mucho a mirar era al draco de estínfalo, su presencia la asustaba un poco ya que le sacaba varias cabezas.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Torre Doce
17/05/23, 10:12 pm
Después de una espera que al pegaso se le hizo corta, tres personas hicieron acto de presencia acercándose por la calle. Uno era muy alto, de piel color dorada y unas alas intimidantes. Otro estaba, ¿en llamas? Y el último era un lagarto, cosa que hizo tragar saliva a Adam y no se asustó demasiado por la enorme diferencia de complexión y apariencia pero… no podía evitar pensar en el otro lagarto.
Iban vestidos de formas curiosas y el ruso se puso algo incómodo, ¿no se suponía que había que venir arreglado? Se sentía un poquillo fuera de lugar, sobre todo con lo libre que iba Ulmara con esos pantalones de baloncesto. Quizás el código de vestimenta formal en Rocavarancolia era algo inexistente. Apretando su corbata se dispuso a presentarse, aclarando su voz.
—¡B-Buenas! —saludó con mucha educación al que estaba en llamas azuladas, aferrado a su corbata para calmar los nervios. Iba a continuar pero Lethe… ¿Lethe? Adam puso los ojos como platos, ¿El señor enorme era el que la cosechó? Supo de ella que echaba en falta la caña pero, ¿era el momento ahora? Menos mal que el que luego se presentó como Noel se lo tomó incluso de buen humor, explicándose usando a su favor las normas de cosecha.
»Yo soy Adam, mucho gusto —se presentó a los tres mostrando una pequeña sonrisa cortés, acomodando el estuche en su mano—. Vale, de acuerdo —asintió a la oferta de Noel de subir hasta la cuarta planta. Tuvo el cuidado de examinar con la brevedad que le permitía la subida la segunda y tercera planta, curioso por ellas pero el destino los llevaría a la siguiente. Habían muchos espejos y artilugios de uso probablemente mágico.
Se tomó la libertad de analizar por encima con la mirada a sus “profesores”, curioso. El hombre con alas intimidaba mucho, pero tenía una actitud que le generaba confianza. ¿Sería un tipo de ave o algo similar a Lethe? El chico en llamas era todo un misterio, deseaba saber en qué se transformó para estar tan normal envuelto en fuego azul. Se arrepintió un poco de juzgar a Giz por su apariencia, parecía majo también. Todos parecían personas decentes a decir verdad.
—Lo mismo digo, estoy con muchas ganas yo también —respondió de muy buen humor a Pefka, contagiado de su entusiasmo.
Iban vestidos de formas curiosas y el ruso se puso algo incómodo, ¿no se suponía que había que venir arreglado? Se sentía un poquillo fuera de lugar, sobre todo con lo libre que iba Ulmara con esos pantalones de baloncesto. Quizás el código de vestimenta formal en Rocavarancolia era algo inexistente. Apretando su corbata se dispuso a presentarse, aclarando su voz.
—¡B-Buenas! —saludó con mucha educación al que estaba en llamas azuladas, aferrado a su corbata para calmar los nervios. Iba a continuar pero Lethe… ¿Lethe? Adam puso los ojos como platos, ¿El señor enorme era el que la cosechó? Supo de ella que echaba en falta la caña pero, ¿era el momento ahora? Menos mal que el que luego se presentó como Noel se lo tomó incluso de buen humor, explicándose usando a su favor las normas de cosecha.
»Yo soy Adam, mucho gusto —se presentó a los tres mostrando una pequeña sonrisa cortés, acomodando el estuche en su mano—. Vale, de acuerdo —asintió a la oferta de Noel de subir hasta la cuarta planta. Tuvo el cuidado de examinar con la brevedad que le permitía la subida la segunda y tercera planta, curioso por ellas pero el destino los llevaría a la siguiente. Habían muchos espejos y artilugios de uso probablemente mágico.
Se tomó la libertad de analizar por encima con la mirada a sus “profesores”, curioso. El hombre con alas intimidaba mucho, pero tenía una actitud que le generaba confianza. ¿Sería un tipo de ave o algo similar a Lethe? El chico en llamas era todo un misterio, deseaba saber en qué se transformó para estar tan normal envuelto en fuego azul. Se arrepintió un poco de juzgar a Giz por su apariencia, parecía majo también. Todos parecían personas decentes a decir verdad.
—Lo mismo digo, estoy con muchas ganas yo también —respondió de muy buen humor a Pefka, contagiado de su entusiasmo.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torre Doce
19/05/23, 09:55 am
Dama Enigma se había puesto en contacto con ellos para concertar una reunión con un grupo de veteranos, que iban a enseñarles hechizos útiles. Maila siempre había sido sociable y para nada desconfiada en la Tierra, pero Rocavarancolia tenía el poder de transformarte tanto por dentro como por fuera. Ahora se sentía un poco más reticente a los desconocidos, aunque solo fuera un poquito y para nada apreciable a simple vista para los demás.
El grupo llegaría a la Torre Doce y la hawaiana admiraría su estructura con asombro. Iba vestida en la misma línea de siempre: camiseta de color crema, vaqueros cortos y zapatos blancos. Desde que se había convertido en una bruja había adquirido el gusto por llevar siempre algo de tono terroso o que le recordara a la arena. Ésta danzaba a su alrededor, mientras esperaban a los veteranos, pero a diferencia de antes su dominio giraba a su alrededor por voluntad propia de su ama. A pesar de que antes había odiado que la molestara, desde que había aprendido a controlarla se sentía más cómoda en presencia de su dominio. Maila seguiría jugando al mismo juego de la última vez con las mariposas de hojas de Chromsa, sonriéndole a éste, haciendo que la arena las persiguiera como si fueran sus estelas.
Pronto llegaron los veteranos y la chica no pudo evitar abrir los ojos de la sorpresa. El primero que habló estaba literalmente envuelto en fuego azul y ni parecía molestarle en absoluto. El segundo era un tiarrón gigante emplumado y el último era un reptil sacado de alguna peli del oeste. Pero parecían bastante amables a pesar del momento incómodo que tuvo lugar entre Lethe y el que se llamaba Noel, que al parecer había sido su cosechador.
-Yo soy Maila, encantada. Y soy una bruja de la arena, está claro...- Se presentó con una breve risa mientras señalaba a su dominio. La arena danzó alrededor de ella cumpliendo los deseos de la chica. Llamarse así misma "bruja de la arena" seguía pareciéndole extraño y ajeno, pero poco a poco resultaba más natural y orgánico. ¿Y por qué no iba a serlo? ¡Podía controlarla y hacer lo que quisiera con ella! Maila no pudo evitar sonreír al recordar la cantidad de castillos de arena que había hecho de pequeña, en sus días en la playa. Bueno, ahora podía hacer unos más grandes sin necesidad de un cubo de agua. O esperaba ser capaz de hacerlo, de momento solo dominaba las formas geométricas. Finalmente se encaminaron a la cuarta planta y Maila los acompañó admirando la cantidad de libros que había.
-Yo también me muero de ganas de que esto empiece.- Le dijo a Adam poniéndose a su lado.- Y supongo que tú más todavía, ¿verdad?- Preguntó con una sonrisa. Maila estaba al tanto del interés del ruso por la magia curativa y la medicina.
El grupo llegaría a la Torre Doce y la hawaiana admiraría su estructura con asombro. Iba vestida en la misma línea de siempre: camiseta de color crema, vaqueros cortos y zapatos blancos. Desde que se había convertido en una bruja había adquirido el gusto por llevar siempre algo de tono terroso o que le recordara a la arena. Ésta danzaba a su alrededor, mientras esperaban a los veteranos, pero a diferencia de antes su dominio giraba a su alrededor por voluntad propia de su ama. A pesar de que antes había odiado que la molestara, desde que había aprendido a controlarla se sentía más cómoda en presencia de su dominio. Maila seguiría jugando al mismo juego de la última vez con las mariposas de hojas de Chromsa, sonriéndole a éste, haciendo que la arena las persiguiera como si fueran sus estelas.
Pronto llegaron los veteranos y la chica no pudo evitar abrir los ojos de la sorpresa. El primero que habló estaba literalmente envuelto en fuego azul y ni parecía molestarle en absoluto. El segundo era un tiarrón gigante emplumado y el último era un reptil sacado de alguna peli del oeste. Pero parecían bastante amables a pesar del momento incómodo que tuvo lugar entre Lethe y el que se llamaba Noel, que al parecer había sido su cosechador.
-Yo soy Maila, encantada. Y soy una bruja de la arena, está claro...- Se presentó con una breve risa mientras señalaba a su dominio. La arena danzó alrededor de ella cumpliendo los deseos de la chica. Llamarse así misma "bruja de la arena" seguía pareciéndole extraño y ajeno, pero poco a poco resultaba más natural y orgánico. ¿Y por qué no iba a serlo? ¡Podía controlarla y hacer lo que quisiera con ella! Maila no pudo evitar sonreír al recordar la cantidad de castillos de arena que había hecho de pequeña, en sus días en la playa. Bueno, ahora podía hacer unos más grandes sin necesidad de un cubo de agua. O esperaba ser capaz de hacerlo, de momento solo dominaba las formas geométricas. Finalmente se encaminaron a la cuarta planta y Maila los acompañó admirando la cantidad de libros que había.
-Yo también me muero de ganas de que esto empiece.- Le dijo a Adam poniéndose a su lado.- Y supongo que tú más todavía, ¿verdad?- Preguntó con una sonrisa. Maila estaba al tanto del interés del ruso por la magia curativa y la medicina.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Torre Doce
19/05/23, 12:03 pm
Justo como si los invocaran, en cuanto Ulmara bromeó quejándose de que estuvieran tardando tres personas entraron a la torre. El ochrorio los miró en cuanto uno de ellos les saludó, un chico envuelto en llamas azules, bastante espectacular a su opinión. Pensó algo preocupado si aquel fuego que lo envolvía quemaría y, para evitar accidentes hasta que tuviera una respuesta, el brujo intentó que sus hojas no se acercaran mucho.
Los otros dos eran tan curiosos como el primero. Uno era un lagarto de ropas curiosas, con algo en el cuello que no terminaba de saber qué era. El otro era enorme y no pudo evitar sentirse un poco intimidado con su apariencia al verlo. Las alas, la altura, esa camiseta que le recordaba a una versión malvada de Ataulfo... Menos mal que ya tenía más o menos controlados sus instintos, aunque con lo que pasó después Chromsa estuvo seguro de que los tres eran bastante majos y pudo relajarse del todo.
Miró sorprendido a Lethe en cuanto le recriminó al grandullón lo de su caña. -(¿Entonces... él fue su cosechador?)- pensó mirándolo. Había pasado mucho desde que llegaron a la ciudad, pero le hizo algo de gracia que su amiga todavía tuviera aquello pendiente. Por suerte, el ahora presentado Noel no se lo tomó a mal y pudieron ir presentándose sin problemas. -Encantado de conoceros. Me llamo Padre Foresta, fauno y brujo de las hojas marchitas- dijo con una sonrisa y una ligera reverencia. No le sonaba nada ni goliat ni draco de estínfalo, tal vez buscaría en Serpentaria por curiosidad.
-Ah, claro. Ya estamos todos- respondió al draco. Siguieron a los veteranos hasta una de las plantas superiores, una habitación preparada para dar clases y que tenía bastantes espejos. -Pues sí, está muy bien organizado- añadió al elogio de Pefka. El brujo fue mirando en que mesa iría a sentarse. Hasta cierto punto dejaría elegir a sus compañeros primero, aunque tenía claro que para seguir bien la lección con su visión se sentaría en primera fila.
Los otros dos eran tan curiosos como el primero. Uno era un lagarto de ropas curiosas, con algo en el cuello que no terminaba de saber qué era. El otro era enorme y no pudo evitar sentirse un poco intimidado con su apariencia al verlo. Las alas, la altura, esa camiseta que le recordaba a una versión malvada de Ataulfo... Menos mal que ya tenía más o menos controlados sus instintos, aunque con lo que pasó después Chromsa estuvo seguro de que los tres eran bastante majos y pudo relajarse del todo.
Miró sorprendido a Lethe en cuanto le recriminó al grandullón lo de su caña. -(¿Entonces... él fue su cosechador?)- pensó mirándolo. Había pasado mucho desde que llegaron a la ciudad, pero le hizo algo de gracia que su amiga todavía tuviera aquello pendiente. Por suerte, el ahora presentado Noel no se lo tomó a mal y pudieron ir presentándose sin problemas. -Encantado de conoceros. Me llamo Padre Foresta, fauno y brujo de las hojas marchitas- dijo con una sonrisa y una ligera reverencia. No le sonaba nada ni goliat ni draco de estínfalo, tal vez buscaría en Serpentaria por curiosidad.
-Ah, claro. Ya estamos todos- respondió al draco. Siguieron a los veteranos hasta una de las plantas superiores, una habitación preparada para dar clases y que tenía bastantes espejos. -Pues sí, está muy bien organizado- añadió al elogio de Pefka. El brujo fue mirando en que mesa iría a sentarse. Hasta cierto punto dejaría elegir a sus compañeros primero, aunque tenía claro que para seguir bien la lección con su visión se sentaría en primera fila.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torre Doce
19/05/23, 01:48 pm
Gael observó discretamente a unos y otros. Aparte de los dos que había visto primero también había una cercana sin cambios aparentes que parecía estar buscando una cancha en vez de la torre Doce, otras dos que aparentaban humanas, que llamaban la atención una por la arena que danzaba a su alrededor y la otra por la presencia de algunas plumas blancas en su cabeza. Había también otro transformado cuyo origen no identificó en un primer momento por su aspecto anfibio, y alguien cubierto de plumas que parecía… No, era. Enderth. El comentario de Noel invadió sus pensamientos confirmándolo y, antes de que pudiera replicar, llegó la reacción de la susodicha. Gael necesitó contener una risotada al escuchar qué era lo primero que tenía que decirle la enderth después de todo aquel tiempo, porque tenía miedo de que la carcajada se pudiera malinterpretar como una burla. Al menos pudo reírse con la broma de la “caña” de Noel. Él mismo se encargó de recordarles que estaban tan de manos atadas como ellos, y aunque pudiese molestarles ahora, quién sabía cuántos de ellos podrían terminar siendo cosechadores en algún momento.
La mayoría pareció tomárselo bien o, al menos, no hicieron muchos comentarios al respecto. Era tranquilizador saber que lo entendían. Se fueron presentando uno a uno y Gael trató de retener sus nombres para dirigirse a ellos más adelante.
—Encantado de conoceros a todos —dijo tras sus amigos—. Yo soy Koval y soy un fuego fatuo. No es que lo pueda esconder mucho —bromeó. Respetaba que no todos quisiesen decir su transformación, así que ni prestó atención al hecho de que algunos la habían omitido. Pero en el caso de los que sí, también anotó mentalmente aquel dato con interés. El fauno tenía una transformación doble que explicaba las bonitas hojas secas que le rodeaban –y que tendría cuidado de no quemar por accidente–, y en el caso de Pefka, al saber que varios de sus rasgos pertenecían a una transformación, pudo empezar a atar cabos para entender de dónde procedía.
Subieron todos a la cuarta planta y escogieron sitio en las mesas. Probablemente sería necesario juntar varias, pero aquello estaba vacío y no le iba a importar a nadie.
—He traído libros y más material de casa, pero en la torre supuestamente debería haber todo lo que pueda hacernos falta. ¿Es la primera vez que venís? —preguntó de forma general, mientras sacaba un par de libros desgastados de su mochila—. ¿Hasta dónde va vuestro conocimiento y qué os gustaría aprender hoy?
La mayoría pareció tomárselo bien o, al menos, no hicieron muchos comentarios al respecto. Era tranquilizador saber que lo entendían. Se fueron presentando uno a uno y Gael trató de retener sus nombres para dirigirse a ellos más adelante.
—Encantado de conoceros a todos —dijo tras sus amigos—. Yo soy Koval y soy un fuego fatuo. No es que lo pueda esconder mucho —bromeó. Respetaba que no todos quisiesen decir su transformación, así que ni prestó atención al hecho de que algunos la habían omitido. Pero en el caso de los que sí, también anotó mentalmente aquel dato con interés. El fauno tenía una transformación doble que explicaba las bonitas hojas secas que le rodeaban –y que tendría cuidado de no quemar por accidente–, y en el caso de Pefka, al saber que varios de sus rasgos pertenecían a una transformación, pudo empezar a atar cabos para entender de dónde procedía.
Subieron todos a la cuarta planta y escogieron sitio en las mesas. Probablemente sería necesario juntar varias, pero aquello estaba vacío y no le iba a importar a nadie.
—He traído libros y más material de casa, pero en la torre supuestamente debería haber todo lo que pueda hacernos falta. ¿Es la primera vez que venís? —preguntó de forma general, mientras sacaba un par de libros desgastados de su mochila—. ¿Hasta dónde va vuestro conocimiento y qué os gustaría aprender hoy?
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Doce
19/05/23, 08:34 pm
Lethe
La horus estaba a punto de protestar y decir algo no muy bonito a su cosechador al ver que este bromeaba, pero pareció captar su mirada poco amistosa y enseguida se disculpó. Atendió a su explicación aun con el ceño fruncido y sin dejar de clavar su mirada en Noel. Permaneció unos segundos en silencio, pero finalmente, a regañadientes y muy a su pesar, tuvo que admitir que había lógica en lo que decía el mamífero emplumado.
—Pues entonces son unos merluzos por no permitirlo —comentó con un tono notablemente menos hostil—. Qué se le va a hacer: me tendré que conseguir una caña nueva en cuanto sea posible.
Eso último lo dijo en voz más baja, pues más bien mascullaba para sí misma. De todas formas era cierto que hasta que no pudiese permitirse viajar libremente de vuelta a Dryfus o algún otro lugar donde las aguas no apestasen tampoco le iba a servir de gran cosa.
Tuvo que apartar de su mente la nostalgia que le daba pensar en su antigua ocupación para centrarse en lo que habían ido a hacer allí. Todos se presentaron, por lo que le tocaba hacerlo a ella también.
—Yo soy Lethe… Horus.
Ella tampoco tenía ni idea de qué iban las transformaciones de los que iban a ser sus maestros ese día, pero desde luego que resultaban cuanto menos curiosas. Dio el nombre de su propia transformación sin pensar demasiado en ello. Todavía no había ni tenido tiempo de asimilar que pudiera encontrarse en el mismo peligro que Adam ni quería preocupar a nadie con ello, por lo que actuaba como si no fuese ningún problema decir el nombre de su transformación. De todas formas, de momento no tenía ningún motivo para desconfiar de contactos que habían llegado indirectamente a través de Kirés.
Había que reconocer que el lugar de estudio era impresionante: ella sí había visto aquella planta ya, pero muy de pasada.
—Yo sí he estado —respondió a Koval—. Varios de nosotros hemos venido alguna que otra vez, aunque no todos. Adam y yo practicamos magia curativa juntos desde hace un tiempo porque tenemos afinidad con esa rama… Supongo que lo que sabemos es muy básico, pero quizás haya que empezar por ahí de todas formas porque creo que no todos tenemos los mismos conocimientos —expuso de forma simple.
Noel
El sueco rio ante el comentario de su cosechada.
—La verdad es que “merluzos” los describe bastante bien. En ocasiones, al menos —le dio la razón pensando en que a él también le había costado empezar a tragar al Consejo.
Lo cierto es que con tanto cambio las cosas eran muy diferentes y ya no opinaba igual después de haber tratado directamente con algunos de ellos, pero no creía que aquel fuese un buen tema de conversación en el que ahondar con unos neo transformados.
Horus… otra transformación que tampoco le sonaba. Leía a menudo acerca de varias posibilidades que la Luna podía sacar de cada uno, y aun así con cada nueva criba aparecían criaturas que jamás se había topado por casualidad en un libro. Estaba seguro de que ni siquiera estaban todas recopiladas, pues parecía haber tantas posibilidades como personas en el universo. De las pocas que había reconocido con seguridad, la de Maila, no pudo evitar que le hiciese pensar en Matt… Pero tampoco era el momento para eso. Y, de hecho, le hubiese gustado más preguntar acerca del dominio de la Cercana, porque tempestomante sonaba a un dominio increíble, pero todo eso iba a tener que esperar a otra ocasión, probablemente.
Una vez arriba se dirigió junto a sus amigos hacia el fondo de la sala, de manera que quedarían frente a los que iban a ser sus alumnos ese día. El fuego fatuo se encargó de preguntar por dónde empezar y Lethe respondió. Era bastante lógico que no estuviese muy segura ni de cómo responder a algo a priori tan sencillo.
—Supongo que todos conoceréis los hechizos que se pueden hacer incluso antes de ver la Luna. ¿O hay alguien que necesita ayuda con eso? No pasa nada si es el caso, eh —aseguró con un gesto—. De hecho, mi nivel y conocimiento no dan para tanto como el de aquí estos dos expertos, por lo que podría centrarme en ayudar a los que necesitéis empezar desde más abajo.
La horus estaba a punto de protestar y decir algo no muy bonito a su cosechador al ver que este bromeaba, pero pareció captar su mirada poco amistosa y enseguida se disculpó. Atendió a su explicación aun con el ceño fruncido y sin dejar de clavar su mirada en Noel. Permaneció unos segundos en silencio, pero finalmente, a regañadientes y muy a su pesar, tuvo que admitir que había lógica en lo que decía el mamífero emplumado.
—Pues entonces son unos merluzos por no permitirlo —comentó con un tono notablemente menos hostil—. Qué se le va a hacer: me tendré que conseguir una caña nueva en cuanto sea posible.
Eso último lo dijo en voz más baja, pues más bien mascullaba para sí misma. De todas formas era cierto que hasta que no pudiese permitirse viajar libremente de vuelta a Dryfus o algún otro lugar donde las aguas no apestasen tampoco le iba a servir de gran cosa.
Tuvo que apartar de su mente la nostalgia que le daba pensar en su antigua ocupación para centrarse en lo que habían ido a hacer allí. Todos se presentaron, por lo que le tocaba hacerlo a ella también.
—Yo soy Lethe… Horus.
Ella tampoco tenía ni idea de qué iban las transformaciones de los que iban a ser sus maestros ese día, pero desde luego que resultaban cuanto menos curiosas. Dio el nombre de su propia transformación sin pensar demasiado en ello. Todavía no había ni tenido tiempo de asimilar que pudiera encontrarse en el mismo peligro que Adam ni quería preocupar a nadie con ello, por lo que actuaba como si no fuese ningún problema decir el nombre de su transformación. De todas formas, de momento no tenía ningún motivo para desconfiar de contactos que habían llegado indirectamente a través de Kirés.
Había que reconocer que el lugar de estudio era impresionante: ella sí había visto aquella planta ya, pero muy de pasada.
—Yo sí he estado —respondió a Koval—. Varios de nosotros hemos venido alguna que otra vez, aunque no todos. Adam y yo practicamos magia curativa juntos desde hace un tiempo porque tenemos afinidad con esa rama… Supongo que lo que sabemos es muy básico, pero quizás haya que empezar por ahí de todas formas porque creo que no todos tenemos los mismos conocimientos —expuso de forma simple.
Noel
El sueco rio ante el comentario de su cosechada.
—La verdad es que “merluzos” los describe bastante bien. En ocasiones, al menos —le dio la razón pensando en que a él también le había costado empezar a tragar al Consejo.
Lo cierto es que con tanto cambio las cosas eran muy diferentes y ya no opinaba igual después de haber tratado directamente con algunos de ellos, pero no creía que aquel fuese un buen tema de conversación en el que ahondar con unos neo transformados.
Horus… otra transformación que tampoco le sonaba. Leía a menudo acerca de varias posibilidades que la Luna podía sacar de cada uno, y aun así con cada nueva criba aparecían criaturas que jamás se había topado por casualidad en un libro. Estaba seguro de que ni siquiera estaban todas recopiladas, pues parecía haber tantas posibilidades como personas en el universo. De las pocas que había reconocido con seguridad, la de Maila, no pudo evitar que le hiciese pensar en Matt… Pero tampoco era el momento para eso. Y, de hecho, le hubiese gustado más preguntar acerca del dominio de la Cercana, porque tempestomante sonaba a un dominio increíble, pero todo eso iba a tener que esperar a otra ocasión, probablemente.
Una vez arriba se dirigió junto a sus amigos hacia el fondo de la sala, de manera que quedarían frente a los que iban a ser sus alumnos ese día. El fuego fatuo se encargó de preguntar por dónde empezar y Lethe respondió. Era bastante lógico que no estuviese muy segura ni de cómo responder a algo a priori tan sencillo.
—Supongo que todos conoceréis los hechizos que se pueden hacer incluso antes de ver la Luna. ¿O hay alguien que necesita ayuda con eso? No pasa nada si es el caso, eh —aseguró con un gesto—. De hecho, mi nivel y conocimiento no dan para tanto como el de aquí estos dos expertos, por lo que podría centrarme en ayudar a los que necesitéis empezar desde más abajo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Doce
20/05/23, 04:03 am
El lenguaraz cogió hueco en una de las mesas a toda velocidad del palmeteo de sus pies y dejó su bolsa encima. Empezó a sacar libros y una libreta, incluso un cuaderno de dibujos, y material de escritura con colorines. Sus libretas estaban llenas de marcapáginas y adhesivos con notitas o referencias a un índice. Los demás hablaban y les estaba atendiendo aunque pareciera que no, pero solo levantó la cabeza cuando hablaron sobre la torre en la que se encontraban o sobre la energía superior directamente.
—¿La Torre Doce? Me paso la mayor parte del día aquí, me encanta este sitio. No podré hacer ni un cuarto de los hechizos que habrá aquí pero los voy a aprender y desmenuzarlos todos.
Había abierto la libreta por uno de los marcapáginas y si alguien se fijaba podría ver dibujos esquemáticos del hechizo de curación más básico que podían usar durante la cosecha, no solo ilustraciones de los gestos y palabras sino también de cómo se imaginaba la energía superior si apareciera coloreada en el aire. Preparó sus lápices y volvió a mirar al fuego fatuo y al resto de instructores.
—Yo sé poco, la verdad. Tengo ese y otros campos poco estudiados, me interesa más la teoría detrás de la energía superior. Al principio pensé que como no me meto en líos no debería hacerme falta, pero definitivamente sí que necesito conocimientos práctico de varias ramas de la magia. Los que son alcanzables para un cosechado los conozco y puedo realizar sin problemas, pero nada más a partir de ahí.
Había sido muy inocente los primeros días después de la transformación, acomodado en Serpentaria y viajando por el portal a la Torre Doce sin mayores problemas. La desaparición de tanta gente, sin embargo, le tenía muy preocupado y le había refrescado la memoria del miedo a la ciudad que habían pasado durante la cosecha, lo mucho que había hecho entonces para sobrevivir y lo poco que estaba haciendo desde la Luna por no ser un blanco fácil. No le daba vergüenza reconocerlo porque así podían deducir mejor qué nivel general tenían y qué enseñarles.
—¿La Torre Doce? Me paso la mayor parte del día aquí, me encanta este sitio. No podré hacer ni un cuarto de los hechizos que habrá aquí pero los voy a aprender y desmenuzarlos todos.
Había abierto la libreta por uno de los marcapáginas y si alguien se fijaba podría ver dibujos esquemáticos del hechizo de curación más básico que podían usar durante la cosecha, no solo ilustraciones de los gestos y palabras sino también de cómo se imaginaba la energía superior si apareciera coloreada en el aire. Preparó sus lápices y volvió a mirar al fuego fatuo y al resto de instructores.
—Yo sé poco, la verdad. Tengo ese y otros campos poco estudiados, me interesa más la teoría detrás de la energía superior. Al principio pensé que como no me meto en líos no debería hacerme falta, pero definitivamente sí que necesito conocimientos práctico de varias ramas de la magia. Los que son alcanzables para un cosechado los conozco y puedo realizar sin problemas, pero nada más a partir de ahí.
Había sido muy inocente los primeros días después de la transformación, acomodado en Serpentaria y viajando por el portal a la Torre Doce sin mayores problemas. La desaparición de tanta gente, sin embargo, le tenía muy preocupado y le había refrescado la memoria del miedo a la ciudad que habían pasado durante la cosecha, lo mucho que había hecho entonces para sobrevivir y lo poco que estaba haciendo desde la Luna por no ser un blanco fácil. No le daba vergüenza reconocerlo porque así podían deducir mejor qué nivel general tenían y qué enseñarles.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torre Doce
20/05/23, 08:04 pm
Fleur estaba nerviosa e algo incómoda todavía cuando comenzaron a reunir mesas como aula de trabajo. A la chica le sorprendía todavía el aspecto de lugar y el contraste que la personalidad del chico llamado Koval presentaba con sus características físicas. No podía parar de mirar su fuego crepitante y preguntarse si quemaba. Los fuegos fatuos eran... espíritus... ¿no? ¡Dios santo! ¿Acaso estaba muerto?
—Para mí si es la primera vez que vengo... —musitó, levantando la mano y sintiéndose algo estúpida por hacer el gesto de una colegiala torpe y tímida. La muchacha enrojeció y se sentó cerca de Pefka con una mueca de desconcierto que trataba de convertirse en una sonrisa. Desplegó el material que había recopilado días anteriores para recoger la información de ese día. Entre ellos estaban cuadernos, lápices y algún subrayador desgastado—. Yo... desconozco la mayoría de esta rama mágica —dijo, tras el hijo de lunas y mirando de manera más clara a Noel. Ya estaba al tanto de que Adam estudiaba por su cuenta pero se alegró de que Lethe también fuera una de las interesadas—. Pero me atrae mucho. En nuestra cosecha... estuve a punto de morir a manos de un lag... —la chica se paralizó, sin querer mirar al profesor que parecía todo un reptil, esperaba que no se hubiera ofendido—. El caso es... que gracias a mis amigos estoy con vida, y todo fue gracias a la magia curativa... así que me encantaría aprender sobre todo la que se usa en casos de emergencia, cuando no se dispone de tiempo para intentar nada más.
—Para mí si es la primera vez que vengo... —musitó, levantando la mano y sintiéndose algo estúpida por hacer el gesto de una colegiala torpe y tímida. La muchacha enrojeció y se sentó cerca de Pefka con una mueca de desconcierto que trataba de convertirse en una sonrisa. Desplegó el material que había recopilado días anteriores para recoger la información de ese día. Entre ellos estaban cuadernos, lápices y algún subrayador desgastado—. Yo... desconozco la mayoría de esta rama mágica —dijo, tras el hijo de lunas y mirando de manera más clara a Noel. Ya estaba al tanto de que Adam estudiaba por su cuenta pero se alegró de que Lethe también fuera una de las interesadas—. Pero me atrae mucho. En nuestra cosecha... estuve a punto de morir a manos de un lag... —la chica se paralizó, sin querer mirar al profesor que parecía todo un reptil, esperaba que no se hubiera ofendido—. El caso es... que gracias a mis amigos estoy con vida, y todo fue gracias a la magia curativa... así que me encantaría aprender sobre todo la que se usa en casos de emergencia, cuando no se dispone de tiempo para intentar nada más.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torre Doce
22/05/23, 11:01 pm
Maila, la chica hawaiana, se dirigió al ruso remarcando que él estaría muy emocionado por la clase y el chico se sonrojó un poco de la vergüenza, soltando una pequeña risa. Esa chica le caía muy bien y sabía que ella era el interés romántico de Fleur, desde luego era normal que la francesa se enamorase de una mujer tan simpática y bonita. Además, el dominio de su transformación se le hacía bello, danzando junto a las hojas de su novio.
El chico en llamas se presentó como Koval, un fuego fatuo. El nombre de la transformación hablaba por sí solo, fuego, pero la parte de fatuo no la entendía mucho el ruso. Su cultura general no llegaba a tanto y tenía curiosidad por sus habilidades y propiedades especiales.
—Si os soy sincero, yo nunca he venido aquí y es la primera vez que visito este sitio —Adam admitió con algo de cosa después de la respuesta de Pefka y Lethe, se sentía inexperto. A decir verdad no accedió a entrar con Lethe en una de esas veces que practicaron juntos magia curativa, por el terrible apuro de entrar por el portal y sin avisar a una torre que en su momento no conocía.
Fue junto con sus compañeros y profesores al fondo de la sala, desenfundando del estuche de cuero la libreta y un lápiz para ir tomando nota por si acaso.
—Como dice Lethe, he estado más que nada en contacto con magia curativa, puedo defenderme con mi afinidad —se explicó, intentando no ser muy redundante en comparación al resto de sus compañeros.
La explicación de Fleur le llamó poderosamente la atención. Omitió el “pequeño accidente” con su intento de vuelo, aún quería ocultarlo y Adam también fue una tumba con ello, mirando de reojo a Chromsa, recordando las últimas palabras de la francesa. Eso aparte, le parecieron unos motivos lógicos para aprender a curar con la magia después de lo del incidente del lagarto en el Torreón Sendar.
—En todo caso, sobre los hechizos que encontramos en el Torreón Silente puedo realizar la gran mayoría. Creo que no tendré problemas con aprender el resto —continuó—. Y tengo un nivel de magia normalillo con el resto de hechizos, no llego al nivel de un brujo como Maila y Foresta si eso os sirve —prefirió aclararlo, por si acaso esa información era importante y, de paso, intentando evitar todo lo posible mencionar que es un pegaso.
El chico en llamas se presentó como Koval, un fuego fatuo. El nombre de la transformación hablaba por sí solo, fuego, pero la parte de fatuo no la entendía mucho el ruso. Su cultura general no llegaba a tanto y tenía curiosidad por sus habilidades y propiedades especiales.
—Si os soy sincero, yo nunca he venido aquí y es la primera vez que visito este sitio —Adam admitió con algo de cosa después de la respuesta de Pefka y Lethe, se sentía inexperto. A decir verdad no accedió a entrar con Lethe en una de esas veces que practicaron juntos magia curativa, por el terrible apuro de entrar por el portal y sin avisar a una torre que en su momento no conocía.
Fue junto con sus compañeros y profesores al fondo de la sala, desenfundando del estuche de cuero la libreta y un lápiz para ir tomando nota por si acaso.
—Como dice Lethe, he estado más que nada en contacto con magia curativa, puedo defenderme con mi afinidad —se explicó, intentando no ser muy redundante en comparación al resto de sus compañeros.
La explicación de Fleur le llamó poderosamente la atención. Omitió el “pequeño accidente” con su intento de vuelo, aún quería ocultarlo y Adam también fue una tumba con ello, mirando de reojo a Chromsa, recordando las últimas palabras de la francesa. Eso aparte, le parecieron unos motivos lógicos para aprender a curar con la magia después de lo del incidente del lagarto en el Torreón Sendar.
—En todo caso, sobre los hechizos que encontramos en el Torreón Silente puedo realizar la gran mayoría. Creo que no tendré problemas con aprender el resto —continuó—. Y tengo un nivel de magia normalillo con el resto de hechizos, no llego al nivel de un brujo como Maila y Foresta si eso os sirve —prefirió aclararlo, por si acaso esa información era importante y, de paso, intentando evitar todo lo posible mencionar que es un pegaso.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torre Doce
23/05/23, 10:57 am
Mientras el ochrorio iba sacando los útiles para tomar apuntes, escuchó las preguntas de los veteranos y las respuestas de sus amigos. Después de Adam, Chromsa contestó a la primera duda de Koval: -He estado un par de veces estudiando antes, aunque creo que es la primera vez que estoy en esta planta- Técnicamente había estado gracias a los portales para llegar a Serpentaria (la verdad que eran muy convenientes), pero nunca el tiempo suficiente para saber bien que había allí.
No pasó por alto el comentario de Fleur, preocupándose al recordar aquello. En uno de los encuentros entre torreones durante la criba les contaron lo ocurrido y todavía se acordaba del sudor frío que sintió pensando que algo así podría pasar en Silente también. Gracias a la Acromía que solo hubo heridos y pudieron recuperarse.
Dejándose eso de lado, el brujo siguió respondiendo a los tres veteranos: -En mi caso sí, conozco todos los de antes. Aparte Adam me ha echado una mano y conozco unos cuantos más- lo miró por un breve momento con una sonrisa antes de seguir con ánimo - pero fuera de eso me queda mucho por aprender tanto de esta como el resto de ramas. Cualquier hechizo por el que empecemos estará bien.-
Las hojas y mariposas hoja seguían danzando algunas por la sala, intentando no ponerse delante del resto del grupo para no estorbarles durante la lección mientras que algunas se asentaron en la mesa que había elegido el fauno. Las que seguían en el aire se entrelazaban con la arena de Maila, desde hacía un tiempo le hacía gracia que sus dominios se "llevaran bien" La hawaiana le caía muy bien y que tuvieran la misma transformación les daba una conexión innata, o al menos es como lo veía Chromsa. -(Ahora que lo pienso, ¿habrá hablado Fleur con ella?)- se le pasó por la mente mientras divagaba.
No pasó por alto el comentario de Fleur, preocupándose al recordar aquello. En uno de los encuentros entre torreones durante la criba les contaron lo ocurrido y todavía se acordaba del sudor frío que sintió pensando que algo así podría pasar en Silente también. Gracias a la Acromía que solo hubo heridos y pudieron recuperarse.
Dejándose eso de lado, el brujo siguió respondiendo a los tres veteranos: -En mi caso sí, conozco todos los de antes. Aparte Adam me ha echado una mano y conozco unos cuantos más- lo miró por un breve momento con una sonrisa antes de seguir con ánimo - pero fuera de eso me queda mucho por aprender tanto de esta como el resto de ramas. Cualquier hechizo por el que empecemos estará bien.-
Las hojas y mariposas hoja seguían danzando algunas por la sala, intentando no ponerse delante del resto del grupo para no estorbarles durante la lección mientras que algunas se asentaron en la mesa que había elegido el fauno. Las que seguían en el aire se entrelazaban con la arena de Maila, desde hacía un tiempo le hacía gracia que sus dominios se "llevaran bien" La hawaiana le caía muy bien y que tuvieran la misma transformación les daba una conexión innata, o al menos es como lo veía Chromsa. -(Ahora que lo pienso, ¿habrá hablado Fleur con ella?)- se le pasó por la mente mientras divagaba.
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torre Doce
23/05/23, 05:22 pm
Los tres veteranos se presentaron con sus transformaciones, pero de todas ellas la que más le llamó la atención fue la del fuego fatuo. Estaba segura de que a su hermana Mana le habría encantado ver su luz. Pronto llegaron al aula elegida y la chica se sentó en una de las sillas, adelante sin llegar a estar en la primera fila. La arena seguía persiguiendo las mariposas de Chromsa de forma incansable y Maila le dedicaría al brujo una rápida sonrisa antes de volverse y empezar a sacar los libros que había llevado.
Ante la pregunta de Koval la chica alzó la vista para contestarle.
-También es mi primera vez aquí.- Contestó tras poner en la mesa uno de sus cuadernos.- Y no controlo mucho de hechizos curativos, así que me vendría bien la ayuda.- Le dijo expresamente a Noel, todavía incapaz de no sorprenderse con su tamaño y grandes alas.- Sobre todo me he estado centrando en hechizos de búsqueda...- Dijo sin poder evitar pensar en sus amigos desaparecidos con expresión distante. Durante un par de segundos todo el cuerpo de Maila se tensaría, para luego relajarse y volver al cauce de la conversación.- Y en controlar mi dominio, que bastante lata me estaba dando.- Terminó por decir algo más repuesta y con una breve sonrisa, queriendo decir cualquier tontería para dejar de pensar en aquel oscuro asunto.
Por otro lado se sentiría bastante incómoda con el comentario de Fleur sobre el incidente del lagarto, removiéndose un poco en su silla con la vista clavada en la madera de la mesa. Había sido toda una experiencia, y no de las buenas precisamente. Pero tenía razón, por cosas como aquellas hacían bien en asistir a esa clase.
Ante la pregunta de Koval la chica alzó la vista para contestarle.
-También es mi primera vez aquí.- Contestó tras poner en la mesa uno de sus cuadernos.- Y no controlo mucho de hechizos curativos, así que me vendría bien la ayuda.- Le dijo expresamente a Noel, todavía incapaz de no sorprenderse con su tamaño y grandes alas.- Sobre todo me he estado centrando en hechizos de búsqueda...- Dijo sin poder evitar pensar en sus amigos desaparecidos con expresión distante. Durante un par de segundos todo el cuerpo de Maila se tensaría, para luego relajarse y volver al cauce de la conversación.- Y en controlar mi dominio, que bastante lata me estaba dando.- Terminó por decir algo más repuesta y con una breve sonrisa, queriendo decir cualquier tontería para dejar de pensar en aquel oscuro asunto.
Por otro lado se sentiría bastante incómoda con el comentario de Fleur sobre el incidente del lagarto, removiéndose un poco en su silla con la vista clavada en la madera de la mesa. Había sido toda una experiencia, y no de las buenas precisamente. Pero tenía razón, por cosas como aquellas hacían bien en asistir a esa clase.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torre Doce
24/05/23, 06:37 pm
El goliat no fue muy locuaz, se limitó a asentir a las presentaciones y a sonreír levemente ante cada nuevo dato. Le gustó ver que, salvo una excepción, tenía todas las transformaciones de los alumnos a mano y ninguna parecía ser problemática para las clases. También había variedad de niveles, tanto de magia, en general, como de conocimiento respecto a la rama curativa, por lo que le daba cierto alivio que fueran tres para dar la clase. Hizo un gesto para quitarle peso al comentario de Noel y sonrió enseñando los colmillos, sin darse por aludido en absoluto por las palabras de Fleur sobre el ataque que sufrió.
—En otra ocasión podría ayudaros con los hechizos de búsqueda —le ofreció a la bruja de la arena—. Pero de momento, visto lo visto, sí que podríamos ir dividiéndonos en dos grupos, los que no tenéis tanta experiencia con Noel y el resto con nosotros dos —dijo, señalando al fuego fatuo. Sabía que Noel podía darles clase a todos sin problemas, pero el propio draco se había ofrecido a esa división y el asreniano no le quiso llevar la contraria.
Giz también había traído material de casa. Se acercó a una de las mesas vacías y sacó de su bolsa sin fondo varios apuntes de anatomía, así como el libro del cual los había extraído, por si alguien quería consultarlo en algún momento. Dejó un minuto para que se formaran los grupos antes de dirigirse de nuevo a los recién transformados.
—Bueno, ¿quién quiere ser el primero al que le rompamos los huesos para ensayar? —preguntó a modo de broma, para romper el hielo, mientras le tendía los apuntes a los de su grupo. Desafortunadamente, nada en su lenguaje corporal cooperaba con el sentido desenfadado que le quería dar a aquella pregunta.
A la bruja no le sorprendió ver lo rápido que se habían puesto las pilas algunos de sus compañeros, pero no era su caso en absoluto. Ulmara se había acomodado un poco en la tranquilidad que traía su nuevo estado de ciudadana de pleno derecho. Sí que había intentado aprender algún que otro hechizo, sobre todo los relacionados con la rama meteorológica para apoyar y controlar mejor su dominio, pero salvo eso estaba bastante verde al respecto. Había leído también que la brujería y la alquimia iban de la mano, pero le costaba verse mezclando sopas mágicas en tarritos de cristal…
—Yo voy contigo —le dijo al profesor emplumado—. Solo conozco el de curar rasguños, la verdad.
Ulmara agachó la cabeza con cierta culpa cuando Fleur y Maila mencionaron el ataque del lagarto y la desaparición de algunos compañeros. El primer incidente formaba ya parte del pasado y no se podía cambiar nada, pero el otro seguía latente y la tempestomante sabía que no se había esforzado lo suficiente por encontrarles. No había mirado los hechizos de búsqueda, no fue con ellos a hablar con dama Enigma… Sí que había participado activamente en las partidas para buscarles, pero una parte de ella, quizás inconscientemente y para preservar la entereza, ya los había dado por muertos.
Tras la intervención de Giz, Ulmara se levantó y se acercó al draco, que sería quien le daría clase, y soltó un bufido cuando escuchó de casualidad la pregunta del goliat a los del otro grupo.
—Pfff... Cómo me alegro de no estar ahí —se rio en voz baja, con cierto nerviosismo. No se le habría ocurrido pero, ¿tendrían que hacerse daño para poder aprender a curarlo? Tener tenía sentido, pero a la vez Ulmara prefería que hubiera una segunda opción más amable e indolora.
—En otra ocasión podría ayudaros con los hechizos de búsqueda —le ofreció a la bruja de la arena—. Pero de momento, visto lo visto, sí que podríamos ir dividiéndonos en dos grupos, los que no tenéis tanta experiencia con Noel y el resto con nosotros dos —dijo, señalando al fuego fatuo. Sabía que Noel podía darles clase a todos sin problemas, pero el propio draco se había ofrecido a esa división y el asreniano no le quiso llevar la contraria.
Giz también había traído material de casa. Se acercó a una de las mesas vacías y sacó de su bolsa sin fondo varios apuntes de anatomía, así como el libro del cual los había extraído, por si alguien quería consultarlo en algún momento. Dejó un minuto para que se formaran los grupos antes de dirigirse de nuevo a los recién transformados.
—Bueno, ¿quién quiere ser el primero al que le rompamos los huesos para ensayar? —preguntó a modo de broma, para romper el hielo, mientras le tendía los apuntes a los de su grupo. Desafortunadamente, nada en su lenguaje corporal cooperaba con el sentido desenfadado que le quería dar a aquella pregunta.
...
A la bruja no le sorprendió ver lo rápido que se habían puesto las pilas algunos de sus compañeros, pero no era su caso en absoluto. Ulmara se había acomodado un poco en la tranquilidad que traía su nuevo estado de ciudadana de pleno derecho. Sí que había intentado aprender algún que otro hechizo, sobre todo los relacionados con la rama meteorológica para apoyar y controlar mejor su dominio, pero salvo eso estaba bastante verde al respecto. Había leído también que la brujería y la alquimia iban de la mano, pero le costaba verse mezclando sopas mágicas en tarritos de cristal…
—Yo voy contigo —le dijo al profesor emplumado—. Solo conozco el de curar rasguños, la verdad.
Ulmara agachó la cabeza con cierta culpa cuando Fleur y Maila mencionaron el ataque del lagarto y la desaparición de algunos compañeros. El primer incidente formaba ya parte del pasado y no se podía cambiar nada, pero el otro seguía latente y la tempestomante sabía que no se había esforzado lo suficiente por encontrarles. No había mirado los hechizos de búsqueda, no fue con ellos a hablar con dama Enigma… Sí que había participado activamente en las partidas para buscarles, pero una parte de ella, quizás inconscientemente y para preservar la entereza, ya los había dado por muertos.
Tras la intervención de Giz, Ulmara se levantó y se acercó al draco, que sería quien le daría clase, y soltó un bufido cuando escuchó de casualidad la pregunta del goliat a los del otro grupo.
—Pfff... Cómo me alegro de no estar ahí —se rio en voz baja, con cierto nerviosismo. No se le habría ocurrido pero, ¿tendrían que hacerse daño para poder aprender a curarlo? Tener tenía sentido, pero a la vez Ulmara prefería que hubiera una segunda opción más amable e indolora.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torre Doce
25/05/23, 01:12 am
Gael escuchó las diferentes respuestas que le dieron mirando a unos y a otros. Había supuesto que todos conocerían la torre Doce, pero si había preguntado aquello era porque unos pocos habían subido las escaleras mirando alrededor con interés, y su observación había estado en lo cierto. De todas maneras solo era curiosidad, y la pregunta importante había sido la otra.
Atendió con interés a todo lo que dijeron. Sus capacidades mágicas no eran lo único importante para estudiar magia curativa, por ahora solo necesitaban preocuparse de la diferencia entre los conocimientos de base que traían. Pero era lógico; como había dicho la bruja de la arena, era pronto y aún estaban ocupados aprendiendo a controlar sus transformaciones como para avanzar en especializaciones. La historia que terminó por omitir la chica rubia fue la que más se le quedó grabada. Su comentario revivió memorias de su propia criba y le recordó una vez más que para aquellos chicos la experiencia aún estaba fresca. Esperaba no tocar ningún tema sensible por accidente.
—Lo que sugerís está bien, pero podemos turnarnos para ayudar a Noel —le dijo a Giz—. Parece que la ratio de alumnos por profesor va a ser mayor por su lado —añadió en broma.
Tras eso dividieron las mesas para alojar a los dos grupos y Gael extendió sus libros a la vista de todos. Al escuchar la broma de Giz soltó una carcajada, pero observó la reacción de los que se habían quedado en el grupo avanzado para ver si comentarios de ese estilo incomodaban o eran bien recibidos. Dependiendo de las reacciones que observara, probablemente se soltaría más o menos a lo largo de la sesión.
Los libros que había puesto de la mesa no trataban de hechizos, ni de runas, ni de alquimia. Habiendo pensado algo por las mismas líneas que Giz, se trajo un atlas anatómico Rocavarancolés –su joya de la corona– y un tratado sobre fisiología animal. Eran ejemplos excelentes para mostrarle a los que querían avanzar en aquella rama, porque era esencial que se hiciesen con gran variedad de libros así.
—Si don Lagartone me lo permite, antes de que siga intimidando a nadie, voy a tomar un momento la palabra —bromeó dirigiéndose a su amigo, y luego continuó mirando a los neotransformados de su grupo de forma intermitente—. Supongo que ya lo sabéis, pero lo que separa a una persona que solo puede curar rasguños o dar primeros auxilios de un curandero especializado es esto. —Posó la mano sobre los libros, solo brevemente para que pudiesen apreciar los títulos—. Estudiar hechizos y fórmulas alquímicas solo es una parte pequeña del conocimiento que necesitáis, la gran mayoría de las magias avanzados no se pueden ejecutar correctamente sin conocer la anatomía y fisiología de la criatura que estéis tratando… Que además es aún más complicado en Rocavarancolia por la cantidad de especies y transformaciones diferentes que se pueden dar. Creo que ambos podemos dar fe de que nunca dejas de aprender nada nuevo, ¿verdad? —se dirigió a Giz con una sonrisa.
»Los libros que hemos traído solo son un ejemplo, pero si queréis centraros en esta rama tenéis que reunir o tener localizados en las bibliotecas de la ciudad el mayor número de compendios de este estilo que podáis, para cubrir todas las especies posibles. Es imposible tener todo ese conocimiento en la cabeza, os lo aseguro —rio.
»¿Habéis estado estudiando cómo funciona el cuerpo o cómo es por dentro? ¿Diríais que sabéis más o menos el mapa de huesos y músculos de vuestra especie? —quiso saber. Antes de pasar a nada más, debían saber por dónde empezar.
Atendió con interés a todo lo que dijeron. Sus capacidades mágicas no eran lo único importante para estudiar magia curativa, por ahora solo necesitaban preocuparse de la diferencia entre los conocimientos de base que traían. Pero era lógico; como había dicho la bruja de la arena, era pronto y aún estaban ocupados aprendiendo a controlar sus transformaciones como para avanzar en especializaciones. La historia que terminó por omitir la chica rubia fue la que más se le quedó grabada. Su comentario revivió memorias de su propia criba y le recordó una vez más que para aquellos chicos la experiencia aún estaba fresca. Esperaba no tocar ningún tema sensible por accidente.
—Lo que sugerís está bien, pero podemos turnarnos para ayudar a Noel —le dijo a Giz—. Parece que la ratio de alumnos por profesor va a ser mayor por su lado —añadió en broma.
Tras eso dividieron las mesas para alojar a los dos grupos y Gael extendió sus libros a la vista de todos. Al escuchar la broma de Giz soltó una carcajada, pero observó la reacción de los que se habían quedado en el grupo avanzado para ver si comentarios de ese estilo incomodaban o eran bien recibidos. Dependiendo de las reacciones que observara, probablemente se soltaría más o menos a lo largo de la sesión.
Los libros que había puesto de la mesa no trataban de hechizos, ni de runas, ni de alquimia. Habiendo pensado algo por las mismas líneas que Giz, se trajo un atlas anatómico Rocavarancolés –su joya de la corona– y un tratado sobre fisiología animal. Eran ejemplos excelentes para mostrarle a los que querían avanzar en aquella rama, porque era esencial que se hiciesen con gran variedad de libros así.
—Si don Lagartone me lo permite, antes de que siga intimidando a nadie, voy a tomar un momento la palabra —bromeó dirigiéndose a su amigo, y luego continuó mirando a los neotransformados de su grupo de forma intermitente—. Supongo que ya lo sabéis, pero lo que separa a una persona que solo puede curar rasguños o dar primeros auxilios de un curandero especializado es esto. —Posó la mano sobre los libros, solo brevemente para que pudiesen apreciar los títulos—. Estudiar hechizos y fórmulas alquímicas solo es una parte pequeña del conocimiento que necesitáis, la gran mayoría de las magias avanzados no se pueden ejecutar correctamente sin conocer la anatomía y fisiología de la criatura que estéis tratando… Que además es aún más complicado en Rocavarancolia por la cantidad de especies y transformaciones diferentes que se pueden dar. Creo que ambos podemos dar fe de que nunca dejas de aprender nada nuevo, ¿verdad? —se dirigió a Giz con una sonrisa.
»Los libros que hemos traído solo son un ejemplo, pero si queréis centraros en esta rama tenéis que reunir o tener localizados en las bibliotecas de la ciudad el mayor número de compendios de este estilo que podáis, para cubrir todas las especies posibles. Es imposible tener todo ese conocimiento en la cabeza, os lo aseguro —rio.
»¿Habéis estado estudiando cómo funciona el cuerpo o cómo es por dentro? ¿Diríais que sabéis más o menos el mapa de huesos y músculos de vuestra especie? —quiso saber. Antes de pasar a nada más, debían saber por dónde empezar.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torre Doce
25/05/23, 02:40 pm
Lethe
Había dejado escapar un leve sonido que podía interpretarse como aprobación ante el comentario de su cosechador: empezaba a creer que tal vez el mamífero emplumado no era tan terrible como imaginaba, pero de momento tan solo le estaba dando el beneficio de la duda.
Todos sus compañeros fueron respondiendo a la pregunta que había hecho Koval y ante la sugerencia de Noel se fueron dividiendo en dos grupos. Ella se sentó cerca de Adam, Chromsa y Pefka para atender al fuego fatuo y a Giz. Este último suscitó su interés cuando mencionó que también podía ayudarles con hechizos de búsqueda y se aseguró de tomar nota mental de ello para preguntárselo al final de la clase. Lo que dijo a continuación, no obstante, le hizo arquear levemente una ceja, no estando segura de si lo decía en serio o no. De todas formas: ella estaba más que dispuesta a dejarse romper un brazo si era necesario, pero el humano intervino entonces y fue entonces cuando la clase dio comienzo verdaderamente.
Atendió con interés a todo lo que dijo, pues tenía mucho sentido. Por supuesto a aquellas alturas ella ya sabía que aprender anatomía era una parte importante de la magia curativa, pero ciertamente no había tenido mucho tiempo para emplearse tan a fondo, las preocupaciones lastrándole de forma continua su avance personal.
—Yo no mucho, la verdad —respondió a la pregunta que les había hecho directamente y se estiró para observar los libros con interés—. Soy consciente de la importancia de esta parte, pero todavía no he podido… centrarme mucho en ello. De todos modos, creo que prefiero conocer primero la anatomía de mis compañeros —los señaló—. Soy la única enderth y prefiero saber curar sus heridas antes que nada.
La horus pretendía que aquel comentario pasase como una simple cuestión práctica, no queriendo decir directamente que sus propios daños le importaban menos o probablemente sus compañeros se lo reprocharían. Siguió fijando su vista en el libro para evitar mirarlos directamente.
>>Oh, y quizás debería mencionar que poseo la habilidad de impedir que las heridas se curen —alzó la vista hacia Giz y Koval señalando sus propios ojos, dándose cuenta de pronto que dada la naturaleza de aquella clase probablemente ese era un dato relevante.
Noel
Todos fueron respondiendo y la historia de Fleur le hizo empatizar de inmediato: aunque para ellos estuviese lejana la criba, no habían dejado de sufrir una amenaza tras otra, cada cual peor que la anterior... No pudo evitar recordar cierto episodio que le dejó en coma durante una semana, y desde luego que aquella rama de la magia en la que se iban a centrar ese día era lo que había hecho que no solo hubiese salido con vida, si no también sin secuelas crónicas.
Parecía que se había metido él solito en un pequeño "problema" pues esperaba que su número de alumnos fuese menor que el de Gael y Giz, pero acabó con casi el mismo número de personas. Se acercó la bruja de la arena, la tempestomante y la chica rubia que no había dicho su transformación. Se fijó de pasada en que tenía algunas plumas en el rostro, pero no identificaba para nada a qué se correspondían. Dejó que Gael diese su explicación porque convenía que la escuchasen todo antes de dirigirse a las tres chicas.
—Bueno, pues de momento estáis atrapadas conmigo: el profesor más cutre de los tres —bromeó evitando que el tono sonase amenazante en absoluto: ya había sido más que consciente de que resultaba intimidante para varios—. A ver... erais... Fleur, Maila y Ulmara, ¿cierto? —creía haberse quedado con los nombres, pero realizar algo de conversación casual quizás les ayudase a no ponerse más nerviosas de lo necesario.
Aquel era uno de los motivos por los que evitaba cada vez más tratar con desconocidos: era demasiado consciente del efecto que tenía en la gente, ya fuera porque fuesen nuevos en la ciudad o porque sabían qué clase de criatura era.
—Yo no traje mi propio libro de anatomía, aunque a lo mejor el Capitán Lagartijo puede prestarnos el suyo —dijo mirando hacia Giz con una expresión divertida. El motivo por el que él también estudiaba a fondo la anatomía no se debía tanto a aprender a curar mejor las heridas, aunque también, y tuvo que contener una risa sarcástica—. Pero todo lo que ha dicho aquí la hoguera es lo más importante si se quiere aprender a curar de forma efectiva. De todas formas... para practicar los hechizos más sencillos podemos obviarlo un poco por el momento. Lo que sí tengo es un grimorio básico, porque aunque me los sé de memoria creo que va a ser más rápido que podáis consultarlos directamente en el libro.
Sacó el mencionado tomo de su bolsa sin fondo y encontró enseguida la página que buscaba, colocándolo abierto por ella delante de las chicas. A continuación, se arrancó sin contemplación una de las plumas de su antebrazo.
>>Esto es un arma —les explicó mostrándoles la pluma—. Puedo lanzarlas y, con la suficiente cantidad de ellas... bueno, hacer daño. No es que sean tan eficaces como una espada o algo parecido pero... —se clavó entonces la pluma en el brazo izquierdo y la deslizó con ahínco, creando un corte largo, aunque no demasiado profundo—. Cortan, como podéis ver —les mostró su brazo, del que empezaba a emanar algo de sangre—. ¿Quién quiere ser la primera en intentar cerrar esta herida? No os preocupéis si no sale a la primera: tener el cuerpo lleno de heridas es rutinario para mí —les explicó con una sonrisa jocosa.
Se estaba teniendo que contener mucho con el humor negro, y aun así no tenía claro cómo iban a reaccionar a su... demostración.
Había dejado escapar un leve sonido que podía interpretarse como aprobación ante el comentario de su cosechador: empezaba a creer que tal vez el mamífero emplumado no era tan terrible como imaginaba, pero de momento tan solo le estaba dando el beneficio de la duda.
Todos sus compañeros fueron respondiendo a la pregunta que había hecho Koval y ante la sugerencia de Noel se fueron dividiendo en dos grupos. Ella se sentó cerca de Adam, Chromsa y Pefka para atender al fuego fatuo y a Giz. Este último suscitó su interés cuando mencionó que también podía ayudarles con hechizos de búsqueda y se aseguró de tomar nota mental de ello para preguntárselo al final de la clase. Lo que dijo a continuación, no obstante, le hizo arquear levemente una ceja, no estando segura de si lo decía en serio o no. De todas formas: ella estaba más que dispuesta a dejarse romper un brazo si era necesario, pero el humano intervino entonces y fue entonces cuando la clase dio comienzo verdaderamente.
Atendió con interés a todo lo que dijo, pues tenía mucho sentido. Por supuesto a aquellas alturas ella ya sabía que aprender anatomía era una parte importante de la magia curativa, pero ciertamente no había tenido mucho tiempo para emplearse tan a fondo, las preocupaciones lastrándole de forma continua su avance personal.
—Yo no mucho, la verdad —respondió a la pregunta que les había hecho directamente y se estiró para observar los libros con interés—. Soy consciente de la importancia de esta parte, pero todavía no he podido… centrarme mucho en ello. De todos modos, creo que prefiero conocer primero la anatomía de mis compañeros —los señaló—. Soy la única enderth y prefiero saber curar sus heridas antes que nada.
La horus pretendía que aquel comentario pasase como una simple cuestión práctica, no queriendo decir directamente que sus propios daños le importaban menos o probablemente sus compañeros se lo reprocharían. Siguió fijando su vista en el libro para evitar mirarlos directamente.
>>Oh, y quizás debería mencionar que poseo la habilidad de impedir que las heridas se curen —alzó la vista hacia Giz y Koval señalando sus propios ojos, dándose cuenta de pronto que dada la naturaleza de aquella clase probablemente ese era un dato relevante.
Noel
Todos fueron respondiendo y la historia de Fleur le hizo empatizar de inmediato: aunque para ellos estuviese lejana la criba, no habían dejado de sufrir una amenaza tras otra, cada cual peor que la anterior... No pudo evitar recordar cierto episodio que le dejó en coma durante una semana, y desde luego que aquella rama de la magia en la que se iban a centrar ese día era lo que había hecho que no solo hubiese salido con vida, si no también sin secuelas crónicas.
Parecía que se había metido él solito en un pequeño "problema" pues esperaba que su número de alumnos fuese menor que el de Gael y Giz, pero acabó con casi el mismo número de personas. Se acercó la bruja de la arena, la tempestomante y la chica rubia que no había dicho su transformación. Se fijó de pasada en que tenía algunas plumas en el rostro, pero no identificaba para nada a qué se correspondían. Dejó que Gael diese su explicación porque convenía que la escuchasen todo antes de dirigirse a las tres chicas.
—Bueno, pues de momento estáis atrapadas conmigo: el profesor más cutre de los tres —bromeó evitando que el tono sonase amenazante en absoluto: ya había sido más que consciente de que resultaba intimidante para varios—. A ver... erais... Fleur, Maila y Ulmara, ¿cierto? —creía haberse quedado con los nombres, pero realizar algo de conversación casual quizás les ayudase a no ponerse más nerviosas de lo necesario.
Aquel era uno de los motivos por los que evitaba cada vez más tratar con desconocidos: era demasiado consciente del efecto que tenía en la gente, ya fuera porque fuesen nuevos en la ciudad o porque sabían qué clase de criatura era.
—Yo no traje mi propio libro de anatomía, aunque a lo mejor el Capitán Lagartijo puede prestarnos el suyo —dijo mirando hacia Giz con una expresión divertida. El motivo por el que él también estudiaba a fondo la anatomía no se debía tanto a aprender a curar mejor las heridas, aunque también, y tuvo que contener una risa sarcástica—. Pero todo lo que ha dicho aquí la hoguera es lo más importante si se quiere aprender a curar de forma efectiva. De todas formas... para practicar los hechizos más sencillos podemos obviarlo un poco por el momento. Lo que sí tengo es un grimorio básico, porque aunque me los sé de memoria creo que va a ser más rápido que podáis consultarlos directamente en el libro.
Sacó el mencionado tomo de su bolsa sin fondo y encontró enseguida la página que buscaba, colocándolo abierto por ella delante de las chicas. A continuación, se arrancó sin contemplación una de las plumas de su antebrazo.
>>Esto es un arma —les explicó mostrándoles la pluma—. Puedo lanzarlas y, con la suficiente cantidad de ellas... bueno, hacer daño. No es que sean tan eficaces como una espada o algo parecido pero... —se clavó entonces la pluma en el brazo izquierdo y la deslizó con ahínco, creando un corte largo, aunque no demasiado profundo—. Cortan, como podéis ver —les mostró su brazo, del que empezaba a emanar algo de sangre—. ¿Quién quiere ser la primera en intentar cerrar esta herida? No os preocupéis si no sale a la primera: tener el cuerpo lleno de heridas es rutinario para mí —les explicó con una sonrisa jocosa.
Se estaba teniendo que contener mucho con el humor negro, y aun así no tenía claro cómo iban a reaccionar a su... demostración.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torre Doce
26/05/23, 12:43 am
Al hijo de lunas le pareció bien la división. Movió sus cosas con magia para poder acercarse a sus instructores con rapidez. Luego, atendió a Koval y a su compañero... hasta que estuvo a punto de dar un bote en la silla. El suelo no se libró del palmeo sonoro de sus pies. Menos mal que el fuego fatuo se tomó la molestia de aclararlo, porque Pefka se había creído sin dudas lo que les había dicho Giz. Después, se rió, pero más por su propia reacción que por la broma. ¿Cómo, Lunas, se había creído algo así? ¿Y qué era eso de Don Lagartone? No se esperaba que esos tres estuvieran tirándose comentarios jocosos en mitad de una clase, pero le alegró el día. Lo "malo" era que le provocaban más risas.
—Perdón, perdón, me lo tomé al pie de la letra; me pilló desprevenido.
A continuación, Koval entró en materia. Se centró en el área de aplicación de los hechizos de curación, es decir, los cuerpos a sanar. Hizo hincapié en las características de cada especie, de cada criatura, y Pefka no tardó en seguirle el hilo. Tenía todo el sentido del mundo que hubiera que conocer la anatomía en lugar de esperar que la magia hiciera todo el trabajo.
—Por desgracia tan solo conozco por encima mi propia anatomía y la de mi especie. No la había investigado antes pero lo vi necesario después de recibir los dones de la Luna y sufrir esta metamorfosis para entender mejor mi nuevo cuerpo.
No le quitaba ojo de encima a los libros que les mostraban y pensó que debía hacerse con algunos similares de forma permanente o bien añadirlos a su compendio de notas. Iba a necesitar alguna forma de ordenar sus apuntes y libretas en su cuarto de Serpentaria urgentemente.
—Perdón, perdón, me lo tomé al pie de la letra; me pilló desprevenido.
A continuación, Koval entró en materia. Se centró en el área de aplicación de los hechizos de curación, es decir, los cuerpos a sanar. Hizo hincapié en las características de cada especie, de cada criatura, y Pefka no tardó en seguirle el hilo. Tenía todo el sentido del mundo que hubiera que conocer la anatomía en lugar de esperar que la magia hiciera todo el trabajo.
—Por desgracia tan solo conozco por encima mi propia anatomía y la de mi especie. No la había investigado antes pero lo vi necesario después de recibir los dones de la Luna y sufrir esta metamorfosis para entender mejor mi nuevo cuerpo.
No le quitaba ojo de encima a los libros que les mostraban y pensó que debía hacerse con algunos similares de forma permanente o bien añadirlos a su compendio de notas. Iba a necesitar alguna forma de ordenar sus apuntes y libretas en su cuarto de Serpentaria urgentemente.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Torre Doce
28/05/23, 01:34 pm
Los tres profesores se pusieron de acuerdo en querer separarlos en dos grupos, dependiendo de la experiencia que tenían en cuanto a hechizos y el conocimiento general. Adam, sin muchas dudas, fue al lado del fuego fatuo y Giz. Estuvo estudiando mucho desde que se mudó a la Torre Serpentaria y él mismo no se consideraba tanto un novato, aunque fuese modesto con ello.
La broma de Giz, sin embargo, sonó tan seria y decidida que Adam tuvo tonalidades blancas en el rostro—. Ehhh, ¿yo no? —dijo bajito, palideciendo aun más. El suspiro que soltó fue legendario al oír de Koval que, de hecho, todo era una novatada de parte del, ¿Don Lagartone? Ese mote, sin embargo, destensó el ambiente y Adam sonrió un poco, ahí los habían pillado aunque por su lado se podía creer cualquier cosa ya. También llevaba libros consigo, que dejó sobre la mesa y que, por lo que pudo ver, eran de anatomía.
Atendió a toda la explicación del fuego fatuo, sobre la anatomía extendida a la innumerable cantidad de transformaciones y especies de los individuos que conforman Rocavarancolia. Tenia todo el sentido del mundo, la magia no deja de ser solo un instrumento que en manos novatas no servirían realmente. Vio de reojo la explicación de Noel quién, en un despliegue de sangre fría, se cortó el brazo con una de sus plumas. Adam ignoraría eso, mucho.
—Yo por mi parte he estado estudiando mucho la estructura de un cuerpo humano, de la Tierra —se señaló a su propio cuerpo, por si acaso—. Me faltan bastantes cosas por aprender pero creo que puedo defenderme.
Comprendió bien el comentario de Lethe, sonriendo mucho al ver como ella priorizaba siempre a sus compañeros. Además, por lo que Pefka dijo, la verdad es que eran un grupo algo dispar y aprender solo la anatomía humana sintió que sería acaparar un poco, aunque el argumento de Lethe fuese bastante sólido.
La broma de Giz, sin embargo, sonó tan seria y decidida que Adam tuvo tonalidades blancas en el rostro—. Ehhh, ¿yo no? —dijo bajito, palideciendo aun más. El suspiro que soltó fue legendario al oír de Koval que, de hecho, todo era una novatada de parte del, ¿Don Lagartone? Ese mote, sin embargo, destensó el ambiente y Adam sonrió un poco, ahí los habían pillado aunque por su lado se podía creer cualquier cosa ya. También llevaba libros consigo, que dejó sobre la mesa y que, por lo que pudo ver, eran de anatomía.
Atendió a toda la explicación del fuego fatuo, sobre la anatomía extendida a la innumerable cantidad de transformaciones y especies de los individuos que conforman Rocavarancolia. Tenia todo el sentido del mundo, la magia no deja de ser solo un instrumento que en manos novatas no servirían realmente. Vio de reojo la explicación de Noel quién, en un despliegue de sangre fría, se cortó el brazo con una de sus plumas. Adam ignoraría eso, mucho.
—Yo por mi parte he estado estudiando mucho la estructura de un cuerpo humano, de la Tierra —se señaló a su propio cuerpo, por si acaso—. Me faltan bastantes cosas por aprender pero creo que puedo defenderme.
Comprendió bien el comentario de Lethe, sonriendo mucho al ver como ella priorizaba siempre a sus compañeros. Además, por lo que Pefka dijo, la verdad es que eran un grupo algo dispar y aprender solo la anatomía humana sintió que sería acaparar un poco, aunque el argumento de Lethe fuese bastante sólido.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carismaPersonajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Torre Doce
29/05/23, 01:58 pm
Estuvo de acuerdo con la idea de Giz de repartir la clase en dos grupos y se unió al grupo del goliat y el fuego fatuo sin dudarlo mucho. Puede que no se estuviera especializando como Adam o Lethe, pero algo de nivel tenía en aquella rama aunque fuera menor que la de sus amigos.
Al igual que al resto, no pilló la broma de su maestro y se puso algo tenso. Sí que para practicar en su momento habían tenido que hacer cortes y con los cristales cargadores al menos tenían algo de experiencia, pero no había caído en esa posibilidad hasta que la mencionó el chico lagarto. Miró preocupado a sus compañeros de grupo, temiendo que alguno se ofreciera inevitablemente a hacerse daño para avanzar la clase. Para alivio de los presentes, Koval aclaró que no iba en serio aquello. El ochrorio suspiró aliviado, y el mote tan curioso de Giz le devolvió la tranquilidad con una ligera sonrisilla por la ocurrencia.
Atendió con mucho interés a la explicación del fuego fatuo, asintiendo de vez en cuando. Con lo que le había contado el ruso de sus estudios, le había quedado claro que los conocimientos de anatomía eran indispensables si no querías que las curaciones acabaran mal y no hicieran efecto. -Creo que más o menos sí. Estuve investigando un poco cuando me transformé para ver las diferencias, pero tampoco diría que lo controlo al completo- respondió algo pensativo. Lo que había leído del tema, tanto por ese motivo como por curiosidad con los apuntes de medicina de su pareja, le resultaba más lioso que los hechizos. Lo bueno es que la mayoría del grupo se encontraba en un nivel parecido en ese tema, así que podrían aprender todos juntos a la vez. La consideración de Lethe le pareció bonita, siempre dispuesta a ayudar al resto. La miró un momento con una sonrisa agradable, aunque al estar mirando los libros el ochrorio no tenía claro si había recibido aquel silencioso gracias.
Para suerte del fauno, la explicación del otro grupo la escuchaba muy de fondo así que se salvó de ver como Noel se cortaba como si nada.
Al igual que al resto, no pilló la broma de su maestro y se puso algo tenso. Sí que para practicar en su momento habían tenido que hacer cortes y con los cristales cargadores al menos tenían algo de experiencia, pero no había caído en esa posibilidad hasta que la mencionó el chico lagarto. Miró preocupado a sus compañeros de grupo, temiendo que alguno se ofreciera inevitablemente a hacerse daño para avanzar la clase. Para alivio de los presentes, Koval aclaró que no iba en serio aquello. El ochrorio suspiró aliviado, y el mote tan curioso de Giz le devolvió la tranquilidad con una ligera sonrisilla por la ocurrencia.
Atendió con mucho interés a la explicación del fuego fatuo, asintiendo de vez en cuando. Con lo que le había contado el ruso de sus estudios, le había quedado claro que los conocimientos de anatomía eran indispensables si no querías que las curaciones acabaran mal y no hicieran efecto. -Creo que más o menos sí. Estuve investigando un poco cuando me transformé para ver las diferencias, pero tampoco diría que lo controlo al completo- respondió algo pensativo. Lo que había leído del tema, tanto por ese motivo como por curiosidad con los apuntes de medicina de su pareja, le resultaba más lioso que los hechizos. Lo bueno es que la mayoría del grupo se encontraba en un nivel parecido en ese tema, así que podrían aprender todos juntos a la vez. La consideración de Lethe le pareció bonita, siempre dispuesta a ayudar al resto. La miró un momento con una sonrisa agradable, aunque al estar mirando los libros el ochrorio no tenía claro si había recibido aquel silencioso gracias.
Para suerte del fauno, la explicación del otro grupo la escuchaba muy de fondo así que se salvó de ver como Noel se cortaba como si nada.
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