Torreón Maciel (Archivo VIII)
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Rocavarancolia Rol
Lumichen
LEC
alpeca
Léthe0
Leonart
Bellota
Alicia
Dal
Neith2
Aes
Naeryan
Lops
Jack
20 participantes
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Torreón Maciel (Archivo VIII)
15/02/16, 09:43 pm
Recuerdo del primer mensaje :
-Cuando los encontremos sabremos cuales de las opciones son la verdad. -Dijo encogiéndose de hombros. La única parte que esperaba que fuese así era la de otro suministro de agua.
-Te seguimos hermanito.
Y con sonrisa a Eriel se puso en camino con el resto mientras se terminaba su desayuno cuando Dafne le pidió un favorcillo. -Ah, sin problema, le hice bastantes a Bri y no es algo complicado, aunque te tendrás que conformar con algo sin muchos adornos me temo. -Le sonrió. -Cuando vuelva haremos uno cada uno de madera, a no ser que encuentre hueso por el camino o alguna forma de malear metal mejor que acercar mis manos a la hoguera. Nos vemos a la vuelta. -Se despidió.
Siguieron a su hermano un cacho y como este dijo acabaron encontrando casas en algo de mejor estado aunque ahí en medio no parecían mucho más seguras que las mazmorras. Des pues de ir mirando y hablando sobre algunas de ellas como posibles acabaron divisando algo apartado de las casas que parecía un mini fuerte. Se acercaron por curiosidad con cautela para ver que se trataba de un torreón azulado con una muralla y en medio de un foso.
-¿Es eso un nido de seres voladores hecho encima de un esqueleto de animal enorme en lo alto de la torre o me ha sentado mal el desayuno? -Se calló un momento mientras observaba la situación, aquel lugar le parecía sacado de las historias rocavarancolesas, no había ninguna construcción así en su mundo pero era lo más seguro que habían encontrado con bastante diferencia. -El puente esta bajado y parece que se puede cruzar... Diría por esas cuerdas que hay un sistema de poleas para elevarlo e impedir así el paso, si es así y aún funciona dudo que encontremos algo más seguro que esto. -Miró hacia las estirges. -No parece que quieran hacernos algo, pero cuidado con los bichos voladores. -Se dió cuenta de que podía haber ofendido a Sinceridad así que giró su cabeza hacia ella. -Sin ánimo de ofender. -No era la mejor manera del mundo de arreglar eso, pero era mejor que nada. -En fin, vamos allá, con precaución por favor. -Agudizó los sentidos y agarró su cuchillo. Esperaba no tener otra sorpresa como la de hace unos días, pero no se fiaba de su suerte.
-Cuando los encontremos sabremos cuales de las opciones son la verdad. -Dijo encogiéndose de hombros. La única parte que esperaba que fuese así era la de otro suministro de agua.
-Te seguimos hermanito.
Y con sonrisa a Eriel se puso en camino con el resto mientras se terminaba su desayuno cuando Dafne le pidió un favorcillo. -Ah, sin problema, le hice bastantes a Bri y no es algo complicado, aunque te tendrás que conformar con algo sin muchos adornos me temo. -Le sonrió. -Cuando vuelva haremos uno cada uno de madera, a no ser que encuentre hueso por el camino o alguna forma de malear metal mejor que acercar mis manos a la hoguera. Nos vemos a la vuelta. -Se despidió.
Siguieron a su hermano un cacho y como este dijo acabaron encontrando casas en algo de mejor estado aunque ahí en medio no parecían mucho más seguras que las mazmorras. Des pues de ir mirando y hablando sobre algunas de ellas como posibles acabaron divisando algo apartado de las casas que parecía un mini fuerte. Se acercaron por curiosidad con cautela para ver que se trataba de un torreón azulado con una muralla y en medio de un foso.
-¿Es eso un nido de seres voladores hecho encima de un esqueleto de animal enorme en lo alto de la torre o me ha sentado mal el desayuno? -Se calló un momento mientras observaba la situación, aquel lugar le parecía sacado de las historias rocavarancolesas, no había ninguna construcción así en su mundo pero era lo más seguro que habían encontrado con bastante diferencia. -El puente esta bajado y parece que se puede cruzar... Diría por esas cuerdas que hay un sistema de poleas para elevarlo e impedir así el paso, si es así y aún funciona dudo que encontremos algo más seguro que esto. -Miró hacia las estirges. -No parece que quieran hacernos algo, pero cuidado con los bichos voladores. -Se dió cuenta de que podía haber ofendido a Sinceridad así que giró su cabeza hacia ella. -Sin ánimo de ofender. -No era la mejor manera del mundo de arreglar eso, pero era mejor que nada. -En fin, vamos allá, con precaución por favor. -Agudizó los sentidos y agarró su cuchillo. Esperaba no tener otra sorpresa como la de hace unos días, pero no se fiaba de su suerte.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
16/12/16, 04:15 pm
Alguien sugirió llevar a los más ilesos arriba y así se hizo, sin perder él de vista a su hermano ni un segundo. Quiso desvestir él a su hermano, pero ya ni eso podía hacer. Y poco a poco la frustración rompía en un vacio con tintes de tristeza, dejando toda aquella ira de lado.
Se quedo arriba pensando un poco para él cuando Mónica y su hermano empezaron a hablar entre ellos, por lo que pronto sintió que sobraba ahí. Decidió dejarle espacio a su hermano para estar con ella.
-Está por abajo seguro, no te preocupes. -Se movió de su sitio y se dirigió a la puerta. -Os subiremos comida y os ayudaremos. -Le respondió a su hermano. -Vendré dentro de un rato a supervisar. -Y sin más se fue.
Mientras bajaba pensaba en lo raro que había sido oír a su hermano diciendo que quería volver a casa. ¿Debía tomarse aquello como una cosa preocupante? Le dio vueltas un segundo hasta llegar abajo. Allí estaban la mayoría. Se quedó parado un segundo sin saber que hacer así que se paró a escuchar de qué hablaban un momento mientras miraba la situación y caras de todos. Cerca de él se hallaba la nueva de comportamiento insoportable.
Se quedo arriba pensando un poco para él cuando Mónica y su hermano empezaron a hablar entre ellos, por lo que pronto sintió que sobraba ahí. Decidió dejarle espacio a su hermano para estar con ella.
-Está por abajo seguro, no te preocupes. -Se movió de su sitio y se dirigió a la puerta. -Os subiremos comida y os ayudaremos. -Le respondió a su hermano. -Vendré dentro de un rato a supervisar. -Y sin más se fue.
Mientras bajaba pensaba en lo raro que había sido oír a su hermano diciendo que quería volver a casa. ¿Debía tomarse aquello como una cosa preocupante? Le dio vueltas un segundo hasta llegar abajo. Allí estaban la mayoría. Se quedó parado un segundo sin saber que hacer así que se paró a escuchar de qué hablaban un momento mientras miraba la situación y caras de todos. Cerca de él se hallaba la nueva de comportamiento insoportable.
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
16/12/16, 04:45 pm
Mónica ignoró la pregunta de Cenizo acerca de su bolso, agitada, y negó con la cabeza cuando éste reflexionó acerca de la comida. Ella no tenía hambre, tenía sed. Comenzó a moverse haciendo caso omiso del dolor tratando de incorporarse, y al escuchar el comentario de Barael enseñó los dientes, frustrada. El nublino ni siquiera se quedó por ahí, simplemente se fue. La madrileña rechinó los dientes a medida que su enfado crecía. ¡Había pasado de ella!
—¡No te vayas! ¡No te atrevas a pasar de mí! ¡No sólo quiero saber si está o no por ahí, necesito —hizo hincapié en la palabra, hablando cada vez más y más alto y de forma más alterada mientras se sostenía con los codos trabajosamente al tiempo que trataba de desprenderse de las mantas sin mostrar su dolor— mi bolso!
Le había costado lo suyo, pero había conseguido sacar las piernas de las mantas. Puso los pies en el suelo mientras la cabeza le daba vueltas, pero no consiguió sostenerse. Estaba débil y volvió a caer sobre la cama con un gemido.
—¡No te vayas! ¡No te atrevas a pasar de mí! ¡No sólo quiero saber si está o no por ahí, necesito —hizo hincapié en la palabra, hablando cada vez más y más alto y de forma más alterada mientras se sostenía con los codos trabajosamente al tiempo que trataba de desprenderse de las mantas sin mostrar su dolor— mi bolso!
Le había costado lo suyo, pero había conseguido sacar las piernas de las mantas. Puso los pies en el suelo mientras la cabeza le daba vueltas, pero no consiguió sostenerse. Estaba débil y volvió a caer sobre la cama con un gemido.
- Los motes:
Por ahora aquí están los motes que Mónica ha ido poniendo a la gente, aún quedan algunos personajes por tener el suyo. (A ver si se le ocurren pronto, leches).
-Barael: Roño.
-Daerhien: Gominola.
-Dafne: Lerdafne.
-Eorlir: Picasso
-Eriel: Cenizo.
-Innadriel: ¿?
-Lorenzo: Íñigo Montoya.
-Nad: Zanahoria/Zana.
-Rádar: Mandón.
-Sakrilt: Krit.
-Siete: Tritón.
-Sinceridad: Doña Plumitas.
-Sox: Vampy.
-Fahran Xaorhalan: ¿Rapunzel?
-Tayron: T-fichas.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
16/12/16, 09:56 pm
La roquense trabajaba como si la mayoría de sus acciones no dependieran de ella, como si no fuera consciente de lo que hacía. Se había quedado abajo, con Rad, y o bien seguía las instrucciones o bien lo que recordaba de Tierra Bruja... Simplemente actuaba. Al menos lo peor parecía resuelto: tablones extraídos, heridas cosidas, heridas limpias... Necesitaba un buen baño. Y en medio de todo el caos, la nueva sin hacer nada. Les miraba. Tener a aquella nueva criatura allí en medio, observando sin tomar partido... No le gustaba. Vale que acababa de llegar y había ido a la fuente con Lorenzo y les había echado una mano pero una vez en el torreón, ¿qué? Y encima con esa mirada tan rara... Una cosa eran fanáticos "amables" y otra una especie de noble que le recordaba mucho a los altos cargos del Coro.
Se alejó un momento del brasero y Rad y se acercó. Si la otra reaccionaba mal, mejor no cruzar gritos en la planta.
—Oye, tú, nueva. Al menos podrías preguntar si puedes ayudar o hacer algo. Y si no puedes porque estás afectada por todo esto, dilo —<<O no estar aquí en medio sin hacer nada, para eso que se vaya a otra parte, que mira que el torreón es amplio>>
No muy lejos, de hecho más bien cerca que lejos, solo que inaccesible para ellos por estar sumergido en la roca, su congénere se llevó la mano a la cara, sin llegar a atravesarla. Conservaba gestos, pero había aprendido a no traspasar su "piel de fantasma" por no quedar patético. No se creía que se hubieran salvado y tenía dudas de que los heridos pasaran de esta. Pero si encima ahora esas dos discutían... <<Al menos no están cerca de... el patio>> Si había fantasmas que podían sufrir escalofríos, Tesón era de esos.
*un Yao Ming como una casa, sorry pero sacar ganas de rol = misión imposible que empeora cuando se te acumulan muchos posts xD*
Se alejó un momento del brasero y Rad y se acercó. Si la otra reaccionaba mal, mejor no cruzar gritos en la planta.
—Oye, tú, nueva. Al menos podrías preguntar si puedes ayudar o hacer algo. Y si no puedes porque estás afectada por todo esto, dilo —<<O no estar aquí en medio sin hacer nada, para eso que se vaya a otra parte, que mira que el torreón es amplio>>
No muy lejos, de hecho más bien cerca que lejos, solo que inaccesible para ellos por estar sumergido en la roca, su congénere se llevó la mano a la cara, sin llegar a atravesarla. Conservaba gestos, pero había aprendido a no traspasar su "piel de fantasma" por no quedar patético. No se creía que se hubieran salvado y tenía dudas de que los heridos pasaran de esta. Pero si encima ahora esas dos discutían... <<Al menos no están cerca de... el patio>> Si había fantasmas que podían sufrir escalofríos, Tesón era de esos.
*un Yao Ming como una casa, sorry pero sacar ganas de rol = misión imposible que empeora cuando se te acumulan muchos posts xD*
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
16/12/16, 10:56 pm
Siete hizo hueco a Inna cuando la oyó llegar.
- Las bebidas ya se han puesto a hervir- indicó con gestos lo que tenía ya organizado-. Las estaba dejando reposar un poco. Iba a preparar algo suave para el estómago, para todos, asi que no estoy echando ninguna especia. Estoy limpiando pescado para cocer, e iba acompañarlo con verduras. ¿puedes pelarlas y picarlas?
Arrastró hacia ella las verduras que había seleccionado y le alcanzó el cuchillo. Terminó de retirar con mano experta las espinas del pescado, y lo echó a hervir en una mezcla de agua y leche de umbra. Empezó a llenar tazas y vasos dispares de las infusiones calientes. Las había preparado con una de las hojas gruesas que olían fresco y especiado*, porque no las había notado duras para el estómago y pensó que darían buen sabor. Dio un sorbo para comprobar. Las acercó a los que estaban en el salón, con la taza extra para Rad y volvió para echar con Inna el resto de verduras al caldo. Lo miró hervir, removiendo de forma distraída hasta que estuvo tierno. Le hubiera indicado a la sinhadre de ser necesario que necesitaba cortes pequeños, que preparasen antes la comida. Se ayudaron a servir y repatir platos.
Barael había bajado y el trajín de gente, por una vez, agobiaba a Siete. Como se ofrecieron a alimentar a Rad, cargó el dos platos para Mónica y Eriel. Al resto de los de arriba les avisaría de que había más en la olla. Había un poco más de paz, y entre mantas y con ropa nueva, tapados, los heridos no despertaban los mismo recuerdos. Eran solo gente de la que cuidar.
- Traigo sopa de pescado y verduras- dijo. Era una suavidad apagada, tejida de matices que contaban que Siete estaba agotado y escondiendose. Apoyó los platos para ayudar a que se incorporarán en lo posible. Si mantenerse sentado les dolía, apilaría cojines para ellos. Alguien se ofreció a dar de comer a Monica, y se repartieron el cuidado de los heridos. Había un poco de miedo en la pregunta de Siete, cuando después de varias cucharadas cuidadosas, dijo:
- ¿Cómo os sentís?
*en la lista de provisiones de las cestas. Es parecido a un equivalente de menta.
- Las bebidas ya se han puesto a hervir- indicó con gestos lo que tenía ya organizado-. Las estaba dejando reposar un poco. Iba a preparar algo suave para el estómago, para todos, asi que no estoy echando ninguna especia. Estoy limpiando pescado para cocer, e iba acompañarlo con verduras. ¿puedes pelarlas y picarlas?
Arrastró hacia ella las verduras que había seleccionado y le alcanzó el cuchillo. Terminó de retirar con mano experta las espinas del pescado, y lo echó a hervir en una mezcla de agua y leche de umbra. Empezó a llenar tazas y vasos dispares de las infusiones calientes. Las había preparado con una de las hojas gruesas que olían fresco y especiado*, porque no las había notado duras para el estómago y pensó que darían buen sabor. Dio un sorbo para comprobar. Las acercó a los que estaban en el salón, con la taza extra para Rad y volvió para echar con Inna el resto de verduras al caldo. Lo miró hervir, removiendo de forma distraída hasta que estuvo tierno. Le hubiera indicado a la sinhadre de ser necesario que necesitaba cortes pequeños, que preparasen antes la comida. Se ayudaron a servir y repatir platos.
Barael había bajado y el trajín de gente, por una vez, agobiaba a Siete. Como se ofrecieron a alimentar a Rad, cargó el dos platos para Mónica y Eriel. Al resto de los de arriba les avisaría de que había más en la olla. Había un poco más de paz, y entre mantas y con ropa nueva, tapados, los heridos no despertaban los mismo recuerdos. Eran solo gente de la que cuidar.
- Traigo sopa de pescado y verduras- dijo. Era una suavidad apagada, tejida de matices que contaban que Siete estaba agotado y escondiendose. Apoyó los platos para ayudar a que se incorporarán en lo posible. Si mantenerse sentado les dolía, apilaría cojines para ellos. Alguien se ofreció a dar de comer a Monica, y se repartieron el cuidado de los heridos. Había un poco de miedo en la pregunta de Siete, cuando después de varias cucharadas cuidadosas, dijo:
- ¿Cómo os sentís?
*en la lista de provisiones de las cestas. Es parecido a un equivalente de menta.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
17/12/16, 03:08 pm
Ayudó a los que pudo lo mejor posible, con aire distraído siguió las instrucciones de Barael con el jabón y limpió las heridas de los peores sin ninguna muestra de asco por la sangre. No le producía arcadas, si bien era distinto ver tanta cantidad de sangre en la realidad que en las películas intentaba no pensar que en algunos casos el desangramiento era severo. Recordó que se pasaba horas viendo maratones de pelis sangrientas y que le gustaba las matanzas, nunca volvería a ver una peli de aquellas de la misma forma, cuando era su propia sangre o la de sus amigos la que se deslizaba por el suelo o manchaba las paredes, la cosa era distinta.
Se limpió la cara varias veces con el agua de la fuente, más que nada para despejarse y dejar de lado el sabor metálico de la sangre.
Algunos se fueron a pedir ayuda, y la ayuda vino en forma del español y nuevos, eso estaba bien, y lo agradeció porque decidió pasar a un segundo plano para descansar. De todas formas no se mantuvo lejos de nadie y tampoco se quedó parado pero le convenía que el resto hiciera la parte del trabajo más pesado. No mucho después decidieron regresar a Maciel, con una mentalidad muy diferente a cuando salieron, y con heridas muy profundas que no solo surcaban la piel.
Hasta ese mismo día se le iluminaba la cara con la idea de salir del torreón a explorar la ciudad, ahora se preguntaba quién tendría cojones de sacarle de Maciel. Sintió pulsaciones más rápidas en su corazón cuando su hogar empezó a perfilarse a lo lejos, se creía a salvo y sin darse cuenta aligeró el paso para no demorar su encuentro con la seguridad que le ofrecían los muros de piedra.
Dafne le recibió sin palabras, empezó a pensar que entre ellos sobraban para entenderse. Se dieron un largo abrazo y él la apretó con fuerza contra él. Ahora se daba cuenta de cuánto la necesitaba allí y de que no se imaginaba sin ella en la ciudad, porque en realidad era un viaje que habían emprendido juntos. Cuando se separó de la noruega la chica tenía lágrimas en los ojos.
-Ya está, está todo bien- le dijo con la voz temblorosa y alegrándose de que la muchacha se hubiera quedado- podría ser peor, mírame, aquí estoy- sus ojos verdes le invitaron a subir arriba y después de acomodar a Mónica y a Eriel arriba la siguió al cuarto de baño.
Esperaba que le preguntara por lo ocurrido pero no lo hizo, se dedicó a quitarle la camiseta y lavar sus heridas más aún con agua, a pesar de que Tayron ya le había avisado de que sus heridas estaban cerradas se hizo presente la tozudez de la muchacha, parecía que necesitaba alguna excusa para estar a su lado y eso lo tranquilizaba. Podría haber estado allí eternamente mientras la chica le pasaba con tranquilidad el agua por las cicatrices de los codos y él se revolvía por el cosquilleo.
-Gracias- y ella se quedó quieta sin entender, en realidad no sabía por qué lo había dicho pero sintió que tenía que decir algo- por aguantarme supongo- y se quedó callado. Ella se limitó a sonreír y no pasó mucho tiempo hasta que decidieron volver a ver el resto.
-Vamos Mónica, que el bolso no tiene patas- y lo puso al lado de ella tras encontrarlo no muy lejos de la habitación. Se sentó por alllí cerca nuevamente en silencio y con una sensación extraña, estaba contrariado, lo había pasado mal pero una parte de él agradecía no estabar bajo tierra aquel día. Ahora era tiempo de pararse a pensar y sobre todo recuperarse.
Llegó Siete y tanto Tayron como Dafne se ofrecieron a dar de comer a los heridos. El belga no pudo contenerse al ver al idrino apagado, aunque bueno, en realidad suponía que aquella actitud la tenían todos.
-Siete- le dijo con una mirada propia de entendimiento de aquellos que habían pasado por el anillo o simplemente decidieron salir- descansa, ya nos quedamos Dafne y yo, estoy más descansado- lo cierto es que era mentira y la noruega lo sabía, extrañamente le respaldó y no supo cómo pero antes de que se diera cuenta los dos tenían las manos cogidas. Tayron no se lo tomó como un acto de amor por ninguna parte, era afecto, necesitaban aferrarse a alguien, y se tenían el uno al otro, lo cierto es que esa situación sería violenta para él los primeros días, ahora sentía hormigueos en la barriga que tampoco le apetecía mostrar debido a lo ocurrido. Una parte de él quería estar bien y ser él de nuevo, pero igual ya no sería posible, o simplemente no quería serlo. Sí que tenía algo claro, nada iba a ser igual.
Se limpió la cara varias veces con el agua de la fuente, más que nada para despejarse y dejar de lado el sabor metálico de la sangre.
Algunos se fueron a pedir ayuda, y la ayuda vino en forma del español y nuevos, eso estaba bien, y lo agradeció porque decidió pasar a un segundo plano para descansar. De todas formas no se mantuvo lejos de nadie y tampoco se quedó parado pero le convenía que el resto hiciera la parte del trabajo más pesado. No mucho después decidieron regresar a Maciel, con una mentalidad muy diferente a cuando salieron, y con heridas muy profundas que no solo surcaban la piel.
Hasta ese mismo día se le iluminaba la cara con la idea de salir del torreón a explorar la ciudad, ahora se preguntaba quién tendría cojones de sacarle de Maciel. Sintió pulsaciones más rápidas en su corazón cuando su hogar empezó a perfilarse a lo lejos, se creía a salvo y sin darse cuenta aligeró el paso para no demorar su encuentro con la seguridad que le ofrecían los muros de piedra.
Dafne le recibió sin palabras, empezó a pensar que entre ellos sobraban para entenderse. Se dieron un largo abrazo y él la apretó con fuerza contra él. Ahora se daba cuenta de cuánto la necesitaba allí y de que no se imaginaba sin ella en la ciudad, porque en realidad era un viaje que habían emprendido juntos. Cuando se separó de la noruega la chica tenía lágrimas en los ojos.
-Ya está, está todo bien- le dijo con la voz temblorosa y alegrándose de que la muchacha se hubiera quedado- podría ser peor, mírame, aquí estoy- sus ojos verdes le invitaron a subir arriba y después de acomodar a Mónica y a Eriel arriba la siguió al cuarto de baño.
Esperaba que le preguntara por lo ocurrido pero no lo hizo, se dedicó a quitarle la camiseta y lavar sus heridas más aún con agua, a pesar de que Tayron ya le había avisado de que sus heridas estaban cerradas se hizo presente la tozudez de la muchacha, parecía que necesitaba alguna excusa para estar a su lado y eso lo tranquilizaba. Podría haber estado allí eternamente mientras la chica le pasaba con tranquilidad el agua por las cicatrices de los codos y él se revolvía por el cosquilleo.
-Gracias- y ella se quedó quieta sin entender, en realidad no sabía por qué lo había dicho pero sintió que tenía que decir algo- por aguantarme supongo- y se quedó callado. Ella se limitó a sonreír y no pasó mucho tiempo hasta que decidieron volver a ver el resto.
-Vamos Mónica, que el bolso no tiene patas- y lo puso al lado de ella tras encontrarlo no muy lejos de la habitación. Se sentó por alllí cerca nuevamente en silencio y con una sensación extraña, estaba contrariado, lo había pasado mal pero una parte de él agradecía no estabar bajo tierra aquel día. Ahora era tiempo de pararse a pensar y sobre todo recuperarse.
Llegó Siete y tanto Tayron como Dafne se ofrecieron a dar de comer a los heridos. El belga no pudo contenerse al ver al idrino apagado, aunque bueno, en realidad suponía que aquella actitud la tenían todos.
-Siete- le dijo con una mirada propia de entendimiento de aquellos que habían pasado por el anillo o simplemente decidieron salir- descansa, ya nos quedamos Dafne y yo, estoy más descansado- lo cierto es que era mentira y la noruega lo sabía, extrañamente le respaldó y no supo cómo pero antes de que se diera cuenta los dos tenían las manos cogidas. Tayron no se lo tomó como un acto de amor por ninguna parte, era afecto, necesitaban aferrarse a alguien, y se tenían el uno al otro, lo cierto es que esa situación sería violenta para él los primeros días, ahora sentía hormigueos en la barriga que tampoco le apetecía mostrar debido a lo ocurrido. Una parte de él quería estar bien y ser él de nuevo, pero igual ya no sería posible, o simplemente no quería serlo. Sí que tenía algo claro, nada iba a ser igual.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
17/12/16, 07:02 pm
El grito de la chica le taladró los oídos pero no se lo tuvo en cuenta, supuso que Mónica sólo quería tener cerca algo que fuese de su mundo y significase algo para ella. Tayron lo buscó y terminó encontrándolo.
-¿Ves? No estaba muy lejos - le dirigió una sonrisa agradecida a Tayron y luego descansó la cabeza sobre la almohada. Al poco rato apareció Siete con comida y el estómago de Eriel gruñó.
-¿Sinceramente? - le respondió al idrino.- Me siento un inútil, y hambriento, y me duele todo, y creo que me estoy quejando mucho. Siento todo esto - se disculpó pensando que quizá si hubiera tomado otras decisiones en ambas salidas no se encontrarían en esa situación y Nad aún estaría viva. El nublino se preguntó no por primera vez si alguna vez conseguiría dejar atrás lo de la pequeña humana. Una lágrima amenazaba con desprenderse de su ojo pero el chico intentó por todos los medios que no pasase. No quería ver cómo lo poco que le quedaba de orgullo se iba por el desagüe.
-¿Ves? No estaba muy lejos - le dirigió una sonrisa agradecida a Tayron y luego descansó la cabeza sobre la almohada. Al poco rato apareció Siete con comida y el estómago de Eriel gruñó.
-¿Sinceramente? - le respondió al idrino.- Me siento un inútil, y hambriento, y me duele todo, y creo que me estoy quejando mucho. Siento todo esto - se disculpó pensando que quizá si hubiera tomado otras decisiones en ambas salidas no se encontrarían en esa situación y Nad aún estaría viva. El nublino se preguntó no por primera vez si alguna vez conseguiría dejar atrás lo de la pequeña humana. Una lágrima amenazaba con desprenderse de su ojo pero el chico intentó por todos los medios que no pasase. No quería ver cómo lo poco que le quedaba de orgullo se iba por el desagüe.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Lumichen
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Síntomas :
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
17/12/16, 08:03 pm
Fahran había tenido suerte. No había tenido que esperar mucho hasta que la oportunidad perfecta se presentase ante ella.
La misma criatura-pájaro de antes había tenido la osadía de acercarsele, parloteando d como la pobre e inocente Flan no estaba ayudando a ninguno de estos mocosos inútiles.
-¿Perdona?-Fahran inmediatamente la cortó en canto pronunció sus ultimas palabras, su nariz arrugándose en desagrado total, mientras por otra parte mantenía una dulce y falsa sonrisa chapada en su rostro.
-¿Te puedo interrumpir un segundo, cariñito?-
Inclinándose hacia ella, seguia sonriendo.
-Perdona, tan solo que estoy aun muy chocada. ¿Sabes? De donde yo vengo, los pollos no hablan.-sus labios se pronunciaban fingiendo inocencia mientras su mirada vagaba a otro lado distraída, fingiendo también estar pensativa. -No, sin duda alguna, nunca habia visto algo tan raro.-
Mientras que hablaba sus manos gesturizaban tan insultantemente como lo hacia su cabello lavanda.
-Asi que, se un cielo y hazme un favor, ¿quieres? Cierra el pico y no hables de temas que no te conciernen, ¿de acuerdo?-
La misma criatura-pájaro de antes había tenido la osadía de acercarsele, parloteando d como la pobre e inocente Flan no estaba ayudando a ninguno de estos mocosos inútiles.
-¿Perdona?-Fahran inmediatamente la cortó en canto pronunció sus ultimas palabras, su nariz arrugándose en desagrado total, mientras por otra parte mantenía una dulce y falsa sonrisa chapada en su rostro.
-¿Te puedo interrumpir un segundo, cariñito?-
Inclinándose hacia ella, seguia sonriendo.
-Perdona, tan solo que estoy aun muy chocada. ¿Sabes? De donde yo vengo, los pollos no hablan.-sus labios se pronunciaban fingiendo inocencia mientras su mirada vagaba a otro lado distraída, fingiendo también estar pensativa. -No, sin duda alguna, nunca habia visto algo tan raro.-
Mientras que hablaba sus manos gesturizaban tan insultantemente como lo hacia su cabello lavanda.
-Asi que, se un cielo y hazme un favor, ¿quieres? Cierra el pico y no hables de temas que no te conciernen, ¿de acuerdo?-
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
17/12/16, 08:46 pm
Definitivamente, no le gustaba. Vio la sonrisa falsa al momento. Y sus palabras... ¿Cómo se atrevía a llamarla pollo? Se tuvo que contener para no darle un picotazo. De hecho, ignoró ese detalle, por si acaso. Ya tenía los nervios gastados como para aguantar una desplumada.
—¿Y por qué no te haces un favor a ti misma y eres un cielo y tan divina —sonrió, tan falsa como ella—y haces algo por colaborar? Porque este grupo me concierne más que a ti, ricura, que tuvimos que traerte aquí o ya estarías muerta. Muestra un poco de agradecimiento, al menos —le dijo imprimiendo a sus palabras todo el desagrado que pudo. La sonrisa se había evaporado hacía rato.
Si por la roquense fuera, se podría guardar sus palabras e irse. Suficientes problemas habían tenido y tenían ya. Ya les había costado llevarse más o menos bien para encima tener que aguantar esto ahora. <<Y aparece justo cuando estamos peor>>
—¿Y por qué no te haces un favor a ti misma y eres un cielo y tan divina —sonrió, tan falsa como ella—y haces algo por colaborar? Porque este grupo me concierne más que a ti, ricura, que tuvimos que traerte aquí o ya estarías muerta. Muestra un poco de agradecimiento, al menos —le dijo imprimiendo a sus palabras todo el desagrado que pudo. La sonrisa se había evaporado hacía rato.
Si por la roquense fuera, se podría guardar sus palabras e irse. Suficientes problemas habían tenido y tenían ya. Ya les había costado llevarse más o menos bien para encima tener que aguantar esto ahora. <<Y aparece justo cuando estamos peor>>
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
17/12/16, 11:17 pm
Eorlir sonrió al ver a Ina ponerse con el idrino en la cocina con ese brillo en los ojos que tanto le gustaba a él. Esperaba que ese rato de distracción en la cocina ayudara a su aurva a pasar aquel mal trago, que se pudiera calmar. También le alegraba mucho ver como poco a poco la sinhadre se abría al grupo, aunque notó una pequeña punzada de dolor al pasársele por la cabeza que uno de los malheridos podría morirse por pérdida de sangre. No tenía ni idea de lo que eso haría a la moral del grupo ni cómo se lo tomaría Ina, pero recordando lo de Nad, esperaba que no sucediera nada así. Más teniendo en cuenta que empezaba a preocuparse por el grupo en general.
Poco después bajó Barael. El estómago le dió un salto al fijarse en su mano desaparecida. Tardaría días en acostumbrarse a esa visión, pero no quería ni pensar en lo que debía estar pasando el nublino. Pensó en todas las acciones que requerían el uso de ambas manos y que su compañero estaba imposibilitado de hacer correctamente, y notó un sudor frío al caer en la cuenta de que eso le impediría pintar bien. Perder la mano izquierda sería menos problemático, ya que era su mano torpe, pero aún así le costaría bastante acostumbrarse a usar sólo una mano. Negó con la cabeza, espantando esos recuerdos, pero no pudo quitarse de encima la sensación de sudor frío.
Miró de reojo a Sinceridad cuando se apartó y cruzó unas palabras con Fahran, la nueva. Se quedó algo pálido: sabiendo la primera impresión que se llevó de ella, eso no iba a terminar bien. Y en efecto, por las expresiones y por los retazos de la conversación que había oído, no había sido una charla amigable. Maldijo por lo bajo. Ya contaba con que eso sucedería. Inconscientemente se preguntó cuanto tardaría el grupo en enfrentarse a ella y, si su conducta no se calmaba, en echarla. Se acercó un poco a ellas, sin saber muy bien qué decir para no empeorar la situación.
-Mirad... -suspiró, hablando lo más educadamente que pudo-. Entiendo que ahora estemos todos muy alterados. Sin duda ha sido un día largo, y nuestros nervios se encuentran crispados. Pero tenemos una tarea importante ahora... Tenemos compañeros heridos, no debemos reñir entre nosotros... -se dirigió a Fahran esta vez, volviendo a hablar como en las reuniones sociales de nobles de Sinhdro-. Señorita Fahran. Quizás no sabe qué sucede en este lugar, puesto que es recién llegada, pero le aseguro que no es nada bueno. Hará un tiempo sufrimos... -titubeó y habló en susurros para que nadie más pudiera oírles-. ...una terrible pérdida. Una compañera. Pequeña. Sigue siendo demasiado doloroso recordarlo. -gruñó un poco, quizás dejando que le brillaran un poco los ojos para que la otra captara su dolor. Le costaba actuar así, nunca le había gustado, pero no quería tener una discusión en el torreón con tres personas gravemente heridas y con Sox intentando estudiar lo que bien podía ser su única oportunidad de salir enteros de allí-. Y hoy, explorando este lugar (porque nadie del grupo pertenece aquí, todos venimos de lugares diferentes y lejanos), casi perdemos a más compañeros, no sólo a los que hemos traído aquí. No hay otro lugar más seguro en toda la ciudad, a menos que cuente las sucias mazmorras dónde despertamos, y coincidirá que nos conviene a usted, a mí y al resto evitar discusiones en el único edificio en el que nos es posible relajarnos... -agachó algo la cabeza-. Además, agradeceríamos su ayuda. Creo que lo mejor para todos es que colaboremos para mantenernos vivos. Al menos hasta que descubramos cómo volver a nuestros hogares... -miró a la ulterana, rezando por dentro haber conseguido atajar la discusión, al menos momentáneamente.
Cuando volvió con los heridos, se aseguró de que Sinceridad le viera componer una expresión de profundo desagrado que borró rápidamente para que le quedara patente que Fahran no le había causado una mejor impresión que a la roquense, procurando que la ulterana no se diera cuenta. Sí, quería que todos se soportaran, aunque fuera sólo mínimamente, para evitar peleas internas que podrían mermar su capacidad de salir con vida de aquello, pero no era tan estúpido como para dejar que el resto le considerara un noble sin cerebro. Entre susurros rápidos, intentó calmar a la roquense, explicándole que, si bien no había empezado nadie con buen pie con la nueva, bien podía ser que otro par de manos les fueran de utilidad en un futuro. Y, de todos modos, pensó, si la ulterana se iba por su cuenta, se habían apañado bien hasta el momento sin ella desde que sucedió lo de Nad, al ir todos más alerta que antes. Hasta ese mismo día tan desastroso había ido mejor que la otra vez, como le había dicho Sox. Y podría mejorar más en los siguientes días si el carabés daba con la forma de hacer funcionar el anillo.
Poco después bajó Barael. El estómago le dió un salto al fijarse en su mano desaparecida. Tardaría días en acostumbrarse a esa visión, pero no quería ni pensar en lo que debía estar pasando el nublino. Pensó en todas las acciones que requerían el uso de ambas manos y que su compañero estaba imposibilitado de hacer correctamente, y notó un sudor frío al caer en la cuenta de que eso le impediría pintar bien. Perder la mano izquierda sería menos problemático, ya que era su mano torpe, pero aún así le costaría bastante acostumbrarse a usar sólo una mano. Negó con la cabeza, espantando esos recuerdos, pero no pudo quitarse de encima la sensación de sudor frío.
Miró de reojo a Sinceridad cuando se apartó y cruzó unas palabras con Fahran, la nueva. Se quedó algo pálido: sabiendo la primera impresión que se llevó de ella, eso no iba a terminar bien. Y en efecto, por las expresiones y por los retazos de la conversación que había oído, no había sido una charla amigable. Maldijo por lo bajo. Ya contaba con que eso sucedería. Inconscientemente se preguntó cuanto tardaría el grupo en enfrentarse a ella y, si su conducta no se calmaba, en echarla. Se acercó un poco a ellas, sin saber muy bien qué decir para no empeorar la situación.
-Mirad... -suspiró, hablando lo más educadamente que pudo-. Entiendo que ahora estemos todos muy alterados. Sin duda ha sido un día largo, y nuestros nervios se encuentran crispados. Pero tenemos una tarea importante ahora... Tenemos compañeros heridos, no debemos reñir entre nosotros... -se dirigió a Fahran esta vez, volviendo a hablar como en las reuniones sociales de nobles de Sinhdro-. Señorita Fahran. Quizás no sabe qué sucede en este lugar, puesto que es recién llegada, pero le aseguro que no es nada bueno. Hará un tiempo sufrimos... -titubeó y habló en susurros para que nadie más pudiera oírles-. ...una terrible pérdida. Una compañera. Pequeña. Sigue siendo demasiado doloroso recordarlo. -gruñó un poco, quizás dejando que le brillaran un poco los ojos para que la otra captara su dolor. Le costaba actuar así, nunca le había gustado, pero no quería tener una discusión en el torreón con tres personas gravemente heridas y con Sox intentando estudiar lo que bien podía ser su única oportunidad de salir enteros de allí-. Y hoy, explorando este lugar (porque nadie del grupo pertenece aquí, todos venimos de lugares diferentes y lejanos), casi perdemos a más compañeros, no sólo a los que hemos traído aquí. No hay otro lugar más seguro en toda la ciudad, a menos que cuente las sucias mazmorras dónde despertamos, y coincidirá que nos conviene a usted, a mí y al resto evitar discusiones en el único edificio en el que nos es posible relajarnos... -agachó algo la cabeza-. Además, agradeceríamos su ayuda. Creo que lo mejor para todos es que colaboremos para mantenernos vivos. Al menos hasta que descubramos cómo volver a nuestros hogares... -miró a la ulterana, rezando por dentro haber conseguido atajar la discusión, al menos momentáneamente.
Cuando volvió con los heridos, se aseguró de que Sinceridad le viera componer una expresión de profundo desagrado que borró rápidamente para que le quedara patente que Fahran no le había causado una mejor impresión que a la roquense, procurando que la ulterana no se diera cuenta. Sí, quería que todos se soportaran, aunque fuera sólo mínimamente, para evitar peleas internas que podrían mermar su capacidad de salir con vida de aquello, pero no era tan estúpido como para dejar que el resto le considerara un noble sin cerebro. Entre susurros rápidos, intentó calmar a la roquense, explicándole que, si bien no había empezado nadie con buen pie con la nueva, bien podía ser que otro par de manos les fueran de utilidad en un futuro. Y, de todos modos, pensó, si la ulterana se iba por su cuenta, se habían apañado bien hasta el momento sin ella desde que sucedió lo de Nad, al ir todos más alerta que antes. Hasta ese mismo día tan desastroso había ido mejor que la otra vez, como le había dicho Sox. Y podría mejorar más en los siguientes días si el carabés daba con la forma de hacer funcionar el anillo.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
18/12/16, 01:17 am
—Eso es —asintió ante la pregunta del sinhadre, para confirmarle que lo había cogido bien. Hizo un sonido de conformidad ante su propuesta; poder hacer pruebas era otra ventaja de haber subido. Tocó a Rádar con la gema del anillo y luego con el engarce para ser escrupuloso: ni en una ni otra ocasión sucedió nada. Sox frunció el ceño, contrariado. ¿Y si la magia de Rocavarancolia utilizaba otro tipo de energía? Sus capacidades en Carabás no tenían por qué significar nada allí, entonces.
No. Era más sencillo que se tratase de un cargador. A Barael había dejado de funcionarle de golpe, además. Tenía que ser un problema energético.
El trajín de gente por las escaleras fue dejando poco a poco de ser rápido y furtivo hasta convertirse de nuevo en el rumor rítmico habitual; el que indicaba gente desplazándose más que prisa por llevar y traer ayuda a los heridos. Ahora había un buen puñado de gente abajo, y Sox supuso que era un buen momento tan bueno como cualquier otro para reclamar la bañera para sí. Guardó de nuevo el anillo en su riñonera, pero dejó los apuntes doblados con limpieza sobre la mesa, con peso encima para que no volaran con facilidad.
Cargó los cubos de agua con la mano buena, molesto con la forma aparatosa en la que se vio obligado a hacer palanca con la cuerda para llenarlos. Aquella vez ni siquiera se molestó por no poder calentarlos con Siete ocupando el fuego de la cocina. Tardaría mucho, y sólo era capaz de pensar en quitarse los restos de aquella tarde de encima cuanto antes. Cuando terminó de subir el agua ató la venda que el idrino le había puesto en el picaporte, para que la gente supiera que estaba ocupado, y se encerró dentro.
El agua fría le sentó bien, como si limpiara mejor así. Se lavó a conciencia, y aprovechó para que el baño arrastrara las astillas y trozos de cristal más pequeños que aún persistían. El recuento de daños podría haber sido bastante peor, y Sox procuró no recrearse en las molestias.
Había previsto que el pelo mojado tardaría un rato en secarse, y junto al resto de recambios de ropa había traído consigo un jersey grueso al que cambiarse. Había días de un frío de mil demonios en aquella ciudad donde la magia no controlaba el clima, y a veces le costaba predecir cómo salir bien preparado cuando no había una previsión del tiempo a la que consultar por las mañanas. Se acogió al calor con avidez.
A continuación evaluó los daños en la ropa que había estado llevando puesta. A la mierda; los pantalones los lavaría y los seguiría usando así, con rotos. Quitándoles la mugre de la caída quedarían casi como algo que usase de diario. La sudadera sí que perdía propósito con tanto desgarre, y si intentaba coserle todos esos agujeros terminaría pareciendo un saco más que otra cosa. Ya vería qué haría con ella. La lavó también de todos modos, con intención de llevárselo todo afuera para que secase.
No. Era más sencillo que se tratase de un cargador. A Barael había dejado de funcionarle de golpe, además. Tenía que ser un problema energético.
El trajín de gente por las escaleras fue dejando poco a poco de ser rápido y furtivo hasta convertirse de nuevo en el rumor rítmico habitual; el que indicaba gente desplazándose más que prisa por llevar y traer ayuda a los heridos. Ahora había un buen puñado de gente abajo, y Sox supuso que era un buen momento tan bueno como cualquier otro para reclamar la bañera para sí. Guardó de nuevo el anillo en su riñonera, pero dejó los apuntes doblados con limpieza sobre la mesa, con peso encima para que no volaran con facilidad.
Cargó los cubos de agua con la mano buena, molesto con la forma aparatosa en la que se vio obligado a hacer palanca con la cuerda para llenarlos. Aquella vez ni siquiera se molestó por no poder calentarlos con Siete ocupando el fuego de la cocina. Tardaría mucho, y sólo era capaz de pensar en quitarse los restos de aquella tarde de encima cuanto antes. Cuando terminó de subir el agua ató la venda que el idrino le había puesto en el picaporte, para que la gente supiera que estaba ocupado, y se encerró dentro.
El agua fría le sentó bien, como si limpiara mejor así. Se lavó a conciencia, y aprovechó para que el baño arrastrara las astillas y trozos de cristal más pequeños que aún persistían. El recuento de daños podría haber sido bastante peor, y Sox procuró no recrearse en las molestias.
Había previsto que el pelo mojado tardaría un rato en secarse, y junto al resto de recambios de ropa había traído consigo un jersey grueso al que cambiarse. Había días de un frío de mil demonios en aquella ciudad donde la magia no controlaba el clima, y a veces le costaba predecir cómo salir bien preparado cuando no había una previsión del tiempo a la que consultar por las mañanas. Se acogió al calor con avidez.
A continuación evaluó los daños en la ropa que había estado llevando puesta. A la mierda; los pantalones los lavaría y los seguiría usando así, con rotos. Quitándoles la mugre de la caída quedarían casi como algo que usase de diario. La sudadera sí que perdía propósito con tanto desgarre, y si intentaba coserle todos esos agujeros terminaría pareciendo un saco más que otra cosa. Ya vería qué haría con ella. La lavó también de todos modos, con intención de llevárselo todo afuera para que secase.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Lumichen
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Síntomas :
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
19/12/16, 06:07 pm
La joven sonreia divertida. No pasaba a menudo qe alguien tratara de imitarla. Ocurria incluso menos cuando lo hacían tan mal como aquello.
-Hah.-dijo secamente, su lengua rozando la parte de atras de sus dientes mientras siseaba las palabras a a traves de ellos.
-Me caes bien pollo.-Fahran añadió despues, todavia sonriendo de lado a lado, aparentemente poco sorprendida por las palabras ácidas de la chica.
-Me estaba preguntando cuando iba a encontrar algo de diversión por aquí. Afortunadamente, parece ser que eres lo bastante cómica para entretenerme.-
De pronto, se giró y se encontró de cara con el desesperado pusilánime a su lado.
-Hm? Juraria haber eschchado algo...-
Inmediatamente, la sonrisa de sus labios se desvaneció, para despeus tomar aire por la nariz, examinandole durante unos segundos.
-Oh.-dijo entonces.-Tan solo eras tu...-
Tirando del guante blanco de su mano para ajustarlo, estuvo un rato hasta estar satisfecha para despeus darle un toque con fuerza en el pecho del chico usando su dedo índice con malicia.
-Vamos a tener las cosas claras.-declaró alzando la voz. Por supuesto, todos deberían oírlo.-No me importais ninguno de vosotros. Os podeis morir y no me importará.-
La sonrisa dulce pastelosa que era tan característica en ella volvió a sus labios.
-Sin embargo, supongamos, por hacerlo entretenido, que os acompaño en este juegecito de acampada que os traéis. Decidme, cielines, ¿que queréis que haga? ¿Queréis que me pasee por aquí, sacudir mi dedito y curaros todas las pupas? Vengaaa, decidle a Flan qe gran parte pede interpretar para salvar algo a lo que no le queda esperanza alguna.-
Miró a un lado, negó con la cabeza, casi de un modo infantil.
-Lo que sea que haya causado las heridas de tus amigos, ¿crees de veras que lo que haga yo vaya a ayudarles? Seria prolongar innecesariamente su sufrimiento ¿no?-
-Hah.-dijo secamente, su lengua rozando la parte de atras de sus dientes mientras siseaba las palabras a a traves de ellos.
-Me caes bien pollo.-Fahran añadió despues, todavia sonriendo de lado a lado, aparentemente poco sorprendida por las palabras ácidas de la chica.
-Me estaba preguntando cuando iba a encontrar algo de diversión por aquí. Afortunadamente, parece ser que eres lo bastante cómica para entretenerme.-
De pronto, se giró y se encontró de cara con el desesperado pusilánime a su lado.
-Hm? Juraria haber eschchado algo...-
Inmediatamente, la sonrisa de sus labios se desvaneció, para despeus tomar aire por la nariz, examinandole durante unos segundos.
-Oh.-dijo entonces.-Tan solo eras tu...-
Tirando del guante blanco de su mano para ajustarlo, estuvo un rato hasta estar satisfecha para despeus darle un toque con fuerza en el pecho del chico usando su dedo índice con malicia.
-Vamos a tener las cosas claras.-declaró alzando la voz. Por supuesto, todos deberían oírlo.-No me importais ninguno de vosotros. Os podeis morir y no me importará.-
La sonrisa dulce pastelosa que era tan característica en ella volvió a sus labios.
-Sin embargo, supongamos, por hacerlo entretenido, que os acompaño en este juegecito de acampada que os traéis. Decidme, cielines, ¿que queréis que haga? ¿Queréis que me pasee por aquí, sacudir mi dedito y curaros todas las pupas? Vengaaa, decidle a Flan qe gran parte pede interpretar para salvar algo a lo que no le queda esperanza alguna.-
Miró a un lado, negó con la cabeza, casi de un modo infantil.
-Lo que sea que haya causado las heridas de tus amigos, ¿crees de veras que lo que haga yo vaya a ayudarles? Seria prolongar innecesariamente su sufrimiento ¿no?-
- Bellota
Ficha de cosechado
Nombre: Mónica Gutiérrez.
Especie: Humana (Española, madrileña de las afueras).
Habilidades: Espontaneidad, automotivación, imaginación.
Personajes : ● Mónica: Bruja de los espejos. Terrícola.
Heridas/enfermedades : ● Mónica: Pequeñas cicatrices por el cuerpo.
Manos heridas, chichón en la cabeza.
Armas : ●Mónica: Bolsito de pompones rosa multiusos.
Cuchillo del pan.
Espejos.
Status : «En busca de 12.: el romance».
Humor : No.
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
19/12/16, 08:06 pm
Por suerte T-Fichas no andaba muy lejos y le tendió su bolso con palabras calmadas. Mónica se aferró a él sonriendo algo avergonzada y trató de reptar debajo de las mantas otra vez sin hacerse demasiado daño en las heridas palpitantes; apartándose el pelo, todavía algo apelmazado con sangre, sudor y polvo, de la cara con una mueca de asco. En cuanto se encontró de nuevo tapada abrió su inseparable accesorio y rebuscó en él sacando en lo que llevaba pensando desde que despertó en el torreón: el ibuprofeno y el paracetamol.
Al ver las pastillas y recordar los tiempos en que todo era más sencillo, más tranquilo y más familiar la madrileña casi no pudo reprimir unas lágrimas, pero se negó a dejarse llevar por los recuerdos. Sabía que con eso no podía hacer nada y que sus heridas no mejorarían mágicamente sólo con una pastilla de cada, pero… mejor eso que nada. Mónica suspiró mientras notaba cómo la somnolencia comenzaba a hacer acto de presencia de nuevo, resignándose a las pesadillas.
Sin embargo Tritón no tardó mucho en aparecer llevando algo que olía bastante bien. Sopa, según les dijo. La chica se incorporó trabajosamente y le sonrió agradecida.
—Pues… no estoy en mi mejor momento —le comentó con voz apagada—. Me siento hecha una piltrafa y quiero irme a un hospital, pero al menos no estoy muerta… Me conformaría con cortarme el pelo o meterme a la bañera —sonrió cansada.
T-Fichas y Lerdafne se ofrecieron a ayudarles a darles de comer, y aunque Mónica trató de resistirse el hecho era que sola no se las podía apañar, y que con la venda en la cabeza, que le cortaba algo de visión, la vida era más difícil. Fue Dafne de nuevo quien ayudó a la chica a comer aunque sin darle conversación, como ausente, cosa que la madrileña agradeció: no quería charla insustancial, menos de la noruega, quien todavía no le caía muy allá, y mucho menos en esos instantes. En determinado momento Mónica se inclinó hacia ella.
—Leee… ehm... Dafne — le dijo—. ¿Me harías un favor? —Mónica le enseñó la pastilla de paracetamol, la que al final había sido elegida—. ¿Podrías rasparme un poco de esto en el caldo de la sopa? No mucho, no quiero que se gaste.
Por suerte la chica le hizo caso sin ningún comentario, y el saber que al menos en el caldo iba un poco de medicina, aunque fuera tan escasa que no tuviera ningún efecto, relajó a Mónica más de lo que habría hecho en la Tierra.
Al ver las pastillas y recordar los tiempos en que todo era más sencillo, más tranquilo y más familiar la madrileña casi no pudo reprimir unas lágrimas, pero se negó a dejarse llevar por los recuerdos. Sabía que con eso no podía hacer nada y que sus heridas no mejorarían mágicamente sólo con una pastilla de cada, pero… mejor eso que nada. Mónica suspiró mientras notaba cómo la somnolencia comenzaba a hacer acto de presencia de nuevo, resignándose a las pesadillas.
Sin embargo Tritón no tardó mucho en aparecer llevando algo que olía bastante bien. Sopa, según les dijo. La chica se incorporó trabajosamente y le sonrió agradecida.
—Pues… no estoy en mi mejor momento —le comentó con voz apagada—. Me siento hecha una piltrafa y quiero irme a un hospital, pero al menos no estoy muerta… Me conformaría con cortarme el pelo o meterme a la bañera —sonrió cansada.
T-Fichas y Lerdafne se ofrecieron a ayudarles a darles de comer, y aunque Mónica trató de resistirse el hecho era que sola no se las podía apañar, y que con la venda en la cabeza, que le cortaba algo de visión, la vida era más difícil. Fue Dafne de nuevo quien ayudó a la chica a comer aunque sin darle conversación, como ausente, cosa que la madrileña agradeció: no quería charla insustancial, menos de la noruega, quien todavía no le caía muy allá, y mucho menos en esos instantes. En determinado momento Mónica se inclinó hacia ella.
—Leee… ehm... Dafne — le dijo—. ¿Me harías un favor? —Mónica le enseñó la pastilla de paracetamol, la que al final había sido elegida—. ¿Podrías rasparme un poco de esto en el caldo de la sopa? No mucho, no quiero que se gaste.
Por suerte la chica le hizo caso sin ningún comentario, y el saber que al menos en el caldo iba un poco de medicina, aunque fuera tan escasa que no tuviera ningún efecto, relajó a Mónica más de lo que habría hecho en la Tierra.
- Los motes:
Por ahora aquí están los motes que Mónica ha ido poniendo a la gente, aún quedan algunos personajes por tener el suyo. (A ver si se le ocurren pronto, leches).
-Barael: Roño.
-Daerhien: Gominola.
-Dafne: Lerdafne.
-Eorlir: Picasso
-Eriel: Cenizo.
-Innadriel: ¿?
-Lorenzo: Íñigo Montoya.
-Nad: Zanahoria/Zana.
-Rádar: Mandón.
-Sakrilt: Krit.
-Siete: Tritón.
-Sinceridad: Doña Plumitas.
-Sox: Vampy.
-Fahran Xaorhalan: ¿Rapunzel?
-Tayron: T-fichas.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
20/12/16, 03:35 am
-<<Agh... Esto se romperá en estrellas...>>* -Fue lo primero que pensó nada más vio acercarse a la roquense para hablar con la nueva, pero lo que le dijo le sonó totalmente razonable.
-<<No está de más evaluarla y quitarse el problema de raíz.>>
Aquella entonación estúpida le revolvió el estomago, se había topado un par de personas así en la ciudad cuando comerciaba y había zanjado el habla al instante, por no hablar de su expresión y sus gestos. Levantó una ceja al instante en cuanto soltó la última frase de su tontería. -<<¿Como que no le concierne?>> -Casi interrumpió ahí pero Sinceridad continuó hablando.
-<<Por una vez concuerdo con la emplumada, aunque yo hubiera hablado por el grupo...>>
Eorlir vino y se mantuvo elocuente incluso después de todo lo ocurrido, aquello era muy positivo, una persona así podría ser un gran apoyo para un rey y en cualquier asunto de diplomacia. Aún así más tarde le recordaría que si se ponía a hablarle así empezaría a darle utilidad a aquello de tener un muñón.
La forma en la que ignoro a Eorlir lo dejó pasmado. -<<¿Qué clase de ser superior se cree que es esta niñata?>> -Y cuando arrancó a hablar todo fue a peor. Cada palabra suya era un insulto a todo lo que habían sufrido y aguantado este mes y medio y su última frase hizo que le viniera una imagen de su hermano tornado cadáver a la cabeza.
No trató de ocultar su enfado al acercarse bruscamente, con las tiras ensangrentadas que le quedaban por ropa puestas y una mueca de desprecio torcida por la cicatriz que ocupaba ahora toda su mejilla izquierda. -Parece que tenemos algo en común. -Se puso delante de ella lo más cerca que pudo. -A mi también me importa una mierda si te mueres. -Aquel día había sido demasiado. -¿Un juego? -Pregunto con ironía y desdén. -¿Quieres jugar señorita? Muy bien. ¿Entonces porque no te corto la mano? -Pregunto mientras movía el muñón de forma exagerada. -O mejor, te llevamos de visita al templo y te dejamos allí, a disposición de que te violen y te maten, no necesariamente en ese orden por supuesto. -Hizo una pequeña pausa pero interrumpiría de forma brusca a cualquiera que intentara hablar o intervenir. -Me da que no tienes ni idea de donde fuis te has metido niñata. No sé ni quien ni que eras antes de venir y sinceramente eso me importa tanto como tu vida, pero bienvenida, aquí no eres NADA. -Remarco esa última palabra con furia. -De momento no eres más que la mierda en la que reposabas al despertar así que si quieres comer vas a tener que trabajar dado que contigo y el otro aquí la comida ya no sobra.
Respiró y se sintió extrañamente bien, llevaba conteniéndolo desde que vio a su hermano llorar y por había podido soltarse. -Tú decides si seguir así o labrarte un lugar aquí. -Se dio la vuelta en dirección al patio y miró hacia atrás un momento. -No me interesan tus réplicas, solo tus acciones. Ven si quieres aprender a defenderte o si tienes las agallas para ello. -Volteó la mirada y caminó al frente, ignorándola si le decía algo.
_______________________________________________________________________________________
-Buenas Lorenzo. -Saludo al español de forma algo alegre pese a como se sentía en conjunto, le resultaba agradable estar con él. -Con un poco de suerte podremos curarte pronto esas costillas. -Le habló mientras cogía una espada de madera, necesitaba distraerse.
La frase viene de que ellos creen que las estrellas son una luna muerta hecha pedazos, por lo que seria algo así como que va a acabar en un gran desastre. Hacía mucho que no metía una expresión coloquial y me apeteció :´D
-<<No está de más evaluarla y quitarse el problema de raíz.>>
Aquella entonación estúpida le revolvió el estomago, se había topado un par de personas así en la ciudad cuando comerciaba y había zanjado el habla al instante, por no hablar de su expresión y sus gestos. Levantó una ceja al instante en cuanto soltó la última frase de su tontería. -<<¿Como que no le concierne?>> -Casi interrumpió ahí pero Sinceridad continuó hablando.
-<<Por una vez concuerdo con la emplumada, aunque yo hubiera hablado por el grupo...>>
Eorlir vino y se mantuvo elocuente incluso después de todo lo ocurrido, aquello era muy positivo, una persona así podría ser un gran apoyo para un rey y en cualquier asunto de diplomacia. Aún así más tarde le recordaría que si se ponía a hablarle así empezaría a darle utilidad a aquello de tener un muñón.
La forma en la que ignoro a Eorlir lo dejó pasmado. -<<¿Qué clase de ser superior se cree que es esta niñata?>> -Y cuando arrancó a hablar todo fue a peor. Cada palabra suya era un insulto a todo lo que habían sufrido y aguantado este mes y medio y su última frase hizo que le viniera una imagen de su hermano tornado cadáver a la cabeza.
No trató de ocultar su enfado al acercarse bruscamente, con las tiras ensangrentadas que le quedaban por ropa puestas y una mueca de desprecio torcida por la cicatriz que ocupaba ahora toda su mejilla izquierda. -Parece que tenemos algo en común. -Se puso delante de ella lo más cerca que pudo. -A mi también me importa una mierda si te mueres. -Aquel día había sido demasiado. -¿Un juego? -Pregunto con ironía y desdén. -¿Quieres jugar señorita? Muy bien. ¿Entonces porque no te corto la mano? -Pregunto mientras movía el muñón de forma exagerada. -O mejor, te llevamos de visita al templo y te dejamos allí, a disposición de que te violen y te maten, no necesariamente en ese orden por supuesto. -Hizo una pequeña pausa pero interrumpiría de forma brusca a cualquiera que intentara hablar o intervenir. -Me da que no tienes ni idea de donde fuis te has metido niñata. No sé ni quien ni que eras antes de venir y sinceramente eso me importa tanto como tu vida, pero bienvenida, aquí no eres NADA. -Remarco esa última palabra con furia. -De momento no eres más que la mierda en la que reposabas al despertar así que si quieres comer vas a tener que trabajar dado que contigo y el otro aquí la comida ya no sobra.
Respiró y se sintió extrañamente bien, llevaba conteniéndolo desde que vio a su hermano llorar y por había podido soltarse. -Tú decides si seguir así o labrarte un lugar aquí. -Se dio la vuelta en dirección al patio y miró hacia atrás un momento. -No me interesan tus réplicas, solo tus acciones. Ven si quieres aprender a defenderte o si tienes las agallas para ello. -Volteó la mirada y caminó al frente, ignorándola si le decía algo.
_______________________________________________________________________________________
-Buenas Lorenzo. -Saludo al español de forma algo alegre pese a como se sentía en conjunto, le resultaba agradable estar con él. -Con un poco de suerte podremos curarte pronto esas costillas. -Le habló mientras cogía una espada de madera, necesitaba distraerse.
La frase viene de que ellos creen que las estrellas son una luna muerta hecha pedazos, por lo que seria algo así como que va a acabar en un gran desastre. Hacía mucho que no metía una expresión coloquial y me apeteció :´D
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
20/12/16, 12:46 pm
Siete sonrió con un tinte resignado y aseguró que prefería hacerlo. Abajo se habían empezado a acumular y necesitaba reposo emocional, no físico. Dejo la cuchara a medio camino para oír la respuesta de Eriel.
- No- respondió-, podrías quejarte más y seguiría siendo natural.
Se fijaba en la expresión del chico para saber cuando acercarle otra cucharada y medir como ponersela. A Monica le respondió por tanto sin apartar la vista.
- No estoy seguro de que puedas meterte en una bañera, pero puedo cortarte el pelo más tarde, si quieres.
>Ha sido un dia largo- dijo, por seguir hablando, y sonó a suspiro- Si teneis ganas de dormir, os dejaré tranquilos en lo que termineis de comer. Puede que yo me acueste también. No queda mucho por hacer.
- No- respondió-, podrías quejarte más y seguiría siendo natural.
Se fijaba en la expresión del chico para saber cuando acercarle otra cucharada y medir como ponersela. A Monica le respondió por tanto sin apartar la vista.
- No estoy seguro de que puedas meterte en una bañera, pero puedo cortarte el pelo más tarde, si quieres.
>Ha sido un dia largo- dijo, por seguir hablando, y sonó a suspiro- Si teneis ganas de dormir, os dejaré tranquilos en lo que termineis de comer. Puede que yo me acueste también. No queda mucho por hacer.
-
- Lumichen
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Síntomas :
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
20/12/16, 05:33 pm
Perpleja, la joven contempló al chico que acababa de abandonar la sala despues de soltar semejante pataleta, no dejandola siquiera oportunidad para contestar o defenderse.
Miro al suelo, temblandole las manos y labios. Parada de pie, en completo silencio, Fahran parecia congelada.
Y entonces, rompió a reir.
Con una risa agda, llena de color y vida como la de un niño, sus mofletes rojos mientras alzaba la cara.
-¡Increible!-dijo hablandole ni al pusilánime ni al pollo.
-¡Verdadermente increible!-
Casi diez segundos despues, su risa se fue apagando, mientras intentaba controlarse para evitar otra explosión como tal de nuevo.
-¡Se cree que es un protagonista de una película o algo!-dijo con lágrimas en los ojos.
Y es que era muy divertido como intentaba atacarla en lo que creia que eran puntos debiles pero a la vez, fallando tan estrepitosamente al hacerlo. Pero de ahí que Fahran tuviera que persegir al mocoso para explicar o si quiera justificarse? De risa.
Simplemente pensar sobre ello hizo que soltase una risilla de nuevo. No valia la pena sin duda, una perdida de tiempo.
Aunque, mientras que no le "recordó" lo mala, malisima persona que era, Flan habia recordado algo. Cuanto echaba de menos a su amigo entonces. Habria adorado el haber podido reirse de la estpidez de este mocoso con su amigo. Siempre se le habia dado mejor que a ella.
Se limpió las lágrimas de su rostro con delicadeza, aprovechando a recolocarse el pelo entonces.
Miro al suelo, temblandole las manos y labios. Parada de pie, en completo silencio, Fahran parecia congelada.
Y entonces, rompió a reir.
Con una risa agda, llena de color y vida como la de un niño, sus mofletes rojos mientras alzaba la cara.
-¡Increible!-dijo hablandole ni al pusilánime ni al pollo.
-¡Verdadermente increible!-
Casi diez segundos despues, su risa se fue apagando, mientras intentaba controlarse para evitar otra explosión como tal de nuevo.
-¡Se cree que es un protagonista de una película o algo!-dijo con lágrimas en los ojos.
Y es que era muy divertido como intentaba atacarla en lo que creia que eran puntos debiles pero a la vez, fallando tan estrepitosamente al hacerlo. Pero de ahí que Fahran tuviera que persegir al mocoso para explicar o si quiera justificarse? De risa.
Simplemente pensar sobre ello hizo que soltase una risilla de nuevo. No valia la pena sin duda, una perdida de tiempo.
Aunque, mientras que no le "recordó" lo mala, malisima persona que era, Flan habia recordado algo. Cuanto echaba de menos a su amigo entonces. Habria adorado el haber podido reirse de la estpidez de este mocoso con su amigo. Siempre se le habia dado mejor que a ella.
Se limpió las lágrimas de su rostro con delicadeza, aprovechando a recolocarse el pelo entonces.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
20/12/16, 08:31 pm
Lorenzo
Atraido por los alaridos y gritos, el español pusose en pie y antendió al ultimo intercambio entre Don Barael y la nueva con ojos desorbitados. Apartose un poco entonces, no teniendo alma para interponer o calmar. Sentiase impotente.
Descubriole el segundo tironeandose del bigote con cierta ansiedad, ojos absortos, espalda contra la pared. Al principio, pensó que habiale dicho algo en otro idioma, asi que cerciorose.
―Disculpad, quizas me hallo demasiado exhausto...―borboteó, enarcando la ceja.―Pero, juraria haberos oido decir que pronto ibais a encontrar una cura para mis costillas?―
Al ilustre diesto, ya no sabia que pensar. La su mente jugabale mala pasada tras otra y todo debiase, como siempre, a la falta de sueño. Non dariase cuenta el, al no ser altamiro y remilgado, como aparentaba la nueva nena, pero su pelo gris abriase paso a ambos lados de la cabeza, apenas rozando la raíz ya.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Personajes :- Spoiler:
Armas :- Spoiler:
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
- Dama Abrazos: Mandobles y manguales gigantes duales, balas cañon.
- Nery´s: Beyesha infinita. Esto que no sabe ni que es.
- Arcan Rel: Cuchillos de caza, espada de mano y media, hacha cazahombres.
Status : Cazador de la luna de sangre.
Humor : JAJAJAJAJA *se marcha riéndose*
Re: Torreón Maciel (Archivo VIII)
20/12/16, 11:00 pm
Empezó a dar tajos al aire usando el muñón de apoyo. -<<No... Solo me serviría en momentos puntuales. Sin el agarre no puedo maniobrar como querría.>> -Siguió ahora sin el muñón mientras hablaba, necesitaba distraerse de todo el día de hoy.
-No has oído mal Lorenzo. -Continuó haciendo movimientos básicos, quería hacerse a la idea de cómo debería pelear ahora ahí fuera. -Entre tantas cosas mal, hoy hemos encontrado algo de magia por fin y un anillo que si Sox logra hacer funcionar os podría curar a todos. ¿No te ha comentado nada nadie? -Paró el ejercicio y lo miró a los ojos.
-No has oído mal Lorenzo. -Continuó haciendo movimientos básicos, quería hacerse a la idea de cómo debería pelear ahora ahí fuera. -Entre tantas cosas mal, hoy hemos encontrado algo de magia por fin y un anillo que si Sox logra hacer funcionar os podría curar a todos. ¿No te ha comentado nada nadie? -Paró el ejercicio y lo miró a los ojos.
- Equilibrio:
Un blanco mas oscuro que el negro.
Un negro mas claro que el blanco.
El gris se desborda en mil tonos.
Y el arcoiris se hunde en monotonia.
Vivimos caminando el sendero dejado por los muertos.
Mientras brindamos nueva muerte a nuestro paso para extenderlo.
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