Torreón Letargo (Archivo VI)

Recuerdo del primer mensaje :

La chica a la cual le había dado el martillo utilizó éste para arrancar, de uno de los edificios en ruinas, una puerta un tanto podrida y así utilizarla de escudo <<no era el uso que esperaba que le diera>>. Una vez tuvo la puerta le devolvió el martillo.

  Milo inició la carga contra las bestias avanzando seguros y a un paso ligero. Una de las ratas tiró una primera espina causando el sobresalto de Hyung. Si podían disparar nada les paraba de acribillarles a todos ellos. Claramente les superaban las ratas en número. Hyung se asombró, sus compañeros seguían avanzando, no se esperaba semejante envalentonamiento. Los que se habían quedado detrás empezaron a lanzar huesos y piedras que cogían del suelo << ¿¡Pero que hacen!? ¿¡Quieren que nos disparen a nosotros!?>>. Hyung se aparto del grupo alarmado esperando una lluvia de espinas hacia ellos. La mirada hacia él de una de las ratas al apartarse un poco le provoco un sobresalto. Sin embargo poco le importó a la bestia  Hyung pues se giró de nuevo hacia los que se dirigían a las cestas. La estrategia de distracción había hecho poco pues todos ellos seguían sin haber recibido un disparó y las ratas se centraban en Milo, Rox y Rena. Finalmente llegaron y empezaron a agarrar las cestas, Rox perdió una debido a una espina que quedó cerca de darle en la mano. Consiguieron cinco y tiraron el resto distrayendo a unas cuantas ratas.

  Tocaba huir, Los niños empezaron a correr Hyung aceleró << ¡no puedo quedarme atrás!>>. Hyung fue todo lo rápido que pudo dejando atrás a los demás. Frenó una vez una vez oyó el grito eufórico de Rox; estaban a salvo. La celebración de la victoria de Rox le provoco una risa tímida y bajita a Hyung. Era contagiosa su felicidad y por muy poco que hubiera hecho Hyung él también consideraba eso su victoria. El grupo se tomo un rato para recuperar el aliento y decidirse en que iban a hacer ahora. La atención de varios se dirigió a una especie de torre no muy lejos de allí. Finalmente se decidieron por avanzar hacía ésta para verla mejor.

  Llegaron a la torre fácilmente. Menos mal no tuvieron problemas al continuar su camino hacia ésta. Hyung se paró ante ella y echó un vistazo largo. Aquel edificio de gran tamaño debía de tener un total de al menos tres plantas de bastante altura. Se encontraba rodeado de una franja de tierra y cubierto de enredaderas escondiendo lo que parecía la puerta, identificada como tal debido a que ésta daba a un puente levadizo que conectaba el torreón con la calle.

-Eso debe de ser la puerta. Aunque no estoy muy seguro.- dijo en un tono bajo. - Si queréis entrar ir vosotros primeros, pero tener en cuenta que allí podría haber cualquier cosa.

Cuando al fin decidieron quien saldría y quien se quedaría, Pam no pudo mas que sorprenderse un poco por la ida de uno de los componentes en especial. Habían necesitado de que Rox estuviera en las puertas de la muerte para que Hyun decidiera salir mas allá de la entrada del torreón. << Aunque siendo lo que paso con el Huesped, seguramente preferirá cualquier sitio menos estar aquí dentro >> a pesar de ese razonamiento, Pam intuía que por poca gente Hyun habría decidido salir, con Huesped o sin el.

No perdieron el tiempo en marcharse, Pam no los vio irse estando en el cuarto como estaba, sentada junto a Rox, peor no fue necesario, el portón abriéndose y cerrándose producía bastante ruido como para darles el momento exacto en el que se fueron. En el torreón se quedaron mayormente los heridos  junto a Neil, Hiss y Guille, sus únicas fuerzas de combates no dañadas. Esperaba nada ocurriera mientras el resto estaba fuera.

Desgraciadamente...la suerte decidió desoír su pedido por completo y no tardo demasiado en escupirle a la cara. << ¡Me ha mirado un maldito ordes, carajo! >> pensó Pam cuando los primeros gritos de Guille sonaron por el silenciosos torreón y la presencia de Hiss silenciosa cual sombra llegando al cuarto, les advirtió de la llegada de una mujer al torreón. Estaban jodidos pero bien y la primera reacción de Pam fue pedirle a Hiss que le diera su daga de debajo de la cama, para esconderla en su delantal.

Tenía invitados en torreón, una invitada levitadora para mas fastidio. Y a un Guille que encima decidía dejarla entrar con el fin de ofrecerle té y pastitas. Pam apretó los dientes en la mas profunda frustración, conteniéndose para no gritar y bajarse todas las escaleras corriendo en un ataque de rabia, solo para golpear al niño. << ¡Te voy a regalar un puto cerebro por esa condenada Navidad tuya y te lo meteré a pulso por la nariz! >> La mona de queso sentía la piel hervir de fastidio y frustración. Tenían a una desconocida sentada en el sofá y mas de la mitad del torreón herido, sin contar al inconsciente Rox.

-Si puede levitar tiene que tener magia, ser algún habitante de la ciudad tal vez, son los únicos que hemos visto que lo hagan -dijo la mona del queso mirando a sus compañeros de cuarto- Si es así habrá que ir con cuidado...debemos bajar a ver que es lo que quiere, pero alguien debería quedarse con Rox – dijo Pam resignada mirando hacia Rox por un momento. Por suerte no tardaron en decidirse quien se quedaría arriba. Guille seguía abajo y por mucho que quisiera llenarlo de pellizcos, el niño seguía allí con alguien que no sabia que intenciones tenía y no le gustaba ni un pelo. Habían tenido encuentros tanto perjudiciales como no dañinos con habitantes de la ciudad mas que suficiente para que Pam no se fiase un pelo de nadie de buenas a primera.

Rena ayudo a Pam a bajar con su brazo bueno y la niña procuro no moverse demasiado para no dañar su otro brazo hasta que ya estuvieron abajo, con ella sentada en un sillón casi frente a la mujer extraña y con su mano metida ben el bolsillo de su delantal, agarrando su arma con precaución.

La mona del queso no dijo nada en principio solo escaneo a la mujer de cabello azul con suma atención, evaluándola. Una rápida mirada cayo sobre Guille en medio de su inspección, una que decía claramente que; o se apartaba de la mujer o ella misma lo arrastraba por la oreja lejos de esta. No parecía un peligro en si misma pero Pam prefería ser precavida.

Su aurva le subió algo de desayuno mientras le explicaba que casi todos los demás habían decidido salir a una Adru con expresión consternada y que agradeció distraídamente la comida pero la dejó apartada inmediatamente sobre la mesita. No podía quitarse de la cabeza el estado de Rox y no se daba cuenta de que, aunque tan afligido debido al estado del coreano como ella, hubiese sido mejor que intentase comer algo para no engrosar la lista de preocupaciones de Neil. Aunque era evidente para todos, para nadie resultaba tan chocante como para su parte clara el desvanecimiento de su perpetuo buen humor y optimismo y el notable cambio en su actitud, pero Adru no era capaz de pensar en sí misma ni en lo más mínimo en aquellos instantes. No sabía qué hacer. O, más bien, sabía que no había nada que pudiese  hacer y eso era lo peor. Sobre todo porque las punzadas de culpabilidad, la sensación de ser atravesada por una flecha como en su pesadilla, se le clavaban una y otra vez con cada exhalación dificultosa y cada quejido que emitía el humano convaleciente. Incluso si había sucedido hacía muchos años, de una época que no recordaba con claridad, no pudo evitar rememorar la muerte de Theron. En aquella ocasión había llorado como nunca lo había hecho antes desde que tenía uso de razón, y como nunca lo había vuelto a hacer… Aquella ciudad ya le había hecho llorar una segunda vez y rechazaba con todo su ser la idea de que tuviese que suceder una tercera.

La confianza en los excursionistas era lo que la mantenía entera hasta cierto punto –aunque no serena, pues sus piernas se movían nerviosamente sin parar golpeando las sábanas como ya era costumbre desde que apenas abandonaba la cama-: ellos volverían con una solución. Algún hechizo que pudiese curar más que el que Neil, Zobriel y otros habían intentado tantas veces, una planta medicinal, una persona que les pudiese ayudar… Lo que fuese. Volverían y Rox se salvaría.

Los gritos de Guille la sobresaltaron y se hizo daño al mover bruscamente su brazo en cabestrillo, pero el dolor no parecía importante en aquellos momentos. Como siempre, era difícil de adivinar a qué se refería el niño, pero la sinhadre no tardó en seguir a Rena y Pelusa para ver qué había alterado al pequeño humano: era la mejor excusa que había tenido hasta el momento para poder dejar de pensar en el estado de Rox y, de todas formas, Hiss y Neil eran únicos verdaderamente capacitados de entre los que se habían quedado para atender al coreano en aquellos momentos.
—¿Volaba? —No pudo evitar repetir, acordándose de Jack y el hechizo que había usado con ellos.
Prometiendo a su aurva que no haría nada peligroso, descendió las escaleras a paso lento, una vez más llevando aquel camisón que le quedaba excesivamente grande.

Lo que vio no se lo esperaba, pero al menos no se trataba de algo peligroso… O eso quería creer.
—¿Hola? Eh… ¿Tú eres de Sinhdro, verdad? —Se dirigió dubitativa a aquella extraña chica, reconociendo los tonos de los colores en su piel, pelo y ojos como propios de su especie y que parecía terriblemente perdida—. Estás… ¿Bien? —Adru se acercó con cautela: la desconocida no actuaba con normalidad. Parecía… ¿Muy cansada?—. ¿Cómo has entrado aquí? Bueno, supongo que si puedes volar es fácil… ¿Necesitas ayuda?
Las preguntas surgían una tras otra en su cabeza pero no fue hasta que pronunció la palabra “ayuda” que la edeel se calló. Si Pelusa tenía razón, a lo mejor aquella chica podía ayudarlos a ellos.

Cuando bajaron Guillermo se tranquilizo, y se dedico a observar a la invitada, todos sus movimientos y como hablaba, cuando se volvio a levantar.

- la tenemos que llevar a una cama!- dijo como si fuera lo más obvio del mundo. Lo que decía la invita y los pensamientos de Guille le habían llevado a esa conclusión.- vamos a seguirla a ver a donde quiere ir.

A la mona del queso no le tranquilizo en lo mas mínimo captar que en cuanto ellas estuvieron abajo, la peliazul decidió levantarse para intentar poner rumbo de nuevo arriba, allá donde se encontraba Rox incapacitado. No podían permitirle subir. Pam entrecerró los ojos, mas que dispuesta a levantarse por su propio pie si era necesario para bloquearle la subida, pero las palabras de Adru la frenaron.

Un vistazo a la mujer le dejo claro que la sinhadre no mentía, estaba frente a alguien de su mundo y cuyos movimientos parecía ser tan idos como sus palabras, igual que hubieron esnifado algún tipo de espora de setas, que dejaba a la gente medio drogada en ordesta. Les veía, era evidente, pues había hablado de sus respectivos mundo a excepción del de Rena...y lo que decía no tenía sentido alguno, como si realmente estuviera en una especie trance o algo así. Nunca había visto nada similar. << 'Para despertar hay que dormir'...bueno, eso es evidente, pero no entiendo aun que ceros quiere ni su ahincó por subir. ¿Es una frase literal o se refiere a “dormir” como algo mas espiritual? Se que poner a dormir también se dice cuando quieres dar descanso eterno a alguien, osea matarle...>> recordó Pam estrechando su mirada lavanda. Y Guille no ayudaba a que la paciencia de Pam se mantuviera estable. ¿Dejarla subir y que se acercara a Rox sin conocer sus intenciones? ¿Acaso ella era la única que había aprendido que los extraños podían ser peligrosos por mas indefensos que se vieran o que?¡Esa mujer sabia hacer magia, maldita sea!

La mona del queso respiro hondo y expulso lentamente el aire. Bien, no podía dejarse llevar por el miedo ni su desconfianza natural imprudentemente, incluso sino confiaba en la chica sinhadre.

<< ¿Y tu que buscas entonces? ¿Dormir o despertar? >> se pregunto Pam observándola, por su estado que se le asemejaba tanto a alguien drogado le dejaba en dudas, pues no respondió siquiera a las preguntas finales de Adru.

-Arriba tenemos a un herido, no vamos dejarte subir sin mas, el ya duerme...esta inconsciente -¿indico Pam que se levanto del sofá con dificultad hasta sentarse en los primeros escalones de las escaleras. Tal vez seria pequeña y con menos fuerza que el propio Guille, pero de ahí la peliazul no pasaba de buenas a primeras- ¿Es a quien buscas con tanto ahincó? - cuestiono dudosa, pues había visto como Guille había sido medio arrastrado por ella en su deseo de subir.- Podemos ayudarte a alcanzar el sueño...o a despertar, solo si no dañas a los que están arriba, ¿porque buscas una de las dos cosas, no? Dime ¿quieres hacerle daño?-indico Pam que con sus estado no sabría decir si dormía o andaba despierta.

-Si quieres subir, debes mínimo responder, es un precio justo por adentrarte en nuestro torreón de esta forma -dijo Pam con voz clara y seria estrechando la mirada, sin despegarla dela sinhadre. Si levitaba, tenía magia, por lo que podía ser tanto un peligro como una ayuda, solo quería averiguar en cual de los dos lados de la moneda se encontraba.

La negativa cogió por sorpresa a Adru, pero enseguida se dio cuenta de que aquella chica decía cosas con más bien poco sentido. Ayudó a Pelusa a detener su avance, por si acaso. La mona del queso tenía razón y no conocían las verdaderas intenciones de la chica: ¿y si era otra trampa?
—Bueno, pero aunque estemos aquí ahora… Vienes de Sinhdro, ¿no?
Su pregunta pasó desapercibida entre la serie de mensajes crípticos. ¿Quién estaba bien? ¿Rox? Era obvio que no, además aquella desconocida no podía saber nada sobre el estado del coreano, ¿verdad? Además, la edeel aún se preguntaba por qué aquella otra sinhadre había dicho algo tan obvio como “para despertar hay que dormir”, pero Guille no dudó en responder a pesar de ello. A lo mejor sí que solamente estaba cansada y por eso…

Algo encajó en su cabeza en ese momento. Un recuerdo, uno bastante lejano. Pero se lo había contado a Neil unos meses después de su unión y por eso lo recordó.
>>Oíd, creo que ya sé qué le pasa. Creo que está dormida ahora mismo. Cuando era pequeña yo hacía cosas parecidas, me lo contaron mis padres. Bueno, sin la parte de volar, claro. Pero quiero decir… caminaba dormida y decía cosas tontas. No es nada grave pero mi madre me decía que lo que había que hacer era guiarme hasta la cama de vuelta, así que creo que Guille tiene razón.
Observó como la extraña se giraba de repente, estirando el cuello para tratar de ver si había visto u oído algo, pero no vio nada fuera de lo común.
—Eh… sí, te guiaremos al dormitorio y allí podrás despertar. ¿Vale? —Le tendió la mano y a continuación se dirigió a Pelusa—. No te preocupes, si pasa algo raro somos muchos contra ella… Si solo está dormida y despierta igual puede ayudarnos de alguna manera. Enseñándonos el hechizo para volar al menos.
Esperaba que pudiese enseñarles algo más urgente que eso, pero por lo que sabían podría ser otra cosechada como ellos y a lo mejor no conocía mucha magia.

La chica era demasiado enigmática para la paciencia de Pam, que en otra situación habría estado mas tranquila, pero entre el sueño de esa noche, el llevar tantísimos días ahí encerrada y la preocupación por Rox, no era la persona mas agradable con la una quisiera encontrarse de buena mañana.

Mantuvo la compostura con los restos de paciencia que quedaba en su ser y agradeció hacerlo. Porque incluso con su tamaño y los pies adoloridos, pensaba patear a la peliazul fuera del torreón de una santa vez sino pensaba ser mas clara hablando << No se que te habrás fumado, pero vas a dormir la mona en otra parte >> pensó Pam en proceso de levantarse del escalón, salvo que las palabras de Adru le interrumpieron en sus acciones. Pam se giro a mirar a la sinhadre alzando una ceja ante su explicación, antes de mirar de nuevo oervar a la sinhadre de forma analítica, que movía su cabeza como si percibiese algo que ellos no veían, aun en su mundo ido.

<< ¿Sonambulismo? Se lo que es, pero nunca lo he visto ¿en serio pueden hablar, moverse e incluso hacer magia en este estado? >> pensó Pam bajando su rabia lentamente, como quien baja el fuego de una hoguera, al recibir una mínima explicación de lo que pasaba ahí, ya que no tenia motivo alguno para desconfiar de las palabras de Adru. Lo poco que sabía de los sonámbulos era que aparentemente no se les debía despertar bruscamente, aunque no supiera porque, prefería igualmente no comprobar los resultados de hacerlo. << Lo que nos faltaría, que por despertarla le de un sincope o algo y caiga ahí tiesa. No tengo ganas de ponerme a cavar >>  pensó Pam asintiendo a las palabras de Adru finalmente, aceptando que la dejaran subir. Esperaba que al menos fuese mas habladora cuando despertase en condiciones y si sabía magia pudiera serle de ayudas, o mínimo explicarles como había acabado encontrándolos.

-Esta bien, vamos a llevarla a nuestro cuarto, incluso sino es seguro dejarla cerca de Rox, es mejor que tener nuestra atención dividida entre las dos habitaciones – dijo Pam que con un gesto adolorido le pidió a Rena que la cargase de nuevo apara subir, resignada a aquello. Ya había gastado su esfuerzo del día en apoyar sus pies en el suelo e incluso si estaban mejor que hace mas de una semana, aun quedaban ampollas que no terminaban de vaciarse, incluso si el rojizo ya había prácticamente desaparecido.

Cuando Adru le dijo que Guille tenía razón, sus ojos parecían desprender brillos de ilusión, la miro como el que mira a un súper héroe "quiero ser como la capitana de mayor" dijo completamente embobado.

-Vamos, la ayudo a subir- y sujeto a su invitada y empezó a ir caminando para a llevarla a la cama en el cuarto y dirigirla para que se recueste.

La somnolencia de Adru y el hecho de que ya había asumido que aquella enigmática visitante solo diría incoherencias no le hicieron darle vueltas a sus comentarios acerca de Sinhdro y simplemente asintió a Pelusa cuando dijo que la vigilarían en el mismo cuarto todos. Hacia allí dirigió la edeel a la otra edeel, quien se dejó llevar dócilmente por su mano como si fuese una niña pequeña perdida. De hecho, la chica recordó aquella ocasión en la que encontraron a Hiss, Mike y Guille y ella le tendió la mano al pequeño para que no tuviese miedo. Desgraciadamente encontrar a sus nuevos compañeros no había sido el único suceso de aquel día, se podría decir que ahí empezó todo… Y la última afirmación de la durmiente no ayudó a quitarse de la cabeza la mala sensación que comenzaba a provocarle aquella cadena de recuerdos. No creía que tuviese caso preguntárselo a alguien dormido ni tampoco quería alarmar a nadie antes de tiempo, por lo que se reservó para sí el pensamiento. ¿Pero estaría aquella edeel huyendo de algo, incluso dormida?

Con la ayuda de Guille no tardaron mucho más en conducir a la extraña al cuarto.
—Eh… Ha entrado una chica de nuestro mundo que caminaba dormida. Ya sabéis, está som… ¿solámbula?… No, no era así. No me acuerdo cómo era la palabra —admitió con un ligero suspiro: aquello no era importante en ese momento—. Vamos a acostarla en una cama a ver si se despierta dentro de un rato… Sabe volar, así que igual puede ayudarnos. Pero deberíamos vigilarla —Se dirigía a Neil y Hiss y buscó con la mirada a su aurva para que le ayudase a acomodar a la otra sinhadre en una de las camas no usadas.
Mientras lo hacía, Adru desvió una mirada preocupada en numerosas ocasiones hacia el delirante Rox. <<Que regresen pronto, que esta chica sepa magia curativa poderosa>> repetía el mantra una y otra vez deseando que alguna de aquellas condiciones se hiciese realidad.

Las palabras de la sinhadre seguían siendo un enigma para Pam peor que cuyo ultimo comentario le provoco un escalofrió, pues por un mucho la chica pareció recuperarse de estado de sonámbulo. ¿Una amenaza o una advertencia? Pam no podría asegurarlo <<Primero sueño con cosas extrañas y ahora esto >> Pam no creía que un sueño fuese real, para tomárselo realmente de forma literal, pero que soñase esa misma noche con una mariposa azul traicionera y ese mismo día llegase una extraña con pelo azul hablando cosas raras, era, a su modo de ver, para sentirse un poco incomoda ay alerta.

Rena subió a Pam hasta la habitación para dejarla  sobre su propia cama, no muy lejos de la sinhadre cuyo nombre aun no conocían, ante la atenta mirada de Pam, que pasaba de esta a Rox, cuyo estado no mejoraba. La mona del queso se mordió el labio inferior con fuerza. No estaba para tratar a invitados que aparecían por su cuenta, pero ya fuese que esa chica despertase o pudiera ayudarlos o que sus compañeros volvieran con una cura para Rox. Fuese como fuese, esperaba que no tardasen demasiado porque Rox no aguantaría tanto.

Intento alejar aquellos pensamientos pesimistas de su mente y analizo de nuevo a  su inesperada invitada. << Esperemos que esa chica con apariencia frágil no sea igual quee traidora que esa mariposa azul y nos entregue, con lazo incluido, a lo que sea que si debe preocuparnos >> pensó mirándola con suspicacia, pues incluso sino tenia sentido ni relación alguna Pam solo barajaba posibilidades. Las cosas pasaban por algo, todo lo que ocurría era guiado por la suerte, nada podía escaparse a esta.

-¿De quien viene la amenaza entonces? -preguntó Pam suavemente, dudando seriamente que fuese a responder algo coherente, pero intentándolo igual de todos modos, pues de igual forma no sabía cuando despertaría realmente de su estado sonámbulo.

Cuando subió, lo primero que hizo fue posar la mirada sobre Rox, que estaba peor de lo que pensaba "por eso se han ido sin avisarme, se han ido a buscara la cura para Rox" pensó culpandose por lo egoísta de su enfado. No supo que decir a Rox simplemente paso a su lado dejando a la invitada en la cama que se durmió casi inmediatamente. Su cerebro se puso a interpretar lo que decía, pero una cosa no le gustó.

-Rox...tú tuu....no eres un trasgo- dijo entre sollozos- tu molas mazo, yyyy... te pondrás bien- y se fue a abrazarle con cuidado mientras lloraba- te vas a poner bien.

Guille lloraba por Rox, por las lágrimas que no habia llorado.

Adru intercambió una mirada con Pelusa cuando la otra sinhadre respondió a la pregunta de la mona del queso. ¿Se refería a Rox? No se lo pudo preguntar, pues aquella misteriosa edeel finalmente se durmió por completo. El resto tampoco tenía sentido alguno, aunque le perturbó la mención a las pesadillas y recordó la conversación que había tenido con Hyun aquella madrugada. Negó con la cabeza para sí, tratando de alejar aquellos pensamientos.

El comportamiento de Guille la desconcertó y permaneció inmóvil a medio camino entre la cama del coreano y aquella en la que habían dejado a la intrusa.
—¿Qué es un trasgo…?
Lo preguntó en un tono bajo sin pensarlo y la voz le salió ligeramente estrangulada. En el fondo no sentía que la respuesta a aquella pregunta fuese importante en ese momento. Simplemente no sabía qué hacer. Le habían repetido muchas veces que seguía siendo la Capitana, pero ella solo veía que cada vez era menos y menos merecedora de aquel título. La Capitana era decidida, siempre actuaba para proteger a los demás y no dudaba. Pero ella no era apta para tomar decisiones, la comprensión le había llegado de la peor forma posible.
>>Rox no está bien… —añadió tras varios segundos de silencio—. Da igual lo que sea un trasgo, pero Rox no está bien —fue lo único que consiguió articular, a pesar de lo obvio de sus palabras.
A continuación se acercó a su propia cama, dejándose caer sobre ella y se sentó. Miraba a Neil, a Guille abrazando al coreano, y a Pelusa de forma alternativa. Pelusa…

Un pensamiento repentino le hizo abrir mucho los ojos y girar su cabeza una vez más hacia la mona del queso.
—Ella… Ella sabía tu nombre. Ni Guille ni yo lo hemos dicho en voz alta en ningún momento, ¿no?
La misteriosa edeel se hacía merecedora cada vez más de aquel apelativo.

Decir que la mona del queso estaba confusa era quedarse corto. Aquel 'no quedan ojos' dicho por esta dejo a la mona del queso confundida por unos segundos intentando buscarle algo de sentido, si es que eso era posible siquiera y lo único que le vino a la mente en lo referente a los ojos, fueron los ojos ya borrados de Eitne. Aquellos con los que había convocado al Huesped, del que por el momento no habían tenido mas noticias << Espera, si se refiere a eso ¿como sabia ella que había ojos? ¿o se refiere mas bien que ya no nos observan? ¿Se fue el Huesped? >> parpadeo confusa sacando meras conjeturas que hacia que sus sienes palpitaran sin control. No, la peliazul no podía saber nada de eso, era la primera vez que la veían, solo estaba jugando con su mente haciéndole rellenar los huecos de sus  frases a medias con datos conocidos por ella.

Respiro hondo buscando centrarse mirando intensamente a la sinhadre, cuya mirada a Rox y palabras le hizo fruncir mas el ceño. No tenía ni la mas remota diea de que era un trasgo, pero no sonaba nada bien y tras lo que sabia que ocurría en esa ciudad, gracias a Zobriel, menos se fiaba de aquellas palabras. << No puede ser, sea lo que sea un trasgo, Rox no es anda de eso >> sentencio con demasiados datos que procesar, no presto toda la atención a sus ultimas palabras que le hicieron gruñir de frustracion mientras la veía dormirse.

-Osea, que ya no tenemos peligro aquí, sino afuera...- era lo único en calor que había sacado, murmurando para si, mordiéndose el labio inferior insistentemente buscando relajarse. Ver llorar a Guille por primera vez no ayudaba, pero agradeció que Adru se tomara la parte de intentar calmarlo, porque su cabeza en ese momento era un avispero. Su confusión tan latente como la de la propia Adru, con la diferencia que ella tenia algo de mas información que podría llevarles a una respuesta algo mas lógica sobre de lo que hablaba esa chica.

Y a pesar de eso, de que su mente trabajaba a toda velocidad, se le escapo aquel dato, importante y vital dada la situación, pero que Adru le hizo llegar con tanta claridad que Pam parpadeo despacio, con un desconcierto evidente. << ¿Que mierda pasa aquí? >> pensó mirando con ojos muy abiertos a la sinhadre peliazul.

-No, no se porque sabe mi nombre Adru, jamas la vi antes y solo alguno de ustedes me llama así...si hubiese visto a un chica levitadora con pelo azul me acordar...-se quedo callada, frunciendo el ceño ante la idea tan absurda que había aparecido en su mente como un flash. No tenía sentido, ningún sentido, es mas sonaba tan estúpido que de dolerle un menos la cabeza, se abofetearía por pensar como un idiota sin dos dedos de frente. Solo había hablado con una única criatura azul y que volaba desde que había pisado esa ciudad: la mariposa. Pero no podía ser. De ningún modo- No puede ser es, es imposible...- murmuro mas para si que sus compañeros, pero siendo perfectamente audible, mordiendo la uña del pulgar con cierta ansiedad antes de volver a hablar con su mente bullendo a toda velocidad.

-Ha debido estar espiándonos desde hace tiempo o algo – ni ella misma era capaz de creerse del todo sus palabras, pues generalmente sus compañeros la llamaban Pam, salvo contadas excepciones. Miro a Adru y Guille fijamente- Habló de ojos que ya no están, me hizo recordar los ojos pintados por Eitne y todo lo demás...suena absurdo que alguien que ni conocemos sepa de eso, tal vez se refiera a otra cosa pero solo pude llegar a esa conclusión con los datos que tenemos. Puede que lo que nos observaba ya no se encuentra aquí, aunque no hay forma de comprobarlo- añadió pasándose la mano por la calva, posando sus ojos lentamente sobre Rox. Luego estaba lo dicho cuando miró a Rox.

No sabía que era un trasgo, solo sabía lo dicho por Zobriel y para nada era un buen momento para sacarlo como una opinión de lo que podría estarle pasando, menos cuando no tenía mas base que las palabras del nublino, solo despertaría el pánico << Pero si es remotamente cierto...sea lo que sea un trasgo, no es una señal. Rox se nos va de cualquier modo >> pensó Pam cada vez mas tensa y angustiada, la presencia de la sinhadre aquella solo había provocado mas preguntas que respuestas.