Discurso de bienvenida
+7
Red
Manasard
Tak
Lathspell
Seth
Evanna
Giniroryu
11 participantes
Página 2 de 2. • 1, 2
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Discurso de bienvenida
05/11/15, 02:10 pm
Recuerdo del primer mensaje :
[Evento para los cosechados de la 7ª generación que se hallen presentes en este momento en la Plaza de la Fuente. Se rolea aquí directamente. Si alguno tiene dudas sobre los miembros del consejo mencionados, que mire aquí.]
Garoni y Gahna llegaron volando, el primero mediante magia y la segunda utilizando sus alas y permanecieron levitando a poca distancia sobre la Fuente. Un vistazo rápido para confirmar que se encontraba allí una parte muy reducida de la totalidad de esencias encontradas aquel año no los detuvo. A lo mejor el resto ya se había muerto, o tal vez aquel año habían cosechado a un grupo especialmente lento: no les importaba en lo más mínimo.
—Bienvenidos a Rocavarancolia, nuevos elegidos —comenzó la mujer reptil gesticulando en dirección a los cosechados con un movimiento de su brazo—. Bienvenidos a vuestra única oportunidad para demostrar vuestra valía.
—Si es que tenéis algún valor —apostilló la fría voz de Garoni—. Hasta la llegada de la Luna Roja deberéis demostrar que sois rentables.
—Que sois aptos —tomó el relevo Gahna—. No os preocupéis por cómo lo averiguaréis: si lo sois lo sabréis en cuanto la Luna Roja se alce sobre vuestras cabezas.
Hubo un silencio prolongado durante el cual, aunque los cosechados no podían saberlo, ambos miembros del Consejo intentaban pasarse el marón el uno al otro telepáticamente de continuar el tedioso discurso. Una promesa en forma de beneficio económico convenció a Garoni para retomar la palabra.
—Mientras tanto, sois libres de vagabundear por las calles de Rocavarancolia siempre y cuando no os acerquéis a los lugares que estáis contemplando ahora mismo en vuestras mentes.
Una serie de imágenes del Castillo, Rocavaragálago y el Panteón Real se sucedieron en las mentes de los presentes.
>>Pero no creáis que tenéis una sola oportunidad de llegar a ver la Luna si no hacéis uso de los refugios que el Consejo os ofrece desinteresadamente —pronunció la frase con cierto desdén y les dedicó una mirada con la que pretendía transmitir que debían sentirse agradecidos de que así fuera—. Aprovechar los recursos de los que disponéis será la clave para vuestro éxito. Nadie puede ayudaros, pues no se podría separar los diamantes en bruto de las falsificaciones si así fuera. Buena suerte, la necesitaréis.
La momia ya se había girado para irse, aunque la maga y hermana de dragones permaneció inmóvil, observando como su compañero pretendía emprender la marcha. Suspiró: estaba segura de que Garoni lo había hecho a propósito.
—Ahorra hasta en sílabas —masculló entre dientes de forma que los cosechados no pudieron entender lo que había dicho. A continuación alzó la voz, mientras la momia ya se perdía en la distancia—. Y seguid las bañeras que saldrán a diario. En ellas se encontrará vuestro suministro diario de comida. Pronto llegará la primera.
La maga emprendió entonces el vuelo siguiendo la estela de Garoni mientras refunfuñaba para sí. El final del discurso le había quedado extraño porque la vieja momia había decidido despedirse antes de lo que correspondía.
[Evento para los cosechados de la 7ª generación que se hallen presentes en este momento en la Plaza de la Fuente. Se rolea aquí directamente. Si alguno tiene dudas sobre los miembros del consejo mencionados, que mire aquí.]
Garoni y Gahna llegaron volando, el primero mediante magia y la segunda utilizando sus alas y permanecieron levitando a poca distancia sobre la Fuente. Un vistazo rápido para confirmar que se encontraba allí una parte muy reducida de la totalidad de esencias encontradas aquel año no los detuvo. A lo mejor el resto ya se había muerto, o tal vez aquel año habían cosechado a un grupo especialmente lento: no les importaba en lo más mínimo.
—Bienvenidos a Rocavarancolia, nuevos elegidos —comenzó la mujer reptil gesticulando en dirección a los cosechados con un movimiento de su brazo—. Bienvenidos a vuestra única oportunidad para demostrar vuestra valía.
—Si es que tenéis algún valor —apostilló la fría voz de Garoni—. Hasta la llegada de la Luna Roja deberéis demostrar que sois rentables.
—Que sois aptos —tomó el relevo Gahna—. No os preocupéis por cómo lo averiguaréis: si lo sois lo sabréis en cuanto la Luna Roja se alce sobre vuestras cabezas.
Hubo un silencio prolongado durante el cual, aunque los cosechados no podían saberlo, ambos miembros del Consejo intentaban pasarse el marón el uno al otro telepáticamente de continuar el tedioso discurso. Una promesa en forma de beneficio económico convenció a Garoni para retomar la palabra.
—Mientras tanto, sois libres de vagabundear por las calles de Rocavarancolia siempre y cuando no os acerquéis a los lugares que estáis contemplando ahora mismo en vuestras mentes.
Una serie de imágenes del Castillo, Rocavaragálago y el Panteón Real se sucedieron en las mentes de los presentes.
>>Pero no creáis que tenéis una sola oportunidad de llegar a ver la Luna si no hacéis uso de los refugios que el Consejo os ofrece desinteresadamente —pronunció la frase con cierto desdén y les dedicó una mirada con la que pretendía transmitir que debían sentirse agradecidos de que así fuera—. Aprovechar los recursos de los que disponéis será la clave para vuestro éxito. Nadie puede ayudaros, pues no se podría separar los diamantes en bruto de las falsificaciones si así fuera. Buena suerte, la necesitaréis.
La momia ya se había girado para irse, aunque la maga y hermana de dragones permaneció inmóvil, observando como su compañero pretendía emprender la marcha. Suspiró: estaba segura de que Garoni lo había hecho a propósito.
—Ahorra hasta en sílabas —masculló entre dientes de forma que los cosechados no pudieron entender lo que había dicho. A continuación alzó la voz, mientras la momia ya se perdía en la distancia—. Y seguid las bañeras que saldrán a diario. En ellas se encontrará vuestro suministro diario de comida. Pronto llegará la primera.
La maga emprendió entonces el vuelo siguiendo la estela de Garoni mientras refunfuñaba para sí. El final del discurso le había quedado extraño porque la vieja momia había decidido despedirse antes de lo que correspondía.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Discurso de bienvenida
06/11/15, 09:10 pm
Asintió complacida al ver que Neil y el niño bebían por fin. De hecho incluso otro chico con protuberancias en los oídos que aún no había visto también se acercó a probar el agua mágica. De pronto había muchos nombres que recordar y Adrune no tenía la paciencia necesaria para esperar a que todos se presentasen cuando ya correteaba en dirección a Milo para preguntarle, ahora que podían entenderse, acerca de su brazo de metal. Se dio cuenta de que la niña pequeña de pelo negro parecía interesada en lo mismo y cuando empezó a hacer preguntas, la edeel cambió su objetivo a Rena, ya que había sido interrogada primero.
Mientras esperaba a que la chica de hocico respondiese, Neil se dirigió a ella y planteó una cuestión en la que la sinhadre todavía no había reparado.
—¡Tienes razón! —Exclamó tras arrugar la expresión como concentrándose muy fuerte en hablar en su idioma natal—. Ya sé, seguro que si volvemos a beber vuelve a cambiar.
Y antes de que su aurva pudiese procesar sus palabras, la chica ya se había acercado a la fuente y, esta vez sí, bebió directamente de ella salpicando a su alrededor en el proceso.
>>Probando, probando… No funciona —constató en tono de decepción mientras volvía junto a Neil—. ¡Ya sé! Tenemos que encontrar magia más poderosa —afirmó asintiendo con convicción, recuperando inmediatamente el optimismo.
Se giró entonces hacia el niño de piel morada cuando empezó a hacer una enumeración.
—Así no se juega —le informó—. Tienes que decir una palabra que empiece por la última silaba de la anterior. Pero es más divertido jugar con otra gente. Minino, minino… —repitió adquiriendo un aire pensativo pero sin dejar de moverse—. ¡No..!
Había iniciado un gesto con el brazo señalando al niño mientras sonreía con el que pretendía indicar que había dado con una palabra, pero fue entonces cuando el batir de unas alas interrumpió todas las conversaciones.
Aquellos dos desconocidos que parecían sacados de algún cuento fantasioso consiguieron que Adru callase durante el tiempo que duró el discurso. Ello no impidió, no obstante, que la edeel se acercase lo máximo posible a ellos, siendo salpicada completamente por la caída de la niña calva diminuta y les observaba desde abajo dando vueltas en círculo a su alrededor. La mujer reptil la impresionó considerablemente y el haber experimentado ella misma la magia para volar gracias a Jack le hizo ignorar al hombre que parecía tener tendencia a padecer más accidentes que ella a juzgar por los vendajes que le cubrían por completo. Se sobresaltó cuando aparecieron las imágenes en su mente, sintiendo fascinación por aquel edificio de color rojo intenso, pero solo retuvo a medias lo que aquellos dos habitantes de la ciudad mágica decían debido a que estaba más ocupada en analizar a la mujer reptil, preguntándose si Drusar la conocería de algo.
En cualquier caso, Adrune comprendió lo básico de aquel discurso: era una aventura para encontrar la Luna Roja. O al menos ella creía que había extraído lo importante de tanta palabrería.
—¡Eh! —Agitó la mano echando a correr tras la mujer lagarto cuando echó a volar siguiendo a su compañero accidentado—. ¿Dónde está Jack? ¡Tiene que enseñarnos a hacer magia!
Se rindió tras darse cuenta de que se había alejado demasiado de Neil y, tras permanecer observando con los brazos en jarras como la mujer reptil se perdía en la distancia, correteó de vuelta a su lado.
Llegó justo para escuchar a la niña de pelo negro y asintió colocándose cerca de ella mientras se cruzaba un brazo bajo el pecho y colocaba la otra mano bajo su barbilla.
—El señor de las vendas dijo que teníamos que demostrar nuestra valía sin ayuda. Seguro que también tenemos que encontrar a Jack por nuestra cuenta para que nos enseñe magia —finalizó haciendo un gesto con los puños para enfatizar su conclusión.
La niña también había mencionado lo último que había dicho la mujer reptil. No entendía cómo una bañera se relacionaba con la comida, pero estaba claro que tenía que ver con magia y aquello no se lo pensaba perder. Eso y que su estómago había comenzado a rugir ante la mención de alimento ahora que ya se le había pasado la emoción inicial de haber visto a una mujer tan increíble. Cuando el chico de la cicatriz propuso algo diferente, la sinhadre estuvo a punto de decirle que podían ir después a buscar refugio, pero Milo se le adelantó explicando lo que ella ya iba a decir… Más o menos. Tal vez el chico del brazo metálico había sabido ser más convincente de lo que que hubiera ella, pero no era eso lo importante.
>>¡Tenemos que esperar a la comida! —Añadió para reafirmar a los que pensaban como ella.
Mientras esperaba a que la chica de hocico respondiese, Neil se dirigió a ella y planteó una cuestión en la que la sinhadre todavía no había reparado.
—¡Tienes razón! —Exclamó tras arrugar la expresión como concentrándose muy fuerte en hablar en su idioma natal—. Ya sé, seguro que si volvemos a beber vuelve a cambiar.
Y antes de que su aurva pudiese procesar sus palabras, la chica ya se había acercado a la fuente y, esta vez sí, bebió directamente de ella salpicando a su alrededor en el proceso.
>>Probando, probando… No funciona —constató en tono de decepción mientras volvía junto a Neil—. ¡Ya sé! Tenemos que encontrar magia más poderosa —afirmó asintiendo con convicción, recuperando inmediatamente el optimismo.
Se giró entonces hacia el niño de piel morada cuando empezó a hacer una enumeración.
—Así no se juega —le informó—. Tienes que decir una palabra que empiece por la última silaba de la anterior. Pero es más divertido jugar con otra gente. Minino, minino… —repitió adquiriendo un aire pensativo pero sin dejar de moverse—. ¡No..!
Había iniciado un gesto con el brazo señalando al niño mientras sonreía con el que pretendía indicar que había dado con una palabra, pero fue entonces cuando el batir de unas alas interrumpió todas las conversaciones.
Aquellos dos desconocidos que parecían sacados de algún cuento fantasioso consiguieron que Adru callase durante el tiempo que duró el discurso. Ello no impidió, no obstante, que la edeel se acercase lo máximo posible a ellos, siendo salpicada completamente por la caída de la niña calva diminuta y les observaba desde abajo dando vueltas en círculo a su alrededor. La mujer reptil la impresionó considerablemente y el haber experimentado ella misma la magia para volar gracias a Jack le hizo ignorar al hombre que parecía tener tendencia a padecer más accidentes que ella a juzgar por los vendajes que le cubrían por completo. Se sobresaltó cuando aparecieron las imágenes en su mente, sintiendo fascinación por aquel edificio de color rojo intenso, pero solo retuvo a medias lo que aquellos dos habitantes de la ciudad mágica decían debido a que estaba más ocupada en analizar a la mujer reptil, preguntándose si Drusar la conocería de algo.
En cualquier caso, Adrune comprendió lo básico de aquel discurso: era una aventura para encontrar la Luna Roja. O al menos ella creía que había extraído lo importante de tanta palabrería.
—¡Eh! —Agitó la mano echando a correr tras la mujer lagarto cuando echó a volar siguiendo a su compañero accidentado—. ¿Dónde está Jack? ¡Tiene que enseñarnos a hacer magia!
Se rindió tras darse cuenta de que se había alejado demasiado de Neil y, tras permanecer observando con los brazos en jarras como la mujer reptil se perdía en la distancia, correteó de vuelta a su lado.
Llegó justo para escuchar a la niña de pelo negro y asintió colocándose cerca de ella mientras se cruzaba un brazo bajo el pecho y colocaba la otra mano bajo su barbilla.
—El señor de las vendas dijo que teníamos que demostrar nuestra valía sin ayuda. Seguro que también tenemos que encontrar a Jack por nuestra cuenta para que nos enseñe magia —finalizó haciendo un gesto con los puños para enfatizar su conclusión.
La niña también había mencionado lo último que había dicho la mujer reptil. No entendía cómo una bañera se relacionaba con la comida, pero estaba claro que tenía que ver con magia y aquello no se lo pensaba perder. Eso y que su estómago había comenzado a rugir ante la mención de alimento ahora que ya se le había pasado la emoción inicial de haber visto a una mujer tan increíble. Cuando el chico de la cicatriz propuso algo diferente, la sinhadre estuvo a punto de decirle que podían ir después a buscar refugio, pero Milo se le adelantó explicando lo que ella ya iba a decir… Más o menos. Tal vez el chico del brazo metálico había sabido ser más convincente de lo que que hubiera ella, pero no era eso lo importante.
>>¡Tenemos que esperar a la comida! —Añadió para reafirmar a los que pensaban como ella.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Discurso de bienvenida
06/11/15, 10:39 pm
La sonrisa que le había procurado descubrir la pequeña ayuda del agua y escuchar el comentario de la niña valiente duró lo que tardó en ver a los dos seres que se acercaban en la lejanía. Eitne conocía la magia, había flotado en el aire en alguna ocasión gracias a su abuela, pero jamás habia visto magia que convirtiera a la gente en monstruos come niños. Y una de las figuras, definitivamente, era uno de esos monstruos. Su expresión se quebró en cuestión de segundos y en su mente se dibujaron todas las formas horribles en las que se los podrían comer a todos.
Inconscientemente, el daeliciano caminó hacia atrás y buscó a los dos amigos que le habían rescatado para refugiarse tras ellos. Las lágrimas surcaron en cuanto los tuvo casi tan cerca como para oler su aliento y no cesaron al escuchar sus palabras. Eitne no estaba entendiendo nada. Hacía frío, todo era oscuro y siniestro, tenía miedo y no entendía absolutamente nada. ¿Por qué tenía que demostrar qué? ¿Por qué no podían ir los sitios que habían cruzado su mente? ¿Qué pasaba con la luna? ¿Y con ellos? ¿Y con los monstruos? ¿Y las bañeras? ¿Por qué los abandonaban allí? ¿Qué querían? Eitne se vio saturado por tanta desinformación y tanto mensaje críptico. ¿Qué hacía él allí, que solo había hablado con un hada?
El daeliciano se dejó caer de culo al suelo, flexionó las piernas y se abrazo a sus rodillas. En aquellos momentos solo podía llorar y no había razones suficientes para que se aguantara las ganas. El muchacho enterró la cabeza entre las piernas y chilló. Todo lo que ocurría a su alrededor pasó a un segundo plano. El primero estaba totalmente ocupado por el miedo.
Inconscientemente, el daeliciano caminó hacia atrás y buscó a los dos amigos que le habían rescatado para refugiarse tras ellos. Las lágrimas surcaron en cuanto los tuvo casi tan cerca como para oler su aliento y no cesaron al escuchar sus palabras. Eitne no estaba entendiendo nada. Hacía frío, todo era oscuro y siniestro, tenía miedo y no entendía absolutamente nada. ¿Por qué tenía que demostrar qué? ¿Por qué no podían ir los sitios que habían cruzado su mente? ¿Qué pasaba con la luna? ¿Y con ellos? ¿Y con los monstruos? ¿Y las bañeras? ¿Por qué los abandonaban allí? ¿Qué querían? Eitne se vio saturado por tanta desinformación y tanto mensaje críptico. ¿Qué hacía él allí, que solo había hablado con un hada?
El daeliciano se dejó caer de culo al suelo, flexionó las piernas y se abrazo a sus rodillas. En aquellos momentos solo podía llorar y no había razones suficientes para que se aguantara las ganas. El muchacho enterró la cabeza entre las piernas y chilló. Todo lo que ocurría a su alrededor pasó a un segundo plano. El primero estaba totalmente ocupado por el miedo.
- InvitadoInvitado
Re: Discurso de bienvenida
07/11/15, 02:07 am
-A todos nos ponen uno cuando nos hacemos mayores- explicó Rena, cubriendo el ordenador de su brazo con su otra mano para evitar que la niña hiciese estropicios- Y qué va a ser mágico, funciona con electricidad.
No tuvo tiempo de explicar mucho más, el ''comité de bienvenida'' apareció entonces, flotando en el aire. Rena solo había visto ciudadanos bastante normaluchos, raros a veces, pero nada impresionante, pero sin duda aquellos dos imponían. El discurso la dejó confusa. ¿Qué decían de unas pruebas? ¿No iban a aprender magia? << Que tenemos que demostrar que somos rentables dice el cabrón>> pensó con rabia. Sonaba demasiado a mierda que ya había oido mil veces. Dio un respingo cuando unas imagenes extrañas se colaron en su mente, sitios prohibidos, lugares que debían evitar... La intrusión no le hizo ninguna gracia, de pronto ya no estaba tan emocionada con la magia.
Los ciudadanos se marcharon, y sorprendentemente Rena se las había apañado para no gritarles cuatro cosas. Nadie le había dicho que tendría que pelear para conseguir la maldita magia. Miró a su alrededor. Casi todos eran crios que estaba claro no eran plenamente conscientes de la situación en la que estaban. Uno de los más pequeños, el de color de chuche, empezó a gritar. Sin duda no había sido un discurso muy motivador.
-No nos vamos a mover de aquí- dijo con voz firme.- No se si os habeis coscado pero no nos han dicho donde estan los malditos refugios, así que entre dar vueltas como gilipollas en una ciudad que no conocemos y seguir una ruta marcada que nos va a llevar hasta nuestra comida, prefiero lo segundo.
Ya se había quitado la chaqueta antes para enseñarle el brazo a Nime, así que se acercó a Eitne y se la echó por encima, cubriéndole la cabeza por si así se sentía más seguro. Se arrodilló a su lado.
-Deja ya de gritar, gominola. Ya sé que eran feos los pobres pero tampoco era para tanto, ¿no?- dijo sonriendo- Va, en nada van a aparecer las bañeras esas, sean lo que sean, y nos traerán comida. ¿No tienes hambre? Porque yo me estoy muriendo, no he desayunado siquiera. ¿Qué te gustaría desayunar? Yo tengo antojo de gachas con azucar derretido por encima y bollos de leche y magdalenas...
Hablar de comida le calmaba cuando era niña, esperaba que con aquel crío funcionase.
No tuvo tiempo de explicar mucho más, el ''comité de bienvenida'' apareció entonces, flotando en el aire. Rena solo había visto ciudadanos bastante normaluchos, raros a veces, pero nada impresionante, pero sin duda aquellos dos imponían. El discurso la dejó confusa. ¿Qué decían de unas pruebas? ¿No iban a aprender magia? << Que tenemos que demostrar que somos rentables dice el cabrón>> pensó con rabia. Sonaba demasiado a mierda que ya había oido mil veces. Dio un respingo cuando unas imagenes extrañas se colaron en su mente, sitios prohibidos, lugares que debían evitar... La intrusión no le hizo ninguna gracia, de pronto ya no estaba tan emocionada con la magia.
Los ciudadanos se marcharon, y sorprendentemente Rena se las había apañado para no gritarles cuatro cosas. Nadie le había dicho que tendría que pelear para conseguir la maldita magia. Miró a su alrededor. Casi todos eran crios que estaba claro no eran plenamente conscientes de la situación en la que estaban. Uno de los más pequeños, el de color de chuche, empezó a gritar. Sin duda no había sido un discurso muy motivador.
-No nos vamos a mover de aquí- dijo con voz firme.- No se si os habeis coscado pero no nos han dicho donde estan los malditos refugios, así que entre dar vueltas como gilipollas en una ciudad que no conocemos y seguir una ruta marcada que nos va a llevar hasta nuestra comida, prefiero lo segundo.
Ya se había quitado la chaqueta antes para enseñarle el brazo a Nime, así que se acercó a Eitne y se la echó por encima, cubriéndole la cabeza por si así se sentía más seguro. Se arrodilló a su lado.
-Deja ya de gritar, gominola. Ya sé que eran feos los pobres pero tampoco era para tanto, ¿no?- dijo sonriendo- Va, en nada van a aparecer las bañeras esas, sean lo que sean, y nos traerán comida. ¿No tienes hambre? Porque yo me estoy muriendo, no he desayunado siquiera. ¿Qué te gustaría desayunar? Yo tengo antojo de gachas con azucar derretido por encima y bollos de leche y magdalenas...
Hablar de comida le calmaba cuando era niña, esperaba que con aquel crío funcionase.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Discurso de bienvenida
07/11/15, 02:41 am
Sabía a ciencia cierta que tres cuartas partes de los allí presentes no eran humanos, pero eso no evitó que la coreana quedará sorprendida. A su mente vinieron todas aquellas noticias relacionadas con la existencia de vida en otros planetas, o la posibilidad de vida inteligente lejos de la Tierra, notablemente emocionada por ser ella uno de los privilegiados en conocer a un ser inteligente que no fuera otro ser humano... o delfín.
Una sonrisa cargada de emoción se dibujó en sus labios al oír primero el nombre del planeta de Milo y Rena, después el de Drusar.
—Irraria... Asrena... — Los pronunció en voz baja varias veces, deleitándose de como sonaban. "La Tierra" quedaba tremendamente cutre al lado de un nombre más original como aquellos, y de no haber dicho Hyung de donde venían los humanos, quizás ella se hubiera permitido bromear con que provenía de Pangea. Al menos sonaba más bonito.
Necesitaba mantener a raya su curiosidad. Tenía 18 años, no 12 o 14 como los menores allí presentes, no podía ponerse a saltar y disparar preguntas como si fuera un aspersor aunque ganas no le faltasen.
Todos parecían haber bebido ya, percatándose entonces de la presencia de un humano más. Le asustó no haberse fijado en él hasta entonces, cuestionándose cuanto tiempo llevaba entre ellos.
Unas voces a su espalda le hicieron voltearse para mirar, dejando a un lado preguntas, no dando con los que hablaban hasta que se fijó en la dirección que tomaban los ojos de sus compañeros. Creyó que era imposible que vinieran de arriba hasta que vio ambas siluetas flotando en el cielo, dejándola con una cara de estupefacción que sería un fácil motivo de risa. El aspecto de ambos la dejó sin habla. Lo de la momia flotante, bueno, era raro, pero la mujer dragón... No pudo evitar mirar de reojo a Drusar, buscando semejanzas en cuanto a criaturas con escamas se trataba. En ese instante recordó con espeluznante claridad al chico de piel grisácea que se presentó en su habitación la pasada noche, teniendo muy asumido que aquello no era ningún tipo de sueño o broma muy elaborada.
Lo que más le sorprendía es que no le asustaba, sino todo lo contrario: le emocionaba estar allí. Si iban a ser una serie de pruebas, Rox se esforzaría por llevarlas a cabo.
Arrugó con sutileza la nariz al oír el término de "Luna Roja", pensando en la luna de sangre que tenía lugar en la Tierra. Algo le decía que no se trataba de lo mismo. Las imágenes que cruzaron repentinamente su cabeza le hicieron sujetarse la frente con la palma de la mano, pestañeando con rapidez por lo que acababa de ver, pero sobre todo tratando de quedarse con toda la información posible. Era como tratar de memorizar una fotografía en menos de diez segundos.
—¿Bañeras...? —resopló, sacudiendo la cabeza con suavidad, confundida. Meter comida en una bañera no sonaba muy higiénico, pero más raro era el tener que perseguirlas. Una vez se fueron la momia y la mujer dragón escuchó las ideas de los demás, tan ensimismada que ni siquiera se fijó en lo mojada que estaba Pam.
Iba a exponer su opinión, pero un llanto la sacó de conversación para buscar con la mirada el origen de este. El niño morado, del cual aún desconocía su nombre, había pasado de un estado de felicidad a uno de pánico de nuevo. La irrense fue, sin embargo, más rápida que ella a la hora de consolarle, quedando Rox asombrada por el trato tan amable que mostraba con el menor. Esbozó una sonrisa de satisfacción, recordando entonces el frío que tenía al ver a la de pelo verde deshacerse con tanta facilidad de su chaqueta. ¿Acaso no sentían frío? Llevando ella dos capas de ropa ya estaba tiritando.
Se acercó a ambos, abrazándose a sí misma para no perder la temperatura y agachándose cerca de los dos para dedicarle una sonrisa al más pequeño.
—Vaya, yo tengo un hambre bestial y eso que comí hace nada. Por mi me comería hasta la bañera. —le siguió el juego a la otra, guiñando un ojo. Alzó una mano, dubitativa por lo fría que la tenía, para acomodarle al de pelo azul la corona de flores, procurando que no quedase muy aplastada por el peso de la chaqueta de la muchacha. Alzó la voz para que le escucharan todos—. ¡Es verdad! Lo mejor es que esperemos a las bañeras y luego nos vayamos a uno de esos refugios. Seguro... —trató de que la duda no la interrumpiera, poniendo un tono de voz casi infantil—. Seguro que en los refugios tienen camas, ¡y un montón de mantas para arroparse!
Se levantó de un pequeño salto y se estiró, actuando lo más segura de sí misma para evitar que nadie más entrara en pánico.
Una sonrisa cargada de emoción se dibujó en sus labios al oír primero el nombre del planeta de Milo y Rena, después el de Drusar.
—Irraria... Asrena... — Los pronunció en voz baja varias veces, deleitándose de como sonaban. "La Tierra" quedaba tremendamente cutre al lado de un nombre más original como aquellos, y de no haber dicho Hyung de donde venían los humanos, quizás ella se hubiera permitido bromear con que provenía de Pangea. Al menos sonaba más bonito.
Necesitaba mantener a raya su curiosidad. Tenía 18 años, no 12 o 14 como los menores allí presentes, no podía ponerse a saltar y disparar preguntas como si fuera un aspersor aunque ganas no le faltasen.
Todos parecían haber bebido ya, percatándose entonces de la presencia de un humano más. Le asustó no haberse fijado en él hasta entonces, cuestionándose cuanto tiempo llevaba entre ellos.
Unas voces a su espalda le hicieron voltearse para mirar, dejando a un lado preguntas, no dando con los que hablaban hasta que se fijó en la dirección que tomaban los ojos de sus compañeros. Creyó que era imposible que vinieran de arriba hasta que vio ambas siluetas flotando en el cielo, dejándola con una cara de estupefacción que sería un fácil motivo de risa. El aspecto de ambos la dejó sin habla. Lo de la momia flotante, bueno, era raro, pero la mujer dragón... No pudo evitar mirar de reojo a Drusar, buscando semejanzas en cuanto a criaturas con escamas se trataba. En ese instante recordó con espeluznante claridad al chico de piel grisácea que se presentó en su habitación la pasada noche, teniendo muy asumido que aquello no era ningún tipo de sueño o broma muy elaborada.
Lo que más le sorprendía es que no le asustaba, sino todo lo contrario: le emocionaba estar allí. Si iban a ser una serie de pruebas, Rox se esforzaría por llevarlas a cabo.
Arrugó con sutileza la nariz al oír el término de "Luna Roja", pensando en la luna de sangre que tenía lugar en la Tierra. Algo le decía que no se trataba de lo mismo. Las imágenes que cruzaron repentinamente su cabeza le hicieron sujetarse la frente con la palma de la mano, pestañeando con rapidez por lo que acababa de ver, pero sobre todo tratando de quedarse con toda la información posible. Era como tratar de memorizar una fotografía en menos de diez segundos.
—¿Bañeras...? —resopló, sacudiendo la cabeza con suavidad, confundida. Meter comida en una bañera no sonaba muy higiénico, pero más raro era el tener que perseguirlas. Una vez se fueron la momia y la mujer dragón escuchó las ideas de los demás, tan ensimismada que ni siquiera se fijó en lo mojada que estaba Pam.
Iba a exponer su opinión, pero un llanto la sacó de conversación para buscar con la mirada el origen de este. El niño morado, del cual aún desconocía su nombre, había pasado de un estado de felicidad a uno de pánico de nuevo. La irrense fue, sin embargo, más rápida que ella a la hora de consolarle, quedando Rox asombrada por el trato tan amable que mostraba con el menor. Esbozó una sonrisa de satisfacción, recordando entonces el frío que tenía al ver a la de pelo verde deshacerse con tanta facilidad de su chaqueta. ¿Acaso no sentían frío? Llevando ella dos capas de ropa ya estaba tiritando.
Se acercó a ambos, abrazándose a sí misma para no perder la temperatura y agachándose cerca de los dos para dedicarle una sonrisa al más pequeño.
—Vaya, yo tengo un hambre bestial y eso que comí hace nada. Por mi me comería hasta la bañera. —le siguió el juego a la otra, guiñando un ojo. Alzó una mano, dubitativa por lo fría que la tenía, para acomodarle al de pelo azul la corona de flores, procurando que no quedase muy aplastada por el peso de la chaqueta de la muchacha. Alzó la voz para que le escucharan todos—. ¡Es verdad! Lo mejor es que esperemos a las bañeras y luego nos vayamos a uno de esos refugios. Seguro... —trató de que la duda no la interrumpiera, poniendo un tono de voz casi infantil—. Seguro que en los refugios tienen camas, ¡y un montón de mantas para arroparse!
Se levantó de un pequeño salto y se estiró, actuando lo más segura de sí misma para evitar que nadie más entrara en pánico.
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.
Re: Discurso de bienvenida
07/11/15, 01:54 pm
Poca conversación salió de la gente, pues la escena fue rápidamente eclipsada por dos seres voladores que les empezaron a hablar. Hyung se sobresalto al ver en su mente los lugares de los que los seres hablaban, no podía creérselo, un sentimiento de desesperación abordaba su mente según hablaban. << Probar que somos aptos>> no lo habían dicho exactament pero Hyng dio por hecho q se referían a sobrevivir <<No lo conseguiré>>. Hyung sentía como se le iban todas las fuerzas no quería moverse, ¡¿Por qué habría sido tan tonto de aceptar?! Había sido un estúpido ahí solo hallaría la muerte y no volvería a ver a su hermana, a su familia, no más quedadas, no más karaokes, no más nada. Solo le quedaba la desesperación no tenía nada que le hiciera capaz de sobrevivir en aquel lugar desconocido: Era enclenque y cobarde, no tenía ni una gran personalidad que en el caso de que estuvieran en una peli de terror le salvara. Miro a los lados <<un grupo de niños solos en ese mundo, que iban a hacer>> Hyung no hacía más que imaginarse peligros, que aunque fuera posible que no existieran, no quería descubrirlo.
El niño volvió a chillar y a llorar, esta vez se acercaron la chica animal y Rox. Al mirar al niño pensó en lo patético que resultaba que se estuviera sintiendo como aquel enano, en cómo no quería ser así. No debía pararse a pensar todo lo horrible que le iba a pasar debía seguir a la grupo y no resultar un lloricas por mucho que su cuerpo le gritara que iba a morir.
Por otro lado Milo le ofrecía su sudadera a la chica que, al parecer, se había caído en la fuente. Todo el mundo estaba intentando ayudar a todos. Y él en cambio solo pensaba en su propia supervivencia, Hyung se reafirmo <<No debo ser un lastre>>.
La gente estaba opinando entre ir a refugio o esperar a la bañera, a Hyung le daba igual lo que hicieran el simplemente iría con el grupo más grande, pasaba de opinar. Miro hacia el cielo y luego a todos. Debería irse a hablar con la gente al menos por conveniencia, aunque no fuera mucho de hablar, si se llevaba bien con los demás, estaría más seguro.
- H-hey- dijo con cierta inseguridad y todavía miedo en su voz, dirigiéndose al otro coreano.- ¿qué opinas sobre todo lo del discursito?- se sentía estúpido, no tenía mucha practica hablando con la gente, y esperaba que el otro no se diera cuenta de sus nervios.
El niño volvió a chillar y a llorar, esta vez se acercaron la chica animal y Rox. Al mirar al niño pensó en lo patético que resultaba que se estuviera sintiendo como aquel enano, en cómo no quería ser así. No debía pararse a pensar todo lo horrible que le iba a pasar debía seguir a la grupo y no resultar un lloricas por mucho que su cuerpo le gritara que iba a morir.
Por otro lado Milo le ofrecía su sudadera a la chica que, al parecer, se había caído en la fuente. Todo el mundo estaba intentando ayudar a todos. Y él en cambio solo pensaba en su propia supervivencia, Hyung se reafirmo <<No debo ser un lastre>>.
La gente estaba opinando entre ir a refugio o esperar a la bañera, a Hyung le daba igual lo que hicieran el simplemente iría con el grupo más grande, pasaba de opinar. Miro hacia el cielo y luego a todos. Debería irse a hablar con la gente al menos por conveniencia, aunque no fuera mucho de hablar, si se llevaba bien con los demás, estaría más seguro.
- H-hey- dijo con cierta inseguridad y todavía miedo en su voz, dirigiéndose al otro coreano.- ¿qué opinas sobre todo lo del discursito?- se sentía estúpido, no tenía mucha practica hablando con la gente, y esperaba que el otro no se diera cuenta de sus nervios.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Discurso de bienvenida
08/11/15, 03:39 pm
Neil se quedó mirando a su edeel esperando que ella encontrara una solución al problema de haber perdido su nombre, pero después de que esta probara de nuevo el agua y concluyera que necesitarían una magia más fuerte se distrajo enseguida hablando con el niño.
El aurva seguía vocalizando marcadamente palabras sin sonido y estirando su cuello todavía sorprendido por haber perdido su idioma, cuando los extraños aparecieron. Neil retrocedió tres pasos hacia atrás asustado por su presencia, con los ojos como platos y el labio inferior vibrándole del nerviosismo y el miedo. De forma inconsciente, se fue acercando al niño y a Adru, pero esta última había empezado a acercarse a los monstruos en cuanto habían empezado a hablar. El sinhadre solo pudo temblar del miedo y abrazarse a si mismo mientras aquellos amenazantes seres hablaban.
Cuando las imágenes llegaron a su cabeza, Neil dio un paso más atrás sorprendido y comenzó a temblar más fuerte. Lo único que el aurva podía deducir de aquel discurso era que no iba a volver a casa. “¿No volveré a ver a Yaiza, Yrdel y Nora nunca más? ¿No volveremos a casa? Mis esculturas… mi tarta… ¿No vamos a poder volver a Sinhdro?” se preguntó frenético, mientras su labio vibraba rápidamente y algunas lagrimas caían de sus ojos. Cuando Adru volvió a acercarse a él, Neil se aferró de nuevo a su poncho.
- Adru, ¿podremos volver a casa? ¿crees que nos van a comer?- le preguntó con la voz temblorosa, aspirando mocos y las lagrimas corriendo por sus mejillas.
En aquel momento oyó los gritos del niño, que se había hecho bolita en el suelo. A Neil le hubiera gustado acercarse a consolarle, pero realmente no sabía cómo consolar a alguien que seguramente lloraba por la misma razón que él.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- InvitadoInvitado
Re: Discurso de bienvenida
08/11/15, 06:44 pm
En la distancia, aquellos cosechados con el oido más fino podrían oir una melodía, o al menos un intento. Conforme se fue acercando, la voz se fue haciendo más clara, revelando lo desafinado y desagradable de su canción, y ta vez permitiendo a algún humano reconocerla.
-Seesos, caaaallos, lenguas de bebéeee,
melaaaza, gusanos, y grillos a granel.
Lala lala lala lala lala lala lala lalaaaaaaaaaaaaaaaaa...~
El espantapájaros se acompañaba con un acordeón que había visto mejores días, y que su programación no le permitía tocar muy bien. Iba en la proa de su bañera, con un pie sobre el borde mientras surcaba los cielos, ajeno al grupo de cachorros hambientos muchos metros bajo él.
-Seesos, caaaallos, lenguas de bebéeee,
melaaaza, gusanos, y grillos a granel.
Lala lala lala lala lala lala lala lalaaaaaaaaaaaaaaaaa...~
El espantapájaros se acompañaba con un acordeón que había visto mejores días, y que su programación no le permitía tocar muy bien. Iba en la proa de su bañera, con un pie sobre el borde mientras surcaba los cielos, ajeno al grupo de cachorros hambientos muchos metros bajo él.
- Nota de GM:
Podeis concultar los puntos de abastecimiento y el contenido de las cestas en este tema. Los letarguinos teneis que seguir la bañera que va a la Plaza de los Colaespina.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Discurso de bienvenida
08/11/15, 09:01 pm
Hubo varios de acuerdo con ella en buscar el refugio y otros que preferían quedarse a esperar la llegada de la bañera. Daba igual si se decía oral o solo pensándolo, era una frase absurda donde la hubiera.
Pam no opino al respecto, pues algo mas se llevo su atención. La niña parpadeo despacio al ver a Milo entregarle aquella prenda, su expresión de desconcierto era bastante evidente. Estaba empapada, claro que lo estaba, pero la mona del queso no había esperado ni siquiera por casualidad una muestra de interés o preocupación de ningún tipo por su situación. Aunque Milo no era su amo, ni un ordes.
-¿En serio puedo ponérmela? -preguntó Pam dudosa, no teniendo claro como tomarse aquel gesto. Al ver que no parecía una broma, Pam se quito el poncho junto con el delantal dejándolos en el suelo, haciéndose evidente que era una niña ante la total falta de ropa bajo aquellas prendas, cosa que no parecía importarle. Se puso la sudadera con cierta emoción contenida, quedándole esta un poco por debajo de las rodilla y las mangas largas << ¡Wow! ¿Que es esto? ¡Esta cálentita! >> pensó incrédula restregándose las frías mejillas con las mangas hasta que se le colorearon, sintiéndose a gusto al sentir de nuevo cierto calor. El tacto era extraño pero Pam no pensaba quejarse.
-Se esta caliente aquí dentro -murmuró como agradecimiento, acurrucándose dentro de la sudadera para coger el poncho y el delantal, sacando el cuchillo para meterlo en el bolsillo de la sudadera. Y estaba intentando exprimir el exceso de agua cuando el niño lila estallo en llanto sobresaltándola. Pam miro a todos lados porque ese ruidos sonaba como una alarma par ella, viendo de reojo como este era rápidamente atendido por los demás. << Yo debería estar como el también >> pensó Pam que por una vez el llanto de un niño no le fue lo suficientemente molesto como parar querer estrellarlo contra el piso. Solo y unicamente por que veía motivos para llorar. << Aunque sino se calla pronto no voy a poder resistir el impulso de meterle el delantal en al boca >> aseguro Pam, esperando que lo callaran pronto antes de que atrajera a toda esa extraña ciudad hacia ellos.
Al parecer fue tarde, porque un canto fue haciéndose mas y mas evidente para Pam, que mio alrededor extrañad ano sabiendo su origen. tardo un poco en concretar que venia del cielo y cuando sus ojos por fin dieron con el origen, la niña abrió la boca de par en par. Se restregó los ojos con las mangas, creyendo estar alucinando << No puede ser...una bañera volando conducida por trozo de rama parlante >> era tan soberanamente irreal que no tenia mas palabras que esa para describirlo. ¿Eso podía hacer la magia? << La magia es mas absurda por momentos >> sacudió la cabeza antes de perder la razón.
-Pues...ahí esta la bañera- murmuro a nadie en particular. Aunque si eso era los alimentos que tendría que comer, ella se quedaba con los bichos, porque eso de sesos y lenguas le sonaba asqueroso. Observo al grupo y luego de nuevo la bañera voladora. Tocaría seguirla a ver si bajaba en algún momento y los dirigía hacía el refugio- Debemos seguirla -comento Pam antes de acomodarse el poncho y guardarse en el delantal en el otro bolsillo, esperaría alguna reacción, antes de echarse a andar hacía el lugar donde iba la bañera.
Pam no opino al respecto, pues algo mas se llevo su atención. La niña parpadeo despacio al ver a Milo entregarle aquella prenda, su expresión de desconcierto era bastante evidente. Estaba empapada, claro que lo estaba, pero la mona del queso no había esperado ni siquiera por casualidad una muestra de interés o preocupación de ningún tipo por su situación. Aunque Milo no era su amo, ni un ordes.
-¿En serio puedo ponérmela? -preguntó Pam dudosa, no teniendo claro como tomarse aquel gesto. Al ver que no parecía una broma, Pam se quito el poncho junto con el delantal dejándolos en el suelo, haciéndose evidente que era una niña ante la total falta de ropa bajo aquellas prendas, cosa que no parecía importarle. Se puso la sudadera con cierta emoción contenida, quedándole esta un poco por debajo de las rodilla y las mangas largas << ¡Wow! ¿Que es esto? ¡Esta cálentita! >> pensó incrédula restregándose las frías mejillas con las mangas hasta que se le colorearon, sintiéndose a gusto al sentir de nuevo cierto calor. El tacto era extraño pero Pam no pensaba quejarse.
-Se esta caliente aquí dentro -murmuró como agradecimiento, acurrucándose dentro de la sudadera para coger el poncho y el delantal, sacando el cuchillo para meterlo en el bolsillo de la sudadera. Y estaba intentando exprimir el exceso de agua cuando el niño lila estallo en llanto sobresaltándola. Pam miro a todos lados porque ese ruidos sonaba como una alarma par ella, viendo de reojo como este era rápidamente atendido por los demás. << Yo debería estar como el también >> pensó Pam que por una vez el llanto de un niño no le fue lo suficientemente molesto como parar querer estrellarlo contra el piso. Solo y unicamente por que veía motivos para llorar. << Aunque sino se calla pronto no voy a poder resistir el impulso de meterle el delantal en al boca >> aseguro Pam, esperando que lo callaran pronto antes de que atrajera a toda esa extraña ciudad hacia ellos.
Al parecer fue tarde, porque un canto fue haciéndose mas y mas evidente para Pam, que mio alrededor extrañad ano sabiendo su origen. tardo un poco en concretar que venia del cielo y cuando sus ojos por fin dieron con el origen, la niña abrió la boca de par en par. Se restregó los ojos con las mangas, creyendo estar alucinando << No puede ser...una bañera volando conducida por trozo de rama parlante >> era tan soberanamente irreal que no tenia mas palabras que esa para describirlo. ¿Eso podía hacer la magia? << La magia es mas absurda por momentos >> sacudió la cabeza antes de perder la razón.
-Pues...ahí esta la bañera- murmuro a nadie en particular. Aunque si eso era los alimentos que tendría que comer, ella se quedaba con los bichos, porque eso de sesos y lenguas le sonaba asqueroso. Observo al grupo y luego de nuevo la bañera voladora. Tocaría seguirla a ver si bajaba en algún momento y los dirigía hacía el refugio- Debemos seguirla -comento Pam antes de acomodarse el poncho y guardarse en el delantal en el otro bolsillo, esperaría alguna reacción, antes de echarse a andar hacía el lugar donde iba la bañera.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.
Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Discurso de bienvenida
09/11/15, 01:33 am
Ni siquiera dos vidas completas, rellenas con las mil historias de su abuela lo hubiesen preparado para… ¿bañeras? << Y a mí me trajeron rellenándome de humo, en medio de una plaza de gente dormida >> . Mejor no pensar en aquello, ya lo averiguaría en su momento.
Se sentó en el suelo en medio de todos, no quería llamar la atención, aunque se moría de ganas de saber todo sobre los demás elegidos. Cuando la chica grande y peligrosa calmo al pequeño llorón, se sintió como en casa. Aunque jamás había escuchado de algo tan dulce como lo que la muchacha menciono, se moría por probarlo.
El sonido de una canción rara fue haciéndose más inteligible, y soltó una carcajada apenas vio la bañera voladora. Un par de los muchachos voltearon a verlo intrigados, pero no se arrepintió. Aunque intimidado por las miradas, en especial la del lagarto, siguió sonriendo.
- Bueno, al menos la parte de las bañeras era cierta – dijo como disculpándose - si lo que canta el capitán no lo es, le daré un punto a los dioses.
Se encogió de hombros ante su broma privada viendo que ahora si llamaría la atención. - Quizá debamos ir siguiéndola con cuidado – comento mientras se levantaba - antes de que decidan darnos algo peor que las lenguas de bebe.
Abochornado se levantó esperando que alguien dejara de mirarlo y decidieran ir por la comida. En verdad tenía hambre y no se le antojaban las lenguas de bebe.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Se sentó en el suelo en medio de todos, no quería llamar la atención, aunque se moría de ganas de saber todo sobre los demás elegidos. Cuando la chica grande y peligrosa calmo al pequeño llorón, se sintió como en casa. Aunque jamás había escuchado de algo tan dulce como lo que la muchacha menciono, se moría por probarlo.
El sonido de una canción rara fue haciéndose más inteligible, y soltó una carcajada apenas vio la bañera voladora. Un par de los muchachos voltearon a verlo intrigados, pero no se arrepintió. Aunque intimidado por las miradas, en especial la del lagarto, siguió sonriendo.
- Bueno, al menos la parte de las bañeras era cierta – dijo como disculpándose - si lo que canta el capitán no lo es, le daré un punto a los dioses.
Se encogió de hombros ante su broma privada viendo que ahora si llamaría la atención. - Quizá debamos ir siguiéndola con cuidado – comento mientras se levantaba - antes de que decidan darnos algo peor que las lenguas de bebe.
Abochornado se levantó esperando que alguien dejara de mirarlo y decidieran ir por la comida. En verdad tenía hambre y no se le antojaban las lenguas de bebe.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
Página 2 de 2. • 1, 2
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.