Discurso de bienvenida
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Poblo
Viktor Olbricht
Evanna
Alicia
Jack
Elliot
Yler
Naeryan
12 participantes
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- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Discurso de bienvenida
07/09/12, 10:58 pm
[Evento para los cosechados de la 4ª generación que se hallen presentes en este momento en la Plaza de la Fuente. Se rolea aquí directamente. Si alguno tiene dudas sobre los miembros del consejo mencionados, que mire aquí.]
Dos sombras repentinas interrumpieron el alboroto que estaba teniendo lugar en la plaza de la fuente, la primera apareciendo casi de la nada y la segunda emergiendo entre las sombras de una calle cercana. Ambas tomaron posición la una junto a la otra en el centro de la plaza, y los cosechados guardaron silencio al darse cuenta de que no se hallaban solos.
La primera figura era un híbrido de reptil y mujer. Una cota de escamas cubría buena parte de su cuerpo, más o menos superficialmente según la zona, y sus piernas eran completamente dragontinas. Llevaba ropas ligeras, lo mínimo para poder moverse con comodidad, y una cola de reptil descansaba perezosamente en el suelo, dando sin embargo la impresión de estar a punto de dar un latigazo en cualquier momento. Su porte imponente, unido a la mirada penetrante que dirigió a los presentes, intimidaba seriamente.
Lo que la primera tenía de majestuoso lo perdía la segunda: si bien en otros tiempo la enorme licántropa de pelaje negro que había frente a ellos debía haber sido una visión llena de belleza salvaje, ésta quedaba destrozada por los múltiples cortes y desgarrones que marcaban su piel a distintas profundidades. Ninguno de ellos sangraba: sin embargo a través de algunos de ellos parecían entreverse huesos. Era imposible que pudiera moverse y caminar con normalidad: sin embargo el repiqueteo de sus garras metálicas al adoptar la postura encorvada más propia de su naturaleza les confirmó que aquella criatura estaba perfectamente viva. Sus profundos ojos lobunos también escudriñaron a los cosechados con atención.
La mujer dragón pareció dejarles un momento para que asimilaran la visión que tenían ante sus ojos, y luego empezó a hablar.
-Bienvenidos a Rocavarancolia, la tierra de la muerte y los milagros- su voz llegó a todos los rincones de la plaza-. Soy Gahna y mi compañera es Cicatriz: este año es tarea nuestra recibir a los nuevos cachorros de Samhein. Sin embargo, quiero que seáis conscientes de que ésta va a ser toda la ayuda del Consejo, y de la ciudad, que vais a recibir a partir de ahora.
Se cruzó de brazos; su mirada parecía quemar como fuego sobre los cosechados.
>>Vengo a hablaros de lo que os espera en Rocavarancolia, ¿y qué me encuentro? A un hatajo de niños asustados- dirigió una mirada de desprecio hacia el cosechado desvanecido en el suelo-. La ciudad no es amable ni piadosa, y no tendrá paciencia con los débiles ni los cobardes... La cosecha ha pasado y ha llegado la criba: separar lo válido de lo... desechable- su voz pareció regodearse en torno a esa palabra como a un caramelo envenenado.
-Sobrevivir- la mujer lobo sorprendió a los cosechados tomando la palabra-. Ésa es vuestra prioridad y vuestro único deber: manteneros con vida hasta que llegue la Luna Roja, conservar vuestros miembros y vuestra cordura lo suficiente para presenciar el mayor milagro de todos. Nada ni nadie en esta ciudad os tenderá la mano cuando la necesitéis. En su lugar se cebarán en vuestra desgracia y en vuestra debilidad: ahora más que nunca estáis solos, a merced de vosotros mismos. Quien no merezca sobrevivir no lo hará.
-La mitad de vosotros no lo logrará- la dama dragón volvió a hablar; una vez más observándoles, calibrándoles-. Algunos caeréis ante el hambre, otros ante los monstruos y todavía más seréis los que sucumban ante el horror que anida dentro de vosotros mismos...
Con aquellas ominosas palabras terminó el discurso; Gahna pareció desvanecerse en el aire como hecha de humo y Cicatriz emprendió la carrera súbitamente por una calleja lateral, aullando salvajemente. La oscuridad de la ciudad se tragó a ambas, la misma oscuridad que, según habían advertido, acabaría por devorarles a ellos.
Dos sombras repentinas interrumpieron el alboroto que estaba teniendo lugar en la plaza de la fuente, la primera apareciendo casi de la nada y la segunda emergiendo entre las sombras de una calle cercana. Ambas tomaron posición la una junto a la otra en el centro de la plaza, y los cosechados guardaron silencio al darse cuenta de que no se hallaban solos.
La primera figura era un híbrido de reptil y mujer. Una cota de escamas cubría buena parte de su cuerpo, más o menos superficialmente según la zona, y sus piernas eran completamente dragontinas. Llevaba ropas ligeras, lo mínimo para poder moverse con comodidad, y una cola de reptil descansaba perezosamente en el suelo, dando sin embargo la impresión de estar a punto de dar un latigazo en cualquier momento. Su porte imponente, unido a la mirada penetrante que dirigió a los presentes, intimidaba seriamente.
Lo que la primera tenía de majestuoso lo perdía la segunda: si bien en otros tiempo la enorme licántropa de pelaje negro que había frente a ellos debía haber sido una visión llena de belleza salvaje, ésta quedaba destrozada por los múltiples cortes y desgarrones que marcaban su piel a distintas profundidades. Ninguno de ellos sangraba: sin embargo a través de algunos de ellos parecían entreverse huesos. Era imposible que pudiera moverse y caminar con normalidad: sin embargo el repiqueteo de sus garras metálicas al adoptar la postura encorvada más propia de su naturaleza les confirmó que aquella criatura estaba perfectamente viva. Sus profundos ojos lobunos también escudriñaron a los cosechados con atención.
La mujer dragón pareció dejarles un momento para que asimilaran la visión que tenían ante sus ojos, y luego empezó a hablar.
-Bienvenidos a Rocavarancolia, la tierra de la muerte y los milagros- su voz llegó a todos los rincones de la plaza-. Soy Gahna y mi compañera es Cicatriz: este año es tarea nuestra recibir a los nuevos cachorros de Samhein. Sin embargo, quiero que seáis conscientes de que ésta va a ser toda la ayuda del Consejo, y de la ciudad, que vais a recibir a partir de ahora.
Se cruzó de brazos; su mirada parecía quemar como fuego sobre los cosechados.
>>Vengo a hablaros de lo que os espera en Rocavarancolia, ¿y qué me encuentro? A un hatajo de niños asustados- dirigió una mirada de desprecio hacia el cosechado desvanecido en el suelo-. La ciudad no es amable ni piadosa, y no tendrá paciencia con los débiles ni los cobardes... La cosecha ha pasado y ha llegado la criba: separar lo válido de lo... desechable- su voz pareció regodearse en torno a esa palabra como a un caramelo envenenado.
-Sobrevivir- la mujer lobo sorprendió a los cosechados tomando la palabra-. Ésa es vuestra prioridad y vuestro único deber: manteneros con vida hasta que llegue la Luna Roja, conservar vuestros miembros y vuestra cordura lo suficiente para presenciar el mayor milagro de todos. Nada ni nadie en esta ciudad os tenderá la mano cuando la necesitéis. En su lugar se cebarán en vuestra desgracia y en vuestra debilidad: ahora más que nunca estáis solos, a merced de vosotros mismos. Quien no merezca sobrevivir no lo hará.
-La mitad de vosotros no lo logrará- la dama dragón volvió a hablar; una vez más observándoles, calibrándoles-. Algunos caeréis ante el hambre, otros ante los monstruos y todavía más seréis los que sucumban ante el horror que anida dentro de vosotros mismos...
Con aquellas ominosas palabras terminó el discurso; Gahna pareció desvanecerse en el aire como hecha de humo y Cicatriz emprendió la carrera súbitamente por una calleja lateral, aullando salvajemente. La oscuridad de la ciudad se tragó a ambas, la misma oscuridad que, según habían advertido, acabaría por devorarles a ellos.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Yler
Ficha de cosechado
Nombre: YR
Especie:
Habilidades: Nociones de lucha, rapidez mental, tecnicas de superviviencia.
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 03:29 am
Una vez la sorpresa que me causo el efecto del agua paso, toma la suficiente distancia de los demás para sentirme cómodo. Me senté entre las ruinas de una casa cercana a la plaza, desde donde podía observarlos, y me mantuve en silencio, analizando a los que, aparentemente, habían llegado aquí de la misma forma que yo. Hablaban, charlaban, discutían o se saludaban, todos tan sociables, todos con tanta normalidad, todos tan lejanos de mi. Mientras más los observaba, más profundamente calaba en mi la certeza de que no era como ninguno de ellos, tal vez pude serlo, en otro momento de mi vida no había nada en mi que marcara una diferencia con los demás, salvo, tal vez, mi cabello, pero la vida me había separado de todos, y ya no me parecía a ninguno de ellos, yo no podía charlar como ellos, yo no podía relajarme en su presencia, yo pertenecía a otro mundo.
Me encontraba sumido en aquellas oscuras meditaciones cuando la aparición de dos nuevas personas llamo mi atención, en cuanto les vi supe que eran diferentes a los demás de la plaza, ellos no eran extraños en un mundo hostil, no resaltaban en la ciudad como niños perdidos lejos de su hogar, las dos recién llegadas eran parte de la ciudad, Rocavarancolia se cernía a su alrededor, no les amenazaba, casi parecía que la cuidad misma les abrazaba con su oscuridad y la compartía con ellas. Un escalofrío me recorrió la médula, y tuve la certeza de que cualquiera de las dos recién llegadas podría aplastarnos como a insectos en cuanto lo deseara, decidí que era más seguro escuchar desde donde me encontraba, oculto entre las sombras.
Me quede pasmado escuchando aquel tétrico discurso, por alguna razón que no termine de entender, no fue miedo lo que me embargo ante aquel terrible vaticinio, por el contrario, me encontraba maravillado, aun si me lo pregunto no sabría explicar por que la perspectiva de peligro me emocionaba de aquella manera, o tal vez no era el peligro, sino que por primera vez, el correr los riesgos y ver mi vida amenazada tenia un sentido, en F.O.N.E.R.A cada día era peligro y ya, ahora tenia una misión, esperar la luna roja. No tenia ni idea de que significaba aquello del mayor milagro de todos, pero no importaba, el simple hecho de tener una misión, aunque fuese vaga y sin sentido era más de lo que jamas había tenido antes.
Finalmente, las dos emisarias de Rocavarancolia se esfumaron frente a nuestros ojos, una por arte de magia y la otra corriendo a una velocidad que no permitía que ninguno de nosotros tuviese oportunidad de darle alcance. Me deje caer entre los escombros de la casa que había elegido como guarida durante esos momentos, intentando asimilar toda aquella nueva información.
Me encontraba sumido en aquellas oscuras meditaciones cuando la aparición de dos nuevas personas llamo mi atención, en cuanto les vi supe que eran diferentes a los demás de la plaza, ellos no eran extraños en un mundo hostil, no resaltaban en la ciudad como niños perdidos lejos de su hogar, las dos recién llegadas eran parte de la ciudad, Rocavarancolia se cernía a su alrededor, no les amenazaba, casi parecía que la cuidad misma les abrazaba con su oscuridad y la compartía con ellas. Un escalofrío me recorrió la médula, y tuve la certeza de que cualquiera de las dos recién llegadas podría aplastarnos como a insectos en cuanto lo deseara, decidí que era más seguro escuchar desde donde me encontraba, oculto entre las sombras.
Me quede pasmado escuchando aquel tétrico discurso, por alguna razón que no termine de entender, no fue miedo lo que me embargo ante aquel terrible vaticinio, por el contrario, me encontraba maravillado, aun si me lo pregunto no sabría explicar por que la perspectiva de peligro me emocionaba de aquella manera, o tal vez no era el peligro, sino que por primera vez, el correr los riesgos y ver mi vida amenazada tenia un sentido, en F.O.N.E.R.A cada día era peligro y ya, ahora tenia una misión, esperar la luna roja. No tenia ni idea de que significaba aquello del mayor milagro de todos, pero no importaba, el simple hecho de tener una misión, aunque fuese vaga y sin sentido era más de lo que jamas había tenido antes.
Finalmente, las dos emisarias de Rocavarancolia se esfumaron frente a nuestros ojos, una por arte de magia y la otra corriendo a una velocidad que no permitía que ninguno de nosotros tuviese oportunidad de darle alcance. Me deje caer entre los escombros de la casa que había elegido como guarida durante esos momentos, intentando asimilar toda aquella nueva información.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Personajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 01:50 pm
Prácticamente nadie hacía caso a Thras y eso no le había gusto lo mas mínimo. Toda la atención de los allí presentes se había centrado en un chico raro que hablaba sobre Dioses y cosas que Thras ni quería ni podía comprender.
Justo iba a volver a alzar la voz para reclamar la atención que merecía cuando dos figuras mas extrañas todavía que cualquiera de las que hubiese en aquella plaza antes interrumpieron. El pequeño hizo un mohín pero decidió permanecer en silencio por el momento.
Se fijó sobre todo en la mujer que parecía un lagarto por ser esta la menos desagradable de mirar. Al niño había algo qu ele daba miedo en esa mujer, un miedo que no había sentido antes. En Frivo no había nada que un CoMo pudiese temer excepto la edad. Nadie podía hacerles daño, nadie podía hacerles nada... pero esas personas, todas esas personas y ya no solo las dos que habían llegado nuevas, parecían demasiadas distintas a el, y muchas de ellas demasiado hostiles también.
Cuando la mujer lagarto comenzó a hablar, todos los presentes guardaron silencio y eso tampoco le gustó. No estaba acostumbrado a tanta quietud. La palabra "muerte" retumbó en los oidos del Frivy como una patada en la cabeza, pero rápidamente se deshizo de la idea. "No supersoy un viejy's, no puedo... megasoy un CoMo" pensó tranquilizándose.
La mujer continuó hablando, diciendo que nadie les iba a ayudar y que tenían que sobrevivir. ¿Sobrevivir? ¿A que? ¿Y quien les diría lo que tendrían que hacer en los momentos importantes?¿Como sabía a quienes podía hablar y a quienes no? ¿Donde iba a conseguir mas ropa?¿Y mas maquillaje? Y, ¿ tendría que volver a dormir en aquella cama tan incomoda? A Thras se le acumulaban las preguntas y de muchas de ellas no sabía si quería conocer la respuesta, pero se sentía muy perdido. Por primera vez se dio cuenta de que seguramente tendría que convivir con aquellas personas raras de las que estaba rodeado, y que, seguramente no sería fácil, ni le prestarían atención. Por primera vez en su vida, se sintió solo y pequeño. Se sintió perdido, sin saber que sería de él.
El siempre lo había tenido todo planificado, cada minuto de su vida desde que había cumplido trece años. Sabía lo que haría tras despertarse, lo que desayunaría, lo que comería, sabía que luego saldría y que tendría su ropa nueva esperándole en el armario. Sabía que volvería a casa acompañado y que al día siguiente saldría en todos los programas. Lo tenía todo minuciosamente planeado y preparado por los TD pero en ese momento... en ese momento no sabía lo que tenía que hacer.
Se subió al borde de la fuente para hacerse notar. -Pero... ¿a donde supertenemos que ir? - le preguntó a la mujer lagarto mientras se iba. -¿Nos hiperdarán más indicaciony'x, un guión? Y que megapasa con la comidy's? - Eso le preocupaba en especial. El necesitaba su comida especial. El necesitaba la seguridad de su casa.
Justo iba a volver a alzar la voz para reclamar la atención que merecía cuando dos figuras mas extrañas todavía que cualquiera de las que hubiese en aquella plaza antes interrumpieron. El pequeño hizo un mohín pero decidió permanecer en silencio por el momento.
Se fijó sobre todo en la mujer que parecía un lagarto por ser esta la menos desagradable de mirar. Al niño había algo qu ele daba miedo en esa mujer, un miedo que no había sentido antes. En Frivo no había nada que un CoMo pudiese temer excepto la edad. Nadie podía hacerles daño, nadie podía hacerles nada... pero esas personas, todas esas personas y ya no solo las dos que habían llegado nuevas, parecían demasiadas distintas a el, y muchas de ellas demasiado hostiles también.
Cuando la mujer lagarto comenzó a hablar, todos los presentes guardaron silencio y eso tampoco le gustó. No estaba acostumbrado a tanta quietud. La palabra "muerte" retumbó en los oidos del Frivy como una patada en la cabeza, pero rápidamente se deshizo de la idea. "No supersoy un viejy's, no puedo... megasoy un CoMo" pensó tranquilizándose.
La mujer continuó hablando, diciendo que nadie les iba a ayudar y que tenían que sobrevivir. ¿Sobrevivir? ¿A que? ¿Y quien les diría lo que tendrían que hacer en los momentos importantes?¿Como sabía a quienes podía hablar y a quienes no? ¿Donde iba a conseguir mas ropa?¿Y mas maquillaje? Y, ¿ tendría que volver a dormir en aquella cama tan incomoda? A Thras se le acumulaban las preguntas y de muchas de ellas no sabía si quería conocer la respuesta, pero se sentía muy perdido. Por primera vez se dio cuenta de que seguramente tendría que convivir con aquellas personas raras de las que estaba rodeado, y que, seguramente no sería fácil, ni le prestarían atención. Por primera vez en su vida, se sintió solo y pequeño. Se sintió perdido, sin saber que sería de él.
El siempre lo había tenido todo planificado, cada minuto de su vida desde que había cumplido trece años. Sabía lo que haría tras despertarse, lo que desayunaría, lo que comería, sabía que luego saldría y que tendría su ropa nueva esperándole en el armario. Sabía que volvería a casa acompañado y que al día siguiente saldría en todos los programas. Lo tenía todo minuciosamente planeado y preparado por los TD pero en ese momento... en ese momento no sabía lo que tenía que hacer.
Se subió al borde de la fuente para hacerse notar. -Pero... ¿a donde supertenemos que ir? - le preguntó a la mujer lagarto mientras se iba. -¿Nos hiperdarán más indicaciony'x, un guión? Y que megapasa con la comidy's? - Eso le preocupaba en especial. El necesitaba su comida especial. El necesitaba la seguridad de su casa.
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 02:03 pm
De pronto, en medio de todo el follón de conversaciones entre "los elegidos" que mencionó el desmayado, aparecen dos criaturas formidables nunca antes vistas por ninguno de los presentes al parecer. Yo al menos no las reconozco. Una parece un lagarto y otra un lobo, ambas criaturas antropomórficas. Al principio no dicen nada, quizá regodeándose de nuestro asombro. Yo me aparto del desmayado y de Saren y me quedo contemplándolas, expectante y con todo el cuerpo en tensión << No es coincidencia que el gris se desplome y al rato aparezcan esas dos bestias... ¿A qué esperan? ¿Van a atacar, a decir algo? ¿Sólo observan? Vamos, ¡haced algo! >> pienso mientras aprieto y relajo los puños.
Al fin la que tiene aspecto de lagarto enorme empieza a hablar con una voz de tal intensidad que diría que rebota en las ruinas de alrededor. No me amedrento y escucho con atención... << ¿Muerte y milagros? ¡No hay prisa! >> Se presentan y confirmo que son dos hembras, lo cual cambia de golpe toda mi actitud anterior, pasando a unos gestos más relajados y la cabeza gacha. La mirada de Gahna se intensifica, pero si quiere asustarnos va lista conmigo, aunque evito mirarla a los ojos << Razón no le falta; el desmayado sigue tieso... Fue hablar de dioses y al suelo >> Sigue hablando y hablando, más queriendo asustar que dar información y yo empiezo a hundirme, más aún cuando dice "desechables" << No somos desechables... No lo soy, no lo soy... Sirvo bien a la Gran Madre, no puede decir esas cosas, ¡sí puede! pero no... >>
Luego Cicatriz me saca de mis pensamientos dándonos una prioridad, una especie de deber: mantenernos vivos. Así mismo, menciona algo que me remite al sueño: Luna Roja, ¡la luna del libro! << ¿Será el símbolo de la ciudad, como un estandarte? Debe de ser... >> y lo confirmo mirando al atardeciente cielo, vacío, ni estrellas ni lunas, sólo negrura incipiente. << Este mundo no tiene luna, por eso se sacan una de la manga, la cosen a un estandarte y la colorean de rojo para que llame más la atención. ¿Será esto? Pienso demasiado rápido, ya lo descubriré... >> Sin embargo, Gahna dijo "milagros", claramente sin referirse sólo a ellas, así que algo tiene que tener el sitio este, además de un Consejo. << ¿Pero quién gobernaría una ciudad en ruinas? >> La loba sigue hablando, ya es raro contemplar su cuerpo surcado de cicatrices profundas, hablar parece algo normal << ¿Nosotros mismos? Eso, bien dicho Señora Cicatriz, a sobrevivir. Intentaré merecerlo... ¡Claro que sí! >>
Gahna vuelve a tomar el turno, volviendo al ataque pero sigo pensando en lo que dijo Cicatriz y no consigue amedrentarme esta vez. Pero guardo las palabras finales de ambas, mirando nervioso a los demás. << Muy rápido he confiado en todos estos... Cuidado ahora... >>
<< ¿Nada de ayuda? Vale, venimos con lo puesto y con ello nos enterrarán, ¿eh? Ya veremos quién palma primero, quizá el gris desmayado ya esté incluso muerto >> Sin embargo no le miro, sigo mirando a las dos criaturas hasta que terminan de hablar. Mientras comienzan a irse, Thras les pregunta sobre la comida, indicaciones, dónde dormir y abro los ojos como platos para luego gritar, casi sin pensar en lo que digo:
-¡¿Y volver a casa? De nuestra casa, ni palabra... Y mucho menos de cómo sobrevivir ni dónde esperar la llegada de esa luna vuestra ni nada. ¿Bienvenida? ¡Parece que queréis echarnos!-acabo riendo por lo patético de todo y de pronto parpadeo varias veces con rapidez, trago saliva y caigo de rodillas al suelo.-¿Qué he dicho?... Ay... Por la Gran Madre, ¡¿qué he dicho?!
Acabo sentándome en el suelo, abatido y mirando al frente, esperando que no se den la vuelta ni me hayan escuchado, aunque merezco lo peor... Y es entonces cuando veo el maquillaje dorado de Thras << ¿Uh? >>
-Thrasmys, ¿no?... Eres... - << Era de Frivuonosé-qué... ¿Tendrán el mismo tipo de sociedad? ¿Se habrá molestado por lo que he dicho fuera de tono? Diablos... Salgamos de dudas >> -Disculpa. ¿Por qué... por qué llevas maquillaje dorado? ¿Qué significa en tu mundo?
Al fin la que tiene aspecto de lagarto enorme empieza a hablar con una voz de tal intensidad que diría que rebota en las ruinas de alrededor. No me amedrento y escucho con atención... << ¿Muerte y milagros? ¡No hay prisa! >> Se presentan y confirmo que son dos hembras, lo cual cambia de golpe toda mi actitud anterior, pasando a unos gestos más relajados y la cabeza gacha. La mirada de Gahna se intensifica, pero si quiere asustarnos va lista conmigo, aunque evito mirarla a los ojos << Razón no le falta; el desmayado sigue tieso... Fue hablar de dioses y al suelo >> Sigue hablando y hablando, más queriendo asustar que dar información y yo empiezo a hundirme, más aún cuando dice "desechables" << No somos desechables... No lo soy, no lo soy... Sirvo bien a la Gran Madre, no puede decir esas cosas, ¡sí puede! pero no... >>
Luego Cicatriz me saca de mis pensamientos dándonos una prioridad, una especie de deber: mantenernos vivos. Así mismo, menciona algo que me remite al sueño: Luna Roja, ¡la luna del libro! << ¿Será el símbolo de la ciudad, como un estandarte? Debe de ser... >> y lo confirmo mirando al atardeciente cielo, vacío, ni estrellas ni lunas, sólo negrura incipiente. << Este mundo no tiene luna, por eso se sacan una de la manga, la cosen a un estandarte y la colorean de rojo para que llame más la atención. ¿Será esto? Pienso demasiado rápido, ya lo descubriré... >> Sin embargo, Gahna dijo "milagros", claramente sin referirse sólo a ellas, así que algo tiene que tener el sitio este, además de un Consejo. << ¿Pero quién gobernaría una ciudad en ruinas? >> La loba sigue hablando, ya es raro contemplar su cuerpo surcado de cicatrices profundas, hablar parece algo normal << ¿Nosotros mismos? Eso, bien dicho Señora Cicatriz, a sobrevivir. Intentaré merecerlo... ¡Claro que sí! >>
Gahna vuelve a tomar el turno, volviendo al ataque pero sigo pensando en lo que dijo Cicatriz y no consigue amedrentarme esta vez. Pero guardo las palabras finales de ambas, mirando nervioso a los demás. << Muy rápido he confiado en todos estos... Cuidado ahora... >>
<< ¿Nada de ayuda? Vale, venimos con lo puesto y con ello nos enterrarán, ¿eh? Ya veremos quién palma primero, quizá el gris desmayado ya esté incluso muerto >> Sin embargo no le miro, sigo mirando a las dos criaturas hasta que terminan de hablar. Mientras comienzan a irse, Thras les pregunta sobre la comida, indicaciones, dónde dormir y abro los ojos como platos para luego gritar, casi sin pensar en lo que digo:
-¡¿Y volver a casa? De nuestra casa, ni palabra... Y mucho menos de cómo sobrevivir ni dónde esperar la llegada de esa luna vuestra ni nada. ¿Bienvenida? ¡Parece que queréis echarnos!-acabo riendo por lo patético de todo y de pronto parpadeo varias veces con rapidez, trago saliva y caigo de rodillas al suelo.-¿Qué he dicho?... Ay... Por la Gran Madre, ¡¿qué he dicho?!
Acabo sentándome en el suelo, abatido y mirando al frente, esperando que no se den la vuelta ni me hayan escuchado, aunque merezco lo peor... Y es entonces cuando veo el maquillaje dorado de Thras << ¿Uh? >>
-Thrasmys, ¿no?... Eres... - << Era de Frivuonosé-qué... ¿Tendrán el mismo tipo de sociedad? ¿Se habrá molestado por lo que he dicho fuera de tono? Diablos... Salgamos de dudas >> -Disculpa. ¿Por qué... por qué llevas maquillaje dorado? ¿Qué significa en tu mundo?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 02:33 pm
Shizel acababa de preguntarle con falsísima inocencia a Alder si lo que se hallaba entre las orejas también les faltaba a los de su especie cuando vio llegar a las dos mujeres. Asombrado guardó silencio durante todo el discurso, aún tratando de procesar la escena que tenía lugar ante sus ojos. Jamás había visto híbridos de esa clase en su mundo natal más que en libros de cuentos infantiles, y jamás habría imaginado verlos en persona. No obstante, su fascinación inicial pronto se vio rota por las tenebrosas palabras que salieron de boca de ambas. Todo lo que había tenido de esperanzador y atrayente el discurso del hombre de las máscaras quedaba destrozado en éste. "Especial", "desechable", "Milagros", "muerte"; las palabras de ambos daban vueltas en la cabeza del idrino, oponiéndose entre sí.
Tras el discurso se hizo un silencio pesado en el que parecía que todos ponían en orden sus pensamientos. Éste sólo se vio roto cuando Thras se encaramó al borde de la fuente y empezó a gritar en dirección al lugar donde había desaparecido la mujer lagarto. Tenía miedo, notó Shizel. A la mujer dragón, a la licántropa, a la oscuridad reinante, al hallarse solo; no lo sabía. Sin embargo, la nota de pánico subyacente en su voz debía ser evidente incluso para los demás.
El siguiente en sublevarse fue Atol; Shizel había captado su nombre apenas de refilón. Al contrario que su compañero, las palabras que salieron de boca del chico tatuado fueron desafiantes y rematadas con un toque de burla. Había demasiada gente y no podía verle bien por lo cual no podía saber si su impresión era correcta, pero lo que dijo le sonó a bravuconería pura y dura.
-Qué amables, esas damas. ¿Por qué cuando me hablaron de este lugar era todo más bonito?- dijo con sorna, para despejar del aire las ominosas palabras que acababan de pronunciarse.
No obstante, en su fuero interno estaba realmente preocupado. Sus compañeros sólo podían orientarse a partir de las palabras del discurso, pero podían refugiarse en el consuelo de que la mujer dragón estaba mintiendo para asustarles. Lo que él había visto, sin embargo, y estaba seguro de que Saren también, es que no había teatralidad en las palabras de Gahna. No había rastro de sadismo ni deseo de infundirles miedo. Sólo cierta desgana, como si aquello fuese parte de su rutina, y certeza absoluta en sus palabras. Por la razón que fuese, aquella mujer creía de verdad que iban a morir la mitad de ellos, si no más.
Pero lo que había hecho huella en él por encima de todo, lo que había hecho más impacto incluso que aquella fatídica predicción sobre sus muertes, había sido la certeza de que si bien la ciudad que habían narrado Miseria y Gahna era la misma, el primero se había guardado convenientemente demasiados trozos de información.
Le habían engañado. Un extraño no idrino, tan fácil de leer en apariencia como los demás; y había logrado mentirle con la misma facilidad que a un niño. Apretó los dientes con un poso de amargura y desconcierto.
Miró a sus alrededores de la plaza y se pegó un poco a la fuente, receloso. Ahora la penumbra de las callejas circundantes resultaba amenazadora: ahora ocultaba amenazas, no descubrimientos. Y ellos se hallaban demasiado expuestos.
-No va a volver- dijo a Thras en tono cansado.
El frivowaldaalgo había sacado a colación un tema importante, sin embargo. ¿Qué iba a pasar con la comida? ¿Iban a tener que buscarse la vida también a ese respecto? Si era así, lo mejor era moverse cuanto antes...
Decidió esperar a que sus compañeros se sobrepusieran a la sorpresa antes de proponerlo. Aún apoyado contra una de las serpientes de la fuente, escudriñó las calles de alrededor con desconfianza.
Tras el discurso se hizo un silencio pesado en el que parecía que todos ponían en orden sus pensamientos. Éste sólo se vio roto cuando Thras se encaramó al borde de la fuente y empezó a gritar en dirección al lugar donde había desaparecido la mujer lagarto. Tenía miedo, notó Shizel. A la mujer dragón, a la licántropa, a la oscuridad reinante, al hallarse solo; no lo sabía. Sin embargo, la nota de pánico subyacente en su voz debía ser evidente incluso para los demás.
El siguiente en sublevarse fue Atol; Shizel había captado su nombre apenas de refilón. Al contrario que su compañero, las palabras que salieron de boca del chico tatuado fueron desafiantes y rematadas con un toque de burla. Había demasiada gente y no podía verle bien por lo cual no podía saber si su impresión era correcta, pero lo que dijo le sonó a bravuconería pura y dura.
-Qué amables, esas damas. ¿Por qué cuando me hablaron de este lugar era todo más bonito?- dijo con sorna, para despejar del aire las ominosas palabras que acababan de pronunciarse.
No obstante, en su fuero interno estaba realmente preocupado. Sus compañeros sólo podían orientarse a partir de las palabras del discurso, pero podían refugiarse en el consuelo de que la mujer dragón estaba mintiendo para asustarles. Lo que él había visto, sin embargo, y estaba seguro de que Saren también, es que no había teatralidad en las palabras de Gahna. No había rastro de sadismo ni deseo de infundirles miedo. Sólo cierta desgana, como si aquello fuese parte de su rutina, y certeza absoluta en sus palabras. Por la razón que fuese, aquella mujer creía de verdad que iban a morir la mitad de ellos, si no más.
Pero lo que había hecho huella en él por encima de todo, lo que había hecho más impacto incluso que aquella fatídica predicción sobre sus muertes, había sido la certeza de que si bien la ciudad que habían narrado Miseria y Gahna era la misma, el primero se había guardado convenientemente demasiados trozos de información.
Le habían engañado. Un extraño no idrino, tan fácil de leer en apariencia como los demás; y había logrado mentirle con la misma facilidad que a un niño. Apretó los dientes con un poso de amargura y desconcierto.
Miró a sus alrededores de la plaza y se pegó un poco a la fuente, receloso. Ahora la penumbra de las callejas circundantes resultaba amenazadora: ahora ocultaba amenazas, no descubrimientos. Y ellos se hallaban demasiado expuestos.
-No va a volver- dijo a Thras en tono cansado.
El frivowaldaalgo había sacado a colación un tema importante, sin embargo. ¿Qué iba a pasar con la comida? ¿Iban a tener que buscarse la vida también a ese respecto? Si era así, lo mejor era moverse cuanto antes...
Decidió esperar a que sus compañeros se sobrepusieran a la sorpresa antes de proponerlo. Aún apoyado contra una de las serpientes de la fuente, escudriñó las calles de alrededor con desconfianza.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 02:45 pm
Seon
Seon miró a RR ponerse entre los labios algo que ardía, y desentenderse del tema sin intervenir, aunque todavía ligeramente preocupada por si su pareja acababa de ofender a alguien mientras ella no estaba presente. Se percató de los recién llegados, cuando al mirar al grupo, vio que las miradas estaban todas centradas en un punto. Ni siquiera escuchó bien la presentación de Timmy, de lo contrario, habría ido a tranquilizarle y darle cariño, porque Seon tenía esa necesidad de ayudar y dar dulzura a cada pichón herido que encontraba por el camino. En cambio ahora miraba a las dos mujeres animal con expectación.
Según las palabras salían de su boca, Seon comenzó a sentir una opresión en el pecho. Para cuando terminaban de hablar, a Seon ya le temblaban un poco las piernas.
No era miedo por si misma, o por el peligro en sí. Era una ansiedad que le creaba un vacío entre el pecho y el estomago. Recordaba a la perfección sus palabras:" Alder... ¿no quieres saber de nuevos lugares? ¿de nuevos paisajes? Por favor... será una aventura."
Alder
Ella había aceptado como una tonta. Porque veía sonreír a Seon y toda su inteligencia se iba a pique. Porque había querido darle un gusto, después de todo, el chico de pelo amarillo les había dicho que podían volver en un año. Que nadie notaría que se iban. ¿y que es un año? Tenía hermanos que podrían trabajar perfectamente para sus padres mientras ella no estaba. Y después de aquel discurso ¿podía decir con sinceridad que no le reprochaba a Seon haberlas metido en aquello? Pero como todos los reproches que se le hacen a un ser querido, fue desplazado, oculto; porque no iba a hacerle sufrir con esa clase de recriminaciones, no cuando ninguna de las dos sabía a que firmaba. No porque después de todo, ella había sido la tonta que había dicho que sí.
Las dos mujeres habían desaparecido de la vista y solo quedaban ellos. Algunos tenían comentarios que hacer. Shizel con sarcasmo, el chico que creía recordar que se llamaba Thras, de duda y Atol lo que parecía era indignado. Había preguntas que todos parecían hacerse, comida, agua, refugio...En la cara de Alder se había borrado la sonrisa. Estaba seria y parecía malhumorada, pero también iba ganando una resolución, y de repente su sonrisa reapareció fiera y cortante en el rostro.
- Esto es lo que hay, entonces. Quedarnos aqui parados es inutil. No tengo intención de dejarme morir. Por lo que a mi respecta, ahora vamos, sobrevivimos, y en un año estoy plantada en mi cama de siempre como me llamo Alder. Volvemos al sitio del que salimos, dormimos hoy allí y mañana salimos a explorar, a ver si hay comida o un refugio mejor. Y mientras no haya nada más, podemos tirar para alante con el agua de esta fuente. Yo me vuelvo a mi habitación de las mazmorras. Asi que el que quiera que venga y el que no que crie malvas.
No se le pasó por alto que Seon le mirara con angustia, pero a quien iba a mentir, estaba molesta e hizo caso omiso a sus preocupaciones. Dio un ultimo sorbo al agua. Y miró con los brazos en jarras al grupo esperando una respuesta. Seon se había acercado y le agarró la mano. Incluso molesta, el tacto de Seon le hizo sentir mas segura.
Seon miró a RR ponerse entre los labios algo que ardía, y desentenderse del tema sin intervenir, aunque todavía ligeramente preocupada por si su pareja acababa de ofender a alguien mientras ella no estaba presente. Se percató de los recién llegados, cuando al mirar al grupo, vio que las miradas estaban todas centradas en un punto. Ni siquiera escuchó bien la presentación de Timmy, de lo contrario, habría ido a tranquilizarle y darle cariño, porque Seon tenía esa necesidad de ayudar y dar dulzura a cada pichón herido que encontraba por el camino. En cambio ahora miraba a las dos mujeres animal con expectación.
Según las palabras salían de su boca, Seon comenzó a sentir una opresión en el pecho. Para cuando terminaban de hablar, a Seon ya le temblaban un poco las piernas.
No era miedo por si misma, o por el peligro en sí. Era una ansiedad que le creaba un vacío entre el pecho y el estomago. Recordaba a la perfección sus palabras:" Alder... ¿no quieres saber de nuevos lugares? ¿de nuevos paisajes? Por favor... será una aventura."
Alder
Ella había aceptado como una tonta. Porque veía sonreír a Seon y toda su inteligencia se iba a pique. Porque había querido darle un gusto, después de todo, el chico de pelo amarillo les había dicho que podían volver en un año. Que nadie notaría que se iban. ¿y que es un año? Tenía hermanos que podrían trabajar perfectamente para sus padres mientras ella no estaba. Y después de aquel discurso ¿podía decir con sinceridad que no le reprochaba a Seon haberlas metido en aquello? Pero como todos los reproches que se le hacen a un ser querido, fue desplazado, oculto; porque no iba a hacerle sufrir con esa clase de recriminaciones, no cuando ninguna de las dos sabía a que firmaba. No porque después de todo, ella había sido la tonta que había dicho que sí.
Las dos mujeres habían desaparecido de la vista y solo quedaban ellos. Algunos tenían comentarios que hacer. Shizel con sarcasmo, el chico que creía recordar que se llamaba Thras, de duda y Atol lo que parecía era indignado. Había preguntas que todos parecían hacerse, comida, agua, refugio...En la cara de Alder se había borrado la sonrisa. Estaba seria y parecía malhumorada, pero también iba ganando una resolución, y de repente su sonrisa reapareció fiera y cortante en el rostro.
- Esto es lo que hay, entonces. Quedarnos aqui parados es inutil. No tengo intención de dejarme morir. Por lo que a mi respecta, ahora vamos, sobrevivimos, y en un año estoy plantada en mi cama de siempre como me llamo Alder. Volvemos al sitio del que salimos, dormimos hoy allí y mañana salimos a explorar, a ver si hay comida o un refugio mejor. Y mientras no haya nada más, podemos tirar para alante con el agua de esta fuente. Yo me vuelvo a mi habitación de las mazmorras. Asi que el que quiera que venga y el que no que crie malvas.
No se le pasó por alto que Seon le mirara con angustia, pero a quien iba a mentir, estaba molesta e hizo caso omiso a sus preocupaciones. Dio un ultimo sorbo al agua. Y miró con los brazos en jarras al grupo esperando una respuesta. Seon se había acercado y le agarró la mano. Incluso molesta, el tacto de Seon le hizo sentir mas segura.
-
- Yler
Ficha de cosechado
Nombre: YR
Especie:
Habilidades: Nociones de lucha, rapidez mental, tecnicas de superviviencia.
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 02:51 pm
Observo con mediana atención a los chicos presentes, todas las ganas de conversar parecen haber desaparecido con la llegada de las dos criaturas. La mayoría parece haberse quedado pasmados con los seres y las noticias que traían. Los primeros en hablar son el chico de las ropas más extrañas y luego un sujeto del que solo puedo ver su espalda desde mi angulo. El de las ropas raras pregunta por la comida, su forma de hablar se me hace extraña y me cuesta entenderla, pero a pesar de eso guarda razón, necesito comer o mi cuerpo no durara mucho en aquel cuidad. El segundo pregunta por el regreso a su mundo, la idea se me hace tan extraña como si hubiese preguntado cuando nos convertiríamos en flores, ¿Por qué alguno de ellos desearía regresar a casa? Su pregunta no hace más que acentuar la diferencia que hay entre mi y el resto de ellos, ellos si tienen un hogar al que regresar.
me doy media vuelta y decido alejarme, es obvio que ellos saben tan poco de donde conseguir comida aquí como yo, y cuando hablamos de conseguir alimentos solo conozco una forma de hacerlo, cazarlo yo mismo. Salto de la casa en ruinas por una ventana lateral y comienza a avanzar por las truculenta calles de Rocavarancolia sin rumbo fijo, en dirección este, atento a cualquier huella o signo de un animal pequeño que pueda cazar, dejando a mi espalda la plaza y los chicos.
Mientras más distancia pongo entre mi y el resto de ellos, más se mezclan los sentimientos en mi interior, por un lado me siento sosegado de regresar a la soledad, la presencia de otros me confunde y aturde, pero por otro algo en mi se remueve, como si deseara regresar, ¿Es que deseo quedarme con ellos? Sacudo mi cabeza con la esperanza de que ese simple gesto espante aquellas ridículas ideas, siempre he vivido solo, ¿Por qué cambiar aquello ahora?...
Poco tardo en adentrarme en las calles de esta monstruosa cuidad, ignorante de la clase de peligros que se oculta aquí pero no por eso despreocupado al andar, me mantengo siempre alerta a cualquier peligro, con todos mis sentidos puestos en aquel misterioso nuevo mundo. Rocavarancolia no deja de asombrarme, incluso la geografía de las calles parece caótica en este lugar, parecen subir y bajar y quebrarse bajo mis pies, como si al construir la cuidad nadie hubiese considerado necesario nivelar el terreno.
Estaba demasiado asombrado con todo aquello para dimensionar el peligro que se cernía sobre mi, demasiado confiado para anticipar los horrores que Rocavarancolia tenia guardados para mi...
Continua en Barrio Quemado
me doy media vuelta y decido alejarme, es obvio que ellos saben tan poco de donde conseguir comida aquí como yo, y cuando hablamos de conseguir alimentos solo conozco una forma de hacerlo, cazarlo yo mismo. Salto de la casa en ruinas por una ventana lateral y comienza a avanzar por las truculenta calles de Rocavarancolia sin rumbo fijo, en dirección este, atento a cualquier huella o signo de un animal pequeño que pueda cazar, dejando a mi espalda la plaza y los chicos.
Mientras más distancia pongo entre mi y el resto de ellos, más se mezclan los sentimientos en mi interior, por un lado me siento sosegado de regresar a la soledad, la presencia de otros me confunde y aturde, pero por otro algo en mi se remueve, como si deseara regresar, ¿Es que deseo quedarme con ellos? Sacudo mi cabeza con la esperanza de que ese simple gesto espante aquellas ridículas ideas, siempre he vivido solo, ¿Por qué cambiar aquello ahora?...
Poco tardo en adentrarme en las calles de esta monstruosa cuidad, ignorante de la clase de peligros que se oculta aquí pero no por eso despreocupado al andar, me mantengo siempre alerta a cualquier peligro, con todos mis sentidos puestos en aquel misterioso nuevo mundo. Rocavarancolia no deja de asombrarme, incluso la geografía de las calles parece caótica en este lugar, parecen subir y bajar y quebrarse bajo mis pies, como si al construir la cuidad nadie hubiese considerado necesario nivelar el terreno.
Estaba demasiado asombrado con todo aquello para dimensionar el peligro que se cernía sobre mi, demasiado confiado para anticipar los horrores que Rocavarancolia tenia guardados para mi...
Continua en Barrio Quemado
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 03:02 pm
La mayoría le ignoraba ya fuer aporque estaban más preocupados en si mismo o por lo que le paso al chico de gris. Wintelgy, como lo presento el rosado, EPablo junto con la otra, la tal Erin. Vio a un chico nuevo aparece, con un extraño ropaje verde y presentarse como Timmy, al cual no hubo mucho tiempo de saludar. Repentinamente aparecieron dos figuras en medio de la plaza, sobresaltándolo y haciendo que se levantara de la fuente para verlas. La imagen que esas dos criaturas le dieron le dejaron totalmente incrédulo, se trataba de una mujer con una similitud increíble con un lagarto recordándole vagamente a los Savras de su mundo, muy vagamente en realidad, acompañada de un lobo, criatura que solo había visto en libros, llena de cicatrices.
Fue grande la sorpresa de D.L cuando la criatura reptil comenzó a hablar, haciéndole alzar una ceja con incredulidad por las cosas que decía “Genial, esto no es una bienvenida…es más bien un advertencia” las palabras que vinieron a continuación de la hembra lobo, no fueron mucho más halagüeñas, consiguiéndolo hacerse estremecer ligeramente. Más que miedo, sentía curiosidad, un sentimiento de peligro y de precaución. Cuando ambas desaparecieron del mismo modo que se fueron, no tardaron en comenzar los reclamos. “Thrasmy’s tiene razón… ¿Qué demonios vamos a hacer con la comida?” se pregunto con cierta molestia mirando las casa de alrededor, si apenas aprecia que hubiera más seres vivos que ellos mismos y que esas dos criaturas, aunque a juzgar por las cosas que dijeron deberían haber mas criaturas por toda aquella rara ciudad “Seguramente están escondidas o en otra zona…” Escuchar los gritos del Atol, y las palabras de “animos” de Shizel, no hicieron el ambiente más tranquilizador. Observo de reojo a Alder al escuchar lo dcho.
-Tienes razón en lo que dices, el problema es que si lo que dijeron esas dos mujeres, es cierto…no deberíamos ir por la ciudad a lo loco, puede haber trampas o a saber que bichos peligrosos…-respondió D.L echando un analítica mirada alrededor, no parecía haber nada cercano que pudiera o servirles de alimento o de cobijo, la mayoría de los edificio estaban en muy mal estado y con la total apariencia de que se te fuera a caer el techo encima con solo dar un paso en su interior, sin contar que no podía verse mucho mas allá del perímetro de la fuente, prácticamente solo había oscuridad alrededor- Para empezar creo que deberíamos buscar cobijo, comparto lo dicho por Alder, la mazmorra de la que salimos es un buen lugar, cuando amanezca podemos pensar algo con el tema de la ropa o la comida…quedarnos aquí parados es como ella dice, una estupidez al igual que largarse solo- añadió mirando a los demás con atención, esperando que dijeran algo al respecto, pudiendo ver como el foner blanco se alejaba llamandole la atención con lo ultimo que dijo.
Fue grande la sorpresa de D.L cuando la criatura reptil comenzó a hablar, haciéndole alzar una ceja con incredulidad por las cosas que decía “Genial, esto no es una bienvenida…es más bien un advertencia” las palabras que vinieron a continuación de la hembra lobo, no fueron mucho más halagüeñas, consiguiéndolo hacerse estremecer ligeramente. Más que miedo, sentía curiosidad, un sentimiento de peligro y de precaución. Cuando ambas desaparecieron del mismo modo que se fueron, no tardaron en comenzar los reclamos. “Thrasmy’s tiene razón… ¿Qué demonios vamos a hacer con la comida?” se pregunto con cierta molestia mirando las casa de alrededor, si apenas aprecia que hubiera más seres vivos que ellos mismos y que esas dos criaturas, aunque a juzgar por las cosas que dijeron deberían haber mas criaturas por toda aquella rara ciudad “Seguramente están escondidas o en otra zona…” Escuchar los gritos del Atol, y las palabras de “animos” de Shizel, no hicieron el ambiente más tranquilizador. Observo de reojo a Alder al escuchar lo dcho.
-Tienes razón en lo que dices, el problema es que si lo que dijeron esas dos mujeres, es cierto…no deberíamos ir por la ciudad a lo loco, puede haber trampas o a saber que bichos peligrosos…-respondió D.L echando un analítica mirada alrededor, no parecía haber nada cercano que pudiera o servirles de alimento o de cobijo, la mayoría de los edificio estaban en muy mal estado y con la total apariencia de que se te fuera a caer el techo encima con solo dar un paso en su interior, sin contar que no podía verse mucho mas allá del perímetro de la fuente, prácticamente solo había oscuridad alrededor- Para empezar creo que deberíamos buscar cobijo, comparto lo dicho por Alder, la mazmorra de la que salimos es un buen lugar, cuando amanezca podemos pensar algo con el tema de la ropa o la comida…quedarnos aquí parados es como ella dice, una estupidez al igual que largarse solo- añadió mirando a los demás con atención, esperando que dijeran algo al respecto, pudiendo ver como el foner blanco se alejaba llamandole la atención con lo ultimo que dijo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Viktor Olbricht
Ficha de cosechado
Nombre: Aleksei Dorne
Especie:
Habilidades: Habilidad manual, artesanía, motivación.
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 03:22 pm
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<div style="opacity:0.5; font-family: lucida pro; font-size: 30px; text-transform: uppercase; text-shadow: 1px 1px 1px 1px black; letter-spacing:1px;">
Post 2:
</div><div style="opacity:0.7; font-family: Edwardian Script ITC,adorable, trajan pro; font-size: 35px; text-shadow: 1px 1px 1px 1px black; letter-spacing:1px;">Reunión adorable.
</div>Música de fondo
<object width="340" height="25"><param name="movie" value="https://www.youtube.com/v/r94RosEC4ts"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="https://www.youtube.com/v/r94RosEC4ts" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="340" height="24"></embed></object>Seguía avanzando por el camino empedrado, que no hacía más que hacerme tropezar por culpa de su irregularidad cuando atisbé una plaza, soleada y con una fuente ornamentada de la que salía agua pura y cristalina. Comencé a aligerar el paso para llegar cuanto antes, pero, para mi sorpresa, no estaba solo, había más chicos, y eran ellos los que hablaban en esa lengua incomprensible para mí.
Todavía no había llegado a la mitad de la plaza cuando unas criaturas de cuento aparecieron de la nada en el lugar. Una de ellas parecía un híbrido de dragón y humano y la otra era un manojo de pelo y piel desgarrada que daba cierta repulsión nada más verla. Un escalofrío acogió mi corazón y no pude evitar acercarme con cautela a la fuente para echarme agua en la cara y conseguir despertar de aquella pesadilla de mal gusto. Una vez llegué, escuché voces a mis espaldas, más incomprensibles pero tenebrosas y siniestras. Llené mis manos de agua y me mojé la cara, me relamí el poco agua que caía de mi piel y di un sorbo a mis manos que, de nuevo, estaban llenas de agua. Me sequé la cara con el pañuelo que llevaba en mi chaqueta y suspiré.
Música de fondo
<object width="340" height="25"><param name="movie" value="https://www.youtube.com/v/mZuoNZwdH1g"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="https://www.youtube.com/v/mZuoNZwdH1g" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="340" height="24"></embed></object>No era una pesadilla, ni un sueño, sentí el alma despegar de mi cuerpo. Aquello era real y no podía comunicarme, no entendía nada, había dos criaturas amenazantes en la plaza y destrozarían a todos lo que allí estaban. Notaba un leve hormigueo por mi cuerpo y para mi sorpresa, aquellas palabras inteligibles se volvían inglés fluido.- ¿C-cómo? -Pensé sorprendido y sin respuesta, con los ojos bien abiertos en aquellas dos criaturas, sin reparar en los demás individuos de la plaza.
Algo murió en mi interior cuando recibí la noticia de que estábamos solos en una ciudad con vida propia, sin ayuda.- P-pero eso es imposible... -Dejé escapar esas palabras con un ahogado suspiro de pavor. Sin siquiera fijarme en el aspecto de los allí presentes, una vez se desvanecieron las criaturas, caí de rodillas en el empedrado.- No puede ser... -No salía de mi asombro con lo que acababa de ocurrir.- Todo era una mentira... -Sacudía mi cabeza con los ojos abiertos en estupefacción. Mi traje de pana rojo y mi camisa crudo parecían estar fuera de lugar, pero era lo único que me daba protección, o así lo sentía yo.
<center><br><table><tr><td><div style="margin-right:10px;margin-top:50px;border-radius:100%;width:200px;height:200px;background-image:url(https://i.imgur.com/12Pg1.png);top:10px;border:2px solid #B45F04;position:relative;"></div></td><td><div style="margin-left:-35px;margin-top:-50px;border-radius:100%;width:150px;height:150px;background-image:url(https://i.imgur.com/BsZXL.png);top:10px;border:2px solid #B45F04;"></div></td></tr></table>
<object width="340" height="20"><param name="movie" value="https://www.youtube.com/v/3ptg3T5S0ck&feature"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="https://www.youtube.com/v/3ptg3T5S0ck&feature" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="340" height="20"></embed></object></div>
</center>
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 04:38 pm
Suspiré aliviado cuando Saren me dijo que Wintelgy solo se encontraba inconsciente, y lo examiné en busca de cualquier herida como me había pedido. No encontré ninguna y me estaba levantando para devolverle el botiquín a Erin cuando me dí cuenta de que había dos personas más en la plaza. Tenían un aspecto tan extraño como la chica gato, pero mucho más amenazador. Me puse en alerta, pero poco iba a poder hacer si la extraña pareja decidía atacarnos.
Se hizo el silencio en la plaza a medida que los demás reparaban en su presencia. Entnces la que parecía una mezcla entre persona y reptil habló, y lo hizo con bastante desprecio. Su tono de voz no le hizo ninguna gracia, pero si lo que estaba diciendo era verdad, y esa era toda la ayuda que recibirían, lo mejor era no olvidar ni un solo detalle de sus palabras.
La mujer lobo tomó la palabra, pero lo único que saco en claro de sus palabras es que esa... criba, como la llamaban terminaba cuando saliera una luna roja.
La que había halado en primer lugar retomó la palabra y esta vez si consigo más información. Por lo que dice deduzco que en esta ciudad hay monstruos, y que ni siquiera se van a mestar en darnos comida. "Genial, esto mejora por momentos"
La pareja termina el discurso y desaparecen tan rápido como llegaron. Escucho que la gente empeza hablar y que han llegado otros dos, pero no me paro a mirarles. Las palabras de la chica que dice llamarse Alder llaman mi atención.
-!Eh! Esperad un segundo- Digo lo bastante alto como para que me oigan todos -Yo creo que lo mejor es esperar a que él- señalo a Wintelgy -se despierte, antes de ponernos a tomar decisiones. Además parce que es el único que sabe algo de este lugar- No espero que me hagan caso pero tenía que intentarlo.
Noto que alguien abandona la plaza y se va por su cuenta. "Estúpido. Si este sitio es la mitad de peligroso de lo que nos han dicho lo último que hay que hacer es separarse"
Le devulvo el botiquín a Erin. -Guardalo bien. Lo vamos a necesitar-
La situación había cambiado. Ahora tenía la certeza de que podía morir, y por alguna razón estaba mucho menos asustado de lo que debería. En toda su vida solo había estado a punto de morir en una ocasión, y aunque había sobrevivido, tampoco había salido muy bien parado.
Se hizo el silencio en la plaza a medida que los demás reparaban en su presencia. Entnces la que parecía una mezcla entre persona y reptil habló, y lo hizo con bastante desprecio. Su tono de voz no le hizo ninguna gracia, pero si lo que estaba diciendo era verdad, y esa era toda la ayuda que recibirían, lo mejor era no olvidar ni un solo detalle de sus palabras.
La mujer lobo tomó la palabra, pero lo único que saco en claro de sus palabras es que esa... criba, como la llamaban terminaba cuando saliera una luna roja.
La que había halado en primer lugar retomó la palabra y esta vez si consigo más información. Por lo que dice deduzco que en esta ciudad hay monstruos, y que ni siquiera se van a mestar en darnos comida. "Genial, esto mejora por momentos"
La pareja termina el discurso y desaparecen tan rápido como llegaron. Escucho que la gente empeza hablar y que han llegado otros dos, pero no me paro a mirarles. Las palabras de la chica que dice llamarse Alder llaman mi atención.
-!Eh! Esperad un segundo- Digo lo bastante alto como para que me oigan todos -Yo creo que lo mejor es esperar a que él- señalo a Wintelgy -se despierte, antes de ponernos a tomar decisiones. Además parce que es el único que sabe algo de este lugar- No espero que me hagan caso pero tenía que intentarlo.
Noto que alguien abandona la plaza y se va por su cuenta. "Estúpido. Si este sitio es la mitad de peligroso de lo que nos han dicho lo último que hay que hacer es separarse"
Le devulvo el botiquín a Erin. -Guardalo bien. Lo vamos a necesitar-
La situación había cambiado. Ahora tenía la certeza de que podía morir, y por alguna razón estaba mucho menos asustado de lo que debería. En toda su vida solo había estado a punto de morir en una ocasión, y aunque había sobrevivido, tampoco había salido muy bien parado.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e ImaginaciónPersonajes : Elliot es una Dullahan bastante fácil de cabrear y con quien es mejor no llevarse mal (aun que ésto sea dificil) Conoce el manejo del casi todas las armas, y tiene un Dragón llamado Deatach que es quien le instruye y ayuda.
Ennakhai es un Daeliciana de 13 años convertida en Demiurga y a cargo de Dama Puntada.
Thrasmy's es un Frivy de 17 años. Es un CoMo y ha vivido toda su vida rodeado de lujos y cámaras.
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 05:22 pm
Aquellos dos seres habían desaparecido antes de responder a Thras. El chico del pelo blanco que creía recordar que se llamaba Shizel le dijo que no iban a volver mientras el Frivy bajaba de la fuente algo desanimado. El otro chico del pelo negro largo también había hablado, pero había sido muy poco amable. Luego le preguntó directamente a él y Thras sonrió complacido por recibir algo de atención por fin
-Porque superme pega con las lentilly's. - Dijo como si fuese algo obvio. Le gustaba mucho maquillarse de dorado cuando llevaba las lentillas rojas.
La chica del pelo verde comenzó a hablar y a Thras le tranquilizó comprobar que tenía las cosas claras. Inconscientemente se acercó un poco a ella, como tratando de no perderse. Otro chico, de pelo blanco y ojos dorados le dio la razón y el frivy suspiró aliviado.
El seguía sin tener claro lo que debían hacer, por lo que prefería que los demás tomasen decisiones a las que el pudiese amoldarse. Seguía teniendo muchísimo frío y el hambre empezaba a hacer algo de mella en su animo. Miró el cielo y pensó que, a esa hora, en su mundo, seguramente estaría cambiándose de ropa para irse a la discoteca, mientras un asistente le limaba las uñas y otro abrillantaba sus botas... Mirando a la gente a su alrededor y como le habían tratado hasta el momento, no parecía que fuesen a querer ayudarle a hacer esas cosas. Y le preocupaba la ropa también. En Frivo nunca hacía tanto frío... quizás por eso toda esa gente iba tan tapada... pero sin duda el iba mucho mas guapo y mil veces mas a la moda, lo que, a su modo de ver las cosas, compensaba...
Se frotó un poco los brazos, en un gesto apenas imperceptible. Estaba atrapado en aquel lugar, rodeado de gente que no conocía, que no le conocían a el y que no parecían tener demasiada intención de hacerlo. Era gente muy rara, como el nunca había visto antes, ni siquiera en los barrios viejy's, y hablaban aun mas raro todavía, pero estaba claro que serían su única compañía por el momento.
-Superpodemos buscar alguna Discotequy's... a lo mejor megahay una... - Dijo en tono animado para tratar de aliviar el tenso ambiente, aunque sin ninguna esperanza de que la hubiese. No escuchaba música y no había nadie más alrededor por lo que esa posibilidad era practicamente nula. - o podemos superbailar en aquel lugar donde megadespertamos de la total, que hiperes total pero de la total. - Dijo con una sonrisa cálida y arrebatadora. Estaba nervioso, muy nervioso y no era por hablar delante de tanta gente. El había hablado para toda su ciudad mas de una vez, le encantaba ser el centro de atención, le encantaba que le escuchasen... no, estaba nervioso porque no sabía que hacer. Tenía miedo y, aunque su apariencia era la de alguien tranquilo y confiado, por dentro temblaba. Quería volver a su casa en frivo, con sus comodidades y sus agenda perfectamente organizada, con su comida en la mesa, con su ropa nueva, con su maquillaje, su bañera de agua caliente y su cama mullida... pero no podía dejar que lo supieran. Él era un CoMo y debía dar ejemplo, debía estar perfecto y feliz siempre para que la gente le quisiese. Si, eso debía hacer...
-Porque superme pega con las lentilly's. - Dijo como si fuese algo obvio. Le gustaba mucho maquillarse de dorado cuando llevaba las lentillas rojas.
La chica del pelo verde comenzó a hablar y a Thras le tranquilizó comprobar que tenía las cosas claras. Inconscientemente se acercó un poco a ella, como tratando de no perderse. Otro chico, de pelo blanco y ojos dorados le dio la razón y el frivy suspiró aliviado.
El seguía sin tener claro lo que debían hacer, por lo que prefería que los demás tomasen decisiones a las que el pudiese amoldarse. Seguía teniendo muchísimo frío y el hambre empezaba a hacer algo de mella en su animo. Miró el cielo y pensó que, a esa hora, en su mundo, seguramente estaría cambiándose de ropa para irse a la discoteca, mientras un asistente le limaba las uñas y otro abrillantaba sus botas... Mirando a la gente a su alrededor y como le habían tratado hasta el momento, no parecía que fuesen a querer ayudarle a hacer esas cosas. Y le preocupaba la ropa también. En Frivo nunca hacía tanto frío... quizás por eso toda esa gente iba tan tapada... pero sin duda el iba mucho mas guapo y mil veces mas a la moda, lo que, a su modo de ver las cosas, compensaba...
Se frotó un poco los brazos, en un gesto apenas imperceptible. Estaba atrapado en aquel lugar, rodeado de gente que no conocía, que no le conocían a el y que no parecían tener demasiada intención de hacerlo. Era gente muy rara, como el nunca había visto antes, ni siquiera en los barrios viejy's, y hablaban aun mas raro todavía, pero estaba claro que serían su única compañía por el momento.
-Superpodemos buscar alguna Discotequy's... a lo mejor megahay una... - Dijo en tono animado para tratar de aliviar el tenso ambiente, aunque sin ninguna esperanza de que la hubiese. No escuchaba música y no había nadie más alrededor por lo que esa posibilidad era practicamente nula. - o podemos superbailar en aquel lugar donde megadespertamos de la total, que hiperes total pero de la total. - Dijo con una sonrisa cálida y arrebatadora. Estaba nervioso, muy nervioso y no era por hablar delante de tanta gente. El había hablado para toda su ciudad mas de una vez, le encantaba ser el centro de atención, le encantaba que le escuchasen... no, estaba nervioso porque no sabía que hacer. Tenía miedo y, aunque su apariencia era la de alguien tranquilo y confiado, por dentro temblaba. Quería volver a su casa en frivo, con sus comodidades y sus agenda perfectamente organizada, con su comida en la mesa, con su ropa nueva, con su maquillaje, su bañera de agua caliente y su cama mullida... pero no podía dejar que lo supieran. Él era un CoMo y debía dar ejemplo, debía estar perfecto y feliz siempre para que la gente le quisiese. Si, eso debía hacer...
Me haré una cama con tus huesos, Invitado, Muajajaj!
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
Taceant Colloquia.
Effugiat risus.
Hic locus est ubi mors gaudet succurrere vitae.
¡Superpor la aceptación, la integración y los derechy'x Frivy's!
- Spoiler:
Click en la imagen para ver el esquema de relaciones entre los Cosechados del Rol
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Discurso de bienvenida
08/09/12, 07:00 pm
Saren había percibido la llegada de las dos criaturas por el rabillo del ojo antes de que RR le diera una respuesta, y se había girado hacia ellas pasmado, en completo silencio. Una de ellas era una mujer, pero partes de su cuerpo estaban cubiertas de escamas, y tenía rasgos reptilianos. La otra criatura estaba cubierta de pelo, y llena de cortes y cicatrices abiertas, que pese a ello, no sangraban. Los dos personajes se colocaron codo con codo frente a los presentes, y comenzaron a hablar.
Sus voces eran algo siniestras, pero a Saren no le preocupaba eso. El norteño leía su lenguaje corporal, interpretaba el tono de sus voces, ademas de escuchar lo que les decían. A medida que el discurso avanzaba, la característica sonrisa de Saren se difuminó en su rostro, dejando paso a una mascara inexpresivamente seria. Ninguna de las dos mujeres, el timbre de su voz las distinguía como hembras, mentía en sus palabras, creían al pie de la letra lo que habían dicho, y eso era lo peor de todo. La reptiliana no se había expresado con sadismo, no pretendía meterles miedo, solo se había limitado a exponer unos hechos, con cierta desgana rutinaria; y la mujer lobo, les había dicho la verdad para que se fueran haciendo a la idea, en cierta manera les había aconsejado que espabilaran.
Cuando ambas mujeres desaparecieron de la vista, Saren se agachó de nuevo junto a Wintel, levantandole los parpados con los dedos y comprobando sus pupilas. En otro momento le habría llamado la atención que fueran redondas, a diferencia de las suyas propias, que eran verticales, pero en ese momento no sentía curiosidad por nada, en su interior estaba preocupado y bastante nervioso, aunque esto no se reflejaba en el exterior, sus movimientos eran precisos y calculados, y su cuerpo pasaba de una acción a otra sin pausa. Mientras comprobaba el estado del nublino de nuevo, escuchaba las palabras de los que le rodeaban, sin decir nada.
El grupo, si es que se le podía llamar así, exponía sus opiniones. Shiz, que debía saber lo mismo que el propio Saren, enfocaba el problema desde un punto de vista sarcástico. Pablo no estaba de acuerdo con Alder, DL si, y el chico poco vestido, Thras, había propuesto ir a una Discotequy's. Fuera lo que fuera, Saren dudaba que hubiera una cerca. Cuando la mujer reptiliana y la mujer lobo se alejaban, Atol les había increpado algo en un tono bastante burlón, y el norteño había estado tentado de advertirle que cualquiera de aquellas mujeres podía descuartizarle sin dificultad por su insolencia, pero no habría servido de nada, así que se calló.
-Pablo tiene razón, lo primero es desperatar a Wintel -dijo, no hablaba muy alto, pero se le oía perfectamente-. ¿O acaso propones arrastrarlo por media ciudad?, ¿tal vez dejarlo aquí tirado? -le pregunto a Alder, el tono del norteño no era de reproche, solo exponía los hechos, en el mismo tono aburrido que había empleado Gahna.
Cogió un poco de agua de la fuente, y la vertió en los labios entreabiertos del nublino, dándole suaves golpes en la mejilla para que saliera de su inconsciencia. Wintel parpadeó, despertandose, aunque seguía confuso y atontado, no podría caminar sin ayuda. En ese momento, Saren se percató de la presencia de dos chicos que antes no había visto, eran de piel rosada, como Pablo y Erin. Uno estaba llorando, de rodillas en el suelo, lo que a Saren le resulto molesto, no era el momento apropiado para mostrarse débiles, se lo acababan de decir. El otro chico se llamaba Timmy, el idrino le había oído hablar justo antes de que llegaran Gahna y Cicatriz, era bastante joven, y parecía asustado.
-Yo soy Saren, encantado Timmy -se presentó el idrino, permitiéndose una sonrisa amable-. RR, ¿podrías ayudarme a cargar con Wintel? -le pidió al pelirrojo, era con el mas confianza había cogido hasta el momento aparte de Shiz-, creo que Pablo estará demasiado ocupado evitando que Erin se pierda -murmuro para si, no se le había pasado por alto que la chica se despistaba con facilidad.
Pasó uno de los brazos del nublino por encima de sus hombros, esperando la respuesta del foner.
Sus voces eran algo siniestras, pero a Saren no le preocupaba eso. El norteño leía su lenguaje corporal, interpretaba el tono de sus voces, ademas de escuchar lo que les decían. A medida que el discurso avanzaba, la característica sonrisa de Saren se difuminó en su rostro, dejando paso a una mascara inexpresivamente seria. Ninguna de las dos mujeres, el timbre de su voz las distinguía como hembras, mentía en sus palabras, creían al pie de la letra lo que habían dicho, y eso era lo peor de todo. La reptiliana no se había expresado con sadismo, no pretendía meterles miedo, solo se había limitado a exponer unos hechos, con cierta desgana rutinaria; y la mujer lobo, les había dicho la verdad para que se fueran haciendo a la idea, en cierta manera les había aconsejado que espabilaran.
Cuando ambas mujeres desaparecieron de la vista, Saren se agachó de nuevo junto a Wintel, levantandole los parpados con los dedos y comprobando sus pupilas. En otro momento le habría llamado la atención que fueran redondas, a diferencia de las suyas propias, que eran verticales, pero en ese momento no sentía curiosidad por nada, en su interior estaba preocupado y bastante nervioso, aunque esto no se reflejaba en el exterior, sus movimientos eran precisos y calculados, y su cuerpo pasaba de una acción a otra sin pausa. Mientras comprobaba el estado del nublino de nuevo, escuchaba las palabras de los que le rodeaban, sin decir nada.
El grupo, si es que se le podía llamar así, exponía sus opiniones. Shiz, que debía saber lo mismo que el propio Saren, enfocaba el problema desde un punto de vista sarcástico. Pablo no estaba de acuerdo con Alder, DL si, y el chico poco vestido, Thras, había propuesto ir a una Discotequy's. Fuera lo que fuera, Saren dudaba que hubiera una cerca. Cuando la mujer reptiliana y la mujer lobo se alejaban, Atol les había increpado algo en un tono bastante burlón, y el norteño había estado tentado de advertirle que cualquiera de aquellas mujeres podía descuartizarle sin dificultad por su insolencia, pero no habría servido de nada, así que se calló.
-Pablo tiene razón, lo primero es desperatar a Wintel -dijo, no hablaba muy alto, pero se le oía perfectamente-. ¿O acaso propones arrastrarlo por media ciudad?, ¿tal vez dejarlo aquí tirado? -le pregunto a Alder, el tono del norteño no era de reproche, solo exponía los hechos, en el mismo tono aburrido que había empleado Gahna.
Cogió un poco de agua de la fuente, y la vertió en los labios entreabiertos del nublino, dándole suaves golpes en la mejilla para que saliera de su inconsciencia. Wintel parpadeó, despertandose, aunque seguía confuso y atontado, no podría caminar sin ayuda. En ese momento, Saren se percató de la presencia de dos chicos que antes no había visto, eran de piel rosada, como Pablo y Erin. Uno estaba llorando, de rodillas en el suelo, lo que a Saren le resulto molesto, no era el momento apropiado para mostrarse débiles, se lo acababan de decir. El otro chico se llamaba Timmy, el idrino le había oído hablar justo antes de que llegaran Gahna y Cicatriz, era bastante joven, y parecía asustado.
-Yo soy Saren, encantado Timmy -se presentó el idrino, permitiéndose una sonrisa amable-. RR, ¿podrías ayudarme a cargar con Wintel? -le pidió al pelirrojo, era con el mas confianza había cogido hasta el momento aparte de Shiz-, creo que Pablo estará demasiado ocupado evitando que Erin se pierda -murmuro para si, no se le había pasado por alto que la chica se despistaba con facilidad.
Pasó uno de los brazos del nublino por encima de sus hombros, esperando la respuesta del foner.
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