Torreón Letargo (Archivo IV)

Recuerdo del primer mensaje :

-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.

Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.

Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.

Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.

Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.

Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.

Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.

-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.



P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^

Muchas de las estirges me ignoran al ver que no me puedo mover pero no cejo en mi empeño y a mis pies se va formando un pequeño cúmulo de aves muertas o heridas.

Hasta que llega el fuego. De pronto un dolor súbito me sobreviene a la altura de la cintura y se va extendiendo poco a poco. Quema, me quema por dentro y por fuera. Caigo al suelo soltando las espadas y al principio me resisto al dolor, pasará, pero no pasa, únicamente se vuelve más fuerte. No puedo evitarlo y empiezo a gritar de dolor.

No soy consciente de que he empezado a dar vueltas en el suelo tratando de apagar un fuego irreal. Según el dolor se extiende mis gritos de dolor pasan a ser chillidos agónicos. No sé cuanto tiempo pasa, pueden haber sido horas, incluso días. Y si sólo son segundos están siendo los más largos de mi vida. Apenas siento como me arrastran al interior.

Y de pronto todo acaba, la negrura me recibe.

A su alrededor todo era un caos, Gress había conseguido paralizar algunas estirges y Surasara había matado a otras pocas. El suelo de torroen era un mejunje de sangre y plumas. Drael estaba muerto, había extrañas sombras con las que Alice parecían estar peleando en un sinsentido gritándoles que pararan el ataque repentino que estaba realizando contra ellos, siendo obedecida por algunas de las sombras para sorpresa de Dhelian. Surasara estaba tirada por el suelo gritando de dolor. Aquello por fin lo hizo reaccionar y torpemente corrió hacia Surasara intentando ver qué era lo que le producía aquel dolor, si estaba herida.

La visión de lo que estaba pasando con la ulterana hizo que trastabillara hacia atrás no pudiendo creer la transformación que iba ocurriendo ante sus ojos de forma lenta pero firme. Las piernas, las piernas estaban desapareciendo…

A todo eso se le añadían el graznido de las estirges, el voleteo de estas que parecían resistirse a marcharse, y que aprecian atacar con mayor furia ante la presencia de otras estirges heridas y muertas, ensañándose especialmente con el cuerpo de la ulterana.

-¡¡Dejad de atacarnos!!-grito Dhelian desesperado intentando proteger el cuerpo de la chica y a punto de empezar paralizar a las estirges para que dejaran de atacar. Aquellos pájaros debían ser realmente inteligentes, pues tal vez viéndose amenazados les graznaron  se alejaron no sin antes picotear y arañar con sus garras a Dhelian de forma rencorosa. Aun así no se alejaron mucho, los pocos que quedaban sin heridas o paralizados, se subieron sobre la mesa del salón y sobre el espaldar del sofá, mirándoles con sus brillantes ojillos negros, como si esperaran la oportunidad para atacar de nuevo  y emitiendo sonidos de lamento por sus compañeros muertos. Como sabia que aquellos eran lamentos, era algo a lo que Dhelian no se paró a pensar aliviado de haber asustados a las aves.  Aun mirándolas desconfiando intento curarse a si mismo buscando a Alice con la mirada, impaciente.

-¡Alice! ¿Qué hacemos? ¿Dónde está Marsi?- pregunto al no ver el cuerpo de la chica por ningún lado, cuando recordaba que un rato antes, al inicio de toda aquella pesadilla el cuerpo estaba allí en pie, sin cabeza. No necesito respuesta, pues no tardo en localizarla. Ver el cuerpo de esta agazapado en un rincón abrazando su cabeza le hizo quedarse totalmente incrédulo. ¿Qué….estaba…pasando?  Era imposible seguir vivos en esas circunstancias, con un corazón que no latía y un cuerpo sin cabeza. ¿La luna tenia tal poder como para dar vida a los muertos? La cabeza de Dhelian hervía ante todo aquello. ¿Qué eran aquellas sombras y porque les habían atacado las estirges de Maciel? Eran demasiadas preguntas y aquel apetitoso olor proveniente del hueco de las escaleras le estaba revolviendo el estomago al saber quién era el que lo producía.

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Esperaba que para ese momento todos los del torreón hubiesen sufrido todos los cambios de la luna, encontrarlos a la mitad podía ser problemático y no le haría ser muy bienvenido. Pensativamente se paso la mano por el cabello blanco, habiendo ido con sus aspecto común para esa ocasión especial, mirando sus acompañantes ya frente al torreón.

-Bueno, voy a entrar, a ver si tienen la dignidad de abrirme sin dispararme -dijo encogiéndose de hombros con humor, levitando hacia el patio del torreón donde fue observado por un buena cantidad de estirges posadas en el muro. Las miro extrañado pues no era habitual verlas fuera de Maciel o al menos el no tenia costumbre de verlas. Tras eso  eso golpeo la puerta del patio- ¡Hey, los de ahí adentro, venimos a echaros una mano! Si nos dejáis pasar podríamos ayudaros un poco con vuestros cambios...- añadió para atraer la atención de los del torreón aunque ya viendo que posiblemente ni caso le harían, pero era mejor que entrar por las buenas. No es que le importase demasiado ser amable y buen samaritano, pero seria mas fácil conseguir las muestras de ese modo. Ademas, tal vez habría alguna tranformacion especialmente interesante y sentía curiosidad.

Stefan

Me encontré por casualidad con DL y Atol de camino al torreón, iba a ver si les podía echar una mano a los nuevos ciudadanos como ya habían hecho con nosotros anteriormente. En mi zurrón llevaba unas botellitas con líquido alquímico que tenían diversos usos.

Al ver el puente subido levitamos y acabamos en el patio, la puerta estaba cerrada así que DL la golpeó. Atol había decidido no venir dentro.

-¿Tú crees que nos recibirán bien? Si ya te digo que vine durante la cosecha y me echaron. Así que no sé yo cómo estarán de receptivos en la Luna...

Alice
Aprovechando que las sombras de alguna forma u otra me protegían, me había acercado a Marsi con el propósito de cubrirla en lo posible. Cuando Ozz sugirió de movernos, asentí y tras paralizar a otra estirge, exclamé:
—¡Los heridos al sótano! ¡Luego podemos volver a deshacernos del resto de estirges!—No me fiaba de que se hubieran quedado quietas ni un pelo. Luego me agaché junto a la varmana, tragándome cualquier mala sensación por la sangre que la cubría y la cabeza, y la ayudé a levantarse mientras le decía—Marsi, soy Alice. No sé si me oyes, pero estoy aquí. Vamos a ponernos a salvo, yo te guío.

La cogí por el hombro y la fui acompañando. A mitad de camino, unos golpes en la puerta del patio me sobresaltaron. Alguien nos hablaba desde fuera, ofreciendo ayuda.
—Yo no pienso abrirles... Allá vosotros.
Mátalos antes de que te maten o lo haremos nosotras.

Al menos no de momento y en semejante estado general. No, de momento me quedaría aquí abajo, cerca de Marsi y aún rodeada por las sombras. Seguían mirando raro a mis amigos, así que, dada la cercanía entre ellas y la varmana, les susurré:
—Alejaos de Marsi.
¿Quién es Marsi? ¿Lo sabéis?
Ni idea.
—La varmana...
¡Ah, la sin cabeza!
¿Estará muerta?
—Dejadla en paz.

Atol
Había llegado al torreón Letargo con Enredo y DL pero, al contrario que ellos, me había quedado fuera. No intervendría a no ser que fuera una situación límite como cuando salió nuestra Luna, donde sí era obvio que necesitábamos ayuda. No obstante, sí que me acerqué hasta el foso y observé el interior con niebla mágica. Estirges, sombras desconocidas y cosechados luchando, algunos heridos, otros muertos. <<¿Qué hacen aquí las estirges?>> Seguí observando, aunque no solo el torreón sino también las calles aledañas. Lo que hubiera atraído a esos pajarracos podría atraer a cualquier otra criatura y en ese caso sí podría verme implicado.

Dhelian

Debían moverse por mas que las estirges hubiesen decidido estarse quietas no le gustaba ni un pelo como les miraba.Y quería alejarse de Drael le inquietaba demasiado el sentirse atraído por el cadáver del pobre sinhadre por lo que se acerco a Surasara con intención de levitaría para bajarla al sótano, aunque dudaba que fuera a caber con la forma tan inmensa que parecía estar tomando frente a sus narices.

El golpeteo en la puerta y el escucha una voz desconoció le puso el vello de punta. No pensaba abrir, ni de ninguna maldita forma abriría, la luna había sido mucho peor de lo que hubiesen podido imaginar y si la luna había sobrepasado lo que creían, ¿quien decía que no seria un peligro también esa gente de fuera? Pero no podía dejar allí sola Surasara estando a medio transformar al parecer y sin protección alguna. Por lo que respiro hondo lanzando el hechizo de levitación sobre la utrerana para abajar a la seguridad del sótano.

-No podemos dejar que entren-murmuro desesperado intentando no fijarse en los ojos de las estirges siguiéndole, ¿porque no se iban de una maldita vez?.

Las aves en cuanto lo perdieron de vista comenzaron a graznar, echando el vuelo y lanzándose sobre el cuerpo de Drael y sobre sus compañeras muertas y paralizadas en un caos de plumas, picos y garras.

DL

-Que desconfiados- murmuro DL cuando vio que no le abrían y rascándose la nuca con pereza. Iba a tener que entrar como menos le gustaba, pero antes de hacer nada mas, invoco un hechizo de tinieblas para ver el estado del interior del torreón. Allí dentro había aun mas estirges, y cerca de la puerta un niño de piel grisácea a al defensiva protegiendo con su menudo cuerpo a una mujer tirada en el suelo- Vaya, aun hay gente cambiando, hay un chico gris y una chica tirada por el suelo...¿solo esos dos sobrevivieron? - hablo mas para si mismo que para su acompañante recorriendo edificio con la mirada intentando buscarlos en los cuartos y solo encotnrandose un cadáver en las escaleras, dos  chicas con transformaciones no identificables y finalmente a los sobrevivientes faltantes en las mazmorras. Dos chicas, una sin cabeza...dejandole mas que claro cual era su transformación cuando lo noto moverse; y la otra, no tenia idea de lo que era pues no había cambiado físicamente, bien podria ser una manga o algún tipo de bruja  Habia también otro chico que tampoco identificaba su tranformacion, si es que se había transformado ya. Para rematar la escena un montón de sombras sin forma especifica. Al grupo de las mazmorras se unió el chico gris y la chica que fue levitada hasta allí, dejando a Enredo y a el fuera del torreón.

-No piensan abrirnos y si entramos no intentaran atacar, están casi todos en las mazmorras metidos, así que ¿entramos de todos modos?-pregunto mirando al brujo tras hacer la inspección del torreón.

Marsi vio que Alice estaba entera. Aunque se asustó cuando vio a las sombras abalanzarse sobre ellos, pronto se detuvieron. Se aferró a la humana, y se puso en pie sin problema. Ya no necesitaba que la guiasen, podía ver perfectamente, pero seguía sintiéndose confusa y mareada. De alguna forma, podía ver a su espalda. Los olores y sonidos le llegaban de todas direcciones, y se entremezclaban en su mente. Caminó a paso torpe detrás de Alice, y mientras pudo ver mejor el estado de sus compañeros, el cadáver de Drael, y oir a los intrusos fuera.

<< No, ¡no! ¡Que se vayan!>> gritó en su mente, y el mensaje volvió a enviarse sin control a todos a su alrededor.


Gres suspiró aliviada al ver que Ozz volvía en sí, y que no tenía más que heridas superficiales hechas por las estirges. Le ayudó a ponerse en pie, se aseguró de que no tenía nada grave, pero no usó magia en sus magulladuras. Iba a necesitarla.

-Dhelian, date prisa en bajar a Sura, Ozz parece que puede moverse por sí mismo- Naeleth bajaba entonces de los pisos superiores, y recogió el cuerpo de Drael- Alice, tú tienes magia de sobra, haced una barricada abajo, más os vale blindarlo bien o estamos jodidos.

Usó niebla mágica para mirar fuera. Desde luego no tenían un aspecto muy amenazador, y siendo lógicos, si tuviesen intención de hacerles daño ya lo habrían hecho.

-Estamos bajo ataque, no sé si os habréis dado cuenta, así que no pensamos abriros la puerta. De hecho nos encantaría que no abriéseis ninguna puerta ni ventana, si es verdad que no queréis matarnos. Usad intangibilidad, ya sabéis donde estamos.

Dicho esto, bajó con los demás a las mazmorras y ayudó a blindar el lugar, llevándose víveres para que las estirges no les dejasen sin comida.


Marsi estaba intacta, salvo por el tema de su cabeza. No podía hablar ni gesticular, pero estaba claro que podía oir, y sujetaba una espada con determinación, su cabeza asegurada bajo el brazo. Un remolino de pensamientos atacó la mente de Gres, y casi pudo intuir de dónde venían. La varmana pensaba luchar esta vez si era necesario.

-Pues lo cierto es que no iba a entrar si no nos invitaban, pero eso parece a todas luces una invitación así que... -contesté al cambiante y empecé a trazar los signos de la intangibilidad.

Atrevesé la pared cual fantasma y observé la situación de la planta baja. Menudo percal, estirges por todos lados.

-¿No se supone que las estirges están en maciel? Me pregunto para qué habrán venido - le dije a DL y me encaminé al sótano.- Vamos a intentar que nos dejen ayudarles.

Antes de entrar me puse protecciones sólo por si acaso, no quería morir por que se tomasen esto a mal. Entré con las manos alzadas indicando que no representaba una amenaza.

-Venimos a echaros una mano si la queréis. Puedo curar todas vuestras heridas y también podemos daros información que os puede resultar útil - seguí con las manos en alto pero los fui observando uno por uno, sobre todo a los dos que estaban tirados en el suelo. Uno parecía muerto pero no me alarmé, había visto a Pablo pasar por lo mismo un año antes así que pensé que ese chico podría ser vampiro también, un segundo vistazo más a fondo me reveló que el chico estaba realmente muerto, la sangre que salía de la zona de la cabeza me dio la pista, a saber qué le habría pasado. La otra estaba inconsciente y le estaba creciendo una cola que ya llevaba más de un metro.

Alice
Hice caso a Gres e hice una barricada delante de esta por si algo la atravesaba y, cuando Gres volvió con víveres, bloqueamos la puerta con varios muebles. Volví a escuchar algo raro en mi cabeza pero el mensaje no podría haber venido de las sombras. No les pegaba... a no ser que hubiera otras... <<Menudo fastidio, ¿qué son? ¿Por qué me siguen a todas partes?>> Acabado el bloqueo, volví con los heridos. Y mis propios arañazos y picotazos, claro. Hasta que empecé a escuchar voces al otro lado.

—Ojalá no mientan...
¿Podemos matarles a todos?
Hazlo tú, será diver.

Un cuerpo intangible pasó a través de la puerta bloqueada con muebles y se quedó entre estos y la barricada. Era el chico que vino una vez al torreón. <<Joder... ¿Tap podría estar por ahí?>> Este, de nuevo, venía en actitud pacífica. Pero no me fiaba ni un pelo. Así que miré a los demás y me adelanté. Cómo no, las sombras me siguieron y miraron de mala forma al chico.

—Si queréis ayudarnos, matad a las estirges. Podemos curarnos solos, gracias. No queremos problemas, ya estamos bastante jodidos.

Atol
En cuanto vi que DL y Enredo entraban, estiré los brazos y los dedos y miré al cielo con una sonrisa. No me pasaría mi primera Luna Roja como transformado vigilando novatos. Así que me fui de allí. Quizá me encontrara con alguien de mi cosecha o con algún bicho buscando gresca. O quién sabe.

El asistir a Letargo tenia un objetivo a cumplir pero hasta el era consciente que intentar realizarlo con la tensión que se respiraba en el grupo de ese años seria auto destructivo. Iba a convivir con esa nueva cosecha de un modo u otro y no tenia intención de enemistarse así de la nada. Aun poseía cierto sentido común que le avisaba en situaciones como aquellas cual era el mejor camino a seguir y en ese caso era abortar la misión temporalmente, lo que dejaba tan solo la curiosidad por los nuevos si otro doble sentido.

-Bajo ataque, ¿eh?. Toda esta situación es muy extraña ¿No ocurrió nada similar en Letargo en tu cosecha, no?-preguntó DL que tampoco podía entender las acciones de los pájaros que sabia que poseía cierta inteligencia en comparación con otras alimañas de ciudad. Tras realizar el hechizo de intangibilidad se adentraron al torreón, encontrándose con que las estirges seguía allí dentro en un mar de picos y garras, sin intención aparente de largarse a pesar de que había nadie mas en el salón.

DL atravesó la barricada tras Enredo repitiendo su acción de mostrar las manos pacíficamente, tras haberse colocado protecciones antes de entrar, observando atentamente al grupo, sus cambios y la desconfianza casi palpable en todos ellos. ¿Ellos habían sido así el año de su cosecha? No lo recordaba.

-Las estirges no suelen atacar de este modo, de haber querido atacar a un torreón, les hubiese quedado mas cerca Maciel. Están aquí por algo o alguien, probablemente y supongo que esas sombras son mas de lo mismo- añadió mirando al grupo de forma curiosa, algo que no se podía notar a simple vista, y atenta. Evidentemente sus palabras no tenían certeza alguna, bien podría ser algún tipo de subidon por la luna, pero ya había visto antes reacción extrañas de animales tras la luna cuando las ratas atacaron a RR. Sin contar aquellas extrañas sombras y la chica, ¿de donde narices habían salido?- Podemos matarlas, pero otra bandada volverá de nuevo ¿No preferís saber que os ocurre? ¿Porque esas sombras están aquí o porque las estirges no se van? Seré honesto, contra antes sepáis lo que sois ahora, antes podréis buscarle una solución conveniente a los problemas que podáis estar teniendo...- añadió observando al grupo, no iba a matar estirges como mucho espantarlas de darse el caso, había convivido con ellas, eran arte de los macieleros.

Mientras observaba al grupo, un olor nauseabundo ataco su pobre nariz ¿ya estaba en semejante estado de descomposición aquel cadáver? No...no podía ser el, ese olor venia del chico gris que estaba aun junto a la chica medio transformada. Pero no era posible, lo había visto hacer magia y los vampiros no eran grises...la única transformación que conocía que sufriera esas características, muertos vivientes vaya, aparte de la de vampiro era la de los ghoul, pero estos no podían hacer magia.

Habia algo que se le escapaba en esa suma pero no conseguía caer en que....su mente intentaba encajar las piezas del puzzle con la información que tenia sobre transformaciones que había obtenido durante ese tiempo. Quitando al niño gris, el resto de los presentes tenia transformaciones curiosas, como la dullahan que no se separaba de su cabeza tal vez inconscientemente ya notando lo que pasaba con aquella, o simple deseo de mantener junto a ella una parte de su cuerpo; y la chica sombra y las sombras en general, que parecían realmente hostiles. Desde luego el grupo de letargo era realmente diverso.

Dhelian

Pudo reconocer al primer chico que entro como aquel que había estado manejando las plantas de letargo en aquella ocasión y parecía venir con buena intenciones, aunque no podría asegurarlo. El otro que llego le era desconocido y su cabello blanco le provoco cierto rechazo instintivo, mas ante su situación donde era consciente que no podía estar totalmente vivo si su corazón no latía.

Alice fue la primera en hablar del grupo pidiendo la muerte de las estirges y la respuesta del tipo de pelo blanco solo confundió mas al daeliciano que le miro con el ceño fruncido, no entendiendo demasiado a lo que se refería. ¿Acaso intentaba decir que el que estuviese esas estirges allí era por culpa de alguno de ellos? ¡Pero si nunca les habían hecho nada!

-No podéis pretender que confiemos en ustedes así por que sí- dijo Dhelian mirando fijamente a los dos individuos, tal vez al inicio de su cosecha habría sido menos desconfiado pero tras todo lo ocurrido durante la criba y los acontecimientos de esa noche estaba demasiado quemado-Si venís a intentar soltarnos mas engaños entonces....- no pudo terminar la frase pues sus ojos se distrajeron en lo que estaba pasando con su brazo. A ojos de un aterrado Dhelian la piel de su brazo no solo había obtenido ese tono grisáceo sino que estaba quedandosele la piel tirante y blanda igual cuando los cadáveres se quedaban literalmente "tiesos" poco después de morir. No solo eso, el olor de Drael que ya veía mareandolo desde hacia un rato se le estaba haciendo mas apetecible casi haciéndole la boca agua, algo realmente traumante y que le provocaba un total rechazo-¿Qué me pasa? Yo...Drael...mi piel- empezó a tartamudear bajito, desesperado ¿En que se había convertido?

La petición de la chica me sobresaltó.

-No, no pienso matar ningún ser vivo, lo siento - hice una pequeña pausa.- Lo que sí puedo hacer es echarlas del torreón, pero DL tiene razón volverían, si lo que ellas quieren está aquí.

Traté de conectar lo que sabía, ¿era posible que alguno de los que estuviese allí fuese un brujo con dominio sobre las aves? Me recordaba a la agresión que yo mismo había sufrido por parte de las enredaderas al salir la Luna.

-Ya os lo he dicho, no hay engaños. Ya no sois cosechados, ahora sois ciudadanos y ya no hay leyes que me impidan ayudaros - la reacción del chico me impresionó, no veía bien lo que le pasaba en la piel.- Por favor, déjame echarte un vistazo, quizá pueda ayudarte. Por favor - repetí.

Marsi seguía vigilando las sombras de Alice, y al mismo tiempo no apartaba la vista de encima de los recién llegados. Uno le sonaba vagamente, y los demás parecían reconocerlo, mientras que el otro no lo había visto nunca. Se negaron a matar a las estirges, y en cierto modo Marsi se sintió aliviada. Todos los pájaros negros eran rencorosos, y en su mundo había historias de gente que los había tenido acosándolos eternamente después de hacerles daño. Se olvidó del tema en cuanto dieron señales de tener una ligera idea de lo que estaba pasando. Una serie de exigencias y preguntas se proyectó, pero de forma tan caótica y atropellada que eran imposibles de entender. Bajó el arma, pero avanzó hacia los desconocidos.

Gres se había sentado cerca del cuerpo de Drael y Naeleth permanecía detrás de ella, buscando protección, pero con un hechizo en los dedos. No se fiaba, y Gres tampoco del todo, pero en ese momento eran todo lo que tenían.

-Está claro que sabéis algo que nosotros no, y ya que queréis ayudar pero no podéis hacer nada más, ¿por qué no nos explicáis? Drael ha muerto, y Dhelian huele igual pero sigue moviéndose. Eestos pájaros que han venido a por nosotros, las sombras que rodean a Alice, los cambios extraños en Ozz, Marsi y Sura... Y Nae y yo que no hemos cambiado en absoluto. ¿Era esto lo que nos hacía la Luna? ¿Qué somos, qué vamos a hacer de ahora en adelante?

Lo de que no habían cambiado no era del todo cierto. Gres se contenía, pero quería probar el poder que le recorría las venas. La magia le hormigueaba en los dedos, se sentía poderosa, sus músculos palpitaban y su corazón se había acelerado de la emoción. Pero no iba a irse sin sus compañeros.

Dhelian

-Tampoco hay leyes que os impidan hacernos daño-respondió Dhelian a las palabras dichas por aquel chico que insistía en ayudarles. A pesar de sus palabras, estaba aterrado, su cuerpo estaba pudriéndose lentamente... aquello era la carne blanda, la tensión de la piel y ese olor que no solo notaba ya en drael y que empezaba entenderse lentamente por el resto de su cuerpo ¿porque? ¡El aun estaba vivo! Se movía, hablaba pero su corazón se había parado, ¿se podía decir que aun estaba vivo? Desesperado miro a sus compañeros sin saber que hacer, no sabía si confiar en ese chico y que no intentara nada-Esta...esta bien...para esto, pero no hagas nada raro- le advirtió al otro rindiéndose un poco, quería saber que le ocurría, necesitaba algo que pudiese curar aquello, que le devolviese su normalidad. Tenía miedo.

Debía existir una cura para eso, la magia podía hacer prácticamente de todo ¿cierto?

DL

DL miro al chico que Enredo pretendía curar. Solo con olerle sabia que eso era caso perdido. Se pudría, al igual que los ghoul, aunque fuese un ghoul un poco raro. Enredo sabría como suavizar la noticia de su transformación, que el no tenia suficiente tacto. Su atención fue mas bien tomada por la mujer reptil, asreniana si es que era verdad lo de que no había sufrido cambios alguno, lo que le resultaría extraño. La luna siempre cambiaba algo, por pequeño que fuera, peor no pregunto al respecto. Mientras le hablaba de sus compañeros intento asociar persona con nombre antes de responderle como buenamente pudo.

- Me presentare rápidamente, me llamo DL e intentare ser lo mas conciso que pueda-añadió antes de mirar el cuerpo de llamado Drael- Ha muerto antes de que la luna pudiera cambiarle por tanto no saldrá de ese estado. El caso de ese chico es diferente, el si pudo transformarse...Y Enredo, el chico hizo magia -añadió sin especificar demasiado, ya lo explicaría Enredo en cuanto el mismo se diera cuenta de lo del chico, que el no tenia tacto para esas delicadezas. Ademas tal vez con lo ultimo que el dijo el si sacaba en claro que era esa extrañeza en el ghoul que a el se le escapaba-Sobre el resto de los mencionados...- miro uno a uno decidiendo empezar por la tal Marsi, según había asociado- Tu transformación es la de dulllahan, no es muy común pero hay información en libros que te dejarían las cosas mas claras de lo que puedo hacer yo. Ademas, existe alguien igual que tu en la ciudad, por si quieres un poco de guía de alguien que sabe todo de primera mano. -explicó no especificando demasiado pues los transformados eran inconscientemente celosos de su tranformacion, el incluido. Nunca se sabía quien estaría escuchado. Tras explicar aquello miro a las sombras detenidamente, pensativo. No estaba plenamente seguro pero en verdad le recordaba un poco a las ratas de RR, o mas concretamente, a los fantasmas de Ariv.

-No se exactamente como se llaman las sombras, ni que son, pero si se porque están aquí-añadió viendo a Alice toda rodeada de estas, era bastante obvio con eso a quien servían- Eres una bruja con dominio sobre ellas, sean lo que sean. Los dominio son básicamente poder sobre algo y ese algo aceptara tus ordenes directas, ya sea algo orgánico o inorgánico, la lista es demasiado amplia para ir una por una. Aunque puedas darles ordenes...debes ganártelas, como cuando domesticas a una mascota- explico intentando ser lo mas claro posible, pues Enredo era el brujo con quien mas trato tenia y en su casi su dominio no se parecía en anda a esas cosas- Sobre las estirges de fuera pueden estar aquí por muchos motivos, son criaturas rencorosas si alguna vez fueron dañadas por alguno. Sino es el caso, puede ser cosa de la magia de la luna que las pone así o algo mas....no sabría ser mas especifico. Solo tengo claro que si algo buscan aquí no se irán hasta tenerlo.

>>-En el caso de el, no se lo que es. No se siquiera si esta transformado, a medias o tal vez sea brujo como tú o algo mas- añadió mirando al Ozzchreanos e indicando a Alice al decir sus ultimas palabras, de todas formas el chico no parecía estar prestando atención igual. La ultima tampoco podía hacerlo pues seguía postrada en el suelo-Y ella es una naga o una lamia, mitad serpiente, algo que va siendo evidente- añadió al ver como se iba formando aquella cola.

El chico se acercó con recelo. Sí que eran desconfiados. Lo examiné aunque realmente ya imaginaba qué era, le tome el pulso y no noté nada, estaba muerto, al fin y al cabo era un ghoul. La noticia no iba a gustarle. Estaba atendiendo a DL a medias hasta que mencionó que el chico podía hacer magia. Quizá yo me estaba equivocando y no era un ghoul, pero las pruebas no mentían. Fruncí el ceño y le escruté con la mirada, quizá.... Pero había una forma rápida de comprobarlo.

-Necesito hablar contigo en privado, no te preocupes, no nos moveremos de aquí. Lo que tengo que decirte es privado y no me corresponde a mi decírselo a tus amigos - le dije al chico que me dio su consentimiento aunque no estaba del todo convencido.- Voy a hacer un poco de magia por aquí, no os asustéis, no es algo malo - cuando completé el hechizo comenté.- Ahora nadie puede oírnos, aunque nosotros si que podemos oírlos a ellos.

-Veamos, por donde empezar...- suspiré, aquello no iba a ser fácil.- Necesito que me respondas una pregunta con sinceridad. El chico ese que está ahí tirado, ¿quieres comértelo? Necesito que seas sincero, no me voy a escandalizar - la respuesta afirmativa del chico me confirmó su transformación, pero entonces ¿por que seguía activo? No tenía sentido a no ser que un vampiro hubiese cedido su sangre y al parecer habíamos sido os primeros en llegar, esta razón unida a la magia que podía hacer me dio una idea, ¿y si era como Matt?.- Siento tener que darte esta noticia pero eres un ghoul. En otras palabras, un no-muerto necrófago - le explique en que consistía con tacto para que no saliera de allí chillando y luego dije.- La cosa es que no deberías tener magia, los ghoul no pueden hacerla. Se me ocurre otra opción pero es bastante rara aunque no imposible, puede que tengas una transformación mixta y por eso puedas hacer magia, cual es la otra parte lo ignoro. Siento no poder hacer mucho por ti. Supongo que ahora entenderás el por qué de la burbuja de silencio pero si aceptas un consejo... deberías contárselo a tus amigos. La decisión es tuya - cerré los ojos y cuando los abrí miré al chico.- Una vez más siento darte estas malas noticias.

Deshice la burbuja y miré al resto.

-La chica dullahan debería pasarse por la taberna de la ciudad - dije mirándola.- Seguramente allí encuentres al violinista, es como tú asi que podrá ayudarte mejor que nosotros. ¿El resto tiene alguna duda más?

<<¿Y qué si Dhelian hizo magia? ¿No es suficiente raro ya que parezca un zombie?>> Luego se dirigió a Marsi y más de lo mismo. Solo dijo algo valioso: dullahan. Vaya, en ese momento di por hecho que habría varios seres con nuestras mismas transformaciones en la ciudad, así que el que nos dijera que no era la única aun siendo poco común pues... <<Espera, ¿qué?>> Me había mencionado, así que dejé de divagar. Vale, seguía sin nombre para las sombras... Y... <<¿Que qué? ¿Dominio sobre las sombras estas? ¿Darles órdenes, controlarlas? ¿Por eso me obedecen? Y lo de ganármelo... ¿por eso no todas me obedecen o intentan jugármela?>>

—¿En serio?—inquirí, mirando a varias de las sombras. Estaba empezando a notar cierta euforia.
¡Seguro que intenta engañarte!
—Ya... ¿Y se puede saber qué sois?
Ony...—empezó una, pero la interrumpieron.
Tendríamos que matarte si lo supieras...—masculló una cruzándose de brazos
—¿Ony-qué?
Ces—respondió otra, pasando fugazmente frente a la que me amenazó.

Ambas se desentendieron de mí momentáneamente y rodé los ojos.
—Creo que se llaman onyces...—dije, mirando a los demás. Luego desvié la mirada a las sombras y añadí—Vamos a intentar llevarnos bien, ¿vale?
Vale. Pero antes, mátalos a todos. Si dejas que se transformen...
... Te matarán ellos a ti después. Sobre todo la dullahan. ¡Te robará la cabeza!

Ignoré lo último y observé a Dhelian. Si se fiaba del otro, era cosa suya, pero eso no tenía nada que ver con que me acercara por si el otro acababa intentando algo. Quizá hubiera algo de verdad en lo que decían las onyces... si es que ese era su nombre. <<Puedo empezar a buscar por ahí... Espera, he oído "taberna"? ¡Podríamos ir cuando todo esto aca... Fu, no tenemos dinero...>>

Salgamos de aquí, me aburro.
—¿Y alguna idea de cuánto les queda a Ozz y Sura?
Eso, eso, larguémonos.
—Podríamos ir a la biblioteca a completar información. Y si nos indicáis dónde queda, después podríamos ir a la taberna esa... ¿Marsi?—inquirí por pura costumbre, pero caí en la cuenta de la situación. Entonces, recordé que había sacado mi libreta al patio para dibujar la Luna. Aún la llevaba en un bolsillo, junto con un lápiz, así que me acerqué a Marsi y le dejé ambas cosas—. Ten. Parece que de alguna forma u otra sigues viendo así que... quizá puedas escribirnos para hablar.
¡A la biblioteca no! ¡De caza!

¿Dullahan? Eso parecía ser en lo que se había convertido. Dullahan... Marsi envainó la espada, pues el ligero temblor de emoción era más notable cuando la llevaba. Había alguien más como ella, iban a explicarle lo que era. Cuando Alice le pasó la libreta para poder escribir, algo se le rompió por dentro. No había sido del todo consciente de que ya no iba a poder hablar más. Miró su cabeza, con los ojos entreabiertos y vidriosos, y trató de recolocarla en su sitio, pero se asustó al quedarse ciega de nuevo. Tardó en recuperar los sentidos, justo cuando Ozz volvía a perder los suyos.

''Quiero saber qué soy y como lidiar con esto. Y también tenemos que buscar informacion sobre los demás, hay que ayudar a Ozz y a Sura''

El chico de pelo blanco pidió permiso para ver a Sura de cerca, y a pesar de las miradas de desconfianza nadie se lo negó. Gres, sin embargo, se puso en pie y se plantó junto a la ulterana para vigilar al desconocido.

-Id a la biblioteca y a buscar al tipo ese- les dijo a los que podían ponerse en pie.- Nae y yo cuidaremos de Ozz y Sura y vigilaremos el torreón. No os preocupéis por nosotras.