Torreón Letargo (Archivo IV)

Recuerdo del primer mensaje :

-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.

Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.

Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.

Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.

Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.

Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.

Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.

-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.



P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^

Dhelian

-Tampoco hay leyes que os impidan hacernos daño-respondió Dhelian a las palabras dichas por aquel chico que insistía en ayudarles. A pesar de sus palabras, estaba aterrado, su cuerpo estaba pudriéndose lentamente... aquello era la carne blanda, la tensión de la piel y ese olor que no solo notaba ya en drael y que empezaba entenderse lentamente por el resto de su cuerpo ¿porque? ¡El aun estaba vivo! Se movía, hablaba pero su corazón se había parado, ¿se podía decir que aun estaba vivo? Desesperado miro a sus compañeros sin saber que hacer, no sabía si confiar en ese chico y que no intentara nada-Esta...esta bien...para esto, pero no hagas nada raro- le advirtió al otro rindiéndose un poco, quería saber que le ocurría, necesitaba algo que pudiese curar aquello, que le devolviese su normalidad. Tenía miedo.

Debía existir una cura para eso, la magia podía hacer prácticamente de todo ¿cierto?

DL

DL miro al chico que Enredo pretendía curar. Solo con olerle sabia que eso era caso perdido. Se pudría, al igual que los ghoul, aunque fuese un ghoul un poco raro. Enredo sabría como suavizar la noticia de su transformación, que el no tenia suficiente tacto. Su atención fue mas bien tomada por la mujer reptil, asreniana si es que era verdad lo de que no había sufrido cambios alguno, lo que le resultaría extraño. La luna siempre cambiaba algo, por pequeño que fuera, peor no pregunto al respecto. Mientras le hablaba de sus compañeros intento asociar persona con nombre antes de responderle como buenamente pudo.

- Me presentare rápidamente, me llamo DL e intentare ser lo mas conciso que pueda-añadió antes de mirar el cuerpo de llamado Drael- Ha muerto antes de que la luna pudiera cambiarle por tanto no saldrá de ese estado. El caso de ese chico es diferente, el si pudo transformarse...Y Enredo, el chico hizo magia -añadió sin especificar demasiado, ya lo explicaría Enredo en cuanto el mismo se diera cuenta de lo del chico, que el no tenia tacto para esas delicadezas. Ademas tal vez con lo ultimo que el dijo el si sacaba en claro que era esa extrañeza en el ghoul que a el se le escapaba-Sobre el resto de los mencionados...- miro uno a uno decidiendo empezar por la tal Marsi, según había asociado- Tu transformación es la de dulllahan, no es muy común pero hay información en libros que te dejarían las cosas mas claras de lo que puedo hacer yo. Ademas, existe alguien igual que tu en la ciudad, por si quieres un poco de guía de alguien que sabe todo de primera mano. -explicó no especificando demasiado pues los transformados eran inconscientemente celosos de su tranformacion, el incluido. Nunca se sabía quien estaría escuchado. Tras explicar aquello miro a las sombras detenidamente, pensativo. No estaba plenamente seguro pero en verdad le recordaba un poco a las ratas de RR, o mas concretamente, a los fantasmas de Ariv.

-No se exactamente como se llaman las sombras, ni que son, pero si se porque están aquí-añadió viendo a Alice toda rodeada de estas, era bastante obvio con eso a quien servían- Eres una bruja con dominio sobre ellas, sean lo que sean. Los dominio son básicamente poder sobre algo y ese algo aceptara tus ordenes directas, ya sea algo orgánico o inorgánico, la lista es demasiado amplia para ir una por una. Aunque puedas darles ordenes...debes ganártelas, como cuando domesticas a una mascota- explico intentando ser lo mas claro posible, pues Enredo era el brujo con quien mas trato tenia y en su casi su dominio no se parecía en anda a esas cosas- Sobre las estirges de fuera pueden estar aquí por muchos motivos, son criaturas rencorosas si alguna vez fueron dañadas por alguno. Sino es el caso, puede ser cosa de la magia de la luna que las pone así o algo mas....no sabría ser mas especifico. Solo tengo claro que si algo buscan aquí no se irán hasta tenerlo.

>>-En el caso de el, no se lo que es. No se siquiera si esta transformado, a medias o tal vez sea brujo como tú o algo mas- añadió mirando al Ozzchreanos e indicando a Alice al decir sus ultimas palabras, de todas formas el chico no parecía estar prestando atención igual. La ultima tampoco podía hacerlo pues seguía postrada en el suelo-Y ella es una naga o una lamia, mitad serpiente, algo que va siendo evidente- añadió al ver como se iba formando aquella cola.

El chico se acercó con recelo. Sí que eran desconfiados. Lo examiné aunque realmente ya imaginaba qué era, le tome el pulso y no noté nada, estaba muerto, al fin y al cabo era un ghoul. La noticia no iba a gustarle. Estaba atendiendo a DL a medias hasta que mencionó que el chico podía hacer magia. Quizá yo me estaba equivocando y no era un ghoul, pero las pruebas no mentían. Fruncí el ceño y le escruté con la mirada, quizá.... Pero había una forma rápida de comprobarlo.

-Necesito hablar contigo en privado, no te preocupes, no nos moveremos de aquí. Lo que tengo que decirte es privado y no me corresponde a mi decírselo a tus amigos - le dije al chico que me dio su consentimiento aunque no estaba del todo convencido.- Voy a hacer un poco de magia por aquí, no os asustéis, no es algo malo - cuando completé el hechizo comenté.- Ahora nadie puede oírnos, aunque nosotros si que podemos oírlos a ellos.

-Veamos, por donde empezar...- suspiré, aquello no iba a ser fácil.- Necesito que me respondas una pregunta con sinceridad. El chico ese que está ahí tirado, ¿quieres comértelo? Necesito que seas sincero, no me voy a escandalizar - la respuesta afirmativa del chico me confirmó su transformación, pero entonces ¿por que seguía activo? No tenía sentido a no ser que un vampiro hubiese cedido su sangre y al parecer habíamos sido os primeros en llegar, esta razón unida a la magia que podía hacer me dio una idea, ¿y si era como Matt?.- Siento tener que darte esta noticia pero eres un ghoul. En otras palabras, un no-muerto necrófago - le explique en que consistía con tacto para que no saliera de allí chillando y luego dije.- La cosa es que no deberías tener magia, los ghoul no pueden hacerla. Se me ocurre otra opción pero es bastante rara aunque no imposible, puede que tengas una transformación mixta y por eso puedas hacer magia, cual es la otra parte lo ignoro. Siento no poder hacer mucho por ti. Supongo que ahora entenderás el por qué de la burbuja de silencio pero si aceptas un consejo... deberías contárselo a tus amigos. La decisión es tuya - cerré los ojos y cuando los abrí miré al chico.- Una vez más siento darte estas malas noticias.

Deshice la burbuja y miré al resto.

-La chica dullahan debería pasarse por la taberna de la ciudad - dije mirándola.- Seguramente allí encuentres al violinista, es como tú asi que podrá ayudarte mejor que nosotros. ¿El resto tiene alguna duda más?

<<¿Y qué si Dhelian hizo magia? ¿No es suficiente raro ya que parezca un zombie?>> Luego se dirigió a Marsi y más de lo mismo. Solo dijo algo valioso: dullahan. Vaya, en ese momento di por hecho que habría varios seres con nuestras mismas transformaciones en la ciudad, así que el que nos dijera que no era la única aun siendo poco común pues... <<Espera, ¿qué?>> Me había mencionado, así que dejé de divagar. Vale, seguía sin nombre para las sombras... Y... <<¿Que qué? ¿Dominio sobre las sombras estas? ¿Darles órdenes, controlarlas? ¿Por eso me obedecen? Y lo de ganármelo... ¿por eso no todas me obedecen o intentan jugármela?>>

—¿En serio?—inquirí, mirando a varias de las sombras. Estaba empezando a notar cierta euforia.
¡Seguro que intenta engañarte!
—Ya... ¿Y se puede saber qué sois?
Ony...—empezó una, pero la interrumpieron.
Tendríamos que matarte si lo supieras...—masculló una cruzándose de brazos
—¿Ony-qué?
Ces—respondió otra, pasando fugazmente frente a la que me amenazó.

Ambas se desentendieron de mí momentáneamente y rodé los ojos.
—Creo que se llaman onyces...—dije, mirando a los demás. Luego desvié la mirada a las sombras y añadí—Vamos a intentar llevarnos bien, ¿vale?
Vale. Pero antes, mátalos a todos. Si dejas que se transformen...
... Te matarán ellos a ti después. Sobre todo la dullahan. ¡Te robará la cabeza!

Ignoré lo último y observé a Dhelian. Si se fiaba del otro, era cosa suya, pero eso no tenía nada que ver con que me acercara por si el otro acababa intentando algo. Quizá hubiera algo de verdad en lo que decían las onyces... si es que ese era su nombre. <<Puedo empezar a buscar por ahí... Espera, he oído "taberna"? ¡Podríamos ir cuando todo esto aca... Fu, no tenemos dinero...>>

Salgamos de aquí, me aburro.
—¿Y alguna idea de cuánto les queda a Ozz y Sura?
Eso, eso, larguémonos.
—Podríamos ir a la biblioteca a completar información. Y si nos indicáis dónde queda, después podríamos ir a la taberna esa... ¿Marsi?—inquirí por pura costumbre, pero caí en la cuenta de la situación. Entonces, recordé que había sacado mi libreta al patio para dibujar la Luna. Aún la llevaba en un bolsillo, junto con un lápiz, así que me acerqué a Marsi y le dejé ambas cosas—. Ten. Parece que de alguna forma u otra sigues viendo así que... quizá puedas escribirnos para hablar.
¡A la biblioteca no! ¡De caza!

¿Dullahan? Eso parecía ser en lo que se había convertido. Dullahan... Marsi envainó la espada, pues el ligero temblor de emoción era más notable cuando la llevaba. Había alguien más como ella, iban a explicarle lo que era. Cuando Alice le pasó la libreta para poder escribir, algo se le rompió por dentro. No había sido del todo consciente de que ya no iba a poder hablar más. Miró su cabeza, con los ojos entreabiertos y vidriosos, y trató de recolocarla en su sitio, pero se asustó al quedarse ciega de nuevo. Tardó en recuperar los sentidos, justo cuando Ozz volvía a perder los suyos.

''Quiero saber qué soy y como lidiar con esto. Y también tenemos que buscar informacion sobre los demás, hay que ayudar a Ozz y a Sura''

El chico de pelo blanco pidió permiso para ver a Sura de cerca, y a pesar de las miradas de desconfianza nadie se lo negó. Gres, sin embargo, se puso en pie y se plantó junto a la ulterana para vigilar al desconocido.

-Id a la biblioteca y a buscar al tipo ese- les dijo a los que podían ponerse en pie.- Nae y yo cuidaremos de Ozz y Sura y vigilaremos el torreón. No os preocupéis por nosotras.

Cerca del torreón nos encontramos con Atol, que iba a ir a inspeccionar una lejana humareda de la que no me había dado cuenta. Desconocía por completo el lugar que nombró Saren, pero al parecer el helión no, porque hacia allí se dirigió a toda velocidad, seguido de Saren. Sintiendo curiosidad por aquel incendio seguí a ambos transformados, junto con el vampiro.

Dhelian acepto el hablar en privado pues no parecía que el otro fuera a contarle nada de no ser así y necesitaba saber. Aun así, no se confió más de lo debido, manteniendo sus manos cerca de sus dagas, tal vez el otro tuviesen más experiencia pero él estaba seguro que era más rápido.

Allí de fondo, podía escuchar las palabras del tipo blanco aunque solo detalles llegaron a el, pues el tal Enredo, si es que ese era su nombre no tardo en tomar su atención. Dhelian se puso más nervioso ante la primera pregunta que le hizo. Podía aceptar lo de que  Gres se comiera a sus difuntos pues sabía que era un rito de su mundo y aunque no lo comprendiera, ni le gustaba, lo aceptaba desde la distancia…pero su caso…su caso era impuesto y una autentica aberración. Quiso insultar por primera vez en su vida, quiso maldecir…pero no podía negar lo evidente, su estomago pedía comida y el olor de Drael le atraía como antaño lo había hecho aquellos dulces alimentos de su mundo. La noticia de que estaba muerto no le sorprendió tanto como su necrofagia impuesta, era evidente que vivo no podía estar con un corazón parado, aun así saberlo con certeza le entristecía y le hizo mirar a sus compañeros con una envidia que le hizo sentir aun peor. Todos ellos seguían vivos. La luna fue más amable con ellos que con él en ese aspecto, no era justo.

-No…no quiero comer eso, no puedo comer cadáveres eso es….asqueroso, es una aberración. Debe haber otro modo…-se negó empezando a tartamudear por la ansiedad, no mejoro su estado el saber que él no comer haría que el proceso de putrefacción continuara hasta que no quedase nada de él. Dhelian sintió que se desmoronaba, había luchado tanto por cambiar, por obtener confianza, por crecer….y ahora todo aquello se había ido a la basura. Estaba parado en el tiempo en un cuerpo infantil, con una condena de por vida. Sintió el deseo egoísta de que aquello le hubiese tocado a alguien más, que le hubiese tocado a Gres, ella lo había llevado mejor que el. E irónicamente ahora era Gres la única que podría entenderle. ¿Podría decírselo a Alice y a los demás? ¿Aceptarían aquello o lo abandonarían? Su nueva condición le hacía sentir miedo al rechazo de sus amigos.

Si todo aquello ya no era suficiente para la pobre mente de Dhelian, había algo más. No solo era un muerto viviente necrófago, era un muerto viviente necrófago antinatural. Su mente estaba demasiado embotada ya con toda la información pero entendió lo principal… había algo más que el ser Ghoul, algo que le permitía que la magia aun bullera en él y que lo hacía diferente a otros como él. Qué narices era ese esa otra parte era algo que su cabeza era incapaz de intentar encajar en aquellos momentos…demasiada información, tenía hambre, su propio olor estaba mareándolo y su expresión era definitivamente la de un muerto cuando la burbuja desapareció. Con tristeza casi palpable miro a sus compañeros, estaba aterrado y no sabía cómo explicarles aquello, por lo que se mantuvo en silencio aunque se acerco un poco a sus compañeros echándose un hechizo de olor falso. Toda la confianza obtenida durante de la cosecha parecía haber desaparecido repentinamente junto a su mortalidad.

-Yo creo que por ahora no iré...necesito hacer algo antes- susurro avergonzado, mirando a Gres con incomodidad evidente, prefería que la primera vez que tuviera que cometer semejante atrocidad sus amigos mas cercanos no pudieran verlo.

DL

Se mantuvo atento a las reacciones de sus oyentes tras explicar lo que sabía, mirando por el rabillo de ojo a Enredo y las reacciones del chaval. El chico sin transformación evidente espabilo pero tan pronto como espabilo volvió a quedarse en aquel estado tan absurdo y difícil de entender. “¿Pero qué cojones es este tío?” pensó frustrado por no poder tan siquiera sacar algo en claro.

Quitando eso si obtuvo algo de información sobre aquellas sombras y le pareció curioso el saber que esas onyces podían “hablar” de cierta forma, aunque solo pudiera entenderlas la bruja. ¿A todos los brujos con dominio les pasaba aquello? No estaba claro si seria todo igual, las planta no emitían sonido, que era el dominio que veía más a menudo. Distraído en sus pensamientos, tardo un poco en procesar que la chica estaba hablándole.

-Sobre el no sabría deciros- añadió mirando al tal Ozz pensativamente, definitivamente no caía en su transformación, pero la chica serpiente era otra cosa- En cuanto a ella, puedo dar una estimación aproximada pero necesito ver de cerca el proceso de su cola, para ello necesito medir la anchura y como se está formando músculos y hueso de su interior–añadió mirando y pidiendo permiso para acercarse sin mentir. Una cola podía ser peliaguda de crear, un musculo cogido podía causar problemas malformación y una sola vertebra fuera de lugar era problemática.

Le dejaron hacerlo aunque con una palpable desconfianza y siendo vigilado en todo momento, pero DL se acerco tranquilo observando de cerca la cola de la naga, volviéndose tangible. Arrodillándose a su lado midió la anchura de la zona de las caderas y el inicio de la cola con las palmas abiertas para tomar las medidas que podría obtener la cola según la anchura inicial. Con sus manos recorrió toda la cola de la chica viendo cómo iba menguando su anchura, hasta llegar a la zona que aun estaba en proceso de formarse.

Ahí viendo las escamas apenas saliendo cayó en algo que había dejado relegado  un rincón de su mente y que pareció de forma imprevista para el cambiante, cuya intención inicial al acercarse ni siquiera había sido esa. Moviendo cuidadosamente la cola para evitar que cuando despertarse los musculo se le agarrotaran demasiado, observo el proceso de la formación de los huesos y las escamas, bastante rápido en realidad. Aprovechando aquello último y que no era visible lo que pasaba bajo las palmas de sus manos, se aseguro primero que nadie estuviera haciendo la niebla mágica, creo una púa en esta que arranco una de las escamas que fue rápidamente sustituida por otra quedando como nueva, limpio y fácil…aquella acción no pudo ser vista por nadie. La escama la escondió entre una capa fina de piel de su palma que luego fácilmente podría sacar, camuflándose fácilmente. Dolía, evidentemente pues era como tener un trozo de cristal incrustado en la carne pero no dio muestras de dolor…estaba acostumbrado a herirse. Tras eso, recorrió con los dedos el final de la cola formada hasta ahora para evaluar la rapidez del proceso, todo ese procedimiento duro apenas un par de minutos. Tras eso, habló.

-Su cola medirá entre unos tres o tres metros y medio, lo que equivale a un tiempo de entre media hora y una hora a juzgar por la velocidad, esto es aproximado, claro– respondió finalmente DL pues no había perdido el tiempo realmente había hecho las estimaciones para cercanas. Tenía experiencia en la formación de colas al fin de cuentas- Dejadla tal y como está ahora, cuando la despertéis avisadle que tenga cuidado con sus colmillos- añadió levantándose y alejándose de la naga viendo como Enredo parecía haber terminado de explicarle todo al chico Ghoul que parecía mas cadáver que nunca. agradeciendo el hechizo de olor falso que se lanzó.

-En cuanto a la taberna la tenéis aquí al lado, no tiene mucha perdida…– les indico donde podrían encontrarla antes de acercarse a Enredo realizándose el hechizo de intangibilidad de nuevo al notar las intenciones del grupo de moverse, aun tenía que ir a Maciel-Yo me debo ir marchando...probablemente nos volveremos a ver pronto, suerte en vuestra búsqueda -añadió sabiendo que pronto se enterarían sobre que debían abandonar el torreón, ya era demasiada información para procesar y se enterarían igual relativamente pronto. Espero que Enredo decidiera si lo acompañaba o no, y tras decir eso se acerco a la barrera de la habitación para atravesarla y salir al salón donde las estirges seguían sin irse, tozudas como ellas solas. Suspirando salio del torreón finalmente y ya afuera se volvió tangible, abriendo un corte en la palma para sacar la escama y guardársela en su bolsa, regenerándose posteriormente la herida.

Siguen en Torreón Maciel

-Entonces, ¿os vais a ir? - pregunté en general.- Quizá sería buena idea que os acompañase para asegurarme que no os pasa nada malo. Esta noche la ciudad está revolucionada, quién sabe que bestias os podréis encontrar por el camino.

Revolví en mi zurrón y saqué una botellita con un líquido ambarino y se lo tendí a la asreniana.

-Tú que te quedas ten - le dije.- Si alguno se pone al borde de la histeria que se lo tome, hará que se le pase y se sienta más relajado - expliqué, me dirigí esta vez a las dos chicas, la dullahan y la bruja de las sombras.- Bueno, ¿queréis mi ayuda? - pregunté, aún si decían que no me iba a ir igual, no quería llegar al punto de molestar.

Alice
Cuando Ozz respondió y volvió a pasarle lo de antes, me acerqué a él y le puse una mano en el hombro:
—Te recuperarás, ya verás.
No sueñes tanto, niña.

Luego vi la respuesta de Marsi y asentí a lo de Gres.
—De acuerdo. Pues vayámonos.

¡A la biblioteca no, id de caza!
Habrase visto, ir a por libros en plena Luna Roja...

Cogí mis armas, me cercioré de que todas las onyces habían salido (me siguieran o no) y salimos del torreón. La luz del gigantesco astro rojo bañaba las calles, convirtiendo la ciudad en todo un espectáculo. Las onyces parecían agitadas, y quizá fuera por la Luna, porque yo también lo estaba. No quería ir a la biblioteca, ciertamente, sino a hacer magia o a experimentar con las onyces a ver, pero antes debía informarme y asegurarme de que mis amigos estuvieran bien. Ya sería libre luego de patearme la ciudad con las onyces. Me había gustado saber que tenía cierto control sobre ellas que aumentaría si me lo curraba. <<¡Serán mis minions!>> Pero lo que me gustó más aún fue, y aún era, la sensación de energías nuevas recorriendo mi cuerpo. Aunque mi transformación no hubiera sido física como algunos de mis amigos, por dentro me sentía diferente.

—¡Vamos, Marsi, seguro que averiguamos lo que necesitemos y encontramos al tipo ese pronto!—exclamé al otro lado del foso. Había recuperado mi alegría.
¡Sí! ¡Y luego a conquistar la ciudad!—exclamó una onyce dando tumbos a mi alrededor.
No me seas ridícula. ¡Todos los mundos!

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Atol
Camino de vuelta de Letargo, primero vi una columna de denso humo negro, refulgiente bajo la Luna Roja, hacia el este. Quizá volvía a haber un piromante en la ciudad, en mi ciudad, así que me encaminé hacia allí. Sin embargo, antes de alejarme del todo de Letargo, vi a tres figuras que se dirigían hacia el torreón, por lo que me paré hasta distinguirles.

—Hey, buenas noches. De visita, ¿no? Yo voy a ver qué demonios es esa humareda—dije, señalándola.

Los demás la vieron, pero solo Saren se pronunció sobre ir. El joven no tardó apenas nada en alzar el vuelo para ver qué pasaba, y cuando lo anunció, me temí lo peor.
—Dama Urticaria...

Lo siguiente fue echar a correr hacia la Botica de la Náyade sin dar explicaciones, aunque no fui solo.

Marsi asintió a la afirmación de Alice, y a falta de cabeza hizo el gesto con lo que le quedaba de cuello. Decidió envolver su cabeza en tela, ya que Gres y Naeleth ya tendrían suficiente con cuidar del torreón y de los que aún estaban a medio transformar. Se la colgó a la espalda, oculta bajo su escudo, y se aseguró la espada y el látigo en el cinturón. Con el lápiz de Alice escribió un ''No, gracias'' en la libreta y se lo mostró al tipo de las enredaderas, como respuesta a su propuesta.

Fuera del torreón, Marsi se quedó sobrecogida por el paisaje. Su nueva forma de visión le proporcionaba una perspectiva completamente nueva; la Luna Roja lo llenaba todo, y no solo no tenía que alzar su ya inexistente cabeza para verla, sino que su luz la rodeaba por completo. El exceso de información y su incapacidad para fijar la vista en un solo punto hizo que se mareara. Se sujetó de la manga de Alice para poder avanzar, y al principio lo hicieron lento, pero logró acostumbrarse de nuevo poco a poco. La magia también bullía dentro de ella, y a pesar de lo traumático de su cambio, estaba deseando ver las posibilidades.

Marsi y Alice decidieron salir por algo de información a la biblioteca y aunque Dhelian deseaba saber que le ocurría primero debía lidiar con la peor parte de aquel don, o maldición mas bien, que le había dado la luna.  Cuando sus amigas se fueron al visión de las estirges que aun seguía afuera le incomodo, ¿porque no se iban aun?  Sacudiendo la cabeza tuvo que desestimar eso pues algo mas urgente pasaba. Sintiendo un poco de incomodidad se acerco a la asreniana que aun estaba cerca del rígido cuerpo de Drael.

-Yo ya se lo que soy y porque parezco estar muerto sin estarlo- añadió no sabiendo como explicar eso decidió ir al punto complicado o al menos lo intento-Gres...en tu mundo, es normal comerse a los difuntos, ¿verdad?- dijo mirando a la chica con nerviosismo- Yo tengo que comer...muertos...como Drael-era incapaz de terminar por mas que se le hiciera la boca agua y su estomago reclamara, su educación, su moral, todo le impedía realizar algo así.

-Ayúdame...no se como hacerlo, no es normal de donde vengo. Se que Naeleth y Drael pudieron hacerlo con Krunchy's. Yo necesito poder también...sino me acostumbro pronto...- no termino al frase, le estremecía pensar en lo que pasaría con su cuerpo sino conseguía alimentarse. Estaba desesperado sabia que necesitaba comer pero era imposible hacerlo, su moral se lo imposibilitaba, le asqueaba por mas que su cuerpo dijese lo contrario, necesitaba algún tipo de motivación inicial, un empunjoncito que le hiciera creer que aquello no era tan aberrante como realmente parecía. Hasta que se acostumbrase al realidad.

A un lado Ozz había vuelto a la realidad y vuelto a caer en aquel estado, Dhelian a pesar de su situación deseaba que Marsi y Alice encontraran algo porque el estado del ochrorio no parecía normal. ¿Estaría fallando su tranformacion?

Cuando ya estaban a punto de llegar a Letargo, Atol les salió al paso, saludándoles y señalandoles la columna de humo que había hacia el noreste. El helión tenía intención de ir a echar un vistazo, y como por aquella zona estaba el Cuchitril, el selkie se ofreció a acompañarlo. Seguramente aquello no tenía que ver con sus amigos mas veteranos, pero prefería asegurarse. El idrino se puso la piel que sacó de su tatuaje, y alzó el vuelo transformado en roc.

No le costó demasiado acostumbrarse a las corrientes de aire, leyendo en ellas por instinto y dejándose guiar por su vaivén. Desde aquella posición privilegiada, podía ver con claridad el origen de la enorme columna de humor, y se lo describió con detalle a sus amigos, que caminaba a ras del suelo. Atol parecía conocer el lugar, y por como echó a correr el asunto debía ser grave, así que el selkie no dudo en seguirlo para echar una mano si se daba el caso. Era su primera Luna Roja como transformado de pleno derecho, pero recordaba claramente la de su transformación, y el norteño empezaba a creer que aquella noche, cada año, los problemas eran norma de rigor.

Continúa en la Botica de la Náyade.

Cuando la chica le explico el ritual de su mundo entendió que había sido grosero había tratado al cuerpo de Drael ya sus memoria como fuesen cualquier filete y eso no era el caso. El había sido poco expresivo en el ultimo tiempo pero lo recordaba alegre y comunicativo tiempo atrás.

-Tienes razón...lo siento...fui demasiado grosero...el no es solo comida, es Drael y merece mi respeto. Solo que todo esto me supera- añadió disculpándose sinceramente con las asreniana, mirando a Drael sin poder evitar el hambre que sentía pero forzándose a verlo como algo mas, había sido un compañero, parte de la "tribu" como Gres decía. No era solo comida.

El ritual del mundo de Gres en otra tiempo le habría resultado extraño, posiblemente también le habría disgustado, ahora lo veía como una salvación. Visto desde el punto de vista que el ahora poseía, forzado como estaba a tomar el alimento de los cuerpos sin vida, resultaba incluso bonito, una forma de dar descanso a un amigo tan posible como la de su propio mundo.

-El ritual de cada mundo cambia pero el fin es el mismo. Que el ser querido descanse y que siga formando parte de nosotros-murmuro mirando a Drael y aquellos cortes que los picos de las estirges habían provocado.Fuese real o no que eso funcionase, no importaba para Dhelian aquello era como un pequeño bálsamo, una forma mas hermosa de ver lo que con otros pensamientos podía resulta...

-Gracias Gres. Para mi...esto es ahora una necesidad de por vida....el ritual de tu mundo es hermoso para mi ahora- susurro sentándose junto al cuerpo de Drael abrazándose a sus rodillas-Si me lo permitís, me gustaría poder formar parte de ese rito y que Drael también este junto a mi.

Recupero la conciencia y me siento... espesa. Sé que algo no funciona como debería pero no sé el que, no puedo saberlo. Lo que sea que me haya pasado aún está teniendo efecto en mi.

Me paso una mano por los ojos para restregármelos y noto que algo les pasa a mis dedos, los miro sin identificar a primera vista lo que es, me los quedo mirando unos segundos de más hasta que me doy cuenta de qué les pasa. Más que dedos parecen garras. Abro la boca y noto el sabor a sangre mezclado con algo empalagoso que no consigo identificar. Aún medio grogui miro alrededor y distingo a Gres, Dhelian, Naeleth, Ozz y Kora. <<¿Alice estará llorando a Marsi? Los demás parecen estar bien>>.

-¿Qué ha passsado? - en mi estado no noto que estoy hablando raro.- Lo último que recuerdo ess a Marsssi muerta y pájaross y dolor - y ahora me siento como si me hubiesen dejado inconsciente de un golpe en la cabeza.

Tap había estado espiando el torreón con niebla mágica desde un edificio alejado y no se había podido reír más en todo lo que llevaba de año. Si alguna vez había tenido alguna duda de lo graciosas que eran las lunas, se le habían disipado. La cara de todos al perder la cabeza la varmana había sido digna de un cuadro, casi tanto como la cantidad de ceporrazos que se había dado la naga roja antes de desmayarse. El poltergeist se había reído de tal manera que el aparato fonador acabó emitiendo ruidos extraños. Se había visto tentado a pasarse a saludar, pero la aparición de sus excompañeros de cosecha le quitó momentáneamente las ganas. Esperó desde su atalaya, observando con curiosidad los seres que habían poblado tan repentinamente el torreón y haciéndo cábalas sobre quiénes serían los brujos al cargo de ellos. El poltergeist no había estudiado demasiadas transformaciones y no se le ocurría ningún otro motivo por el que una bandada de pollos negros y una tropa de jirones igual de negros se hubieran mudado. La bruja de aquellas sombras resultó ser bastante evidente una vez la humana abandonó el torreón y estas la siguieron, pero quien quiera que dominara las estirges no parecía tan fácil de adivinar.

En cuanto DL y cía se hubieron ido, Tap se impulsó hacia Letargo y se hizo intangible. Atravesó las paredes de la planta baja y luego descendió por el suelo, para asomar la cabeza por el techo del sótano.

—¿Qué tal os va por aquí? ¿Todo bien? —su voz revelaba cierta jocosidad, poniendo en duda que Tap realmente se interesara por su estado. La figura demiúrgica se coló del todo en la habitación y alzó los brazos—. Soy Malahierba —se presentó con su nuevo nombre, como si los conociera de toda la vida y no de una visita en la que solo se dedicó a malmeter. Por suerte en aquella ocasión se había presentado como Tap y no había aparecido con su muñeco, al contrario que ahora—. Como no identifiquéis pronto al encargado de los pájaros, os lo van a llenar todo de mierda —añadió para que su presencia no fuera totalmente inútil.