Torreón Letargo (Archivo IV)

Recuerdo del primer mensaje :

-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.

Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.

Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.

Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.

Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.

Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.

Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.

-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.



P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^

Aun podía sentir como sus miembros eran arrancados y sus ojos picoteados cuando despertó, sudando y nervioso mirando alrededor con ojos desorbitados, sus labios fuertemente apretados en un grito mudo. Sin pretenderlo y movido por el terror de lo que su mente le había hecho ver mientras dormía, intento alejarse del cuerpo tendido a su lado.

"¡No...No te acerques!" pensó sin ser capaz de pronunciar palabra al sentir las manos de Alice sosteniendo las suyas. "Mis manos...tengo mis manos. ¡Me esta agarrando!" Temiendo que de un momento a otro y al igual que en esas visión mientras dormía, decidiera jalar y arrancarle el brazo, se soltó bruscamente, arañando a la humana. La miro, respirando con dificultad. 

-¡Alice! ¿¡No estáis jugando, verdad!? No...no os vais a comer, ni descuartizaros...ni cortaros, ni...-murmuro apretando fuertemente los ojos buscando calmarse, conteniendo las nauseas. Ansioso, paso las manos por sus cabellos, jalándolos suavemente antes de volver a hablar-Lo siento...perdón Alice...tuve una pesadilla...tan real...perdón por arañarte -añadió calmando tanto su respiración como el rápido latir de su corazón. Aunque seguía con el estomago revuelto, poco a poco fue calmándose. Alice estaba entera y empezaba a ver que solo había sido un sueño. Uno como el que la humana había tenido: extraño y con otros cosechados en el. Se sintió avergonzado de su reacción por una simple pesadilla.

-Alice, lo siento...estoy mejor. Luego te contare lo que soñé ¿si? -sonrió forzadamente y notó por primera vez la preocupación en los ojos de esta. Una preocupación que no parecía ser solo por el y su pesadilla-¿Que pasa?- preguntó, notando por primera vez que Ozzchreanos también estaba presente en el salón y que acababa de darle un espectáculo de crío, cosa que lo avergonzó aun mas. Alice le contó lo que ocurría y lo primero que pensó al enterarse de que Shaco había desaparecido fue que se lo habían comido, pero eliminó la idea rápidamente de su cabeza y la preocupación sustituyo al miedo.

-No pudo haberse ido solo. Por mas que pueda defenderse, es peligroso...-dijo levantándose del sofá de forma algo torpe, la ropa se le pegaba al cuerpo por el sudor- Deberíamos ir a buscarlo -dijo de inmediato mirando a sus compañeros  ansioso porque aceptaran. Solo de pensar en que Shaco estuviera solo por la ciudad se le helaba la sangre. No quería que le pasara nada malo.

Me levanto con tranquilidad y ya oigo voces en el salón, frunzo el ceño al identificar las voces. <<Humm, tendré que hacer una fiesta de verdad, no solo se ha levantado uno, si no tres antes que yo>>. En verdad estoy sorprendida, pero en cuanto me entero de las noticias mi humor pasa por varios estadios. El último es ira, toda dirigida al cabeza hueca de nuestro huésped. Rechino los dientes y miro a los presentes.

-Esto no se va a quedar así. Preparaos, salimos al torreón Maciel. Y por su bien espero que esté a salvo - mi tono deja bien claro que si no es así el destino que le depara va a ser peor del que pueda tener.

Me visto, recojo mis armas y espero en la puerta al resto. Si el humano está bien pienso darle tal paliza que se le van a quitar todas las ganas de volver a salir solo. En el fondo estoy agradecida porque ayudase a superar tensiones en el torreón y precisamente por eso salgo a asegurarme de que está bien, eso y que por muy excéntrico que sea me ha caído en gracia. Pero ya puede irse preparando, no va a tener ciudad para correr ni nada.

Sigue en la Cicatriz de Arax

Marsi hace algunos ejercicios nada más levantarse. Había estado gran parte de la noche dándole vueltas al desastroso entrenamiento (en su opinion) que había hecho. No aguantó mucho en ayunas, por lo que acabó bajando a por algo de comer, y se encontró con que bastante gente se había levantado.

-¿Hola?- saludó extrañada. Era bastante temprano, y además el ambiente le pareció extraño, como si algo malo hubiese pasado. Dhelian se estaba levantando de forma torpe del sofá, cubierto de sudor, Ozz y Alice parecían asustados, y Sura maldecía en voz alta.-¿Qué...?

De nuevo el aprendiz de idiota. El mal humor de la ulterana se le contagió. También pensaba salir a buscarle, se negaba en rotundo a que hubiese otra muerte. Recogió sus armas, se rehizo la cola alta del entrenamiento y metió en su bolsa algo de pan y queso y una botella de syv, pues a la mayoría no le había dado tiempo a desayunar. Fue comiendo mientras salían por la puerta.

Sigue en el torreón Maciel.

Sí que había tenido un mal sueño, pero más que eso debía haber sido una pesadilla de las peores para reaccionar así. Más aún por el hecho de reaccionar así precisamente conmigo... Tanto que se separó de mí bruscamente, arañándome. Me alejé para dejarle espacio y dejar que se tranquilizara. <<Acaba de salir de una pesadilla terrible, calma>> Cuando preguntó, mucho más calmado, respondí:

—No, Dhelian, tranquilo. Somos nosotros—y me volví a acercar para cogerle las manos con suavidad—¿Ves? No te preocupes, ya pasó todo.

Luego le conté lo de Shaco y, como temía, dijo de ir —obvio— pero quería ir él también. Casi que le dije de quedarse para tranquilizarse del todo, por evitarle correr peligro, pero en su lugar suspiré al verle decidido. Y, realmente, su magia sumada a la mía nos vendría bien en caso de contratiempos.

—Sí, deberíamos ir. Un minuto para prepararnos y salimos.

Me callé una bordería para Sura por su comentario de lo que le haría a Shaco de no aparecer y fui a por mis cosas. <<Cómo se le ocurre semejante estupidez. Eso se dice cuando el que va a hacer la trastada está delante, ¡no desaparecido!>> Dicho y hecho, poco después íbamos ya camino de la Cicatriz Sura, Dhelian, Marsi y yo.

Sigue en La Cicatriz de Arax

Marsi no quería hablar, pero tuvo que hacerlo. Le hubiese gustado quedarse en Maciel pero al parecer sobraban.

-No tiene nada que ver contigo- respondió a Sura. Le explicó lo que había ocurrido en Maciel y cómo se encontraba Taro, además del ambiente general.

Llegaron al torreón. Ahora tocaría dejar que pasasen los días, sin saber qué sería de Taro, o si Lara se recuperaba. Si encontraban o no a Baurus y en qué condiciones. Marsi se sentía frustrada, derrotada e impotente. Básicamente como ya era costumbre en esa ciudad. Podría haber subido y haberse encerrado en la sala de entrenamiento, pero estaba cansada de la caminata y de la llantina. Se metió en la cocina y se puso a cocinar para distraerse, sin molestarse e subir sus armas al dormitorio. Las dejó en una esquina para que no molestasen.

Cicatriz. <<Oh, mira, Baurus podría estar ahí... O cualquiera de nosotros, realmente>> Ratas a lo lejos. Torreón. Casa. Oz. ¿Shaco?

-Sano y salvo. Noticias. Lara ha perdido a una hija, Baurus ha desaparecido y han encontrado vivo a Taro; está convaleciente. Shaco ni se disculpó. ¿A que hace un buen día?-respondi al ochrorio sin casi emoción excepto al final-¿Todo bien por aquí?

Me fijé entonces en los apuntes de magia, pero a pesar de que me habría servido para distraerme ni me acerqué. Marsi se puso a hacer la comida. Sin embargo, también estaba pendiente de Dhelian, quien se habia sentado en un sofá, claramente hecho polvo. Me acerque a él y me incliné, cogiéndole ambas manos.

-Ven, anda, vamos a poner la mesa.

Tiré de él con suavidad y le volví a dar un abrazo. Luego me acompañó y estuve a medias entre acompañar a Marsi y Dhelian. Los abrazos conmigo servían, indistintamente de que los diera o me los dieran, y eran la mejor medicina que se me ocurría. Por dentro estaba destrozada pero tenía que mantenerme entera, ya que ni Sura ni Kora ni Akasha ni Oz eran buenos apoyos emocionales... Ni de lejos. Y no soportaba ver así a Marsi y a Dhelian. No podría consolar a Lara pero podía hacerlo con mis amigos. O eso esperaba.

Antes de empezar la comida, me acerqué a Sura y, aparte del grupo, le pedi que no mencionara nada de lo ocurrido en Maciel. Ya había sido demasiado bruta allí tanto dentro como fuera para que lo empeorase ahora.

-Bueno, que aproveche...-musité una vez estuvo todo listo.

Quería hablar de lo que fuera con tal de distraernos, pero la tragedia era demasiado reciente y ningún tema se me antojaba factible. Además, pensar en sobreponerse a la situación era una cosa bien distinta de lograrlo. Y las caras de mis amigos no ayudaba... <<"¿Cosas de nuestros mundos?" Demasiado nostálgico... "¿Qué hacemos con el resto del día?" Luto... "¿Mañana?" Cestas y a saber... ¿De qué hablo entonces? Jope... ¡Ah!>>

-Oz, grandullón, he visto tus apuntes, ¿has conseguido algo?

Pero inmediatamente mi pensamiento tomó otra vertiente. <<¿Habrá algún hechizo para evitar pesadillas? Nos vendría bastante bien...>> Si no, el remedio casero ya lo tenía pensado. Y, a falta de madre a la que abrazarse... <<Luego se lo comento... Espero que no sea nada raro en su mundo...>> pensé, mirando a Marsi <<Podríamos incluso juntar dos camas... Ay, no, que a Dhelian le daba miedo el blanco... Bueno luego les digo y que decidan...>> pensé, recordando la pregunta que había planteado a Oz.

Escucho la explicación de la varmana camino del torreón.

-Visto desde el punto de vista bueno han recuperado a Taro. Menos da una piedra - lo cierto es que Lara me da algo de pena, aunque desde el principio imaginé que podía pasar algo como esto. Este no es un lugar para bebés, de todas formas que un padre entierre a sus hijos es duro.

Esos pensamientos me trasladaron al día que incineramos a mi hermana y los acontecimientos anteriores y posteriores. Mi cara se vuelve una máscara de inexpresividad pero por dentro no estoy bien, por eso cuando se anuncia la comida me disculpo diciendo que no tengo hambre y subo con mi libro al tejado, así tampoco tiene que preocuparse Alice de que diga nada.

Me siento en el muro y contemplo las vistas con expresión indescifrable. Por mi mente pasan varias escenas, me pregunto como habría sido mi vida si mi hermana no hubiese muerto. No me habría enrolado en el ejército, habría tenido una infancia más normal y seguramente ahora mismo ya estaría casada con ese idiota. Y seguramente no habría terminado en esta ciudad, no habría conocido a ninguno de mis compañeros. Pero lo más seguro es que si pudiese cambiar el pasado lo haría, de todas formas con ninguna persona he encajado en estos años.

Hermana te echo de menos, ojalá pudieses estar aquí conmigo, últimamente me siento sola. Ahora que no hay nadie delante una lágrima rueda por mi mejilla al pensar en mi familia y en lo que estarán haciendo ahora. Y sobre todo en lo que debió haber sido y nunca fue ni será.

La vuelta a Letargo fue bastante silenciosa y en el caso de Dhelian algo triste también. Sabia que debería estar feliz de que Taro hubiese sobrevivido pero no podía, no tanto como lo hubiese deseado. Por ello en cuanto llego a letargo ignoro a todos, inmerso en sus pensamientos.

Fue Alice la que lo rescato de su vagabundeo mental al hacerlo moverse y distraerse colocando la mesa para almorzar, aunque no tuviera realmente mucho apetito lo hizo igual. El abrazo de la humana fue reconfortante y cálido y ayudo mas que cualquier palabra, agradeciéndole el gesto con un sonrisa y un suave apretón. Pronto y gracias a Marsi, la comida estuvo lista y pudieron sentarse a comer.

El ambiente estaba un poco cargado y los temas de conversación no salían con facilidad, menos si el único tema que tenían no era gratificante de oír en su totalidad. Por ello en cuanto Alice preguntó a Ozzchreanos, Dhelian su apunto de inmediato a pesar de la incomodidad que aun sentía cuando hablaba con este.

-Tal vez deberíamos  mirar nuevos hechizos del libro para intentar traducir...no estamos haciendo nada de eso ahora mismo..nunca se sabe cuando nos podrían ser útiles o -añadió Dhelian con un suave tono, revolviendo un poco su comida cubierta en miel antes de llevársela a la boca, sin mirar a ninguno en particular tan solo añadiendo otro dato a la conversación-Me gustaría iniciar mañana lo de las púas Alice- continuó mirando a la humana, sin demasiado animo pero sabiendo que aquello le daría distracción por varios días hasta que se le pasara el mal trago. Ademas, esa noche probablemente necesitaría cierto apoyo, pues entre la pesadilla y lo escuchado en letargo temía tener otra pesadilla igual.

-Y luego, en otro momento...¿podría contarte mi pesadilla? Quiero sacarla y olvidarme de ella -añadió en un tono bajo únicamente a Alice, mirándola atentamente, de algún modo pensando que si la contaba podría verla menos real y que era algo que nunca ocurriría.

Sura desapareció durante la comida, pero no le dediqué más que unos segundos a pensar en dicho fenómeno. El daeliciano fue el primero en hablar de la magia pese a mi pregunta dirigida al ochrorio. Me limité a asentir como respuesta a las obviedades que dijo. Eso sí, le dije que hablaríamos de su pesadilla pero mañana mejor, que estábamos con las malas noticias demasiado frescas. Y también lo del escudo de púas, claro. Luego atendí a Ozzy, quien respondió tras Dhelian. Lo que dijo este, por otro lado, sí que me llamó la atención, por el tema de las expresiones y la traducción completa del hechizo. Lo cierto era que era bastante peligroso... Y curioso. <<Porque, osea, al ser intangible se pierde toda forma sólida y se atraviesa el suelo... ¿Cómo se caminaría con ese hechizo puesto? Y luego... Dado su uso, ¿qué pasaría con la respiración y las funciones vitales al estar dentro de alguna cosa, digamos, una pared?>> Aproveché para comentar el tema con Oz, solo por curiosidad, tuviera o no averiguada esa información. <<Hmm...>> Al cabo de un rato me dio cosa por la parte del grupo que no podían realizar hechizos. Por ello sugerí practicar magia defensiva y/o de combate en los entrenamientos, es decir, incluirla a la rutina diaria del entrenamiento físico. Sería como preparar una estrategia de defensa en grupo pero contando con armas y magia. Añadí también que nos vendrían bien hechizos de apoyo para protegernos mejor, hablando un poco de los juegos de rol de la Tierra y del tipo de magos que ayudaban más que atacaban.

Acabada la comida y la sobremesa, el resto del día discurrió sin problema, con normalidad dentro de lo posible. Lo rematé con un buen baño calentito antes de ir a dormir y un buen abrazo de buenas noches a Marsi, a quien la idea de dormir juntas le había parecido bien.


Salto
Desperté sin mucho esfuerzo, sin apenas agujetas y cansancio. Realmente, me había despertado justo tras recibir un golpe en un sueño. Era borroso, pero lo poco que recordaba de él era bien claro: entrenamiento. Aún no había salido el sol siquiera, así que me quedé entre mantas un rato. ¿Cuánto tiempo llevábamos ya aquí? No mucho, realmente, comparado con el año que nos dieron de límite. Pero de momento nos iba bien... <<A los que seguimos vivos>> No me olvidaba de Neith, aunque Yrfy y Talento habían sido condenados al olvido por completo. Pensando en eso, me apoyé contra el cabecero con la almohada en medio. Sura y Oz seguían durmiendo en el otro dormitorio, aunque lo ideal sería juntarnos todos, daelicianos incluidos, en una habitación. Pero mírales, durmiendo tranquilamente tras la de días que llevamos centrándonos en fortalecernos, entrenando duro, practicando magia, aprendiendo hechizos nuevos... Sura estará orgullosa de los que no hacen magia, y nosotros podemos estarlo de nosotros mismos. Ahora, se notaba el cambio. Todos habíamos crecido en muchos sentidos: altura, forma física, reflejos, lanzamiento de hechizos, rapidez al tomar decisiones en mitad de una refriega... No era tampoco destacable, pero teniendo en cuenta lo que éramos al llegar, sí que era un progreso. <<Y aún faltan unos cuantos meses con sus días y sus noches para que llegue la Luna... Se les va a caer la baba a mis amigos cuando vuelva>>


Parecía que después de tanta mala noticia, en Letargo se había "instaurado" una forma de vivir más... cómo decirlo... enfocada a sobrevivir y a mejorar, mucho más que antes, en cualquier aspecto. En mi caso, el fortalecimiento no fue solo físico, ya que por ejemplo la noticia de la segunda pérdida de Lara no me afectó tanto como la otra. Claro que no podía comparar esa pérdida con perder a algunos de mis compañeros, pero no pensaba preocuparme por eso. Entrenar en el huerto hacía tiempo ya que no me daba cosa por el tema de las tumbas, por poner otro ejemplo. Mi humor no decaía como antes. Y no solo el mío había mejorado, pues vi cierta mejoría en Marsi: seguía como melancólica pero estaba menos gruñona. <<Y físicamente... el entrenamiento... Ejem, ejem>> Dhelian, por otro lado, estaba raro. No sabía cómo sería su organismo en cuanto a hormonas, pero con la edad que tenía y el humor variable del que hacía gala, así como el claro estirón que pegó, algo pasaba en su interior. Entre mis amigos de la Tierra había habido algunos más exagerados con la edad del pavo, otros más relajados, otros en término medio... y Dhelian podría enmarcarse en los de en medio, con miradas y manos largas, pero nada alarmante.

Eso sí, en cuanto a hechizos, nos habíamos decantado más por los que nos ayudarían a todos como grupo. También nos habíamos dedicado a seguir el estudio de las runas, ya que eran una forma de que los no-mágicos se beneficiaran directamente de los hechizos de que disponíamos. Habíamos ido traduciendo y practicando bastantes en estos últimos días. Una docena, que podían parecer pocos, pero era un buen número. Al menos, traducidos, otra cosa es que todos pudiéramos hacer todos, cosa que se vio poco después que no era así. Oz era el único que podía hacer el de intangibilidad, por ejemplo. Todos menos uno habían sido traducidos, ya que Archi se encargó de explicarle al ochrorio con todo detalle —están hechos el uno para el otro, aunque nunca lo reconozcan— el hechizo de guardia que ellos tenían en Maciel.

Hechizos traducidos:

Eso ocurrió en uno de los intercambios de comida en los que nosotros nos personamos allí y, de igual forma, en una de sus visitas les incluimos en las excepciones de nuestro recién implementado hechizo de guardia. Como dato a destacar de esos intercambios, pudimos ver a Shaco en un estado absolutamente contrario a la alegría andante que solía ser, aunque yo lo achaqué a que estaba de luto por las crías de Lara. Volviendo a la magia, otro dato importante es que conseguimos hacer el "escudo de púas" por fin. Eso sí, se lo dimos a Marsi. No sé cómo nos verían desde fuera a los tres, pero era en mi opinión parecíamos un pequeño grupo dentro del grupo mayor. Fuera como fuera, el gran grupo como me gustaba llamarlo era un equipo, y pensando como equipo nos decantamos por unos hechizos antes que otros que estuvieran a medio traducir. De vez en cuando me acordaba de cuando descubrimos la magia y me dije mentalmente que no sería la típica maga que da apoyo en vez de hacer daño al enemigo... Y me reía, porque ahora podía ser una mezcla entre ambas cosas. Además, en un juego quizá aburra, pero salir a explorar y tener la responsabilidad de proteger con magia a mis compañeros... me gustaba. No por sentirme útil, sino porque quería protegerles y si así podía hacerlo, lo haría. Ya fuera grabando runas en escudos, anclando hechizos defensivos a los demás, encantando nuestras armas para que resistieran más... o metiéndole un virote a algún bicho en el cráneo. Lo que fuera.


Y para eso había que entrenar y seguir mejorando. <<Así que, señorita, deje de pensar en lo que haría por sus amigos y hágalo. Pero primero duermase, que aún es de madrugada>>


Ahora sí que desperté de día, temprano como de costumbre. <<¿Hoy qué? Entrenamiento mixto o salimos a explorar?>> Con entrenamiento mixto me refería a magia y físico, por supuesto. Era más agotador pero bueno. <<Explorar... Ya estamos bien familiarizados con la zona del torreón, así que podríamos salir de la zona de confort y acercarnos a los jardines, por ejemplo>> No habíamos ido más lejos más que para visitar Sendar y los intercambios de comida con Maciel, así que ya tocaba, ¿no? <<Sí, ya toca>> Así que salí de la cama, cogí ropa limpia y en el mayor silencio que pude, me preparé un baño. Si lo hacía bien temprano cuando no había nadie despierto era para evitar sorpresas. Aun así, la puerta se tuvo que abrir de golpe.

Estuvo bastante atento a la conversación y a la explicación de Ozzchreanos pero no intervino mucho más. Se sentía bastante cansado psicológicamente hablando y solo deseaba terminar de comer y acostarse. La compañía de Korasihanna ese día junto a él sería uno de los mejores bálsamos, pues necesitaba cierta compañía. Terminando de cenar y tras ponerse de acuerdo con Alice, se fue al sofá esperando que Korasihanna no pusiera muchas pegas en que esa noche durmiera abrazado a ella. Por primera vez desde que luego echaba de menos a su familia a causa de ver cómo Lara perdía a parte de la suya.

Los siguientes días el ambiente del torreón fue lentamente volviendo a la normalidad, se habían enfrentado demasiadas veces a la muerte entre esos muros. Dhelian consiguió realizar junto con Alice todo lo necesario para poder fundir las púas de las colaespinas en el escudo. Les llevó algún tiempo en cogerle el truco para no destrozar el escudo o las púas al unirlos pero tras varios intentos y varias púas menos, consiguió finalmente un escudo decente con ciertas protecciones extras gracias a las filosas y resistentes púas. Dicho escudo fue entregado posteriormente a Marsi por petición de Alice y Dhelian no tuvo mayor problemas con ello.

Habiendo conseguido terminar finalmente con el escudo, se pusieron nuevamente con la traducción de nuevos hechizos a los que incluir a su lista. Encontraron varios interesantes en el libro que poseían, como era el caso del hechizo de intangibilidad que había estado mirándose Ozzchreanos o el hechizo de explosión de luz, entre otros. Finalmente entre todos los que podían realizar magia escogieron algunos hechizos para intentar traducirlos, así todos al menos pudieran aprender alguno de los hechizos, pudieran realizarlos al final o no. Fue algo que les llevó perfectamente semanas, pero que era realizado entre tres personas por lo que de algún modo se aligero. Cuando los hechizos finalmente estuvieron traducidos Dhelian comenzó a estudiar la teoría de cada hechizo y conforme fue aprendiéndola, tanto la fórmula como el juego de manos, intento realizarlos. Conforme los hechizos fueron pasando por sus manos empezó a darse cuenta de cuales eran realizables por él y en cuales jamás salía nada. Como le ocurrió con el hechizo de intangibilidad o con el de campo de fuerza, por lo que estos junto a otros, solo quedaron en una práctica sin resultados finales. Aun así aprender todos esos hechizos en esos meses que transcurrieron fue un trabajo que dejó su mente ocupada.

Al menos en parte pues a pesar de que lo había dejado pasar e intentó no presionar en el asunto, aún estaba preocupado por Ozzchreanos. Gracias a que tuvieron que compartir bastante tiempo juntos para traducir los hechizos, fue que Dhelian comenzó a calmarse ante su cercanía, aunque no olvidase que le debía una disculpa debía esperar a que este accediera. Cosa que ocurrió finalmente y Dhelian pudo finalmente disculparse con el ochrorio dándole una explicación de sus palabras y de la intención tras ellas. En su explicación venía claro el hecho de que sus palabras habían sido dichas con el pensamiento de que Tap posiblemente había podido salvar a alguien con esa muerte, ni más ni menos, algo que estaba perfectamente justificado. Tal y como le explicó a Ozzchreanos, no estaba en su intención decirle asesino ni estaba poniéndose de parte de nadie, tan solo fue un comentario ante el hecho de no saber los detalles de lo ocurrido, nada más. Dhelian no tuvo claro si su explicación convenció a Ozzchreanos, pero su disculpa fue totalmente sincera a pesar de sentir que había algo más que provocaba la molestia del ochrorio, el joven daeliciano no era capaz de saber que era ante el poco conocimiento que tenía del mundo de este. Por lo que estuvo bastante atento y preocupado intentando averiguar qué se le escapaba, sin éxito.

Aparte de la traducción y práctica de los nuevos hechizos, también realizaron un entrenamiento intensivo tanto físico, personalizado por Surásara, como en magia realizando duelos con los hechizos ya sabidos para el uso en combate. Era algo costoso de hacer a nivel mágico y en el caso de Dhelian se hizo un collar con los cristales cargadores y un par de pulseras con amuletos atados con cuerdas para que estuvieran en contacto con la piel.

Otra cosa que hicieron durante ese tiempo que fue transcurriendo, fue pelearse con las runas. Ya habían aprendido a manejarse con cierta decencia básica con ellas. Dhelian principalmente había aprendido a dibujarlas correctamente hasta ese momento, al menos las entendibles en el libro por ello cuando se comento de intentar usar dichas runas para anclar protecciones para aquellos que no sabían hacer magia, Dhelian ayudó con aquello. Tal vez no podrían anclar más de dos runas pero al menos era capaz de dibujarlas sin error alguno en la trascripción. Tras blindar con protecciones a los compañeros no mágicos, solo necesitaban dar magia a las runas y estas se activaban fácilmente por Marsi y compañía, protegiéndolos así lo mayormente posible para cuando salieran en las excursiones o en la visita que hicieron a Sendar.

Una de las cosas que se hizo más evidente a nivel tanto social como psicológico para Dhelian, fue su cambio de humor, así como el hecho de que la división entre Lhelian y Dhelian fue haciéndose menos evidente. Conformes lo días fueron pasando tras lo ocurrido en Maciel, Dhelian empezó a notar que pasando la pena de los primeros días empezaba a sentirse más inquieto. Era incapaz de quedarse quieto teniendo que estar siempre con las manos ocupadas, ya fuera traduciendo hechizos o entrenando y mareando a más de uno con su nerviosismo. Para alguien que siempre estaba tranquilo y que rara vez se desmadraba, estar tan hiperactivo resultaba un poco extraño pero no le dio importancia creyendo simplemente que se debía la necesidad de mantener la mente ocupada que su cuerpo buscaba con necesidad el movimiento y el estar haciendo algo. Era como si de ser alguien pasivo y relajado, toda la energía le estuviese saliendo en oleadas por los poros, cansándolo totalmente al final del día.

Parte de aquella hiperactividad que sentía, y que por suerte no le impidió realizar todo lo que realizó con hechizos y entrenamiento, también empezó a tener pensamientos morbosos. El hecho de seguir abrazando a Korasihanna cuando dormían y rozarse más con ella de lo normal le daba cierta incomodidad pues no podía evitarlo. Estaba en la edad de sentirse así, era lo que se repetía mentalmente, aunque mayormente fuese influenciado por lo pensamientos o sueños que su subconsciente le hacía ver. Más que su cuerpo en sí, era como si su cerebro hubiese entrado en un proceso de sofoco y calentura que hacía que su cuerpo terminara reaccionando ante los pensamientos que le provocaba al mirar ya fuese a Alice o a Korasihanna, las lamentables víctimas habituales de sus atenciones. Por suerte para, él su timidez impedía que su excitación llegara a situaciones que no pudiese manejar y esta quedaba en simples miradas, roces nocturnos y en abrazos fortuitos que duraban más de lo normal y donde sus manos adquirían vida propia hasta que se daba cuenta y se apartaba con nerviosismo.

Tal vez debido a todo el nerviosismo por sus acciones tan poco habituales en él, la ansiedad empezó a hacerse paso en su vida haciendo que casi al final de aquellos dos meses que habían ocurrido se estresara fácilmente cuando uno de los últimos hechizos aprendidos no le salía o empezara a inquietarse cuando sus compañeros salían de excursión y él no iba con ellos, algo que por suerte para sus nervios no solía ocurrir. Dhelian pensaba que su cambio de humor y del comportamiento de su cuerpo se debía simplemente a todo lo ocurrido, y al estrés en el que vivía en esa ciudad cada vez que salían por la puerta por más protegidos que estuvieran. La única cosa que parecía aliviar aquello un poco, era el consumo de miel que en todo ese tiempo se había vuelto mayor y fácilmente acaba con dos botes de miel diario en su ansiedad, aunque no pareciera producir mucho cambio sentía un poco de alivio al sentir algo dulce en su paladar.

Esos dos meses para Dhelian un cúmulo de altibajos a nivel emocional y psicológico y también un poco a nivel físico. No solo cambió su estado de ánimo variable, sino también su cuerpo gracias a los entrenamientos con Surásara por fin su delgado cuerpo empezaba a obtener ciertas formas en musculatura, nada exagerado pero que le ponía irremediablemente feliz. También creció un poco, sin cambiar aún del todo esa androginia natural, sí que se le veían ciertas características más masculinas, que no eran acentuadas demasiado debido al cabello aguamarina que llevaba aun largo y recogido mayormente en una cola, por quedarle a esas altura por debajo de los hombros.

Aquella mañana fue precisamente su alrgo pelo el que le hizo despertarse, provocandole un sucesion de estornudos y haciendolo pensar que definitivamente debia cortarselo un poco o cualquier dia morira ahogado con su propio pelo. Aletargado, Dhelian se levanto del sofa y se dirigio al patio, para tomar agua del pozo paara subirla y darse un buen baño que le despejara la soñoliencia.

-Dormir en el sofa se hace cada vez mas incomodo. Esto me pasa por crecer - murmuro sin tener claro si ser feliz por ser mas alto o echar de menos ser el pequeñajo del torreon, aunque tampoco es que hubiese crecido mucho realmente. Tras tomar el agua del pozo, subio al baño haciendo flotar frente a él el cubo con agua. No pensando que pudiera haber alguien en el baño a esa hora, pues no era habitual, entro al baño encontrandose primero con el de Alice completamente desnuda metiendose a la bañera. Dhelian estuvo a punto de perder el control del a levitacion ante el susto de verla alli, mas su desnudez no le suponia mucha sorpresa al daeliciano que como ultimamente le ocurria, no pudo evitar, ni quizo, mirarla de la cabeza a los pies.

-Lo siento, ya me voy. No sabia que estabas tu- dijo precipitadamente de forma hiperactiva mas incomodo que otra cosa, salio rapidamente hacia la puerta. Mas que avergonzarse de verla se sentia intimidado, ya habia aprendido un poco sobre la incomodidad que sentia los demas del grupo ante ciertas situaciones que para el no eran problematicas-Tienes un cuerpo cercano a la perfecc...- añadio sonriendo aunque no pudo terminar la frase pues tuvo que esquivar a durnas penas un zapato lanzado por la humana con un claro mensaje. Dhelian lo capto al momento y salio rapidamente del baño antes de que Alice decidiera lanzarle un hechizo de corte y volverlo "mujer" forzosamente.

Observando su cubo aun flotando y rememorando un poco la inusual escena, el todo despeinado y algo agitado, termino por echarse a reir ante lo absurdo de la situación. Volvio al salon y dejando el cubo a un lado fue a preparar el desayuno, con eso esperaba que la humana decidiera no matarlo cuando bajara.

Marsi se tomó unos días de descanso para meditar después de la visita a Maciel. Los necesitaba, necesitaba darle vueltas a la cabeza y replantearse algunas cosas. Tardó una semana en reincorporarse a su rutina, pero no abandonó del todo su aire taciturno. Como los entrenamientos se habían vuelto más... mágicos, por así decirlo, tomó la costumbre de subir a la azotea a menudo, para pensar, sobretodo cuando anochecía, para ver ponerse el pálido sol de Rocavarancolia y los primeros murciélagos flamígeros que salían a cazar. Necesitó otro período de descanso trasla segunda pérdida de Lara, pensó que sería una muestra de respeto. Trataba de convencer a sus compañeros para ir a Maciel a visitarla, y de paso ver la recuperación de Taro y que los demás estuviesen bien. Shaco fue otra mala noticia, el chico parecía haber dejado totalmente de ser él mismo, e incluso Marsi se sentía incómoda, y deseaba que volviese a ser el idiota ruidoso de antes.

En sus entrenamientos se volvió más fiera, pero también más prudente, de una forma menos obsesiva que antes. Pasaba más tiempo analizando los movimientos de su adversario, trataba de mantener la calma para dar los golpes exactos, hacer los movimientos exactos. Y para su sorpresa se cansaba el doble que en sus entrenamientos anteriores, por lo que por una vez desde que llegó a la ciudad, decidió hacerlos menos intensos. También había cogido cierto gusto por curiosear las prácticas mágicas de Alice, Dhelian y Ozz. Se les veía realmente centrados en el tema, y la varmana empezaba a tener cierta envidia por sus habilidades. En una de esas ocasiones le regalaron un escudo que habían estado confeccionando, y Marsi no supo dónde meterse. No estaba demasiado acostumbrada a recibir regalos, y se sentía halagada por que la hubiesen elegido a ella, siendo Sura la mejor guerrera del torreón.

Los avances de todos les habían dado el valor y la confianza para volver a atacar el mapa, y reconquistar las zonas exploradas que habían dejado por miedo a lo que pudieran encontrar, así como ampliando un poco el territorio. No habían tenido ningún encuentro destacable, ninguna baja, y pocas heridas que eran rápidamente curadas con magia. Habían podido volver a encontrarse con los sendarios, y en general todo parecía ir bien. Pero Marsi seguía despertándose todas las mañanas con la misma opresión en el pecho, y seguía acostándose con la duda de si el día siguiente sería el último.

***

Se levantó temprano como de costumbre, aunque Alice ya no estaba en su cama. Bajó con pesos en las manos y en los pies, debido a un nuevo entrenamiento en el que alternaba días con pesos y sin ellos. Le gustaba la sensación de liberación cuando se quitaba el peso, aunque luego le matasen las agujetas. Bajó las escaleras, casi resbalando en el primer piso, pues alguien había derramado agua en el suelo. Yya en la planta baja pasó junto al sofá camino de la cocina y observó a Kora, que aún dormía. Tanto ella como Dhelian habían estado muy raros, y Marsi temía otro brote de locura como el cambio de personalidad de Shaco o los arranques de Yrfy. Arrugó la nariz y continuó hacia la mesa de la cocina, donde ya estaba Dhelian. Al sentarse vio el cubo de reojo.

-¿Puedes explicarme qué hace el suelo del primer piso empapado?- preguntó, untándose requesón en una tostada del día anterior.

Saludo a la varmana al verla entrar dejando sobre la mesa las tostadas que había preparado cuando esta le preguntó. No se había ni dado cuenta.

-Voy a limpiarlo antes de que alguien baje y se mate...perdona- dijo Dhelian en disculpa saliendo rápidamente de la cocina para secar el charco de la primera planta. Un descuido muy tonto y seguramente ocurrido en la bajada, por suerte Marsi no se había accidentado al bajar. Cuando termino volvió de nuevo ala cocina para empezar a comer- Gracias por el aviso, menos mal que no te dañaste al bajar. Subí a prepararme un baño pero ya estaba Alice a punto de bañarse, eso me ha despistado -añadió tosiendo un poco y dándole un mordisco a una tostada con mucha miel con caviar.

-Bueno ¿hay algún plan para hoy?- pregunto esperando a que los dormilones y la bañante llegasen invocados por el desayuno.

¡Lo normal antes de entrar a un baño con la puerta cerrada es preguntar! La puerta se abrió de golpe y del susto ahogué un grito, agarré lo primero que pillé a mano y lo lancé hacia la puerta. No le di, pero pilló el mensaje y cerró con una disculpa y algo más. Luego me metí a la bañera, perpleja no por el suceso sino por lo que había podido oírle. Era cierto que últimamente estaba más suelto, ¿pero tanto como para "piropear" (si es que se le podía llamar así)? <<No estoy soñando, ¿no? Qué demonios, Dhelian, qué demonios>> pensé, echándome a reír. Echaba de menos reírme por alguna tontería similar. Pero eso sí, aligeré y terminé el baño rápidamente, pues estaba claro que no era la única que quería usarlo. Al terminar, bajé a la cocina y allí me encontré con Dhelian desayunando y Marsi hablando de planes, así que saludé y algo más.

—Buenos días—dije, sonriente, para luego mirar al daeliciano con los brazos en jarra—. Ayy, Dhelian, Dheliancito... —luego miré a Marsi y seguí—¿Te ha contado cómo ha salido corriendo con el rabo entre las piernas al verme en la bañera? Mira que entrar sin llamar a la puerta mientras una dama se baña... Tsk, tsk—acabé, claramente bromeando.

Marsi asintió a la respuesta de Dhelian y siguió comiendo. Era dificil con los pesos en los brazos, por lo que intentaba dar bocados grandes para tener que llevarse un menor numero de veces la mano a la boca.

Cuando bajó Alice y explicó lo que había pasado, Marsi alzó una ceja.

-¿Y sigue de una pieza?- preguntó incrédula- Aunque Dhelian es más dama que todas nosotras juntas- comentó, haciendo girar el contenido de su taza- ¿Vamos a hacer algo hoy? Si no hay nada planeado me iré a entrenar arriba...

Alice por fin bajo y no dejo escapar la oportunidad de comentar el suceso del baño haciendo que el color inundara el rostro de Dhelian que se rió por lo bajo, mas incomodo que otra cosa. Marsi parecía sorprendida de que siguiera entero y no era la única.

-He salido corriendo porque me estabas apunto de chocar, no por quejarme de las vistas- dijo Dhelian mirándola con una sonrisa entretenida, bromeando un poco al respecto- Perdona...no tenía la intención, pero viendo que sigo vivo y la belleza que vi, tal vez lo repita- añadió picando un poco a la humana con su broma, sabiendo que no se atrevería a hacerlo de nuevo, no de forma intencionada al menos.

-Que mala eres Marsi, intento ser menos dama aunque no tenga mucho éxito aun-respondió al comentario de la varmana con un broma, estaba de excelente humor-Aprovechare para bañarme antes de que se me adelanten, no vaya a ser que se meta Surasara ahora - añadió con cierto humor, pues seria ya el colmo del día, así que se levanto dándole un ultimo mordisco al desayuno y tomando la ropa con la que se vestiría- No planeéis mucho sin mi- diciendo eso desapareció escaleras arriba llevando consigo el cubo con el agua antes de decir alguna otra cosa bochornosa que le fuera devuelta. La confianza daba miedo.