Torreón Letargo (Archivo IV)
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Torreón Letargo (Archivo IV)
08/08/13, 11:29 am
Recuerdo del primer mensaje :
-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.
Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.
Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.
Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.
Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.
Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.
Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.
-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.
P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^
-Uffff, menos mal que llegamos, este tío no se vuelve ligero por momentos,- digo llegando al fin frente al torreón,- que alguien busque la puerta entre toda esa maraña de plantas.- dejo el cuerpo de Ozzchreanos en el suelo y segundos después encuentran la puerta.- Yo entraré sola, no quiero peros,- digo mientras compruebo la expresión que empezaba a formarse en sus caras,- Si he de pelear puedo protegerme a mi misma, si venís vosotros ahora mismo solo me estorbaríais. No os preocupéis, estaré bien, en cuanto vea si es seguro os pego un grito.- Voy a entrar pero antes prefiero repetirles una cosa,- No me sigáis,- digo en tono de orden.
Sin esperar mas me adentro en el torreón en completo silencio. Lo primero que me llama la atención es la ingente cantidad de polvo, <<Joder, ni en los barracones estaba tan sucio, y mira que nos encargábamos de ensuciar ¿eh?>>. Lo segundo que me llama la atención es algo escrito en la pared, "estamos rodeados". <<Sí, si que vamos a estar rodeados, de porquería hasta que no limpiemos>>. Me acerco con cuidado a ese mensaje y lo borro, no quiero inquietar a los demás, y desde luego no el primer día.
Abro una puerta que casualmente da a una especie de patio, que seria bastante bonito de no ser por la estatua que esta en el centro. <<En esta ciudad tienen un sentido del gusto encantador>>. Más allá hay mas puertas que al abrir veo que llevan a las letrinas. <<Bueno, al menos tenemos algún lugar donde hacer nuestras necesidades, pensé que tendríamos que hacerlo en el foso>>. Casi al irme veo lo que parecen ser unas tumbas, me acerco y compruebo que realmente son eso. <<Gente que murio aqui, yo no pienso cavar tumbas>>.
Vuelvo al torreón y aseguro el primer piso mirando en lo que parece ser una cocina. Subo al primer piso lentamente por las escaleras, tratando de no hacer ruidos, veo varias puertas y las escaleras que dan al segundo, miro en cada puerta y todos parecen despachos o cosas parecidas, me sorprende lo revuelto que esta todo allí. La ultima puerta que abro me pone de buen humor, hay una bañera.
Sigo subiendo y veo dos puertas, al abrir ambas veo dos habitaciones comunales con unas cuantas camas en un estado mediocre. <<Mira, cada vez se parece mas a los barracones, de lo malo un sitio en que dormir>>.
Subo al último piso ya sin tanto cuidado, si no ha habido peligro hasta ahora dudo que vaya a haberlo ahora. El último piso resulta ser una sala de entrenamiento, algo que me vendrá bien a mi y a los que quieran entrenar conmigo <<Bueno, y a los que no quieran también, por que de este torreón no salen si no es conmigo o entrenados>>.
Bajo ya sin cuidado y abro la puerta.
-Ala podéis pasar, no hay nada peligroso, a excepción de las arañas que hay un huevo y más.- les digo tratando de comprobar cuan valientes son,- Bienvenidos a vuestro nuevo y sucio hogar, iros acostumbrando por que hasta que no limpiemos seguirá así, hay habitaciones, una cocina, un patio, baños, una bañera, una sala de entrenamiento y.....-dejo pausa para darle emoción- arañas, así que aprended a convivir con ellas,- y me alejo riéndome en busca de un cubo para empezar a limpiar. Pero cuando doy dos pasos me acuerdo de Ozzchreanos y salgo a por el, lo levanto y lo dejo tumbado en un sofá.
P.D.: No ha examinado los sótanos por que no se ha fijado en las escaleras, asi que el que se fije que avise o algo ^^
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
15/04/14, 08:53 pm
Respondo con un "Claro, para lo que necesites" al humano cuando me da las gracias y me pongo de pareja con Ozz, este movimiento en concreto no me interesa demasiado y por eso dejo que el ochrorio practique cuanto necesite. Claro que lo voy guiando cuando lo veo hacerlo mal, sobre todo su juego de pies, la coordinación no parece ser muy buena. Cuando se equivoca lo fustigo verbalmente para que lo haga mejor, y cuando lo hace bien lo alabo, parezco una entrenadora de lagartos haciendo esto de refuerzo positivo y negativo.
Sí que hay un par de llaves que me interesan y practico pero el resto... bueno, lo observo para ayudar al resto no por que tenga verdaderos deseos de aprender.
Salgo al patio una vez acabada la práctica para lavarme la cara y al entrar oigo un par de quejidos provenientes de la cocina. Me asomo y veo a Shaco cocinando, frunzo al ceño al ver la escena.
-Desde luego que buenos anfitriones tienes - comento sarcástica - Siento que tengas que cocinar, no está bien visto que un huésped haga estas cosas - niego con la cabeza y me acerco. Observo lo que está cocinando y cojo una de las cosas. Le doy un mordisco y al instante resoplo, está caliente, mucho.- Quema, pero está bueno - una vez pasado el ardor el sabor del queso permanece y me hace relamerme.
-Déjame echarte una mano, yo voy poniendo la mesa - le digo sonriente mientras voy agarrando los platos que necesitaremos.
Sí que hay un par de llaves que me interesan y practico pero el resto... bueno, lo observo para ayudar al resto no por que tenga verdaderos deseos de aprender.
Salgo al patio una vez acabada la práctica para lavarme la cara y al entrar oigo un par de quejidos provenientes de la cocina. Me asomo y veo a Shaco cocinando, frunzo al ceño al ver la escena.
-Desde luego que buenos anfitriones tienes - comento sarcástica - Siento que tengas que cocinar, no está bien visto que un huésped haga estas cosas - niego con la cabeza y me acerco. Observo lo que está cocinando y cojo una de las cosas. Le doy un mordisco y al instante resoplo, está caliente, mucho.- Quema, pero está bueno - una vez pasado el ardor el sabor del queso permanece y me hace relamerme.
-Déjame echarte una mano, yo voy poniendo la mesa - le digo sonriente mientras voy agarrando los platos que necesitaremos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
15/04/14, 11:58 pm
Aprender algunas de las técnicas dadas por Shaco fue bastante difícil para Dhelian y su coordinaicon pero al final de la tarde estaba bastante satisfecho de su logro. Al menos recordaba bien los movimientos y posturas a realizar.
Al finalizar aquello bajó de la sala de entrenamientos para refrescarse un poco, no se tomaría una buena ducha hasta mas tarde, con mas tranquilidad. Cuando volvió al patio siguiendo a Surasara y encontrándose con que Shaco había secuestrado la cocina, se acercó para ayudar un poco y curiosear
-No hacia falta que prepararas nada, eres un invitado aquí. - dijo Dhelian observando sus platillos que no había visto en su vida- ¿Podrías hacer alguno de esos con miel? Te ahorraras posibles quejas de Korasihanna por el sabor- añadió por lo bajo con una risa, guiñándole un ojo, al tiempo que preparaba algo del té para acompañar a la comida.
Observo atentamente al pelinaranja a su lado. Él había sido el primero con el que se topó al llegar a la ciudad y le tenia en alta estima. La visita del chico había sido sorpresiva y la noche llegaba y con ellos la pregunta, un tanto simple en realidad, sobre donde dormiría.
-¿Ya has decidido donde dormirás, Shaco?- preguntó finalmente Dhelian- Surasara duerme junto a Ozzchreanos, por ejemplo y yo duermo junto con Korasihanna en el sofá así que hay espacio de sobra en las habitaciones para escoger. -añadió llevando el té hacia la mesa que Surasara terminaba de colocar.
Al finalizar aquello bajó de la sala de entrenamientos para refrescarse un poco, no se tomaría una buena ducha hasta mas tarde, con mas tranquilidad. Cuando volvió al patio siguiendo a Surasara y encontrándose con que Shaco había secuestrado la cocina, se acercó para ayudar un poco y curiosear
-No hacia falta que prepararas nada, eres un invitado aquí. - dijo Dhelian observando sus platillos que no había visto en su vida- ¿Podrías hacer alguno de esos con miel? Te ahorraras posibles quejas de Korasihanna por el sabor- añadió por lo bajo con una risa, guiñándole un ojo, al tiempo que preparaba algo del té para acompañar a la comida.
Observo atentamente al pelinaranja a su lado. Él había sido el primero con el que se topó al llegar a la ciudad y le tenia en alta estima. La visita del chico había sido sorpresiva y la noche llegaba y con ellos la pregunta, un tanto simple en realidad, sobre donde dormiría.
-¿Ya has decidido donde dormirás, Shaco?- preguntó finalmente Dhelian- Surasara duerme junto a Ozzchreanos, por ejemplo y yo duermo junto con Korasihanna en el sofá así que hay espacio de sobra en las habitaciones para escoger. -añadió llevando el té hacia la mesa que Surasara terminaba de colocar.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
16/04/14, 12:50 am
Antes de practicar realmente con el daeliciano, este le preguntó un par de dudas a Shaco y este recurrió a Sura para explicarle mejor. Casi deseé que no parasen los golpes a medio camino y que le arrease "de verdad" a la ulterana, ¡para una vez que alguien podía ponerse a su altura! Pero bueno. La explicación acabó y Dhelian volvió conmigo. Estuvimos practicando los movimientos de Shaco un bueeeeen raaaaato bastante largo. Con un poco de suerte y varias sesiones, memorizaría esto como si fuera un hechizo. <<¡Hechizo defensivo físico! Y tachán, el cuerpo de Alice adopta tal y tal forma y el enemigo no le hace nada. Ojalá...>> La pega de esto era que los pocos bichos que habíamos visto no eran muy humanoides... Los más cercanos, las ratas con púas por ejemplo, no serían buenos rivales con los que poner esto en práctica... Pero toda técnica nueva era bienvenida.
Cuando paramos, descubrí que el mozo había desaparecido de la sala. Bajé con el daeliciano para refrescarme y le encontramos en la cocin haciendo la cena.
—Sura, Dhelian, es un invitado, si quiere apropiarse de la cocina, dejad que el chef cocine, que eso tiene una pinta estupenda—bromeé—Ahora, como vuelva a pillarte cocinando como invitado sin invitar, te incluiré en el menú.
Antes de nada, me lavé rápidamente con agua del pozo y luego ayudé a poner la mesa <<Ya me baño después. Primero lo primero: hacer las paces>> En cuanto todos estuvieron ya sentados, tomé aire profundamente y miré a Marsi y a Oz.
—Mirad, antes se me fue un poco la cabeza... Siento mucho lo que dije sobre tus dioses, Oz, y todo lo que te dije, Marsi, y las malas maneras. Me confié demasiado, teníais razón... Lo siento, por eso y lo vuestro.
Cuando paramos, descubrí que el mozo había desaparecido de la sala. Bajé con el daeliciano para refrescarme y le encontramos en la cocin haciendo la cena.
—Sura, Dhelian, es un invitado, si quiere apropiarse de la cocina, dejad que el chef cocine, que eso tiene una pinta estupenda—bromeé—Ahora, como vuelva a pillarte cocinando como invitado sin invitar, te incluiré en el menú.
Antes de nada, me lavé rápidamente con agua del pozo y luego ayudé a poner la mesa <<Ya me baño después. Primero lo primero: hacer las paces>> En cuanto todos estuvieron ya sentados, tomé aire profundamente y miré a Marsi y a Oz.
—Mirad, antes se me fue un poco la cabeza... Siento mucho lo que dije sobre tus dioses, Oz, y todo lo que te dije, Marsi, y las malas maneras. Me confié demasiado, teníais razón... Lo siento, por eso y lo vuestro.
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manual
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
16/04/14, 04:08 pm
Nunca había visto una comida similar a la que les preparó el humano Shaco. A pesar de que Ozzchreanos no era un gran comedor, sentía cuanto menos curiosidad por esos buñuelos y se preguntó si estarían rellenos de algo, pues dudaba que fueran a constar solo de lo que veía. Cuando finalmente se sentaron todos a ingerir los extraños alimentos, Alice decidió que era el momento de concluir la discusión que se inició horas antes, al regresar del faro. Al ochrorio le pareció un gesto de buena voluntad y adecuado, así que aceptó sus disculpas sin reparos.
—Está todo perdonado, Alice. A veces se cometen faltas que parecen inexcusables, pero si el arrepentimiento es profundo y sincero, los dioses eximen —concluyó con una cita sacra.
La humana no era la única a quien iba dirigida ese añadido, aunque la mirara a ella. Había podido relajarse respecto a lo que sucedió esa tarde y, enfocado desde una óptica fría, creía que pudo haber algún malentendido fundamental. Ozzchreanos empezaba a entender que sus bases podrían no ser tan claras para los seres de otros planetas, si es que realmente lo eran. Aun así, no por ello se disculpaba el hecho de que hubiera recibido un gran agravio; pero se abrían las puertas a un perdón personal a medio plazo.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
17/04/14, 01:50 pm
Marsi acabó harta de Kora y del entrenamiento de Shaco y fue la primera en marcharse del entrenamiento. Se lavó a toda prisa y se puso lo que usaba de pijama, con una toalla sobre los hombros, pues se había mojado el pelo. Al parecer su invitado se había adueñado de la cocina, y cuando volvió a la planta baja, la varmana se encontró con sus compañeros poniendo la mesa, Shaco cocinando y un agradable olor a empanadillas. Le habían dicho que Alice y Shaco eran de regiones diferentes de su mundo, y sentía curiosidad.
-¿Hmm?- Alice pilló a Marsi con una empanadilla en la boca, y por suerte Ozz respondió antes a la disculpa, lo que le dio tiempo a tragar. Cuando le llegó el turno, tomó a Alice de las manos y se la llevó un poco aparte- Yo... tengo miedo- confesó- Todas las noches tengo pesadillas, os veo morir una y otra vez. Tengo miedo de que se repita lo de Neith, lo de Taro, incluso lo de Yrfy y Talento. Lo único que quiero es... no ver morir a nadie más, y hago todo lo posible para estar seguros. Siento haber sido brusca, no pretendo que nos encerremos, ni creo que no seais capaces de defenderos solos, es solo que... no quiero perderos. Y me aterra que os pueda pasar algo y no ser capaz de hacer nada por evitarlo... como ocurrió con Talento...
Dejó ahí la conversación. Regresó a la cocina y felicitó a Shaco por la cena. Incluso le pidió la receta. No parecía que nadie supiera dónde iba a dormir el terrícola, pero decidió quitarse de en medio antes de comprobarlo. << Me da igual donde duerma, pero como nos despierte a gritos como en Maciel tendremos tontería>> pensó antes de dar las buenas noches y marcharse a la habitación.
Al día siguiente pensaba madrugar para practicar lo que habían aprendido en el día. Pero sin Kora.
-¿Hmm?- Alice pilló a Marsi con una empanadilla en la boca, y por suerte Ozz respondió antes a la disculpa, lo que le dio tiempo a tragar. Cuando le llegó el turno, tomó a Alice de las manos y se la llevó un poco aparte- Yo... tengo miedo- confesó- Todas las noches tengo pesadillas, os veo morir una y otra vez. Tengo miedo de que se repita lo de Neith, lo de Taro, incluso lo de Yrfy y Talento. Lo único que quiero es... no ver morir a nadie más, y hago todo lo posible para estar seguros. Siento haber sido brusca, no pretendo que nos encerremos, ni creo que no seais capaces de defenderos solos, es solo que... no quiero perderos. Y me aterra que os pueda pasar algo y no ser capaz de hacer nada por evitarlo... como ocurrió con Talento...
Dejó ahí la conversación. Regresó a la cocina y felicitó a Shaco por la cena. Incluso le pidió la receta. No parecía que nadie supiera dónde iba a dormir el terrícola, pero decidió quitarse de en medio antes de comprobarlo. << Me da igual donde duerma, pero como nos despierte a gritos como en Maciel tendremos tontería>> pensó antes de dar las buenas noches y marcharse a la habitación.
Al día siguiente pensaba madrugar para practicar lo que habían aprendido en el día. Pero sin Kora.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
17/04/14, 04:38 pm
Sura fue la primera en descubrirle. Dejó escapar una risa nerviosa hasta que se volvió a quemar con lo que masculló de dolor unos instantes antes de volver a concentrarse. Seguidos fueron Lhelian y Alice. El aprendiz volvió a reirse ruidosamente ante sus comentarios, sobretodo ante la amigable amenaza de la australiana.
-¿Cómo que "No hace falta que hagas nada, eres un invitado aqui"?.-contestó, repitiendo perfectamente el tono y pronunciacion de la daeliciana.-¡Si acaso estoy agradecido que puedo hacer algo por vosotros! Para la próxima vez, conseguidme un delantal de "Besa al Cocinero" ¡Siempre he querido uno de esos!-admitió con otra ruidosa carcajada, interrumpida por otra quemadura.
Por petición de la daeliciana, separó una parte proporcional de lo que andaba cocinando y los rellenó de miel. Todavia le costaba creer que los daelicianos les gustase tomar aquello, tan empalagoso como era y, sobretodo, por los efectos secundarios que causaba a los demás, pero no dijo nada. Enseguida tenia varias fuentes separadas por ingredientes lstas y servidas. Se curó las quemaduras entonces y ya estuvieron listos para comer.
Se sorprendió de que Marsi le agradeciera la cena y se preocupara por la receta de la misma. Siendo algo improvisada por su parte, al chico le costó recordar uno a uno los pasos, como si se tratase de una lección a estudiar, para así poder explicarselo a la varmana.
Lhelian planteó una pregunta importante, pregunta que el aprendiz no se habia parado a pensar ni por un momento.
-La verdad... Es que no tengo ni idea...-rió nerviosamente entonces.-¡No quiero molestar! Cualquier sitio está bien en realidad. Un sofá mismo de esos, parece bastante cómodo.-mintió con una risilla nerviosa, por cortesia.
La cena transcurrió sin ningun altercado. El aprendiz compartio historias diversas, algunas sacadas de la ficción y literatura varia de la Tierra, a lo cual se giraba con Alice y le guiñaba, para asegurarse que le seguia con lo que hablaba, pero otras veces contaba historias de su propia imaginación. Siempre riendose, entre historia e historia, apenas se dió cuenta que se habia acabado ya la cena. Bostezó. Tenia sueño. De nuevo, la gente a su alrededor se iba a acostar más tarde que él, pero no le dió mucha importancia. Aun así, el no podria irse a dormir mientras otros siguieran despiertos en aquella planta, si de verdad iba a dormir en el sofá.
-¿Cómo que "No hace falta que hagas nada, eres un invitado aqui"?.-contestó, repitiendo perfectamente el tono y pronunciacion de la daeliciana.-¡Si acaso estoy agradecido que puedo hacer algo por vosotros! Para la próxima vez, conseguidme un delantal de "Besa al Cocinero" ¡Siempre he querido uno de esos!-admitió con otra ruidosa carcajada, interrumpida por otra quemadura.
Por petición de la daeliciana, separó una parte proporcional de lo que andaba cocinando y los rellenó de miel. Todavia le costaba creer que los daelicianos les gustase tomar aquello, tan empalagoso como era y, sobretodo, por los efectos secundarios que causaba a los demás, pero no dijo nada. Enseguida tenia varias fuentes separadas por ingredientes lstas y servidas. Se curó las quemaduras entonces y ya estuvieron listos para comer.
Se sorprendió de que Marsi le agradeciera la cena y se preocupara por la receta de la misma. Siendo algo improvisada por su parte, al chico le costó recordar uno a uno los pasos, como si se tratase de una lección a estudiar, para así poder explicarselo a la varmana.
Lhelian planteó una pregunta importante, pregunta que el aprendiz no se habia parado a pensar ni por un momento.
-La verdad... Es que no tengo ni idea...-rió nerviosamente entonces.-¡No quiero molestar! Cualquier sitio está bien en realidad. Un sofá mismo de esos, parece bastante cómodo.-mintió con una risilla nerviosa, por cortesia.
La cena transcurrió sin ningun altercado. El aprendiz compartio historias diversas, algunas sacadas de la ficción y literatura varia de la Tierra, a lo cual se giraba con Alice y le guiñaba, para asegurarse que le seguia con lo que hablaba, pero otras veces contaba historias de su propia imaginación. Siempre riendose, entre historia e historia, apenas se dió cuenta que se habia acabado ya la cena. Bostezó. Tenia sueño. De nuevo, la gente a su alrededor se iba a acostar más tarde que él, pero no le dió mucha importancia. Aun así, el no podria irse a dormir mientras otros siguieran despiertos en aquella planta, si de verdad iba a dormir en el sofá.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
17/04/14, 05:52 pm
Oz fue el primero en responderme. Asentí levemente a sus palabras y me alegró que hubiera aceptado las mías. A Marsi la pillé un poco desprevenida, pero su respuesta también llegó. En su caso, nos apartamos un poco y me contó algo que imaginaba que nos pasaba a todos pero... Que en el Faro había olvidado. Yo me contaba entre los que tenían miedo... Así que ahora imaginaba el miedo que habrían pasado los demás. Pero no sabía de sus pesadillas... No pude aguantarlo más y cuando acabó, le di un buen abrazo.
-Yo tampoco quiero perderos... Sois mi familia y somos un buen equipo.
No añadí nada más pues no lo creí necesario.
Luego volvimos a la cena y fue una velada de lo más agradable con las historietas de Shaco. Pero no sé de dónde sacó la idea de dormir en un sofá y traté de quitársela. Que Kora y Dhelian durmieran ahí era una cosa que eligieron ellos por las mantas... Pero un invitado no se iría mañana con dolor de cuello y espalda. Aunque, sinceramente, yo quería estar cerca, pues echaba de menos las conversaciones nocturnas con mis amistades en casa. Y no dormiría en un sofá ni hablaría de noche con Kora cerca.
-¿Qué dices? Hay camas libres de sobra en el dormitorio de Sura y Ozz. O... bueno, a ellos nos les importará, ¿o sí os importa?-inquirí a los dos-Y yo puedo mudarme si quieres por charlar un rato. ¿Hm?
-Yo tampoco quiero perderos... Sois mi familia y somos un buen equipo.
No añadí nada más pues no lo creí necesario.
Luego volvimos a la cena y fue una velada de lo más agradable con las historietas de Shaco. Pero no sé de dónde sacó la idea de dormir en un sofá y traté de quitársela. Que Kora y Dhelian durmieran ahí era una cosa que eligieron ellos por las mantas... Pero un invitado no se iría mañana con dolor de cuello y espalda. Aunque, sinceramente, yo quería estar cerca, pues echaba de menos las conversaciones nocturnas con mis amistades en casa. Y no dormiría en un sofá ni hablaría de noche con Kora cerca.
-¿Qué dices? Hay camas libres de sobra en el dormitorio de Sura y Ozz. O... bueno, a ellos nos les importará, ¿o sí os importa?-inquirí a los dos-Y yo puedo mudarme si quieres por charlar un rato. ¿Hm?
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
17/04/14, 06:24 pm
La mesa puesta y la gente comiendo, evito por sistema las empanadillas rellenas de miel pero del resto si como. La conversación después de las disculpas deriva en donde dormirá Shaco, al insistir en dormir en uno de los sofás se gana una mirada penetrante mía.
-No seas idiota, como ha dicho Alice tenemos camas de sobra. Y si te da reparo dormir solo a mi no me importa compartir la cama - le digo con una sonrisa pícara y un guiño, luego me echo a reír.- Claro Alice, charlar....- comento jocosa y recojo mis platos.
-Pero bueno, la decisión final la tienes tú, personalmente no me importa una o dos personas más en la habitación siempre que no haya mucho ruido.
Dicho eso me dirijo a las escaleras con intención de subir al dormitorio.
-Buenas noches al resto.
-No seas idiota, como ha dicho Alice tenemos camas de sobra. Y si te da reparo dormir solo a mi no me importa compartir la cama - le digo con una sonrisa pícara y un guiño, luego me echo a reír.- Claro Alice, charlar....- comento jocosa y recojo mis platos.
-Pero bueno, la decisión final la tienes tú, personalmente no me importa una o dos personas más en la habitación siempre que no haya mucho ruido.
Dicho eso me dirijo a las escaleras con intención de subir al dormitorio.
-Buenas noches al resto.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
17/04/14, 10:23 pm
El aprendiz se sintió presionado a aceptar la oferta de Alice. No se sentia muy cómodo con irrumpir el espacio donde dormian. De todas formas, no sabia si dormir cerca de Marsi iba a ser demasiado. Con aquello último no sabia si la molestaba o no. Pero como tampoco dijo nada, supuso que no era tan grande el problema.
Justo cuando iba a excusarse para irse a dormir, Sura dijo algo que le hizo sonrojarse de pies a cabeza y necesitó un par de minutos para tragar la broma y su mente volver a ser operacional. Y entonces si que les deseó las buenas noches a todos y se subió a dormir. El joven ruso entonces intentó mantenerse despierto para poder corresponderle a Alice en sus ganas de tener charla friki, pero simplemente fue demasiado y para cuando la australiana habia subido, el chico se encontraba profundamente dormido, colapsado sobre la cama.
Y, así, el chico se revolvia entre sueños.
El aprendiz se levantó de madrugada. Todo aquello le habia golpeado con tal fuerza que se encontraba en shock. Hizo ademán de vomitar. Una dos veces. Se tiró al suelo, pues es le acabó la cama y se arrastró fuera de la habitación llorando. Un peso de culpabilidad se apoderó de su pecho mientras a mitad del gateo se fue incorporando y cogió sus cosas a toda prisa y bajo las escaleras apunto de tropezarse más de una vez.
Si lo de su sueño era verdad. Si ese era su nombre. Si esa era la historia tras él. No la queria. No la deseaba. Queria olvidarlo. No se preocupó por su propia seguridad y saltó a la calle directamente. No merecia ni compartir ningun torreón con nadie. Era un monstruo. Un asesino. Era todo lo que podia haber llegado a temer y despreciar al mismo tiempo. Se daba asco. No pensó ni por un instante en sentarse a meditar sobre el sueño. Si lo hubiera hecho, habria sacado cosas bastante inconexas en él.
Pero el chico estaba demasiado desolado para pensar con claridad. Dando tumbos, anduvo por la ciudad, sin rumbo. Lloraba, gritaba. Pateaba las piernas y le pedia a la ciudad que le matara. Le pedia a gritos a los monstruos del alba que le devorasen, para pagar por sus pecados. Para hacer la cosa que merecia, la cosa de la que era tan cobarde que no era ni capaz de hacer él mismo.
>> No te preocupes chavalín. Ya me encargo yo de que no sea así.. Ku ku ku.
Y entonces, dejó de ser el aprendiz. Volvió a ser Jack Nabukov. Y Jack volvió a Maciel, cuando rompio el alba, por la mañana.
Justo cuando iba a excusarse para irse a dormir, Sura dijo algo que le hizo sonrojarse de pies a cabeza y necesitó un par de minutos para tragar la broma y su mente volver a ser operacional. Y entonces si que les deseó las buenas noches a todos y se subió a dormir. El joven ruso entonces intentó mantenerse despierto para poder corresponderle a Alice en sus ganas de tener charla friki, pero simplemente fue demasiado y para cuando la australiana habia subido, el chico se encontraba profundamente dormido, colapsado sobre la cama.
Y, así, el chico se revolvia entre sueños.
- Sueño Nº6 El pasado y un nombre:
Y entonces la calle se diliyó en su consciencia, como si todo fuese líquido y el chico se quedó suspendido en mitad del vacio. De pronto, un tirón que le devolvió a la tierra, pero perdió el conocimiento.
La campana de un instituto fue lo que le hizo recuperar su ser. Para cuando abrió los ojos, se cercioró. Era una campana de un instituto, instituto cuya entrada estaba a escasos metros. Sonidos de pasos dentro. Se levantó, pues estaba sobre el pavimento de la calle, pero, aparentemente, nadie le habia visto. Varios alumnos estaban rondando por el campus, otros jugaban deportes más alla, otros disfrutaban de la sombra de un arbol. Era un ambiente tan agradable, que casi ni se dió cuenta que el bufón estaba esperandole en la puerta con los brazos cruzados.
Apuró el paso y se acercó al payaso. Vestia un traje de arlequin de colores estampados de purpura y amarillo chillón. Sus mangas, perneras y gorro de bufón tenian una decoración de tablero de ajedrez con los mismos colores, además de que numerosas borlas colgaban de su ropa. Lo más extraño que encontró, fue el gesto de impaciencia que tenia el payaso, tan incaracterístico en él.
Se acercó a tropezones a la entrada.
-¿A que viene la prisa?-bromeó, aprovechando que, por una vez, le pillaba de mal humor y podria picarle, al contrario de lo que solia pasar.
El payaso se limitó a chasquear con la lengua y a masajearse con exhasperación el largo puente de su prominente y afilada nariz.
-Bueno, ¿Qué encontraré dentro?-le preguntó.
-Tu pasado, chavalín. Eso es lo que vas a encontrar. Te lo prometí, ¿no?-
El chico se cruzó de brazos y dejó escapar una exclamación sorprendida.
-¡JA! ¿Desde cuando tu has cumplido una promesa?-
El payaso se inquietó, fuera lo que estuviese causandole aquel malestar, ni él mismo queria comprobarla.
-Esta si que la cumpliré, ya verás.-
No le hizo esperar más. Fuera lo que fuera a enseñarle, era un fragmento del pasado. Su pasado. ¿Significa eso que este habia sido, en algun punto de su vida, su instituto? Se le antojaba extraño. Parecia un sitio bastante ordinario. Eso y que la bandera de barras y estrellas pendia de un asta en el campus, lo cual queria decir que estaba muy lejos de su patria.
Al entrar, las puertas se abrieron con un crujido familiar. Algo le evocaba a reconocer aquel sonido, pero poco pudo fijarse en ello. Decenas sino cientos de estudiantes salian de sus clases y, con el pasotismo y desidia habitual en un instituto, apenas el aprendiz pudo saber si eran conscientes de que él estaba ahí. A diferencia de con el Bufón, los alumnos evitaban chocar con él, pero al bufón lo atravesaban, al no el haber estado ahí en su momento, solo era una proyeccion de su mente.
Casi se quedó maravillado con lo que vio.
Quizas un instituto era un sitio deprimente para muchos, pero para él no. Él era el aprendiz, el disfrutaba de aprender cosas nuevas y, si descuentas la presión social, la marginalización o la norma y las modas, no era un lugar tan malo. Habia gente de su edad e incluso mayores y menores. Y todos humanos. Aquella era gente con la que podia haberse entendido, gente con la que a lo mejor habria conversado alguna vez. Diablos, por lo que a él respectaba quizás podria tener amigos y conocidos en aquel instituto.
Divagando entre sus pensamientos, no vio al otro chico que se le cruzó, con ropa oscura y remendada, cargada de mensajes siniestros y con una mirada llena de pena. Y se chocaron de frente. El joven ruso se disculpó y procedió a levantarse, ofreciendole la mano al otro.
-Perdona, ¿estás bien?-
Pero el otro chico le apartó la mano de un golpe, se levantó por su cuenta, muy ofuscado y, sin mirar atrás salió por la puerta del instituto, como todos los demás. Algo habia en aquel chico que cargaba la pena y le hacia preocuparse por él. Sin embargo, intentando recordar su cara, apenas logró memorizar algunos rasgos aislados, por estupido que pareciera. Era como si no se hubiera fijado bien su cara, aunque sabia que lo habia hecho. Solo recordaba dos ojos verdes apagados, cargados con una tristeza inmenza.
Se giró para preguntarle al bufón pero este ya habia desaparecido. En su lugar, una chica americana, de ojos castaños y pelo color arena habia aparecido. Parecia mayor que él y, sin duda estaba bien dotada. El chico tuvo que hacer un esfuerzo regal por no dirigir una mirada a su pecho una segunda vez. Llevaba un tablón con unos papeles y un boligrafo en la otra mano. Cuando le avistó, inció una marcha alegre hacia él hasta detenerse cara a cara.
-¿Tu debes de ser el nuevo, si?-su voz sonaba con la tranquilidad que solo una autoridad responsable puede usar.
-Em... ¿Supongo?-comentó algo confuso, mirando alrededor, consiguiendo sacar una sonrisa de cortesia.
La chica le ofreció la mano con una sonrisa correcta.
-Hola, me llamo Marie Higgins, encantada, soy la delegada de tu curso.-
El chico le estrechó la mano algo soñador, pues se habia distraido con un par de cosas.
-¿Y tu?-dijo la chica, como para sacarle de su ensimismamiento.
Al instante, el joven ruso dio un respingo.
-¡A-Ah! ¿Yo? Yo soy ****, **** *******.-dijo.
No supo como aquellas palabras habian salido de su garganta. Aquel haba sido su nombre. Su nombre y su apellido y, de nuevo, aquello se le habia negado. Como si fuera un acto cruel, para regodearse, la chica se extrañó y le preguntó por su nombre.
-¿*******? ¿Esto es... ruso, por un casual?-
-En efecto.-admitió con una risilla nerviosa.
-Vaya, como te llamabas ****, y en tu ficha de aquí sale un apellido americano, pensé que serias tambien americano, disculpa, pero es que tu acento es perfecto. ¿Dónde lo aprendiste?-preguntó Marie curiosa.
-Ya sabes, viendo series y eso...-admitió con otra risilla.
Al joven no se le habia pasado por alto que la chica habia dicho que tenia su nombre y con un apellido americano apuntado en aquellos papeles que llevaba en su tablón. Preguntarle por ellos iba a ser muy complicado así que penso en echarle un vistazo más tarde, cuando el sueño avanzase. Tenia la impresión de que la chica de nombre Marie Higgins iba a estar muy presente y, ya que era un sueño, decidió probar suerte.
-Pues tú, sin embargo, tienes un acento escocés precioso que le hace juego a tu apellido.-dijo.
No se coloró, porque Buddha mismo no lo deseó así, porque no se le ocurrió otra razon para explicar como todavia era capaz de mirarla a los ojos despues de haber soltado semejante cursilada de ligón de segunda.
Sin embargo, la chica se rió.
-Eres un tipo con un sentido del gusto extraño, ****, pero gracias por el cumplido. A ver cuanto me dura entre tantos yankies.-dijo con una risilla moderada.
-Sin duda, seria una pena perderlo.-admitió, haciendose el interesante, mientras alzaba una ceja.
-Bueno, no nos despistemos más. ¿Te apetece que te enseñe las instalaciones?-le ofreció.
-Nada me apeteceria más.-le contestó con una sonrisa.
Y pronto, dieron un largo paseo por el instituto. Era de internado, los dormitiorios estaban separados entre chicos y chicas. Habia unos largos campos verdes rodeando al mismo. Le llevó al laboratorio, al comedor, a las clases, a la enfermeria. Le enseñó hasta los baños, la biblioteca... Todo. Sin duda era un instituto totalmente preparado. Pero eso no le importaba tanto. Cada dos por tres, intentó mirar el tablón que llevaba, buscando en una lista un nombre que le encajase con la descripción. Pero habia demasiados nombres y los ratos en los que podia mirar eran muy breves.
El tour parecia estar acabandose y la necesidad para ver su propio nombre de una vez por todas. Le parecia increible que todavia no le hubiera pillado la chica mirando. Quizás tenia demasiada confianza de los demás o simplemente le tomaba por un chico extravagante.
Pero fuera lo que fuera, no parecia actuar de manera diferente y se mantuvo igual de positiva y agradable durante toda la visita.
-Y creo que eso es todo. ¿Qué te parece nuestro instituto, ****?-le preguntó, mientras paseaban por un pasillo vacio
-Parece un sitio agradable y estais muy bien equipados.-le contestó con sinceridad.-Aunque no es diferente de muchos otros institutos que he visto.-admitió.
La escocesa cabiló un instante.
-Puede que tengas razón pero, eso no tiene porque ser una cosa necesariamente mala, ¿sabes? En otros institutos no echan a la olla a los alumnos que renqueen más con sus notas y aquí tampoco lo hacemos.-y entonces rió su propia broma.
Era una risa agradable y linda. No podria estar más prendado de ella. Él tambien se rió.
-Ahí tienes razón.-le contestó.
De pronto se hizo un silencio. Se le antojó raro. Hasta ahora no habian tenido ninguno. Habian estado hablando del instituto, de sus normas, de las instalaciones todo el rato, pero cuando aquel recurso se quemó, era como si no tuviesen nada más de lo que hablar. Pensó en preguntarle, preguntarle algo, sobre ella. No sabia porque, pero tenia un buen presentimiento, se sentia capaz de pedirle una cita. Se sentia muy cómodo en su presencia y, aunque la acababa de conocer, sabia que era totalmente su tipo. Lo que pasa, es que la inseguirdad le mantuvo en vilo el tiempo suficiente para que ella misma rompiera el silencio con algo, en la opinión del ruso mucho más aburrido.
-¡Se me olvidó! Todavia no te he enseñado la sala de estudios del consejo estudiantil, por si decides unirte y ayudar a la escuela. Ven sígueme.-
Aquello podria no ser tan mala idea. Si se unia al consejo estudiantil, podria verla más a menudo. Quizás con un poco de suerte, todos los dias. Y hablar con ella. Eso serian más posibilidades para acercarse. Y para declararse y entonces saldrian juntos. Se cogerian de la mano y se dirian cosas cursis mientras se daban besos aun más cursis. Ya era capaz de vislumbrarlo, las mieles de la victoria.
Y por fin llegaron a dicha sala. Era un lugar amueblado con mayor seriedad y con un toque de madurez que no tenian las clases. Habia poca o ninguna decoración, entre los registros del instituto, apilados en estanterias. Cuatro mesas unidas, con sillas por doquier, creaban una mesa de debate donde, el alto mando del instituto, se sentaria periodicamente para tratar de temas del instituto y el consejo estudiantil. La mesa del presidente tenia un ordenador y un fajo de papeles bastante grueso.
-Vaya... Tiene pinta de que os lo paseis de muerte aquí encerrados.-dijo con un tono jocoso al entrar en la sala.
Se escuchó como la chica cerraba la puerta y, a continuación, algo que no se esperó. Le echó el seguro a la puerta. Se giró en redondo para ver que hacia. Y, enfecto, habia cerrado la puerta con seguro y, ahora mismo, estaba desabrochandose la camisa lentamente, con una mirada un tanto provocadora en sus ojos.
Sin embargo, el chico hizo algo inusual en él. No se sobresaltó en aquella situación que, normalmente le habria ganado un ingreso en emergencas por infarto. Él tambien, comenzó a desnudarse. Ambos andaban lentamente hacia el otro. Lo deseaban. Lo habian estado deseando desde el principio. Pronto la ropa yacia a sus pies y solo quedaba la ropa interior puesta. Y, entonces se abalanzaron.
Se deseaban, bebian de los labios del otro y, cuando no lo hacian, lamian y besaban la piel de su pareja de baile. Con lujuria y cierta experiencia de la cual el aprendiz no recordaba tener, comenzó a desabrocharle el sujetador a la chica mientras sus labios no soltaban los de la misma. Sintó como ambas lenguas bailaban al son de su propia melodia caotica y que los labios eran los coros. El deseo solo iba creciendo y pronto ninguno de los dos se podria contener. Notó los dedos de la chica enrollandose con la goma de sus boxer, como provocativamente tirando de ellos, deleitando de desnudarle. Por su parte, se peleaba con el sujetador aún, una batalla que parecia haber librado numerosas veces, pero que siempre se tornaba dificil.
Y, en mitad de tan brusco y lujurioso encuentro, el fuego del momento desapareció en cuanto se escuchó un disparo. Y luego otro despues de ese. Se quedaron de piedra. Habia sonado dentro del edificio.
Se vistieron a toda prisa y buscaron el origen del sonido. El instituto estaba desierto. No encontraron a nadie. Necesitaron un tercer disparo para localizar de dónde habia venido.
-¡Viene del comedor!-dijo la escocesa con una cara de absoluto terror.
Decidieron aproximarse con seguirdad. Se asomaron por el ojo de buey de una de las puertas y contemplaron lo que pasaba.
Habia decenas de alumnos y profesores de rodillas, con los brazos en alto tras la cabeza. Algunos estaban llorando, otros miraban al suelo, pero la mayoria, miraban a uno de los alumnos, el único que estaba de pie, con una cara de absoluto terror. El alumno que estaba de pie, lucia cuatro ristras de munición cruzadas por el pecho y llevaba una escopeta de asalto militar.
A sus pies dos cadáveres yacian en el suelo, con sangre desparramada por todos lados y con poco de lo que haba sido sus cabezas pegadas a sus cuerpos. Estaban muertos. El tercer disparo habia sido hacia el techo, habia sido una advertencia, mientras que los dos primeros habian sido para ejecutar a dos personas. Un alumno y un profesor.
El chico con la escopeta les pedia con un tono amenazador que mantuvieran silencio y que no intentasen nada raro. Además, miraba nerviosamente las puertas del comedor, como esperando a alguien. Cuando su mirada se desviaba hacia la puerta, los dos extranjeros agachaban la cabeza.
La escocesa Marie, sin embargo, no pudo analizar tan fríamente la situación.
-No... Kud... ¿Porqué?-dijo, mientras se cubria la boca con horror en sus ojos.
-¿Qué pasa? ¿Le conoces?-le preguntó el chico.
-Es... Es un compañero...-dijo con voz tomada, horrorizada hasta la médula.-Tiene muchos problemas y últimamente solo habian aumentado...-
Entonces se fijó bien en él. Era capaz de reconocer un rasgo particular: Unos ojos verdes tristes. Era el mismo chico con el que se habia chocado cuando entró en el instituto. El mismo chico cuya cara no terminó de reconocer aunque sabia que se habia fijado. Pero aquella vez no fue así. Esta vez si que vio su cara. Rasgos algo infantiles, era más bajito que la media. Llevaba un pelo desordenado color cobrizo y sus ojos eran verdes, verde pistacho.
Era él.
Él tenia la escopeta, por absurdo que pareciera.
Él habia matado a aquellas dos personas.
Pero no podia ser. Él mismo estaba al otro lado de la puerta, espiandose a si mismo por la espalda. ¿O lo estaba? Cuando fue consciente de aquel hecho, el mundo dio vueltas y su consciencia emergió, de pronto el cuerpo que era identico al suyo, con la cara clavada, pero que sostenia la escopeta y habia matado a aquellas dos personas.
Y al instante lo sintió. Aparte del olor de la sangre y la polvora, aparte de los chillidos y llantos ahogados de los rehenes, pudo sentir un tremendo vacio. Una negrura dentro de él, que, como una oscuridad, le drenó al instante de toda emoción positiva, de toda tranquilidad y felicidad que podria permanecer en su cuerpo y la cambió por un amplio desprecio por la vida y por unas tremendas ganas de que se hiciera justicia. Y él no esperaria a terceros intermediarios. Él haria justicia por su propia mano, como un heroe al margen de la ley. Aquellas personas no merecian llamarse como tal y él no las pensaba tratarlas como tal.
Consciente como fue de pronto, que dos alumnos le espiaban desde una puerta trasera con un ojo de buey, se giró rotundamente y, resoplando con el nerviosismo y la adrenalina disparada les habló, gritando.
-¡Mostraos ahora mismo o me cargo a esta cria!-
Una niña de primer curso lloraba a escasos metros porque el joven de negro le habia apuntado con su escopeta.
-¡Callate!-dijo y le soltó una patada en la cara, golpeandola contra la pared y dejandola inconsciente. Una profesora que habia sido testigo de todo, la trajo para si y la escudó del cañon del arma con su propio cuerpo, con la mirada clavada al suelo.-¡Salid!-les dijo mientras acariciaba el gatillo del arma.-¡Contaré hasta tres! ¡Uno! ¡Dos!-
El chasquido de la puerta se oyó y entraron los dos jóvenes con las manos en alto. La primera, la escocesa de nombre Marie, ya la conocia, la habia visto "antes" pero al chico no le conocia para nada. Era un chico alto, rubio de ojos azul cielo y rasgos marcados de un caucasiano profundo, posiblemente ruso, tenia las pintas de ser bastante atletico y estudioso.
No supo porque pero, debido a que minutos antes la estaba desnudando y estaba besandola como nunca podria haberse imaginado que lo haria, sabiendo que todo el rato habia sido aquel desgraciado quien habia estado haciendo todo aquello que él ahora añoraba, sintió celos. Con el rostro compungido por la confusión, el desaliento y el desengaño, alzó el arma hacia el chico que abrió los ojos de terror cuando lo encañonó.
La voz de la escocesa se hizo oir, sin embargo, al principio muy baja, como si hubiera un filtro que les separaba, pero supo al instante que decia. Le estaba llamando. Por su nombre.
-Jack... Jack baja el arma por favor... J-Jack... Mírame... B-Baja el arma por favor... Te lo pido... P-Porfavor...-
Ese era su nombre. Una simple lágrima se resbaló por su rostro. Queria descubir su nombre. Queria descubrir cosas de su pasado, como habia llegado a donde recordaba que habia llegado. Pero no así. No así. Así no queria, si por el dependiera, se borraria la memoria. Si es que no lo habia hecho ya. En ese caso, no habia servido para nada. Él mismo habia buscado de nuevo sus memorias, sn saber el dolor que estas conllevarian y la culpa con la que tendria que cargar. Nada servia. Comenzó a llorar mientras le temblaba el pulso. Se puso a llorar a lágrima tendida, mientras no paraba de encañonar al otro joven. La chica, con las manos alzadas, comenzó a acercarsele poco a poco.
-M-Marie...-logró musitar entre lágrimas de dolor.-¿M-Me llamo Jack?-le preguntó, confuso.
-Si. Te llamas Jack. Viniste a este instituto desde Rusia. No querias que pusieramos el apellido de tu padre el primero y elegiste el de tu madre. Te llamas Jack Nabukov. Pediste que te llamasemos "Kudryavka", ¿recuerdas? Ese era tu mote... E-Es un mote bonito, ¿verdad? Ahora... B-Baja el arma y hablemos de esto...-
Aquello fue la confirmación definitiva. No queria llamarse Jack. Era un nombre estúpido. Era un nombre tópico. Era un nombre de asesino, de malhechor. Y no solo porque la historia y al ficcion lo habia elegido como tal, sino porque él mismo habia asesinado a dos personas con ese nombre. La prueba era que los veia: Veia a dos cadaveres y sabia que él los habia matado, pues tenia el armay estaba dispuesto a apretar el gatillo una vez más.
La chica, normalmente le saludaba todos los dias. Siempre habia sido amable y buena y, siendo así de atractiva, no habia podido evitar enamorarse de ella. Pocas personas le trataban así. Pero ahora la chica le miraba con miedo. El reflejo en sus ojos castaños era el de un monstruo. El de un asesino y sabia que lo único que impedia que la chica decidiera perderle de vista por siermpre y dejarle morir a su propia desesperación era porque él ahora tenia el arma. Él tenia el poder.
Y aquello le terminó por desgarrar. La furia y el desazón se apoderaron de él y dejó escapar un grito terrible.
Apretó el gatillo. La chica salió volando hacia atrás con una cara de sorpresa. Chocó contra la pared y todo se llenó de sangre y visceras. Habia muerto en el acto y aquello no le habia bastado. El otro chico se le habia echado encima y haba empezado a forcejear con él su arma. De no ser por un tiro a quemarropa que le atravesó el estómago al instante, el otro ruso probablemente le habria arrebatado el arma. El chico yacia en el suelo, sangrando por todos lados, sangre borbotaba por su bocas así como su herida y lo teñia todo de un rojo languido. El color de la sangre. Con una mirada fría y cuando recuperó su aliento, le apuntó con la escopeta a la cabeza y terminó el trabajo sin inmutarse.
Cuatro personas. Habia matado a cuatro personas. Una arcada se asomó por su garganta. Jadeaba. Temblaba. No sabia que queria o que hacia ya. Era un despreciable asesino. No era ningun heroe de la justicia ni nada tan estúpido como eso.
-¡Todo el mundo fuera! ¡YA!-exclamó.
Tras la marabunta de pisotadas, se pudo escuchar las sirenas de policia y multitud y los sonidos de pasos apresurados y pesados acercandose al comedor como una presencia innegable.
Yo soy Jack "Kudryavka" Nabukov, alumno de intercambio ruso. Quince años de edad. Fan de los comics y de las chicas atractivas. Quiero o queria ser cosmonauta. Asesino de tres alumnos y un profesor. Soy la escoria que mora en este mundo. Merezco morir.
Acto seguido, el ruso se encañonó la boca, dispuesto a arrebatarse la vida. Era como su último acto de cobardia. No dejaria que la misma justicia a la que él siempre abogaba y citaba le procesara. No queria pasar más por aquello. Se encargaria de ello. Lagrimas de sangre saltaban de su cara y recorrian sus carrillos hasta precipitarse al suelo por su mandíbula. Cerró los ojos. Esperaba no fallar.
BLAM.
El cuerpo del ruso cayó inerte al suelo y se hundió en el creciente charco de sangre que formaban los ahora cinco cadaveres en el suelo del comedor. Lo último que Jack "Kudryavka" Nabukov escuchó, fue el sonido del martillo resonar contra las puertas atrancadas, los swats intentando entrar. Solo verian la carniceria. No le cogerian con vida.
Y entonces, todo se volvió negro.
El aprendiz se levantó de madrugada. Todo aquello le habia golpeado con tal fuerza que se encontraba en shock. Hizo ademán de vomitar. Una dos veces. Se tiró al suelo, pues es le acabó la cama y se arrastró fuera de la habitación llorando. Un peso de culpabilidad se apoderó de su pecho mientras a mitad del gateo se fue incorporando y cogió sus cosas a toda prisa y bajo las escaleras apunto de tropezarse más de una vez.
Si lo de su sueño era verdad. Si ese era su nombre. Si esa era la historia tras él. No la queria. No la deseaba. Queria olvidarlo. No se preocupó por su propia seguridad y saltó a la calle directamente. No merecia ni compartir ningun torreón con nadie. Era un monstruo. Un asesino. Era todo lo que podia haber llegado a temer y despreciar al mismo tiempo. Se daba asco. No pensó ni por un instante en sentarse a meditar sobre el sueño. Si lo hubiera hecho, habria sacado cosas bastante inconexas en él.
Pero el chico estaba demasiado desolado para pensar con claridad. Dando tumbos, anduvo por la ciudad, sin rumbo. Lloraba, gritaba. Pateaba las piernas y le pedia a la ciudad que le matara. Le pedia a gritos a los monstruos del alba que le devorasen, para pagar por sus pecados. Para hacer la cosa que merecia, la cosa de la que era tan cobarde que no era ni capaz de hacer él mismo.
>> No te preocupes chavalín. Ya me encargo yo de que no sea así.. Ku ku ku.
Y entonces, dejó de ser el aprendiz. Volvió a ser Jack Nabukov. Y Jack volvió a Maciel, cuando rompio el alba, por la mañana.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
18/04/14, 12:24 am
Cuando la comida estuvo finalmente hecha al gusto de los comensales, tomaron asiento y Alice aprovecho el momento para disculparse tal y como deseaba. Dhelian escucho la disculpa con incomodidad, sin poder olvidar el echo de que el debía una y que no podía darla aun. La respuesta de Ozzchreanos le sonó como algo no únicamente dirigido a la humana y se sintió un poco aliviado al respecto. Al menos el ochrorio dejaba abierta la puerta a un posible perdón a largo plazo. Solo necesitaba encontrar un buen momento para hablarle y que el otro estuviera dispuesto a escucharle.
"Aun queda ver si me perdona de verdad, pero es mejor que una total negativa" pensó Dhelian intentando ser un poco positivo y no deprimirse demasiado. Eso de estar en malos términos con sus compañeros le ponía de los nervios. Aun dándole algunas vueltas al tema, comenzó a comer escuchando no solo la respuesta de Shaco a su pregunta sino la historia que narraba y que sonaban fantásticas a oídos de Dhelian. Hablaba de un mundo bastante extraño para el.
Cuando la cena dio fin Dhelian fue uno de los primeros en levantarse para recoger. No permitiría que el humano también limpiara después que había cocinado para todos. Después de limpiar con cierta ayuda decidió ir por agua al pozo con intención de darse un baño antes de acostarse, dejando al resto el convencer al pelinaranja de dormir en una cama. Tras el baño, fresco y relajado, volvió a la primera planta encontrándose por el camino a Shaco el cual parecía haber decidido dormir en una de las habitaciones.
Como ya era mas un habitual, se acostó en el sofá bastante cansado como estaba tras ese entrenamiento tan extraño que habían tenido. Olvido completamente el encender una luz como siempre hacia antes de acostarse por lo que se sumió en la oscuridad total de rocavarancolia.
"Aun queda ver si me perdona de verdad, pero es mejor que una total negativa" pensó Dhelian intentando ser un poco positivo y no deprimirse demasiado. Eso de estar en malos términos con sus compañeros le ponía de los nervios. Aun dándole algunas vueltas al tema, comenzó a comer escuchando no solo la respuesta de Shaco a su pregunta sino la historia que narraba y que sonaban fantásticas a oídos de Dhelian. Hablaba de un mundo bastante extraño para el.
Cuando la cena dio fin Dhelian fue uno de los primeros en levantarse para recoger. No permitiría que el humano también limpiara después que había cocinado para todos. Después de limpiar con cierta ayuda decidió ir por agua al pozo con intención de darse un baño antes de acostarse, dejando al resto el convencer al pelinaranja de dormir en una cama. Tras el baño, fresco y relajado, volvió a la primera planta encontrándose por el camino a Shaco el cual parecía haber decidido dormir en una de las habitaciones.
Como ya era mas un habitual, se acostó en el sofá bastante cansado como estaba tras ese entrenamiento tan extraño que habían tenido. Olvido completamente el encender una luz como siempre hacia antes de acostarse por lo que se sumió en la oscuridad total de rocavarancolia.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Lops
Ficha de cosechado
Nombre: Kradko
Especie: Clinger de la sociedad nómada
Habilidades: Agilidad, oído musical, habilidad manualPersonajes :
· Adara: Humana ángel negro.
· Heraldo Rocuo: Ochrorio ominario.
· Kradko: Clinger lepäni.
Armas : · Adara: ballesta, tonfas, espada larga y lanza naginata.
· Kradko: bastón.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
18/04/14, 05:11 pm
Aquella noche, el inquilino humano no había sido el único en despertar repentinamente de un sueño excepcional e inquietante, aunque sí el primero. Para cuando Ozzchreanos se levantó alterado, ya Shaco se había marchado. Pasó un rato hasta que consiguió racionalizar la situación y calmarse, aunque de algún modo le pareció muy real lo que había experimentado. ¿Hubieran tenido tal vez algo que ver los dioses? De algún modo, sentía que su marcha había roto el Equilibrio de la Iglesia Espiritual Rocuo, pero tal vez de esta fractura pudiera surgir un orden nuevo más favorable para los designios del Equilibrio. ¿Tal vez esa era su función en Rocavarancolia? Un sujeto pasivo, casi insignificante, que al salir de la norma provoca un conflicto que lleva a un estado superior al ya establecido. Ozzchreanos confiaba ciegamente en los designios de los dioses. E igual pecaba de romántico.
Finalmente, se levantó de la cama. Parecía ser que el macielero visitante ya andaba despierto, pues no se encontraba en el lecho que se había agenciado. El ochrorio realizó mientras unos ejercicios para estirar los músculos y decidió bajar al salón, aunque era demasiado pronto como para desayunar nada. Igual allí se encontraba el humano.
Pues no se encontraba allí, y tampoco en la letrina. Sin tener otra tarea por realizar, decidió realizar una búsqueda general por el torreón, pero no halló ni siquiera un indicio del huésped. No le veía sentido a que estuviera escondido, pero mucho menos a que se marchara de buena mañana y sin avisar a nadie. Además, era peligroso. Dedujo que tal vez no había coincidido con él por casualidad, así que decidió bajar de nuevo al salón principal. Esperaría, en algún momento debía pasarse por ahí si seguía en el torreón.
Pero nadie más se presentó que el segundo de los moradores de Letargo en despertar. Ozzchreanos, sin hacerse esperar después de saludarle, le comunicó que no encontraba a Shaco y le preguntó si sabía algo sobre el mismo.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
18/04/14, 06:07 pm
Sura dio su visto bueno, pero añadiendo ciertos comentarios pícaros que si bien eran comprensibles, no se vieron respondidos. En otro momento sí que habría seguido la broma, pero estaba agotada y sólo quería darme un buen baño, acostarme y charlar un par de segundos antes de quedarme dormida. Dhelian fue primero, después yo, y en cuanto llegué al dormitorio y vi al chaval dormido me encogí de hombros y me acosté también. Apenas tardé en dormirme.
A la mañana siguiente, temprano, me levanté dispuesta a retomar el entrenamiento de ayer para afianzar en la memoria los movimientos. Ni Shaco ni Ozz estaban en su camas, así que intuí que estarían desayunando y, tras asearme y cambiarme, bajé al salón. Allí encontré al ochrorio, quien me dijo de inmediato que no encontraba a Shaco.
—Espera, espera, ¿no está? Le has buscado... ¿Y no aparece? No puede ser... ¡Shaco, deja las bromas!—exclamé en dirección a las escaleras.
Fui hacia la sala de entrenamiento, ya que era el lugar donde seguramente estaría... O no. <<Nada por aquí... El patio>> Tampoco. Ni en el sótano, ni en la última planta... <<¿Dónde carajo está? ¿No se le habrá ocurrido volver solo a Maciel?>> Volví al salón por si alguien más había despertado, pensando en ir al dichoso torreón a ver si estaba allí. Sin embargo, hoy debía ser el día de disgustos: Dhelian se estaba despertando visiblemente agitado, nervioso. Automáticamente recordé las palabras de Marsi sobre sus pesadillas y me acerqué al chico, dando por hecho que le habría pasado algo similar. Con Kora en su sofá, poco acercamiento podía haber, pero sí que intenté cogerle las manos.
—Eh, Dhelian, tranquilo, ¿un mal sueño? Solo fue eso, calma, calma.
A la mañana siguiente, temprano, me levanté dispuesta a retomar el entrenamiento de ayer para afianzar en la memoria los movimientos. Ni Shaco ni Ozz estaban en su camas, así que intuí que estarían desayunando y, tras asearme y cambiarme, bajé al salón. Allí encontré al ochrorio, quien me dijo de inmediato que no encontraba a Shaco.
—Espera, espera, ¿no está? Le has buscado... ¿Y no aparece? No puede ser... ¡Shaco, deja las bromas!—exclamé en dirección a las escaleras.
Fui hacia la sala de entrenamiento, ya que era el lugar donde seguramente estaría... O no. <<Nada por aquí... El patio>> Tampoco. Ni en el sótano, ni en la última planta... <<¿Dónde carajo está? ¿No se le habrá ocurrido volver solo a Maciel?>> Volví al salón por si alguien más había despertado, pensando en ir al dichoso torreón a ver si estaba allí. Sin embargo, hoy debía ser el día de disgustos: Dhelian se estaba despertando visiblemente agitado, nervioso. Automáticamente recordé las palabras de Marsi sobre sus pesadillas y me acerqué al chico, dando por hecho que le habría pasado algo similar. Con Kora en su sofá, poco acercamiento podía haber, pero sí que intenté cogerle las manos.
—Eh, Dhelian, tranquilo, ¿un mal sueño? Solo fue eso, calma, calma.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
18/04/14, 07:34 pm
Aun podía sentir como sus miembros eran arrancados y sus ojos picoteados cuando despertó, sudando y nervioso mirando alrededor con ojos desorbitados, sus labios fuertemente apretados en un grito mudo. Sin pretenderlo y movido por el terror de lo que su mente le había hecho ver mientras dormía, intento alejarse del cuerpo tendido a su lado.
"¡No...No te acerques!" pensó sin ser capaz de pronunciar palabra al sentir las manos de Alice sosteniendo las suyas. "Mis manos...tengo mis manos. ¡Me esta agarrando!" Temiendo que de un momento a otro y al igual que en esas visión mientras dormía, decidiera jalar y arrancarle el brazo, se soltó bruscamente, arañando a la humana. La miro, respirando con dificultad.
-¡Alice! ¿¡No estáis jugando, verdad!? No...no os vais a comer, ni descuartizaros...ni cortaros, ni...-murmuro apretando fuertemente los ojos buscando calmarse, conteniendo las nauseas. Ansioso, paso las manos por sus cabellos, jalándolos suavemente antes de volver a hablar-Lo siento...perdón Alice...tuve una pesadilla...tan real...perdón por arañarte -añadió calmando tanto su respiración como el rápido latir de su corazón. Aunque seguía con el estomago revuelto, poco a poco fue calmándose. Alice estaba entera y empezaba a ver que solo había sido un sueño. Uno como el que la humana había tenido: extraño y con otros cosechados en el. Se sintió avergonzado de su reacción por una simple pesadilla.
-Alice, lo siento...estoy mejor. Luego te contare lo que soñé ¿si? -sonrió forzadamente y notó por primera vez la preocupación en los ojos de esta. Una preocupación que no parecía ser solo por el y su pesadilla-¿Que pasa?- preguntó, notando por primera vez que Ozzchreanos también estaba presente en el salón y que acababa de darle un espectáculo de crío, cosa que lo avergonzó aun mas. Alice le contó lo que ocurría y lo primero que pensó al enterarse de que Shaco había desaparecido fue que se lo habían comido, pero eliminó la idea rápidamente de su cabeza y la preocupación sustituyo al miedo.
-No pudo haberse ido solo. Por mas que pueda defenderse, es peligroso...-dijo levantándose del sofá de forma algo torpe, la ropa se le pegaba al cuerpo por el sudor- Deberíamos ir a buscarlo -dijo de inmediato mirando a sus compañeros ansioso porque aceptaran. Solo de pensar en que Shaco estuviera solo por la ciudad se le helaba la sangre. No quería que le pasara nada malo.
"¡No...No te acerques!" pensó sin ser capaz de pronunciar palabra al sentir las manos de Alice sosteniendo las suyas. "Mis manos...tengo mis manos. ¡Me esta agarrando!" Temiendo que de un momento a otro y al igual que en esas visión mientras dormía, decidiera jalar y arrancarle el brazo, se soltó bruscamente, arañando a la humana. La miro, respirando con dificultad.
-¡Alice! ¿¡No estáis jugando, verdad!? No...no os vais a comer, ni descuartizaros...ni cortaros, ni...-murmuro apretando fuertemente los ojos buscando calmarse, conteniendo las nauseas. Ansioso, paso las manos por sus cabellos, jalándolos suavemente antes de volver a hablar-Lo siento...perdón Alice...tuve una pesadilla...tan real...perdón por arañarte -añadió calmando tanto su respiración como el rápido latir de su corazón. Aunque seguía con el estomago revuelto, poco a poco fue calmándose. Alice estaba entera y empezaba a ver que solo había sido un sueño. Uno como el que la humana había tenido: extraño y con otros cosechados en el. Se sintió avergonzado de su reacción por una simple pesadilla.
-Alice, lo siento...estoy mejor. Luego te contare lo que soñé ¿si? -sonrió forzadamente y notó por primera vez la preocupación en los ojos de esta. Una preocupación que no parecía ser solo por el y su pesadilla-¿Que pasa?- preguntó, notando por primera vez que Ozzchreanos también estaba presente en el salón y que acababa de darle un espectáculo de crío, cosa que lo avergonzó aun mas. Alice le contó lo que ocurría y lo primero que pensó al enterarse de que Shaco había desaparecido fue que se lo habían comido, pero eliminó la idea rápidamente de su cabeza y la preocupación sustituyo al miedo.
-No pudo haberse ido solo. Por mas que pueda defenderse, es peligroso...-dijo levantándose del sofá de forma algo torpe, la ropa se le pegaba al cuerpo por el sudor- Deberíamos ir a buscarlo -dijo de inmediato mirando a sus compañeros ansioso porque aceptaran. Solo de pensar en que Shaco estuviera solo por la ciudad se le helaba la sangre. No quería que le pasara nada malo.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
20/04/14, 02:10 pm
Me levanto con tranquilidad y ya oigo voces en el salón, frunzo el ceño al identificar las voces. <<Humm, tendré que hacer una fiesta de verdad, no solo se ha levantado uno, si no tres antes que yo>>. En verdad estoy sorprendida, pero en cuanto me entero de las noticias mi humor pasa por varios estadios. El último es ira, toda dirigida al cabeza hueca de nuestro huésped. Rechino los dientes y miro a los presentes.
-Esto no se va a quedar así. Preparaos, salimos al torreón Maciel. Y por su bien espero que esté a salvo - mi tono deja bien claro que si no es así el destino que le depara va a ser peor del que pueda tener.
Me visto, recojo mis armas y espero en la puerta al resto. Si el humano está bien pienso darle tal paliza que se le van a quitar todas las ganas de volver a salir solo. En el fondo estoy agradecida porque ayudase a superar tensiones en el torreón y precisamente por eso salgo a asegurarme de que está bien, eso y que por muy excéntrico que sea me ha caído en gracia. Pero ya puede irse preparando, no va a tener ciudad para correr ni nada.
Sigue en la Cicatriz de Arax
-Esto no se va a quedar así. Preparaos, salimos al torreón Maciel. Y por su bien espero que esté a salvo - mi tono deja bien claro que si no es así el destino que le depara va a ser peor del que pueda tener.
Me visto, recojo mis armas y espero en la puerta al resto. Si el humano está bien pienso darle tal paliza que se le van a quitar todas las ganas de volver a salir solo. En el fondo estoy agradecida porque ayudase a superar tensiones en el torreón y precisamente por eso salgo a asegurarme de que está bien, eso y que por muy excéntrico que sea me ha caído en gracia. Pero ya puede irse preparando, no va a tener ciudad para correr ni nada.
Sigue en la Cicatriz de Arax
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
20/04/14, 09:07 pm
Marsi hace algunos ejercicios nada más levantarse. Había estado gran parte de la noche dándole vueltas al desastroso entrenamiento (en su opinion) que había hecho. No aguantó mucho en ayunas, por lo que acabó bajando a por algo de comer, y se encontró con que bastante gente se había levantado.
-¿Hola?- saludó extrañada. Era bastante temprano, y además el ambiente le pareció extraño, como si algo malo hubiese pasado. Dhelian se estaba levantando de forma torpe del sofá, cubierto de sudor, Ozz y Alice parecían asustados, y Sura maldecía en voz alta.-¿Qué...?
De nuevo el aprendiz de idiota. El mal humor de la ulterana se le contagió. También pensaba salir a buscarle, se negaba en rotundo a que hubiese otra muerte. Recogió sus armas, se rehizo la cola alta del entrenamiento y metió en su bolsa algo de pan y queso y una botella de syv, pues a la mayoría no le había dado tiempo a desayunar. Fue comiendo mientras salían por la puerta.
Sigue en el torreón Maciel.
-¿Hola?- saludó extrañada. Era bastante temprano, y además el ambiente le pareció extraño, como si algo malo hubiese pasado. Dhelian se estaba levantando de forma torpe del sofá, cubierto de sudor, Ozz y Alice parecían asustados, y Sura maldecía en voz alta.-¿Qué...?
De nuevo el aprendiz de idiota. El mal humor de la ulterana se le contagió. También pensaba salir a buscarle, se negaba en rotundo a que hubiese otra muerte. Recogió sus armas, se rehizo la cola alta del entrenamiento y metió en su bolsa algo de pan y queso y una botella de syv, pues a la mayoría no le había dado tiempo a desayunar. Fue comiendo mientras salían por la puerta.
Sigue en el torreón Maciel.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
20/04/14, 10:29 pm
Sí que había tenido un mal sueño, pero más que eso debía haber sido una pesadilla de las peores para reaccionar así. Más aún por el hecho de reaccionar así precisamente conmigo... Tanto que se separó de mí bruscamente, arañándome. Me alejé para dejarle espacio y dejar que se tranquilizara. <<Acaba de salir de una pesadilla terrible, calma>> Cuando preguntó, mucho más calmado, respondí:
—No, Dhelian, tranquilo. Somos nosotros—y me volví a acercar para cogerle las manos con suavidad—¿Ves? No te preocupes, ya pasó todo.
Luego le conté lo de Shaco y, como temía, dijo de ir —obvio— pero quería ir él también. Casi que le dije de quedarse para tranquilizarse del todo, por evitarle correr peligro, pero en su lugar suspiré al verle decidido. Y, realmente, su magia sumada a la mía nos vendría bien en caso de contratiempos.
—Sí, deberíamos ir. Un minuto para prepararnos y salimos.
Me callé una bordería para Sura por su comentario de lo que le haría a Shaco de no aparecer y fui a por mis cosas. <<Cómo se le ocurre semejante estupidez. Eso se dice cuando el que va a hacer la trastada está delante, ¡no desaparecido!>> Dicho y hecho, poco después íbamos ya camino de la Cicatriz Sura, Dhelian, Marsi y yo.
Sigue en La Cicatriz de Arax
—No, Dhelian, tranquilo. Somos nosotros—y me volví a acercar para cogerle las manos con suavidad—¿Ves? No te preocupes, ya pasó todo.
Luego le conté lo de Shaco y, como temía, dijo de ir —obvio— pero quería ir él también. Casi que le dije de quedarse para tranquilizarse del todo, por evitarle correr peligro, pero en su lugar suspiré al verle decidido. Y, realmente, su magia sumada a la mía nos vendría bien en caso de contratiempos.
—Sí, deberíamos ir. Un minuto para prepararnos y salimos.
Me callé una bordería para Sura por su comentario de lo que le haría a Shaco de no aparecer y fui a por mis cosas. <<Cómo se le ocurre semejante estupidez. Eso se dice cuando el que va a hacer la trastada está delante, ¡no desaparecido!>> Dicho y hecho, poco después íbamos ya camino de la Cicatriz Sura, Dhelian, Marsi y yo.
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No Hope. No Dreams. No Love.
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- InvitadoInvitado
Re: Torreón Letargo (Archivo IV)
24/04/14, 10:30 pm
Marsi no quería hablar, pero tuvo que hacerlo. Le hubiese gustado quedarse en Maciel pero al parecer sobraban.
-No tiene nada que ver contigo- respondió a Sura. Le explicó lo que había ocurrido en Maciel y cómo se encontraba Taro, además del ambiente general.
Llegaron al torreón. Ahora tocaría dejar que pasasen los días, sin saber qué sería de Taro, o si Lara se recuperaba. Si encontraban o no a Baurus y en qué condiciones. Marsi se sentía frustrada, derrotada e impotente. Básicamente como ya era costumbre en esa ciudad. Podría haber subido y haberse encerrado en la sala de entrenamiento, pero estaba cansada de la caminata y de la llantina. Se metió en la cocina y se puso a cocinar para distraerse, sin molestarse e subir sus armas al dormitorio. Las dejó en una esquina para que no molestasen.
-No tiene nada que ver contigo- respondió a Sura. Le explicó lo que había ocurrido en Maciel y cómo se encontraba Taro, además del ambiente general.
Llegaron al torreón. Ahora tocaría dejar que pasasen los días, sin saber qué sería de Taro, o si Lara se recuperaba. Si encontraban o no a Baurus y en qué condiciones. Marsi se sentía frustrada, derrotada e impotente. Básicamente como ya era costumbre en esa ciudad. Podría haber subido y haberse encerrado en la sala de entrenamiento, pero estaba cansada de la caminata y de la llantina. Se metió en la cocina y se puso a cocinar para distraerse, sin molestarse e subir sus armas al dormitorio. Las dejó en una esquina para que no molestasen.
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