Sede de los Taumaturgos (Archivo I)

Recuerdo del primer mensaje :

Llego a la inmediaciones del minarete de madera rojiza ... es un edifico increíble, con decoraciones que recuerdan la arquitectura árabe ..
-Vaya - digo mirándolo - ... seria un lugar fantástico para vivir - les comento a los otros - ... ¿sera seguro? ...
Estoy alerta, preparado para cualquier cosa ...

- Buenas noches, Elliot - le digo. <<¿Enanos?>>, pienso. Me quedo haciendo la guardia.

-Buenas noches "respondo a Elliot".

-Buenas noches a ti también Helli, me voy a dormir ya... suerte haciendo guardia.

Me voy al primer escalón que veo libre y me recuesto, pensando en mis cosas hasta que me duermo.

(HASTA EL LUNES NO VOY A PODER CONECTARME... HACED CON MI PERSONAJE LO QUE CREAIS CONVENIENTE)

- Buenas noches, Dean. Que duermas bien. Yo me quedaré aquí un rato - me despido. Prosigo con la guardia, alerta, por si acaso.

La gente empezaba otra vez a dormirse. Yo estaba cansado pero no quería dormirme.
Di varias vueltas, ambulando sin rumbo por el escombroso edificio, hasta que, muerto de aburrimiento, me acerco a un escalón a media altura (ni los más altos ni los más bajos) para tener vista de todo el grupo, y me acuesto allí, hasta que los parpados se van cerrando por el peso del cansancio
<<Dos días y aún no me llego a relacionar del todo, haber si mañana tengo más tiempo y converso con los demás.>> Pienso antes de dormirme. Después, el aroma suave y tranquilo del sueño me lleva consigo....

Me desperté de una manera muy extraña, abriendo los ojos como platos y levantándome poco a poco. Estaba acartonado, con dolores en el cuerpo.
<<Eso se me quita en un par de horitas, como los demás días>> Pienso.
Cuando me incorporo por completo miro a la gente y aún duerme.
<<Qué extraño!<< Pienso con ironía.
Después miro hacia abajo y veo a Elliot apoyada en la pared. No se si está a medio de volver adormirse o esta en su mundo... Como está sola y ya a amanecido, decido acercarme.

Al bajar, Elliot me olle y me ve.
Me ofrece una pequeña porción de pescado para desayunar y hace un comentario que obligatoriamente me hace reir.
-Muchas gracias, señorita. Comeré despacio para evitar una indigestión, no quiero llenarme muy rápido. -Le digo riéndome.
-Me alegra conocer a alguien como tú, da muchos ánimos despertarse con esa energía. -Le digo con una sonrisa sincera.
-Qué tal ha pasado la noche la señorita simpática y bromista?? -Le pregunto.
<<Déjate tanto alago que la vas a asustar, Jau.<< Pienso.
No estaba muy acostumbrado a relacionarme con mujeres en mi pasado, excepto con las chicas con las que bailaba.

-Cierto! Además, Rocavarancolia es el mayor centro de adelgazamiento que conozco y muy efectivo. -Bromeo siguiéndole la corriente.
-Pero yo no quiero adelgazar, quiero comida, así que esperemos que hoy haya algomás para comer.
-Si has dormido tan bien, me alegro mucho por ti. -Le contesto devolviéndole la sonrisa.

-La mujer de la fuente??! Prefiero morir de hambre. -Digo bromeando y riendo.
-Sí, hay que moverse seguro, si no avanzamos, no conseguiremos nada, ni materiales, ni comida ni agua... Nada. Y necesitamos muchas cosas si queremos sobrevivir. -Le comento.
- Pero como tu has dicho, este sitio es enorme, hay que pensarlo muy bien antes de dirigirse a un sitio concreto. Me apuesto que vayamos a donde vayamos nos jugaremos la vida, así que por lo menos, que nos juguemos la vida lo menos posible... -Finalizo.
Me doy cuenta que me he puesto serio y cambio de actitud al momento.
-Bueno, aquí la gente no se despierta ni aunque estén muriéndose de hambre. Vaya unas marmotas. -Bromeo.

Me volví a reír, víctima de sus comentarios.
-Eres una caníbal. -Le dije riéndome.
-Tienes razón,para salir a explorar ese número de personas sería perfecto.
-Además, todo lo que nos digan las personas que viven aquí, hay que tomárselo al pie de la letra, y si es sobre nuestra supervivencia, más aún.
-Cuando se despierten las marmotas lo hablamos. Yo quiero salir al aire fresco, que ayer no fui al río. Así que de esas cinco personas ya quedan cuatro.

Me despiertan las voces de un chico y una chica hablando. Abro los ojos con dificultad y trato de levantarme con todavía más dificultad. Dormir en el frío y duro suelo iba a acabar con mis músculos. Me siento y me estiro un poco para luego levantarme lentamente. Me estiro más estando ya de pie profiriendo pequeños quejidos de dolor. Veo que los que me han despertado son Elliot y Jau.

-Hola, buenos días- digo con voz somnolienta.

Veo movimiento en los escalones, y veo que se levanta Ulises y se dirige hacia nosotros.
-Buenos días Ulises. -Le saludo.
-Perdona si te hemos despertado, pero tampoco vendría mal despertar a los demás. -Dice sonriendo.
-Qué tal la noche?.