Torreón Maciel (Archivo V)
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Rocavarancolia Rol
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Naeryan
Baurus
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LEC
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Giniroryu
Red
Tak
Leonart
19 participantes
Página 82 de 83. • 1 ... 42 ... 81, 82, 83
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Torreón Maciel (Archivo V)
06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/04/14, 12:36 pm
El hechizo funcionó. Los ojos del biomecánico funcionaban ahora como una cámara que podía desplazar mentalmente a su antojo hacia cualquier punto de la zona circundante. Keiria podría ver una niebla blanca cubriendo los ojos del irrense mientras este observaba sin impedimento alguno a un murciélago flamígero que volaba cerca de los muros del torreón.
—Estoy viendo el exterior. Los alrededores de Maciel —comunicó con un ligero deje de algo difícilmente distinguible entre su habitual tono monótono—. Hay dos esos roedores voladores incandescentes revoloteando cerca —Si la ulterana se asomase a la ventana, podría comprobar que era cierto—. Voy a comprobar el alcance del hechizo.
Archime desplazaría su visión en todas las direcciones posibles, hasta el límite del alcance del hechizo. Era un sortilegio bastante costoso, por lo que a pesar de que su intención era practicar con él toda la noche, se le agotarían mucho antes las energías y se quedaría dormido sobre la mesa.
—Estoy viendo el exterior. Los alrededores de Maciel —comunicó con un ligero deje de algo difícilmente distinguible entre su habitual tono monótono—. Hay dos esos roedores voladores incandescentes revoloteando cerca —Si la ulterana se asomase a la ventana, podría comprobar que era cierto—. Voy a comprobar el alcance del hechizo.
Archime desplazaría su visión en todas las direcciones posibles, hasta el límite del alcance del hechizo. Era un sortilegio bastante costoso, por lo que a pesar de que su intención era practicar con él toda la noche, se le agotarían mucho antes las energías y se quedaría dormido sobre la mesa.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/04/14, 03:30 pm
Fue la noche más larga desde que habían llegado. No durmió pero tampoco hizo nada. Pasó las horas tumbada, apenas sin moverse, los ojos abiertos mirando el techo. Estaba quedandose traspuesta cuando asomaron las primeras luces. Como si lo considerase algun tipo de señal se deslizó fuera del colchón. Nero dormía apaciblemente, ajeno a los miedos y a la desgracia.
Sentada en la cocina, se dio cuenta de que tampoco tenía apetito.
Sentada en la cocina, se dio cuenta de que tampoco tenía apetito.
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/04/14, 04:21 pm
Lara pidió ser quien prendiera la pira funeraria de Rica en el patio. Se sentó en el suelo frente al fuego y volvió a llorar desconsoladamente. La imagen de la pequeña ardiendo se le quedó grabada en la retina y la ordesa supo que aparecería en sus peores pesadillas durante mucho tiempo, pero no fue capaz de apartar la mirada. Quería verlo. Tenía que verlo. Había sido culpa suya y ahora tenía que tragar con las consecuencias. También quería creer que de este fallo encontraría el valor para no errar más con los cuatro bebés que todavía vivían.
Y lloró aún más.
Permaneció en el patio hasta que el fuego se apagó y solo quedaron cenizas y huesos diminutos. Lara se tragó cualquier repugnancia que sintiera y reunió el valor que no tenía para lo que haría. Se puso de rodillas frente a los restos y, manualmente, cargó las cenizas en una jarra de cristal de la cocina. Estaban todavía calientes y la madre se quemó las manos, pero no dio muestras de quejarse. Si le dolía era porque estaba viva y era más de lo que podía decirse de aquellos restos de que amontonaba.
Cuando acabó con las cenizas, limpio los restos de los huesos y los guardó en su marsupio. Se mordía el labio en un intento vano de reprimir de nuevo el llanto. Sus ojos no tenían ya lágrimas que derramar, solo una expresión identificable entre la rabia y la pena. Lara subió a la habitación con la jarra en una mano, la dejó en el suelo junto a su cama y sacó de debajo del colchón la falda semitransparente con la que había venido a la ciudad. La agarró de un punto y tiró hasta desgarrar la tela. Repitió aquello hasta que tuvo dos trozos simétricos; con uno cubrió la jarra y con otro hizo un saquillo para guardar los huesos.
Dejó ambas cosas bajo su cama y fue a recoger la cesta con los bebés, que se había habían quedado a cargo de Ippon durante el crematorio. Los subió con ella a la habitación y, en su cama, se hizo un ovillo. Le dolía ver el hueco que había dejado Rica en aquella cesta, pero seguía empeñada en no retirar la mirada. Se quedó así hasta que el sueño se la llevara por delante, contemplando su primer gran fallo y preguntándose si el resto de los retoños notaría la ausencia que tanto le estaba doliendo a ella.
Lara despertaría tarde a la mañana siguiente, todavía con las manos quemadas, y no abandonaría la cama hasta que sus bebés no se lo exigieran.
Y lloró aún más.
Permaneció en el patio hasta que el fuego se apagó y solo quedaron cenizas y huesos diminutos. Lara se tragó cualquier repugnancia que sintiera y reunió el valor que no tenía para lo que haría. Se puso de rodillas frente a los restos y, manualmente, cargó las cenizas en una jarra de cristal de la cocina. Estaban todavía calientes y la madre se quemó las manos, pero no dio muestras de quejarse. Si le dolía era porque estaba viva y era más de lo que podía decirse de aquellos restos de que amontonaba.
Cuando acabó con las cenizas, limpio los restos de los huesos y los guardó en su marsupio. Se mordía el labio en un intento vano de reprimir de nuevo el llanto. Sus ojos no tenían ya lágrimas que derramar, solo una expresión identificable entre la rabia y la pena. Lara subió a la habitación con la jarra en una mano, la dejó en el suelo junto a su cama y sacó de debajo del colchón la falda semitransparente con la que había venido a la ciudad. La agarró de un punto y tiró hasta desgarrar la tela. Repitió aquello hasta que tuvo dos trozos simétricos; con uno cubrió la jarra y con otro hizo un saquillo para guardar los huesos.
Dejó ambas cosas bajo su cama y fue a recoger la cesta con los bebés, que se había habían quedado a cargo de Ippon durante el crematorio. Los subió con ella a la habitación y, en su cama, se hizo un ovillo. Le dolía ver el hueco que había dejado Rica en aquella cesta, pero seguía empeñada en no retirar la mirada. Se quedó así hasta que el sueño se la llevara por delante, contemplando su primer gran fallo y preguntándose si el resto de los retoños notaría la ausencia que tanto le estaba doliendo a ella.
Lara despertaría tarde a la mañana siguiente, todavía con las manos quemadas, y no abandonaría la cama hasta que sus bebés no se lo exigieran.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/04/14, 06:35 pm
La oscuridad cayó, ya no entraba luz por ninguno de los ventanucos, salvo la que pudieran emitir los murciélagos que se acercaran a ellos en su vuelo errático. No tenía caso seguir sentado en aquel rincón frío del torreón. Se preparó para meterse en la cama pero no pasó por la cocina. Su estómago no aceptaba comida en ese momento, a pesar de que el cuerpo le pedía algo de sustento.
Le esperaba una noche de dar vueltas en la cama, con breves períodos de sueño donde, en algunas ocasiones, pudo ver la casa tragándose a Baurus. Otras veces Baurus se convertía en Taro, y en otras, en personas aleatorias del torreón. Y la casa en cualquier otro monstruo. Aquellos momentos en que lograba cerrar los ojos traían más que eso, otro tipo sueños absurdos y realistas, del presente y del pasado, que en su mayor parte serían olvidados a la mañana siguiente. Lo único que no se le pasaría por alto era el cansancio. Se levantó al poco de salir el sol, harto de dar vueltas desde tan temprano en la cama pero necesitado de descanso. Pensó que si bajaba y se movía acabaría echándose una siesta sin siquiera planteárselo.
Se imaginaba que tendría unas ojeras notables cuando pisó la cocina, después de haberse levado la cara en el patio, porque todavía seguía frotándose los ojos. Le rugía el estómago y empezó a sacar la comida más nutritiva que tenían, un bollito irrense y una barrita, además de exprimir un par de cítricos diferentes y bastante amargos. Ri estaba allí sentada, y solo le había dedicado un breve saludo. Si normalmente no sabía de qué hablar con ella, ese día menos.
Le esperaba una noche de dar vueltas en la cama, con breves períodos de sueño donde, en algunas ocasiones, pudo ver la casa tragándose a Baurus. Otras veces Baurus se convertía en Taro, y en otras, en personas aleatorias del torreón. Y la casa en cualquier otro monstruo. Aquellos momentos en que lograba cerrar los ojos traían más que eso, otro tipo sueños absurdos y realistas, del presente y del pasado, que en su mayor parte serían olvidados a la mañana siguiente. Lo único que no se le pasaría por alto era el cansancio. Se levantó al poco de salir el sol, harto de dar vueltas desde tan temprano en la cama pero necesitado de descanso. Pensó que si bajaba y se movía acabaría echándose una siesta sin siquiera planteárselo.
Se imaginaba que tendría unas ojeras notables cuando pisó la cocina, después de haberse levado la cara en el patio, porque todavía seguía frotándose los ojos. Le rugía el estómago y empezó a sacar la comida más nutritiva que tenían, un bollito irrense y una barrita, además de exprimir un par de cítricos diferentes y bastante amargos. Ri estaba allí sentada, y solo le había dedicado un breve saludo. Si normalmente no sabía de qué hablar con ella, ese día menos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/04/14, 07:18 pm
Archime abrió los ojos lentamente, parpadeando ante la molesta incidencia de la luz solar directamente a los cristales de sus gafas y, por tanto, a sus ojos. Por un instante creyó que volví a escuchar el enloquecedor tic-tac, pero tras unos segundos determinó que había sido producto de su imaginación, probablemente rememorando la mañana anterior. El biomecánico se sentía cansado, muy cansado. Pero de súbito recordó en qué había invertido gran parte de la noche y se levantó de la silla mientras su vista se posaba en el diccionario abierto sobre la mesa. Y después en Keiria.
No había reparado en la presencia de la ulterana hasta aquel momento, aunque enseguida se le vino a la mente la conversación de anoche y recordó por qué estaba ella allí. No obstante se preguntó si también se habría quedado dormida en el estudio igual que el, aunque no se lo cuestionó directamente a ella.
—Buenos... días —respondió con torpeza tras haber pronunciado la ulterana el mismo saludo—. Debería... hablar con el resto para explicarles el hallazgo de esta noche.
Tras el asentimiento de la pelirroja, ambos salieron del estudio y bajaron las escaleras en dirección a la cocina. Saludó a los que ya se encontraban allí con otro "buenos días" pronunciado en un tono muy moderado y, antes de decir nada, procedió a sentarse con su desayuno como de costumbre.
—He encontrado un hechizo... —comenzó a hablar de repente sin tener muy claro cómo explicarselo—. Permite ver en la distancia y a través de toda clase de superficies u objetos. Si Baurus o Taro estuviesen atrapados podría emplearlo para comprobarlo.
No había reparado en la presencia de la ulterana hasta aquel momento, aunque enseguida se le vino a la mente la conversación de anoche y recordó por qué estaba ella allí. No obstante se preguntó si también se habría quedado dormida en el estudio igual que el, aunque no se lo cuestionó directamente a ella.
—Buenos... días —respondió con torpeza tras haber pronunciado la ulterana el mismo saludo—. Debería... hablar con el resto para explicarles el hallazgo de esta noche.
Tras el asentimiento de la pelirroja, ambos salieron del estudio y bajaron las escaleras en dirección a la cocina. Saludó a los que ya se encontraban allí con otro "buenos días" pronunciado en un tono muy moderado y, antes de decir nada, procedió a sentarse con su desayuno como de costumbre.
—He encontrado un hechizo... —comenzó a hablar de repente sin tener muy claro cómo explicarselo—. Permite ver en la distancia y a través de toda clase de superficies u objetos. Si Baurus o Taro estuviesen atrapados podría emplearlo para comprobarlo.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
15/04/14, 11:58 pm
La bruma blanca que cubrió los ojos del irrense fue la señal de que el hechizo había funcionado, y en ese momento la pelirroja exhaló todo el aire de sus pulmones, pues había estado contenido la respiración por la expectación. Archi dijo que estaba viendo el exterior del torreón, y apuntó que había dos murciélagos flamígeros en las inmediaciones, dato que Keiria se apresuró a confirmar asomándose a la ventana. Funcionaba, y la certeza de confirmarlo alivió parte de la angustia del día: la posibilidad de encontrar a Taro o a Baurus con vida por nimia que fuera, era refrescante.
El biomecánico continuó practicando con el sortilégio, probando su alcance, y la mestiza se limitó a mirarle expectante hasta que el chico cayó rendido. Había gastado casi todas sus reservas con aquella práctica, y era muy posible que durmiera durante toda la noche del tirón. Keiria, por el contrario, no habría logrado conciliar el sueño aunque quisieses, y por eso motivo se dedicó a velar el descanso del irrense, asegurándose de que nada lo alteraba.
Horas mas tarde, la pelirroja le dio los buenos días a un biomecánico algo despistado, pues este se acababa de despertar y aun se estaba ubicando. La ulterana tenía unas ojeras importantes, pero no parecía acusar la falta de sueño mas allá de aquel detalle, y cuando el irrense le propuso bajar para informar al resto, la muchacha se limitó a asentir y lo siguió hacia las escaleras. Fue Archi el que empezó a explicarles lo que había descubierto aquella noche, y mientras ponía al día a los presentes, la pelirroja se escaqueó unos segundos al patio para lavarse la cara junto al pozo.
—Propongo que salgamos a comprobarlo dentro de un rato si estáis de acuerdo —intervino en cuanto regresó—, y sugiero que mientras tanto os preparéis para lo que pueda pasar. Archi tiene que desayunar para reunir fuerzas, y no estaría de mas que los demás hiciéramos lo propio.
El biomecánico continuó practicando con el sortilégio, probando su alcance, y la mestiza se limitó a mirarle expectante hasta que el chico cayó rendido. Había gastado casi todas sus reservas con aquella práctica, y era muy posible que durmiera durante toda la noche del tirón. Keiria, por el contrario, no habría logrado conciliar el sueño aunque quisieses, y por eso motivo se dedicó a velar el descanso del irrense, asegurándose de que nada lo alteraba.
Horas mas tarde, la pelirroja le dio los buenos días a un biomecánico algo despistado, pues este se acababa de despertar y aun se estaba ubicando. La ulterana tenía unas ojeras importantes, pero no parecía acusar la falta de sueño mas allá de aquel detalle, y cuando el irrense le propuso bajar para informar al resto, la muchacha se limitó a asentir y lo siguió hacia las escaleras. Fue Archi el que empezó a explicarles lo que había descubierto aquella noche, y mientras ponía al día a los presentes, la pelirroja se escaqueó unos segundos al patio para lavarse la cara junto al pozo.
—Propongo que salgamos a comprobarlo dentro de un rato si estáis de acuerdo —intervino en cuanto regresó—, y sugiero que mientras tanto os preparéis para lo que pueda pasar. Archi tiene que desayunar para reunir fuerzas, y no estaría de mas que los demás hiciéramos lo propio.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
17/04/14, 11:52 pm
Jack Nabukov
El joven Jack arrastraba los pies al andar. Tenia la mirada perdida y, al parecer, caminaba sin rumbo. Lo cierto era que algo desde las sombras le guiaba sin que se diera cuenta de vuelta al torreón Maciel. Dentro de si, una batalla por la supremacia ocurria. El aprendiz luchaba contra Jack Nabukov, pero luchaba solo, pues Jack tenia a su campeón El Bufón, pero no habia rastro del gran Sun Wukong. Poco podia hacer para ganar solo. Si su maestro hubiera estado, ni el Bufón ni Jack habran tenido oportunidad contra él. Así de fuerte era el Rey Mono.
Pero se lo llevaron los dragones. O al menos soñó que lo hacian.
Habia dado la espalda al detective, el único cuerdo entre tanto loco y no habia vuelto a oir de él.
Aluqa no se inmiscuia con los planes de los demás nunca y, por lo tanto, guardaba silencio.
Asi pues, el aprendiz estuvo destinado a perder desde el principio. Y, para cuando llegaron a Maciel, con el amanecer saludandoles, ya no quedaba rastro con el que se pudiera relacionar al Aprendiz con el ruso que llamaba la puerta. Estaba sin gafas, sin la bufanda y sin el bõ. Tenia heridas de arañazos de alguna alimaña con la que se habia encontrado y la expresión totalmente demacrada, sin vida, como si hubiera visto un fantasma.
Llamó una segunda vez, casi de seguido. Jack debia ser impaciente, por lo tanto.
El joven Jack arrastraba los pies al andar. Tenia la mirada perdida y, al parecer, caminaba sin rumbo. Lo cierto era que algo desde las sombras le guiaba sin que se diera cuenta de vuelta al torreón Maciel. Dentro de si, una batalla por la supremacia ocurria. El aprendiz luchaba contra Jack Nabukov, pero luchaba solo, pues Jack tenia a su campeón El Bufón, pero no habia rastro del gran Sun Wukong. Poco podia hacer para ganar solo. Si su maestro hubiera estado, ni el Bufón ni Jack habran tenido oportunidad contra él. Así de fuerte era el Rey Mono.
Pero se lo llevaron los dragones. O al menos soñó que lo hacian.
Habia dado la espalda al detective, el único cuerdo entre tanto loco y no habia vuelto a oir de él.
Aluqa no se inmiscuia con los planes de los demás nunca y, por lo tanto, guardaba silencio.
Asi pues, el aprendiz estuvo destinado a perder desde el principio. Y, para cuando llegaron a Maciel, con el amanecer saludandoles, ya no quedaba rastro con el que se pudiera relacionar al Aprendiz con el ruso que llamaba la puerta. Estaba sin gafas, sin la bufanda y sin el bõ. Tenia heridas de arañazos de alguna alimaña con la que se habia encontrado y la expresión totalmente demacrada, sin vida, como si hubiera visto un fantasma.
Llamó una segunda vez, casi de seguido. Jack debia ser impaciente, por lo tanto.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 12:45 am
Aquella posibilidad la espabiló. Casi le enfadaba lo despierta y expectante que estaba, lo dispuesta que estaba a obviar lo evidente por una chispa de esperanza. Doloroso como era y sería cuando la viesen apagarse de nuevo. Ya habían hecho muchas busquedas; a esas alturas, buscaban un cadaver y no se sentía preparada para verlo. A pesar de todo, Anriel abrió la boca para apuntarse y fue interrumpida por el sonido de alguien llamado fuera.
El abotargamiento de 24 horas despierta y el tema de conversación la hicieron pensar en Taro y Baurus primero. Dejó que otro abriera la puerta, pero se incorporó con la llegada del chico. Y ahi se quedó, como una estatua, tensa, esperando oir primero algo de su boca.
El abotargamiento de 24 horas despierta y el tema de conversación la hicieron pensar en Taro y Baurus primero. Dejó que otro abriera la puerta, pero se incorporó con la llegada del chico. Y ahi se quedó, como una estatua, tensa, esperando oir primero algo de su boca.
-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 01:47 am
Saludó a Archi y a Keiria con un vago movimiento de cabeza, pero cuando el ingeniero empezó a hablar lo miró con renovado interés. Se quedó callado un segundo, pero luego habló con voz ronca.
―Por fin alguna buena noticia. ―Aquello era cuestionable, y lo sabía de sobra. No era optimista respecto a que pudiesen continuar vivos donde quiera que estuviesen, pero tener una certeza era mejor que vivir con la duda. Y Baurus sí que podía seguir vivo, tal vez. Pero el arsenal de hechizos no había cambiado, y aunque estuviese allí seguirían sin poder sacarlo. Súbitamente volvió a perder el interés―. Iré con vosotros ―respondió aun así. Si encontraban algo sórdido respecto a aquellas trampas, prefería saberlo―. Pide traspasos de magia si los necesitas ―añadió mirando a Archi.
En ese momento sonaron unos golpes en la puerta. El puente estaba subido y eso le recordó enormemente a cierta situación. Al menos contaban con las protecciones de Archi. Aun así, se acercó a la puerta con la única arma que tenía a mano por delante, que era su brazo derecho.
―¿Quién anda ahí? ―preguntó. Del otro lado llegó una respuesta demasiado vaga, pero no hacía falta más. Por la voz supo que era Shaco, y eso explicaba cómo había pasado sobre el puente. Abrió la puerta, preguntándose si habría venido tan temprano con el resto de letarguinos y recordando que todavía tenían que explicarle todo lo que había pasado. Le iba a sentar fatal.
No había voces al otro lado del puente. Le faltaba algo, le faltaban sus complementos característicos pero, sobre todo, le faltaba el arma. Y estaba lleno de arañazos.
―¿Qué te ha pasado? ―se hizo a un lado y lo hizo pasar tirando de él por un brazo, repentinamente preocupado―. ¿Te has hecho daño? ¿Por qué vuelves solo?
―Por fin alguna buena noticia. ―Aquello era cuestionable, y lo sabía de sobra. No era optimista respecto a que pudiesen continuar vivos donde quiera que estuviesen, pero tener una certeza era mejor que vivir con la duda. Y Baurus sí que podía seguir vivo, tal vez. Pero el arsenal de hechizos no había cambiado, y aunque estuviese allí seguirían sin poder sacarlo. Súbitamente volvió a perder el interés―. Iré con vosotros ―respondió aun así. Si encontraban algo sórdido respecto a aquellas trampas, prefería saberlo―. Pide traspasos de magia si los necesitas ―añadió mirando a Archi.
En ese momento sonaron unos golpes en la puerta. El puente estaba subido y eso le recordó enormemente a cierta situación. Al menos contaban con las protecciones de Archi. Aun así, se acercó a la puerta con la única arma que tenía a mano por delante, que era su brazo derecho.
―¿Quién anda ahí? ―preguntó. Del otro lado llegó una respuesta demasiado vaga, pero no hacía falta más. Por la voz supo que era Shaco, y eso explicaba cómo había pasado sobre el puente. Abrió la puerta, preguntándose si habría venido tan temprano con el resto de letarguinos y recordando que todavía tenían que explicarle todo lo que había pasado. Le iba a sentar fatal.
No había voces al otro lado del puente. Le faltaba algo, le faltaban sus complementos característicos pero, sobre todo, le faltaba el arma. Y estaba lleno de arañazos.
―¿Qué te ha pasado? ―se hizo a un lado y lo hizo pasar tirando de él por un brazo, repentinamente preocupado―. ¿Te has hecho daño? ¿Por qué vuelves solo?
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 02:00 am
Jack Nabukov
-Me perdí.-dijo sin más.-No me acordaba de como volver. Pero ya lo he hecho. Estoy aquí.-sus palabras eran impropias de alguien tan joven o energético como habia demostrado ser el ruso.
Pero aun quedaba una pregunta por contestar. No vio porque no deberia contestarla.
-Y estoy solo porque he salido solo.-
Entonces, probó él a hacer las preguntas.
-¿Qué haceis todos aqui reunidos?-
-Me perdí.-dijo sin más.-No me acordaba de como volver. Pero ya lo he hecho. Estoy aquí.-sus palabras eran impropias de alguien tan joven o energético como habia demostrado ser el ruso.
Pero aun quedaba una pregunta por contestar. No vio porque no deberia contestarla.
-Y estoy solo porque he salido solo.-
Entonces, probó él a hacer las preguntas.
-¿Qué haceis todos aqui reunidos?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 04:16 am
Archime asintió ante los comentarios de Keiria y Cío.
—Los necesitaré, muy probablemente —le aseguró al otro irrense cuando le ofreció los traspasos de energía.
El biomecánico era consciente de que había efectuado un gasto considerable y continuado. De todas formas siempre llevaba varios cristales y talismanes en su bata que esperaba que le facilitasen las cosas aquella mañana.
Se encontraba a punto de finalizar el desayuno cuando llamaron a la puerta y se reconoció la voz de Shaco al otro lado cuando Cío solicitó su identificación. En cuanto le franquearon el paso y el humano habló de nuevo, el biomecánico no tuvo duda alguna de que se encontraban tratando con su otra personalidad. No había estado presente en la anterior ocasión, pero el Shaco que conocían se comportaba de manera radicalmente distinta invariablemente. Se levantó de la silla tras finalizar por completo su desayuno y se acercó a él, dispuesto a responderle de todas formas a su pregunta. Además sentía genuina curiosidad por el trastorno que presentaba su compañero de torreón.
—Nos disponíamos a prepararnos para salir. He encontrado un hechizo que podría ayudarnos a encontrar a Taro y... —de pronto, el irrense se dio cuenta de que el humano no sabía nada acerca del suceso de la tarde anterior—. Baurus. Una casa recubierta de productos principalmente dulces lo atrapó y fue imposible acceder a su interior. Es probable que haya muerto. Pretendemos comprobar, no obstante, si realmente es así.
—Los necesitaré, muy probablemente —le aseguró al otro irrense cuando le ofreció los traspasos de energía.
El biomecánico era consciente de que había efectuado un gasto considerable y continuado. De todas formas siempre llevaba varios cristales y talismanes en su bata que esperaba que le facilitasen las cosas aquella mañana.
Se encontraba a punto de finalizar el desayuno cuando llamaron a la puerta y se reconoció la voz de Shaco al otro lado cuando Cío solicitó su identificación. En cuanto le franquearon el paso y el humano habló de nuevo, el biomecánico no tuvo duda alguna de que se encontraban tratando con su otra personalidad. No había estado presente en la anterior ocasión, pero el Shaco que conocían se comportaba de manera radicalmente distinta invariablemente. Se levantó de la silla tras finalizar por completo su desayuno y se acercó a él, dispuesto a responderle de todas formas a su pregunta. Además sentía genuina curiosidad por el trastorno que presentaba su compañero de torreón.
—Nos disponíamos a prepararnos para salir. He encontrado un hechizo que podría ayudarnos a encontrar a Taro y... —de pronto, el irrense se dio cuenta de que el humano no sabía nada acerca del suceso de la tarde anterior—. Baurus. Una casa recubierta de productos principalmente dulces lo atrapó y fue imposible acceder a su interior. Es probable que haya muerto. Pretendemos comprobar, no obstante, si realmente es así.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 03:19 pm
Las muertes no deberían haberle afectado. Era un clinger, y como cualquiera de su mundo estaba acostumbrado a perder compañeros. La muerte era algo natural en su mundo, y raro era el que se moría de viejo. La pérdida de Rica y Baurus era por lo tanto algo natural que debía aceptar rápidamente y seguir con sus tareas habituales.
Pero no fue así.
Tal vez fueran los lamentos de Lara ante la pérdida de su hija, quizás fuera la forma con la que los demás estaban encajando las muertes… o puede que simplemente fuera por todo lo nuevo y diferente que había experimentado desde que lo cosecharon. El caso era que ahora el clinger estaba perdido. Se sentía en la obligación de hacer algo, que había algo que se esperaba de él, pero no lograba saber qué, y entre tanta incertidumbre al final terminó apartándose de todos.
Estuvo presente en todo momento, tanto durante las malas noticias como durante la incineración, pero siempre alejado y fuera de la vista. Tras todo esto pasó el resto del día sentado en un borde de la última planta del torreón, el único lugar donde las estigres no lo atacaban.
Durante toda su vida había sabido cómo funcionaba el mundo. Sabía lo que podía pasar y lo que debía hacer y se esperaba de él en cada situación. Porque, fuera cual fuera, siempre era lo mejor que se podía hacer.
Pero ya no era así: Estaba en otro mundo, y lentamente todas las ideas que consideraba correctas acababan hechas pedazos, una a una. Ya no podía asegurar que era lo correcto y qué no lo era.
La luz fue desapareciendo, y poco a poco aquellos murciélagos llameantes comenzaron a surcar los cielos. La naturaleza seguía su curso, y cada criatura iba cumpliendo con si propósito. La pregunta era: ¿Cuál era ahora el propósito de Xalk?
“Si todo lo que creía correcto no lo es… ¿entonces para qué sirvo?”
Despertó temprano al día siguiente, en el mismo borde donde había estado durante la noche. Era un milagro que no se hubiera caído mientras dormía, pero ahí seguía.
Empezaba a escucharse ruido debajo, así que optó por bajar. La aparición de Shaco no le sorprendió, ya que a esas alturas no recordaba que se había ido. Estaría aparte de todos de momento. A la salida se apuntaría, pero sin su entusiasmo habitual.
Pero no fue así.
Tal vez fueran los lamentos de Lara ante la pérdida de su hija, quizás fuera la forma con la que los demás estaban encajando las muertes… o puede que simplemente fuera por todo lo nuevo y diferente que había experimentado desde que lo cosecharon. El caso era que ahora el clinger estaba perdido. Se sentía en la obligación de hacer algo, que había algo que se esperaba de él, pero no lograba saber qué, y entre tanta incertidumbre al final terminó apartándose de todos.
Estuvo presente en todo momento, tanto durante las malas noticias como durante la incineración, pero siempre alejado y fuera de la vista. Tras todo esto pasó el resto del día sentado en un borde de la última planta del torreón, el único lugar donde las estigres no lo atacaban.
Durante toda su vida había sabido cómo funcionaba el mundo. Sabía lo que podía pasar y lo que debía hacer y se esperaba de él en cada situación. Porque, fuera cual fuera, siempre era lo mejor que se podía hacer.
Pero ya no era así: Estaba en otro mundo, y lentamente todas las ideas que consideraba correctas acababan hechas pedazos, una a una. Ya no podía asegurar que era lo correcto y qué no lo era.
La luz fue desapareciendo, y poco a poco aquellos murciélagos llameantes comenzaron a surcar los cielos. La naturaleza seguía su curso, y cada criatura iba cumpliendo con si propósito. La pregunta era: ¿Cuál era ahora el propósito de Xalk?
“Si todo lo que creía correcto no lo es… ¿entonces para qué sirvo?”
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Despertó temprano al día siguiente, en el mismo borde donde había estado durante la noche. Era un milagro que no se hubiera caído mientras dormía, pero ahí seguía.
Empezaba a escucharse ruido debajo, así que optó por bajar. La aparición de Shaco no le sorprendió, ya que a esas alturas no recordaba que se había ido. Estaría aparte de todos de momento. A la salida se apuntaría, pero sin su entusiasmo habitual.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 03:57 pm
Jack Nabukov
No pareció inmutarse con la mención de que Baurus habia desaparecido, pero, sin embargo, si que hizo un comentario.
-Eso explica la expresión en vuestras caras.-
La cara del ruso tampoco era muy habitual en él. Si pudiera describirse usando para ello una raza de perro seria, por cínico que pareciese, basset hound
-Desearia que tuvieseis suerte y encontrareis a cualquiera de los dos. Preferiblemente a Taro, debido a que me cae mejor y en el caso en el que ambos no pudiesen ser rescatados...-su voz se quebró ahi.-Perdonad mi egoismo, pero estoy casi seguro de que más de uno piensa así aquí.-
Ladeó la cabeza, pensativo, mientras la misma expresión se mostraba en su rostro.
-Todo esto, siendo ciegamente optimista claro esta. Ignorando el tiempo y las condiciones de desaparición de cada uno, suponiendo (creo que acertadamente) que Baurus desapareció bajo las mismas condiciones que Taro o muy similiares como para que esteis-se corrigió- No... Como para que tengais la remota esperanza de encontrarles con vida.-
Suspiró, acorde con su cara.
-Tan solo espero que todos volvais sanos y salvos. Perder más gente seria, cuanto menos, entristecedor...-
Y, sin más, se adentró en el torreón. Se movia encorvado, como un anciano, arrastrando los pies. Se sentó en un sillón y se quedó mirando al vacio, con los ojos vidriosos y las manos sobre las rodillas. Tan inmovil que apenas parecia vivo.
No pareció inmutarse con la mención de que Baurus habia desaparecido, pero, sin embargo, si que hizo un comentario.
-Eso explica la expresión en vuestras caras.-
La cara del ruso tampoco era muy habitual en él. Si pudiera describirse usando para ello una raza de perro seria, por cínico que pareciese, basset hound
-Desearia que tuvieseis suerte y encontrareis a cualquiera de los dos. Preferiblemente a Taro, debido a que me cae mejor y en el caso en el que ambos no pudiesen ser rescatados...-su voz se quebró ahi.-Perdonad mi egoismo, pero estoy casi seguro de que más de uno piensa así aquí.-
Ladeó la cabeza, pensativo, mientras la misma expresión se mostraba en su rostro.
-Todo esto, siendo ciegamente optimista claro esta. Ignorando el tiempo y las condiciones de desaparición de cada uno, suponiendo (creo que acertadamente) que Baurus desapareció bajo las mismas condiciones que Taro o muy similiares como para que esteis-se corrigió- No... Como para que tengais la remota esperanza de encontrarles con vida.-
Suspiró, acorde con su cara.
-Tan solo espero que todos volvais sanos y salvos. Perder más gente seria, cuanto menos, entristecedor...-
Y, sin más, se adentró en el torreón. Se movia encorvado, como un anciano, arrastrando los pies. Se sentó en un sillón y se quedó mirando al vacio, con los ojos vidriosos y las manos sobre las rodillas. Tan inmovil que apenas parecia vivo.
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 06:25 pm
Ri cruzó en dos zancadas el espacio que lo separaba del ruso antes de que terminase de irse. Lo hizo girarse hacia ella tirando de su hombro, y le cruzó la cara con dos sonoras bofetadas. Había sido un gesto frío y medido, distinto a las pérdidas de temperamento que había tenido alguna vez desde su llegada a Rocavarancolia.
-Nos vamos- dijo al resto, antes de bajar el puente y abandonar el torreón.
-Nos vamos- dijo al resto, antes de bajar el puente y abandonar el torreón.
-
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 07:05 pm
Había cambiado otra vez. Si era así, no quería saber nada, o acabaría teniendo ganas de arrearle un mamporro. Pero había algo diferente aquella vez respecto a la anterior, aparte de que había vuelto en vez de irse. Se hizo a un lado y cerró la puerta. Archi le dio las explicaciones pertinentes, sin mencionar a Rica por el momento.
No sabía quién era todavía. Tenía un aire al impertinente como el de aquella vez, pero diferente. Pero daba igual quien fuera, por la respuesta que dio respecto a Baurus se hubiera merecido una hostia de todas formas. Cío tenía el puño cerrado y contenido con dificultad cuando fue Ri quien se encargó de hacer lo que él trataba de evitar. Tanto mejor, porque él no habría sido tan suave, y no quería hacerle daño. Era por la situación. Un comentario así sobraba tanto que no había por donde empezar a explicarse. Sin más bajó a la armería para hacerse con el arma mientras la sinhadre bajaba el puente y regresó arriba para decirle una última cosa al chico.
―Ten cuidado con lo que dices si ves a Lara. Lo siento si no quieres más malas noticias, pero ayer se murió Rica ―le informó mirándole fijamente. Aquella cara de tristeza le ponía enfermo, de forma irracional. Quizá era porque no le pegaba en absoluto―. No hagas tonterías, volveremos pronto.
Era casi una advertencia, pero también un consejo. Si no se hubiera quedado Nero en el torreón con los otros tres, él mismo lo habría hecho. De dos no podían fiarse en aquel momento, e Ippon era demasiado pequeño. Al menos Shaco parecía más o menos razonable, esperaba que pronto volviese a la normalidad.
Sigue en la casa de los dulces.
No sabía quién era todavía. Tenía un aire al impertinente como el de aquella vez, pero diferente. Pero daba igual quien fuera, por la respuesta que dio respecto a Baurus se hubiera merecido una hostia de todas formas. Cío tenía el puño cerrado y contenido con dificultad cuando fue Ri quien se encargó de hacer lo que él trataba de evitar. Tanto mejor, porque él no habría sido tan suave, y no quería hacerle daño. Era por la situación. Un comentario así sobraba tanto que no había por donde empezar a explicarse. Sin más bajó a la armería para hacerse con el arma mientras la sinhadre bajaba el puente y regresó arriba para decirle una última cosa al chico.
―Ten cuidado con lo que dices si ves a Lara. Lo siento si no quieres más malas noticias, pero ayer se murió Rica ―le informó mirándole fijamente. Aquella cara de tristeza le ponía enfermo, de forma irracional. Quizá era porque no le pegaba en absoluto―. No hagas tonterías, volveremos pronto.
Era casi una advertencia, pero también un consejo. Si no se hubiera quedado Nero en el torreón con los otros tres, él mismo lo habría hecho. De dos no podían fiarse en aquel momento, e Ippon era demasiado pequeño. Al menos Shaco parecía más o menos razonable, esperaba que pronto volviese a la normalidad.
Sigue en la casa de los dulces.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
18/04/14, 10:19 pm
Jack Nabukov
El ruso permaneció inmovil cuando la sinhadre se acercó a él y le cruzó la cara de dos bofetadas. No se las esperaba, pero tampoco reaccionó en gran medida. Se limitó a mirarla de reojo, tentado de preguntarle si le habia hecho sentirse mejor aquello, pero acabó optando por guardar silencio, pues Cio le empezó a hablar. La información, de nuevo, le pilló desprevenido. Sin embargo, de no ser por lo que dijo después, nadie podria haber jurado que estaba sorprendido.
-Vaya...-se limitó a decir.
Tenia las mejillas encendidas del dolor. Se vio tentado de masajearlas para aliviarlas, pero la desidia pudo con él y, de nuevo, no hizo nada.
-Espero que si, que volvais pronto. Y de una pieza.-acabó por decir y, entonces, volvió al mismo estado que antes.
No supo cuanto tiempo estuvo así, pero un lloriqueo escaleras arriba le sacó de su ensimismamiento. Arqueó el cuello, como esperando que el sonido se detuviese si miraba el suficiente tiempo en aquella dirección. Pero no se detuvo. Se decidió por levantarse y, andando igual que antes, subió las escaleras hacia la fuente de origen.
A mitad de camino pudo escuchar a Lara, ya fuera de la cama. Para cuando llegó a la puerta del cuarto, pudo apreciar como cuidaba de sus crías. Llamó a la puerta una vez. Acto seguido una segunda vez, sin apenas esperar, como la última vez.
-¿Lara?-preguntó antes de entrar. Cuando lo hizo respiró hondamente antes de volver a hablar.-Me he enterado de lo que le pasó a Rica. Quiero que sepas.... Que sepas que estoy para lo que me necesites. Si es que me necesitas acaso... Y si es así, me iré sin molestarte.-comentó, hundiendose de hombros y dirigiendo su triste mirada al suelo de la habitación.
El ruso permaneció inmovil cuando la sinhadre se acercó a él y le cruzó la cara de dos bofetadas. No se las esperaba, pero tampoco reaccionó en gran medida. Se limitó a mirarla de reojo, tentado de preguntarle si le habia hecho sentirse mejor aquello, pero acabó optando por guardar silencio, pues Cio le empezó a hablar. La información, de nuevo, le pilló desprevenido. Sin embargo, de no ser por lo que dijo después, nadie podria haber jurado que estaba sorprendido.
-Vaya...-se limitó a decir.
Tenia las mejillas encendidas del dolor. Se vio tentado de masajearlas para aliviarlas, pero la desidia pudo con él y, de nuevo, no hizo nada.
-Espero que si, que volvais pronto. Y de una pieza.-acabó por decir y, entonces, volvió al mismo estado que antes.
No supo cuanto tiempo estuvo así, pero un lloriqueo escaleras arriba le sacó de su ensimismamiento. Arqueó el cuello, como esperando que el sonido se detuviese si miraba el suficiente tiempo en aquella dirección. Pero no se detuvo. Se decidió por levantarse y, andando igual que antes, subió las escaleras hacia la fuente de origen.
A mitad de camino pudo escuchar a Lara, ya fuera de la cama. Para cuando llegó a la puerta del cuarto, pudo apreciar como cuidaba de sus crías. Llamó a la puerta una vez. Acto seguido una segunda vez, sin apenas esperar, como la última vez.
-¿Lara?-preguntó antes de entrar. Cuando lo hizo respiró hondamente antes de volver a hablar.-Me he enterado de lo que le pasó a Rica. Quiero que sepas.... Que sepas que estoy para lo que me necesites. Si es que me necesitas acaso... Y si es así, me iré sin molestarte.-comentó, hundiendose de hombros y dirigiendo su triste mirada al suelo de la habitación.
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
19/04/14, 12:16 am
El sueño de Lara fue profundo y permitió que la madre descansara del fatídico día anterior. Sin embargo, el despertar fue brusco y doloroso. Los bebés lloraban porque el desayuno llegaba tarde. La ordesa se sintió inválida en ese momento, no sabía donde quedaban las fuerzas para levantarse de la cama. Las sábanas eran feas, pero separaban su existencia de todo lo que ocurría fuera de su colchón y eso suplía cualquier falta de belleza. Era desagradablemente cómodo.
Los pequeños seguían llorando, indolentes. Lara exhaló un fuerte suspiro y se puso en pie. Subió la cesta a la cama y metió a los cuatro pequeños en el maruspio. Esta vez no hubo ronda de besos o carantoñas. Shaco entró a la habitación al tiempo que Lara guardaba al último de ellos. La ausencia de Rica significaba un marsupio más ligero y aquella ligereza era igual de desagradable e insatisfactoria como las sábanas.
No se sintió con fuerza para devolver el saludo. En su lugar todo lo que hizo fue senarse en la cama. <<Ha vuelto y se lo han contado>>. Las ganas de llorar volvieron a la ordesa y sus ojos se empañaron enseguida. Sabía a lo que había subido el muchacho, no necesitaba poderes de adivina para saberlo. Se frotó la cara con las manos y se armó de valor para retener el llanto.
―Lo sé, Shaco... Y gracias...―cogió aire. Los labios le temblaban―. Pero creo que ahora mismo prefiero estar sola... ¿No te importa, verdad?―Lara esperaba que no―. Y tranquilo, que no molestas... Te llamaré si necesito cualquier cosa.
Cerró los ojos unos segundos y respiró hondo, retrasando el momento en el que fuera a romper a llorar.
Los pequeños seguían llorando, indolentes. Lara exhaló un fuerte suspiro y se puso en pie. Subió la cesta a la cama y metió a los cuatro pequeños en el maruspio. Esta vez no hubo ronda de besos o carantoñas. Shaco entró a la habitación al tiempo que Lara guardaba al último de ellos. La ausencia de Rica significaba un marsupio más ligero y aquella ligereza era igual de desagradable e insatisfactoria como las sábanas.
No se sintió con fuerza para devolver el saludo. En su lugar todo lo que hizo fue senarse en la cama. <<Ha vuelto y se lo han contado>>. Las ganas de llorar volvieron a la ordesa y sus ojos se empañaron enseguida. Sabía a lo que había subido el muchacho, no necesitaba poderes de adivina para saberlo. Se frotó la cara con las manos y se armó de valor para retener el llanto.
―Lo sé, Shaco... Y gracias...―cogió aire. Los labios le temblaban―. Pero creo que ahora mismo prefiero estar sola... ¿No te importa, verdad?―Lara esperaba que no―. Y tranquilo, que no molestas... Te llamaré si necesito cualquier cosa.
Cerró los ojos unos segundos y respiró hondo, retrasando el momento en el que fuera a romper a llorar.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
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