Torreón Maciel (Archivo V)
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LEC
Yber
Giniroryu
Red
Tak
Leonart
19 participantes
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Torreón Maciel (Archivo V)
06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
06/02/14, 11:08 pm
El aprendiz no se esperó que Lara decidiera abofetearle, y mucho menos, que lo hiciera recurriendo a un hechizo. Apenas pudo recomponerse, acariciandose la mejilla, muy sorprendido y confuso.
-¿¡A-Ayer!?-preguntó, su voz rompiendose en un gallo.-¿Marsi de vuelta? ¿De que estás hablando, Lara?-le respondió con un grito ahogado. Se estaba tensando a medida que su confusión aumentaba.-Ayer estuvimos en la biblioteca y yo me aburria así que salí a las casas y casi me mato, pero... ¡Taro estaba bien! Y... Y Marsi se enfadó conmigo y... ¿Marsi donde está?-
Pero Nero participó entonces, descolocando al aprendiz de sobremanera. Le hizo unas preguntas que no sabia como contestar.
-¡Ayer nos fuimos muchos a la biblioteca! Y me fui a la Avenida, ¡Lo prometo!-queria decir que no mentia, pero estaba claro que los demás pensaban en algo bastante más diferente.-¡Luego volvimos todos al todos a Maciel! Y de ahí no salí ¡Lo juro!-su voz tenia altibajos. Se quebraba ocasioanlmente para volver a ser aguda y sus palabras rompian en gallos en múltiples ocasiones. Grindó los dientes y cerró los puños con fuerza de pura rabia.
No tenia tiempo para esperar. No iba a quedarse de brazos cruzados con la realidad. No entendia lo que pasaba, pero una cosa tenia clara: Taro habia desaparecido y, los demás ni se movian un centímetro. Aun habia esperanza. Él podria encontrarles. Casi les habria dedidcado una mirada de odio a los demás debido a que su espíritu flaquease con tanta felicidad, pero sus ojos estaban colmados de desesperación y él era el objetivo de todas las miradas cargadas de odio en la sala. No estaba en la mejor posición para hacer aquello. Nerviosamente agarró su bõ a la espalda, para reasegurar el peso recomfortante de este sobre su espalda. Habia llegado un punto en que sabia que las palabras no servirian.
-Hay que salir.-dijo. Le temblaban las manos.-S-Salir. Salir a buscar a Taro. Está vivo. N-Nos necesita.-dirigio la última frase a Lara para luego girarse y ponerse en marcha hacia la puerta.
¿No lo habia dicho Ri? Él tenia suerte. Él le encontraria cuando los demás no pudieron. No sabian moverse en la ciudad como sabian el carabés o él. Eso es lo que habia pasado. El chico habria encontrado algun peligro en el sigilo y habria tenido que salir por su propia cuenta. Y ahora andaba vagabundeando por la ciudad, se habria hecho daño, se habria perdido, le habria atrapado algún monstruo o no podria moverse. Fuera como fuera, estaba ahí afuera, con el frío, el hambre, la soledad. Las tres cosas que más le pesaban en el corazón. No podia ni iba a creer la versión del resto de Maciel. Tenia que comprobarlo él mismo.
>> Taro está vivo.
Se repetia.
>> Taro está vivo y nos está esperando.
Se repetia todo.
>> Los heroes siempre llegan tarde. Voy a ir a por ti, amigo.
-¿¡A-Ayer!?-preguntó, su voz rompiendose en un gallo.-¿Marsi de vuelta? ¿De que estás hablando, Lara?-le respondió con un grito ahogado. Se estaba tensando a medida que su confusión aumentaba.-Ayer estuvimos en la biblioteca y yo me aburria así que salí a las casas y casi me mato, pero... ¡Taro estaba bien! Y... Y Marsi se enfadó conmigo y... ¿Marsi donde está?-
Pero Nero participó entonces, descolocando al aprendiz de sobremanera. Le hizo unas preguntas que no sabia como contestar.
-¡Ayer nos fuimos muchos a la biblioteca! Y me fui a la Avenida, ¡Lo prometo!-queria decir que no mentia, pero estaba claro que los demás pensaban en algo bastante más diferente.-¡Luego volvimos todos al todos a Maciel! Y de ahí no salí ¡Lo juro!-su voz tenia altibajos. Se quebraba ocasioanlmente para volver a ser aguda y sus palabras rompian en gallos en múltiples ocasiones. Grindó los dientes y cerró los puños con fuerza de pura rabia.
No tenia tiempo para esperar. No iba a quedarse de brazos cruzados con la realidad. No entendia lo que pasaba, pero una cosa tenia clara: Taro habia desaparecido y, los demás ni se movian un centímetro. Aun habia esperanza. Él podria encontrarles. Casi les habria dedidcado una mirada de odio a los demás debido a que su espíritu flaquease con tanta felicidad, pero sus ojos estaban colmados de desesperación y él era el objetivo de todas las miradas cargadas de odio en la sala. No estaba en la mejor posición para hacer aquello. Nerviosamente agarró su bõ a la espalda, para reasegurar el peso recomfortante de este sobre su espalda. Habia llegado un punto en que sabia que las palabras no servirian.
-Hay que salir.-dijo. Le temblaban las manos.-S-Salir. Salir a buscar a Taro. Está vivo. N-Nos necesita.-dirigio la última frase a Lara para luego girarse y ponerse en marcha hacia la puerta.
¿No lo habia dicho Ri? Él tenia suerte. Él le encontraria cuando los demás no pudieron. No sabian moverse en la ciudad como sabian el carabés o él. Eso es lo que habia pasado. El chico habria encontrado algun peligro en el sigilo y habria tenido que salir por su propia cuenta. Y ahora andaba vagabundeando por la ciudad, se habria hecho daño, se habria perdido, le habria atrapado algún monstruo o no podria moverse. Fuera como fuera, estaba ahí afuera, con el frío, el hambre, la soledad. Las tres cosas que más le pesaban en el corazón. No podia ni iba a creer la versión del resto de Maciel. Tenia que comprobarlo él mismo.
>> Taro está vivo.
Se repetia.
>> Taro está vivo y nos está esperando.
Se repetia todo.
>> Los heroes siempre llegan tarde. Voy a ir a por ti, amigo.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
07/02/14, 12:04 am
Escuchó a medias a Archi mientras sacaba un improvisado desayuno de los restos de las cestas. Resultaba obvio que tenía que existir un hechizo así, pero después de tantas noches de guerra ya le daba todo igual, especialmente aquella mañana. Su cara de apatía no se alteró hasta que, de súbito, tenían plantado a Shaco ante ellos. El Shaco de siempre, aparentemente. No escuchó una sola palabra de las gilipolleces que dijo, porque su cerebro atrofiado solo podía procesar que había entrado por no sabía dónde y seguía de una pieza. Sabía que era por lo que le había sucedido a Taro que se habían preocupado más de lo normal por lo que pudiera pasarle, y realmente no era que no esperase volver a verlo, pero sí le resultó chocante. Oírlo hablar le producía una mezcla de sensaciones que pasaban desde el cabreo hasta una tímida alegría por verlo sano y salvo. Lo que quería era, mayormente, calzarle una hostia. De hecho, de haber actuado con la “personalidad” del día anterior, lo había hecho, pero de alguna manera sentía alivio al ver a aquel atontado de vuelta tal y como había sido siempre. Eso no quitaba que cerrase los puños con fuerza y enseñase los dientes con una expresión a medio camino entre la sonrisa y la rabia.
Se mereció todas y cada una de las palabras que le dedicaron, no merecía delicadeza. Que ignorase tan deliberadamente lo que había hecho el día anterior primero lo cabreó, y luego lo preocupó. Parecía sincero, con lo que o estaba mal de la cabeza, o el del día anterior no era él. O todo a la vez. Y a pesar de que el que estaba mal de la cabeza era él, no quería creer en la palabra de todos los demás. Al pretender marcharse, solo de nuevo, Cío no pudo más y se interpuso entre la puerta y él. Poca autoridad tenía con aquella cara de resaca, pero se cruzó de brazos y mantuvo la seriedad al mirar al humano.
—¿Adónde crees que vas otra vez? ¿O vas a volver a abrirte paso a la fuerza? —Entrecerró los ojos al decir aquello—. ¿Crees que vas a hacer algo buscando a ciegas? Saldremos a buscar, joder, claro que saldremos. Pero o dejas de hacer las cosas por tu cuenta o no te molestes en volver al puto torreón.
Su expresión, hasta ahora crispada, se suavizó ligeramente después de decir aquello. No le deseaba ningún mal al humano, y de hecho su cabreo no había sido el que sería desde el principio por el mero hecho de que volvía a actuar como siempre. Y cómo le había sentado la noticia era otra cosa. Estaba tan perdido como ellos el día anterior.
—¿Qué pasa contigo, joder? Deja de volvernos locos. Asimílalo primero, desayuna algo, y después salimos, ¿estamos? —terminó diciendo después, y apartándose. No quería saber nada, le daba todo igual. Solo quería terminarse su desayuno.
Se mereció todas y cada una de las palabras que le dedicaron, no merecía delicadeza. Que ignorase tan deliberadamente lo que había hecho el día anterior primero lo cabreó, y luego lo preocupó. Parecía sincero, con lo que o estaba mal de la cabeza, o el del día anterior no era él. O todo a la vez. Y a pesar de que el que estaba mal de la cabeza era él, no quería creer en la palabra de todos los demás. Al pretender marcharse, solo de nuevo, Cío no pudo más y se interpuso entre la puerta y él. Poca autoridad tenía con aquella cara de resaca, pero se cruzó de brazos y mantuvo la seriedad al mirar al humano.
—¿Adónde crees que vas otra vez? ¿O vas a volver a abrirte paso a la fuerza? —Entrecerró los ojos al decir aquello—. ¿Crees que vas a hacer algo buscando a ciegas? Saldremos a buscar, joder, claro que saldremos. Pero o dejas de hacer las cosas por tu cuenta o no te molestes en volver al puto torreón.
Su expresión, hasta ahora crispada, se suavizó ligeramente después de decir aquello. No le deseaba ningún mal al humano, y de hecho su cabreo no había sido el que sería desde el principio por el mero hecho de que volvía a actuar como siempre. Y cómo le había sentado la noticia era otra cosa. Estaba tan perdido como ellos el día anterior.
—¿Qué pasa contigo, joder? Deja de volvernos locos. Asimílalo primero, desayuna algo, y después salimos, ¿estamos? —terminó diciendo después, y apartándose. No quería saber nada, le daba todo igual. Solo quería terminarse su desayuno.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
07/02/14, 01:24 pm
Cio le dejó clavado en el sitio. Por su tono, era de los que más enfadado estaban. No entendió a que se referia con volver a abrirse paso a la fuerza, pero tampoco entendió que tenia que ver con él.
-N-No yo... Quiero buscar a Taro.-murmuró, hundiendo la cara en la bufanda.
Cio pareció acceder, junto a otros muchos, a salir a buscar a Taro, si acaso, ya lo tenian planeado. En ningun momento habia pensado ir solo. Si tuviese que hacerlo solo, lo haria, pero no era su intención desde el primer momento. Más personas cubrian más terreno. Pero no llegó a decir nada y tan solo se quedó cabizbajo, esperando sentado a que saliesen a buscarle. No habian visto ningun cadaver, ni rastro de sangre, nada. Una persona no desaparece así sin dejar rastro. Su espíritu ardia con esperanza. Encontrarian a Taro, y le traerian de vuelta, estaba seguro.
;-;
Cansado mentalmente, furibundo y hambriento, el aprendiz volvió al torreón con los demás. Se hacia oscuro afuera y buscar se volvia numerosas veces más peligroso. Su corazón no temblaba. Estaba dispuesto a salir al siguiente día si hiciese falta pero no podian hacer nada de noche. El aprendiz era temerario, pero no se atreveria a salir tan tarde. Se preparó una cena improvisada, con cierto cansancio y salió al patio, donde se puso a practicar, como solia hacer, sus ejercicios. Terminando mucho antes de lo que le hubiera gustado al ruso, se sentó para empezar a practicar hechizos varios cuando entonces se dio cuenta de la silenciosa presencia de Keiria.
Vaciló unos instantes. Se la veia tan absorta que temia alterar aquel estado y sus palabras sin sentido de antes, le tenian preocupado, pues no habia tenido una oportunidad real de hablar con nadie desde que se habia levantado y el ambiente general que él causaba en el torreón no ayudaba. Parecia que ahora todos le odiaban. Le hubiese dado muchisima más importancia, quizás, si Taro no estuviese solo por la ciudad. Tragando saliva, en un acto de valentia, se acercó a la chica, sentandose cerca, para poder tener una conversación calmada pero no lo suficiente como para molestara con su presencia. Imitandola, abrazó sus rodillas. Tenia la mente en blanco, se balanceaba mientras pensaba en algo que decir, en como empezar la conversación. Miraba en todos lados menos en su dirección.
Finalmente, se armó de valor, y comenzó hablando.
-Se esta poniendo oscuro, pronto no podrás leer...-dijo, casualmente. Al instante se arrepintió de decir lo que fuera y se sintió estúpido en el extremo. En casos normales habria reido para barrerlo bajo la alfombra, pero no estaba de ánimo alguno para reir aquella noche.-Veras.... esto... yo... Y-Yo queria decirte que...-
Tartamudeaba y vacilaba. Era un manojo de nervios. Quizás porque la ulterana habia a pasado a ser tan fría con él que se le helaba la sangre. La verdad, tanto Ri como ella eran un tanto dificiles de expresar, pero Ri en este caso tenia ciertos accesos de violencia con los que preferia no tener que lidiar. Fuera lo que fuese que estuviese pasando era o habia sido gordo. No lo entendia, pero queria entender.
-Queria saber a que te referias con lo de... "personalidad múltiple" que murmuraste...-casi cogiendole carrerilla, continuó, su mirada, a través de las gafas, parecia consternada y confusa. Estaba genuinamente confundido en su ignorancia y tenia sed de conocer la verdad.-Y... que hice "ayer" para que todos estén... así conmigo, tambien.-pronunció el "ayer" con énfasis, porque casi parecia que le hablasen de una historia de ficción. El recordaba perfectamente como se fue a dormir dolido por lo que le dijo Marsi y algo asustado por la reacción de Ri y se levantó a la mañana siguiente entre las estirges, pero nadie parecia creerle. Ya que nadie le iba a creer, queria saber que habia pasado en aquel día en medio, por mucho que desafiase a su lógica. Aquel día, al que todos se referian como "ayer".
-N-No yo... Quiero buscar a Taro.-murmuró, hundiendo la cara en la bufanda.
Cio pareció acceder, junto a otros muchos, a salir a buscar a Taro, si acaso, ya lo tenian planeado. En ningun momento habia pensado ir solo. Si tuviese que hacerlo solo, lo haria, pero no era su intención desde el primer momento. Más personas cubrian más terreno. Pero no llegó a decir nada y tan solo se quedó cabizbajo, esperando sentado a que saliesen a buscarle. No habian visto ningun cadaver, ni rastro de sangre, nada. Una persona no desaparece así sin dejar rastro. Su espíritu ardia con esperanza. Encontrarian a Taro, y le traerian de vuelta, estaba seguro.
;-;
Cansado mentalmente, furibundo y hambriento, el aprendiz volvió al torreón con los demás. Se hacia oscuro afuera y buscar se volvia numerosas veces más peligroso. Su corazón no temblaba. Estaba dispuesto a salir al siguiente día si hiciese falta pero no podian hacer nada de noche. El aprendiz era temerario, pero no se atreveria a salir tan tarde. Se preparó una cena improvisada, con cierto cansancio y salió al patio, donde se puso a practicar, como solia hacer, sus ejercicios. Terminando mucho antes de lo que le hubiera gustado al ruso, se sentó para empezar a practicar hechizos varios cuando entonces se dio cuenta de la silenciosa presencia de Keiria.
Vaciló unos instantes. Se la veia tan absorta que temia alterar aquel estado y sus palabras sin sentido de antes, le tenian preocupado, pues no habia tenido una oportunidad real de hablar con nadie desde que se habia levantado y el ambiente general que él causaba en el torreón no ayudaba. Parecia que ahora todos le odiaban. Le hubiese dado muchisima más importancia, quizás, si Taro no estuviese solo por la ciudad. Tragando saliva, en un acto de valentia, se acercó a la chica, sentandose cerca, para poder tener una conversación calmada pero no lo suficiente como para molestara con su presencia. Imitandola, abrazó sus rodillas. Tenia la mente en blanco, se balanceaba mientras pensaba en algo que decir, en como empezar la conversación. Miraba en todos lados menos en su dirección.
Finalmente, se armó de valor, y comenzó hablando.
-Se esta poniendo oscuro, pronto no podrás leer...-dijo, casualmente. Al instante se arrepintió de decir lo que fuera y se sintió estúpido en el extremo. En casos normales habria reido para barrerlo bajo la alfombra, pero no estaba de ánimo alguno para reir aquella noche.-Veras.... esto... yo... Y-Yo queria decirte que...-
Tartamudeaba y vacilaba. Era un manojo de nervios. Quizás porque la ulterana habia a pasado a ser tan fría con él que se le helaba la sangre. La verdad, tanto Ri como ella eran un tanto dificiles de expresar, pero Ri en este caso tenia ciertos accesos de violencia con los que preferia no tener que lidiar. Fuera lo que fuese que estuviese pasando era o habia sido gordo. No lo entendia, pero queria entender.
-Queria saber a que te referias con lo de... "personalidad múltiple" que murmuraste...-casi cogiendole carrerilla, continuó, su mirada, a través de las gafas, parecia consternada y confusa. Estaba genuinamente confundido en su ignorancia y tenia sed de conocer la verdad.-Y... que hice "ayer" para que todos estén... así conmigo, tambien.-pronunció el "ayer" con énfasis, porque casi parecia que le hablasen de una historia de ficción. El recordaba perfectamente como se fue a dormir dolido por lo que le dijo Marsi y algo asustado por la reacción de Ri y se levantó a la mañana siguiente entre las estirges, pero nadie parecia creerle. Ya que nadie le iba a creer, queria saber que habia pasado en aquel día en medio, por mucho que desafiase a su lógica. Aquel día, al que todos se referian como "ayer".
- Poblo
Ficha de cosechado
Nombre: Alyssa
Especie: Humana
Habilidades: Orientación, memoria y reflejos.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
07/02/14, 04:56 pm
Se mantuvo al margen de la conversación entre Archi y Lara. Seguramente ella tendría más éxito que él para animarlo y de intervenir puede que solo empeorara las cosas. Mejor no arriesgarse.
Poco más paso ese día, aparte de que el humano no volvió, al menos no mientras estaban despiertos puesto que, al día siguiente ahí estaba, tan tranquilo como si nada hubiera pasado. “¿Eh?”
No participó en la ronda de broncas al chico, después de todo el clinger lo juzgaba desde un punto de vista mas centrado en su utilidad como miembro del grupo y no tenía en cuenta cosas como la preocupación. “Está entero y no ha pasado nada, con eso a mi me basta”
Fue lo bastante listo de no mencionar estos pensamientos en voz alta, o probablemente habría acabado marcado como un objetivo de broncas, y en su lugar se mantuvo al margen, observando con curiosidad como se desarrollaban los acontecimientos mientras movía las antenas de un lado a otro.
Sin embargo, a medida que fue consciente de que Shaco no tenía recuerdos del día anterior comenzó a derivar sus pensamientos a otros asuntos. “¿Pérdidas de memoria? Eso es lo que me pasaba a mi en aquel sueño. ¿Y si...? Bah, ni hablar, los sueños no tienen nada que ver con la realidad.”
Por otro lado había otro problema: Las cestas.
Hasta ahora, Taro, el humano y él mismo eran los encargados de ir a buscarlas, ya que eran los más aptos para evitar a los reptiles que rondaban por la zona si aparecían. Pero Taro estaba muerto, y ya no podía fiarse de la integridad mental del árbol* lo suficiente como para que fuera su único compañero. Lo mejor sería que un tercero sustituyera a Taro, ¿pero quién?
Archi, aunque tenía magia, carecía de una una forma física adecuada. Lara tenía hijos, y por ende preocupaciones que podrían acabar interfiriendo en sus decisiones. Ippon era demasiado joven, y con los sinhadres no terminaba de llevarse bien, además no se fiaba de Nero para esto.
No analizó a Keiria porque directamente se olvidó de ella, a saber por qué. El clinger seguía su propia lógica, si se la podía considerar como tal.
Finalmente llegó a la conclusión de que Cio era el mejor candidato. Carecía de formación, pero a las malas el clinger podría proporcionársela, algo que no le hacía ninguna gracia. Para él enseñar era algo aburrido. “Aburrirse es malo”
Cuando la cosa se relajó un poco se acercó a su víctima y le dio unos golpecitos en el hombro para llamar su atención. -¿Te importa si te pido algo?-
Prefería no mencionar el tema de la muerte de Taro delante del resto, por lo que tras recibir una respuesta afirmativa del irrense salieron al patio. Keiria estaba allí, pero bastaría con hablar a cierta distancia y sin alzar mucho la voz.
-Veras... como Taro ya no está... y visto el problema con Shaco... El caso es que para las salidas estaba buscando a un nuevo compañero, sobretodo para las cestas, y creo que eres el más indicado. El único problema es que no sabes pelear, pero, aunque no es lo mío, puedo intentar enseñarte lo básico si aceptas. ¿Querrías?
*: Es Shaco. De “pelinaranja” pasó a “naranjito”, luego a naranjo y al final ahora es un “arbol” a secas. Lógica de Xalk. Don't ask.
Poco más paso ese día, aparte de que el humano no volvió, al menos no mientras estaban despiertos puesto que, al día siguiente ahí estaba, tan tranquilo como si nada hubiera pasado. “¿Eh?”
No participó en la ronda de broncas al chico, después de todo el clinger lo juzgaba desde un punto de vista mas centrado en su utilidad como miembro del grupo y no tenía en cuenta cosas como la preocupación. “Está entero y no ha pasado nada, con eso a mi me basta”
Fue lo bastante listo de no mencionar estos pensamientos en voz alta, o probablemente habría acabado marcado como un objetivo de broncas, y en su lugar se mantuvo al margen, observando con curiosidad como se desarrollaban los acontecimientos mientras movía las antenas de un lado a otro.
Sin embargo, a medida que fue consciente de que Shaco no tenía recuerdos del día anterior comenzó a derivar sus pensamientos a otros asuntos. “¿Pérdidas de memoria? Eso es lo que me pasaba a mi en aquel sueño. ¿Y si...? Bah, ni hablar, los sueños no tienen nada que ver con la realidad.”
Por otro lado había otro problema: Las cestas.
Hasta ahora, Taro, el humano y él mismo eran los encargados de ir a buscarlas, ya que eran los más aptos para evitar a los reptiles que rondaban por la zona si aparecían. Pero Taro estaba muerto, y ya no podía fiarse de la integridad mental del árbol* lo suficiente como para que fuera su único compañero. Lo mejor sería que un tercero sustituyera a Taro, ¿pero quién?
Archi, aunque tenía magia, carecía de una una forma física adecuada. Lara tenía hijos, y por ende preocupaciones que podrían acabar interfiriendo en sus decisiones. Ippon era demasiado joven, y con los sinhadres no terminaba de llevarse bien, además no se fiaba de Nero para esto.
No analizó a Keiria porque directamente se olvidó de ella, a saber por qué. El clinger seguía su propia lógica, si se la podía considerar como tal.
Finalmente llegó a la conclusión de que Cio era el mejor candidato. Carecía de formación, pero a las malas el clinger podría proporcionársela, algo que no le hacía ninguna gracia. Para él enseñar era algo aburrido. “Aburrirse es malo”
Cuando la cosa se relajó un poco se acercó a su víctima y le dio unos golpecitos en el hombro para llamar su atención. -¿Te importa si te pido algo?-
Prefería no mencionar el tema de la muerte de Taro delante del resto, por lo que tras recibir una respuesta afirmativa del irrense salieron al patio. Keiria estaba allí, pero bastaría con hablar a cierta distancia y sin alzar mucho la voz.
-Veras... como Taro ya no está... y visto el problema con Shaco... El caso es que para las salidas estaba buscando a un nuevo compañero, sobretodo para las cestas, y creo que eres el más indicado. El único problema es que no sabes pelear, pero, aunque no es lo mío, puedo intentar enseñarte lo básico si aceptas. ¿Querrías?
*: Es Shaco. De “pelinaranja” pasó a “naranjito”, luego a naranjo y al final ahora es un “arbol” a secas. Lógica de Xalk. Don't ask.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
07/02/14, 08:52 pm
Al menos Shaco decidió esperar a que los demás estuviesen listos para salir. Se le pasó por la cabeza que el chico podría estar arrepentido de haber hecho el ganso el día anterior y por eso parecía tan afectado. Pero Cío estaba cansado de pensar en ese excéntrico, que a fin de cuentas allí estaba, entero. Comió y recogió la mesa, e iba a buscar sus botas para salir cuando Xalk lo llevó al patio para alguna petición. Pasaron al lado de Keiria y se fueron a la otra punta del patio. El irrense se cruzó de brazos y miró al insecto, sin saber por dónde iban los tiros hasta que mencionó las cestas.
—Creía que la idea era ir por los tejados. —Pero era cierto que no siempre se hacía así. Si respondió aquello primero fue porque la petición lo cogió un poco por sorpresa. Estaba empezando a acostumbrarse a su vida de parásito en el torreón, pero la oportunidad de poder aportar algo -algo de su agrado- era lo que llevaba persiguiendo bastante tiempo—. Pero acepto, ¿por qué no? —Contestó antes de poder arrepentirse. Tratándose de Xalk podía salir realmente escaldado de un entrenamiento. Pero también podría aprender cosas útiles, como pasaba con Shaco.
No detallaron mucho más en ese momento, porque estaban a punto de salir hacia el norte de la ciudad buscando a Taro. Y no fue una búsqueda fructuosa, lo único que logró fue mermar aún más los ánimos de la gente. Decidieron avisar a los cosechados de Letargo para que estuviesen alerta, ya que visitaban la avenida con frecuencia, y se enteraron de la muerte de dos más, dentro de su mismo torreón. Para Cío eso fue un indicativo claro de que, a pesar de las cosas "bonitas" que habían dicho de los de Maciel cuando lo de Xalk, ellos tenían un problema bastante peor. Y no pensaba volver a pasarse mucho por allí.
La otra cosa interesante que vio durante esa salida fue la propia calle de las casas encantadas. No creía que ese fuera el peligro que hubiese acabado con Taro, de estar realmente muerto, porque era imposible caer en una trampa de la que estabas advertido. Sin embargo, cuando vio su funcionamiento a una distancia prudencial, temeroso de acercarse más, admitió que el realismo de las ilusiones quitaba el aliento. Pero no se mostraba nada que lo atrajese como la miel a las moscas. Alguna casa irrense fuera de lugar -tanto que daba igual si era capaz de reconocer la puerta- a su hermano, Ippon... y algunos más que lo trataban de llamar. Cuando vio a Labril entre ellos se dio cuenta de hasta qué punto aquellas ilusiones hurgaban en la mente de uno. Pero justo por eso sonrió y fue capaz de darle la espalda a las casas para seguir buscando, con la impresión de haber visto en la distancia réplicas del torreón y de todos sus compañeros.
Al volver a casa al atardecer se quitó las botas y las dejó tiradas detrás del sofá donde se dejó caer. Se le habían acumulado el cansancio de la noche y de la larga y tortuosa búsqueda. No podía ni pensar, y de hecho era una excusa perfecta para no hacerlo.
—Creía que la idea era ir por los tejados. —Pero era cierto que no siempre se hacía así. Si respondió aquello primero fue porque la petición lo cogió un poco por sorpresa. Estaba empezando a acostumbrarse a su vida de parásito en el torreón, pero la oportunidad de poder aportar algo -algo de su agrado- era lo que llevaba persiguiendo bastante tiempo—. Pero acepto, ¿por qué no? —Contestó antes de poder arrepentirse. Tratándose de Xalk podía salir realmente escaldado de un entrenamiento. Pero también podría aprender cosas útiles, como pasaba con Shaco.
No detallaron mucho más en ese momento, porque estaban a punto de salir hacia el norte de la ciudad buscando a Taro. Y no fue una búsqueda fructuosa, lo único que logró fue mermar aún más los ánimos de la gente. Decidieron avisar a los cosechados de Letargo para que estuviesen alerta, ya que visitaban la avenida con frecuencia, y se enteraron de la muerte de dos más, dentro de su mismo torreón. Para Cío eso fue un indicativo claro de que, a pesar de las cosas "bonitas" que habían dicho de los de Maciel cuando lo de Xalk, ellos tenían un problema bastante peor. Y no pensaba volver a pasarse mucho por allí.
La otra cosa interesante que vio durante esa salida fue la propia calle de las casas encantadas. No creía que ese fuera el peligro que hubiese acabado con Taro, de estar realmente muerto, porque era imposible caer en una trampa de la que estabas advertido. Sin embargo, cuando vio su funcionamiento a una distancia prudencial, temeroso de acercarse más, admitió que el realismo de las ilusiones quitaba el aliento. Pero no se mostraba nada que lo atrajese como la miel a las moscas. Alguna casa irrense fuera de lugar -tanto que daba igual si era capaz de reconocer la puerta- a su hermano, Ippon... y algunos más que lo trataban de llamar. Cuando vio a Labril entre ellos se dio cuenta de hasta qué punto aquellas ilusiones hurgaban en la mente de uno. Pero justo por eso sonrió y fue capaz de darle la espalda a las casas para seguir buscando, con la impresión de haber visto en la distancia réplicas del torreón y de todos sus compañeros.
Al volver a casa al atardecer se quitó las botas y las dejó tiradas detrás del sofá donde se dejó caer. Se le habían acumulado el cansancio de la noche y de la larga y tortuosa búsqueda. No podía ni pensar, y de hecho era una excusa perfecta para no hacerlo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
07/02/14, 09:54 pm
Archime, tras haber oído la respuesta de Lara, se había puesto a desayunar copiosamente mientras se organizaba el día en su cabeza. Aunque todavía debía saber si iban a salir a buscar a Taro y a Shaco para organizarse correctamente y fue cuando se había decidido a preguntarlo que el segundo apareció sin más. El irrense se levantó de la silla casi de un salto por lo inesperado, especialmente porque el humano no había venido de fuera.
Sin moverse del sitio y en silencio, atendió a todos los discursos y las acciones de sus compañeros que se fueron sucediendo unas tras otras, poniendo especial atención en el comportamiento de Shaco.
Si el humano no mentía, el biomecánico solo podía concluir una única explicación para su forma de actuar y consideró necesario compartirlo con alguien del torreón. Xalkoth se le adelantó llevándose a Cío con él, pues era con quien el ingeniero quería hablar, por lo que el irrense dedicó el tiempo hasta la salida que habían programado para buscar a Taro a establecer el cordel de alarma en la puerta del patio.
Tras la infructuosa búsqueda, el biomecánico volvió a Maciel con el ánimo en un estado similar al del día anterior, acentuado por la noticia de la pérdida de dos cosechados más en Letargo, y lo primero que hizo fue finalizar de añadir las excepciones al hechizo del patio. Tan solo faltaba uno de los hechizos de seguridad por probar de los que había visto en el libro, pero reservó su magia por ese día ya que aquel no era realmente útil. El ingeniero, no obstante, estaba decidido a comprobar que era capaz de realizar aun así.
Una vez hubo finalizado, se acercó a Cío, que no se encontraba demasiado lejos de su posición, asegurándose de que el humano no se hallaba en las cercanías. Se sentó en su sillón de siempre antes de hablar.
—Cío, he llegado a la conclusión… —Se puso ligeramente nervioso tratando de hablar con normalidad, especialmente porque el otro irrense era el que le había instado a hacerlo en primer lugar—. Analizando el comportamiento y las palabras de Shaco creo que… Es posible que padezca un trastorno de múltiple personalidad. Su forma de actuar cambió de repente y no recuerda lo que sucedió durante el periodo… Ayer. Los indicios encajan.
Sin moverse del sitio y en silencio, atendió a todos los discursos y las acciones de sus compañeros que se fueron sucediendo unas tras otras, poniendo especial atención en el comportamiento de Shaco.
Si el humano no mentía, el biomecánico solo podía concluir una única explicación para su forma de actuar y consideró necesario compartirlo con alguien del torreón. Xalkoth se le adelantó llevándose a Cío con él, pues era con quien el ingeniero quería hablar, por lo que el irrense dedicó el tiempo hasta la salida que habían programado para buscar a Taro a establecer el cordel de alarma en la puerta del patio.
Tras la infructuosa búsqueda, el biomecánico volvió a Maciel con el ánimo en un estado similar al del día anterior, acentuado por la noticia de la pérdida de dos cosechados más en Letargo, y lo primero que hizo fue finalizar de añadir las excepciones al hechizo del patio. Tan solo faltaba uno de los hechizos de seguridad por probar de los que había visto en el libro, pero reservó su magia por ese día ya que aquel no era realmente útil. El ingeniero, no obstante, estaba decidido a comprobar que era capaz de realizar aun así.
Una vez hubo finalizado, se acercó a Cío, que no se encontraba demasiado lejos de su posición, asegurándose de que el humano no se hallaba en las cercanías. Se sentó en su sillón de siempre antes de hablar.
—Cío, he llegado a la conclusión… —Se puso ligeramente nervioso tratando de hablar con normalidad, especialmente porque el otro irrense era el que le había instado a hacerlo en primer lugar—. Analizando el comportamiento y las palabras de Shaco creo que… Es posible que padezca un trastorno de múltiple personalidad. Su forma de actuar cambió de repente y no recuerda lo que sucedió durante el periodo… Ayer. Los indicios encajan.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
08/02/14, 06:30 pm
El torreón no tardó en quedarse casi vacío, pues la mayoría de los macieleros salieron en una expedición de búsqueda para tratar de encontrar a Taro. Keiria fue de los pocos que se quedaron a guardar el edificio, y había decidido quedarse porque no se fiaba de si misma ahí fuera. Aun tenía fresco en la mente el tropiezo de la cicatriz, y como no sabía si le volvería a pasar algo similar, prefería no arriesgarse por el momento. La pelirroja permaneció un rato mas en la misma postura, pero incapaz de darle vueltas mas a nada, se puso en pie y empezó a poner algo de orden en Maciel.
<—>
Con esa y otras tareas pasó el tiempo mientras los demás permanecían fuera, pero para cuando regresaron, la ulterana había vuelto al patio, donde se había sentado a leer en la misma posición que aquella mañana. No había tardado en cansarse del libro, y habiendo vuelto a su ensimismamiento, no fue consciente de que el aprendiz había salido a entrenar.
La voz del humano le devolvió a la realidad, y ladeando ligeramente la cabeza, vio que este se había sentado a unos metros y se abrazaba las rodillas, como ella. Era cierto que ya apenas había luz, no se había dado cuenta, pero no le dio demasiada importancia y se limitó a escuchar la pregunta del pelinaranja. Permaneció un rato en silencio cuando el chico terminó de hablar, no muy segura de que decir. Estaba claro que no se acordaba de nada, lo que confirmaba su suposición de que tuviera un trastorno de múltiple personalidad, pero no sabía como hacérselo entender. Ella no era psicóloga, y lo mas importante, aun seguía sin saber como tratar al humano. El no tenía la culpa, pero su actitud del día anterior no le había gustado un pelo, y con eso presente, se le hacía difícil mantener una conversación normal con él.
—"Ayer" no salimos a la biblioteca, eso fue hace dos días —empezó al final, con un tono de voz neutro—. Ayer tu te levantaste raro, fuiste un borde con Marsi y con Ri, y cuando salí al patio a preguntarte que te pasaba, te comportaste como un completo gilipollas... —no había variado el tono, pero había bajado un poco la voz—. Dejaste muy clara tu opinión acerca de la preocupación de tus compañeros cuando Cio y Lara trataron de detenerte en la puerta, y cuando les amenazaste te dejaron el paso libre; no hemos sabido nada de ti hasta esta mañana, que apareciste como si tal cosa en las escaleras. Marsi se volvió a su torreón a raíz de la discusión que mantuvo contigo, y en el trayecto de vuelta, Taro desapareció.
Había resumido todo sin ningun rastro de emoción, pero se le notaba crispada por como se aferraba a las rodillas. Ahora sabía que el humano no tenía la culpa, pero dentro de su cabeza había un individuo al que tenía unas ganas horribles de patear.
—Trastorno de múltiple personalidad, esa es la única explicación, porque ya he descartado que seas simplemente imbécil. Voy a presuponer que tienes algún amigo ahí arriba —dijo, señalando su frente con un gesto fugaz—, y me parece que ayer quiso darse un paseo. No voy a mentir, me gustaría cruzarte la cara de un tortazo, pero no serviría de nada... el verdadero culpable apenas sentiría la hostia de rebote —añadió con una leve sonrisa que no tardó en apagarse.
Al final de su discurso había retomado parte de su tono habitual, por lo que no debía haber sonado demasiado fría.
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Con esa y otras tareas pasó el tiempo mientras los demás permanecían fuera, pero para cuando regresaron, la ulterana había vuelto al patio, donde se había sentado a leer en la misma posición que aquella mañana. No había tardado en cansarse del libro, y habiendo vuelto a su ensimismamiento, no fue consciente de que el aprendiz había salido a entrenar.
La voz del humano le devolvió a la realidad, y ladeando ligeramente la cabeza, vio que este se había sentado a unos metros y se abrazaba las rodillas, como ella. Era cierto que ya apenas había luz, no se había dado cuenta, pero no le dio demasiada importancia y se limitó a escuchar la pregunta del pelinaranja. Permaneció un rato en silencio cuando el chico terminó de hablar, no muy segura de que decir. Estaba claro que no se acordaba de nada, lo que confirmaba su suposición de que tuviera un trastorno de múltiple personalidad, pero no sabía como hacérselo entender. Ella no era psicóloga, y lo mas importante, aun seguía sin saber como tratar al humano. El no tenía la culpa, pero su actitud del día anterior no le había gustado un pelo, y con eso presente, se le hacía difícil mantener una conversación normal con él.
—"Ayer" no salimos a la biblioteca, eso fue hace dos días —empezó al final, con un tono de voz neutro—. Ayer tu te levantaste raro, fuiste un borde con Marsi y con Ri, y cuando salí al patio a preguntarte que te pasaba, te comportaste como un completo gilipollas... —no había variado el tono, pero había bajado un poco la voz—. Dejaste muy clara tu opinión acerca de la preocupación de tus compañeros cuando Cio y Lara trataron de detenerte en la puerta, y cuando les amenazaste te dejaron el paso libre; no hemos sabido nada de ti hasta esta mañana, que apareciste como si tal cosa en las escaleras. Marsi se volvió a su torreón a raíz de la discusión que mantuvo contigo, y en el trayecto de vuelta, Taro desapareció.
Había resumido todo sin ningun rastro de emoción, pero se le notaba crispada por como se aferraba a las rodillas. Ahora sabía que el humano no tenía la culpa, pero dentro de su cabeza había un individuo al que tenía unas ganas horribles de patear.
—Trastorno de múltiple personalidad, esa es la única explicación, porque ya he descartado que seas simplemente imbécil. Voy a presuponer que tienes algún amigo ahí arriba —dijo, señalando su frente con un gesto fugaz—, y me parece que ayer quiso darse un paseo. No voy a mentir, me gustaría cruzarte la cara de un tortazo, pero no serviría de nada... el verdadero culpable apenas sentiría la hostia de rebote —añadió con una leve sonrisa que no tardó en apagarse.
Al final de su discurso había retomado parte de su tono habitual, por lo que no debía haber sonado demasiado fría.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
08/02/14, 06:53 pm
El aprendiz escuchó toda la exposición de la chica con ojos cada vez más vacios. Estaba empapandose de ese significado. Todo era tan confuso, las últimas doce horas lo habian sido y, por encima, estaba aquello.
-Otro yo...-repitió, ausente, como sin creerselo todavia. Se balanceaba cada vez con más intensidad, como nervioso. La explicación de Keiria, aunque dura, era justo lo que le necesitaba, contando conque además, la falta de emoción en su tono era bastante notable. En cualquier otro caso, habria pensado que era una broma, una mentira sin más. Pero no de aquella chica. Por ilógico y sacado de una historia de un fanfic de baja calidad en fanfiction.net, varias piezas encajaban de una manera que no se podian encajar sinó. Fuera lo que fuera que hubiese hecho su otro yo, le hizo sentirse profundamente enfadado y culpable. Inconscientemente, se aporreó la cabeza con fuerza.
El latigazo de dolor le hizo pensar con más claridad. No podia volver atrás aquel día y detener a esa versión imbecil de si mismo. Pero si podia hacer algo, en el presente, para comportar el asqueroso comportamiento que su subconsciente tomaba. De un pequeño saltito, se puso a cuatro patas y gateó hacia la chica, con la mirada decidida.
-Mientras que no puedo hacer nada para deshacer lo hecho, me siento terrible como tal, aunque hayas dicho que no tengo la culpa.-se sentó entonces sobre sus piernas y cerró los puños con la misma determinación con la que brillaban sus ojos.-Te lo compensaré. De alguna manera. A ti. A Ri, a Cio y a Lara. A todos los que ofendí. Empezando por tí.-dijo, asintiendo con determinación.
-De donde yo vengo, creemos en una energia que hace todo justo, con el tiempo. El karma equilibria las almas y los seres vivos. Siempre pensé que era una chorrada, claro. Pero si es algo que no quiero tener más en mi vida, es karma negativo.-
Aflojó su bufanda, liberando su cabeza. Estirando el cuello, acercó la cara a la chica y cerró los ojos con fuerza.
-¡Pégame!-dijo, su voz con algo de duda, pero sin falta de resolución en sus gestos.-¡Pégame si te hace sentirte mejor!-mantuvo los ojos cerrados con aquella excesiva fuerza, como esperando un golpe en cualquier momento.
-Otro yo...-repitió, ausente, como sin creerselo todavia. Se balanceaba cada vez con más intensidad, como nervioso. La explicación de Keiria, aunque dura, era justo lo que le necesitaba, contando conque además, la falta de emoción en su tono era bastante notable. En cualquier otro caso, habria pensado que era una broma, una mentira sin más. Pero no de aquella chica. Por ilógico y sacado de una historia de un fanfic de baja calidad en fanfiction.net, varias piezas encajaban de una manera que no se podian encajar sinó. Fuera lo que fuera que hubiese hecho su otro yo, le hizo sentirse profundamente enfadado y culpable. Inconscientemente, se aporreó la cabeza con fuerza.
El latigazo de dolor le hizo pensar con más claridad. No podia volver atrás aquel día y detener a esa versión imbecil de si mismo. Pero si podia hacer algo, en el presente, para comportar el asqueroso comportamiento que su subconsciente tomaba. De un pequeño saltito, se puso a cuatro patas y gateó hacia la chica, con la mirada decidida.
-Mientras que no puedo hacer nada para deshacer lo hecho, me siento terrible como tal, aunque hayas dicho que no tengo la culpa.-se sentó entonces sobre sus piernas y cerró los puños con la misma determinación con la que brillaban sus ojos.-Te lo compensaré. De alguna manera. A ti. A Ri, a Cio y a Lara. A todos los que ofendí. Empezando por tí.-dijo, asintiendo con determinación.
-De donde yo vengo, creemos en una energia que hace todo justo, con el tiempo. El karma equilibria las almas y los seres vivos. Siempre pensé que era una chorrada, claro. Pero si es algo que no quiero tener más en mi vida, es karma negativo.-
Aflojó su bufanda, liberando su cabeza. Estirando el cuello, acercó la cara a la chica y cerró los ojos con fuerza.
-¡Pégame!-dijo, su voz con algo de duda, pero sin falta de resolución en sus gestos.-¡Pégame si te hace sentirte mejor!-mantuvo los ojos cerrados con aquella excesiva fuerza, como esperando un golpe en cualquier momento.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
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- Red
Ficha de cosechado
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● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
08/02/14, 07:41 pm
Se le notaba nervioso, pues lo que le había dicho debía de haberle alterado. Keiria se limitó a observarle sin decir nada, dejando que asimilara la información. El porrazo que se dio en la cabeza la pilló desprevenida, pero antes de que pudiera hablarle, el humano se puso a cuatro patas y recorto los metros que les separaban, sentándose sobre sus propias piernas y cerrando los puños con la misma decisión que brillaba en sus ojos.
Estaba arrepentido, y a pesar de que no había tenido la culpa, se molestaba en pedir disculpas a su peculiar manera. Aseguró que le compensaría a ella y al resto de sus compañeros, y la pelirroja solo pudo asistir al discurso sin decir nada. Le habló de algo llamado karma, una energía que equilibraba todos los actos de la gente, una mas de sus rarezas o algo de la cultura humana, la ulterana no sabía como calificarlo. En cualquier caso podía tener su lógica, una especie de ojo por ojo con el mundo, una forma de seguir el camino correcto o algo así. El muchacho se quitó la bufanda y estiro el cuello y su rostro hacia ella, cerrando los ojos con fuerza. La pelirroja se echó ligeramente hacia atrás, incómoda ante el acercamiento, que aunque no era como el del día anterior, seguía siendo.
Sus palabras, en cambio, la mantuvieron en su sitio, pues le pidió que le pegara si eso le hacía sentirse mejor. Se notaba la duda en el tono de su voz, pero sus gestos eran resueltos. Keiria le miró unos instantes sin decir nada, tratando de decidir si era tonto o si solo se lo hacía, pero termino por sonreír y negar con la cabeza. LE mantuvo expectante unos segundos mas, sin decir nada, y luego extendió el brazo y le propino un ligero capirotazo entre ceja y ceja sin fuerza alguna.
—No te voy a pegar, ya te he dicho que no serviría de nada, si acaso me guardo el derecho para la próxima vez que tu amigo salga a pasear —dijo con una media sonrisa, visiblemente mas relajada.
Estaba arrepentido, y a pesar de que no había tenido la culpa, se molestaba en pedir disculpas a su peculiar manera. Aseguró que le compensaría a ella y al resto de sus compañeros, y la pelirroja solo pudo asistir al discurso sin decir nada. Le habló de algo llamado karma, una energía que equilibraba todos los actos de la gente, una mas de sus rarezas o algo de la cultura humana, la ulterana no sabía como calificarlo. En cualquier caso podía tener su lógica, una especie de ojo por ojo con el mundo, una forma de seguir el camino correcto o algo así. El muchacho se quitó la bufanda y estiro el cuello y su rostro hacia ella, cerrando los ojos con fuerza. La pelirroja se echó ligeramente hacia atrás, incómoda ante el acercamiento, que aunque no era como el del día anterior, seguía siendo.
Sus palabras, en cambio, la mantuvieron en su sitio, pues le pidió que le pegara si eso le hacía sentirse mejor. Se notaba la duda en el tono de su voz, pero sus gestos eran resueltos. Keiria le miró unos instantes sin decir nada, tratando de decidir si era tonto o si solo se lo hacía, pero termino por sonreír y negar con la cabeza. LE mantuvo expectante unos segundos mas, sin decir nada, y luego extendió el brazo y le propino un ligero capirotazo entre ceja y ceja sin fuerza alguna.
—No te voy a pegar, ya te he dicho que no serviría de nada, si acaso me guardo el derecho para la próxima vez que tu amigo salga a pasear —dijo con una media sonrisa, visiblemente mas relajada.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
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Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
08/02/14, 07:56 pm
El aprendiz esperó un golpe en cualquier momento. La espera le estaba resultando aun peor que el futuro tortazo que le vendria. Sin embargo, recibió otra cosa que no se esperaba. Retrocedió hacia atrás de la sorpresa de notar el chasquido del dedo contra su frente y gimio algo por lo bajo de sorpresa.
-D-Dakota...-murmuró.
Finalmente, escuchó lo que la chica le dijo. Fuera lo que hubiese hecho, la chica no se lo guardaba a él, sino a quien fuera que le hubiera suplantado. Aunque no podia olvidarse de aquella revelación y de que Taro aun no habia vuelto con ellos, se permitió emocionarse un poco.
-¡A-Aun así! ¡Quiero ayudarte! ¡Y no aceptaré un no por respuesta!-dijo, resoplando con fingida indignación.-¡Puedo ayudarte con los entrenamientos! ¡Lo que sea!¡Puedo hacer magia por ti cuando lo necesites!-entonces se acercó, para en un susurro aclararle algo.-No quiero fardar, pero posiblemente sea el mejor después de Archivado.-intentó reir. No le salio y enseguida su pobre intento murió, pero algo dentro de él se sentia alegre de que habia podido dejar las cosas claras con la chica.-¡Y si vuelvo a transformarme en ese...-pensó un apelativo adecuado.-...idiota lamepuertas y muerderadiadores tienes mi total permiso para cruzarle la cara en mi nombre y en hacerle un suplex alemán.-aclaró, rabioso.
-D-Dakota...-murmuró.
Finalmente, escuchó lo que la chica le dijo. Fuera lo que hubiese hecho, la chica no se lo guardaba a él, sino a quien fuera que le hubiera suplantado. Aunque no podia olvidarse de aquella revelación y de que Taro aun no habia vuelto con ellos, se permitió emocionarse un poco.
-¡A-Aun así! ¡Quiero ayudarte! ¡Y no aceptaré un no por respuesta!-dijo, resoplando con fingida indignación.-¡Puedo ayudarte con los entrenamientos! ¡Lo que sea!¡Puedo hacer magia por ti cuando lo necesites!-entonces se acercó, para en un susurro aclararle algo.-No quiero fardar, pero posiblemente sea el mejor después de Archivado.-intentó reir. No le salio y enseguida su pobre intento murió, pero algo dentro de él se sentia alegre de que habia podido dejar las cosas claras con la chica.-¡Y si vuelvo a transformarme en ese...-pensó un apelativo adecuado.-...idiota lamepuertas y muerderadiadores tienes mi total permiso para cruzarle la cara en mi nombre y en hacerle un suplex alemán.-aclaró, rabioso.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
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- Red
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● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
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Re: Torreón Maciel (Archivo V)
08/02/14, 08:31 pm
No sabía quien o que era Dakota, pero no le dio demasiadas vueltas, pues el chico volvió a hablar, dedicándole otro discurso apasionado. El humano se comportaba de forma peculiar, y aquello era señal de que sin lugar a dudas volvía a ser el mismo. Keiria estuvo a punto de reír un par de veces a lo largo de la perorata, sobre todo cuando se refirió de aquella manera a su alter ego, pero logro contenerse y se limitó a sonreír, negando ligeramente con la cabeza.
—Esta bien, esta bien —cedió al final, alzando las manos en señal de rendición y volviendo después a su anterior postura, abrazándose las rodillas—, aceptó tu ayuda entonces. Entrenar me vendrá bien, de todos modos, no duraría demasiado ahí fuera si no me pongo las pilas ya —comentó para si, volviendo después a centrarse en el aprendiz—. El segundo mejor después de Archi, ¿no es cierto? Desde mi punto de vista ganduleas demasiado en lo que a practicar hechizos se refiere, yo creo que mama Lara te va a superar —bromeó, riendo con suavidad—. Tendrás que aplicarte si no te quieres quedar atrás.
Ella misma aun repetía de vez en cuando y de forma inconsciente los gestos de algunos hechizos, en un deseo inconsciente de que le saliera alguno. Nunca lo admitiría, pero le frustraba no ser capaz de hacer magia, y sus deficiencias físicas no lo compensaban. La oferta del humano le ayudaría a mejorar en ese punto, tal vez, y si sacaba el valor suficiente, a lo mejor también le pedía ayuda a Ri.
—Esta bien, esta bien —cedió al final, alzando las manos en señal de rendición y volviendo después a su anterior postura, abrazándose las rodillas—, aceptó tu ayuda entonces. Entrenar me vendrá bien, de todos modos, no duraría demasiado ahí fuera si no me pongo las pilas ya —comentó para si, volviendo después a centrarse en el aprendiz—. El segundo mejor después de Archi, ¿no es cierto? Desde mi punto de vista ganduleas demasiado en lo que a practicar hechizos se refiere, yo creo que mama Lara te va a superar —bromeó, riendo con suavidad—. Tendrás que aplicarte si no te quieres quedar atrás.
Ella misma aun repetía de vez en cuando y de forma inconsciente los gestos de algunos hechizos, en un deseo inconsciente de que le saliera alguno. Nunca lo admitiría, pero le frustraba no ser capaz de hacer magia, y sus deficiencias físicas no lo compensaban. La oferta del humano le ayudaría a mejorar en ese punto, tal vez, y si sacaba el valor suficiente, a lo mejor también le pedía ayuda a Ri.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
09/02/14, 04:25 am
No podía contar el tiempo que llevaba con la cabeza girada hacia el techo. Se tapaba parcialmente la cara con su brazo derecho, pero siendo mecánico no era lo que se podía decir cómodo. A pesar de la pose relajada, movía los dedos de los pies con nerviosismo. Cuando Archi se sentó en su sofá habitual solo apartó un poco el brazo para mirarlo de reojo, e iba a volver a cubrirse los ojos, pero no llegó a hacerlo porque se dirigió a él.
—¿Hm? —Se obligó a ponerse erguido. La conversación le interesaba, pero él entendía más bien poco de esos temas—. ¿Y eso cómo va? No conozco los síntomas bien ni nada. ¿En su mundo funcionará igual? A lo mejor es habitual... o algo. Quizás deberíamos preguntarle al mudo. —Miró alrededor a ver si veía a Baurus, sin mucho éxito. Aquel tipo parecía una sombra, pero para mal.
—¿Hm? —Se obligó a ponerse erguido. La conversación le interesaba, pero él entendía más bien poco de esos temas—. ¿Y eso cómo va? No conozco los síntomas bien ni nada. ¿En su mundo funcionará igual? A lo mejor es habitual... o algo. Quizás deberíamos preguntarle al mudo. —Miró alrededor a ver si veía a Baurus, sin mucho éxito. Aquel tipo parecía una sombra, pero para mal.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejosPersonajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
09/02/14, 03:48 pm
Nero estaba sentado cerca de Cio, y se giró hacia Archi cuando comenzó a hablar. Los chicos bestias le agradaban. Uno era entretenido y el otro tremendamente util. Y las locuras del ratón, que se habían vuelto cada vez más interesantes, parecían sugerir alguna explicación. Otro término del que no había oido hablar pero que por etimología se deducía minimamente. Con gesto interesado, esperó a terminar de enterarse, antes de opinar sobre nada. No era algo en lo que quisiese aportar, solo saber. Se preguntó si encarnaría algun tipo de peligro o desventaja la forma de ser de Shaco y si no deberían dejarle salir mas a menudo a ver si se despeñaba o volvía sin un par de extremidades y se quedaba quietecito.
-
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
09/02/14, 04:06 pm
El aprendiz se puso de pie de un salto.
-¡Genial! ¡Ya verás! ¡No te defraudaré! ¡No os defraudaré a ninguno! ¡Voy a empollar hasta que me duelan los codos!-exclamó, determinado mientras volvia a arreglarse la bufanda sobre su cuello, enterrando su cabeza en ella.
-¡Voy a buscar a los demás!-le informó a la chica y, sin más, se alejó trotando al interior del torreón.
Más que feliz, la emoción del aprendiz podia definirse como energicamente extático. Con el ceño fruncido de pura resolución, afrontó el resto de sus desafios optimista.
>> Mio, Rin , Lara Croft... y Luego los demás...
Encontró primero a Mio en el salón. Parecia estar ocupado hablando con Archivado y Negro, así que decidió no molestarles y aplazó su parte con él para más tarde, cuando le viese libre. Escuchó ruido en la cocina y se dirigió a esta con decisión. Atravesando el umbral, se encontró con Rin. Al instante el corazón le dió un vuelco. Se habia vuelto a quedar sin palabras.
>> No otra vez...
Pero tenia que hacerlo. Tenia que aclarar el malentendido y saldar su deuda con ellos. Negó bruscamente con la cabeza, como sacudiendo aquellos pensamientos de bloqueo y verguenza con toda su voluntad, para finalmente romper con un pequeño chillido.
-¡RIN!-dijo bastante más alto de lo necesario, teniendo en cuenta el tamaño de la cocina. Una gota de sudor se resbaló por su rostro. Los nervios estaban sacando lo peor de él, pero algo insensato le empujó a seguir adelante y volvió a hablar, en un tono más bajo y moderado mientras se acercaba.-Tenemos que hablar...-concluyó, algo aparatosamente, costándole mantener la mirada con la chica.
-¡Genial! ¡Ya verás! ¡No te defraudaré! ¡No os defraudaré a ninguno! ¡Voy a empollar hasta que me duelan los codos!-exclamó, determinado mientras volvia a arreglarse la bufanda sobre su cuello, enterrando su cabeza en ella.
-¡Voy a buscar a los demás!-le informó a la chica y, sin más, se alejó trotando al interior del torreón.
Más que feliz, la emoción del aprendiz podia definirse como energicamente extático. Con el ceño fruncido de pura resolución, afrontó el resto de sus desafios optimista.
>> Mio, Rin , Lara Croft... y Luego los demás...
Encontró primero a Mio en el salón. Parecia estar ocupado hablando con Archivado y Negro, así que decidió no molestarles y aplazó su parte con él para más tarde, cuando le viese libre. Escuchó ruido en la cocina y se dirigió a esta con decisión. Atravesando el umbral, se encontró con Rin. Al instante el corazón le dió un vuelco. Se habia vuelto a quedar sin palabras.
>> No otra vez...
Pero tenia que hacerlo. Tenia que aclarar el malentendido y saldar su deuda con ellos. Negó bruscamente con la cabeza, como sacudiendo aquellos pensamientos de bloqueo y verguenza con toda su voluntad, para finalmente romper con un pequeño chillido.
-¡RIN!-dijo bastante más alto de lo necesario, teniendo en cuenta el tamaño de la cocina. Una gota de sudor se resbaló por su rostro. Los nervios estaban sacando lo peor de él, pero algo insensato le empujó a seguir adelante y volvió a hablar, en un tono más bajo y moderado mientras se acercaba.-Tenemos que hablar...-concluyó, algo aparatosamente, costándole mantener la mirada con la chica.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
09/02/14, 04:17 pm
Ri no pareció inmutarse con el gritito. Nero, más allá, desvió la mirada un segundo con un gesto indescifrable, pero pronto volvió a fijarse en Archi. La chica se giró con una expresión indolente, que rozaba el aburrimiento.
- Habla.
" Este no es el mejor momento para hacerme perder el tiempo". Pero no añadió nada más y se llevo un pedazo de fruta a la boca, esperando. Bajo toda la calma, la mecha de Ri estaba corta, corta, especialmente para aquel cabeza hueca.
- Habla.
" Este no es el mejor momento para hacerme perder el tiempo". Pero no añadió nada más y se llevo un pedazo de fruta a la boca, esperando. Bajo toda la calma, la mecha de Ri estaba corta, corta, especialmente para aquel cabeza hueca.
-
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
09/02/14, 04:42 pm
El aprendiz sintió la frialdad de la chica que, como un cuchillo acariciando su garganta, le tenia puesto en la ruta del fracaso. Tragó saliva y vaciló.
-Yo... esto... verás...-dijo y se rascó el hombro en silencio para ganar tiempo. Pensaba como expresarlo de la manera adecuada. Como engalanar sus palabras de tal manera que le fuesen más fáciles de asimilar. Pero no logró nada por el estilo. Era una verguenza que se considerase el aprendiz del rey mono, pero que su lengua no tuviese ni una pinta de plata a la hora de lidiar con la gente. Finalmente, optó por ser abiertamente sincero.
-Keiria Knightley me lo ha contado todo. B-Bueno... No todo. No ha entrado en detalles pero me ha contado todo lo que necesitaba saber...-tragó saliva y enredó sus manos con la bufanda, como en ademán de ajustarla, aunque ya lo estuviera. Con nerviosismo, prosiguio.-Dice que es personalidad múltiple o algo así... Yo... No se que pasó, fuera lo que fuera, no estaba yo al control de mis acciones y, aunque ella dice que no tengo la culpa, no puedo evitar sentirlo, p-por la forma con la que me mirais, con como habeis cambiado a la hora de tratar conmigo y...-se sentia estúpido. Plena y llanamente estúpido. Desearia haber escrito un guión antes de afrontar la intimidante presencia de la chica antes de haberse hecho todo un leeroy jenkins. Pero ya era muy tarde para corregirlo y, por lo tanto, optó por repetirse.
-Mientras que no puedo deshacer lo que hizo ese tipo tan amargado, si que puedo hacer una cosa, para sentirme en paz conmigo mismo y, para que me perdoneis todos.-
Poco a poco, como una llama que empieza como una chispa, algo de valor se encendió dentro de él. Aquel producto era terriblemente inflamable y la determinación del chico era como el mejor de los vientos a la hora de propagar aquella creciente llama. Armándose de aquel valor, le miró a la chica directa en el ojo y frunció el ceño, mostrándole la misma determinacion que, minutos antes, le habia mostrado a Keiria.
-Os lo compensare. A todos. No me importa si tardaré años en hacerlo, si tengo que escalar mil montañas o si tengo que volverme un esclavo. Voy a expiarme de mis faltas para con vosotros y no dejaré que ese tipejo vuelva a salir. Esto es una promesa, claro que puedes pensar que solo son palabras construidas en un entresijo de caos y mentiras. Pero pienso apoyar mis palabras con acciones y lo vereis muy pronto. A Keiria Knightley le ofreci entrenar con ella, ayudarla con la magia en lo que necesitase. No se lo que necesitas, pero lo encontrarás en mi. Lo que sea.-insistió, guardando silencio tras aquel largo monólogo, el cuerpo le ardia como una llama desafiante y sentia como carbón candente en las manos y en la cara.
-Yo... esto... verás...-dijo y se rascó el hombro en silencio para ganar tiempo. Pensaba como expresarlo de la manera adecuada. Como engalanar sus palabras de tal manera que le fuesen más fáciles de asimilar. Pero no logró nada por el estilo. Era una verguenza que se considerase el aprendiz del rey mono, pero que su lengua no tuviese ni una pinta de plata a la hora de lidiar con la gente. Finalmente, optó por ser abiertamente sincero.
-Keiria Knightley me lo ha contado todo. B-Bueno... No todo. No ha entrado en detalles pero me ha contado todo lo que necesitaba saber...-tragó saliva y enredó sus manos con la bufanda, como en ademán de ajustarla, aunque ya lo estuviera. Con nerviosismo, prosiguio.-Dice que es personalidad múltiple o algo así... Yo... No se que pasó, fuera lo que fuera, no estaba yo al control de mis acciones y, aunque ella dice que no tengo la culpa, no puedo evitar sentirlo, p-por la forma con la que me mirais, con como habeis cambiado a la hora de tratar conmigo y...-se sentia estúpido. Plena y llanamente estúpido. Desearia haber escrito un guión antes de afrontar la intimidante presencia de la chica antes de haberse hecho todo un leeroy jenkins. Pero ya era muy tarde para corregirlo y, por lo tanto, optó por repetirse.
-Mientras que no puedo deshacer lo que hizo ese tipo tan amargado, si que puedo hacer una cosa, para sentirme en paz conmigo mismo y, para que me perdoneis todos.-
Poco a poco, como una llama que empieza como una chispa, algo de valor se encendió dentro de él. Aquel producto era terriblemente inflamable y la determinación del chico era como el mejor de los vientos a la hora de propagar aquella creciente llama. Armándose de aquel valor, le miró a la chica directa en el ojo y frunció el ceño, mostrándole la misma determinacion que, minutos antes, le habia mostrado a Keiria.
-Os lo compensare. A todos. No me importa si tardaré años en hacerlo, si tengo que escalar mil montañas o si tengo que volverme un esclavo. Voy a expiarme de mis faltas para con vosotros y no dejaré que ese tipejo vuelva a salir. Esto es una promesa, claro que puedes pensar que solo son palabras construidas en un entresijo de caos y mentiras. Pero pienso apoyar mis palabras con acciones y lo vereis muy pronto. A Keiria Knightley le ofreci entrenar con ella, ayudarla con la magia en lo que necesitase. No se lo que necesitas, pero lo encontrarás en mi. Lo que sea.-insistió, guardando silencio tras aquel largo monólogo, el cuerpo le ardia como una llama desafiante y sentia como carbón candente en las manos y en la cara.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
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— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
09/02/14, 05:16 pm
Asistió en silencio a las explicaciones del aurva sin cambiar su expresión, aunque dentro barajaba lo que había dicho, y cuanto de ello sería verdad y cuanto adorno sin sentido. ¿Lo que decía es que estaba loco de verdad? ¿Cuantro tendrían que lidiar entonces con comportamientos que no controlaba?
- Vale.- y por un tiempo pareció que eso iba a ser todo.- Lo que haces que no controlas no es tu único problema. No tengo ninguna resposabilidad sobre ti y si quieres tirarte de cabeza a la cicatriz me niego a mover un solo dedo más para evitarlo.
Ri no hablaba de forma desagradable, sino con la suavidad cordial que siempre había estado en ella.
- Dos cosas.- dijo levantando los dedos respectivos.- No me mientas. Nunca. E incluyo deformar lo sucedido hasta que sea irreconocible. Y... ya solo me quedas tú..- esto último se le atragantó un poco en la garganta.- Continua practicando conmigo en los muros. Enseñame a moverme por la ciudad.
Lo último no le hacia gracia, pero la utilidad venía antes que el miedo. Ante todo, era una persona pragmatica.
- Vale.- y por un tiempo pareció que eso iba a ser todo.- Lo que haces que no controlas no es tu único problema. No tengo ninguna resposabilidad sobre ti y si quieres tirarte de cabeza a la cicatriz me niego a mover un solo dedo más para evitarlo.
Ri no hablaba de forma desagradable, sino con la suavidad cordial que siempre había estado en ella.
- Dos cosas.- dijo levantando los dedos respectivos.- No me mientas. Nunca. E incluyo deformar lo sucedido hasta que sea irreconocible. Y... ya solo me quedas tú..- esto último se le atragantó un poco en la garganta.- Continua practicando conmigo en los muros. Enseñame a moverme por la ciudad.
Lo último no le hacia gracia, pero la utilidad venía antes que el miedo. Ante todo, era una persona pragmatica.
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