Torreón Maciel (Archivo V)
+15
Jack
Dal
Evanna
Zarket
Rocavarancolia Rol
Alicia
Naeryan
Baurus
Poblo
LEC
Yber
Giniroryu
Red
Tak
Leonart
19 participantes
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Torreón Maciel (Archivo V)
06/08/13, 02:56 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
El único que comentó fue el insectoide, mientras que tan solo se ganó las miradas reprobatorias de los demás. No tardó en contestar al clinger.
-Quizás no será agilidad en tu planeta, Kamen Rider. Pero en mi planeta la agilidad es lo que te permite, por ejemplo, minimizar el daño de una caida, el accionar ciertos aparatos, abrir algunos temas de conversacion o el poder cargar con más o menos peso... Eso solo en ocasiones, claro que luego está la fuerza.-meditó unos instantes.- Luego tambien, a veces, el tener agilidad, implica que puedes potenciar tu velocidad, pero solo si no sabes decir otra palabra que el nombre de tu especie... Es un concepto bastante raro...-
Tanto Lara Croft como el clon de geonosiano tuvieron una breve discusión sobre que camino tomar. Aunque le doliera, el clinger tenia razón sobre el tema, pero la propuesta de Lara Croft era ampliamente más interesante y divertida. No vaciló en aquella ocasion y tomó la inciativa, mientras todavia tenian la discusión reciente.
El joven ruso abrió el camino del grupo. Aunque el insecto alienigena habia desbaratado sus planes la otra vez, él ya sabia a donde se dirigian y el guiar al grupo no le costó mucho, sobretodo teniendo en cuenta que en cuanto se habia callado, todos habian decidido unanimemente pasar de él.
-Estupidos Heart Ratings...-dijo en voz baja, al comprobar lo bajos que estaban. La tabla se extendia en siete columnas y, más abajo de cada una, una cara simpática dibujada que representaba a cada uno de los miembros del grupo. Justo debajo de esta, habia un número. Las columnas se llenaban de corazoncitos palpitantes dependiendo de este y, en estos momentos el número en todos era cero o cercano a este.
>> ¿Por que no me quieren? Soy adorable hasta el estandar de adorabilidad mortal -3-
>> Parece que va a llevarte un tiempo el entender el porque.
Pronto logró vislumbrar, en la lejania, el que era su objetivo actual, a donde les estaba llevando. Era un lugar algo desolado y tétrico. El último piso parecia estar construido con huesos de algun animal gigantesco. Aquello le dio un escalofrío. Unos olores le llegaron a la nariz. Una mezcla de olores que no podia distinguir unos de otros, pero que no olia igual que el resto de la ciudad. Algo perplejo, se fijó en las múltiples aves que sobrevolaban el torreón.
-Hay un nido de pajarracos.-les señaló, para indicarles que la cantidad de aves que iban y venian al torreón no era normal. Un mal presentimiento se acogió dentro de él. No le gustaban los pájaros negros.
Atravesaron los muros, franquearon el portón roto y finalmente llegaron a la puerta. Por el patio, habia huesos enormes repartidos. Algo le decia que fuera lo que fuera que hubiera pasado en aquel lugar años atrás, habria merecido más de una historia buena y graciosa. Se apoyó en la puerta de la entrada, como para intentar forzarla de alguna manera, para descubrir que en verdad estaba abierta. La pesada puerta se abrio con un chirrido y les abrio al que seria su nuevo hogar durante los próximos meses.
El joven atravesó el umbral con la mandibula colgándole y una expresión de pasmo increible, al contemplar lo que contenia la primera sala. Casi sin pararse a respirar, agarró las escaleras de caracol e intentó escalar de ellas, extasiado por aquel lugar. El metal rechinó y le hizo quedarse congelado con un pie sobre la barandilla. Quizás no seria muy sabio subir las escaleras del modo divertido. Lentamente, bajó el pie y subió las escaleras, al principio con un poco de duda pero luego aceleró el paso, hasta que se convirtió en una carrera, otro juego más.
Se paseó por la segunda planta, explorándolo todo, las camas y el escritorio con la silla a toda velocidad, emocionado por descubrir aquel lugar, dejó escapar una risilla divertida. Corrió de vuelta por las escaleras y llamó a los demás por la escalera para que subieran tambien para, a continuación, volver a retomar la subida por las escaleras como un crio que iba a abrir sus regalos de navidad.
Llego al tercer piso y no pudo hacer otra cosa que dar saltitos y retozar de felicidad. Aquella parecia ser un piso dedicado a entrenamiento. Asi que dedujo que pensaban, como mínimo, darles las herramientas para entrenar. Feliz, no tardó mucho en explorar el resto de aquel piso, porque de verdad tenia ganas de subir a la cuarta y última planta.
Cuando llegó, vio lo que esperaba ver. Infinitud de pájaros negros apuntando sus pares de ojos hacia el enclenque joven, intentando analizarle para saber si era una amenaza. Dejó escapar un grito ahogado de una mezcla de sorpresa y terror para entonces retroceder sobre sus pasos.
Bajó las escaleras, positivamente más feliz de poder alejarse de aquella cuarta planta cuanto antes y avisó a todos los que encontró que no debian acercarse a la cuarta planta, para luego describirles lo que vio.
Finalmente, de nuevo en la planta baja, se giró hacia los que estaban ahí presentes.
-¡Tenemos camas y un piso de entrenamiento! ¡Y hasta puede que un remake malillo de una peli de las de Hitchcock! ¿Habeis encontrado algo interesante por aquí abajo?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
22/09/13, 06:27 pm
Un leve bufido como el inicio de una risa fue lo que advirtió a Anriel de la cara de susto que había puesto ante la imagen de Astra. Y con más sequedad de la deseada se giró de nuevo hacia Taro, con un gesto inquisitivo. “míralo a él; a él, idiota. “ El aurva estaba hablando, pero se había perdido el inicio de la frase. Se forzó a mantener el contacto visual de cortesía. Había mirado la imagen que salía del brazo de Archi más de lo necesario. Hasta memorizar cada mal cosido del cuerpo. Todavía quería mirarlo, como si por acostumbrarse fuese a resultar menos feo.
-Oh.
La desaparición del insecto le traía sin cuidado. Tenía cierta racionalidad, y no había resultado una amenaza, pero seguía resultándole incomodo encontrárselo. No terminaba de fiarse de él. Alice se presentó a Taro, recordándole lo muy acompañados que estaban Nero y ella. Ri recuperó completamente la compostura. Ofrecía un aspecto tan calmado y suave que podía dudarse que algo le hubiera afectado en ningún momento.
-Oh.
La desaparición del insecto le traía sin cuidado. Tenía cierta racionalidad, y no había resultado una amenaza, pero seguía resultándole incomodo encontrárselo. No terminaba de fiarse de él. Alice se presentó a Taro, recordándole lo muy acompañados que estaban Nero y ella. Ri recuperó completamente la compostura. Ofrecía un aspecto tan calmado y suave que podía dudarse que algo le hubiera afectado en ningún momento.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
22/09/13, 08:32 pm
Distraído con los pequeños hijos de Lara, apenas se percato del momento en que el grupo excursionista llego atropelladamente, atrayendo la atención de Dhelian lejos de los bebes. Por un segundo fue a saludarles con una sonrisa, pero basto ver las expresión de algunos y escuchar las palabras de Cío como para que la sonrisa no apareciera y fuese sustituido por preocupación. Muchas dudas se plantearon en su mente pero por suerte empezaron a ser contestadas tanto por Lara como por Archi, que a su vez mostró una extraña imagen que salio de su brazo mecánico, la cosa que parecía haberles atacado allí afuera.
"Han llegado todos bien por pura suerte entonces, por que esa cosa se ve realmente peligrosa, mas aun con lo que cuentan. Aunque ahora que me fijo, realmente no están todos ¿donde esta Xalcoth?" se pregunto recordando la pregunta apremiante de Cío cuando llego, buscándolo con la mirada, percatándose que no solo Xalcoth no estaba, sino que había dos personas nuevas, aparte de Anriel, que no conocía de nada, ambos como no, igual de enfermos que todos los demás. Uno de ellos con una larga trenza rosada, casi tan blanco de piel como el pelo de Anriel, con la que estaba hablando; y el otro, de una piel extrañamente grisasea, estaba siendo interpelado en esos instantes por Alice "Que enfermedad mas extraña debe de tener para estar gris" pensó sorprendido al verlo, tal vez era cosa del mundo del que proviniera pero no dejaba de ser peculiar. El tono blanco de piel ya no le sorprendía tanto, había mucho blanquito en letargo. "¿Tal vez ellos tres llegaron juntos en algún momento tras que nos separásemos? O ya estaban en este torreón antes" se pregunto con duda y sacando su libretita hizo un boceto de los tres rápidamente, por mera costumbre de dibujar casi de todo. En ello estaba cuando escucho a Lara contar que había pasado y como mencionaba algo importante, magia Aquello provoco que Dhelian abriera sus ojos verdes al máximo y fuera rápidamente hacia Lara.
-Lara, perdona si te sorprendí, ¿pero como es eso de que pudiste hacer magia? ¿Me dirías como es que lo lograste?- pregunto rápidamente Dhelian, había estado todo esos días estudiando el libro de magia que tomo de la biblioteca sin mucho éxito. Escuchar que Lara, en el otro torreón había logrado hacer aquel milagro era sorprendente y un pequeño animo para no rendirse- Nosotros encontramos una biblioteca y de allí tomamos algunos libros, uno de ellos de mapas, por eso logramos encontraros, yo tome uno de magia. En el vienen hechizos que un no he podido realizar, ni siquiera tengo claro del todo si es posible.¿Como lo has hecho?- pregunto realmente interesado, motivado y nervioso.Tanto que le costo darse cuenta que alguien mas le hablaba y no fue hasta escuchar sus risotada que descubrió que era Shaco. Aquello lo hizo despistarse momentáneamente de Lara, para girarse a verlo con una sonrisa y de forma un tanto espontaneo, tras que la ultima vez que viera fuese en la ilusión de las casas carnívoras, le dio un abrazo, aliviado de que estuviera a salvo- Me alegro que llegases a salvo, aunque te ves tan enfermizo como la ultima vez que te vi -añadió no se acostumbraba al hecho de que la piel de sus compañeros era así simplemente y no era porque estuviesen enfermos. Saco las manos fuera de las enormes mangas del anorak, alejándose de nuevo de el al darse cuenta de su acción, una acción puramente de "Lhelian" como el personaje que el mismo había creado para socializar y tener confianza, y que ya interpretaba de forma espontanea- Lo cuide bien y lamento haberme olvidado de dártelo, aunque me ha ayudado mucho a no pasar frío en las salidas, pero nos separamos demasiado repentinamente
"Han llegado todos bien por pura suerte entonces, por que esa cosa se ve realmente peligrosa, mas aun con lo que cuentan. Aunque ahora que me fijo, realmente no están todos ¿donde esta Xalcoth?" se pregunto recordando la pregunta apremiante de Cío cuando llego, buscándolo con la mirada, percatándose que no solo Xalcoth no estaba, sino que había dos personas nuevas, aparte de Anriel, que no conocía de nada, ambos como no, igual de enfermos que todos los demás. Uno de ellos con una larga trenza rosada, casi tan blanco de piel como el pelo de Anriel, con la que estaba hablando; y el otro, de una piel extrañamente grisasea, estaba siendo interpelado en esos instantes por Alice "Que enfermedad mas extraña debe de tener para estar gris" pensó sorprendido al verlo, tal vez era cosa del mundo del que proviniera pero no dejaba de ser peculiar. El tono blanco de piel ya no le sorprendía tanto, había mucho blanquito en letargo. "¿Tal vez ellos tres llegaron juntos en algún momento tras que nos separásemos? O ya estaban en este torreón antes" se pregunto con duda y sacando su libretita hizo un boceto de los tres rápidamente, por mera costumbre de dibujar casi de todo. En ello estaba cuando escucho a Lara contar que había pasado y como mencionaba algo importante, magia Aquello provoco que Dhelian abriera sus ojos verdes al máximo y fuera rápidamente hacia Lara.
-Lara, perdona si te sorprendí, ¿pero como es eso de que pudiste hacer magia? ¿Me dirías como es que lo lograste?- pregunto rápidamente Dhelian, había estado todo esos días estudiando el libro de magia que tomo de la biblioteca sin mucho éxito. Escuchar que Lara, en el otro torreón había logrado hacer aquel milagro era sorprendente y un pequeño animo para no rendirse- Nosotros encontramos una biblioteca y de allí tomamos algunos libros, uno de ellos de mapas, por eso logramos encontraros, yo tome uno de magia. En el vienen hechizos que un no he podido realizar, ni siquiera tengo claro del todo si es posible.¿Como lo has hecho?- pregunto realmente interesado, motivado y nervioso.Tanto que le costo darse cuenta que alguien mas le hablaba y no fue hasta escuchar sus risotada que descubrió que era Shaco. Aquello lo hizo despistarse momentáneamente de Lara, para girarse a verlo con una sonrisa y de forma un tanto espontaneo, tras que la ultima vez que viera fuese en la ilusión de las casas carnívoras, le dio un abrazo, aliviado de que estuviera a salvo- Me alegro que llegases a salvo, aunque te ves tan enfermizo como la ultima vez que te vi -añadió no se acostumbraba al hecho de que la piel de sus compañeros era así simplemente y no era porque estuviesen enfermos. Saco las manos fuera de las enormes mangas del anorak, alejándose de nuevo de el al darse cuenta de su acción, una acción puramente de "Lhelian" como el personaje que el mismo había creado para socializar y tener confianza, y que ya interpretaba de forma espontanea- Lo cuide bien y lamento haberme olvidado de dártelo, aunque me ha ayudado mucho a no pasar frío en las salidas, pero nos separamos demasiado repentinamente
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
22/09/13, 08:57 pm
Cuando los demás delgrupo de Maciel llegaron, Marsi se levantó de la silla tan rápidamente que casi la tira. Venían acelerados, como si huyesen de algo. Solo necesito un vistazo para identificar a los que serían los otros dos chicos que acompañaban a Anri, extraños pero no tanto como había ido la rata o el bicho, siendo el color de pelo de Nero y la piel de Taro lo que más le llamó la atención. << Piel de cenizas...>>
El bicho no estaba con ellos, se había quedado atrás. Marsi preguntó preocupada si sehabía extraviado muy lejos del torreón, si podría encontrar el camino de vuelta, y entonces vio a la criatura. Historias de fuego de campamento le vinieron a la cabeza, los muertos que renegaban del bosque y volvían a la vida, las almas que querían un cuerpo nuevo y robaban para conseguirlo. Se le revolvió el estómago. Ella no había visto aún criaturas vivas en las calles de la ciudad, pues los peligros de su día a día estaban dentro de su propio torreón, o con formas imaginarias y familiares en su imaginación. El peligro era una sombra presente, pero distante, y justo ahí tenía una pequeña muestra de lo que la ciudad de verdad podía ofrecer. Ni siquiera se fijó en el extraño aparato que le mostraba las imágenes, que veía funcionar por primera vez.
-Está ahi fuera... ¿con eso?- preguntó con un hilo de voz. La preocupación por la seguridad del insecto aumentaba, junto con el temor por su propia seguridad.
Miró a su alrededor y algunos no parecían tan afectados como ella.Se preguntaba por qué. ¿Eran más valientes que ella, o era por otra cosa? Marsi pasó a observar más detenidamente.
-¿Hay algún herido? ¿Podemos ayudar en algo?
El bicho no estaba con ellos, se había quedado atrás. Marsi preguntó preocupada si sehabía extraviado muy lejos del torreón, si podría encontrar el camino de vuelta, y entonces vio a la criatura. Historias de fuego de campamento le vinieron a la cabeza, los muertos que renegaban del bosque y volvían a la vida, las almas que querían un cuerpo nuevo y robaban para conseguirlo. Se le revolvió el estómago. Ella no había visto aún criaturas vivas en las calles de la ciudad, pues los peligros de su día a día estaban dentro de su propio torreón, o con formas imaginarias y familiares en su imaginación. El peligro era una sombra presente, pero distante, y justo ahí tenía una pequeña muestra de lo que la ciudad de verdad podía ofrecer. Ni siquiera se fijó en el extraño aparato que le mostraba las imágenes, que veía funcionar por primera vez.
-Está ahi fuera... ¿con eso?- preguntó con un hilo de voz. La preocupación por la seguridad del insecto aumentaba, junto con el temor por su propia seguridad.
Miró a su alrededor y algunos no parecían tan afectados como ella.Se preguntaba por qué. ¿Eran más valientes que ella, o era por otra cosa? Marsi pasó a observar más detenidamente.
-¿Hay algún herido? ¿Podemos ayudar en algo?
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
22/09/13, 09:00 pm
Desde que la mayoría de sus compañeros había salido a explorar la ciudad (o a lo que fuese que hubiesen salido), Ippon se había refugiado en su cuarto con la música a tope y unos cristalitos, intentando vez el funcionamiento que aquello podía tener. Tras un buen rato sin averiguar nada y sin apenas atender a la música, se acordó de que no tenía el cargador de su ordenado y de que, aunque lo tuviese, lo más probable fuese que allí un hubiese enchufes.
«Mierda, me voy a quedar sin batería», pensó, aunque todavía le quedase poco más de la mitad. Apagó el ordenador para ahorrar lo máximo posible y se prometió que solo lo usaría en caso de extrema necesidad. Dibujaría lo menos posible, evitaría escuchar música y sacar fotos. O eso se prometía, sabiendo que no iba a servir para nada. Necesitaba tener su estancia en Rocavarancolia en la memoria de su ordenador para enseñársela a sus amigos… Si es que volvía algún día a Irraria.
Bajó a la planta baja cuando oyó voces, aunque se quedó en silencio en una esquina sin hacer ruido al ver que eran los del otro torreón, distrayéndose con una pequeña araña que correteaba por la pared. Y luego llegaron Archime y el resto, exceptuando Xalk «¿Dónde se ha metido? Espero que no le haya pasado nada…», pensó. Aunque por lo que contaba Lara y lo que pudo ver en las fotos que Archime enseñó, las probabilidades de supervivencia para el bicho eran escasas. Iba a decir algo, pero Marsi se le adelantó expresando en voz alta lo que él mismo sentía.
Se acercó al resto despacio, intentando no parecer asustado. Si ya de por sí el exterior le daba miedo, el hecho de que un engendro como aquel pululase libremente por las calles le asustaba aún más. —¿De verdad esa cosa estaba tocando música? —más bien se imaginaba a esa criatura haciendo algo mucho menos artístico que tocar, aun incluyendo la parte en la que quisiese hacerlo con los cerebros de los que lo habían visto. Tal vez tuviese miedo, pero quería saber más sobre aquello; la curiosidad le podía.
«Mierda, me voy a quedar sin batería», pensó, aunque todavía le quedase poco más de la mitad. Apagó el ordenador para ahorrar lo máximo posible y se prometió que solo lo usaría en caso de extrema necesidad. Dibujaría lo menos posible, evitaría escuchar música y sacar fotos. O eso se prometía, sabiendo que no iba a servir para nada. Necesitaba tener su estancia en Rocavarancolia en la memoria de su ordenador para enseñársela a sus amigos… Si es que volvía algún día a Irraria.
Bajó a la planta baja cuando oyó voces, aunque se quedó en silencio en una esquina sin hacer ruido al ver que eran los del otro torreón, distrayéndose con una pequeña araña que correteaba por la pared. Y luego llegaron Archime y el resto, exceptuando Xalk «¿Dónde se ha metido? Espero que no le haya pasado nada…», pensó. Aunque por lo que contaba Lara y lo que pudo ver en las fotos que Archime enseñó, las probabilidades de supervivencia para el bicho eran escasas. Iba a decir algo, pero Marsi se le adelantó expresando en voz alta lo que él mismo sentía.
Se acercó al resto despacio, intentando no parecer asustado. Si ya de por sí el exterior le daba miedo, el hecho de que un engendro como aquel pululase libremente por las calles le asustaba aún más. —¿De verdad esa cosa estaba tocando música? —más bien se imaginaba a esa criatura haciendo algo mucho menos artístico que tocar, aun incluyendo la parte en la que quisiese hacerlo con los cerebros de los que lo habían visto. Tal vez tuviese miedo, pero quería saber más sobre aquello; la curiosidad le podía.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
22/09/13, 09:52 pm
Cuando Alice le habló a Shaco, Archime se extrañó ya que en su encuentro anterior ninguno había dado muestras de conocerse. Sin embargo, el irrense no pensaba hacer preguntas a ese respecto, pero el intercambio de palabras entre ambos humanos le recordó que todavía debía constatar cierta información. Shaco le había dicho que su planeta se llamaba Humania y Baurus, en cambio, lo había nombrado la Tierra. Ambos habían vacilado considerablemente al decir el nombre, por no hablar de que todavía no comprendía los patrones de comportamiento del chico de pelo anaranjado, por lo que no podía estar seguro de si alguna de las dos denominaciones era correcta.
—Disculpa, Alice —habló sin alzar la vista de la pantalla holográfica mientras se acercaba a ambos humanos—. ¿Podrías proporcionarme el nombre con el que denomináis el planeta del que procedes?
Aunque antes de que la chica morena pudiese responderle, escuchó a Lhelian mencionar algo que llamó toda su atención, respondiendo además a la pregunta que se había estado haciendo el biomecánico acerca de cómo habían dado con ellos, y por ello miró en su dirección. Y fue entonces cuando vio el bote de miel abierto sobre la mesa. Se giró levemente para mirar a Alice, pero enseguida decidió que el asunto del néctar tenía preferencia en su orden de prioridades.
—Presupongo que en vuestro suministro también está incluída esta miel. Tras haber realizado las correspondientes comprobaciones, he constatado que como mínimo es incompatible con la fisiología de nuestra especie. ¿Alguno de vosotros la ha ingerido? —inquirió mientras alzaba la mirada hacia los visitantes y se subía las gafas con el índice.
Cabía la posibilidad de que el otro grupo le pudiese proporcionar datos sobre cómo afectaba a las distintas especies aquella miel, ya que en su torreón nadie había querido tocarla una vez él mismo anunció que les había provocado malestar a Cío y a él. Además, era muy probable que alguno de ellos, al haber representantes de otras especies diferentes, conociese aquel néctar. Había constatado a lo largo de los días que varios de sus compañeros, así como los propios irrenses, reconocían como procedentes de sus mundos algunos de los alimentos de los que estaba formado el suministro diario. De hecho, era una de las pocas nociones lógicas de todas las que llevaba a cabo la ciudad en relación con los cosechados, al menos que hubiese podido observar y contrastar. El biomecánico estaba muy interesado en la respuesta, pero al mismo tiempo se había apoderado de él una impaciencia que le hacía retorcer las manos con nerviosismo. Quería finalizar aquel asunto cuanto antes y preguntar sobre la biblioteca que había mencionado Lhelian.
—Disculpa, Alice —habló sin alzar la vista de la pantalla holográfica mientras se acercaba a ambos humanos—. ¿Podrías proporcionarme el nombre con el que denomináis el planeta del que procedes?
Aunque antes de que la chica morena pudiese responderle, escuchó a Lhelian mencionar algo que llamó toda su atención, respondiendo además a la pregunta que se había estado haciendo el biomecánico acerca de cómo habían dado con ellos, y por ello miró en su dirección. Y fue entonces cuando vio el bote de miel abierto sobre la mesa. Se giró levemente para mirar a Alice, pero enseguida decidió que el asunto del néctar tenía preferencia en su orden de prioridades.
—Presupongo que en vuestro suministro también está incluída esta miel. Tras haber realizado las correspondientes comprobaciones, he constatado que como mínimo es incompatible con la fisiología de nuestra especie. ¿Alguno de vosotros la ha ingerido? —inquirió mientras alzaba la mirada hacia los visitantes y se subía las gafas con el índice.
Cabía la posibilidad de que el otro grupo le pudiese proporcionar datos sobre cómo afectaba a las distintas especies aquella miel, ya que en su torreón nadie había querido tocarla una vez él mismo anunció que les había provocado malestar a Cío y a él. Además, era muy probable que alguno de ellos, al haber representantes de otras especies diferentes, conociese aquel néctar. Había constatado a lo largo de los días que varios de sus compañeros, así como los propios irrenses, reconocían como procedentes de sus mundos algunos de los alimentos de los que estaba formado el suministro diario. De hecho, era una de las pocas nociones lógicas de todas las que llevaba a cabo la ciudad en relación con los cosechados, al menos que hubiese podido observar y contrastar. El biomecánico estaba muy interesado en la respuesta, pero al mismo tiempo se había apoderado de él una impaciencia que le hacía retorcer las manos con nerviosismo. Quería finalizar aquel asunto cuanto antes y preguntar sobre la biblioteca que había mencionado Lhelian.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
22/09/13, 10:01 pm
Cuando el grueso del grupo regreso, el papel de anfitrión dejo de recaer sobre los hombros de Keiria, así que esta pasó a un segundo plato, prestando atención a las conversaciones y recogiendo el desorden que había organizado con su experimento inconcluso. La chica empezaba a notar las punzadas de dolor que subían por su brazo desde la palma de su mano, pero se aseguró de no reflejarlo en su rostro y continuó con sus asuntos, reprendiéndose mentalmente por ser tan descuidada. La chica sabía que cuando algo llamaba su atención desde un punto de vista intelectual, tendía a obviar detalles como su integridad física, lo que le suponía unos cuantos problemas cuando el objeto de su atención dejaba de resultar interesante.
Apoyada en una de las columnas, la chica se percató de que Xalk no estaba a la vista, y la aparente pasividad de la mayoría de los presentes le sorprendió, ¿acaso le habían dejado atrás voluntariamente? La pelirroja sabía muy bien que si se habían topado con una criatura como la que aparecía en el holograma de Archi, lo mas probable era que el insecto hubiera salido por patas, pero generalmente el clinger llegaba el primero, mucho antes que los demás. Por el contrario, el grupo había llegado antes, y Xalk no había dado señales de vida. La única que expreso su preocupación a parte del propio Cio al llegar, fue la chica llamada Marsi, una de los cosechados pertenecientes al otro grupo. Era una de las primeras personas que había visto al llegar a la ciudad, pero lo que realmente llamaba su atención era que fuera ella precisamente una de las personas que se interesara por la seguridad del clinger, teniendo en cuenta que apenas le había visto unas horas.
-Esto es increíble -masculló para si de forma inaudible, apartándose de la columna y acercándose a la puerta.
Keiria atravesó el portón y se quedó de pie en el puente levadizo, observando la ciudad. Estaba claro que no podía salir sola a buscarle, pero tampoco se podía quedar sin hacer nada. Gritar su nombre no era una opción, era una ciudad enorme y su voz tal vez atrajera otra cosa. Bufando, la muchacha empezó a caminar de un lado a otro del puente, dirigiendo miradas preocupadas a las distintas calles, esperando que el bicho apareciera por cualquiera de ellas. Ella sabía que Xalk tenía un comportamiento inadecuado para según que cosas, pero ese no era motivo suficiente para dejarlo tirado. Se sentía impotente por no poder hacer nada mas, pero se mantuvo preparada por si el clinger aparecía y necesitaba ayuda. Si no lo hacía, no tendría mas remedio que convencer a los demás para que le ayudaran a buscarle.
Apoyada en una de las columnas, la chica se percató de que Xalk no estaba a la vista, y la aparente pasividad de la mayoría de los presentes le sorprendió, ¿acaso le habían dejado atrás voluntariamente? La pelirroja sabía muy bien que si se habían topado con una criatura como la que aparecía en el holograma de Archi, lo mas probable era que el insecto hubiera salido por patas, pero generalmente el clinger llegaba el primero, mucho antes que los demás. Por el contrario, el grupo había llegado antes, y Xalk no había dado señales de vida. La única que expreso su preocupación a parte del propio Cio al llegar, fue la chica llamada Marsi, una de los cosechados pertenecientes al otro grupo. Era una de las primeras personas que había visto al llegar a la ciudad, pero lo que realmente llamaba su atención era que fuera ella precisamente una de las personas que se interesara por la seguridad del clinger, teniendo en cuenta que apenas le había visto unas horas.
-Esto es increíble -masculló para si de forma inaudible, apartándose de la columna y acercándose a la puerta.
Keiria atravesó el portón y se quedó de pie en el puente levadizo, observando la ciudad. Estaba claro que no podía salir sola a buscarle, pero tampoco se podía quedar sin hacer nada. Gritar su nombre no era una opción, era una ciudad enorme y su voz tal vez atrajera otra cosa. Bufando, la muchacha empezó a caminar de un lado a otro del puente, dirigiendo miradas preocupadas a las distintas calles, esperando que el bicho apareciera por cualquiera de ellas. Ella sabía que Xalk tenía un comportamiento inadecuado para según que cosas, pero ese no era motivo suficiente para dejarlo tirado. Se sentía impotente por no poder hacer nada mas, pero se mantuvo preparada por si el clinger aparecía y necesitaba ayuda. Si no lo hacía, no tendría mas remedio que convencer a los demás para que le ayudaran a buscarle.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido Musical
Personajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
22/09/13, 10:47 pm
Ali-Oli parecia algo inquieta y respondió de una manera que pilló por completo desprevenido al aprendiz. Con una mirada de poker, se le quedó mirando a la australiana. Cuando parecia que iba a estar así durante una eternidad, las facciones de su cara se tensaron exorbitadamente y dejó colgando la mandíbula forzosamente mientras la sorpresa no abandonaba su rostro.
Paralizado durante largos segundos, un burbujeo de palabras comenzó a aflorar en su garganta, en un principio inteligibles, se fueron haciendo más y más entendibles a medida que vocalizaba lo que iba diciendo.
-...del legado de Durin? ¿De como intentaron retomar Moria? ¿Sabias que Faramir acabó siendo señor de la Marca de jinetes de Rohan aun a pesar de que era de Gondor desde nacimiento? Dime, ¿cual es tu personaje favorito del Silmarillón? El mio es Fingolfín por una amplia diferencia. Fingolfín es quizás uno de los elfos con más coraje que haya existido, pero que logró proezas innumerables aun a pesar de no contar con la influencia de los Valar a su favor, como es el caso de Isildur y...-
Se cayó entonces, creyendo que estaba agobiando a la chica. Se llevó la mano a la frente y se secó el sudor de esta, resoplando, aun con los ojos impactados por la presencia de Alice, como si en calquier momento esta fuera a desvanecer.
-Lo siento, me he excedido... Pero ¡En mi vida he encontrado a una chica que supiera de ESDLA sin que fuera una poser!...-dijo con una risotada nerviosa.- Hay demasiados posers... ¿los oyes?-dijo con una mirada nerviosa hacia puntos aleatorios de la sala, hablando casi en un susurro.-...estan por todos lados... fingiendo ser fans de verdad...-
La tensión se rompió entonces, casi al instante, con otra risotada del ruso. La conversación entre los dos terricolas se interrumpió cuando el Irrense le preguntó a la australiana por el nombre de la Tierra. El aprendiz tan solo esbozó un puchero en su rostro cuando escuchó la pregunta, ligeramente ofendido de que el Edward Elric no se fiara de su veredicto. Por suerte para él, sin embargo, le distrajo algo que mencionó Lhelian en ese momento y fue cuando vio su oportunidad. Con un aire consipirador, se escurrió hacia el lado de Alice y le susurró la broma que le habia estado gastando desde hacia tiempo al Irrense, fanatico por recopilar información. Le contó como el estúpido Falso!Yoshi con el que vivia casi lo habia arruinado todo al no colaborar con la broma y que esperaba,, casi le pedia, que le siguiera la corriente y se refiriera en futuras ocasiones a la Tierra como "Humania" simplemente por algún día en el futuro saltarle al Irrense con la verdad, para echarse unas risas. Finalmente le se apartó de su lado y le guiñó un ojo repetidas veces, como comunicandose con un idioma de guiños de influencia del morse, sin ni siquiera haber pactado nada por el estilo con la australiana.
;PARADOJA DE APRENDIZ O ALGO ASDFGHJKL;
La cara de Lhelian se iluminó considerablemente al describir la figura del aprendiz y aquello, bien no supo porque, le hizo sentirse un poquito más feliz. Con las manos en las caderas, siguió hablando a la daeliciana.
-Ya veo que te acuerdas de mi.-soltó una risilla.-No se suele...-
Sus palabras se quedaron cortadas cuando la joven daeliciana le dió un abrazo. Al principio, el ruso se quedó rígido, como de piedra, con una sorpresa repentina que podia leerse en su rostro, como un libro abierto, pero finalmente se dejó hacer, devolviendo el abrazo con algo de aparatosidad, pero con una sonrisa más cálida. Habia olvidado como era que alguien le abrazase a uno.
Finalmente se apartó ella de una manera un tanto rápida, pero que tampoco chocó mucho al aprendiz, pues no tenia muy claro como de bien se conocian como para ponerse a calcular cuanto seria lo socialmente aceptable que estuviesen abrazados. Retomó su postura con una mano en un bolsillo y la otra en la cadera, mientras escuchaba a la joven hablar sobre su prestado anorak.
-¡Me alegro de que te haya servido!-respondió jovialmente.-¡Si te soy sincero, yo no he tenido ni una pizca de frio desde que llegue! Apenas sopla una miserable prisa de vez en cuando y las noches no son tan terribles...-Se dió cuenta entonces de un dato que habia pasado por alto en cuanto a como percibia la temperatura él en comparación a los demás, que venian de planetas distintos.-...pero supongo que de donde vienes debe de ser muy cálido como para que estes pasando tanto frio.-dijo al fin frunciendo los labios ligeramente con preocupación.
-Bueno, ¡si tanto te ha servido! ¿Porque no te lo quedas? Si no te molesta el olor y procuras cuidarlo, ¡te lo regalo!-exclamó alegre.
-Pero primero... si me permites...-dijo acortando la distancia entre los dos y, sin mucha discrección, metió las manos en los bolsillos del anorak. Sin tardar mucho en encontrar lo que habia estado rebuscando, extrajo un par de objetos de este. El bigote postizo no tardó en aparecer debajo de su nariz, como presumiendo de él, se giró a los demás, señalandolo y poniendo morritos como para enfatizar su falsedad. Con una risotada se lo quitó y se lo guardó en un bolsillo. Sacó además una cajita pequeña y un petardo corto de los bolsillos que guardó en sus bolsillos junto con el bigote de pega. Por último, sacó unas gafas de 3-D plegables. Desdoblandolas, se las puso por encima de las gafas de sol y comenzó a hacer ruidos de máquinaria para finalmente quitarselas con una risotada.
-¡Y ya es completamente tuyo!-exclamó.
Finalmente, procedió a hacer un par de preguntas a la joven daeliciana.
-¿Y dices que nos habeis encontrado con un mapa? ¿Sale ahí donde vivis vosotros tambien y como llegar?-comenzó preguntando.
>> No estarás pensando en ir a visitarles ¿verdad?
>> Puede... (=`〜´=)
>> Es altamente peligroso, no sabemos cuantos más peligros podemos encontrar. ¿Y si hay más monstruosidades como Astra?
>> Tu sabes como soy de rápido. Estando solo, no creo que haya nada que pueda alcanzarme y menos con mi "Bastón de Acero", ¡soy virtualmente invencible!
>> ...
>> Detective, estos chavales lo han conseguido solos y no estan precisamente en forma. Creo yo que mi aprendiz puede de sobra recorrer el mismo camino alguna que otra vez sin correr demasiado peligro que, en todo caso, será capaz de evitar con toda seguridad, ¿no es así, mi aprendiz?
>> Shisho~... //º//A//º//
>> ...
-¡Ah! Y, ¿has mencionado algo de una biblioteca con libros de magia?-continuó preguntando, muy interesado.
- Handsome Feyce:
Ruta Nº4: Alice
Paralizado durante largos segundos, un burbujeo de palabras comenzó a aflorar en su garganta, en un principio inteligibles, se fueron haciendo más y más entendibles a medida que vocalizaba lo que iba diciendo.
-...del legado de Durin? ¿De como intentaron retomar Moria? ¿Sabias que Faramir acabó siendo señor de la Marca de jinetes de Rohan aun a pesar de que era de Gondor desde nacimiento? Dime, ¿cual es tu personaje favorito del Silmarillón? El mio es Fingolfín por una amplia diferencia. Fingolfín es quizás uno de los elfos con más coraje que haya existido, pero que logró proezas innumerables aun a pesar de no contar con la influencia de los Valar a su favor, como es el caso de Isildur y...-
Se cayó entonces, creyendo que estaba agobiando a la chica. Se llevó la mano a la frente y se secó el sudor de esta, resoplando, aun con los ojos impactados por la presencia de Alice, como si en calquier momento esta fuera a desvanecer.
-Lo siento, me he excedido... Pero ¡En mi vida he encontrado a una chica que supiera de ESDLA sin que fuera una poser!...-dijo con una risotada nerviosa.- Hay demasiados posers... ¿los oyes?-dijo con una mirada nerviosa hacia puntos aleatorios de la sala, hablando casi en un susurro.-...estan por todos lados... fingiendo ser fans de verdad...-
La tensión se rompió entonces, casi al instante, con otra risotada del ruso. La conversación entre los dos terricolas se interrumpió cuando el Irrense le preguntó a la australiana por el nombre de la Tierra. El aprendiz tan solo esbozó un puchero en su rostro cuando escuchó la pregunta, ligeramente ofendido de que el Edward Elric no se fiara de su veredicto. Por suerte para él, sin embargo, le distrajo algo que mencionó Lhelian en ese momento y fue cuando vio su oportunidad. Con un aire consipirador, se escurrió hacia el lado de Alice y le susurró la broma que le habia estado gastando desde hacia tiempo al Irrense, fanatico por recopilar información. Le contó como el estúpido Falso!Yoshi con el que vivia casi lo habia arruinado todo al no colaborar con la broma y que esperaba,, casi le pedia, que le siguiera la corriente y se refiriera en futuras ocasiones a la Tierra como "Humania" simplemente por algún día en el futuro saltarle al Irrense con la verdad, para echarse unas risas. Finalmente le se apartó de su lado y le guiñó un ojo repetidas veces, como comunicandose con un idioma de guiños de influencia del morse, sin ni siquiera haber pactado nada por el estilo con la australiana.
La cara de Lhelian se iluminó considerablemente al describir la figura del aprendiz y aquello, bien no supo porque, le hizo sentirse un poquito más feliz. Con las manos en las caderas, siguió hablando a la daeliciana.
-Ya veo que te acuerdas de mi.-soltó una risilla.-No se suele...-
Sus palabras se quedaron cortadas cuando la joven daeliciana le dió un abrazo. Al principio, el ruso se quedó rígido, como de piedra, con una sorpresa repentina que podia leerse en su rostro, como un libro abierto, pero finalmente se dejó hacer, devolviendo el abrazo con algo de aparatosidad, pero con una sonrisa más cálida. Habia olvidado como era que alguien le abrazase a uno.
Finalmente se apartó ella de una manera un tanto rápida, pero que tampoco chocó mucho al aprendiz, pues no tenia muy claro como de bien se conocian como para ponerse a calcular cuanto seria lo socialmente aceptable que estuviesen abrazados. Retomó su postura con una mano en un bolsillo y la otra en la cadera, mientras escuchaba a la joven hablar sobre su prestado anorak.
-¡Me alegro de que te haya servido!-respondió jovialmente.-¡Si te soy sincero, yo no he tenido ni una pizca de frio desde que llegue! Apenas sopla una miserable prisa de vez en cuando y las noches no son tan terribles...-Se dió cuenta entonces de un dato que habia pasado por alto en cuanto a como percibia la temperatura él en comparación a los demás, que venian de planetas distintos.-...pero supongo que de donde vienes debe de ser muy cálido como para que estes pasando tanto frio.-dijo al fin frunciendo los labios ligeramente con preocupación.
-Bueno, ¡si tanto te ha servido! ¿Porque no te lo quedas? Si no te molesta el olor y procuras cuidarlo, ¡te lo regalo!-exclamó alegre.
-Pero primero... si me permites...-dijo acortando la distancia entre los dos y, sin mucha discrección, metió las manos en los bolsillos del anorak. Sin tardar mucho en encontrar lo que habia estado rebuscando, extrajo un par de objetos de este. El bigote postizo no tardó en aparecer debajo de su nariz, como presumiendo de él, se giró a los demás, señalandolo y poniendo morritos como para enfatizar su falsedad. Con una risotada se lo quitó y se lo guardó en un bolsillo. Sacó además una cajita pequeña y un petardo corto de los bolsillos que guardó en sus bolsillos junto con el bigote de pega. Por último, sacó unas gafas de 3-D plegables. Desdoblandolas, se las puso por encima de las gafas de sol y comenzó a hacer ruidos de máquinaria para finalmente quitarselas con una risotada.
-¡Y ya es completamente tuyo!-exclamó.
Finalmente, procedió a hacer un par de preguntas a la joven daeliciana.
-¿Y dices que nos habeis encontrado con un mapa? ¿Sale ahí donde vivis vosotros tambien y como llegar?-comenzó preguntando.
>> No estarás pensando en ir a visitarles ¿verdad?
>> Puede... (=`〜´=)
>> Es altamente peligroso, no sabemos cuantos más peligros podemos encontrar. ¿Y si hay más monstruosidades como Astra?
>> Tu sabes como soy de rápido. Estando solo, no creo que haya nada que pueda alcanzarme y menos con mi "Bastón de Acero", ¡soy virtualmente invencible!
>> ...
>> Detective, estos chavales lo han conseguido solos y no estan precisamente en forma. Creo yo que mi aprendiz puede de sobra recorrer el mismo camino alguna que otra vez sin correr demasiado peligro que, en todo caso, será capaz de evitar con toda seguridad, ¿no es así, mi aprendiz?
>> Shisho~... //º//A//º//
>> ...
-¡Ah! Y, ¿has mencionado algo de una biblioteca con libros de magia?-continuó preguntando, muy interesado.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 12:11 am
Los ojos de Lara brillaron ante la pregunta de Lhelian. Había estado algo perdida a la hora de enfocar la partida, sin instrucciones, sin mapas y, en general, sin nada más allá de ellos mismos y su suerte. Pero ahora empezaba a organizar ideas por fin, iba conociendo los peligros y a establecía pautas. Los diferentes modos de jugar la partida se hacían más y más evidentes: Tenían las armas para combatir a mele, arcos y ballestas para la distancia y pronto tendrían la magia, para lo que sea que estuviera destinada. Y ella se veía a sí misma destinada a esta última rama. La que más le gustaba (y probablemente la única en la que pudiera manejarse con decencia). <<Mamá va a romper el tiesto de los números primos>> pensó henchida de orgullo, acariciando a sus pequeños dentro del marsupio.
-Pues la verdad es que no sé muy bien lo que hice-respondió con total sinceridad-. El tipo este, Astra, me hizo un corte con la uña en la cabeza y el cristal brilló después. Tal vez sea el dolor o el hecho de que me haya herido, porque no he conseguido activarlo de nuevo echándole fe. Parece que esto no funciona como en mis libros... El caso es que espero no tener que cortarme cada vez que quiera hacer magia en el futuro, porque sino acabaré desangrada-Lara estaba dispuesta a lo que fuera, y ya ni se planteaba la posibilidad de ser una negada mágica.
Lara escuchó de refilón las conversaciones que se iban formando alrededor y trató de atender a tantas como pudo.
-Yo no diría que sea tan peligroso, parecía que solo jugaba. Como si nos llevara tantos niveles de ventaja que no le mereciera la pena molestarse con nosotros. Está claro que es un jefe de zona-meneó el hocico y sonrió agradecida a Marsi. Parecía estar más preocupada que casi todos ellos. En otras situaciones, Lara habría dado un apretón en el hombro a la muchacha, pero en esta no llegaba al hombro con la soltura necesaria-. Tranquila, estamos bien. Lo que nos ha hecho no es nada comparado con los bocados de serpelino de hace unos días. Se va a cagar la perra cuando aprendamos magia-esto último lo dijo más para sí que para nadie más, recordando los gritos que le abordaron en plena calle-. Por cierto, me gusta tu tono de piel-cambió de tema de manera repentina, dirigiéndose todavía a Marsi-. A tu lado el resto de monos son como panecillos crudos.
Y dicho eso buscó de nuevo a Lhelian. Lara necesitaba satisfacer su curiosidad. Tuvo suerte y Shaco ya había preguntado alguna que otra cosa, por lo que solo tuvo que añadir una pregunta más y abrir las orejas de par en par.
-Oye, ¿y nos podrías decir también qué es lo que aparece en tu libro de magia? Cuantos más detalles nos des, más probabilidades de que te quiera a todo o nada-por el tono de la ordesa quedaba patente que no era una broma. No del todo al menos.
-Pues la verdad es que no sé muy bien lo que hice-respondió con total sinceridad-. El tipo este, Astra, me hizo un corte con la uña en la cabeza y el cristal brilló después. Tal vez sea el dolor o el hecho de que me haya herido, porque no he conseguido activarlo de nuevo echándole fe. Parece que esto no funciona como en mis libros... El caso es que espero no tener que cortarme cada vez que quiera hacer magia en el futuro, porque sino acabaré desangrada-Lara estaba dispuesta a lo que fuera, y ya ni se planteaba la posibilidad de ser una negada mágica.
Lara escuchó de refilón las conversaciones que se iban formando alrededor y trató de atender a tantas como pudo.
-Yo no diría que sea tan peligroso, parecía que solo jugaba. Como si nos llevara tantos niveles de ventaja que no le mereciera la pena molestarse con nosotros. Está claro que es un jefe de zona-meneó el hocico y sonrió agradecida a Marsi. Parecía estar más preocupada que casi todos ellos. En otras situaciones, Lara habría dado un apretón en el hombro a la muchacha, pero en esta no llegaba al hombro con la soltura necesaria-. Tranquila, estamos bien. Lo que nos ha hecho no es nada comparado con los bocados de serpelino de hace unos días. Se va a cagar la perra cuando aprendamos magia-esto último lo dijo más para sí que para nadie más, recordando los gritos que le abordaron en plena calle-. Por cierto, me gusta tu tono de piel-cambió de tema de manera repentina, dirigiéndose todavía a Marsi-. A tu lado el resto de monos son como panecillos crudos.
Y dicho eso buscó de nuevo a Lhelian. Lara necesitaba satisfacer su curiosidad. Tuvo suerte y Shaco ya había preguntado alguna que otra cosa, por lo que solo tuvo que añadir una pregunta más y abrir las orejas de par en par.
-Oye, ¿y nos podrías decir también qué es lo que aparece en tu libro de magia? Cuantos más detalles nos des, más probabilidades de que te quiera a todo o nada-por el tono de la ordesa quedaba patente que no era una broma. No del todo al menos.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 01:29 am
No estaba muy atento pero vio a Archi acercándose a Alice y le aprecio escucharle preguntar algo sobre la miel, tuvo la necesidad de explicarse no fuese a ser que la miel causara daños a los de Maciel como la causo en Letargo, por esos e entretuvo un momento de su atención a Lara para explicárselo.
-Discúlpame un segundo Archi, pero creo que Korasihanna o yo, somos las personas mas idóneas para explicarte sobre la miel. -dijo sintiendo que tal interrumpía su conversación con Alice- Esta provine de nuestro mundo, de Daelicia, ya veo que aquí fue comprobado en cierta manera, en nuestro grupo también, a las malas por desgracia, que es dañina para otros. No estamos seguros si para todos, pero por el momento solo Korasihanna y yo, no hemos sufrido daños con ella, así suponemos que si viene de Daelicia solo afectara a personas que no sean de mi mundo- dijo intentando explicarse lo mejor posible, no estaba completamente seguro, pero era un suposición bastante buena tras lo ocurrido en Letargo.
Creyendo que al menos había explicado lo principal se disculpo con un gesto por la interrupción, volvió su atención a Lara y a su explicación, viendo a que cristales se refería y tomando uno de ellos con curiosidad, pues solo se veían como cristales normales para el, eso si cristales sin color alguno.
-¿Me dejarías tomar prestado tu cristal un momento Lara?- pregunto a al ordesa que se lo cesio tras algo de duda, Dhelian tomo el cristal osbervandolo no muy seguro que podría hacerlo funcionar, pues Lara había dado bastante posibles opciones. por suerte Anriel debía estar oyendo la conversación porque dio una pista importante a decir que funcionaban con sangre. "¿Funcionar con sangre? Que clase de arte macabro es este que hace falta la sangre para producir magia" pensó un poco sorprendido mirando el cristal con duda, la uncia forma de asegurarse era hacer un corte pero no tenia especia interés en cortarse. "Venga Dhelian un pequeño cortesito y sabrás si de verdad es posible la magia" se intento convencer y aun dudando se clavo el cristal en su dedo indice hasta que un par de gotas de sangre cayeron y casi como si el cristal lo absorbiera comenzó a brillar en su mano, provocando que casi se le cayese al suelo de la sorpresa-¡Por el Demiurgo, es magia de verdad!-exclamo totalmente eufórico, cuando vio el crista brilla de forma tenue tras tener contacto con su sangre. "Es posible, esta a nuestro alcance, podremos realizara...ya no es solo algo lejano, esta al alcance de nuestros dedos" pensaba totalmente emocionado, ya no seria solo algo de cuentos o de seres y criaturas ajenas, no, ahora el también tenia oportunidades usarla de algún modo. No cabia en si del gozo, por ello cuando Shaco le hablo estaba totalmente feliz, aumentando su buen humor y se alegro que no se hubiese enfadado por lo del anorak.
- ¿Puedo de verdad? -pregunto un poco sorprendido cuando dijo de regalárselo, y su sorpresa aumento considerablemente, cuando de la nada metió las manos en los bolsillos del anorak sacando cosas bastante extrañas, que aprecia artículos para jugar o algo así. Le sonrió ampliamente como agradecimiento- Gracias por el regalo, pero ahora yo no tengo nada para darte -se quedo pensado en que le podría dar que pudiera serle útil, pero por suerte Shaco le dio una idea con sus siguientes preguntas.
-Ah, si, conseguimos encontrar la Biblioteca por pura casualidad, ya que no se encuentra muy lejos del lugar donde habitamos, que es un torreón muy similar a este -dijo sonriendo sacando su cuaderno y hablando rápidamente, sin perder su tono suave y musical- Allí encontramos libros de muchos tipos, algunos indescifrables, pero solo se podía sacar un libro por persona. Marsi fue la que tomo el libro de mapas y gracias a este encontramos como llegar, yo hice una copia del mapa del libro en mi cuaderno-dijo sonriendo msotrandoles la copia de este en el cuaderno hecha por zonas de la ciudad, ya que entero no cabria en el pequeño cuaderno, pero aun así era distinguible, mostrandole a Shaco y a Lara que se había acercado el camino para llegar hasta Letargo- Yo tome un libro que tenia de titulo Magia básica, los hechizos que vienen escritos en este están en un idioma que no es el este que la fuente, porque ni Alice ni yo los entendimos, ya que ella me estuvo ayudando a intentar descifrarlos. Aun así el libro trae anotaciones para comprenderlo, conseguí copiar un par de ellos tal y como venían escrito y anote las anotaciones -dijo pasando las hojas de su cuaderno concentrado mostrándoselo a Lara, hablando rápido y emocionado con una sonrisa imborrable en su rostro- Antes no estaba seguro si era incluso posible hacerlos, ahora si creo que hay una oportunidad, solo hay que comprender lo que pone y pronunciarlo correctamente como indica en las anotaciones. Tengo que ver si hay de estos cristales en Letargo...- se dijo rápidamente dándole un abrazo suavemente a Lara para no aplastar a sus crías, devolviendole el cristal
-Discúlpame un segundo Archi, pero creo que Korasihanna o yo, somos las personas mas idóneas para explicarte sobre la miel. -dijo sintiendo que tal interrumpía su conversación con Alice- Esta provine de nuestro mundo, de Daelicia, ya veo que aquí fue comprobado en cierta manera, en nuestro grupo también, a las malas por desgracia, que es dañina para otros. No estamos seguros si para todos, pero por el momento solo Korasihanna y yo, no hemos sufrido daños con ella, así suponemos que si viene de Daelicia solo afectara a personas que no sean de mi mundo- dijo intentando explicarse lo mejor posible, no estaba completamente seguro, pero era un suposición bastante buena tras lo ocurrido en Letargo.
Creyendo que al menos había explicado lo principal se disculpo con un gesto por la interrupción, volvió su atención a Lara y a su explicación, viendo a que cristales se refería y tomando uno de ellos con curiosidad, pues solo se veían como cristales normales para el, eso si cristales sin color alguno.
-¿Me dejarías tomar prestado tu cristal un momento Lara?- pregunto a al ordesa que se lo cesio tras algo de duda, Dhelian tomo el cristal osbervandolo no muy seguro que podría hacerlo funcionar, pues Lara había dado bastante posibles opciones. por suerte Anriel debía estar oyendo la conversación porque dio una pista importante a decir que funcionaban con sangre. "¿Funcionar con sangre? Que clase de arte macabro es este que hace falta la sangre para producir magia" pensó un poco sorprendido mirando el cristal con duda, la uncia forma de asegurarse era hacer un corte pero no tenia especia interés en cortarse. "Venga Dhelian un pequeño cortesito y sabrás si de verdad es posible la magia" se intento convencer y aun dudando se clavo el cristal en su dedo indice hasta que un par de gotas de sangre cayeron y casi como si el cristal lo absorbiera comenzó a brillar en su mano, provocando que casi se le cayese al suelo de la sorpresa-¡Por el Demiurgo, es magia de verdad!-exclamo totalmente eufórico, cuando vio el crista brilla de forma tenue tras tener contacto con su sangre. "Es posible, esta a nuestro alcance, podremos realizara...ya no es solo algo lejano, esta al alcance de nuestros dedos" pensaba totalmente emocionado, ya no seria solo algo de cuentos o de seres y criaturas ajenas, no, ahora el también tenia oportunidades usarla de algún modo. No cabia en si del gozo, por ello cuando Shaco le hablo estaba totalmente feliz, aumentando su buen humor y se alegro que no se hubiese enfadado por lo del anorak.
- ¿Puedo de verdad? -pregunto un poco sorprendido cuando dijo de regalárselo, y su sorpresa aumento considerablemente, cuando de la nada metió las manos en los bolsillos del anorak sacando cosas bastante extrañas, que aprecia artículos para jugar o algo así. Le sonrió ampliamente como agradecimiento- Gracias por el regalo, pero ahora yo no tengo nada para darte -se quedo pensado en que le podría dar que pudiera serle útil, pero por suerte Shaco le dio una idea con sus siguientes preguntas.
-Ah, si, conseguimos encontrar la Biblioteca por pura casualidad, ya que no se encuentra muy lejos del lugar donde habitamos, que es un torreón muy similar a este -dijo sonriendo sacando su cuaderno y hablando rápidamente, sin perder su tono suave y musical- Allí encontramos libros de muchos tipos, algunos indescifrables, pero solo se podía sacar un libro por persona. Marsi fue la que tomo el libro de mapas y gracias a este encontramos como llegar, yo hice una copia del mapa del libro en mi cuaderno-dijo sonriendo msotrandoles la copia de este en el cuaderno hecha por zonas de la ciudad, ya que entero no cabria en el pequeño cuaderno, pero aun así era distinguible, mostrandole a Shaco y a Lara que se había acercado el camino para llegar hasta Letargo- Yo tome un libro que tenia de titulo Magia básica, los hechizos que vienen escritos en este están en un idioma que no es el este que la fuente, porque ni Alice ni yo los entendimos, ya que ella me estuvo ayudando a intentar descifrarlos. Aun así el libro trae anotaciones para comprenderlo, conseguí copiar un par de ellos tal y como venían escrito y anote las anotaciones -dijo pasando las hojas de su cuaderno concentrado mostrándoselo a Lara, hablando rápido y emocionado con una sonrisa imborrable en su rostro- Antes no estaba seguro si era incluso posible hacerlos, ahora si creo que hay una oportunidad, solo hay que comprender lo que pone y pronunciarlo correctamente como indica en las anotaciones. Tengo que ver si hay de estos cristales en Letargo...- se dijo rápidamente dándole un abrazo suavemente a Lara para no aplastar a sus crías, devolviendole el cristal
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 01:53 am
La respuesta de Anriel le hizo torcer el morro, pero no llegó a responder a su pregunta porque otros lo hicieron. Las conversaciones comenzaron a encadenarse, por el reencuentro, por lo ocurrido. Lara se encargó de contar, como siempre a su particular modo, todo lo que había sucedido durante la salida. Y él no tenía ganas de oírlo de nuevo.
Subió al piso de las habitaciones sin dejar de escuchar el barullo de voces de fondo y se quitó las botas. Tenía los pies rozados, le hervían. Seguramente le acabarían saliendo bochas. Se puso los calcetines más gruesos que encontró y, descalzo, regresó junto a los demás para tomar asiento en el sofá. Su respiración ya se había calmado, pero su cuerpo empezaba a notar ahora los estragos de la carrera. Le dolía cada articulación de las piernas y supo que iba a tener agujetas hasta en la cara. Se dedicó a escuchar las conversaciones cruzadas, donde los saludos ya parecían haber terminado y salían a colación cosas más interesantes. «¿Una biblioteca? ¿Física, quiere decir?». Inevitablemente estaba imaginando un edificio lleno de ordenadores de consulta. También se habló de magia y fue entonces cuando, haciendo de tripas corazón, hizo el esfuerzo de levantarse. Recordaba cómo había brillado el cristal de Lara, aunque no hubirea vuelto a pensar en ello después de la persecución. Los había examinado de cerca antes y no parecían para nada algo tecnológico. «¿Brillan con sangre, en serio?». Pero la comprobación empírica se encargó de hacerla Lhelian, así que se limitó a mirar y sorprenderse de lo estúpido que era el funcionamiento del cristal «una puta mierda que hace luz a cambio de sangre. De esta ciudad tenía que ser».
La conversación llevó de nuevo a la biblioteca de donde habían sacado los libros. Tardó en darse cuenta de que tenían que referirse a libros físicos porque si no hubiera sido imposible “sacarlos” como habían dicho. Ninguno tenía un ordenador. El tema le interesaba, pero más porque quería visitar aquel edificio que por seguir escuchando la conversación. La carrera le había levantado dolor de cabeza, y no tuvo que pensárselo mucho para decidir salir a tomar aire fresco mientras seguían hablando siempre varios a la vez.
No se había dado cuenta de en qué momento había abandonado Keiria el torreón, por lo que se sorprendió un poco al encontrarla dando vueltas cerca del puente. Se acercó con pasos lentos y apoyó en el muro, resbalando hasta quedar sentado en el suelo. Desde donde estaba miró de reojo a la pelirroja un par de veces antes de hablar.
—¿Te preocupa el bicho o también te dan dolor de cabeza? —preguntó señalando vagamente al torreón.
Subió al piso de las habitaciones sin dejar de escuchar el barullo de voces de fondo y se quitó las botas. Tenía los pies rozados, le hervían. Seguramente le acabarían saliendo bochas. Se puso los calcetines más gruesos que encontró y, descalzo, regresó junto a los demás para tomar asiento en el sofá. Su respiración ya se había calmado, pero su cuerpo empezaba a notar ahora los estragos de la carrera. Le dolía cada articulación de las piernas y supo que iba a tener agujetas hasta en la cara. Se dedicó a escuchar las conversaciones cruzadas, donde los saludos ya parecían haber terminado y salían a colación cosas más interesantes. «¿Una biblioteca? ¿Física, quiere decir?». Inevitablemente estaba imaginando un edificio lleno de ordenadores de consulta. También se habló de magia y fue entonces cuando, haciendo de tripas corazón, hizo el esfuerzo de levantarse. Recordaba cómo había brillado el cristal de Lara, aunque no hubirea vuelto a pensar en ello después de la persecución. Los había examinado de cerca antes y no parecían para nada algo tecnológico. «¿Brillan con sangre, en serio?». Pero la comprobación empírica se encargó de hacerla Lhelian, así que se limitó a mirar y sorprenderse de lo estúpido que era el funcionamiento del cristal «una puta mierda que hace luz a cambio de sangre. De esta ciudad tenía que ser».
La conversación llevó de nuevo a la biblioteca de donde habían sacado los libros. Tardó en darse cuenta de que tenían que referirse a libros físicos porque si no hubiera sido imposible “sacarlos” como habían dicho. Ninguno tenía un ordenador. El tema le interesaba, pero más porque quería visitar aquel edificio que por seguir escuchando la conversación. La carrera le había levantado dolor de cabeza, y no tuvo que pensárselo mucho para decidir salir a tomar aire fresco mientras seguían hablando siempre varios a la vez.
No se había dado cuenta de en qué momento había abandonado Keiria el torreón, por lo que se sorprendió un poco al encontrarla dando vueltas cerca del puente. Se acercó con pasos lentos y apoyó en el muro, resbalando hasta quedar sentado en el suelo. Desde donde estaba miró de reojo a la pelirroja un par de veces antes de hablar.
—¿Te preocupa el bicho o también te dan dolor de cabeza? —preguntó señalando vagamente al torreón.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 02:35 am
La cara que se le quedó a Shaco fue el colmo, pero sus preguntas evitaron la carcajada. ¡Claro que sabía de lo que hablaba! Y claro que entendía eso de los verdaderos fans. Eso sí, tuve que hacer memoria... Pero fui recordando a qué se refería, aunque no tenía un personaje favorito <<Idril o Melian>>
-Personaje favorito... No sé, estoy entre Idril o Melian, o incluso Eowyn. O incluso Lobelia al final del Retorno... Venga ya, ¿a ninguna?-puse los brazos en jarras.-¿Vives en una cueva? Claro que hay chicas fans...-pero entonces me uní a su tono confidencial.-Sí... pero podremos con ellos, porque en el fondo están podridos y eso les hace débiles...-añadí, riendo con él.
Y entonces nos cortó Archi, con su forma de hablar tan... De robot. Suave, pero robot, automático, y sin mucha emoción... Pero Shaco reaccionó a sus palabras y me susurró algo. Acto seguido volví a mirar al irrsense y asentí vigorosamente.
-Humania, somos humanos. Lo que pasa es que humanios sonaba raro para quien usó el término por primera vez.-añadí, para hacerlo más verídico. <<Tiene más sentido que Tierra, incluso, así que no es una mentira entera... Además, ¡es una broma!>>
Sin embargo, por lo que presencié más tarde, quizá el chico no se tomara tan a bien la broma, dado su afán por recopilar información en su brazo robótico. Pero Lhelian, luego Lara, llamaron más mi atención que el chico así que relegué el tema de la broma a otro momento <<Pero sin que Shaco se entere>> pensé, divertida.
La madre de las crías estaba hablando de un cristal iluminado con sangre. <<¿Magia de sangre? Nigromancia y magia de sangre... Este sitio empeora>> Lo curioso es que Lara relataba el encuentro como si fuera una partida de rol.
Pero la abundancia de conversaciones y temas como la Biblioteca, los libros, la magia... La situación acabó tirándome en un sofá, relegada a escuchar sin participar. Desde ahí vi cómo Keiria y Cio salían al exterior, quizá agobiados también, o para asegurarse de que Xalk volvía. Y aunque el tema me interesaba, y bastante, ¡me estaban agobiando! Así que con un resoplido me levanté y salí en dirección a los de fuera, a los que saludé -de nuevo-, añadiendo un rodar de ojos y un pulgar hacia atrás.
-Agh. No lo soporto más, ¿puedo acompañaros?-inquiero, metiendo las manos en los bolsillos. Entonces recuerdo un detalle del que no hablaron, solo lo mencionaron. Pero decido callarme, puesto que Xalk no apareció aún y como que no es muy adecuado curiosear sobre los "serpelinos" que les atacaron.
-Personaje favorito... No sé, estoy entre Idril o Melian, o incluso Eowyn. O incluso Lobelia al final del Retorno... Venga ya, ¿a ninguna?-puse los brazos en jarras.-¿Vives en una cueva? Claro que hay chicas fans...-pero entonces me uní a su tono confidencial.-Sí... pero podremos con ellos, porque en el fondo están podridos y eso les hace débiles...-añadí, riendo con él.
Y entonces nos cortó Archi, con su forma de hablar tan... De robot. Suave, pero robot, automático, y sin mucha emoción... Pero Shaco reaccionó a sus palabras y me susurró algo. Acto seguido volví a mirar al irrsense y asentí vigorosamente.
-Humania, somos humanos. Lo que pasa es que humanios sonaba raro para quien usó el término por primera vez.-añadí, para hacerlo más verídico. <<Tiene más sentido que Tierra, incluso, así que no es una mentira entera... Además, ¡es una broma!>>
Sin embargo, por lo que presencié más tarde, quizá el chico no se tomara tan a bien la broma, dado su afán por recopilar información en su brazo robótico. Pero Lhelian, luego Lara, llamaron más mi atención que el chico así que relegué el tema de la broma a otro momento <<Pero sin que Shaco se entere>> pensé, divertida.
La madre de las crías estaba hablando de un cristal iluminado con sangre. <<¿Magia de sangre? Nigromancia y magia de sangre... Este sitio empeora>> Lo curioso es que Lara relataba el encuentro como si fuera una partida de rol.
Pero la abundancia de conversaciones y temas como la Biblioteca, los libros, la magia... La situación acabó tirándome en un sofá, relegada a escuchar sin participar. Desde ahí vi cómo Keiria y Cio salían al exterior, quizá agobiados también, o para asegurarse de que Xalk volvía. Y aunque el tema me interesaba, y bastante, ¡me estaban agobiando! Así que con un resoplido me levanté y salí en dirección a los de fuera, a los que saludé -de nuevo-, añadiendo un rodar de ojos y un pulgar hacia atrás.
-Agh. No lo soporto más, ¿puedo acompañaros?-inquiero, metiendo las manos en los bolsillos. Entonces recuerdo un detalle del que no hablaron, solo lo mencionaron. Pero decido callarme, puesto que Xalk no apareció aún y como que no es muy adecuado curiosear sobre los "serpelinos" que les atacaron.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 03:24 am
Había corrido un buen rato sin mirar por donde iba, y al final acabó por perderse. Los gritos que se oían, lejos de aterrarlo, le reconfortaron. Le daban una sensación de seguridad, ya que si alguien hacía ruido los peligros seguramente irían en esa dirección. Además, era una prueba de que no le estaba tocando a él el problema, sino a otro, ignorando claro su situación actual.
En algún momento recordó a donde se dirigía, y también lo que podía pasar si aparecía sin más con las heridas que tenía, algo que no deseaba para nada. “No... no. No deben saber que estoy herido. No quiero que me echen”
Por esa razón comenzó a buscar un edificio que tuviera la puerta intacta. Tardó más de lo que esperaba en encontrarlo, pero una vez hecho se puso manos a la obra.
Usando la mano del brazo sano desenganchó todas las armas del cinturón y luego se lo quitó. Lo siguiente fue atar un extremo en el manillar de la puerta, y el otro en el brazo malo, algo que, gracias a la fractura, se convirtió en una tortura insoportable. El dolor ya era difícil de soportar si no se tocaba el brazo, y ahora que encima tenia que atar y apretar necesitó de toda su fuerza de voluntad para contener los gritos, aunque eso no impidió que fuera soltando gemidos de dolor que por suerte no se oirían gracias al resto de chillidos que resonaban por todas partes.
También, debido al dolor, tardó mucho mas tiempo del normal en atarse el brazo, pero cuando hubo terminado se encontraba firmemente amarrado a la puerta.
Ya estaba todo preparado. Xalkoth sabía lo que tenía que hacer, pero no se veía con fuerzas para hacerlo. Titubeó un rato, pero al final lo hizo. Retrasarlo solo serviría para prolongar su agonía.
Si recolocarse un hueso ya podía ser doloroso por si solo, recolocárselo teniendo uno roto superaba cualquier nivel de dolor que el clinger hubiera podido concebir. Se esperaba algo terrible, y se había preparado mentalmente para no gritar, pero al final nada pudo impedírselo. Así fue como a los gritos de todas las almas en pena de aquel lugar se sumaron los suyos propios.
¿Cuánto tiempo gritó? No lo sabía, tan solo pensaba que demasiado. Todo había sido demasiado. Sin fuerzas para nada ya, sus piernas fueron incapaces de seguir sosteniendo su propio cuerpo y cayó al suelo, todavía con el brazo atado a la puerta.
Y así estuvo un rato, temblando, hasta que consiguió mantener su otra mano lo bastante quieta como para desatarse, aunque todavía tuvo que pasar más tiempo antes de que fuera capaz de levantarse y andar en condiciones.
Agotado, tambaleándose, dolorido y mentalmente destrozado. Ese era su estado cuando por fin vislumbró el torreón. No se paró a pensar por qué podría estar bajado el puente levadizo. En su mente lo único que ahora importaba era como hacer para que nadie se enterara de su estado. Tendría que ocultar sus heridas.
El hecho de que todavía llevaba puesto el poncho le venía de perlas. Con él podía mantener el brazo fuera de la vista. Y esperaba poder mantener la compostura y no tambalear ni temblar. Lo peor sería a la larga. Para que el hueso sanara correctamente lo ideal sería inmovilizarse el brazo, pero si lo hacía le descubrirían, así que iba a tener que aguantar sin tratamiento y rezar porque no empeorara más. Tal vez pudiera hacer algo intermedio, pero no lo sabría hasta que viera los materiales de los que disponía dentro.
Después de asegurarse de que no se le veía el brazo y tras relajarse lo mejor que pudo pudo para no temblar o venirse abajo de repente, Xalkoth salió de entre los edificios y se dirigió al torreón, quedando a la vista de Keiria Cio y "¿Esa no es la chica de las hoces del revés?", que estaban en el puente.
-Hola- Dijo, con un tono apagado que no era propio de él. Había tenido en cuenta todos los problemas físicos, pero no los que le podía dar su propia mente.
En algún momento recordó a donde se dirigía, y también lo que podía pasar si aparecía sin más con las heridas que tenía, algo que no deseaba para nada. “No... no. No deben saber que estoy herido. No quiero que me echen”
Por esa razón comenzó a buscar un edificio que tuviera la puerta intacta. Tardó más de lo que esperaba en encontrarlo, pero una vez hecho se puso manos a la obra.
Usando la mano del brazo sano desenganchó todas las armas del cinturón y luego se lo quitó. Lo siguiente fue atar un extremo en el manillar de la puerta, y el otro en el brazo malo, algo que, gracias a la fractura, se convirtió en una tortura insoportable. El dolor ya era difícil de soportar si no se tocaba el brazo, y ahora que encima tenia que atar y apretar necesitó de toda su fuerza de voluntad para contener los gritos, aunque eso no impidió que fuera soltando gemidos de dolor que por suerte no se oirían gracias al resto de chillidos que resonaban por todas partes.
También, debido al dolor, tardó mucho mas tiempo del normal en atarse el brazo, pero cuando hubo terminado se encontraba firmemente amarrado a la puerta.
Ya estaba todo preparado. Xalkoth sabía lo que tenía que hacer, pero no se veía con fuerzas para hacerlo. Titubeó un rato, pero al final lo hizo. Retrasarlo solo serviría para prolongar su agonía.
Si recolocarse un hueso ya podía ser doloroso por si solo, recolocárselo teniendo uno roto superaba cualquier nivel de dolor que el clinger hubiera podido concebir. Se esperaba algo terrible, y se había preparado mentalmente para no gritar, pero al final nada pudo impedírselo. Así fue como a los gritos de todas las almas en pena de aquel lugar se sumaron los suyos propios.
¿Cuánto tiempo gritó? No lo sabía, tan solo pensaba que demasiado. Todo había sido demasiado. Sin fuerzas para nada ya, sus piernas fueron incapaces de seguir sosteniendo su propio cuerpo y cayó al suelo, todavía con el brazo atado a la puerta.
Y así estuvo un rato, temblando, hasta que consiguió mantener su otra mano lo bastante quieta como para desatarse, aunque todavía tuvo que pasar más tiempo antes de que fuera capaz de levantarse y andar en condiciones.
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Agotado, tambaleándose, dolorido y mentalmente destrozado. Ese era su estado cuando por fin vislumbró el torreón. No se paró a pensar por qué podría estar bajado el puente levadizo. En su mente lo único que ahora importaba era como hacer para que nadie se enterara de su estado. Tendría que ocultar sus heridas.
El hecho de que todavía llevaba puesto el poncho le venía de perlas. Con él podía mantener el brazo fuera de la vista. Y esperaba poder mantener la compostura y no tambalear ni temblar. Lo peor sería a la larga. Para que el hueso sanara correctamente lo ideal sería inmovilizarse el brazo, pero si lo hacía le descubrirían, así que iba a tener que aguantar sin tratamiento y rezar porque no empeorara más. Tal vez pudiera hacer algo intermedio, pero no lo sabría hasta que viera los materiales de los que disponía dentro.
Después de asegurarse de que no se le veía el brazo y tras relajarse lo mejor que pudo pudo para no temblar o venirse abajo de repente, Xalkoth salió de entre los edificios y se dirigió al torreón, quedando a la vista de Keiria Cio y "¿Esa no es la chica de las hoces del revés?", que estaban en el puente.
-Hola- Dijo, con un tono apagado que no era propio de él. Había tenido en cuenta todos los problemas físicos, pero no los que le podía dar su propia mente.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 01:18 pm
Me acerco yo también a la cesta con crías antes de que el resto de habitantes del torreón llegue. Miro dentro y no entiendo por qué dicen que son monos, <<Son feos con ganas, aunque de una especie de animal y sin pelo tampoco se puede esperar mucho. Lo que no entiendo es por que demonios las ha traído, este lugar es peligroso, y ademas no esta aquí con ellas, ¿que clase de madre abandona a sus hijos para irse por ahí?>>. Niego con la cabeza y me alejo, quizás ella tenga sus motivos pero yo no alcanzo a comprenderlos.
Llegan los excursionistas con malas caras lo cual no me hace si no sospechar que ha pasado algo malo. Mis sospechas se ven confirmadas al apreciar rastros de sangre en algunas cabezas asi como lo que contaban. Grabo en mi memoria la imagen del ser por si alguna vez me lo encuentro y veo a la gente que no conozco reunida hablando en un sitio. Me acerco y saludo.
-Hola, no me he presentado antes y lo lamento, ha sido una falta de cortesía por mi parte.- le digo a la chica de pelo blanco, y ya dirigiéndome a todos digo,- Mi nombre es Surásara, aunque los del torreón me llaman Sura nada más, podéis llamarme como gustéis, un placer conoceros. Procedo del mismo mundo que vuestra compañera Keiriarei, aunque a diferencia de ella yo he estado en el cuerpo militar,- Me fijo mas y veo que el chico de pelo negro tiene ojos amarillos, aunque no son iguales a los de los ulteranos, también me fijo mas en la chica, y por los ojos y el pelo realmente parece una wahtaré,- Bonitos ojos,- les digo a ambos, vuelvo mi atención al chico de pelo rosa,- Bonito pelo también.- digo sonriendo, mi cabello lo refleja moviendose.
Llegan los excursionistas con malas caras lo cual no me hace si no sospechar que ha pasado algo malo. Mis sospechas se ven confirmadas al apreciar rastros de sangre en algunas cabezas asi como lo que contaban. Grabo en mi memoria la imagen del ser por si alguna vez me lo encuentro y veo a la gente que no conozco reunida hablando en un sitio. Me acerco y saludo.
-Hola, no me he presentado antes y lo lamento, ha sido una falta de cortesía por mi parte.- le digo a la chica de pelo blanco, y ya dirigiéndome a todos digo,- Mi nombre es Surásara, aunque los del torreón me llaman Sura nada más, podéis llamarme como gustéis, un placer conoceros. Procedo del mismo mundo que vuestra compañera Keiriarei, aunque a diferencia de ella yo he estado en el cuerpo militar,- Me fijo mas y veo que el chico de pelo negro tiene ojos amarillos, aunque no son iguales a los de los ulteranos, también me fijo mas en la chica, y por los ojos y el pelo realmente parece una wahtaré,- Bonitos ojos,- les digo a ambos, vuelvo mi atención al chico de pelo rosa,- Bonito pelo también.- digo sonriendo, mi cabello lo refleja moviendose.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 02:02 pm
El bullicio de la sala le recordaba al del comedor comunal y Taro aprovechó la ocasión para escamotear de nuevo una barra energética. La carrera le había dado hambre, pero tenía el estómago revuelto por la misma razón y no se veía muy capaz de hincarle el diente a algo más sustancioso. No se le escapó que el mujerío congregado en torno a las crías de Lara parecía saber perfectamente qué se hacía con ellas. Igual trabajaban de niñeras en sus respectivos mundos. "Se debe ganar bastante", conjeturó el carabés, al que dicho trabajo se le antojaba de una dificultad extrema.
Navegó de nuevo entre la gente en dirección al patio, presentándose escuetamente a quien le interpeló. Ahora que la adrenalina ya no fluía por sus venas las magulladuras volvían a reclamar su atención y no vio mejor momento para comprobar los daños que mientras todos estaban ocupados. Como era de esperar no había parches desinfectantes, así que se limitó a lavarse los raspones con un trapo y agua del pozo. Cuando consideró que había hecho lo que había podido regresó adentro.
-Mmm, gracias- no entendía muy bien a qué venía el cumplido de Surásara pero lo aceptó igualmente. Unos segundos de escucha le permitieron comprobar que seguían hablando de magia, y Taro cada vez entendía menos por qué se armaba tal follón en torno a unos cargadores de mierda. Porque si se cargaban con una burrada como sangre del usuario, no merecían otro apelativo.
"¿Que es "magia de verdad"?" El carabés frunció el ceño estupefacto cuando habló Lhelian. "¿Y cómo es la de mentira?"
-No vale con canturrear sólo- apuntó únicamente al entusiasta discurso de la daeliciana (porque a juzgar por el vestido iba a arriesgarse a suponer que era una tía)-. Si no haces la secuencia de gestos no sale nada.
"Tíos, que esto lo enseñan en preescolar..."
Navegó de nuevo entre la gente en dirección al patio, presentándose escuetamente a quien le interpeló. Ahora que la adrenalina ya no fluía por sus venas las magulladuras volvían a reclamar su atención y no vio mejor momento para comprobar los daños que mientras todos estaban ocupados. Como era de esperar no había parches desinfectantes, así que se limitó a lavarse los raspones con un trapo y agua del pozo. Cuando consideró que había hecho lo que había podido regresó adentro.
-Mmm, gracias- no entendía muy bien a qué venía el cumplido de Surásara pero lo aceptó igualmente. Unos segundos de escucha le permitieron comprobar que seguían hablando de magia, y Taro cada vez entendía menos por qué se armaba tal follón en torno a unos cargadores de mierda. Porque si se cargaban con una burrada como sangre del usuario, no merecían otro apelativo.
"¿Que es "magia de verdad"?" El carabés frunció el ceño estupefacto cuando habló Lhelian. "¿Y cómo es la de mentira?"
-No vale con canturrear sólo- apuntó únicamente al entusiasta discurso de la daeliciana (porque a juzgar por el vestido iba a arriesgarse a suponer que era una tía)-. Si no haces la secuencia de gestos no sale nada.
"Tíos, que esto lo enseñan en preescolar..."
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
23/09/13, 05:58 pm
La pequeña expedición se había abierto paso a través de altos barrancos, laberínticos callejones y, en general, una fila tras otra de edificios ruinosos en su empeño por alcanzar el segundo torreón que el mapa les había revelado. Además de las reacciones de los otros, Akasha no pudo reprimir un profundo suspiro de alivio, en parte por ver Maciel –nombre que había escuchado de la boca de sus compañeros–, en parte por salir de los callejones que tan nerviosa conseguían ponerla. Terribles, terribles callejones.
Cuando el grupo se paró frente a la puerta del refugio, fue Álvaro el encargado de anunciar su llegada a los supuestos habitantes a base de alzar la voz. Mientras esperaban que alguien se diese cuenta de que estaban ahí, la campesina se levantó del suelo y se propuso dar una vuelta por los alrededores sin alejarse de la edificación, pues aunque poca y no necesariamente real, la sensación de seguridad que emanaba de la misma la tranquilizaba. Akasha rodeó el recinto de Maciel, admirando las estructuras cercanas.
Para su sorpresa, cuando terminó de apreciar los detalles de dos edificios en la parte trasera que, por muy espectaculares que fueran, se encontraban al borde de la desaparición, escuchó voces en las proximidades. Y no eran voces conocidas, pero sí le resultaban ligeramente familiares. Guiada por el sonido regresó a la entrada del torreón, la cual encontró abierta, y la atravesó para encontrarse con más gente de la que esperaba ver ahí dentro. Se aproximó por detrás a Xalkoth, cuyo nombre todavía recordaba, que se encontraba justo al comienzo de la sala. Parecía que acababa de llegar.
¡Estáis bien!-exclamó con notable felicidad. Que todos siguiesen ahí le parecía suficiente motivo de alegría.- Me había quedado fuera sin darme cuenta. No sé si me recordaréis, pero...
Ajena a la conversación que acababa de tener lugar, las malas caras, las heridas varias que con un poco de atención observó y el débil saludo de Xalk que vagamente había escuchado le resultaron preocupantes. Se aproximó a Shaco, que parecía tan alegre (o loco) como siempre. Era un chico que le resultaba curioso, principalmente porque desde su primer encuentro no sabía si le inspiraba confianza o más bien todo lo contrario. «Según la ocasión.» pensó. Bastante era que seguía vivo.
-¿Qué os ha pasado? -preguntó en voz baja, para no interrumpir las conversaciones que estaban teniendo lugar en varios lugares de sus alrededores.- Los ánimos parecen estar un poco...-y su expresión cambió radicalmente a una de completo interés cuando escuchó su palabra favorita de los últimos días entre las frases.- ¿Estáis hablando de los libros mágicos esos?
Pensar en los libros le recordó cierta pregunta pendiente que tenía con Alice, si bien ese no era el momento más adecuado para plantearla. Esperaría a que todo estuviera un poco más tranquilo.
Cuando el grupo se paró frente a la puerta del refugio, fue Álvaro el encargado de anunciar su llegada a los supuestos habitantes a base de alzar la voz. Mientras esperaban que alguien se diese cuenta de que estaban ahí, la campesina se levantó del suelo y se propuso dar una vuelta por los alrededores sin alejarse de la edificación, pues aunque poca y no necesariamente real, la sensación de seguridad que emanaba de la misma la tranquilizaba. Akasha rodeó el recinto de Maciel, admirando las estructuras cercanas.
Para su sorpresa, cuando terminó de apreciar los detalles de dos edificios en la parte trasera que, por muy espectaculares que fueran, se encontraban al borde de la desaparición, escuchó voces en las proximidades. Y no eran voces conocidas, pero sí le resultaban ligeramente familiares. Guiada por el sonido regresó a la entrada del torreón, la cual encontró abierta, y la atravesó para encontrarse con más gente de la que esperaba ver ahí dentro. Se aproximó por detrás a Xalkoth, cuyo nombre todavía recordaba, que se encontraba justo al comienzo de la sala. Parecía que acababa de llegar.
¡Estáis bien!-exclamó con notable felicidad. Que todos siguiesen ahí le parecía suficiente motivo de alegría.- Me había quedado fuera sin darme cuenta. No sé si me recordaréis, pero...
Ajena a la conversación que acababa de tener lugar, las malas caras, las heridas varias que con un poco de atención observó y el débil saludo de Xalk que vagamente había escuchado le resultaron preocupantes. Se aproximó a Shaco, que parecía tan alegre (o loco) como siempre. Era un chico que le resultaba curioso, principalmente porque desde su primer encuentro no sabía si le inspiraba confianza o más bien todo lo contrario. «Según la ocasión.» pensó. Bastante era que seguía vivo.
-¿Qué os ha pasado? -preguntó en voz baja, para no interrumpir las conversaciones que estaban teniendo lugar en varios lugares de sus alrededores.- Los ánimos parecen estar un poco...-y su expresión cambió radicalmente a una de completo interés cuando escuchó su palabra favorita de los últimos días entre las frases.- ¿Estáis hablando de los libros mágicos esos?
Pensar en los libros le recordó cierta pregunta pendiente que tenía con Alice, si bien ese no era el momento más adecuado para plantearla. Esperaría a que todo estuviera un poco más tranquilo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
24/09/13, 12:07 am
La respuesta de Lhelian le resultó más informativa de lo que el daeliciano hubiera podido suponer, ya que respondió también a la pregunta aún sin realizar acerca del mundo del que provenían. Pero lo más importante, con los datos que le proporcionó sobre la miel, el irrense constató que la suposición de Lhelian acerca de cómo afectaba la misma a aquellos que no procedían de su mundo era, con toda probabilidad, correcta. Así pues, el biomecánico se dio por satisfecho con aquello, incluso se había enterado de la procedencia del alimento, y ya no volvería a preocuparse por aquel néctar salvo que alguien se empecinase en probarlo, en cuyo caso se hallaría en la disyuntiva de o bien impedírselo o, si se tratase de alguna persona perteneciente a una especie que no había probado la miel, sugerir que lo hiciese para confirmar al cien por cien aquella suposición. Pero tratándose de una suposición tan contrastada ya no le preocupaba si se cerraba allí, los datos que pudiese obtener a partir de ahí serían solo una manera de reafirmar lo evidente.
Le sorprendió comprobar que al parecer Shaco había sido quien no le había mentido de los dos humanos que habitaban su torreón, ya que la mayor parte del tiempo el pelinaranja tan solo farfullaba incoherencias, al darle Alice la misma respuesta que su compañero.
Centró su atención en Lara 37 y el daeliciano en cuanto se retomó la conversación sobre magia. No tuvo tiempo de elaborar ninguna hipótesis sobre los cristales con los datos expuestos por la ordesa, ya que Anriel les explicó que el agente que los activaba era la sangre. En cuanto lo mencionó, Archime sacó de uno de sus bolsillos el cristal que llevaba varios días ahí metido y al que le había dado alguna vuelta de tanto en cuando sin ver nada especial en él. Lhelian se le adelantó en la comprobación y el irrense dirigió una mirada que brillaba tras los cristales de sus gafas al ahora luminoso cristal. Aunque tenía la prueba de que funcionaba de ese modo ante sus ojos, no dudó en hacerse un corte en la palma de la mano con el suyo. Se sintió aliviado al comprobar que también funcionaba con él y, por tanto, con su especie. Al fin y al cabo cabía la posibilidad de que no fuera así por diversas y preocupantes variables a considerar.
Tuvo que esforzarse en contener la avalancha de preguntas que le quería formular a Taro al respecto del funcionamiento de la magia así como las innumerables dudas que habían surgido en torno al descubrimiento de los cristales, porque Lhelian continuó hablando sobre un tema de interés.
—¿Me permites fotografiar tus mapas, Lhelian? —inquirió al daeliciano cuando les mostró los dibujos que había hecho.
Cuando obtuvo su permiso, el ordenador de Archime almacenó varias imágenes en las que se plasmaban dichos mapas. Dedicó unos instantes a examinar detenidamente algunas de ellas, poniendo especial atención en aquella que reconoció como la de la zona circundante, conociendo así por primera vez el nombre del torreón en el que se encontraban.
No había hecho ningún comentario al respecto, pero el biomecánico se encontraba en un estado de impaciencia interna debido a lo que les habían contado acerca de la biblioteca y los libros que habían sacado de ella. Ya el simple hecho de que se tratase de un edificio que contuviese una gran cantidad de manuscritos físicos bastaba para captar su interés, pero además los del otro grupo hablaban de libros de magia. El comentario de Taro le hizo casi saltar en el sitio definitivamente y se acercó al carabés. Ni siquiera evitaba el contacto visual en esta ocasión, tan solo le preocupaba obtener más información. Necesitaba aquellos datos.
—Entonces, si he comprendido correctamente, los hechizos deben realizarse mediante una serie de gestos y recitaciones —comenzó a decirle sin más, de forma un tanto atropellada y con un cierto deje de impaciencia en el tono que rara vez dejaba traslucir. Porque rara vez su tono transmitía algo—. ¿Tienes alguna idea de cuál es el propósito de este cristal? Considero improbable que sea proporcionar iluminación ya que en este mismo torreón hay un mechero y velas, lo que ya resulta un método más eficaz que este de obtener una fuente de luz.
Tan solo la impaciencia por obtener respuestas le impidió continuar unas, de otro modo, presumiblemente interminables elucubraciones y teorías. Archime parpadeó varias veces y se retorcía las manos con nerviosismo mientras esperaba obtener datos de Taro.
Le sorprendió comprobar que al parecer Shaco había sido quien no le había mentido de los dos humanos que habitaban su torreón, ya que la mayor parte del tiempo el pelinaranja tan solo farfullaba incoherencias, al darle Alice la misma respuesta que su compañero.
Centró su atención en Lara 37 y el daeliciano en cuanto se retomó la conversación sobre magia. No tuvo tiempo de elaborar ninguna hipótesis sobre los cristales con los datos expuestos por la ordesa, ya que Anriel les explicó que el agente que los activaba era la sangre. En cuanto lo mencionó, Archime sacó de uno de sus bolsillos el cristal que llevaba varios días ahí metido y al que le había dado alguna vuelta de tanto en cuando sin ver nada especial en él. Lhelian se le adelantó en la comprobación y el irrense dirigió una mirada que brillaba tras los cristales de sus gafas al ahora luminoso cristal. Aunque tenía la prueba de que funcionaba de ese modo ante sus ojos, no dudó en hacerse un corte en la palma de la mano con el suyo. Se sintió aliviado al comprobar que también funcionaba con él y, por tanto, con su especie. Al fin y al cabo cabía la posibilidad de que no fuera así por diversas y preocupantes variables a considerar.
Tuvo que esforzarse en contener la avalancha de preguntas que le quería formular a Taro al respecto del funcionamiento de la magia así como las innumerables dudas que habían surgido en torno al descubrimiento de los cristales, porque Lhelian continuó hablando sobre un tema de interés.
—¿Me permites fotografiar tus mapas, Lhelian? —inquirió al daeliciano cuando les mostró los dibujos que había hecho.
Cuando obtuvo su permiso, el ordenador de Archime almacenó varias imágenes en las que se plasmaban dichos mapas. Dedicó unos instantes a examinar detenidamente algunas de ellas, poniendo especial atención en aquella que reconoció como la de la zona circundante, conociendo así por primera vez el nombre del torreón en el que se encontraban.
No había hecho ningún comentario al respecto, pero el biomecánico se encontraba en un estado de impaciencia interna debido a lo que les habían contado acerca de la biblioteca y los libros que habían sacado de ella. Ya el simple hecho de que se tratase de un edificio que contuviese una gran cantidad de manuscritos físicos bastaba para captar su interés, pero además los del otro grupo hablaban de libros de magia. El comentario de Taro le hizo casi saltar en el sitio definitivamente y se acercó al carabés. Ni siquiera evitaba el contacto visual en esta ocasión, tan solo le preocupaba obtener más información. Necesitaba aquellos datos.
—Entonces, si he comprendido correctamente, los hechizos deben realizarse mediante una serie de gestos y recitaciones —comenzó a decirle sin más, de forma un tanto atropellada y con un cierto deje de impaciencia en el tono que rara vez dejaba traslucir. Porque rara vez su tono transmitía algo—. ¿Tienes alguna idea de cuál es el propósito de este cristal? Considero improbable que sea proporcionar iluminación ya que en este mismo torreón hay un mechero y velas, lo que ya resulta un método más eficaz que este de obtener una fuente de luz.
Tan solo la impaciencia por obtener respuestas le impidió continuar unas, de otro modo, presumiblemente interminables elucubraciones y teorías. Archime parpadeó varias veces y se retorcía las manos con nerviosismo mientras esperaba obtener datos de Taro.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Torreón Maciel (Archivo V)
24/09/13, 02:38 am
Ante la reacción de la daeliciana el aprendiz sacudió su cabeza y, ligeramente sonrojado, se llevó la mano a la nuca, soltando una risilla nerviosa.
-¡No tienes que darme absolutamente nada a cambio!-dijo, pero al poco añadio.-Tan solo promete cuidarlo y es todo tuyo.-con un guiño.
Atendió a las palabras de la Lhelian con atención y luego a las preguntas de Archi, como siempre, que cubrian todas las curiosidades necesarias que pudiese tener el aprendiz y más aún, pues al chico se le veia muy excitado por conocer aquel lugar, que, junto con las correcciones que hizo Taro, el fuero interno de explorador y devoramundos del aprendiz se encendió y como el fuego, muchos de los presentes comenzaron a pensar lo mismo.
-¡Me muero de ganas por ver ese lugar! ¡Quiero aprender a hacer magia de verdad cuanto antes!-
>> ¡Y así derrocar al Buddah cuanto antes! ლಠ益ಠ)ლ
>> No tan deprisa, pimpollo.
;Mientras, en una paradoja espacio temporal;
Asintiendo dramaticamente, con sus brazos cruzados, escuchó las palabras de Alice hasta el final. Sin duda se encontraba ante una genuina fan de los libros y no un mindundi cualquiera al cual "le molara mucho las pelis" Esos fakers merecian morir en los ultimos anillos del infierno de Morgoth.
Cuando la chica le secundó la broma ante el Irrense, dejó escapar una risilla casi silenciosa de las suyas, aunque esta vez simulara mejor a una hiena que a un mono.
Finalmente, en mitad de su conversación con Lhelian, captó otra figura ligeramente familiar con el rabillo del ojo. La presencia de la Ochoria no era una gran sorpresa para el aprendiz, pero internamente se alegró de que ella tambien hubiera salido ilesa de los peligros de la ciudad. Con un gesto con la mano y una sonrisa alegre la saludó, pero finalmente se dió cuenta que se acercó a él con cierto aire conspiratorio y se arrebujó a su mismo nivel, respondiendola con susurros, como si estuvieran hablando de secretos de estado mayor.
-Nos topamos con una aberración de deviantart y nuestro bicho se ha perdido. Estamos algo... ligeramente... superficialmente...-pensaba que palabras usar.-No muy preocupados por él, pero seguro que está bien.-terminó por responder. Frente a la segunda pregunta, asintió rápidamente, mirando a todos lados con nerviosismo, como si le estuvieran escuchando las paredes.-De eso mismo hablamos.-
Cansado de mantener aquel juego solo con la ochoria, pegó un bote en el sitio y acortó la distancia entre el carabés y el irrense. Estrechandoles a cada uno con uno de sus brazos les arrejuntó en un corro, con sus caras realmente cerca y con el mismo ambiente de secretismo habló a los dos chicos.
-¿Y bien, cuando vamos en busca de esa biblioteca?-
-¡No tienes que darme absolutamente nada a cambio!-dijo, pero al poco añadio.-Tan solo promete cuidarlo y es todo tuyo.-con un guiño.
Atendió a las palabras de la Lhelian con atención y luego a las preguntas de Archi, como siempre, que cubrian todas las curiosidades necesarias que pudiese tener el aprendiz y más aún, pues al chico se le veia muy excitado por conocer aquel lugar, que, junto con las correcciones que hizo Taro, el fuero interno de explorador y devoramundos del aprendiz se encendió y como el fuego, muchos de los presentes comenzaron a pensar lo mismo.
-¡Me muero de ganas por ver ese lugar! ¡Quiero aprender a hacer magia de verdad cuanto antes!-
>> ¡Y así derrocar al Buddah cuanto antes! ლಠ益ಠ)ლ
>> No tan deprisa, pimpollo.
Asintiendo dramaticamente, con sus brazos cruzados, escuchó las palabras de Alice hasta el final. Sin duda se encontraba ante una genuina fan de los libros y no un mindundi cualquiera al cual "le molara mucho las pelis" Esos fakers merecian morir en los ultimos anillos del infierno de Morgoth.
Cuando la chica le secundó la broma ante el Irrense, dejó escapar una risilla casi silenciosa de las suyas, aunque esta vez simulara mejor a una hiena que a un mono.
Finalmente, en mitad de su conversación con Lhelian, captó otra figura ligeramente familiar con el rabillo del ojo. La presencia de la Ochoria no era una gran sorpresa para el aprendiz, pero internamente se alegró de que ella tambien hubiera salido ilesa de los peligros de la ciudad. Con un gesto con la mano y una sonrisa alegre la saludó, pero finalmente se dió cuenta que se acercó a él con cierto aire conspiratorio y se arrebujó a su mismo nivel, respondiendola con susurros, como si estuvieran hablando de secretos de estado mayor.
-Nos topamos con una aberración de deviantart y nuestro bicho se ha perdido. Estamos algo... ligeramente... superficialmente...-pensaba que palabras usar.-No muy preocupados por él, pero seguro que está bien.-terminó por responder. Frente a la segunda pregunta, asintió rápidamente, mirando a todos lados con nerviosismo, como si le estuvieran escuchando las paredes.-De eso mismo hablamos.-
Cansado de mantener aquel juego solo con la ochoria, pegó un bote en el sitio y acortó la distancia entre el carabés y el irrense. Estrechandoles a cada uno con uno de sus brazos les arrejuntó en un corro, con sus caras realmente cerca y con el mismo ambiente de secretismo habló a los dos chicos.
-¿Y bien, cuando vamos en busca de esa biblioteca?-
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
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