Torreón Maciel (Archivo VII)
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Maciel (Archivo VII)
05/08/13, 03:48 am
Recuerdo del primer mensaje :
Torreón de cuatro plantas de piedra azulada, cuya azotea y última planta fueron destrozadas por una ballena, de la que ya solo queda el esqueleto. Allí anidan las estirges. Se accede por un puende levadizo y un portón. El corredor de la entrada está plagado de pintadas y mensajes y termina en una reja llena de púas. El patio, donde se reparten algunas vértebras del animal del techo, está rodeado de un muro coronado con cristales, y en el centro de éste hay una estatua de gran pájaro negro con el pico serrado en cuya base está apoyado el reloj robado del torreón Margalar.
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- Merodeador
Ficha de cosechado
Nombre: Nadzieja Sikorski.
Especie: Humana.
Habilidades: Resistencia, oído musical e imaginación.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
09/04/15, 02:05 am
El repoblador tras su exitoso intento estuvo el resto del día encerrado en una pompa jovialidad inquebrantable. La alegría lo mantenía despierto e inquieto, todos sus movimientos estaban impregnados con un bailoteo ridículo y encantador que repetido hasta la saciedad se volvía irritante para cualquiera que en su sano juicio lo observase durante más de 5 minutos. Tan ensimismado estaba en disfrutar del momento que el único vegetal de Maciel cada vez que recordaba a Tesón o Armonía lo hacía con la certeza de que ya no importaba, todo se podía solucionar, ya que ahora la podían matar a larga distancia de ser necesario, pero con la promesa de Eara estaba claro que el no sería el encargado de hacerlo, eso tampoco lo desanimaba.
Ergot jugó un par de veces más con la magia aquel día, siempre el mismo hechizo y siempre con el mismo resultado positivo. Aunque sufrió un momento de pánico cuando la segunda vez, al primer intento, nada sucedió y su mente se plago de dudas y temores horribles “Y si esto es de uso único… Y si ya no tengo más poder… Y si Samika y Ayne me han pasado su extraña enfermedad… Y si las plantas solo lo podemos hacer una vez en la vida… Y si…” Necesitó de toda su fuerza de voluntad para mantenerse firme delante del cubo y no salir corriendo a esconderse debajo del sofá para contarle sus penas a las pelusas. Practicó los gestos varias veces para asegurarse de que todo estaba en orden antes de volver a intentarlo, no pudo evitar que el alivio le nublase la visión cuando observo ascender el vapor de agua hacia el techo una vez más. Y así el pequeño bicho aprendió que uno no debe apresurarse con la magia, eso por supuesto para Ergot no era aplicable a su comportamiento habitual.
Ergot tras tantas emociones y energías gastadas en tan pocas horas se vio derrotado por el cansancio a media tarde, y prácticamente se quedó dormido despatarrado boca abajo sobre el reposabrazos de uno de los sofás. No se movió hasta que ya era de buena mañana del día siguiente.
Al despertar su mente estaba confusa y más espesa que una niebla gallega, si el repoblador hubiese alguna vez tomado alcohol y hubiese sufrido sus efectos pensaría que sufría de una severa resaca. Apenas era capaz de distinguir los retazos de conversación entre Samika y Tesón mientras intentaba poner en funcionamiento todas sus extremidades, al tiempo que estiraba la cola no pudo evitar preguntarse “¿Tesón? ¿Qué haces aquí? ¿Ya se ha muerto o qué?” aunque ni una sola palabra escapó de sus labios.
Una vez completamente despierto se enfrasco en la indeseable tarea de desenredar, sin resultado alguno, los hierbajos de su cabeza. Fue entonces cuando escucho a Eara y Ayne hablar y recordando que esperaba una respuesta del sinhadre, se unió a la conversación y a la propuesta con rapidez y con un salto mortal literalmente hablando. Y colocándose entre ambos anuncio con una sonrisa:
-¡Yo también voy!- si tuviese parpados le habría guiñado un ojo a Ayne y si conociese el gesto humano de aprobación le hubiese regalado un pulgar bien alto a Eara.
Ergot jugó un par de veces más con la magia aquel día, siempre el mismo hechizo y siempre con el mismo resultado positivo. Aunque sufrió un momento de pánico cuando la segunda vez, al primer intento, nada sucedió y su mente se plago de dudas y temores horribles “Y si esto es de uso único… Y si ya no tengo más poder… Y si Samika y Ayne me han pasado su extraña enfermedad… Y si las plantas solo lo podemos hacer una vez en la vida… Y si…” Necesitó de toda su fuerza de voluntad para mantenerse firme delante del cubo y no salir corriendo a esconderse debajo del sofá para contarle sus penas a las pelusas. Practicó los gestos varias veces para asegurarse de que todo estaba en orden antes de volver a intentarlo, no pudo evitar que el alivio le nublase la visión cuando observo ascender el vapor de agua hacia el techo una vez más. Y así el pequeño bicho aprendió que uno no debe apresurarse con la magia, eso por supuesto para Ergot no era aplicable a su comportamiento habitual.
Ergot tras tantas emociones y energías gastadas en tan pocas horas se vio derrotado por el cansancio a media tarde, y prácticamente se quedó dormido despatarrado boca abajo sobre el reposabrazos de uno de los sofás. No se movió hasta que ya era de buena mañana del día siguiente.
Al despertar su mente estaba confusa y más espesa que una niebla gallega, si el repoblador hubiese alguna vez tomado alcohol y hubiese sufrido sus efectos pensaría que sufría de una severa resaca. Apenas era capaz de distinguir los retazos de conversación entre Samika y Tesón mientras intentaba poner en funcionamiento todas sus extremidades, al tiempo que estiraba la cola no pudo evitar preguntarse “¿Tesón? ¿Qué haces aquí? ¿Ya se ha muerto o qué?” aunque ni una sola palabra escapó de sus labios.
Una vez completamente despierto se enfrasco en la indeseable tarea de desenredar, sin resultado alguno, los hierbajos de su cabeza. Fue entonces cuando escucho a Eara y Ayne hablar y recordando que esperaba una respuesta del sinhadre, se unió a la conversación y a la propuesta con rapidez y con un salto mortal literalmente hablando. Y colocándose entre ambos anuncio con una sonrisa:
-¡Yo también voy!- si tuviese parpados le habría guiñado un ojo a Ayne y si conociese el gesto humano de aprobación le hubiese regalado un pulgar bien alto a Eara.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
10/04/15, 02:47 am
Dos opciones tenía el roquense. O empezar a clavar su pico en las caras de los espantajos que tenía como compañeros mientras quemaba los libros junto con el torreón... O tragarse su bilis y aprovechar la situación. Últimamente le tentaba bastante darse un violento festín con ellos. Su gente que le conocía en Roca Sagrada ni se creería lo violento que se estaba volviendo. Aunque dadas las circunstancias, cualquiera lo haría. Muchos de los suyos ya habrían intentado algo, como Armonía. Pero el roquense sabía que los macieleros no le veían tan inestable como a la hembra, así que por el bien de su supervivencia, solo tomaría las armas contra ellos cuando supiera sin margen de error que podía reducirlos a cenizas sin morir en el intento. Y para eso nada mejor como la magia, aunque fuera una pagana. Si La Voz le había encomendado una misión sagrada en semejante lugar, lo entendería y le perdonaría cualquier acto hereje.
Así que suspiró como única respuesta a la ciega y luego se levantó sin muchas ganas. Por mucho que lo hubiera pensado y ya estuviera decidido, cambiar drásticamente de pensar y de actuar le costaba. Con suerte los idiotas lo entenderían como que se esforzaba por ser amistoso. Cosa que había fingido unas veces. Pero no todas <<Como con ese desplumado diminuto... Con ese bicho era en serio, desgraciado>>
-Pues os va a tocar enseñarme a realizar hechizos como sea sin que vea los textos. Voy a buscar al experto porque dudo de que tú puedas leer. Solo con eso serías una buena roquense, ciega -y dicho eso, miró a Eara y Ayne, eludiendo mirar a Ergot, y negó con la cabeza-. Yo no iré.
<<Si va el bicho traidor con vosotros, aseguraos de que no vuelva>>. No se fiaba ni una pluma del repoblador. La hembra no había especificado quienes pudieron hacer magia. Si Ergot era uno de ellos, no podía confiar en que no fuera peligroso para Armonía pues por mucha disculpa el otro día, las circunstancias habían cambiado.
Salió del salón y comenzó a subir en busca de Hal. Le mareaba la idea de tener que pedir algo a ese falso y maldito profeta hereje, pero desgraciadamente no le quedaba otra. Además, si le convencía de que quería aprender para ser útil, quizá le viera con buenos ojos de ahí en adelante (en sentido figurado pues realmente tenía los ojos tan podridos como solo los herejes podían tener).
Subió y se cruzó con varios a los que apenas dedicó un hosco "buenos días", pero que conociéndole ya era algo. <<Ni rastro del hereje... A ver si se ha largado o un mal hechizo lo ha borrado del mapa... Tsk. Los herejes nunca hacen eso, prefieren quedarse y fastidiar>>. Solo quedaba el baño, pues entrenando en el patio no estaba, así que llegó a la puerta y, por su cordura, abrió sin pensar. Le importaba bastante poco el estado del hereje, si llevaba esas falsas pieles encima o si eso que llamaban toalla o si ninguna de esas cosas. Suficiente tenía con estar allí pidiéndole algo.
-Buenos días. Tienes que enseñarme algún hechizo ya que no sé leer para probar mi magia. Ten n cuenta que esos libros son el pecado hecho materia así que entenderás lo mucho que me cuesta esto. Ya viste a Armonía... Lo dicho. El hechizo que sea, decide tú. Coincidirás conmigo en que ya va siendo hora de que sea útil al grupo. Te espero abajo.
Y volvió a cerrar sin mediar palabra o gesto. Camino del salón se arrepintió de parte de sus palabras. Si Hal decidía buscar algo para sanar heridas (pues con ese entre otros objetivos fueron a ese lugar maldito), quizá quisiera curar sus cortes. Y por La Voz que preferiría morir a dejarle. Pero ya había hablado y ahora no podría negarse si se daba la situación. <<Déjalo. Con suerte se ahoga o se resbala y se mata>> Y pensando así, Tesón volvió al sofá a esperar al otro. Mientras tanto, evitó mirar lo máximo posible a esos artefactos de pesadilla llamados "libros" <<Que por cierto, menudo nombre. ¿Se creen libres o qué? Qué poca imaginación. Patético>> por no enfurecerse hasta donde no podría controlarse. Ya se acostumbraría a mirarlos a la fuerza si Hal decidía enseñarle.
Así que suspiró como única respuesta a la ciega y luego se levantó sin muchas ganas. Por mucho que lo hubiera pensado y ya estuviera decidido, cambiar drásticamente de pensar y de actuar le costaba. Con suerte los idiotas lo entenderían como que se esforzaba por ser amistoso. Cosa que había fingido unas veces. Pero no todas <<Como con ese desplumado diminuto... Con ese bicho era en serio, desgraciado>>
-Pues os va a tocar enseñarme a realizar hechizos como sea sin que vea los textos. Voy a buscar al experto porque dudo de que tú puedas leer. Solo con eso serías una buena roquense, ciega -y dicho eso, miró a Eara y Ayne, eludiendo mirar a Ergot, y negó con la cabeza-. Yo no iré.
<<Si va el bicho traidor con vosotros, aseguraos de que no vuelva>>. No se fiaba ni una pluma del repoblador. La hembra no había especificado quienes pudieron hacer magia. Si Ergot era uno de ellos, no podía confiar en que no fuera peligroso para Armonía pues por mucha disculpa el otro día, las circunstancias habían cambiado.
Salió del salón y comenzó a subir en busca de Hal. Le mareaba la idea de tener que pedir algo a ese falso y maldito profeta hereje, pero desgraciadamente no le quedaba otra. Además, si le convencía de que quería aprender para ser útil, quizá le viera con buenos ojos de ahí en adelante (en sentido figurado pues realmente tenía los ojos tan podridos como solo los herejes podían tener).
Subió y se cruzó con varios a los que apenas dedicó un hosco "buenos días", pero que conociéndole ya era algo. <<Ni rastro del hereje... A ver si se ha largado o un mal hechizo lo ha borrado del mapa... Tsk. Los herejes nunca hacen eso, prefieren quedarse y fastidiar>>. Solo quedaba el baño, pues entrenando en el patio no estaba, así que llegó a la puerta y, por su cordura, abrió sin pensar. Le importaba bastante poco el estado del hereje, si llevaba esas falsas pieles encima o si eso que llamaban toalla o si ninguna de esas cosas. Suficiente tenía con estar allí pidiéndole algo.
-Buenos días. Tienes que enseñarme algún hechizo ya que no sé leer para probar mi magia. Ten n cuenta que esos libros son el pecado hecho materia así que entenderás lo mucho que me cuesta esto. Ya viste a Armonía... Lo dicho. El hechizo que sea, decide tú. Coincidirás conmigo en que ya va siendo hora de que sea útil al grupo. Te espero abajo.
Y volvió a cerrar sin mediar palabra o gesto. Camino del salón se arrepintió de parte de sus palabras. Si Hal decidía buscar algo para sanar heridas (pues con ese entre otros objetivos fueron a ese lugar maldito), quizá quisiera curar sus cortes. Y por La Voz que preferiría morir a dejarle. Pero ya había hablado y ahora no podría negarse si se daba la situación. <<Déjalo. Con suerte se ahoga o se resbala y se mata>> Y pensando así, Tesón volvió al sofá a esperar al otro. Mientras tanto, evitó mirar lo máximo posible a esos artefactos de pesadilla llamados "libros" <<Que por cierto, menudo nombre. ¿Se creen libres o qué? Qué poca imaginación. Patético>> por no enfurecerse hasta donde no podría controlarse. Ya se acostumbraría a mirarlos a la fuerza si Hal decidía enseñarle.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
10/04/15, 08:45 pm
En aquel momento Hal se sentía moderadamente optimista. Todavía había mucho por hacer, sí, pero en principio ya tenían suficientes recursos como para defenderse física y mágicamente. Una vez aprendieran a utilizarlos... Bueno. Entonces podrían hacer otras cosas, no sólo vivir escondidos allí dentro. Saldrían a la calle (que, sospechaba, era el objetivo de los rocavarancolenses) y arrancarían su historia y sus secretos a aquel lugar en ruinas. Descubrirían por qué los habían secuestrado y cómo volver a casa. Y entonces...
Sueños optimistas estallaban en su mente. Hal cerró los ojos, sonriendo con complaciencia. Conduciría a Carabás hacia Rocavarancolia, y a los otros mundos. Sería el gran descubridor de aquella magia, de la vida extracarabesa, de otros planetas tan distintos y lejanos que sólo aquella pizca de suerte les permitiría acceder a ellos. No se dio cuenta que no soñaba con lo que se que se supone que debía desear (según la feroz educación competitiva carabesa). En su mente no se sucedían imágenes de gloria, de la primera posición en el ránking o de ser una celebridad. Lo que se imaginaba, sin embargo, era lo que podía descubrir. Los distintos mundos, las distintas geografías, los distintos climas... Y toda la enorme vastedad biológica que podría descubrir, investigar, describir y catalogar.
Ya se encontraba prácticamente seguro de haber descubierto cómo se articulaba aquella "prueba". Había varios "premios" repartidos por toda la ciudad (refugios, armas, magia...) y tenía que ser la propia inventiva y audacia de los grupos las que dieran, ayudándose de mucha suerte, con aquellos "regalos". Le recordaba a Carabás, pero mucho más caótico y menos dependientes de las habilidades, más azaroso. Se preguntó qué otras recompensas habrían escondido los carabeses... «¿Eh? Te estás quedando dormido o algo. Carabeses no: rocavarancolenses».
La abrupta entrada de Tesón lo sacó de un estado de semisopor inducido por el agua caliente. Lo descolocó tanto que por un momento se resbaló en la bañeray se tuvo que agarrar a los bordes, nervioso y casi asustado. Por un segundo pensó que había pasado algo grave, hasta que el roquense abrió su pico.
De confusión pasó a vergüenza e ira. Con la cara habiendo perdido por completo su palidez inicial debido a la sangre apretó los dientes y se puso a cuatro patas, tapando de ese modo cualquier cosa que pudiera ver el roquense.
—¡¿P-pero qué haces?! ¡¡Que me estoy bañando!! —prácticamente escupió las palabras, tras lo que se le quedó una cara de incredulidad al ver que el roquense seguía hablando como si nada. Cuando le dijo lo de la magia comenzó a hacer ademanes hacia la puerta, harto—. ¡¡Sí, sí, lo que tú digas, luego hablamos de esto, pero maldita sea, Tesón, ahora LARGO!!
Un suspiro de fastidio salió de Hal cuando el pájaro cerró la puerta. Volvió a tumbarse en la bañera, ahora enfurruñado por la interrupción. Ni siquiera recordaba exactamente dónde se había quedado en su línea de pensamiento mental, pero la breve escena le había contrariado lo suficiente como para hinchar los carrillos y aparcar casi cualquier línea de pensamiento no dirigida a insultar a Tesón. «Pajarraco importunante».
Acabó saliendo sólo un par de minutos después. Tras secarse con el hechizo térmico (¡que maravilloso había sido encontrar la magia! no creía que nunca fuera a pensar distinto) se vistió y se fue hacia abajo.
Había dedicado algún pensamiento a Tesón y sus ganas de hacer magia. Se preguntó si podía ser debido a haber visto la utilidad de aquella herramienta. «Típico de los fanáticos: sólo siguen sus normas sagradas cuando les beneficia, nunca cuando les perjudica». Negó levemente con la cabeza en mitad de las escaleras ante este pensamiento. Esperaba que, al menos, el fanatismo del roquense no les diera más problemas.
Cuando bajó fue hacia su libro, recordando algún hechizo de la noche anterior que podía ser perfecto para aquella prueba. Dirigiéndose con una suave sonrisa al roquense rebuscó entre las hojas de eprgamino y acabó encontrando con lo que quería. Le enseñó el libro, donde se mostraba una persona moviendo una de sus manos con la otra tocando una profunda herida en el torso. Herida que en las ilustraciones posteriores se cerraban. Arriba del todo estaban las palabras que se debían usar para el hechizo.
—Mira, Tesón, este hechizo es para curar —le contó, con una traviesa alegría. No estaba siendo malo: sólo que, en su opinión, lo mejor que podía hacer Tesón en aquellos momentos era curarse—. Tienes que tocar cada herida con una mano. Con la otra haces los gestos, mientras pronuncias las palabras que están indicadas arriba —tras esta explicación le instruyó en qué palabras debía decir y que gestos debía usar. Se preguntó si el pajarraco había imaginado que lo primero que le haría sería obligarle a contaminarse con "espantosa magia hereje" y sonrió un poco, muy poco, más.
Sueños optimistas estallaban en su mente. Hal cerró los ojos, sonriendo con complaciencia. Conduciría a Carabás hacia Rocavarancolia, y a los otros mundos. Sería el gran descubridor de aquella magia, de la vida extracarabesa, de otros planetas tan distintos y lejanos que sólo aquella pizca de suerte les permitiría acceder a ellos. No se dio cuenta que no soñaba con lo que se que se supone que debía desear (según la feroz educación competitiva carabesa). En su mente no se sucedían imágenes de gloria, de la primera posición en el ránking o de ser una celebridad. Lo que se imaginaba, sin embargo, era lo que podía descubrir. Los distintos mundos, las distintas geografías, los distintos climas... Y toda la enorme vastedad biológica que podría descubrir, investigar, describir y catalogar.
Ya se encontraba prácticamente seguro de haber descubierto cómo se articulaba aquella "prueba". Había varios "premios" repartidos por toda la ciudad (refugios, armas, magia...) y tenía que ser la propia inventiva y audacia de los grupos las que dieran, ayudándose de mucha suerte, con aquellos "regalos". Le recordaba a Carabás, pero mucho más caótico y menos dependientes de las habilidades, más azaroso. Se preguntó qué otras recompensas habrían escondido los carabeses... «¿Eh? Te estás quedando dormido o algo. Carabeses no: rocavarancolenses».
La abrupta entrada de Tesón lo sacó de un estado de semisopor inducido por el agua caliente. Lo descolocó tanto que por un momento se resbaló en la bañeray se tuvo que agarrar a los bordes, nervioso y casi asustado. Por un segundo pensó que había pasado algo grave, hasta que el roquense abrió su pico.
De confusión pasó a vergüenza e ira. Con la cara habiendo perdido por completo su palidez inicial debido a la sangre apretó los dientes y se puso a cuatro patas, tapando de ese modo cualquier cosa que pudiera ver el roquense.
—¡¿P-pero qué haces?! ¡¡Que me estoy bañando!! —prácticamente escupió las palabras, tras lo que se le quedó una cara de incredulidad al ver que el roquense seguía hablando como si nada. Cuando le dijo lo de la magia comenzó a hacer ademanes hacia la puerta, harto—. ¡¡Sí, sí, lo que tú digas, luego hablamos de esto, pero maldita sea, Tesón, ahora LARGO!!
Un suspiro de fastidio salió de Hal cuando el pájaro cerró la puerta. Volvió a tumbarse en la bañera, ahora enfurruñado por la interrupción. Ni siquiera recordaba exactamente dónde se había quedado en su línea de pensamiento mental, pero la breve escena le había contrariado lo suficiente como para hinchar los carrillos y aparcar casi cualquier línea de pensamiento no dirigida a insultar a Tesón. «Pajarraco importunante».
Acabó saliendo sólo un par de minutos después. Tras secarse con el hechizo térmico (¡que maravilloso había sido encontrar la magia! no creía que nunca fuera a pensar distinto) se vistió y se fue hacia abajo.
Había dedicado algún pensamiento a Tesón y sus ganas de hacer magia. Se preguntó si podía ser debido a haber visto la utilidad de aquella herramienta. «Típico de los fanáticos: sólo siguen sus normas sagradas cuando les beneficia, nunca cuando les perjudica». Negó levemente con la cabeza en mitad de las escaleras ante este pensamiento. Esperaba que, al menos, el fanatismo del roquense no les diera más problemas.
Cuando bajó fue hacia su libro, recordando algún hechizo de la noche anterior que podía ser perfecto para aquella prueba. Dirigiéndose con una suave sonrisa al roquense rebuscó entre las hojas de eprgamino y acabó encontrando con lo que quería. Le enseñó el libro, donde se mostraba una persona moviendo una de sus manos con la otra tocando una profunda herida en el torso. Herida que en las ilustraciones posteriores se cerraban. Arriba del todo estaban las palabras que se debían usar para el hechizo.
—Mira, Tesón, este hechizo es para curar —le contó, con una traviesa alegría. No estaba siendo malo: sólo que, en su opinión, lo mejor que podía hacer Tesón en aquellos momentos era curarse—. Tienes que tocar cada herida con una mano. Con la otra haces los gestos, mientras pronuncias las palabras que están indicadas arriba —tras esta explicación le instruyó en qué palabras debía decir y que gestos debía usar. Se preguntó si el pajarraco había imaginado que lo primero que le haría sería obligarle a contaminarse con "espantosa magia hereje" y sonrió un poco, muy poco, más.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
11/04/15, 07:38 pm
El odio que Tesón tenía hacia el macho no tardó ni una milésima de segundo en aumentar a la inversa en cuanto abrió eso que llamaban boca y habló. Tanto que pidió mentalmente a La Voz que le diera fuerza o magia o algo que canalizar en su mirada y fulminarlo ahí mismo. Al menos tenía la opción de curarse él, de mancillarse él, y no que el artífice fuera el condenado profeta hereje. Así que resopló y asintió.
Luego le llegó el turno al libro maldito. Por su bien, decidió memorizar (o intentarlo) sus formas y colores, lo que fuera para distinguirlo del grupo de libros, ya que era el único que esperaba tener que usar. Los otros bien podrían arder por accidente o milagro divino. Una parte de su cabeza, sin embargo, pugnaba por entender el por qué de su existencia. No les veía sentido. Y así lo expresó cuando Hal acabó de explicarle las instrucciones. No se atrevió a coger el objeto pese a que tendría que hacerlo para probar el hechizo.
—¿Qué les veis a estas cosas? Con lo bonita que es la tradición oral... Los mayores educan a las crías, todos aprenden del que sea mayor hablando, sin más. No necesitamos estos artilugios que encima a saber de qué estarán hechos. ¿Cómo sabes que esas letras de colores no se hacen con sangre, por ejemplo? ¿O que las hojas o la tapa no son de piel de cosechados? —hizo una pausa porque su mente estaba atando hilos y algo de sentido podía tener, pero era un sentido patético así que siguió—. Si esta ciudad no estuviera tan hecha polvo... Y aun así. En Roca Sagrada tenemos una piedra que habla. Tanta magia pagana y tanto rollo, meted vuestro conocimiento en piedras de esas y se acabaron los libros. De verdad que no lo entiendo. Trabajando con estas cosas perdéis todo el contacto con tus mayores y menores y... ¡y con el grupo entero! ¿Qué hacéis? Les dais cosas de estas a las crías y ale, que aprendan solas? Pues menudos mundos más raros. No lo entiendo, no lo entiendo...
En parte quería entenderlo para poder sonar más creíble al atacarlo. "Conoce a tu enemigo", dicen. Pero no lo entendería hoy, así que lo dejó para otro momento.
—En fin, a ver cómo va esto...
Ahora sí que lo cogió, aunque le temblaban las manos. Pero entonces cayó en algo y dejó de mirar las instrucciones para mirar al macho con el ceño fruncido. Algo no encajaba para el roquense: demasiado fácil había resultado que se dignara a enseñarle.
—Además, ¿cómo podéis saber que no miente? Yo podría hacer un libro de magia y venderlo como tal y que los hechizos sean todo lo contrario. O el de historia que cogisteis. ¿Cómo sabéis que es cierto y no una invención? ¿Qué vais a hacer, contrastarlo con otro libro? Todo puede ser mentira. No que si preguntas algo a alguien, puedes notar en sus gestos y en su forma de hablar si lo que dice es cierto o no. Y si te está enseñando, no te va a enseñar mal a propósito o si no la ciudad se arruinaría. ¿Pero esto? —y alzó el libro, lo cerró... y lo agitó varias veces. Luego lo bajó— No podéis saber si es verdad. Algunas cosas sí porque las probasteis... ¿Cómo sé que es cierto que esto cura, como dices y dicen las imágenes, y no que en realidad me va a hacer más daño, por ejemplo? Demuéstramelo —y le tendió el libro con el semblante serio.
Luego le llegó el turno al libro maldito. Por su bien, decidió memorizar (o intentarlo) sus formas y colores, lo que fuera para distinguirlo del grupo de libros, ya que era el único que esperaba tener que usar. Los otros bien podrían arder por accidente o milagro divino. Una parte de su cabeza, sin embargo, pugnaba por entender el por qué de su existencia. No les veía sentido. Y así lo expresó cuando Hal acabó de explicarle las instrucciones. No se atrevió a coger el objeto pese a que tendría que hacerlo para probar el hechizo.
—¿Qué les veis a estas cosas? Con lo bonita que es la tradición oral... Los mayores educan a las crías, todos aprenden del que sea mayor hablando, sin más. No necesitamos estos artilugios que encima a saber de qué estarán hechos. ¿Cómo sabes que esas letras de colores no se hacen con sangre, por ejemplo? ¿O que las hojas o la tapa no son de piel de cosechados? —hizo una pausa porque su mente estaba atando hilos y algo de sentido podía tener, pero era un sentido patético así que siguió—. Si esta ciudad no estuviera tan hecha polvo... Y aun así. En Roca Sagrada tenemos una piedra que habla. Tanta magia pagana y tanto rollo, meted vuestro conocimiento en piedras de esas y se acabaron los libros. De verdad que no lo entiendo. Trabajando con estas cosas perdéis todo el contacto con tus mayores y menores y... ¡y con el grupo entero! ¿Qué hacéis? Les dais cosas de estas a las crías y ale, que aprendan solas? Pues menudos mundos más raros. No lo entiendo, no lo entiendo...
En parte quería entenderlo para poder sonar más creíble al atacarlo. "Conoce a tu enemigo", dicen. Pero no lo entendería hoy, así que lo dejó para otro momento.
—En fin, a ver cómo va esto...
Ahora sí que lo cogió, aunque le temblaban las manos. Pero entonces cayó en algo y dejó de mirar las instrucciones para mirar al macho con el ceño fruncido. Algo no encajaba para el roquense: demasiado fácil había resultado que se dignara a enseñarle.
—Además, ¿cómo podéis saber que no miente? Yo podría hacer un libro de magia y venderlo como tal y que los hechizos sean todo lo contrario. O el de historia que cogisteis. ¿Cómo sabéis que es cierto y no una invención? ¿Qué vais a hacer, contrastarlo con otro libro? Todo puede ser mentira. No que si preguntas algo a alguien, puedes notar en sus gestos y en su forma de hablar si lo que dice es cierto o no. Y si te está enseñando, no te va a enseñar mal a propósito o si no la ciudad se arruinaría. ¿Pero esto? —y alzó el libro, lo cerró... y lo agitó varias veces. Luego lo bajó— No podéis saber si es verdad. Algunas cosas sí porque las probasteis... ¿Cómo sé que es cierto que esto cura, como dices y dicen las imágenes, y no que en realidad me va a hacer más daño, por ejemplo? Demuéstramelo —y le tendió el libro con el semblante serio.
- Zarket
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Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
11/04/15, 08:26 pm
Hal tuvo que reprimir poner los ojos en blanco muchas veces ante el discurso del roquense. Era una persona que valoraba mucho el saber y el conocimiento, y la máxima expresión de estos, su mejor símbolo, era la palabra escrita. No creía poder hacérselo entender a Tesón, ni siquiera estaba seguro de tener la paciencia para hacerlo, pero lo intentó.
—¿Sangre? ¿Piel? —enarcó las cejas, preguntándose si su interlocutor estaba bromeando o hablando en serio, en cuyo caso sería por un sonrojante desconocimiento—. La tinta no se hace con sangre, es absurdo. Aunque sólo sea porque los pigmentos son más abundantes y baratos. La piel, pues... Como mucho sería piel de algún animal de piel gruesa, la de carabeses es demasiado fina, y... probablemente la de todos los que estáis aquí. —explicó.
Las palabras de Tesón sobre la piedra encendieron una alarma en su mente. A primera vista aquello parecía inexplicable... Y estaba convencido que lo más inexplicable era lo que tenía una explicación más inaceptable. ¿Quizás otra sociedad estuviera manipulando a la de Tesón a través de una piedra supuestamente milagrosa? También era posible que la naturaleza de la piedra fuera otra, y los roquenses, ignorantes por completo sobre la magia, la hubieran malinterpretado por completo. En cualquier dejó estos pensamientos para sí mismo, consciente de lo violento que podría ponerse Tesón si le contaba que su piedrecita milagrosa era probablemente un fraude o algo completamente distinto a lo que creía.
—La memoria tiene un límite: nadie puede saberlo todo, y si cerca de ti no hay nadie que sepa lo que quieres saber tienes que desplazarte, quizás demasiada distancia. Con los libros se soluciona esto. Y claro que ahora no podemos ponernos a contrastar información —bufó, pensando si su compañero era deliberadamente tan obtuso o fingía—, pero si la vida es "normal", no teniendo que malsobrevivir en un lugar en ruinas se puede contrastar de forma muy sencilla. Además añadió, viniéndole de pronto a la mente—, ahora mismo no, porque para eso hace falta tener cierta experiencia con la magia... Pero cuando la manejas con soltura puedes saber lo que hace sin necesidad de leerlo, sólo por lo que dice el hechizo. Y no, no puedo saberlo porque todos estos hechizos son nuevos para mí, el carabés funciona distinto —se quedó ojiplático cuando el miembro del clan plumífero le devolvió el libro, exigiéndole que lo probara él antes. Comenzaba a pensar en que la forma de razonar de Tesón era realmente diferente a cualquier otra, porque aquello le parecía de todo menos lógico—. Tesón, no me voy a cortar sólo porque tú no te fíes del libro. Si quieres intentamos el térmico, que varios hicimos ayer, pero vamos. Que si he propuesto ese ha sido simplemente porque imaginaba que te dolerían las heridas.
La frase fue dicha con un tono indignado y algo incrédulo. Sí, era cierto que le divertía algo imaginarse al pajarraco asqueado de sufrir "contaminación mágica herética" (o como fuera que lo llamara en su mente)... Pero aun así tampoco deseaba mal al que, por mucho que le pesase, era su compañero. Claro que si quería dejarse llevar por la desconfianza y seguir herido era decisión suya.
—¿Sangre? ¿Piel? —enarcó las cejas, preguntándose si su interlocutor estaba bromeando o hablando en serio, en cuyo caso sería por un sonrojante desconocimiento—. La tinta no se hace con sangre, es absurdo. Aunque sólo sea porque los pigmentos son más abundantes y baratos. La piel, pues... Como mucho sería piel de algún animal de piel gruesa, la de carabeses es demasiado fina, y... probablemente la de todos los que estáis aquí. —explicó.
Las palabras de Tesón sobre la piedra encendieron una alarma en su mente. A primera vista aquello parecía inexplicable... Y estaba convencido que lo más inexplicable era lo que tenía una explicación más inaceptable. ¿Quizás otra sociedad estuviera manipulando a la de Tesón a través de una piedra supuestamente milagrosa? También era posible que la naturaleza de la piedra fuera otra, y los roquenses, ignorantes por completo sobre la magia, la hubieran malinterpretado por completo. En cualquier dejó estos pensamientos para sí mismo, consciente de lo violento que podría ponerse Tesón si le contaba que su piedrecita milagrosa era probablemente un fraude o algo completamente distinto a lo que creía.
—La memoria tiene un límite: nadie puede saberlo todo, y si cerca de ti no hay nadie que sepa lo que quieres saber tienes que desplazarte, quizás demasiada distancia. Con los libros se soluciona esto. Y claro que ahora no podemos ponernos a contrastar información —bufó, pensando si su compañero era deliberadamente tan obtuso o fingía—, pero si la vida es "normal", no teniendo que malsobrevivir en un lugar en ruinas se puede contrastar de forma muy sencilla. Además añadió, viniéndole de pronto a la mente—, ahora mismo no, porque para eso hace falta tener cierta experiencia con la magia... Pero cuando la manejas con soltura puedes saber lo que hace sin necesidad de leerlo, sólo por lo que dice el hechizo. Y no, no puedo saberlo porque todos estos hechizos son nuevos para mí, el carabés funciona distinto —se quedó ojiplático cuando el miembro del clan plumífero le devolvió el libro, exigiéndole que lo probara él antes. Comenzaba a pensar en que la forma de razonar de Tesón era realmente diferente a cualquier otra, porque aquello le parecía de todo menos lógico—. Tesón, no me voy a cortar sólo porque tú no te fíes del libro. Si quieres intentamos el térmico, que varios hicimos ayer, pero vamos. Que si he propuesto ese ha sido simplemente porque imaginaba que te dolerían las heridas.
La frase fue dicha con un tono indignado y algo incrédulo. Sí, era cierto que le divertía algo imaginarse al pajarraco asqueado de sufrir "contaminación mágica herética" (o como fuera que lo llamara en su mente)... Pero aun así tampoco deseaba mal al que, por mucho que le pesase, era su compañero. Claro que si quería dejarse llevar por la desconfianza y seguir herido era decisión suya.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
11/04/15, 10:56 pm
Kimbra se levantó con los primeros rayos del sol, como todos los días, y, consciente de que no se encontraba en plena libertad de movimiento, planeó un cambio en su rutina y decidió esperar a volver a su torreón llevar a cabo su alimentación acostumbrada. No conocía las costumbres de los que allí habitaban, tenía claro que no tenía permitido usar sus recursos para alimentarse y, teniendo en cuenta que pronto estaría de vuelta en su refugio, no vio la necesidad de solicitar dicho permiso.
La engendro dedicó algunas horas a comprobar las constantes vitales del paciente, limpiarlo y hacerle ingerir los bebedizos necesarios, antes de salir de la estancia y encaminarse al nivel inferior donde informó de su retirada. A la krabelinense le extrañó la disposición de muchos de los integrantes del grupo por acompañarla en su camino, pero no comentó nada al respecto, y simplemente se situó junto a la entrada a esperar a que dichos individuos se prepararan para la salida.
En cuanto todos estuvieron listos, se encaminaron al torreón siguiendo la ruta establecida y sin ninguna intervención verbal por parte de la Hija de Lunas.
Sigue en Torreón Letargo.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
12/04/15, 02:43 pm
Eara despidió con la mano al grupo que salía con Kimbra, constituido por Ergot, Emmit, Lemus y su edeel, para después correr a bajar el puente. Una vez se hubieron ido se quedó sola con sus pensamientos, porque no tenía ninguna tarea pendiente. Armonía dormía, vigilada por Arik, y era demasiado temprano para hacer la comida. De repente, recordó que Kimbra se había marchado sin desayunar nada, estaba convencida de ello. Creía que se serviría sola de lo que había preparado esa mañana, pero ahora que lo pensaba con detenimiento, no había sido así. Estaban ya demasiado lejos para alcanzarlos, y lamentó enormemente su despiste. Le habría gustado demostrarle más gratitud que simplemente haberle dado repetidas veces las gracias. En parte por eso había preparado un desayuno elaborado.
En el salón, Tesón estaba recibiendo lecciones de Hal, y Eara se apoyó en el marco de una ventana a observarlos a cierta distancia. No quería interrumpirlos, pero tenía interés en la conversación. Sin Ayne alrededor se sentía más libre para probar algún hechizo, pero no tenía ni idea de cómo funcionaba aquello por no haber podido presenciar las demostraciones del día anterior.
Buscó con la mirada la pila de libros, preguntándose si alguien estaría usando el otro. Aun así, necesitaría instrucciones. Como el libro era de Twix la buscó a ella, y por suerte ya había terminado sus ejercicios matutinos, para tantearla con humildad.
—¿Podría coger prestado tu libro? Ayer no encontré un momento para la magia y me gustaría probar… ver si me sale.
En el salón, Tesón estaba recibiendo lecciones de Hal, y Eara se apoyó en el marco de una ventana a observarlos a cierta distancia. No quería interrumpirlos, pero tenía interés en la conversación. Sin Ayne alrededor se sentía más libre para probar algún hechizo, pero no tenía ni idea de cómo funcionaba aquello por no haber podido presenciar las demostraciones del día anterior.
Buscó con la mirada la pila de libros, preguntándose si alguien estaría usando el otro. Aun así, necesitaría instrucciones. Como el libro era de Twix la buscó a ella, y por suerte ya había terminado sus ejercicios matutinos, para tantearla con humildad.
—¿Podría coger prestado tu libro? Ayer no encontré un momento para la magia y me gustaría probar… ver si me sale.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
12/04/15, 05:51 pm
-¿¿¿Hola??? ¿¿Superpuedes ser más borde??- le gritó a Tesón de malas maneras, apartando a Samika de él como si temiera que el roquense pudiese contagiarle algo. ¿Qué se había creído el pajarraco? Ojalá Hal lo mandase a paseo.
Se negó a acompañar a Kimbra a su torreón, por el simple hecho de que en ese momento no tenía ganas de arreglarse, y salir del torreón sin arreglar estaba fuera de toda discusión. Les deseó buen viaje y se despidió de Kimbra, antes de irse a la cocina, donde tomaría el desayuno. Le habían entrado unas ganas repentinas de comer pollo frito, y aquel era, hasta el momento, el pensamiento más hostil y violento que había tenido desde que llegó a la ciudad.
Las ganas se fueron intensificando según oía por encima la conversación entre Hal y el pajarraco, tanto que terminó por comer de forma compulsiva frutos secos para que el ruido de masticarlos hiciese de filtro. Si volvía a su mundo, se llevaría al pajarraco para que le diese un ataque viendo los carteles luminosos y los letreros gigantes por toda la ciudad. Noticiarios, anuncios, artículos de revistas, mensajes de texto... Sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa maliciosa.
-Hiperdebería aprender pronto un hechizo calmante, porque a este paso Hal lo megava a necesitar que te rompes- bromeó por lo bajo.
Ya casi había terminado su desayuno cuando Eara se le acercó llevando su libro en los brazos. Parecía que ella aún no había podido probar la magia, y Twixy's no pensaba negarselo. Eara le caía bien.
-Porsupuestísimo que superpuedes, ciely's. ¿Hiperquieres que te ayude?- se ofreció con una gran sonrisa.
Se negó a acompañar a Kimbra a su torreón, por el simple hecho de que en ese momento no tenía ganas de arreglarse, y salir del torreón sin arreglar estaba fuera de toda discusión. Les deseó buen viaje y se despidió de Kimbra, antes de irse a la cocina, donde tomaría el desayuno. Le habían entrado unas ganas repentinas de comer pollo frito, y aquel era, hasta el momento, el pensamiento más hostil y violento que había tenido desde que llegó a la ciudad.
Las ganas se fueron intensificando según oía por encima la conversación entre Hal y el pajarraco, tanto que terminó por comer de forma compulsiva frutos secos para que el ruido de masticarlos hiciese de filtro. Si volvía a su mundo, se llevaría al pajarraco para que le diese un ataque viendo los carteles luminosos y los letreros gigantes por toda la ciudad. Noticiarios, anuncios, artículos de revistas, mensajes de texto... Sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa maliciosa.
-Hiperdebería aprender pronto un hechizo calmante, porque a este paso Hal lo megava a necesitar que te rompes- bromeó por lo bajo.
Ya casi había terminado su desayuno cuando Eara se le acercó llevando su libro en los brazos. Parecía que ella aún no había podido probar la magia, y Twixy's no pensaba negarselo. Eara le caía bien.
-Porsupuestísimo que superpuedes, ciely's. ¿Hiperquieres que te ayude?- se ofreció con una gran sonrisa.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
12/04/15, 09:02 pm
Sintió cierto alivio que disimuló al recibir una respuesta afirmativa, porque tal vez ya había planes para el libro aquella mañana. El ofrecimiento de ayuda además la hizo sonreír ligeramente. Pensó que, dejando de lado las primeras impresiones que se había llevado de Twix, era una chica encantadora a su manera frivy.
—¿De verdad? No me vendría mal, Twixy’s, me he perdido todas las demostraciones. ¿Hay algo fácil por lo que empezar?
Se podía notar más entusiasmo del habitual en la sinhadre, aunque lo trataba de mantener a raya. En el fondo creía que si su edeel no podía hacer magia, ella tampoco, y no se hacía ilusiones. Pero cabía la posibilidad, una pequeña, de que Ayne, y quizá también Samika y otros, hubieran hecho algo mal. Apenas habían llegado los libros el día anterior, a fin de cuentas.
—¿De verdad? No me vendría mal, Twixy’s, me he perdido todas las demostraciones. ¿Hay algo fácil por lo que empezar?
Se podía notar más entusiasmo del habitual en la sinhadre, aunque lo trataba de mantener a raya. En el fondo creía que si su edeel no podía hacer magia, ella tampoco, y no se hacía ilusiones. Pero cabía la posibilidad, una pequeña, de que Ayne, y quizá también Samika y otros, hubieran hecho algo mal. Apenas habían llegado los libros el día anterior, a fin de cuentas.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
13/04/15, 07:46 pm
La humana no pudo mas que parpadear despacio ante la forma tan 'cariñosa' de llamarle del roquense. Para ella que le dijeran ciega no era un insulto en si, no es como si fuese totalmente mentira y había recibido comentarios peores por su minusvalía. Los niños eran crueles al fin de cuentas. Pero aun así ser tratada con tal antipatía por alguien con quien acaba de ser amable, le impactaba un poco. Aquella cosa medio orangután era un autentico borde que se merecía una buena ostia para que aprendiera un poco lo que era tener tacto con la gente. Si Twixy's no hubiese reaccionado apartándola de el, cosa que le agradeció, se habría asegurado que el pollo deforme no tuviese descendencia en su vida.
La humana no era naturalmente violenta, pero aun estaba un poco sensible tras lo de la noche anterior. Que este le recordaba su ceguera de forma tan borde le hacía recordar de inmediato que no podría leer los libros de magia y por consiguiente el hecho mismo de que no podía realizarla, como un bucle. Que se hubiese resignado a lo evidente no significa que se hubiese olvidado.
Por suerte este desapareció e su vista, algo no muy difícil y pudo centrarse en lo que ocurría a su alrededor. Una pequeña comitiva se forecio a llevar a Kimbra de vuelta y aunque ella era de las primeras que se apuntaba a ese tipo de salidas por una vez no le apetecía. Estaba aun un poquito de bajón, era normal.
Aun así el sabor que habría movimiento de magia alrededor suya le animo un poco, que no pudiera hacerla no le impedía aprender y ademas sentía curiosidad sobre quien mas podría realizarla y quien, como ella, no podrían. Las primeras que atrajeron su atención fueron Eara y Twixy's, aunque también escucho por allí a Teson y Hal tratando el mismo tema, no le apetecía estar cerca del pollo, por lo que se acerco a las chicas con curiosidad.
-No es difícil, hasta yo pude aprender a hacerlo y eso que tengo mas dificultades evidentes -comento Samika con una sonrisa cuando se acerco lo suficiente a ambas para poder visualizarlas- Ayer intentamos el térmico, calentar agua vaya. Gracias a este tuvimos un decente baño de agua caliente -añadió con un animo un poco mas renovada ante el pensamiento de que no fuese el primero que tendría. No estaba acostumbrada a los excesivos lujos, pero tampoco la falta de ciertas comodidades básicas que en ese lugar brillaban por su ausencia- Podrías probar ese, o a alguno de limpieza, si es que hay. No creo que sean de los mas complicados -añadió con duda pues realmente no sabia el contenido del libro ni lo sabría hasta que escuchar y viera practicar a sus compañeros. El pensamiento de un hechizo de limpieza le recordó una escena de los libros de Harry Potter, con todos los trastos moviéndose por su cuenta propia para limpiar. No creía que la magia funcionara así alla, pero el simple pensamiento de la cara incrédula de algunos de sus compañeros al ver un objeto moviéndose solo, sin energía ni nada, le provocó una repentina risa. Debía parecer loca, pero que mas daba, ya le hacía fata reírse un poco para variar.
La humana no era naturalmente violenta, pero aun estaba un poco sensible tras lo de la noche anterior. Que este le recordaba su ceguera de forma tan borde le hacía recordar de inmediato que no podría leer los libros de magia y por consiguiente el hecho mismo de que no podía realizarla, como un bucle. Que se hubiese resignado a lo evidente no significa que se hubiese olvidado.
Por suerte este desapareció e su vista, algo no muy difícil y pudo centrarse en lo que ocurría a su alrededor. Una pequeña comitiva se forecio a llevar a Kimbra de vuelta y aunque ella era de las primeras que se apuntaba a ese tipo de salidas por una vez no le apetecía. Estaba aun un poquito de bajón, era normal.
Aun así el sabor que habría movimiento de magia alrededor suya le animo un poco, que no pudiera hacerla no le impedía aprender y ademas sentía curiosidad sobre quien mas podría realizarla y quien, como ella, no podrían. Las primeras que atrajeron su atención fueron Eara y Twixy's, aunque también escucho por allí a Teson y Hal tratando el mismo tema, no le apetecía estar cerca del pollo, por lo que se acerco a las chicas con curiosidad.
-No es difícil, hasta yo pude aprender a hacerlo y eso que tengo mas dificultades evidentes -comento Samika con una sonrisa cuando se acerco lo suficiente a ambas para poder visualizarlas- Ayer intentamos el térmico, calentar agua vaya. Gracias a este tuvimos un decente baño de agua caliente -añadió con un animo un poco mas renovada ante el pensamiento de que no fuese el primero que tendría. No estaba acostumbrada a los excesivos lujos, pero tampoco la falta de ciertas comodidades básicas que en ese lugar brillaban por su ausencia- Podrías probar ese, o a alguno de limpieza, si es que hay. No creo que sean de los mas complicados -añadió con duda pues realmente no sabia el contenido del libro ni lo sabría hasta que escuchar y viera practicar a sus compañeros. El pensamiento de un hechizo de limpieza le recordó una escena de los libros de Harry Potter, con todos los trastos moviéndose por su cuenta propia para limpiar. No creía que la magia funcionara así alla, pero el simple pensamiento de la cara incrédula de algunos de sus compañeros al ver un objeto moviéndose solo, sin energía ni nada, le provocó una repentina risa. Debía parecer loca, pero que mas daba, ya le hacía fata reírse un poco para variar.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
15/04/15, 04:16 am
<<¿Térmico-qué? ¿Qué tontería es esa?>> Tendría que hacerlo él mismo, así que retiró el gesto de darle el libro. Pero antes decidió una cosa: si el hechizo era una trampa, le arrancaría la cara de sabiondo a picotazos aunque todo el grupo se le echara encima. Fallaría a la Voz y en su misión sagrada, pero acabaría con el falso profeta si intentaba matarlo.
—De acuerdo. Más te vale ser sincero.
Dicho eso, agarró los cargadores y siguió como pudo las indicaciones del maldito libro. A la primera no sucedió nada y casi le da un ataque de pánico, pero lo superó rápidamente <<¡Culpa del libro! Inténtalo otra vez a ver. Las que sean. Si estas patéticas criaturas lo consiguieron, yo que soy mensajero de la Voz tengo que hacerlo como sea. Y si tras el intento mil sigue sin funcionar, será que la magia pagana no me corresponde>> Lo malo era que la idea de que eso sucediera le asustaba: no soportaría que todos o casi todos hicieran milagros menos él. 'Él era quien más derecho tenía, por la Voz!
No podía ser de otra manera, así que lo intentó cuantas veces fue necesario. Lo intentó con tanto ahínco y con tanta violencia, que se hizo cortes nuevos de apretar los cargadores. Por suerte para el roquense, que se aproximaba al pánico y al fanatismo asesino a cada intento fallido, al cabo de un rato lo consiguió y contempló entre asustado y maravillado cómo se cerraba uno de los cortes. Cuando el milagro acabó y de la herida no quedó ni rastro, dio un brinco en el sofá, eufórico, sin preocuparse de que el libro hubiera salido volando.
—¡¡¡¡¡LO LOGRÉ!!!! ¡OS LO DIJE, HEREJES! ¡LA VOZ ME GUÍA! ¡JAJAJAJAJAJA! —gritó y rió, extenuado y extasiado, empapado en sudor por el esfuerzo y el miedo.
Sin pensar, sin duda pues si no no lo habría hecho, se precipitó en un torpe abrazo sobre Hal y cuando recapacitó y se fijó en lo que acababa de hacer, retrocedió con muecas de asco. Recogió el libro y volvió al sofá, donde se frotó las plumas que habían tocado al macho mientras mascullaba:
—Eso no ha pasado. ¿Me oís? —dijo a los presentes con el tono más amenazador que podía articular. E, instantáneamente, lo cambió a uno sincero y agradable, y miró a Hal—. Gracias por enseñarme y no mentirme. A ver si puedo curarme un poco más...
Y a continuación procedió a seguir curándose... O intentarlo. Alguien tendría que explicarle dentro de poco lo del cansancio o le daría un serio ataque.
—De acuerdo. Más te vale ser sincero.
Dicho eso, agarró los cargadores y siguió como pudo las indicaciones del maldito libro. A la primera no sucedió nada y casi le da un ataque de pánico, pero lo superó rápidamente <<¡Culpa del libro! Inténtalo otra vez a ver. Las que sean. Si estas patéticas criaturas lo consiguieron, yo que soy mensajero de la Voz tengo que hacerlo como sea. Y si tras el intento mil sigue sin funcionar, será que la magia pagana no me corresponde>> Lo malo era que la idea de que eso sucediera le asustaba: no soportaría que todos o casi todos hicieran milagros menos él. 'Él era quien más derecho tenía, por la Voz!
No podía ser de otra manera, así que lo intentó cuantas veces fue necesario. Lo intentó con tanto ahínco y con tanta violencia, que se hizo cortes nuevos de apretar los cargadores. Por suerte para el roquense, que se aproximaba al pánico y al fanatismo asesino a cada intento fallido, al cabo de un rato lo consiguió y contempló entre asustado y maravillado cómo se cerraba uno de los cortes. Cuando el milagro acabó y de la herida no quedó ni rastro, dio un brinco en el sofá, eufórico, sin preocuparse de que el libro hubiera salido volando.
—¡¡¡¡¡LO LOGRÉ!!!! ¡OS LO DIJE, HEREJES! ¡LA VOZ ME GUÍA! ¡JAJAJAJAJAJA! —gritó y rió, extenuado y extasiado, empapado en sudor por el esfuerzo y el miedo.
Sin pensar, sin duda pues si no no lo habría hecho, se precipitó en un torpe abrazo sobre Hal y cuando recapacitó y se fijó en lo que acababa de hacer, retrocedió con muecas de asco. Recogió el libro y volvió al sofá, donde se frotó las plumas que habían tocado al macho mientras mascullaba:
—Eso no ha pasado. ¿Me oís? —dijo a los presentes con el tono más amenazador que podía articular. E, instantáneamente, lo cambió a uno sincero y agradable, y miró a Hal—. Gracias por enseñarme y no mentirme. A ver si puedo curarme un poco más...
Y a continuación procedió a seguir curándose... O intentarlo. Alguien tendría que explicarle dentro de poco lo del cansancio o le daría un serio ataque.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
15/04/15, 11:27 pm
Al principio parecía que Tesón no podría hacer magia, lo que proporcionó una perversa alegría a Hal. Vería tremendamente injusto que el fanático odialibros sí pudiera practicarla y Samika no, pero eso sólo era parte del motivo de su alegría. Además del profundo instinto de pasar por encima del resto estaba también la potencial peligrosidad de Tesón con aquel arma a su alcance. No, decididamente esta vez no se arrepentía de alegrarse ante la inutilidad mágica de otro compañero.
Debido a estos pensamientos positivos el hechizo bien hecho supuso un doble mazazo para el carabés. «No, tú no» pensó casi cond esesperación, odiando por un momento la sádica ironía del universo. Que aquel despojo de fanático tuviera capacidad mágica le parecía inmerecido en extremo. Cuando un segundo después se abalanzó sobre él intentó ponerse en guardia, temiendo que le atacase por no verle útil ahora que veía que podía hacer "milagros". Sus pésimos reflejos no le permitieron hacerlo, sin embargo, y casi suspiró de alivio al ver que no iba a clavarle un cuchillo en las tripas. Aun así estaba fuertemente conmocionado por el momento.
El agradecimiento supuso una perturbación casi igual de grande que el abrazo, lo que dejó a Hal abriendo y cerrando la boca sin saber qué decir.
—De nada —terminó respondiendo, de forma más o menos natural.
Después de ver que Tesón le ignoraba se fue casi mecánicamente a las cestas para coger una pequeña porción de fruta. Seguía algo turbado por aquella escena, y ni siquiera la amenaza de su compañero (mucho más realista que el resto) conseguía convencerlo de que aquello no era un sueño completamente irreal.
Debido a estos pensamientos positivos el hechizo bien hecho supuso un doble mazazo para el carabés. «No, tú no» pensó casi cond esesperación, odiando por un momento la sádica ironía del universo. Que aquel despojo de fanático tuviera capacidad mágica le parecía inmerecido en extremo. Cuando un segundo después se abalanzó sobre él intentó ponerse en guardia, temiendo que le atacase por no verle útil ahora que veía que podía hacer "milagros". Sus pésimos reflejos no le permitieron hacerlo, sin embargo, y casi suspiró de alivio al ver que no iba a clavarle un cuchillo en las tripas. Aun así estaba fuertemente conmocionado por el momento.
El agradecimiento supuso una perturbación casi igual de grande que el abrazo, lo que dejó a Hal abriendo y cerrando la boca sin saber qué decir.
—De nada —terminó respondiendo, de forma más o menos natural.
Después de ver que Tesón le ignoraba se fue casi mecánicamente a las cestas para coger una pequeña porción de fruta. Seguía algo turbado por aquella escena, y ni siquiera la amenaza de su compañero (mucho más realista que el resto) conseguía convencerlo de que aquello no era un sueño completamente irreal.
- InvitadoInvitado
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
16/04/15, 08:06 pm
-Si, el térmico super es con el que hemos hiperempezado todos. Además se superven los efectos enseguida- corroboró la frivy, buscando algún cuenco o taza para llenarlo de agua y que Eara pudiese hacer el intento.
Le explicó por encima como iba el hechizo, y le fue corrigiendo los fallos de los primeros intentos. Eeara podía leer, así que Twixy's tuvo mucho menos trabajo con ella. Temía que Samika se sintiese incómoda o algo por el intento de la sinhadre de practicar magia, pero al contrario, parecía ilusionada. Lo cierto es que la humana parecía tener una capacidad frivy para recuperarse de los desengaños.
Lo que sabía que no le iba a hacer tanta ilusión, ni a Samika ni a nadie, que les llegó del salón. Tesón podía hacer magia. Aquel pajarraco repugnante y desagradable podía hacer magia y su amiga no. Desvió la atención de Eara para lanzar una mirada furibunda hacia el salón, que evidantemente no le llegaría al roquense, pero igual daba. Hal apareció por allí para rapiñear de las cestas, y por su expresión compartían opinión. Twixy's compartió con él una mirada grave. Estuvo tentada de reprocharle que no hubiese engañado al pajaro con los hechizos, pero tal vez era mucho pedir, no era justo... << Pero esta ciudad no super es justa, ¿por qué megaíbamos a serlo nosotros?>> pensó con amargura.
Le explicó por encima como iba el hechizo, y le fue corrigiendo los fallos de los primeros intentos. Eeara podía leer, así que Twixy's tuvo mucho menos trabajo con ella. Temía que Samika se sintiese incómoda o algo por el intento de la sinhadre de practicar magia, pero al contrario, parecía ilusionada. Lo cierto es que la humana parecía tener una capacidad frivy para recuperarse de los desengaños.
Lo que sabía que no le iba a hacer tanta ilusión, ni a Samika ni a nadie, que les llegó del salón. Tesón podía hacer magia. Aquel pajarraco repugnante y desagradable podía hacer magia y su amiga no. Desvió la atención de Eara para lanzar una mirada furibunda hacia el salón, que evidantemente no le llegaría al roquense, pero igual daba. Hal apareció por allí para rapiñear de las cestas, y por su expresión compartían opinión. Twixy's compartió con él una mirada grave. Estuvo tentada de reprocharle que no hubiese engañado al pajaro con los hechizos, pero tal vez era mucho pedir, no era justo... << Pero esta ciudad no super es justa, ¿por qué megaíbamos a serlo nosotros?>> pensó con amargura.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
16/04/15, 10:22 pm
Sentía un cosquilleo de nerviosismo en el pecho cuando Twix e incluso Samika se dispusieron a ayudarla y aconsejarla. Ver el libro le hacía pensar que debía ser bastante complicado, pero atendió a las explicaciones y se dejó corregir al intentar por primera vez con torpes movimientos los gestos que requería el hechizo. Agradecía de palabra cada intervención porque se dio cuenta enseguida de cuántos intentos nulos le había ahorrado la frivy con sus consejos.
Estaba tan concentrada que las celebraciones de Tesón le provocaron un sobresalto. Se giró hacia los que estaban en el salón, mirándolos sorprendida, porque no esperaba aquella salida por parte del roquense, y mucho menos el torpe abrazo. No pensó demasiado al respecto, pero en el fondo y sin querer admitirlo en voz alta, no sabía qué podía esperar del roquense teniendo poder. Sus ideas extremas e incoherentes iban más allá de simplemente resultar incómodas.
Para cuando se calmó todo, Eara por fin lo intentó por primera vez. Se dio cuenta ella misma de los errores que había cometido, pero la escena del salón había hecho volar su concentración. Lo intentó de nuevo, y luego una vez más tras un último consejo. En esa ocasión, sintió algo que la dejó muda. Confundida por el flujo de la magia todo lo que sintió era caótico. Podía ver las volutas de vapor que salían del agua y, al tocar el cuenco, lo encontró caliente.
—¡Lo he hecho! —Exclamó. Era raro escucharla alzar la voz porque no le gustaba lo aguda que sonaba cuando lo hacía. Cuando volvió a hablar había recuperado su tono normal, aun siendo evidente que seguía excitada—. No me lo puedo creer.
Miró a Twix, luego a Samika y, por último y de reojo, a Hal. Después la euforia dio paso al descubrimiento de que los hechizos se pagaban. Sentía como si parte de su vitalidad se le hubiera escurrido entre los dedos, como cuando apretaba el paso al volver del bosque pero sin caminata alguna.
—¿Es normal que… que agote? —preguntó, preocupada.
Estaba tan concentrada que las celebraciones de Tesón le provocaron un sobresalto. Se giró hacia los que estaban en el salón, mirándolos sorprendida, porque no esperaba aquella salida por parte del roquense, y mucho menos el torpe abrazo. No pensó demasiado al respecto, pero en el fondo y sin querer admitirlo en voz alta, no sabía qué podía esperar del roquense teniendo poder. Sus ideas extremas e incoherentes iban más allá de simplemente resultar incómodas.
Para cuando se calmó todo, Eara por fin lo intentó por primera vez. Se dio cuenta ella misma de los errores que había cometido, pero la escena del salón había hecho volar su concentración. Lo intentó de nuevo, y luego una vez más tras un último consejo. En esa ocasión, sintió algo que la dejó muda. Confundida por el flujo de la magia todo lo que sintió era caótico. Podía ver las volutas de vapor que salían del agua y, al tocar el cuenco, lo encontró caliente.
—¡Lo he hecho! —Exclamó. Era raro escucharla alzar la voz porque no le gustaba lo aguda que sonaba cuando lo hacía. Cuando volvió a hablar había recuperado su tono normal, aun siendo evidente que seguía excitada—. No me lo puedo creer.
Miró a Twix, luego a Samika y, por último y de reojo, a Hal. Después la euforia dio paso al descubrimiento de que los hechizos se pagaban. Sentía como si parte de su vitalidad se le hubiera escurrido entre los dedos, como cuando apretaba el paso al volver del bosque pero sin caminata alguna.
—¿Es normal que… que agote? —preguntó, preocupada.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
17/04/15, 12:35 am
A pesar de saber realizar el hechizo que Twixy's intentaba enseñarle a Eara, a nivel teórico claro, Samika presto atención igualmente curiosa por si la peli rosada tendría suerte también y la magia tomaría forma con ella. Que ella no la poseyera no significaba que envidiara o deseara que sus compañeros no la tuviesen también, dentro de la desilusión sentida era practica al respecto. La magia podía ayudarles mucho y fuese quien fuese quien pudiera realizarla sería un bien para el grupo.
Escuchar el jubilo de Tesón le sentó como una patada en el estomago. Que él entre todos poseyera magia le parecía una autentica ironía, pero por sobretodo injusto. Era quien más se había burlado de aquella magia hereje según él, quien menos la había querido, quien mas había atacado a Hal cuando hablaban de las posibilidades de hacerla. Que la tuviera no le parecía tampoco positivo, no con su actitud y su forma de tratar a la gente. Es sus manos la magia podía dar problemas, y Samika esperaba que eso solo fuesen prejuicios provocados por su molestia hacia él y no algo real. Y pesar de todo eso que Tesón pudiera hacer esa magia 'escrita hereje' le parecía una mala broma, porque eso nada tenía que ver con la Voz que siempre mencionaba. Ver llegar a Hal y entrar en su campo visual le confirmó la sospecha de que nadie parecía especialmente feliz por el descubrimiento de Tesón.
- La Voz según él era algo era algo transmitido oralmente y esto está escrito, escritura que según el también es herejía. ¿No le transformaría eso también en un hereje por poder realizarla? -pregunto Samika con una ceja alzada hablando en un tono normal perfectamente audible en el salón, confundida por las conclusiones del ave sobre ser elegido por la Voz. Pero no le dio más importancia que aquello, prefiriendo volver su atención en algo más importante, como era el resultado de Eara.
Verla hacer magia quito parte del regusto amargo que le había creado saber que el pollo también la tenía, y con un amplia sonrisa sincera abrazo a la sinhadre, riendo por lo bajo ante su reacción
-¡Enhorabuena Eara! - exclamo con buen humor, humor que se vio un poco oscurecido por su pregunta final y la preocupación mostrada. La soltó despacio viendo hacia la figura borrosa de Hal que se encontraba cerca. No era una pregunta que ella pudiera responder, de todos los presentes era la única sin magia al fin y al cabo. Lo que si le extrañaba un poco era el cansancio que decía sentir, pues si no recordaba mal Twixy's no había mostrado el mismo agotamiento. Y ya ni decir del carabés.
-Hal mencionó ayer algo de niveles de magia, al menos en su mundo, tal vez sea lo mismo aquí y haya gente que se canse antes y otras tarden más. El pudo hacer casi una docena de hechizos seguidos antes de que acabara teniéndose que sentar, agotado -recordó vagamente Samika bajando la voz para ser solo oída por ellos, ruborizándose un poco por estar hablando de algo de lo que solo sabía por fuentes ajenas a ella misma. Era tan solo de forma informativa, no quería estar al margen de la magia y su funcionamiento- Saber cuáles son vuestros imites podría seros de ayuda, para no sobrepasaros y cansaros en los momentos cruciales ¿Qué opinas Hal? -preguntó Samika al que mas sabía del tema, como simple intento de ayudarles pues bien poda ser una teoría errónea. Si ella pudiera le gustaría saber cuántos hechizos sería capaz de realizar antes de tener que sentase a recuperar las fuerzas. Era de sabios el tener presente las capacidades de cada uno, por si lo necesitaban en el futuro, más si dicha magia les serviría fuera de la seguridad del torreón.
Escuchar el jubilo de Tesón le sentó como una patada en el estomago. Que él entre todos poseyera magia le parecía una autentica ironía, pero por sobretodo injusto. Era quien más se había burlado de aquella magia hereje según él, quien menos la había querido, quien mas había atacado a Hal cuando hablaban de las posibilidades de hacerla. Que la tuviera no le parecía tampoco positivo, no con su actitud y su forma de tratar a la gente. Es sus manos la magia podía dar problemas, y Samika esperaba que eso solo fuesen prejuicios provocados por su molestia hacia él y no algo real. Y pesar de todo eso que Tesón pudiera hacer esa magia 'escrita hereje' le parecía una mala broma, porque eso nada tenía que ver con la Voz que siempre mencionaba. Ver llegar a Hal y entrar en su campo visual le confirmó la sospecha de que nadie parecía especialmente feliz por el descubrimiento de Tesón.
- La Voz según él era algo era algo transmitido oralmente y esto está escrito, escritura que según el también es herejía. ¿No le transformaría eso también en un hereje por poder realizarla? -pregunto Samika con una ceja alzada hablando en un tono normal perfectamente audible en el salón, confundida por las conclusiones del ave sobre ser elegido por la Voz. Pero no le dio más importancia que aquello, prefiriendo volver su atención en algo más importante, como era el resultado de Eara.
Verla hacer magia quito parte del regusto amargo que le había creado saber que el pollo también la tenía, y con un amplia sonrisa sincera abrazo a la sinhadre, riendo por lo bajo ante su reacción
-¡Enhorabuena Eara! - exclamo con buen humor, humor que se vio un poco oscurecido por su pregunta final y la preocupación mostrada. La soltó despacio viendo hacia la figura borrosa de Hal que se encontraba cerca. No era una pregunta que ella pudiera responder, de todos los presentes era la única sin magia al fin y al cabo. Lo que si le extrañaba un poco era el cansancio que decía sentir, pues si no recordaba mal Twixy's no había mostrado el mismo agotamiento. Y ya ni decir del carabés.
-Hal mencionó ayer algo de niveles de magia, al menos en su mundo, tal vez sea lo mismo aquí y haya gente que se canse antes y otras tarden más. El pudo hacer casi una docena de hechizos seguidos antes de que acabara teniéndose que sentar, agotado -recordó vagamente Samika bajando la voz para ser solo oída por ellos, ruborizándose un poco por estar hablando de algo de lo que solo sabía por fuentes ajenas a ella misma. Era tan solo de forma informativa, no quería estar al margen de la magia y su funcionamiento- Saber cuáles son vuestros imites podría seros de ayuda, para no sobrepasaros y cansaros en los momentos cruciales ¿Qué opinas Hal? -preguntó Samika al que mas sabía del tema, como simple intento de ayudarles pues bien poda ser una teoría errónea. Si ella pudiera le gustaría saber cuántos hechizos sería capaz de realizar antes de tener que sentase a recuperar las fuerzas. Era de sabios el tener presente las capacidades de cada uno, por si lo necesitaban en el futuro, más si dicha magia les serviría fuera de la seguridad del torreón.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Personajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
19/04/15, 01:10 am
El roquense esperaba poder curarse entero aquella mañana, pero solo consiguió cerrar otro corte además del que había servido de demostración de que gozaba de enorme poder. No entendía por qué la sensación del cosquilleo mágico era cada vez más tenue hasta que acabó por no notarla con cada intento. La explicación de la hembra ciega llegó poco después de que empezara a notarse cansado, demasiado cansado para no haber hecho nada en todo el día. Tanto que empezó a pensar que el motivo era que la Voz le estaba castigando: "te permito que uses magia hereje, pero no estarás exento de castigo por ello". Pero entonces habló la humana y la miró de hito en hito.
—¿Agotarse? Los del coro en Roca Sagrada no se cansaban... Yo creo que es más que la Voz nos castiga por usar esta magia falsa, a vosotros por hereje y a mí por traidor temporal. Y conmigo imagino que se esforzará más por miedo a que me convierta a la religión del falso profeta Hal. ¡Pero debo hacerlo! Mi supervivencia depende de ello así como la del grupo. Si todos somos útiles, mejor para todos, ¿no?
Él así lo creía. Bueno, la parte de que mejor para el grupo era falsa: pretendía sobrevivir a costa de ellos, no con ayuda de ellos. También se creía a patas juntillas lo del castigo de la Voz. Por eso le tembló la mano otra vez al mirar el libro de magia, pero debía aprender. Aprender a defenderse. Y aprender a matar. Pero los demás no debían sospechar de él, así que volvió a las andadas con su particular obra de teatro y cogió el libro.
—Aparte del térmico ese y el de curar... ¿Habéis descubierto alguno que sea útil? Yo preferiría que me enseñárais antes que tener que buscar yo mismo... solo entiendo los dibujos. Pero si me aguantáis, yo tendré que aguantarme y aprender a tolerar el libro, ¿verdad? Pues a ver...
Y empezó a pasar páginas nerviosa y lentamente. Cada vuelta de hoja podía revelarle los peores horrores. Esos que habrían provocado que la palabra escrita fuera un pecado imperdonable. Pero si podía aprender a deshacerse de los peores de sus compañeros, a salir ileso y sobrevivir, pagaría cualquier precio que la Voz le impusiera. <<Esa imagen de un animal al que un hechizo golpea y sale disparado hacia atrás... Podría tirar a alguno al foso...>> pensó al descifrar varias imágenes. Se aseguró de memorizar la página y siguió.
—¿Agotarse? Los del coro en Roca Sagrada no se cansaban... Yo creo que es más que la Voz nos castiga por usar esta magia falsa, a vosotros por hereje y a mí por traidor temporal. Y conmigo imagino que se esforzará más por miedo a que me convierta a la religión del falso profeta Hal. ¡Pero debo hacerlo! Mi supervivencia depende de ello así como la del grupo. Si todos somos útiles, mejor para todos, ¿no?
Él así lo creía. Bueno, la parte de que mejor para el grupo era falsa: pretendía sobrevivir a costa de ellos, no con ayuda de ellos. También se creía a patas juntillas lo del castigo de la Voz. Por eso le tembló la mano otra vez al mirar el libro de magia, pero debía aprender. Aprender a defenderse. Y aprender a matar. Pero los demás no debían sospechar de él, así que volvió a las andadas con su particular obra de teatro y cogió el libro.
—Aparte del térmico ese y el de curar... ¿Habéis descubierto alguno que sea útil? Yo preferiría que me enseñárais antes que tener que buscar yo mismo... solo entiendo los dibujos. Pero si me aguantáis, yo tendré que aguantarme y aprender a tolerar el libro, ¿verdad? Pues a ver...
Y empezó a pasar páginas nerviosa y lentamente. Cada vuelta de hoja podía revelarle los peores horrores. Esos que habrían provocado que la palabra escrita fuera un pecado imperdonable. Pero si podía aprender a deshacerse de los peores de sus compañeros, a salir ileso y sobrevivir, pagaría cualquier precio que la Voz le impusiera. <<Esa imagen de un animal al que un hechizo golpea y sale disparado hacia atrás... Podría tirar a alguno al foso...>> pensó al descifrar varias imágenes. Se aseguró de memorizar la página y siguió.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
My Only Escape Is Underground
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo VII)
19/04/15, 12:59 pm
Hal ni siquiera intentó aportar algo a lo dicho por Sami, que le parecía completamente lógico. Las religiones le daban dolor de cabeza por su irracionalidad, y desde luego aquel caso le parecía mucho peor. «Je, al parecer las herejías sólo son imperdonables si las cometen otros» teorizó, al no ver respuesta de Tesón.
Por otra parte, el intento exitoso de Eara le alegró el día. Después del chasco de Sami y Tesón venía bien que alguien que parecía tan cabal tuviera aquella capacidad. Eso sí, esperaba que Armonía no pudiera hacer magia: controlar a un fanático ya iba a ser trabajo más que suficiente.
Lo que dijo Tesón le confirmó que aquella religión era de farsantes y manipuladores. Tuvo que contenerse para no decírselo, harto de sus tonterías. Tanto sus palabras como la pregunta de la humana le colorearon algo las mejillas, al notar que súbitamente comenzaba a atraer más atención de la deseada.
—Todo el mundo se agota. Todo el mundo —repitió, poniendo énfasis y diciendo, sin nombrarla, la falsedad de lo que decía Tesón—. Esto es... es como correr, ¿vale? Alguna gente se cansa antes y otra después. Y puedes entrenarte. Pero al final, si sobrepasas tus límites, terminarás cayendo de puro agotamiento —su sentencia no dejaba lugar a dudas, ningún vacío donde pudiera colarse ninguna probabilidad de no cansarse. Si no te cansabas haciendo magia era porque, sencillamente, no hacías magia, sino trucos de ilusionismo barato.
—Y no, no tenemos otros hechizos. Los libros los conseguimos ayer, no podemos traducir tan rápido.
Puso los ojos en blanco al explicarlo, pensando que sería obvio. Luego vio que el roquense se puso con el libro que él había sacado, hojeándolo, y apretó con fuerza los labios. Gracias a que acababa de esconder la mitad de su cara en su bufanda no se notaba el cabreo que tenía, con lo que parecía tranquilo y casi, simplemente, aburrido. Tras varios instantes se acercó al pajarraco.
—Quiero seguir trabajando —explicó, con un tono plano y una voz tan fría como un muerto.
Por otra parte, el intento exitoso de Eara le alegró el día. Después del chasco de Sami y Tesón venía bien que alguien que parecía tan cabal tuviera aquella capacidad. Eso sí, esperaba que Armonía no pudiera hacer magia: controlar a un fanático ya iba a ser trabajo más que suficiente.
Lo que dijo Tesón le confirmó que aquella religión era de farsantes y manipuladores. Tuvo que contenerse para no decírselo, harto de sus tonterías. Tanto sus palabras como la pregunta de la humana le colorearon algo las mejillas, al notar que súbitamente comenzaba a atraer más atención de la deseada.
—Todo el mundo se agota. Todo el mundo —repitió, poniendo énfasis y diciendo, sin nombrarla, la falsedad de lo que decía Tesón—. Esto es... es como correr, ¿vale? Alguna gente se cansa antes y otra después. Y puedes entrenarte. Pero al final, si sobrepasas tus límites, terminarás cayendo de puro agotamiento —su sentencia no dejaba lugar a dudas, ningún vacío donde pudiera colarse ninguna probabilidad de no cansarse. Si no te cansabas haciendo magia era porque, sencillamente, no hacías magia, sino trucos de ilusionismo barato.
—Y no, no tenemos otros hechizos. Los libros los conseguimos ayer, no podemos traducir tan rápido.
Puso los ojos en blanco al explicarlo, pensando que sería obvio. Luego vio que el roquense se puso con el libro que él había sacado, hojeándolo, y apretó con fuerza los labios. Gracias a que acababa de esconder la mitad de su cara en su bufanda no se notaba el cabreo que tenía, con lo que parecía tranquilo y casi, simplemente, aburrido. Tras varios instantes se acercó al pajarraco.
—Quiero seguir trabajando —explicó, con un tono plano y una voz tan fría como un muerto.
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