Fase 2, Ronda 1: Koval vs Hyter

Al parecer había calculado mal la caída del varmano en la distancia, porque chocó contra su propia barrera. No pudo sino maldecirse por no haber estado atento a la caída mientras conjuraba, y también por haber hecho la campana que lo cubría demasiado grande. Pero trató de pensar rápido, hacer como si aquello estuviese medianamente planeado. Mientras abría los ojos ya empezaba a conjurar intangibilidad para sí mismo, y después aprovechó la ventaja de la elección de su contrincante al atacarle para intentar alcanzarlo con un hechizo de constricción alrededor de su pecho. Quería forzar hasta donde fuera posible sus defensas físicas.

El repentino brillo le obligó a cerrar los ojos rápidamente y cubrírselos con los antebrazos. Pero un sobresalto se lo había llevado, y mientras duró el fogonazo Gael no pudo ver qué había pasado con la presa de su hechizo, que trató de estabilizar después de la breve pérdida de concentración. Se sabía cubierto, pero ahora su oponente había ganado tiempo, además de quizá haberse soltado. Por eso empezó a preparar una malla ácida justo antes de abrir los ojos, pretendiendo lanzarla contra Hyter si le tenía a tiro. El primer lugar al que miraría era donde le vio por última vez.

—¡Vamos, Gael! ¡La cosa está que arde, pero el único que puede demostrarlo eres tú! —Noel llevaba todo el combate gritando estupideces varias relacionadas con el "fuego contra fuego" que estaba teniendo lugar— ¡No podrás carbonizarlo, pero las cenizas no son lo único que sirve como abono! ¡Bájale los hu...! No, eso ya está muy gastado —se cortó a media frase, pensativo—. ¡Extínguele hasta las brasas, dale una calurosa bienvenida...!

El sueco no paró en todo el combate, mientras en su cabeza ponía banda sonora al duelo.

Las protecciones mágicas que le cubrían eran muy básicas, sabía que caerían de un momento a otro cuando el fuego empezó a perseguirlo, y por otra parte la malla no había logrado nada, salvo quizá quitarle tiempo de hacer otras ofensivas mientras se defendía. Gael abandonó la intangibilidad para minimizar gastos, ahora que era perseguido por el fuego. Se imaginaba que quemaría bastante más que él, pero dominaba la gama de hechizos ignífugos y se cubrió con uno que protegía frente a fuegos mágicos. Para ello se había alejado, avanzando en el aire lo más rápido que podía y conjurando mientras tanto. Si Hyter no se percataba de lo que estaba haciendo, seguiría gastando energía en carcomer unas defensas que ya no estarían ahí, por eso se había puesto Gael en movimiento. Al terminar el conjuro buscó un buen ángulo de tiro para dirigir un nuevo lanzazo de magia al piromante. Ya que estaba sin defensas, estaba muy atento por si era necesario emplear un desvío.

El lanzazo acertó, pero en ese lapso de tiempo se sintió empezar a caer. Trató de adoptar una postura que encajase bien el golpe contra el suelo y terminó casi de cuclillas, sintiendo un tirón muy doloroso en cada pie. Veía los gestos de su contrincante y preparó un desvío sin saber siquiera qué estaba desviando. Reculó rápidamente buscando salir del campo de inercia y recurrió a otra explosión de luz mientras lo hacía, buscando el punto donde su cuerpo recuperase su capacidad de flotar. Una vez lo sintió, de una dolorosa patada en el suelo ascendió de nuevo, preparando entre tanto un hechizo de inyección dirigido a la arena que pisaba el varmano, esperando que los granos y la grava pudieran desplazarse y hacerle perder momentánemente el equilibrio. Si eso llegaba a suceder aprovecharía el momento para dirigirle otro lanzazo de magia, pero si no, trataría de anclarse lo antes posible las defensas que considerase pertinentes en el momento, físicas o mágicas, pero básicas.