Fase 1, Ronda 7: Karime vs Xiandra

Karime escuchó su nombre de nuevo seguido del de Xiandra. “Otro vampiro, ¿Acaso tengo cara de aspirante a donante?” pensó. Como de todos los participantes, había investigado la transformación de la sinhadre, aunque de pocos había podido hacerlo de sus técnicas, por lo que la loba no sabía exactamente con qué estilo le sorprendería la vampira.

La licántropa se armó con sus típicas espadas gemelas, dos dagas, una lanza, el arco y las flechas. Una vez en la arena, observó atentamente las armas y la postura de su contrincante. A primera vista solo llevaba dos cimitarras y actitud era bastante parecida a la de Jack.

- ¿Preparada?- le preguntó con una sonrisa maliciosa antes de ponerse en posición defensiva.

El gong no tardó en sonar ni Karime en sacar su arco. No le había visto armas a distancia a la vampiresa, así que debía aprovechar ese punto a su favor.

La licántropa lanzó una primera flecha que la vampiresa esquivó al moverse en zigzag. La segunda parecía que le iba a dar, pero entonces su contrincante se convirtió en humo. “¿Qué fetiche tienen los vampiros con el humo?” pensó molesta. Estaba empezando a odiar esa habilidad de los vampiros. Karime, apuntando con su arco cargado en todo momento a la masa de humo, transformó su cabeza excepto su ojo bueno y sus patas traseras y delanteras, así como la cola, de manera que contaba con esa fuerza extra sin imposibilitarle el uso de armas. Y esperó.

La vampiresa no tardó en volverse a transformar de nuevo y enseguida tuvo una de sus flechas clavada en el brazo. Consciente de la corta distancia que las separaba, la loba dio un salto atrás para ganar tiempo con la intención de guardar el arco y hacerse con sus espadas gemelas. Tuvo que ser muy rápida ya que Xiandra estaba prácticamente encima de ella, pero pudo apañárselas para, en cuanto estuvo al alcance de su mano, cruzar sus espadas frente a ella para bloquear el primer ataque.

Con un movimiento, Karime dejó de bloquear su cimitarra izquierda con sus dos espadas para pasar a bloquearla solo con una y, de esta manera, tener una de las espadas libres para bloquear la otra cimitarra. En esta posición, pudo hacer fuerza para empujarla hacia atrás y liberar ambas armas y comenzar a moverlas a gran velocidad con la intención de hacerle varios cortes aunque todos ellos superficiales.

La vampira bloqueó tantos golpes como recibió, al igual que ella misma. Y, entonces, volvió a transformarse en humo. La licántropa resopló molesta. Guardó sus espadas y dio una voltereta a ras de suelo hacia adelante al ver que el humo se dirigía a su espalda, lo que le dio tiempo para sacar de nuevo su arco y lanzarle una flecha a tiempo de que se materializara. Ya que la vampiresa no contaba con armas a distancia, la loba daría saltos atrás siempre que fuera preciso hasta ensartarle un mínimo de dos flechas más.

Karime vio que no le daba tiempo a sacar la siguiente flecha, así que tiró el arco al suelo y sacó de su espalda la lanza. Bloqueó las cimitarras con un movimiento rápido para poder atacar rápidamente, dándole un golpe con la base de la lanza en la frente y girándola de nuevo para intentar clavársela en el costado.