Cicatriz de Arax
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Rocavarancolia Rol
59 participantes
- Rocavarancolia Rol
Cicatriz de Arax
03/08/11, 11:05 am
Recuerdo del primer mensaje :
La cicatriz de Arax atraviesa la ciudad de este a oeste. Es una fosa común repleta huesos entre los que se mueven unos enormes gusanos ciegos con bocas repletas de afilados colmillos.
A su largo se han instalado recientemente varios puentes colgantes de unos dos metros de ancho. Aunque se tambalean considerablemente la madera es firme y está en buenas condiciones, así como las cuerdas.
A su largo se han instalado recientemente varios puentes colgantes de unos dos metros de ancho. Aunque se tambalean considerablemente la madera es firme y está en buenas condiciones, así como las cuerdas.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Cicatriz de Arax
19/09/17, 05:17 pm
Tayron no tuvo tiempo de relajarse aún cuando su respiración comenzó a acelerarse, esta vez pasando del susto a la rabia. El nublino se hizo hueco entre los presentes sin miramientos para examinar al coreano de cerca. Por ello el belga sintió el sudor frío en la nuca cuando Hyun se asustó y no hizo especial hincapié en ocultar su desprecio ante Barael. El tacto lo tenia en el culo.
-Tranqui- hizo el intento de ayudar, cómo iba a saber que instantes después necesitaría que lo calmaran a él.
Le habría gustado secundar a Eriel y ofrecer una invitación amable a Maciel, además de mostrarse como un grupo sólido y sin roces. Pero no era el caso. Cuando creía que el menor de los hermanos había suavizado la situación Barael demostró todo lo contrario. Le resultó tan gratuito que le ardía el estómago y los nudillos se volvieron blancos. Que se dirigiera al torreón como si nada fue lo último.
-No me des la espalda, espabilado- el humano se incorporó como pudo mientras escuchaba a Dafne contestarle a Barael también de malas formas, no necesitaba empujón alguno para decir lo que pensaba pero se aprovechó del impulso- ¿Se puede saber de qué mierda vas?- dijo acercándose, iba a empujarle, pero por suerte su hermano consiguió pararle en seco- ¿Tú alguna vez piensas en alguien más que no seas tú mismo?- su cara era un cuadro con tintes de incredulidad y puro asco- hipócrita de mierda, ahora te importa que deje sola a Dafne y no te importó sacar el cuchillo entonces. No vayas de papá del torreón porque te tengo calado, payaso. Si me he acercado es porque sé pensar en otras personas que no sea yo, sal de tu burbuja de una puta vez- Eriel notaría tensión y tendría que hacer algo más de esfuerzo para contenerle- que te la llevas ¿eh?- le advirtió- la próxima vez te llevas la hostia.
-Tranqui- hizo el intento de ayudar, cómo iba a saber que instantes después necesitaría que lo calmaran a él.
Le habría gustado secundar a Eriel y ofrecer una invitación amable a Maciel, además de mostrarse como un grupo sólido y sin roces. Pero no era el caso. Cuando creía que el menor de los hermanos había suavizado la situación Barael demostró todo lo contrario. Le resultó tan gratuito que le ardía el estómago y los nudillos se volvieron blancos. Que se dirigiera al torreón como si nada fue lo último.
-No me des la espalda, espabilado- el humano se incorporó como pudo mientras escuchaba a Dafne contestarle a Barael también de malas formas, no necesitaba empujón alguno para decir lo que pensaba pero se aprovechó del impulso- ¿Se puede saber de qué mierda vas?- dijo acercándose, iba a empujarle, pero por suerte su hermano consiguió pararle en seco- ¿Tú alguna vez piensas en alguien más que no seas tú mismo?- su cara era un cuadro con tintes de incredulidad y puro asco- hipócrita de mierda, ahora te importa que deje sola a Dafne y no te importó sacar el cuchillo entonces. No vayas de papá del torreón porque te tengo calado, payaso. Si me he acercado es porque sé pensar en otras personas que no sea yo, sal de tu burbuja de una puta vez- Eriel notaría tensión y tendría que hacer algo más de esfuerzo para contenerle- que te la llevas ¿eh?- le advirtió- la próxima vez te llevas la hostia.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Cicatriz de Arax
19/09/17, 06:01 pm
—No he sido yo el que ha empezado —su réplicaa Eriel sonó casi como un látigo a pesar de su acuerdo parcial con el nublino. Debían irse a Maciel, sí, pero en opinión del carabés también había que dejar clara algunas cosas.
Desde donde estaba examinó visualmente a Hyun, captando varios detalles que en el revuelo anterior no había notado. La sangre seca le hizo fruncir levemente el ceño, preguntándose su origen. En el coreano no había, ni remotamente, ninguna de las particularidades que ya habían notado en los rocavarancoleses con los que se habían cruzado, lo que le hizo reafirmarse en que era un cosechado. Pero si era como ellos o, por el contrario, como Barael, no sabía decirlo.
«Y, cómo no, tenía que saltar él» penso, fulminando al nublino con la mirada. Rádar se pensó qué razón llevaba al manco a hacer parecer que se preocupaba por ellos unas semanas después de amenazarles de muerte.
—No te preocupes, Barael —dijo, con una voz cargada de desprecio—. Ya estás tú en el torreón, un peligro más no va a hacer ninguna diferencia.
Luego se adelantó y dio un pequeño golpe en el hombro al belga. Su voz era más sombría que antes.
—Tay, basta. Y deja de amenazar con pegarle, recuerda que tiene un cuchillo —un escalofrío le recorrió la espalda al pensar en cómo debía convivr con aquello. Fuera real o no la amenaza de Barael, el mero hecho de tener que convivir con alguien que le había amenazado de muerte no dejaba de parecerle la experiencia más aberrante que Rocavarancolia le había obligado a experimentar.
Desde donde estaba examinó visualmente a Hyun, captando varios detalles que en el revuelo anterior no había notado. La sangre seca le hizo fruncir levemente el ceño, preguntándose su origen. En el coreano no había, ni remotamente, ninguna de las particularidades que ya habían notado en los rocavarancoleses con los que se habían cruzado, lo que le hizo reafirmarse en que era un cosechado. Pero si era como ellos o, por el contrario, como Barael, no sabía decirlo.
«Y, cómo no, tenía que saltar él» penso, fulminando al nublino con la mirada. Rádar se pensó qué razón llevaba al manco a hacer parecer que se preocupaba por ellos unas semanas después de amenazarles de muerte.
—No te preocupes, Barael —dijo, con una voz cargada de desprecio—. Ya estás tú en el torreón, un peligro más no va a hacer ninguna diferencia.
Luego se adelantó y dio un pequeño golpe en el hombro al belga. Su voz era más sombría que antes.
—Tay, basta. Y deja de amenazar con pegarle, recuerda que tiene un cuchillo —un escalofrío le recorrió la espalda al pensar en cómo debía convivr con aquello. Fuera real o no la amenaza de Barael, el mero hecho de tener que convivir con alguien que le había amenazado de muerte no dejaba de parecerle la experiencia más aberrante que Rocavarancolia le había obligado a experimentar.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Cicatriz de Arax
19/09/17, 09:44 pm
Ahora que lo veía de cerca Sox reparó en las manchas de sangre en la ropa del muchacho y comprendió por qué Barael había preguntado si estaba herido. Se preguntó qué diablos habría pasado, y la imagen ambigua de verlo asomado al borde de la brecha le hizo vacilar cuando su mente imaginó, contagiada sin duda por la morbidez extrema de aquella ciudad, uno de los peores escenarios.
En conflicto por más de una razón, el carabés se mantuvo meditabundo mientras Eriel reiteraba la oferta de Tay y se percató tarde de que la cosa estaba subiendo de tono. No se lo podía creer. Iban a espantarlo ahí mismo como siguieran con aquello.
Tras el incidente del cuchillo aquellas discusiones ahora le producían un nuevo tipo de desasosiego, y con ello nueva impaciencia porque se cortaran lo antes posible: le recordaban que la fachada de orden social que mantenían podía derrumbarse en cualquier momento si una crisis escalaba lo suficiente. Sox había pensado muchas veces en la responsabilidad que suponía ser libres para cargar armas a cuestas, y su peso parecía redoblarse ahora.
En lugar de hacer que la discusión a tres creciera a cuatro, se dirigió en su lugar al desconocido como había hecho Eriel.
—No es el momento ni el lugar —recordó al resto, antes de hablarle directamente al otro—. Mira, tenemos un techo y comida para al menos hoy si quieres. Esto que oyes suena mal pero somos gente civilizada. No va a llegar a las manos. ¿Te vienes?
En conflicto por más de una razón, el carabés se mantuvo meditabundo mientras Eriel reiteraba la oferta de Tay y se percató tarde de que la cosa estaba subiendo de tono. No se lo podía creer. Iban a espantarlo ahí mismo como siguieran con aquello.
Tras el incidente del cuchillo aquellas discusiones ahora le producían un nuevo tipo de desasosiego, y con ello nueva impaciencia porque se cortaran lo antes posible: le recordaban que la fachada de orden social que mantenían podía derrumbarse en cualquier momento si una crisis escalaba lo suficiente. Sox había pensado muchas veces en la responsabilidad que suponía ser libres para cargar armas a cuestas, y su peso parecía redoblarse ahora.
En lugar de hacer que la discusión a tres creciera a cuatro, se dirigió en su lugar al desconocido como había hecho Eriel.
—No es el momento ni el lugar —recordó al resto, antes de hablarle directamente al otro—. Mira, tenemos un techo y comida para al menos hoy si quieres. Esto que oyes suena mal pero somos gente civilizada. No va a llegar a las manos. ¿Te vienes?
- Kial
Ficha de cosechado
Nombre: Hyun-Su
Especie: Humano
Habilidades: memoria, habilidad mental (acertijos, adivinanzas),astucia.
Re: Cicatriz de Arax
20/09/17, 12:04 am
Sin lugar a dudas el manco era un capullo, y estaba claro que no era la primera vez que tenían problemas. Hyun miraba perplejo como se desarrollaba la escena. En parte le distrajo de su tristeza, pero le dio un nueva preocupación <<¿Con quien me estoy yendo?>>. Sox pareció haberle escuchado y se le acercó a reafirmar el ofrecimiento de Eriel, y aclarar, si había algo que aclarar de ello, lo que estaba ocurriendo. El coreano asintió una vez más, pues seguía siendo mejor que seguir solo. Y suicidarse, aunque sabía que era lo que debió hacer, había demostrado no poder hacerlo. Incapaz de quitarse una vida inútil con un futuro horroroso y sin escapatoria, ni siquiera cuando aquellos a quienes quería murieron en vez de él. <<No>>, apartó su mente del tema, no quería oírse pensar, sabía lo que escucharía. <<Eres un cobarde>>. Hyun se odiaba.
- Reifon
Ficha de cosechado
Nombre: Nery´s
Especie: Frivy
Habilidades: Velocidad, agilidad, resistencia.
Re: Cicatriz de Arax
20/09/17, 01:34 am
-Esperemos que sea así. -Le respondió a Radar.
Paró de andar y se dio la vuelta, ahí estaba, la chulería del belga que no entendía nada. Una mueca de desagrado se tornó en su cara, al menos la parte de esta que aún se movía, ya había confirmado que su abuelo tenía razón pero esto... Desde luego no se lo esperaba. Entonces su hermano apareció para pararle y con ello la mano de Barael se posó por segunda vez aquél día en su estoque. Si le hacía daño...
¿Porque?
Su hermano había saltado voluntariamente a sabiendas porque no quería sangre. ¿No sería acaso pisotear su voluntad? Ser dañado por su propio pie para conseguir algo que quiere debería se halagado y no reñido, concluyó.
Está bien.
Si la cosa no iba a más no haría nada. Su mano estaba alejándose del estoque cuando Rad habló.
-¿Para que quiero una daga cuando ahora tengo el estoque? -No había chulería, ni amenaza, ni odio, otra vez su pregunta iba cargada de mera curiosidad, casi inocente. Y Sox intervino.
-Tienes razón. -Dijo sin más. Y miró a Tay, pensativo. -¿No lo entiendes? -Miró la falta de su mano derecha por un momento, aquella marca se había ido junto con ella. -Sí, no lo entiendes. No intentes decir que sabes cómo soy si no lo entiendes. <<Ni tú ni nadie de aquí lo entenderá, ni siquiera...>> -Imágenes de Per y Brina le vinieron a la cabeza así como de su hermano pequeño, por un momento algo de tristeza se pudo entrever en Barael. Miró al belga fijamente. -No me voy a retractar, mataré a cualquiera que le toque. -No había ninguna duda en su mirada, ningún titubeo en su pulso, ningún error en sus palabras. -Pero... -Comenzó antes de que nadie lo cortase. -Haré todo lo posible para que lleguemos todos vivos a la Luna y también para que sobrevivamos a ella. Creed lo que queráis. -Volvió a darse la vuelta hacía su hogar provisional pero se paró un momento y les habló a todos. -En el torreón cuando estemos cenando anunciare algo. -Y retomó su camino hacia aquella jaula segura.
Sigue en Jardines de la Memoria
Paró de andar y se dio la vuelta, ahí estaba, la chulería del belga que no entendía nada. Una mueca de desagrado se tornó en su cara, al menos la parte de esta que aún se movía, ya había confirmado que su abuelo tenía razón pero esto... Desde luego no se lo esperaba. Entonces su hermano apareció para pararle y con ello la mano de Barael se posó por segunda vez aquél día en su estoque. Si le hacía daño...
¿Porque?
Su hermano había saltado voluntariamente a sabiendas porque no quería sangre. ¿No sería acaso pisotear su voluntad? Ser dañado por su propio pie para conseguir algo que quiere debería se halagado y no reñido, concluyó.
Está bien.
Si la cosa no iba a más no haría nada. Su mano estaba alejándose del estoque cuando Rad habló.
-¿Para que quiero una daga cuando ahora tengo el estoque? -No había chulería, ni amenaza, ni odio, otra vez su pregunta iba cargada de mera curiosidad, casi inocente. Y Sox intervino.
-Tienes razón. -Dijo sin más. Y miró a Tay, pensativo. -¿No lo entiendes? -Miró la falta de su mano derecha por un momento, aquella marca se había ido junto con ella. -Sí, no lo entiendes. No intentes decir que sabes cómo soy si no lo entiendes. <<Ni tú ni nadie de aquí lo entenderá, ni siquiera...>> -Imágenes de Per y Brina le vinieron a la cabeza así como de su hermano pequeño, por un momento algo de tristeza se pudo entrever en Barael. Miró al belga fijamente. -No me voy a retractar, mataré a cualquiera que le toque. -No había ninguna duda en su mirada, ningún titubeo en su pulso, ningún error en sus palabras. -Pero... -Comenzó antes de que nadie lo cortase. -Haré todo lo posible para que lleguemos todos vivos a la Luna y también para que sobrevivamos a ella. Creed lo que queráis. -Volvió a darse la vuelta hacía su hogar provisional pero se paró un momento y les habló a todos. -En el torreón cuando estemos cenando anunciare algo. -Y retomó su camino hacia aquella jaula segura.
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Cicatriz de Arax
20/09/17, 01:58 am
Parecía que todo iba a salir bien, parecía que Eriel había conseguido cortar de raíz la crisis y desde luego el nublino era un ingenuo. A pesar de que no hubo gritos, aparte de los de Tay, el veneno y la tensión que se sentía en el aire eran tan evidentes que el joven sentía escalofríos. Y con la amenaza de su hermano Eriel estalló. No oyó lo que dijo después de eso.
No fue un estallido suave como a los que acostumbraba que eran un río de lágrimas. No, esta vez fue una presa que se resquebrajó y dejó salir un furioso torrente.
-Pero cómo te atreves - le espetó a su hermano encarándose a él.- ¿Tan débil me crees que no puedo defenderme sólo? ¿Cómo te atreves a amenazar a nuestros compañeros? ¿¡Es que estás loco!? - las preguntas eran retóricas, Eriel no quería contestación alguna.
-¿Y a vosotros qué rayos os pasa? - inquirió volviéndose al resto.- Un día, ¿de verdad es pedir tanto un día de tranquilidad? Nos quedan ochenta y cinco aún en ese maldito torreón, aguantándonos unos a otros, ¿tanto es pedir que colaboremos sin amenazarnos unos a otros?
-Se acabó, estoy harto - sentenció mientras se alejaba del grueso del grupo.- Harto de que estar dentro del torreón y fuera no supongan ninguna diferencia, estoy más tenso que la cuerda de mi arco en todo momento. Se acabó, estoy harto de ser de los pocos que intentan mediar en este grupo, matáos unos a otros. Yo me vuelvo al torreón por mi cuenta - les dijo con furia.- A ver si piso otra baldosa y esta vez me quedo sordo de por vida, AL MENOS ASÍ NO OS OIRÉ DISCUTIR.
-Y como alguno intente seguirme le meto una flecha - amenazó sacando su arco y una flecha del carcaj. Si sólo funcionaban con amenazas él no pensaba quedarse atrás.
Eriel necesitaba calmarse, necesitaba una tranquilidad que sabía que no iba a encontrar en el torreón, al menos en la ciudad no sabía que iba a encontrar. Se metió por una calle para alejarse de sus compañeros.
Volvería al torreón claro, pero antes necesitaba pensar.
No fue un estallido suave como a los que acostumbraba que eran un río de lágrimas. No, esta vez fue una presa que se resquebrajó y dejó salir un furioso torrente.
-Pero cómo te atreves - le espetó a su hermano encarándose a él.- ¿Tan débil me crees que no puedo defenderme sólo? ¿Cómo te atreves a amenazar a nuestros compañeros? ¿¡Es que estás loco!? - las preguntas eran retóricas, Eriel no quería contestación alguna.
-¿Y a vosotros qué rayos os pasa? - inquirió volviéndose al resto.- Un día, ¿de verdad es pedir tanto un día de tranquilidad? Nos quedan ochenta y cinco aún en ese maldito torreón, aguantándonos unos a otros, ¿tanto es pedir que colaboremos sin amenazarnos unos a otros?
-Se acabó, estoy harto - sentenció mientras se alejaba del grueso del grupo.- Harto de que estar dentro del torreón y fuera no supongan ninguna diferencia, estoy más tenso que la cuerda de mi arco en todo momento. Se acabó, estoy harto de ser de los pocos que intentan mediar en este grupo, matáos unos a otros. Yo me vuelvo al torreón por mi cuenta - les dijo con furia.- A ver si piso otra baldosa y esta vez me quedo sordo de por vida, AL MENOS ASÍ NO OS OIRÉ DISCUTIR.
-Y como alguno intente seguirme le meto una flecha - amenazó sacando su arco y una flecha del carcaj. Si sólo funcionaban con amenazas él no pensaba quedarse atrás.
Eriel necesitaba calmarse, necesitaba una tranquilidad que sabía que no iba a encontrar en el torreón, al menos en la ciudad no sabía que iba a encontrar. Se metió por una calle para alejarse de sus compañeros.
Volvería al torreón claro, pero antes necesitaba pensar.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :
● Dirke/Ramas.
● Giz.
● Tap/Malahierba.
●Lara 37/Saria Omen.
● Rasqa: parqio transformado en moloch.
● Eitne.
Heridas/enfermedades : Eitne: le falta la pierna derecha de rodilla para abajo.
Status : Es complicado.
Humor : La gracia de dios.
Re: Cicatriz de Arax
20/09/17, 02:09 am
Sumido en sus pensamientos, el camino que toma Eriel dista de llevarle a Maciel. El nublino cruzará las calles en dirección a un barrio bien conocido para él, el mismo barrio en el que le atacaron las hienas. Para cuando se dé cuenta de que se ha desviado, será consciente de la leve intuición que le mueve. Una pulsión que no sabe de dónde nace y que le llena el pecho de cosquillas. Una pulsión que le pide que se aleje del camino inicial.
Eriel continúa en el Barrio de los Mil Dioses.
Eriel continúa en el Barrio de los Mil Dioses.
No llores por no poder ver tu pierna,
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
las lágrimas te impedirán ver los cadáveres de tus amigos.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Cicatriz de Arax
20/09/17, 04:36 pm
Sox actuó como la voz de la razón, aunque Rad no se tranquilizó, o no del todo. Cada vez que Barael entraba en su caso de visión o abría la boca le quedaba más claro que deberían hacer algo con él, pero cualquier posible solución le desagradaba.
Y entonces el nublino volvió a hablar y la poca calma que el tipo E había acumulado tras las palabras de su compatriota saltaron por los aires. De haber podido matar a alguien con su mirada Barael habría sido reducido a cenizas allí mismo, pero dado que aquello era imposible Rádar se limitó a avanzar un paso, con una expresión rabiosa en su cara. Sus uñas se clavaron en su mano, en un intento de evitar el paso al comportamiento incivilizado.
—Inténtalo —gruñó—. Inténtalo y te juro por mi vida que te tiraré de cabeza a esa fosa de huesos. Y antes recuerda que soy más grande, más fuerte y mejor luchador que tú —su voz era peligrosa. Rad dijo aquellas palabras no de una forma chulesca, sino como una amenaza en toda regla, a pesar de que en lo más escondido de su foro interno, en su subsconciente, el carabés no estaba seguro de que realmente pudiera hacer aquello.
La siguiente novedad la aportó el otro nublino, regañando al grupo entero como si la culpa no fuera del hipócrita psicópata al que tenía como hermano. Rad no dijo nada, pero sí contempló como ambos se alejaban, el manco intentando seguir al más joven.
El carabés pensó fue en lo mucho que facilitaría la vida de todos que alguna bestia de la ciudad matara a Barael. Al instante se sintió monstruoso por aquel pensamiento, casi contaminado por la naturaleza de Rocavarancolia. La expresión con la que miraba hacia el ya lejano Barael se deshizo, con la rabia sustituida por culpa. Y, a pesar de aquel sentimiento, sabía que tenía razón.
Sigue en el Torreón Maciel.
Y entonces el nublino volvió a hablar y la poca calma que el tipo E había acumulado tras las palabras de su compatriota saltaron por los aires. De haber podido matar a alguien con su mirada Barael habría sido reducido a cenizas allí mismo, pero dado que aquello era imposible Rádar se limitó a avanzar un paso, con una expresión rabiosa en su cara. Sus uñas se clavaron en su mano, en un intento de evitar el paso al comportamiento incivilizado.
—Inténtalo —gruñó—. Inténtalo y te juro por mi vida que te tiraré de cabeza a esa fosa de huesos. Y antes recuerda que soy más grande, más fuerte y mejor luchador que tú —su voz era peligrosa. Rad dijo aquellas palabras no de una forma chulesca, sino como una amenaza en toda regla, a pesar de que en lo más escondido de su foro interno, en su subsconciente, el carabés no estaba seguro de que realmente pudiera hacer aquello.
La siguiente novedad la aportó el otro nublino, regañando al grupo entero como si la culpa no fuera del hipócrita psicópata al que tenía como hermano. Rad no dijo nada, pero sí contempló como ambos se alejaban, el manco intentando seguir al más joven.
El carabés pensó fue en lo mucho que facilitaría la vida de todos que alguna bestia de la ciudad matara a Barael. Al instante se sintió monstruoso por aquel pensamiento, casi contaminado por la naturaleza de Rocavarancolia. La expresión con la que miraba hacia el ya lejano Barael se deshizo, con la rabia sustituida por culpa. Y, a pesar de aquel sentimiento, sabía que tenía razón.
Sigue en el Torreón Maciel.
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de luchaPersonajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Cicatriz de Arax
24/07/18, 01:04 pm
Hiss se había deslizado de sus compañeros en un momento en el que no miraban. La humana ya no podía seguir con ellos, no cuando los monstruosos instintos que habían provocado la muerte de Mike seguían presentes, y más fuertes a cada día que pasaba. Y, por encima de todo, no soportaba que pudieran descubrirla en cualquier momento. Vivir en aquel torreón se había convertido en una tensión insufrible.
Ahora vagaba, con hambre, por las ruinas de Rocavarancolia. Sabía qué necesitaba, sabía cómo aplacar la necesidad primaria de cualquier animal, pero era incapaz de saber cómo encontrarla. Planeaba quedarse por la zona, sin embargo, en algún lugar que pareciera seguro, e intentar robar cestas de comida de alguna de las bañeras a la que los letarguinos no iban.
Un ruido a su espalda le hizo darse la vuelta, con el corazón en un puño, aunque la criatura que la miraba no parecía especialmente peligrosa. Era un reptil del tamaño de un gato, aunque las líneas de la mandíbula recordaban con fuerza a los perros. Sus patas nacían de la parte inferior del tronco, como en los mamíferos, no de los lados.
La humana suspiró, con recelo, aunque no con miedo. El ser parecía ser demasiado pequeño para hacerle demasiaod daño, y además su miraba parecía más curiosa que otra cosa.
Y si ella misma era un monstruo, ¿debía temer a los monstruos de aquella ciudad?
—Hola, pequeño, ¿te has perdido? —su susurro apenas fue oíble. Se acuclilló allí, pensando en que quizás la carne de aquella fusión de perro y lagarto podía alimentarla. El ser, entre tanto, la olisqueaba con abierta alegría.
Y, antes de que pudiera darse cuenta de qué pasaba, le arrancó media mano de un mordisco.
La humana aulló de dolor, rabia y sorpresa. Con mayor velocidad de la que el reptil esperaba se levantó y le dio una fuerte patada que lo hizo chocar contra una pared, al lado de la puerta de una de aquellas casas medio en ruinas. Luego le arrojó una piedra, que le rompió la cabeza antes de que el animal pudiera moverse.
Hiss se quedó llorando de puro dolor e impotencia allí, sin atreverse a mirar el medio muñón en el que era su mano derecha. Luego avanzó hacia aquel ser, pensando que, al menos, quizás podría aplacar el hambre con su carne.
Estaba a unos pocos pasos cuando empezó a vislumbrar lo que había en aquella casa. Y, al ver aquello, su cuerpo se congeló, presa del terror.
Allí dentro había otro perro-reptil. Detrás había otro más. Y varios más más al fondo. Y todos, sin excepción, la miraban con tanta rabia como podía expresar un animal social al asesino de un miembro de su manada.
La humana, en esta ocasión, no tardó en gritar y huir. Tampoco los perros-reptiles tardaron en perseguirla, soltando rabiosos sonidos que estaban a medio camino entre el rugido y el gruñido.
Al girar por una esquina la humana se encontraría con la fosa de huesos. El alivio la embargó, pensando en que podría cruzarla y luego tirar la tabla, impidiendo a los reptiles seguir persiguiéndola.
Por desgracia para ella aquello no sucedería. El más cercano saltaría y se aferraría a sus hombros., mordiendo el cuello. El momento necesario para intentar quitárselo de encima fue suficiente para que el resto de animales la alcanzara.
No tardarían mucho en devorarla por completo. Pronto, muy pronto, allí no quedaría más que un puñado de huesos roídos: algunas costillas, así como los más largos y los más pequeños. Aquí y allí también quedaban partes de su pelo y su ropa, destrozada pero en suficiente buen estado para saber a quién pertenecían aquellos restos.
Ahora vagaba, con hambre, por las ruinas de Rocavarancolia. Sabía qué necesitaba, sabía cómo aplacar la necesidad primaria de cualquier animal, pero era incapaz de saber cómo encontrarla. Planeaba quedarse por la zona, sin embargo, en algún lugar que pareciera seguro, e intentar robar cestas de comida de alguna de las bañeras a la que los letarguinos no iban.
Un ruido a su espalda le hizo darse la vuelta, con el corazón en un puño, aunque la criatura que la miraba no parecía especialmente peligrosa. Era un reptil del tamaño de un gato, aunque las líneas de la mandíbula recordaban con fuerza a los perros. Sus patas nacían de la parte inferior del tronco, como en los mamíferos, no de los lados.
La humana suspiró, con recelo, aunque no con miedo. El ser parecía ser demasiado pequeño para hacerle demasiaod daño, y además su miraba parecía más curiosa que otra cosa.
Y si ella misma era un monstruo, ¿debía temer a los monstruos de aquella ciudad?
—Hola, pequeño, ¿te has perdido? —su susurro apenas fue oíble. Se acuclilló allí, pensando en que quizás la carne de aquella fusión de perro y lagarto podía alimentarla. El ser, entre tanto, la olisqueaba con abierta alegría.
Y, antes de que pudiera darse cuenta de qué pasaba, le arrancó media mano de un mordisco.
La humana aulló de dolor, rabia y sorpresa. Con mayor velocidad de la que el reptil esperaba se levantó y le dio una fuerte patada que lo hizo chocar contra una pared, al lado de la puerta de una de aquellas casas medio en ruinas. Luego le arrojó una piedra, que le rompió la cabeza antes de que el animal pudiera moverse.
Hiss se quedó llorando de puro dolor e impotencia allí, sin atreverse a mirar el medio muñón en el que era su mano derecha. Luego avanzó hacia aquel ser, pensando que, al menos, quizás podría aplacar el hambre con su carne.
Estaba a unos pocos pasos cuando empezó a vislumbrar lo que había en aquella casa. Y, al ver aquello, su cuerpo se congeló, presa del terror.
Allí dentro había otro perro-reptil. Detrás había otro más. Y varios más más al fondo. Y todos, sin excepción, la miraban con tanta rabia como podía expresar un animal social al asesino de un miembro de su manada.
La humana, en esta ocasión, no tardó en gritar y huir. Tampoco los perros-reptiles tardaron en perseguirla, soltando rabiosos sonidos que estaban a medio camino entre el rugido y el gruñido.
Al girar por una esquina la humana se encontraría con la fosa de huesos. El alivio la embargó, pensando en que podría cruzarla y luego tirar la tabla, impidiendo a los reptiles seguir persiguiéndola.
Por desgracia para ella aquello no sucedería. El más cercano saltaría y se aferraría a sus hombros., mordiendo el cuello. El momento necesario para intentar quitárselo de encima fue suficiente para que el resto de animales la alcanzara.
No tardarían mucho en devorarla por completo. Pronto, muy pronto, allí no quedaría más que un puñado de huesos roídos: algunas costillas, así como los más largos y los más pequeños. Aquí y allí también quedaban partes de su pelo y su ropa, destrozada pero en suficiente buen estado para saber a quién pertenecían aquellos restos.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Cicatriz de Arax
28/07/18, 07:48 pm
Adru había mirado a Guille con expresión dubitativa pero no le dio ni tiempo a pedir la opinión de Pelusa o Rena, porque ambas echaron la bronca al niño de forma bastante efusiva que incluso la sinhadre se sintió como si hubiese sido ella la que había cometido el error. No puso ninguna pega cuando se dijo de abandonar aquel lugar: estaba claro que allí no estaba Hiss y Neil decía que ya no notaba nada. Le tendría que preguntar a su aurva más tarde por detalles de lo que había sentido, pero en ese momento había algo más urgente de lo que ocuparse.
El grupo decidió desandar el camino. Encontrar el otro torreón ya no ocupaba siquiera la cabeza de la sinhadre: no podían perder a Hiss también. Era inevitable pensar en la desaparición de Hyun, al que no habían vuelto a ver nunca más y que por lo que sabía lo habían perdido de vista de una forma no muy distinta a como habían perdido ellos en ese momento a la humana. Pero no quería pensar en eso, a lo mejor Hiss se había despistado y se quedó quieta hasta que volviesen a buscarla. No era tonta. Sí, tenía que ser eso.
Llegaron de nuevo hasta el borde de la brecha de huesos. Al principio no vio nada y no supo si primero lo vio con sus propios ojos o porque alguien lo señaló de algún modo, porque permaneció paralizada varios segundos cuando se dio cuenta de lo que tenía delante. Varios restos de huesos, algo que abundaba en aquella zona aunque no en la parte de arriba… Pero no había solo eso. Pelos largos, negros. Como los de Hiss. Retazos de tela. De una camiseta, probablemente. Del mismo color que la que llevaba Hiss aquella mañana.
—¡Hi… Hiss! —Llamó alzando la voz.
La humana tenía que encontrarse por allí. A lo mejor estaba herida y algo había rasgado parte de su ropa y su pelo… A lo mejor… Los huesos eran…
Una vez más sus ojos se anegaron en lágrimas sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Una vez más sabía que solo trataba de buscar excusas para negar la evidencia ante sus ojos.
—Hiss…
Pronunció una vez más el nombre de la humana con la voz ahogada. Impotencia, culpa, rabia. No sabía qué hacer con ninguna de ellas.
El grupo decidió desandar el camino. Encontrar el otro torreón ya no ocupaba siquiera la cabeza de la sinhadre: no podían perder a Hiss también. Era inevitable pensar en la desaparición de Hyun, al que no habían vuelto a ver nunca más y que por lo que sabía lo habían perdido de vista de una forma no muy distinta a como habían perdido ellos en ese momento a la humana. Pero no quería pensar en eso, a lo mejor Hiss se había despistado y se quedó quieta hasta que volviesen a buscarla. No era tonta. Sí, tenía que ser eso.
Llegaron de nuevo hasta el borde de la brecha de huesos. Al principio no vio nada y no supo si primero lo vio con sus propios ojos o porque alguien lo señaló de algún modo, porque permaneció paralizada varios segundos cuando se dio cuenta de lo que tenía delante. Varios restos de huesos, algo que abundaba en aquella zona aunque no en la parte de arriba… Pero no había solo eso. Pelos largos, negros. Como los de Hiss. Retazos de tela. De una camiseta, probablemente. Del mismo color que la que llevaba Hiss aquella mañana.
—¡Hi… Hiss! —Llamó alzando la voz.
La humana tenía que encontrarse por allí. A lo mejor estaba herida y algo había rasgado parte de su ropa y su pelo… A lo mejor… Los huesos eran…
Una vez más sus ojos se anegaron en lágrimas sin que pudiera hacer nada por evitarlo. Una vez más sabía que solo trataba de buscar excusas para negar la evidencia ante sus ojos.
—Hiss…
Pronunció una vez más el nombre de la humana con la voz ahogada. Impotencia, culpa, rabia. No sabía qué hacer con ninguna de ellas.
- InvitadoInvitado
Re: Cicatriz de Arax
29/07/18, 01:13 am
Todos salieron sin rechistar y Rena pudo respirar aliviada (solo por un momento). Asintió ante la propuesta de Zob y el grupo se puso en marcha con la esperanza de encontrar a su compañera.
Por el camino a Rena le vinieron los remordimientos. Por muy enfadada que estuviera no tenía derecho a reaccionar así. Le pidió disculpas a Guille por la colleja, explicándole el miedo que tenía de que les pasase algo. No dijo nada más, a pesar de que tenía muchas ganas de hacerle preguntas a Neil sobre lo que le había llevado al templo. Ya se las haria cuando encontrasen a Hiss.
Llegaron a la cicatriz y ni rastro de la terrícola. Aún con la preocupación en el cuerpo Rena maldijo mentalmente la manía de los humanos de desaparecer de pronto sin dejar rastro. Pero esta vez sería un poco distinto, porque Adru sí encontró un rastro.
Rena corrió detrás de la sinhadre solo para detenerse en seco a un par de pasos de ella. Lo primero que hizo fue buscar desesperadamente cualquier indicio que le confirmara que esa masa de huesos carcomidos no era Hiss, sin embargo fue imposible. Era ella. Apretó ‘los dientes y tomó aire intentando contener el llanto. Había fracasado una vez más, por un descuido estúpido. ¿Y ahora qué? ¿Qué iban a hacer con ella? La irrense no se encontraba en condiciones de tomar esa decisión. Rodeó los hombros de Adru con un brazo y puso el otro para evitar que ni Neil ni Guillermo se acercasen.
¿Qué cojones hacían ahora?
Por el camino a Rena le vinieron los remordimientos. Por muy enfadada que estuviera no tenía derecho a reaccionar así. Le pidió disculpas a Guille por la colleja, explicándole el miedo que tenía de que les pasase algo. No dijo nada más, a pesar de que tenía muchas ganas de hacerle preguntas a Neil sobre lo que le había llevado al templo. Ya se las haria cuando encontrasen a Hiss.
Llegaron a la cicatriz y ni rastro de la terrícola. Aún con la preocupación en el cuerpo Rena maldijo mentalmente la manía de los humanos de desaparecer de pronto sin dejar rastro. Pero esta vez sería un poco distinto, porque Adru sí encontró un rastro.
Rena corrió detrás de la sinhadre solo para detenerse en seco a un par de pasos de ella. Lo primero que hizo fue buscar desesperadamente cualquier indicio que le confirmara que esa masa de huesos carcomidos no era Hiss, sin embargo fue imposible. Era ella. Apretó ‘los dientes y tomó aire intentando contener el llanto. Había fracasado una vez más, por un descuido estúpido. ¿Y ahora qué? ¿Qué iban a hacer con ella? La irrense no se encontraba en condiciones de tomar esa decisión. Rodeó los hombros de Adru con un brazo y puso el otro para evitar que ni Neil ni Guillermo se acercasen.
¿Qué cojones hacían ahora?
- Cuervo
Ficha de cosechado
Nombre: Sarah
Especie: Humana
Habilidades: Intuición, inmutabilidad y rapidez mental
Personajes : ·Guillermo: Humano Brujo de las Pendicularia
·Sarah: Humana y enterradora
Armas : ·Guillermo: ¿El poder de la amistad? y manos.
·Sarah: Lanza y pala
Re: Cicatriz de Arax
29/07/18, 12:29 pm
Antes de que la capitana pudiera contestar, Pam y Rena le hicieron ver su error, llevaba desde que habia llegado a Rocavarrancolia sin preocuparse, sin mirar donde pisaba, confiando, pero necesitaba buscar cosas buenos ahí también, que hubiera cosas buenas en Rocavarancolia era su gran esperanza, si no esta ciudad no tendria sentido.
Devolvió los muñecos a su sitio mientras les despedida con un "hasta luego camaradas" , y dirigiéndose a Rena y Pam
-Lo siento-dijo mirando hacia abajo.
Parecía que sus compañeros ya tenian suficiente de esa iglesia, no habian encontrado a Hiss, y no habia rastro de ella, Guillermo les iba siguiendo mientras miraba a los lados para ver si encontraba algun rastro. Llegaron hasta la horrible fosa de huesos que Guillermo se habia encontrado en el primer dia en la ciudad. Parecía que se encontraban en un callejon sin salida, podria haberse ido en cualquier dirección. Guille respondió a Rena diciendo que no pasaba nada, que era culpa de él mismo ya que habia veces que se dejaba llevar demasiado.
-A lo mejor se fue ella sola y ahora esta con Hyun, en algun sitio a salvo?- murmuro intentado convencerse.
A la reacción de Adru, Guillermo pudo ver en el suelo parte de su ropa, levantandola del suelo dijo:
-Esto es de la ropa de Hiss- constató completamente asustado, y al ver los ojos de Adru llenos se lagrimas, Guillermo no sabia que hacer. ¿Que habia pasado? Hiss estaba hace un segundo a sus lado y no habia visto nada.- ¿Que ha pasado Capitana?- dijo Guille con la voz completamente asustada y rasgada.
Devolvió los muñecos a su sitio mientras les despedida con un "hasta luego camaradas" , y dirigiéndose a Rena y Pam
-Lo siento-dijo mirando hacia abajo.
Parecía que sus compañeros ya tenian suficiente de esa iglesia, no habian encontrado a Hiss, y no habia rastro de ella, Guillermo les iba siguiendo mientras miraba a los lados para ver si encontraba algun rastro. Llegaron hasta la horrible fosa de huesos que Guillermo se habia encontrado en el primer dia en la ciudad. Parecía que se encontraban en un callejon sin salida, podria haberse ido en cualquier dirección. Guille respondió a Rena diciendo que no pasaba nada, que era culpa de él mismo ya que habia veces que se dejaba llevar demasiado.
-A lo mejor se fue ella sola y ahora esta con Hyun, en algun sitio a salvo?- murmuro intentado convencerse.
A la reacción de Adru, Guillermo pudo ver en el suelo parte de su ropa, levantandola del suelo dijo:
-Esto es de la ropa de Hiss- constató completamente asustado, y al ver los ojos de Adru llenos se lagrimas, Guillermo no sabia que hacer. ¿Que habia pasado? Hiss estaba hace un segundo a sus lado y no habia visto nada.- ¿Que ha pasado Capitana?- dijo Guille con la voz completamente asustada y rasgada.
- ☽◯☾:
BRUJA 1.ªHabla.BRUJA 2.ªPregúntanos.BRUJA 3.ªÁ todo te responderemos.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Cicatriz de Arax
29/07/18, 04:19 pm
No había mucho mas que hacer en esa casa, Hiss no estaba, la casa daba mal rollo y ya tenia la imagen d ellos hechizos en el brazo de Rena, solo quedaba volver y ver si Hiss había decidido volver al torreón por su cuenta. Y si, tal vez lo hubiese intentando, ¿quien sabe? Pero jamas llegó a atravesar siquiera el puente.
Adru fue la primera en verlo y cuando Pam se acerco, sintió como si desapareciera todo el aire de sus pulmones. Sus ojos temblorosos observaron cada detalle frente a ella, la ropa inconfundible, los huesos. <<¿Eso...es...Hiss?>> su mente aun intentaba procesar como podría ser eso posible, como podría haber acabado en ese estado en tan poco tiempo. Nerviosa miro alrededor como si en cualquier momento lo que fuese que le hubiese hecho eso a la humana en tan corto tiempo fuese a saltar sobre ellos de la nada para repetir el proceso. La voz de Guille la saco de su inspección nerviosa,viendo sus ojos temblorosos al sostener un trozo de la camiseta dela humana.
Pam sentía la garganta seca y los ojos húmedos, respirando con dificultad intentando calmarla ansiedad que empezaba a embargarla. << Ha sido muy rápido...muy rápido, ¿que puede hacer esto...así? ¿por qué te alejaste Hiss? ¿por qué lo hiciste? ¡Estúpida, estúpida, estúpida! Miera...otra vez no...ya no mas. Esto...es mi culpa, yo dije que saliéramos... >> la mona del hueso pensaba toda velocidad preguntas e insultos mientras se mordisqueaba los labios con nerviosismo.
Titubeante se acerco a los huesos de la humana casi sin ver a Guille que preguntaba algo que hasta el debería ya saber, las lagrimas de Adru, los intentos de Rena por ser el soporte de todos lo decían a a gritos. Dudosa, tomo uno de llos huesos, sintiendo como la arcada recorría su esófago ante la aterradora sensación, el ser consciente que esos huesos pertenecían hasta hacia poco a una persona viva. Por poco lo soltó de golpe,aterrada, asqueada, pero conteniendo el aliento y apretando los diente no permitió que las temblorosas manos dejaran caer esa parte de Hiss. Respiro hondo, mirando de cerca el hueso en sus manos, una de las costillas,viendo en estos la marcas de haber sido mordisqueados. Su cuerpo se estremeció. <<¿Que clase de criatura...pudo hacer esto tan rápido?>>
-Algo...algo le ataco y debió ser muy rápido...- no supo como continuar, como poner en palabras que llegar a ese estado en tan poco tiempo era demasiado aterrador-...tenemos que irnos de aquí, puede que siga por aquí cerca - dijo Pam hablando nerviosamente conteniendo las repulsa mientras tomaba los huesos esparcidos por el suelo entre sus pequeños brazos todo lo rápido que pudo. Echó en falta el cráneo apenas empezó a recogerlos pero intentó no pensar en que podría haber pasado con este o no seria capaz de seguir recogiendo los restos de Hiss sin ponerse a llorar. Ella había dicho que salieran, ella había contribuido a la muerte de Hiss, no podía sacarse ese pensamiento de la cabeza.
No tenia intención de dejarla ahí, esos huesos eran Hiss, eran ella, no podía dejarla simplemente tiradas por el suelo como si fuesen basura.
Adru fue la primera en verlo y cuando Pam se acerco, sintió como si desapareciera todo el aire de sus pulmones. Sus ojos temblorosos observaron cada detalle frente a ella, la ropa inconfundible, los huesos. <<¿Eso...es...Hiss?>> su mente aun intentaba procesar como podría ser eso posible, como podría haber acabado en ese estado en tan poco tiempo. Nerviosa miro alrededor como si en cualquier momento lo que fuese que le hubiese hecho eso a la humana en tan corto tiempo fuese a saltar sobre ellos de la nada para repetir el proceso. La voz de Guille la saco de su inspección nerviosa,viendo sus ojos temblorosos al sostener un trozo de la camiseta dela humana.
Pam sentía la garganta seca y los ojos húmedos, respirando con dificultad intentando calmarla ansiedad que empezaba a embargarla. << Ha sido muy rápido...muy rápido, ¿que puede hacer esto...así? ¿por qué te alejaste Hiss? ¿por qué lo hiciste? ¡Estúpida, estúpida, estúpida! Miera...otra vez no...ya no mas. Esto...es mi culpa, yo dije que saliéramos... >> la mona del hueso pensaba toda velocidad preguntas e insultos mientras se mordisqueaba los labios con nerviosismo.
Titubeante se acerco a los huesos de la humana casi sin ver a Guille que preguntaba algo que hasta el debería ya saber, las lagrimas de Adru, los intentos de Rena por ser el soporte de todos lo decían a a gritos. Dudosa, tomo uno de llos huesos, sintiendo como la arcada recorría su esófago ante la aterradora sensación, el ser consciente que esos huesos pertenecían hasta hacia poco a una persona viva. Por poco lo soltó de golpe,aterrada, asqueada, pero conteniendo el aliento y apretando los diente no permitió que las temblorosas manos dejaran caer esa parte de Hiss. Respiro hondo, mirando de cerca el hueso en sus manos, una de las costillas,viendo en estos la marcas de haber sido mordisqueados. Su cuerpo se estremeció. <<¿Que clase de criatura...pudo hacer esto tan rápido?>>
-Algo...algo le ataco y debió ser muy rápido...- no supo como continuar, como poner en palabras que llegar a ese estado en tan poco tiempo era demasiado aterrador-...tenemos que irnos de aquí, puede que siga por aquí cerca - dijo Pam hablando nerviosamente conteniendo las repulsa mientras tomaba los huesos esparcidos por el suelo entre sus pequeños brazos todo lo rápido que pudo. Echó en falta el cráneo apenas empezó a recogerlos pero intentó no pensar en que podría haber pasado con este o no seria capaz de seguir recogiendo los restos de Hiss sin ponerse a llorar. Ella había dicho que salieran, ella había contribuido a la muerte de Hiss, no podía sacarse ese pensamiento de la cabeza.
No tenia intención de dejarla ahí, esos huesos eran Hiss, eran ella, no podía dejarla simplemente tiradas por el suelo como si fuesen basura.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Cicatriz de Arax
30/07/18, 12:35 am
Neil todavía seguía confundido por lo que le había ocurrido cuando Pam le preguntó si había notado algo más. El aurva negó con la cabeza, sin querer decir nada porque se sentía mal el haberles guiado a ninguna parte y que ellos creyeran que era porque había sentido a Hiss. No es que hubiera sentido a Hiss, había sentido algo, sin saber qué era. Por lo que él sabía podía haber sido Hiss tanto como podía no haberlo sido.
El sinhadre se asustó levemente cuando Rena le echó la bronca a Guille por llevarse los muñecos, sorprendido por el grito más que porque no estuviera de acuerdo, pero se alegró cuando la irrense le hizo fotos a los pergaminos a pesar de que les había hecho dejarlos. Él tampoco era fan de llevarse cosas de un sitio tan siniestro, pero aquellos hechizos eran interesantes y no le hubiera gustado no poder aprenderlos.
Por suerte para ellos, no se perdieron en el camino de vuelta y no tardaron en volver a encontrarse con aquel socavón lleno de huesos que cruzaba la ciudad.
Cuando vio los huesos y reconoció aquella ropa como la de Hiss, Neil jadeó aterrorizado y las lágrimas comenzaron a cubrirle los ojos. ¿Y sí la sensación que había tenido era una trampa? ¿Y si algo le había manipulado para que no buscaran a Hiss y esta muriera sola? ¿Qué horrible bicho podría haberle hecho eso?
Llorando, Neil miró alarmado como Pam comenzaba a recoger los huesos de la humana, queriendo gritarle que no lo hiciera. Neil entendía lo que la mona pretendía. Hiss se merecía un entierro digno tanto como ellos pudieran dárselo, pero la idea de ir por la ciudad con aquellos huesos aterrorizaba al aurva. Era tan parecidos a los que habían encontrado en aquel oscuro lugar, a los que había en el socavón.
"Rocavarancolia es una ciudad llena de misterios y sorpresas, como un acertijo complicado y excitante."
- Lathspell
Ficha de cosechado
Nombre: Kyllikki Paasikoski
Especie: Humana
Habilidades: Buena menoria, muy buena, lealtad, y facilidad para los idiomas.Personajes : Zobriel: Nublino transformado en Basilisco
Kyllikki: Humana cosechada.
Armas : Zobriel: Malicioso, Colmillo veneno, Cuchillada, Cola veneno
Kyllikki: Elataquedelasmilteoriascientificasypseudocientificasmasinutildetodoslostiempos
Status : Disponible para cualquier debate ilógico
Humor : Culpable de dibujar horrible y hacer chistes peores aun
Re: Cicatriz de Arax
30/07/18, 02:53 pm
El regreso estaba siendo rápido, los nervios de Zobriel no paraban de obligarle a mirar a los costados. Hiss no estaba por ningún lado, nada los había atacado y el nublino no sabía si sentirse bien o mal. Normalmente hubieran buscado un poco mas por alguna casa semidestruida pero los nervios de todos estaban a flor de piel. Nervios que se rompieron cuando encontraron.....a Hiss
Las lagrimas en los ojos de todos de todos parecían secar las suyas. Al viejo Zobriel de Nubla no le costaba llorar ni decirles a sus primos y hermanos que los quería. Era un chico tan normal como otros, incluso demasiado normal e insignificante según su abuela. Pero la clase de cosas que les pasaban allí superaba por mucho lo que él era capaz de asimilar y expresar. Hubo noches que se sentía mal consigo mismo por aquello, pero ahora allí, frente a lo que a todas luces era lo que quedaba de su amiga, Zob no podía llorar ni gritar. Muchísimo menos después de la pregunta de Guille. La inocencia del humano lo hizo caminar y tomarlo de la mano para avanzar un poco mas con paso rápido mirando al frente.
- G-guille ven.....d-dejemos que la capitana y los demás.....decidan...es p-peligroso quedarnos fuera tanto tiempo....ayúdame..a vigilar las calles... - La angustia le secaba la garganta y lo obligaba a concentrarse en cada palabra. Se quedo con el pequeño humano a unos cuantos metros de donde estaban los demás, los miro aferrándose al arco y a la pequeña mano de Guille esperando hicieran algo.
Todos tenían razón,¡maldita sea! Pam tenia razón con que aquel lugar era peligroso aun, Adru tenia razón en llorar porque Hiss no se merecía eso, hasta la maldita ciudad ruinosa parecía tener razón, porque ya les había mostrado antes lo que pasaba allí sin distinguir si lo merecían o no. - No te separes....y si ves que algo se mueve, a-avísame rápido Guille... tenemos que cubrirlas.. - Dijo el nublino volviendo a mirar alrededor. En su cabeza se mezclaba el temor, la responsabilidad, y el hecho de escapar a ser "mayor" por un instante y no tener que decidir que harían con lo que quedaba de la humana.
Las lagrimas en los ojos de todos de todos parecían secar las suyas. Al viejo Zobriel de Nubla no le costaba llorar ni decirles a sus primos y hermanos que los quería. Era un chico tan normal como otros, incluso demasiado normal e insignificante según su abuela. Pero la clase de cosas que les pasaban allí superaba por mucho lo que él era capaz de asimilar y expresar. Hubo noches que se sentía mal consigo mismo por aquello, pero ahora allí, frente a lo que a todas luces era lo que quedaba de su amiga, Zob no podía llorar ni gritar. Muchísimo menos después de la pregunta de Guille. La inocencia del humano lo hizo caminar y tomarlo de la mano para avanzar un poco mas con paso rápido mirando al frente.
- G-guille ven.....d-dejemos que la capitana y los demás.....decidan...es p-peligroso quedarnos fuera tanto tiempo....ayúdame..a vigilar las calles... - La angustia le secaba la garganta y lo obligaba a concentrarse en cada palabra. Se quedo con el pequeño humano a unos cuantos metros de donde estaban los demás, los miro aferrándose al arco y a la pequeña mano de Guille esperando hicieran algo.
Todos tenían razón,¡maldita sea! Pam tenia razón con que aquel lugar era peligroso aun, Adru tenia razón en llorar porque Hiss no se merecía eso, hasta la maldita ciudad ruinosa parecía tener razón, porque ya les había mostrado antes lo que pasaba allí sin distinguir si lo merecían o no. - No te separes....y si ves que algo se mueve, a-avísame rápido Guille... tenemos que cubrirlas.. - Dijo el nublino volviendo a mirar alrededor. En su cabeza se mezclaba el temor, la responsabilidad, y el hecho de escapar a ser "mayor" por un instante y no tener que decidir que harían con lo que quedaba de la humana.
El Odio es por mucho el placer mas duradero. El hombre Ama con prisas, pero llega a Odiar con mucha calma.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Cicatriz de Arax
30/07/18, 03:20 pm
Sentir el contacto de Rena le hizo sollozar con más fuerza y se abrazó a la irrense, enterrando la cara en su camiseta, que pronto se mojaría con las lágrimas de la niña. Se apartó de Rena con cuidado, mirándole a los ojos con el rostro compungido y los ojos hinchados por el llanto. Después pasó a abrazar a Neil, que también lloraba.
—No lo sé, Guille… —respondió de forma ausente a la pregunta del pequeño—. No lo… entiendo…
Por suerte para ella, Zob se llevó al humano aparte, porque no sabía qué responderle. Parecía que algo hubiese atacado a Hiss, alguna criatura muy peligrosa (¿la misma que lo había hecho con Mike en el torreón?) pero no quería poner en palabras el suceso horrible que se estaba imaginando. No entendía cómo no se habían dado cuenta de la falta de la humana hasta tanto tiempo después. ¿O se habría dado la vuelta desde el barrio donde estaba la iglesia? ¿Pero por qúe? La edeel no dejaba de hacerse preguntas que ocupasen su mente en intentar dar respuesta a los enigmas en lugar de en la muerte de Hiss en sí misma, queriendo evitar echarse a llorar de nuevo.
No opinó sobre lo de llevarse los huesos de Hiss, solo quería volver cuanto antes a Letargo y… ¿Y luego qué? No lo sabía. Ya no le gustaba estar allí, quería volver a Sinhdro y llevarse a todos sus nuevos amigos con ella. Quería saber que estarían todos a salvo y nadie más tendría que morir. Quería asegurarse de que a Neil nunca pudiese pasarle nada. Ya le daban igual la magia o las aventuras, solo quería que nadie más muriese.
Sigue en el Torreón Letargo.
—No lo sé, Guille… —respondió de forma ausente a la pregunta del pequeño—. No lo… entiendo…
Por suerte para ella, Zob se llevó al humano aparte, porque no sabía qué responderle. Parecía que algo hubiese atacado a Hiss, alguna criatura muy peligrosa (¿la misma que lo había hecho con Mike en el torreón?) pero no quería poner en palabras el suceso horrible que se estaba imaginando. No entendía cómo no se habían dado cuenta de la falta de la humana hasta tanto tiempo después. ¿O se habría dado la vuelta desde el barrio donde estaba la iglesia? ¿Pero por qúe? La edeel no dejaba de hacerse preguntas que ocupasen su mente en intentar dar respuesta a los enigmas en lugar de en la muerte de Hiss en sí misma, queriendo evitar echarse a llorar de nuevo.
No opinó sobre lo de llevarse los huesos de Hiss, solo quería volver cuanto antes a Letargo y… ¿Y luego qué? No lo sabía. Ya no le gustaba estar allí, quería volver a Sinhdro y llevarse a todos sus nuevos amigos con ella. Quería saber que estarían todos a salvo y nadie más tendría que morir. Quería asegurarse de que a Neil nunca pudiese pasarle nada. Ya le daban igual la magia o las aventuras, solo quería que nadie más muriese.
Sigue en el Torreón Letargo.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguasPersonajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Cicatriz de Arax
19/10/18, 01:07 am
A Granta aquello le resultaba extraño, no podía decir que no. Todavía no se había acostumbrado a su nueva rutina en la Torre Serpentaria cuando había recibido aquella nota que, sin duda, pertenecía a alguien que quería chantajearle. El velador se pregunta qué demonios querría alguien de él, un neófito, aunque había barajado que tal vez buscasen su poder como había hecho Akeyo Kau la mañana de la mudanza. No obstante, estaba claro que las intenciones de quien quiera que le hubiese citado junto al puente de la cicatriz no debían ser tan puras como las de la demiurga.
Llegó a las cercanías de la pila de huesos tratando de estar alerta en todo momento. En su mano arrugaba aquel trozo de pergamino.
"Reúnete conmigo en la Cicatriz de Arax mañana a mediodía, en solitario, o lo lamentarás. Conozco el pecado que cometiste junto a tus compañeros".
Al asreniano le hubiese gustado decir que no le preocupaba en absoluto, pero no era cierto. Sí le preocupaba que el terrible acto que habían cometido se difundiese. No solo por lo que significaba para su reputación, si no porque genuinamente temía que alguien pudiese tomar represalias. Estaba claro que aquel grupo del torreón de las plantas no se tomaría bien la noticia... Como mínimo. Y eran muchos, si decidían vengarse por lo que le había ocurrido a Erevelin...
No tenía sentido pensar en eso. Primero tenía que reunirse con aquella persona misteriosa y tratar de dejarle claro que no pensaba tolerar chantajes como aquel. Llevaba varias dagas ocultas bajo su ropa, y un arco visible a la espalda. No le cabía duda de que fuese quien fuese a aparecer también iría armado y no pensaba dejarse atrapar con la guardia baja.
---
La daeliciana observaba al velador oculta tras la fachada semiderruída de un edificio cercano, mediante el uso de la niebla mágica. Esperaba al momento propicio, necesitaba que el asreniano se acercase un poco más al borde para asegurarse de que no fallaría. Su actitud altiva y ególatra le habían granjeado más de un enemigo en la ciudad, y el idrino con cuernos le había prometido deshacerse de ellos si cumplía su parte del trato: que se deshiciera ella de aquel novato. No debería ser una tarea muy complicada, pero había preferido asegurarse primero de que se encontraba, efectivamente, solo. Según el idrino, aquella nota debería bastar para hacerlo acudir, aunque no tenía ni idea en realidad de qué se suponía que había hecho. Tampoco le importaba: ella solo tenía que matarlo. Ignoraba, no obstante, la presencia de un pequeño autómata invisible que había dado con ella desde hacía unos minutos.
Tan solo un paso más...
---
Todo sucedió muy deprisa para Granta, quien, ya casi sobre el puente donde se le había citado, escuchó un grito de "¡cuidado!" procedente de una voz familiar. La temperatura a su alrededor subió al tiempo que veía destellos mágicos en el aire y Akeyo Kau llegó volando de forma apresurada hasta su posición. Con un chasquido de dedos se activó una barrera doble frente a ambos, la cual recibió el impacto de un segundo hechizo apenas sin inmutarse.
—¡Sal, banshee! No pienso permitir que le hagas nada... ni que te vayas sin que primero hablemos.
El velador estaba perplejo y tardó varios segundos en reaccionar a lo que sucedía o a la presencia de la demiurga siquiera.
—¿Cómo... cómo sabías...?
—No importa eso ahora, después te lo explicaré. Primero deberíamos hablar con esta señorita.
Su tono era firme e intimidatorio, aunque se la notaba un poco alterada. No obstante, el asreniano no tardó en cambiar su foco de atención hacia la chica daeliciana que se acercaba a ellos con cara de haberse tropezado con un trozo de excremento o algún contratiempo similar. Los miraba a ambos con aquella expresión de desprecio: sin duda quería comunicarles que el pedazo de basura eran ellos. El velador no se dejó intimidar y le sostuvo la mirada, aunque la daeliciana no tardó en centrar su atención en Akeyo.
—¿Y tú quién diablos eres y quién te ha dado miel en esta fiesta? El velador y yo teníamos... un asunto que tratar.
—Digamos que simplemente no estoy de acuerdo con el índice de mortalidad del "asunto" —le respondió la demiurga sin amedrentarse en lo más mínimo—. Yo tampoco te conozco y no sé tus razones, pero no permitiré que le pongas la mano encima a Granta. Si prometes que volverás a lo tuyo y no cumplirás ninguna clase de amenaza puedes irte ya. Pero te garantizo que si no cumples la promesa lo sabré.
La daeliciana escupió en el suelo frente a ellos, habiéndose acercado poco a poco.
—No será necesario, pues no pienso prometer nada. Es mejor que recuerdes el nombre de Korasihanna para que puedas contar quién te ha derrotado.
Korasihanna llevaba las manos en los bolsillos y las sacó de golpe sujetando algo entre sus manos que apenas tuvieron tiempo de vislumbrar. En menos de un segundo, Granta y Akeyo se vieron rodeados de un humo muy espeso.
Entre toses, Granta trataba de recordar un hechizo que pudiera servirle, pero fue la demiurga quien despejó la humareda mediante una ráfaga de viento lo más rápido que pudo. Justo a tiempo para ver a la daeliciana que había aprovechado la confusión y el hecho de que a Akeyo no le había dado tiempo de conjurar una barrera completa para colocarse justo tras el asreniano, empuñando un cuchillo. Sin contar apenas con tiempo para reaccionar, el acto reflejo de la demiurga fue conjurar lo mismo que la propia banshee había lanzado anteriormente: un hechizo de impacto que la lanzó hacia atrás.
Y una vez más, todo sucedió demasiado rápido para que Granta pudiese reaccionar. El chillido de Korasihanna cayendo hacia la fosa a la que había intentado lanzarle a él momentos antes se clavó en sus oídos. Akeyo corrió hacia el borde, dispuesta a salvar a la daeliciana de la muerte, pero el golpe sordo que se oyó cuando comenzaba a conjurar el hechizo de levitación, el cual interrumpió, dejó claro que ya nada se podía hacer. La demiurga observó el fondo de la Cicatriz durante unos instantes, en los cuales el velador se acercó a ella.
—Gracias... Me has... ¿Por qué y cómo?
Granta fue consciente casi enseguida de que había sido un tanto brusco, sobre todo teniendo en cuenta de que se trataba de la persona que acababa de salvarle la vida, pero la impotencia que había sentido durante el incidente había hecho demasiada mella en él. Si no llega a ser por Akeyo Kau sería su cráneo el que tendría los sesos desparramados y siendo devorados por aquellos desagradables gusanos en ese momento.
Akeyo, no obstante, tan solo dejó escapar una larga exhalación antes de darle la espalda a la enorme grieta y responderle.
—Digamos que me temía que algo así pudiese ocurrir y tomé medidas.
En ese instante, el pequeño autómata hecho de madera y con forma de escaraajo que había advertido a la demiurga de lo que ocurría se hizo visible frente a Granta.
>>Puedo ver desde Altabajatorre lo que ocurre donde él esté. —El escarabajo revoloteó con sus alas de plástico y se posó sobre el hombro de su creadora—. Temía que alguien tratase de atentar contra tu vida y... Bueno, ya has podido comprobar que no me equivocaba.
Granta había permaneció con la boca semiabierta escuchando a Akeyo y observando a aquel pequeño ingenio demiúrgico.
—¿Pero por qué? ¿Por qué alguien querría matarme? ¿Es por lo que... Es por lo que le hicimos a Erevelin?
Akeyo negó con la cabeza.
—Ni siquiera sé a qué te refieres, pero seguro que no. Es por tu poder.
—¿Mi... capacidad de despertar gente? —La demiurga asintió ante su pregunta y el velador resopló, adquriendo un tono sarcástico a continuación—. ¿Alguien tiene miedo de que vaya a interrumpir su siesta? De entre todos los poderes que puede recibir un bendecido por la Luna creo que está lejos de ser de los más peligrosos.
—En circunstancias normales tendrías razón. Pero Rocavarancolia no está pasando por una época precisamente normal. Ni siquiera para sus estándares.
El velador la miró confuso.
—¿Puedo preguntar...?
Akeyo miró a un lado y a otro.
—Será mejor que vengas conmigo a Altabajatorre. Es mejor que estés al tanto de algunas cosas.
Demiurga y velador se dirigieron hacia la torre de los demiurgos, donde Akeyo le explicaría por qué había decidido mantenerlo vigiliado y prometería que seguiría haciéndolo. Granta volvería más tarde a la torre Serpentaria sin dejar de mirar a todas partes, paranoico y sopesando si debía contar algo de aquello con alguno de sus compañeros. Akeyo Kau le había aconsejado ser extremadamente precavido con ello, no obstante, y la demiurga le había dejado bstante claro que era de fiar. Sería mejor hacerle caso.
Llegó a las cercanías de la pila de huesos tratando de estar alerta en todo momento. En su mano arrugaba aquel trozo de pergamino.
"Reúnete conmigo en la Cicatriz de Arax mañana a mediodía, en solitario, o lo lamentarás. Conozco el pecado que cometiste junto a tus compañeros".
Al asreniano le hubiese gustado decir que no le preocupaba en absoluto, pero no era cierto. Sí le preocupaba que el terrible acto que habían cometido se difundiese. No solo por lo que significaba para su reputación, si no porque genuinamente temía que alguien pudiese tomar represalias. Estaba claro que aquel grupo del torreón de las plantas no se tomaría bien la noticia... Como mínimo. Y eran muchos, si decidían vengarse por lo que le había ocurrido a Erevelin...
No tenía sentido pensar en eso. Primero tenía que reunirse con aquella persona misteriosa y tratar de dejarle claro que no pensaba tolerar chantajes como aquel. Llevaba varias dagas ocultas bajo su ropa, y un arco visible a la espalda. No le cabía duda de que fuese quien fuese a aparecer también iría armado y no pensaba dejarse atrapar con la guardia baja.
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La daeliciana observaba al velador oculta tras la fachada semiderruída de un edificio cercano, mediante el uso de la niebla mágica. Esperaba al momento propicio, necesitaba que el asreniano se acercase un poco más al borde para asegurarse de que no fallaría. Su actitud altiva y ególatra le habían granjeado más de un enemigo en la ciudad, y el idrino con cuernos le había prometido deshacerse de ellos si cumplía su parte del trato: que se deshiciera ella de aquel novato. No debería ser una tarea muy complicada, pero había preferido asegurarse primero de que se encontraba, efectivamente, solo. Según el idrino, aquella nota debería bastar para hacerlo acudir, aunque no tenía ni idea en realidad de qué se suponía que había hecho. Tampoco le importaba: ella solo tenía que matarlo. Ignoraba, no obstante, la presencia de un pequeño autómata invisible que había dado con ella desde hacía unos minutos.
Tan solo un paso más...
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Todo sucedió muy deprisa para Granta, quien, ya casi sobre el puente donde se le había citado, escuchó un grito de "¡cuidado!" procedente de una voz familiar. La temperatura a su alrededor subió al tiempo que veía destellos mágicos en el aire y Akeyo Kau llegó volando de forma apresurada hasta su posición. Con un chasquido de dedos se activó una barrera doble frente a ambos, la cual recibió el impacto de un segundo hechizo apenas sin inmutarse.
—¡Sal, banshee! No pienso permitir que le hagas nada... ni que te vayas sin que primero hablemos.
El velador estaba perplejo y tardó varios segundos en reaccionar a lo que sucedía o a la presencia de la demiurga siquiera.
—¿Cómo... cómo sabías...?
—No importa eso ahora, después te lo explicaré. Primero deberíamos hablar con esta señorita.
Su tono era firme e intimidatorio, aunque se la notaba un poco alterada. No obstante, el asreniano no tardó en cambiar su foco de atención hacia la chica daeliciana que se acercaba a ellos con cara de haberse tropezado con un trozo de excremento o algún contratiempo similar. Los miraba a ambos con aquella expresión de desprecio: sin duda quería comunicarles que el pedazo de basura eran ellos. El velador no se dejó intimidar y le sostuvo la mirada, aunque la daeliciana no tardó en centrar su atención en Akeyo.
—¿Y tú quién diablos eres y quién te ha dado miel en esta fiesta? El velador y yo teníamos... un asunto que tratar.
—Digamos que simplemente no estoy de acuerdo con el índice de mortalidad del "asunto" —le respondió la demiurga sin amedrentarse en lo más mínimo—. Yo tampoco te conozco y no sé tus razones, pero no permitiré que le pongas la mano encima a Granta. Si prometes que volverás a lo tuyo y no cumplirás ninguna clase de amenaza puedes irte ya. Pero te garantizo que si no cumples la promesa lo sabré.
La daeliciana escupió en el suelo frente a ellos, habiéndose acercado poco a poco.
—No será necesario, pues no pienso prometer nada. Es mejor que recuerdes el nombre de Korasihanna para que puedas contar quién te ha derrotado.
Korasihanna llevaba las manos en los bolsillos y las sacó de golpe sujetando algo entre sus manos que apenas tuvieron tiempo de vislumbrar. En menos de un segundo, Granta y Akeyo se vieron rodeados de un humo muy espeso.
Entre toses, Granta trataba de recordar un hechizo que pudiera servirle, pero fue la demiurga quien despejó la humareda mediante una ráfaga de viento lo más rápido que pudo. Justo a tiempo para ver a la daeliciana que había aprovechado la confusión y el hecho de que a Akeyo no le había dado tiempo de conjurar una barrera completa para colocarse justo tras el asreniano, empuñando un cuchillo. Sin contar apenas con tiempo para reaccionar, el acto reflejo de la demiurga fue conjurar lo mismo que la propia banshee había lanzado anteriormente: un hechizo de impacto que la lanzó hacia atrás.
Y una vez más, todo sucedió demasiado rápido para que Granta pudiese reaccionar. El chillido de Korasihanna cayendo hacia la fosa a la que había intentado lanzarle a él momentos antes se clavó en sus oídos. Akeyo corrió hacia el borde, dispuesta a salvar a la daeliciana de la muerte, pero el golpe sordo que se oyó cuando comenzaba a conjurar el hechizo de levitación, el cual interrumpió, dejó claro que ya nada se podía hacer. La demiurga observó el fondo de la Cicatriz durante unos instantes, en los cuales el velador se acercó a ella.
—Gracias... Me has... ¿Por qué y cómo?
Granta fue consciente casi enseguida de que había sido un tanto brusco, sobre todo teniendo en cuenta de que se trataba de la persona que acababa de salvarle la vida, pero la impotencia que había sentido durante el incidente había hecho demasiada mella en él. Si no llega a ser por Akeyo Kau sería su cráneo el que tendría los sesos desparramados y siendo devorados por aquellos desagradables gusanos en ese momento.
Akeyo, no obstante, tan solo dejó escapar una larga exhalación antes de darle la espalda a la enorme grieta y responderle.
—Digamos que me temía que algo así pudiese ocurrir y tomé medidas.
En ese instante, el pequeño autómata hecho de madera y con forma de escaraajo que había advertido a la demiurga de lo que ocurría se hizo visible frente a Granta.
>>Puedo ver desde Altabajatorre lo que ocurre donde él esté. —El escarabajo revoloteó con sus alas de plástico y se posó sobre el hombro de su creadora—. Temía que alguien tratase de atentar contra tu vida y... Bueno, ya has podido comprobar que no me equivocaba.
Granta había permaneció con la boca semiabierta escuchando a Akeyo y observando a aquel pequeño ingenio demiúrgico.
—¿Pero por qué? ¿Por qué alguien querría matarme? ¿Es por lo que... Es por lo que le hicimos a Erevelin?
Akeyo negó con la cabeza.
—Ni siquiera sé a qué te refieres, pero seguro que no. Es por tu poder.
—¿Mi... capacidad de despertar gente? —La demiurga asintió ante su pregunta y el velador resopló, adquriendo un tono sarcástico a continuación—. ¿Alguien tiene miedo de que vaya a interrumpir su siesta? De entre todos los poderes que puede recibir un bendecido por la Luna creo que está lejos de ser de los más peligrosos.
—En circunstancias normales tendrías razón. Pero Rocavarancolia no está pasando por una época precisamente normal. Ni siquiera para sus estándares.
El velador la miró confuso.
—¿Puedo preguntar...?
Akeyo miró a un lado y a otro.
—Será mejor que vengas conmigo a Altabajatorre. Es mejor que estés al tanto de algunas cosas.
Demiurga y velador se dirigieron hacia la torre de los demiurgos, donde Akeyo le explicaría por qué había decidido mantenerlo vigiliado y prometería que seguiría haciéndolo. Granta volvería más tarde a la torre Serpentaria sin dejar de mirar a todas partes, paranoico y sopesando si debía contar algo de aquello con alguno de sus compañeros. Akeyo Kau le había aconsejado ser extremadamente precavido con ello, no obstante, y la demiurga le había dejado bstante claro que era de fiar. Sería mejor hacerle caso.
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