Torreón Letargo (Archivo V)
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Torreón Letargo (Archivo V)
05/08/13, 03:54 am
Recuerdo del primer mensaje :
Este torreón de cuatro plantas está completamente cubierto de enredaderas, por lo que en un inicio es un poco complicado encontrar la puerta, algo más pequeña que en los otros torreones. El puente levadizo suele estar bajado, y da a una franja de tierra que rodea la parte delantera del torreón. Los capullos de las flores, que solo se abren con la Luna Roja, despiden al anochecer una fragancia que atonta y adormece a quien la huele. En el patio tiene suelo de tierra y también está repleto de plantas, en su mayoría secas o raquíticas. En el centro hay una estatua de una ninfa atravesada por cientos de estacas.
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- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
20/01/15, 07:23 pm
Llega el casi rubio holandés y le saludo con un leve movimiento de cabeza y una media sonrisa.
Divago perdida entre mis pensamientos y la explicación de Sekk, la cual no estoy segura de haber entendido del todo, pero creo que he captado lo principal. En cualquier caso, me alegro de que ninguno se haya hecho daño.
-No- contesto a Irianna cuando tengo a la comida contra las cuerdas-en nuestro planeta-digo desorbitando los ojos al extrañarme utilizar esa frase- la magia no existe, esa palabra la usamos para trucos de cartas y esas cosas, pero vamos, una burda imitación. Supongo que la ciencia es lo más parecido a esto, pero nunca ha tenido que ver con la sangre – finalizo mirando al ulterano.
>>Sí, a mí tampoco me gusta llamarla así, pero la sangre y magia juntas, me provocan pensar en eso.<<.
-La magia Satánica es una especie de culto al diablo, un ser odiado por mi religión, representa el mal en sí, y lo habíamos asociado porque el elemento de la sangre se usa mucho en esos temas. Pero no creo que se trate de eso.
Me ha gustado recordar algo humano, por terrible que fuese.
La imagen de Imre vuelve aparecer en mis pensamientos. Una extraña sensación horrible me golpea terriblemente.
Dios mío. >>¡¿Pero cómo pude ser tan tonta de decirle que sí a Doce?¡. ¡¿Cómo pude dejarla allí tirada?¡.<<. Es mi hermana, y sin embargo, la tiré por la borda. Intento convencerme de que fue por la furia de aquel momento, pero no voy a engañarme a mí misma, sé perfectamente que en otras circunstancias habría aceptado igual.
Me la imagino, sobreviviendo ella sola al hambre, al miedo. Y yo aquí, tan tranquila comiendo como nunca jamás lo había hecho de bien. No es justo, no lo es. >>Ojalá pudiese volver al pasado, haberle escupido a Doce, y haberme quedado en mis pésimas condiciones, con Imre, con mi sangre, con mi hermana necesitada.<<.
La abandoné, y eso es algo que no puedo cambiar.
Parece ser que no voy a tener un buen día ni a tiros. No voy a poder seguir así mucho más, si a casa segundo su cara engulle mis pensamientos. Debo sobrevivir y volver, sí, eso es lo que debo hacer.
>>No debería empezar a plantearme esto a ni un mes de estancia<<.
Pero no lo puedo evitar, nadie podrá apagar mis ganas de volver a pisar Madrid, respirar su aire.
Lo que me queda por pasar, siento como si cayese por un precipicio, sin nadie más a quien a agarrarme que a mí misma, y un par de extraterrestres asustados, igual de asustados que yo.
Roaxen solicita una pequeña conversación misteriosa con su compañero de planeta. Al parecer había estado escuchando en las sombras, por un momento incluso me sonrojo de pensar que ha escuchado todo lo que ha dicho. Iba a saludar, un buenos días educados, pero cierro la boca al escucharle decirle sus aposentos. Aparto la mirada con desdén para luego volver a observarle al subir las escaleras.
Lo cierto es que me intriga que se trae entre manos, no puedo esperarme nada, pero, me da muy mala espina. Si no tuviese nada que ocultar no andaría con secretos, y sospecho que lo que esconde no es nada bueno a mis ojos.
Sus voces resuenan en la lejanía, y escucho los pasos de Sekkeh sonar al volver a la cocina. Una conversación corta, demasiada para tratarse de algo importante, probablemente sea una tontería del señorito de Letargo. Sí, convivir aquí va a ser un incordio, pero es de esperar de una plebeya como yo sentirse incómoda con los de la realeza. >>Puaj, vomitivo<<.
Al ver prepararse al resto, yo escojo esta vez, con cuidado, una daga ligera y medianamente afilada de un color oscuro como el carbón, algún que otro desperfecto en el mango, pero nada que no pueda controlar sin cortarme la muñeca.
Y de nuevo emprendo el viaje, en busca de los perdidos, sin saber con que me voy a encontrar. >>¿Será ahora un ciempiés enorme? ¿Me encontraré los cadáveres de mis antiguos compañeros al borde del torreón? ¿O volveremos a encontrarnos con ilusiones y hombres mágicos que desaparecen?.<<
-Quién sabe.-murmuro al salir de Letargo.
Sigue en el Torreón Maciel
Divago perdida entre mis pensamientos y la explicación de Sekk, la cual no estoy segura de haber entendido del todo, pero creo que he captado lo principal. En cualquier caso, me alegro de que ninguno se haya hecho daño.
-No- contesto a Irianna cuando tengo a la comida contra las cuerdas-en nuestro planeta-digo desorbitando los ojos al extrañarme utilizar esa frase- la magia no existe, esa palabra la usamos para trucos de cartas y esas cosas, pero vamos, una burda imitación. Supongo que la ciencia es lo más parecido a esto, pero nunca ha tenido que ver con la sangre – finalizo mirando al ulterano.
>>Sí, a mí tampoco me gusta llamarla así, pero la sangre y magia juntas, me provocan pensar en eso.<<.
-La magia Satánica es una especie de culto al diablo, un ser odiado por mi religión, representa el mal en sí, y lo habíamos asociado porque el elemento de la sangre se usa mucho en esos temas. Pero no creo que se trate de eso.
Me ha gustado recordar algo humano, por terrible que fuese.
La imagen de Imre vuelve aparecer en mis pensamientos. Una extraña sensación horrible me golpea terriblemente.
Dios mío. >>¡¿Pero cómo pude ser tan tonta de decirle que sí a Doce?¡. ¡¿Cómo pude dejarla allí tirada?¡.<<. Es mi hermana, y sin embargo, la tiré por la borda. Intento convencerme de que fue por la furia de aquel momento, pero no voy a engañarme a mí misma, sé perfectamente que en otras circunstancias habría aceptado igual.
Me la imagino, sobreviviendo ella sola al hambre, al miedo. Y yo aquí, tan tranquila comiendo como nunca jamás lo había hecho de bien. No es justo, no lo es. >>Ojalá pudiese volver al pasado, haberle escupido a Doce, y haberme quedado en mis pésimas condiciones, con Imre, con mi sangre, con mi hermana necesitada.<<.
La abandoné, y eso es algo que no puedo cambiar.
Parece ser que no voy a tener un buen día ni a tiros. No voy a poder seguir así mucho más, si a casa segundo su cara engulle mis pensamientos. Debo sobrevivir y volver, sí, eso es lo que debo hacer.
>>No debería empezar a plantearme esto a ni un mes de estancia<<.
Pero no lo puedo evitar, nadie podrá apagar mis ganas de volver a pisar Madrid, respirar su aire.
Lo que me queda por pasar, siento como si cayese por un precipicio, sin nadie más a quien a agarrarme que a mí misma, y un par de extraterrestres asustados, igual de asustados que yo.
Roaxen solicita una pequeña conversación misteriosa con su compañero de planeta. Al parecer había estado escuchando en las sombras, por un momento incluso me sonrojo de pensar que ha escuchado todo lo que ha dicho. Iba a saludar, un buenos días educados, pero cierro la boca al escucharle decirle sus aposentos. Aparto la mirada con desdén para luego volver a observarle al subir las escaleras.
Lo cierto es que me intriga que se trae entre manos, no puedo esperarme nada, pero, me da muy mala espina. Si no tuviese nada que ocultar no andaría con secretos, y sospecho que lo que esconde no es nada bueno a mis ojos.
Sus voces resuenan en la lejanía, y escucho los pasos de Sekkeh sonar al volver a la cocina. Una conversación corta, demasiada para tratarse de algo importante, probablemente sea una tontería del señorito de Letargo. Sí, convivir aquí va a ser un incordio, pero es de esperar de una plebeya como yo sentirse incómoda con los de la realeza. >>Puaj, vomitivo<<.
Al ver prepararse al resto, yo escojo esta vez, con cuidado, una daga ligera y medianamente afilada de un color oscuro como el carbón, algún que otro desperfecto en el mango, pero nada que no pueda controlar sin cortarme la muñeca.
Y de nuevo emprendo el viaje, en busca de los perdidos, sin saber con que me voy a encontrar. >>¿Será ahora un ciempiés enorme? ¿Me encontraré los cadáveres de mis antiguos compañeros al borde del torreón? ¿O volveremos a encontrarnos con ilusiones y hombres mágicos que desaparecen?.<<
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- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mental
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
20/01/15, 07:57 pm
-A ver si lo he entendido, solo funciona si te cortas.... Pues si que espero que haya otros métodos-. La sola mención de auto-cortarse me hace estremecer. Aunque es verdad que no tiene que ser satánica, si es una especie de magia sangrienta, no es que sea muy buena idea utilizar esos cargadores todo el rato. Espero impaciente a que el grupo se ponga en marcha, en busca del resto. Mi pie no deja pisar el suelo frenéticamente, mientras los nervios recorren mi cuerpo de arriba a abajo. Me aíslo de la conversación justo cuando me siento a leer mi propio libro. Paso páginas al azar, leyendo solo datos importantes, intentando comparar su información y sus dibujos con las armas de la armería. La gran mayoría de las armas están desgastadas. Cuando me aburro de seguir leyendo, lo cierro.
Justo en ese momento Roaxen le pide a Sekk que le acompañe. La palabra que dice...... ¿ Se cree que este es su palacio algo? ¿ Pensará que somos unos esbirros? Habla como si lo supiera todo.
Ni me molesto en saludarte, total.¿ Acaso el me saludaría a mi? Termino de comerme la manzana con poca hambre ya. Cuando el grupo parte, mis nervios se aplacan. Tenía ganas de salir de alli, el torreón siempre se otorga unos sentimientos de claustrofobia. Supongo que iré cambiando de opinión, a medida que vea a más escarabajos intentando aplastarnos con su mierda.
Justo en ese momento Roaxen le pide a Sekk que le acompañe. La palabra que dice...... ¿ Se cree que este es su palacio algo? ¿ Pensará que somos unos esbirros? Habla como si lo supiera todo.
Ni me molesto en saludarte, total.¿ Acaso el me saludaría a mi? Termino de comerme la manzana con poca hambre ya. Cuando el grupo parte, mis nervios se aplacan. Tenía ganas de salir de alli, el torreón siempre se otorga unos sentimientos de claustrofobia. Supongo que iré cambiando de opinión, a medida que vea a más escarabajos intentando aplastarnos con su mierda.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
20/01/15, 10:24 pm
Al volver de la biblioteca la niña subió a la azotea para seguir dibujando, completó el dibujo de Irianna pero no la buscó para dárselo, ya se lo enseñaría en otro momento. Con ansias cogió el libro que había sacado y se puso a leer y a mirar los grabados de los dragones que figuraban allí.
Leyó hasta que el frío y el viento la obligaron a bajar. Después de cenar se acostó con la cabeza llena de imágenes de criaturas de leyenda, bestias magníficas y enormes lagartos voladores que podían respirar fuego. Soñó con ellos, pero todos los sueños acaban y éste no era una excepción.
Varsai abrió los ojos, llevaba un rato despierta pero se había dado el gusto de remolonear entre las mantas que estaban calentitas. Por fin se levantó entre bostezos y el sonido repiqueteante de la campanilla que se bamboleaba en su cuello.
Se vistió y bajó, no tardó en enterarse de la salida y apuntarse a la misma. Comió un poco y luego recogió el arco y el carcaj.
"Espero que los encontremos y estén bien" le escribió a Irianna mientras salían por la puerta del torreón.
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Leyó hasta que el frío y el viento la obligaron a bajar. Después de cenar se acostó con la cabeza llena de imágenes de criaturas de leyenda, bestias magníficas y enormes lagartos voladores que podían respirar fuego. Soñó con ellos, pero todos los sueños acaban y éste no era una excepción.
Varsai abrió los ojos, llevaba un rato despierta pero se había dado el gusto de remolonear entre las mantas que estaban calentitas. Por fin se levantó entre bostezos y el sonido repiqueteante de la campanilla que se bamboleaba en su cuello.
Se vistió y bajó, no tardó en enterarse de la salida y apuntarse a la misma. Comió un poco y luego recogió el arco y el carcaj.
"Espero que los encontremos y estén bien" le escribió a Irianna mientras salían por la puerta del torreón.
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- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
20/01/15, 11:26 pm
No terminaba de entender por completo la explicación de Ruth sobre la magia en la Tierra, pero tal y como pensaba los humanos no la habían descubierto todavía. Aunque, por otro lado, las leyendas y asunciones sobre esta parecían tratarse de algo culturalmente extendido. La idrina no terminaba de comprender lo que eso podría significar, ya que por lo general las leyendas se fundamentaban en algo. Por otra parte, nada de lo que decían se parecía a lo poco que sabía la idrina sobre la hechicería y tal vez aunque utilizasen la misma palabra en realidad estuviesen hablando de cosas diferentes.
La perorata de Roaxen fue acogida con una expresión de completo desdén por su parte. No pensaba ocultar el rechazo que le provocaba semejante descalificación, pero prefirió evitar la discusión. El xolnita nunca reconocería la nula educación de la que hacía gala constantemente y disfrazaría su anterior discurso con palabras grandilocuentes que apelaban a un supuesto malentendido pero cuyo propósito real era volver a ofender su cultura o su inteligencia. Por ello Irianna prefería esperar, al igual que había hecho en la absurda competición de hacía días en la que había optado por demostrárselo con hechos en lugar de gastar saliva innecesariamente.
—Ya lo veremos, Roaxen Tenvrai —le dijo simplemente como única respuesta antes de perderse en dirección a la armería. Había decidido que saldría con el arco, finalmente.
Irianna pasó el tiempo hasta que todos estuvieron listos para salir terminando de fregar y preguntándose de qué habría querido hablar el pelimorado con el intara en “sus aposentos”. En realidad no le gustaba meter las narices en los asuntos de los demás y lo que más le había molestado había sido aquella referencia al estudio del torreón como si fuera suyo, pero una parte de ella no podía evitar preguntarse si Roaxen se había dedicado a seguir insultándoles solo a oídos del otro ulterano. Tendría que quedarse con las ganas, ya que no se lo hubiese preguntado a Sekkeh ni aunque tuviesen un nivel de confianza mayor. Aunque el capellán no predicase con el ejemplo, ella no pensaba ser irrespetuosa con él y su privacidad. Tras dirigirle una mirada tan desdeñosa como fugaz a Roaxen cuando volvió a cruzarse con él, dirigió su atención a Varsai que quería decirle algo.
—Sí, ya verás como sí. Ellos tenían el refugio más cerca —le dijo a la varmana para tranquilizarla con una leve sonrisa—. ¿Tienes el libro de mapas, Jace? —le inquirió al humano recogiendo el que ella y Kimbra habían sacado y alzándolo ligeramente para enfatizar su pregunta.
A continuación le pediría a Vorela, quien permanecería en el torreón junto a Sigrún y Ziack, que alzase el puente y enseguida pondrían rumbo hacia el torreón llamado Maciel según el mapa.
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La perorata de Roaxen fue acogida con una expresión de completo desdén por su parte. No pensaba ocultar el rechazo que le provocaba semejante descalificación, pero prefirió evitar la discusión. El xolnita nunca reconocería la nula educación de la que hacía gala constantemente y disfrazaría su anterior discurso con palabras grandilocuentes que apelaban a un supuesto malentendido pero cuyo propósito real era volver a ofender su cultura o su inteligencia. Por ello Irianna prefería esperar, al igual que había hecho en la absurda competición de hacía días en la que había optado por demostrárselo con hechos en lugar de gastar saliva innecesariamente.
—Ya lo veremos, Roaxen Tenvrai —le dijo simplemente como única respuesta antes de perderse en dirección a la armería. Había decidido que saldría con el arco, finalmente.
Irianna pasó el tiempo hasta que todos estuvieron listos para salir terminando de fregar y preguntándose de qué habría querido hablar el pelimorado con el intara en “sus aposentos”. En realidad no le gustaba meter las narices en los asuntos de los demás y lo que más le había molestado había sido aquella referencia al estudio del torreón como si fuera suyo, pero una parte de ella no podía evitar preguntarse si Roaxen se había dedicado a seguir insultándoles solo a oídos del otro ulterano. Tendría que quedarse con las ganas, ya que no se lo hubiese preguntado a Sekkeh ni aunque tuviesen un nivel de confianza mayor. Aunque el capellán no predicase con el ejemplo, ella no pensaba ser irrespetuosa con él y su privacidad. Tras dirigirle una mirada tan desdeñosa como fugaz a Roaxen cuando volvió a cruzarse con él, dirigió su atención a Varsai que quería decirle algo.
—Sí, ya verás como sí. Ellos tenían el refugio más cerca —le dijo a la varmana para tranquilizarla con una leve sonrisa—. ¿Tienes el libro de mapas, Jace? —le inquirió al humano recogiendo el que ella y Kimbra habían sacado y alzándolo ligeramente para enfatizar su pregunta.
A continuación le pediría a Vorela, quien permanecería en el torreón junto a Sigrún y Ziack, que alzase el puente y enseguida pondrían rumbo hacia el torreón llamado Maciel según el mapa.
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- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
23/01/15, 08:02 pm
Kimbra hacia sus mejores esfuerzos en leer todo aquello que se encontraba, pero teniendo en cuenta que la mayoría de los libros que estaban a su alcance no estaban en su idioma, no resultaba nada fácil llevar aquella empresa a buen puerto. Aunque le sorprendió la aparición del que, había deducido, era habitante de la ciudad; no hizo ningún movimiento hasta que este se hubiera ido, más por la sorpresa que le produjo que por no querer hacerlo. Tras su desaparición, su presencia no le preocupó en exceso. Aunque es verdad que podían haber sufrido un ataque por su parte, tanto este como los dos primeros seres que conocieron, parecía que se afanaban más por guiarles o instruirles que por querer atacarles.
Tras largo rato intentando descifrar las palabras y frases que leía y, por lo tanto, de intentar encontrar un libro que le resultara útil, desistió finalmente al ver a Irianna acercarse a ella. La idrina le ofreció su ayuda para buscar el libro adecuado para ella, pero puesto que la krabelinense no tenía ningún interés en particular, dejó la elección por entero a su compañera, estimando que su criterio sería el adecuado.
Una vez todos tuvieron su ejemplar en sus manos, el grupo decidió volver de nuevo al refugio. A Kimbra le hubiera gustado seguir explorando entre las calles, pero no hizo alusión a su deseo y siguió al grupo.
El día siguió y terminó como otro cualquiera. Kimbra dedicó la tarde al cuidado del huerto junto a Sekkeh, poniendo especial énfasis en preparar la tierra para la hilera de nuevos vegetales que pensaba plantar a la mañana siguiente. Terminó más temprano de lo que esperaba y, ante la falta de actividades, despidió el día al mismo tiempo que sus compañeros se disponían a cenar. Era pronto incluso para ella, pero la inactividad le estaba poniendo algo nerviosa y prefería despertar más temprano al día siguiente, cuando si tenía actividades programadas.
A la mañana siguiente, tal y como había predicho, Kimbra se despertó antes del amanecer. Sin hacer ruido y procurando no molestar a sus compañeros, la Hija de Lunas bajó a la cocina donde procedió a prepararse su comida diaria. Al terminar y disponerse a comer, recordó que todavía no había amanecido y, movida por la curiosidad, decidió salir al patio a comer para poder, por primera vez en su vida, ver dicho fenómeno. Lo primero que vio al salir, fueron aquellas aves que recorrían el cielo por las noches y que, aunque se encontraban continuamente en llamas, nunca terminaban de calcinarse. No era la primera vez que las veía, aunque si a esas horas. En aquel momento las aves comenzaban a retirarse a sus nidos y Kimbra las siguió con la mirada hasta que estas desaparecieron. En más de una ocasión había pensando en cazar alguna de aquellas aves, pero su arco no contaba con tanto alcance. “He de encontrar pronto un trozo de madera apto para fabricarme un buen arco.” Se decía cuando situaciones similares se interponían en su camino.
Tras terminar de comer, la engendro procedió a llevar a cabo los cuidados del huerto como tenía planeado. Para su desgracia, terminó cuando aun la mañana no estaba demasiado entrada. Cuando volvió al interior del torreón, lo hizo con la intención de pedirle a Irianna y Varsai que sus clases empezaran cuanto antes y se prolongaran más de lo habitual para conseguir así llenar los vacios que tanto la inquietaban, pero no tardó mucho en percatarse de que se estaba planeando una salida, para la que se preparó inmediatamente y, sin decir palabra, se unió al grupo a tiempo de salir por la puerta.
Sigue en Torreón Maciel.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
05/02/15, 04:06 pm
La varmana siguió a sus compañeros cuando salieron de Maciel rumbo a Letargo. Se mantuvo cabizbaja durante el trayecto y sólo dirigió una sonrisa forzada a Devoss cuando le preguntó.
Realmente no se sentía bien, pero prefería no demostrarlo abiertamente para no preocupar más todavía al resto. Ya una vez dentro de Letargo abrazó a Kimbra y a Sekkeh, teniendo cuidado de no hacer daño a este último, después subió las escaleras y se metió en su cama donde por fin dio rienda suelta al miedo que surgió como sollozos y lágrimas silenciosas.
No tenía hambre y terminó durmiéndose vestida tal cual estaba. Soñó con ojos enloquecidos y seres plumíferos que la atacaban con cuchillos.
Realmente no se sentía bien, pero prefería no demostrarlo abiertamente para no preocupar más todavía al resto. Ya una vez dentro de Letargo abrazó a Kimbra y a Sekkeh, teniendo cuidado de no hacer daño a este último, después subió las escaleras y se metió en su cama donde por fin dio rienda suelta al miedo que surgió como sollozos y lágrimas silenciosas.
No tenía hambre y terminó durmiéndose vestida tal cual estaba. Soñó con ojos enloquecidos y seres plumíferos que la atacaban con cuchillos.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
05/02/15, 09:00 pm
La Cicatriz de Arax, un nombre atractivo para lo desastroso que es en realidad el lugar. Supongo que Jace tuvo que pasar junto con los de Letargo que se lo toparon por aquí, aún así, parece asombrarle, se inclina y todo, tentando su suerte. Y lleva razón, más gusanos, parece que Rocavarancolia está muy relacionada con esos bichejos, y encontrarlos en la cicatriz, no calma precisamente, sobre todo al haberlos visto caer de los ojos de Armonía.
Llegamos por fin a Letargo. No es un hogar, pero sí lo mejor que tenemos, y me resulta más acogedor que Maciel, de momento. No sé si este lugar será más propicio a contagiarnos con enfermedades que del que acabamos de volver, tal vez las tierras yermas de la cicatriz ayuden en algo, eliminando algunas bacterias malignas, suponiendo que sea eso lo que haya hecho enfermar a Armonía. Si fuera un virus que se propaga por el aire, algo parecido a una enfermedad como los zombies, no habría nada que hacer. >>Ja, zombies, esas cosas quedan tan lejos ya.<<
No podemos caer, no quiero muertes, no deseo que alguien de Maciel venga contando una desastrosa noticia, sería la primera en morir, y puede que no la última. Quizás ya la estoy tomando por muerta demasiado pronto, pero, llorar gusanos por los ojos no es buena señal, y enloquecer tampoco, incluso Tesón parecía impresionado.
No ceno, simplemente, el apetito ha desaparecido por completo, pero me acomodo en una de las sillas, observando como lo hace el resto. Por si tienen que comentar algo de lo sucedido, si Letargo toma alguna decisión, debe de ser ahora. Aún así, si hablan algo, si expresaron su opinión, no me enteré.
Algo me lo impidió, la imagen sucesiva de la roquense intentando atacar a Varsai, una y otra, y otra vez.
Y yo parada, dispuesta a haberla atacado sin piedad si se atrevía a dañarle. >>¿De veras habría sido capaz? La habría matado...yo...la habría matado, las palabras que le dije a Roaxen eran totalmente ciertas, por mucho que no quiera, ahora lo sé.<<. >>¿Acaso soy diferente del escarabajo, me estoy rebajando?. Esto me está cambiando.<<.
Conozco a Varsai de pocos días, y habría eliminado una vida por ella. >>¿Por qué? ¿Desde cuando soy así?. ¿Dónde está la Ruth que a penas se atrevía a acercarse a cualquiera, por que esta nueva faceta me asusta tanto?.<<
-¿Qué ha cambiado?- susurro para mis adentros.- ¿Yo?.
No por eso soy especial, no creo que Doce me haya traído aquí para esto, para ver como me torturo por saber que defendería con garras y dientes a la varmana. Después de todo habría sido lo correcto. >>¿No?<<
Toco con fuerza el colgante, como si me transmitiese fuerzas.
-Dame alguna señal, mamá...-murmuro.
>>¿Qué habría hecho Imre?.<<. Seguro que lo mismo que yo.
Me levanto agobiada, no cruzo ninguna mirada con los presentes. Por un instante me había olvidado de ellos. Darme cuenta de que estaban ahí me recuerda que aún debo preguntarle a Irianna, Varsai y Sekk su estado. Más tarde, de momento comenzaré con la más pequeña.
Tras un rato de búsqueda me percato de que ella ya se había marchado a dormir.
Entro al cuarto despacio, y lo detecto al instante.
Está llorando. La han hecho llorar, casi ni se puede escuchar, es un llanto bajo y lejano. Pero mi oído lo capta.
Decido con pena dejarla tranquilizarse sola. >>Maldita sea. No quiero ver una lágrima más.<< No sé si fueron imaginaciones mías, pero me pareció ver derramar una lágrima a Devoss, ahora a ella, y pronto yo como esto no pare.
Cabreada por todo decido ir a la azotea. A dar un respiro y tomar el aire.
Una placentera brisa fría me acaricia la cara y agita mi pelo en lateral.
No dispongo de mucho tiempo para reflexionar sobre todo. Pues oigo unos pasos detrás de mí.
Me giró lentamente, y compruebo que es el holandés.
-Ah, hola. Oye...quiero agradecerte que te interpusieras delante de mí, gracias.- le digo con una sonrisa lo más sincera posible, e intentando disimular mi tristeza, y no llorar en el momento.
Tras unos varios segundos vuelvo a hablar, no sé si hubiera dicho algo, pero le interrumpo, extresada.
-Esto...no puede ser.- le hablo de espaldas, surcando con la mirada el mar grisáceo de edificios, dos lágrimas caen de mis angustiados ojos, parecen caer al vacío, con la oscuridad solo aprecio dos destellitos brillantes descender- ella, está llorando.- hablo esperando que entienda a que me refiero
Llegamos por fin a Letargo. No es un hogar, pero sí lo mejor que tenemos, y me resulta más acogedor que Maciel, de momento. No sé si este lugar será más propicio a contagiarnos con enfermedades que del que acabamos de volver, tal vez las tierras yermas de la cicatriz ayuden en algo, eliminando algunas bacterias malignas, suponiendo que sea eso lo que haya hecho enfermar a Armonía. Si fuera un virus que se propaga por el aire, algo parecido a una enfermedad como los zombies, no habría nada que hacer. >>Ja, zombies, esas cosas quedan tan lejos ya.<<
No podemos caer, no quiero muertes, no deseo que alguien de Maciel venga contando una desastrosa noticia, sería la primera en morir, y puede que no la última. Quizás ya la estoy tomando por muerta demasiado pronto, pero, llorar gusanos por los ojos no es buena señal, y enloquecer tampoco, incluso Tesón parecía impresionado.
No ceno, simplemente, el apetito ha desaparecido por completo, pero me acomodo en una de las sillas, observando como lo hace el resto. Por si tienen que comentar algo de lo sucedido, si Letargo toma alguna decisión, debe de ser ahora. Aún así, si hablan algo, si expresaron su opinión, no me enteré.
Algo me lo impidió, la imagen sucesiva de la roquense intentando atacar a Varsai, una y otra, y otra vez.
Y yo parada, dispuesta a haberla atacado sin piedad si se atrevía a dañarle. >>¿De veras habría sido capaz? La habría matado...yo...la habría matado, las palabras que le dije a Roaxen eran totalmente ciertas, por mucho que no quiera, ahora lo sé.<<. >>¿Acaso soy diferente del escarabajo, me estoy rebajando?. Esto me está cambiando.<<.
Conozco a Varsai de pocos días, y habría eliminado una vida por ella. >>¿Por qué? ¿Desde cuando soy así?. ¿Dónde está la Ruth que a penas se atrevía a acercarse a cualquiera, por que esta nueva faceta me asusta tanto?.<<
-¿Qué ha cambiado?- susurro para mis adentros.- ¿Yo?.
No por eso soy especial, no creo que Doce me haya traído aquí para esto, para ver como me torturo por saber que defendería con garras y dientes a la varmana. Después de todo habría sido lo correcto. >>¿No?<<
Toco con fuerza el colgante, como si me transmitiese fuerzas.
-Dame alguna señal, mamá...-murmuro.
>>¿Qué habría hecho Imre?.<<. Seguro que lo mismo que yo.
Me levanto agobiada, no cruzo ninguna mirada con los presentes. Por un instante me había olvidado de ellos. Darme cuenta de que estaban ahí me recuerda que aún debo preguntarle a Irianna, Varsai y Sekk su estado. Más tarde, de momento comenzaré con la más pequeña.
Tras un rato de búsqueda me percato de que ella ya se había marchado a dormir.
Entro al cuarto despacio, y lo detecto al instante.
Está llorando. La han hecho llorar, casi ni se puede escuchar, es un llanto bajo y lejano. Pero mi oído lo capta.
Decido con pena dejarla tranquilizarse sola. >>Maldita sea. No quiero ver una lágrima más.<< No sé si fueron imaginaciones mías, pero me pareció ver derramar una lágrima a Devoss, ahora a ella, y pronto yo como esto no pare.
Cabreada por todo decido ir a la azotea. A dar un respiro y tomar el aire.
Una placentera brisa fría me acaricia la cara y agita mi pelo en lateral.
No dispongo de mucho tiempo para reflexionar sobre todo. Pues oigo unos pasos detrás de mí.
Me giró lentamente, y compruebo que es el holandés.
-Ah, hola. Oye...quiero agradecerte que te interpusieras delante de mí, gracias.- le digo con una sonrisa lo más sincera posible, e intentando disimular mi tristeza, y no llorar en el momento.
Tras unos varios segundos vuelvo a hablar, no sé si hubiera dicho algo, pero le interrumpo, extresada.
-Esto...no puede ser.- le hablo de espaldas, surcando con la mirada el mar grisáceo de edificios, dos lágrimas caen de mis angustiados ojos, parecen caer al vacío, con la oscuridad solo aprecio dos destellitos brillantes descender- ella, está llorando.- hablo esperando que entienda a que me refiero
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Seth
Ficha de cosechado
Nombre: Connor
Especie: Humano
Habilidades: Fuerza bruta, inmutabilidad, rapidez mentalPersonajes :
● Devoss: Humano (Países Bajos) Licántropo Tigre
● Maila: Humana (Hawaii) Bruja de la Arena
●Connor: Humano (Canadá)
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Sufre episodios de insomnio. Tendrá episodios de vértigo postural, más frecuentes al levantarse tras dormir, que pueden durar desde minutos a varias horas.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
05/02/15, 09:35 pm
Me responde con una simple sonrisa, pero lo entiendo teniendo en cuenta que han intentado matarla. Por fin llegamos al torreón, donde me despojo de mi lanza, devolviéndola a la armería.
Tengo mucha hambre, ha sido una aventura cansina y agobiante. Me ha dejado hambriento y sediento. Después de comer con evidentes ansias me limito a mirar el plato vacío. Ahora desearía comerme otro, pero da igual, ya probaré bocado en otro momento.
Todo lo que ha pasado me ha venido grande, y me he dejado llevar por lo que es normal, llorar. Pero este mundo es cruel, y no quiero que me convierte en un débil. Pienso demostrarle a Rocavarancolia que se equivoca, esta vez no va a ganar, no va a conseguir matarnos. Me he dado cuenta de que somos un grupo fuerte, nos protegemos los unos a los otros, como si fuéramos una gran familia.
Si seguimos así nada podrá con nosotros, ni los escarabajos ni los pollos locos nos serán rivales. Ruth sube arriba bastante callada, lo cierto es que me cae bien, fue la primera persona que divisé cuando salí de ese asqueroso cuarto. Me levanto rápidamente y la sigo.
Al final la breve persecución termina en la azotea, donde ella está asomada en el balcón. Me agradece que la defendiera. - Ah, de nada supongo.- Digo secamente a la vez que suspiro. Ella está llorando...¿ Quién? -¿ Te refieres a Varsai? Es lógico que llore, la han atacado. Esa maldita Armonía..... No entiendo como pudo pasar, todo sucedió tan rápido... Pero debemos pensar en el ahora. Todos hemos salido bien parados, Sekk el que menos, pero en general estamos bien-.
-Debemos acostumbrarnos a estas cosas, van a pasar a menudo, estoy seguro-.
Tengo mucha hambre, ha sido una aventura cansina y agobiante. Me ha dejado hambriento y sediento. Después de comer con evidentes ansias me limito a mirar el plato vacío. Ahora desearía comerme otro, pero da igual, ya probaré bocado en otro momento.
Todo lo que ha pasado me ha venido grande, y me he dejado llevar por lo que es normal, llorar. Pero este mundo es cruel, y no quiero que me convierte en un débil. Pienso demostrarle a Rocavarancolia que se equivoca, esta vez no va a ganar, no va a conseguir matarnos. Me he dado cuenta de que somos un grupo fuerte, nos protegemos los unos a los otros, como si fuéramos una gran familia.
Si seguimos así nada podrá con nosotros, ni los escarabajos ni los pollos locos nos serán rivales. Ruth sube arriba bastante callada, lo cierto es que me cae bien, fue la primera persona que divisé cuando salí de ese asqueroso cuarto. Me levanto rápidamente y la sigo.
Al final la breve persecución termina en la azotea, donde ella está asomada en el balcón. Me agradece que la defendiera. - Ah, de nada supongo.- Digo secamente a la vez que suspiro. Ella está llorando...¿ Quién? -¿ Te refieres a Varsai? Es lógico que llore, la han atacado. Esa maldita Armonía..... No entiendo como pudo pasar, todo sucedió tan rápido... Pero debemos pensar en el ahora. Todos hemos salido bien parados, Sekk el que menos, pero en general estamos bien-.
-Debemos acostumbrarnos a estas cosas, van a pasar a menudo, estoy seguro-.
- Aes
Ficha de cosechado
Nombre: Aniol
Especie: Humano
Habilidades: habilidad manual, automotivación, olfato fino.
Personajes : ●Ruth: Humana (Israel)
Demonio de Fuego
●Tayron: Humano (Bélgica)
Lémur
●Fleur: Humana (Francia)
Siwani
●Aniol: Humano (Polonia)
Unidades mágicas : 03/12
Síntomas : Querrá salir más del torreón. En ocasiones, aparecerán destellos de luz a su alrededor que duran un instante.
Status : KANON VOY A POR TI
Humor : Me meo ;D
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
07/02/15, 11:02 am
La oscuridad parece caer con más intensidad sobre Rocavarancolia, iluminada por unas llamas incandescentes que bailan en el cielo. Escuché algo de que eran murciélagos. >>Murciélagos de fuego...<<
Me giro hacia el Holandés, esta vez sin ocultar en nada mis lágrimas, que van disminuyendo poco a poco.
-Lo sé, seguirán pasando cosas, pero nunca podré acostumbrarme a ellas Devoss, yo solo quiero volver a casa, pero supongo que como todos. -no quiero darle más preocupación al pobre, pero los nervios y la fatiga, el miedo y rabia se unen formando una pelota en mi estómago, no desaparecerá, pero puedo intentar echarla a un lado, y la forma es hablando con él. ¿De qué modo sino?.
En este día han pasado muchas cosas, esta tierra no parece querer dejarnos en paz, al menos unos días. Y hay que sobrevivir mucho tiempo. Cada vez la afirmación de que podemos conseguirlo entre todos se va desvaneciendo, está claro. Pero a toda costa, no serán Varsai, ni Devoss e Irianna, ellos no. Es muy egoísta, pero el resto debería hacer lo mismo, no dudaré en hacer lo que sea por salvarlos. No sabemos que pasará en los tantos meses que nos quedan, pero la protección es necesaria, y cada uno lo hará a su manera y a quien le apetezca, espero estar equivocada, y que todo el mundo nos llevemos bien, pero es difícil si recuerdo a los de Maciel.
-En fin, esta es la ciudad de los milagros y portentos, si te digo la verdad – le digo intentando evitar el tema de la varmana, la cual, me provoca una honda tristeza – todavía no he visto ninguno, salvo esta Torre, que parece protegernos de todo, menos de nosotros mismos.
Y es cierto, mi único enemigo aquí dentro soy yo misma, mi mente traicionera y mi cuerpo temblón cada dos por tres. Bueno, y Doce, que no sé cuanto tiempo habrá que esperarle.
Me giro hacia el Holandés, esta vez sin ocultar en nada mis lágrimas, que van disminuyendo poco a poco.
-Lo sé, seguirán pasando cosas, pero nunca podré acostumbrarme a ellas Devoss, yo solo quiero volver a casa, pero supongo que como todos. -no quiero darle más preocupación al pobre, pero los nervios y la fatiga, el miedo y rabia se unen formando una pelota en mi estómago, no desaparecerá, pero puedo intentar echarla a un lado, y la forma es hablando con él. ¿De qué modo sino?.
En este día han pasado muchas cosas, esta tierra no parece querer dejarnos en paz, al menos unos días. Y hay que sobrevivir mucho tiempo. Cada vez la afirmación de que podemos conseguirlo entre todos se va desvaneciendo, está claro. Pero a toda costa, no serán Varsai, ni Devoss e Irianna, ellos no. Es muy egoísta, pero el resto debería hacer lo mismo, no dudaré en hacer lo que sea por salvarlos. No sabemos que pasará en los tantos meses que nos quedan, pero la protección es necesaria, y cada uno lo hará a su manera y a quien le apetezca, espero estar equivocada, y que todo el mundo nos llevemos bien, pero es difícil si recuerdo a los de Maciel.
-En fin, esta es la ciudad de los milagros y portentos, si te digo la verdad – le digo intentando evitar el tema de la varmana, la cual, me provoca una honda tristeza – todavía no he visto ninguno, salvo esta Torre, que parece protegernos de todo, menos de nosotros mismos.
Y es cierto, mi único enemigo aquí dentro soy yo misma, mi mente traicionera y mi cuerpo temblón cada dos por tres. Bueno, y Doce, que no sé cuanto tiempo habrá que esperarle.
"Ya No Hay Fuego, Pero Sigue Quemando."
"Son Un Sentimiento Suspendido En El Tiempo, A Veces Un Evento Terrible Condenado A Repetirse."
"Deja Que Tu Fe Sea Más Grande Que Tus Miedos."
"¡Se Lo Diré Al Señor Santa!"
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
11/02/15, 10:58 pm
En cuanto el torreón apareció en la distancia Sekk se relajó un poco, tranquilo ante la visión del que se había convertido en su refugio, el único lugar al que llamar hogar en aquella ciudad de locos, y cuando franquearon la puerta perdió la poca tensión que lo mantenía erguido. Se apoyó en el muro de piedra para no caer al suelo y descansó unos segundos en aquella posición, dejando que la piedra le enfriará las ideas a través de su frente. Solo volvió a moverse cuando estuvo seguro de no necesitar ayuda, y lo primero que hizo fue dejar sus armas en la mazmorra, conservando únicamente su cuchillo de caza. Pensaba ocuparse de sus heridas cuanto antes, pero cuando regresó a la planta baja el abrazo de Varsai le pilló un poco por sorpresa. Sonrió, no obstante, y le revolvió el pelo en respuesta, acercándose a Kimbra en cuanto la pequeña se perdió escaleras arriba.
—¿Me ayudas con la puesta a punto? —preguntó tratando de bromear, para recordar casi al instante que la krabeliense no tenía demasiados referentes en aquel sentido—. Bueno, con lo de curar mi brazo y eso... —trató de aclarar con gesto incómodo.
La muchacha respondió afirmativamente y, tras hablarlo unos minutos, cada uno fue en busca de materiales. Ella fue a por el agua mientras Sekk se hacía con una sábana vieja y fabricaba unas vendas con la ayuda de sus cuchillo, aprovechando también el hilo del dobladillo que utilizarían en la sutura. En cuanto la muchacha regresó con el agua el intara puso a hervir la tela en una olla para estirilizarla, sentándose a continuación al no tener nada más que hacer y dejando a la experta hacer su trabajo. Kimbra retiró primero el vendaje de Jace y procedió a limpiar la herida, eliminando cualquier traza de suciedad para enhebrar su aguja de hueso en cuanto el corte estuvo desinfectado. El ulterano apenas bufó mientras la krabeliense le daba los puntos y se limitó a apretar los dientes aguantando dolor.
Soltó un suspiro de alivio, sin embargo, cuando la morena le aplicó el cataplasma de hierbas que había hecho, preguntándole a continuación qué efectos tendría en el corte. Con frases concisas y directas Kimbra le aclaró que era un cicatrizante que contenía una ligera anestesia para mitigar el dolor, y el intara no dudo en agradecérselo en cuanto empezó a notar los efectos del mismo. Los vendajes hervidos ya estaban prácticamente secos y, con gran destreza a ojos del rubio, la muchacha se encargó de vendarle de nuevo, finalizando de este modo la cura. Sekk estiró el brazo con cuidado, comprobando la firmeza del trabajo de la krabeliense y sonriendo satisfecho con el resultado.
—Mi madre es doctora y estaría de acuerdo conmigo en que eres bastante diestra con la aguja —comentó, sosteniendo la mirada de sus ojos dispares con una sonrisa—. Has hecho un trabajo excelente, Kimbra, y no hace falta que hagas más por el momento —añadió cuando se ofreció a prepararle una infusión que le ayudaría a dormir—. Ahora estoy bien, de verdad, muchas gracias —le agradeció de nuevo antes de empezar a recoger la cocina.
Guardó el trozo de la camiseta de Jace tras limpiarlo bien, pensando en arreglar la prenda del humano más adelante, y en cuanto todo estuvo despejado se acercó a las cestas para empezar a preparar la comida. Descansar o estarse quieto sin hacer nada no era algo que entrara en su planes, y si alguien se acercaba a sugerírselo argumentaría que estaba bien y le restaría importancia al asunto.
—¿Me ayudas con la puesta a punto? —preguntó tratando de bromear, para recordar casi al instante que la krabeliense no tenía demasiados referentes en aquel sentido—. Bueno, con lo de curar mi brazo y eso... —trató de aclarar con gesto incómodo.
La muchacha respondió afirmativamente y, tras hablarlo unos minutos, cada uno fue en busca de materiales. Ella fue a por el agua mientras Sekk se hacía con una sábana vieja y fabricaba unas vendas con la ayuda de sus cuchillo, aprovechando también el hilo del dobladillo que utilizarían en la sutura. En cuanto la muchacha regresó con el agua el intara puso a hervir la tela en una olla para estirilizarla, sentándose a continuación al no tener nada más que hacer y dejando a la experta hacer su trabajo. Kimbra retiró primero el vendaje de Jace y procedió a limpiar la herida, eliminando cualquier traza de suciedad para enhebrar su aguja de hueso en cuanto el corte estuvo desinfectado. El ulterano apenas bufó mientras la krabeliense le daba los puntos y se limitó a apretar los dientes aguantando dolor.
Soltó un suspiro de alivio, sin embargo, cuando la morena le aplicó el cataplasma de hierbas que había hecho, preguntándole a continuación qué efectos tendría en el corte. Con frases concisas y directas Kimbra le aclaró que era un cicatrizante que contenía una ligera anestesia para mitigar el dolor, y el intara no dudo en agradecérselo en cuanto empezó a notar los efectos del mismo. Los vendajes hervidos ya estaban prácticamente secos y, con gran destreza a ojos del rubio, la muchacha se encargó de vendarle de nuevo, finalizando de este modo la cura. Sekk estiró el brazo con cuidado, comprobando la firmeza del trabajo de la krabeliense y sonriendo satisfecho con el resultado.
—Mi madre es doctora y estaría de acuerdo conmigo en que eres bastante diestra con la aguja —comentó, sosteniendo la mirada de sus ojos dispares con una sonrisa—. Has hecho un trabajo excelente, Kimbra, y no hace falta que hagas más por el momento —añadió cuando se ofreció a prepararle una infusión que le ayudaría a dormir—. Ahora estoy bien, de verdad, muchas gracias —le agradeció de nuevo antes de empezar a recoger la cocina.
Guardó el trozo de la camiseta de Jace tras limpiarlo bien, pensando en arreglar la prenda del humano más adelante, y en cuanto todo estuvo despejado se acercó a las cestas para empezar a preparar la comida. Descansar o estarse quieto sin hacer nada no era algo que entrara en su planes, y si alguien se acercaba a sugerírselo argumentaría que estaba bien y le restaría importancia al asunto.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
11/02/15, 11:37 pm
Se sintió perdida nada más llegar al torreón. No sabía qué debía hacer. Las únicas compañías que hubiese querido tener no se encontraban disponibles y tampoco se sentía en condiciones de ayudar a Kimbra con el brazo del intara de todas formas. Por suerte encontró algo de lo que ocuparse cuando los que se habían quedado en el torreón se acercaron a preguntar qué había pasado. Vorela había visto subir corriendo a Varsai y sin duda ya habrían notado que Sekkeh se encontraba herido. La idrina dedicó una rápida mirada a las escaleras por las que había desaparecido la varmana mientras se mordía el labio inferior y finalmente empezó a resumir lo mejor que pudo lo sucedido en el torreón Maciel, sin omitir que Roaxen había disparado a Armonía no importándole si el xolnita podía escucharla o no.
—Antes de que empezase todo ese follón parecían entusiasmados con la idea de venir hasta la biblioteca, así que bueno… No sé si vendrán a visitarnos mañana para hablar con Kimbra sobre los parásitos, pero es una posibilidad.
La lacustre esperó un rato más antes de finalizar la conversación por si alguno quería preguntar algo más y después se excusó diciendo que quería subir a ver cómo estaba Varsai. Se perdió escaleras arriba tras dedicar una breve mirada al proceso de cura que la hija de lunas todavía estaba llevando a cabo con el ulterano y entró al dormitorio abriendo la puerta con cuidado. Se encontró a la balera profundamente dormida sobre su cama, por lo que la lacustre se limitó a rebuscar entre los baúles de ropa hasta dar con una manta con la que cubrir a la niña para que no cogiese frío y regresó a la planta baja.
Incluso con la herida en el brazo no pudo convencer a Sekkeh de que mejor se encargaba ella de la comida aunque fuese con la ayuda de algún otro, por lo que la preparación de la comida no solo se le hizo difícil porque se encontraba agotada, sino porque la compañía del intara ese día le producía más ansiedad que de costumbre debido a que la idrina estaba totalmente convencida de que la opinión que tenía de ella el ulterano se había vuelto muy negativa después de la pésima muestra de auto control que había dado delante de todo el mundo. El intara, salvando el hecho de que se lo notaba tan cansado como ella, no dio muestras de tratarla de forma diferente a la habitual y la lacustre se preguntó qué significaba sin encontrar una respuesta que la convenciera mientras trataba de centrarse en la tarea. Cuando casi estaban acabando hizo acopio de valor para proponerle al intara que dejasen preparada también la cena, alegando que probablemente estarían aún más agotados al final del día. No se trataba de algo que realmente no creyese, pero con aquella propuesta la idrina pretendía matar dos pájaros de un tiro ahorrándose tener que volver a pasar por lo mismo.
—¿Estás… Te duele el brazo todavía?
Casi al momento se arrepintió de haber hablado para vacilar de aquella manera pero, aparte de que le preocupaba el estado de su compañero, no hubiese sido muy correcto no mostrar interés por ello.
—Antes de que empezase todo ese follón parecían entusiasmados con la idea de venir hasta la biblioteca, así que bueno… No sé si vendrán a visitarnos mañana para hablar con Kimbra sobre los parásitos, pero es una posibilidad.
La lacustre esperó un rato más antes de finalizar la conversación por si alguno quería preguntar algo más y después se excusó diciendo que quería subir a ver cómo estaba Varsai. Se perdió escaleras arriba tras dedicar una breve mirada al proceso de cura que la hija de lunas todavía estaba llevando a cabo con el ulterano y entró al dormitorio abriendo la puerta con cuidado. Se encontró a la balera profundamente dormida sobre su cama, por lo que la lacustre se limitó a rebuscar entre los baúles de ropa hasta dar con una manta con la que cubrir a la niña para que no cogiese frío y regresó a la planta baja.
Incluso con la herida en el brazo no pudo convencer a Sekkeh de que mejor se encargaba ella de la comida aunque fuese con la ayuda de algún otro, por lo que la preparación de la comida no solo se le hizo difícil porque se encontraba agotada, sino porque la compañía del intara ese día le producía más ansiedad que de costumbre debido a que la idrina estaba totalmente convencida de que la opinión que tenía de ella el ulterano se había vuelto muy negativa después de la pésima muestra de auto control que había dado delante de todo el mundo. El intara, salvando el hecho de que se lo notaba tan cansado como ella, no dio muestras de tratarla de forma diferente a la habitual y la lacustre se preguntó qué significaba sin encontrar una respuesta que la convenciera mientras trataba de centrarse en la tarea. Cuando casi estaban acabando hizo acopio de valor para proponerle al intara que dejasen preparada también la cena, alegando que probablemente estarían aún más agotados al final del día. No se trataba de algo que realmente no creyese, pero con aquella propuesta la idrina pretendía matar dos pájaros de un tiro ahorrándose tener que volver a pasar por lo mismo.
—¿Estás… Te duele el brazo todavía?
Casi al momento se arrepintió de haber hablado para vacilar de aquella manera pero, aparte de que le preocupaba el estado de su compañero, no hubiese sido muy correcto no mostrar interés por ello.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/02/15, 01:02 am
Irianna, que mientras Kimbra le curaba se había encargado de poner al corriente a los que se habían quedado de lo ocurrido en Maciel, se acercó a ayudarle con la comida, tratando de convencerle antes de que se lo dejara a ella sola y descansara. Sekk se negó, por supuesto, y en cuanto se pusieron de acuerdo empezaron a trabajar. El intara estaba más distraído que de costumbre, quizás debido al cansancio que, como a la idrina, le afectaba, pero se mostró igual de eficiente que de costumbre. La propuesta de la lacustre al concluir los preparativos del almuerzo fue recibida positivamente por el ulterano y, sin bajar el ritmo, siguieron cocinando para dejar la cena ya preparada.
—Apenas —le respondió con una media sonrisa, removiendo unas verduras con el brazo sano y echando un vistazo al vendaje—. Kimbra hizo un fantástico trabajo y le añadió algún tipo de anestesiante al cataplasma. Estoy bien, gracias por preocuparte —le agradeció.
Algo que le había dejado inquieto en Maciel regresó a sus pensamientos mientras troceaba el pescado, dificultándole el trabajar junto a Irianna sin aclarar antes el asunto.
—Oye —empezó algo dubitativo, deteniendo sus movimientos y apoyando el cuchillo en la encimera—, allí atrás en Maciel, antes del follón con la emplumada y eso. Lo cierto es que empalideciste un poco cuando te rodeo casi todo el torreón para ojear los mapas y pensé que necesitabas algo de espacio, pero quizás supuse demasiado. Creo que no te sentó bien mi propuesta y debería disculparme por ello —aclaró, mordiéndose un segundo el labio antes de continuar—. ¿Quizás estuve fuera de lugar en canones idrinos... ? En verdad no lo se, pero si es así no era mi intención. Lo siento de veras —se disculpó por fin, mirando a la albina a los ojos antes de volver a la tarea que tenía entre manos sin haber quedado del todo convencido con sus palabras.
—Apenas —le respondió con una media sonrisa, removiendo unas verduras con el brazo sano y echando un vistazo al vendaje—. Kimbra hizo un fantástico trabajo y le añadió algún tipo de anestesiante al cataplasma. Estoy bien, gracias por preocuparte —le agradeció.
Algo que le había dejado inquieto en Maciel regresó a sus pensamientos mientras troceaba el pescado, dificultándole el trabajar junto a Irianna sin aclarar antes el asunto.
—Oye —empezó algo dubitativo, deteniendo sus movimientos y apoyando el cuchillo en la encimera—, allí atrás en Maciel, antes del follón con la emplumada y eso. Lo cierto es que empalideciste un poco cuando te rodeo casi todo el torreón para ojear los mapas y pensé que necesitabas algo de espacio, pero quizás supuse demasiado. Creo que no te sentó bien mi propuesta y debería disculparme por ello —aclaró, mordiéndose un segundo el labio antes de continuar—. ¿Quizás estuve fuera de lugar en canones idrinos... ? En verdad no lo se, pero si es así no era mi intención. Lo siento de veras —se disculpó por fin, mirando a la albina a los ojos antes de volver a la tarea que tenía entre manos sin haber quedado del todo convencido con sus palabras.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/02/15, 01:45 am
Asintió en respuesta a la explicación de Sekkeh y, tras titubear unos segundos, añadió un comentario.
—Gracias por haber actuado tan rápido para defender a Varsai. Creo que yo no hubiese sido capaz de reaccionar a tiempo…
En realidad no lo creía, sino que estaba completamente segura de ello. Su estado y el miedo probablemente le hubieran hecho realizar alguna acción torpe e inadecuada, por no hablar de que no se hubiese atrevido a utilizar el arco porque si de normal no se fiaba de su puntería, mucho menos lo haría bajo presión. Y, al contrario que Roaxen, no creía que matar a Armonía hubiese sido la opción correcta teniendo en cuenta que entre todos habrían podido reducirla más pronto que tarde fuese como fuese. El intara había sido un tanto imprudente, tal y como probaba la cataplasma que llevaba sobre el brazo, pero no podía culparlo por haber reaccionado de manera impulsiva. La vida de la varmana había estado en peligro durante unos instantes.
Había vuelto a centrarse por completo en preparar la cena y la llamada de atención del ulterano junto con el sonido del cuchillo al apoyarse en la encimera la cogieron desprevenida y realizó mal el siguiente corte en el pescado del que se estaba encargando al haber dirigido una mirada inquisitiva sin detener su propio cuchillo. Maldijo para sí de forma casi inaudible y se apresuró a arreglar el estropicio como pudo antes de imitar a su interlocutor y apoyar el utensilio para atenderle.
La lacustre abrió la boca y la volvió a cerrar nada más escuchar el final de la disculpa del intara. Cuando Sekkeh empezó a hablar, había sentido una punzada de la vergüenza que aún sentía por lo sucedido, creyendo que iba a recriminarle algo, y su sorpresa fue mayúscula al descubrir que se trataba prácticamente lo opuesto. La idrina se giró, dando la espalda a la encimera y apoyándose ligeramente en esta sin saber muy bien qué decir. Sin duda podría haberse esperado más cosas aparte de una recriminación, ya que Sekkeh podría haber elegido no darle mayor importancia a su comportamiento, pero no una disculpa. No era difícil de deducir, pues, que los ulteranos no compartían los mismos protocolos sociales en todas las situaciones a pesar de las similitudes que ya habían observado.
—No… Verás —se apartó el pelo rápidamente antes de girarse hacia el intara—, es… es al contrario. Si eso hubiese sucedido en Idris, los que hubiesen creído mi excusa no le habrían dado mayor importancia, pero si alguien se diese cuenta de que no estaba siendo del todo sincera… —Hizo una pausa al darse cuenta de lo que estaba diciendo y enrojeció ligeramente—. Sí, es verdad, mentí al respecto. Tenías razón en realidad y sí estaba muy agobiada. Hacía mucho tiempo que no me encontraba rodeada de tantos… —Vaciló unos instantes, pero enseguida decidió que era preferible no corregir ya que no tenía por qué interpretarse de una única manera y siguió hablando tratando de ignorar la agitación interna debido al desliz y poniendo cuidado en que no se reflejase externamente—. El hecho de mostrar incomodidad hubiese sido visto como algo muy poco apropiado, ya que quiere decir que hice sentir incómodos a los demás, al notarlo. —Hizo una pausa en la que suspiró levemente—. Supongo que para los ulteranos es diferente y a lo mejor ninguna otra especie comparte mis inquietudes, no lo sé. Pero aun así no estuvo bien, debí haber afrontado la situación con más entereza o tal vez haber desplazado el foco de atención mucho antes para evitar la situación o… no lo sé. Pero no tienes nada por lo que disculparte —añadió con un gesto en el que imprimía firmeza a su afirmación.
—Gracias por haber actuado tan rápido para defender a Varsai. Creo que yo no hubiese sido capaz de reaccionar a tiempo…
En realidad no lo creía, sino que estaba completamente segura de ello. Su estado y el miedo probablemente le hubieran hecho realizar alguna acción torpe e inadecuada, por no hablar de que no se hubiese atrevido a utilizar el arco porque si de normal no se fiaba de su puntería, mucho menos lo haría bajo presión. Y, al contrario que Roaxen, no creía que matar a Armonía hubiese sido la opción correcta teniendo en cuenta que entre todos habrían podido reducirla más pronto que tarde fuese como fuese. El intara había sido un tanto imprudente, tal y como probaba la cataplasma que llevaba sobre el brazo, pero no podía culparlo por haber reaccionado de manera impulsiva. La vida de la varmana había estado en peligro durante unos instantes.
Había vuelto a centrarse por completo en preparar la cena y la llamada de atención del ulterano junto con el sonido del cuchillo al apoyarse en la encimera la cogieron desprevenida y realizó mal el siguiente corte en el pescado del que se estaba encargando al haber dirigido una mirada inquisitiva sin detener su propio cuchillo. Maldijo para sí de forma casi inaudible y se apresuró a arreglar el estropicio como pudo antes de imitar a su interlocutor y apoyar el utensilio para atenderle.
La lacustre abrió la boca y la volvió a cerrar nada más escuchar el final de la disculpa del intara. Cuando Sekkeh empezó a hablar, había sentido una punzada de la vergüenza que aún sentía por lo sucedido, creyendo que iba a recriminarle algo, y su sorpresa fue mayúscula al descubrir que se trataba prácticamente lo opuesto. La idrina se giró, dando la espalda a la encimera y apoyándose ligeramente en esta sin saber muy bien qué decir. Sin duda podría haberse esperado más cosas aparte de una recriminación, ya que Sekkeh podría haber elegido no darle mayor importancia a su comportamiento, pero no una disculpa. No era difícil de deducir, pues, que los ulteranos no compartían los mismos protocolos sociales en todas las situaciones a pesar de las similitudes que ya habían observado.
—No… Verás —se apartó el pelo rápidamente antes de girarse hacia el intara—, es… es al contrario. Si eso hubiese sucedido en Idris, los que hubiesen creído mi excusa no le habrían dado mayor importancia, pero si alguien se diese cuenta de que no estaba siendo del todo sincera… —Hizo una pausa al darse cuenta de lo que estaba diciendo y enrojeció ligeramente—. Sí, es verdad, mentí al respecto. Tenías razón en realidad y sí estaba muy agobiada. Hacía mucho tiempo que no me encontraba rodeada de tantos… —Vaciló unos instantes, pero enseguida decidió que era preferible no corregir ya que no tenía por qué interpretarse de una única manera y siguió hablando tratando de ignorar la agitación interna debido al desliz y poniendo cuidado en que no se reflejase externamente—. El hecho de mostrar incomodidad hubiese sido visto como algo muy poco apropiado, ya que quiere decir que hice sentir incómodos a los demás, al notarlo. —Hizo una pausa en la que suspiró levemente—. Supongo que para los ulteranos es diferente y a lo mejor ninguna otra especie comparte mis inquietudes, no lo sé. Pero aun así no estuvo bien, debí haber afrontado la situación con más entereza o tal vez haber desplazado el foco de atención mucho antes para evitar la situación o… no lo sé. Pero no tienes nada por lo que disculparte —añadió con un gesto en el que imprimía firmeza a su afirmación.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
12/02/15, 10:02 pm
Mientras el intara seguía trabajando el pescado no dejaba de prestar atención a las palabras de la idrina, que expuso su punto de vista de lo sucedido invalidando de esa manera la preocupación previa de su interlocutor. Al parecer ambos habían malinterpretado las acciones del otro, dando pie a una situación incómoda completamente innecesaria. Ahora que conocía todos los detalles Sekk no podía evitar una sonrisa, gesto que esbozó antes de volver a tener la palabra.
—Yo no soy precisamente un ejemplo adecuado de ulterano "común" —empezó, haciendo el gesto de las comillas con las manos antes de aclararlas y secarlas con un trapo—, así que no puedo hablar por mi planeta de origen, pero lo que sí es cierto es que en la ciudad de la que provengo es norma el ser algo transparente con tus opiniones. Vivir en un barco implica que tarde o temprano todo el mundo conoce a todo el mundo, supongo, y si hay rencillas o desacuerdos por ocultar tu punto de vista sobre un tema la cosa no funciona. En realidad soy bastante franco ya de por sí, por lo que creciendo en un sitio así me acostumbre a decir siempre la verdad. No me importa reconocer que me incomodan las multitudes, por ejemplo, y considero más importante el bienestar de las personas que la impresión que causan de cara a la sociedad...
La cena ya casi estaba lista y solo restaba que terminará de cocinarse a fuego lento, así que para ahorrar tiempo Sekk empezó a limpiar lo que habían ensuciado. Era la primera vez que hablaba tanto desde que había llegado a la ciudad, y curiosamente no le estaba costando demasiado.
—En cualquier caso y como tu bien has dicho es una cuestión de puntos de vista, supongo, y no es extraño que dos sociedades de mundos distintos tengan diferentes puntos de vista sobre algunos temas —rió con suavidad—. Me alegra haberlo aclarado, de todos modos, y me asegurare de recordarlo para la próxima vez. No es necesario, sin embargo, que ocultes tu incomodidad en el futuro si estás hablando conmigo de cualquier cosa —era un ofrecimiento espontáneo que no tenía nada que ver con el trauma de la lacustre, del que por descontado el intara no estaba al tanto—. Lo que quiero decir es que no me voy a ofender de ningún modo si te apetece tomar el aire cuando estemos conversando —concluyó, revolviéndose el pelo con gesto distraído. Solo pretendía ser amable.
—Yo no soy precisamente un ejemplo adecuado de ulterano "común" —empezó, haciendo el gesto de las comillas con las manos antes de aclararlas y secarlas con un trapo—, así que no puedo hablar por mi planeta de origen, pero lo que sí es cierto es que en la ciudad de la que provengo es norma el ser algo transparente con tus opiniones. Vivir en un barco implica que tarde o temprano todo el mundo conoce a todo el mundo, supongo, y si hay rencillas o desacuerdos por ocultar tu punto de vista sobre un tema la cosa no funciona. En realidad soy bastante franco ya de por sí, por lo que creciendo en un sitio así me acostumbre a decir siempre la verdad. No me importa reconocer que me incomodan las multitudes, por ejemplo, y considero más importante el bienestar de las personas que la impresión que causan de cara a la sociedad...
La cena ya casi estaba lista y solo restaba que terminará de cocinarse a fuego lento, así que para ahorrar tiempo Sekk empezó a limpiar lo que habían ensuciado. Era la primera vez que hablaba tanto desde que había llegado a la ciudad, y curiosamente no le estaba costando demasiado.
—En cualquier caso y como tu bien has dicho es una cuestión de puntos de vista, supongo, y no es extraño que dos sociedades de mundos distintos tengan diferentes puntos de vista sobre algunos temas —rió con suavidad—. Me alegra haberlo aclarado, de todos modos, y me asegurare de recordarlo para la próxima vez. No es necesario, sin embargo, que ocultes tu incomodidad en el futuro si estás hablando conmigo de cualquier cosa —era un ofrecimiento espontáneo que no tenía nada que ver con el trauma de la lacustre, del que por descontado el intara no estaba al tanto—. Lo que quiero decir es que no me voy a ofender de ningún modo si te apetece tomar el aire cuando estemos conversando —concluyó, revolviéndose el pelo con gesto distraído. Solo pretendía ser amable.
- Aliera W
Ficha de cosechado
Nombre: Sigrún
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, orientación y resistenciaPersonajes : Sigrún
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
13/02/15, 07:09 pm
Sigrún se levantó enfadado. Sekk se había ido a la mitad de la noche y había pasado olímpicamente de sus planes; tendría que esperar más para verle enfadado, y eso no le gustaba. Además, había descubierto que le quedaba menos de la mitad del bote de pomada para la piel que solía llevar en los bolsillos.
En el desayuno vio a sus compañeros de torreón con unos mamotretos que, como se enteró poco después, ni siquiera podían leer. Se dedicaban a mirar los dibujitos y mirar el texto indescifrable, como niños intentando leer un cuento de pictogramas que tan sólo comprendían las imágenes. Para colmo, no dejaban de hablar de la supuesta magia que hallarían en aquellas páginas viejas.
Imbéciles.
<<Si fuera magia de verdad, no estaría al alcance de cualquiera, ¿no os parece?>>
Entonces, surgió la idea de salir a buscar al resto del grupo basándose en una posibilidad de que se hubiesen refugiado en otro torreón. El albino tenía ganas de salir fuera, si bien tampoco eran muchas, y no quería que el resto comenzase a considerarlo un cobarde, pero se le antojaba demasiado incierta. Ni siquiera estaban seguros de que los otros hubiesen conseguido escapar o de que el torreón siguiera aún en pie. Finalmente, a ninguno parecía habérsele ocurrido que si dejaban su propio torreón deshabitado al volver podían encontrarse algo carnívoro en su interior. Por todo ello, Sigrún fingió una indigestión y les dejó ir. Con él se quedarían Vorela y el pollo, desde luego no la mejor compañía que podía tener. Al menos, no la más elocuente.
Regresaron horas más tarde. Efectivamente, habían encontrado a los otros –apenas recordaba alguna cara y desde luego ningún nombre- pero no todo había ido como esperaban. Al bajar de la azotea, los encontró nerviosos y excitados: a Sekk le habían disparado con una ballesta <<si no se hace el héroe revienta>> para detener una pelea, o algo así. Lo cierto era que no se había enterado del todo bien de su explicación. Sí se había quedado, sin embargo, con la repentina explosión de la tal Armonía, a la cual confundió mentalmente con Tesón.
―Intentan matar a Varsai, ¿y vosotros lo dejáis correr? Grandes amigos defensores estáis hechos. Roaxen es el único que le ha echado un poquito de agallas. A ver si se le pudren las entrañas al pájaro. Que sufra por lo que le ha hecho a Varsai.
En el desayuno vio a sus compañeros de torreón con unos mamotretos que, como se enteró poco después, ni siquiera podían leer. Se dedicaban a mirar los dibujitos y mirar el texto indescifrable, como niños intentando leer un cuento de pictogramas que tan sólo comprendían las imágenes. Para colmo, no dejaban de hablar de la supuesta magia que hallarían en aquellas páginas viejas.
Imbéciles.
<<Si fuera magia de verdad, no estaría al alcance de cualquiera, ¿no os parece?>>
Entonces, surgió la idea de salir a buscar al resto del grupo basándose en una posibilidad de que se hubiesen refugiado en otro torreón. El albino tenía ganas de salir fuera, si bien tampoco eran muchas, y no quería que el resto comenzase a considerarlo un cobarde, pero se le antojaba demasiado incierta. Ni siquiera estaban seguros de que los otros hubiesen conseguido escapar o de que el torreón siguiera aún en pie. Finalmente, a ninguno parecía habérsele ocurrido que si dejaban su propio torreón deshabitado al volver podían encontrarse algo carnívoro en su interior. Por todo ello, Sigrún fingió una indigestión y les dejó ir. Con él se quedarían Vorela y el pollo, desde luego no la mejor compañía que podía tener. Al menos, no la más elocuente.
Regresaron horas más tarde. Efectivamente, habían encontrado a los otros –apenas recordaba alguna cara y desde luego ningún nombre- pero no todo había ido como esperaban. Al bajar de la azotea, los encontró nerviosos y excitados: a Sekk le habían disparado con una ballesta <<si no se hace el héroe revienta>> para detener una pelea, o algo así. Lo cierto era que no se había enterado del todo bien de su explicación. Sí se había quedado, sin embargo, con la repentina explosión de la tal Armonía, a la cual confundió mentalmente con Tesón.
―Intentan matar a Varsai, ¿y vosotros lo dejáis correr? Grandes amigos defensores estáis hechos. Roaxen es el único que le ha echado un poquito de agallas. A ver si se le pudren las entrañas al pájaro. Que sufra por lo que le ha hecho a Varsai.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
13/02/15, 11:50 pm
Atendió a la explicación de Sekkeh con interés mientras retomaba su parte de trabajo con la cena, aliviada de haberse quitado al menos uno de los pesos que la presionaban aquel día de encima. El alivio fue momentáneo y un tanto amargo, no obstante, porque aquello era una cuestión relativamente menor en comparación todo lo que había sucedido aquel día. Y seguía estando el hecho de que el que el intara no hubiese adquirido una opinión negativa sobre ella no quería decir que su comportamiento habría sido inaceptable para sí misma. Además, si se repetía alguien podría empezar a sospechar.
—Ojalá se pareciese más a eso en Idris… —comentó dejando escapar un leve suspiro—. Bueno, para ser justos en realidad los norteños actúan de forma parecida a lo que describes. Más de una vez hubiese querido haber nacido en el norte. Allí nadie miente y… —Permaneció pensativa unos instantes, sopesando qué era lo que quería decir ya que no podía realmente explicarse y no sabía cómo terminar la frase. Por suerte, encontró algo con lo que cubrir el hueco relacionado con lo que estaba diciendo—. ¡Ah! Pero no creas que tengo por costumbre mentir —aclaró mientras enfatizaba gesticulando y finalizaba recogiéndose el pelo tras la oreja—. En realidad en esa situación era preferible no ser sincera… O, al menos, lo sería en Idris. Pero no me gusta mentir, me siento culpable cuando lo hago.
E Irianna se sentía culpable a menudo, al fin y al cabo en aquel mismo momento se podría decir que estaba mintiendo. <<No, en realidad solo omito información…>>. Desde luego, a pesar de lo que Sekkeh acababa de asegurarle, hablar sobre su problema estaba totalmente fuera de la cuestión. Puede que los ulteranos, o al menos en el barco donde vivía el intara, no viesen algunas cosas de la misma manera que los idrinos lacustres, pero una fobia era muy diferente a un simple agobio. Especialmente cuando la fobia incluía a la persona que tenía delante.
—Lo… lo tendré en cuenta, Sekkeh Reikayame. Gracias —dijo finalmente esbozando una leve sonrisa.
Lo que el ulterano no podía saber era que su presencia la incomodaba siempre. Incluso aunque la idrina supiera que su compañero era bienintencionado, o al menos nunca había tenido motivos para pensar lo contrario de él hasta aquel momento, incluso aquel simple ofrecimiento de “contar con él” le producía un rechazo interno instintivo que se afanó por ignorar durante el resto del tiempo que invirtió terminando de cocinar junto al intara.
—Ojalá se pareciese más a eso en Idris… —comentó dejando escapar un leve suspiro—. Bueno, para ser justos en realidad los norteños actúan de forma parecida a lo que describes. Más de una vez hubiese querido haber nacido en el norte. Allí nadie miente y… —Permaneció pensativa unos instantes, sopesando qué era lo que quería decir ya que no podía realmente explicarse y no sabía cómo terminar la frase. Por suerte, encontró algo con lo que cubrir el hueco relacionado con lo que estaba diciendo—. ¡Ah! Pero no creas que tengo por costumbre mentir —aclaró mientras enfatizaba gesticulando y finalizaba recogiéndose el pelo tras la oreja—. En realidad en esa situación era preferible no ser sincera… O, al menos, lo sería en Idris. Pero no me gusta mentir, me siento culpable cuando lo hago.
E Irianna se sentía culpable a menudo, al fin y al cabo en aquel mismo momento se podría decir que estaba mintiendo. <<No, en realidad solo omito información…>>. Desde luego, a pesar de lo que Sekkeh acababa de asegurarle, hablar sobre su problema estaba totalmente fuera de la cuestión. Puede que los ulteranos, o al menos en el barco donde vivía el intara, no viesen algunas cosas de la misma manera que los idrinos lacustres, pero una fobia era muy diferente a un simple agobio. Especialmente cuando la fobia incluía a la persona que tenía delante.
—Lo… lo tendré en cuenta, Sekkeh Reikayame. Gracias —dijo finalmente esbozando una leve sonrisa.
Lo que el ulterano no podía saber era que su presencia la incomodaba siempre. Incluso aunque la idrina supiera que su compañero era bienintencionado, o al menos nunca había tenido motivos para pensar lo contrario de él hasta aquel momento, incluso aquel simple ofrecimiento de “contar con él” le producía un rechazo interno instintivo que se afanó por ignorar durante el resto del tiempo que invirtió terminando de cocinar junto al intara.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Letargo (Archivo V)
15/02/15, 10:22 pm
Sekk no dejó de prestar atención a las palabras de su compañera mientras terminaban de preparar la cena, interesándose en silencio por las distintas sociedades del mundo de la idrina y por las aparentes diferencias entre ellas que había podido intuir. Ulterania también era un ejemplo de diversidad sociológica, todas ellas diferentes entre sí, pero el intara vivía en un lugar en el que dicha diversidad se mezclaba de forma heterogénea, y por eso creía poder entender el deseo de Irianna. No se imaginaba viviendo en un lugar con una sociedad demasiado homogénea, pues a la larga tenía que resultar sumamente tedioso.
Que fuera la única aparte de Roaxen que le llamaba por su nombre completo también le resultaba curioso, pues el mismo se había empezado a acostumbrar a que lo acortaran por comodidad. Era un detalle por parte de la escritora, sin embargo, y se propuso contarle algún día el significado que se le daba en su mundo a los nombres. Era lo menos que podía hacer teniendo en cuenta que se esforzaba en respetar ese aspecto de la cultura ulterana.
—No hay de que —respondió con una sonrisa similar, concluyendo de esta forma la conversación.
En cuanto terminaron de preparar la cena la cubrieron para que se conservará hasta la noche, llamando a continuación a sus compañeros a la mesa. Sekk comió en silencio, sin prestar demasiada atención a la prácticamente inexistente conversación, y en cuanto terminó procedió a limpiar su plato, recogiendo además lo poco que quedaba descolocado por la cocina. El resto de la tarde la empleó en leer el libro de historia del capellán sentado en un sillón, y en el salón seguía cuando llegó la hora de la cena. Fue igual de parco en palabras durante la misma, y cuando terminó se retiró a la habitación con intención de dormir.
Despertó ya entrada la madrugada, como venía siendo costumbre, y tras vestirse bajó las escaleras con intención de comer algo mientras proseguía con su lectura. Al pasar por el salón vio a Irianna dormida en el sofá, con un libro abierto y una vela apagada sobre la mesa. Debía haberse quedado hasta tarde ojeando el tomo de magia, cayendo al final rendida por el sueño. Sekk suponía que lo mejor era despertarla y mandarla a su habitación, pero prefirió no perturbar su descanso y se limitó a taparla con la manta que encontró doblada en uno de los sillones antes de enfilar de nuevo la cocina.
Que fuera la única aparte de Roaxen que le llamaba por su nombre completo también le resultaba curioso, pues el mismo se había empezado a acostumbrar a que lo acortaran por comodidad. Era un detalle por parte de la escritora, sin embargo, y se propuso contarle algún día el significado que se le daba en su mundo a los nombres. Era lo menos que podía hacer teniendo en cuenta que se esforzaba en respetar ese aspecto de la cultura ulterana.
—No hay de que —respondió con una sonrisa similar, concluyendo de esta forma la conversación.
En cuanto terminaron de preparar la cena la cubrieron para que se conservará hasta la noche, llamando a continuación a sus compañeros a la mesa. Sekk comió en silencio, sin prestar demasiada atención a la prácticamente inexistente conversación, y en cuanto terminó procedió a limpiar su plato, recogiendo además lo poco que quedaba descolocado por la cocina. El resto de la tarde la empleó en leer el libro de historia del capellán sentado en un sillón, y en el salón seguía cuando llegó la hora de la cena. Fue igual de parco en palabras durante la misma, y cuando terminó se retiró a la habitación con intención de dormir.
Despertó ya entrada la madrugada, como venía siendo costumbre, y tras vestirse bajó las escaleras con intención de comer algo mientras proseguía con su lectura. Al pasar por el salón vio a Irianna dormida en el sofá, con un libro abierto y una vela apagada sobre la mesa. Debía haberse quedado hasta tarde ojeando el tomo de magia, cayendo al final rendida por el sueño. Sekk suponía que lo mejor era despertarla y mandarla a su habitación, pero prefirió no perturbar su descanso y se limitó a taparla con la manta que encontró doblada en uno de los sillones antes de enfilar de nuevo la cocina.
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