Irraria
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Rocavarancolia Rol
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- Rocavarancolia Rol
Irraria
23/07/13, 04:38 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Irraria
Portal situado en un bosque en el ecuador del continente, cercano a la ciudad de Ío.
Portal situado en un bosque en el ecuador del continente, cercano a la ciudad de Ío.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: Irraria
16/08/15, 12:50 pm
—Skarog me ha prestado un amuleto con un hechizo de invisibilidad inscrito en él —le explicó a Kin a su pregunta mientras lo sacaba del bolsillo y se lo tendía a Kin—. Una vez atravesemos el portal dámelo y se lo de vuelvo.
El biomecánico, por otro lado, debía salir sin ocultarse, pero después de lo sucedido en la clínica ya no tenía sentido alguno hacerlo. Era claro que en aquel instante las noticias de su vuelta se habrían expandido a la velocidad de un procesador de última generación y el kairós no necesitaba activar las funciones de red de su implante para estar seguro de ello.
De todos modos, camino al portal, el irrense tomó la determinación de aprender de una vez por todas el hechizo de invisibilidad, al que no le había dado prioridad hasta aquel momento, pues llegó a la conclusión de que, aunque iba a tener que hacerlo muchas veces, no siempre querría regresar a Irraria de forma pública. La decisión se volvió más firme cuando los empleados de la plantación cercana al portal le detuvieron para preguntarle si se trataba de él mismo, a lo que tuvo que responder apresuradamente un “sí” seguido de un “pero disculpen, tengo mucha prisa”.
No dejó de fruncir ligeramente el ceño hasta mucho después de haber atravesado el portal.
Sigue en la Torre Serpentaria.
El biomecánico, por otro lado, debía salir sin ocultarse, pero después de lo sucedido en la clínica ya no tenía sentido alguno hacerlo. Era claro que en aquel instante las noticias de su vuelta se habrían expandido a la velocidad de un procesador de última generación y el kairós no necesitaba activar las funciones de red de su implante para estar seguro de ello.
De todos modos, camino al portal, el irrense tomó la determinación de aprender de una vez por todas el hechizo de invisibilidad, al que no le había dado prioridad hasta aquel momento, pues llegó a la conclusión de que, aunque iba a tener que hacerlo muchas veces, no siempre querría regresar a Irraria de forma pública. La decisión se volvió más firme cuando los empleados de la plantación cercana al portal le detuvieron para preguntarle si se trataba de él mismo, a lo que tuvo que responder apresuradamente un “sí” seguido de un “pero disculpen, tengo mucha prisa”.
No dejó de fruncir ligeramente el ceño hasta mucho después de haber atravesado el portal.
Sigue en la Torre Serpentaria.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Irraria
27/10/15, 09:12 pm
Era día de Cosecha y la calle estaba muy transitada, pero Milo avanzaba entre la gente como pez en el agua, pasando desapercibido a pesar de su altura. Llevaba echada la capucha y su bufanda ocultaba una sonrisa traviesa, señal inequívoca de que lo que tenía pensado hacer no era legal, pero en su paso engañosamente calmado había cierta urgencia. Debía darse prisa: la invisibilidad que le ofrecía la multitud podía desvanecerse en cualquier momento y necesitaba alcanzar la estación sin que nadie se fijara demasiado en él.
No era complicado, de todos modos, pues la posibilidad por mínima que fuera de llegar a a la ciudad de los milagros nublaba el sentido común del ciudadano medio. «Ir a Rocavarancolia… menuda estupidez. Deberían dejar de soñar despiertos y abrir los ojos de una puta vez», pensó con desagrado para sí, entrando por fin en la estación. No tenía motivos para quejarse, de todos modos, aquella festividad solo se celebraba una vez al año y resultaba una ocasión perfecta para hacer lo que había venido a hacer.
Laraneo era una ciudad industrial de mediano tamaño, punto de partida de uno de los mayores trenes de mercancías que suministraban a los pueblos del norte, y él estaba allí para dar acceso a sus compañeros al interior del que partía a la mañana siguiente. Cualquier otro día habría sido una tarea sumamente complicada, pero aquel no era un día corriente.
—Que estupidez —repitió, esta vez en un murmullo para sí, tecleando en su brazo izquierdo frente a la entrada del almacén. Engañó a la máquina haciéndola creer que tenía autorización y desbloqueó la puerta, que se abrió con suavidad para franquearle el paso. Nadie le prestaba atención.
El andén del almacén estaba desierto, pues a aquellas horas normalmente ya no se trabajaba, y por ese motivo el hacker se relajó un poco. Sacó una piruleta de su bolsillo y se la llevó a la boca con una amplia sonrisa, acercándose al panel de control central a buen paso. Tenía unos quince minutos para terminar su parte el trabajo.
—Lo primero es evitar que en el sistema de la estación quede registrada nuestra visita… —comentó en voz alta, completamente inmerso ya en su tarea.
Los dedos del chico se deslizaban por el teclado a una velocidad endiablada y sus ojos, entrecerrados por la concentración, recorrían el código buscando fallos.
Le quedaban aún unos cinco minutos cuando la puerta del tren de mercancías que aguardaba en las vías se abrió con, en opinión del norteño, un sonido delicioso. Estaba hecho y ahora tocaba largarse, pero antes se aseguró de no dejarse nada que delatara su presencia.
Una vez fuera del almacén Milo se agacho y fingió que se ataba los cordones, la señal acordada para indicar que había vía libre, perdiéndose después entre el gentío del andén.
Tenía que coger un tren hacía el norte, pero aún faltaba una hora para que saliera, así que se acomodó en un asiento apartado y se puso sus auriculares. La sensación del trabajo bien hecho le embriagó mientras se relajaba en su sitio, mordisqueando el palo de madera de la piruleta y moviendo el pie al ritmo de la música mientras su mente divagaba lejos de allí. Aquel golpe iba a beneficiar a mucha gente.
No era complicado, de todos modos, pues la posibilidad por mínima que fuera de llegar a a la ciudad de los milagros nublaba el sentido común del ciudadano medio. «Ir a Rocavarancolia… menuda estupidez. Deberían dejar de soñar despiertos y abrir los ojos de una puta vez», pensó con desagrado para sí, entrando por fin en la estación. No tenía motivos para quejarse, de todos modos, aquella festividad solo se celebraba una vez al año y resultaba una ocasión perfecta para hacer lo que había venido a hacer.
Laraneo era una ciudad industrial de mediano tamaño, punto de partida de uno de los mayores trenes de mercancías que suministraban a los pueblos del norte, y él estaba allí para dar acceso a sus compañeros al interior del que partía a la mañana siguiente. Cualquier otro día habría sido una tarea sumamente complicada, pero aquel no era un día corriente.
—Que estupidez —repitió, esta vez en un murmullo para sí, tecleando en su brazo izquierdo frente a la entrada del almacén. Engañó a la máquina haciéndola creer que tenía autorización y desbloqueó la puerta, que se abrió con suavidad para franquearle el paso. Nadie le prestaba atención.
El andén del almacén estaba desierto, pues a aquellas horas normalmente ya no se trabajaba, y por ese motivo el hacker se relajó un poco. Sacó una piruleta de su bolsillo y se la llevó a la boca con una amplia sonrisa, acercándose al panel de control central a buen paso. Tenía unos quince minutos para terminar su parte el trabajo.
—Lo primero es evitar que en el sistema de la estación quede registrada nuestra visita… —comentó en voz alta, completamente inmerso ya en su tarea.
Los dedos del chico se deslizaban por el teclado a una velocidad endiablada y sus ojos, entrecerrados por la concentración, recorrían el código buscando fallos.
Le quedaban aún unos cinco minutos cuando la puerta del tren de mercancías que aguardaba en las vías se abrió con, en opinión del norteño, un sonido delicioso. Estaba hecho y ahora tocaba largarse, pero antes se aseguró de no dejarse nada que delatara su presencia.
Una vez fuera del almacén Milo se agacho y fingió que se ataba los cordones, la señal acordada para indicar que había vía libre, perdiéndose después entre el gentío del andén.
Tenía que coger un tren hacía el norte, pero aún faltaba una hora para que saliera, así que se acomodó en un asiento apartado y se puso sus auriculares. La sensación del trabajo bien hecho le embriagó mientras se relajaba en su sitio, mordisqueando el palo de madera de la piruleta y moviendo el pie al ritmo de la música mientras su mente divagaba lejos de allí. Aquel golpe iba a beneficiar a mucha gente.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Re: Irraria
27/10/15, 10:09 pm
Dama Yttria sonrió al atravesar el portal. Desde que había descubierto Irraria lo había visitado muchas veces, aunque fuera solo por ir a la superficie a ver la nieve o a conseguir algún metal en el que tuviera algún interés especial en esos momentos. Sin embargo, aquel día su deber era encontrar a nuevos cosechados. Casi se sentía como Effie Trinket eligiendo nombres en la cosecha, aunque no fuera llevarles a Rocavarancolia a morir. «O eso espero…».
Aquel día iba vestida con unos pantalones negros, botas y una camiseta gris. El brazo izquierdo lo llevaba enfundado en un guantelete metálico cuyo fin era hacerlo vibrar si se quedaba sin reservas mágicas en algún momento, y que pretendía simular el brazo mecánico de los irrenses.
Fue de ciudad en ciudad como enviada de la ciudad de la magia y los portentos, encargándose de mostrar a las grandes multitudes que se encontraban en las plazas lo que ella misma podía hacer sobre su dominio. Aunque en aquel mundo su altura estuviese dentro de la media, prefería ir levitando unos centímetros, sobre todo al hablar.
Al llegar a Laraneo volvió a repetir el discurso que llevaba preparado de antemano, modificando todo aquello de lo que no se acordaba e improvisando sobre la marcha los hechizos que haría en la plaza. «¡Y que la suerte esté siempre siempre de vuestra parte!», pensó, como cada vez, antes de comprobar las esencias de los presentes. Sin embargo, tampoco allí encontró a nadie digno de ser cosechado. «¿¡El trasto este funciona!?» se quejó mentalmente, observando el detector de esencia. Se dispuso a irse de la ciudad cuando el aparato le informó de algo que se le había pasado por alto.
Se dirigió a donde la brújula apuntaba, para encontrarse con una estación de tren. «En serio. Aquí. Con lo fácil que era estar con el resto del mundo. Pero nooooo, a mí me toca venir aquí». Sentía como la gente la miraba mientras caminaba pero la estación, pero ella no se fijaba en nadie. No hasta encontrar a quien buscaba. Se acercó a él, levitando, y aunque en un principio no quiso molestarle porque estaba con los auriculares puestos, no le quedó más remedio que hacerlo. Sólo esperaba que la oyese.
—¿Sabes? En Rocavarancolia hay un sitio para ti. Podrías hacer magia… —sonrió. Creó una llama mágica en la palma de su mano y se dedicó a colorearla y a esculpir en ella. El dibujo nunca se le había dado bien, pero no tenía que ser bonito, solo llamativo — Oh, pero tu buscas otra cosa, ¿me equivoco?
Aquel día iba vestida con unos pantalones negros, botas y una camiseta gris. El brazo izquierdo lo llevaba enfundado en un guantelete metálico cuyo fin era hacerlo vibrar si se quedaba sin reservas mágicas en algún momento, y que pretendía simular el brazo mecánico de los irrenses.
Fue de ciudad en ciudad como enviada de la ciudad de la magia y los portentos, encargándose de mostrar a las grandes multitudes que se encontraban en las plazas lo que ella misma podía hacer sobre su dominio. Aunque en aquel mundo su altura estuviese dentro de la media, prefería ir levitando unos centímetros, sobre todo al hablar.
Al llegar a Laraneo volvió a repetir el discurso que llevaba preparado de antemano, modificando todo aquello de lo que no se acordaba e improvisando sobre la marcha los hechizos que haría en la plaza. «¡Y que la suerte esté siempre siempre de vuestra parte!», pensó, como cada vez, antes de comprobar las esencias de los presentes. Sin embargo, tampoco allí encontró a nadie digno de ser cosechado. «¿¡El trasto este funciona!?» se quejó mentalmente, observando el detector de esencia. Se dispuso a irse de la ciudad cuando el aparato le informó de algo que se le había pasado por alto.
Se dirigió a donde la brújula apuntaba, para encontrarse con una estación de tren. «En serio. Aquí. Con lo fácil que era estar con el resto del mundo. Pero nooooo, a mí me toca venir aquí». Sentía como la gente la miraba mientras caminaba pero la estación, pero ella no se fijaba en nadie. No hasta encontrar a quien buscaba. Se acercó a él, levitando, y aunque en un principio no quiso molestarle porque estaba con los auriculares puestos, no le quedó más remedio que hacerlo. Sólo esperaba que la oyese.
—¿Sabes? En Rocavarancolia hay un sitio para ti. Podrías hacer magia… —sonrió. Creó una llama mágica en la palma de su mano y se dedicó a colorearla y a esculpir en ella. El dibujo nunca se le había dado bien, pero no tenía que ser bonito, solo llamativo — Oh, pero tu buscas otra cosa, ¿me equivoco?
- InvitadoInvitado
Re: Irraria
27/10/15, 10:31 pm
Era un día especial, por una razón que le importaba más bien poco pero que igualmente significaba comida, música, y como excepción extraordinaria en su pueblo, ambiente. Las calles, normalmente muertas, estaban a rebosar (mas o menos), y en la plaza mayor había puestos de artesanía, de curiosidades, de ropa que cualquier otro día tenías que comprar online pero que esa noche te podías probar y no tenías que preocuparte de que las chaquetas quedasen justas de espalda. De hecho, Rena estaba mirando una de un color verde fosforescente tan intenso que la amiga que la acompañaba le advirtió que se quedaría ciega.
-Callate Qin, ¿no ves que estoy enamorada?- respondió de malas, sin apartar la vista de la chaqueta.
Qin no era su verdadero nombre, sino un mote que posiblemente había salido de un insulto pero nadie del grupo se acordaba muy bien. Llevaba siendo una de sus mejores amigas desde el primerísimo año de educación obligatoria.
-Pues espero que tu sueldo te de para costearte a tu marido o vas a seguir soltera otro año más.
Rena compronó sus créditos. Había estado ahorrando a conciencia para ese día, aunque no con la idea de comprar ropa sino más bien de hincharse a comida especial de la fiesta de la cosecha. Tendría que renunciar a empacharse, pero todo fuera por concederse ese capricho.
-¿Qué tal me queda?- preguntó posando ante Qin.
-Pareces una señal de tráfico- se burló, poniendo cara de no estar nada impresionada.
-Bah.
Siguieron mirando puestos. El resto del grupo se había metido en un viejo almacén a charlar y beber y ellas tenían pensado unirse más tarde, pero parecía que eran las únicas a las que aún les hacía algo de ilusión la fiesta de la cosecha. Pararon en carrito de comida ambulante y compraron unas enormes empanadas llenas de carne y queso derretido. Eran la comida preferida de Rena y no conocía a nadie que las preparase mejor que el señor de aquel carrito. De hecho, iban a buscarlo todos los años expresamente.
-Callate Qin, ¿no ves que estoy enamorada?- respondió de malas, sin apartar la vista de la chaqueta.
Qin no era su verdadero nombre, sino un mote que posiblemente había salido de un insulto pero nadie del grupo se acordaba muy bien. Llevaba siendo una de sus mejores amigas desde el primerísimo año de educación obligatoria.
-Pues espero que tu sueldo te de para costearte a tu marido o vas a seguir soltera otro año más.
Rena compronó sus créditos. Había estado ahorrando a conciencia para ese día, aunque no con la idea de comprar ropa sino más bien de hincharse a comida especial de la fiesta de la cosecha. Tendría que renunciar a empacharse, pero todo fuera por concederse ese capricho.
-¿Qué tal me queda?- preguntó posando ante Qin.
-Pareces una señal de tráfico- se burló, poniendo cara de no estar nada impresionada.
-Bah.
Siguieron mirando puestos. El resto del grupo se había metido en un viejo almacén a charlar y beber y ellas tenían pensado unirse más tarde, pero parecía que eran las únicas a las que aún les hacía algo de ilusión la fiesta de la cosecha. Pararon en carrito de comida ambulante y compraron unas enormes empanadas llenas de carne y queso derretido. Eran la comida preferida de Rena y no conocía a nadie que las preparase mejor que el señor de aquel carrito. De hecho, iban a buscarlo todos los años expresamente.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Irraria
28/10/15, 10:58 am
Una voz, amortiguada por sus auriculares, sacó a Milo de su ensimismamiento, y cuando abrió los ojos para comprobar quien se dirigía a él dio un bote en el asiento. «Tienes que estar de coña», pensó angustiado, esbozando una sonrisa nerviosa que podía pasar por una de genuina sorpresa. Su mente trabajaba a toda velocidad, valorando la situación y prestando atención a las evoluciones de la llama en las manos de la bruja al mismo tiempo que recorría el andén con la mirada. «Joder, joder, joder. Están todos mirando, así que correr queda descartado, y si me niego a escucharla voy a llamar aún más la atención. ¿Por qué tiene que pasarme esto a mi? Será por pasmados que quieren ir a esa ciudad milagrosa, maldita sea», rabió en su fuero interno, enderezándose en su asiento y adoptando una postura muy estudiada. La de una persona normal encandilada por la cosechadora de Rocavarancolia.
Sus compañeros aún estaban en el andén del almacén, engrosando el inventario de suministros destinados a los pueblos del norte, así que debía darles tiempo para que completaran la tarea. Si se quedaban mucho tiempo allí, sin embargo, la estación empezaría a llenarse de curiosos y alguien podría percatarse de la actividad de los antisistema.
Tenían que largarse y el único camino era aceptar acompañarla, pero su última afirmación le dejó descolocado.
—¿Y qué se supone que busco yo? —preguntó con una sonrisa torcida, calándose aún más su capucha para que nadie reconociera sus facciones antes de ponerse en pie. Solo Yttria escuchó sus palabras, pues el irrense había modulado perfectamente el tono de su voz.
No lo aparentaba, pero Milo estaba muy nervioso, y sentía las miradas de sus compatriotas como lanzadas sobre su cuerpo. Envidia, admiración o curiosidad eran emociones que no quería despertar en otras personas, pues eran malas para su trabajo, y sin embargo era ahora el centro de todas ellas. Estaba perdiendo su anonimato. «Yo debería ser uno más de la masa de espectadores sin identidad», se lamentó por última vez, poniéndose derecho y asumiendo el papel que le había tocado con una sonrisa de resignación.
Sus compañeros aún estaban en el andén del almacén, engrosando el inventario de suministros destinados a los pueblos del norte, así que debía darles tiempo para que completaran la tarea. Si se quedaban mucho tiempo allí, sin embargo, la estación empezaría a llenarse de curiosos y alguien podría percatarse de la actividad de los antisistema.
Tenían que largarse y el único camino era aceptar acompañarla, pero su última afirmación le dejó descolocado.
—¿Y qué se supone que busco yo? —preguntó con una sonrisa torcida, calándose aún más su capucha para que nadie reconociera sus facciones antes de ponerse en pie. Solo Yttria escuchó sus palabras, pues el irrense había modulado perfectamente el tono de su voz.
No lo aparentaba, pero Milo estaba muy nervioso, y sentía las miradas de sus compatriotas como lanzadas sobre su cuerpo. Envidia, admiración o curiosidad eran emociones que no quería despertar en otras personas, pues eran malas para su trabajo, y sin embargo era ahora el centro de todas ellas. Estaba perdiendo su anonimato. «Yo debería ser uno más de la masa de espectadores sin identidad», se lamentó por última vez, poniéndose derecho y asumiendo el papel que le había tocado con una sonrisa de resignación.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Irraria
28/10/15, 10:18 pm
Observó en silencio al irrense, sonriendo de forma amable aunque algo forzada. No estaba ni de lejos acostumbrada a hacerlo, y mucho menos durante tanto tiempo. Pero debía hacerlo. No podía plantarse frente a los posibles nuevos cosechados y mirarles como si le acabaran de destripar un libro, ni podía decirles “o te vienes conmigo a Rocavarancolia o te llevo a rastras, estúpido muggle”. Por suerte, los irrenses apenas tardaban en aceptar cuando les ofrecía la posibilidad de ir a la ciudad y de aprender magia, ya que la bruja carecía de paciencia y habría estado tentada de soltar aquella frase alguna que otra vez, aunque no hubiera llegado a prounciarla. Le tenía aprecio a su cabeza, y no le apetecía que alguien decidiera que tenía que convertirse en dullahan por cagarla de esa forma como cosechadora. De todas formas, era solo una noche al año. Podía aguantar el tener que sonreír y ser amable.
En cuanto se sintió atravesada por las miradas del resto de transeúntes, hizo que la llama desapareciera. No quería llamar más la atención; ya bastante tenía yendo de fiesta en fiesta, no quería que encima alguien se le fuera a acercar demasiado en aquel momento. Miró a ambos lados antes de dirigirse a él.
—Sabes lo que quieres. Pero no creo que sea buena idea hablar de esto en voz alta —le dijo, bajando el tono de voz de forma que solo él lo oyera. A su alrededor empezaban a congregarse curiosos.
Conjuró a su alrededor una campana de insonorización; quería estar segura de que nadie les oyera.
>>Te doy a posibilidad de desacreditar al gobierno. Quién sabe, tal vez en Rocavarancolia encuentres la forma de hacerlo… —sonrió y deshizo la barrera. Para lo siguiente que iba a decir prefería que la oyese todo el mundo —Entonces, ¿vendrás conmigo? —preguntó.
[---]
La bruja caminaba por las calles, sintiendo como todos la miraban. Se sentía algo incómoda, más aún oyendo como algunos cuchicheaban a su paso, pero no lo aparentaba. Llegó a la plaza levitando, tranquilamente, fijándose en las caras de los irrenses. Se alzó un poco más sobre el suelo antes de empezar a hablar, invocando pequeñas llamas de colores que morían en el aire al poco de separarse de sus dedos.Se había quedado sin ideas sobre qué hechizos hacer en cada sitio, aunque al menos aquel le parecía un espectáculo agradable a la vista.
Cuando terminó de hablar, hizo levitar pequeñas esferas de metal entre todos los presentes, haciendo que vibraran al pasar cerca de la irrense a la que debía cosechar. Se acercó a ella lentamente, observándola, sin dejar de sonreír. «Al menos a esta no hay que ir a buscarla, te llama sola con la ropa fosforita que lleva».
—¿Notas eso? Significa que eres especial. Única. Apta para Rocavarancolia —le tendió la mano, sonriendo más ampliamente—. ¿Me acompañarás? La magia te está esperando... —la miró fijamente, esperando a su respuesta. No esperaba otra respuesta que no fuera un sí. Miró la empanada que llevaba. La verdad es que tenía buena pinta y no le hubiera importado comerse una. «No son ranas de chocolate, pero también es una buena forma de empezar un viaje hacia el lugar donde aprenderás magia»
En cuanto se sintió atravesada por las miradas del resto de transeúntes, hizo que la llama desapareciera. No quería llamar más la atención; ya bastante tenía yendo de fiesta en fiesta, no quería que encima alguien se le fuera a acercar demasiado en aquel momento. Miró a ambos lados antes de dirigirse a él.
—Sabes lo que quieres. Pero no creo que sea buena idea hablar de esto en voz alta —le dijo, bajando el tono de voz de forma que solo él lo oyera. A su alrededor empezaban a congregarse curiosos.
Conjuró a su alrededor una campana de insonorización; quería estar segura de que nadie les oyera.
>>Te doy a posibilidad de desacreditar al gobierno. Quién sabe, tal vez en Rocavarancolia encuentres la forma de hacerlo… —sonrió y deshizo la barrera. Para lo siguiente que iba a decir prefería que la oyese todo el mundo —Entonces, ¿vendrás conmigo? —preguntó.
[---]
La bruja caminaba por las calles, sintiendo como todos la miraban. Se sentía algo incómoda, más aún oyendo como algunos cuchicheaban a su paso, pero no lo aparentaba. Llegó a la plaza levitando, tranquilamente, fijándose en las caras de los irrenses. Se alzó un poco más sobre el suelo antes de empezar a hablar, invocando pequeñas llamas de colores que morían en el aire al poco de separarse de sus dedos.Se había quedado sin ideas sobre qué hechizos hacer en cada sitio, aunque al menos aquel le parecía un espectáculo agradable a la vista.
Cuando terminó de hablar, hizo levitar pequeñas esferas de metal entre todos los presentes, haciendo que vibraran al pasar cerca de la irrense a la que debía cosechar. Se acercó a ella lentamente, observándola, sin dejar de sonreír. «Al menos a esta no hay que ir a buscarla, te llama sola con la ropa fosforita que lleva».
—¿Notas eso? Significa que eres especial. Única. Apta para Rocavarancolia —le tendió la mano, sonriendo más ampliamente—. ¿Me acompañarás? La magia te está esperando... —la miró fijamente, esperando a su respuesta. No esperaba otra respuesta que no fuera un sí. Miró la empanada que llevaba. La verdad es que tenía buena pinta y no le hubiera importado comerse una. «No son ranas de chocolate, pero también es una buena forma de empezar un viaje hacia el lugar donde aprenderás magia»
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- InvitadoInvitado
Re: Irraria
28/10/15, 11:52 pm
Rena estaba tan absorta en su empanada que no se percató de los cuchicheos que precedían a la cosechadora, pero Qin sí, y se encargó de darle un codazo en el costado a su amiga para llamar su atención. Rena casi pega un salto al verla al lado, y la impresión casi le impide prestar atención a sus palabras. Entendió a grandes rasgos lo que le estaba diciendo, y tuvo la única reacción lógica dada su situación... Echarse a reir.
-No, no, tiene que haber un error.- dijo entre carcajadas- Yo, yo no soy especial. ¿Es esto una broma?
Miró a su alrededor buscando la cámara oculta, pero su risa murió cuando vió la cara de Qin. Era la primera vez que la veía poniendo cara de estar verdaderamente impresionada. La primera. De hecho parecía que se le iba a caer la mandíbula al suelo. Rena volvió a mirar a la bruja frunciando el ceño.
-¿Iba en serio?
Tal vez no había estado bien reirse en la cara de aquella señora... chica... Pero, ¿qué pretendía que hiciese? No podía acercarse a una persona y soltarle eso de golpe.
-No, no, tiene que haber un error.- dijo entre carcajadas- Yo, yo no soy especial. ¿Es esto una broma?
Miró a su alrededor buscando la cámara oculta, pero su risa murió cuando vió la cara de Qin. Era la primera vez que la veía poniendo cara de estar verdaderamente impresionada. La primera. De hecho parecía que se le iba a caer la mandíbula al suelo. Rena volvió a mirar a la bruja frunciando el ceño.
-¿Iba en serio?
Tal vez no había estado bien reirse en la cara de aquella señora... chica... Pero, ¿qué pretendía que hiciese? No podía acercarse a una persona y soltarle eso de golpe.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Personajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Irraria
29/10/15, 12:05 am
La sonrisa de Yttria era algo forzada, como la suya propia, y al comprender que la bruja no disfrutaba de su trabajo al irrense se le escapó una carcajada; no todos los días se descubría que los “dioses” sentían tedio como cualquier hijo de vecino. El círculo de curiosos empezaba a estrecharse a su alrededor, pero Milo había dejado de prestarles atención. Ya había aceptado la idea de que iría a Rocavarancolia lo quisiera o no, pues era su única vía de escape dada su situación actual: si no lo había hecho ya el SGR no tardaría en percatarse de que era un ciudadano no registrado y, siendo realistas, los trabajos forzados no eran lo suyo.
Antes necesitaba que respondiera a su pregunta, sin embargo, y esperaba con las manos metidas en los bolsillos.
El norteño siguió los movimientos de la humana con la mirada cuando extinguió la llama y empezó a hablar, pero estos perdieron importancia cuanto terminó de plantearle su propuesta. Los ojos dorados de Milo refulgieron como los de un depredador ante una presa suculenta.
—Creo que no me puedo negar, ¿verdad? Está bien, cosechadora, llévame a esa ciudad de los milagros. —aceptó con una sonrisa traviesa, enviando un último mensaje por la red antes de desconectarse por completo y seguir a Yttria a través de la multitud. El palo de la piruleta aún bailaba entre sus dientes.
Continúa en Rocavarancolia.
Antes necesitaba que respondiera a su pregunta, sin embargo, y esperaba con las manos metidas en los bolsillos.
El norteño siguió los movimientos de la humana con la mirada cuando extinguió la llama y empezó a hablar, pero estos perdieron importancia cuanto terminó de plantearle su propuesta. Los ojos dorados de Milo refulgieron como los de un depredador ante una presa suculenta.
—Creo que no me puedo negar, ¿verdad? Está bien, cosechadora, llévame a esa ciudad de los milagros. —aceptó con una sonrisa traviesa, enviando un último mensaje por la red antes de desconectarse por completo y seguir a Yttria a través de la multitud. El palo de la piruleta aún bailaba entre sus dientes.
Continúa en Rocavarancolia.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Irraria
30/10/15, 05:57 pm
Desde luego, lo que menos se esperaba la bruja era aquella reacción. Miró a la irrense, totalmente perpleja. «Por Arceus, ¿por qué no me puede tocar cosechar a gente más normal que diga que viene a la primera?». Frunció el ceño, olvidándose momentáneamente de que tenía que ser amable y sonreír.
—Sí, iba totalmente en serio. —sonrió nuevamente. A su alrededor las esferas de metal seguían vibrando— El metal no miente, y si dice que eres única lo eres. Aunque siempre puedes quedarte aquí trabajando en las minas, sin que nadie valore lo especial que eres… —esperaba que con aquello aceptara. No le apetecía demasiado tener que drogar a nadie, y menos en público.
«Venga, por dios, acepta. No tengo toda la noche», se quejó mentalmente. No le gustaba estar rodeada de tanta gente y menos aún cuando sabía que alguno estaría grabando o sacando fotos por estar haciendo magia.
—Sí, iba totalmente en serio. —sonrió nuevamente. A su alrededor las esferas de metal seguían vibrando— El metal no miente, y si dice que eres única lo eres. Aunque siempre puedes quedarte aquí trabajando en las minas, sin que nadie valore lo especial que eres… —esperaba que con aquello aceptara. No le apetecía demasiado tener que drogar a nadie, y menos en público.
«Venga, por dios, acepta. No tengo toda la noche», se quejó mentalmente. No le gustaba estar rodeada de tanta gente y menos aún cuando sabía que alguno estaría grabando o sacando fotos por estar haciendo magia.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- InvitadoInvitado
Re: Irraria
30/10/15, 06:08 pm
La expresión de incredulidad de Rena se fue transformando en una de emoción. Volvió a reirse, pero cuando Yttria le dijo que podía quedarse en las minas la miró como si de pronto hubiese empezado a echar humo por las orejas.
-Sí, vamos, ¿y si te quedas tú en este pueblo de mierda? Ni hablar, yo me largo.
<< Y dice que soy la única especial aquí>> pensó, mordiéndose el labio. El corazón estaba a punto de salírsele del pecho, pero ponerse a dar saltitos de niña pequeña. En su lugar, le dio un abrazo de despedida a su amiga, pidiéndole que avisase a sus padres, y se giró hacia la gente que se había agolpado en la plaza. Les hizo un gesto obsceno que la bruja posiblemente reconocería sin problemas y gritó:
-¡Ahí os quedais, pringaos! ¡Me voy a Rocavarancolia!
Le habían dicho desde muy niña que no valía para más, y ahora le estaban dando la oportunidad de demostrar lo contrario.
-Sí, vamos, ¿y si te quedas tú en este pueblo de mierda? Ni hablar, yo me largo.
<< Y dice que soy la única especial aquí>> pensó, mordiéndose el labio. El corazón estaba a punto de salírsele del pecho, pero ponerse a dar saltitos de niña pequeña. En su lugar, le dio un abrazo de despedida a su amiga, pidiéndole que avisase a sus padres, y se giró hacia la gente que se había agolpado en la plaza. Les hizo un gesto obsceno que la bruja posiblemente reconocería sin problemas y gritó:
-¡Ahí os quedais, pringaos! ¡Me voy a Rocavarancolia!
Le habían dicho desde muy niña que no valía para más, y ahora le estaban dando la oportunidad de demostrar lo contrario.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Irraria
16/02/16, 12:30 am
Enredo cruzó el portal con una burbuja de calor creada. Intentaba limitar el uso de magia al mínimo ya que sólo había pasado una día entero desde su exceso mágico y no quería volver a extralimitarse. Por suerte para él Yttria había aceptado prestarle su talismán de idioma irrense y el brujo pensaba devolverle el favor con un regalo.
Se dirigió a la entrada de la ciudad y buscó el ascensor donde Yttria le había indicado, no tardó mucho en encontrarlo y se metió dentro accionando el botón que lo llevaría bajo tierra. Las instrucciones que la bruja le había dado para llegar a la tienda le resultaban confusas y Enredo pensaba preguntarle a alguna persona que se encontrase por la dirección.
El ascensor bajó mucho, lo suficiente para que el brujo se preguntase a cuánta profundidad se encontraría. Salió del transporte y miró a su alrededor dando gracias por no ser claustrofóbico. Caminó y se acercó a la primera persona que vio.
-Disculpe buen hombre, estoy buscando el ascensor para llegar al nivel de la metalurgia - le dijo en perfecto irrense gracias al amuleto.- ¿Podría indicármelo?
Se dirigió a la entrada de la ciudad y buscó el ascensor donde Yttria le había indicado, no tardó mucho en encontrarlo y se metió dentro accionando el botón que lo llevaría bajo tierra. Las instrucciones que la bruja le había dado para llegar a la tienda le resultaban confusas y Enredo pensaba preguntarle a alguna persona que se encontrase por la dirección.
El ascensor bajó mucho, lo suficiente para que el brujo se preguntase a cuánta profundidad se encontraría. Salió del transporte y miró a su alrededor dando gracias por no ser claustrofóbico. Caminó y se acercó a la primera persona que vio.
-Disculpe buen hombre, estoy buscando el ascensor para llegar al nivel de la metalurgia - le dijo en perfecto irrense gracias al amuleto.- ¿Podría indicármelo?
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Irraria
16/02/16, 01:32 am
La primera reacción de Aren al escuchar pedir indicaciones a una voz a su espalda fue fruncir el ceño y darse la vuelta listo para echar del almacén a quien quiera que hubiese sido tan despistado para confundirlo con una calle. Al darse la vuelta, sin embargo, perdió el hilo. Aquel tipo tenía la extraña nariz de los cosechadores. Se había encontrado un rocavarancolés, y eso lo dejó mudo durante unos instantes. Había oído rumores sobre rocavarancoleses usando los ascensores del almacén. Solo podían ser ellos o algún fenómeno paranormal, y no era muy dado a creer en lo segundo.
—Bienvenido a Ío —balbució finalmente—. ¿Te parece bien que te guíe hasta el ascensor? Está un poco lejos, puede ser complicado llegar para cualquiera que no conozca las galerías. No quiero decir que te vayas a perder —se corrigió rápidamente, por si resultaba ofensivo—, pero es más rápido de esa manera.
Tenía trabajo, pero sabía que nadie le reprendería por ayudar a un rocavarancolés. No usaban ordenadores, así que no podía simplemente darle unas coordenadas y dejar que un programa hiciese el resto.
—Bienvenido a Ío —balbució finalmente—. ¿Te parece bien que te guíe hasta el ascensor? Está un poco lejos, puede ser complicado llegar para cualquiera que no conozca las galerías. No quiero decir que te vayas a perder —se corrigió rápidamente, por si resultaba ofensivo—, pero es más rápido de esa manera.
Tenía trabajo, pero sabía que nadie le reprendería por ayudar a un rocavarancolés. No usaban ordenadores, así que no podía simplemente darle unas coordenadas y dejar que un programa hiciese el resto.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Irraria
16/02/16, 01:46 am
Enredo le sonrió al desconocido echando un ojo más de cerca al hombre, en cierta medida le recordaba a los dos irrenses de la cosecha siguiente a la suya.
-Gracias - respondió a la bienvenida.- Es la primera vez que estoy en la ciudad - explicó. Su mirada se iluminó y se le ensanchó la sonrisa con la propuesta del hombre.- Vaya muchas gracias, agradecería cualquier ayuda que me puedas dar.
-Me llamo Enredo encantado - dijo extendiendo la mano para estrechársela, mano que retiró rápidamente ya que no sabía cómo se saludaban los irrenses y era poco probable que fuese ésa. No era la primera vez que el brujo se dejaba ver en un mundo, pero los repobladores no contaban y los nublinos estaban acostumbrados a Rocavarancolia y eran ellos los que se habían adaptado a él.- Disculpa si te he molestado durante tu trabajo, ¿vamos? - propuso con una sonrisa de amabilidad.
-Gracias - respondió a la bienvenida.- Es la primera vez que estoy en la ciudad - explicó. Su mirada se iluminó y se le ensanchó la sonrisa con la propuesta del hombre.- Vaya muchas gracias, agradecería cualquier ayuda que me puedas dar.
-Me llamo Enredo encantado - dijo extendiendo la mano para estrechársela, mano que retiró rápidamente ya que no sabía cómo se saludaban los irrenses y era poco probable que fuese ésa. No era la primera vez que el brujo se dejaba ver en un mundo, pero los repobladores no contaban y los nublinos estaban acostumbrados a Rocavarancolia y eran ellos los que se habían adaptado a él.- Disculpa si te he molestado durante tu trabajo, ¿vamos? - propuso con una sonrisa de amabilidad.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Irraria
16/02/16, 01:19 pm
Parecía fácil tratar con el rocavarancolés, y eso permitió al irrense relajarse un poco. Sin embargo, cuando le tendió la mano no supo qué hacer. Pensó que tal vez se había equivocado tratando de hacer el saludo irrense, y realmente le sorprendió que un rocavarancolés pudiese ser tan despistado. «Supongo que retiró la mano porque de todos modos no tiene ordenador».
—Yo me llamo Aren. —Se le hacía extraño tener que presentarse de palabra—. Y no hay ningún problema por mi parte, es más importante guiarte. Es por aquí.
Hizo que el rocavarancolés pasase por delante de la salida de mercancías del almacén, con la intención de dejarse ver por los compañeros que estaban cargando el transporte. Cuando Ris miró en su dirección le sonrió con suficiencia.
En la calle sucedió más de lo mismo. Todos giraban su cabeza al ver pasar al rocavarancolés. Pensasen lo que pensasen al respecto, verle merodeando por allí era algo inusual. Aren se sentía importante siendo el guía, pero la sensación de incomodidad también empezaba a estar presente. Ni siquiera era consciente de que dos niñas los habían empezado a seguir a no mucha distancia.
—Yo me llamo Aren. —Se le hacía extraño tener que presentarse de palabra—. Y no hay ningún problema por mi parte, es más importante guiarte. Es por aquí.
Hizo que el rocavarancolés pasase por delante de la salida de mercancías del almacén, con la intención de dejarse ver por los compañeros que estaban cargando el transporte. Cuando Ris miró en su dirección le sonrió con suficiencia.
En la calle sucedió más de lo mismo. Todos giraban su cabeza al ver pasar al rocavarancolés. Pensasen lo que pensasen al respecto, verle merodeando por allí era algo inusual. Aren se sentía importante siendo el guía, pero la sensación de incomodidad también empezaba a estar presente. Ni siquiera era consciente de que dos niñas los habían empezado a seguir a no mucha distancia.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Irraria
17/02/16, 01:12 am
-¿Seguro que no tendrás problemas por acompañarme? - preguntó un poco inseguro.- Mira que no quiero que te metas en líos por esta tontería.
El brujo acompañó al irrense mirando a su alrededor con curiosidad. Pudo observar que la gente lo miraba con tanta curiosidad como él miraba las galerías.
-No es muy común que un rocavarancolés venga por aquí ¿no? - quiso confirmar. El brujo se paró a pensar que igual había cometido un error mostrándose así, pero ya era tarde para hacer algo al respecto... por no tener en cuenta que sus magias de ocultación eran bastante básicas. No era una rama de la magia a la que hubiese dedicado mucho tiempo.
Siguió observando su alrededor y no pudo evitar fijarse que unas niñas los estaban siguiendo, eso o iban por el mismo camino. El brujo prefirió pensar lo primero debido a que era una novedad y las niñas no habrían visto nunca un ciudadano de Rocavarancolia.
-Espera un segundo - le dijo a Aren y se volvió.- Podéis acercaros, no muerdo ¿sabéis? - compuso una sonrisa alentadora y les indicó con un gesto que se acercaran.
El brujo acompañó al irrense mirando a su alrededor con curiosidad. Pudo observar que la gente lo miraba con tanta curiosidad como él miraba las galerías.
-No es muy común que un rocavarancolés venga por aquí ¿no? - quiso confirmar. El brujo se paró a pensar que igual había cometido un error mostrándose así, pero ya era tarde para hacer algo al respecto... por no tener en cuenta que sus magias de ocultación eran bastante básicas. No era una rama de la magia a la que hubiese dedicado mucho tiempo.
Siguió observando su alrededor y no pudo evitar fijarse que unas niñas los estaban siguiendo, eso o iban por el mismo camino. El brujo prefirió pensar lo primero debido a que era una novedad y las niñas no habrían visto nunca un ciudadano de Rocavarancolia.
-Espera un segundo - le dijo a Aren y se volvió.- Podéis acercaros, no muerdo ¿sabéis? - compuso una sonrisa alentadora y les indicó con un gesto que se acercaran.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Irraria
17/02/16, 02:47 am
—Pues… no lo sé —admirió Aren, fastidiado por no poder darle una respuesta clara—. No se ha confirmado a menudo, pero circulan rumores sobre rocavarancoleses que entran en la ciudad por los ascensores sin ser vistos, o por medios mágicos.
Cuando Enredo le pidió que se detuviese, lo hizo, pero buscó rápidamente con la mirada cuál era el motivo para hacerlo. El rocavarancolés miraba a dos niñas que debían de rondar los once años; parecían bastante grandes, pero no tener aún un brazo biónico las delataba. Parecían sorprendidas de haber sido descubiertas e intercambiaban algunas palabras entre susurros.
Se acercaron al rocavarancolés mostrando cierto reparo. Una de ellas, la más gordita, parecía más lanzada que su compañera y se encaró a Enredo.
—¿Eres de Rocavarancolia, verdad? ¿Conoces, aunque sea de vista, a los cosechados que os habéis llevado de Irraria?
La niña más bajita le tiró de la manga a la primera, preocupada por lo directa que había sido su amiga. Ni siquiera debían haberse acercado, pero ahora ya estaba hecho. Miró a Enredo, y aunque le salió la voz más aguda de lo habitual, le hizo una pregunta:
—¿Te suena un niño llamado Ippon?
Cuando Enredo le pidió que se detuviese, lo hizo, pero buscó rápidamente con la mirada cuál era el motivo para hacerlo. El rocavarancolés miraba a dos niñas que debían de rondar los once años; parecían bastante grandes, pero no tener aún un brazo biónico las delataba. Parecían sorprendidas de haber sido descubiertas e intercambiaban algunas palabras entre susurros.
Se acercaron al rocavarancolés mostrando cierto reparo. Una de ellas, la más gordita, parecía más lanzada que su compañera y se encaró a Enredo.
—¿Eres de Rocavarancolia, verdad? ¿Conoces, aunque sea de vista, a los cosechados que os habéis llevado de Irraria?
La niña más bajita le tiró de la manga a la primera, preocupada por lo directa que había sido su amiga. Ni siquiera debían haberse acercado, pero ahora ya estaba hecho. Miró a Enredo, y aunque le salió la voz más aguda de lo habitual, le hizo una pregunta:
—¿Te suena un niño llamado Ippon?
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Irraria
18/02/16, 12:10 am
Enredó observó a las niñas acercarse, no debía de tener mucha edad ya que ni siquiera llevaban aún los implantes, mirándolas más de cerca juzgó que debían quedarles aún uno o dos años para ponerlos.
-Conozco a un par de irrenses de vista - respondió a la primera pregunta de forma un tanto evasiva.- Me temo que no conozco a un chico llamado así - reconoció.- La ciudad es grande y hay mucha gente así que es probable que nunca hayamos coincidido. Cada ciudadano se mueve en círculos completamente distintos me temo - explicó tratando de sonar misterioso.
El brujo se atuvo a los principios de la ciudad y calló que probablemente el chico por el que preguntaban estuviera muerto. También estaba la probabilidad de que hubiese desaparecido y se hubiese cambiado el nombre, pero el brujo apenas contempló tal pensamiento.
-¿Puedo ayudaros en algo más? - preguntó.- Tengo que hacer unas compras y aquí Aren debe volver a su trabajo antes de que le den una reprimenda.
El brujo estaba dispuesto a concederles algo más de tiempo a las niñas si querían, pero tampoco mucho.
-Conozco a un par de irrenses de vista - respondió a la primera pregunta de forma un tanto evasiva.- Me temo que no conozco a un chico llamado así - reconoció.- La ciudad es grande y hay mucha gente así que es probable que nunca hayamos coincidido. Cada ciudadano se mueve en círculos completamente distintos me temo - explicó tratando de sonar misterioso.
El brujo se atuvo a los principios de la ciudad y calló que probablemente el chico por el que preguntaban estuviera muerto. También estaba la probabilidad de que hubiese desaparecido y se hubiese cambiado el nombre, pero el brujo apenas contempló tal pensamiento.
-¿Puedo ayudaros en algo más? - preguntó.- Tengo que hacer unas compras y aquí Aren debe volver a su trabajo antes de que le den una reprimenda.
El brujo estaba dispuesto a concederles algo más de tiempo a las niñas si querían, pero tampoco mucho.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
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