Primer sueño de DL

Abrir los ojos y encontrarse en aquel habitáculo era como su peor pesadilla. Aun aturdido intento incorporarse, algo mareado y buscando con la mirada una voz de escape con la mente tan dispersa que le costaba recordar como demonios había ido a parar allí. No fue hasta que se vio vestido con esa bata odiosamente conocida que no recordó los hechos anteriores a ser metido a aquella habitación.

-¡Mierda me pillaron escapándome!- exclamo fastidiado pasándose la mano por el pelo y mirando con odio aquella estúpida prenda blanca. Odiaba eso, estaba harto de tantos experimentos, evaluciaciones medicas y demás parafernalias. En esos momentos escucho aquella voz que daba solo una posibilidad de salir, aquello era realmente molesto "No pienso obedeceros, demonios...Debo largarme de aquí" pensó levantándose tan bruscamente que casi perdió el equilibrio teniendo que respirar profundo y quedarse. Tocando el panel, buscando alguna forma de desactivarlo y abrir la puerta, era informático maldita sea. En principio intento abrir el panel para manipular los circuitos pero no había forma de hacerlo sin sus herramientas, sus dedos no era lo suficientemente pequeños para poder quitar los pequeños tornillos que lo anclaban a la puerta

-Maldita sea, sois tan cabrones y manipuladores sin vida propia, que estoy seguro de que os parieron...- insulto fastidiado mirando hacia el techo aunque no pudiera ver ninguno de las cámaras, estaba seguro de que lo observaban. Se negaba a tener que obedecerles y ser su conejillo de indias, fuese cual fuese el motivo por el que debía vestirse esa extraña ropa que podía verse en los monigotes de la puerta, se negaba aceptarlo así por las buenas. Era demasiado fácil y las cosas fáciles, nunca lo eran realmente, solo presagiaban un final trágico por habértelo creído. Estaba cansado de tener que hacer siempre lo que le decían.

Definitivamente deseaba meter en ácido sulfúrico a esos estúpidos científicos, fueron sus pensamientos al momento de recibir esa descarga que que lo tiro al suelo, con espasmos dolorosos. Para aumentar y terminarse tocarle las narices comenzó a sonar una alarma desde un lugar desconocido con todas la intenciones de perforarle los tímpanos. Tardo un par de minutos en levitarse tras sufrir la descarga, agradeciendo que la alarma se callara y escuchando aquella voz de nuevo, sintiendo la quemazón en los dedos.

-¿No tenéis por ahí mas foners que crear? Dejadme en paz, ya termine mi cuota de experimentaciones - dijo con molestia pero notando que la única forma de poder salir de esa habitación era seguir los pasos de esos monigotes se acerco al armario, con obvia desconfianza, fiarse de los científicos era siempre mala idea. No quedándole otra, abrió el armario esperando a esas alturas un nube de algo toxico estallandole en la cara. ¿Neurótico? Un poco, pero era comprensible a su parecer, no tenia idea que pretendían esos científicos y prefería proteger su pellejo lo máximo posible, así que abrió la puerta de armario desconfiadamente. Dudaba que quisieran matarlo, ya lo habrían hecho en vez de perder el tiempo encerrándolo allí.

DL observo atentamente el interior del armario, de arriba abajo antes de decidirse a coger la ropa, mejor esta que aquella bata de enfermo la cual no dudo en quitarse echándose un vistazo a su cuerpo en busca de alguna marca puesta por los científicos antes de colocarse aquella extraña ropa y observando el sombrero de copa con duda, en aquel impecable color blanco.

-Esto es de la casta blanca...- dijo al verla, le extraña bastante que le dieran ropa de una casta superior ala suya con lo exigente que eran con esas cosas. No le dio muchas vueltas encogiéndose de hombros, a saber que se le pasaba por la mente a esos paridos. Se coloco la ropa y el sombrerero que le hacia sentir un poco fuera de lugar, esperando que tal y como le había dicho la voz, se abriera la puerta y todo aquello terminase, acercándose a esta- Esto mas que un experimento parece un intento de que haga exhibicionismo cutre, os aburrís mucho - añadió con sorna. No sabia lo que le esperaba fuera de aquella habitación, pero prefería averiguarlo a seguir en aquel espacio, rodeado e cuatro paredes, con la sola compañía de una camilla y un armario. Dudaba mucho que ese experimento, tuviera el objetivo que tuviera, fuera a terminar simplemente con eso, así que solo le quedaba esperar pasar saber que pretendían y con suerte encontrar una forma de escaparse.

Definitivamente estaba haciéndole pasar por estúpido, no podía ser otra cosa. Al atravesar la puerta y encontrarse con un cuarto igual de pequeño que el anterior le provoco cierta risa sarcástica.

-¿Va seguir este jueguito de los cuartos mucho tiempo más?- pregunto a ningún lugar en particular, no tenia idea desde donde lo observaban pues no había cámaras, pero que estaban jugando con él estaba amas que claro. La diferencia con el otro cuarto era la ausencia de cosas, por eso cuando vio aquel monigote con un garfio por mano le resulto por demás extraño. Al menos hasta que vio aparecer, dándole un buen susto, aquel recipiente con el dichoso garfio en su interior- ¿Qué estupidez es est…?- no pudo terminar la frase cuando vio, con horror absoluto algo moverse dentro del recipiente, crías de Blatta, ¡un montón de crías de Blatta! Sintió el vello de punta, viendo con desconfianza alrededor, como si en cualquier momento la boca de una madre Blatta fuese aparecer para partirlo en dos. Aquello era una maldita pesadilla sin duda alguna.

-¡No pienso meter la mano ahí dentro, si tantas ganas tenéis de ver a alguien suicidándose, mataros ustedes! Así le hacéis un favor al mundo- exclamo alejándose lo máximo de aquel condenado recipiente, ni loco lo hacía. Primero porque obedecer algo tan estúpido era inverosímil y segundo…porque el estar cerca de una de esas crías era condena segura, más aun cuando estas andaban encerradas en aquel espacio. Podía jurar que la madre no podía andar lejos, las madres Blattas era realmente posesivas con sus crías.

DL maldijo en su fuero interno a la estúpida voz y a toda la situación en si misma. Se negaba a seguir con toda esa tontería, no se movió de su posición ni cuando sonó aquella alarma, ni cuando parecía aquella bomba. Soltó un grito frustrado.

-¡LA MADRE QUE OS PARIO!- les grito fastidiado al mas no poder, lo tenían con la soga al cuello, hiciera lo que hiciera por narices debía seguir los pasos que ellos marcaban y eso le enojaba por completo. El no tener oportunidades de escoger sin perder la vida o dar su brazo a torcer era algo que siempre había odiado-¿Quereis que coja el garfio por narices ehh? Si, muy inteligente dadle armas a alguien que esta de tan mala leche...- añadió con sarcasmo viendo molesto la bomba aquella que indicaba el tiempo próximo a su muerte, bufo hastiado acercándose desconfiado al recipiente Metiendo la mano lo mas rápidamente posible para no tocar a ninguna cría de Blatta, creando un corte en la palma de la mano cuando saco el garfio- Mierda...- se quejo viendo el profundo corte en la palma indicando el garfio con una mano- Bien ya tengo esta cosa, dejadme salir de una vez...- respondió sintiendo la sangre caer e intentando no pensar en el corte, lo primero era salir de allí. Pensando en salir miro hacia la puerta y se acerco a esta con el mencionado garfio colocado malamente, notando por fin aquella sierra junto a la mesa a la que miro con desconfianza, uniendo cabos, al ver a esta y al garfio y luego mirando hacia al techo- No me pienso cortar la mano para darle un espectáculo sangriento a unos estúpidos y mal paridos científicos de pacotilla... sino muero desangrado lo haré explotando- respondió enojado, sabia que la forma de salir de allí era cortándose la mano, pero eso significaría darles el gusto y tarde o temprano acabaría desangrándose, muriendo de una forma mas lenta y dolorosa.

DL maldijo a todo lo maldecible cuando sintió la nueva descarga, quitándose el garfio con molestia sentándose en el suelo apoyado en la pared mirando la bomba del techo. Era un imbécil y un terco lo sabia, seguramente alguien preferiría cortarse un miembro y poder salir de allí hasta un destino incierto a explotar en miles de trozos. Pero el no era así, ya fuese desangrándose o explotando, si iba a morir preferiría que fuese de una forma que el había escogido no que eligieran por el como si fuese un juego macabro.

-Que os den -respondió con molestia, levantando el dedo indice, el corazón y el meñique de su mano izquierda, un gesto foner obsceno y bastante claro. Si los locos que le observaban querían diversión a costa de su sufrimiento, lo llevaban claro. Estaba muerto de miedo, para que negarlo, la idea de morir no le era tranquilizadora en lo mas mínimo por mas que aparentara verse seguro las manos le temblaban horriblemente pero debía mantenerse en su desicion y no flaquear, era su método de vivir. Algo estúpido y que tal vez no servia para nada, pero prefería vivir así los minutos que le quedaba hacerlo siendo dominado por alguien mas.