Palacete
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Rocavarancolia Rol
29 participantes
- Rocavarancolia Rol
Palacete
03/08/11, 01:04 am
Recuerdo del primer mensaje :
Hecho en piedra gris, con forma de U, coronado por una cúpula de cristales negros y esmeralda bajo la cual hay un ventanal ovalado. Se entra por una escalinata de azulejos a un recibidor circular con dos grandes escaleras a ambos lados. Sobre este, se encuentran las habitaciones, flotando a distintas alturas.
- Descripción más detallada sacada de la saga:
- Exterior:
- El palacete se encontraba en mitad de una avenida, frente a una larga línea de casonas macizas, con tejados a dos aguas invadidos de gárgolas. Era la única construcción situada a ese lado de la avenida, pero llenaba el espacio con más rotundidad que la treintena de edificios que se desplegaban frente a ella.
Era de piedra gris, con forma de «U» redondeada, y había algo en sus ángulos y en su disposición sobre el terreno que tranquilizaba, que hacía pensar que no todo en aquella ciudad era horror. Lo que más llamaba la atención era la gigantesca cúpula que coronaba su centro: una maravillosa construcción de cristales negros y esmeralda. Bajo ella, en mitad de la fachada, se abría un gran ventanal ovalado rodeado de decenas de ventanas tan estrechas que parecían arañazos en el muro.
El patio era un sinuoso entramado de senderos que se desplegaba entre lo que una vez debieron de ser parcelas ajardinadas, pero que ahora no eran más que solares de tierra reseca. Se dirigieron hacia la escalinata de azulejos negros y verdes que conducía al portón de entrada, observando con cautela las ventanas que salpicaban los muros del palacete. Tras el enorme ventanal que ocupaba el centro sólo se veía oscuridad.
- Recibidor:
- Lo primero que vieron fue una densa zona de tinieblas, una cortina de oscuridad que precedía a un gran recibidor, iluminado por una delicada luz verde.
Se reunieron todos alrededor de Rachel en el último tramo de escaleras. El aire que se respiraba ante la puerta era de una pureza increíble, en nada se parecía a la peste rancia de los lugares cerrados que estaban acostumbrados a encontrar.
Fueron a parar a un amplio recibidor circular, de suelo y paredes de piedra gris. El techo, en cambio, era una pesada amalgama de grandes planchas de hierro que no encajaba con el resto del palacio; la sensación que provocaba aquel entramado era de asfixia, como si en cualquier momento fuera a caer y aplastarlos.
Dos grandes escaleras se disponían a ambos lados del recibidor, del mismo azulejo negro y verde que la escalinata de la entrada. Desde donde se encontraban, esas escaleras gemelas parecían hundirse como cuchillos en el techo enrejado, en una perspectiva extraña y forzada. No habían dado ni dos pasos fuera de la zona de sombras cuando se detuvieron todos casi al mismo tiempo, mirando hacia arriba, sorprendidos, boquiabiertos.
Lo que habían tomado como techo no era tal. Al salir de las sombras su perspectiva había cambiado y ahora podían ver el palacete tal y como realmente era. Las planchas que en un primer momento había creído colocadas en un mismo plano estaban suspendidas en realidad a distintas alturas por todo el palacio. Retrocedió un paso para regresar a la zona
de tinieblas y las planchas desordenadas volvieron a equilibrarse, formando un techo sin fisuras
aparentes que no era más que una ilusión óptica: si entrecerraba los ojos podía ver que las planchas flotaban en diferentes planos.
El palacete constaba de una sola planta, una planta vasta y asombrosa en la que flotaban
decenas de estancias de todos los tamaños y formas. La única semejanza entre ellas eran sus bases, de idéntico hierro forjado. La mayor de todas ocupaba tres pisos de altura y medía más de doscientos metros de largo, mientras que las más pequeñas eran meros soportes para adornos y estatuas. La mayoría ni siquiera tenía paredes.
Las escaleras no se hundían en ese falso techo como habían creído, sino que se prolongaban
curvándose en el vacío, hasta perderse en la movediza niebla esmeralda que copaba las alturas. Del tallo principal de cada escalera brotaban decenas de nuevos tramos que se dividían a su vez en más ramales de ajedrezado negro y esmeralda, retorciéndose en el aire hasta aterrizar en los bordes de las habitaciones flotantes. Aquel despliegue de habitaciones y escalinatas producía una prodigiosa sensación de armonía; era como si el mundo entero se hubiera vuelto liviano de pronto, como si la realidad, la propia existencia, fueran menos pesadas y opresivas entre aquellas paredes.
- Ascenso y ejemplos de habitaciones:
- Tomaron la escalinata de la izquierda. El tramo principal no tardaba en dividirse en tres grandes ramales. El de la derecha bajaba en una pronunciada curva antes de dividirse en otros dos tramos de escalera retorcida. A medida que avanzaban por aquella colosal montaña rusa pudieron contemplar un sinfín de habitaciones y salas. Vieron dormitorios de ensueño; salas de recreo con divanes de terciopelo, escabeles de cristal y columpios colgantes; zonas de paseo con fuentes y bancos de hierro…
La perspectiva resultaba engañosa allí arriba; prácticamente cambiaba a cada paso que daban, convirtiendo el palacete en un espacio en constante mutación. Una estancia vista desde arriba era diferente por completo contemplada desde abajo o desde un lateral. Todo fluctuaba, fluía. Era un enloquecido juego de perspectivas y arquitectura. Una sala observada desde una escalera parecía una selva rebosante de vegetación al quedar semioculta por los helechos que colgaban de las plataformas vecinas, para luego, desde arriba, convertirse en un elegante dormitorio. Desde otra curva de la escalera, esa misma habitación parecía vacía.
Rachel los guió hasta la estancia central del palacio, la única completamente cerrada con muros.(...) En el suelo, ante ellos, había aparecido un diminuto chispazo, una salpicadura brillante que se proyectó despacio hacia arriba, convirtiéndose en una creciente columna de luz que no se detuvo hasta alcanzar el techo, situado a gran altura. Un poco más adelante, una nueva columna tomó forma, de igual modo que la primera. Poco a poco, aquí y allá, se fueron formando más y más columnas. La luz que irradiaban iluminó la gran estancia, transformando la negrura en claridad.
—Es una sala de baile —murmuró Madeleine con admiración.
Mistral asintió, aunque sabía que aquel lugar era mucho más que eso. En aquella sala se habían
celebrado todo tipo de eventos: desde torneos de piromantes hasta conciertos de las fabulosas aves cantoras de Alarán, pasando por duelos de hechiceros y bodas reales. Se contaba que, en una ocasión, allí dentro se había sacrificado un dragón albino para mayor gloria del reino.
Los muchachos bajaron las escaleras que llevaban al suelo espejado de la sala. En el muro que
quedaba a su derecha se encontraba el gigantesco ventanal que habían visto desde fuera. El tercio inferior del mismo estaba cubierto por cortinajes negros, corridos en su mayoría, mientras que en la zona alta dos grandes cortinas verdes se abrían a izquierda y derecha.
En el extremo opuesto a la entrada se levantaba un pequeño escenario ocupado por varias estatuas metálicas. Se trataba de una orquesta compuesta por siete músicos tan extravagantes como los instrumentos que se disponían a tocar.
Un engendro con aire de rata humanoide empuñaba entre sus zarpas dos varillas que parecía a punto de estrellar contra el tambor agujereado que tenía delante. Entre los músicos había un ser casi humano, con la piel de un intenso negro y un magnífico par de alas rojas plegadas a su espalda. Aquella criatura sujetaba en una mano un violín abombado mientras en la otra empuñaba una varilla recubierta de protuberancias. Del costado de todas las estatuas surgía una mariposa metálica: una llave con la que darles cuerda.
Después de abandonar la sala de baile, fueron de plataforma en plataforma, siempre con Rachel a la cabeza. Casi tan sorprendente como el mismo palacio era el estado en el que éste se encontraba. Apenas había polvo y suciedad y aunque algunas habitaciones parecían vaciadas a conciencia, la mayor parte estaba en perfectas condiciones, como si los habitantes del lugar se hubieran marchado un instante antes de llegar ellos.
A media tarde hicieron un descanso para merendar. Se sentaron en los bancos de madera que
rodeaban un pequeño estanque. Apenas hablaron. Aquel lugar inducía al silencio, a la ensoñación.
Al poco tiempo de ponerse otra vez en marcha descubrieron una gran sala repleta de estanterías vacías. El cambiante deambuló entre ellas igual que todos, aun sabiendo que no iban a encontrar nada allí. Ese lugar había sido una importante biblioteca mágica, pero hacía tiempo que los pocos libros que no se habían llevado los magos de los mundos vinculados habían sido trasladados al castillo.
Otro ramal los condujo a una plataforma de paredes listadas en las que se desplegaban más de una veintena de grandes armarios, con espejos de marco de plata en cada puerta. Rachel se apresuró a abrir el más cercano y su contenido la hizo jadear emocionada. El armario estaba repleto de vestidos, a cada cual más espléndido.
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Re: Palacete
20/03/21, 12:34 am
Iba a contestar a Amira que debía curarla cuanto antes para evitar riesgos cuando el ambiente estalló. Miró a Adam en cuanto se levantó de la cama y comenzó a hablar. No se esperaba aquella respuesta del ruso, aunque entendía qué era lo que lo movía. Fue en parte por eso que le dolió aun más la discusión que empezó en ese momento. No apoyaba completamente a Adam porque entendía que la muerte de Setenta y Siete fue en defensa propia (y se alegraba de no haber sido él quien acabara con su vida, pues no sabía si habría sido capaz) y no porque sí, pero tampoco estaba de acuerdo con todo el odio que le estaban lanzando al terrestre. Quería hablar, defender lo que intentaba decir su pareja, pero cada palabra de aquella discusión le encogía más el corazón a Chromsa y notaba cómo se le hacía un nudo en la garganta.
Lethe fue la que intentó poner orden en aquel momento, cosa que el ochrorio agradeció enormemente. Desde hacía un tiempo tenía clara que ella era una de las personas más sensatas del grupo y, de necesitar un líder, era la más indicada para el puesto. Sabía (o al menos es lo que él quería pensar) que si era tan crítica con todos ellos es porque se preocupaba mucho por el grupo. En cuanto la enderth cayó al suelo se levantó en dirección a ella por si necesitaba ayuda. Al fin y al cabo ya había avisado que estaba muy cansada tras usar demasiados hechizos y, aunque nunca les había pasado, no descartaba que sumado a la tensión pudiera desmayarse.
-(Lethe tiene razón. Curemos a los heridos y volvamos al torreón cuanto antes. No quiero preocupar ni a Alyssa ni a Kradko)- habría dicho el ochrorio si no fuera por lo que ocurrió justo antes. No llegó a abrir la boca cuando Alec siguió la conversación. Por una parte estaba intentando sumarse a la pájaro para frenar la discusión, pero Chromsa comprendió en cuanto Lethe se levantó que había sobrado. No dio tiempo a actuar antes de que saliera de la habitación.
El ochrorio miró a todos los que quedaban allí. No sabía qué pensar: estaba enfadado porque se pusieran a discutir después de haber sobrevivido a una muerte muy probable, preocupado por los que estaban en teoría en el torreón y tenía ganas de llorar por la impotencia. Tal vez fue por el cúmulo de sentimientos, pero solo alcanzó a decir con una voz neutra: -Deberíamos irnos cuanto antes. Voy a buscar a Amira para curarla.- En cuanto terminó se dirigió al baño en el que había entrado la terrestre. Quería terminar y llegar al torreón cuanto antes.
Lethe fue la que intentó poner orden en aquel momento, cosa que el ochrorio agradeció enormemente. Desde hacía un tiempo tenía clara que ella era una de las personas más sensatas del grupo y, de necesitar un líder, era la más indicada para el puesto. Sabía (o al menos es lo que él quería pensar) que si era tan crítica con todos ellos es porque se preocupaba mucho por el grupo. En cuanto la enderth cayó al suelo se levantó en dirección a ella por si necesitaba ayuda. Al fin y al cabo ya había avisado que estaba muy cansada tras usar demasiados hechizos y, aunque nunca les había pasado, no descartaba que sumado a la tensión pudiera desmayarse.
-(Lethe tiene razón. Curemos a los heridos y volvamos al torreón cuanto antes. No quiero preocupar ni a Alyssa ni a Kradko)- habría dicho el ochrorio si no fuera por lo que ocurrió justo antes. No llegó a abrir la boca cuando Alec siguió la conversación. Por una parte estaba intentando sumarse a la pájaro para frenar la discusión, pero Chromsa comprendió en cuanto Lethe se levantó que había sobrado. No dio tiempo a actuar antes de que saliera de la habitación.
El ochrorio miró a todos los que quedaban allí. No sabía qué pensar: estaba enfadado porque se pusieran a discutir después de haber sobrevivido a una muerte muy probable, preocupado por los que estaban en teoría en el torreón y tenía ganas de llorar por la impotencia. Tal vez fue por el cúmulo de sentimientos, pero solo alcanzó a decir con una voz neutra: -Deberíamos irnos cuanto antes. Voy a buscar a Amira para curarla.- En cuanto terminó se dirigió al baño en el que había entrado la terrestre. Quería terminar y llegar al torreón cuanto antes.
- InvitadoInvitado
Re: Palacete
20/03/21, 02:29 am
Luci miraba con incredulidad a todos sus compañeros. ¿Por qué estaban discutiendo? ¡Habían ganado! ¡Deberían estar contentos de estar vivos! Las palabras de Adam se le hicieron especialmente amargas pues él se había alegrado sinceramente por la muerte de 77. Es más, la había deseado varias veces en el tiempo que llevaban en la ciudad. ¿Era algo malo? ¿Por qué era malo? Aquel monstruo les había hecho miserables, había poblado sus pesadillas durante meses, ¿no era normal que quisiesen que desapareciera?
Los demás se encargaron de responder al humano, con más o menos palabras, con más o menos acierto, pero con la energía que le faltaba al daeliciano. Incluso pasó por alto cómo se culpaba por la muerte de Qirra, sencillamente porque ni tenía fuerzas todavía para llorarla ni ganas de sentir empatía por Adam. Estaba triste, harto y enfadado, y cuando pensó que la discusión por fin terminaría tras la llamada de atención de Lethe, Alec volvió a la carga. Luci lo fulminó con la mirada.
-Tienes razón, Lethe no debería ir sola -dijo, enjugándose una lágrima con la manga manchada del jersey.
Fue a una esquina de la habitación donde había un perchero de pie. Desenrroscó los ganchos y se lo llevó a Alec.
-Usa esto para andar, ahora no podemos curarte el pie. Voy a buscar a Kradko y Alyssa.
Kahlo estaba estable, Alec estaba estable. No tenía más magia, pero aunque estaba cansado no estaba herido y podía caminar. Dos de sus compañeras seguían fuera y seguro que sería de más ayuda con Lethe que con los demás, o eso se decía. La realidad era que ya había oído bastantes gritos por un día. Tomó el cuchillo que había dejado junto a la cama, lo enfundó y salió tras Lethe. Antes de irse definitivamente se giró para decir:
-Id directos al torreón, no os entretengáis.
Los demás se encargaron de responder al humano, con más o menos palabras, con más o menos acierto, pero con la energía que le faltaba al daeliciano. Incluso pasó por alto cómo se culpaba por la muerte de Qirra, sencillamente porque ni tenía fuerzas todavía para llorarla ni ganas de sentir empatía por Adam. Estaba triste, harto y enfadado, y cuando pensó que la discusión por fin terminaría tras la llamada de atención de Lethe, Alec volvió a la carga. Luci lo fulminó con la mirada.
-Tienes razón, Lethe no debería ir sola -dijo, enjugándose una lágrima con la manga manchada del jersey.
Fue a una esquina de la habitación donde había un perchero de pie. Desenrroscó los ganchos y se lo llevó a Alec.
-Usa esto para andar, ahora no podemos curarte el pie. Voy a buscar a Kradko y Alyssa.
Kahlo estaba estable, Alec estaba estable. No tenía más magia, pero aunque estaba cansado no estaba herido y podía caminar. Dos de sus compañeras seguían fuera y seguro que sería de más ayuda con Lethe que con los demás, o eso se decía. La realidad era que ya había oído bastantes gritos por un día. Tomó el cuchillo que había dejado junto a la cama, lo enfundó y salió tras Lethe. Antes de irse definitivamente se giró para decir:
-Id directos al torreón, no os entretengáis.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidad
Re: Palacete
20/03/21, 01:40 pm
Adam no hacía otra cosa que mirar al suelo, cabizbajo. En mitad de su arrebato provocado por los nervios soltó lo que pensaba sin ningún tipo de filtro. No los culpaba por sus respuestas pero igualmente le dolían. Fue directamente su culpa pero por una vez en muchos años se sintió cercano con otras personas y fue duro recibir esas palabras. Lo que dijo Kahlo hizo que Adam agachase aun más la cabeza y cuando iba a disculparse Lethe estalló como nunca.
Ella tenía razón. ¿Por qué sacó sus dudas y opiniones en una situación tan crítica? ¿Por qué no cerró el pico a tiempo? Ellos lucharon contra ese asesino y no él, no tenía derecho a opinar ni mucho menos de ser borde con los que se jugaron el pellejo por vivir. Adam se vio como un absoluto cobarde e hipócrita, se estaban defendiendo ante una muerte segura y encima recibieron su sermón justo después de tan terrorífica experiencia. Amira gritó en el baño, un grito de frustración que bien podría ser el suyo ahora mismo en sus adentros. Ahí estaba la diferencia: ellos mataron por defensa propia y Adam simplemente acabó con la vida de un inocente que solo buscaba salvarlo de una mala vida.
Lo comprendió, pero el daño ya estaba hecho. De todos los que estaban en la habitación no se atrevía a cruzar miradas con Kahlo. En eso tuvo toda la razón la mujer gato: ha sido un completo idiota por ello. Sin embargo no ganaba nada disculpándose ahora, Kolja tenía muy mala pinta y no quería dejarlo en ese estado.
—Kolja, voy a intentar curar tus heridas —advirtió con una mirada y tonos calmados decidido a enterrar todo hasta que lleguen al torreón, ya habrá tiempo para las disculpas más tarde. Siguió sin mirar a la varmana, aunque no estaba enfadado con ella comprendía sus sentimientos. Era como con sus padres: si alguien le odiaba se limitaba a ser neutro ni hacer demasiado contacto con esa persona, pues no buscaba que Kahlo se sintiese peor porque él estuviese en medio.
Ella tenía razón. ¿Por qué sacó sus dudas y opiniones en una situación tan crítica? ¿Por qué no cerró el pico a tiempo? Ellos lucharon contra ese asesino y no él, no tenía derecho a opinar ni mucho menos de ser borde con los que se jugaron el pellejo por vivir. Adam se vio como un absoluto cobarde e hipócrita, se estaban defendiendo ante una muerte segura y encima recibieron su sermón justo después de tan terrorífica experiencia. Amira gritó en el baño, un grito de frustración que bien podría ser el suyo ahora mismo en sus adentros. Ahí estaba la diferencia: ellos mataron por defensa propia y Adam simplemente acabó con la vida de un inocente que solo buscaba salvarlo de una mala vida.
Lo comprendió, pero el daño ya estaba hecho. De todos los que estaban en la habitación no se atrevía a cruzar miradas con Kahlo. En eso tuvo toda la razón la mujer gato: ha sido un completo idiota por ello. Sin embargo no ganaba nada disculpándose ahora, Kolja tenía muy mala pinta y no quería dejarlo en ese estado.
—Kolja, voy a intentar curar tus heridas —advirtió con una mirada y tonos calmados decidido a enterrar todo hasta que lleguen al torreón, ya habrá tiempo para las disculpas más tarde. Siguió sin mirar a la varmana, aunque no estaba enfadado con ella comprendía sus sentimientos. Era como con sus padres: si alguien le odiaba se limitaba a ser neutro ni hacer demasiado contacto con esa persona, pues no buscaba que Kahlo se sintiese peor porque él estuviese en medio.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carisma
Re: Palacete
20/03/21, 05:34 pm
Hasta drogada era consciente de lo mucho que se estaba caldeando el ambiente, y aunque había participado en ello se sentía ajena al problema de alguna forma. Kolja estaba enfadado, Amira estaba enfadada, Lethe, Alec, Luci. Todos con su pizca de razón. Sin embargo oírles había sido como leer varias veces la misma frase estando bloqueado, difícil de asimilar. Intentó reconfortar al alemán en cuanto lo tuvo al lado con una palmada, al tiempo de pensar con cierta ironía en las palabras de Chromsa minutos atrás; ahora sí que le recordaban a su familia. Al menos en casa no se alzaban la voz.
Los gritos le sobraron por parte de todos y lo hizo saber arrugando el rostro, molesta y trastocada por el aumento de volumen. Si había sido inmaduro picar el anzuelo de Adam era algo que por su estado ignoraba, pero fuera como fuese le quedó claro que no era el momento para seguir el tema tras la sentencia de la enderth, en cierto modo intimidada por ella. Se levantó para salir de la habitación, incómoda por la situación y por la sangre seca de su brazo, con la intención de limpiarse y ver como estaba Amira, pero la continuación del escocés hizo que se quedase a medio camino para escuchar. Le molestó que hablase en plural sobre el placer de matar a Setenta y siete, que les riñese cuando Lethe ya lo había hecho y sobre todo que fuese blando con Adam, como si hubieran sido ellos quienes habían dicho algo erróneo. Le devolvió la mirada con las pupilas totalmente rectas, demasiado débil como para ser realmente desafiante, desinteresada y falta de sorpresa. Ni siquiera estaba enfadada con Adam, el cual seguía encogiéndose sobre sí mismo, pero la chispa que antes había sido disconforme se encendió en verdadera molestia. Quería asearse, salir y acostarse.
Abandonó la sala tras Lethe, Luci y Chromsa, siguiendo a este último al baño sin decir nada. Le seguía temblando el cuerpo pero pudo llegar sin trastabillar demasiado. Dentro miró a Amira y sin decir nada se hizo hueco al lado del grifo. Suerte para ella que no vio el cadáver de Qirra, sería lo que le faltaba para desmayarse.
—No has hecho nada malo —pronunció finalmente mientras mojaba su mano—. Que nadie te haga creer que sí.
Los gritos le sobraron por parte de todos y lo hizo saber arrugando el rostro, molesta y trastocada por el aumento de volumen. Si había sido inmaduro picar el anzuelo de Adam era algo que por su estado ignoraba, pero fuera como fuese le quedó claro que no era el momento para seguir el tema tras la sentencia de la enderth, en cierto modo intimidada por ella. Se levantó para salir de la habitación, incómoda por la situación y por la sangre seca de su brazo, con la intención de limpiarse y ver como estaba Amira, pero la continuación del escocés hizo que se quedase a medio camino para escuchar. Le molestó que hablase en plural sobre el placer de matar a Setenta y siete, que les riñese cuando Lethe ya lo había hecho y sobre todo que fuese blando con Adam, como si hubieran sido ellos quienes habían dicho algo erróneo. Le devolvió la mirada con las pupilas totalmente rectas, demasiado débil como para ser realmente desafiante, desinteresada y falta de sorpresa. Ni siquiera estaba enfadada con Adam, el cual seguía encogiéndose sobre sí mismo, pero la chispa que antes había sido disconforme se encendió en verdadera molestia. Quería asearse, salir y acostarse.
Abandonó la sala tras Lethe, Luci y Chromsa, siguiendo a este último al baño sin decir nada. Le seguía temblando el cuerpo pero pudo llegar sin trastabillar demasiado. Dentro miró a Amira y sin decir nada se hizo hueco al lado del grifo. Suerte para ella que no vio el cadáver de Qirra, sería lo que le faltaba para desmayarse.
—No has hecho nada malo —pronunció finalmente mientras mojaba su mano—. Que nadie te haga creer que sí.
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia.
Re: Palacete
20/03/21, 07:06 pm
Kolja agradeció la palmada de Kahlo cuando se sentó a su lado. A menudo tenía sensación de que la gata no le tenía mucho aprecio, más de una vez habían estado en lados opuestos en las discusiones, se sentía bien estar en el mismo por una vez, al fin y al cabo junto con Chromsa había sido una de las primeras personas que había conocido en la ciudad, le parecía que había un vinculo, sobre todo al tratarse de 77, juntos habían huido del lagarto el primer día.
La pájaro pronto hizo de las suyas, enfadándose con todos e insultándoles en el proceso, algunas cosas no cambian. Tras su arrebato Kolja apretó la mandíbula, pero aceptó que no era el mejor momento para lanzarse de cabeza en discusiones que podían librarse en otro momento. Parecía que el ambiente, aunque tenso, no era tan violento como antes, pero claro, el granjerito tenía que abrir la boca. Kolja no pudo evitar poner los ojos en blanco ante el berrinche del escocés, no pillaba muy bien las situaciones el pelirrojo. Y ya lo de tener que hablar por todos, Kolja si había disfrutado al saber que aquel monstruo estaba muerto, pero claro, no era el momento ni el lugar para mencionarlo, ya estaba Alec caldeando el cuarto otra vez, no hacía falta añadir más leña, el grito de frustración de Amira ya describía muy bien lo que tenía que decir.
Para la pájaro aquel arrebato pareció ser la gota que colmó el baso, salió de la habitación como una exhalación, seguida de Luci que se ofreció a acompañarla. En un principio creyó que Chromsa y Kahlo también iban a dejarlos, pero resultó que solo iban al baño junto con Amira. El ruso entonces volvió a sacar el tema de curarle las heridas. Kolja dudó un segundo, pero después asintió, una única vez, a tiempo que soltaba un suspiro de conformidad. Lo mejor era que hicieran como había dicho Luci, que terminasen allí de una vez y volviesen al torreón.
La pájaro pronto hizo de las suyas, enfadándose con todos e insultándoles en el proceso, algunas cosas no cambian. Tras su arrebato Kolja apretó la mandíbula, pero aceptó que no era el mejor momento para lanzarse de cabeza en discusiones que podían librarse en otro momento. Parecía que el ambiente, aunque tenso, no era tan violento como antes, pero claro, el granjerito tenía que abrir la boca. Kolja no pudo evitar poner los ojos en blanco ante el berrinche del escocés, no pillaba muy bien las situaciones el pelirrojo. Y ya lo de tener que hablar por todos, Kolja si había disfrutado al saber que aquel monstruo estaba muerto, pero claro, no era el momento ni el lugar para mencionarlo, ya estaba Alec caldeando el cuarto otra vez, no hacía falta añadir más leña, el grito de frustración de Amira ya describía muy bien lo que tenía que decir.
Para la pájaro aquel arrebato pareció ser la gota que colmó el baso, salió de la habitación como una exhalación, seguida de Luci que se ofreció a acompañarla. En un principio creyó que Chromsa y Kahlo también iban a dejarlos, pero resultó que solo iban al baño junto con Amira. El ruso entonces volvió a sacar el tema de curarle las heridas. Kolja dudó un segundo, pero después asintió, una única vez, a tiempo que soltaba un suspiro de conformidad. Lo mejor era que hicieran como había dicho Luci, que terminasen allí de una vez y volviesen al torreón.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Palacete
21/03/21, 10:11 pm
Amira dejó que el sonido del agua cayendo ahogase las voces de sus compañeros y el frío de esta sobre sus manos la abstrajese de la situación, al menos hasta los gritos de Lethe, por los que bajó un poco la potencia del grifo para poder oírla. Como siempre, estaba siendo la más sensata de todos y, además, tenía razón. Sus compañeras seguían desaparecidas y no era el momento de pelearse. Respiró hondo. Se había sentido fatal por las palabras de Adam, porque él no entendía cómo se sentía, y no había podido evitar saltar cuando tenía que haberlo dejado para otro momento. Cuando se terminara de quitar la sangre de las manos saldría y le pediría disculpas a Adam por gritarle, o al menos esos eran sus planes.
Entonces fue cuando Alec comenzó su discurso, que no estaba siendo precisamente lo más acertado. Todos parecían haberse calmado algo tras las palabras de la enderth, ¿por qué había sentido la necesidad de volver a gritarles? «¿Es que acaso te gusta sentirte superior al resto riñéndonos como si fuéramos niños?», pensó, frustrándose más y más con sus palabras pero especialmente cuando Alec estaba siendo mucho más blando con Adam que con el resto. No pudo evitar expresar toda su frustración en un grito, que seguramente todos hubieran oído.
Chromsa y Kahlo no tardaron en entrar al baño. Iba a haber salido ella a pedirle al ochrorio que le curara en cuanto acabara de limpiarse la sangre, porque desde que Lethe le había dicho lo peligrosas que eran sus heridas no había vuelto a hacerlas de menos. Estaba teniendo mucho más cuidado en todos sus movimientos, porque por primera vez era consciente de las consecuencias que podría tener un mal movimiento. Casi no esperaba aquellas palabras de Kahlo, pero le arrancaron una sonrisa algo amarga. «Espero que yo misma me pueda creer que no fuera malo».
—Gracias —le susurró. Después se giró hacia Chromsa —Dame un segundo, voy a terminar de limpiarme y me curas.
No tardó en acabar, secándose las manos y acercándose a Chromsa para que la curara.
»Si necesitas ayuda para lavarte dilo, ¿eh? —le ofreció a la varmana. Arreglarse solo con un brazo no parecía fácil.
Entonces fue cuando Alec comenzó su discurso, que no estaba siendo precisamente lo más acertado. Todos parecían haberse calmado algo tras las palabras de la enderth, ¿por qué había sentido la necesidad de volver a gritarles? «¿Es que acaso te gusta sentirte superior al resto riñéndonos como si fuéramos niños?», pensó, frustrándose más y más con sus palabras pero especialmente cuando Alec estaba siendo mucho más blando con Adam que con el resto. No pudo evitar expresar toda su frustración en un grito, que seguramente todos hubieran oído.
Chromsa y Kahlo no tardaron en entrar al baño. Iba a haber salido ella a pedirle al ochrorio que le curara en cuanto acabara de limpiarse la sangre, porque desde que Lethe le había dicho lo peligrosas que eran sus heridas no había vuelto a hacerlas de menos. Estaba teniendo mucho más cuidado en todos sus movimientos, porque por primera vez era consciente de las consecuencias que podría tener un mal movimiento. Casi no esperaba aquellas palabras de Kahlo, pero le arrancaron una sonrisa algo amarga. «Espero que yo misma me pueda creer que no fuera malo».
—Gracias —le susurró. Después se giró hacia Chromsa —Dame un segundo, voy a terminar de limpiarme y me curas.
No tardó en acabar, secándose las manos y acercándose a Chromsa para que la curara.
»Si necesitas ayuda para lavarte dilo, ¿eh? —le ofreció a la varmana. Arreglarse solo con un brazo no parecía fácil.
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Palacete
23/03/21, 10:36 am
Alec fue a decir algo cuando Lethe salió de la habitación seguida por Luci. ¿Qué rayos acababa de pasar? No es que hubiera pretendido decirle a la enderth lo que podía o no hacer, solo quería decir que era mejor seguir juntos para evitar otros peligros y señalar que ella estaba débil por la pelea.
Tampoco parecieron sentar bien sus otras palabras. El ambiente volvía a estar tenso y él solo quería poner un poco de paz entre el resto.
En vistas de que no parecía ser demasiado popular con el grupo en esos momentos decidió callarse y no volver a abrir la boca a menos que se dirigieran a él directamente. Cogió lo que le había dado Luci para hacer de muleta improvisada y se sentó en una silla a esperar por el resto.
¿En qué se había equivocado exactamente? Estaba confuso, cansado, le dolía todo y lo cierto era que lo que menos le apetecía era pensar, pero quizá había hecho algo mal, aunque en esos momentos no cayese en qué.
Tampoco parecieron sentar bien sus otras palabras. El ambiente volvía a estar tenso y él solo quería poner un poco de paz entre el resto.
En vistas de que no parecía ser demasiado popular con el grupo en esos momentos decidió callarse y no volver a abrir la boca a menos que se dirigieran a él directamente. Cogió lo que le había dado Luci para hacer de muleta improvisada y se sentó en una silla a esperar por el resto.
¿En qué se había equivocado exactamente? Estaba confuso, cansado, le dolía todo y lo cierto era que lo que menos le apetecía era pensar, pero quizá había hecho algo mal, aunque en esos momentos no cayese en qué.
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Palacete
23/03/21, 10:46 am
Chromsa no miró a la habitación de la que estaba huyendo. No quería ver más como todos se peleaban en aquel momento en el que lo que más necesitaban era estar unidos. Escuchó como alguien salía en busca de Lethe, pero los recuerdos de los gritos de hace un momento no le dejaron saber quién exactamente. El ochrorio estaba tan centrado en la tristeza y el enfado que ni siquiera se dio cuenta de que Kahlo lo había acompañado hasta que llegaron al baño.
Ya en esa habitación fue un poco más consciente de lo que había a su alrededor... hasta que vio el cuerpo de Qirra. Había visto como Kahlo se acercaba a Amira, pero cuando Chromsa vio el cuerpo de la lagarta se acercó a ella con lágrimas en los ojos. Ya no había ninguna duda, estaba muerta. Le dolió enormemente verla en aquel estado. No era con quien más había hablado, pero Qirra había seguido siendo una parte importante del grupo. -Lo siento mucho Qirra. Ojalá la Acromía nos permita volver a encontrarnos en otra vida. Descansa hasta entonces, amiga.- dijo en voz baja sin importarle si alguien lo había escuchado. No estaba seguro si al ser de otro mundo la Acromía podía absorberla para que viviera más veces, pero quería conseguir un poco de esperanza en aquel momento.
Amira lo sacó de sus pensamientos cuando se le acercó. La miró y le dijo mientras se limpiaba las lágrimas que le quedaban: -Sí, perdona. Voy a curarte ya. Puede picar un poco, pero intentaré no tardar mucho.- La herida de la terrestre era menos grave que la del brazo del Kahlo, lo cual lo agradeció. Se concentró en el hechizo y en un par de minutos ya estaba completamente sanada. -Ya está. Creo que te habías roto unas costillas, aunque por suerte no dañó nada más. Bueno, volvamos con el resto.- En cuanto dio el primer paso, Chromsa cayó al suelo aunque por suerte pudo apoyarse con las manos en el último momento. Se fue levantando con mucha dificultad. Si le quedaba algo de magia, ahora acababa de gastarla y estaba exhausto.
Ya en esa habitación fue un poco más consciente de lo que había a su alrededor... hasta que vio el cuerpo de Qirra. Había visto como Kahlo se acercaba a Amira, pero cuando Chromsa vio el cuerpo de la lagarta se acercó a ella con lágrimas en los ojos. Ya no había ninguna duda, estaba muerta. Le dolió enormemente verla en aquel estado. No era con quien más había hablado, pero Qirra había seguido siendo una parte importante del grupo. -Lo siento mucho Qirra. Ojalá la Acromía nos permita volver a encontrarnos en otra vida. Descansa hasta entonces, amiga.- dijo en voz baja sin importarle si alguien lo había escuchado. No estaba seguro si al ser de otro mundo la Acromía podía absorberla para que viviera más veces, pero quería conseguir un poco de esperanza en aquel momento.
Amira lo sacó de sus pensamientos cuando se le acercó. La miró y le dijo mientras se limpiaba las lágrimas que le quedaban: -Sí, perdona. Voy a curarte ya. Puede picar un poco, pero intentaré no tardar mucho.- La herida de la terrestre era menos grave que la del brazo del Kahlo, lo cual lo agradeció. Se concentró en el hechizo y en un par de minutos ya estaba completamente sanada. -Ya está. Creo que te habías roto unas costillas, aunque por suerte no dañó nada más. Bueno, volvamos con el resto.- En cuanto dio el primer paso, Chromsa cayó al suelo aunque por suerte pudo apoyarse con las manos en el último momento. Se fue levantando con mucha dificultad. Si le quedaba algo de magia, ahora acababa de gastarla y estaba exhausto.
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Palacete
23/03/21, 05:42 pm
El ambiente parece que se calmó, para peor. Todo estaba tenso y casi todos decidieron marchar fuera de la habitación. Adam no estaba nervioso, era más que nada remordimientos por su horrible actuar. Sin embargo eso no deshizo la concentración que reunió para lanzar el hechizo que logró, por pura suerte quizás, ejecutar con éxito al primer intento. En otras ocasiones podría incluso habérselo tomado con ilusión pero se mantuvo imperturbable aun con ello. Tardo un poco más de lo necesario pero logró aliviar la nariz y la nuca de Kolja terminando con un suspiro de cansancio, estaba acostumbrado a cansarse entrenando pero ese cansancio desde luego era distinto y le afectó un poco más de lo normal.
—Te… ¿encuentras mejor? —logró preguntar a duras penas. En su posición se le hacía complicado siquiera cruzar palabras con Kolja. Le debía tanto por toda su ayuda y aun así… se portó de aquella manera con él—. Bueno, yo… ¿Vamos a mirar si estamos listos para volver?
Sin perder tiempo abrió la puerta para salir de aquella habitación que lo estaba sofocando tanto, no podía ver más aquella cama llena de sangre. Le extrañó no ver a nadie así a simple vista. Sin embargo sus sospechas de que estaban en el baño se confirmaron cuando escuchó un golpe seco, lo suficientemente audible como para que Adam se fuese al baño adyacente algo nervioso por la duda de si ha pasado algo dentro. Entró abriendo rápido la puerta, viendo de primeras a Chromsa en el suelo intentando levantarse y con obvios signos de cansancio. <<Ya estabas agotado de antes, ¿por qué sigues usando magia?>>, pensó siendo inconscientemente egoísta. Sin cruzar miradas se fue a ayudar a Chromsa, ofreciéndose de apoyo si era necesario. No quiso ver el cuerpo de Qirra por nada del mundo, manteniendo su mirada baja en silencio, no se atrevía a pronunciar ni media palabra a nadie, ya luego se disculparía en condiciones.
—Te… ¿encuentras mejor? —logró preguntar a duras penas. En su posición se le hacía complicado siquiera cruzar palabras con Kolja. Le debía tanto por toda su ayuda y aun así… se portó de aquella manera con él—. Bueno, yo… ¿Vamos a mirar si estamos listos para volver?
Sin perder tiempo abrió la puerta para salir de aquella habitación que lo estaba sofocando tanto, no podía ver más aquella cama llena de sangre. Le extrañó no ver a nadie así a simple vista. Sin embargo sus sospechas de que estaban en el baño se confirmaron cuando escuchó un golpe seco, lo suficientemente audible como para que Adam se fuese al baño adyacente algo nervioso por la duda de si ha pasado algo dentro. Entró abriendo rápido la puerta, viendo de primeras a Chromsa en el suelo intentando levantarse y con obvios signos de cansancio. <<Ya estabas agotado de antes, ¿por qué sigues usando magia?>>, pensó siendo inconscientemente egoísta. Sin cruzar miradas se fue a ayudar a Chromsa, ofreciéndose de apoyo si era necesario. No quiso ver el cuerpo de Qirra por nada del mundo, manteniendo su mirada baja en silencio, no se atrevía a pronunciar ni media palabra a nadie, ya luego se disculparía en condiciones.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Palacete
24/03/21, 11:18 pm
Kahlo le quitó importancia a las gracias de Amira negando ligeramente con la cabeza (no tenía que darlas) y luego la voz y el suave llanto de Chromsa la hicieron voltearse. Entonces lo vio.
De cerca el cuerpo sin vida de Qirra era mil veces peor.
Si la droga la hacía sentirse irreal aquello fue como una sobredosis, tanto que el tacto del agua desapareció durante los largos segundos que no pudo dejar de mirarla. Aupada por el ruido del grifo abierto apartó la mirada bruscamente, tan perturbada como en un mal sueño y con la impresión (o la esperanza) de que olvidaría todo eso pasada la noche.
—Sí. Tranquila —respondió con la entereza que le quedaba, procediendo a limpiarse la herida a consciencia como si así pudiera quitarse no solo la sangre, sino también el recuerdo.
¿Qué demonios hacía Qirra ahí? Aquel ni siquiera era un buen recuerdo de la dragona, había demasiado poco reconocible ya de ella. Nadie podría quitarle los ojos si habían explotado con el resto de su cabeza. Quiso vomitar, y lo habría hecho si su cuerpo hubiera tenido fuerzas para más de dos arcadas. Su sistema se preparó para hacerlo de todas formas y la saliva se acumuló en su boca, sus manos se enfriaron, su frente se perló en sudor y toda ella se debilitó más si cabía. Aunque no la viese, la presencia del cadáver era suficiente para desequilibrarla tanto como la sangre que había dejado en la cama. Para colmo su alternativa era centrarse en la repulsiva marca de su brazo, una cicatriz antinatura.
Acabó pronto, pues se había estado echando agua con las prisas de quien quiere resucitar a un delfín, y con el brazo chorreando salió del baño mientras el ochrorio curaba a la humana. No escuchó el golpe, no le importó que Adam entrase a toda velocidad. Se quedó fuera, apoyada en la pared respirando manualmente, temblando como si no pudiera tener más frío.
—Vámonos ya por favor —musitó en súplica lastimosamente. Le picaban los ojos—. Odio este sitio.
Setenta y siete merecía haber sufrido antes de morir.
De cerca el cuerpo sin vida de Qirra era mil veces peor.
Si la droga la hacía sentirse irreal aquello fue como una sobredosis, tanto que el tacto del agua desapareció durante los largos segundos que no pudo dejar de mirarla. Aupada por el ruido del grifo abierto apartó la mirada bruscamente, tan perturbada como en un mal sueño y con la impresión (o la esperanza) de que olvidaría todo eso pasada la noche.
—Sí. Tranquila —respondió con la entereza que le quedaba, procediendo a limpiarse la herida a consciencia como si así pudiera quitarse no solo la sangre, sino también el recuerdo.
¿Qué demonios hacía Qirra ahí? Aquel ni siquiera era un buen recuerdo de la dragona, había demasiado poco reconocible ya de ella. Nadie podría quitarle los ojos si habían explotado con el resto de su cabeza. Quiso vomitar, y lo habría hecho si su cuerpo hubiera tenido fuerzas para más de dos arcadas. Su sistema se preparó para hacerlo de todas formas y la saliva se acumuló en su boca, sus manos se enfriaron, su frente se perló en sudor y toda ella se debilitó más si cabía. Aunque no la viese, la presencia del cadáver era suficiente para desequilibrarla tanto como la sangre que había dejado en la cama. Para colmo su alternativa era centrarse en la repulsiva marca de su brazo, una cicatriz antinatura.
Acabó pronto, pues se había estado echando agua con las prisas de quien quiere resucitar a un delfín, y con el brazo chorreando salió del baño mientras el ochrorio curaba a la humana. No escuchó el golpe, no le importó que Adam entrase a toda velocidad. Se quedó fuera, apoyada en la pared respirando manualmente, temblando como si no pudiera tener más frío.
—Vámonos ya por favor —musitó en súplica lastimosamente. Le picaban los ojos—. Odio este sitio.
Setenta y siete merecía haber sufrido antes de morir.
- ♪♫♬:
- Percy
Ficha de cosechado
Nombre: Kolja Günterson
Especie: Humano/Alemán
Habilidades: Nociones de lucha. Rapidez mental. Resistencia. Personajes : Kolja Günterson Humano Sutr
Status : Hype
Humor : Sarcastico/Incomprendido
Re: Palacete
25/03/21, 04:50 pm
-Si, gracias- respondió. Todavía no estaba seguro de que le hiciese mucha gracia que fuese el ruso el que le había curado, pero tampoco era el momento. Ante su segunda pregunta simplemente asintió, lo mejor era volver al torreón lo antes posible, en cuanto los más cansados se hubiesen recuperado un poco.
Se quedó quieto cuando Adam salió de la habitación, quedándose a solas con el granjero, simplemente sentado en la cama, agotado por los acontecimientos de aquel día que ya se le hacía eterno y apenas había llegado a la mitad. Lo mejor para todos sería volver cuanto antes, comer algo y echarse a dormir, recuperar fuerzas e intentar empezar un nuevo día con otro pie. Apenas hubo Adam salido de la habitación ya entraba Kahlo, preguntando si estaban listos para irse.
-Si, yo ya estoy- contestó, levantándose de la cama. -¿Puedes andar el camino de vuelta o tengo que cargarte al hombro otra vez?- preguntó haciendo alusión al día que se conocieron, con una leve sonrisa que más que risueña parecía triste y cansada.
Se aseguró que el vendaje de su cabeza estuviese bien atado y salió a por el cuerpo de Qirra.
-Volvamos a casa.
Se quedó quieto cuando Adam salió de la habitación, quedándose a solas con el granjero, simplemente sentado en la cama, agotado por los acontecimientos de aquel día que ya se le hacía eterno y apenas había llegado a la mitad. Lo mejor para todos sería volver cuanto antes, comer algo y echarse a dormir, recuperar fuerzas e intentar empezar un nuevo día con otro pie. Apenas hubo Adam salido de la habitación ya entraba Kahlo, preguntando si estaban listos para irse.
-Si, yo ya estoy- contestó, levantándose de la cama. -¿Puedes andar el camino de vuelta o tengo que cargarte al hombro otra vez?- preguntó haciendo alusión al día que se conocieron, con una leve sonrisa que más que risueña parecía triste y cansada.
Se aseguró que el vendaje de su cabeza estuviese bien atado y salió a por el cuerpo de Qirra.
-Volvamos a casa.
- Motes:
Alec: Granjero
Kahlo: Gatita
Qirra: Pequeña dragona
Chromsa: Chico nutria
Luci: Niño chuche
Adam: Rusky
Lethe: La pájaro
Kradko: Niña bicho
Reina: La japonesa
Amira: en proceso
Alyssa: en proceso
Levántate y pelea…héroe.
- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.Personajes :- Enredo : Humano Brujo de las Enredaderas.
- Surásara : Ulterana Naga.
- Varsai : Varmana Licántropo leopardo de las nieves.
- Eriel : Nublino.
Heridas/enfermedades : Finas cicatrices por todo el cuerpo.
Status : Perdido en la ciudad de los milagros y los portentos.
Re: Palacete
27/03/21, 09:36 pm
Alec salió de la habitación casi detrás del ruso, pero en vez de dirigirse al baño fue bajando las escaleras como buenamente pudo.
Cada escalón bajado resultaba un suplicio que hacía al escocés resoplar, apretar los dientes y sudar a mares. Dolor, paso, escalón, dolor, paso, escalón, dolor, paso, escalón, dolor... A eso se redujeron sus pensamientos bajando penosamente por las imponentes escaleras del palacete. Si no hubiera sido porque de no haberle curado la cara estaría desmayado en el suelo y que todos estaban agotados hasta el punto de la extenuación, Alec habría pedido que le curaran el pie. Pero no era el caso y como el joven no pensaba ser una carga fuera como fuese, así que no habría quejas por su parte. No por primera vez deseaba fervientemente poseer magia para ser de algún tipo de ayuda, y no por última vez eso de le negaba.
Dolor, estremecimiento, paso, dolor... El camino al torreón iba a ser muy largo...
Cada escalón bajado resultaba un suplicio que hacía al escocés resoplar, apretar los dientes y sudar a mares. Dolor, paso, escalón, dolor, paso, escalón, dolor, paso, escalón, dolor... A eso se redujeron sus pensamientos bajando penosamente por las imponentes escaleras del palacete. Si no hubiera sido porque de no haberle curado la cara estaría desmayado en el suelo y que todos estaban agotados hasta el punto de la extenuación, Alec habría pedido que le curaran el pie. Pero no era el caso y como el joven no pensaba ser una carga fuera como fuese, así que no habría quejas por su parte. No por primera vez deseaba fervientemente poseer magia para ser de algún tipo de ayuda, y no por última vez eso de le negaba.
Dolor, estremecimiento, paso, dolor... El camino al torreón iba a ser muy largo...
Soy Dal, hijo del Estío y el Crepúsculo. Señor del Vacío y Amo del Infinito. Destructor de Mundos y Artífice de Infiernos. Conde de la Nada y Duque de los Océanos. Rey del Purgatorio y Terror del Cielo. Marqués del Inframundo y Barón de la Muerte. Por todos estos titulos, Invitado, reclamo tu vida para mí .
- Harek
Ficha de cosechado
Nombre: Rick
Especie: Humano
Habilidades: Puntería, habilidad mental y carisma
Personajes :- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
- Rick: humano, neoyorquino
- Erknest: humano, italiano/inglés Kamaitachi
Síntomas : A veces tendrá ataques de claustrofobia. Sus irises dejan de ser círculos perfectos, y en ocasiones sus ojos serán brevemente fosforescentes en la oscuridad.
Armas :- Rick: Sable y arco
- Erknest: "Espada legendaria" y cuchillas de aire
Status : The journey never ends
Humor : Cualquier cosa me vale.
- Chromsa/Padre Foresta: campesino ochrorio Brujo de las hojas marchitas/Fauno cabra
Re: Palacete
27/03/21, 11:20 pm
Al ochrorio le costaba horrores mover cualquier parte del cuerpo, así que a duras penas había amortiguado la caída. Los intentos para levantarse servían de poco, tenían que marcharse rápido del palacete y, al ritmo de Chromsa, anochecería antes de llegar al torreón. El tacto de Adam le hizo recobrar la esperanza y recuperar unas fuerzas mínimas. Lo miró agradecido mientras se levantaba intentando que el terrestre no tuviera que cargar con todo su peso. Ya de pie, el ochrorio tuvo que seguir apoyándose en él para seguir caminando. Quería darle las gracias, pero en ese momento tenía que concentrarse en recuperar el aliento.
Una vez salieron del baño pudo ver que ya estaban todos listos para irse. No había tiempo que perder, quería reencontrarse con el resto del grupo cuanto antes y dejar atrás todo lo que había ocurrido allí. Le indicó con un dedo a Adam que quería acercarse a su bastón para recogerlo y, una vez en sus manos, nada quedaba allí. Como dijo Kolja, volvían a casa.
Chromsa caminaba despacio, apoyándose en su bastón en una mano y con el otro brazo entrelazado con el de Adam. No iba a ser un camino de vuelta rápido ni agradable. Lo más probable es que el silencio reinara en ese momento y no le extrañaba en absoluto. Antes de salir del palacete, el ochrorio había recuperado fuerzas suficientes para hablar. Dejó caer su cabeza por unos momentos en el brazo del terrestre y le susurró: -Muchas gracias por todo, Adam. Te quiero.- El solo contacto con el ruso le había mejorado un poco el ánimo, lo suficiente para seguir adelante. Esperaba poder hacer lo mismo por él con aquel gesto.
Una vez salieron del baño pudo ver que ya estaban todos listos para irse. No había tiempo que perder, quería reencontrarse con el resto del grupo cuanto antes y dejar atrás todo lo que había ocurrido allí. Le indicó con un dedo a Adam que quería acercarse a su bastón para recogerlo y, una vez en sus manos, nada quedaba allí. Como dijo Kolja, volvían a casa.
Chromsa caminaba despacio, apoyándose en su bastón en una mano y con el otro brazo entrelazado con el de Adam. No iba a ser un camino de vuelta rápido ni agradable. Lo más probable es que el silencio reinara en ese momento y no le extrañaba en absoluto. Antes de salir del palacete, el ochrorio había recuperado fuerzas suficientes para hablar. Dejó caer su cabeza por unos momentos en el brazo del terrestre y le susurró: -Muchas gracias por todo, Adam. Te quiero.- El solo contacto con el ruso le había mejorado un poco el ánimo, lo suficiente para seguir adelante. Esperaba poder hacer lo mismo por él con aquel gesto.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Palacete
28/03/21, 03:24 pm
Amira asintió al aviso de Chromsa, y dejó que la curara. No podía evitar poner caras de molestia por el picor, pero no se quejó de ello. Ya bastante estaban teniendo todos como para encima quejarse de que la magia picase. Bastante era que podían agradecer tener magia, lo que significaba que no morirían por sus heridas.
Agradeció a Chromsa que la curase y se preparó para salir cuando Chromsa cayó al suelo, probablemente del cansancio por usar la magia. Le ayudó a levantarse y agradeció infinitamente la ayuda de Adam cuando llegó al baño a ayudar también. Cuando Chromsa estuvo en pie de nuevo salió del baño, sin mirar de nuevo a Qirra. ¿Qué iban a hacer con ella? No sabía si conocían las costumbres funerarias de su mundo, pero si pensaba en las terrestres solo podían enterrarla en el patio, pues no había muchos otros sitios y además incinerarla no era una opción. Al menos era mejor eso que que se la comieran las alimañas.
Lo único que tenían todos eran ganas de volver a casa. Estaban cansados, débiles y parte de sus compañeros desaparecidos o buscando a los desaparecidos. Se ofreció a ayudar a Kahlo a caminar, ya que estaba muy débil y ella ya estaba curada. Al ritmo que iban, el viaje al torreón se les iba a hacer una eternidad.
Sigue en Torreón Silente
Agradeció a Chromsa que la curase y se preparó para salir cuando Chromsa cayó al suelo, probablemente del cansancio por usar la magia. Le ayudó a levantarse y agradeció infinitamente la ayuda de Adam cuando llegó al baño a ayudar también. Cuando Chromsa estuvo en pie de nuevo salió del baño, sin mirar de nuevo a Qirra. ¿Qué iban a hacer con ella? No sabía si conocían las costumbres funerarias de su mundo, pero si pensaba en las terrestres solo podían enterrarla en el patio, pues no había muchos otros sitios y además incinerarla no era una opción. Al menos era mejor eso que que se la comieran las alimañas.
Lo único que tenían todos eran ganas de volver a casa. Estaban cansados, débiles y parte de sus compañeros desaparecidos o buscando a los desaparecidos. Se ofreció a ayudar a Kahlo a caminar, ya que estaba muy débil y ella ya estaba curada. Al ritmo que iban, el viaje al torreón se les iba a hacer una eternidad.
Sigue en Torreón Silente
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Isma
Ficha de cosechado
Nombre: Damian
Especie: Humano itaiano
Habilidades: Agilidad, dibujo, espontaneidadPersonajes :- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
- Damian: Humano italiano (1.35m)
Síntomas : En ocasiones se desconcentra con más facilidad. Sufrirá de vez en cuando migrañas con aura.
Armas :- Adam: Cimitarra y cuerpo de caballo. La incomodidad
- Damian: Dientes
Daga
Status : muñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñonesmuñones
Humor : ajjaj- Adam Petrov: Humano ruso (1.85m)/Pegaso (Cuarto de Milla)
Re: Palacete
23/05/23, 05:14 pm
La investigación de Dama Enigma aun seguía en pie y Adam todavía andaba esperando sus resultado. La espera se hacía larga y pesada, deseaba aportar aunque sea un poco pero el pensar en ello le estaba haciendo daño. Necesitaba distraerse, llevaba varios días dentro de la Torre Serpentaria y en una de esas mañanas en las que andaba tomando una taza de té en la planta baja vio a Kahlo vestida para salir.
No pudo evitar preguntar, con algo de apuro, adonde iba aquella mañana. Adam bajó la mirada pensativo cuando confesó que iría a una floristería que andaba por la zona. El pegaso entonces decidió pedir permiso para acompañarla, si no era molestia. Sonrió complacido cuando recibió una positiva de su compañera, agradecido. Lethe, que andaba ahí de casualidad, se ofreció también a marchar con ellos y por parte de Adam no pudo dar una respuesta más positiva, sería un paseo agradable.
No tardó mucho en prepararse, llevando el conjunto que ya usaba para salir. Camisa blanca de manga larga, corbata negra, pantalones vaqueros azul marino y unos zapatos de vestir de cuero oscuros. Por el camino Adam, Kahlo y Lethe hablaron lo justo y necesario, tenía ya bastante tiempo convivido junto a ellas pero aun le quedaba al pegaso para considerarse un amigo cercano a las dos y lo comprendía. Sobre todo por parte de Kahlo y la pelea que tuvieron, aunque desde la pequeña charla que tuvieron en el mercado ya se llevaban bastante mejor.
Al fin llegaron al sitio y se dirigieron a mirar por encima las macetas del patio interior y todas aquellas flores eran preciosas, sabía que era buena idea llevar una poca de dinero que consiguió de propina al ayudar a buscar a Lobi con Erknest y Chromsa, le daría para un detallito que le gustaría al fauno.
Mientras paseaban un poco por dentro observaba maceta tras maceta. Intentó ponerse en el lugar de su pareja, pensando en qué le podría gustar más. Debía ser algo vistoso y bonito, que le agradase lo suficiente para tenerlo en su cuarto. ¿Una rosa quizás? ¿De color marrón, para que se parezca a su dominio? Desde el rabillo del ojo pudo ver en una maceta una única rosa, era enorme y larga, con pinchos considerables y de un tamaño que fácilmente podía ser como la cabeza del pegaso. Era de color marrón claro, en sus petalos puntos de color negro similares a las manchas de un guepardo, con el tallo de color azul marino y en cuyo centro había una bola peluda de color violeta con una pequeña boca con dientes redondos de la que no se percató. Se llevó una negativa terrible por parte de las dos, y optó por unas rosas de un rojo intenso mucho más estéticas y con ninguna boca que quiera morder a su dueño.
Ya en el camino de vuelta dieron un rodeo curioso dado que no daban del todo con el trayecto. Adam llevaba el ramo encima, le sonaba el sitio pero no sabía de que. Y cuando vieron aquel edificio con forma de “U” ya entendía el por qué le sonaba tanto.
—Ostras… —alcanzó a decir en cuanto estuvieron en sus puertas, poniéndose algo serio—. Este sitio aun me da escalofríos —y no mentía, se le ponían los pelos de punta de pensar en lo que ahí dentro pasó, cruzando las puertas con la varmana herida en brazos. No pudo evitar pasar sus ojos sobre ella, torciendo un poco el rostro.
No pudo evitar preguntar, con algo de apuro, adonde iba aquella mañana. Adam bajó la mirada pensativo cuando confesó que iría a una floristería que andaba por la zona. El pegaso entonces decidió pedir permiso para acompañarla, si no era molestia. Sonrió complacido cuando recibió una positiva de su compañera, agradecido. Lethe, que andaba ahí de casualidad, se ofreció también a marchar con ellos y por parte de Adam no pudo dar una respuesta más positiva, sería un paseo agradable.
No tardó mucho en prepararse, llevando el conjunto que ya usaba para salir. Camisa blanca de manga larga, corbata negra, pantalones vaqueros azul marino y unos zapatos de vestir de cuero oscuros. Por el camino Adam, Kahlo y Lethe hablaron lo justo y necesario, tenía ya bastante tiempo convivido junto a ellas pero aun le quedaba al pegaso para considerarse un amigo cercano a las dos y lo comprendía. Sobre todo por parte de Kahlo y la pelea que tuvieron, aunque desde la pequeña charla que tuvieron en el mercado ya se llevaban bastante mejor.
Al fin llegaron al sitio y se dirigieron a mirar por encima las macetas del patio interior y todas aquellas flores eran preciosas, sabía que era buena idea llevar una poca de dinero que consiguió de propina al ayudar a buscar a Lobi con Erknest y Chromsa, le daría para un detallito que le gustaría al fauno.
Mientras paseaban un poco por dentro observaba maceta tras maceta. Intentó ponerse en el lugar de su pareja, pensando en qué le podría gustar más. Debía ser algo vistoso y bonito, que le agradase lo suficiente para tenerlo en su cuarto. ¿Una rosa quizás? ¿De color marrón, para que se parezca a su dominio? Desde el rabillo del ojo pudo ver en una maceta una única rosa, era enorme y larga, con pinchos considerables y de un tamaño que fácilmente podía ser como la cabeza del pegaso. Era de color marrón claro, en sus petalos puntos de color negro similares a las manchas de un guepardo, con el tallo de color azul marino y en cuyo centro había una bola peluda de color violeta con una pequeña boca con dientes redondos de la que no se percató. Se llevó una negativa terrible por parte de las dos, y optó por unas rosas de un rojo intenso mucho más estéticas y con ninguna boca que quiera morder a su dueño.
Ya en el camino de vuelta dieron un rodeo curioso dado que no daban del todo con el trayecto. Adam llevaba el ramo encima, le sonaba el sitio pero no sabía de que. Y cuando vieron aquel edificio con forma de “U” ya entendía el por qué le sonaba tanto.
—Ostras… —alcanzó a decir en cuanto estuvieron en sus puertas, poniéndose algo serio—. Este sitio aun me da escalofríos —y no mentía, se le ponían los pelos de punta de pensar en lo que ahí dentro pasó, cruzando las puertas con la varmana herida en brazos. No pudo evitar pasar sus ojos sobre ella, torciendo un poco el rostro.
- Kanyum
Ficha de cosechado
Nombre: Nohlem
Especie: Varmano granta
Habilidades: Puntería, intuición, carismaPersonajes :
● Jace: Dullahan, humano americano. 1’73m (con cabeza 1’93m)
● Rox: Cambiante, humano australiano/surcoreano. 1’75m
● Kahlo: Aparición nocturna varmana granta. 1’62m
● Nohlem: varmano granta. 1’69m
● Xiao Taozi: Fuzanglong carabés. 1’55m
Unidades mágicas : 5/5
Síntomas : Mayor interés por acumular conocimiento. A veces, durante un par de segundos, aparecerán brillos de distintos colores a su alrededor.
Status : Prrrr prrrrr
Re: Palacete
24/05/23, 11:50 pm
Kahlo por el contrario vivía bastante ajena a los sucesos que atormentaban a sus compañeros. No porque fuera inmune a la preocupación que merecían las desapariciones de aquellos con los que había sobrevivido tantos meses y quienes en más de una ocasión le habían salvado la vida, sino porque sencillamente no podía martirizarse con algo que escapaba de su control. ¿De qué le servía desvivirse en la angustia? Eso no les iba a traer antes de vuelta. Ya bastante fuerte le había pegado que Luci les anunciara que regresaba a su mundo sin pos de retorno, decisión que no podía culpar en lo más mínimo dada toda la situación, pero que picaba igual. Después de todo e incluso si no había tregua merecían ser felices, aunque en ese plural solo pudiera actuar por sí misma.
Ella se mantenía ocupada con sus viajes a Varmania bien acompañada de Archi, vendiendo lo que saqueaba- perdón, lo que recuperaba y decorando su habitación con pequeños caprichos. Un pequeño porcentaje de lo que no iba directo al irrense se lo quedaba para planes como el de ese día: se había enterado de que había una floristería cerca de la zona y quería visitarla para empezar en su cuarto un horror vacui vegetal digno de su mundo. Cuando Adam y Lethe le ofrecieron su presencia por supuesto que no se negó.
El mal gusto del pegaso era una cosa que, de no tener el pelo ya blanco, le sacaría más canas de las que había tenido su abuela. Por lo general lo ignoraba, no por respeto sino porque mientras no se les asociara a ella le traía sin cuidado que se empeñase en tener el atractivo sexual de una larva de polilla langosta, el dilema venía cuando estaban juntos. Santos, ¿cómo podía hacer que odiase una buena corbata? Se mordió la lengua con su look, pero no tuvo tanta paciencia en la tienda. Le faltó comérselo cuando vino con aquel aborto de la naturaleza cuyo único derecho como ser vivo era morir bajo el fuego. Podría haberle reñido por ser un aburrido que no salía de las impersonales y trilladas rosas rojas, pero vista la alternativa… casi mejor no tentar la suerte. Además, ya iba contenta, se había agenciado un helecho espectacular, una alocasia que por comodidad les seguía levitando y un poto que Lethe ayudaba a llevar.
Al ser la primera vez que hacían ese recorrido ninguno podía poner el piloto automático de vuelta a Serpentaria, y aunque la memoria de la aparición era mucho más aguda ahora aquellas calles tan familiares les jugaron una mala pasada. Las conocía, así que tenía que ser por aquí…
Su cerebro hizo click tarde. Estaban a un giro del palacete. Podría haber rectificado entonces, pero algo en ella le instó a seguir el juego, a acercarse de nuevo al que había sido su remanso de paz y hospital improvisado no tanto tiempo atrás.
No dijo nada. Simplemente se quedó ahí, observando aquella impresionante fachada a la que no habían regresado tras la tragedia. Le daba pena que su último recuerdo del lugar estuviera manchado de sangre, especialmente cuando las veces anteriores no habían sido negativas, y bien visto… ¿no habían salvado la vida por poder resguardarse en él tras el ataque de 77?
—Parece que ha pasado muchísimo tiempo… —masculló. Se le escapó un soplido nervioso, aferrándose al tiesto que sostenía. Apretó la boca, insegura de sus propios pensamientos pero queriendo expresarlos igualmente. Masoquismo, morbo, nostalgia, quizás los tres a la vez. Buscó la mirada de los otros dos—. Queréis… ¿Queréis entrar?
Su tono era inseguro aunque sus ganas certeras.
Ella se mantenía ocupada con sus viajes a Varmania bien acompañada de Archi, vendiendo lo que saqueaba- perdón, lo que recuperaba y decorando su habitación con pequeños caprichos. Un pequeño porcentaje de lo que no iba directo al irrense se lo quedaba para planes como el de ese día: se había enterado de que había una floristería cerca de la zona y quería visitarla para empezar en su cuarto un horror vacui vegetal digno de su mundo. Cuando Adam y Lethe le ofrecieron su presencia por supuesto que no se negó.
El mal gusto del pegaso era una cosa que, de no tener el pelo ya blanco, le sacaría más canas de las que había tenido su abuela. Por lo general lo ignoraba, no por respeto sino porque mientras no se les asociara a ella le traía sin cuidado que se empeñase en tener el atractivo sexual de una larva de polilla langosta, el dilema venía cuando estaban juntos. Santos, ¿cómo podía hacer que odiase una buena corbata? Se mordió la lengua con su look, pero no tuvo tanta paciencia en la tienda. Le faltó comérselo cuando vino con aquel aborto de la naturaleza cuyo único derecho como ser vivo era morir bajo el fuego. Podría haberle reñido por ser un aburrido que no salía de las impersonales y trilladas rosas rojas, pero vista la alternativa… casi mejor no tentar la suerte. Además, ya iba contenta, se había agenciado un helecho espectacular, una alocasia que por comodidad les seguía levitando y un poto que Lethe ayudaba a llevar.
Al ser la primera vez que hacían ese recorrido ninguno podía poner el piloto automático de vuelta a Serpentaria, y aunque la memoria de la aparición era mucho más aguda ahora aquellas calles tan familiares les jugaron una mala pasada. Las conocía, así que tenía que ser por aquí…
Su cerebro hizo click tarde. Estaban a un giro del palacete. Podría haber rectificado entonces, pero algo en ella le instó a seguir el juego, a acercarse de nuevo al que había sido su remanso de paz y hospital improvisado no tanto tiempo atrás.
No dijo nada. Simplemente se quedó ahí, observando aquella impresionante fachada a la que no habían regresado tras la tragedia. Le daba pena que su último recuerdo del lugar estuviera manchado de sangre, especialmente cuando las veces anteriores no habían sido negativas, y bien visto… ¿no habían salvado la vida por poder resguardarse en él tras el ataque de 77?
—Parece que ha pasado muchísimo tiempo… —masculló. Se le escapó un soplido nervioso, aferrándose al tiesto que sostenía. Apretó la boca, insegura de sus propios pensamientos pero queriendo expresarlos igualmente. Masoquismo, morbo, nostalgia, quizás los tres a la vez. Buscó la mirada de los otros dos—. Queréis… ¿Queréis entrar?
Su tono era inseguro aunque sus ganas certeras.
- ♪♫♬:
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Palacete
25/05/23, 03:08 pm
Al haberse encontrado por casualidad con Kahlo y Adam a punto de salir, al parecer con intención de visitar un lugar donde venían plantas, Lethe les preguntó si podía acompañarles. En parte se sentía más segura cuántos más saliesen juntos, en parte quizás una actividad mundana como comprar unas flores podía distraer su mente de las diversas preocupaciones por un rato. Además sentía cada vez más curiosidad por la ciudad y los edificios que no eran simplemente un montón de ruinas.
El nombre de la tienda a la que fueron le recordó un poco a la agencia de dama Enigma: tenía también un nombre extraño y… ¿no era floristería el nombre correcto para ese tipo de negocio? Fuera como fuese, el lugar parecía bien provisto de plantas de todo tipo, el dueño les atendió con amabilidad y Kahlo pudo encontrar lo que quería sin problema, ofreciéndose a ayudarla a cargar con una de sus plantas. Habían tenido que evitar que el pegaso eligiese una de las flores más feas posible como regalo para Chromsa: la enderth empezaba a darse cuenta de que Adam parecía tener el sentido estético completamente roto por alguna razón. La horus no era la mayor experta en ese campo precisamente e incluso resultaba evidente para ella que su amigo no tenía buen gusto.
Centrada en cargar con su parte y en charlar con sus amigos, no se dio cuenta de dónde estaban hasta que ambos se detuvieron y miró en su misma dirección. Flashbacks cruzaron rápidamente por su cabeza, pudiendo entender el comentario de Adam, aunque no lo compartía exactamente. Su tren de pensamiento era más próximo al de la aparición y no era ese edificio en concreto el que tenía asociado al mal recuerdo. De todas formas, la enderth creía firmemente que no valía la pena evitar un lugar porque hubiese ocurrido algo malo en él, al menos no si la localización no era más que una aleatoriedad y no la causante de la desgracia. Por lo que se encogió de hombros ante la pregunta de Kahlo.
—Si vosotros queréis, no me importa —miró hacia Adam, pues era el que parecía tener algún reparo.
El nombre de la tienda a la que fueron le recordó un poco a la agencia de dama Enigma: tenía también un nombre extraño y… ¿no era floristería el nombre correcto para ese tipo de negocio? Fuera como fuese, el lugar parecía bien provisto de plantas de todo tipo, el dueño les atendió con amabilidad y Kahlo pudo encontrar lo que quería sin problema, ofreciéndose a ayudarla a cargar con una de sus plantas. Habían tenido que evitar que el pegaso eligiese una de las flores más feas posible como regalo para Chromsa: la enderth empezaba a darse cuenta de que Adam parecía tener el sentido estético completamente roto por alguna razón. La horus no era la mayor experta en ese campo precisamente e incluso resultaba evidente para ella que su amigo no tenía buen gusto.
Centrada en cargar con su parte y en charlar con sus amigos, no se dio cuenta de dónde estaban hasta que ambos se detuvieron y miró en su misma dirección. Flashbacks cruzaron rápidamente por su cabeza, pudiendo entender el comentario de Adam, aunque no lo compartía exactamente. Su tren de pensamiento era más próximo al de la aparición y no era ese edificio en concreto el que tenía asociado al mal recuerdo. De todas formas, la enderth creía firmemente que no valía la pena evitar un lugar porque hubiese ocurrido algo malo en él, al menos no si la localización no era más que una aleatoriedad y no la causante de la desgracia. Por lo que se encogió de hombros ante la pregunta de Kahlo.
—Si vosotros queréis, no me importa —miró hacia Adam, pues era el que parecía tener algún reparo.
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