Torreón Maciel (Archivo IV)
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23 participantes
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Torreón Maciel (Archivo IV)
10/09/12, 07:00 pm
Recuerdo del primer mensaje :
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
El paseo terminó frente a un edificio de piedra azulada. En el pasado debía de haber tenido cuatro plantas, pero ahora, el edificio estaba coronado por el esqueleto de algún animal marino. El idrino se quedo mirando la estructura, bastante asombrado. Su mirada se posó en una de las cadenas rotas del puente levadizo, y supuso que si hacían de aquel lugar su refugio, habría que arreglarla de alguna manera. El norteño comprobó la estabilidad del puente, y lo atravesó a paso rápido, llegando hasta las puertas, que para su sorpresa, estaban entreabiertas.
Saren entró en el edificio el primero, y mientras recorría el corredor que daba a la planta baja observando las pintadas de los muros en silencio, sus compañeros entraron detrás de él, cerrando las puertas cuando el último miembro del grupo estuvo dentro. El idrino se encontró en una gran estancia que, debido al aire enrarecido y por la capa de polvo intacta, debía de llevar abandonada varias semanas. Una mesa grande, unas cuantas sillas, y varios sillones bastante raídos, eran el principal mobiliario de aquella planta. A un lado de la estancia había una cocina, con una pequeña encimera, un horno de leña, y varios fogones de hierro, ademas de unos armarios de madera, que supuso llenos de algunos cacharros y bastantes telarañas.
Saren dejo la cesta que llevaba en la encimera, y se encaminó a las escaleras, dispuesto a ver que había arriba. No tardó en recorrer las dos plantas superiores, bajando para informar que en la segunda había una especie de estudio con estanterías vacías y un cuarto con barreños de latón para asearse; y que en la tercera había varios cuartos comunales con unas cuantas camas de aspecto cochambroso. No había subido al piso ocupado por el gran esqueleto, pero informo de que había oído algún que otro aleteo a través del techo de la tercera planta. Había baúles y armarios en as habitaciones, pero no había mirado dentro. Un patio de suelo empedrado, en cuyo centro se alzaba la estatua de un pájaro negro con un gran reloj bastante raro a sus pies, completaba el edificio. En él, había un pozo y al fondo, varios retretes.
-Bueno, yo tengo bastante hambre, así que si adecentáis un poco esa mesa -dijo señalándola, tras informar de sus descubrimientos-, yo me pondré con la cena.
El norteño se acercó a la cocina y busco algo para encender la cocina. Encontró una pila bastante escueta, pero suficiente por el momento, de leños polvorientos, que cogió y colocó en el hueco de piedra bajo los fogones. El norteño sacó un poco de yesca, con la que prendió la madera, paradespués cerrar la pequeña puerta de hierro que protegía el fuego. Mientras la cocina se calentaba, Saren procedió a buscar varios cacharros adecuados para cocinar, y unos cuantos platos y cubiertos que dejo a mano para aquel que pusiera la mesa. Les quitó el polvo, y salió al patio a por un poco de agua.
Saren se quitó los mitones y los guardó en uno de los bolsillos del abrigo, que colgó de un gancho en la pared, para cocinar mas cómodo. Se lavó las manos con un poco del agua que había traído y se arremangó la camisola oscura. Sacó algo de carne cruda y unas verduras de las cestas, y lo limpió todo con el agua del pozo que le quedaba, mientras ponía a calentar un par de cacerolas con un poco de la propia grasilla de la carne, esperando que se derritiera. Cuando tuvo los ingredientes listos, preparó un salteado con las verduras, mientras la carne se tostaba en dados con unas pocas hojas rojizas que había encontrado en la cesta. Apartó las cacerolas del fuego, antes de que la verdura se pasara y la carne se hiciera por el centro, y preparo esta última en una bandeja, para meter el recipiente en la pequeña cavidad al lado del fuego que hacia las veces de horno.
Unos minutos después saco la carne del horno y la puso junto con las verduras en una gran fuente, mientras un sabroso olor se extendía por el edificio. El exterior de la carne estaba algo mas churruscante por el asado. En bastante poco tiempo, Saren, haciendo gala de su talento para la cocina, había preparado un plato delicioso con un aroma casero, que algunos de sus compañeros desconocían, y que venía perfecto para reponer fuerzas. Unas piezas de fruta completaban el menú.
-La cena esta lista-anunció con una sonrisa, siempre le había gustado comer bien.
- Naeryan
Ficha de cosechado
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Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
29/04/13, 08:09 pm
Un poco incómodo, Shizel se frotó un mechón de pelo como si así el blanco fuese a empezar a desteñir. Lo dejó de inmediato al darse cuenta de que podía convertirse en un tic nervioso.
-Que sepas que estás metiendo en el saco a buena parte de mi raza, salvo a gente inquietante como Saren- comentó solamente, encogiéndose de hombros. El norteño era físicamente bastante exótico, y la verdad era que a Shizel no le habría importado compartir con él unos cuantos genes raros.
Se levantó perezosamente del sofá y fue a abrir la nevera que antes había bajado a las mazmorras los días en que vigilaba a RR, y que había acabado por volver a subir al piso superior. Hacía días que había terminado de asegurar el trabajo con el ácido, y la solución había sido bastante más sencilla de lo que había creído en un principio.
Se había limitado a moldear canicas huecas de cristal, una tras otra. Era un gasto de energía más económico, y así eran más versátiles y fáciles de transportar. Había anclado a lo largo de toda su superficie interna unos cuantos hechizos tapón, por lo que el líquido permanecía suspendido en su interior sin tocar ninguna de las paredes de la esfera, y por tanto sin carcomerla en absoluto como hacía antes. Bastaba con romper la frágil esfera para que el ácido volviese a actuar. La idea original era usarlas como arma a distancia, ayudadas de hechizos de impulso.
Sin embargo Shizel aún necesitaba práctica en lo que a puntería se refería, y por eso había ido a la nevera en realidad: a por trocitos de hielo que lanzar. En su momento lo había intentado con trozos pequeños de madera, pero no le había hecho ninguna gracia descubrir que después le obligaban a recogerlos. El hielo se derretía y no dejaba huellas, había pensado en su momento con malicia.
Volvió a sentarse e indolentemente se dedicó a intentar colar las esquirlas por la ventana abierta. El gasto de magia era ínfimo comparado con lanzar cosas de madera o metal.
-Si es por dinero, cuando salga de aquí me compraré este torreón- dijo, aburrido-. Y me encargaré personalmente de que lo echen abajo y lo vuelvan a construir en condiciones.
"Con una terma", pensó. Se había acabado acostumbrando a sentirse seco, pero aún echaba muchísimo de menos esas cosas. Una parte de él se conformaba con el mar-cochambre de Rocavarancolia y se moría de ganas de volver a visitarlo.
-Que sepas que estás metiendo en el saco a buena parte de mi raza, salvo a gente inquietante como Saren- comentó solamente, encogiéndose de hombros. El norteño era físicamente bastante exótico, y la verdad era que a Shizel no le habría importado compartir con él unos cuantos genes raros.
Se levantó perezosamente del sofá y fue a abrir la nevera que antes había bajado a las mazmorras los días en que vigilaba a RR, y que había acabado por volver a subir al piso superior. Hacía días que había terminado de asegurar el trabajo con el ácido, y la solución había sido bastante más sencilla de lo que había creído en un principio.
Se había limitado a moldear canicas huecas de cristal, una tras otra. Era un gasto de energía más económico, y así eran más versátiles y fáciles de transportar. Había anclado a lo largo de toda su superficie interna unos cuantos hechizos tapón, por lo que el líquido permanecía suspendido en su interior sin tocar ninguna de las paredes de la esfera, y por tanto sin carcomerla en absoluto como hacía antes. Bastaba con romper la frágil esfera para que el ácido volviese a actuar. La idea original era usarlas como arma a distancia, ayudadas de hechizos de impulso.
Sin embargo Shizel aún necesitaba práctica en lo que a puntería se refería, y por eso había ido a la nevera en realidad: a por trocitos de hielo que lanzar. En su momento lo había intentado con trozos pequeños de madera, pero no le había hecho ninguna gracia descubrir que después le obligaban a recogerlos. El hielo se derretía y no dejaba huellas, había pensado en su momento con malicia.
Volvió a sentarse e indolentemente se dedicó a intentar colar las esquirlas por la ventana abierta. El gasto de magia era ínfimo comparado con lanzar cosas de madera o metal.
-Si es por dinero, cuando salga de aquí me compraré este torreón- dijo, aburrido-. Y me encargaré personalmente de que lo echen abajo y lo vuelvan a construir en condiciones.
"Con una terma", pensó. Se había acabado acostumbrando a sentirse seco, pero aún echaba muchísimo de menos esas cosas. Una parte de él se conformaba con el mar-cochambre de Rocavarancolia y se moría de ganas de volver a visitarlo.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
30/04/13, 10:52 am
Escuchar de Shizel que en su mundo predominaban los idrinos de pelo blanco fue curioso para DL, mas aun viniendo de un mundo donde era precisamente los foners blancos los que escaseaban. Tantos blancos en uno y tan poco en otro. Irónico todo.
-Dudo mucho que tu o la mayoría de los tuyos seáis unas furcias, supongo eso viene en el gen. Eres demasiado estirado para eso supongo- dijo DL pensativamente con media sonrisa, viéndolo levantarse para dirigirse hacia la nevera, mientras el se entretenía tomándose la infusión y ojeando los apuntes que había sacado para seguir practicando en voz baja los hechizos que aun estaba terminándose de aprender. No pretendía ofenderle realmente, pero si era cierto que Shizel tenia toda la pinta de venir de una familia importante. Levantando la vista cuando lo vio lanzar trozos de hielo por la ventana.
-Espero que tu puntería no sea tan oportunista como la mía, nos podríamos llevar un susto- dijo al ver los trozos de hielo volando ya imaginándose donde podría acabar un trozo de hielo en ese torreón teniendo en cuenta sus experiencias anteriores lanzando objetos. Esperaba que Shizel no sufriera del mismo mal. Las palabras de Shizel sobre comprar el torreón le hicieron alzar una ceja y reírse- Dudo mucho que el dinero de tu mundo sirva aquí, ni siquiera sabemos con quien habría que hablar en este sitio para comprar esto o si siquiera es comprable... tan inocente- dijo entretenido dándole palmaditas en la cabeza, el pensamiento en cierta forma crédulo del idrino, que pensaba que todo podía solucionarse con dinero incluso en esa ciudad, le resultaba casi adorable, mas porque sabia hablaba en serio. Observandolo detenidamente pensativo viéndolo hacer magia, preguntándose por que alguien como Shizel, que necesitaba ciertas comodidades y lujos que Rocavarancolia no podía darle, habría decidido venir a aquella ciudad que aprecia mas un cementerio que otra cosa.
-Hey Shiz, ¿por que decidiste venir a este sitio?- pregunto interesado era algo que nunca se planteo realmente el motivo de los demás para ir ya que eso era algo bastante personal- Supongo que no sabias que la ciudad era así, porque dudo mucho que hubieras venido- añadió jugueteando con la tela del sofá como entretención, recordando vagamente su conversacional de días antes con Branniel- Si tuvieras la oportunidad de volver, cambiado de alguna forma inesperada, ¿volverías a tu mundo? -pregunto sin mirarlo aunque curioso.
-Dudo mucho que tu o la mayoría de los tuyos seáis unas furcias, supongo eso viene en el gen. Eres demasiado estirado para eso supongo- dijo DL pensativamente con media sonrisa, viéndolo levantarse para dirigirse hacia la nevera, mientras el se entretenía tomándose la infusión y ojeando los apuntes que había sacado para seguir practicando en voz baja los hechizos que aun estaba terminándose de aprender. No pretendía ofenderle realmente, pero si era cierto que Shizel tenia toda la pinta de venir de una familia importante. Levantando la vista cuando lo vio lanzar trozos de hielo por la ventana.
-Espero que tu puntería no sea tan oportunista como la mía, nos podríamos llevar un susto- dijo al ver los trozos de hielo volando ya imaginándose donde podría acabar un trozo de hielo en ese torreón teniendo en cuenta sus experiencias anteriores lanzando objetos. Esperaba que Shizel no sufriera del mismo mal. Las palabras de Shizel sobre comprar el torreón le hicieron alzar una ceja y reírse- Dudo mucho que el dinero de tu mundo sirva aquí, ni siquiera sabemos con quien habría que hablar en este sitio para comprar esto o si siquiera es comprable... tan inocente- dijo entretenido dándole palmaditas en la cabeza, el pensamiento en cierta forma crédulo del idrino, que pensaba que todo podía solucionarse con dinero incluso en esa ciudad, le resultaba casi adorable, mas porque sabia hablaba en serio. Observandolo detenidamente pensativo viéndolo hacer magia, preguntándose por que alguien como Shizel, que necesitaba ciertas comodidades y lujos que Rocavarancolia no podía darle, habría decidido venir a aquella ciudad que aprecia mas un cementerio que otra cosa.
-Hey Shiz, ¿por que decidiste venir a este sitio?- pregunto interesado era algo que nunca se planteo realmente el motivo de los demás para ir ya que eso era algo bastante personal- Supongo que no sabias que la ciudad era así, porque dudo mucho que hubieras venido- añadió jugueteando con la tela del sofá como entretención, recordando vagamente su conversacional de días antes con Branniel- Si tuvieras la oportunidad de volver, cambiado de alguna forma inesperada, ¿volverías a tu mundo? -pregunto sin mirarlo aunque curioso.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
01/05/13, 08:14 pm
-No se dice ser estirado. Se dice mercancía reservada- corrigió a DL con dignidad, aunque con el mismo tono despreocupado de "vete a pastar" de antes. Bufó sin mucho ánimo cuando el foner le dio las palmaditas en la cabeza. Que le llamaran inocente no le hacía gracia, se sentía como un crío.
"Todo se puede comprar." Era algo que su familia le había enseñado desde muy pequeño, y la experiencia de Shizel en ningún momento le había demostrado lo contrario. No veía por qué un torreón que más bien parecía un andamio iba a ser diferente.
Además, la diferencia de moneda ni siquiera era un problema realmente grave. Si los metales idrinos resultaban ser raros en Rocavarancolia, ahí tendría uno una notable fuente de ingresos. Incluso si no, podría establecerse un factor de conversión de moneda entre ambos mundos...
"Empiezo a pensar como padre", pensó asqueado. Todas aquellas horas haciéndole las cuentas le habían pasado factura.
La pregunta de DL le sumió en un profundo silencio. Aburrido desde hacía rato de ejercitar su puntería, se dedicó a juguetear meditabundo con una baraja de cartas. Cuando DL probablemente pensaba que no le iba a responder, el idrino por fin despegó los labios.
-Me prometió magia- dijo en voz baja-. Y poder ir a todos los lugares que quisiese, sin depender de nadie. Y yo le creí, así sin más, ¿sabes?
Pasó otro breve silencio, en el que Shizel sacó una carta al azar de la baraja y la depositó sobre el aire en horizontal, como en una superficie invisible. Siguió sacando cartas y haciéndolas levitar en formación unas junto a otras, ordenando a la vez la baraja y sus pensamientos.
-Estaba volviendo a casa de una fiesta... Suelo coger un carruaje o alguna góndola, pero la verdad era que no tenía ganas de llegar, así que fui caminando para tardar más. Habíamos... discutido en casa- rememoró. "Discusión" era un eufemismo bastante fuerte para lo que había tenido lugar en la mansión aquel día, pero Shizel no tenía ganas de explayarse en ello: bastaba saber que había ignorado expresamente la prohibición de su padre, y que a modo de desafío había salido de la mansión por la puerta principal con todo el revuelo que fue capaz de atraer hacia su persona. El recordatorio de lo que le esperaba en casa a su vuelta le había amargado la celebración, aunque precisamente por esa razón no se había atrevido a pasar allí la noche entera-. Estaba un poco achispado- reconoció. Quizá por eso no le había dado demasiadas vueltas a la aparición.
>>Y simplemente emergió del lago, ¿entiendes? Miseria- le aclaró a DL-. Lo primero que vi fue una de sus máscaras... Me dio un susto de muerte.
Sumido en sus pensamientos y sin mirar aún al foner, Shizel rozó con el dedo una de las cartas. Ésta empezó a moverse trazando un recorrido circular. Hizo lo mismo unas pocas veces más, hasta que la concentración y las energías no le dieron para más y se vio obligado a recogerlo todo.
-Estaba cabreado, cansado y harto de todo, y todo lo que me dijo me sonó a gloria- se encogió de hombros con desgana-. Creo... que le habría dicho que sí incluso aunque me hubiera contado a qué agujero iba a parar en realidad. Tampoco pensé en que si desaparecía un año entero preocuparía a todo el mundo.
Procuraba no pensar mucho en ello, pero en el fondo lo deseaba fervientemente. Que se estuvieran dejando la piel buscándole, que en las fiestas ahora todos notasen que algo importante faltaba y que las conversaciones cesaran de repente cuando saliese su nombre. Haber dejado atrás un vacío que no pudiese rellenarse con un cambio sutil de tema.
-No me mintió, la magia sí que la tengo, pero...- se guardó de nuevo la baraja en el bolsillo-. Ya ves, estoy encerrado aquí igual que el resto. Y ésta no es la ciudad de la que me habló ni lo que me dijo que iba a pasar. Por eso en cuanto encuentre a ese tipo quiero que me dé explicaciones.
-Volver...- la pregunta era demasiado espinosa y complicada de responder para el idrino en esos momentos. El cosechador le había pillado con la guardia baja y no le había dado a la decisión todo el peso que merecía. Reflexionando sobre ello se arriesgaba a darse cuenta de que había cometido un gran error, y no quería hacerlo. Esquivó la pregunta.
-¿No te habrás tomado al pie de la letra lo que dice Bran?- preguntó con escepticismo-. Mira, se me escapa por qué quieren atraer chavales a este lugar, pero dudo mucho que esos cambios que dice sean físicos. De momento este sitio nos ha dado magia, y bastante es: lo que menciona Bran debe ser algo más bien poético. Además, si fuese algo más grave, ¿por qué iba Wintel a estar dándonos la vara constantemente sobre la magia? Tendría cosas más importantes de las que advertirnos- sacudió la cabeza.
Por fin salió un poco de su ensimismamiento y alzó la mirada hacia DL con total normalidad.
-¿Qué hay de ti? ¿Con qué te convencieron?
"Todo se puede comprar." Era algo que su familia le había enseñado desde muy pequeño, y la experiencia de Shizel en ningún momento le había demostrado lo contrario. No veía por qué un torreón que más bien parecía un andamio iba a ser diferente.
Además, la diferencia de moneda ni siquiera era un problema realmente grave. Si los metales idrinos resultaban ser raros en Rocavarancolia, ahí tendría uno una notable fuente de ingresos. Incluso si no, podría establecerse un factor de conversión de moneda entre ambos mundos...
"Empiezo a pensar como padre", pensó asqueado. Todas aquellas horas haciéndole las cuentas le habían pasado factura.
La pregunta de DL le sumió en un profundo silencio. Aburrido desde hacía rato de ejercitar su puntería, se dedicó a juguetear meditabundo con una baraja de cartas. Cuando DL probablemente pensaba que no le iba a responder, el idrino por fin despegó los labios.
-Me prometió magia- dijo en voz baja-. Y poder ir a todos los lugares que quisiese, sin depender de nadie. Y yo le creí, así sin más, ¿sabes?
Pasó otro breve silencio, en el que Shizel sacó una carta al azar de la baraja y la depositó sobre el aire en horizontal, como en una superficie invisible. Siguió sacando cartas y haciéndolas levitar en formación unas junto a otras, ordenando a la vez la baraja y sus pensamientos.
-Estaba volviendo a casa de una fiesta... Suelo coger un carruaje o alguna góndola, pero la verdad era que no tenía ganas de llegar, así que fui caminando para tardar más. Habíamos... discutido en casa- rememoró. "Discusión" era un eufemismo bastante fuerte para lo que había tenido lugar en la mansión aquel día, pero Shizel no tenía ganas de explayarse en ello: bastaba saber que había ignorado expresamente la prohibición de su padre, y que a modo de desafío había salido de la mansión por la puerta principal con todo el revuelo que fue capaz de atraer hacia su persona. El recordatorio de lo que le esperaba en casa a su vuelta le había amargado la celebración, aunque precisamente por esa razón no se había atrevido a pasar allí la noche entera-. Estaba un poco achispado- reconoció. Quizá por eso no le había dado demasiadas vueltas a la aparición.
>>Y simplemente emergió del lago, ¿entiendes? Miseria- le aclaró a DL-. Lo primero que vi fue una de sus máscaras... Me dio un susto de muerte.
Sumido en sus pensamientos y sin mirar aún al foner, Shizel rozó con el dedo una de las cartas. Ésta empezó a moverse trazando un recorrido circular. Hizo lo mismo unas pocas veces más, hasta que la concentración y las energías no le dieron para más y se vio obligado a recogerlo todo.
-Estaba cabreado, cansado y harto de todo, y todo lo que me dijo me sonó a gloria- se encogió de hombros con desgana-. Creo... que le habría dicho que sí incluso aunque me hubiera contado a qué agujero iba a parar en realidad. Tampoco pensé en que si desaparecía un año entero preocuparía a todo el mundo.
Procuraba no pensar mucho en ello, pero en el fondo lo deseaba fervientemente. Que se estuvieran dejando la piel buscándole, que en las fiestas ahora todos notasen que algo importante faltaba y que las conversaciones cesaran de repente cuando saliese su nombre. Haber dejado atrás un vacío que no pudiese rellenarse con un cambio sutil de tema.
-No me mintió, la magia sí que la tengo, pero...- se guardó de nuevo la baraja en el bolsillo-. Ya ves, estoy encerrado aquí igual que el resto. Y ésta no es la ciudad de la que me habló ni lo que me dijo que iba a pasar. Por eso en cuanto encuentre a ese tipo quiero que me dé explicaciones.
-Volver...- la pregunta era demasiado espinosa y complicada de responder para el idrino en esos momentos. El cosechador le había pillado con la guardia baja y no le había dado a la decisión todo el peso que merecía. Reflexionando sobre ello se arriesgaba a darse cuenta de que había cometido un gran error, y no quería hacerlo. Esquivó la pregunta.
-¿No te habrás tomado al pie de la letra lo que dice Bran?- preguntó con escepticismo-. Mira, se me escapa por qué quieren atraer chavales a este lugar, pero dudo mucho que esos cambios que dice sean físicos. De momento este sitio nos ha dado magia, y bastante es: lo que menciona Bran debe ser algo más bien poético. Además, si fuese algo más grave, ¿por qué iba Wintel a estar dándonos la vara constantemente sobre la magia? Tendría cosas más importantes de las que advertirnos- sacudió la cabeza.
Por fin salió un poco de su ensimismamiento y alzó la mirada hacia DL con total normalidad.
-¿Qué hay de ti? ¿Con qué te convencieron?
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
02/05/13, 08:48 pm
No esperaba en realidad que a su pregunta le viniera toda una historia detrás, se esperaba una respuesta sin ahondar demasiado conociendo lo reservado que era Shizel. Por ello, cuando el idrino comenzó a contarle detalles sobre el momento anterior a ser cosechado y el por que de su decisión, no se atrevió a interrumpirlo. No era muy común en el idrino contar mucho de si mismo, o al menos DL no estaba acostumbrado a que lo hiciera con el.
-Hay cosas que no entiendo de tu explicación, pero al menos ahora si comprendo por que se la tienes jurada al tal Miseria- dijo DL pensativo, si esa criatura, por que dudaba que fuese persona como ellos, normal al menos, le había comido la cabeza a Shizel para llevarlo allí veía mas normal que este siempre quisiera ir por el a pedir explicaciones. Al menos eso lo dejaba mas tranquilo y ya no pensaba tanto en que el idrino estaba con un par de tornillos sueltos. Escucharlo abrirse de esa forma era un poco sorprendente, observandolo con curiosidad habitual en el tuvo en principio ganas de insistir con que le dijera sobre si volvería, pero cambio de opinión. Bastante estaba haciendo Shizel con contarle esas cosas cuando no tenia por que. El tema de conversación cambio poco después confundiendolo un poco y provocando que le mirara con una ceja alzada.
-Eso no lo sabemos. Puedes ser algo mágico, emocional o algo físico lo que cambie, ¿quien te dice a ti que Miseria, por ejemplo, no fue un cosechado igual que nosotros alguna vez?- pregunto encogiéndose de hombros, en realidad no tenia idea al respecto solo las locuras de Wintel y las palabras de Bran y perfectamente ambos podían estar equivocados- Solo estoy viendo todas las posibilidades, ¿creérmelo? No, no del todo, pienso en alguna forma como tu, que cambiaremos mas de forma mágica, pero no puedo evitar en el "y si..."- añadió sin darle mucha importancia, el era así le daba vueltas a cualquier detalle incluso sino estaba convencido lo dejaba como una probabilidad.
-Solo me dijeron que seria libre y podría hacer lo que deseara sin estar bajo el mando de nadie- respondió pensativo recordando los dos individuos que fueron a cosecharlo a el y supondría que también fueron ellos que recogieron a YR y RR- En mi caso vinieron dos cosechadores, un chico y una mujer, Yip e Insensia si no recuerdo mal aunque solo hablaba el primero- murmuro haciendo memoria ante de continuar mientras ojeaba sus apuntes sin darle mucha atención real- No les costo convencerme, vivía entre cuatro paredes vigilado con cámaras con un autómata que era a la vez mi maestro y vigilante, al que conseguí programar para poder practicar con el la esgrima. -contándolo como si nada no sabia cual era el nivel tecnológico del mundo de Shizel, pero bueno si tenia dudas supuso que preguntaría
-Tenia que decir siempre adonde iba y para que, bajo las ordenes de algún azul. Era informático, era lo que estudiaba y gracias a eso es que podía escaparme en ocasiones a los barrios de las castas inferiores. Como ya mencione esta contra lo de la clasificación por castas y todo eso así que estaba entre los rebeldes -añadió suponiendo que tal vez algunas cosas de las que decía no existirían en el mundo de Shizel- En una de esas salidas fue que me cosecharon, como consiguieron pasar la enorme seguridad que hay en mi mundo aun me sorprende. La magia puede hasta con eso-en realidad eso le sorprendió bastante cuando fue cosechado a el mismo le costaba trabajo el poder pasar toda la seguridad de los niveles superiores para ir a la zona de las castas rojas y negras. El que esa pareja hubiera llegado donde el estaba tan fácilmente realmente le sorprendió en su momento. Aunque ahora que sabia sobre la existencia de la magia, le era mucho mas comprensible que lo hubiesen conseguido-No me importo mucho como fuese esto, en mi mundo tenia algunos lujos, pero esta controlado siempre, aquí al menos puedo vivir libremente. Si es peligroso pero al menos le da cierta emoción, es mejor vida que la que tenia antes donde prácticamente lo único que hacia era estudiar y ya tenia programado mi futuro.
-Supongo ambos aceptamos algo similar para venir- termino observando al idrino
-Hay cosas que no entiendo de tu explicación, pero al menos ahora si comprendo por que se la tienes jurada al tal Miseria- dijo DL pensativo, si esa criatura, por que dudaba que fuese persona como ellos, normal al menos, le había comido la cabeza a Shizel para llevarlo allí veía mas normal que este siempre quisiera ir por el a pedir explicaciones. Al menos eso lo dejaba mas tranquilo y ya no pensaba tanto en que el idrino estaba con un par de tornillos sueltos. Escucharlo abrirse de esa forma era un poco sorprendente, observandolo con curiosidad habitual en el tuvo en principio ganas de insistir con que le dijera sobre si volvería, pero cambio de opinión. Bastante estaba haciendo Shizel con contarle esas cosas cuando no tenia por que. El tema de conversación cambio poco después confundiendolo un poco y provocando que le mirara con una ceja alzada.
-Eso no lo sabemos. Puedes ser algo mágico, emocional o algo físico lo que cambie, ¿quien te dice a ti que Miseria, por ejemplo, no fue un cosechado igual que nosotros alguna vez?- pregunto encogiéndose de hombros, en realidad no tenia idea al respecto solo las locuras de Wintel y las palabras de Bran y perfectamente ambos podían estar equivocados- Solo estoy viendo todas las posibilidades, ¿creérmelo? No, no del todo, pienso en alguna forma como tu, que cambiaremos mas de forma mágica, pero no puedo evitar en el "y si..."- añadió sin darle mucha importancia, el era así le daba vueltas a cualquier detalle incluso sino estaba convencido lo dejaba como una probabilidad.
-Solo me dijeron que seria libre y podría hacer lo que deseara sin estar bajo el mando de nadie- respondió pensativo recordando los dos individuos que fueron a cosecharlo a el y supondría que también fueron ellos que recogieron a YR y RR- En mi caso vinieron dos cosechadores, un chico y una mujer, Yip e Insensia si no recuerdo mal aunque solo hablaba el primero- murmuro haciendo memoria ante de continuar mientras ojeaba sus apuntes sin darle mucha atención real- No les costo convencerme, vivía entre cuatro paredes vigilado con cámaras con un autómata que era a la vez mi maestro y vigilante, al que conseguí programar para poder practicar con el la esgrima. -contándolo como si nada no sabia cual era el nivel tecnológico del mundo de Shizel, pero bueno si tenia dudas supuso que preguntaría
-Tenia que decir siempre adonde iba y para que, bajo las ordenes de algún azul. Era informático, era lo que estudiaba y gracias a eso es que podía escaparme en ocasiones a los barrios de las castas inferiores. Como ya mencione esta contra lo de la clasificación por castas y todo eso así que estaba entre los rebeldes -añadió suponiendo que tal vez algunas cosas de las que decía no existirían en el mundo de Shizel- En una de esas salidas fue que me cosecharon, como consiguieron pasar la enorme seguridad que hay en mi mundo aun me sorprende. La magia puede hasta con eso-en realidad eso le sorprendió bastante cuando fue cosechado a el mismo le costaba trabajo el poder pasar toda la seguridad de los niveles superiores para ir a la zona de las castas rojas y negras. El que esa pareja hubiera llegado donde el estaba tan fácilmente realmente le sorprendió en su momento. Aunque ahora que sabia sobre la existencia de la magia, le era mucho mas comprensible que lo hubiesen conseguido-No me importo mucho como fuese esto, en mi mundo tenia algunos lujos, pero esta controlado siempre, aquí al menos puedo vivir libremente. Si es peligroso pero al menos le da cierta emoción, es mejor vida que la que tenia antes donde prácticamente lo único que hacia era estudiar y ya tenia programado mi futuro.
-Supongo ambos aceptamos algo similar para venir- termino observando al idrino
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
05/05/13, 09:42 pm
Llegamos a Maciel después de pasarnos por los callejones a recoger la comida, que estaba donde siempre, a diferencia de lo que le había pasado a los letarguinos. en Maciel no parecía haber pasado nada reseñable: DL y Shiz estaban charlando, Aleksei estaba limpiando e YR estaba en el sofá. «Casi podría pasar por una familia normal de no ser por el estado del torreón», se me ocurrió.
Tras comer algo, pasamos la tarde entrenando. El mal humor humor de Ka se notó en la dureza del entrenamiento: a cualquier error mínimo le sacaba múltiples defectos, era imposible contentarla y en más de una ocasión dejó caer que no iba en buen camino para saber manejar la espada. El entrenamiento acabó al atardecer, con resultados no muy satisfactorios para ninguno.
Yo seguía dando vueltas a lo que me había contado Stefan. Al parecer, se habían encontrado con transformados que no estaban muy a gusto con su naturaleza. ¿Acaso pertenecían a la cosecha inmediatamente anterior a la nuestra? Pero era algo que dejaría para otro día. Ya de noche, tras comer y constatar que no teníamos ni idea de dónde estaría RR, nos fuimos acostando todos. Por lo menos, aunque RR se había escapado (y con su escopeta, sin retirar la amenaza de decapitarnos y drogado) el inicio de defensas de shiz ayudaban, o por lo menos a mí, a sentirnos más seguros, lo cual, por supuesto, no provocaba que no me mantuviese un poco en guardia. Después de lo de las casas carnívoras no pensaba volver a descuidarme jamás, mucho menos mientras Rocavarancolia siguiese siendo tan peligrosa.
Y con estos pensamientos en la cabeza, me dormí.
Tras comer algo, pasamos la tarde entrenando. El mal humor humor de Ka se notó en la dureza del entrenamiento: a cualquier error mínimo le sacaba múltiples defectos, era imposible contentarla y en más de una ocasión dejó caer que no iba en buen camino para saber manejar la espada. El entrenamiento acabó al atardecer, con resultados no muy satisfactorios para ninguno.
Yo seguía dando vueltas a lo que me había contado Stefan. Al parecer, se habían encontrado con transformados que no estaban muy a gusto con su naturaleza. ¿Acaso pertenecían a la cosecha inmediatamente anterior a la nuestra? Pero era algo que dejaría para otro día. Ya de noche, tras comer y constatar que no teníamos ni idea de dónde estaría RR, nos fuimos acostando todos. Por lo menos, aunque RR se había escapado (y con su escopeta, sin retirar la amenaza de decapitarnos y drogado) el inicio de defensas de shiz ayudaban, o por lo menos a mí, a sentirnos más seguros, lo cual, por supuesto, no provocaba que no me mantuviese un poco en guardia. Después de lo de las casas carnívoras no pensaba volver a descuidarme jamás, mucho menos mientras Rocavarancolia siguiese siendo tan peligrosa.
Y con estos pensamientos en la cabeza, me dormí.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
06/05/13, 01:21 am
La charla había llenado a Shizel de un regusto a nostalgia de su mundo. Cuando se acabaron los temas de conversación se fue sumiendo en un silencio meditabundo mientras miraba por la ventana, pensando en cómo entre unos amigos habían estado haciendo planes para año nuevo, y si aún los llevarían a cabo sin él.
Ni siquiera tuvo que mirar a la partida de exploración para saber que no habían encontrado al pelirrojo: el número de personas que estaban traspasando el perímetro era el mismo que había abandonado el torreón.
La noche ya estaba cayendo y RR no mostraba indicios de volver, así que solo cabía suponer que se vería obligado a pasar la noche fuera. Hacía tiempo que el cabreo de Shizel se había evaporado, y a medida que iba oscureciendo resquicios de preocupación iban calando poco a poco en su ánimo. La última vez que un foner que se creía capacitado para la supervivencia había pasado la noche fuera de la seguridad de un torreón, había regresado sin una pierna.
Se tomó un tiempo para informar a los recién llegados acerca de lo que planeaba instalar los días sucesivos, y para incluirlos en el control de la puerta. Una vez hecho aquello no le quedaban muchas ganas para nada, por lo que tras agenciarse algo de la cocina se despidió de los presentes y subió a acostarse.
Tuvo que dar muchas vueltas en la cama antes de dormirse, entreteniendo las horas muertas en decidir adónde ir al día siguiente. Justo antes de que el sueño le venciera se dio cuenta de que el año nuevo en Idris ya había pasado, y él aún no había vuelto a casa.
Ni siquiera tuvo que mirar a la partida de exploración para saber que no habían encontrado al pelirrojo: el número de personas que estaban traspasando el perímetro era el mismo que había abandonado el torreón.
La noche ya estaba cayendo y RR no mostraba indicios de volver, así que solo cabía suponer que se vería obligado a pasar la noche fuera. Hacía tiempo que el cabreo de Shizel se había evaporado, y a medida que iba oscureciendo resquicios de preocupación iban calando poco a poco en su ánimo. La última vez que un foner que se creía capacitado para la supervivencia había pasado la noche fuera de la seguridad de un torreón, había regresado sin una pierna.
Se tomó un tiempo para informar a los recién llegados acerca de lo que planeaba instalar los días sucesivos, y para incluirlos en el control de la puerta. Una vez hecho aquello no le quedaban muchas ganas para nada, por lo que tras agenciarse algo de la cocina se despidió de los presentes y subió a acostarse.
Tuvo que dar muchas vueltas en la cama antes de dormirse, entreteniendo las horas muertas en decidir adónde ir al día siguiente. Justo antes de que el sueño le venciera se dio cuenta de que el año nuevo en Idris ya había pasado, y él aún no había vuelto a casa.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
06/05/13, 06:21 pm
Cuando algo de tiempo después vio llegar a los buscadores de foners drogados sin este, tuvo más que claro que no iba a ser tan fácil como imaginaba el ir a por este. Escucho vagamente lo que contaron sin darles mucha atención en esos momentos y pasando la información por su cerebro sin procesarla mientras cerraba el portón tras ellos con un suspiro. Se encontraba mucho mejor que en la mañana, si esa noche tenía la oportunidad de dormir en condiciones tal vez se apuntaría a ir a buscar a RR con los que fueran a salir. La infusión le había ayudado bastante a relajarse pero seguía sin tener hambre, es mas el olor de carne haciéndose en la cocina, suponía que sería Saren, le estaba molestando por momentos. Por eso y sin mucho apetito realmente tomo un par de frutas de las bolsas para subir a acostarse. Debía comer aunque fuera poco, se sentía bastante cansado y conociendo el habitual bullicio del cuarto cuando iban a todos a acostarse se comió las frutas con calma antes de echarse a dormir, esperando no soñar de nuevo algo similar a lo de la noche anterior o terminaría volviéndose loco.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
06/05/13, 07:47 pm
Karime y el grupo apenas hablaron durante el camino de regreso. Cogieron las cestas de comida en silencio y volvieron al torreón en silencio. No tenían mucho que decir. Karime informó de forma bastante seca a sus compañeros de que no habían encontrado al pelirrojo, pero que lo intentarían al día siguiente cuando tuvieran un poco más de ganas.
Karime se pasó la tarde entrenando sola y con quien quisiera hacerlo con ella, de forma mucho más agresiva y dura, reflejo de su pésimo estado de ánimo. Todavía no se recuperaba de haber visto a su hermano y de pensar que había olvidado a su amiga.
Cuando la noche cayó, y todavía sin dejar su mal humor de lado, la líbense cenó algo ligero y rápido, debido al agujero en el estomago que tenía desde por la tarde, y se dispuso a irse a dormir, pero antes de subir las escaleras paró en seco y se acercó a Saren que se encontraba solo.
- Ey, esto… - comenzó a decir, pero la verdad era que esas palabras eran de las pocas que le resultaba del todo difícil decir.- Yo… yo quería darte las gracias por evitar que esa casa me comiera. Gracias, Saren.- terminó diciendo de carrerilla, pero con todo el orgullo del que fue capaz de disponer y dejando claro lo serio del asunto al llamar al idrino por su nombre y no por el mote con el que le había bautizado.
Sin esperar contestación de este, la líbense subió a su habitación rápidamente y se sumió en un sueño profundo y abarrotado de pesadillas.
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
06/05/13, 09:06 pm
Ariv apenas prestó atención a la breve conversación en Letargo. Tenía la mirada perdida, y no dejaba de pensar en lo que había sucedido. Había sido tan fácil engañarla a pesar de todo… Lo único que quería en ese momento era regresar al torreón, lo más parecido a una casa que tenía en aquella ciudad maldita, así que cuando K anunció que se marchaban la niña fue de las primeras en seguirla. Se despidió con un gesto de sus compañeros de Letargo y salió a las calles de Rocavarancolia.
Antes de ir a Maciel, pasaron a recoger las cestas de comida. Ariv tenía ganas de entretenerse por el camino, pero sabía que les haría falta en los días que vendrían después, así que no puso ninguna pega y ayudó a los demás a recogerlas. A continuación, prosiguieron su camino. Jamás se habría imaginado que estaría tan contenta de volver a ver la figura familiar del torreón a lo lejos.
En cuanto llegaron, los que se habían quedado les abrieron la puerta. La niña la traspasó quizás con demasiada rapidez, con urgencia. Las paredes de Maciel la protegerían de lo que había fuera. Por primera vez en mucho tiempo, se sorprendió echando de menos Sinhdro, a pesar de todo.
El resto de la tarde transcurrió entre entrenamientos y silencio, un silencio profundo e incómodo que parecía haberse apoderado de la mayoría de los habitantes del torreón. Ninguno parecía tener ganas de hablar. Después de todo lo que había sucedido era normal. Ariv apenas aprovechó las prácticas. Se veía más torpe que de costumbre, distraída. Deseó que la noche llegara pronto. Quizás el sueño la ayudara a olvidar. Era una esperanza lejana. Podría despertar también amargos recuerdos.
Después de una cena frugal, se despidió de los demás y subió las escaleras hacia su habitación. K ya estaba allí cuando ella llegó. Ariv se tumbó en su cama y cerró los ojos. Había una voz en su cabeza que gritaba y suplicaba que quería volver a casa. Fue la última cosa de la que fue consciente antes de quedarse dormida.
Antes de ir a Maciel, pasaron a recoger las cestas de comida. Ariv tenía ganas de entretenerse por el camino, pero sabía que les haría falta en los días que vendrían después, así que no puso ninguna pega y ayudó a los demás a recogerlas. A continuación, prosiguieron su camino. Jamás se habría imaginado que estaría tan contenta de volver a ver la figura familiar del torreón a lo lejos.
En cuanto llegaron, los que se habían quedado les abrieron la puerta. La niña la traspasó quizás con demasiada rapidez, con urgencia. Las paredes de Maciel la protegerían de lo que había fuera. Por primera vez en mucho tiempo, se sorprendió echando de menos Sinhdro, a pesar de todo.
El resto de la tarde transcurrió entre entrenamientos y silencio, un silencio profundo e incómodo que parecía haberse apoderado de la mayoría de los habitantes del torreón. Ninguno parecía tener ganas de hablar. Después de todo lo que había sucedido era normal. Ariv apenas aprovechó las prácticas. Se veía más torpe que de costumbre, distraída. Deseó que la noche llegara pronto. Quizás el sueño la ayudara a olvidar. Era una esperanza lejana. Podría despertar también amargos recuerdos.
Después de una cena frugal, se despidió de los demás y subió las escaleras hacia su habitación. K ya estaba allí cuando ella llegó. Ariv se tumbó en su cama y cerró los ojos. Había una voz en su cabeza que gritaba y suplicaba que quería volver a casa. Fue la última cosa de la que fue consciente antes de quedarse dormida.
- Álvar
Ficha de cosechado
Nombre: Timothy “Timmy” O’ Connors
Especie: Humano
Habilidades: Habilidad mental, astucia, planificación
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
07/05/13, 09:54 pm
Como tantas otras veces, solo había oscuridad. Una oscuridad absoluta y terrible. Pero, como tantas otras veces, tras ella vino poco a poco la luz, aunque en este caso, acompañada de dolor.
Timmy se despertó lentamente. Todo le daba vueltas y la cabeza le dolía horrores. Cuando su visión dejó de estar borrosa, vio que estaba en el salón tendido. Saren estaba haciendo algo en su cabeza en ese momento, así que cuando fue consciente de la situación se llevó las manos a la frente y notó una brecha. No recordaba como se la había hecho.
Tras intercambiar algunas palabras con Saren, Timmy se giró y vió al lisiado, YR, sesteando en el sofá. No sabía por qué, pero algo dentro de Timmy odiaba a aquel ser. No le gustaba YR.
Tras unos instantes el dolor le fue desapareciendo, así que optó por levantarse y acercarse a la cocina a por algo de comer. Por el camino empezó a picarle la cabeza, pero no le dio importancia. Al poco de comenzar a rascarse el picor cesó.
Una vez saciado se dispuso a salir al patio para practicar un poco por su cuenta y fue entonces cuando vio que varios de sus compañeros se preparaban para salir. Hablaban de ir a buscar a RR, que al parecer había desaparecido. Tardó unos segundos, pero entonces recordó lo que había ocurrido la noche anterior: RR le había golpeado en la cabeza mientras él le vigilaba y se había dado a la fuga. Todo era borroso y algo inconexo, pero estaba seguro de que así era como se había marchado.
No se sentía con fuerzas para sumarse a la búsqueda, así que siguió su camino hacia el patio y se puso a correr unas cuantas vueltas para despejarse. Una vez que hubo calentado bien, se puso a hacer flexiones y abdominales, tras lo cual empezó a practicar movimientos de espada. Por último, hizo sus ejercicios diarios de tiro, tanto con arco como con cuchillos arrojadizos. Era increible lo que había mejorado llevando tan solo unos pocos días entrenando. Por primera vez en mucho tiempo se sentía bien consigo mismo. Empezaba a notarse menos independiente, más útil. Ya estaba terminando cuando de nuevo le asaltó aquel molesto picor en la cabeza. Se disponía a rascarse cuando alzó la vista al cielo y el sol le cegó por unos intantes. En aquel momento algo enturbió su mente y cambió.
-Bueno, creo que ya va siendo hora de cambiar de actividad.
Había pasado varias horas entrenando, por lo que su cuerpo necesitaba agua y nutrientes. Bebió una buena cantidad del pozo y cogió varias cosas de comer antes de bajarse de nuevo a las mazmorras donde horas antes había estado RR y donde aún estaban guardados sus útiles y experimentos.
Se dispuso a continuar su labor habitual. Llevaba días perfeccionando sus compuestos, así como diversos artilugios que en un futuro, cuando estuvieran terminados, facilitarian y mejorarían la velocidad de activación de los explosivos.
Y así, como tantas otras noches, las horas pasaron.
[Varias horas después]
Timmy subió a la sala principal para dirigirse a las cocinas en busca de algo de comida. Los picores que había comenzado a sufrir últimamente le ponían de mal humor, por lo que trataba de distraerse rompiendo la rutina. Cuando ya había atravesado media habitación, una voz se dirigió a él.
-Tú...
El muchacho se giró en dirección a la procedencia de aquella voz. Se trataba de YR, el lisiado. Parecia más inconsciente que despierto, y se notaba que le costaba hablar.
-Tú... Sé lo que eres. Ya he visto a otros... como tú.
-¿Ah sí? ¿Y que crees que soy exactamente?
-Un... asesino. Un psicópata. Pondrás en peligro a los... otros. Tarde o temprano se darán cuenta de que al dejarte aquí... ponen en peligro sus... vidas.
-¡Ja! Eso si que es bueno. ¿Y que te hace pensar que soy un asesino, peloplata?-Le respondió mientras comenzaba a rascarse de nuevo la piel de la cara.
-Aquella noche... te oi. Querías matarme, lo se. También os vi como dejaste... escapar... al otro foner... RR. Además, te he visto deambular por aquí desde hace días. Tramas algo... lo se- El foner parecía agotado. Era evidente que la falta de actividad debida a su condición actual había debilitado su cuerpo.
-Vaya vaya... así que solo te hacías el dormido ¿eh? Dime una cosa, peloplata, ahora que se que sabes mis secretos... ¿qué me impide acabar lo que dejé a medias la otra noche?- Respondió Timmy arrimandose al foner hasta que éste pudo notar su aliento.
-Yo...
En ese momento el foner agarró uno de los cuchillos que Timmy tenía en el cinto y le asestó un tajo de mala manera, puesto que su postura no le dejaba mucha movilidad. La hoja le causó un corte vertical a Timmy desde la mejilla izquierda hasta la ceja. Los reflejos del pelirrojo, en cambio, fueron suficientemente rápidos como para apartarse lo justo para que el cuchillo no le hiriera en el ojo. No obstante, la herida fue profunda y provocó que saliera bastante sangre.
-Soy... un superviviente. No tienes ni idea de los peligros a los que me he... enfrentado en Fonera. Un criajo como tú no podrá conmigo.
Timmy, aún con la mano tapandose la herida, se irguió como pudo para volver a encararse al foner.
-De modo que crees que no soy mas que un... ¿criajo? Estás muy equivocado... foner. Yo soy más terrible que cualquier criatura de esta ciudad.
En ese momento sacó uno de los explosivos que portaba en el zurrón y lo encendió con una cerilla. Se acercó al foner para hacer que el explosivo le estallara a quemarropa, pero en el ultimo momento algo le detuvo.
-¡No, para! ¡No te dejaré hacerlo!
El joven, como si estuviera siendo controlado por unos hilos invisibles, lanzó el explosivo a la zona opuesta de la sala, allí donde se encontraban las escaleras que daban tanto a los pisos superiores como a las mazmorras. El estallido que provocó la bomba hizo que ambos jóvenes tuvieran que taparse los ojos con las manos. Una gran masa de fuego descontrolado incendió la zona, impidiendo todo acceso a la sala desde cualquiera de las otras plantas.
-¡Malnacido! ¡Con todo lo que he hecho por los dos! ¿Así me lo pagas?- Se gritó a si mismo el irlandés.
El foner no sabía que había pasado, aunque empezaba a comprender el origen de los problemas de aquel muchacho.
-¡No me impedirás acabar con él!-Dijo sacando otra bomba del zurrón.
Pero al igual que la vez anterior, otra fuerza se apoderó de su cuerpo y le impidió lanzarlo. En ese momento el foner aprovechó la ocasión y se abalanzó sobre Timmy, derribándolo. De nuevo el explosivo salió desdepido e impactó contra la puerta principal, envolviendo toda aquella área tambien en un fuego abrasador. En ese momento dejaron de encontrarse en la sala principal del torreón y pasaron a estar situados en el mismísimo infierno. Las llamas lo envolvían todo, mientras que un humo negro ascendía al techo y comenzaba a propagarse por el torreón.
-¡Estupido mocoso! ¿No comprendes que si le dejo con vida los demás descubrirán lo que hicimos y acabarán contigo?
-Me da igual ¡no te dejaré matarlo!
El joven comenzó a forcejear consigo mismo, como si dos fuerzas tirasen de él en direcciones opuestas.
-¡Detente, estúpido!
-¡No, quiero que te vayas! ¡Nunca te necesité,largo!
-¡Estarías muerto si no fuera por mi!
Por si la situación no fuera suficientemente estresante, los picores habían aumentado a medida que su espíritu se encendía. Aquello le tenía aún más alterado si cabía y le hacía desconcentrarse. A medida que discutía consigo mismo, consiguió extraer otro explosivo más y acercó la mecha a una de las llamas de la habitación. Cuando esta prendió se dispuso a lanzarla de nuevo contra el foner, pero para entonces éste ya se encontraba frente a él y comenzaron a forcejear. Pese a carecer de una pierna, el foner habia logrado buscar un punto de apoyo lo suficientemente bueno para no ceder ante la fuerza del muchacho.
-¡No lo hagas!
-¡Callaté mocoso!
-¡No!
-¡DESAPARECEEEE!
Al final ambos tropezaron y giraon sobre si mismos, intercambiando sus lugares. En ese instante la bomba se resbaló de las manos de Timmy y quedó suspendida en el aire a escasos centímetros de ambos. Entonces se produjo la explosión.
Ambos jovenes salieron despedidos por la onda de fuego que se produjo, calcinando parte de sus cuerpo.
Timmy cayó al suelo y comenzó a rodar sobre si mismo. Tenía la mitad izquierda de la cara literalmente ardiendo, así como parte de su brazo y del pecho.
-¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!-Intentaba por todos los medios apagar las llamas, pero su mezcla era difícil de extinguir. Por suerte, la cantidad de la misma que había caído sobre su cuerpo no era demasiada, y al final consiguió extinguirla. Para cuando lo consiguió, su piel ya estaba parcialmente carbonizada y un humo cargado de un olor dulzón comenzo a manar de su cuerpo. Por unos segundos todo se quedó en negro. Su mera existencia pareció desaparecer. De pronto, una voz le hizo volver en sí.
-Má...tame. Por... favor.
El joven, comenzó a moverse lentamente. El dolor era insoportable. Todo su cuerpo sufría a unos niveles indescriptibles.
Consiguió incorporarse a duras penas, cegado por los dolores. Se palpó la cara y fue entonces cuando comprendió lo que había pasado. Su cuerpo, devorado por las llamas, ya no volvería a ser el mismo.
-Te lo... ruego.
Se giró hacia la voz y vio el cuerpo del foner tirado en el suelo, aún con algunas llamas sobre él.
El irlandés comenzó a arrastrarse en su dirección. Tras unos metros postrado, consiguió ponerse en pie y acercarse lentamente. Ahí estaba YR, tendido sobre el suelo, aún ardiendo en algunas partes de su cuerpo. Aún así, las llamas ya habrían cauterizado sus terminaciones nerviosas, por lo que los dolores que sentía no eran debidos a ellas. Su rostro, ya irreconocible por el fuego, intentaba una y otra vez articular palabras.
El muchacho se llevó una mano de nuevo a la parte quemada de su cara. La buena noticia es que los terribles picores habían desaparecido, al menos por ahora. Fue entonces cuando comprendió algo. No sabía la razón, pero por algún motivo, la conciencia del niño irlandés había desaparecido. Ya no había oposición. Había vencido.
-Ja, esto es... inesperado.
Algo había cambiado. Timmy ya no estaba, pero él tampoco era el mismo de antes. Aquella repentina conmoción había provocado algún tipo de efecto sobre su maltrecho cerebro. La percepción de si mismo de aquel ser era diferente a la antes. De alguna forma, tenía su voluntad y su maldad, pero había ganado cierta humanidad propia del niño. Ambas mentes se habían unido en una, la cual estaba ahora gobernada por la maldad de aquel ser. Había llegado la hora. Ahora que su única debilidad había desaparecido, estaba listo para dar paso de nuevo al origen de toda aquella oscuridad. Era hora de liberar, al fin, al verdadero duende que residía en su interior.
-Ja ja ja...
El foner seguía esforzandose por respirar.
-Así que ahora quieres morir. Después de todo ahora deseas que cumpla con mi plan. ¿Y si ahora no me apetece? ¡Suplica por tu muerte, bastardo!-Dijo riendo de forma macabra.
-Te... lo... ruego...
-Se me parte el corazón, ¡en serio! Además, ¿quien soy yo para negarle su última voluntad a un moribundo? Además tengo una sorpresa para ti. Vas a ser el primero de estos infelices que conozca a mi verdadero ser. Ahora que el estúpido crío ya no está no hay ninguna barrera que le impida a "él" volver como antaño.
En ese instante metió la mano en su zurrón y estrajo un trozo de tela. Ahí estaba, su máscara. Un elemento que incluso a él le había inspirado verdadero terror. El origen de todo aquello. El origen de su mal, de su locura. El auténtico duende.
Las primeras veces que aquel ser había aparecido en su vida fue en momentos de verdadera necesidad, de vida o muerte. Momentos en los que el joven Timmy había perdido toda esperanza por vivir y su voluntad estaba debilitada. Pero tras algunas apariciones el joven había comenzado a ser mínimamente consciente de la existencia de algo oscuro dentro de sí, por lo que su mente bloqueó al duende. Aquello fue lo que provocó la aparición de un ente intermedio. Un ser que, pese a carecer de humanidad, no era tan oscuro como el auténtico duende. No era sino un reflejo de aquella terrible oscuridad. Pero ahora que la mente de Timmy se había fracturado por completo y aquella entidad intermedia había tomado el control permanente de su cuerpo, no había nada que le cerrase la puerta a la oscuridad absoluta.
Miró entonces aquella máscara, sabedor de lo que desencadenaría aquello que estaba a punto de hacer. Entonces se la colocó sobre su cara chamuscada y notó el dolor al rozar su piel con la aspera tela. Tras colocarsela, respiró profundamente y pareció, por unos instantes, perder el conocimiento.
De pronto alzó de nuevo la mirada en dirección al foner.
-Siento haberte hecho esperar-Se agachó y se puso de rodillas sobre el abdomen del foner.-Aunque me conocen como "el Duende", lo cierto es que ahora mismo para ti debo ser un Genio, ¡pues he venido a cumplir tus deseos!
Entonces sacó un gran machete de su cinto, lo agarró fuertemente con las dos manos y empezó a clavarlo una y otra vez sobre el pecho de YR. Mientras lo hacía, no paraba de reirse de una manera demente y macabraba. Disfrutaba con aquello. Disfrutaba salpicándose con la sangre de su victima.
-¡Muera! ¡Muere! JIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAAAAAAAAAAAAAAA! ¡Muerete! ¡JIAAAAA!
Tras decenas de puñaladas, parecía que hubiera más sangre de YR sobre la ropa del irlandés que dentro del cuerpo de su victima. La unión de las llamas con las puñaladas indiscriminadas habían dado como resultado que el ya mutilado cuerpo de YR dejara de ser reconocible. Ahora no era más que una masa de visceras revueltas y carbonizadas.
De pronto el Duende paró de reir y se quedó totalmente quieto sobre el cadaver de YR. Tras unos segundos, se levantó y se miró los guantes de las manos, los cuales eran totalmente rojos debido a la sangre. Acercó el cuchillo a la abertura de la mascarada y lamió la sangre de la hoja.
-¡Está hecho, está hecho! Ya nada nos detendrá. La voluntad del mocoso ha desaparecido y ya se ha derramado la sangre. Ya no hay vuelta atrás. ¡Comienza el reinado de terror del Duende! ¡JIA JIA JIA JIA JIAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Se giró en dirección a las escaleras. Sin duda hacía rato que el resto de habitantes del torreón se habrían enterado de la existencia del fuego. Más tarde su alter ego elaboraría alguna cohartada creíble, aunque no estaba seguro de si le creerían. Por ahora lo importante era ocultar su existencia. Era pronto para que todos supieran quien habitaba aquel cuerpo en realidad. Se quitó la máscara y el resto del disfraz cubierto de sangre y lo guardó todo en el zurrón. Sin duda el combustible de las bombas acabaría de consumirse en unos pocos minutos y las llamas se extinguirían. Era el momento de dormir. Tomar posesión de aquel cuerpo después de tanto tiempo resultaba increiblemente dañino para el cerebro del huesped. Así que por ahora descansaría y en breve continuaría con su plan.
-Preparaos, niños... Algo más peligroso que los demonios de esta ciudad ha nacido en el seno de vuestro torreón ¡JI JI JIIIII!
Y entonces perdió el conocimiento y se desplomó contra el suelo, seguro de que las llamas comenzaban a replegarse y estaba fuera de peligro. Sin duda, en breve llegarían los demás habitantes del torreón y lo encontrarían.
Timmy se despertó lentamente. Todo le daba vueltas y la cabeza le dolía horrores. Cuando su visión dejó de estar borrosa, vio que estaba en el salón tendido. Saren estaba haciendo algo en su cabeza en ese momento, así que cuando fue consciente de la situación se llevó las manos a la frente y notó una brecha. No recordaba como se la había hecho.
Tras intercambiar algunas palabras con Saren, Timmy se giró y vió al lisiado, YR, sesteando en el sofá. No sabía por qué, pero algo dentro de Timmy odiaba a aquel ser. No le gustaba YR.
Tras unos instantes el dolor le fue desapareciendo, así que optó por levantarse y acercarse a la cocina a por algo de comer. Por el camino empezó a picarle la cabeza, pero no le dio importancia. Al poco de comenzar a rascarse el picor cesó.
Una vez saciado se dispuso a salir al patio para practicar un poco por su cuenta y fue entonces cuando vio que varios de sus compañeros se preparaban para salir. Hablaban de ir a buscar a RR, que al parecer había desaparecido. Tardó unos segundos, pero entonces recordó lo que había ocurrido la noche anterior: RR le había golpeado en la cabeza mientras él le vigilaba y se había dado a la fuga. Todo era borroso y algo inconexo, pero estaba seguro de que así era como se había marchado.
No se sentía con fuerzas para sumarse a la búsqueda, así que siguió su camino hacia el patio y se puso a correr unas cuantas vueltas para despejarse. Una vez que hubo calentado bien, se puso a hacer flexiones y abdominales, tras lo cual empezó a practicar movimientos de espada. Por último, hizo sus ejercicios diarios de tiro, tanto con arco como con cuchillos arrojadizos. Era increible lo que había mejorado llevando tan solo unos pocos días entrenando. Por primera vez en mucho tiempo se sentía bien consigo mismo. Empezaba a notarse menos independiente, más útil. Ya estaba terminando cuando de nuevo le asaltó aquel molesto picor en la cabeza. Se disponía a rascarse cuando alzó la vista al cielo y el sol le cegó por unos intantes. En aquel momento algo enturbió su mente y cambió.
-Bueno, creo que ya va siendo hora de cambiar de actividad.
Había pasado varias horas entrenando, por lo que su cuerpo necesitaba agua y nutrientes. Bebió una buena cantidad del pozo y cogió varias cosas de comer antes de bajarse de nuevo a las mazmorras donde horas antes había estado RR y donde aún estaban guardados sus útiles y experimentos.
Se dispuso a continuar su labor habitual. Llevaba días perfeccionando sus compuestos, así como diversos artilugios que en un futuro, cuando estuvieran terminados, facilitarian y mejorarían la velocidad de activación de los explosivos.
Y así, como tantas otras noches, las horas pasaron.
[Varias horas después]
Timmy subió a la sala principal para dirigirse a las cocinas en busca de algo de comida. Los picores que había comenzado a sufrir últimamente le ponían de mal humor, por lo que trataba de distraerse rompiendo la rutina. Cuando ya había atravesado media habitación, una voz se dirigió a él.
-Tú...
El muchacho se giró en dirección a la procedencia de aquella voz. Se trataba de YR, el lisiado. Parecia más inconsciente que despierto, y se notaba que le costaba hablar.
-Tú... Sé lo que eres. Ya he visto a otros... como tú.
-¿Ah sí? ¿Y que crees que soy exactamente?
-Un... asesino. Un psicópata. Pondrás en peligro a los... otros. Tarde o temprano se darán cuenta de que al dejarte aquí... ponen en peligro sus... vidas.
-¡Ja! Eso si que es bueno. ¿Y que te hace pensar que soy un asesino, peloplata?-Le respondió mientras comenzaba a rascarse de nuevo la piel de la cara.
-Aquella noche... te oi. Querías matarme, lo se. También os vi como dejaste... escapar... al otro foner... RR. Además, te he visto deambular por aquí desde hace días. Tramas algo... lo se- El foner parecía agotado. Era evidente que la falta de actividad debida a su condición actual había debilitado su cuerpo.
-Vaya vaya... así que solo te hacías el dormido ¿eh? Dime una cosa, peloplata, ahora que se que sabes mis secretos... ¿qué me impide acabar lo que dejé a medias la otra noche?- Respondió Timmy arrimandose al foner hasta que éste pudo notar su aliento.
-Yo...
En ese momento el foner agarró uno de los cuchillos que Timmy tenía en el cinto y le asestó un tajo de mala manera, puesto que su postura no le dejaba mucha movilidad. La hoja le causó un corte vertical a Timmy desde la mejilla izquierda hasta la ceja. Los reflejos del pelirrojo, en cambio, fueron suficientemente rápidos como para apartarse lo justo para que el cuchillo no le hiriera en el ojo. No obstante, la herida fue profunda y provocó que saliera bastante sangre.
-Soy... un superviviente. No tienes ni idea de los peligros a los que me he... enfrentado en Fonera. Un criajo como tú no podrá conmigo.
Timmy, aún con la mano tapandose la herida, se irguió como pudo para volver a encararse al foner.
-De modo que crees que no soy mas que un... ¿criajo? Estás muy equivocado... foner. Yo soy más terrible que cualquier criatura de esta ciudad.
En ese momento sacó uno de los explosivos que portaba en el zurrón y lo encendió con una cerilla. Se acercó al foner para hacer que el explosivo le estallara a quemarropa, pero en el ultimo momento algo le detuvo.
-¡No, para! ¡No te dejaré hacerlo!
El joven, como si estuviera siendo controlado por unos hilos invisibles, lanzó el explosivo a la zona opuesta de la sala, allí donde se encontraban las escaleras que daban tanto a los pisos superiores como a las mazmorras. El estallido que provocó la bomba hizo que ambos jóvenes tuvieran que taparse los ojos con las manos. Una gran masa de fuego descontrolado incendió la zona, impidiendo todo acceso a la sala desde cualquiera de las otras plantas.
-¡Malnacido! ¡Con todo lo que he hecho por los dos! ¿Así me lo pagas?- Se gritó a si mismo el irlandés.
El foner no sabía que había pasado, aunque empezaba a comprender el origen de los problemas de aquel muchacho.
-¡No me impedirás acabar con él!-Dijo sacando otra bomba del zurrón.
Pero al igual que la vez anterior, otra fuerza se apoderó de su cuerpo y le impidió lanzarlo. En ese momento el foner aprovechó la ocasión y se abalanzó sobre Timmy, derribándolo. De nuevo el explosivo salió desdepido e impactó contra la puerta principal, envolviendo toda aquella área tambien en un fuego abrasador. En ese momento dejaron de encontrarse en la sala principal del torreón y pasaron a estar situados en el mismísimo infierno. Las llamas lo envolvían todo, mientras que un humo negro ascendía al techo y comenzaba a propagarse por el torreón.
-¡Estupido mocoso! ¿No comprendes que si le dejo con vida los demás descubrirán lo que hicimos y acabarán contigo?
-Me da igual ¡no te dejaré matarlo!
El joven comenzó a forcejear consigo mismo, como si dos fuerzas tirasen de él en direcciones opuestas.
-¡Detente, estúpido!
-¡No, quiero que te vayas! ¡Nunca te necesité,largo!
-¡Estarías muerto si no fuera por mi!
Por si la situación no fuera suficientemente estresante, los picores habían aumentado a medida que su espíritu se encendía. Aquello le tenía aún más alterado si cabía y le hacía desconcentrarse. A medida que discutía consigo mismo, consiguió extraer otro explosivo más y acercó la mecha a una de las llamas de la habitación. Cuando esta prendió se dispuso a lanzarla de nuevo contra el foner, pero para entonces éste ya se encontraba frente a él y comenzaron a forcejear. Pese a carecer de una pierna, el foner habia logrado buscar un punto de apoyo lo suficientemente bueno para no ceder ante la fuerza del muchacho.
-¡No lo hagas!
-¡Callaté mocoso!
-¡No!
-¡DESAPARECEEEE!
Al final ambos tropezaron y giraon sobre si mismos, intercambiando sus lugares. En ese instante la bomba se resbaló de las manos de Timmy y quedó suspendida en el aire a escasos centímetros de ambos. Entonces se produjo la explosión.
Ambos jovenes salieron despedidos por la onda de fuego que se produjo, calcinando parte de sus cuerpo.
Timmy cayó al suelo y comenzó a rodar sobre si mismo. Tenía la mitad izquierda de la cara literalmente ardiendo, así como parte de su brazo y del pecho.
-¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!¡KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!-Intentaba por todos los medios apagar las llamas, pero su mezcla era difícil de extinguir. Por suerte, la cantidad de la misma que había caído sobre su cuerpo no era demasiada, y al final consiguió extinguirla. Para cuando lo consiguió, su piel ya estaba parcialmente carbonizada y un humo cargado de un olor dulzón comenzo a manar de su cuerpo. Por unos segundos todo se quedó en negro. Su mera existencia pareció desaparecer. De pronto, una voz le hizo volver en sí.
-Má...tame. Por... favor.
El joven, comenzó a moverse lentamente. El dolor era insoportable. Todo su cuerpo sufría a unos niveles indescriptibles.
Consiguió incorporarse a duras penas, cegado por los dolores. Se palpó la cara y fue entonces cuando comprendió lo que había pasado. Su cuerpo, devorado por las llamas, ya no volvería a ser el mismo.
-Te lo... ruego.
Se giró hacia la voz y vio el cuerpo del foner tirado en el suelo, aún con algunas llamas sobre él.
El irlandés comenzó a arrastrarse en su dirección. Tras unos metros postrado, consiguió ponerse en pie y acercarse lentamente. Ahí estaba YR, tendido sobre el suelo, aún ardiendo en algunas partes de su cuerpo. Aún así, las llamas ya habrían cauterizado sus terminaciones nerviosas, por lo que los dolores que sentía no eran debidos a ellas. Su rostro, ya irreconocible por el fuego, intentaba una y otra vez articular palabras.
El muchacho se llevó una mano de nuevo a la parte quemada de su cara. La buena noticia es que los terribles picores habían desaparecido, al menos por ahora. Fue entonces cuando comprendió algo. No sabía la razón, pero por algún motivo, la conciencia del niño irlandés había desaparecido. Ya no había oposición. Había vencido.
-Ja, esto es... inesperado.
Algo había cambiado. Timmy ya no estaba, pero él tampoco era el mismo de antes. Aquella repentina conmoción había provocado algún tipo de efecto sobre su maltrecho cerebro. La percepción de si mismo de aquel ser era diferente a la antes. De alguna forma, tenía su voluntad y su maldad, pero había ganado cierta humanidad propia del niño. Ambas mentes se habían unido en una, la cual estaba ahora gobernada por la maldad de aquel ser. Había llegado la hora. Ahora que su única debilidad había desaparecido, estaba listo para dar paso de nuevo al origen de toda aquella oscuridad. Era hora de liberar, al fin, al verdadero duende que residía en su interior.
-Ja ja ja...
El foner seguía esforzandose por respirar.
-Así que ahora quieres morir. Después de todo ahora deseas que cumpla con mi plan. ¿Y si ahora no me apetece? ¡Suplica por tu muerte, bastardo!-Dijo riendo de forma macabra.
-Te... lo... ruego...
-Se me parte el corazón, ¡en serio! Además, ¿quien soy yo para negarle su última voluntad a un moribundo? Además tengo una sorpresa para ti. Vas a ser el primero de estos infelices que conozca a mi verdadero ser. Ahora que el estúpido crío ya no está no hay ninguna barrera que le impida a "él" volver como antaño.
En ese instante metió la mano en su zurrón y estrajo un trozo de tela. Ahí estaba, su máscara. Un elemento que incluso a él le había inspirado verdadero terror. El origen de todo aquello. El origen de su mal, de su locura. El auténtico duende.
Las primeras veces que aquel ser había aparecido en su vida fue en momentos de verdadera necesidad, de vida o muerte. Momentos en los que el joven Timmy había perdido toda esperanza por vivir y su voluntad estaba debilitada. Pero tras algunas apariciones el joven había comenzado a ser mínimamente consciente de la existencia de algo oscuro dentro de sí, por lo que su mente bloqueó al duende. Aquello fue lo que provocó la aparición de un ente intermedio. Un ser que, pese a carecer de humanidad, no era tan oscuro como el auténtico duende. No era sino un reflejo de aquella terrible oscuridad. Pero ahora que la mente de Timmy se había fracturado por completo y aquella entidad intermedia había tomado el control permanente de su cuerpo, no había nada que le cerrase la puerta a la oscuridad absoluta.
Miró entonces aquella máscara, sabedor de lo que desencadenaría aquello que estaba a punto de hacer. Entonces se la colocó sobre su cara chamuscada y notó el dolor al rozar su piel con la aspera tela. Tras colocarsela, respiró profundamente y pareció, por unos instantes, perder el conocimiento.
De pronto alzó de nuevo la mirada en dirección al foner.
-Siento haberte hecho esperar-Se agachó y se puso de rodillas sobre el abdomen del foner.-Aunque me conocen como "el Duende", lo cierto es que ahora mismo para ti debo ser un Genio, ¡pues he venido a cumplir tus deseos!
Entonces sacó un gran machete de su cinto, lo agarró fuertemente con las dos manos y empezó a clavarlo una y otra vez sobre el pecho de YR. Mientras lo hacía, no paraba de reirse de una manera demente y macabraba. Disfrutaba con aquello. Disfrutaba salpicándose con la sangre de su victima.
-¡Muera! ¡Muere! JIAJIAJIAJIAJIAJIAJIAAAAAAAAAAAAAAA! ¡Muerete! ¡JIAAAAA!
Tras decenas de puñaladas, parecía que hubiera más sangre de YR sobre la ropa del irlandés que dentro del cuerpo de su victima. La unión de las llamas con las puñaladas indiscriminadas habían dado como resultado que el ya mutilado cuerpo de YR dejara de ser reconocible. Ahora no era más que una masa de visceras revueltas y carbonizadas.
De pronto el Duende paró de reir y se quedó totalmente quieto sobre el cadaver de YR. Tras unos segundos, se levantó y se miró los guantes de las manos, los cuales eran totalmente rojos debido a la sangre. Acercó el cuchillo a la abertura de la mascarada y lamió la sangre de la hoja.
-¡Está hecho, está hecho! Ya nada nos detendrá. La voluntad del mocoso ha desaparecido y ya se ha derramado la sangre. Ya no hay vuelta atrás. ¡Comienza el reinado de terror del Duende! ¡JIA JIA JIA JIA JIAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Se giró en dirección a las escaleras. Sin duda hacía rato que el resto de habitantes del torreón se habrían enterado de la existencia del fuego. Más tarde su alter ego elaboraría alguna cohartada creíble, aunque no estaba seguro de si le creerían. Por ahora lo importante era ocultar su existencia. Era pronto para que todos supieran quien habitaba aquel cuerpo en realidad. Se quitó la máscara y el resto del disfraz cubierto de sangre y lo guardó todo en el zurrón. Sin duda el combustible de las bombas acabaría de consumirse en unos pocos minutos y las llamas se extinguirían. Era el momento de dormir. Tomar posesión de aquel cuerpo después de tanto tiempo resultaba increiblemente dañino para el cerebro del huesped. Así que por ahora descansaría y en breve continuaría con su plan.
-Preparaos, niños... Algo más peligroso que los demonios de esta ciudad ha nacido en el seno de vuestro torreón ¡JI JI JIIIII!
Y entonces perdió el conocimiento y se desplomó contra el suelo, seguro de que las llamas comenzaban a replegarse y estaba fuera de peligro. Sin duda, en breve llegarían los demás habitantes del torreón y lo encontrarían.
Piensa en verde: pon un Duende en tu vida
O, en su defecto, deja que uno te la arrebate
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
09/05/13, 01:50 am
Shizel despertó entre toses. Sentía la piel y los pulmones más resecos de lo normal, y su primer pensamiento fue que debería ir a por agua. Después olió el humo.
Con el sueño aún pegado a los párpados salió de la habitación en busca del origen de aquel efluvio a quemado. Una luz titilante iluminaba el rellano, como si alguien se hubiese dejado encendido un candil. Shizel no le dio demasiadas vueltas en aquel momento y se limitó a caminar a lo largo del pasillo, en trance. Sólo al doblar el rellano que llevaba al piso de abajo su mente salió del sopor en el que estaba sumida para dar un brusco frenazo.
El camino al piso inferior estaba bloqueado por una pared de fuego.
Creyó oír voces, pero el ruido y el shock le impidieron registrarlas. Por unos interminables segundos se quedó completamente paralizado en el rellano, contemplando con horror cómo las llamas lamían las escaleras del piso inferior.
Un nuevo acceso de tos finalmente le puso en movimiento. Sus piernas actuaron sin consultar con su cerebro, y sin que su mente registrase la conexión entre aquel instante y el siguiente se encontró recorriendo el pasillo golpeando todas las puertas que se encontraba. Más tarde no recordaría qué palabras había usado exactamente para explicar a sus confusos compañeros qué pasaba, pero la instantánea que seguía a ese recorrido por aquel aparentemente interminable pasillo era una imagen de sí mismo encaramado al alféizar de su propia ventana.
Había intentado levitar con anterioridad. Había hecho uso del hechizo con precaución, descendiendo por las escaleras intentando no rozarlas en ningún momento. Sin embargo nunca se había alzado a más de unos centímetros del suelo: simplemente había creído que tendría tiempo para practicarlo antes de intentarlo desde una distancia potencialmente mortal.
La distancia que separaba el segundo piso del suelo era considerable: incluía los dos pisos más la parte más superficial de los cimientos. Para matarse había que caer muy mal, pero un hueso roto como mínimo entraba dentro de la baraja de posibilidades con una frecuencia alarmante.
"Pero arriba no hay agua", fue todo lo que tenía en mente en ese momento. Un pensamiento inmutable, constante, que se imponía por encima de todo lo demás que luchaba por hacerse oír en su cabeza precisamente por la verdad aplastante que encerraban aquellas sencillas palabras. Sólo había agua en el pozo, y el pozo estaba abajo tras esas escaleras que no podían traspasar. Punto.
Trazó la secuencia y sus pies se encontraron pisando el aire antes de que se diera cuenta. La urgencia de la situación no le dejó tiempo a la inseguridad y empezó a descender por el aire como bajando por una escalera invisible hasta llegar a medio camino del suelo. En ese momento una segunda detonación sacudió los cimientos del torreón, seguida de una algarabía de gritos, y el sobresalto causó que el fino hilo de control que guardaba sobre el hechizo se quebrara. Resbaló en pleno aire y la gravedad reclamó lo que era suyo.
Cayó de espaldas sobre la arqueta del pozo. Por fortuna había descendido lo suficiente como para que la hostia no le saltara ningún hueso sino sólo las lágrimas a los ojos, los cuales, más sensibles que los de sus compañeros, ya le picaban a causa del humo.
Le bastó un vistazo a la puerta que llevaba el interior para saber que las llamas también la bloqueaban. No perdió el tiempo tratando de abrirse paso inútilmente y fue directamente a llenar un cubo de agua lo más rápido que pudo. En algún momento se dio cuenta de que Wintel estaba allí. De nuevo no recordó las palabras que utilizó, pero para su sorpresa el nublino acabó ayudándole en su tarea sin proferir queja alguna hacia el uso de magia.
Alguno de sus compañeros, no se fijó en cuál, ya estaba asomado a la ventana. Shizel hizo levitar el cubo, y mientras suponía que los de arriba trajinaban con él para apagar el fuego subía la cuerda para llenar el otro. Acabó volviendo a levitar él mismo, esta vez sin tocar el suelo en ningún momento para no romper el encantamiento, cuando se dio cuenta de que el proceso funcionaba más rápido así. Sin embargo quemaba una gran cantidad de energía y pronto se vio a alternar entre ambos métodos.
El proceso se alargó durante un lapso de tiempo que Shizel no sabría definir después. La tarea se volvía más mecánica y la mente del idrino se embotaba cada vez más a medida que reducía a migajas sus reservas de magia y posteriormente hacía uso de los talismanes que le trajeron sus compañeros. Llegó el punto en el que le costaba trabajo despegar los labios para pronunciar el hechizo de turno.
Sin embargo acabó llegando el momento en que Maciel se sumió en una profunda calma. El silencio chirrió en los oídos de Shizel, y sólo eso fue lo que le sacó de la burbuja de aislamiento en la que se había sumido para no sentir el agotamiento muscular y mental. Mientras sus compañeros se afanaban escaleras arriba extinguiendo los últimos resquicios del fuego, el idrino se percató de que las llamas que anteriormente bloqueaban el acceso desde dentro a la puerta del patio ahora se habían reducido a brasas. Apartó la puerta, la cual crujió con un sonido sospechosamente parecido a carbón, y pasó al interior en silencio.
Piedra ennegrecida, desprendimientos en algunas partes de la pared, muebles quemados y finalmente un Timmy inconsciente. Y el olor. Aquello no había sido el breve rostizal que había flotado en el ambiente cuando habían cauterizado la pierna de YR. Ahora estaba por todas partes, pegado a las paredes y adherido a las narinas de cualquiera que entrase con tal intensidad que provocaba náuseas; entremezclado con aquella peste a madera quemada. La escena despertó sensaciones de dejá vu en Shizel, y en ese momento fue cuando vio el cadáver.
Pasó un angustioso minuto en el que la mitad de Shizel le repetía con desesperación creciente que desviase la vista de eso y que así lo hiciera desaparecer, y la otra mitad se veía incapaz de apartar la mirada del fardo ensangrentado que yacía en el suelo. Sin embargo, las dos lograron ponerse de acuerdo en algún momento para abrir la ventana y vomitar.
Su mano reprodujo automáticamente un hechizo de limpieza para lavarse aquel sabor asqueroso de la boca, sin consultar con su saturada mente. Shizel se giró hacia el interior con extrema lentitud, como si al volver la vista fuese a descubrir que aquella escena dantesca había desaparecido. No tuvo ocasión de comprobarlo, pues de repente le fallaron las fuerzas y se le nubló la vista.
"He usado demasiada magia", se dio cuenta distraídamente. La adrenalina se le estaba agotando, dejando sólo un inmenso cansancio allá por donde había pasado.
Quizá darse la vuelta no era suficiente. Quizá tenía que dormirse y volver a despertarse para darse cuenta de que todo aquello no había sucedido en realidad. De todas formas no importaba: todo había ido mal, poco a poco, desde que se había despertado en una cama en la que no debería estar, hacía cerca de un mes.
No pensó en curar a Timmy o comprobar si aún quedaba esperanza para YR. Simplemente se dejó resbalar hacia el suelo y apoyó la mejilla en una de las paredes. Una parte de su mente que aún prestaba atención a las pequeñas cosas fue la que se encargó del detalle de elegir una pared no ennegrecida por el hollín.
El incendio, las voces de sus compañeros que ya empezaban a bajar las escaleras, el cadáver a pocos metros de él... Todo se volvió lejano y poco importante.
Él estaba cansado, y quería dormir. Todo lo demás podía esperar.
Fijó la mirada en YR, ahora ya libre de las náuseas ahora que el olor a carne y quemada y sangre caliente iba siendo acumulado por sus narinas. Por un momento se vislumbró a sí mismo en su lugar, abierto en canal por algo que había traspasado sus propias defensas simplemente porque ya estaba dentro cuando habían sido levantadas. Shizel miró con tranquilidad la alucinación de su propio cadáver.
Por las ventanas ya empezaba a colarse por fin un resquicio de luz diurna. Débil, muy débil.
[Shiz no lo recuerda, pero os ha dicho simplemente: "El piso de abajo está incendiado. Voy a por agua." Lo ha dicho con bastante calma.]
Con el sueño aún pegado a los párpados salió de la habitación en busca del origen de aquel efluvio a quemado. Una luz titilante iluminaba el rellano, como si alguien se hubiese dejado encendido un candil. Shizel no le dio demasiadas vueltas en aquel momento y se limitó a caminar a lo largo del pasillo, en trance. Sólo al doblar el rellano que llevaba al piso de abajo su mente salió del sopor en el que estaba sumida para dar un brusco frenazo.
El camino al piso inferior estaba bloqueado por una pared de fuego.
Creyó oír voces, pero el ruido y el shock le impidieron registrarlas. Por unos interminables segundos se quedó completamente paralizado en el rellano, contemplando con horror cómo las llamas lamían las escaleras del piso inferior.
Un nuevo acceso de tos finalmente le puso en movimiento. Sus piernas actuaron sin consultar con su cerebro, y sin que su mente registrase la conexión entre aquel instante y el siguiente se encontró recorriendo el pasillo golpeando todas las puertas que se encontraba. Más tarde no recordaría qué palabras había usado exactamente para explicar a sus confusos compañeros qué pasaba, pero la instantánea que seguía a ese recorrido por aquel aparentemente interminable pasillo era una imagen de sí mismo encaramado al alféizar de su propia ventana.
Había intentado levitar con anterioridad. Había hecho uso del hechizo con precaución, descendiendo por las escaleras intentando no rozarlas en ningún momento. Sin embargo nunca se había alzado a más de unos centímetros del suelo: simplemente había creído que tendría tiempo para practicarlo antes de intentarlo desde una distancia potencialmente mortal.
La distancia que separaba el segundo piso del suelo era considerable: incluía los dos pisos más la parte más superficial de los cimientos. Para matarse había que caer muy mal, pero un hueso roto como mínimo entraba dentro de la baraja de posibilidades con una frecuencia alarmante.
"Pero arriba no hay agua", fue todo lo que tenía en mente en ese momento. Un pensamiento inmutable, constante, que se imponía por encima de todo lo demás que luchaba por hacerse oír en su cabeza precisamente por la verdad aplastante que encerraban aquellas sencillas palabras. Sólo había agua en el pozo, y el pozo estaba abajo tras esas escaleras que no podían traspasar. Punto.
Trazó la secuencia y sus pies se encontraron pisando el aire antes de que se diera cuenta. La urgencia de la situación no le dejó tiempo a la inseguridad y empezó a descender por el aire como bajando por una escalera invisible hasta llegar a medio camino del suelo. En ese momento una segunda detonación sacudió los cimientos del torreón, seguida de una algarabía de gritos, y el sobresalto causó que el fino hilo de control que guardaba sobre el hechizo se quebrara. Resbaló en pleno aire y la gravedad reclamó lo que era suyo.
Cayó de espaldas sobre la arqueta del pozo. Por fortuna había descendido lo suficiente como para que la hostia no le saltara ningún hueso sino sólo las lágrimas a los ojos, los cuales, más sensibles que los de sus compañeros, ya le picaban a causa del humo.
Le bastó un vistazo a la puerta que llevaba el interior para saber que las llamas también la bloqueaban. No perdió el tiempo tratando de abrirse paso inútilmente y fue directamente a llenar un cubo de agua lo más rápido que pudo. En algún momento se dio cuenta de que Wintel estaba allí. De nuevo no recordó las palabras que utilizó, pero para su sorpresa el nublino acabó ayudándole en su tarea sin proferir queja alguna hacia el uso de magia.
Alguno de sus compañeros, no se fijó en cuál, ya estaba asomado a la ventana. Shizel hizo levitar el cubo, y mientras suponía que los de arriba trajinaban con él para apagar el fuego subía la cuerda para llenar el otro. Acabó volviendo a levitar él mismo, esta vez sin tocar el suelo en ningún momento para no romper el encantamiento, cuando se dio cuenta de que el proceso funcionaba más rápido así. Sin embargo quemaba una gran cantidad de energía y pronto se vio a alternar entre ambos métodos.
El proceso se alargó durante un lapso de tiempo que Shizel no sabría definir después. La tarea se volvía más mecánica y la mente del idrino se embotaba cada vez más a medida que reducía a migajas sus reservas de magia y posteriormente hacía uso de los talismanes que le trajeron sus compañeros. Llegó el punto en el que le costaba trabajo despegar los labios para pronunciar el hechizo de turno.
Sin embargo acabó llegando el momento en que Maciel se sumió en una profunda calma. El silencio chirrió en los oídos de Shizel, y sólo eso fue lo que le sacó de la burbuja de aislamiento en la que se había sumido para no sentir el agotamiento muscular y mental. Mientras sus compañeros se afanaban escaleras arriba extinguiendo los últimos resquicios del fuego, el idrino se percató de que las llamas que anteriormente bloqueaban el acceso desde dentro a la puerta del patio ahora se habían reducido a brasas. Apartó la puerta, la cual crujió con un sonido sospechosamente parecido a carbón, y pasó al interior en silencio.
Piedra ennegrecida, desprendimientos en algunas partes de la pared, muebles quemados y finalmente un Timmy inconsciente. Y el olor. Aquello no había sido el breve rostizal que había flotado en el ambiente cuando habían cauterizado la pierna de YR. Ahora estaba por todas partes, pegado a las paredes y adherido a las narinas de cualquiera que entrase con tal intensidad que provocaba náuseas; entremezclado con aquella peste a madera quemada. La escena despertó sensaciones de dejá vu en Shizel, y en ese momento fue cuando vio el cadáver.
Pasó un angustioso minuto en el que la mitad de Shizel le repetía con desesperación creciente que desviase la vista de eso y que así lo hiciera desaparecer, y la otra mitad se veía incapaz de apartar la mirada del fardo ensangrentado que yacía en el suelo. Sin embargo, las dos lograron ponerse de acuerdo en algún momento para abrir la ventana y vomitar.
Su mano reprodujo automáticamente un hechizo de limpieza para lavarse aquel sabor asqueroso de la boca, sin consultar con su saturada mente. Shizel se giró hacia el interior con extrema lentitud, como si al volver la vista fuese a descubrir que aquella escena dantesca había desaparecido. No tuvo ocasión de comprobarlo, pues de repente le fallaron las fuerzas y se le nubló la vista.
"He usado demasiada magia", se dio cuenta distraídamente. La adrenalina se le estaba agotando, dejando sólo un inmenso cansancio allá por donde había pasado.
Quizá darse la vuelta no era suficiente. Quizá tenía que dormirse y volver a despertarse para darse cuenta de que todo aquello no había sucedido en realidad. De todas formas no importaba: todo había ido mal, poco a poco, desde que se había despertado en una cama en la que no debería estar, hacía cerca de un mes.
No pensó en curar a Timmy o comprobar si aún quedaba esperanza para YR. Simplemente se dejó resbalar hacia el suelo y apoyó la mejilla en una de las paredes. Una parte de su mente que aún prestaba atención a las pequeñas cosas fue la que se encargó del detalle de elegir una pared no ennegrecida por el hollín.
El incendio, las voces de sus compañeros que ya empezaban a bajar las escaleras, el cadáver a pocos metros de él... Todo se volvió lejano y poco importante.
Él estaba cansado, y quería dormir. Todo lo demás podía esperar.
Fijó la mirada en YR, ahora ya libre de las náuseas ahora que el olor a carne y quemada y sangre caliente iba siendo acumulado por sus narinas. Por un momento se vislumbró a sí mismo en su lugar, abierto en canal por algo que había traspasado sus propias defensas simplemente porque ya estaba dentro cuando habían sido levantadas. Shizel miró con tranquilidad la alucinación de su propio cadáver.
Por las ventanas ya empezaba a colarse por fin un resquicio de luz diurna. Débil, muy débil.
[Shiz no lo recuerda, pero os ha dicho simplemente: "El piso de abajo está incendiado. Voy a por agua." Lo ha dicho con bastante calma.]
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
09/05/13, 02:38 am
El despertar de esa mañana fue una autentica mierda. Despertarse con la garganta completamente seca y tosiendo por razones desconocidas era bastante molesto. DL se levanto de la cama algo aturdido colocándose una camiseta y notando que lo que fuera que provocara ese ardor de garganta provenía del interior del torreón. Fue apenas unos segundos después cuando Shizel se lo confirmo al llamar a la puerta…evidentemente no se esperaba eso…como mucho que a alguien se le quemo algo en la cocina. Por eso sorprendido salió prácticamente corriendo al pasillo casi ahogándose ante el humo que subía desde una de las plantas bajas. Tosiendo y cubriendo la boca con bajo hasta el primer piso o lo intento porque al ntar el calor y esa columna de humo que impedía ver el salón y el llegar a este dio media vuelta.
“¿Qué demonios ha pasado aquí?” se preguntaba confundido y sintiendo picarle los ojos subiendo prácticamente corriendo hacia el cuarto cogiendo un par de prendas de ropa y amarrándolas entre sí para hacer una gruesa manta volviendo a la ventana desde donde Shizel les subía agua. Se cubrió la boca con un trapo húmedo. Empapando la improvisada manta compuesta por varias prendas de ropa atadas entre sí, bajo con ellas y el cubo hacia el salón usando el agua del cubo y extinguiendo el fuego con la ropa empapada. Agradeciendo que fueran el resto trayéndole los cubos que mandaba Shizel para poder extinguir el dichoso fuego. Sin hablar pues ya sentía como si agua hirviendo estuviera recorriendo su garganta solo con respirar. El calor era sofocante y el humo que se levantaba estaba manchándole todo, pero poco le importo, hasta que entre todos consiguieron apagar el fuego. En cuanto pudo hacerlo se dirigió a la puerta para abrirla y dejar salir el humo antes de visualizar mejor alrededor y ver qué demonios ocurrió. Había estado tan entretenido en que no acabaran todos como asados vivos que en lo que ocurría realmente en el salón. Mientras se quitaba el sudor de la frente y se quitaba el trapo húmedo de la boca girándose para poder ver el estado del salón, no se percato del intento olor que parecía pegarse a las paredes de piedra. Sintió como si el estomago se le volviera del revés y arrugo la nariz asqueado.
-¿Pero qué cojo…?-no pudo seguir la visión ante él lo detuvo y por poco le hizo dejar de respirar. El estado del salón era un desastre, paredes cubiertas de hollín, la mesa, el sofá todo destrozado y quemado. Y allí en medio de ese desastre estaba tirado Timmy, al que se acerco rápidamente para notar si tenía pulso espantado. O al menos esa fue su intención. Porque apenas había dado dos pasos y un golpe de aire fétido y quemado se coló por sus fosas nasales provocandole nauseas. Olía a carne quemada. “Timmy está bien ...dentro de lo que cabe, habrá que hacerle un hechizo de curación, pero...joder...ese olor ¿de donde proviene ese olor?” Pensó medio asfixiado mientras se acercaba finalmente al chico y le empapaba el rostro quemada con una de las prendas húmedas con las que apagaron el fuego, observando alrededor.Parecía que su cerebro no quisiera procesar aquella horrible visión frente a sus ojos. A pocos metros de Timmy yacía un cuerpo, prácticamente irreconocible, sobre un charco de sangre seca, quemado hasta casi los huesos….al cuerpo le faltaba una pierna. No pudo mas sentía los ojos irritados el estomago revuelto y la garganta le quemaba, pero ni siquiera todo eso le impidió vomitar en el patio, en un intento de escapar de aquella visión y olor que aprecia haberse pegado a el, a sus ropas y a todo el torreón como un presagio de muerte.
“¿Qué, que ha pasado? ¡Ese, ese es YR! ¡Porque estaba ahí, cubierto…cubierto de sangre y todo quemado, ¿¡qué demonios paso aquí!?” se dijo sintiendo que iba a vomitar de nuevo, pero ya no le quedaba nada en el estomago. Con ojos algo llorosos por la irritación y molestia, se limpio a duras penas con el agua del pozo. Las manos le temblaban. “Esto es otra pesadilla…debe serlo” se dijo echándose agua fría en el rostro en un intento de despertarse.
-Es…otra pesadilla- se repitió en voz alta con los ojos fuertemente cerrados, tardo unos segundos en abrirlo, mirando hacia el salón. Todo seguía igual nada había cambiado. El cuerpo de YR seguía ahí, inmóvil horriblemente deformado por las quemaduras. Sabía que Timmy estaba allí también, que podía estar muerto o vivo, no lo sabía, pero en esos momentos su cerebro no daba para más. Repitiendo una y otra vez un, “¿Por qué? ¿Cómo?” ¡Estaban en un estúpido torreón de piedra, no era tan fácil iniciarse un fuego! Todo eso pasaba por su mente intentando buscarle una explicación, intentando buscar algo, porque si se quedaba quieto ,si dejaba de pensar la realidad le golpearía aun con más fuerza. Ver morir a alguien de una forma tan horrible nunca era tranquilizador.
-Por qué en el torreón…estábamos seguros aquí- murmuro andando lentamente hacia dentro, encontrándose a Shizel sentado en el suelo apoyado en la pared. Dl le miraba aturdido por unos segundos antes de arrodillarse a su lado. Su mente trabajaba a toda velocidad en esos momentos- Shiz, fue alguien de dentro. No puede ser de fuera, tú te habrías enterado- susurro sin saber muy bien porque, sus ojos se desviaron hacia Timmy, la única persona presente en ese mar de llamas cuando llegaron a apagarlo. La única persona viva. Ese chico pelirrojo con extraños ataques de bipolaridad y agresividad. “Primero RR se escapa cuando él lo estaba vigilando y ahora YR, es demasiada casualidad” pensó desconfiadamente. Ese chico siempre le había parecido un poco extraño, un momento era tímido y algo asustadizo, al siguiente parecía ser tan peligroso como una fiera furiosa con un alto grado de locura, sadismo y agresividad. Le había visto con bombas incluso, salidas de ninguna parte.”Un momento… ¡bombas!” fue como si la luz se hiciera, de ahí provino el fuego. Un fuego de esa magnitud no pudo ser causado por un simple candil, menos sino existía nada en el torreón que fuese inflamable, no en esa magnitud. Todo aquello era una autentica pesadilla hecha realidad.
“¿Qué demonios ha pasado aquí?” se preguntaba confundido y sintiendo picarle los ojos subiendo prácticamente corriendo hacia el cuarto cogiendo un par de prendas de ropa y amarrándolas entre sí para hacer una gruesa manta volviendo a la ventana desde donde Shizel les subía agua. Se cubrió la boca con un trapo húmedo. Empapando la improvisada manta compuesta por varias prendas de ropa atadas entre sí, bajo con ellas y el cubo hacia el salón usando el agua del cubo y extinguiendo el fuego con la ropa empapada. Agradeciendo que fueran el resto trayéndole los cubos que mandaba Shizel para poder extinguir el dichoso fuego. Sin hablar pues ya sentía como si agua hirviendo estuviera recorriendo su garganta solo con respirar. El calor era sofocante y el humo que se levantaba estaba manchándole todo, pero poco le importo, hasta que entre todos consiguieron apagar el fuego. En cuanto pudo hacerlo se dirigió a la puerta para abrirla y dejar salir el humo antes de visualizar mejor alrededor y ver qué demonios ocurrió. Había estado tan entretenido en que no acabaran todos como asados vivos que en lo que ocurría realmente en el salón. Mientras se quitaba el sudor de la frente y se quitaba el trapo húmedo de la boca girándose para poder ver el estado del salón, no se percato del intento olor que parecía pegarse a las paredes de piedra. Sintió como si el estomago se le volviera del revés y arrugo la nariz asqueado.
-¿Pero qué cojo…?-no pudo seguir la visión ante él lo detuvo y por poco le hizo dejar de respirar. El estado del salón era un desastre, paredes cubiertas de hollín, la mesa, el sofá todo destrozado y quemado. Y allí en medio de ese desastre estaba tirado Timmy, al que se acerco rápidamente para notar si tenía pulso espantado. O al menos esa fue su intención. Porque apenas había dado dos pasos y un golpe de aire fétido y quemado se coló por sus fosas nasales provocandole nauseas. Olía a carne quemada. “Timmy está bien ...dentro de lo que cabe, habrá que hacerle un hechizo de curación, pero...joder...ese olor ¿de donde proviene ese olor?” Pensó medio asfixiado mientras se acercaba finalmente al chico y le empapaba el rostro quemada con una de las prendas húmedas con las que apagaron el fuego, observando alrededor.Parecía que su cerebro no quisiera procesar aquella horrible visión frente a sus ojos. A pocos metros de Timmy yacía un cuerpo, prácticamente irreconocible, sobre un charco de sangre seca, quemado hasta casi los huesos….al cuerpo le faltaba una pierna. No pudo mas sentía los ojos irritados el estomago revuelto y la garganta le quemaba, pero ni siquiera todo eso le impidió vomitar en el patio, en un intento de escapar de aquella visión y olor que aprecia haberse pegado a el, a sus ropas y a todo el torreón como un presagio de muerte.
“¿Qué, que ha pasado? ¡Ese, ese es YR! ¡Porque estaba ahí, cubierto…cubierto de sangre y todo quemado, ¿¡qué demonios paso aquí!?” se dijo sintiendo que iba a vomitar de nuevo, pero ya no le quedaba nada en el estomago. Con ojos algo llorosos por la irritación y molestia, se limpio a duras penas con el agua del pozo. Las manos le temblaban. “Esto es otra pesadilla…debe serlo” se dijo echándose agua fría en el rostro en un intento de despertarse.
-Es…otra pesadilla- se repitió en voz alta con los ojos fuertemente cerrados, tardo unos segundos en abrirlo, mirando hacia el salón. Todo seguía igual nada había cambiado. El cuerpo de YR seguía ahí, inmóvil horriblemente deformado por las quemaduras. Sabía que Timmy estaba allí también, que podía estar muerto o vivo, no lo sabía, pero en esos momentos su cerebro no daba para más. Repitiendo una y otra vez un, “¿Por qué? ¿Cómo?” ¡Estaban en un estúpido torreón de piedra, no era tan fácil iniciarse un fuego! Todo eso pasaba por su mente intentando buscarle una explicación, intentando buscar algo, porque si se quedaba quieto ,si dejaba de pensar la realidad le golpearía aun con más fuerza. Ver morir a alguien de una forma tan horrible nunca era tranquilizador.
-Por qué en el torreón…estábamos seguros aquí- murmuro andando lentamente hacia dentro, encontrándose a Shizel sentado en el suelo apoyado en la pared. Dl le miraba aturdido por unos segundos antes de arrodillarse a su lado. Su mente trabajaba a toda velocidad en esos momentos- Shiz, fue alguien de dentro. No puede ser de fuera, tú te habrías enterado- susurro sin saber muy bien porque, sus ojos se desviaron hacia Timmy, la única persona presente en ese mar de llamas cuando llegaron a apagarlo. La única persona viva. Ese chico pelirrojo con extraños ataques de bipolaridad y agresividad. “Primero RR se escapa cuando él lo estaba vigilando y ahora YR, es demasiada casualidad” pensó desconfiadamente. Ese chico siempre le había parecido un poco extraño, un momento era tímido y algo asustadizo, al siguiente parecía ser tan peligroso como una fiera furiosa con un alto grado de locura, sadismo y agresividad. Le había visto con bombas incluso, salidas de ninguna parte.”Un momento… ¡bombas!” fue como si la luz se hiciera, de ahí provino el fuego. Un fuego de esa magnitud no pudo ser causado por un simple candil, menos sino existía nada en el torreón que fuese inflamable, no en esa magnitud. Todo aquello era una autentica pesadilla hecha realidad.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
- Zarket
Ficha de cosechado
Nombre: Rádar
Especie: Carabés
Habilidades: Resistencia, velocidad natatoria, nociones de lucha
Personajes :
- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran/Branniel): Trasgo de Ewa sexto sacerdote de la Secta, sádico, aficionado a matanzas y luchador en los bajos fondos. No tocarle los cojoncios, que muerde.
●Lanor Gris: demiurgo procedente de Carabás. Tímido, llorica y buena gente.
●Rádar (o Rad): astrario carabés tsundere hacia la magia, mandón, brusco y estricto. Fashion victim. Reloj andante.
●Galiard syl: mago rabiosamente rocavarancolés, despiadado antihéroe brutalmente pragmático y compasivo antivillano bienintencionado.
Armas :- Spoiler:
- ●Bastel (antes Bran): magia, garras, dientes y una espada de longitud media a larga. O lo que haga falta.
●Lanor Gris: magia y sus criaturas.
●Rádar (o Rad): espada de longitud media. Sus habilidades de desviación de hechizos.
●Galiard Syl: magia y, si hace falta, una espada de longitud corta a media.
Status : Jinete del apocalipsis (¡ahora con extra de torpeza social!)
Humor : En muerte cerebral.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
09/05/13, 05:03 pm
Al principio, pensé que había sido el temblor de mis manos lo que me había sacado del sueño. Un instante después, me di cuenta de que había sido un fuerte dolor de garganta, producido por una extrema secadez. Empecé a toser mientras miraba desorientado a mi alrededor, preguntándome por qué en la habitación hacía tanto calor y había tanto humo. Unos momentos después, Shizel llamó a la puerta y dijo que la planta de abajo estaba en llamas. Aquello me terminó de despertar.
Me levanté alarmado y me vestí con rapidez. «¡¿Cómo se ha originado un incendio en la planta de abajo?!». Pensé con miedo que teníamos una visita indeseada, pero recordé entonces que, de ser así, Shiz se habría dado cuenta antes.
Cuando abrí la puerta entró más humo en mi habitación. Me dio un nuevo ataque de tos y me empezaron a lagrimear los ojos, pero salí al pasillo, donde empezaban a haber otros macieleros. De Shizel no había rastro por ninguna parte.
—¿Sabéis qué est-? —una explosión interrumpió mi pregunta. El edificio entero tembló y perdí mi equilibrio por unos momentos.
«¡¿Pero qué está pasando aquí?!», pensé, con el horror extendiéndose por mí. ¿Es que había empezado una guerra justo en ese momento? De ser así, dudaba que alguno de los dos ejércitos se preocupase mucho por los cosechados.
Al acercarnos a la escalera nos recibió una inmensa pared de fuego. Shizel empezó a pasarnos cubos de agua desde el patio y empezamos a pasárselos a DL. No sé cuanto tiempo estuvimos pasándonos cubos de agua hasta que extinguimos el fuego, pero me acuerdo que llegó un momento en el que parecía que no íbamos a acabar nunca. Para cuando sólo quedaban brasas, mis brazos estaban pesados y doloridos.
Fuimos bajando hasta la planta de abajo, que estaba en un estado francamente lamentable. Arrugué la nariz con algo de asco al captar un olor extraño y desagradable, de carne quemada, pero no podía encontrar la fuente. Fue entonces cuando vi a Timmy tendido en el suelo. Me acerqué, preocupado por la llamativa quemadura de la cara, preguntándome que haría allí. Entonces me giré y, en cuanto descubrí la principal causa del asqueroso olor, desapareció cualquier pensamiento que no consistiese en vomitar.
Cuando volví a mirar, por desgracia, no había desaparecido el cadáver. Sólo la falta de una pierna permitía saber que era YR, porque por lo demás era irreconocible debido a que el fuego y varias puñaladas habían desfigurado por completo su cuerpo, tendido sobre un charco de sangre.
Me di cuenta de que Shizel estaba inconsciente en un rincón, y pensé que deberíamos adecentar el lugar. Pero no podía salir del shock. La planta baja en ruinas, YR muerto...
—Deberíamos... No sé... Llevarlos a la cama —señalé a Shiz y Timmy—, Shiz, ha gastado mucha magia, y Timmy está malherido...
Volví a mirar hacia el cadáver y el estómago me dio otro vuelco. Sabía que había sido absurdo pensar que quizás sobreviviríamos todos, pero la muerte había llegado tan repentinamente...
—Supongo que tendremos que averiguar qué ha paaado interrogando a Timmy... Y adecentar ésto, además de...
Al no poder hablar, señalé el cadáver del foner. Fue entonces cuando me fijé en que las manos volvían a temblarme. Intenté tranquilizarme y apreté los puños para eliminar el temblor, pero no lo conseguí del todo.
Me levanté alarmado y me vestí con rapidez. «¡¿Cómo se ha originado un incendio en la planta de abajo?!». Pensé con miedo que teníamos una visita indeseada, pero recordé entonces que, de ser así, Shiz se habría dado cuenta antes.
Cuando abrí la puerta entró más humo en mi habitación. Me dio un nuevo ataque de tos y me empezaron a lagrimear los ojos, pero salí al pasillo, donde empezaban a haber otros macieleros. De Shizel no había rastro por ninguna parte.
—¿Sabéis qué est-? —una explosión interrumpió mi pregunta. El edificio entero tembló y perdí mi equilibrio por unos momentos.
«¡¿Pero qué está pasando aquí?!», pensé, con el horror extendiéndose por mí. ¿Es que había empezado una guerra justo en ese momento? De ser así, dudaba que alguno de los dos ejércitos se preocupase mucho por los cosechados.
Al acercarnos a la escalera nos recibió una inmensa pared de fuego. Shizel empezó a pasarnos cubos de agua desde el patio y empezamos a pasárselos a DL. No sé cuanto tiempo estuvimos pasándonos cubos de agua hasta que extinguimos el fuego, pero me acuerdo que llegó un momento en el que parecía que no íbamos a acabar nunca. Para cuando sólo quedaban brasas, mis brazos estaban pesados y doloridos.
Fuimos bajando hasta la planta de abajo, que estaba en un estado francamente lamentable. Arrugué la nariz con algo de asco al captar un olor extraño y desagradable, de carne quemada, pero no podía encontrar la fuente. Fue entonces cuando vi a Timmy tendido en el suelo. Me acerqué, preocupado por la llamativa quemadura de la cara, preguntándome que haría allí. Entonces me giré y, en cuanto descubrí la principal causa del asqueroso olor, desapareció cualquier pensamiento que no consistiese en vomitar.
Cuando volví a mirar, por desgracia, no había desaparecido el cadáver. Sólo la falta de una pierna permitía saber que era YR, porque por lo demás era irreconocible debido a que el fuego y varias puñaladas habían desfigurado por completo su cuerpo, tendido sobre un charco de sangre.
Me di cuenta de que Shizel estaba inconsciente en un rincón, y pensé que deberíamos adecentar el lugar. Pero no podía salir del shock. La planta baja en ruinas, YR muerto...
—Deberíamos... No sé... Llevarlos a la cama —señalé a Shiz y Timmy—, Shiz, ha gastado mucha magia, y Timmy está malherido...
Volví a mirar hacia el cadáver y el estómago me dio otro vuelco. Sabía que había sido absurdo pensar que quizás sobreviviríamos todos, pero la muerte había llegado tan repentinamente...
—Supongo que tendremos que averiguar qué ha paaado interrogando a Timmy... Y adecentar ésto, además de...
Al no poder hablar, señalé el cadáver del foner. Fue entonces cuando me fijé en que las manos volvían a temblarme. Intenté tranquilizarme y apreté los puños para eliminar el temblor, pero no lo conseguí del todo.
- Xana
Ficha de cosechado
Nombre: Ariv
Especie: Sinhadre
Habilidades: Memoria, reflejos, orientación.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
11/05/13, 12:32 am
A Ariv la despertó el olor a quemado que se había apoderado de todo el torreón. Se incorporó entre toses, incapaz de entender lo que estaba sucediendo. Al principio, pensó que seguía durmiendo, pero pronto se percató de que aquello era real… Y no le daba buena espina.
—¿K? ¿Qué pasa? —le preguntó a su amiga.
Impaciente por descubrir lo que había ocurrido, salió al pasillo casi sin esperar su respuesta. Estaba lleno de humo, y le sobrevino un nuevo ataque de tos. Algo se estaba quemando, pero no estaba segura de qué podía ser. Eso la inquietaba. El torreón era el único lugar que había considerado seguro en aquella ciudad de locos, y ahora… Sentía que, de algún modo, esa ilusión que había tenido se había quebrado en mil pedazos.
Bajó un poco las escaleras. En efecto, se había iniciado un fuego, y algunos de sus compañeros ya estaban haciendo lo imposible por apagarlo. Ariv no perdió ni un minuto y se unió a ellos. Los ayudó en lo que pudo, a pesar del miedo que sentía. No se dejó vencer por él, no del todo. Había algo más importante que sus temores en aquel momento, y no quería quedarse atrás. Su lucha contra las llamas duró aún un rato, y la niña ya pensaba que aquello no iba a terminarse nunca. Era incapaz de ver el final entre el fuego… Y el calor era cada vez más asfixiante.
No obstante, los esfuerzos de todos merecieron la pena. Por fin, las llamas se apagaron y pudieron avanzar. El salón había quedado en un estado lamentable, tal y como comprobaron. La niña frunció el ceño. Aún intentaba esclarecer qué lo había provocado, sin ningún éxito. Era inútil si no contaba con ningún dato…
Entonces lo vio. Estaba completamente quemado, irreconocible. El fuego se había cebado con él. Sin embargo, el charco de sangre seca que había debajo de él daba a entender que no habían sido las llamas las que habían acabado con su vida. Ariv no pudo reprimir un grito de horror al ver el cadáver de YR, calcinado, y se cubrió la cara con las manos. Hasta entonces, tan sólo habían sufrido peligros y heridas, pero no había sucedido nada más allá. El foner era la prueba de que aquella ciudad podía matarlos.
Hasta ese momento, Ariv no había sido consciente de la muerte. No del todo, al menos.
Y tuvo la certeza de que, a partir de ese instante, ya no se le quitaría de la cabeza que estaba acechándolos en cada rincón, incluso en lo que ella había considerado el único bastión de calma y seguridad en Rocavarancolia.
Al lado de YR se encontraba Timmy, sin sentido. Pero Ariv no prestó atención a nada más, ni a las indicaciones de Branniel ni al cansancio de Shizel ni a las sospechas de DL. De momento, lo único que podía recordar era el cuerpo sin vida de YR.
—¿K? ¿Qué pasa? —le preguntó a su amiga.
Impaciente por descubrir lo que había ocurrido, salió al pasillo casi sin esperar su respuesta. Estaba lleno de humo, y le sobrevino un nuevo ataque de tos. Algo se estaba quemando, pero no estaba segura de qué podía ser. Eso la inquietaba. El torreón era el único lugar que había considerado seguro en aquella ciudad de locos, y ahora… Sentía que, de algún modo, esa ilusión que había tenido se había quebrado en mil pedazos.
Bajó un poco las escaleras. En efecto, se había iniciado un fuego, y algunos de sus compañeros ya estaban haciendo lo imposible por apagarlo. Ariv no perdió ni un minuto y se unió a ellos. Los ayudó en lo que pudo, a pesar del miedo que sentía. No se dejó vencer por él, no del todo. Había algo más importante que sus temores en aquel momento, y no quería quedarse atrás. Su lucha contra las llamas duró aún un rato, y la niña ya pensaba que aquello no iba a terminarse nunca. Era incapaz de ver el final entre el fuego… Y el calor era cada vez más asfixiante.
No obstante, los esfuerzos de todos merecieron la pena. Por fin, las llamas se apagaron y pudieron avanzar. El salón había quedado en un estado lamentable, tal y como comprobaron. La niña frunció el ceño. Aún intentaba esclarecer qué lo había provocado, sin ningún éxito. Era inútil si no contaba con ningún dato…
Entonces lo vio. Estaba completamente quemado, irreconocible. El fuego se había cebado con él. Sin embargo, el charco de sangre seca que había debajo de él daba a entender que no habían sido las llamas las que habían acabado con su vida. Ariv no pudo reprimir un grito de horror al ver el cadáver de YR, calcinado, y se cubrió la cara con las manos. Hasta entonces, tan sólo habían sufrido peligros y heridas, pero no había sucedido nada más allá. El foner era la prueba de que aquella ciudad podía matarlos.
Hasta ese momento, Ariv no había sido consciente de la muerte. No del todo, al menos.
Y tuvo la certeza de que, a partir de ese instante, ya no se le quitaría de la cabeza que estaba acechándolos en cada rincón, incluso en lo que ella había considerado el único bastión de calma y seguridad en Rocavarancolia.
Al lado de YR se encontraba Timmy, sin sentido. Pero Ariv no prestó atención a nada más, ni a las indicaciones de Branniel ni al cansancio de Shizel ni a las sospechas de DL. De momento, lo único que podía recordar era el cuerpo sin vida de YR.
- Muffie
Ficha de cosechado
Nombre: Szczenyak o Colmillo
Especie: vittya zawodny
Habilidades: Habilidad mental, habilidad manual y orientación
Personajes :
● Wednesday: Vouivre humana británica.
● Karime: Licántropa loba libense de la capital.
● Kimbra: Demonio rakshasa krabelinense Hija de Lunas engendro.
● Irenneil: Brujo de la cera aurva sinhadre.
● Edén Damkinea: Atlante daeliciano de la Ciudad del Norte.
● Szczenyak//Colmillo: vittya zawodny nómada.
Unidades mágicas : 5/5
Heridas/enfermedades :
● Ka: Le falta el ojo izquierdo.
● Colmillo: Tiene partido el colmillo derecho.
Síntomas : Gusto por dibujar trazos sin ton ni son cuando vacía la mente.
Armas :
● Wen: Guadaña doble y arco.
● Ka: Espadas gemelas, arco y dardos.
● Kim: Arco, machetes y dagas.
● Neil: Cuchara de madera y cera.
● Edén: Magia y sonrisas amables.
● Colmillo: inutilidad.
Humor : Absurdo
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
13/05/13, 09:34 pm
Karime despertó con un grito ahogado. Sentía que el aire no le llegaba a los pulmones y dio tres grandes bocanadas mientras se palpaba el cuello intentando cerciorarse de que lo conservaba junto con el cuerpo. Giró inquietamente la cabeza observando varias veces todos los rincones de la habitación, esperando ver ahí las panteras-Marina, a Branniel junto al nigromante o a cualquiera de los Ilol’s que habían aparecido en su sueño. “Un sueño…” Pensó mientras le daba un escalofrío de terror. “Solo ha sido un sueño. Una horrible pesadilla, no era real.” Se intentó convencer, pero totalmente consciente de que todas las decisiones que había tomado en el sueño concordaban con ella. Si hubiera sido real, la situación no hubiera cambiado un ápice. Ella misma lo sentía tan real, tan horrible, pero no tuvo mucho tiempo para pensarlo cuando un olor a quemado llegó a su nariz y los gritos a sus oídos. Oyó la voz de Ariv pidiéndole explicaciones como en una ensoñación, como si siguieran en el sueño y lo que estaba ocurriendo formaba parte de él. “Y así parece.” Pensó cuando salió por fin de la habitación y se encontró con el incendio y a sus compañeros de un lado a otro intentando apagarlo. Como acto reflejo, su mente reprimió el sueño, escondiéndolo en lo más hondo de su mente, con una notita que rezaba “posterior revisión”, para pasar a actuar en la situación actual. Rápidamente, la líbense mojó el primer trozo de tela que encontró y se lo colocó alrededor de la cabeza, tapándose la boca y la nariz, y comenzó a ayudar a sus compañeros, que recogían los cubos de agua que Shizel y Wintel les pasaban desde el exterior para intentar apagar el fuego. Con un rápido vistazo, e ignorando deliberadamente a Branniel y a Marina, se percató de que todo el grupo estaba trabajando en reducir las llamas, solo faltaban dos personas, sin contar al pelirrojo drogadicto, YR y Timmy.
- ¡Por las Diosas Felinas! ¡YR! ¡YR está en el salón! ¡Tenemos que darnos prisa!- exclamó, esperando que aquella noticia alentara a sus compañeros a trabajar más eficientemente, pero ni ella misma se creía capaz de ello.- ¿Y Timmy? ¿Dónde está Timmy?
La líbense esperaba que Timmy siguiera plácidamente dormido en las mazmorras, donde, seguramente, el fuego no lo alcanzaría y para el no sería más que un pequeño espectáculo que se había perdido, pero nadie podía negar que lo más probable era que YR estuviera siendo devorado por las llamas. Aunque Karime nunca había cruzado más de dos palabras con el foner, ya que los hombres postrados en cama no la divertían, no le agradaba pensar que, por su imprudencia, uno de sus compañeros iba a acabar con graves heridas.
Cuando por fin las llamas fueron extinguidas, luego de un arduo trabajo, bajó mecánicamente por las escaleras, siguiendo a sus compañeros, analizando todo el destrozo para ocupar su mente y que no volviera a ella su pesadilla; pero, al llegar al salón, pudo comprobar que la pesadilla se había vuelto realidad. Timmy se encontraba en el suelo gravemente herido e inconsciente y, gracias a la falta de pierna y a que era considerablemente más grande, pudo reconocer al muerto como a YR y evitar que por su mente pasara la simple idea de que fuera su hermano. Su mente se vació al instante como mecanismo de defensa y comenzó a llenar de la voz de su madre, de su instructora del ejército y otras voces que para ella significaban disciplina. “Mantente impasible. No des signos de derrota. Un soldado no termina hasta que todo haya terminado con él. No te permitas e lujo de desmoronarte hasta que esté todo solucionado.” La líbense iba afirmando mentalmente las premisas que las voces mandatarias de su vida le habían dicho en algún punto de su vida o que su mente había adaptado para la situación. Al ver a todos sus compañeros derrotados, haciendo todo lo contrario, se enfadó.
- ¡Ya basta! ¡No tenemos tiempo de compadecernos y de llorar!- dijo, con voz firme y autoritaria, en la que se podía entrever a un general nato.- Llorar no va a revivir a YR, ni curar a Timmy ni reformar el salón. Hay que ponerse en marcha y luego tendremos tiempo de derrumbarnos si es que lo necesitamos.- Y, en seguida, se puso a dar órdenes.- Aleksei, ve a por una sabana y un colchón, lo usaremos de camilla. DL y Saren, que uno cure con uno de esos abracadabras a Timmy mientras el otro espabila a Shizel y le da algo de beber o de comer, parece agotado. Ariv, por favor, ¿podrías poner a Timmy en el colchón que te baje Aleksei? Y dile que me saque la sabana afuera. Wintel… - se quedó mirando unos instantes al nublino, que nunca le había caído muy bien, pero en ese momento ese detalle carecía de importancia.- Ayúdame a sacar el cuerpo de YR afuera, luego decidiremos su funeral.
Y, ignorando deliberadamente de nuevo a Branniel y a Marina, y con la ayuda de Wintel, sacó el cuerpo de YR al patio, el cual cubrió con la sabana que le dio Aleksei para evitar la llegada de carroñeros y entró de nuevo al torreón donde los conscientes esperaban al debate del funeral. Decidieran o que decidieran, Karime sabía que nadie podría evitar que ella tomara parte, no tanto por verdadero interés, sino porque necesitaba tener la mente ocupada. Además, no podía evitar sentirse culpable, al fin y al cabo, ella era la mujer del torreón. Esperaba ansiosamente que nadie pretendiera ayudarla o acompañarla en el funeral o que, si lo pretendían, fueran pocos, pues necesitaba tiempo para pensar.
- Ariv, ¿podrías cuidar de Timmy? Y tú, DL, Shizel necesita dormir, no estaría de más que lo subieras a la habitación.- les pidió la líbense, con un tono serio y, aunque mandatario, menos severo que antes; pero, sobre todo, terriblemente apagado en comparación con la habitual jovialidad de la chica.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tienePersonajes :
● Vacuum: Hado infernal originario de la Tierra.
● Saren: Selkie roc idrino.
● Keiriarei: Kitsune de nueve colas ulterana.
● Sekk: Berserker ulterano.
● Remilo: Brujo del cobre irrense.
● Qwara Khumalo: Ifrit sudafricana.
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
13/05/13, 11:32 pm
A Saren le había despertado la sequedad de su garganta y se había incorporado en la cama para ir a por un vaso de agua, pero le estaba costando abrir los ojos. Notaba los parpados exteriores como si estuvieran pegados entre si, y tuvo que hacer un esfuerzo consciente para conseguir liberarlos. No tuvo mucho tiempo para cavilar sobre ello, por que el olor del humo y las voces de sus compañeros acapararon toda su atención. No había nadie en el cuarto, y a través de la puerta entre abierta solo se colaban en la estancia las sombras de sus compañeros, proyectadas contra el suelo por una luz titilante. El chico se levanto y se vistió con rapidez empezando a notar el sofocante calor, y entre toses se unió a los demás en el pasillo.
Una pared de fuego les impedía descender al piso de abajo por las escaleras, pero los demás ya habían empezado a moverse para ponerle solución. Shiz y Wintel habían bajado al patio por la ventana y ya estaban haciéndoles llegar cubos de agua con ayuda de una cuerda. El norteño dejo de lado las preguntas y actuó mecánicamente, uniéndose a las tareas para apagar el incendio sin mediar palabra. No supo cuanto tiempo tardaron en apagarlo, pero cuando lo consiguieron el idrino notaba los brazos entumecidos de tanto cargar cubos. Sus compañeros ya estaban bajando al piso de abajo, así que no tardo en seguirlos. Las botas del norteño se deslizaron pesadamente por los escalones ennegrecidos por el hollín, mientras su mano se poyaba en la pared de piedra, que aun conservaba parte del calor de las llamas. Al llegar a la planta de abajo la escena ante sus ojos le dejo paralizado en el sitio durante unos instantes.
Toda la planta baja estaba destrozada, como si hubiera estallado algo, lo que no se alejaba demasiado de la realidad. El norteño no tardo en reconocer las señales de varias explosiones, las que seguramente habían sido la causa del fuego. Las llamas habían devorado la mayor parte del mobiliario, y por lo que atisbo de la cocina, podía asegurar que tampoco quedaba comida. Timmy y lo que quedaba de un irreconocible YR estaban en medio de la estancia, tirados en el suelo. El humano aun respiraba a pesar de las graves quemaduras, pero el foner estaba muerto, como reflejaba el charco de sangre sobre el que yacía inmóvil. Apenas se reconocía al peliblanco en aquella maraña de carne chamuscada, y de no ser por la ausencia de la pierna habría sido difícil el identificarlo. El cadáver del foner no produjo ningún tipo de reacción en el norteño, pero las heridas del pelirrojo preocupaban al chico. Antes de que K empezara a hablar, increpándoles a los demás a que se movieran, el idrino ya se había acercado a Timmy y estaba examinando sus heridas.
Saren no prestaba demasiado atención a las palabras de sus compañeros, centrado como estaba en estabilizar al muchacho, que se encontraba realmente grave. Tenía media cara quemada, destrozada por el fuego, así como buena parte del pecho y del brazo. Ademas de esto, el resto del cuerpo estaba cubierto de moretones y heridas abiertas, como si hubiera salido despedido y hubiera chocado contra el suelo con violencia. Los conocimientos sobre magia del norteño no alcanzaban para curar semejantes quemaduras, así que solo pudo limitarse a limpiarlas con cuidado, evitando que se infectaran. Para el resto de las heridas se sirvió de varios hechizos de curación, cerrando los cortes y las heridas y borrando los moratones. Tardó un rato, y cuando acabó tuvo que apoyarse en la mesa, agotado por el uso continuado de la magia. Había agotado todos los talismanes que llevaba encima, y estaba seguro de que no sería capaz de lanzar otro hechizo en varias horas.
Hasta aquel momento no había dado muchas vueltas a lo sucedido, pero ahora que nada ocupaba su mente, esta se empezaba a llenar de preguntas. Apoyado allí, observando el rostro dividido de Timmy, empezaron a asaltarle las dudas. Su expresión se endureció, pero decidió dejarlo para luego, ahora tenían que ocuparse del cuerpo del foner. El norteño preguntó a sus compañeros que querían hacer con el cadáver que K acababa de sacar al patio, quizás con demasiada frialdad para un observador externo. No es que a Saren le importara demasiado lo que se hiciera con el cuerpo, pero aun asi habló.
-Parece que la costumbre en esta ciudad es arrojar a los muertos a aquella cicatriz repleta de huesos -comentó con voz monótona-, y si estamos aquí tal vez deberíamos hacer lo propio.
No añadió nada mas, pero al final se decidió hacer eso, por lo que el norteño acompaño a K de nuevo al patio. Una vez allí, cuando la muchacha se disponía a cargar el cuerpo, el norteño se lo impidió, alegando que lo llevaría él. K empezó a discutir, pero el chico se mantuvo firme, y cuando la libense se dio por vencida y se adelantó enfadada, el idrino se echó el cadáver envuelto en la sabana al hombro y salió tras ella.
El foner pesaba bastante, pero Saren no parecía notarlo, centrado en no perder de vista a K. Mientras caminaba tras la libense, iba sumido en sus pensamientos, sin dar aparente importancia al hecho de ir cargando con un cadáver. La visión del norteño sobre la muerte distaba mucho de ser lacrimógena o solemne; para el chico un cadáver no tenía mas importancia que un traje arrugado tirado en el suelo, sin importar a quien había pertenecido el cuerpo en vida.
Estuvo a punto de comentar lo curiosamente apetecible que olía YR después de haberse chamuscado, pero K parecía ausente, y el norteño tuvo la certeza de que no apreciaría su humor negro.
Continúa en la Cicatriz de Arax.
Una pared de fuego les impedía descender al piso de abajo por las escaleras, pero los demás ya habían empezado a moverse para ponerle solución. Shiz y Wintel habían bajado al patio por la ventana y ya estaban haciéndoles llegar cubos de agua con ayuda de una cuerda. El norteño dejo de lado las preguntas y actuó mecánicamente, uniéndose a las tareas para apagar el incendio sin mediar palabra. No supo cuanto tiempo tardaron en apagarlo, pero cuando lo consiguieron el idrino notaba los brazos entumecidos de tanto cargar cubos. Sus compañeros ya estaban bajando al piso de abajo, así que no tardo en seguirlos. Las botas del norteño se deslizaron pesadamente por los escalones ennegrecidos por el hollín, mientras su mano se poyaba en la pared de piedra, que aun conservaba parte del calor de las llamas. Al llegar a la planta de abajo la escena ante sus ojos le dejo paralizado en el sitio durante unos instantes.
Toda la planta baja estaba destrozada, como si hubiera estallado algo, lo que no se alejaba demasiado de la realidad. El norteño no tardo en reconocer las señales de varias explosiones, las que seguramente habían sido la causa del fuego. Las llamas habían devorado la mayor parte del mobiliario, y por lo que atisbo de la cocina, podía asegurar que tampoco quedaba comida. Timmy y lo que quedaba de un irreconocible YR estaban en medio de la estancia, tirados en el suelo. El humano aun respiraba a pesar de las graves quemaduras, pero el foner estaba muerto, como reflejaba el charco de sangre sobre el que yacía inmóvil. Apenas se reconocía al peliblanco en aquella maraña de carne chamuscada, y de no ser por la ausencia de la pierna habría sido difícil el identificarlo. El cadáver del foner no produjo ningún tipo de reacción en el norteño, pero las heridas del pelirrojo preocupaban al chico. Antes de que K empezara a hablar, increpándoles a los demás a que se movieran, el idrino ya se había acercado a Timmy y estaba examinando sus heridas.
Saren no prestaba demasiado atención a las palabras de sus compañeros, centrado como estaba en estabilizar al muchacho, que se encontraba realmente grave. Tenía media cara quemada, destrozada por el fuego, así como buena parte del pecho y del brazo. Ademas de esto, el resto del cuerpo estaba cubierto de moretones y heridas abiertas, como si hubiera salido despedido y hubiera chocado contra el suelo con violencia. Los conocimientos sobre magia del norteño no alcanzaban para curar semejantes quemaduras, así que solo pudo limitarse a limpiarlas con cuidado, evitando que se infectaran. Para el resto de las heridas se sirvió de varios hechizos de curación, cerrando los cortes y las heridas y borrando los moratones. Tardó un rato, y cuando acabó tuvo que apoyarse en la mesa, agotado por el uso continuado de la magia. Había agotado todos los talismanes que llevaba encima, y estaba seguro de que no sería capaz de lanzar otro hechizo en varias horas.
Hasta aquel momento no había dado muchas vueltas a lo sucedido, pero ahora que nada ocupaba su mente, esta se empezaba a llenar de preguntas. Apoyado allí, observando el rostro dividido de Timmy, empezaron a asaltarle las dudas. Su expresión se endureció, pero decidió dejarlo para luego, ahora tenían que ocuparse del cuerpo del foner. El norteño preguntó a sus compañeros que querían hacer con el cadáver que K acababa de sacar al patio, quizás con demasiada frialdad para un observador externo. No es que a Saren le importara demasiado lo que se hiciera con el cuerpo, pero aun asi habló.
-Parece que la costumbre en esta ciudad es arrojar a los muertos a aquella cicatriz repleta de huesos -comentó con voz monótona-, y si estamos aquí tal vez deberíamos hacer lo propio.
No añadió nada mas, pero al final se decidió hacer eso, por lo que el norteño acompaño a K de nuevo al patio. Una vez allí, cuando la muchacha se disponía a cargar el cuerpo, el norteño se lo impidió, alegando que lo llevaría él. K empezó a discutir, pero el chico se mantuvo firme, y cuando la libense se dio por vencida y se adelantó enfadada, el idrino se echó el cadáver envuelto en la sabana al hombro y salió tras ella.
El foner pesaba bastante, pero Saren no parecía notarlo, centrado en no perder de vista a K. Mientras caminaba tras la libense, iba sumido en sus pensamientos, sin dar aparente importancia al hecho de ir cargando con un cadáver. La visión del norteño sobre la muerte distaba mucho de ser lacrimógena o solemne; para el chico un cadáver no tenía mas importancia que un traje arrugado tirado en el suelo, sin importar a quien había pertenecido el cuerpo en vida.
Estuvo a punto de comentar lo curiosamente apetecible que olía YR después de haberse chamuscado, pero K parecía ausente, y el norteño tuvo la certeza de que no apreciaría su humor negro.
Continúa en la Cicatriz de Arax.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Personajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Torreón Maciel (Archivo IV)
14/05/13, 12:40 am
Los gritos y las ordenes de Karime intentando poner un orden casi inexistente en el torreón hicieron reaccionar por fin a DL, el cual los últimos minutos había estado en silencio con su mente dando vueltas a lo sucedido una y otra vez, buscando una explicación plausible todo lo que había pasado. Su mirada se poso en YR, o en lo que quedaba de el, que ya estaba siendo cargado por Karime al patio. El estado del foner era irreconocible, pero la enorme mancha de sangre que había dejado tras el y las marcas, aun visibles en su piel chamuscada, dejaban claro que no solo había sido el fuego el causante de su muerte. Miro de nuevo a Timmy, que ya estaba siendo tratado por Saren, con cierta desconfianza. Estaba seguro que el tenia la culpa, no podía ser nadie mas, pero algo le decía que decir sus sospechas en esos momentos no serviría de nada a juzgar por el estado de todo el mundo. Tenia que pensar bien lo que iba a decir antes de nada, por ello cuando Karime pidió que llevaran a a Shizel a descansar fue el quien se ofreció sin decir nada, cargándose al idrino a la espalda para subirlo a su habitación y dejarlo recostado en la cama.
-Se te ve fatal- murmuro DL que estaba aun cubierto de hollín y tenia los ojos algo irritados por el humo- Quédate aquí, te traeré agua y algo de comer, tendremos que ir por las cestas así que me tardare un rato, mientras tanto intenta dormir- añadió sabiendo que el idrino no era muy capaz de estarse quieto, esperaba que esta vez le hiciera caso, tenían muchas cosas que tratar hasta que Timmy despertar ay pudieran interrogarlo sobre lo ocurrido. Tras asegurarse que Shizel no iba a moverse bajo abajo a tiempo de ver a Karime y a Saren llevarse el cuerpo de YR, seguramente para deshacerse de el...aunque resultara bastante tétrico, la muerte no era algo ajeno en su mundo y no le daban mucho simbolismo. Aun así no era tranquilizador ver morirse a alguien en un lugar donde se supone hay protecciones. DL frunció el ceño, sacudiendo la cabeza molesto, cogiendo agua del pozo y subiéndole un jarra a Shizel, para bajar un poco después con sus armas, entrando en la cocina. Nada, toda la comida echada a perder y la cocina echa una autentica mierda. Tocaría limpiar todo el condenado salón y la cocina de nuevo. Miro a los que quedaba aun en el torreón sin dirigirse a nadie en particular
-Hay que ir por las cestas de comida, el fuego arraso con todo lo que había, necesito alguien quien me acompañe - añadió a sabiendas que en ese momento la mayoría quería dormir o simplemente no hacer nada, lo cual no era su caso, no veía muy probable ser capaz de pegar ojo- Supongo sera mas tarde cuando salgamos, pero ya doy el aviso - advirtió con calma, toda la calma posible dada la situación y que su mente era un torbellino de pensamientos, no podía dormir y necesitaba distraerse por eso quitando el hecho que no le gustaba limpiar y que Aleksei estaba encargándose de eso, empezó a ayudarlo haciendo tiempo y distrayéndose hasta que pudieran salir por las cestas.
En esos momento prefería estar solo. El que hubiera muerto uno de ellos en el torreón y que el causante, intencional o no, fuese uno de ellos no le gustaba en lo mas mínimo y le hacia desconfiar. Y desconfiar en los demás no le podía traer nada bueno, pero aun así su sentido de supervivencia iba por delante de todo, ir acompañado cuando salieran siempre le daba mas posibilidades de sobrevivir allí afuera. Aunque con lo ocurrido su confianza estaba en esos momentos bastante baja. "A unas malas los uso de carnada" pensó con una media sonrisa sardónica. Esperaba no tener que llegar a esos extremos, mas que nada por que el principal causante de su desconfianza, era cierto pelirrojo que se encontraba inconsciente y que debía muchas explicaciones.
-Se te ve fatal- murmuro DL que estaba aun cubierto de hollín y tenia los ojos algo irritados por el humo- Quédate aquí, te traeré agua y algo de comer, tendremos que ir por las cestas así que me tardare un rato, mientras tanto intenta dormir- añadió sabiendo que el idrino no era muy capaz de estarse quieto, esperaba que esta vez le hiciera caso, tenían muchas cosas que tratar hasta que Timmy despertar ay pudieran interrogarlo sobre lo ocurrido. Tras asegurarse que Shizel no iba a moverse bajo abajo a tiempo de ver a Karime y a Saren llevarse el cuerpo de YR, seguramente para deshacerse de el...aunque resultara bastante tétrico, la muerte no era algo ajeno en su mundo y no le daban mucho simbolismo. Aun así no era tranquilizador ver morirse a alguien en un lugar donde se supone hay protecciones. DL frunció el ceño, sacudiendo la cabeza molesto, cogiendo agua del pozo y subiéndole un jarra a Shizel, para bajar un poco después con sus armas, entrando en la cocina. Nada, toda la comida echada a perder y la cocina echa una autentica mierda. Tocaría limpiar todo el condenado salón y la cocina de nuevo. Miro a los que quedaba aun en el torreón sin dirigirse a nadie en particular
-Hay que ir por las cestas de comida, el fuego arraso con todo lo que había, necesito alguien quien me acompañe - añadió a sabiendas que en ese momento la mayoría quería dormir o simplemente no hacer nada, lo cual no era su caso, no veía muy probable ser capaz de pegar ojo- Supongo sera mas tarde cuando salgamos, pero ya doy el aviso - advirtió con calma, toda la calma posible dada la situación y que su mente era un torbellino de pensamientos, no podía dormir y necesitaba distraerse por eso quitando el hecho que no le gustaba limpiar y que Aleksei estaba encargándose de eso, empezó a ayudarlo haciendo tiempo y distrayéndose hasta que pudieran salir por las cestas.
En esos momento prefería estar solo. El que hubiera muerto uno de ellos en el torreón y que el causante, intencional o no, fuese uno de ellos no le gustaba en lo mas mínimo y le hacia desconfiar. Y desconfiar en los demás no le podía traer nada bueno, pero aun así su sentido de supervivencia iba por delante de todo, ir acompañado cuando salieran siempre le daba mas posibilidades de sobrevivir allí afuera. Aunque con lo ocurrido su confianza estaba en esos momentos bastante baja. "A unas malas los uso de carnada" pensó con una media sonrisa sardónica. Esperaba no tener que llegar a esos extremos, mas que nada por que el principal causante de su desconfianza, era cierto pelirrojo que se encontraba inconsciente y que debía muchas explicaciones.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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