Torreón Letargo (Archivo III)

Yrio dejó de escribir y se sentó con las piernas cruzadas, mirando al frivy. No pensaba quedarse tanto tiempo al sol como para que le quedasen marcas, así que no respondió a la advertencia. No tenía ni idea de lo que era un CoMo... pero supuso que sería alguien muy importante si todo el mundo lo conocía. Pensó en si habría algo así en su mundo, y solo se le ocurrieron los reyes y los nobles, pero algo le decía que Thras no tenía mucha madera de gobernante.

-Hay gente famosa, pero es una fama distinta- explicó.- ¿Qué es una cámara?

Respecto a su ropa, nunca se había parado a pensar cuanto debería enseñar. En Sinhdro no se podría decir que tuviesen complejos sobre su cuerpo, sencillamente se vestían como se vestían.

-No es que no nos gusten, pero llevar ropa está bien. En Sihndro hace bastante calor, pero la ropa empapa el sudor, protege la piel de los mosquitos.- << Odio los mosquitos...>> En Rocavarancolia había pocos en comparación con su casa, y lo agradecía de veras.- Además el tacto de la tela a veces es agradable. - De hecho los pantalones verdes que traía eran sus preferidos, de una tela muy fina- A mi me gusta la ropa ancha, es cómoda.

Yrio se sonrojó un poco cuando Thras le dijo que era mono. No estaba muy acostumbrado a los cumplidos en general.

-Yo... No, en realidad no demasiado... Pero no por el aspecto precisamente.

En casa siempre había ido un poco a su bola. Tenía amigos, pero las constantes peleas y discusiones con su edeel hacían que mucha gente se alejase de ellos.

Yrio ladeó la cabeza ante el intento de explicación que le dio Thras sobre las cámaras. No acababa de pillar el concepto, así que se lo preguntaría con más tranquilidad y más específicamente luego. A Thras parecía extrañarle que él no fuese famoso ni popular, algo que a Yrio le descolocó y halagó al mismo tiempo. Algo le decía que las diferencias entre sus mundos eran demasiadas y que resultaría trabajoso de explicar, pero quiso hacer el esfuerzo.

-Yo... eh... No era pobre, pero tampoco rico. La familia de mi edeel tenía una papelería, vendíamos cuadernos, libros, plumas y tintas de colores- le mostró la cadena que llevaba en la muñeca, de la que pendía un pequeño frasquito de tinta roja.- La verdad es que nunca nos faltó nada. Y bueno, no me mezclaba mucho con la gente, cuando intentaba acercarme a alguien, tarde o temprano discutía con mi edeel y eso les espantaba... Creo que todo el mundo solía culparme por ello, él incluído. A veces he llegado a pensar que tal vez no esté muy bien de la cabeza...

Yrio se miró las manos, frotándoselas, nervioso. Siempre se había quejado de su edeel pero muchas veces se había preguntado si el fallo no sería suyo. Alzó la mirada hacia Thrasmy's y al ver su expresión dedujo que no tenía la más mínima idea de lo que era un edeel, así que se lo explicó. Le explicó lo que era cada mitad del alma, como los diferenciaban y como los emparejaban al cumplir los trece. le habló de su vida con los monjes y de su vida con la familia de su edeel, a la que nunca terminó de tener como suya. Incluso le contó un poco como era su ciudad, su ropa, los complementos que solían llevar los aurva y los edeel, y se explayó con el pelo.

-Dirás lo que quieras de nuestra ropa, pero te habrían encantado los distintos tipos de pelo, y podría pasarme días describiéndote peinados. Yo ahora llevo la trenza, pero en cuanto empieze a molestarme me raparé bien media cabeza y... no sé que hacerme con el flequillo- jugueteó con los mechones distraido.-Ahora cuentame sobre tu mundo, sobre tu día, ¿cómo es todo eso?- sacó su libreta y su pluma, listo para escribir. Se le había ocurrido que hacer una ficha con detalles de cada mundo sería una buena idea.

Yrio apuntaba todo en la libreta lo más rápido que podía, casi no le daba tiempo a mojar la pluma en la tinta, pues Thras hablaba con una velocidad y seguridad, como si estuviese interpretando un guión que se sabía de memoria. A Yrio le pareció un mundo extraño, no entendía muchas de las palabras y términos, y su mente tampoco alcanzaba a imaginar la tecnología que tenían en ese mundo. Debía estar mucho más avanzado que Sihndro, y sin embargo todo le resultaba tan banal y superficial. Thrasmy's era literalmente un mono de circo, y sin duda estaba orgulloso de ello. AL parecer su vida se basaba en entretener a los demás, pero de forma tan glamurosa que no daba a pensar que te estuvieran utilizando, sino que parecía más como un gran regalo inesperado. Yrio sintió lástima, pero al menos Thras parecía realmente feliz allí. << Yo no podría... Tener todo planeado desde el principio>> Aunque no se daba cuenta de que su vida también había estado arcada por personas ajenas.

-Bueno, es cierto que esto es muy distinto.- dijo.- Pero aquí al menos puedes hacer lo que quieras. Quiero decir, puedes decidir lo que quieres hacer, nadie estará mandándote nada. Yo vine por eso, para que no hubiese nadie mangoneandome y dándome órdenes, y en parte lo he conseguido. Aquí la gente me ayuda, incluso tú que no estas acostumbrado a limpiar ni nada de eso.- Cuando supo del estilo de vida de Thras, apreció un poco más lo que había hecho en la mañana. << Podría buscar alguna forma de agradecérselo...>> -Oh, ya que me hablaste del maquillaje, nosotros también usamos, pero poco, y principalmente en los ojos. Se usa mezclando pigmentos, y a lo mejor nos cuesta un poco y tardamos, pero podríamos intentar hacerte maquillaje.- propuso.

Seon

Alder y Seon colaboraron en la limpieza, Alder incluída y sin queja alguna, arrimó el hombro con entusiasmo. Seon era consciente de que la gente aun no tenía muy buen concepto de ella.

-Ellos no ven lo que yo- le murmuro. Habían terminado en el salón, descansando un rato, y ahora, movida por un ataque de cariño, se había trasladado al otro sillón y le besaba en el cuello.
- ¿que dices?- a Alder le costaba ser rigida cuando le daban mimos. Al menos con ella. Pero debía estar bastante molesta porque se levantó sin corresponder al cariño.- salgamos fuera.
El espectaculo fuera, era, como poco, una distracción. Yrio y Thras estaban tumbados al sol. Con poca ropa, y el último, directamente, sin ninguna. Thras que ya era guapo de por sí, era digno de admirar, así como vino al mundo. Pero el pequeño no se quedaba atrás. Aunque algo mas cubierto, era facil ver en los rasgos aun infantiles de Yrio, el hombre que estaba por venir.
- Ahm, hum, ehr.. aaaah.... wow.
- Creo que se puede traducir por: ¿y este regalo a la vista es solo porque me teneis mucho aprecio?- dijo riendose Alder. Los ojos se posaban en Yrio de vez en cuando, pero se comían con la mirada al frivy. Seon estaba claramente turbada. Aunque su mirada iba de un sitio a otro sin poder evitarlo tampoco.

<< Una vida completamente planeada...>> No, Yrio no podría. Saber exactamente lo que te va a pasar cada día, a cada hora, era muy aburrido, prefería las sorpresas y la incertidumbre a veces le añadía emoción al día a día. Estaba claro que él y Thras tenían puntos de vista totalmente distintos, pero a Yrio la variedad le gustaba. << Y él por lo menos es agradable...>> La idea del maquillaje le entusiasmó, lo que hizo que Yrio empezase a pensar como conseguir los materiales y pigmentos.

Alder y Seon salieron al patio. El niño temió por un momento que hubiesen oído su parte de la charla, pero por la cara que traían no parecía que fuese a caerle bronca, de ninguna manera.

-Hola- saludó, dando por hecho que el comentario de Alder iba en exclusiva para Thras, aunque se puso un poco nerviosos por las miradas de las chicas- Er... Ah, Alder, encontré esto mientras limpiaba- sacó del bolsillo unas plumas grises, las que había encontrado entre las sábanas de un dormitorio.- Son algo tristonas, pero se podría intentar hacer algun adorno.

Alder

Alder no se hizo de rogar ante el ofrecimiento de Thras.
- Contrariar a una persona desnuda que se ofrece a hacerte compañia, es como poco de mala educación- comentó con una risa cantarina. Seon se había quedado de piedra, pero la arrastró y se sentaron entre uno y otro. Yrio entonces llamó su atención con unas plumas que sostenía entre las manos. Aquello le entusiasmó y le enterneció a partes iguales. - ¿Me sobornas? Si te digo un secreto..- y le susurró al oido- vas por buen camino
Le dio un beso en la mejilla, animada porque el sitio no era tan horrible como le había parecido al principio. El arranque de optimismo, se debía seguramente, a un arranque de hormonas también.

A Alder le gustó el regalo, e Yrio sonrió complacido, lamentando no haber encontrado nada para Seon. El beso le pilló por sorpresa, y le dejó confundido. ¿Y ahora qué? Sus nervios aumentaron, dejándole completamente paralizado. Había sido solo un beso, pero cualquier cosa que fuera una muestra de cariño hacia él ya le resultaba extraña. Se giró hacia Seon, dedicándole una mirada significativa. Thrasmy's no tardó en reaccionar, reclamando atención como un niño pequeño. Yrio frunció el ceño he hizo un mohín.

-No es justo, tu has recibido mimos toda tu vida, ahora me toca a mí- se quejó abrazándose a las dos chicas y sacándole la lengua a Thras. Una idea empezó a formarse en su cabeza, y se reflejó en su rostro en forma de sonrisa maliciosa- ¿Quieres mimos? Tendrás que ganártelos. Y no, estar desnudo no es suficiente, tienes que bailar para nosotros.

¿No quería órdenes? Pues ahí tenía órdenes. Además, le había dicho a Yrio que bailaba bien, no creía que le disgustase. Apoyó la cabeza en el hombro de Alder y entrecerró los ojos de forma perversa.

Alder

Thras reclamaba atenciones. Alder se fijó en su mirada que iba desde su escote a su entrepierna. Sonrió con malicia ante la petición, dispuesta a hacer algo más que complacer su necesidad de mimos. Pero se vio interrumpida por el abrazo de Yrio, que se metió entre ella y Seon. Sorprendida, y totalmente complacida por los derroteros que tomaba aquella conversación, correspondió el abrazo y le dejó hueco entre ellas dos. Seon aun no tomaba partido, aunque aumentaba el color en sus mejillas. Alder todavía decidida y encantada con la situación, rodeó a Yrio con los brazos y le dio, primero un beso en el cuello, y luego un mordisco suave, el justo para causar un escalofrío. Varios de esos mordiscos hacían a Seon incapaz de juntar una frase de cinco palabras.
- Estoy de acuerdo. Además Yrio es más facil de manejar, ¿no ves que es compacto?
Sin embargo su siguiente beso se lo dio a su aurva, acortando las distancias, y dejando a Yrio aplastado momentaneamente entre las dos.

Yrio era feliz. En ese momento podrían lanzarle a un poco a que se le comieran los monstruos y él estaría conforme y satisfecho. Lo cual en parte era un poco triste. Las chicas no le habían rechazado, sino que le habían correspondido al abrazo. El beso y el mordisco de Alder le hizo soltar un quejido de sorpresa que se fue convirtiendo en ronroneo. Gimió con pena cuando Alder fue a prestarle atención a Seon, no quería que parase, pero al ver cómo le daba amor a su aurva se cayó, frotándo la cabeza entre los pechos de una y otra, disfrutando del calor. << Quiero vivir aquí dentro.>>

Thras era tan feliz como él, bailando y recibiendo toda su atención. Sin duda se le daba bien, y desde su imprivisado refugio entre los brazos de las chicas admiró embobado la sensualidad de Thrasmy's, dejándose hipnotizar. Sacó a Seon a bailar tambien. Yrio rió

-Yo creo que se está ganando los mimos.- le comentó a Alder, recolocándose el pelo, rojo como un tomate y visiblemente acalorado.

Seon

No sabía como había acabado en una situación tan extraña. La incomodidad le impedía captar del todo la diversión del momento, aunque veía que su edeel se lo estaba pasando en grande. Respondió al beso indecisa. Además notaba al bulto que correspondía a Yrio contra el cuerpo, y no se sentía tranquila. Luego vino lo peor.
El baile de Thras era extraño y exótico y él era atractivo y sus rasgos bonitos, pero su desnudez la intimidaba un poco. Y su mano, extendida hacia ella, aún más. La sacó a bailar, pero el baile que ella conocía no tenía mucho que ver con lo que Thras interpretaba, y ademas, no recordaba haberlo visto hecho por gente desnuda, excepto en escaparates de burdeles.
Cohibida, el tacto del chico la mantenía tensa y rígida. Alder nunca había dado su consentimiento, pero no dijo nada en contra, y estaba delante. Nada la salvaba del baile mas bochornoso de su vida. Quiso dejarse llevar, y fingió que la persona que estaba delante no era un chico desnudo, y uno casi desconocido. Escuchó el ritmo tarareado que salía de sus labios y relajó la postura y acompañó los pasos de él con relativa gracia. Repitió algunos de los movimientos, e incorporó los típicos de Sinhdro. Encajó como pudo los golpes de cadera, y los pasos suaves. A su manera, el baile de Sinhdro siempre había sido muy sensual, especialmente el femenino, pero era un baile suave y marcado, que insinuaba y que no resultaba soez, ni se hacía totalmente desnudo. Apenas hizo el amago de un verdadero baile, casi no había empezado cuando se alejó unos pasos y se sentó con un gesto de disculpa. Luego se aferró a Yrio, ya que dudaba que Alder la fuese a proteger de esa clase de ofensivas.
- Salvame.- pidió en un susurro

Alder

Thras era demasiado divertido a ojos de Alder para resultar seductor, aunque no le negaba la belleza evidente. Ahogó una risa al ver como Seon salía en contra de su voluntad a bailar, pero cambió de expresión al ver sus primeros pasos reconocibles. Le fastidió ver como huía a los brazos de Yrio, y por ende a los suyos, que aun sostenían al otro sinhadre.
- Tratamela bien - murmuró a Yrio mientras se incorporaba. Luego en dos zancadas había alcanzado al frivy, al que agarró el rostro con ambas manos y besó. - esta es la recompensa, pero no hay nada más para ti hoy . Creo que subo al dormitorio. Esto de estar despierta y desocupada es muy extraño.

Y se marchó.

Yrio recibió a Seon entre risas diciéndole lo malos que eran los otros dos por hacerle bailar. Alder fue a darle su recompensa a Thras y... se fue. Yrio la siguió con la mirada, confundido. << Espera... ¿qué hago ahora?>> Tenía a Seon muerta de vergüenza y a Thrasmy's mirándole con cara de desesperación. Y él no tenía ni idea de como responder a eso, era la primera vez que... << No se me da bien eso de relacionarme con gente>> pensó. Empezó a ponerse nervioso, buscando ayuda en Seon.

-Yo... esto... no se...

¿Qué esperaba Thrasmy's de él? Bueno, estaba claro qué esperaba, pero le intimidaba bastante la idea. Los mimos de las chicas eran cálidos y agradables, pero Thrasmy's quería algo muy concreto, y tenía mucha experiencia, y estaba muy bueno, y...

-¿Alguien tiene hambre?- preguntó con una vocecita demasiado aguda y casi inaudible, y antes de que nadie pudiese responderle añadió rápidamente- Yosimuchavamosacomeralgo

Salió disparado arrastrando a Seon con él hacia la cocina y se puso a pelar fruta de forma tan chapucera que acabó haciéndose un tajo. << ¡¡Me cago en todo!!>> se quejó mentalmente mientras se lamía el dedo.