Barrio de los Callejones sin Salida
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Rocavarancolia Rol
51 participantes
- Rocavarancolia Rol
Barrio de los Callejones sin Salida
03/08/11, 12:53 am
Recuerdo del primer mensaje :
En el lado más céntrico queda aún parte de este laberíntico montón de edificaciones sin orden aparente. Perderse es tan fácil como encontrarse alguna criatura hambrienta.
- Shylver
Ficha de cosechado
Nombre: Akasha
Especie: Ochroria
Habilidades: «Agilidad, Motivación, Carisma»
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 12:49 pm
Ya habían pasado unos minutos desde que Lara comenzase una decidida marcha en la dirección que Xalkoth había indicado, y que todos decidieron seguir. Para la desgracia de los chicos, el paisaje seguía tan monótonamente cambiante como lo era al salir de aquella oscura mazmorra. Aunque la campesina se esforzaba por buscar la belleza de las ruinas allí por donde pasaban, el verse rodeado de escombros en todas direcciones llegaba a ser un poco agobiante. Se colocó cerca de Shaco y Lhelian en un principio, pues eran las primeras personas que había encontrado en ese extraño mundo, aunque las posiciones de todos fueron variando a lo largo del camino de forma imperceptible. Mientras Lhelian permanecía en el mismo sitio, Akasha quedó relegada al final del grupo, tras Alice y el otro ochrorio, a quien la chica se había visto obligada a arrastrar, y Shaco avanzó rápidamente con una carrera hasta quedar en cabeza.
El tiempo se deslizó lentamente a su alrededor, mirando a ningún sitio en particular y sin entablar conversación alguna, hasta que unas palabras de alguien por delante de ella llegaron a sus oídos.
-Algunos de los miembros que conformaban el grupo no están aquí y recuerdo que algunos iban por delante de los que estamos ahora, o eso me parece recordar...-dijo Lhelian para que todos la escuchasen.- ¿Tal vez nos hemos rezagado separándonos así del resto?
Akasha se apartó hacia un lado para poder ver la calle que se extendía frente a ellos. Ni rastro de la mitad del grupo. Alice apuntó a cierta posibilidad que parecía perfectamente viable, si bien no había forma de comprobarla realmente. Había algo en esa situación que no le gustaba en absoluto, y no terminaba de aislar la sensación exacta. “¿Se encontrarán bien? ¿Y si les pasa algo?”, pensó. Negó con la cabeza, respondiendo a su propia pregunta. Los dos grupos eran bastante grandes, aun separados, así que no tenían por qué sufrir ningún inconveniente. Tenía ciertas dudas ante el sentido común del chico del pelo naranja, pero el resto parecía tener la cabeza bien puesta sobre los hombros. Lo mantendrían controlado.
Las opiniones de los miembros de su parte del grupo fueron intercambiadas sin detener la marcha, con la opinión general de continuar hacia delante, en busca del torreón, dejando la reunión con el resto para cuando se hubieran asegurado un refugio. Akasha intervino para apoyar la idea.
-Las chicas tiene razón.-dijo, refiriéndose a la daeliciana y a Alice.-Seguro que luego los encontramos, estarán bien sin nosotros. Deberíamos movernos, no me gusta la idea de quedarnos quietos mucho tiempo.-añadió.
Y así, los compañeros continuaron su marcha a través de los estrechos callejones en la dirección especificada, hasta que un inesperado obstáculo interrumpió la ruta. Todos se detuvieron uno a uno, mirando al frente. Dado que la campesina miraba hacia atrás con recelo y preocupación cada ciertos intervalos de tiempo, quizás temiendo que alguna amenaza los sorprendiera por la espalda, no esperó el movimiento y chocó aparatosamente con la espalda de Ozzchreanos, cayendo de espaldas al suelo en el proceso. Akasha se levantó con dificultad y llevó la mano al brazo derecho para calmar el leve dolor que se había provocado mientras lo observaba. No parecía haberse dado cuenta de la colisión.
-Ozzy. Perdona.-se dirigió por primera vez él, disculpándose rápidamente.- No te había...
Y las próximas palabras nunca salieron de su boca. Akasha avanzó junto al resto de sus compañeros para contemplar en su totalidad la naturaleza de la interrupción.
Sigue en la Cicatriz de Arax.- YberGM
Ficha de cosechado
Nombre: Ulmara.
Especie: cercana alaí.
Habilidades: Velocidad, nociones de lucha y resistencia.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 01:35 pm
Tras su predicción, Lara pasó unos segundos asustada, a raíz de la reacción del insecto. Trató de zafárselo de encima y le reprendió claramente con la mirada. <<Qué serpiente gigante ni qué bicho muerto…>>. Estaban al principio del juego, no podían salirle a estas alturas enemigos imbatibles. <<Y para saber esto no necesito ni chuparme el dedo>>. En pos de aplacar los nervios y tranquilizarse por el asalto repentino, Lara sacó su moneda de madera, la centró sobre su palma izquierda y cerró la mano, aferrándola con fuerza. Algo tan sencillo como significaba un mundo para la madre.
Con cierta tranquidad recién adquirida, Lara cayó en la cuenta de lo que acababa de hacer el bicho. La había desacreditado. Tal vez su madre no le hubiera enseñado a leer las señales, pero si algo había aprendido Lara de su madre, era a limpiarse la mala fama. Una adivina sin prestigio no tenía negocio, pero la capacidad de adivinación no convertía a los ordeses en máquinas infalibles y a veces se podían malinterpretar algunas sensaciones. Para este tipo de fallos tontos, su madre siempre hacía igual.
-Está bien, tomaremos tu camino si eso te hace más feliz-dijo con voz serena-. Pero que sepas que estamos evitando la ruta en la que nos sonríe la fortuna y el futuro de todos nosotros podría truncarse a corto, medio o largo plazo por tu culpa-su tono era el de un simple aviso, aunque fuera cargado con un sutil reproche-. Puede que desde esta dirección, lleguemos hasta el torreón que has visto, pero también puede ser que el torreón de mi predicción sea mejor, más seguro o esté mejor abastecido. Es más, puede que tu decisión sea la que atraiga a las serpientes gigantes y nos ponga en peligro a todos-y Lara se calló, entre otras cosas porque empezó a asustarle la posibilidad de tener cierta razón.
>>Andando, que el tiempo apremia-y tomó a regañadientes la dirección de Xalkoth. Se había creído tanto su propio discurso, que se le habían ido las ganas de continuar hablando apaciblemente con Keiria. En esos momentos solo quería llegar al torreón que fuera.
Sigue en el Torreón Maciel.
Con cierta tranquidad recién adquirida, Lara cayó en la cuenta de lo que acababa de hacer el bicho. La había desacreditado. Tal vez su madre no le hubiera enseñado a leer las señales, pero si algo había aprendido Lara de su madre, era a limpiarse la mala fama. Una adivina sin prestigio no tenía negocio, pero la capacidad de adivinación no convertía a los ordeses en máquinas infalibles y a veces se podían malinterpretar algunas sensaciones. Para este tipo de fallos tontos, su madre siempre hacía igual.
-Está bien, tomaremos tu camino si eso te hace más feliz-dijo con voz serena-. Pero que sepas que estamos evitando la ruta en la que nos sonríe la fortuna y el futuro de todos nosotros podría truncarse a corto, medio o largo plazo por tu culpa-su tono era el de un simple aviso, aunque fuera cargado con un sutil reproche-. Puede que desde esta dirección, lleguemos hasta el torreón que has visto, pero también puede ser que el torreón de mi predicción sea mejor, más seguro o esté mejor abastecido. Es más, puede que tu decisión sea la que atraiga a las serpientes gigantes y nos ponga en peligro a todos-y Lara se calló, entre otras cosas porque empezó a asustarle la posibilidad de tener cierta razón.
>>Andando, que el tiempo apremia-y tomó a regañadientes la dirección de Xalkoth. Se había creído tanto su propio discurso, que se le habían ido las ganas de continuar hablando apaciblemente con Keiria. En esos momentos solo quería llegar al torreón que fuera.
Sigue en el Torreón Maciel.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 01:38 pm
Neith siguió a la gente a través de las calles de la ciudad, aun con algo de miedo, pero llena de emoción. El temor no haría que no disfrutase de la aventura. Las calles fueron haciéndose mas estrechas, llenas de casas destartaladas, con mil giros y callejones. Casi parecía un laberinto. Estaba segura de que si intentase volver atrás, no sabría como hacerlo. Le preocupaba que se hiciese de noche por el camino. El sol estaba descendiendo rápidamente y necesitaban encontrar un refugio antes de que eso pasase.
Corrió un poco hacia adelante, para volver a estar en el centro del grupo, no quería quedarse atrás. Vio a otra niña de piel morada en la que no se había fijado antes. Y también se fijo en que muchos de los que estaban en la plaza ya no iban con ellos... ¿Donde estaba el bicho? ¿Y los de los brazos mecánicos?
Sin duda no había sido la única en darse cuenta de ello, pero los demás no parecían demasiado interesados en buscarles. Algo dentro de ella le llevaba a querer encontrarlos... ¿Y si había tirado cada uno por un camino? No parecía que fuese demasiado seguro andar solo por la ciudad... pero otra parte de ella, le decía que lo mejor era salvar el pellejo y encontrar un torreón en el que meterse rápido. La nueva chica de la piel morada era tan pesimista que ya les daba hasta por muertos... Los demás intentaban autoconvencerse de que estarían bien, pero a Neith se le revolvía algo en el interior.
-Yo no estoy tan segura de que puedan estar bien... quiero decir, pueden apañárselas, lo se, pero ya visteis lo que dijeron el hombre y la mujer esa... y si es verdad... si es peligroso... lo mejor seria estar todos juntos y... - su voz se fue apagando al ver que los demás, definitivamente no pretendían buscarles.
La chica que decía llamarse Alice empezó a cantar aun canción que Neith reconoció al instante. -¡Oh! Esa canción al escuchaba muchas veces cuando estaba en la playa! - Dijo emocionada. La verdad es que era algo bueno contar con mas gente de la tierra, por lo menos no se sentía tan... sola. Se puso al tararear la misma canción en bajito mientras caminaba, fijándose en las calles. La melodía parecía relajar la tensión que se respiraba en el aire de la ciudad.
Pero de pronto, todos pararon en seco. Y había un buen motivo. Las notas de la canción quedaron suspendidas en el aire y la poca tranquilidad que le habían dado, se esfumó con ellas.
-¿Que cojones es esto? - Fue lo único que consiguió decir.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Corrió un poco hacia adelante, para volver a estar en el centro del grupo, no quería quedarse atrás. Vio a otra niña de piel morada en la que no se había fijado antes. Y también se fijo en que muchos de los que estaban en la plaza ya no iban con ellos... ¿Donde estaba el bicho? ¿Y los de los brazos mecánicos?
Sin duda no había sido la única en darse cuenta de ello, pero los demás no parecían demasiado interesados en buscarles. Algo dentro de ella le llevaba a querer encontrarlos... ¿Y si había tirado cada uno por un camino? No parecía que fuese demasiado seguro andar solo por la ciudad... pero otra parte de ella, le decía que lo mejor era salvar el pellejo y encontrar un torreón en el que meterse rápido. La nueva chica de la piel morada era tan pesimista que ya les daba hasta por muertos... Los demás intentaban autoconvencerse de que estarían bien, pero a Neith se le revolvía algo en el interior.
-Yo no estoy tan segura de que puedan estar bien... quiero decir, pueden apañárselas, lo se, pero ya visteis lo que dijeron el hombre y la mujer esa... y si es verdad... si es peligroso... lo mejor seria estar todos juntos y... - su voz se fue apagando al ver que los demás, definitivamente no pretendían buscarles.
La chica que decía llamarse Alice empezó a cantar aun canción que Neith reconoció al instante. -¡Oh! Esa canción al escuchaba muchas veces cuando estaba en la playa! - Dijo emocionada. La verdad es que era algo bueno contar con mas gente de la tierra, por lo menos no se sentía tan... sola. Se puso al tararear la misma canción en bajito mientras caminaba, fijándose en las calles. La melodía parecía relajar la tensión que se respiraba en el aire de la ciudad.
Pero de pronto, todos pararon en seco. Y había un buen motivo. Las notas de la canción quedaron suspendidas en el aire y la poca tranquilidad que le habían dado, se esfumó con ellas.
-¿Que cojones es esto? - Fue lo único que consiguió decir.
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- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 01:56 pm
A pesar de lo desmejorado y dejado de los edificios, las calles eran estrechas y oscuras, con miles de cruces y desvíos. Caminaba casi al final del nutrido grupo, arrastrada por Alice, que tambien llevaba al chico enorme con pinta de adormilado. No participaba en ninguna conversación y casi se limitaba a sonreir con cortesía cuando le dirigían la palabra. Toda la situación le ponía nerviosa, y se movían demasiado lento para su gusto.
De pronto se dieron cuenta de que se habían separado del resto del grupo. << No... ¿Cuando?>> Marsi miró hacia atrás, a sus lados, por las esquinas. No había rastro de los demás, y todas las historias que el novio de su madre le había contado sobre los bosques le vinieron a la cabeza repentinamente.
-Sí, tenemos que seguir avazando. Pero creo que mejor deberíamos salir de aquí- dijo, tragándose los nervios- Este sitio es como un laberinto, podríamos pasarnos aquí horas. Lo mejor será buscar una avenida amplia orientarnos desde allí- propuso.
Alice y la otra chica, Neith, se pusieron a cantar y Marsi las miró con una expresión de incredulidad. ¿Se habían vuelto locas?
-¡Nada de canciones! Si es verdad que este sitio es peligroso no creo que atraer la atención hacia nosotros sea una buena idea.- descolgó el látigo de su cinturón y lo empuñó con seguridad- Vámonos...
Todos tenían claro que no debían separarse, por lo que andaron a buen paso y en relativamene poco tiempo salieron de las estrechas callejuelas de aquel barrio. Y fueron a parar a un lugar abierto... Una enorme brecha que había barrido todos los edificios a su paso.
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De pronto se dieron cuenta de que se habían separado del resto del grupo. << No... ¿Cuando?>> Marsi miró hacia atrás, a sus lados, por las esquinas. No había rastro de los demás, y todas las historias que el novio de su madre le había contado sobre los bosques le vinieron a la cabeza repentinamente.
-Sí, tenemos que seguir avazando. Pero creo que mejor deberíamos salir de aquí- dijo, tragándose los nervios- Este sitio es como un laberinto, podríamos pasarnos aquí horas. Lo mejor será buscar una avenida amplia orientarnos desde allí- propuso.
Alice y la otra chica, Neith, se pusieron a cantar y Marsi las miró con una expresión de incredulidad. ¿Se habían vuelto locas?
-¡Nada de canciones! Si es verdad que este sitio es peligroso no creo que atraer la atención hacia nosotros sea una buena idea.- descolgó el látigo de su cinturón y lo empuñó con seguridad- Vámonos...
Todos tenían claro que no debían separarse, por lo que andaron a buen paso y en relativamene poco tiempo salieron de las estrechas callejuelas de aquel barrio. Y fueron a parar a un lugar abierto... Una enorme brecha que había barrido todos los edificios a su paso.
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- Dal
Ficha de cosechado
Nombre: Alec (Alasdair)
Especie: Humano; Escocés.
Habilidades: Fuerza bruta, nociones de lucha y resistencia.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 02:02 pm
-Sí, pertenezco al ejercito, y respecto a los peligros.... sin armas no voy a poder hacer mucho, en este caso Marsi sería mucho más útil que yo, aunque su látigo esté tan obsoleto.
Justo entonces se dio la voz de alarma de que la mitad del grupo no estaba.
-Anda pues es verdad, falta la mitad,- dije encogiéndome de hombros,- seguro que están mas adelante, habrán girado y por eso no los vemos, algo lógico por que vamos como tortugas.- dije más para calmarme a mi misma que a los demás, estaba bastante preocupada por Ippon.- Por cierto, deberíais dejar de cantar, o vais a atraer todo lo peligroso que haya en esta ciudad y en este momento no os voy a poder proteger.
La pregunta de Talento al principio me descolocó, pero al poco entendí por que lo decía y no pude evitar reírme un poco.
-Verás,- contesté mientras me agarraba las tetas,- las hembras de mi especie, y supongo que las de la mayoría que están aquí, las usan para amamantar a nuestros bebes, crías si las quieres llamar así, supongo que las de tu especie ponen huevos, pues cuando nacen les dais de comer ¿no?. Nosotras hacemos lo mismo a través de esto,- y por fin me solté los pechos.
Seguimos adelante y cuando salimos de aquel laberinto no pude por mas que soltar un silbido de incredulidad.
-Guau.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Justo entonces se dio la voz de alarma de que la mitad del grupo no estaba.
-Anda pues es verdad, falta la mitad,- dije encogiéndome de hombros,- seguro que están mas adelante, habrán girado y por eso no los vemos, algo lógico por que vamos como tortugas.- dije más para calmarme a mi misma que a los demás, estaba bastante preocupada por Ippon.- Por cierto, deberíais dejar de cantar, o vais a atraer todo lo peligroso que haya en esta ciudad y en este momento no os voy a poder proteger.
La pregunta de Talento al principio me descolocó, pero al poco entendí por que lo decía y no pude evitar reírme un poco.
-Verás,- contesté mientras me agarraba las tetas,- las hembras de mi especie, y supongo que las de la mayoría que están aquí, las usan para amamantar a nuestros bebes, crías si las quieres llamar así, supongo que las de tu especie ponen huevos, pues cuando nacen les dais de comer ¿no?. Nosotras hacemos lo mismo a través de esto,- y por fin me solté los pechos.
Seguimos adelante y cuando salimos de aquel laberinto no pude por mas que soltar un silbido de incredulidad.
-Guau.
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- alpeca
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 03:03 pm
Escucho la respuesta de Surásara con atención.
-Vaya, así que es un método natural de alimentación de vuestras crías. ¿Y de ahí que tipo de alimento sale?
La chica violeta me responde de forma muy peculiar…creo que no me ha entendido. Cuando me pregunta cómo me llamo y mi deseo, sé que hablamos de cosas distintas.
-No, no, no me has entendido, el “deseo” es el modo de llamar a alguien…es decir, mi deseo es Talento, me llamo Talento. ¿Cómo te llamas tú, es decir, cuál es tu deseo?-no sé explicarme bien, quizá porque pertenecemos a culturas muy distintas.
Alguien comenta que falta la mitad del grupo. Miro alrededor, alertado, y veo que tienen razón. Una parte del grupo, que incluye a Lara y al bicho, ha desaparecido.
-No puede ser…¿ya han caído? No, es demasiado pronto…
Alzo el vuelo, dispuesto a elevarme por encima de las calles a ver si los detecto, pero me lo pienso dos veces y vuelvo a bajar. No hay nadie más que pueda volar aquí y que pueda cubrirme por si sale algo hostil.
-Espero que estén bien…-sobre todo Lara. Me gustaba su voz, y me gustaría que estuviera bien, por el bien de sus crías.
Seguimos avanzando, esta vez más alerta, y al poco salimos del laberinto de callejuelas…para ver un espectáculo grotesco.
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-Vaya, así que es un método natural de alimentación de vuestras crías. ¿Y de ahí que tipo de alimento sale?
La chica violeta me responde de forma muy peculiar…creo que no me ha entendido. Cuando me pregunta cómo me llamo y mi deseo, sé que hablamos de cosas distintas.
-No, no, no me has entendido, el “deseo” es el modo de llamar a alguien…es decir, mi deseo es Talento, me llamo Talento. ¿Cómo te llamas tú, es decir, cuál es tu deseo?-no sé explicarme bien, quizá porque pertenecemos a culturas muy distintas.
Alguien comenta que falta la mitad del grupo. Miro alrededor, alertado, y veo que tienen razón. Una parte del grupo, que incluye a Lara y al bicho, ha desaparecido.
-No puede ser…¿ya han caído? No, es demasiado pronto…
Alzo el vuelo, dispuesto a elevarme por encima de las calles a ver si los detecto, pero me lo pienso dos veces y vuelvo a bajar. No hay nadie más que pueda volar aquí y que pueda cubrirme por si sale algo hostil.
-Espero que estén bien…-sobre todo Lara. Me gustaba su voz, y me gustaría que estuviera bien, por el bien de sus crías.
Seguimos avanzando, esta vez más alerta, y al poco salimos del laberinto de callejuelas…para ver un espectáculo grotesco.
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- Baurus
Ficha de cosechado
Nombre: Baurus
Especie: Terrícola
Habilidades: Agilidad, Rapidez mental, Nociones de lucha
Personajes : Baurus Takanashi
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 08:59 pm
Parece que no me prestaron atención. Quizás no se dieron cuenta de que no soy del grupo. Una vez que lo dos desaparecieron, todo el grupo se empezó a alterar. Gritaban, se movían... Fue cuando parecía que ya tenían un rumbo fijo, cuando ya no sabía que hacer. Les sigo o... Quizás si sigo ocultándome entre ellos no se den cuenta. Es posible que me lleven a un sitio donde pueda conseguir comida, solamente eso. Y si deciden hablar conmigo simplemente tengo que actuar amigable. Eché un trago rápido de agua de la fuente, y corrí hacia el grupo de otakus disfrazados. Me percaté mientras de que aquel agua era extraña. Parecía agua, pero fue como si bebiera otra cosa... No le di importancia. Alcancé al grupo y me sorprendí cuando vi al muchacho disfrazado tan bajito. ¿Un niño aquí? Sus padres seguramente serán alguno de los del grupo. Iba detrás del grupo sin prestar ninguna atención a lo que decían. Al rato, todos se fueron volteando y hablando entre ellos. ¿Se habrán dado cuenta? No... No me miran a mi. Me volteé yo también, y entendí por que estaban así. La mitad del grupo había desaparecido. Intenté escuchar de que hablaban, sobre a la otra parte del grupo, y que tenían que salir de allí y buscar un "Torreón". No me importaba a donde, sabía que donde fueran habría comida, y que podría robar parte de ella y marcharme en cuanto pudiese.
Después de un tiempo llegamos a lo que parecía "La Casa de los Horrores". No estaba tan derruida como el resto de la ciudad, pero si daba sensación de antigua. Era un torreón alto, rodeado de muros y un foso. Un chaval que actuaba como un mono salvaje, entró primero como un poseso. ¿Qué neurona le falta a este? Los demás no parecen tan estúpidos como él. Me quedé dubitativo contemplando aquel gran torreón. ¿En serio tengo que entrar ahí? Me da muy mala espina... Pero bueno... Casi todos ya han entrado, debería hacerlo yo también. Antes de dar un primer paso hacia el torreón, me percaté de que todavía seguía medio desnudo. Mi camisa rasgada todavía estaba atada en mi pie entre la sábana. ¿Debería ponerme algo encima?... Nah, ellos van disfrazados, creo que lo suyo es peor.
Sigue en Torreón Maciel
Después de un tiempo llegamos a lo que parecía "La Casa de los Horrores". No estaba tan derruida como el resto de la ciudad, pero si daba sensación de antigua. Era un torreón alto, rodeado de muros y un foso. Un chaval que actuaba como un mono salvaje, entró primero como un poseso. ¿Qué neurona le falta a este? Los demás no parecen tan estúpidos como él. Me quedé dubitativo contemplando aquel gran torreón. ¿En serio tengo que entrar ahí? Me da muy mala espina... Pero bueno... Casi todos ya han entrado, debería hacerlo yo también. Antes de dar un primer paso hacia el torreón, me percaté de que todavía seguía medio desnudo. Mi camisa rasgada todavía estaba atada en mi pie entre la sábana. ¿Debería ponerme algo encima?... Nah, ellos van disfrazados, creo que lo suyo es peor.
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- Vlad
Ficha de cosechado
Nombre: Yrfylltabgemesh Ftethvajranotz Graktholontir
Especie: Auro
Habilidades: Nociones de Lucha, Artesanía, Puntería.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 09:40 pm
Yrfylltabgemesh escuchó las palabras del infraser con hostilidad y rabia creciente. ¿Con quién demonios se creía que estaba tratando aquel mindundi? ¿Con otro insecto lobotomizado como él?
-Malditoabortodeformedegarkleprosa tenvalorderepetirttusinmundasblasfemiasunavezmásyjuroporChernogaryporKral’parpato squeteevisceraréymefollaré tusindignosintestinosportuinsolencia-comenzó a despotricar el hagaloch, erizando su pelaje y retirando sus labios para sacar a relucir los dientes no incisivos, que resultaron ser colmillos de diferentes tamaños, aunque todos ellos excepcionalmente afilados.- Sóloalguienqueesincapazdehablartsin pararseapensarcadasuciasílabapuedeperdereltiempopronunciandounnombredeverdad heréticaladilladeforme Poresotúylosdetuvomitibaestirpederetasadosmentalesosllamáisentrevosotrosconeructosynombresacortados Yconrespectoalaesclavitud simplementepermitimosquelaproledelospurulentosgusanosentrelaquetecuentas hagaaquellostrabajosqueimpidenalosseresdeintelectosuperiorcentrarseenlaboreselevadas ¿Oacasoentuinsolenciacreesqueuninfraserconsemendeskranakx comotúpodríadedicarseaalgomáscomplejoqueservirasusseñores?-y, al terminar la inquisición, volvió a chasquear varias veces la lengua, como había hecho hasta entonces al finalizar cada pregunta, pero sin detener su frenético discurso.-Losquetenéisladesgraciadenoconocerunamoos veisobligaodsacorrerporlaselvaentaparrabos amerceddelasbestias
Sin mucho más que decir, y dado que no podía lanzársele al cuello y descuartizarlo, dado que parecía que el resto de infraseres se tomaban aquello como un trabajo de equipo, Yrfylltabgemesh decidió adelantarse en el grupo para ir a la cabeza.
Cuando, finalmente, perdieron a gran parte de los integrantes de la marcha, el hagaloch no se detuvo siquiera a reflexionar junto con el resto sobre el destino de sus compañeros.
-Noledesmásvueltas –le dijo a la muchacha de escasos pechos que recapacitaba sobre el resto de elegidos.-Estántodosmuertos Ynosotrosloestaremostambiénsinonosdamosprisa
-Malditoabortodeformedegarkleprosa tenvalorderepetirttusinmundasblasfemiasunavezmásyjuroporChernogaryporKral’parpato squeteevisceraréymefollaré tusindignosintestinosportuinsolencia-comenzó a despotricar el hagaloch, erizando su pelaje y retirando sus labios para sacar a relucir los dientes no incisivos, que resultaron ser colmillos de diferentes tamaños, aunque todos ellos excepcionalmente afilados.- Sóloalguienqueesincapazdehablartsin pararseapensarcadasuciasílabapuedeperdereltiempopronunciandounnombredeverdad heréticaladilladeforme Poresotúylosdetuvomitibaestirpederetasadosmentalesosllamáisentrevosotrosconeructosynombresacortados Yconrespectoalaesclavitud simplementepermitimosquelaproledelospurulentosgusanosentrelaquetecuentas hagaaquellostrabajosqueimpidenalosseresdeintelectosuperiorcentrarseenlaboreselevadas ¿Oacasoentuinsolenciacreesqueuninfraserconsemendeskranakx comotúpodríadedicarseaalgomáscomplejoqueservirasusseñores?-y, al terminar la inquisición, volvió a chasquear varias veces la lengua, como había hecho hasta entonces al finalizar cada pregunta, pero sin detener su frenético discurso.-Losquetenéisladesgraciadenoconocerunamoos veisobligaodsacorrerporlaselvaentaparrabos amerceddelasbestias
Sin mucho más que decir, y dado que no podía lanzársele al cuello y descuartizarlo, dado que parecía que el resto de infraseres se tomaban aquello como un trabajo de equipo, Yrfylltabgemesh decidió adelantarse en el grupo para ir a la cabeza.
Cuando, finalmente, perdieron a gran parte de los integrantes de la marcha, el hagaloch no se detuvo siquiera a reflexionar junto con el resto sobre el destino de sus compañeros.
-Noledesmásvueltas –le dijo a la muchacha de escasos pechos que recapacitaba sobre el resto de elegidos.-Estántodosmuertos Ynosotrosloestaremostambiénsinonosdamosprisa
¿Qué es más divertido que matar a un bebé en una batidora?
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
06/08/13, 11:28 pm
Antes de adentrarse dentro de la maraña de calles de nuevo, Xalkoth se había asegurado de comprobar cuánto se había desplazado el sol desde la ultima vez que habían estado allí, para así poder corregir posibles variaciones en su orientación, además de comprobar la posición de la cosa voladora-parlanchina. Debería ser capaz de localizarla entre las calles con estos datos, y si no lo lograba se subiría a algún edificio para volver a localizarla.
Avanzaba a buen ritmo y a la cabeza. Esta vez se había asegurado de que estuvieran con él antes de meterse, y que no se perdiera la mitad de nuevo, pero no se había fijado tanto como para comprobar quienes venían y quienes no. Para él solo eran “el grupo”.
Tras avanzar por varias calles laberínticas, el grupo acabó desembocando en una plazoleta, donde el trasto que buscaban estaba dejando caer las cestas de las que habían hablado los de la fuente. Luego de dejarlas caer todas, el cuenco gigante volador abandonó el lugar junto con su peculiar piloto.
-Bueno, dijeron que buscáramos los torreones y las cestas. Pues ya hemos encontrado las dos cosas. Ahora veamos que es lo que tienen dentro-
Sin esperar a nada más, el clinger se acercó a las cestas, y rápidamente comenzó a curiosear el contenido de la más cercana. -¡Comida! Perfecto. Problema del hambre solucionado- Fue observando lo que había para comer. Algunas cosas las identificaba, otras no, pero hubo algo en concreto que no solo identificó, sino que le fascinó de tal forma que le había hecho poner los ojos como platos si no fueran compuestos.
-¡Halaaaaa...!- Xalkoth se había quedado boquiabierto, sujetando una manzana como si fuera una pequeña obra de arte. -¡Fruta en miniatura*! ¿Cómo habrán conseguido que sean tan pequeñas?-
*: En Dryfus las frutas suelen ser tan grandes como un coche, incluso las hay mayores.
Avanzaba a buen ritmo y a la cabeza. Esta vez se había asegurado de que estuvieran con él antes de meterse, y que no se perdiera la mitad de nuevo, pero no se había fijado tanto como para comprobar quienes venían y quienes no. Para él solo eran “el grupo”.
Tras avanzar por varias calles laberínticas, el grupo acabó desembocando en una plazoleta, donde el trasto que buscaban estaba dejando caer las cestas de las que habían hablado los de la fuente. Luego de dejarlas caer todas, el cuenco gigante volador abandonó el lugar junto con su peculiar piloto.
-Bueno, dijeron que buscáramos los torreones y las cestas. Pues ya hemos encontrado las dos cosas. Ahora veamos que es lo que tienen dentro-
Sin esperar a nada más, el clinger se acercó a las cestas, y rápidamente comenzó a curiosear el contenido de la más cercana. -¡Comida! Perfecto. Problema del hambre solucionado- Fue observando lo que había para comer. Algunas cosas las identificaba, otras no, pero hubo algo en concreto que no solo identificó, sino que le fascinó de tal forma que le había hecho poner los ojos como platos si no fueran compuestos.
-¡Halaaaaa...!- Xalkoth se había quedado boquiabierto, sujetando una manzana como si fuera una pequeña obra de arte. -¡Fruta en miniatura*! ¿Cómo habrán conseguido que sean tan pequeñas?-
*: En Dryfus las frutas suelen ser tan grandes como un coche, incluso las hay mayores.
- Leonart
Ficha de cosechado
Nombre: Reina Tomoe
Especie: Humana, Asiática
Habilidades: Punteria, Reflejos, Oido MusicalPersonajes : Nia: Nayade
Toima: Argos Magnetico
Kudryavka: Vánara
Basilisco de Un Solo Ojo Cizaña
Lorenzo: Centauro
Reina: Cosechada
Heridas/enfermedades :- Heridas:
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/08/13, 12:07 am
El chico entonces, se quedó esperando fuera a que los dos irrenses salieran por la puerta y atravesasen el muro, juntos de nuevo. El clinger se habia adelantado, pero se habia parado unos instantes para comprobar si de verdad le seguian. El aprendiz le hizo una mueca en la distancia, sacándole la lengua y entonces apremió a los otros dos.
-¡Aprisa! ¡No quiero perder otra carrera contra el tentomon este!-dijo y a continuación, aprovechó un desnivel para saltar sobre una fachada y escalar el resto. Con todos los escombros que habia por la calle y las desventajas de tener que guiarse por ellas, el ruso ya habia deducido que él avanzaria más rapido usando los tejados y balcones para moverse, de salto en salto. Se acuclilló en un saliente y esperó a que los otros dos aparecieran al otro lado de la calle. Con una risotada les volvió a apremiar.
-¡Venga lentorros! ¡Trabajemos esas piernas! Uno, dos, uno, dos.-les dijo con otra bramante sonrisa pero un deje bromista en su voz.-¡Y no me digais que los irrenses son más de carreras cortas!-
Se dio cuenta entonces de la dificultad del irrense con un solo brazo mecánico. Parecia costarle respirar y aquel ejercicio físico, por mínimo que fuera, era bastante más de lo que habia hecho en toda su vida. El joven humano dudó si bajar a ayudarle, aunque estaba el otro chico abajo, por si llegara a pasarle algo. Intentó, por lo menos animar al Edward Elric en baja forma.
-¡Vamos, hombre! ¡Ya queda poco! ¡Se puede ver la bañera desde aqui!-dijo y entonces alzó la cara para mirar el horizonte, poniendose una mano de visera. El insectoide no tenia piedad alguna e iba a su propio ritmo, ya bastante más lejos de donde estaban ahora.
>> ¿Porqué te estas preocupando por los otros dos? Deberias dejarles a su suerte y ganar la carrera ya, como estas deseando.
La intervención repentina del bufón le sacó de sus casillas, haciendole resbalar al saltar de un balcón a otro tejado más bajo. Por suerte, pudo agarrarse a un canalillo duro y se consiguo elevar de nuevo, recomponiendo su paso através de los tejados, siempre alerta y con cuidado por las posibles ruinas que podrian ser.
>>¡Si, tiene razón! ¡Estarán bien, si de verdad son alquimistas!
Duda en el rostro del ruso, mientras se giraba entre perseguir al insecto o ayudar a los irrenses. Finalmente, se descolgó por uno de los balcones y aterrizó en mitad de la calle, rodando al final de la caida para minimizar el impacto. Se reunió con los dos chicos en el tramo final, donde ya se podia apreciar las cestas colocadas en la calle y caminó a su ritmo, a veces dando saltitos entre las losas del suelo.
-Me he cansado de andar entre los tejados.-mintió, pero tampoco se podia apreciar diferencia de su tono habitual.
>>Oh... Ya veo...
El clinger ya habia llegado y, para su sorpresa, exclamó un detalle que no se le pasó por alto al joven aprendiz.
-¡Si son tan pequeñas, probablemente esten photoshopeadas, Xspecial!-le explicó a distancia. Para cuando se reunieron con él, el ruso no pudo encontrar ninguna fruta diminuta, pero si a un alienigena sujetando una manzana como si fuera lo más cuco del mundo.
-Tooooooooooodos locos...-musitó mientras empezó a comprobar el contenido de las cestas, sorprendiendose y maravillandose a partes iguales. Más de una vez se encontró con algo que no se comeria ni muerto de hambre, pero tambien se encontró con cosas que no reconocia y que debian de ser o comida local o comida alienigena, como bien pudo intuir. Finalmente se cargó con todas las cestas que pudo y se dispuso a salir.
-¡Coged todo lo que podais y rápido! ¡Me estoy muriendo de hambre y quiero volver cuanto antes!-y, como si su estómago le hubiera oido, profirió un potente gruñido en ese momento, haciendo que el humano se encogiese durante unos instantes y les mirase con una mirada implorante para que volvieran de una vez.
-¡Aprisa! ¡No quiero perder otra carrera contra el tentomon este!-dijo y a continuación, aprovechó un desnivel para saltar sobre una fachada y escalar el resto. Con todos los escombros que habia por la calle y las desventajas de tener que guiarse por ellas, el ruso ya habia deducido que él avanzaria más rapido usando los tejados y balcones para moverse, de salto en salto. Se acuclilló en un saliente y esperó a que los otros dos aparecieran al otro lado de la calle. Con una risotada les volvió a apremiar.
-¡Venga lentorros! ¡Trabajemos esas piernas! Uno, dos, uno, dos.-les dijo con otra bramante sonrisa pero un deje bromista en su voz.-¡Y no me digais que los irrenses son más de carreras cortas!-
Se dio cuenta entonces de la dificultad del irrense con un solo brazo mecánico. Parecia costarle respirar y aquel ejercicio físico, por mínimo que fuera, era bastante más de lo que habia hecho en toda su vida. El joven humano dudó si bajar a ayudarle, aunque estaba el otro chico abajo, por si llegara a pasarle algo. Intentó, por lo menos animar al Edward Elric en baja forma.
-¡Vamos, hombre! ¡Ya queda poco! ¡Se puede ver la bañera desde aqui!-dijo y entonces alzó la cara para mirar el horizonte, poniendose una mano de visera. El insectoide no tenia piedad alguna e iba a su propio ritmo, ya bastante más lejos de donde estaban ahora.
>> ¿Porqué te estas preocupando por los otros dos? Deberias dejarles a su suerte y ganar la carrera ya, como estas deseando.
La intervención repentina del bufón le sacó de sus casillas, haciendole resbalar al saltar de un balcón a otro tejado más bajo. Por suerte, pudo agarrarse a un canalillo duro y se consiguo elevar de nuevo, recomponiendo su paso através de los tejados, siempre alerta y con cuidado por las posibles ruinas que podrian ser.
>>¡Si, tiene razón! ¡Estarán bien, si de verdad son alquimistas!
Duda en el rostro del ruso, mientras se giraba entre perseguir al insecto o ayudar a los irrenses. Finalmente, se descolgó por uno de los balcones y aterrizó en mitad de la calle, rodando al final de la caida para minimizar el impacto. Se reunió con los dos chicos en el tramo final, donde ya se podia apreciar las cestas colocadas en la calle y caminó a su ritmo, a veces dando saltitos entre las losas del suelo.
-Me he cansado de andar entre los tejados.-mintió, pero tampoco se podia apreciar diferencia de su tono habitual.
>>Oh... Ya veo...
El clinger ya habia llegado y, para su sorpresa, exclamó un detalle que no se le pasó por alto al joven aprendiz.
-¡Si son tan pequeñas, probablemente esten photoshopeadas, Xspecial!-le explicó a distancia. Para cuando se reunieron con él, el ruso no pudo encontrar ninguna fruta diminuta, pero si a un alienigena sujetando una manzana como si fuera lo más cuco del mundo.
-Tooooooooooodos locos...-musitó mientras empezó a comprobar el contenido de las cestas, sorprendiendose y maravillandose a partes iguales. Más de una vez se encontró con algo que no se comeria ni muerto de hambre, pero tambien se encontró con cosas que no reconocia y que debian de ser o comida local o comida alienigena, como bien pudo intuir. Finalmente se cargó con todas las cestas que pudo y se dispuso a salir.
-¡Coged todo lo que podais y rápido! ¡Me estoy muriendo de hambre y quiero volver cuanto antes!-y, como si su estómago le hubiera oido, profirió un potente gruñido en ese momento, haciendo que el humano se encogiese durante unos instantes y les mirase con una mirada implorante para que volvieran de una vez.
す 争 基 ま
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
べ は づ す
て 欺 い 。
の 瞞 て
戦 に い
— Poema de Despedida Japonés (Anónimo, Sin Datar)
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/08/13, 12:52 am
Archime intentó seguir el ritmo de Shaco en un primer momento, ya que el de Xalkoth era completamente imposible, pero a los pocos metros de caminar a un paso apresurado para la inexistente forma física del irrense se encontraba jadeando y llevándose el brazo izquierdo al pecho mientras se inclinaba sobre sí mismo.
Alzó la cabeza cuando Shaco gritó para infundirle ánimo e hizo un esfuerzo por recuperar un poco el ritmo que tan sólo lo hizo jadear más. Ni siquiera estaba haciendo fotos ni apenas podía fijarse en el camino que tomaban, ya que le costaba tomar aliento y tenía que centrarse en su propia respiración. Archime todavía no lo sabía, pero estaba experimentando el inicio de un, por ahora, leve ataque de asma.
Llegó retrasado a las cestas, ayudado por Cío en los últimos metros, sin ser capaz siquiera de prestar atención a la conversación que Xalkoth y Shaco estaban manteniendo acerca del tamaño de unas frutas. El irrense se paró cerca de las susodichas cestas, jadeante y doblándose por la mitad. Permaneció con los brazos sobre sus rodillas, con estas flexionadas, tomando aliento. Cuando consiguió recuperarlo en parte, se irguió y se subió las gafas, esta vez porque realmente se le habían escurrido.
Observó los distintos alimentos que había en las cestas. Parecía constar de una dieta considerablemente variada, aunque había varios elementos desconocidos para él en ellas. Calculó que aquellos víveres serían suficientes para quizás dos días, aunque desconocía cuántas calorías entrañaba la dieta de las distintas especies que conformaba aquel grupo. Después se preocupó porque recordó a los cinco vástagos de Lara 37, todavía desconocedor de si aún eran lactantes o ya se alimentaban independientemente de su madre. Con cinco bocas más aquella comida no era suficiente. Y desde luego era una cantidad muy deficiente si el grupo estuviese formado por las diecinueve personas elegidas, lo que le llevó a pensar que aquel no debía ser el único punto de abastecimiento. Tenía sentido teniendo en cuenta que su torreón no debía ser el único al haber utilizado el plural cuando se refirieron a los refugios.
Su estómago se quejó con urgencia y deseaba dar cuenta de alguno de aquellos alimentos que no necesitaban preparación previa, pero la lógica le decía que debían volver al torreón y repartir adecuadamente la comida entre todos, además de preguntarle a Lara 37 acerca de la nutrición de sus hijos. Había varias cestas, y de pronto se dio cuenta de que debería llevar alguna. Miró hacia los lados con preocupación mientras escogía la que había calculado que era la menos pesada.
—Debemos regresar —estableció en voz alta.
Su afirmación se debía a que sentía que necesitaba comer prontamente, no porque creyese que corrían peligro. No había sucedido nada y una parte de su mente se relajó un tanto a ese respecto. Tal vez las armas estuviesen en el torreón por otro motivo. O eso quería creer, aunque nunca reconocería que estaba tratando de anteponer una preferencia fruto de la inquietud ante un razonamiento lógico.
Alzó la cabeza cuando Shaco gritó para infundirle ánimo e hizo un esfuerzo por recuperar un poco el ritmo que tan sólo lo hizo jadear más. Ni siquiera estaba haciendo fotos ni apenas podía fijarse en el camino que tomaban, ya que le costaba tomar aliento y tenía que centrarse en su propia respiración. Archime todavía no lo sabía, pero estaba experimentando el inicio de un, por ahora, leve ataque de asma.
Llegó retrasado a las cestas, ayudado por Cío en los últimos metros, sin ser capaz siquiera de prestar atención a la conversación que Xalkoth y Shaco estaban manteniendo acerca del tamaño de unas frutas. El irrense se paró cerca de las susodichas cestas, jadeante y doblándose por la mitad. Permaneció con los brazos sobre sus rodillas, con estas flexionadas, tomando aliento. Cuando consiguió recuperarlo en parte, se irguió y se subió las gafas, esta vez porque realmente se le habían escurrido.
Observó los distintos alimentos que había en las cestas. Parecía constar de una dieta considerablemente variada, aunque había varios elementos desconocidos para él en ellas. Calculó que aquellos víveres serían suficientes para quizás dos días, aunque desconocía cuántas calorías entrañaba la dieta de las distintas especies que conformaba aquel grupo. Después se preocupó porque recordó a los cinco vástagos de Lara 37, todavía desconocedor de si aún eran lactantes o ya se alimentaban independientemente de su madre. Con cinco bocas más aquella comida no era suficiente. Y desde luego era una cantidad muy deficiente si el grupo estuviese formado por las diecinueve personas elegidas, lo que le llevó a pensar que aquel no debía ser el único punto de abastecimiento. Tenía sentido teniendo en cuenta que su torreón no debía ser el único al haber utilizado el plural cuando se refirieron a los refugios.
Su estómago se quejó con urgencia y deseaba dar cuenta de alguno de aquellos alimentos que no necesitaban preparación previa, pero la lógica le decía que debían volver al torreón y repartir adecuadamente la comida entre todos, además de preguntarle a Lara 37 acerca de la nutrición de sus hijos. Había varias cestas, y de pronto se dio cuenta de que debería llevar alguna. Miró hacia los lados con preocupación mientras escogía la que había calculado que era la menos pesada.
—Debemos regresar —estableció en voz alta.
Su afirmación se debía a que sentía que necesitaba comer prontamente, no porque creyese que corrían peligro. No había sucedido nada y una parte de su mente se relajó un tanto a ese respecto. Tal vez las armas estuviesen en el torreón por otro motivo. O eso quería creer, aunque nunca reconocería que estaba tratando de anteponer una preferencia fruto de la inquietud ante un razonamiento lógico.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/08/13, 01:23 am
Por mucho que para los estándares de su mundo no se encontrase en baja forma, seguir a aquellos dos locos era imposible. Del bicho ya se esperaba cualquier cosa, pero el otro le sorprendió trepando a los tejados, ganando con ello un poco de admiración y hasta dándole envidia. «¿Cómo puede hacer eso?».
Sus propios jadeos y pasos al principio no le dejaron escuchar como el biomecánico se iba quedando atrás, hasta que le dio por girarse cuando el de los tejados se bajó y rodó por el suelo, gracias a poder reducir por fin la marcha. Se paró en seco y miró cómo seguía avanzando a duras penas.
—No sé qué os cuesta esperar, no hay prisa por… —El gritón ya se había adelantado siguiendo al insecto, y se quedó hablando solo. Aquellos chicos eran como un dolor de muelas—. ¿Vas bien, Arti? —le preguntó al irrense. Se le veía tan perjudicado que terminó poniéndose a su espalda y empujándole con una mano. «No sé para qué sale si no puede ni dar dos pasos»—. Vamos, apura.
Los otros dos ya habían llegado a las cestas y curioseaban su contenido. Ellos tardaron un poco más, y al llegar a la plaza Cío dejó a Archi tomando aire y cogió una cesta en cada brazo. Por lo que parecía había alimentos bastante normales dentro, aunque exóticos muchos de ellos, como los vegetales.
—Espero que ahora no haya que volver corriendo —comentó son sorna después de que Archi hablara, dirigiéndose al bicho y al que saltaba por los tejados.
Al empezar el camino de regreso, se metió una pequeña fruta en la boca. Se había ido fijando en el camino recorrido, pero era laberíntico. Tenían suerte de que el insecto los pudiese guiar con tanta facilidad.
Sigue en el Torreón Maciel.
Sus propios jadeos y pasos al principio no le dejaron escuchar como el biomecánico se iba quedando atrás, hasta que le dio por girarse cuando el de los tejados se bajó y rodó por el suelo, gracias a poder reducir por fin la marcha. Se paró en seco y miró cómo seguía avanzando a duras penas.
—No sé qué os cuesta esperar, no hay prisa por… —El gritón ya se había adelantado siguiendo al insecto, y se quedó hablando solo. Aquellos chicos eran como un dolor de muelas—. ¿Vas bien, Arti? —le preguntó al irrense. Se le veía tan perjudicado que terminó poniéndose a su espalda y empujándole con una mano. «No sé para qué sale si no puede ni dar dos pasos»—. Vamos, apura.
Los otros dos ya habían llegado a las cestas y curioseaban su contenido. Ellos tardaron un poco más, y al llegar a la plaza Cío dejó a Archi tomando aire y cogió una cesta en cada brazo. Por lo que parecía había alimentos bastante normales dentro, aunque exóticos muchos de ellos, como los vegetales.
—Espero que ahora no haya que volver corriendo —comentó son sorna después de que Archi hablara, dirigiéndose al bicho y al que saltaba por los tejados.
Al empezar el camino de regreso, se metió una pequeña fruta en la boca. Se había ido fijando en el camino recorrido, pero era laberíntico. Tenían suerte de que el insecto los pudiese guiar con tanta facilidad.
Sigue en el Torreón Maciel.
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
07/08/13, 03:04 am
Le llevó un rato a Xalkoth dejar de contemplar la manzana con cara de embobado, y para cuando lo hizo varios ya habían cogido cestas para ir llevándolas al torreón. Él no iba a ser menos y agarró dos que le parecieron lo bastante pesadas como para ir llenas pero no lo bastante como para que le cansaran demasiado.
Había pensado en volver al mismo ritmo con el que había llegado, pero la velocidad del resto del grupo era bastante menor. Se volvió preguntándose la razón de su lentitud, que resultó ser el cansancio.
Eso al clinger no le encajó. Un trayecto como el que habían hecho no podía haber minado sus fuerzas con tanta facilidad, a menos que su forma física fuera inferior a la suya propia. “¿Será que sus especies no tienen tanto aguante?” La idea de que pudieran estar en mala forma física le era impensable. Después de todo en su mundo nadie sobrevivía mucho tiempo si no se entrenaba.
Aparte de la evidente lentitud también detectó que el más bajito de los tres se encontraba peor de lo normal, y después de observarlo caminar durante un rato acabó por concluir, muy a su pesar, que no era conveniente que el chico cargara con peso.
Aquello no le gustaba nada al clinger. Sin duda todo el recorrido iba a llevarles más tiempo del que había previsto y comenzaba a darse cuenta de que, salvo por el naranjito, el resto de los integrantes del grupo no habían estado preparados para llevar esta búsqueda con una eficiencia adecuada. Todo lo que le quedaba era reorganizar la marcha como pudiera sin perder ni cestas ni personas, y eso implicaba ir más despacio, y por lo tanto tardar más.
-Parad todos- Cuando le hubieron hecho caso soltó las cestas y cogió la que llevaba el más bajito sin admitir ninguna réplica.
-Naranjito, vas a llevar esta cesta también- Le dijo a Shaco mientras le pasaba la cesta de Archi. -Él no está en condiciones de cargar peso. Y tú, el de los dos brazos metálicos. Échale un ojo, y si ves que empeora dilo- No esperaba tener que organizarlos él a todos. Se suponía que todos estaban preparados y se organizarían por su cuenta, pero cuanto más se fijaba menos parecía que fueran capaces de ello. El naranja era el único que parecía poder llevar el ritmo, pero su forma de hacer las cosas era demasiado errática, y consumía energía inútilmente en cosas como escaladas innecesarias.
Decidió reanudar la marcha. Esta vez a un ritmo más pausado, que debería ser el adecuado para todo el grupo. Un ritmo que él consideraba lento y aburrido. Y tuvo que contenerse varias veces para no echar a correr por algún ataque de impaciencia.
Sigue en el Torreón Maciel.
Había pensado en volver al mismo ritmo con el que había llegado, pero la velocidad del resto del grupo era bastante menor. Se volvió preguntándose la razón de su lentitud, que resultó ser el cansancio.
Eso al clinger no le encajó. Un trayecto como el que habían hecho no podía haber minado sus fuerzas con tanta facilidad, a menos que su forma física fuera inferior a la suya propia. “¿Será que sus especies no tienen tanto aguante?” La idea de que pudieran estar en mala forma física le era impensable. Después de todo en su mundo nadie sobrevivía mucho tiempo si no se entrenaba.
Aparte de la evidente lentitud también detectó que el más bajito de los tres se encontraba peor de lo normal, y después de observarlo caminar durante un rato acabó por concluir, muy a su pesar, que no era conveniente que el chico cargara con peso.
Aquello no le gustaba nada al clinger. Sin duda todo el recorrido iba a llevarles más tiempo del que había previsto y comenzaba a darse cuenta de que, salvo por el naranjito, el resto de los integrantes del grupo no habían estado preparados para llevar esta búsqueda con una eficiencia adecuada. Todo lo que le quedaba era reorganizar la marcha como pudiera sin perder ni cestas ni personas, y eso implicaba ir más despacio, y por lo tanto tardar más.
-Parad todos- Cuando le hubieron hecho caso soltó las cestas y cogió la que llevaba el más bajito sin admitir ninguna réplica.
-Naranjito, vas a llevar esta cesta también- Le dijo a Shaco mientras le pasaba la cesta de Archi. -Él no está en condiciones de cargar peso. Y tú, el de los dos brazos metálicos. Échale un ojo, y si ves que empeora dilo- No esperaba tener que organizarlos él a todos. Se suponía que todos estaban preparados y se organizarían por su cuenta, pero cuanto más se fijaba menos parecía que fueran capaces de ello. El naranja era el único que parecía poder llevar el ritmo, pero su forma de hacer las cosas era demasiado errática, y consumía energía inútilmente en cosas como escaladas innecesarias.
Decidió reanudar la marcha. Esta vez a un ritmo más pausado, que debería ser el adecuado para todo el grupo. Un ritmo que él consideraba lento y aburrido. Y tuvo que contenerse varias veces para no echar a correr por algún ataque de impaciencia.
Sigue en el Torreón Maciel.
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades:
Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
09/08/13, 02:54 am
¿Es que ser especial venía a equivaler a ser el menú especial en aquella ciudad?, era la pregunta que probablemente se habría hecho Taro de verse en un estado mental menos precario. ¿A qué había venido toda aquella cháchara de despertar potenciales si lo único que había a su llegada eran unas ruinas pobladas por lo que parecían los monstruos de los seriales de serie B que echaban los sábados por la noche?* (a consecuencia de las puntuaciones mediocres de Taro su televisión no tenía los permisos para sintonizar canales mucho más sofisticados)
"No entiendo nada", era el único pensamiento más o menos articulado que cruzaba por su mente. El carabés solo pensaba en correr lo más rápido que podía, encaramándose a los escombros que encontraba por el camino y saltando desde ellos si encontraba asidero firme, con el objetivo de cambiar de una calle a otra en un intento de despistar a su perseguidor. Un derrape lateral semejante a una rueda le permitía amortiguar los impactos con el suelo con el malgasto mínimo de tiempo. Rodar trasladaba el impulso de la caída a un movimiento circular que le ayudaba a volver a incorporarse para seguir corriendo.
Estaba acostumbrado a carreras frenéticas de ese tipo, pero con las dos diferencias sustanciales de que solían ser en terrenos conocidos previamente y que por lo general no solía perseguirle nadie. Y una tercera diferencia bien podía constituirla el hecho de que aun de darse el caso de que le persiguieran reguladores por colarse donde no debía, por lo general éstos no tenían cinco metros.
El asfixiante entramado de tejados prácticamente pegados entre sí le impedía ver a ras de suelo a qué distancia de él se encontraba el titán deforme. Taro chasqueó la lengua, con apenas una chispa de contrariedad y todo un mar de terror por la posibilidad de que la amenaza estuviese a apenas un edificio de distancia. Pensó rápido y decidió encaramarse a un balcón enrejado que había cerca para comprobarlo y volver a salir escopetado.
Hizo fuerza con los brazos para izarse, y con los pies ahora también apoyados en las rejas oteó la distancia en busca del engendro, en una postura que le permitiría saltar rápidamente de nuevo al suelo sin necesitar segundos de más. Dos motas de color emergieron de una calle aledaña, a las que identificó como la pareja de antes, y en ese momento corrían en su dirección.
[*Tengan la bondad de entenderlo en términos carabeses. No son horas de la noche para ponerme a inventar nombres de días de la semana.]
"No entiendo nada", era el único pensamiento más o menos articulado que cruzaba por su mente. El carabés solo pensaba en correr lo más rápido que podía, encaramándose a los escombros que encontraba por el camino y saltando desde ellos si encontraba asidero firme, con el objetivo de cambiar de una calle a otra en un intento de despistar a su perseguidor. Un derrape lateral semejante a una rueda le permitía amortiguar los impactos con el suelo con el malgasto mínimo de tiempo. Rodar trasladaba el impulso de la caída a un movimiento circular que le ayudaba a volver a incorporarse para seguir corriendo.
Estaba acostumbrado a carreras frenéticas de ese tipo, pero con las dos diferencias sustanciales de que solían ser en terrenos conocidos previamente y que por lo general no solía perseguirle nadie. Y una tercera diferencia bien podía constituirla el hecho de que aun de darse el caso de que le persiguieran reguladores por colarse donde no debía, por lo general éstos no tenían cinco metros.
El asfixiante entramado de tejados prácticamente pegados entre sí le impedía ver a ras de suelo a qué distancia de él se encontraba el titán deforme. Taro chasqueó la lengua, con apenas una chispa de contrariedad y todo un mar de terror por la posibilidad de que la amenaza estuviese a apenas un edificio de distancia. Pensó rápido y decidió encaramarse a un balcón enrejado que había cerca para comprobarlo y volver a salir escopetado.
Hizo fuerza con los brazos para izarse, y con los pies ahora también apoyados en las rejas oteó la distancia en busca del engendro, en una postura que le permitiría saltar rápidamente de nuevo al suelo sin necesitar segundos de más. Dos motas de color emergieron de una calle aledaña, a las que identificó como la pareja de antes, y en ese momento corrían en su dirección.
[*Tengan la bondad de entenderlo en términos carabeses. No son horas de la noche para ponerme a inventar nombres de días de la semana.]
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- InvitadoInvitado
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
09/08/13, 04:13 am
El engendro en plena carrera dio una patada a la pareja sinhadre al cruzarse con ellos en la carrera y no poder detenerse. Por suerte para ellos más que sus cuerpos pateó el suelo bajo sus pies, y ambos salieron volando junto con un puñado de adoquines y escombros. Al pisar de nuevo para seguir con su carrera, tropezó y cayó sobre un edificio, que resultó ser el mismo edificio al que se había subido Taro. La cabeza del monstruo quedó a escasos centímetros del chico. Permaneció como insconsciente unos instantes, hasta que abrió los ojos de golpe y el carabense pudo verse a sí mismo reflejado en las pupilas del monstruo.
- Alicia
Ficha de cosechado
Nombre: Siete
Especie: Idris
Habilidades: oido musical, orientación, reflejos
Personajes :- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
- Ri:Tengu. Aurva albina, 18 años. 170 cm
- Nero:Sin esencia, edeel. 18 años, 175 cm.
- Siete: idrino cosechado. 18 años. 172 cm.
Heridas/enfermedades : Cicatrices desiguales con forma de arañazo en los gemelos, que se extienden hacia la parte frontal de la pierna. Más anchas y verticales en la pierna derecha.
Status : So. FLUFFY.- Seon: aurva soñadora, 20 años. 163 cm
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
09/08/13, 01:18 pm
Taro había desaparecido rápidamente entre las callejuelas y había sido imposible seguirlo. La buena forma física de ambos sinhadres los mantenía corriendo, pero no parecían ser lo suficicientemente rápidos para las piernas largas de aquella mole, que resultaba mas bien torpe, pero a la que el tamaño le suponía una gran ventaja. Una patada en el suelo los lanzó contra una pared cercana cuando doblaban por una esquina, acompañados de un buen puñado de adoquines. Un escombró golpeó el hombro de Nero, que ya se había mordido el labio en el impacto y lo tenía hinchado y sangrante. Ri tenía una herida en la sien, un pedrusco le había dado bajo el pecho y dejado sin respiración (quizás roto una costilla), y cuando la adrenalina ya no mantuviese el corazón entre sus orejas se daría cuenta de que le dolía el tobillo.
Un edificio cercano se derrumbó bajo el peso del monstruo después de que tropezara, haciendo que ambos levantasen la vista. Taro había reaparecido y estaba a un bocado de distancia del gigante.
- ¡Patada a los ojos y corre!- gritó Anriel en su dirección. No había manera de llegar a tiempo para hacerlo por si misma. Rebuscó a su alrededor, y vio que Nero había tenido una idea similar. El chico agarró una losa rota y se la clavó el los tobillos con todas sus fuerzas a su perseguidor. No tardó en apartarse por si las moscas.
Un edificio cercano se derrumbó bajo el peso del monstruo después de que tropezara, haciendo que ambos levantasen la vista. Taro había reaparecido y estaba a un bocado de distancia del gigante.
- ¡Patada a los ojos y corre!- gritó Anriel en su dirección. No había manera de llegar a tiempo para hacerlo por si misma. Rebuscó a su alrededor, y vio que Nero había tenido una idea similar. El chico agarró una losa rota y se la clavó el los tobillos con todas sus fuerzas a su perseguidor. No tardó en apartarse por si las moscas.
-
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astuciaPersonajes :- DL/Dédalo: Cambiante, foner
- Dhelian/Evelhan Kaw: Brugho, daeliciano
- Samika: Evaki, humana
- Pelusa (Pam): Spriggan, Mona del queso.
- Rua: Unicornio Humana, Sueca. 1,76 sin plataformas.
Armas :- DL/Dédalo: Espada, magia y sus cambios
- Dhelian/Evelhan Kaw: Magia y estirges
- Samika: Puñetazos y patadas
- Pelusa (Pam): Cuchillo pelapapas y una honda con piedras
- DL/Dédalo: Cambiante, foner
Re: Barrio de los Callejones sin Salida
09/08/13, 04:17 pm
Tras la desaparición de la mitad de grupo sin razón aparente, hubo cierta preocupación general que termino convirtiéndose en una invitación mas que clara de buscar refugio antes de nada. Necesitaban un techo así como agua y comida antes de poder pensar en lo que les había pasado a los faltantes y fue en lo que intento concentrarse Dhelian tras mantener aquella corta conversación con la daeliciana, asegurándose de mantenerse cerca del centro del grupo mientras iba recorriendo aquellos callejones interminables y laberínticos en busca de un buen sitio donde poder quedarse.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Sigue en la Cicatriz de Arax.
Invitado, sueñas con un mundo perfecto...
...tu paraíso personal...
...donde lloras tu imperfecta realidad
- Spoiler:
- Rua habla = #9932CC
Rua piensa = #CD5C5C
Dédalo piensa = #FFFAFA
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