Discurso de bienvenida
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Poblo
Viktor Olbricht
Evanna
Alicia
Jack
Elliot
Yler
Naeryan
12 participantes
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- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Discurso de bienvenida
07/09/12, 10:58 pm
Recuerdo del primer mensaje :
[Evento para los cosechados de la 4ª generación que se hallen presentes en este momento en la Plaza de la Fuente. Se rolea aquí directamente. Si alguno tiene dudas sobre los miembros del consejo mencionados, que mire aquí.]
Dos sombras repentinas interrumpieron el alboroto que estaba teniendo lugar en la plaza de la fuente, la primera apareciendo casi de la nada y la segunda emergiendo entre las sombras de una calle cercana. Ambas tomaron posición la una junto a la otra en el centro de la plaza, y los cosechados guardaron silencio al darse cuenta de que no se hallaban solos.
La primera figura era un híbrido de reptil y mujer. Una cota de escamas cubría buena parte de su cuerpo, más o menos superficialmente según la zona, y sus piernas eran completamente dragontinas. Llevaba ropas ligeras, lo mínimo para poder moverse con comodidad, y una cola de reptil descansaba perezosamente en el suelo, dando sin embargo la impresión de estar a punto de dar un latigazo en cualquier momento. Su porte imponente, unido a la mirada penetrante que dirigió a los presentes, intimidaba seriamente.
Lo que la primera tenía de majestuoso lo perdía la segunda: si bien en otros tiempo la enorme licántropa de pelaje negro que había frente a ellos debía haber sido una visión llena de belleza salvaje, ésta quedaba destrozada por los múltiples cortes y desgarrones que marcaban su piel a distintas profundidades. Ninguno de ellos sangraba: sin embargo a través de algunos de ellos parecían entreverse huesos. Era imposible que pudiera moverse y caminar con normalidad: sin embargo el repiqueteo de sus garras metálicas al adoptar la postura encorvada más propia de su naturaleza les confirmó que aquella criatura estaba perfectamente viva. Sus profundos ojos lobunos también escudriñaron a los cosechados con atención.
La mujer dragón pareció dejarles un momento para que asimilaran la visión que tenían ante sus ojos, y luego empezó a hablar.
-Bienvenidos a Rocavarancolia, la tierra de la muerte y los milagros- su voz llegó a todos los rincones de la plaza-. Soy Gahna y mi compañera es Cicatriz: este año es tarea nuestra recibir a los nuevos cachorros de Samhein. Sin embargo, quiero que seáis conscientes de que ésta va a ser toda la ayuda del Consejo, y de la ciudad, que vais a recibir a partir de ahora.
Se cruzó de brazos; su mirada parecía quemar como fuego sobre los cosechados.
>>Vengo a hablaros de lo que os espera en Rocavarancolia, ¿y qué me encuentro? A un hatajo de niños asustados- dirigió una mirada de desprecio hacia el cosechado desvanecido en el suelo-. La ciudad no es amable ni piadosa, y no tendrá paciencia con los débiles ni los cobardes... La cosecha ha pasado y ha llegado la criba: separar lo válido de lo... desechable- su voz pareció regodearse en torno a esa palabra como a un caramelo envenenado.
-Sobrevivir- la mujer lobo sorprendió a los cosechados tomando la palabra-. Ésa es vuestra prioridad y vuestro único deber: manteneros con vida hasta que llegue la Luna Roja, conservar vuestros miembros y vuestra cordura lo suficiente para presenciar el mayor milagro de todos. Nada ni nadie en esta ciudad os tenderá la mano cuando la necesitéis. En su lugar se cebarán en vuestra desgracia y en vuestra debilidad: ahora más que nunca estáis solos, a merced de vosotros mismos. Quien no merezca sobrevivir no lo hará.
-La mitad de vosotros no lo logrará- la dama dragón volvió a hablar; una vez más observándoles, calibrándoles-. Algunos caeréis ante el hambre, otros ante los monstruos y todavía más seréis los que sucumban ante el horror que anida dentro de vosotros mismos...
Con aquellas ominosas palabras terminó el discurso; Gahna pareció desvanecerse en el aire como hecha de humo y Cicatriz emprendió la carrera súbitamente por una calleja lateral, aullando salvajemente. La oscuridad de la ciudad se tragó a ambas, la misma oscuridad que, según habían advertido, acabaría por devorarles a ellos.
[Evento para los cosechados de la 4ª generación que se hallen presentes en este momento en la Plaza de la Fuente. Se rolea aquí directamente. Si alguno tiene dudas sobre los miembros del consejo mencionados, que mire aquí.]
Dos sombras repentinas interrumpieron el alboroto que estaba teniendo lugar en la plaza de la fuente, la primera apareciendo casi de la nada y la segunda emergiendo entre las sombras de una calle cercana. Ambas tomaron posición la una junto a la otra en el centro de la plaza, y los cosechados guardaron silencio al darse cuenta de que no se hallaban solos.
La primera figura era un híbrido de reptil y mujer. Una cota de escamas cubría buena parte de su cuerpo, más o menos superficialmente según la zona, y sus piernas eran completamente dragontinas. Llevaba ropas ligeras, lo mínimo para poder moverse con comodidad, y una cola de reptil descansaba perezosamente en el suelo, dando sin embargo la impresión de estar a punto de dar un latigazo en cualquier momento. Su porte imponente, unido a la mirada penetrante que dirigió a los presentes, intimidaba seriamente.
Lo que la primera tenía de majestuoso lo perdía la segunda: si bien en otros tiempo la enorme licántropa de pelaje negro que había frente a ellos debía haber sido una visión llena de belleza salvaje, ésta quedaba destrozada por los múltiples cortes y desgarrones que marcaban su piel a distintas profundidades. Ninguno de ellos sangraba: sin embargo a través de algunos de ellos parecían entreverse huesos. Era imposible que pudiera moverse y caminar con normalidad: sin embargo el repiqueteo de sus garras metálicas al adoptar la postura encorvada más propia de su naturaleza les confirmó que aquella criatura estaba perfectamente viva. Sus profundos ojos lobunos también escudriñaron a los cosechados con atención.
La mujer dragón pareció dejarles un momento para que asimilaran la visión que tenían ante sus ojos, y luego empezó a hablar.
-Bienvenidos a Rocavarancolia, la tierra de la muerte y los milagros- su voz llegó a todos los rincones de la plaza-. Soy Gahna y mi compañera es Cicatriz: este año es tarea nuestra recibir a los nuevos cachorros de Samhein. Sin embargo, quiero que seáis conscientes de que ésta va a ser toda la ayuda del Consejo, y de la ciudad, que vais a recibir a partir de ahora.
Se cruzó de brazos; su mirada parecía quemar como fuego sobre los cosechados.
>>Vengo a hablaros de lo que os espera en Rocavarancolia, ¿y qué me encuentro? A un hatajo de niños asustados- dirigió una mirada de desprecio hacia el cosechado desvanecido en el suelo-. La ciudad no es amable ni piadosa, y no tendrá paciencia con los débiles ni los cobardes... La cosecha ha pasado y ha llegado la criba: separar lo válido de lo... desechable- su voz pareció regodearse en torno a esa palabra como a un caramelo envenenado.
-Sobrevivir- la mujer lobo sorprendió a los cosechados tomando la palabra-. Ésa es vuestra prioridad y vuestro único deber: manteneros con vida hasta que llegue la Luna Roja, conservar vuestros miembros y vuestra cordura lo suficiente para presenciar el mayor milagro de todos. Nada ni nadie en esta ciudad os tenderá la mano cuando la necesitéis. En su lugar se cebarán en vuestra desgracia y en vuestra debilidad: ahora más que nunca estáis solos, a merced de vosotros mismos. Quien no merezca sobrevivir no lo hará.
-La mitad de vosotros no lo logrará- la dama dragón volvió a hablar; una vez más observándoles, calibrándoles-. Algunos caeréis ante el hambre, otros ante los monstruos y todavía más seréis los que sucumban ante el horror que anida dentro de vosotros mismos...
Con aquellas ominosas palabras terminó el discurso; Gahna pareció desvanecerse en el aire como hecha de humo y Cicatriz emprendió la carrera súbitamente por una calleja lateral, aullando salvajemente. La oscuridad de la ciudad se tragó a ambas, la misma oscuridad que, según habían advertido, acabaría por devorarles a ellos.
"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
- Al veros conspirar... (CLICK):
- Al poner un evento... (CLICK):
- Durante el transcurso del evento... (CLICK):
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistencia
Re: Discurso de bienvenida
09/09/12, 12:51 am
Thrasmy me responde algo muy raro... << ¿Le superpega con las lentillas? ¿Lentillas? ¿Superpega? No parece que sea una mascota de nadie ni andrógino ni nada... >>
-Uh... Oh, vale...-respondo, visiblemente confuso.
Me alejo un poco del chico, buscando quizá alguien con quien hablar, pero de pronto escucho unos gritos que vienen de arriba. Tres bañeras con espantapájaros surcan el cielo en varias direcciones... << Bañeras... Voladoras... Espantapájaros que hablan... Es... Es normal aquí, ¿cierto? Segur... Seguramente... Pero lo que consideran comida suena horrible... >> Pero nos ha llamado "cachorros de Samhein" << ¿Cachorros? Este sitio es cada vez más confuso... ¿Cachorros de Grandes Felinos? ¿De qué si no? >>
Cuando pasan, el grupo empieza a dudar si ir tras las bañeras o si pasar aquí la noche y buscarlas mañana con la luz del día, pero los tres de Sindro se marchan por su cuenta internándose en la oscuridad de las calles. Uno se presenta como ¿Ssizel? ¿Siizel? << Como sea >> y parece tener más sentido común que los que se fueron, así que me pongo de su parte:
-Allá esos que se fueron.- sigo hablando, más decidido.-Yo voto por volver a donde despertamos, terminar de presentarnos y pasar la noche allí. Ya saldremos mañana a por la extraña comida, aquí tenemos agua de sobra.
Después miro a mi alrededor, para contar los que quedamos aquí, pero caigo en que hay dos de los que no me he dado cuenta de que estaban, uno de ellos con extrañas ropas, simulando una criatura rara; el otro reponiéndose de haberse derrumbado llorando. << Somos muchos... Las Señoras de antes dijeron algo de los monstruos que llevamos dentro... ¿Será seguro dormir todos juntos? Esperemos que nadie intente nada... Somos de diferentes mundos, sociedades, culturas... Esto de estar juntos hasta la Luna Roja va a ser interesante... >>
-A favor, Siizel, sin duda.-vuelvo a afirmar, seria y rotundamente mientras voy captando más nombres de las demás conversaciones. << Mucha gente, muchos nombres... Con calma... >> El pelirrojo también coincide en lo de volver y encabeza la marcha, llevando consigo a Wintelgy junto con Saren.
-Uh... Oh, vale...-respondo, visiblemente confuso.
Me alejo un poco del chico, buscando quizá alguien con quien hablar, pero de pronto escucho unos gritos que vienen de arriba. Tres bañeras con espantapájaros surcan el cielo en varias direcciones... << Bañeras... Voladoras... Espantapájaros que hablan... Es... Es normal aquí, ¿cierto? Segur... Seguramente... Pero lo que consideran comida suena horrible... >> Pero nos ha llamado "cachorros de Samhein" << ¿Cachorros? Este sitio es cada vez más confuso... ¿Cachorros de Grandes Felinos? ¿De qué si no? >>
Cuando pasan, el grupo empieza a dudar si ir tras las bañeras o si pasar aquí la noche y buscarlas mañana con la luz del día, pero los tres de Sindro se marchan por su cuenta internándose en la oscuridad de las calles. Uno se presenta como ¿Ssizel? ¿Siizel? << Como sea >> y parece tener más sentido común que los que se fueron, así que me pongo de su parte:
-Allá esos que se fueron.- sigo hablando, más decidido.-Yo voto por volver a donde despertamos, terminar de presentarnos y pasar la noche allí. Ya saldremos mañana a por la extraña comida, aquí tenemos agua de sobra.
Después miro a mi alrededor, para contar los que quedamos aquí, pero caigo en que hay dos de los que no me he dado cuenta de que estaban, uno de ellos con extrañas ropas, simulando una criatura rara; el otro reponiéndose de haberse derrumbado llorando. << Somos muchos... Las Señoras de antes dijeron algo de los monstruos que llevamos dentro... ¿Será seguro dormir todos juntos? Esperemos que nadie intente nada... Somos de diferentes mundos, sociedades, culturas... Esto de estar juntos hasta la Luna Roja va a ser interesante... >>
-A favor, Siizel, sin duda.-vuelvo a afirmar, seria y rotundamente mientras voy captando más nombres de las demás conversaciones. << Mucha gente, muchos nombres... Con calma... >> El pelirrojo también coincide en lo de volver y encabeza la marcha, llevando consigo a Wintelgy junto con Saren.
- Evanna
Ficha de cosechado
Nombre: Rua
Especie: Humana. Sueca
Habilidades: Rapidez mental, valor, astucia
Re: Discurso de bienvenida
09/09/12, 01:07 am
Los siguientes momentos fueron un autentico caos, sacudido por la repentina aparición de bañeras…si bañera flotando en el cielo conducidas por dos criaturas humanoides echas de algo que parecía hilo “¿Pero qué demonios es esto ahora? ¿Cuándo van a dejar de parecer cosas raras?” se quedo sorprendido D.L mirando desconfiado las bañeras, totalmente incrédulo. Pero lo que más le sorprendió fue a Alder, marcharse junto con la chica peli azul y el pequeño corriendo detrás de las bañeras, tan repentinamente que no le dio tiempo a reaccionar.
-¿Pero se volvieron locas? – se pregunto totalmente confundido por los acontecimientos. No ayudaba en nada que esa tres personas se fueran, pues lo siguiente fue un cumulo de discusiones en las que no se ponían de acuerdo. Shizel fue el que intento poner un poco de orden proponiendo una votación para escoger si iban a la mazmorra o seguían la bañera, a la que el chico rosado nuevo…que se había puesto a dramatizar segundos antes le secundo. Miro alrededor viendo a varios que estaban de acuerdo con votar. Supiro pareciendo algo estúpido, cuando lo que deberían hacer es moverse antes de que oscureciera mas y no quedarse allí parados. Por primera vez estuvo de acuerdo con R.R que cargaba con ayuda de Saren a Wintel, de vuelta a las mazmorras.
-No se ustedes…pero no parece muy buena idea salir detrás de una bañera voladora en plena oscuridad, ni tampoco es inteligente quedarse aquí parados como carnaza a las criaturas que pueda haber por aquí,…pero allá ustedes, yo al menos me vuelvo a las mazmorras- dijo encogiéndose de hombros alejándose del resto para seguir a la comitiva, casi al mismo tiempo que lo hacía Pablo, alcanzando en poco segundos RR, Saren y Wintel.
Sigue en las Mazmorras.
-¿Pero se volvieron locas? – se pregunto totalmente confundido por los acontecimientos. No ayudaba en nada que esa tres personas se fueran, pues lo siguiente fue un cumulo de discusiones en las que no se ponían de acuerdo. Shizel fue el que intento poner un poco de orden proponiendo una votación para escoger si iban a la mazmorra o seguían la bañera, a la que el chico rosado nuevo…que se había puesto a dramatizar segundos antes le secundo. Miro alrededor viendo a varios que estaban de acuerdo con votar. Supiro pareciendo algo estúpido, cuando lo que deberían hacer es moverse antes de que oscureciera mas y no quedarse allí parados. Por primera vez estuvo de acuerdo con R.R que cargaba con ayuda de Saren a Wintel, de vuelta a las mazmorras.
-No se ustedes…pero no parece muy buena idea salir detrás de una bañera voladora en plena oscuridad, ni tampoco es inteligente quedarse aquí parados como carnaza a las criaturas que pueda haber por aquí,…pero allá ustedes, yo al menos me vuelvo a las mazmorras- dijo encogiéndose de hombros alejándose del resto para seguir a la comitiva, casi al mismo tiempo que lo hacía Pablo, alcanzando en poco segundos RR, Saren y Wintel.
Sigue en las Mazmorras.
- Red
Ficha de cosechado
Nombre: Doe
Especie: Ninguna conocida
Habilidades: No tiene
Re: Discurso de bienvenida
09/09/12, 02:01 am
RR se acercó y cogió el otro brazo de Wintel, echándolo por encima de sus hombros y repartiéndose con Saren el peso del nublino, que seguía atontado. El chico rosado que estaba llorando, se levanto cuando Shiz se acercó y le dio ánimos, lo que pareció tener un efecto positivo en el tal Aleksei. En ese momento, unas voces sobre sus cabeza les hicieron alzar la mirada al cielo. En una especie de bañeras que volaban por el aire, unos espantapájaros cantaban, anunciando toda suerte de manjares repugnantes. El idrino las miro inquisitivo unos segundos, pero no tardo en prestar atención al alboroto que causaba entre los presentes la repentina marcha de Alder, su pareja, el joven de pelo morado y Thras, que debía de estar tieso de frío. Todos se pusieron a hablar a la vez, lo que molesto bastante a Saren, pero Shiz se impuso, y expuso los hechos con claridad, sugiriendo una votación sobre que hacer. El norteño notó la neutralidad de las formas del lacustre, muy distintas de las de Alder.
El prefería ir a las mazmorras, pero no le dio tiempo a decir nada antes de que los demás expresaran su opinión. La mayoría de los presentes opinó que lo mas acertado era volver a las mazmorras, se hacía de noche, y no sabían que clase de peligros podían encontrarse ahí fuera. RR habló, y Saren compartía su opinión al respecto, aunque quizás no lo habría dicho de esa forma. El idrino se afianzó el brazo de Wintel sobre los hombros, y echó a andar con el pelirrojo, mientras este le respondía a la pregunta que había formulado hacía un rato.
-¿Es algún tipo de estimulante entonces, verdad? -preguntó el norteño, dejándose llevar por su curiosidad.
El pelirrojo y el idrino ya se dirigían a las mazmorras donde habían despertado, y el resto no tardó en seguirlos, echando a correr para alcanzarles. El viento frío empezaba a silbar por las calles de la ciudad, pero Saren, abrigado y entretenido con la conversación, no era consciente.
Continua en las Mazmorras.
El prefería ir a las mazmorras, pero no le dio tiempo a decir nada antes de que los demás expresaran su opinión. La mayoría de los presentes opinó que lo mas acertado era volver a las mazmorras, se hacía de noche, y no sabían que clase de peligros podían encontrarse ahí fuera. RR habló, y Saren compartía su opinión al respecto, aunque quizás no lo habría dicho de esa forma. El idrino se afianzó el brazo de Wintel sobre los hombros, y echó a andar con el pelirrojo, mientras este le respondía a la pregunta que había formulado hacía un rato.
-¿Es algún tipo de estimulante entonces, verdad? -preguntó el norteño, dejándose llevar por su curiosidad.
El pelirrojo y el idrino ya se dirigían a las mazmorras donde habían despertado, y el resto no tardó en seguirlos, echando a correr para alcanzarles. El viento frío empezaba a silbar por las calles de la ciudad, pero Saren, abrigado y entretenido con la conversación, no era consciente.
Continua en las Mazmorras.
- Elliot
Ficha de cosechado
Nombre: Neith
Especie: Humana
Habilidades: Carisma, Agilidad e Imaginación
Re: Discurso de bienvenida
09/09/12, 02:03 am
Thras no había conseguido toda la atención que quería, y tampoco había podido suavizar el ambiente. La noche se acercaba y con ella el miedo crecía por momentos y los intentos del Frivy por animar a la gente eran en vano.
La chica de pelo verde había empezado a discutir de nuevo, ahora con el chaval de piel plateada y los ojos grises. Esa chica no le acababa de gusta a Thras. Por una parte le daba seguridad puesto que parecía tener las ideas firmes, pero por otra le aterraba que pudiese ponerse a gritarle a él.
Y hubo gritos, si, pero no provenían de nadie de la plaza. Por el cielo una especie de bañera que volaba, pregonaba a los cuatro vientos las "delicias" que portaba. Thras reprimió un gesto de asco y, cuando la chica del pelo verde se giró hacia él, temió. Al chico le gustaba saber que era lo siguiente que tendría que hacer pero...
-Perdona pero yo superno te he gritado. ¿Porque me hipertratas asi? ¡No te he hecho nady's de nady's! ¡Megahablame bien! - Se quejó sin comprender porque le había hablado de esa forma, como si no fuese mas que un simple criado.
Yrio también quería ir con esas dos chicas. Mejor, cuantos más fuesen mejor... aunque los demás... los demás no parecían con ninguna intención de seguirlos. "Megano pienso comer nada de eso... pero que asco de la total..." pensó, pero iría con ellos... era mejor que ir con el del pelo rojo que fumaba y el que gritaba cosas de dioses... Y a lo mejor por el camino encontraban algún hotel, o alguna discoteca, o algún bar... o a alguien amable que pudiese ayudarles...
El Frivy vio como aquellos tres se iban y echándole un vistazo de nuevo a la multitud de la plaza decidió salir a correr tras ellos, haciendo una verdadera demostración de equilibrio sobre sus plataformas y de velocidad. -Superesperaaaaaaaaaad! - gritó, alcanzándoles al poco tiempo.
Sigue en la zona de los Pozos.
La chica de pelo verde había empezado a discutir de nuevo, ahora con el chaval de piel plateada y los ojos grises. Esa chica no le acababa de gusta a Thras. Por una parte le daba seguridad puesto que parecía tener las ideas firmes, pero por otra le aterraba que pudiese ponerse a gritarle a él.
Y hubo gritos, si, pero no provenían de nadie de la plaza. Por el cielo una especie de bañera que volaba, pregonaba a los cuatro vientos las "delicias" que portaba. Thras reprimió un gesto de asco y, cuando la chica del pelo verde se giró hacia él, temió. Al chico le gustaba saber que era lo siguiente que tendría que hacer pero...
-Perdona pero yo superno te he gritado. ¿Porque me hipertratas asi? ¡No te he hecho nady's de nady's! ¡Megahablame bien! - Se quejó sin comprender porque le había hablado de esa forma, como si no fuese mas que un simple criado.
Yrio también quería ir con esas dos chicas. Mejor, cuantos más fuesen mejor... aunque los demás... los demás no parecían con ninguna intención de seguirlos. "Megano pienso comer nada de eso... pero que asco de la total..." pensó, pero iría con ellos... era mejor que ir con el del pelo rojo que fumaba y el que gritaba cosas de dioses... Y a lo mejor por el camino encontraban algún hotel, o alguna discoteca, o algún bar... o a alguien amable que pudiese ayudarles...
El Frivy vio como aquellos tres se iban y echándole un vistazo de nuevo a la multitud de la plaza decidió salir a correr tras ellos, haciendo una verdadera demostración de equilibrio sobre sus plataformas y de velocidad. -Superesperaaaaaaaaaad! - gritó, alcanzándoles al poco tiempo.
Sigue en la zona de los Pozos.
- Álvar
Ficha de cosechado
Nombre: Timothy “Timmy” O’ Connors
Especie: Humano
Habilidades: Habilidad mental, astucia, planificación
Re: Discurso de bienvenida
09/09/12, 03:13 am
Tras escuchar el discurso, no podía creer, una vez más, que todo esto estuviera pasando. ¿A qué se referían esas extras criaturas que les habían hablado? Algo o alguien iba a intentar matarlos, eso seguro. No obstante, en ese momento era incapaz de procesar bien lo ocurrido, por lo que se concentró en las personas que acababan de saludarme.
Pese a que tanto el chico grisaceo que decía llamarse Saren como aquel extraño muchacho de piel grisacea llamado Shizel intentaron mostrarse amables con él, el miedo y el nerviosismo le impidieron hacer nada más que asentir con la cabeza, intentando expresar un "yo también me alegro de conoceros".
En ese momento se percató de la situación: el grupo se dividía. Unos decidieron irse tras esas extrañas y aterradoras bañeras mientras que otros pensaron que sería mejor volver a esas terribles mazmorras. En ese momento lo comprendio. Estaba solo. Totalmente solo y perdido. No conocia a esas personas, no sabía donde estaba ni qué estaba pasando. Solo tenía clara una cosa: no quería estar en aquel terrible lugar. En ese momento las lágrimas le invadieron y se derrumbó.
-Es... esto no está pasando. Yo no quiero estar aquí. Yo... yo nunca quise estar aquí-Intentó decirse a si mismo entre sollozos.-Quiero irme. A donde sea, me da igual volver a las asquerosas calles de mi ciudad. Cualquier cosa mejor que esto.
El llanto, lejos de cesar, aumentaba a medida que iba siendo consciente de más detalles de la situación en la que se encontraba. ¿Por qué alguien querría enviar a un indefenso niño de trece años a aquel lugar tan espantoso? ¿Qué ganaban con eso?
Pero lo más importante ahora no eran esas preguntas. Lo importante era saber qué haría ahora. ¿Intentaría seguir a los que perseguían esas extrañas bañeras o seguiría a los que decidieron volver a las mazmorras? Seguramente ninguno de los dos grupos quisiera que estuviera cerca. Claro, un niño de trece años solo sería un estorbo, así que ninguno de los dos grupos querría que les siguiera. Quizás lo mejor era quedarse alli tirado en el suelo. En ese instante fue cuando comprendio una última cosa más. Hiciera lo que hiciera, estaría en peligro.
-No... no quiero que me coman los monstruos-Dijo mientras continuaba llorando, mirando de uno en uno a los jovenes que aún estaban cerca, buscando una mirada amiga con la vana esperanza de que alguien le sacara de esa pesadilla. Que alguien le dijera que diantres podía hacer alguien como él en aquel lugar.
Pese a que tanto el chico grisaceo que decía llamarse Saren como aquel extraño muchacho de piel grisacea llamado Shizel intentaron mostrarse amables con él, el miedo y el nerviosismo le impidieron hacer nada más que asentir con la cabeza, intentando expresar un "yo también me alegro de conoceros".
En ese momento se percató de la situación: el grupo se dividía. Unos decidieron irse tras esas extrañas y aterradoras bañeras mientras que otros pensaron que sería mejor volver a esas terribles mazmorras. En ese momento lo comprendio. Estaba solo. Totalmente solo y perdido. No conocia a esas personas, no sabía donde estaba ni qué estaba pasando. Solo tenía clara una cosa: no quería estar en aquel terrible lugar. En ese momento las lágrimas le invadieron y se derrumbó.
-Es... esto no está pasando. Yo no quiero estar aquí. Yo... yo nunca quise estar aquí-Intentó decirse a si mismo entre sollozos.-Quiero irme. A donde sea, me da igual volver a las asquerosas calles de mi ciudad. Cualquier cosa mejor que esto.
El llanto, lejos de cesar, aumentaba a medida que iba siendo consciente de más detalles de la situación en la que se encontraba. ¿Por qué alguien querría enviar a un indefenso niño de trece años a aquel lugar tan espantoso? ¿Qué ganaban con eso?
Pero lo más importante ahora no eran esas preguntas. Lo importante era saber qué haría ahora. ¿Intentaría seguir a los que perseguían esas extrañas bañeras o seguiría a los que decidieron volver a las mazmorras? Seguramente ninguno de los dos grupos quisiera que estuviera cerca. Claro, un niño de trece años solo sería un estorbo, así que ninguno de los dos grupos querría que les siguiera. Quizás lo mejor era quedarse alli tirado en el suelo. En ese instante fue cuando comprendio una última cosa más. Hiciera lo que hiciera, estaría en peligro.
-No... no quiero que me coman los monstruos-Dijo mientras continuaba llorando, mirando de uno en uno a los jovenes que aún estaban cerca, buscando una mirada amiga con la vana esperanza de que alguien le sacara de esa pesadilla. Que alguien le dijera que diantres podía hacer alguien como él en aquel lugar.
- LEC
Ficha de cosechado
Nombre: Kalna, hija de Mánide
Especie: libense, del imperio
Habilidades: Automotivación, nociones de lucha, valor.
Personajes :
● Dama Puente/Kaila: Maga logomante austriaca (1.60).
● Kaethe/Dama Sobras: Ghoul nublina (1.46).
● Yttria: Bruja percusionista canadiense (1.53).
● Amira/Cálamo : Valkyria francesa (1.63).
● Kalna : Libense, del Imperio (1.78).
● Nefer : Ammut hijo de luna Levyna. (1.85)
Síntomas : Su sangre adquiere un tono anaranjado y se espesa un poco. Es capaz de intuir con mayor facilidad cómo se van a comportar los animales con los que se encuentre.
Armas :
● Dama Puente/Kaila: Magia, báculo
● Kaethe/Dama Sobras: Daga, fuerza bruta
● Yttria: Arco, hacha, magia, mala leche, cucharillas y otros objetos metálicos.
● Amira/Cálamo: Espada corta, pegaso (shire)
● Kalna : Espada bastarda; lanza y escudo
● Nefer : Lanza, venenos
Status : One flesh, one end
Humor : Permanent resting bitch face
Re: Discurso de bienvenida
09/09/12, 01:19 pm
Erin estaba algo confusa por todo el ruido que había en la plaza. si ya de por sí el discurso la había dejado medio atontada, con todo aquel revuelo su confusión no hacía más que empeorar. No estaba demasiado acostumbrada a estar con tanda gente ni mucho menos a tanto ruido. Pablo le devolvió el botiquín, lo guardo en su mochila y se la colgó de los hombros, mientras observaba a los demás, intentando centrarse en la conversación. << ¡¿En serio?! ¿Bañeras voladoras pilotadas por espantapájaros? ¿No podían haber pensado en algo más normal? >> , pensó mientras el espantapájaros anunciaba la "comida", si es que se le podía llamar así, que parecía que portaban las bañeras.
Continuó observando la bañera un rato, pensando en lo irreal que era. No, no iba a salir tras una bañera voladora por la noche, pudiendo estar a salvo en las mazmorras...Aunque no tenían comida y aquello tampoco la atraía demasiado.<< Prefiero no cenar y seguir viva...Quién sabe si lo que ha dicho el espantapájaros es real o es solo un cebo >>. El chico de pelo rojo que decía llamarse RR había ayudado a Wintergy para que pudiese caminar, pues aún se le veía algo atontado.. -Sí, voy- Respondió a Pablo, sacó la linterna de la mochila (no la agradaba demasiado la idea de que la calle se quedase completamente a oscuras) y echó a correr detrás de él.
Sigue en las Mazmorras de la cosecha
Continuó observando la bañera un rato, pensando en lo irreal que era. No, no iba a salir tras una bañera voladora por la noche, pudiendo estar a salvo en las mazmorras...Aunque no tenían comida y aquello tampoco la atraía demasiado.<< Prefiero no cenar y seguir viva...Quién sabe si lo que ha dicho el espantapájaros es real o es solo un cebo >>. El chico de pelo rojo que decía llamarse RR había ayudado a Wintergy para que pudiese caminar, pues aún se le veía algo atontado.. -Sí, voy- Respondió a Pablo, sacó la linterna de la mochila (no la agradaba demasiado la idea de que la calle se quedase completamente a oscuras) y echó a correr detrás de él.
Sigue en las Mazmorras de la cosecha
Regocijaos, pues ahora sois parte de la leyenda de Kalna, hija de Mánide
- Naeryan
Ficha de cosechado
Nombre:
Especie:
Habilidades: Personajes :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: idrino transformado en skrýmir, albino y de ojos azules. Tiene buenas dotes sociales y una gran pasión por la magia; es embajador para el castillo.
● Taro: cosechado carabés, cabello negro y ojos amarillos. Practicante de parkour y siempre con unos discretos auriculares, le encanta la música y suele dudar de sus capacidades.
● Sox: (imagen pre-Luna) ángel negro carabés, rubio y de apariencia llamativa. Competitivo y racional, aspira siempre al rendimiento más alto y posee mucha determinación.
Unidades mágicas : DENIED
Armas :- CLICK:
- ● Shizel/Desidia: magia y esgrima idrina, con amplia preferencia por la primera.
● Sox: según la salida, ballesta simple con torno o sable. Al cinto siempre un puñal.
Status : Traumaturga
Humor : Productivo (lo intento)
Re: Discurso de bienvenida
09/09/12, 06:14 pm
Shizel exhaló un suspiro de alivio cuando vio que la mayoría no tardaba en dirigirse a sus destinos. Muchos parecían haber optado por reagruparse en las mazmorras; para su sorpresa Thrasmy's pareció tomarse la llamada de Alder como una orden y salió corriendo en la dirección en la que se alejaba una de las bañeras.
No le importó que algunos no se quedaran a esperar a saber la opinión de sus compañeros. Le era indiferente a dónde fuera cada uno; lo que quería era que espabilaran y dejaran de ser carnaza inmóvil en mitad de una plaza. Y aunque algunos lo habían hecho con más maneras que otros al final todos se habían puesto en marcha por su propio pie, que era lo que él pretendía.
Descendió de la fuente en cuanto se aseguró de que todos parecían ponerse en movimiento, y se dirigió a buen paso a la calle por donde habían venido, de buen humor porque la mayoría hubieran decidido seguir su consejo. Podía haberse largado discretamente de la plaza en dirección a las mazmorras sin una palabra; de hecho ése había sido su primer impulso en lugar de arengar a un grupo al que no conocía para que moviesen el culo y se pusieran a salvo. No se engañaba y se creía altruista; para él había sido cuestión de conveniencia. Simplemente no quería arriesgarse a caminar solo de noche por una ciudad semiabandonada llena de vete a saber qué, y si pasaba algo tendría menos posibilidades de salir herido si iba en medio de un grupo numeroso. Quizá a la mañana siguiente, a plena luz del día y si no parecía haber peligro en la zona cercana, se desprendiese definitivamente del grupo para tantear el terreno por su cuenta. Caso contrario... ya vería.
Con ese pensamiento en mente procuró salir de la plaza justo en mitad del grupo, donde sería más seguro, haciendo tintinear las monedas en su bolsillo. No obstante, algo le retrasó: al pasar junto a la entrada vio que aún quedaba una silueta inmóvil: la del terráqueo llamado Timmy, que lloraba a moco tendido y miraba a los que quedaban alternativamente, desesperado.
Un repentino pinchazo de fastidio atravesó la mente de Shizel, después de todo el día haciendo de intérprete y tratando de organizar un poco a la gente: ya había hecho bastante, él no estaba allí para hacer de niñera del que no espabilase...
"Sólo es un crío, y está asustado", pensó sin embargo.
Suspiró y se giró para hablarle.
-Ven con nosotros si no sabes qué hacer- le dijo-. No te puedo garantizar que estemos a salvo, pero es mejor que pasar la noche aquí al descubierto.
El grupo se alejaba a lo lejos. Shizel apretó el paso para ocupar su puesto en mitad de la fila, y no tuvo ocasión de girarse para ver si el chiquillo les seguía o no.
Sigue en las Mazmorras de la Cosecha.
No le importó que algunos no se quedaran a esperar a saber la opinión de sus compañeros. Le era indiferente a dónde fuera cada uno; lo que quería era que espabilaran y dejaran de ser carnaza inmóvil en mitad de una plaza. Y aunque algunos lo habían hecho con más maneras que otros al final todos se habían puesto en marcha por su propio pie, que era lo que él pretendía.
Descendió de la fuente en cuanto se aseguró de que todos parecían ponerse en movimiento, y se dirigió a buen paso a la calle por donde habían venido, de buen humor porque la mayoría hubieran decidido seguir su consejo. Podía haberse largado discretamente de la plaza en dirección a las mazmorras sin una palabra; de hecho ése había sido su primer impulso en lugar de arengar a un grupo al que no conocía para que moviesen el culo y se pusieran a salvo. No se engañaba y se creía altruista; para él había sido cuestión de conveniencia. Simplemente no quería arriesgarse a caminar solo de noche por una ciudad semiabandonada llena de vete a saber qué, y si pasaba algo tendría menos posibilidades de salir herido si iba en medio de un grupo numeroso. Quizá a la mañana siguiente, a plena luz del día y si no parecía haber peligro en la zona cercana, se desprendiese definitivamente del grupo para tantear el terreno por su cuenta. Caso contrario... ya vería.
Con ese pensamiento en mente procuró salir de la plaza justo en mitad del grupo, donde sería más seguro, haciendo tintinear las monedas en su bolsillo. No obstante, algo le retrasó: al pasar junto a la entrada vio que aún quedaba una silueta inmóvil: la del terráqueo llamado Timmy, que lloraba a moco tendido y miraba a los que quedaban alternativamente, desesperado.
Un repentino pinchazo de fastidio atravesó la mente de Shizel, después de todo el día haciendo de intérprete y tratando de organizar un poco a la gente: ya había hecho bastante, él no estaba allí para hacer de niñera del que no espabilase...
"Sólo es un crío, y está asustado", pensó sin embargo.
Suspiró y se giró para hablarle.
-Ven con nosotros si no sabes qué hacer- le dijo-. No te puedo garantizar que estemos a salvo, pero es mejor que pasar la noche aquí al descubierto.
El grupo se alejaba a lo lejos. Shizel apretó el paso para ocupar su puesto en mitad de la fila, y no tuvo ocasión de girarse para ver si el chiquillo les seguía o no.
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"And if you gaze long enough into an abyss, the abyss will gaze back into you."
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