Frivowaldanny

Desde que su negocio se había puesto en marcha dama Isis no había hecho tantos viajes a Frivo. Tenía casi todos los materiales que necesitaba en su taller y salvo para algunos encargos muy específicos no había necesitado salir de la ciudad, así que se había enterado tarde del conflicto. Aunque se había asustado al principio, pues en la vida había sido testigo de nada similar a una revuelta, pronto su mente calculadora comenzó a plantearse si no sería una ocasión magnífica para hacer algo de márketing. Y por lo que vio parecía que ese era el objetivo del Consejo.

Permaneció en silencio todo el tiempo, unos pasos por detrás de Akeyo. Le alegraba que de todos los miembros del Consejo fuese ella la encargada de dirigir su parte de la operación, era con diferencia la que más confianza le inspiraba. Miró con atención los vídeos y pudo entender al instante por qué se había montado tal revuelo. No había sabido el nombre de la transformación hasta el momento, pero sí había visto uno en la ciudad, de pasada. << ¿No es un novato?>> se preguntó.

Cuando Akeyo los hizo visibles dama Isis no perdió tiempo en dedicarle una discreta sonrisa a su antigua jefa, ahora víctima, y le agradó verla estremecerse en silencio. Mantuvo su aura lo bastante presente como para que los frivys estuvieran más colaboradores pero no tanto como para atontarlos y que no comprendiesen las órdenes de la demiurga.

Ese día vestía ropa más frivy que de costumbre: un body de encaje negro, botas de tacón hasta medio muslo y una capa blanca con hombreras. El cabello, de color negro, estaba recogido en una trenza que le llegaba hasta las nalgas y el maquillaje era brillante y teatral. Llevaba varias joyas de oro con piedras preciosas engarzadas que no eran si no talismanes mandados a hacer, aunque no creía que fuera a tener problemas con su caudal mágico allí.

Strix se había tomado un descanso después de la misión en los subterráneos y después había vuelto a sus quehaceres normales. Le fabricaron nuevas espadas y repararon su armadura, después se encargó de volver a poner las runas en su sitio. En definitiva un tiempo tranquilo.

Hasta que dieron el aviso de que las cosas se estaban desmadrando en algunos mundos vinculados. No había pasado ni un puto año desde el último incidente y ya había otro, estaba claro que Rocavarancolia no era una ciudad tranquila. Pero esta vez habían implicado al ejército.

La naga siguió a la demiurga un poco por detrás, dudada de que nadie intentara nada con la mujer pero aún así Strix estuvo atenta. Los Total diseñadores le parecieron una panda de inútiles debiluchos y su súplica no hizo más que confirmárselo. El vídeo dejaba claro que se trataba de un aura oscura y la naga estaba casi segura de que lo había visto algún día por la Sede.

Cuando la demiurga deshizo el hechizo de invisibilidad Strix se cruzó de brazos resaltando su delantera. Vestía una blusa negra con un escote de vértigo y un sujetador de encaje rojo, ambas cosas compradas en la tienda de Isis a la que echó un vistazo rápido. Se preguntó cuánto conocería a los tipos allí presentes.

Asintió a Akeyo cuando les dio las órdenes y se acercó a un Total Diseñador para hablar con él. El tipo balbuceaba y no paraba de ir de las tetas de Strix a su cola.

-Eh, concéntrate - le reprendió,- solo es una cola.

Entonces el hombre se mostró más dispuesto a hablar con la naga. Apenas averiguó algo más que lo que ya sabían en la ciudad. Con un siseo molesto la naga se alejó y esperó la vuelta de la demiurga, quién no tardó en aparecer acompañada por Garoni y un tipo que Strix había visto alguna vez por el mercado. Cuando la mujer les dijo que iban a dar un espectáculo en medio de la ciudad esbozó una sonrisa peligrosa.

-¿En qué tipo de espectáculo habías pensado, Custodia? - preguntó dispuesta para el trabajo.

La demiurga les dejó unos minutos para pedir refuerzos, en los que dama Isis trató de reunir por su cuenta toda la información que le fuera posible. Se sentó junto a una de las total-diseñadoras, haciéndole el vacío por completo a su exjefa que parecía tener la esperanza de que la veela le diese algún dato más.

Descargó los vídeos y todos los datos a la tablet que usaba exclusivamente para sus asuntos en Frivo. Los ataques habían ocurrido en tiendas muy conocidas y populares, con lo que la intención de crear un escándalo era más que evidente. El origen de los rumores, sin embargo, le chocó, pues no habían salido de ningún foro rary si no que eran post únicos en las redes más populares. Ni siquiera se habían molestado en borrar las cuentas que se habían creado para ello, aunque obviamente el dispositivo utilizado estaba ilocalizable. De todo esto dedujo que entre los perpetradores no había frivys, pues habían recurrido a medios bastante fáciles de encontrar a simple vista. También tuvo que reconocer la insultante facilidad con la que habían creado semejante caos. Si se paraba a pensarlo casi ni haría falta magia para hacer algo así, incluso el transformado utilizado para los videos era bastante soso en comparación a los engendros que se podían encontrar en la ciudad. ¿Es que no tenían nada mejor? ¿O es que era el único al que habían podido convencer para ello?

Cuando Akeyo regresó dama Isis fue a ella dispuesta a comentar sus teorías, incluida la posibilidad de intentar descubrir a los cómplices usando magia de rastreo en los últimos lugares en los que se había detectado la señal del dispositivo. La demiurga les traía, sin embargo, otra misión.

-¡Oh, me superencantan los espectáculos! -dijo, juntando las manos y con los ojos brillosos por la emoción. -¿Qué vamos a hacer?

La naga podía observar los efectos de ser un miembro del consejo. La demiurga parecía cansada. La siguió en silencio e invisible.

El plan parecía interesante para haber sido pensado en tan poco tiempo. Un espectáculo para que los frivy's se sintieran a salvo cuando vieran como la persona que había causado el caos era detenida por sus semejantes. Una forma de aumentar la fama de Rocavarancolia a través de una mentira que no era del todo una mentira.

Mientras se acercaban a su destino Strix fue activando una serie de runas. Apareció su armadura negra con relucientes runas cargadas, sus espadas a la espalda. Las sacó de la funda y eliminó el veneno con un hechizo, no quería que su compañero mago sufriera una parálisis de varias horas por un corte minúsculo.

-No, Custodia - respondió cuando preguntó si había más preguntas.- Dar un espectáculo lo más pomposo posible reduciendo la violencia al mínimo - resumió.- Podemos hacerlo. Este mundo nos necesita y necesita esta mentira. No vamos a dejarlos tirados, ¿verdad chicos? - terminó mirando a sus compañeros del ejército.

Dama Isis se alegró muchísimo de que el Consejo coincidiera con su idea sin saberlo. Era una gran oportunidad. Cierto que era divertido actuar desde las sombras pero siempre le había dado algo de envidia que los cosechados de su mundo no disfrutasen de la gloria y fama que tenían los de Nubla o Libo.

-Con su permiso, custodia, podría ocuparme de darles indicaciones a los magos para asegurar de que todo entra dentro de la estética frivy. -Podía interpretar el papel de maga de apoyo para mantenerse en escena y hacer las protecciones y escudos de las otras dos. -Sobre el escenario, una plataforma de cristal luminoso flotando en medio de la avenida central y la iluminación adecuada debería ser suficiente. Se podría nublar algo el cielo para que destacásemos más.

Eso también acentuaría la ‘’maldad’’ del aura oscura. Al estudiar arte de la Tierra había aprendido algo sobre simbolismos.

Dama Isis se reunió con los magos unos instantes para enseñarles ideas y referencias que podían usar, así como ayudarles a crear armaduras ilusorias para la naga y la guerrera. También se hizo unos retoques a sí misma: cambió a blanco luminoso todo el color de su vestimenta y le añadió destellos aquí y allá, también se soltó el pelo y la parte interior de la melena lisa y larga la coloreó con un degradado de arcoiris. Se puso in halo como el que llevó el día de su cosecha y pidió que le improvisasen un báculo que decoró con algunos hechizos y efectos.

-¡Habría que llamar a la prensa! Si les damos la localización y el soplo seguro que saldremos en todas las pantallas de la ciudad -sugirió.

Dama abrazos llevaba suspirando toda la movilización. Claramente todo aquel asunto no le gustaba nada y algunos de sus compañeros de escuadrón le recordaban a falta de Raelene que no se tirara  de cabeza a por el causante de todo aquello si lo veía, aunque todos ellos estaban ya preparados para pararla a sabiendas del temperamento de la guerrera.

-Agh... Esto no le va a gustar nada a Nery´s cuando se lo diga... -Dijo en voz alta mientras la preparaban para el espectáculo. Había visto al frivy alguna vez cabreado con alguien que había hecho un mal trabajo y ni empezaba a imaginar el rapapolvo que les iba a pegar a todos los Total diseñadores y a los Drocarbury´s por no haber podido frenar unos videos, unos rumores y algún que otro destrozo. -Sí, definitivamente va a estallar... -En ese momento le vino a la mente una de las películas que había visto con Raelene, con un tío azul y pelo de fuego calcinándolo todo a su alrededor.

Ella misma dio alguna instrucción a sus ilusionistas. -No, más cortó. Si casi se ve el pezón mejor. -Entre otras.

Levanto la mano ante la posibilidad de preguntar. -¿Podemos destruir todo el entorno como queramos o nos contenemos también en daños materiales?

-A, Surgf... Strix. ¿Te importa si nos quedamos sin partes de la "armadura" durante la pelea? Es como el abc de la cultura en pantalla por aquí... ¡Tu también! -Le exclamó al mago que iba a hacer de aura oscura.

Hacia su mejor esfuerzo para mantenerse quieta mientras los magos calibraban  las ilusiones pero igualmente se acababa moviendo y tenían que reñirla.

-Un placer usar un diseño tuyo por cierto Isis, aunque sea compartido con estos. -Se escuchó la queja de alguno de los magos junto al codazo de otro para que se callara este.

Strix retiró la armadura al darse cuenta de que no podría usarla. Frunció el ceño cuando los magos empezaron a trabajar en su armadura ilusoria, un ceño que se fruncía cada vez más cuanta menos armadura había.

-Malditos frivy´s, esto no protege ni de un alfiler, no me jodas - masculló en voz baja que sólo los que estaban cerca de ella lo podrían haber oído.

Se resignó a hacer el ridículo y trató de meterse en el papel que le tocaba representar. Ya que tenía que hacerlo al menos hacerlo bien. No pensó en que se iba a convertir en una heroína pública del mundo, aquello no se le había pasado por la cabeza.

Se mantuvo en silencio mientras la Custodia hablaba con el mundo. Rocavarancolia se iba a hacer famosa en aquel lugar.

-¿Te parece que llevamos mucha armadura? - respondió a la guerrera con sorna.- Pero haced lo que debáis - dijo a los magos.

Se puso al frente en cuanto la invisibilidad desapareció, tal como le había ordenado la demiurga. Dejó que la gente la viese en todo su esplendor, hasta había pedido a uno de los magos que le limpiase la cola y la dejase brillante con un hechizo. Saludó a los reunidos en la plaza con una mano y una sonrisa.

Strix sonrió cuando las pantallas volvieron a encenderse. El tipo que habían traído de la ciudad era bueno, muy bueno si había podido conseguir aquello en tan poco tiempo.

Apenas pasaron unos minutos cuando el cielo empezó a ennegrecerse. La naga compartió una mirada con Abrazos y le asintió levemente, estaba a punto de empezar. Una luz envolvió a la naga y a la guerrera y salieron de ella con sus armaduras ilusorias. Las espadas cayeron en sus manos salidas de la nada.

-Tú, maldito. Has sumido este bello mundo en el caos - dijo señalando al "aura oscura" con una de sus espadas. Su voz llegaba a todos los oídos gracias a la magia.- La justicia de Rocavarancolia ha de caer sobre ti y nosotras la hemos de ver cumplida - dejó un segundo para que la gente procesase aquello.- ¡Por Frivowaldanny! - y se lanzó a la "batalla".

-Oh, esto no es más que un batiburrillo de ideas terrícolas, no se acerca para nada a mis diseños -respondió la veela a dama Abrazos -Aunque después de esto pienso hacer mis propios diseños de armaduras

Asintió a las indicaciones finales de la demiurga y dio el visto bueno al trabajo de los ilusionistas.

-¡No, nada de pezones! ¡Que esto lo tienen que ver los niños! -advirtió. Alimentar a los medios sensacionalistas estaba bien, pero la imagen que iban a dar a la población era importante, tanto para sus futuros tratos con el mundo como para facilitar la cosecha. No les convenía que las reposiciones de la pelea se limitasen al horario nocturno. -¡Y nada de sangre! Ni siqueira falsa.

Todos tomaron posiciones. Akeyo hizo la presentación, y cuando le llegó el turno aumentó su aura al máximo al tiempo que el brillo de su halo y la gema de su báculo. Levitó sobre el improvisado escenario, con su capa y su cabello ondeando gracias a un efecto mágico. El falso aura oscura hizo su aparición y dama Isis se apresuró a colocarse tras las dos soldados, en posición defensiva. Convocó una barrera física de color rosa traslúcido para mantener al público a raya y que no interfirieran, pero que no se perdieran ni un detalle de la acción.

-¡Atras! ¡La barrera os protegerá del engendro! No os preocupéis, nosotras nos encargaremos de él. ¡Activando escudos! -Y con esas palabras y un movimiento de su báculo hizo que sendos aros luminosos aparecieran sobre las cabezas de Strix y dama Abrazos.

Abri se encogió de hombros sin más, no creía que un pezón en frivo evitara que los vieran los niños pero ella no estaba al cargo de esas cosas.

-Oído.

Tras hacer un par de estiramientos para comprobar que las ilusiones se mantenían bien se adelanto junto a Strix para dar su discursito. Contuvo una risa al ver los aros apareciendo y preparó su voz. Esta al salir retumbó sin falta de hechizos por la fuerza de su diafragma.

-¡TUS HORAS DE ATERRORIZAR A MI GENTE SE HAN ACABADO EN CUANTO LLEGAMOS! ¡AQUÍ SE ACABA PARA TÍ!

De un pisotón el aire comenzó a silbar por la fricción con su cuerpo, se había lanzado en acometida hacia el mago aún sin convocar sus armas.

-¡Bien hecho, dama Isis! - exclamó cuando el falso aura oscura fue detenido por aquella barrera.- ¿De veras crees que vamos a permitírtelo? Vamos a detenerte, monstruo.

Se lanzó al falso combate realizando maniobras y fintas impracticables en un combate de verdad pero que desde luego eran vistosas. Si eso se le hubiera ocurrido hacerlo contra un rival de verdad la naga no habría pasado con vida de los dos primeros minutos.

Cuando el "aura oscura" empezó a conjurar su larguísimo encantamiento falso la naga empezó con el suyo propio. Conjuró unas luces doradas alrededor de Abrazos y de sí misma y un viento barrió el humo, cortesía de uno de sus compañeros.

-¿Sorprendido? No veo por qué, era evidente que una magia como esa no nos haría nada - respondió con aplomo.- Somos adalides de la justicia y representamos a un poder muy superior a ti. ¡Rocavarancolia, ciudad de milagros y portentos! - alzó una de sus espadas al cielo.- Y es lugar donde te vas a pudrir por el resto de tu vida por haber atentado contra los frivys.

Dama Abrazos sintonizó con la coreografía tan solo con sus puños y piernas, bailando alrededor de strix y el mago mientras dejaba que el estallar de sus golpes contra las barreras sonase al son de las ilusiones de los magos. La guerrera fluía por el combate con el talento otorgado por la luna y con su pequeño toque de elegancia tan fácil como si respirara. Era puro espectáculo, pero la frivy se esforzaba en que fuera uno digno de ver para la primera visión de su raza hacia los milagros y portentos.

Se detuvo junto a Strix en una pose defensiva y con cara de verdadera preocupación mientras el mago empezaba a elevarse y dejo que las runas de su brazalete brillaran justo antes del impacto para que las cámaras lo captasen. Normalmente activaba un hechizo simple de curación pero ahora tan solo lo usaría para que él las revisiones de los frivys se viera como el anticipo de algo más. Cuando el humo se dispersó los dos mandobles de la guerrera se habían materializado en sus manos para el público.

Se adelantó a Strix un par de pasos cuando esta acabó su discurso y continuó con el teatro levantando una de sus espadas hacia el mago.

-Y serán las mismas frivys abrazadas por Rocavarancolia las que te llevarán allí. ¡Isis! -No la llamaba realmente a nada, era tan solo un grito dramático para darle mayor expectación a la audiencia.

De un pisotón el aire silbó de nuevo sobre el cuerpo de la guerrera y en medió de aquella carrera activó las runas en sus mandobles haciéndolos brillar. Entonces saltó, no le hizo falta magia ni apoyos para llegar a la altura del mago y en cuanto estuvo cara a cara con el dos cortes descendentes simultáneos que ante las cámaras se verían como dos haces de luz por las runas destrozaron las pocas barreras de mentirijilla que lo rodeaban y aprovechando la inercia de estos dio un mortal en el aire y con una patada descendente que intentó suavizar lo mejor que pudo lo forzó a irse al suelo.

Mientras caía de nuevo hacia el suelo miró a la veela, esperando a ver que hacia.

Dama Isis estaba concentrada en los efectos del combate, apoyando a los magos en su tarea siempre que lo necesitaran a la vez que mantenía su pose frente al público. Las dos soldados hicieron sus coreografías bastante bien, y por las expresiones y gritos del público la escena estaba teniendo el efecto esperado. Tras el golpe de gracia de dama Abrazos, la veela invocó unas cadenas de luz que, como todo lo demás, eran más pantomima que otra cosa. El falso aura oscura tuvo el detalle de levantarse e intentar huir para que Isis pudiera invocar una última barrera al instante y retenerlo.

-No vas a ir a ningún sitio. Te vienes de vuelta con nosotras a Rocavarancolia, donde serás juzgado por tus crímenes.

Con un gesto ágil, le puso las esposas al mago y lo hizo ponerse en pie ante el público, para exponerlo a los abucheos. Le mandó un mensaje telepático de felicitación y otro a Akeyo para preguntarle si podían irse ya.

Más tarde posiblemente se preocuparía por las noticias que todos estaban a punto de recibir. Posiblemente también tendría miedo. Sin embargo en ese instante en concreto su cerebro iba a mil por hora, pensando en las posibilidades de que su mundo por fin conociera la existencia de la ciudad.