El Macetero

Al ver salir corriendo a los repobladores sonreí levemente.

-Sería posible,- respondí mientras me pasaba una mano por el pelo.- Por desgracia mis conocimientos de repoblador son escasos, apenas algunas palabras sueltas, no tantas como para mantener una conversación en cualquier caso.- dije con voz cansada.- De todas formas también se comunican mediante una especia de chirridos que emiten por la espalda y yo eso no lo puedo imitar. Quién sabe, igual el día que sustituya a Sepalian como cosechador me entere de como cosecha.- comenté intentando hacer una broma, intentaba esforzarme por no amargarles la visita, pero Shiz es idrino, podría ver perfectamente a través de mis intenciones, no sé ni para que lo intentaba.- De todas formas DL es probable que sí manden a sus guerreros a por nosotros, pero tampoco apostaría por ello. Lo mejor será que nos movamos si no queremos llevar sorpresas desagradables.

Seguí el curso del río más atento a la conversación entre el idrino y el foner que a mis propios pensamientos, necesitaba distraerme.

Shizel se decepcionó un poco, aunque no podía decirse que no lo esperase, cuando los repobladores huyeron al verlos. De todas formas la respuesta de Enredo le confirmó que no habrían podido comunicarse con ellos, y le extrañó que para trabajar en el Macetero no le facilitasen un amuleto de comunicación. Aunque siguieron caminando, nada nuevo les salió al paso.
-¿Regresamos entonces?- propuso cuando DL les hizo notar lo lejos que habían llegado-. Contracorriente puede que encontremos algo más que repobladores cabreados, y estaremos más cerca del portal.

Un tiempo después habían remontado el trayecto que llevaban cerca del río, y se encontraban en una arboleda de una atmósfera marcadamente más oscura. Los tonos morados y azules de los árboles se tragaban la luz que se colaba entre las copas, y las luces que Shizel descubrió al acercarse más que pertenecían a unos animalitos luminiscentes producían la inquietante sensación de que siempre había algo moviéndose a su espalda.

-Vaya, ya tenemos discoteca.- intenté bromear aunque sabía que ninguno iba a entenderlo. Aún así tenía una sensación rara, en ese mundo las cosas no eran tan sencillas.

Un escalofrío me recorrió la columna cuando oí los sonajeros. <<¿Serpientes de cascabel? Si el lagarto era grande cómo serán éstas, y aunque no sean gigantes serán venenosas. Lo mejor será...>>

-Intangibles, ya.- dije mientras comenzaba a trazar surcos en el aire.- Nunca he pasado por aquí y no sé qué es esto, pero así al menos reducimos drásticamente el riesgo.

No había mucho mas que ver en ese lugar, los repobladores, siendo tan amistosos se había marchado y como siguiéramos avanzando solo se acabarían alejando mas del portal. por tanto, en cuanto DL volvió a tierra junto a ello deshizo la niebla mágica. Estaba de acuerdo con Shizel en dar la vuelta y marchar por donde habían venido, aunque no se quedaron allí sino que siguieron rió arriba encontrándose con un espectáculo de colores de aquellos bichitos tan extraños.

-¿Bola de discoteca? No se que es eso, pero para cambios de colores a alta velocidad, en la sede ya tenemos a Nasher y su gama de colores es mas amplia- añadió con cierto humor, al ver como el patrón de los insectos no variaba. Aquello parecía mas que una distracción, una secuencia de colores que se repite normalmente son o por distracción, aviso o como amenaza, en este parecía un mejunje de las tres a juzgar por el siseo y el sonido de sonajeros que empezaron a llegar. No necesito ni que Enredo le confirmara lo evidente, había estado demasiado tiempo tranquilos y sin sobresaltos.

-Debimos quedarnos donde los repobladores ariscos, al menos con ellos sabemos lo que nos podemos de esperar, mas o menos -añadió lanzándose el hechizo de intangibilidad, agradeciendo que sus recargas mágicas se abastecieran solas con el tiempo, sino seria un engorro. Ya con el hechizo tuvo un poco mas de libertad para hablar y mas tranquilidad también-¿En todos los mundos vinculados se es tan propenso a ser atacado?- murmuro mirando a sus acompañantes de reojo con una ceja alzada, mientras movía su cola  de un lado a otro, preparando un hechizo de parálisis ante la posibilidad de que algo los atacase.

El comando de Enredo le pareció sensato y el skrýmir se hizo intangible sin añadir una sola palabra. Se guardó la pregunta de qué era una discoteca para más adelante.
-En los que he visitado, no- murmuró en respuesta a DL. En Idris se había movido por zonas civilizadas, y en Roca Sagrada y Nubla no había tenido ningún encuentro desagradable.

Los ofidios perdieron el interés en el grupo, y Shizel deshizo la intangibilidad para evitar un gasto inútil.
-¿Os parece que regresemos ya?- propuso.

Mientras remontaban el río había estado pensando en algo, y posteriormente se volvió hacia el cambiante para preguntar:
-¿Por dónde te vas a mover cuando vayas a FONERA?- no se veía capaz de cogerles soltura a los hechizos de camuflaje y ocultación complejos que seguramente necesitaría ciudad adentro, pero si se ponía las pilas y además trabajaba conjuntamente con Atol podría aprender uno de los más simples. Podría serle suficiente si el cambiante iba a recoger las muestras fuera de los muros de la ciudad o en una poco poblada, y le permitiría acompañarle. No quería perderse aquella oportunidad.

-Ya os dije que este sitio era salvaje, aquí no existe civilización, muchos mundos serían iguales si no tuvieran una raza más desarrollada que los refrenase.- comenté encogiéndome de hombros mientras veía a las serpientes retirarse. Que útil es la magia a veces. Iba a salir del claro aún con la magia activa, sí, no me fiaba un pelo de que las serpientes no lo volviesen a intentar, cuando me fijé en la corteza de un árbol cercano.- Esperad un segundo.

Me acerqué al árbol en cuestión y examiné el musgo de la superficie, la cosa es que me sonaba, recordaba haberlo visto en algún libro de plantas medicinales. Fruncí el ceño tratando de hacer memoria, entonces lo recordé, era algo que se usaba en emplastos para tratar el dolor y en jarabes para quitar otros síntomas. Y era bastante raro. Miré hacia otros árboles fijándome en que había más, me rasqué la barbilla pensativo. Con quitar lo de tres árboles tendría para una buena temporada, incluso dándole algo a Urticaria me sobraría para probar yo mismo otras cosas.

Ni corto ni perezoso usé magia para despegar el musgo de la corteza y lo fui metiendo en el zurrón. En cuanto acabé y salí de aquel lugar eliminé el hechizo que me amparaba.

-Por mi vale, otro día os puedo enseñar otras zonas de este sitio, la verdad es que nos desviamos de mi ruta pensada. De todas formas al volver tengo que ponerme a practicar algunas cosas que cuanto antes haga mejor.

Después de eso me callé para ver que respondía el foner.

Los reptiles que los atacaron pronto entendieron que no serviría de nada y se alejaron. DL espero aun un poco mas antes de deshacer la intangibilidad, sus reservas estaban siendo vapuleadas de lo lindo y aunque aun tuviera reservas mágicas, prefería descansar un poco mientras la situación estuviera en calma. No hacia falta malgastar.

Tuvieron que esperar un poco antes de marcharse para que Enredo tomara de aquel musgo, pero tras eso se pusieron finalmente en camino hacía el portal. Atendió a la pregunta de Shizel mientras se alejaban de aquel lugar.

-Pues tenia pensado ir a las zonas del alcantarillado, la zona negra y donde habitan los foner rojos. Es donde mas fácilmente puedes encontrarte con las diferentes especies de fonera y donde conseguir las muestras, pues las zonas exteriores de la cúpula no son conocidas para mi tampoco -añadió pensativo sobre eso, pues le gustaría hacer también una visita a la zona donde habitaban a los verdes, que es donde iniciaba los primeros atisbo de real tecnología de la ciudad. Pero sino podría siempre podría intentarlo en una segundo incursión futura, al igual que el salir fuera de la cúpula- Las zonas por las que me moveré no tiene vigilancia prácticamente, no hay cámaras o sensores, y si hay pasaron a mejor vida hace tiempo. De ti lo que mas llamaría la atención es tu pelo y ojos, que no seria difícil de ocultar, y las volutas de vapor con diferencia -añadió notando que el posiblemente, era lo que mas lo haría destacar fuera al mundo que fuera.- ¿Quieres viajar a otros mundos, no Shiz? No ten vendría mal lo del camuflaje, así vas aprendiéndolo desde antes.

-Por mí podemos volver cuando queráis. Es un mundo muy grande, desde luego no nos vamos a aburrir- comentó Shizel. Ya que contaban con la guía de Enredo era un buen lugar donde poner en práctica hechizos de supervivencia antes de aventurarse en las partes más agrestes de otros mundos o la misma Rocavarancolia.

Escuchó pensativo la respuesta del cambiante. Los relatos tanto de DL como RR le habían pintado los suburbios de FONERA como un lugar peligroso lleno de vigilancia y amenazas, pero diferente al riesgo que podía entrañar el mundo que estaban a punto de abandonar.
-Sí- reconoció-. He empezado a ponerme al día con los camuflajes mágicos hace poco de todas formas, pero esta oferta me ha cogido... un poco desprevenido, sigo bastante verde en esa rama- se apartó la escarcha del pelo de una pasada, una costumbre que había cogido-. Pero si Skarog está trabajando en ello puede que consiga ponerme al día lo suficiente para poder acompañarte. No cambies tus planes por mí, pero haré lo que pueda.

"Tengo que hacer algo con las orejas y el color de mi piel", pensaba mientras emprendían el camino de vuelta al portal. "De la escarcha y las volutas me puedo encargar con algún embrujo térmico. El lenguaje... esta vez no hará falta apañar nada, ¿no'"
-¿Pero vamos a tener que mostrarnos?- preguntó al foner. Era un detalle importante, porque implicaría también aplicar algún hechizo ilusorio a su indumentaria, o pedir prestada-. Recuerda que ya no sabes hablar foner, ¿o te vas a ocupar de eso de alguna manera?

Comentando los detalles atravesaron el portal de vuelta a casa.

Sigue en Rocavarancolia.

-Ya, visto así son muchos inconvenientes esto de viajar entre mundos, por eso creo que el próximo que visite será Nubla, al menos me entenderán al hablar. Y no me tendré que ocultar como si fuese alguien en busca y captura.- comenté mientras nos acercábamos al portal.

-Podemos volver cuando queráis, sólo tenéis que avisarme.

Y atravesé la abertura en el aire. Yo pensaba volver más temprano que ellos, eso seguro.

Sigue en la Torre Serpentaria.

Que Enredo estuviera dispuesto a acompañarlos en una futura vuelta era un alivio, pues aparte de Tap era el que mas sabia de aquel mundo.

-Entonces en un futuro cercano - añadió DL con humor aceptando la oferta. Por otro lado escucho atentamente las divagaciones de Shizel en cuanto a su propuesta de la visita a FONERA y esta valorándola con aparente intención de ir lo que le alegro.

-Pienso visitar FONERA ma veces, pues hay cosas de mi mundo que no conozco- añadió encogiéndose de hombros por si le apetecía apuntarse a esos viajes futuro sino podía llegar a tiempo al que ya tenia programado. Prestando atención a sus preguntas sonrió y negó.

-No nos mostraremos a ser posible, como mucho sera de pasada y no habrá necesidad de hablar con nadie- explico DL cuando ya llegaron al portal y explicándole un poco los pormenores que tendría que tener para cubrirse y que hacer, si por casualidad, se encontraban con los habitantes de su mundo, atravesaron el portal.

Sigue en Rocavarancolia

Esta vez no me quedé cerca del portal para respirar el aire húmedo y fresco del lugar, no tenía precisamente tiempo que perder. Me encaminé hacia el claro pensando en qué haría en caso de que mi defensa de enredaderas hubiese sido desbaratada y algún predador hubiese dado buena cuenta del cuerpo del lagarto. Con eso en mente aceleré el paso.

Suspiré al entrar en el claro, estaba claro que nada me salía bien. Miré en derredor y vi mis enredaderas aplastadas contra el suelo, la gran mayoría muertas. Me acerqué a la zona de las raíces y examiné el suelo, las que estaban vivas me sintieron y emitieron lo más parecido que a una queja que pude interpretar.

-Lo siento,- me disculpé,- ya podéis descansar.- Y se marchitaron.

Eché mano del cinturón y saqué semillas que dejé caer al suelo a mi alrededor. Eran enredaderas paralizantes y las mismas con neurotoxinas que ya había usado anteriormente.

-Os necesito,- y empecé a impartir órdenes de defensa, también erigí un campo de fuerza. Cuando empezase con el hechizo me iba a quedar desprotegido.

Levité hasta un árbol parecido a un cedro terrestre pero de color negro, me aseguré de que no hubiese nada en una de las ramas y corté parte de la misma. Cavé un agujero en la tierra, metí dentro los huesos que quedaban del animal y también el trozo de rama, lo cubrí con tierra y empecé el hechizo.

Era una especie de cántico con movimientos suaves. Y la rama comenzó a crecer.

El árbol crecía progresivamente, poco a poco se estiraba y le crecían unas pequeñas ramitas. Las raíces hacia abajo sepultaron los huesos.

Por el rabillo del ojo vi llegar a unos repobladores, no dejé de cantar en ningún momento pero sonreí interiormente. Si eran como Tap al principio tenían que estar muriéndose de curiosidad, al fin y al cabo estaba haciendo crecer un árbol como si no fuera nada.

Sí, tenían demasiada curiosidad. Se pusieron al alcance de mis enredaderas y cayeron al suelo paralizados, tenían suerte de que aquello no era mortal. Las mantis en cambio sí lo eran.

<<Debí haberlo imaginado. No pienso consentir más muertes aquí. Y menos cuando estoy haciendo una tumba, no voy a hacer más>>. Sin dejar de cantar di unas ordenes sencillas. Enredaderas protegiendo a los repobladores y otras paralizando o durmiendo a las mantis. Si era necesario pararía el hechizo para continuarlo luego.