El Macetero

Shizel intuyó que la barrera, que había convocado más por precaución que por realmente protegerse contra los insectos del principio, no iba a aguantar la carga de aquellas bestias.

Apretó el puño haciendo añicos el campo de fuerza por voluntad propia, lo que permitió a Enredo lanzar su ofensiva. A él le dejó libre para rápidamente subir una escalera invisible en el aire y tomar buena posición para apuntar fuera del alcance de los animales.
Una vez arriba comprobó que uno de los reptiles había quedado fuera de combate y otro había quedado neutralizado de momento. Haciendo unos cuantos gestos previos con los dedos, trazó un símbolo en forma de 4 invertido con el brazo derecho y apuntó con el izquierdo a uno de los dos lagartos que aún podía ser una amenaza. Éste fue abatido un segundo después por un hechizo de parálisis reforzado de acuerdo a su considerable peso. Buscó al que ya no era intangible con la mirada, no muy convencido de la eficacia de aquella estrategia de "torear". Habría preferido que Enredo no hubiese revertido su estado.

-DL, ¿no puedes transformarte en algo... venenoso, o con tentáculos, o muy grande, o lo que sea?- sugirió el idrino un poco aprensivo, ascendiendo un poco más en el aire para comprobar si desde la espesura les acechaba algún otro ejemplar de la "fauna autóctona". A Enredo se le veía de sobra protegido por sus enredaderas, pero los poderes de DL no eran tan aparentes a menos que hiciera uso de ellos y a Shizel le inquietaba verlo en apariencia tan desprotegido en su forma original.

"Oh, mierda" fue el único pensamiento de DL cuando vio que los bichitos eran sustituidos por unos inmensos lagartos que cargaron contra ellos con una facilidad asombrosa a pesar de su envergadura. Parecía que toda la fauna y vegetación de ese mundo duplicaba muchísimo en tamaño a los repobladores. Casi seria un chiste sino se encontraran  en problemas. Enredo fue de nuevo el primero en actuar acabando con uno de los lagartos con sus enredadera, dejándolo dormido y haciendo que el otro atravesara la barrera intangible. Shizel también acabo con otro de los inmensos lagartos mientras levitaba, recordandole, no sin acierto que cambiara cosa que ya había empezado a hacer desde el segundo que vio los lagartos.

-No puedo segregar veneno- respondió simplemente segundos antes de que todo su cuero se desdibujara con rapidez, en un cambio rápido de cuerpo completo que le llevo bastante poco tiempo. En la tranquilidad de su habitación había practicado cambios menos humanoides y aunque suponían un problema mas dificultoso, sobretodo con el movimiento, tenia una forma decente para ese tipo de situaciones donde su tamaño como persona daba cierta risa. Su cuerpo aumento de tamaño superando lo dos metros de envergadura y aumentando su musculatura, cubriéndose de una capa completa de escamas duras y pequeñas sin apenas separación entre ellas, como una armadura. Sus brazos se alargaron cubriéndose de escamas y púas que cubrían desde la muñeca al codo, otro par de brazos surgieron igualmente a la atura de sus omóplatos y sus dedos se convirtieron en garras. Sus piernas acabaron cambiaron a patas de lagarto fuertes y flexibles, con uñas que se clavaban en el suelo. Una larga cola fuerte tomo forma tras el de su mismo tamaño, moviéndose como si tuviese vida propia. Su cabeza también cambio por completo alargándose hasta obtener una fauces llenas de dientes puntiagudos y de doble hilera. Su tamaño no cubría el de esos lagartos recién llegados, pero al menos su cuerpo resultaba menos pesado y mas ágil.

-¡No prometo milagros y cerrad los ojos! -salio un sonido gutural de la garganta a través de las fauces, lanzando tras avisar un hechizo de explosión de luz directamente sobre la cara del reptil. No sabia a que nivel estaría su capacidad de visión ante fuertes luces, pero tampoco pensaba averiguarlo y dado que sus propios ojos los había protegido contra esa misma luz, cegándolos momentáneamente, aprovecho el momento de distracción para subirse sobre el lomo del reptil de un salto. Apresó con su cola la garganta de este y aferrándose a este con dos de sus brazos para no caerse, clavando sus uñas entre los espacios entre escamas del reptil, lo que también hizo con sus piernas. El otro lo superaba en fuerza y tamaño, sin duda alguna, pero su intención era primera frenarlo, porque a esa velocidad era como una enorme mole cayéndole encima, jalando de su cola en torno a su garganta, apresada como una serpiente a su presa, para ahorcarlo con la propia fuerza que estaba usando el reptil para atacarles. El hechizo de intangibilidad en su lengua para usarlo en el momento justo para separarse y con sus manos libres para hacer los gestos, teniendo en cuenta esa cola ahí atrás que bien podría meterle un golpazo, pegándose lo mas posible al cuerpo del reptil para que sus movimientos no lo removieran con tanta fuerza y así poder lanzar el hechizo.

El lagarto no se andaba con tonterías y aunque consiguió hacer el hechizo intangible eso no le salvo de acabar dándose un buen golpe contra el suelo que atravesó de golpe dándole un susto de muerte, consiguiendo coger el suficiente aire ates de hundirse. Lazándose un hechizo de levitación salió del suelo, flotando cerca de aquel lagarto. Un poco mas lejos vio al lagarto ya no intangible, moribundo en el suelo con regueros de sangre donde antes había estado las patas. Casi sintió que se le ponía los huevos de corbata ante la visión "Por poco y no termino casi igual" pensó mirando al lagarto, aun vivo y coleando.

-Intentar usar la fuerza con un bicho que me duplica el tamaño, ha sido algo estúpido. Menos mal que estas escamas protegen sino seria puré de cambiante -murmuro en un suave gruñido saliendo entre sus colmillos apuntándole con su cola intangible y pronunciando un hechizo de parálisis contra el reptil. al cual se acerco hasta estar a cierta distancia de este observandolo atentamente, volviendo a cambiar parcialmente aunque sin deshacerse ni de la protección de escamas, ni de la cola ni de la agarras, pero si de la cabeza de reptil y de los brazos extras. Se volvió de nuevo tangible, usando una de las garras para arrancarle una de las escamas al reptil paralizado, guardándola. Reuniéndose con los otros dos, le mostró la escama a Shizel con distracción- Un recuerdo de como no enfrentarse a un reptil gigante, lastima que no conseguí algo así de los bichos anteriores. Habría sido una curiosa anécdota. -murmuro sin parecer molesto por el fallo de su intento. Su tranformacion dependía del físico sino improvisaba con lo que tenia jamas le sacaría partido. Era normal que con su transformación siempre acabara herido.

Un sonido desagradable a mis espaldas una sensación de algo húmedo y caliente en mi espalda me heló el tuétano. Me di la vuelta sabiendo lo que me iba a encontrar.

-No, no no no no,- corrí y me arrodillé al lado del lagarto en un charco de sangre que no paraba de crecer.- Para de sangrar,- pero el líquido no dejaba de manar de las heridas.- Que pares te digo joder.- dije con la voz tintada de desesperación. Era inútil, sabía bien que no iba a parar. Sabía que al lagarto no le quedaba mucho de vida.- Es culpa mía, me dejé llevar y olvidé lo que podía pasar, tú no tenías que morir.- el monstruo no podía oírme, me apoyé contra la panza hasta que dejó de moverse, había dejado de respirar.- Lo siento.

No pude salvarle la vida, quizá os parezca raro que pensase eso cuando era el lagarto el que me había atacado, es posible que penséis que el acto estaba justificado ya que fue en defensa propia. Os equivocáis, lo que hice no tuvo excusa, por culpa de mi error se acabó una vida y no era un error que pudiera haber arreglado, quizá alguien versado en magia curativa hubiese podido pero yo no. Y ahora según el ciclo de las cosas tendría que llegar algo que se comiese el cuerpo del lagarto, pero no, iba a ahorrarle a su cuerpo aquel destino, costase lo que costase.

Empecé a sacar de mi cinturón semillas, ninguna de ellas era venenosa. Llevé al lagarto al centro del claro y limpié la sangre con un hechizo. Planté las semillas alrededor de su cuerpo y me concentré, prácticamente acabé sumido en un pequeño trance. Las plantas comenzaron a crecer estirándose hacia los límites del claro. Las otras enredaderas se habían marchitado. Las nuevas crecieron llenando todo el prado de filamentos, que acabaron uniéndose en un capullo alrededor del lagarto para proteger el cuerpo. De pronto todas las lianas florecieron a la vez llenándolo de colorido, flores azules, naranjas, rojas y moradas adornaron la superficie.

-No puedo hacer más ahora mismo.- dije acercándome,- No quiero que dejéis a nada ni nadie pasar hasta que yo vuelva.- iba a volver, solo tenía que aprender un par de cosas mágicas y volvería para hacer una última cosa.- Vayámonos por favor.- me volví a los dos chicos que me acompañaban y les señalé la cesta.- Podéis ir comiendo mientras nos movemos, yo quiero lavarme en un río cercano. Os podéis comer mi parte, yo no tengo hambre.- se me había quitado con que había pasado. Igual que mi buen humor anterior que se había esfumado.

Shizel se quedó más tranquilo cuando vio a DL adoptar una forma más amenazadora. Hacía tiempo que la cosecha había quedado atrás, pero en ocasiones notaba que la sensación de indefensión aprendida durante la criba volvía a él. "Este tipo de cosas ya no pueden con nosotros", se recordó a sí mismo mientras se preparaba para repetir lo que ya había hecho con el otro lagarto.

Sin embargo DL ya se había encaramado a él y se movía demasiado para que Shizel pudiese apuntar con precisión desde aquella distancia sin correr el riesgo de darle a su amigo por error. El skrýmir descendió en el aire para poder hacerlo desde cerca, pero en ese momento un coletazo envió al foner al suelo, seguido de otro que estuvo a punto de darle a él. El idrino lo esquivó a duras penas mientras sus dedos tecleaban las terminaciones del hechizo.

La última sílaba murió en sus labios cuando el mismo DL se encargó de paralizarlo al emerger del suelo. El cambiante no había llegado a estrellarse contra el suelo, lo que era un alivio porque podía haberse dado un golpe muy serio. Al mismo tiempo un chillido agónico desde el otro lado del claro le perforó los oídos.

Shizel se creía bastante curado de espanto desde que había sido el primero en descubrir el cadáver de YR la noche del incendio en Maciel, pero aún así no deseaba mirar aquella carnicería más tiempo del necesario. Otros engendros que había visto durante la criba, como la quimera de la que habían extraído sangre corrosiva, habían acabado tan destrozadas (y eran tan grotescos de por sí) que no le había costado sobreponerse y verlo como un conjunto de tripas y carne como el que podía encontrar en un establecimiento. Pero aquel lagarto estaba intacto a excepción de que le habían cercenado las patas, y precisamente por ser más reconocible le revolvía más el estómago.

Apartó la mirada y en su campo de visión entró la escama de DL.
-Si te la guardas podrías intentar copiarla- murmuró como sugerencia. A sus espaldas oía la angustia en la voz de Enredo y siguió sin volverse por dejarle intimidad. El idrino había tenido mascotas cuando era pequeño, pero siempre eran otros los que las cuidaban. No comprendía muy bien aquel vínculo con los animales y por tanto decidió no decir nada por tacto. Tampoco llegó a saber qué estaba haciendo el brujo, pero en cuanto pudo ver de reojo que el claro reverdecía de forma diferente pudo imaginárselo.

Asintió en cuanto decidieron volver a ponerse en marcha. El gasto de magia le había dado hambre, así que en cuanto la imagen del lagarto ensangrentado desapareció de su mente el idrino empezó a mordisquear su parte de la comida mientras caminaban. Al cabo de un tiempo llegaron a la ribera de un caudaloso río abrigado por helechos. Shizel hizo un barrido con niebla mágica a ras de suelo para asegurarse de que nada los acechaba bajo la vegetación.
-¿Lo bordeamos o lo cruzamos?- preguntó a Enredo con expresión interrogante. Él era el guía después de todo.

Para el la forma en la que le lagarto se quedo sin su patas no fue tan inquietante y nauseabundo tras pasarsele el susto de haber acabado similar. Tal vez se debía a que empezaba acostumbrarse a ver partes de animales, al fin de cuentas  aveces le tocaba diseccionar pequeñas colaespinas u otros animales de menor tamaño para ver como eran internamente. Igual que cuando empezó a aprender a curarse las heridas cortando a las colaespinas y fijando como su cuerpo paraba la hemorragia. Estaba empezando a acostumbrarse la sangre "No se si eso es bueno" pensó con cierto humor negro. Pudo ver como Enredo se encargaba del enorme reptil dándole incluso sepultura con sus enredaderas, tras ver en una forma de proteger el cuerpo de algún ataque antes de unirse a ellos y decir que se pusieran en camino.

-¿Que harás con el reptil? Me refiero...has puesto tus enredaderas a cubrirlo -pregunto Enredo mientras se alejaba de allí y echaba una ultima mirada alas enredaderas y flores que lo cubrían, mientras tomaba algo de comida de la cesta mientras avanzaba, manteniendo su cuerpo escamoso cola y garras, por si nuevamente algún ser de la fauna de ese mundo iba de nuevo contra ellos. Finalmente atendió a las palabras de Shizel sobre las escamas par ano molestar mucho mas a Enredo mientras el sonido del agua llegaba a sus oídos.

-Podría, o podría entregársela a Giz, el genemago, a saber si tiene partes de los reptiles de este mundo -añadió encogiéndose un poco de hombros con la escama bien guardada en la bolsa que siempre elevaba consigo, viendo como finalmente llegaban a un caudaloso rió que hizo que DL  sintiera desconfianza inmediata. El rió de rocavarancolia tenía peces con colmillos, entre otras cosas y en ese rió se veían aun menos el fondo, no quería averiguar que había debajo- Si vamos a cruzar el río, aconsejaría hacerlo levitando pues a saber lo que hay en el fondo -añadió DL como comentario si tener claro aun que harían, fuera como fuera esa excursión para hacer un picnic estaba siendo mas una aventura llena de riesgos que una tarde tranquila.

Caminé hasta llegar a un río y antes de responder a sus preguntas me limpié las manos con magia, me quité la camiseta azul claro que ahora en la espalda tenía más de la mitad llena de sangre, la limpié también y luego hablé.

-Al lagarto quiero darle un entierro digno por así decirlo, no espero que lo entendáis.- dije con voz hueca.- Todo depende de a dónde quieras ir Shiz. Si vamos contracorriente terminaremos llegando a las montañas. Si seguimos la corriente sin cruzar terminaremos llegando al mar en algún momento, aunque está bastante lejos. Más allá del río no sé muy bien que habrá, no suelo venir por aquí. La decisión la tenéis vosotros, yo soy el guía.- me paré un momento y pregunté.- ¿Podéis ayudarme a limpiarme la espalda? No veo si tengo sangre o no y no quiero gastar tropecientos hechizos en esto.

-No hay problema- Shizel dibujó unos acordes con las manos y rozó la espalda de Enredo con los dedos, que al instante quedó libre de sangre. El idrino activaba el escudo prestamente cada vez que veía a sus compañeros hacer uso de hechizos, por lo que se podía permitir hacer gastos frívolos como aquel.

Shizel asintió ante el apunte de DL, sus pensamientos circulando por vías similares. Cuando habían ido a pescar ocasionalmente en el riachuelo cercano a Maciel no habían tenido ningún problema, pero allí YR había perdido la pierna y eso lo habían tenido siempre presente.

Ante la disyuntiva que les presentaba Enredo el idrino se mesó la barbilla, sopesando las opciones.
-¿Seguimos el río?- propuso al final-. Si vemos algo interesante podemos cruzar en cualquier momento, y así no corremos el riesgo de perdernos.
Él había aprendido a las malas a hacer uso de ese tipo de señales en sus primeras excursiones por Roca Sagrada, en las que en ocasiones se había visto tan perdido que había tenido que levitar hasta poder ver el mar por donde había venido.

No pareció haber pegas y los tres visitantes de nuevo se pusieron en marcha corriente abajo. A medida que avanzaban Shizel dejó que sus pensamientos fluctuasen de nuevo a lo que estaban hablando antes de ser atacados por las mantis. Aún si se ponía las pilas, ¿sería capaz de al menos aprender los embrujos de camuflaje más básicos antes de que DL tuviera que irse? Tenía sus dudas. Aunque el cambiante había comentado que Atol también estaba trabajando en ello... Shizel se planteó hacer una visita al helión los días próximos y proponerle trabajar juntos en aquello, o intercambiar parte del trabajo que éste llevara adelantado por otro hechizo que el libense viese de su interés.

Con el tiempo otras cosas desviaron su atención. Ante la llegada de las libélulas Shizel convocó discretamente un pequeño globo de protección en torno a sí para no tener que manotear para espantarlas, tomando nota mental de echarle un vistazo a aquel embrujo repeleinsectos que había visto en una nota al pie de un manual de física mágica. "Era algo de vibraciones..."
-Vaya- cuando los divisó, observó a los repobladores desde cierta distancia con genuino interés-. Enredo, ¿sería posible hablar con ellos?

Finalmente decidieron tomar el camino del río y pronto pudieron ver unos enormes insectos, del tamaño de la avispa que Tap había tenido en rocavarancolia, de cuerpos alargados y cuerpo verdoso. A los pies un grupo de repobladores, que rápidamente llamaron a sus monturas y se perdieron en el aire.

-Si me convierto en árbol ¿me huirán también? Parece ser al único ser vivo del que no huyen -pregunto DL con cierta mordacidad pues los repobladores o huían al verlos o se lanzaban en picada a por ellos, dependiendo. Miro a Enredo preguntandose si este habría podido realmente acercarse a algún repoblador que no fuese Tap en sus anteriores excursiones a ese mundo-A juzgar por sus silbidos...¿mandaran algo a atacarnos? - pregunto alzando una ceja ya desconfiando de forma natural, pues desde que habían llegado habían recibido más ataques que en un día en rocavarancolia. Pensativo y curioso por saber donde estaban, que tampoco era plan de perder allí y no encontrar luego el portal, se lanzó un hechizo de levitación y otro de protección por si acaso, alzándose del suelo. Ya arriba, a unos 5 metros de los otros, observo a los chicos abajo junto al río. No veía un pimiento con esos dichosos arboles así que se hizo el hechizo que tanto gustaba a Shizel, el de niebla mágica. Finalmente pudo ver el claro de Enredo y aquel montículo de enredaderas cubierta de flores que servían de descanso al lagarto-Vaya nos hemos alejado bastante, ya ni se puede ver la arboleda de cristal, ya ni decir de por donde vinimos- comento DL lo suficiente audible para que sus compañeros le oyeran, viendo como al otro lado y a cierta distancia se venia las montañas, algo que no es que tuviese muy conocido aunque supiera lo que eran y un poco mas cerca un bosque con bastante espesura, al otro lado del río-Es un sitio enorme para habitantes tan chiquitos, sin contar la fauna, claro-comentó con una media sonrisa entre curiosa y algo divertida

Al ver salir corriendo a los repobladores sonreí levemente.

-Sería posible,- respondí mientras me pasaba una mano por el pelo.- Por desgracia mis conocimientos de repoblador son escasos, apenas algunas palabras sueltas, no tantas como para mantener una conversación en cualquier caso.- dije con voz cansada.- De todas formas también se comunican mediante una especia de chirridos que emiten por la espalda y yo eso no lo puedo imitar. Quién sabe, igual el día que sustituya a Sepalian como cosechador me entere de como cosecha.- comenté intentando hacer una broma, intentaba esforzarme por no amargarles la visita, pero Shiz es idrino, podría ver perfectamente a través de mis intenciones, no sé ni para que lo intentaba.- De todas formas DL es probable que sí manden a sus guerreros a por nosotros, pero tampoco apostaría por ello. Lo mejor será que nos movamos si no queremos llevar sorpresas desagradables.

Seguí el curso del río más atento a la conversación entre el idrino y el foner que a mis propios pensamientos, necesitaba distraerme.

Shizel se decepcionó un poco, aunque no podía decirse que no lo esperase, cuando los repobladores huyeron al verlos. De todas formas la respuesta de Enredo le confirmó que no habrían podido comunicarse con ellos, y le extrañó que para trabajar en el Macetero no le facilitasen un amuleto de comunicación. Aunque siguieron caminando, nada nuevo les salió al paso.
-¿Regresamos entonces?- propuso cuando DL les hizo notar lo lejos que habían llegado-. Contracorriente puede que encontremos algo más que repobladores cabreados, y estaremos más cerca del portal.

Un tiempo después habían remontado el trayecto que llevaban cerca del río, y se encontraban en una arboleda de una atmósfera marcadamente más oscura. Los tonos morados y azules de los árboles se tragaban la luz que se colaba entre las copas, y las luces que Shizel descubrió al acercarse más que pertenecían a unos animalitos luminiscentes producían la inquietante sensación de que siempre había algo moviéndose a su espalda.

-Vaya, ya tenemos discoteca.- intenté bromear aunque sabía que ninguno iba a entenderlo. Aún así tenía una sensación rara, en ese mundo las cosas no eran tan sencillas.

Un escalofrío me recorrió la columna cuando oí los sonajeros. <<¿Serpientes de cascabel? Si el lagarto era grande cómo serán éstas, y aunque no sean gigantes serán venenosas. Lo mejor será...>>

-Intangibles, ya.- dije mientras comenzaba a trazar surcos en el aire.- Nunca he pasado por aquí y no sé qué es esto, pero así al menos reducimos drásticamente el riesgo.

No había mucho mas que ver en ese lugar, los repobladores, siendo tan amistosos se había marchado y como siguiéramos avanzando solo se acabarían alejando mas del portal. por tanto, en cuanto DL volvió a tierra junto a ello deshizo la niebla mágica. Estaba de acuerdo con Shizel en dar la vuelta y marchar por donde habían venido, aunque no se quedaron allí sino que siguieron rió arriba encontrándose con un espectáculo de colores de aquellos bichitos tan extraños.

-¿Bola de discoteca? No se que es eso, pero para cambios de colores a alta velocidad, en la sede ya tenemos a Nasher y su gama de colores es mas amplia- añadió con cierto humor, al ver como el patrón de los insectos no variaba. Aquello parecía mas que una distracción, una secuencia de colores que se repite normalmente son o por distracción, aviso o como amenaza, en este parecía un mejunje de las tres a juzgar por el siseo y el sonido de sonajeros que empezaron a llegar. No necesito ni que Enredo le confirmara lo evidente, había estado demasiado tiempo tranquilos y sin sobresaltos.

-Debimos quedarnos donde los repobladores ariscos, al menos con ellos sabemos lo que nos podemos de esperar, mas o menos -añadió lanzándose el hechizo de intangibilidad, agradeciendo que sus recargas mágicas se abastecieran solas con el tiempo, sino seria un engorro. Ya con el hechizo tuvo un poco mas de libertad para hablar y mas tranquilidad también-¿En todos los mundos vinculados se es tan propenso a ser atacado?- murmuro mirando a sus acompañantes de reojo con una ceja alzada, mientras movía su cola  de un lado a otro, preparando un hechizo de parálisis ante la posibilidad de que algo los atacase.