El Macetero
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Rocavarancolia Rol
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El Macetero
12/08/12, 06:35 pm
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El Macetero
Portal situado en el continente, al centro, cerca de la isla.
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: El Macetero
04/12/18, 01:07 am
Eara se dio cuenta de buena parte de los sentimientos que su relato había despertado en Irianna. En ella, ajena a todo lo que la aurva había vivido, no resultaban extraños. Ella reaccionaba así ante las injusticias. Sin embargo, para Eara estaba normalizado aquel horror, aquella única excepción. Siempre se había opuesto fuertemente a las injusticias y tomado en serio la moralidad. Como una hipócrita. Aunque tal vez lo que no quería era más hipocresía o sufrimiento en su vida.
No se rechazó la mano de Irianna cuando se la tendió. Lo que más necesitaba en ese momento era ser reconfortada. Las palabras de Irianna la hacían darse cuenta que discutir con Ayne no era lo que la había alterado, sino el lento despertar de aquella pesadilla que había sido su vida. La volvían loca las contradicciones. La volvía loca que fuese Rocavarancolia precisamente quien le pretendiese mostrar aquella verdad.
Las lágrimas seguían cayendo, aunque ya no sollozaba. Se sentía triste y vacía, pero sobre todo confusa. Desenterrar el pasado solo era una fuente de dolor para ella.
—Agradezco tu sinceridad. Tenía miedo de hablarte de esto por si rechazabas mi forma de pensar. No sabía cómo explicar… No es fácil de explicar. Para nosotros es una realidad, y ya está. A nadie le gusta, pero no es algo a lo que te puedas oponer, es inevitable. Los edeels ni siquiera tienen que pensar en ello. Y nosotros, desde el día de la unión, dejamos de hacerlo.
Eara inspiró, llenando sus pulmones para tratar de sentirse un poco mejor, y luego suspiró. La forma de expresarse de Irianna la ayudaba a entender mejor lo que le estaba pasando por la cabeza. La brusquedad de Ayne solo le creaba rechazo, aunque parte del problema radicaba en que él era un edeel. Eara nunca había considerado que los edeels pudiesen comprender la marca que les dejaba el temor a la muerte ni el papel que jugaba en su comportamiento posterior a la unión. Además, Irianna era un aurva. Aunque no hubiese recibido el mismo tipo de educación que ella, de forma inconsciente la percibía como una igual.
—Por alguna razón estoy asustada del futuro. Solía asustarme que Ayne fuese a cambiar hasta que no pudiese reconocerlo, pero ahora también me preocupa que lo haga yo. Quizá solo estoy dándole demasiadas vueltas a las cosas. Quizá no todos los cambios son negativos. Necesito tomarme esto con más calma. Últimamente todo parece negatividad, mires donde mires. —Había confirmado lo que pensaba Irianna, lo que probablemente pensarían cualquiera de sus amigos no Sinhadres, y sus sentimientos hacia ellos no habían cambiado. Eso, sumado a que había sido más o menos comprensiva con sus cambios, la hacía preguntarse por qué le molestaba especialmente que Ayne dejase de lado sus creencias sinhadres. Tal vez solo estaba imponiéndole sus propias convicciones, o tal vez le asustaba seguir sus pasos también en aquello. Y ahora que las tensiones habían estallado, seguía sin tener una respuesta de qué era lo que quería para para el futuro—. Yo también le debo una disculpa a Ayne. No sé con qué cara volver ni qué decir. No sé cómo pude llegar a reaccionar así. Estaba abrumada. —La preocupación en su voz era evidente.
No se rechazó la mano de Irianna cuando se la tendió. Lo que más necesitaba en ese momento era ser reconfortada. Las palabras de Irianna la hacían darse cuenta que discutir con Ayne no era lo que la había alterado, sino el lento despertar de aquella pesadilla que había sido su vida. La volvían loca las contradicciones. La volvía loca que fuese Rocavarancolia precisamente quien le pretendiese mostrar aquella verdad.
Las lágrimas seguían cayendo, aunque ya no sollozaba. Se sentía triste y vacía, pero sobre todo confusa. Desenterrar el pasado solo era una fuente de dolor para ella.
—Agradezco tu sinceridad. Tenía miedo de hablarte de esto por si rechazabas mi forma de pensar. No sabía cómo explicar… No es fácil de explicar. Para nosotros es una realidad, y ya está. A nadie le gusta, pero no es algo a lo que te puedas oponer, es inevitable. Los edeels ni siquiera tienen que pensar en ello. Y nosotros, desde el día de la unión, dejamos de hacerlo.
Eara inspiró, llenando sus pulmones para tratar de sentirse un poco mejor, y luego suspiró. La forma de expresarse de Irianna la ayudaba a entender mejor lo que le estaba pasando por la cabeza. La brusquedad de Ayne solo le creaba rechazo, aunque parte del problema radicaba en que él era un edeel. Eara nunca había considerado que los edeels pudiesen comprender la marca que les dejaba el temor a la muerte ni el papel que jugaba en su comportamiento posterior a la unión. Además, Irianna era un aurva. Aunque no hubiese recibido el mismo tipo de educación que ella, de forma inconsciente la percibía como una igual.
—Por alguna razón estoy asustada del futuro. Solía asustarme que Ayne fuese a cambiar hasta que no pudiese reconocerlo, pero ahora también me preocupa que lo haga yo. Quizá solo estoy dándole demasiadas vueltas a las cosas. Quizá no todos los cambios son negativos. Necesito tomarme esto con más calma. Últimamente todo parece negatividad, mires donde mires. —Había confirmado lo que pensaba Irianna, lo que probablemente pensarían cualquiera de sus amigos no Sinhadres, y sus sentimientos hacia ellos no habían cambiado. Eso, sumado a que había sido más o menos comprensiva con sus cambios, la hacía preguntarse por qué le molestaba especialmente que Ayne dejase de lado sus creencias sinhadres. Tal vez solo estaba imponiéndole sus propias convicciones, o tal vez le asustaba seguir sus pasos también en aquello. Y ahora que las tensiones habían estallado, seguía sin tener una respuesta de qué era lo que quería para para el futuro—. Yo también le debo una disculpa a Ayne. No sé con qué cara volver ni qué decir. No sé cómo pude llegar a reaccionar así. Estaba abrumada. —La preocupación en su voz era evidente.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Macetero
04/12/18, 07:50 pm
Irianna negó con la cabeza cuando la sinhadre expresó las preocupaciones que la habían carcomido durante aquella conversación.
—No, tienes tus motivos para pensar así. Sería una hipócrita si le echase en cara a alguien el hecho de querer protegerse contra algo inevitable a toda costa, ¿no te parece? —Le dedicó una sonrisa un tanto triste a la aurva: ella sabría de sobra a qué se refería.
Tampoco le resultaba extraño que Eara sintiese incertidumbre respecto a lo que le deparaba la ciudad, a fin de cuentas era una realidad el hecho de que mucha gente ni siquiera la consideraba “digna” de llamarse a sí misma ciudadana de Rocavarancolia y para la nebulomante no era difícil de entender que tuviese miedos e inseguridades relacionados con ello y también con el hecho de que su edeel, que para ella era “su otra mitad” había cambiado radicalmente en algunos aspectos. Lo que sí le costaba más comprender era el hecho concreto de que tuviese miedo a cambiar, sin estar del todo segura de a qué se refería exactamente. ¿Tenía miedo de convertirse en alguien sin escrúpulos? ¿De que si había la vista gorda respecto al método de obtención de magia de Ayne era cómplice, de algún modo, de una amoralidad aberrante según su educación? No lo tenía muy claro, pero sentía que no era el momento de remover la psique de Eara para plantearle cuestiones que, sin duda, solo le harían sentirse peor.
—Por supuesto que no todos los cambios son negativos. Sabrás encontrar tu propio equilibrio: solo date tiempo —respondió simplemente—. Respecto a Ayne… Si se lo explicas igual que me lo has explicado a mí estoy convencida de que lo entenderá. No te tortures por tu reacción: habías acumulado mucho y eres consciente de que no es la manera de resolver las cosas en realidad.
—No, tienes tus motivos para pensar así. Sería una hipócrita si le echase en cara a alguien el hecho de querer protegerse contra algo inevitable a toda costa, ¿no te parece? —Le dedicó una sonrisa un tanto triste a la aurva: ella sabría de sobra a qué se refería.
Tampoco le resultaba extraño que Eara sintiese incertidumbre respecto a lo que le deparaba la ciudad, a fin de cuentas era una realidad el hecho de que mucha gente ni siquiera la consideraba “digna” de llamarse a sí misma ciudadana de Rocavarancolia y para la nebulomante no era difícil de entender que tuviese miedos e inseguridades relacionados con ello y también con el hecho de que su edeel, que para ella era “su otra mitad” había cambiado radicalmente en algunos aspectos. Lo que sí le costaba más comprender era el hecho concreto de que tuviese miedo a cambiar, sin estar del todo segura de a qué se refería exactamente. ¿Tenía miedo de convertirse en alguien sin escrúpulos? ¿De que si había la vista gorda respecto al método de obtención de magia de Ayne era cómplice, de algún modo, de una amoralidad aberrante según su educación? No lo tenía muy claro, pero sentía que no era el momento de remover la psique de Eara para plantearle cuestiones que, sin duda, solo le harían sentirse peor.
—Por supuesto que no todos los cambios son negativos. Sabrás encontrar tu propio equilibrio: solo date tiempo —respondió simplemente—. Respecto a Ayne… Si se lo explicas igual que me lo has explicado a mí estoy convencida de que lo entenderá. No te tortures por tu reacción: habías acumulado mucho y eres consciente de que no es la manera de resolver las cosas en realidad.
- TakGM
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Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: El Macetero
06/12/18, 01:15 am
La respuesta de Irianna le quitó un peso enorme de encima. Era consciente de que la nebulomante también tenía un pasado doloroso y había luchado contra las hipocresías de su mundo, pero Eara necesitaba su confirmación para relajarse. Lamentaba haberla metido en todo aquello, pero al mismo tiempo se alegraba de que hubiese sido ella su confidente. La había ayudado a comprender un poco mejor sus sentimientos, dejándola hablar y siendo comprensiva. Si se la comparaba con Ayne, hablar con ella resultaba muchísimo más fácil.
En lo que respectaba a su edeel, supo que Irianna tenía razón. Podían entenderse si lo hablaban, pero una parte de ella seguía resistiéndose a contar con él para sincerarse. No terminaba de entender por qué, pero se daba cuenta de que hasta no hacía tanto había sido hermética con Ayne, aunque este tampoco le había hecho demasiadas preguntas de su pasado. Eara creía que todos los edeels eran así, tal vez porque era lo que parecía en el ambiente en que se habían movido. Se comportaban como si los aurvas cayesen del cielo el día de la unión, o tal vez su pasado no era lo suficientemente interesante para ellos. En parte era cierto, en comparación no tenían demasiado que contar de sus infancias.
—Lo arreglaremos, de una manera u otra —dijo, sin demasiada convicción. Decidió tratar de dar voz a sus pensamientos—. Pero me preocupa que, como edeel, le falte empatía… No sé cómo explicarlo. Por alguna razón me cuesta compartir con él estas experiencias. Tal vez simplemente nuestra relación no es tan buena como creía. La —dudó antes de proseguir— sumisión no hace que una relación sea perfecta. Siempre creí que lo único que debía hacer era poner todo mi esfuerzo en adaptarme y cumplir con mis deberes porque era lo que me habían inculcado. No quiero decir que me haya tratado mal —se apresuró a añadir—. No me refería a nada de eso. —Consideró importante aclarar el posible malentendido, teniendo en cuenta los problemas que había tenido Irianna en el pasado—. Entenderse puede llegar a ser muy difícil. A veces somos como completos desconocidos. —Eara suspiró, y tras una breve pausa decidió que no eran necesarias más explicaciones—. Siento haberte metido en todo esto —dijo, a la vez que hacía ademán de levantarse del suelo—, pero ahora me doy cuenta de que estaba al límite. Tengo… tengo que recapacitar sobre muchas cosas. Gracias por todo. Siempre me estás ayudando, ojalá pudiese hacer tanto por ti como haces tú por mí.
La tristeza y la confusión seguían ahí, pero haber ordenado sus pensamientos era de gran ayuda. Deseaba darle un abrazo a Irianna, pero en su lugar trató de leer en su lenguaje corporal si para ella era una reacción apropiada en esa ocasión.
En lo que respectaba a su edeel, supo que Irianna tenía razón. Podían entenderse si lo hablaban, pero una parte de ella seguía resistiéndose a contar con él para sincerarse. No terminaba de entender por qué, pero se daba cuenta de que hasta no hacía tanto había sido hermética con Ayne, aunque este tampoco le había hecho demasiadas preguntas de su pasado. Eara creía que todos los edeels eran así, tal vez porque era lo que parecía en el ambiente en que se habían movido. Se comportaban como si los aurvas cayesen del cielo el día de la unión, o tal vez su pasado no era lo suficientemente interesante para ellos. En parte era cierto, en comparación no tenían demasiado que contar de sus infancias.
—Lo arreglaremos, de una manera u otra —dijo, sin demasiada convicción. Decidió tratar de dar voz a sus pensamientos—. Pero me preocupa que, como edeel, le falte empatía… No sé cómo explicarlo. Por alguna razón me cuesta compartir con él estas experiencias. Tal vez simplemente nuestra relación no es tan buena como creía. La —dudó antes de proseguir— sumisión no hace que una relación sea perfecta. Siempre creí que lo único que debía hacer era poner todo mi esfuerzo en adaptarme y cumplir con mis deberes porque era lo que me habían inculcado. No quiero decir que me haya tratado mal —se apresuró a añadir—. No me refería a nada de eso. —Consideró importante aclarar el posible malentendido, teniendo en cuenta los problemas que había tenido Irianna en el pasado—. Entenderse puede llegar a ser muy difícil. A veces somos como completos desconocidos. —Eara suspiró, y tras una breve pausa decidió que no eran necesarias más explicaciones—. Siento haberte metido en todo esto —dijo, a la vez que hacía ademán de levantarse del suelo—, pero ahora me doy cuenta de que estaba al límite. Tengo… tengo que recapacitar sobre muchas cosas. Gracias por todo. Siempre me estás ayudando, ojalá pudiese hacer tanto por ti como haces tú por mí.
La tristeza y la confusión seguían ahí, pero haber ordenado sus pensamientos era de gran ayuda. Deseaba darle un abrazo a Irianna, pero en su lugar trató de leer en su lenguaje corporal si para ella era una reacción apropiada en esa ocasión.
- GiniroryuGM
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Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Re: El Macetero
11/12/18, 11:57 pm
Irianna asintió con convicción en contraste con la dubitativa afirmación de la sinhadre, pero adoptó un gesto reflexivo mientras escuchaba el motivo de la inseguridad de Eara al respecto. Era complicado, y ella había hecho lo que había podido por animar y aconsejar a su amiga, pero sentía que no podría aportarle mucho más al respecto. Tenían que arreglarlo entre Ayne y ella.
—Estoy segura de que Ayne te escuchará y tratará de comprenderte. Seguro que vuestra relación no es perfecta, pero se nota que os preocupáis el uno por el otro. Todo irá bien.
Negó con la cabeza mientras sonería levemente ante la disculpa de Eara.
—Para eso están los amigos. Tú también me ayudas, mucho más de lo que te imaginas probablemente. Siempre me has escuchado y poder contar con buenas amigas como tú, Kimbra o dama Diurna es uno de los principales motivos por los que he conseguido avanzar tanto.
Cuando notó la inseguridad de la sinhadre en sus gestos acabó por darse cuenta de lo que quería hacer, por lo que ella misma inició el abrazo, apoyando suavemente su mentón sobre el hombro de Eara. Quiso decir algo pero no supo qué. Probablemente en al que momento ya sobrasen las palabras de todas formas.
—Estoy segura de que Ayne te escuchará y tratará de comprenderte. Seguro que vuestra relación no es perfecta, pero se nota que os preocupáis el uno por el otro. Todo irá bien.
Negó con la cabeza mientras sonería levemente ante la disculpa de Eara.
—Para eso están los amigos. Tú también me ayudas, mucho más de lo que te imaginas probablemente. Siempre me has escuchado y poder contar con buenas amigas como tú, Kimbra o dama Diurna es uno de los principales motivos por los que he conseguido avanzar tanto.
Cuando notó la inseguridad de la sinhadre en sus gestos acabó por darse cuenta de lo que quería hacer, por lo que ella misma inició el abrazo, apoyando suavemente su mentón sobre el hombro de Eara. Quiso decir algo pero no supo qué. Probablemente en al que momento ya sobrasen las palabras de todas formas.
- TakGM
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Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Re: El Macetero
14/12/18, 04:10 pm
En el exterior del invernadero, no muy lejos de donde estaban hablando Irianna y Eara, Ayne se había apostado con un hechizo para aumentar sus sentidos activado. Su expresión seria era ilegible, pero respiraba tranquilo. Acababa de escuchar muchas cosas que desconocía, acababa de descubrir aún facetas nuevas de su aurva. Era lo que pretendía, sin embargo ahora no sabía qué hacer con aquella información. Lo que sí sabía era que la idea de haber sido escuchada no le iba a gustar nada a Eara, y se apresuró a volver al cuarto de descanso en cuanto escuchó que se levantaban.
Eara consiguió sonreir brevemente ante las palabras de Irianna. No entendía muy bien cómo, pero se alegraba de que aquella amistad fuese mutua y la nebulomante también la considerase un apoyo. Cosas como aquella le recordaban lo que Rocavarancolia le había aportado a ella, una sin esencia. Nunca había tenido amigos tan verdaderos como los que había hecho en la ciudad. Eso también le daba fuerzas para perseverar.
Se aferró a Irianna, recordando lo reconfortantes que podían ser los abrazos, y también lo mucho que la solían ayudar los abrazos de Hela. Pero su pasado ya no parecía tan cercano ni lo anhelaba de la misma manera. Tenía montones de problemas en Rocavarancolia, pero no eran lo único ni lo más importante. Respiró profundamente y se armó de valor para enfrentarse de nuevo a su edeel.
—Vamos allá —dijo tratando de sonar convencida. Se sacudió la falda con energía, notando que se le había humedecido un poco, pero no le preocupó demasiado. Se sintió avergonzada de haber forzado a Irianna también a mancharse, pero trató de no darle muchas vueltas sabiendo que podía arreglarlo fácilmente con magia.
Cuando llegaron a la habitación, Eara se asomó con cierta cautela, y encontró a Ayne todavía con el recogedor en la mano. El syv derramado ya había desaparecido de la mesa y el suelo, y el edeel tenía la ropa seca. Levantó la cabeza para mirar quién entraba y le sostuvo la mirada con sus cuencas vacías hasta que Eara apartó la suya, todavía avergonzada por su compotamiento.
—Vamos a hacer como si nada de esto hubiese pasado, ¿de acuerdo? —El anima rompió el silencio, y Eara notó que su voz era poco firme. ¿Estaba dolido o enfadado? ¿O preocupado? No era capaz de interpretar su tono.
—Pero…
—Los dos actuamos mal, ¿no? Lo mejor que podemos hacer es no darle más vueltas —la interrumpió. Trató de imprimir aplomo en sus palabras, pero ni él mismo entendía muy bien por qué no quería hablarlo. En aquel momento Eara era como una desconocida y no sabía qué iba a salir en claro si comenzaban a hablar de su relación como aurva y edeel. Había declarado que ya no creía en ello. Con todas sus consecuencias.
Eara lo miró extrañada. No quería darle la razón ni quitársela, porque ella tampoco sabía qué hacer. Titubeó, y Ayne lo interpretó como una afirmación.
—Estaré en la muralla, ven a buscarme cuando termines con el trabajo —respondió, y avanzó hacia la puerta. Se detuvo un instante ante Irianna y le dijo—: Gracias.
Eara no entendió a qué venía, pero decidió no hacer preguntas. Sabía que había algo diferente en la actitud de su edeel, y la incertdumbre solo le hacía daño. Pensó en cómo sacar el tema de nuevo, cómo tratar de arreglarlo, pero no llegó a presentársele la ocasión. Aquella noche, al volver, la imagen de la torre y el desmayo grupal sería el inicio de un día de pesadilla.
Eara consiguió sonreir brevemente ante las palabras de Irianna. No entendía muy bien cómo, pero se alegraba de que aquella amistad fuese mutua y la nebulomante también la considerase un apoyo. Cosas como aquella le recordaban lo que Rocavarancolia le había aportado a ella, una sin esencia. Nunca había tenido amigos tan verdaderos como los que había hecho en la ciudad. Eso también le daba fuerzas para perseverar.
Se aferró a Irianna, recordando lo reconfortantes que podían ser los abrazos, y también lo mucho que la solían ayudar los abrazos de Hela. Pero su pasado ya no parecía tan cercano ni lo anhelaba de la misma manera. Tenía montones de problemas en Rocavarancolia, pero no eran lo único ni lo más importante. Respiró profundamente y se armó de valor para enfrentarse de nuevo a su edeel.
—Vamos allá —dijo tratando de sonar convencida. Se sacudió la falda con energía, notando que se le había humedecido un poco, pero no le preocupó demasiado. Se sintió avergonzada de haber forzado a Irianna también a mancharse, pero trató de no darle muchas vueltas sabiendo que podía arreglarlo fácilmente con magia.
Cuando llegaron a la habitación, Eara se asomó con cierta cautela, y encontró a Ayne todavía con el recogedor en la mano. El syv derramado ya había desaparecido de la mesa y el suelo, y el edeel tenía la ropa seca. Levantó la cabeza para mirar quién entraba y le sostuvo la mirada con sus cuencas vacías hasta que Eara apartó la suya, todavía avergonzada por su compotamiento.
—Vamos a hacer como si nada de esto hubiese pasado, ¿de acuerdo? —El anima rompió el silencio, y Eara notó que su voz era poco firme. ¿Estaba dolido o enfadado? ¿O preocupado? No era capaz de interpretar su tono.
—Pero…
—Los dos actuamos mal, ¿no? Lo mejor que podemos hacer es no darle más vueltas —la interrumpió. Trató de imprimir aplomo en sus palabras, pero ni él mismo entendía muy bien por qué no quería hablarlo. En aquel momento Eara era como una desconocida y no sabía qué iba a salir en claro si comenzaban a hablar de su relación como aurva y edeel. Había declarado que ya no creía en ello. Con todas sus consecuencias.
Eara lo miró extrañada. No quería darle la razón ni quitársela, porque ella tampoco sabía qué hacer. Titubeó, y Ayne lo interpretó como una afirmación.
—Estaré en la muralla, ven a buscarme cuando termines con el trabajo —respondió, y avanzó hacia la puerta. Se detuvo un instante ante Irianna y le dijo—: Gracias.
Eara no entendió a qué venía, pero decidió no hacer preguntas. Sabía que había algo diferente en la actitud de su edeel, y la incertdumbre solo le hacía daño. Pensó en cómo sacar el tema de nuevo, cómo tratar de arreglarlo, pero no llegó a presentársele la ocasión. Aquella noche, al volver, la imagen de la torre y el desmayo grupal sería el inicio de un día de pesadilla.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.
Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Macetero
01/05/19, 11:42 pm
La fiesta del desfile había terminado hacía algunas horas. Eara y Ayne habían asistido con sus compañeros de cosecha, comentado las novedades y observado la vuelta de los dragones. Aun si todavía no habían escuchado tantas historias como otros ciudadanos más veteranos sobre ellos, el espectáculo había sido digno de verse. Pero Eara no dejaba de recordarse que su presencia allí era para fines bélicos. En el fondo, ninguno de los dos sentía que la vuelta de los dragones debiese entusiasmarle, pero había otras buenas noticias, como la torre de magia en honor a Doce Punto.
Cuando había empezado a escasear la comida y la gente volver a sus casas, ellos tenían que ir al Macetero para empezar su jornada nocturna. No pasaron a cambiarse de ropa por Serpentaria y se fueron directamente tras despedirse de todos. En el camino hacia el portal se hizo un silencio, pero no cargado de tensión como días atrás. Su situación había mejorado, pero lo cierto era que nunca habían pasado de disculparse. Eara empezaba a darse cuenta de que había muchas cosas que podían entender sin necesidad de explicarlas, o que tal vez todavía no era el momento de decirlas. Pero había otras que si no se decían, nunca se podrían aclarar.
—¿Qué te ofreció Corann? —le preguntó a su edeel cuando se hubieron subido al transporte que los llevaría a la plantación de Jack.
—¿Qué?
—El íncubo de la torre de los soñadores… ¿qué te ofreció?
Ayne la miraba, pretendiendo no inmutarse con su pregunta. La ausencia de ojos le facilitaba mucho mentir, pero lo cierto era que no tenía una buena respuesta que darle. Su silencio se prolongó hasta que Eara volvió a hablar.
»Vi cómo te quitaban el hechizo que daba energía a la torre. Al principio no entendí lo que estaba pasando, pero ahora…
Ayne se mostró visiblemente incómodo. Era su secreto. Se había dado cuenta de lo estúpido que había sido, aunque demasiado tarde, y esperaba poder guardarse aquella metedura de pata para sí mismo. No sabía cómo justificar el haberse dejado engañar de aquella manera, y lo único que lo consolaba era que no había sido ni de lejos el único, aunque era un consuelo muy pobre.
—¿De verdad necesitas saber los detalles? Ya es bastante humillante haberse dejado engañar por un desconocido.
—No tienes porqué contármelo, pero quería saber si estabas bien. Si no quieres hablar de ello lo respeto. Solo pensé… que ya que lo había descubierto podría ayudarte.
—Fue una estupidez.
—Fuiste engañado.
—Lo sé. Pero aun así…
—Ya ha terminado —dijo Eara con suavidad pero de forma tajante—. La próxima vez, si hay algo que te preocupe… tienes amigos en los que confiar. Ya deberías saberlo. Incluso si es algo de lo que no quieras hablar conmigo.
Ayne suspiró sin mirarla. Le parecía bastante más complejo que eso, pero empezaba a darse cuenta de que él mismo era parte del problema.
—Lo sé. Hay cosas que no puedo hacer yo solo.
Eara lo miró interrogativa, pero no obtuvo respuesta por ello. Solo él sabía a qué se refería, y no quería elaborar. No quería que Eara descubriese sus miedos y sus dudas, o admitir que le costaba depender de los demás. Ahora sabía que Eara no necesitaba ser protegida. Que no le necesitaba a él. Ni siquiera entendía por qué seguía aferrándose al papel de aurva ahora que era libre.
Sigue en Sinhdro.
Cuando había empezado a escasear la comida y la gente volver a sus casas, ellos tenían que ir al Macetero para empezar su jornada nocturna. No pasaron a cambiarse de ropa por Serpentaria y se fueron directamente tras despedirse de todos. En el camino hacia el portal se hizo un silencio, pero no cargado de tensión como días atrás. Su situación había mejorado, pero lo cierto era que nunca habían pasado de disculparse. Eara empezaba a darse cuenta de que había muchas cosas que podían entender sin necesidad de explicarlas, o que tal vez todavía no era el momento de decirlas. Pero había otras que si no se decían, nunca se podrían aclarar.
—¿Qué te ofreció Corann? —le preguntó a su edeel cuando se hubieron subido al transporte que los llevaría a la plantación de Jack.
—¿Qué?
—El íncubo de la torre de los soñadores… ¿qué te ofreció?
Ayne la miraba, pretendiendo no inmutarse con su pregunta. La ausencia de ojos le facilitaba mucho mentir, pero lo cierto era que no tenía una buena respuesta que darle. Su silencio se prolongó hasta que Eara volvió a hablar.
»Vi cómo te quitaban el hechizo que daba energía a la torre. Al principio no entendí lo que estaba pasando, pero ahora…
Ayne se mostró visiblemente incómodo. Era su secreto. Se había dado cuenta de lo estúpido que había sido, aunque demasiado tarde, y esperaba poder guardarse aquella metedura de pata para sí mismo. No sabía cómo justificar el haberse dejado engañar de aquella manera, y lo único que lo consolaba era que no había sido ni de lejos el único, aunque era un consuelo muy pobre.
—¿De verdad necesitas saber los detalles? Ya es bastante humillante haberse dejado engañar por un desconocido.
—No tienes porqué contármelo, pero quería saber si estabas bien. Si no quieres hablar de ello lo respeto. Solo pensé… que ya que lo había descubierto podría ayudarte.
—Fue una estupidez.
—Fuiste engañado.
—Lo sé. Pero aun así…
—Ya ha terminado —dijo Eara con suavidad pero de forma tajante—. La próxima vez, si hay algo que te preocupe… tienes amigos en los que confiar. Ya deberías saberlo. Incluso si es algo de lo que no quieras hablar conmigo.
Ayne suspiró sin mirarla. Le parecía bastante más complejo que eso, pero empezaba a darse cuenta de que él mismo era parte del problema.
—Lo sé. Hay cosas que no puedo hacer yo solo.
Eara lo miró interrogativa, pero no obtuvo respuesta por ello. Solo él sabía a qué se refería, y no quería elaborar. No quería que Eara descubriese sus miedos y sus dudas, o admitir que le costaba depender de los demás. Ahora sabía que Eara no necesitaba ser protegida. Que no le necesitaba a él. Ni siquiera entendía por qué seguía aferrándose al papel de aurva ahora que era libre.
Sigue en Sinhdro.
- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Macetero
15/12/19, 09:16 pm
El siguiente paso era avisar a Jack de que, en algún tiempo, abandonarían el viñedo. Los sinhadres querían hacerlo con antelación suficiente para darle tiempo al vampiro de buscar sustitutos y ayudarle a formarlos. Después de haberlos contratado cuando no tenían nada no iban a renunciar de un día para otro. En vez de eso, seguirían trabajando mientras Lanor y quienes se fuesen a encargar de las obras reformaban el local.
Tras terminar su jornada, y sabiendo que Jack se encontraba aquel día en su despacho, se acercaron allí y llamaron a la puerta.
—Somos Eara y Ayne. Necesitamos hablar contigo, ¿podemos pasar? —dijo el anima, alzando un poco la voz para que llegase al interior de la habitación.
Tras terminar su jornada, y sabiendo que Jack se encontraba aquel día en su despacho, se acercaron allí y llamaron a la puerta.
—Somos Eara y Ayne. Necesitamos hablar contigo, ¿podemos pasar? —dijo el anima, alzando un poco la voz para que llegase al interior de la habitación.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: El Macetero
15/12/19, 09:52 pm
El vampiro se encontraba terminando de ordenar su propia cabeza y sus asuntos. Tenía ganas de acabar más y más temprano cada vez, y estaba cerca de conseguirlo. Más o menos había definido y decidido qué iba a hacer con la Bodega en el futuro próximo, pero tenía que atarlo todo bien.
Le sorprendió la visita más por estar enfrascado en lo suyo que por la visita en sí. Se levantó a abrir y saludarles.
—Buenas, claro, pasad. ¿Qué tal la jornada de hoy? —preguntó cordialmente.
Les indicó que pasaran y fue a sentarse de nuevo mientras.
Le sorprendió la visita más por estar enfrascado en lo suyo que por la visita en sí. Se levantó a abrir y saludarles.
—Buenas, claro, pasad. ¿Qué tal la jornada de hoy? —preguntó cordialmente.
Les indicó que pasaran y fue a sentarse de nuevo mientras.
No Hope. No Dreams. No Love.
My Only Escape Is Underground
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- TakGM
Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Macetero
15/12/19, 11:14 pm
El vampiro les abrió la puerta al cabo de un momento y ambos le devolvieron el saludo.
—Bien, gracias —añadió Ayne para responder a su pregunta de cortesía. Los sinhadres intercambiaron una mirada de nerviosismo cuando Jack se dio la vuelta para volver a su asiento, y le acompañaron hasta la mesa.
La situación requería que fuesen ellos quienes empezasen a hablar, y fue el anima quien tomó la palabra. Quizá porque no era una transformada o por fuerza de costumbre, Eara no solía ser quien trataba las cosas con Jack.
—Queríamos avisarte con antelación suficiente de que estamos en proceso de abrir nuestro propio negocio. —Decidió que ir al grano era la mejor forma de empezar aquella conversación—. No va a ser de forma inmediata, queríamos que tuvieses margen para buscar sustitutos y no nos iremos antes de que los encuentres. También podemos ayudarte encontrarlos y a explicarles lo que tienen que hacer.
—Además queríamos proponerte seguir siendo compañeros de negocios —añadió Eara, queriendo suavizar la sorpresa—. Se trata de un restaurante, y necesitaremos que alguien nos suministre el vino.
—Bien, gracias —añadió Ayne para responder a su pregunta de cortesía. Los sinhadres intercambiaron una mirada de nerviosismo cuando Jack se dio la vuelta para volver a su asiento, y le acompañaron hasta la mesa.
La situación requería que fuesen ellos quienes empezasen a hablar, y fue el anima quien tomó la palabra. Quizá porque no era una transformada o por fuerza de costumbre, Eara no solía ser quien trataba las cosas con Jack.
—Queríamos avisarte con antelación suficiente de que estamos en proceso de abrir nuestro propio negocio. —Decidió que ir al grano era la mejor forma de empezar aquella conversación—. No va a ser de forma inmediata, queríamos que tuvieses margen para buscar sustitutos y no nos iremos antes de que los encuentres. También podemos ayudarte encontrarlos y a explicarles lo que tienen que hacer.
—Además queríamos proponerte seguir siendo compañeros de negocios —añadió Eara, queriendo suavizar la sorpresa—. Se trata de un restaurante, y necesitaremos que alguien nos suministre el vino.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: El Macetero
15/12/19, 11:47 pm
¡Otra sorpresa, y esta de verdad! Sonrió tanto por fuera como por dentro al escucharles, y se levantó de golpe cuando terminaron de hablar. Sentía algo curioso que podía llamar orgullo. ¿No era esa la idea al contratar a gente recién transformada? ¿Que pudieran ahorrar y después buscarse la vida por su cuenta? Pues claro que le alegró, y bastante. No sabía cómo comportarse, a decir verdad, pues se sentía casi como cuando alguna vez ayudó a alguna amistad en el pasado. «Paparruchas, que no son tus hijos, relax, tampoco es para tanto» Les había cogido cierto cariño, sí, y no sería para tanto ¡pero lo celebraba igualmente!
—¡Anda! Pues dos cosas os digo. La primera, muchas gracias por avisarme con tiempo. Y la segunda, que me alegro de que podáis montar algo vuestro, propio. De verdad, la independencia es genial, y si el tiempo aquí os ha servido, genial.
No le preocupaba tanto encontrar sustitutos, pero tendría que hacerlo y toda ayuda era buena. Y para colmo, la oferta de ser socios le venía genial para su plan de futuro. Carraspeó, se rascó la cabeza y volvió a sentarse.
—Agradeceré que digáis por ahí que busco gente, sí, y por supuesto que me asociaré con vosotros. Tengo varias ideas en mente y me viene bien, gracias. Y bueno, una tercera o cuarta cosa: cualquier cosa que necesitéis, o que pueda aconsejaros o echaros una mano, estaré por aquí, ¿vale?
—¡Anda! Pues dos cosas os digo. La primera, muchas gracias por avisarme con tiempo. Y la segunda, que me alegro de que podáis montar algo vuestro, propio. De verdad, la independencia es genial, y si el tiempo aquí os ha servido, genial.
No le preocupaba tanto encontrar sustitutos, pero tendría que hacerlo y toda ayuda era buena. Y para colmo, la oferta de ser socios le venía genial para su plan de futuro. Carraspeó, se rascó la cabeza y volvió a sentarse.
—Agradeceré que digáis por ahí que busco gente, sí, y por supuesto que me asociaré con vosotros. Tengo varias ideas en mente y me viene bien, gracias. Y bueno, una tercera o cuarta cosa: cualquier cosa que necesitéis, o que pueda aconsejaros o echaros una mano, estaré por aquí, ¿vale?
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Ficha de cosechado
Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
Status : (ノ☉ヮ⚆)ノ ⌒*:・゚✧
Re: El Macetero
16/12/19, 12:18 am
Que Jack se levantase de la silla les dio un pequeño susto, pero sonreía. Aquello fue un gran alivio para ambos, cuyo nerviosismo por fin se disipó.
—Sí que te lo has tomado bien, teniendo en cuenta que puede hacerte cierta competencia a la bodega —bromeó el anima—. Pero no es lo mismo, y lo vamos a abrir por la zona sur de la ciudad —explicó.
—Gracias por el ofrecimiento —dijo también Eara sonriéndole, que no quería ignorar que se había ofrecido a ayudarles—. Mientras sigamos por aquí y si nos surge alguna duda te la preguntaremos.
—Y las tendremos —intervino Ayne, recordando que necesitaban recomendaciones de profesionales para poner a punto la casa—. Sobre los sustitutos… podemos colgar anuncios en los refugios y hablar con los recién transformados. Es lo mínimo, después de todo lo que has hecho por nosotros. Te lo agradezco, de verdad.
—Gracias por todo, Jack —dijo Eara también. Ambos estaban verdaderamente agradecidos por haber podido encontrar aquel trabajo tan pronto tras la salida de la Luna. Si bien habían chocado con el vampiro en ocasiones por tener diferentes valores morales, eso no quitaba que Jack se había portado bien con ellos. Ahora sabían cómo era el mundo de los transformados, y su jefe claramente no era de los peores.
—Sí que te lo has tomado bien, teniendo en cuenta que puede hacerte cierta competencia a la bodega —bromeó el anima—. Pero no es lo mismo, y lo vamos a abrir por la zona sur de la ciudad —explicó.
—Gracias por el ofrecimiento —dijo también Eara sonriéndole, que no quería ignorar que se había ofrecido a ayudarles—. Mientras sigamos por aquí y si nos surge alguna duda te la preguntaremos.
—Y las tendremos —intervino Ayne, recordando que necesitaban recomendaciones de profesionales para poner a punto la casa—. Sobre los sustitutos… podemos colgar anuncios en los refugios y hablar con los recién transformados. Es lo mínimo, después de todo lo que has hecho por nosotros. Te lo agradezco, de verdad.
—Gracias por todo, Jack —dijo Eara también. Ambos estaban verdaderamente agradecidos por haber podido encontrar aquel trabajo tan pronto tras la salida de la Luna. Si bien habían chocado con el vampiro en ocasiones por tener diferentes valores morales, eso no quitaba que Jack se había portado bien con ellos. Ahora sabían cómo era el mundo de los transformados, y su jefe claramente no era de los peores.
- Jack
Ficha de cosechado
Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
Humor : Os falta bosque, gigantes
Re: El Macetero
16/12/19, 12:45 am
Hizo un gesto despreocupado ante la broma de la competencia. Se hinchó cuando le agradecieron la ayuda, pero intentó centrarse y que no se notara. Era un bonito subidón el sentirse útil ahora que arrastraba la Pesadilla. Más tarde se iría a la Taberna.
—No hay restaurantes por aquí, así que seguro que os va bien, y yo tengo otros planes, todo a su ritmo. Ah, y por los anuncios no os preocupéis. En unos días los tendré listos y os dejaré unos pocos para vosotros.
>>Y vaya, si queréis estar presentes en sus entrevistas, también —les ofreció.
Era parte importante del proceso, mucho más que poner los anuncios, y ¿quién mejor que un trabajador veterano para hacerlas?
—¿Tenéis algún plan para...? Bueno, cuando sea, si os apetece nos tomamos algo y me comentáis. O la "cena de empresa" cuando sea definitivo pero sin hablar de trabajo, que no quiero robaros los secretos de vuestro restaurante —bromeó.
Lo que le pasaba era que quería estar al tanto y poder echarles una mano. Pero sabía que eso podía convertirse en un cotilla, entrometido, o en un agobio, por mucho que su intención no fuera esa. El proyecto era de ellos. Sus aciertos, sus problemas, su aprendizaje. Nada más. Les iría bien. Por eso había frenado y bromeado al respecto al final.
—No hay restaurantes por aquí, así que seguro que os va bien, y yo tengo otros planes, todo a su ritmo. Ah, y por los anuncios no os preocupéis. En unos días los tendré listos y os dejaré unos pocos para vosotros.
>>Y vaya, si queréis estar presentes en sus entrevistas, también —les ofreció.
Era parte importante del proceso, mucho más que poner los anuncios, y ¿quién mejor que un trabajador veterano para hacerlas?
—¿Tenéis algún plan para...? Bueno, cuando sea, si os apetece nos tomamos algo y me comentáis. O la "cena de empresa" cuando sea definitivo pero sin hablar de trabajo, que no quiero robaros los secretos de vuestro restaurante —bromeó.
Lo que le pasaba era que quería estar al tanto y poder echarles una mano. Pero sabía que eso podía convertirse en un cotilla, entrometido, o en un agobio, por mucho que su intención no fuera esa. El proyecto era de ellos. Sus aciertos, sus problemas, su aprendizaje. Nada más. Les iría bien. Por eso había frenado y bromeado al respecto al final.
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Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
● Airi: vara y arco.
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Re: El Macetero
16/12/19, 01:29 am
—¿Otros planes? —repitió el anima sus palabras con curiosidad. Era la segunda vez que mencionaba aquello, pero no había dicho de qué se trataba. Continuó hablando del proceso de selección y ambos asintieron con la cabeza cuando les ofreció formar parte de las entrevistas.
—Podría ser útil que hablen directamente con nosotros —dijo Ayne.
—Sabemos ya qué habilidades van a necesitar para trabajar aquí —añadió Eara. Durante un momento pensó en Irianna, ¿ella también estaría presente en las entrevistas?
—Claro, cuando quieras —respondió Ayne su siguiente pregunta tras compartir una mirada con Eara, buscando su aprobación—. De momento no hay muchos secretos que sacar a la luz —añadió con una media sonrisa.
Sigue en la Torre Serpentaria.
—Podría ser útil que hablen directamente con nosotros —dijo Ayne.
—Sabemos ya qué habilidades van a necesitar para trabajar aquí —añadió Eara. Durante un momento pensó en Irianna, ¿ella también estaría presente en las entrevistas?
—Claro, cuando quieras —respondió Ayne su siguiente pregunta tras compartir una mirada con Eara, buscando su aprobación—. De momento no hay muchos secretos que sacar a la luz —añadió con una media sonrisa.
Sigue en la Torre Serpentaria.
- Jack
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Nombre: Tawar
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Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
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Re: El Macetero
16/12/19, 01:55 pm
No se había dado cuenta de que había repetido lo de sus planes sin explicarse, pero era normal: en los últimos días solo tenía ciertas cosas rondándole la cabeza. Lo dejó pasar, aún faltaba tiempo para ponerse en marcha y se enterarían antes que mucha gente.
Les acompañó a la puerta para despedirse.
—Pues listo, ya lo vamos hablando y organizando. Que tengáis buena tarde —les sonrió.
En cuanto se marcharon, se propuso terminar pronto. Más tarde recogería, se cambiaría y se iría directo a la Taberna. Llevaba tiempo sin pasar por allí, y era una muy buena ocasión.
Les acompañó a la puerta para despedirse.
—Pues listo, ya lo vamos hablando y organizando. Que tengáis buena tarde —les sonrió.
En cuanto se marcharon, se propuso terminar pronto. Más tarde recogería, se cambiaría y se iría directo a la Taberna. Llevaba tiempo sin pasar por allí, y era una muy buena ocasión.
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Nombre: Tawar
Especie: Repobladore de la montaña
Habilidades: Artesanía, habilidad manual y resistenciaPersonajes :
● Jack: Vampiro de humo terrícola.
● Atol/Skarog: Helión libense.
● Alice/Onyx: Onycemante terrícola.
● Tesón/Eterno: fantasma roquense, sin magia.
● Sinceridad: Argos magnético roquense de Tierra Bruja.
● Pefka: Lenguaraz hijo de Luna Kepryna.
● Tawar: Repobladore de la montaña
Unidades mágicas : 12/12
Síntomas : Pérdida gradual del miedo a salir al exterior. Al regresar de algunas salidas tendrá jaquecas, que aumentarán en intensidad cuanto más tiempo haya pasado fuera.
Armas : Jack: dos espadas. Magia.
Atol: lanza, espada y escudo. Magia.
Alice: magia y onyces. Espada o arco.
Sinceridad: arco, jabalinas, espada/lanza y escudo.
Pefka: lo que pille, normalmente machete y arco
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Re: El Macetero
28/03/20, 02:11 pm
El vampiro se había planteado en no pocas ocasiones pedir la fabricación de un autómata que se encargase de recibir a las visitas, pero al final preferían hacerlo ellos mismos, ya fueran Erika o Jack, o Elunin en casos menos importantes. A veces estaba uno de ellos en el portal o a veces se repartían parte de la visita. Pero aunque siempre era lo mismo, le gustaba ese ratito de enseñarle el sitio a gente nueva. Y más todavía si iban a trabajar juntos.
En esa ocasión estaba él esperando junto al transporte y Erika se encargaría de la plantación en sí. Los grandes insectos demiúrgicos seguían siendo los mismos, con su pertinente mantenimiento. Se asemejaban a la fauna local y su interior era hueco con ventanas cubiertas por ilusiones. Estaba posado cerca del vampiro con las alas plegadas y la puerta abierta.
Cuando aparecieron, Jack se apartó del portal unos pasos para darles un momento para recuperarse del viaje. Iba vestido con una camisa roja y un chaleco negro sin mangas abotonado. Los pantalones negros también, igual que los zapatos. Su petaca asomaba por un bolsillo del chaleco. A su izquierda, una planta de apenas un metro de alto y cuatro grandes hojas recubiertas de una película viscosa parecía mirar el portal fijamente. Había más vigilando el portal y la zona circundante.
—Hey, bienvenidos. Cuidado con las plantas carnívoras, que no queremos una visita tan breve —señaló un par de ellas que había cerca, pero si se fijaban podrían ver runas en su interior. Después, les guiñó—. Es broma, son para vigilar. La plantación está a un ratito de aquí, iremos volando —y en esta ocasión señaló con el pulgar hacia atrás, al transporte—. ¿Todo bien?
En esa ocasión estaba él esperando junto al transporte y Erika se encargaría de la plantación en sí. Los grandes insectos demiúrgicos seguían siendo los mismos, con su pertinente mantenimiento. Se asemejaban a la fauna local y su interior era hueco con ventanas cubiertas por ilusiones. Estaba posado cerca del vampiro con las alas plegadas y la puerta abierta.
Cuando aparecieron, Jack se apartó del portal unos pasos para darles un momento para recuperarse del viaje. Iba vestido con una camisa roja y un chaleco negro sin mangas abotonado. Los pantalones negros también, igual que los zapatos. Su petaca asomaba por un bolsillo del chaleco. A su izquierda, una planta de apenas un metro de alto y cuatro grandes hojas recubiertas de una película viscosa parecía mirar el portal fijamente. Había más vigilando el portal y la zona circundante.
—Hey, bienvenidos. Cuidado con las plantas carnívoras, que no queremos una visita tan breve —señaló un par de ellas que había cerca, pero si se fijaban podrían ver runas en su interior. Después, les guiñó—. Es broma, son para vigilar. La plantación está a un ratito de aquí, iremos volando —y en esta ocasión señaló con el pulgar hacia atrás, al transporte—. ¿Todo bien?
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Nombre: Airi
Especie: Sanaí
Habilidades: Habilidad manual, memoria, imaginación.Personajes :
● Gael/Koval: fuego fatuo terrícola.
● Kin: demonio raigaurum irrense.
● Ayne: anima sinhadre.
● Eara: sinhadre sin esencia.
● Nime: demonio mineral libense.
● Iemai: cercana, fallecida.
● Airi: sanaí.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Tendencia a alargar sus baños. Tiene episodios de disociación esporádicos cuando sale al patio.
Armas :
● Gael/Koval: espadas rectas, maza y quimeras.
● Kin: alfanje y guan dao.
● Ayne: sable.
● Eara: ballesta de repetición.
● Nime: dagas.
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Re: El Macetero
28/03/20, 04:43 pm
Los sinhadres e Irianna esperaron en la explanada de los portales a la pareja de la última cosecha. Eara ya los había conocido y, entre ella e Irianna, los habían puesto en contacto con Jack para aquella entrevista de trabajo. Ayne, sin embargo, todavía no había tenido ocasión de presentarse.
Eara le había hablado de ellos y parecían buenas personas. Le incomodaba dar a conocer su transformación a otros sinhadres, especialmente si llevaban menos tiempo que él en la ciudad, pero tampoco iba a esconder algo que era evidente para cualquiera que se pusiese a hojear un libro sobre criaturas de precio inmoral.
Cuando les vieron llegar Eara los saludó con la mano desde lejos. Ayne, en cambio, esperó a que estuviesen cerca para tenderles la mano a ambos mientras se intercambiaban saludos. Aquel día su piel estaba lo suficientemente opaca para no resultar demasiado desagradable para alguien que la viese por primera vez. Se había asegurado de cazar el día anterior para no dar una mala impresión.
—Encantado de conoceros, yo soy Ayne. —Se detuvo antes de presentarse como el edeel de Eara, por pura costumbre. De todas formas ya lo sabían. Tampoco dijo el nombre de su transformación.
Al otro lado del portal se encontraron a Jack esperando con un transporte preparado. Lo primero que hizo fue bromear con las plantas carnívoras y el anima negó con la cabeza.
—No lo puede remediar, su sentido del humor es así —le dijo a la pareja joven, dirigiéndole al vampiro una mirada burlona. Recordaba que su primera impresión de Jack no había sido muy buena debido a su afición de bromear de forma amenazante, pero parecía disfrutar de hacerle lo mismo a todos los novatos.
—Os van a encantar los transportes, se puede ver el paisaje desde arriba —agregó Eara, esperando que aquello resultase más emocionante. Recordaba haberse horrorizado con muchos detalles del funcionamiento de la plantación en su primer día, y quería hacer énfasis en las cosas positivas.
Eara le había hablado de ellos y parecían buenas personas. Le incomodaba dar a conocer su transformación a otros sinhadres, especialmente si llevaban menos tiempo que él en la ciudad, pero tampoco iba a esconder algo que era evidente para cualquiera que se pusiese a hojear un libro sobre criaturas de precio inmoral.
Cuando les vieron llegar Eara los saludó con la mano desde lejos. Ayne, en cambio, esperó a que estuviesen cerca para tenderles la mano a ambos mientras se intercambiaban saludos. Aquel día su piel estaba lo suficientemente opaca para no resultar demasiado desagradable para alguien que la viese por primera vez. Se había asegurado de cazar el día anterior para no dar una mala impresión.
—Encantado de conoceros, yo soy Ayne. —Se detuvo antes de presentarse como el edeel de Eara, por pura costumbre. De todas formas ya lo sabían. Tampoco dijo el nombre de su transformación.
Al otro lado del portal se encontraron a Jack esperando con un transporte preparado. Lo primero que hizo fue bromear con las plantas carnívoras y el anima negó con la cabeza.
—No lo puede remediar, su sentido del humor es así —le dijo a la pareja joven, dirigiéndole al vampiro una mirada burlona. Recordaba que su primera impresión de Jack no había sido muy buena debido a su afición de bromear de forma amenazante, pero parecía disfrutar de hacerle lo mismo a todos los novatos.
—Os van a encantar los transportes, se puede ver el paisaje desde arriba —agregó Eara, esperando que aquello resultase más emocionante. Recordaba haberse horrorizado con muchos detalles del funcionamiento de la plantación en su primer día, y quería hacer énfasis en las cosas positivas.
- GiniroryuGM
Ficha de cosechado
Nombre: Rägjynn
Especie: mjörní
Habilidades: memoria, buen oído y don de lenguas
Personajes :
● Noel: Draco de Estínfalo de origen sueco.
● Archime/Krono Rádem: Kairós irrense.
● Irianna/Dama Enigma: Nebulomante idrina lacustre.
● Adrune: Gamusino sinhadre, edeel.
● Lethe: Horus, enderth.
● Rägjynn: mjörní.
● Naeleth: Bruja del Hielo, nublina.
Unidades mágicas : 8/8
Síntomas : Aumenta su resistencia progresivamente. El sangrado de sus ojos se detonará con más frecuencia.
Armas :
● Noel: hacha de dos manos y espada bastarda.
● Archime/Krono Rádem: sus monólogos sobre biomecánica avanzada.
● Irianna: arco y estoque.
● Adrune: lanza, espadas cortas y arco.
● Lethe: arco y lanza.
● Rägjynn: jō.
● Naeleth: arco, sai y báculo.
Status : Gin: do the windy thing.
Humor : REALLY NOT FEELIN' UP TO IT RIGHT NOW. SORRY.
Re: El Macetero
28/03/20, 05:42 pm
Adrune
Llegaron a la explanada y la edeel se adelantó en cuanto vio a las dos chicas en la distancia. Las acompañaba un chico sin ojos, por lo que no podía saberlo seguro, pero estaba claro que se trataba del edeel de Eara ya que su piel blanca, aunque con un tono algo distinto, y su cabello lo descubrían como sinhadre.
—¡Hola, yo soy Adru el gamusino y mi aurva es Neil!
Se preguntaba qué transformación sería la del chico, al cual observaba de vez en cuando debido a que su aspecto la llamaba mucho la atención, especialmente el brillo rojizo en sus cuencas vacías.
Cruzaron el portal al nuevo mundo enseguida, la sinhadre todavía no acostumbrada a aquella mareante sensación. Lo primero en lo que se fijó al llegar fue en el impresionante tamaño de todo lo que les rodeaba: las plantas eran gigantescas, entre las que destacaban los enormes árboles.
—¡Mira el tamaño de todo esto, Neil! —le dijo al brujo agarrándole del brazo y señalando a su alrededor.
El futuro jefe de Neil no tardó en acercarse a ellos y Adru, aunque ya sabía que se trataba de él, no pudo evitar dar un pequeño brinco de reconocimiento.
—¡Jack, cuánto tiempo! ¡Mira, soy un gamusino! —Dio vueltas a su alrededor en un círculo amplio y zigzagueando para dejar tras de sí alguna remanencia. Después volvió al lado de Neil. Rio con la broma del vampiro—. Me gustan las bromas —le aseguró a Ayne.
A continuación siguió al grupo hasta donde se encontraban los transportes, echándoles un buen vistazo.
>>¡Qué bonito, parece un bicho! A Nime le encantaría, deberíamos traerla un día de visita si no es molestia. ¿Verdad Neil?
Irianna
Irianna se había mantenido más bien en silencio salvando saludos y reírse con la broma de Jack, pero no paraba de sonreír. La edeel estaba igual de enérgica que el día que había aparecido por Serpentaria para pedir ayuda, o incluso más, y su entusiasmo se le contagiaba. Se dirigieron a los transportes y la nebulomante observó como llamaban la atención de la joven pareja.
—A mí también me fascinaron la primera vez que vine —aseguró—. Espero que no se os den muy mal las alturas: puede dar bastante impresión si no, pero no os preocupéis que son totalmente seguros. No creo que el jefe tenga problema en que traigáis visitantes si se comportan, ¿verdad? —añadió sonriendo hacia el vampiro.
Llegaron a la explanada y la edeel se adelantó en cuanto vio a las dos chicas en la distancia. Las acompañaba un chico sin ojos, por lo que no podía saberlo seguro, pero estaba claro que se trataba del edeel de Eara ya que su piel blanca, aunque con un tono algo distinto, y su cabello lo descubrían como sinhadre.
—¡Hola, yo soy Adru el gamusino y mi aurva es Neil!
Se preguntaba qué transformación sería la del chico, al cual observaba de vez en cuando debido a que su aspecto la llamaba mucho la atención, especialmente el brillo rojizo en sus cuencas vacías.
Cruzaron el portal al nuevo mundo enseguida, la sinhadre todavía no acostumbrada a aquella mareante sensación. Lo primero en lo que se fijó al llegar fue en el impresionante tamaño de todo lo que les rodeaba: las plantas eran gigantescas, entre las que destacaban los enormes árboles.
—¡Mira el tamaño de todo esto, Neil! —le dijo al brujo agarrándole del brazo y señalando a su alrededor.
El futuro jefe de Neil no tardó en acercarse a ellos y Adru, aunque ya sabía que se trataba de él, no pudo evitar dar un pequeño brinco de reconocimiento.
—¡Jack, cuánto tiempo! ¡Mira, soy un gamusino! —Dio vueltas a su alrededor en un círculo amplio y zigzagueando para dejar tras de sí alguna remanencia. Después volvió al lado de Neil. Rio con la broma del vampiro—. Me gustan las bromas —le aseguró a Ayne.
A continuación siguió al grupo hasta donde se encontraban los transportes, echándoles un buen vistazo.
>>¡Qué bonito, parece un bicho! A Nime le encantaría, deberíamos traerla un día de visita si no es molestia. ¿Verdad Neil?
Irianna
Irianna se había mantenido más bien en silencio salvando saludos y reírse con la broma de Jack, pero no paraba de sonreír. La edeel estaba igual de enérgica que el día que había aparecido por Serpentaria para pedir ayuda, o incluso más, y su entusiasmo se le contagiaba. Se dirigieron a los transportes y la nebulomante observó como llamaban la atención de la joven pareja.
—A mí también me fascinaron la primera vez que vine —aseguró—. Espero que no se os den muy mal las alturas: puede dar bastante impresión si no, pero no os preocupéis que son totalmente seguros. No creo que el jefe tenga problema en que traigáis visitantes si se comportan, ¿verdad? —añadió sonriendo hacia el vampiro.
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